Dedicado a mi Tata,
mi querido abuelo Víctor Manuel Chávez Gonzales.
2
Introducción
“En ningún caso el uso interno actual o posible debe ser detenido o sacrificado en
beneficio de la exportación. El gas es para el desarrollo del Perú y después para la
exportación, si existe de manera suficiente”. Estas fueron las palabras textuales de Alan
García, Presidente de la República, en su discurso presidencial el 28 de Julio del 2009.
Sin embargo, la exportación del gas ha comenzado.
Este hecho generó una gran brecha entre la población del Cusco y el Estado Peruano.
Una brecha que ya era grande con el centralismo y que termino desembocando en un
paro de más de diez días que provocó una desestabilidad terrible en el Estado y en el
propio Consorcio Camisea, quienes extraen y transportan el gas, el cual se llevó a cabo
en los meses de Julio y Agosto del 2010.
Antes del hecho fáctico hubo una iniciativa de parte de la población para enfrentar la
exportación del gas por procedimientos jurídicos: una demanda de acción de amparo por
vulneración de intereses difusos. Sin embargo, mientras se seguía esta vía se desató la
medida de fuerza; de la misma manera, luego, hubo una iniciativa legislativa por el grupo
parlamentario fujimorista quienes propusieron una ley de priorización en el congreso como
medida de respuesta.
El presente trabajo busca analizar el fenómeno en conjunto bajo la teoría del conflicto.
Así, describiendo la teoría sociológica de diversos autores. Particularmente, se analiza
ambos documentos (acción de amparo y proyecto de ley) bajo un enfoque del rol del
sistema jurídico como mediador del conflicto y canal para el aprovechamiento del mismo
para cohesionar el sistema.
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Índice
análisis
Perú
6. Conclusiones
7. Bibliografía
4
1. El sistema social, el cambio social y la teoría del conflicto: Parámetros para en
análisis
Dentro del enfoque funcionalismo en la Sociología del Derecho, Parsons nos habla de un
sistema general de la acción en el cual estaría como subsistema el sistema social que
logra la estabilidad a través de las diversas funciones como modos de ajuste; entre las
cuales se encuentra la función de estabilidad normativa donde se coloca el derecho como
subsistema. Según Soriano, quien expone el pensamiento de Parsons, citando a Marinelli,
nos señala que
“el derecho aparece bajo dos formas: (…) a) como estructura normativa específica de las
sociedades con una diferenciación evolutiva más alta, y b) como uno de los varios mecanismos de
integración y control social, ya que constituye un código normativo que controla la complejidad y
contingencia de las relaciones sociales” (Soriano 1997: 147)
Relacionado con esto observamos que, según las teorías sobre el comportamiento de los
actores dentro del sistema social, el comportamiento de las personas en la sociedad no
siempre es el que se encuentra en las normas jurídicas, pero no siempre esto significa
que existe un vacío entre el Derecho y la sociedad; así Dror señala que
“There is nearly always a certain difference between actual social behavior and the behavior
demanded by the legal norm; the existence of a certain ‘tension’ between actual behavior and legally
desired behavior (and between legally required behavior and morally demanded behavior) belongs to
the characteristics of law in al societies (Kelsen) and does not by itself signify the existence of a lag
between law and social change.” (Vilhelm 1969: 90)
Desde el punto de vista de este autor, “A lag appears only when social behavior and the
sense of obligation generally felt towards legal norms significantly differs from the behavior
required by law” (Vilhelm 1969: 90) Es decir, que para que exista un vacío tiene que existir
un descontento o deslegitimación por la obligación de seguir las normas y el
comportamiento exigido por ellas.
“El derecho surge no sólo para codificar las costumbres, los preceptos cotidianos o las
mores existentes, sino también para modificar el comportamiento y los valores existentes en una
sociedad particular. (…) La concepción del derecho como un medio de cambio social, es decir, como
un potencial modificador de conductas y creencias, implica una función relativamente activa (…). El
derecho no es solamente un reflejo de costumbres o tradiciones existentes sino también una
potencial e independiente fuerza social que puede influir en comportamientos y creencias. Como un
instrumento de cambio social, el derecho ocasiona dos procesos inter-relacionados: la
institucionalización y la internalización de patrones de conducta. En este contexto, la
institucionalización de un patrón de conducta significa el establecimiento de una norma como
provisiones para su cumplimiento; e internalización de un patrón de conducta significa la
incorporación del valor o valores implícitos en una norma.” (Evan 1965: 340)
Cuando se habla del uso del Derecho en esta función activa de influencia en
comportamientos y creencias, siempre se piensa en la Legislación; es decir, en las
5
normas emitidas por los órganos legislativos. Así, Evan señala las características que
debe poseer un cambio de este tipo a través de las normas: primero, que la fuente de la
nueva norma tiene que tener autoridad y ser prestigiosa; segundo, que la razón esencial
de una nueva norma jurídica tiene que haber sido continua y compatible con los valores
existentes en la sociedad a la cual va a ser aplicada; tercero, se debe usar modelos o
grupos de referencia o ejemplo para el cumplimiento cabal de la norma; cuarto, el derecho
debe hacer un uso del elemento tiempo de acuerdo a los fines necesarios para la
implementación de la medida; quinto, los agentes responsables de la norma deben
comportarse de acuerdo al contenido de la misma; sexto, que la resistencia a la norma
debe ser combatida con sanciones positivas y negativas; y, séptimo, se debe dar
protección efectiva a quien acaté las normas (Evan 1965)
Así, coincide Dror con Evan en que el derecho sirve como un instrumento de educación,
postulando que
“a law setting up a compulsory educational system has a very important indirect role in
regard to social change, by enabling the operation of educational institutions which play a direct role
in social change. On the other hand, law interacts in many cases directly with basic social institutions
in a manner constituting a direct relationship between law and social change” (Vilhelm 1969: 93)
Y, sobre el modo legislativo de cambio social, Dror señala, siempre pensando en una
sociedad de tradición jurídica del common law, que:
“In some jurisdictions, especially the international society and to some extent countries with
rigid constitutions and judicial review powers over the constitutionality of legislation, the use of
legislation to adjust the law to social change is somewhat limited; in all countries difficulties are faced
concerning the problem of the best way of effecting this adjustment (…). At the time when legislative
action was not accepted as readily and legislatures were composed of conservative elites generally
opposed to social change and averse to corresponding changes in the law, the lag of the law behind
social change was very formidable indeed, and the primary responsibility for changing the law was
imposed on the courts (themselves often composed of judges opposed to social change” (Vilhelmn
1969: 91)
“en nuestro país no tiene vigor –a pesar de que algún texto legal lo reconozca
programáticamente– el principio del carácter vinculante de los precedentes judiciales o ‘stare decisis’”
(León 2004: 36-37)
Si bien es cierto que “the growing use of law as a device of organized social action
directed toward achieving social change seems to be one of the characteristics of modern
society” (Vilhelmn 1969: 92) no podemos decir que, y mucho menos en nuestro medio,
que los canales jurídicos para lograr este cambio social (Legislación y Jurisprudencia)
estén lo suficientemente institucionalizados e interiorizados para ser idóneos.
