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“El derecho como controlador

del conflicto: el caso del gas de


Camisea”

Javier André Murillo Chávez - 20074397

Curso: “Sociología del Derecho”

Prof. Patricia Urteaga

Pontificia Universidad Católica del Perú


Derecho
2010 – 2
Lima - Perú

Portal de la Plaza de Armas del Cusco. “El muro de la dignidad“


Fotografía propia (05 de Agosto del 2010). Cusco – Perú.

Dedicado a mi Tata,
mi querido abuelo Víctor Manuel Chávez Gonzales.

2
Introducción

“En ningún caso el uso interno actual o posible debe ser detenido o sacrificado en
beneficio de la exportación. El gas es para el desarrollo del Perú y después para la
exportación, si existe de manera suficiente”. Estas fueron las palabras textuales de Alan
García, Presidente de la República, en su discurso presidencial el 28 de Julio del 2009.
Sin embargo, la exportación del gas ha comenzado.

Este hecho generó una gran brecha entre la población del Cusco y el Estado Peruano.
Una brecha que ya era grande con el centralismo y que termino desembocando en un
paro de más de diez días que provocó una desestabilidad terrible en el Estado y en el
propio Consorcio Camisea, quienes extraen y transportan el gas, el cual se llevó a cabo
en los meses de Julio y Agosto del 2010.

Antes del hecho fáctico hubo una iniciativa de parte de la población para enfrentar la
exportación del gas por procedimientos jurídicos: una demanda de acción de amparo por
vulneración de intereses difusos. Sin embargo, mientras se seguía esta vía se desató la
medida de fuerza; de la misma manera, luego, hubo una iniciativa legislativa por el grupo
parlamentario fujimorista quienes propusieron una ley de priorización en el congreso como
medida de respuesta.

Por un lado, la demanda es de acción de amparo (Exp. 01065-2010-0-1001-JR-Cl-01) por


vulneración de los derechos difusos de la población del Cusco planteada por la
Asociación Proconsumidores del Perú contra Estado y el Consorcio Camisea en el Poder
Judicial de Cusco. Por otro lado, el proyecto de Ley N° 4185/2010-CR: “Ley de
Priorización en la asignación del Gas Natural”. Este fue presentado por el Grupo
Parlamentario Fujimorista como respuesta a la medida de fuerza de Julio y Agosto en el
Cusco.

Primero, se realizará una exposición de la teoría sociológica utilizada que servirá de


parámetro para el análisis; en segundo lugar, se repasarán los datos generales acerca del
fenómeno del gas de Camisea. En tercer lugar, se revisará el caso concreto de la medida
de fuerza en el Cusco; luego, como cuarto punto, se expondrán los dos documentos
analizados en detalle. Y por último se realizará el análisis socio-legal del caso concreto.

El presente trabajo busca analizar el fenómeno en conjunto bajo la teoría del conflicto.
Así, describiendo la teoría sociológica de diversos autores. Particularmente, se analiza
ambos documentos (acción de amparo y proyecto de ley) bajo un enfoque del rol del
sistema jurídico como mediador del conflicto y canal para el aprovechamiento del mismo
para cohesionar el sistema.

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Índice

1. El sistema social, el cambio social y la teoría del conflicto: Parámetros para en

análisis

2. El viejo sentado en la banca de oro: Los Yacimientos del Gas de Camisea

3. “Gas o muerte, ¡Venceremos!”: El conflicto por el gas de Camisea

4. Una vía y una respuesta jurídica: El proyecto de ley N° 4185/2010-CR y la

demanda de acción de amparo de la Asociación Proconsumidores del Perú

4.1. Demanda de acción de amparo de la Asociación Proconsumidores del

Perú

4.2. El proyecto de ley N° 4185/2010-CR

5. El caso de Camisea a la luz del análisis sociológico del derecho

6. Conclusiones

7. Bibliografía

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1. El sistema social, el cambio social y la teoría del conflicto: Parámetros para en
análisis

Dentro del enfoque funcionalismo en la Sociología del Derecho, Parsons nos habla de un
sistema general de la acción en el cual estaría como subsistema el sistema social que
logra la estabilidad a través de las diversas funciones como modos de ajuste; entre las
cuales se encuentra la función de estabilidad normativa donde se coloca el derecho como
subsistema. Según Soriano, quien expone el pensamiento de Parsons, citando a Marinelli,
nos señala que

“el derecho aparece bajo dos formas: (…) a) como estructura normativa específica de las
sociedades con una diferenciación evolutiva más alta, y b) como uno de los varios mecanismos de
integración y control social, ya que constituye un código normativo que controla la complejidad y
contingencia de las relaciones sociales” (Soriano 1997: 147)

De esta manera, siguiendo la exposición de Soriano, “Parsons recalca el valor del


derecho como medio de integración y control” (Soriano 1997:147) a través del lenguaje
preceptivo; es decir, lenguaje que busca un cambio en la realidad. Luego, Soriano recalca
que, según Parsons, “El derecho colabora intensamente en la integración del sistema,
realizando los cometidos de legitimación, interpretación, represión y jurisdicción” (Soriano
1997: 147).

