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CAMBIOS EN LA ECONOMÍA DE CUNDINAMARCA Y DEL TOLIMA EN LOS

ÚLTIMOS AÑOS

GERALDINE LOZANO PERDOMO

INSTITUCIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR ITFIP

FACULTAD DE ECONOMÍA, ADMINISTRACIÓN Y CONTADURÍA

PROGRAMA TÉCNICO PROFESIONAL EN PROCESOS ADMINISTRATIVOS

ESPINAL-TOLIMA

2019
CAMBIOS EN LA ECONOMÍA DE CUNDINAMARCA Y DEL TOLIMA EN LOS
ÚLTIMOS AÑOS

La actividad económica de la región Centro del país agrupa los departamentos de Tolima,
Huila, Caquetá y Cundinamarca; comprendiendo un territorio equivalente al 13,7% del total
nacional, donde habita el 11,9% de la población colombiana, y contribuyeron entre 2001 y 2010
con el 9,8% del Producto Interno Bruto (PIB). Sus actividades más representativas son el
comercio, la administración pública y defensa, y servicios a las empresas.
Cundinamarca representa el mayor mercado del país y uno de los más importantes en el
continente: aporta más de la tercera parte del PIB nacional (31%), y el motor de la economía
nacional por el tamaño de su población (más de10.8millones de habitantes, el 1022% de la
población nacional) y la dinámica de sus actividades productivas. La dinámica de su actividad
empresarial y emprendedora la han convertido en la mayor plataforma empresarial del país: en
Bogotá se encuentra el 29% de las empresas registradas en el país y en Cundinamarca el 5%. En
total se encuentran localizadas más de 480.000 empresas, y cada año se crean, en promedio,
cerca de 63.000 empresas. Tiene grandes oportunidades para consolidarse entre los mercados
atractivos de América Latina. En la próxima década, será la primera mega ciudad del país con
más de 10 millones de habitantes y con un ingreso superior a US$ 10.000 per cápita. El talento
humano y la diversidad de sus actividades productivas la posicionarán como la región más
internacionalizada del país para atraer inversiones y empresas, con un turismo de eventos y
negocios dinámicos y con un talento humano competitivo, económicamente este departamento
vive de la industria, el comercio, los servicios, el turismo, la explotación minera y las actividades
agropecuarias.
Las tres primeras están centradas en Bogotá y en los municipios cercanos. La ganadería es de
leche y los derivados lácteos se procesan en diversas industrias. En cuanto a la agricultura, se
cultiva caña de azúcar, café, maíz, frijol, yuca, plátano, verduras, legumbres y árboles frutales.
Estas actividades agropecuarias se desarrollan en todo el territorio, pero destacan los municipios
de Anapoima, Cajicá, Chía, Choachí, Facatativá, Zipaquirá, Guaduas, Madrid, Girardot y
Soacha, así como los alrededores de la capital. La floricultura está muy desarrollada en la sabana
de Bogotá y se exporta a Europa y Estados Unidos. El turismo se desarrolla en diversos puntos
del departamento, como Santafé de Bogotá, Zipaquirá, Guatavita, Melgar, Guaduas, Anapoima y
Villeta. En minería se explota el carbón y la sal en Zipaquirá, Zipacón, Ubaté, Sesquilé y
Nemocón.

Por otro lado, el departamento del Tolima es fundamentalmente agropecuario utilizando


sistemas tecnificados. En la agricultura sobresalen productos como arroz, algodón, ajonjolí,
tabaco y caña de azúcar. En minería explota el oro y la plata y la refinería del Guamo procesa
petróleo crudo extraído del campo Tetuán, en Ortega; La industria se centra en alimentos,
bebidas, textiles y minerales no metálicos. Es, además, uno de los departamentos colombianos
con mayor variedad de recursos turísticos: en Ibagué, cabe destacar el Festival Folclórico
Colombiano y las Fiestas de San Juan; en Melgar, el ‘barrio caliente’ de Bogotá es un punto de
encuentro de los veraneantes en todas las épocas del año; Mariquita es la sede de la Expedición
Botánica (en ella encontramos, además, el Museo de Arqueología e Historia); y Honda, la
denominada ‘ciudad de los puentes’, tiene, además de curiosas calles, como la de Las Trampas y
la cuesta de los Herreros, monumentos coloniales, como la Casa de la Moneda y el Cuartel de la
Ceiba.