6
Viendo esto, como los medios jurídicos no son la mejor vía para lograr el cambio social, la
sociedad responde de una manera distinta y surge lo que se denomina “conflicto”, una
manifestación de la acción colectiva.
“la acción colectiva se produce cuando se amplían las oportunidades políticas, cuando
demuestra su capacidad para crear alianzas y cuando evidencia la vulnerabilidad de sus oponentes.
La acción colectiva cristaliza en movimiento social cuando aprovecha las redes sociales y las
estructuras de conexión para crear marcos de acción colectiva e identidades simpatizantes capaces
de mantener la confrontación con oponentes poderosos. Mediante la organización de formas
familiares de acción colectiva, los movimientos se convierten en puntos focales para transformar las
oportunidades externas en recursos. El repertorio de acción colectiva, las redes sociales y los marcos
culturales reducen los costes del agrupamiento para la acción colectiva, generan la convicción de que
los participantes no se encuentren solos y otorgan un mayor significado a sus reivindicaciones. El
conjunto de estos factores pone en marcha los procesos dinámicos que han situado históricamente a
los movimientos sociales en el centro del cambio político” (Tarrow 1997: 50)
En este contexto, el conflicto social es analizado, por Coser, en relación al sistema social
de Parsons. El autor señala que
Coser, de la misma manera, realiza una diferencia entre conflictos sociales realistas e
imaginarios, exponiendo que
“Se llama conflictos realistas a los conflictos sociales que resultan de la frustración de las
demandas específicas dentro de una relación, y de la estimación de las ventajas que obtendrían los
participantes, y que se dirigen hacia lo que se supone es la causa de la frustración. En tanto son
medios para alcanzar fines específicos, puede reemplazárseles por los modos alternativos de
interacción con la parte contendiente, si semejantes alternativas parecen más adecuadas para la
realización del fin buscado. Los conflictos no realistas o imaginarios, por otro parte, no son causados
por los objetivos antagónicos de sus adversarios sino por la necesidad de aliviar la tensión en uno de
ellos o en ambos. En este caso el conflicto no se orienta hacia la obtención de resultados específicos.
Como el conflicto imaginario es un fin en sí mismo, y sólo produce alivio a la tensión, el antagonista
escogido puede ser sustituido por cualquier otro ‘blanco’ adecuado” (Coser 1961: 179)1
Coser tiene la percepción de que el conflicto es positivo en una sociedad pues “evita la
osificación del sistema social forzando la innovación y la creatividad” (Coser 1970: 25); de
la misma manera, como señala el autor coincidiendo con Karl Marx, “Según Marx, el
conflicto lleva no solo a relaciones siempre cambiantes dentro de la estructura social
existente, sino que todo el sistema social sufre una transformación a causa del conflicto”
1
Subrayado propio.
7
(Coser 1970: 31); sin embargo, “tiende a ser poco funcional para una estructura social en
la que no hay tolerancia e institucionalización del conflicto o en las que las hay pero de
una manera insuficiente” (Coser 1961: 180).
Ahora, Coser así mismo logra establecer la relación entre el conflicto y las características
del sistema social:
“la rigidez del sistema y la intensidad del conflicto que se produce dentro de él no son
independientes entre sí. Los sistemas rígidos que reprimen la incidencia del conflicto ejercen una
presión que da lugar al surgimiento de divisiones y formas violentas de conflicto. Los sistemas más
elásticos, que permiten la expresión abierta y directa del conflicto dentro de ellos y se ajustan al
cambiante equilibrio de poder indicado originado por tales conflictos, tienen menores probabilidades
de ser amenazados por alineamientos básicos y explosivos dentro de su seno” (Coser 1970: 34)2
Si bien Coser nos señala los aspectos macro de los conflictos en los sistemas sociales;
Kriesberg nos da una visión micro del análisis de estos fenómenos. Este autor señala que
“las evaluaciones de los conflictos en general o de luchas específicas, dependen de
muchas consideraciones” (1975: 15). Son cinco las consideraciones que menciona:
conciencia, intensidad, regulación, pureza y desigualdad del poder.
2
Subrayado propio.
8
Así, después de analizar los características, Kriesberg señala que “Conflicto social es una
relación entre dos o más partes (o cuyos portavoces) creen tener metas incompatibles”
(1975: 32). Así mismo, el autor señala que “se refiere también a la secuencia de
interacción o proceso en que las partes contienden entre sí” (1975: 33); tal y como se
señala en los siguientes cuadros:
Establecidas las definiciones, conceptos y los parámetros de análisis, toca abordar los
puntos sobre los efectos del conflicto en la sociedad.
Sin embargo, para el presente trabajo, nos importan los efectos que tiene la terminación
del conflicto en el sistema social. Para lo cual tenemos la percepción de dos autores que
mencionan un efecto positivo del conflicto en la sociedad.
9
Para Dahrendorf,
“las posiciones sociales y la estructura social están determinadas y son consecuencia de la
autoridad que deriva de la posición ocupada: su análisis se concentra en explicitar los desempeños
de roles de autoridad y poder en el grupo social institucionalizado. El rol de autoridad implica
posiciones y desempeño de roles de actores sociales subordinados; subordinación que incluye
intereses opuestos al rol de autoridad y poder; relación que deriva al conflicto de intereses entre
ambos grupos de actores sociales.
Los intereses de las posiciones dominantes será reproducir su dominación y los de los
subordinados modificar la relación de sumisión.