Relacionado con esto observamos que, según las teorías sobre el comportamiento de los
actores dentro del sistema social, el comportamiento de las personas en la sociedad no
siempre es el que se encuentra en las normas jurídicas, pero no siempre esto significa
que existe un vacío entre el Derecho y la sociedad; así Dror señala que

“There is nearly always a certain difference between actual social behavior and the behavior
demanded by the legal norm; the existence of a certain ‘tension’ between actual behavior and legally
desired behavior (and between legally required behavior and morally demanded behavior) belongs to
the characteristics of law in al societies (Kelsen) and does not by itself signify the existence of a lag
between law and social change.” (Vilhelm 1969: 90)

Desde el punto de vista de este autor, “A lag appears only when social behavior and the
sense of obligation generally felt towards legal norms significantly differs from the behavior
required by law” (Vilhelm 1969: 90) Es decir, que para que exista un vacío tiene que existir
un descontento o deslegitimación por la obligación de seguir las normas y el
comportamiento exigido por ellas.

Así, como señala Evan,

“El derecho surge no sólo para codificar las costumbres, los preceptos cotidianos o las
mores existentes, sino también para modificar el comportamiento y los valores existentes en una
sociedad particular. (…) La concepción del derecho como un medio de cambio social, es decir, como
un potencial modificador de conductas y creencias, implica una función relativamente activa (…). El
derecho no es solamente un reflejo de costumbres o tradiciones existentes sino también una
potencial e independiente fuerza social que puede influir en comportamientos y creencias. Como un
instrumento de cambio social, el derecho ocasiona dos procesos inter-relacionados: la
institucionalización y la internalización de patrones de conducta. En este contexto, la
institucionalización de un patrón de conducta significa el establecimiento de una norma como
provisiones para su cumplimiento; e internalización de un patrón de conducta significa la
incorporación del valor o valores implícitos en una norma.” (Evan 1965: 340)

Cuando se habla del uso del Derecho en esta función activa de influencia en
comportamientos y creencias, siempre se piensa en la Legislación; es decir, en las

5
normas emitidas por los órganos legislativos. Así, Evan señala las características que
debe poseer un cambio de este tipo a través de las normas: primero, que la fuente de la
nueva norma tiene que tener autoridad y ser prestigiosa; segundo, que la razón esencial
de una nueva norma jurídica tiene que haber sido continua y compatible con los valores
existentes en la sociedad a la cual va a ser aplicada; tercero, se debe usar modelos o
grupos de referencia o ejemplo para el cumplimiento cabal de la norma; cuarto, el derecho
debe hacer un uso del elemento tiempo de acuerdo a los fines necesarios para la
implementación de la medida; quinto, los agentes responsables de la norma deben
comportarse de acuerdo al contenido de la misma; sexto, que la resistencia a la norma
debe ser combatida con sanciones positivas y negativas; y, séptimo, se debe dar
protección efectiva a quien acaté las normas (Evan 1965)

Así, coincide Dror con Evan en que el derecho sirve como un instrumento de educación,
postulando que
“a law setting up a compulsory educational system has a very important indirect role in
regard to social change, by enabling the operation of educational institutions which play a direct role
in social change. On the other hand, law interacts in many cases directly with basic social institutions
in a manner constituting a direct relationship between law and social change” (Vilhelm 1969: 93)

Y, sobre el modo legislativo de cambio social, Dror señala, siempre pensando en una
sociedad de tradición jurídica del common law, que:
“In some jurisdictions, especially the international society and to some extent countries with
rigid constitutions and judicial review powers over the constitutionality of legislation, the use of
legislation to adjust the law to social change is somewhat limited; in all countries difficulties are faced
concerning the problem of the best way of effecting this adjustment (…). At the time when legislative
action was not accepted as readily and legislatures were composed of conservative elites generally
opposed to social change and averse to corresponding changes in the law, the lag of the law behind
social change was very formidable indeed, and the primary responsibility for changing the law was
imposed on the courts (themselves often composed of judges opposed to social change” (Vilhelmn
1969: 91)

Lamentablemente, intentando aplicar dichos postulados al Perú, el profesor Leysser León


señala, acerca de la jurisprudencia, que

“en nuestro país no tiene vigor –a pesar de que algún texto legal lo reconozca
programáticamente– el principio del carácter vinculante de los precedentes judiciales o ‘stare decisis’”
(León 2004: 36-37)

Así mismo, dice que


“los supuestos en los cuales el precedente judicial cobra valor en un ordenamiento jurídico
(ninguno de los cuales es reconocible en nuestra propia experiencia) son los siguientes: ‘o existe una
Corte Suprema fuerte y unida, compuesta de no muchos jueces, no demasiado recargada de trabajo,
y existe un sistema de selección muy severo, por el cual uno se haga magistrado de Corte Superior
estudiando los precedentes de aquellos jueces, del mismo modo en que estudian las obras de un
maestro, y así el papel del precedente es de fuente puramente jurisprudencial; o bien el precedente
gana un papel, fácilmente, gracias a la doctrina’” (León 2004: 40).

Si bien es cierto que “the growing use of law as a device of organized social action
directed toward achieving social change seems to be one of the characteristics of modern
society” (Vilhelmn 1969: 92) no podemos decir que, y mucho menos en nuestro medio,
que los canales jurídicos para lograr este cambio social (Legislación y Jurisprudencia)
estén lo suficientemente institucionalizados e interiorizados para ser idóneos.

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Viendo esto, como los medios jurídicos no son la mejor vía para lograr el cambio social, la
sociedad responde de una manera distinta y surge lo que se denomina “conflicto”, una
manifestación de la acción colectiva.