En cifras económicas más definidas, El PIB (PRODUCTO INTERNO BRUTO) de Colombia


creció 4,2% en 2012, del cual se atribuye 0,1% a Cundinamarca ya que fue de 24,4 billones de
pesos constantes de 2005 (cifras preliminares del DANE), 5,18% del PIB de Colombia. En
precios constantes de 2005 las ramas de actividad económica que mayor participación tuvieron
dentro del valor agregado total del departamento fueron: Industria manufacturera (21,27%),
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (13,78%) y Actividades de servicios sociales,
comunales y personales (13,12%), por mencionar algunas.

El PIB para el departamento del Tolima presenta un comportamiento que responde de forma
similar al nacional, con el agravante de que los fenómenos de crecimiento negativo en la
variación del indicador desde 2013 son aún más críticos y preocupantes, llegando a caer a tan
solo el 0.7% en el 2015. Aportó cerca del 5,18% del PIB nacional, siendo Agricultura, ganadería,
caza, silvicultura y pesca (el 11,56% del total nacional de la misma actividad), Industria
manufacturera (el 9,20% del total nacional) y Electricidad, gas y agua (el 7,63% del total
nacional), las ramas en que más se destacó el departamento como proporción de la nación. El
PIB examinado a precios constantes, donde se muestra la actividad real (depurando los efectos
de los precios) y las ramas de actividad que mayor crecimiento registraron en 2012 respecto a
2011, fueron: Electricidad, gas y agua (9,97%) y Establecimientos financieros, de seguros,
actividades inmobiliarias y servicios a empresas (5,56%). Los anteriores crecimientos
corresponden a ramas de actividad que son menos importantes en el departamento, mientras que
las de mayor contribución (como Agropecuaria) tuvieron un crecimiento muy débil (1,02%). Por
otro lado, hubo una fuerte caída en Explotación de minas y Canteras (-32,5%) y por eso el
crecimiento del valor agregado fue de 2,11%, por debajo del crecimiento del valor agregado
nacional (4,16%). Incluyendo el ajuste de impuestos y subvenciones, se obtuvo un crecimiento
del PIB de Cundinamarca de 2,29%, por debajo del 4,19% de la nación. No obstante, la
participación departamental en el agregado de la producción colombiana no ha sufrido cambios
en los últimos años. El resultado territorial se explicó en el dinamismo reportado, por tercer año
consecutivo, en la construcción, sobre todo en esta oportunidad en el componente de
edificaciones y en menor medida en las obras de ingeniería civil. Igualmente sobresalió
agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, en el segmento de cultivos; y del sector
terciario, los servicios sociales, comunales y personales

De acuerdo con indicadores reseñados, en el Tolima se identificó una mayor tasa de


desempleo y con respecto a precios Ibagué tuvo una inflación baja frente al promedio nacional.
En cuanto a la dinámica de la actividad productiva, por el lado de la oferta, fue importante el
subsector de la construcción, en el componente de edificaciones, mientras en la actividad
pecuaria el mejor resultado se obtuvo en el sacrificio de ganado porcino. En lo referente a la
demanda, por segundo año consecutivo, se redujo el volumen de las ventas de bienes al exterior
principalmente de bienes tradicionales, con idéntica tendencia en las importaciones.

El mercado laboral departamental reportó una tasa de desocupación superior al año precedente
y a la media registrada en el país, colocándolo en la sexta posición dentro de las unidades
geográficas con mayor desempleo en Colombia. Lo anterior aunado a una tasa global de
participación y de ocupación más elevada en la región. Por su parte, la inflación en la capital del
Tolima, Ibagué, fue ligeramente inferior a la del total país, no obstante, superó el techo del rango
meta establecido por la Junta Directiva del Banco de la República. A nivel de grupos de bienes y
servicios, las mayores alzas en los precios se concentraron en los alimentos perecederos de la
canasta, en razón a la menor oferta de productos ante el impacto del fenómeno de El Niño,
aunado a los elevados costos de producción ante la depreciación del peso colombiano.