El conflicto de intereses entre la autoridad y los subordinados es la acción que permitirá que
la sociedad presente elevada cohesión para su estabilidad. Al sustentar la legitimidad de la autoridad
sobre los subordinados y consecuentemente el mantenimiento del conflicto de intereses que permite
la cohesión de la sociedad; el orden jurídico cumple la función de apoyar la estabilidad del sistema y
el orden social” (Campagna 2004: 157-158)3
Por último, respecto al papel del Derecho en la teoría del conflicto, Campagna señala los
planteamientos de Coser, señalando que
“El conflicto podrá procesarse y ser funcionalmente positivo para la sociedad en los sistemas
sociales que permiten que los conflictos cumplan su función. Si la sociedad no presenta en su
organización medios que permitan que el conflicto cumpla su función, será negativo y podrá
transformarse en un facto de desequilibrio y disfunción. En este proceso, el orden jurídico será el
controlador del conflicto, permitiendo que cumpla su función, no sancionando su acción y limitando su
expansión para que no se transforme en un conflicto negativo y disfuncional para el grupo social y la
Institución Social” (Campagna 2004: 158)5
3
El subrayado es propio.
4
El subrayado es propio.
5
El subrayado es propio.
10
La función del derecho en el cambio social en este planteo debe analizarse según dos
situaciones: 1) Como mediador cuando se le demanda colaboración para que se cumpla con la
finalidad del conflicto como solución del problema de relaciones sociales surgido por disfunciones
coyunturales en el grupo; y 2) Estableciendo los límites que determinarán la funcionalidad del
conflicto o sea sancionando o limitando la expansión de los conflictos que se transforman en
estructuralmente disfuncionales e ingresan en un contexto de desorganización social irreversible y
para la cual el conflicto ya no es funcional al grupo para reducir las situaciones problemas.
(…) La función del derecho influye para el cambio social; en el primero; sustentando la
función del conflicto como cambio; y en el segundo; regulando la aplicación de sanciones para que
los actores resocialicen su conformidad con las normas sociales y jurídicas” (Campagna 2004: 181-
182).
Debe recalcarse que los recursos naturales no pertenecen al Estado; tal como señala
Pulgar-Vidal, “El derecho de propiedad implica la reunión del usus, fructus y abusus,
atributos que no reúne el Estado sobre las dependencias del dominio eminencial. La
naturaleza de estos bienes [los recursos naturales] no tiene calidad de propiedad, ni
siquiera para el Estado que simplemente tiene un deber, obligación de guarda y vigilancia”
(Pulgar-Vidal 2008: 402).
11
Etapa de Producción Esta fase involucra las etapas de
extracción y explotación y no es
considerada un monopolio natural dado
que la estructura de la industria presenta
costos marginales crecientes y costos fijos
no tan altos en comparación al tamaño del
mercado que abastece.
• Etapas de Explotación y El objetivo central de esta etapa es
Extracción maximizar la extracción de líquidos a partir
del gas obtenido, así como la extracción del
gas seco suficiente para satisfacer la
demanda interna. Esta etapa involucra el
diseño y construcción de la infraestructura
de explotación y producción. No sólo
implica las inversiones vinculadas a la
extracción de los hidrocarburos, sino
también las requeridas para transformar los
hidrocarburos en productos comerciales y
la infraestructura para la exportación.
Etapa de Transporte Esta etapa consiste en trasladar el gas
desde el pozo hasta una red de transmisión
de alta presión. Y tiene características de
monopolio natural porque:
• existen barreras de entrada
• existen economías de escala
• existencia de un único gasoducto al
que inyectan varios productores
Etapa de Distribución Esta etapa también constituye un
monopolio natural. Sin embargo, la
distribución final puede crear un mercado
mayorista y uno minorista.
• Mercado mayorista. Se pueden
crear conductas que impiden el
acceso a terceros.
• Mercado minorista. Los
consumidores son tomadores de
precio, mientras que del lado de la
oferta hay presencia de monopolios
naturales y práctica
anticompetitivas.
12
El Estado debe intervenir para garantizar la
eficiencia asignativa e impedir que se
ejerza el poder de mercado asociado a la
posición dominante del mismo,
favoreciendo la continuidad y la calidad de
la prestación de servicios.
Fuente: Osinergmin (Dammert) / Elaboración: Propia
Es decir, primero se extrae el gas del pozo productor hacia la maquinaria de separación
donde se extrae el gas seco y los condensados:
El esquema presentado por Ruiz Caro (Ruiz Caro 1988), es ilustrativo del proceso
mencionado:
13
bajo un contrato de Exploración Petrolífera
(1981) y descubre los Yacimientos de
Camisea (San Martín y Cashiriari).
Shell firma un Acuerdo de Bases para la
Explotación de Camisea con PETROPERU
S.A.; sin embargo, cinco meses después se
da por concluida la negociación, se
resuelve el contrato y, a causa de la falta
de voluntad política, se da por concluida la
negociación del contrato para la
explotación de hidrocarburos.
En el Perú no se contaba con un claro
marco legal para la explotación de
hidrocarburos y la reducción de impactos
ambientales y sociales.
Segunda fase: Estudios del Consorcio Después de una década de
Shell Mobil (1990 – 1998) intervencionismo estatal, tras un golpe de
estado, se inicia una política y cambio de
marco legal para promoción de las
inversiones privadas en nuestro país. El
Estado reduce de manera drástica su
participación en el mercado.
Se dan incentivos técnicos, jurídicos y
económicos para atraer inversiones:
extensos plazos en los contratos de
licencia, ausencia de planificación estatal,
exoneración de impuestos, estabilidad
jurídica y tributaria.
En 1994, PERUPETRO S.A. suscribe con
las empresas (Shell – Mobil) el “Convenio
para Evaluación y Desarrollo de los
Yacimientos de Camisea”, cuyos estudios
dieron luz verde al proyecto.
En 1996 se suscribe el “Contrato de
Explotación”; sin embargo, para el año
1998, el Consorcio Shell – Mobil decide no
continuar la segunda etapa del contrato por
fallas en el cálculo de la comercialización y
una falla en la exportación al Brasil. Así
mismo, también porque el Estado no quiso
otorgarle el control completo de todas las
actividades (producción, transporte y
distribución) del gas, tomando en cuenta
las críticas con la concesión hecha a
Telefónica del Perú.
Shell en el periodo de actividad demostró
su compromiso con el principio del
“Beneficio Social Neto”, según el cual
protegía el ambiente y buscaba el bienestar
de las comunidades locales.