Así, Sidney Tarrow plantea, de manera general, que

“la acción colectiva se produce cuando se amplían las oportunidades políticas, cuando
demuestra su capacidad para crear alianzas y cuando evidencia la vulnerabilidad de sus oponentes.
La acción colectiva cristaliza en movimiento social cuando aprovecha las redes sociales y las
estructuras de conexión para crear marcos de acción colectiva e identidades simpatizantes capaces
de mantener la confrontación con oponentes poderosos. Mediante la organización de formas
familiares de acción colectiva, los movimientos se convierten en puntos focales para transformar las
oportunidades externas en recursos. El repertorio de acción colectiva, las redes sociales y los marcos
culturales reducen los costes del agrupamiento para la acción colectiva, generan la convicción de que
los participantes no se encuentren solos y otorgan un mayor significado a sus reivindicaciones. El
conjunto de estos factores pone en marcha los procesos dinámicos que han situado históricamente a
los movimientos sociales en el centro del cambio político” (Tarrow 1997: 50)

Más particularmente, sobre el “conflicto” tenemos en planteamiento de Coser. Según este


autor, el conflicto social “significa una lucha con respecto a valores y derechos sobre
estados, poderes y recursos escasos, lucha en la cual el propósito es neutralizar, dañar o
eliminar a sus rivales” (Coser 1961: 180); y señala que sus funciones son “aquellas
consecuencias del conflicto social que incrementan más bien que disminuyen la
adaptación o ajuste de determinadas relaciones o grupos sociales” (Coser 1961: 180).

En este contexto, el conflicto social es analizado, por Coser, en relación al sistema social
de Parsons. El autor señala que

“Los sistemas sociales toleran o institucionalizan los conflictos en diferentes grados. No


existe sociedad alguna en la que se permita la expresión inmediata de todas y cada una de las
demandas antagónicas. Las sociedades cuentan con mecanismos para canalizar la hostilidad y el
descontento, en tanto se mantiene intacta la relación dentro de la cual se manifiesta el antagonismo.
Semejantes mecanismos operan a menudo por medio de instituciones que funcionan como válvulas
de seguridad, y proveen objetivos sucedáneos hacia los cuales se desplazan los sentimientos
hostiles, así como medios de escape de las tendencias agresivas” (Coser 1961: 178)

Coser, de la misma manera, realiza una diferencia entre conflictos sociales realistas e
imaginarios, exponiendo que

“Se llama conflictos realistas a los conflictos sociales que resultan de la frustración de las
demandas específicas dentro de una relación, y de la estimación de las ventajas que obtendrían los
participantes, y que se dirigen hacia lo que se supone es la causa de la frustración. En tanto son
medios para alcanzar fines específicos, puede reemplazárseles por los modos alternativos de
interacción con la parte contendiente, si semejantes alternativas parecen más adecuadas para la
realización del fin buscado. Los conflictos no realistas o imaginarios, por otro parte, no son causados
por los objetivos antagónicos de sus adversarios sino por la necesidad de aliviar la tensión en uno de
ellos o en ambos. En este caso el conflicto no se orienta hacia la obtención de resultados específicos.
Como el conflicto imaginario es un fin en sí mismo, y sólo produce alivio a la tensión, el antagonista
escogido puede ser sustituido por cualquier otro ‘blanco’ adecuado” (Coser 1961: 179)1

Coser tiene la percepción de que el conflicto es positivo en una sociedad pues “evita la
osificación del sistema social forzando la innovación y la creatividad” (Coser 1970: 25); de
la misma manera, como señala el autor coincidiendo con Karl Marx, “Según Marx, el
conflicto lleva no solo a relaciones siempre cambiantes dentro de la estructura social
existente, sino que todo el sistema social sufre una transformación a causa del conflicto”
1
Subrayado propio.

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(Coser 1970: 31); sin embargo, “tiende a ser poco funcional para una estructura social en
la que no hay tolerancia e institucionalización del conflicto o en las que las hay pero de
una manera insuficiente” (Coser 1961: 180).

Ahora, Coser así mismo logra establecer la relación entre el conflicto y las características
del sistema social:
“la rigidez del sistema y la intensidad del conflicto que se produce dentro de él no son
independientes entre sí. Los sistemas rígidos que reprimen la incidencia del conflicto ejercen una
presión que da lugar al surgimiento de divisiones y formas violentas de conflicto. Los sistemas más
elásticos, que permiten la expresión abierta y directa del conflicto dentro de ellos y se ajustan al
cambiante equilibrio de poder indicado originado por tales conflictos, tienen menores probabilidades
de ser amenazados por alineamientos básicos y explosivos dentro de su seno” (Coser 1970: 34)2

Siguiendo la idea anterior, Coser señala que


“Si (…) la tensión hace surgir nuevas pautas específicas de conducta en grupos enteros de
individuos que persiguen ‘el óptimo de gratificación’, al elegir lo que consideran medios apropiados
para la maximización de recompensas, es posible que se dé el cambio social que reduzca las causas
de frustración. Esto puede ocurrir de dos maneras: si el sistema social es lo suficientemente flexible
para ajustarse a las situaciones de conflicto, entonces estamos ante un cambio dentro del sistema.
Si, de otra parte, el sistema social no es capaz de reajustarse y permite la acumulación del conflicto,
es posible que los grupos ‘agresivos’, imbuidos de un nuevo sistema de valores que amenaza dividir
el consenso general de la sociedad portando una ideología que ‘objetiviza’ sus demandas, lleguen a
ser lo suficientemente poderosos como para superar la resistencia de los intereses creados y
producir la quiebra del sistema y el surgimiento de una nueva distribución de los valores sociales”
(Coser 1970: 37)

Si bien Coser nos señala los aspectos macro de los conflictos en los sistemas sociales;
Kriesberg nos da una visión micro del análisis de estos fenómenos. Este autor señala que
“las evaluaciones de los conflictos en general o de luchas específicas, dependen de
muchas consideraciones” (1975: 15). Son cinco las consideraciones que menciona:
conciencia, intensidad, regulación, pureza y desigualdad del poder.