Asimismo, el desempleo en Cundinamarca se ubicó en 8,3%, por debajo del 9,6% a nivel
nacional, ocupando el séptimo lugar entre 23 departamentos y Bogotá. Comparativamente, entre
2011, 2012 y 2013 el desempleo ha venido reduciéndose, puesto que pasó de 9,91% a 8,3%. Por
su parte, la tasa de ocupación se ubicó en 63,34% para 2013; de acuerdo con este indicador, 312
el departamento se situó en el cuarto lugar, después de Bogotá, Santander y La Guajira. La tasa
de subempleo se ubicó en el 34,53%, siendo superado por dieciocho departamentos. Quiere decir
que el subempleo en el departamento es relativamente alto con respecto a otros departamentos, lo
cual implica que los niveles de ocupación inadecuada (empleo informal) respecto a la
reglamentación de las normas laborales es relativamente alto en el departamento, negativo
cuando los comparamos con otras regiones del país. Mientras que la tasa global de participación
de Cundinamarca se ubicó en 69,1%, levemente inferior a la registrada en 2012 (69,6%) y 2011
(69,7%). Respecto a otros departamentos, Cundinamarca ocupó el tercer lugar entre los de mayor
Tasa global de participación (TGP) = Población económicamente activa / Población en edad de
trabajar.

Respecto a 2011, Cundinamarca perdió importancia, ya que ese año Colombia creció 6,6%,
total del cual se le atribuye 0,31% a Cundinamarca. Dicho crecimiento le otorgó al departamento
una importancia relativa del PIB departamental en el contexto nacional (del 5,12%),
significándole el séptimo lugar en importancia económica (después de Bogotá D. C., Antioquia,
Meta, Valle del Cauca, Santander y Bolívar).

Para el Tolima, según el estudio de productividad hecho por la CCI, se tiene que la
productividad en el 100% de las empresas del sector primario en 2016 fue >1 (empresas que
generan utilidades); en el secundario o manufacturero el 91,2% y en el terciario el 90,7%
cumplieron el parámetro. El indicador de productividad más alto lo alcanzó una empresa del
sector terciario (3,24). En los sectores secundario o manufacturero y terciario el 8,8% y el 9,3%
respectivamente arrojaron un indicador de productividad <1 (empresas que generan pérdidas). El
indicador de productividad más bajo se presenta en una empresa del sector terciario (0,06).
Las empresas ubicadas en el Tolima que realizan exportaciones “Tradicionales”, presentan un
panorama de mayor competencia que aquellas que efectúan exportaciones “No tradicionales”,
cinco de ellas concentran el 82%: Louis Dreyfus Commodities Colombia LTDA (30%), SKN
Caribecafe LTDA (17%), Teresita Exportadores de Café S.A. (13%), Sociedad exportadora de
café de las cooperativas de caficultores S. A. (12%), compañía nacional de café LTDA (10%). El
95% de la exportación de productos “no tradicionales” la hacen cuatro empresas: INDUSTRIAS
ALIADAS S.A., C.I. Agromil S.A., Avícola Colombiana, y SKN Caribecafé Ltda. Hay un claro
dominio con un 70% de participación de la primera empresa.

Las cinco principales empresas que realizan la actividad importadora en el Departamento son:
TRC COLOMBIA S.A.S., que concentra el 26,28% del total de las transacciones;
IMPORTADORA D SIERRA E.U., responsable del 8,69% de las importaciones; SIDA S.A. que
representa el 7,53%; TALUNU CHEMICAL LTDA (6,56%); y PRODUCTORES DE
LUBRICANTES S.A. (6,55%). Frente al Presupuesto de Gastos 2018, es la Secretaría de
Educación la de mayor participación (34,29%); le siguen el Fondo Local de Salud (25,35%); y la
Secretaría de Infraestructura (1,87%). En cuanto a crecimiento, el Presupuesto de educación
creció en el 7,14% frente al 2017; el de infraestructura cayó en -16,13%; y el del fondo local de
salud, solo tuvo un incremento del 1,19%.

En síntesis, el crecimiento de la economía colombiana, con base al departamento del Tolima y


de Cundinamarca fue positivo, y se sustentó en la dinámica de las actividades de los servicios y
en el crecimiento del consumo interno. Por el contrario, los factores que limitaron un mayor
crecimiento fueron, el estancamiento de sectores importantes como la industria y la minería, el
lento dinamismo del sector externo por los bajos precios de exportación y la débil reactivación
de las compras en mercados estratégicos para el país. Como resultado, se estancó la generación
de empleo y aumentó la tasa de desempleo y se debilitó el consumo de los hogares y de la
demanda.

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