Tercera fase: Producción del Consorcio Después de la caída de Fujimori a finales
14
Pluspetrol (2000 – ¿?) de los noventa, el gobierno inicio un
proceso de licitación pública internacional
para otorgar el derecho de explotación del
gas de Camisea; el cual ganó el consorcio
liderado por Pluspetrol.
El proceso se inicio en el año 1999 cuando
la Comisión de Promoción de la Inversión
Privada (COPRI) –hoy Proinversión– a
través de la Comisión Especial del
Proyecto Camisea (CECAM) buscó llevar
adelante el Proyecto bajo un nuevo
enfoque:
• Un componente dedicado a la
explotación (‘upstream’)
• Un componente encaminado al
transporte y distribución
(‘downstream’).
Finalmente, en febrero del 2000 se
adjudico el componente de producción al
consorcio liderado por Pluspetrol
(Argentina) con participación de Hunt Oil
(EE.UU.), SK Corporation (Corea del Sur) y
Tecpetrol del Perú (Empresa Argentina del
Grupo Techint).
En el año 2003 mediante cesión de
posición contractual infresa a formar parte
del Consorcio Sonatrach S.A. para la
explotación del lote 88 y, posteriormente,
en el año 2005 hace lo mismo la empresa
Repsol YPF.
Las empresas obtuvieron la formalidad de
una decisión política inamovible: derecho
de explotación por 40 años, bajo una serie
de cláusulas que aseguraban el control del
uso del gas para el mercado interno en un
plazo de 40 años y otras regulaciones que
permitían una posición de igualdad entre el
Consorcio PLUSPETROL y el Estado
Peruano.
De la misma manera, en octubre del 2000
se adjudico el componente del transporte y
la distribución del Gas al consorcio liderado
por la empresa Techint (Argentina) con
participación de Pluspetrol (Argentina),
Hunt Oil (EE.UU.), SK Corporation (Corea
del Sur), Sonatrach (Argelia) y Graña &
Montero (Perú).
Quienes obtuvieron la formalidad con un
derecho de explotación de 33 años.
Posteriormente este grupo de empresas se
convierte en la Empresa Transportadora de
15
Gas del Perú (TGP).
Y, por último, la fase de distribución que
fuera implementada poco a poco, para el
Lima y el Callao, fue adjudicada a la
empresa Tractebel (Grupo SUEZ de
Bélgica) en mayo de 2002, tal como se
estipulo en los compromisos del contrato.
Posteriormente, Tractebel constituyó la
empresa “Gas Natural de Lima y Callao
S.A.” (GNLC).
Fuente: DAR y OSINERG / Elaboración: Propia
Así, en la actualidad, Camisea cuenta con cuatro lotes vinculados al consorcio (Lotes 56,
57, 58 y 88) tal y como se muestra en el siguiente cuadro:
16
Así, explicado el contexto general acerca del Proyecto Camisea toca examinar el caso
concreto de análisis.
El contexto general entre Julio y Agosto del año 2010 en el Cusco ha sido
extremadamente complicado: aniversario del día de la independencia nacional,
aniversario de la marcha de los cuatro suyos, proximidad de las elecciones municipales y
regionales, exportación del gas de Camisea a México, un paro indefinido en provincias, un
paro general en el departamento, heridos en manifestaciones, apoyo intelectual y
concreto de los estudiantes universitarios contra la exportación del gas y la declaración
del Estado de Emergencia.
El fenómeno social que abarco todo lo antes dicho fue el conflicto por el gas de Camisea.
Todo comenzó el día 27 de Julio, cuando se inicio un paro o huelga indefinida por un
manifiesto descontento de la población en general por los contratos de exportación del
gas de Camisea; dicha medida de fuerza con altibajos se mantuvo a lo largo de catorce
días en los cuales la tensión entre el gobierno y los frentes de lucha cuzqueños se
observo de manera evidente. Sin embargo, el día 10 de Agosto, tras una larga
negociación, se llega a acuerdos y se suspende la movilización.
17
Un poblador muere al caer un árbol con el que iban a bloquear vías y seis universitarios
resultaron heridos al agredir a la policía.
30 de Julio del 2010
17 personas son detenidas por violar el cerco de protección de la válvula PG-2 del
gaseoducto de Camisea, en Kepashiato, La Convención
1 de Agosto del 2010
Gobierno declara en Estado de Emergencia el distrito de Echarate por los actos de
violencia.
2 de Agosto del 2010
Tras una asamblea a plaza llena, los manifestantes acuerdan continuar el Paro en La
Convención.
El primer ministro Javier Velásquez Quesquén afirma que no se negociará con
condiciones.
3 de Agosto del 2010
Advierten que el paro perjudica a los productores de café, cacao y fruta.
Ricardo Caballero, asesor del Frente de Lucha de La Convención, dice que la medida se
sostendrá hasta la presidencia del Consejo de Ministros los invite a dialogar.
4 de Agosto del 2010
Enfrentamiento entre la policía y 400 manifestantes que invadieron el aeródromo de la
empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) en Kiteni, La Convención.
TGP denuncia que manifestantes destruyeron dos antenas de comunicación.
5 de Agosto del 2010
El primer ministro Javier Velásquez Quesquén y el ministro del interior Octavio Salazar
indican que según informes la manifestación estaría siendo influenciada por fuerzas
terroristas de Sendero Luminoso.
Doce heridos deja un nuevo intento por ingresar a las instalaciones de la empresa TGP y
protestar desde ahí contra el Estado.
6 de Agosto del 2010
En el undécimo día de paro indefinido, las poblaciones de Kiteni y Kepashiato, en el
distrito de Echarate, suspenden paro en contra de la exportación del gas. Sin embargo,
en Quillabamba sigue la medida de fuerza.
7 de Agosto del 2010
La iglesia, a través del Monseñor Cabrejos, interviene para sentar las bases del diálogo
entre ambas partes en Quillabamba.
8 de Agosto del 2010
Con el diálogo de la Iglesia, los dirigentes del Frente de Lucha elaboran un pliego de 30
demandas entre las cuales estaban:
• Diálogo con el primer ministro en Quillabamba
• Construcción de una planta de fraccionamiento de gas en La Convención
18
• Cese de la exportación del gas hasta que se asegure el abastecimiento interno
• Que el gas sirva para el desarrollo del pueblo cuzqueño
• Intangibilidad del santuario natural de Megantoni
9 de Agosto del 2010
Tras catorce días de huelga, el Premier Javier Velásquez Quesquén viajo a Cusco donde
tuvo dos reuniones: una en Kiteni y Kepashiato, y otra en Quillabamba.