La primera consiste en cuán conscientes están las partes de la existencia de una


incompatibilidad; la segunda es el grado de intensidad que varía de acuerdo a las
conductas y sentimientos de las partes en conflicto; la tercera es cuán institucionalizado
(reglas, normas, etc.) está el conflicto; la cuarta consiste en cuán pura es la relación de
conflicto frente a otros intereses comunes entre las partes; por último, la quinta se refiere
al desequilibrio en la cuota de poder entre las partes. (Kriesberg 1975: 16-26)

2
Subrayado propio.

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Así, después de analizar los características, Kriesberg señala que “Conflicto social es una
relación entre dos o más partes (o cuyos portavoces) creen tener metas incompatibles”
(1975: 32). Así mismo, el autor señala que “se refiere también a la secuencia de
interacción o proceso en que las partes contienden entre sí” (1975: 33); tal y como se
señala en los siguientes cuadros:

Establecidas las definiciones, conceptos y los parámetros de análisis, toca abordar los
puntos sobre los efectos del conflicto en la sociedad.

Principalmente, Coser señala que


“la mayoría de los conflictos terminan en compromisos en los cuales a menudo es difícil
especificar cuál de las partes obtuvo una ventaja relativa. Por lo tanto, se debe distinguir entre la
intención de hacer la paz y la intención de aceptar la derrota. Muchas veces puede estar presente lo
primero y no lo segundo. Es posible que las partes en conflicto decidan terminar la lucha en cuanto
reconocen que no pueden lograr su objetivos o que solo los podrían lograr a un precio que no están
decididas a pagar, o, lo que es más común, cuando llegan a la conclusión de que es menos atractivo
continuar con el conflicto que hacer la paz” (Coser 1970: 53)

Sin embargo, para el presente trabajo, nos importan los efectos que tiene la terminación
del conflicto en el sistema social. Para lo cual tenemos la percepción de dos autores que
mencionan un efecto positivo del conflicto en la sociedad.

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Para Dahrendorf,
“las posiciones sociales y la estructura social están determinadas y son consecuencia de la
autoridad que deriva de la posición ocupada: su análisis se concentra en explicitar los desempeños
de roles de autoridad y poder en el grupo social institucionalizado. El rol de autoridad implica
posiciones y desempeño de roles de actores sociales subordinados; subordinación que incluye
intereses opuestos al rol de autoridad y poder; relación que deriva al conflicto de intereses entre
ambos grupos de actores sociales.

Los intereses de las posiciones dominantes será reproducir su dominación y los de los
subordinados modificar la relación de sumisión.

La autoridad es legítima e implica posiciones que pueden controlar su estabilidad y su


reproducción y mantenimiento; utilizando sanciones para los actores que no se conforman con sus
roles de subordinación. Consecuentemente, la función del orden jurídico será la de reproducción de
la autoridad y subordinación controlando el equilibrio del mantenimiento de la relación entre las
posiciones y roles de la autoridad y las posiciones y roles de subordinación; regulando el desempeño
de roles de acuerdo a las posiciones de los actores que se adaptan a los roles aceptados y asumidos
de dominados y dominadores aportando sus acciones al conflicto entre ambos intereses.

El conflicto de intereses entre la autoridad y los subordinados es la acción que permitirá que
la sociedad presente elevada cohesión para su estabilidad. Al sustentar la legitimidad de la autoridad
sobre los subordinados y consecuentemente el mantenimiento del conflicto de intereses que permite
la cohesión de la sociedad; el orden jurídico cumple la función de apoyar la estabilidad del sistema y
el orden social” (Campagna 2004: 157-158)3

De la misma manera, Coser señala que


“‘En vez de ser solo un factor negativo que disocia, el conflicto social puede realizar muchas
funciones específicas en los grupos y en otras relaciones interpersonales; por ejemplo, puede
contribuir al mantenimiento de las fronteras de grupo y evitar que los miembros de un grupo se
separen de el’. La función del conflicto será la de mantener el equilibrio y reducir los factores de
desorganización social por disfunciones de los actores sociales en el grupo social” (Campagna 2004:
158)4

Por último, respecto al papel del Derecho en la teoría del conflicto, Campagna señala los
planteamientos de Coser, señalando que
“El conflicto podrá procesarse y ser funcionalmente positivo para la sociedad en los sistemas
sociales que permiten que los conflictos cumplan su función. Si la sociedad no presenta en su
organización medios que permitan que el conflicto cumpla su función, será negativo y podrá
transformarse en un facto de desequilibrio y disfunción. En este proceso, el orden jurídico será el
controlador del conflicto, permitiendo que cumpla su función, no sancionando su acción y limitando su
expansión para que no se transforme en un conflicto negativo y disfuncional para el grupo social y la
Institución Social” (Campagna 2004: 158)5

Campagna, analizando el conflicto y el cambio social, señala nuevamente cual es la


función que desempeña el Derecho:
“El cambio social que explica la funcionalidad del conflicto planteada por Coser es el que
presenta por objetivos; en una situación de conflicto entre actores de un grupo; limitar las tensiones
que son causadas por los procesos de interacciones y relaciones sociales. Producido el conflicto; su
función de solucionar las tensiones es en sí un cambio; que es el que permite que; producido el
conflicto se restituyan las funciones de los actores del grupo.

3
El subrayado es propio.
4
El subrayado es propio.
5
El subrayado es propio.

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La función del derecho en el cambio social en este planteo debe analizarse según dos
situaciones: 1) Como mediador cuando se le demanda colaboración para que se cumpla con la
finalidad del conflicto como solución del problema de relaciones sociales surgido por disfunciones
coyunturales en el grupo; y 2) Estableciendo los límites que determinarán la funcionalidad del
conflicto o sea sancionando o limitando la expansión de los conflictos que se transforman en
estructuralmente disfuncionales e ingresan en un contexto de desorganización social irreversible y
para la cual el conflicto ya no es funcional al grupo para reducir las situaciones problemas.

(…) La función del derecho influye para el cambio social; en el primero; sustentando la
función del conflicto como cambio; y en el segundo; regulando la aplicación de sanciones para que
los actores resocialicen su conformidad con las normas sociales y jurídicas” (Campagna 2004: 181-
182).

Propuesto el marco teórico de análisis sociológico del derecho; a continuación pasamos a


presentar los aspectos concretos del gas y el caso concreto a ser analizado: el conflicto.

2. El viejo sentado en la banca de oro: Los Yacimientos del Gas de Camisea

El gas es muy abundante en el Perú desde el descubrimiento de los yacimientos gasíferos


de Camisea. Estos se encuentran ubicados en el distrito de Echarate, provincia de La
Convención y dentro del departamento del Cusco. Cabe mencionar que es una de las
reservas de gas natural no asociado con el petróleo más importantes de Latinoamérica;
de la misma manera, son diez veces más grandes que cualquier otra reserva de gas
natural en el Perú.

Según Manuel Pulgar-Vidal Otalora, “la legislación peruana, específicamente el artículo 3


de la Ley 26821 – Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos
Naturales (…) define recurso natural como ‘(…) todo componente de la naturaleza,
susceptible de ser aprovechado por el ser humano para la satisfacción de sus
necesidades y, que tenga un valor actual o potencial en el mercado’” (Pulgar-Vidal 2008:
399). Así, podemos señalar que el gas natural es un recurso natural pues posee las
cuatro características: es un componente de la naturaleza pues se encuentra en el
subsuelo; tiene la posibilidad de ser aprovechado mediante su extracción y tratamiento; su
aprovechamiento se orienta para la satisfacción de necesidades como el GLP, Nafta,
Kerosene, Diesel, Combustible, fertilizante, petroquímica y siderurgia; y tiene un valor
actual o potencial en el mercado.

Debe recalcarse que los recursos naturales no pertenecen al Estado; tal como señala
Pulgar-Vidal, “El derecho de propiedad implica la reunión del usus, fructus y abusus,
atributos que no reúne el Estado sobre las dependencias del dominio eminencial. La
naturaleza de estos bienes [los recursos naturales] no tiene calidad de propiedad, ni
siquiera para el Estado que simplemente tiene un deber, obligación de guarda y vigilancia”
(Pulgar-Vidal 2008: 402).

OSINERGMIN elaboró un documento de trabajo titulado “¿Qué significa el proyecto


Camisea?” en el cual se expone el proceso de funcionamiento de la infraestructura del
gas. Así, se señala que “La oferta del gas natural comprende las etapas de producción,
transporte y distribución. Complementariamente se presenta la oportunidad futura de
comercializar a nivel internacional el gas natural” (Dammert 2006: 9). Tal y como muestra
el siguiente esquema, estas son las empresas que se encargan principalmente de cada
labor en el proceso, y el cuadro detalla cada etapa del proceso del gas.

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Etapa de Producción Esta fase involucra las etapas de
extracción y explotación y no es
considerada un monopolio natural dado
que la estructura de la industria presenta
costos marginales crecientes y costos fijos
no tan altos en comparación al tamaño del
mercado que abastece.
• Etapas de Explotación y El objetivo central de esta etapa es
Extracción maximizar la extracción de líquidos a partir
del gas obtenido, así como la extracción del
gas seco suficiente para satisfacer la
demanda interna. Esta etapa involucra el
diseño y construcción de la infraestructura
de explotación y producción. No sólo
implica las inversiones vinculadas a la
extracción de los hidrocarburos, sino
también las requeridas para transformar los
hidrocarburos en productos comerciales y
la infraestructura para la exportación.
Etapa de Transporte Esta etapa consiste en trasladar el gas
desde el pozo hasta una red de transmisión
de alta presión. Y tiene características de
monopolio natural porque:
• existen barreras de entrada
• existen economías de escala
• existencia de un único gasoducto al
que inyectan varios productores
Etapa de Distribución Esta etapa también constituye un
monopolio natural. Sin embargo, la
distribución final puede crear un mercado
mayorista y uno minorista.
• Mercado mayorista. Se pueden
crear conductas que impiden el
acceso a terceros.
• Mercado minorista. Los
consumidores son tomadores de
precio, mientras que del lado de la
oferta hay presencia de monopolios
naturales y práctica
anticompetitivas.