La medida de fuerza cesó por un acuerdo entre el Ejecutivo y los pobladores.
Fuente: El Comercio, La República, Peru21 / Elaboración: Propia
• Asegurar que el Gas de Camisea sirva al desarrollo del país; en especial, al Cusco
y a la Macro-región Sur (Cusco, Tacna, Arequipa, Puno, Madre de Dios,
Moquegua, Ayacucho.
• Garantizar una planta de procesamiento del gas dentro de la provincia de la
Convención, en Cusco; así como, asegurar la construcción del gasoducto sur-
andino.
• Respetar la intangibilidad del Santuario Nacional de Megantoni.
De estos pedidos, los importantes para el presente análisis son los dos primeros. En
ambos se pide que el gas no sea exportado antes de abastecer el mercado interno
nacional y local.
La gran pregunta es ¿Es esta manifestación una más del gran y largo listado de paros y
huelgas en el Perú? En nuestra opinión, no; debido a que la reacción, los medios y los
fines se han llevado no sólo a vías fácticas como el fenómeno antes descrito, sino que se
ha incursionado por vías legales específicas: un proyecto de ley de gran magnitud y una
demanda de acción de amparo por intereses difusos.
En medio del contexto de este conflicto social encontramos dos documentos jurídicos. Por
un lado, una demanda de acción de amparo anterior a la medida de fuerza; y, por otro
lado, un proyecto de ley posterior a la manifestación.
6
Ley 27846 - Artículo 2 “Las asociaciones de consumidores están legitimadas
igualmente para interponer denunciadas por sí mismas ante OSIPTEL, OSINERG,
OSITRAN y SUNASS, en defensa de intereses colectivos y/o difusos de los consumidores
afectados y/o potencialmente afectados y para presentar denunciadas en
19
contra el Presidente del Consejo de Ministros, contra el Ministro de Estado
en la Cartera de Energía y Minas y contra las personas jurídicas o privadas
que celebraron los contratos de Licencia para la Explotación de
Hidrocarburos (Lote88), de Licencia para la Explotación de Hidrocarburos
(Lote 56), Contrato BOOT de Concesión de Transporte de Gas Natural por
ductos de Camisea al City Gate y el Convenio de Inversión para la
Instalación, operación y mantenimiento de una Planta de Procesamiento de
Gas Natural.
representación de sus asociados y de los consumidores que le otorguen poder para ese
fin”.
Código Procesal Constitucional – Artículo 40 “Pueden interponer demanda de
amparo cualquier persona cuando se trate de amenaza o violación del derecho al
medio ambiente u otros derechos difusos que gocen de reconocimiento constitucional,
así como las entidades sin fines de lucro cuyo objeto sea la defensa de los referidos
derechos”
20
Transporte de Gas Natural por Ductos, aprobada por D.S. 018-
2004-EM.
• Disponer se ordene, a Empresa Transportadora del Gas del Perú
(TGP), que, en cumplimiento de:
o La segunda disposición complementaria de las Condiciones
generales para la Asignación de Capacidad de Transporte
del Gas Natural por Ductos, aprobada por D.S. 016-2004-EM
o La segunda disposición complementaria de las Normas de
Servicio de Transporte de Gas Natural por Ductos, aprobada
por D.S. 018-2004-EM
o La restricción prevista en el numeral 9.6 del Contrato BOOT
o La cláusula 5.16 del Contrato de Licencia del lote 88
Se abstenga de transportar gas natural que no provenga del Lote 88
hasta, por lo menos, el 10 de Agosto del 2014.
• Como consecuencia del Petitorio contenido anteriormente, se
solicita que, a partir de la fecha, ningún contrato de exportación de
gas natural ya suscrito, o por subscribirse, pueda ser interpretado
en el sentido de permitir que se evada, eluda, posponga o, de
cualquier manera, se desatienda al pedido del suministro nacional
de gas natural, entendiéndose por tal, a toda solicitud de suministro
de gas natural que efectúen las personas naturales o jurídicas
constituidas, domiciliadas y con actividad económica del Perú,
especialmente de aquellas cuya actividad principal exige,
constitucionalmente, la actuación del Estado en los ámbitos, tales
como: promoción del empleo, salud, educación, seguridad,
transporte de carga y pasajeros, vivienda, servicios públicos e
infraestructura, entre otros.
21
Se presentan como fundamentos de hecho, la suscripción del Contrato de
Licencia para Explotación de Hidrocarburos del Lote 88, del Contrato de
Licencia para Explotación de Hidrocarburos del Lote 56, del Contrato BOOT
de Concesión de Transporte de Gas Natural por ductos de Camisea al City
Gate, y del Convenio de Inversión para la Instalación, operación y
mantenimiento de una Planta de Procesamiento de Gas Natural. Así
mismo, también se presenta como fundamento de hecho que el inicio de la
exportación del gas natural (proveniente del Lote 56) será el 15 de Junio
del 2010.
22
acceso al Sistema de Transporte de Gas en la segunda disposición
complementaria de las Condiciones Generales para la Asignación de
Capacidad de Transporte de Gas Natural por Ductos (aprobada por D.S.
016-2004-EM)10, la restricción del acceso al Sistema de Transporte de Gas
en la segunda disposición complementaria de las Normas del Servicio de
Transporte de Gas Natural por Ductos (aprobada por D.S. 018-2004-EM)11,
incumplimiento en contra del inciso a) del artículo 4 de la Ley 27133, Ley de
Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural, modificada por la
Ley 2855212; y la restricción del acceso al Sistema de Transporte de Gas en
la cláusula 5.16 del Contrato de Licencia del lote 8813. Todos estos
incumplimientos tienen en común el señalar que la demanda nacional de
gas no está siendo satisfecha y por lo tanto se genera un incumplimiento de
las disposiciones mencionadas.
del Contrato de Licencia suscrito por el mismo y PERUPETRO, suministre gas a los
consumidores a través del Sistema de Transporte de Gas y hasta por una capacidad
igual a la Capacidad Garantizada para cada año de operación, conforme a la Cláusula
14.2.1
10
Segunda.- Respecto a las restricciones al Libre Acceso serán de aplicación las
previstas en el Contrato de Concesión, aprobado mediante R.S. 101-2000-EM.