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El Estado debe intervenir para garantizar la
eficiencia asignativa e impedir que se
ejerza el poder de mercado asociado a la
posición dominante del mismo,
favoreciendo la continuidad y la calidad de
la prestación de servicios.
Fuente: Osinergmin (Dammert) / Elaboración: Propia

Es decir, primero se extrae el gas del pozo productor hacia la maquinaria de separación
donde se extrae el gas seco y los condensados:

• Por un lado, el gas seco pasa a un proceso de compresión para proceder a


devolver el gas reciclado a través de un pozo inyector y mandar el gas comprimido
a través del gasoducto para su uso en electricidad, en combustible industrial,
fertilizantes, petroquímica y siderurgia.
• Por otro lado, los condensados se trasladan por un poliducto hacia la planta de
fraccionamiento para luego producir GLP, Nafta, Kerosene y Diesel. Estos
productos pueden tener como destino final el abastecimiento del mercado interno
o la exportación de los productos al extranjero.

El esquema presentado por Ruiz Caro (Ruiz Caro 1988), es ilustrativo del proceso
mencionado:

Ahora es momento de explicar el contexto político, económico y social en el que se


desenvolvieron y se desenvuelven, hasta ahora, el proyecto Camisea:

Primera fase: Descubrimiento de Shell El Estado tenía un rol activo e interventor


de los Yacimientos de Camisea y en la sociedad y el mercado.
Mercado sin incentivos (1980 – 1990) Shell explora los yacimientos en el Cusco

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bajo un contrato de Exploración Petrolífera
(1981) y descubre los Yacimientos de
Camisea (San Martín y Cashiriari).
Shell firma un Acuerdo de Bases para la
Explotación de Camisea con PETROPERU
S.A.; sin embargo, cinco meses después se
da por concluida la negociación, se
resuelve el contrato y, a causa de la falta
de voluntad política, se da por concluida la
negociación del contrato para la
explotación de hidrocarburos.
En el Perú no se contaba con un claro
marco legal para la explotación de
hidrocarburos y la reducción de impactos
ambientales y sociales.
Segunda fase: Estudios del Consorcio Después de una década de
Shell Mobil (1990 – 1998) intervencionismo estatal, tras un golpe de
estado, se inicia una política y cambio de
marco legal para promoción de las
inversiones privadas en nuestro país. El
Estado reduce de manera drástica su
participación en el mercado.
Se dan incentivos técnicos, jurídicos y
económicos para atraer inversiones:
extensos plazos en los contratos de
licencia, ausencia de planificación estatal,
exoneración de impuestos, estabilidad
jurídica y tributaria.
En 1994, PERUPETRO S.A. suscribe con
las empresas (Shell – Mobil) el “Convenio
para Evaluación y Desarrollo de los
Yacimientos de Camisea”, cuyos estudios
dieron luz verde al proyecto.
En 1996 se suscribe el “Contrato de
Explotación”; sin embargo, para el año
1998, el Consorcio Shell – Mobil decide no
continuar la segunda etapa del contrato por
fallas en el cálculo de la comercialización y
una falla en la exportación al Brasil. Así
mismo, también porque el Estado no quiso
otorgarle el control completo de todas las
actividades (producción, transporte y
distribución) del gas, tomando en cuenta
las críticas con la concesión hecha a
Telefónica del Perú.
Shell en el periodo de actividad demostró
su compromiso con el principio del
“Beneficio Social Neto”, según el cual
protegía el ambiente y buscaba el bienestar
de las comunidades locales.
Tercera fase: Producción del Consorcio Después de la caída de Fujimori a finales

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Pluspetrol (2000 – ¿?) de los noventa, el gobierno inicio un
proceso de licitación pública internacional
para otorgar el derecho de explotación del
gas de Camisea; el cual ganó el consorcio
liderado por Pluspetrol.
El proceso se inicio en el año 1999 cuando
la Comisión de Promoción de la Inversión
Privada (COPRI) –hoy Proinversión– a
través de la Comisión Especial del
Proyecto Camisea (CECAM) buscó llevar
adelante el Proyecto bajo un nuevo
enfoque:
• Un componente dedicado a la
explotación (‘upstream’)
• Un componente encaminado al
transporte y distribución
(‘downstream’).
Finalmente, en febrero del 2000 se
adjudico el componente de producción al
consorcio liderado por Pluspetrol
(Argentina) con participación de Hunt Oil
(EE.UU.), SK Corporation (Corea del Sur) y
Tecpetrol del Perú (Empresa Argentina del
Grupo Techint).
En el año 2003 mediante cesión de
posición contractual infresa a formar parte
del Consorcio Sonatrach S.A. para la
explotación del lote 88 y, posteriormente,
en el año 2005 hace lo mismo la empresa
Repsol YPF.
Las empresas obtuvieron la formalidad de
una decisión política inamovible: derecho
de explotación por 40 años, bajo una serie
de cláusulas que aseguraban el control del
uso del gas para el mercado interno en un
plazo de 40 años y otras regulaciones que
permitían una posición de igualdad entre el
Consorcio PLUSPETROL y el Estado
Peruano.
De la misma manera, en octubre del 2000
se adjudico el componente del transporte y
la distribución del Gas al consorcio liderado
por la empresa Techint (Argentina) con
participación de Pluspetrol (Argentina),
Hunt Oil (EE.UU.), SK Corporation (Corea
del Sur), Sonatrach (Argelia) y Graña &
Montero (Perú).
Quienes obtuvieron la formalidad con un
derecho de explotación de 33 años.
Posteriormente este grupo de empresas se
convierte en la Empresa Transportadora de