11
Segunda.- Durante los diez (10) primeros años contados a partir de la puesta en
operación comercial de la Concesión otorgada mediante R.S. 101-2000-EM. Toda
capacidad de la red de transporte del Concesionario deberá ser destinada a transportar
el Gas Natural producido por el Productor titular del Contrato de Licencia para la
Exploración y Explotación del Lote 88, Camisea, Cuenca Ucayali, provincia de La
Convención, departamento de Cusco.
12
Ley 28552 - Artículo 3, que modifica el Ley 27133 - Artículo 4. Los
procedimientos contenidos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos para el otorgamiento
de derechos de explotación de reservas probadas de Gas Natural deberán tomar en
cuenta lo siguiente: a) Garantizar el abastecimiento al mercado nacional de Gas
Natural.
13
5.16 El Contratista tiene el derecho a que el Ducto de Gas Natural se utilice en forma
exclusiva para el transporte de Gas Natural Fiscalizado, durante el plazo de diez (10)
años, contados desde la fecha de puesta en operación comercial del Ducto de Gas
Natural.
23
estableciendo condiciones operativas para un mayor aprovechamiento del
gas natural producido a nivel nacional, suprimió la expresión ‘por un
periodo definido en el contrato’; por lo que es posible concluir que la
garantía de abastecimiento del mercado nacional se ha tornado
incondicionada, eliminando todo elemento temporal que pudiese propender
a la evasión, elusión, posposición o desatención del deber constitucional de
asegurar el mencionado abastecimiento nacional”.
Asimismo, para los nuevos contratos de venta de gas natural, cuyo suministro se
inicie durante la vigencia de la presente norma y en los casos en los que se
renegocien los contratos vigentes, en la zona en la que se encuentra el yacimiento,
el producto se comercializará al precio más favorable acordado para el consumo
interno.
24
• “La proposición legislativa atiende el malestar creciente que
empieza a escucharse en el sur del país, el cual amenaza en
convertirse en una situación adversa para el estado, si es que los
legisladores no atienden y le dan viabilidad, a la petición de atender
y priorizar a la zona donde se encuentra nuestra riqueza gasífera.
Esta situación del sur del país se podría dar en otras localidades del
territorio nacional.”
• “Es importante destacar que mediante Ley N° 29129, publicada en
noviembre del año 2007, se declaró de necesidad e interés público
la construcción de un gasoducto desde Camisea hasta la ciudad del
Cusco, así como un gasoducto hacia Puno, Huancavelica, Arequipa,
Moquegua y Tacna.”
• “Es paradójico que, por ejemplo, el recurso natural en la Región
Cusco, cuesta más que en la Capital de la República”
El nexo o relación fenomenológica que une a los tres acontecimientos mencionados es:
El conflicto, aplicando la teoría de Coser, sería una “lucha” con respecto a intereses, que
detrás conllevan valores distintos, entre el Estado14 y la población cuzqueña con el
propósito es neutralizar, dañar o eliminar al otro. En el caso del Estado, se busca
neutralizar a la población para continuar con la política exportadora del gas de Camisea;
en el caso de la población cuzqueña, se busca dañar al Estado para que pare con la
política de exportación del gas de Camisea.
Según la tipología de los conflictos de Coser, nos encontramos ante un conflicto realista
ya que deriva de una frustración de demanda o interés específico dentro de una relación
(autoridad – pueblo; gobernante – gobernado) y deriva, también, de una estimación de
ventajas que obtendría cada uno de resultar “ganador”. Este conflicto es un medio para
alcanzar un fin específico por ambas partes: por un lado, el fin y el interés del Estado es
que prevalezca la exportación del gas como una prioridad para traer beneficios
macroeconómicos; por el otro lado, el fin de la población cuzqueña es que se privilegie el
uso del gas para abastecer el mercado interno.
14
Ni Coser ni Kriesberg delimitan un espacio teórico para los actores en los conflictos;
para esto me remito a Parsons, que influye en la obra de Coser; sin embargo, dentro de
su enfoque del funcionalismo, tampoco piensa en el Estado como un actor. Para el
presente análisis, centrado en el conflicto, consideramos al Estado como parte del
conflicto.
25
Así visto, el conflicto de Camisea, de todas las relaciones entre el Estado y la población
del Cusco; la relación, señalada en términos de Pulgar-Vidal, de un deber u obligación de
guarda y vigilancia del gas de Camisea y los intereses de la nación entra en conflicto
objetivo (interés del Estado versus interés de los pobladores del Cusco); luego en conflicto
social con la puesta en funcionamiento de la medida de fuerza. Según los puntos de
análisis de Kriesberg, este conflicto presenta las siguientes características:
Siguiendo con el análisis, el proceso según Kriesberg pasa por el inicio de un conflicto: la
declaración del paro general del Cusco para el día 27 de Julio del 2010. La modalidad del
conflicto fue directa, pues la población decidió encarar el poder del Estado. El proceso de
escalamiento se dio mientras duró la protesta, llegando a su día cumbre entre el 3, 4 o 5
de Agosto del 2010. Desde ahí, el proceso de desescalamiento se produjo a partir del 6
de Agosto cuando comienzan las negociaciones y conversaciones, cedidas de posición,
etc. Por otro lado, el modo de terminación del conflicto fue vía diálogo y consenso; al final
de todo, se pudo llegar a un consenso. El proceso de terminación se dio en los días
siguientes al 9 de Agosto. El resultado fue la calma de la población y el conflicto objetivo,
26
que en este caso es la demanda de abastecimiento del mercado interno; ésta, ya
solucionada, retroalimenta la toma de consciencia de la población.
Así, en la teoría de Coser, “La función del conflicto será la de mantener el equilibrio y
reducir los factores de desorganización social por disfunciones de los actores sociales en
el grupo social” (Campagna 2004: 158). Sin embargo, como luego lo menciona, “el orden
jurídico será el controlador del conflicto, permitiendo que cumpla su función, no
sancionando su acción y limitando su expansión para que no se transforme en un conflicto
negativo y disfuncional para el grupo social y la Institución Social” (Campagna 2004: 158).