15
Gas del Perú (TGP).
Y, por último, la fase de distribución que
fuera implementada poco a poco, para el
Lima y el Callao, fue adjudicada a la
empresa Tractebel (Grupo SUEZ de
Bélgica) en mayo de 2002, tal como se
estipulo en los compromisos del contrato.
Posteriormente, Tractebel constituyó la
empresa “Gas Natural de Lima y Callao
S.A.” (GNLC).
Fuente: DAR y OSINERG / Elaboración: Propia

En la historia queda que las participantes en el proyecto en la etapa de explotación son,


como indica el cuadro hecho por DAR (DAR 2008):

Así, en la actualidad, Camisea cuenta con cuatro lotes vinculados al consorcio (Lotes 56,
57, 58 y 88) tal y como se muestra en el siguiente cuadro:

16
Así, explicado el contexto general acerca del Proyecto Camisea toca examinar el caso
concreto de análisis.

3. “Gas o muerte, ¡Venceremos!”: El conflicto por el gas de Camisea

El contexto general entre Julio y Agosto del año 2010 en el Cusco ha sido
extremadamente complicado: aniversario del día de la independencia nacional,
aniversario de la marcha de los cuatro suyos, proximidad de las elecciones municipales y
regionales, exportación del gas de Camisea a México, un paro indefinido en provincias, un
paro general en el departamento, heridos en manifestaciones, apoyo intelectual y
concreto de los estudiantes universitarios contra la exportación del gas y la declaración
del Estado de Emergencia.

El fenómeno social que abarco todo lo antes dicho fue el conflicto por el gas de Camisea.
Todo comenzó el día 27 de Julio, cuando se inicio un paro o huelga indefinida por un
manifiesto descontento de la población en general por los contratos de exportación del
gas de Camisea; dicha medida de fuerza con altibajos se mantuvo a lo largo de catorce
días en los cuales la tensión entre el gobierno y los frentes de lucha cuzqueños se
observo de manera evidente. Sin embargo, el día 10 de Agosto, tras una larga
negociación, se llega a acuerdos y se suspende la movilización.

Podemos observar, en el siguiente cuadro, una cronología de hechos:

27 de Julio del 2010


Se inicia huelga en la provincia de la Convención, Quillabamba. Exigen anulación del
contrato de exportación del gas de Camisea.

17
Un poblador muere al caer un árbol con el que iban a bloquear vías y seis universitarios
resultaron heridos al agredir a la policía.
30 de Julio del 2010
17 personas son detenidas por violar el cerco de protección de la válvula PG-2 del
gaseoducto de Camisea, en Kepashiato, La Convención
1 de Agosto del 2010
Gobierno declara en Estado de Emergencia el distrito de Echarate por los actos de
violencia.
2 de Agosto del 2010
Tras una asamblea a plaza llena, los manifestantes acuerdan continuar el Paro en La
Convención.
El primer ministro Javier Velásquez Quesquén afirma que no se negociará con
condiciones.
3 de Agosto del 2010
Advierten que el paro perjudica a los productores de café, cacao y fruta.
Ricardo Caballero, asesor del Frente de Lucha de La Convención, dice que la medida se
sostendrá hasta la presidencia del Consejo de Ministros los invite a dialogar.
4 de Agosto del 2010
Enfrentamiento entre la policía y 400 manifestantes que invadieron el aeródromo de la
empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) en Kiteni, La Convención.
TGP denuncia que manifestantes destruyeron dos antenas de comunicación.
5 de Agosto del 2010
El primer ministro Javier Velásquez Quesquén y el ministro del interior Octavio Salazar
indican que según informes la manifestación estaría siendo influenciada por fuerzas
terroristas de Sendero Luminoso.
Doce heridos deja un nuevo intento por ingresar a las instalaciones de la empresa TGP y
protestar desde ahí contra el Estado.
6 de Agosto del 2010
En el undécimo día de paro indefinido, las poblaciones de Kiteni y Kepashiato, en el
distrito de Echarate, suspenden paro en contra de la exportación del gas. Sin embargo,
en Quillabamba sigue la medida de fuerza.
7 de Agosto del 2010
La iglesia, a través del Monseñor Cabrejos, interviene para sentar las bases del diálogo
entre ambas partes en Quillabamba.
8 de Agosto del 2010
Con el diálogo de la Iglesia, los dirigentes del Frente de Lucha elaboran un pliego de 30
demandas entre las cuales estaban:
• Diálogo con el primer ministro en Quillabamba
• Construcción de una planta de fraccionamiento de gas en La Convención

18
• Cese de la exportación del gas hasta que se asegure el abastecimiento interno
• Que el gas sirva para el desarrollo del pueblo cuzqueño
• Intangibilidad del santuario natural de Megantoni
9 de Agosto del 2010
Tras catorce días de huelga, el Premier Javier Velásquez Quesquén viajo a Cusco donde
tuvo dos reuniones: una en Kiteni y Kepashiato, y otra en Quillabamba.
La medida de fuerza cesó por un acuerdo entre el Ejecutivo y los pobladores.
Fuente: El Comercio, La República, Peru21 / Elaboración: Propia