Y en este contexto, se dan tanto una reacción paralela y una reacción posterior, ambas
jurídicas. Como se entiende de Coser, una vez que se produce el conflicto, la función del
derecho es la de resolver las tensiones para que se restituyan las funciones de los actores
del grupo (gobernante y gobernados).
La función del derecho como mediador en el cambio social es colaborar para que se
cumpla con el fin de usar el conflicto como solución del problema de relaciones sociales
surgido por las disfunciones; y
• O establecer los límites que determinarán la funcionalidad del conflicto
• O sancionar o limitar la expansión de los conflictos que se transforman en
estructuralmente disfuncionales e ingresan en un contexto de desorganización
social irreversible.
Coser señala que “la función del derecho influye para el cambio social (…) sustentando la
función del conflicto como cambio; y (…) regulando la aplicación de sanciones para que
los actores resocialicen su conformidad con las normas sociales y jurídicas” (Campagna
2004: 181-182)
En ese caso, como lo adelantamos, el uso del derecho como sistema de cambio social en
nuestro país no funciona de una manera idónea. Tanto la legislación y la jurisprudencia no
están lo suficientemente institucionalizados e interiorizados para ser funcionales. En
nuestro país, las vías jurídicas mencionadas, que coinciden precisamente con nuestros
documentos de análisis, no logran que un conflicto, en el Perú se vuelva algo positivo.
En primer lugar, el proyecto de ley tiene el defecto de pecar de “oportunista”. Por un lado,
la exposición de motivos donde debería plasmarse el aspecto sociológico, el telos del
proyecto de ley fundamenta la necesidad de esta ley en lo siguiente:
“La proposición legislativa atiende el malestar creciente que empieza a escucharse en el sur
del país, el cual amenaza en convertirse en una situación adversa para el estado, si es que los
legisladores no atienden y le dan viabilidad, a la petición de atender y priorizar a la zona donde se
encuentra nuestra riqueza gasífera. Esta situación del sur del país se podría dar en otras localidades
del territorio nacional.” (Exposición de motivos - Proyecto de Ley N° 4185/2010-CR)
En segundo lugar, la demanda de acción de amparo posee más falencias que logran
quitarle validez. Principalmente, se le exige a los magistrados peruanos que reconozcan
un derecho constitucional implícito; es decir, que apliquen una Institución que no se
encuentra plasmada en la Constitución: el derecho de los consumidores y usuarios al
27
abastecimiento preferente con recursos naturales del país. Secundariamente, podemos
observar la difícil probanza económica de la demanda de gas natural en el mercado
interno; la actitud de los jueces frente a la sobredimensión de la demanda; entre otros
temas.
A esto hay que sumarle la legalidad y poca calidad de nuestros magistrados, con
honrosas excepciones. Sin embargo, la gran mayoría de ellos no está preparado para una
cultura del stare decisis o, incluso, para cláusulas abiertas como el artículo 3 de nuestra
Constitución, que nos permite extraer derechos implícitos de la Constitución como en la
actualidad existen gracias a la meritoria, pero aún con muchos defectos, tarea de nuestro
Tribunal Constitucional, tales como: el derecho a la verdad, el derecho al reconocimiento y
tutela de las personas jurídicas, el agua potable como derecho constitucional, el derecho
a la objeción de conciencia y algunos derechos procesales implícitos (Landa 2010).
Estos dos medios jurídicos aparecieron como respuesta y previsión al conflicto desatado
por la medida de fuerza de Julio y Agosto del 2010; sin embargo, como el derecho no
cuenta con la institucionalización, incluso ni para solucionar la medida de fuerza, el
conflicto no llega, en el sistema social peruano, un método de cohesión como plantea
Coser.
El conflicto por el gas en Cusco llegó a su fin el día 9 de Agosto tras una intensa jornada
de mediación entre el Estado y el frente de lucha, en la cual todavía tuvo que intervenir la
Iglesia Católica para reducir el peligro de agresión directa. El resultado fue positivo para el
pueblo del Cusco, después de todo. Sin embargo, observamos que el derecho como
mediador y canalizador de la positividad del conflicto no se hizo presente y ese es
precisamente el motivo por el cual, se reiteran y reiteran las medidas de fuerza
seguidamente.
28
cambiante equilibrio de poder indicado originado por tales conflictos, tienen menores probabilidades
de ser amenazados por alineamientos básicos y explosivos dentro de su seno” (Coser 1970: 34)15
Lo más probable, y me atrevo a postular esto tras el análisis hecho, es que el sistema
social peruano sea más rígido de lo necesario; al menos, eso se deduce del análisis
concreto. De esta manera, llegamos al postulado de que el conflicto es negativo y no
existe un medio idóneo que extraiga las características positivas y sea canalizador de
ellas; en otras palabras, el Derecho está fallando como medio para lograr que el conflicto
sea un medio de cohesión e integración.
6. Conclusiones
De la misma manera, podemos intuir que en el sistema social rígido como el peruano, las
divisiones o brechas seguirán creciendo y siempre se tornarán en medidas de fuerza,
huelgas, paros, movilizaciones, marchas y otras acciones colectivas violentas.
Respecto a los documentos jurídicos, podemos concluir que el proyecto de ley como
modelo legislativo de cambio social a través del Derecho, funcionaría siempre y cuando
se elabore de una manera adecuada con argumentos suficientes más que las
oportunidades del momento; considero que un proyecto de una norma merece un estudio
serio de carácter multidisciplinario para su elaboración y promulgación.
Por otro lado, sobre la demanda como modelo jurisprudencial de cambio social a través
del Derecho, funcionaría en un sistema de uso del case-law; sin embargo, en un sistema
jurídico con la gran cantidad de magistrados incapaces en temas innovadores como los
derechos implícitos y el precedente judicial es imposible sustentar un cambio en la
sociedad y en el mapa contextual del sistema social, hablando en términos de Parsons.
Sin embargo, como un tema de fondo, me gustaría recalcar que en este conflicto en
particular, el pueblo cuzqueño, quien tenía menos cuota de poder que el Estado, fue quien
tras una serie de estrategias políticas y manejo de una extrema medida de fuerza, logra
arrinconar al Estado y obtener su interés; sin embargo, el Estado aún hace que
prevalezca su interés también.
Por último, recojo algunas opiniones a favor de la postura de los cuzqueños, que en
nuestra opinión, debió prevalecer desde un inicio.
“Un plan para el desarrollo de la macroregión sur, sobre la base del gas, no puede confiarse
a PetroPerú o al Ministerio de Energía y Minas exclusivamente. Por sus implicancias multisectoriales,
tiene que ser el Instituto Nacional de Planificación, el que prepare el proyecto, recogiendo iniciativas y
opiniones de todos los partidos políticos. Para un plan semejante, es indispensable la concentración
nacional, porque deberá realizarse en el largo plazo. Sin estrategia nacional de desarrollo, la
explotación de cualquier hallazgo se convierte en un hecho aislado que, en el mejor de los casos,
soluciona urgencias transitorias. (…) El plan de desarrollo energético a su vez, debe estar supeditado
15
Subrayado propio.
29
a la estrategia de desarrollo nacional, porque la energía constituye una infraestructura básica, que
sigue la evolución productiva. Los recursos energéticos hay que desarrollarlos primordialmente en
beneficio de las regiones donde están ubicados y siempre en el marco del autoabastecimiento
regional y nacional. Estas premisas deben ser válidas para el proyecto de explotación del gas natural
de Camisea” (Ruiz 1988: 253)
“La experiencia de los países del Tercer Mundo, entre los cuales nos incluimos como caso
típico, demuestra que por obra de las transnacionales que explotan nuestros recursos naturales,
terminamos convertidos en exportadores de divisas y no damos ningún paso en el desarrollo. Por el
contrario, empobrecemos más porque nuestros yacimientos se agotan y quedan como cascarones”
(Ruiz 1988: 261)
Por la misma línea, Manco nos explica que falta una “cultura” en el consumo del gas,
diciendo que
“Son múltiples los problemas que desde el punto de vista de la energía caracterizan la
economía y sociedad peruanas en las últimas décadas, en particular desde los años noventa. El
problema principal es la ausencia de una identidad y cultura nacional en el uso y consumo de los
recursos energéticos. (…) En tal sentido constituye un principio fundamental de la economía
energética, la utilización masiva e intensiva de los recursos energéticos naturales más abundantes, el
gas natural, la hidroenergía y el carbón, que subyacen en nuestro territorio” (Manco 2002: 249)
“Por principio, el fundamento de una política nacional en materia de energía debiera ser la
racional utilización de los recursos energéticos más abundantes que posee el país. (…) Es decir, si
las reservas más abundantes están constituidas por los recursos de gas natural, la hidroenergía y el
carbón, éstos debieran ser utilizados a plenitud, respetando la diversidad regional en el marco de una
integración energética y eléctrica entre los diversos sistemas que existen en el Perú” (Manco 2002:
250)
Continúa explicando una de las más grandes falencias en política de recursos naturales
que existe en nuestro país:
“Hoy contra toda lógica, dependemos del petróleo y derivados en especial del diesel y gas
licuado. (…) Frente a esta realidad, las reservas de gas y líquidos de gas, contenidas en Camisea y en
los lotes adyacentes, asumen una importancia vital en la economía nacional, pues, en términos relativos,
multiplican por más de ocho veces nuestras alicaídas reservas de hidrocarburos en cuanto al despliegue
de energía calorífera. (…) En verdad, la explotación de Camisea debería cambiar el perverso patrón de
consumo energético, que caracteriza el mercado interno de combustibles en el país” (Manco 2002: 250-
253)
Y culmina expresando se debería cambiar el rol del Estado a favor de la nación peruana:
“La participación activa del Estado no tendría que limitarse al establecimiento de subsidios
indirectos para rentabilizar el transporte, y una serie de beneficios colaterales. Éste es el reconocimiento
de una serie de dificultades para el desarrollo de una industria nueva, y de la construcción para el
mercado del gas natural y de los condensados de gas, cuya utilización intensiva cambiaría el perverso
patrón de consumo energético que caracteriza a la economía peruana. Se trataría de ser creativos y
asumir una posición nacional y regional al servicio del país y del gran sur” (Manco 2002: 274)
Desde un punto de vista más politizado, pero no por eso incorrecto, Solorza explica que
“Las reservas peruanas son ínfimas en todos los contextos geográficos, pero suficientes
para el Perú en forma exclusiva, sobre todo si consideramos un cambio en la matriz energética. Sin
embargo, las campañas mediáticas y contratos firmados favorecen la exportación de los recursos de
30
hidrocarburos y no ofrecen nada a cambio para el futuro del Perú. El costo es en realidad muy alto
para el poco beneficio que representan exportándolas. Así, pues, tenemos que los intereses detrás
de la exportación no son los intereses nacionales, y la información se distorsiona para favorecerlos.
Con Camisea se debe iniciar una política honrada en el tratamiento de cuantas riquezas naturales
tiene el Perú, para no caer en políticas neoliberales o entreguistas que favorecen las ganancias de
empresas extranjeras o de particulares que, por intereses creados, malbaratean las riquezas que son
de todos los peruanos y no las administran con el escrúpulo que se tiene cuando se trata de los
bienes personales” (Solorza 2007-B: 180)
Del mismo modo, el documento “Assessment on the Camisea Pipeline Project in Peru”
contiene unas líneas muy significativas que señalan lo siguiente: “Gas exportation was
allowed, conditioned to priority to internal market. It was agreed that to consider internal
market supply as ensured, remaining reserves shall be able to supply local market
requirements in next twenty years” (Herrera 2006).
Siguiendo esta línea, tenemos que en el Foro “El Gas de Camisea y su exportación:
consideraciones económicas y socioambientales” se prescribe lo siguiente:
Artículo 121.- Corresponde a las zonas donde los recursos naturales están
ubicados, una participación adecuada en la renta que produce su explotación, en armonía
con una política descentralista. Su procesamiento se hace preferentemente en la zona de
producción.
De esta manera, podemos observar que el conflicto por el gas de Camisea es un pedazo
más de la larga historia del Perú, una historia llena de brechas y división por la naturaleza
de nuestro sistema social tan profundamente dividido y rígido en los aspectos jurídicos.
Así, observamos que el conflicto en el Perú es negativo y siempre, como es posible
comprobar empíricamente (pensemos en los conflictos amazónicos como el de Bagua en
el año 2009), terminaran con surgimientos de divisiones y formas violentas de conflicto
que seguirán perforando nuestra patria con las banderas de centralismo y barreras de
diverso tipo.
7. Bibliografía
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33