En esta manifestación de reclamo popular, que conllevo un paro de catorce días, se


estableció un listado de treinta demandas. Sin embargo, es importante señalar las tres
principales:

• Asegurar que el Gas de Camisea sirva al desarrollo del país; en especial, al Cusco
y a la Macro-región Sur (Cusco, Tacna, Arequipa, Puno, Madre de Dios,
Moquegua, Ayacucho.
• Garantizar una planta de procesamiento del gas dentro de la provincia de la
Convención, en Cusco; así como, asegurar la construcción del gasoducto sur-
andino.
• Respetar la intangibilidad del Santuario Nacional de Megantoni.

De estos pedidos, los importantes para el presente análisis son los dos primeros. En
ambos se pide que el gas no sea exportado antes de abastecer el mercado interno
nacional y local.

La gran pregunta es ¿Es esta manifestación una más del gran y largo listado de paros y
huelgas en el Perú? En nuestra opinión, no; debido a que la reacción, los medios y los
fines se han llevado no sólo a vías fácticas como el fenómeno antes descrito, sino que se
ha incursionado por vías legales específicas: un proyecto de ley de gran magnitud y una
demanda de acción de amparo por intereses difusos.

4. Una vía y una respuesta jurídica: El proyecto de ley N° 4185/2010-CR y la


demanda de acción de amparo de la Asociación Proconsumidores del Perú

En medio del contexto de este conflicto social encontramos dos documentos jurídicos. Por
un lado, una demanda de acción de amparo anterior a la medida de fuerza; y, por otro
lado, un proyecto de ley posterior a la manifestación.

4.1. Demanda de acción de amparo de la Asociación Proconsumidores del


Perú

Con fecha 08 de Junio del 2010, la Asociación Proconsumidores del Perú,


en representación del interés colectivo de doce ciudadanos cuzqueños
usuarios del servicio público de electricidad de Electro Sur Este S.A. y de
los intereses difusos del 100% de usuarios del servicio público de
electricidad de la Región Cusco6, interpone demanda de acción de amparo

6
Ley 27846 - Artículo 2 “Las asociaciones de consumidores están legitimadas
igualmente para interponer denunciadas por sí mismas ante OSIPTEL, OSINERG,
OSITRAN y SUNASS, en defensa de intereses colectivos y/o difusos de los consumidores
afectados y/o potencialmente afectados y para presentar denunciadas en

19
contra el Presidente del Consejo de Ministros, contra el Ministro de Estado
en la Cartera de Energía y Minas y contra las personas jurídicas o privadas
que celebraron los contratos de Licencia para la Explotación de
Hidrocarburos (Lote88), de Licencia para la Explotación de Hidrocarburos
(Lote 56), Contrato BOOT de Concesión de Transporte de Gas Natural por
ductos de Camisea al City Gate y el Convenio de Inversión para la
Instalación, operación y mantenimiento de una Planta de Procesamiento de
Gas Natural.

El petitorio de la demanda es el siguiente:

• Disponer el estricto cumplimiento de las cláusulas 5.11, 5.12 y 5.16


del Contrato de Licencia para Explotación de Hidrocarburos del Lote
88.
• Disponer el estricto cumplimiento de los términos de la segunda
disposición complementaria de las Condiciones Generales para la
Asignación de Capacidad de Transporte de Gas Natural por Ductos,
aprobada por D.S. 016-2004-EM.
• Disponer el estricto cumplimiento de los términos de la segunda
disposición complementaria de las Normas del Servicio de
Transporte de Gas Natural por Ductos, aprobada por D.S. 018-
2004-EM.
• Disponer se declare la inejecutabilidad del Contrato de Licencia
para la Explotación de Hidrocarburos del Lote 56 en virtud de que
su, eventual, ejecución resulta incompatible con el cumplimiento de
la disposición del inciso a) del artículo 4 de la Ley 27133, Ley de
Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural, modificada
por la Ley 28552.
• Disponer se declare la inejecutabilidad del Contrato de Licencia
para la Explotación de Hidrocarburos del Lote 56 en virtud de que
su, eventual, ejecución constituiría un incumplimiento de los
términos contractuales previsto en la cláusula 5.16 del Contrato de
Licencia para la Explotación de Hidrocarburos del Lote 88.
• Disponer se declare la inejecutabilidad del Contrato de Licencia
para la Explotación de Hidrocarburos del Lote 56 en virtud de que
su, eventual, ejecución resultaría contrario a lo dispuesto por la
segunda disposición complementaria de las Condiciones Generales
para la Asignación de Capacidad de Transporte de Gas Natural por
Ductos, aprobada por D.S. 016-2004-EM.
• Disponer se declare la inejecutabilidad del Contrato de Licencia
para la Explotación de Hidrocarburos del Lote 56 en virtud de que
su, eventual, ejecución resultaría contrario a lo dispuesto por la
segunda disposición complementaria de las Normas del Servicio de

representación de sus asociados y de los consumidores que le otorguen poder para ese
fin”.
Código Procesal Constitucional – Artículo 40 “Pueden interponer demanda de
amparo cualquier persona cuando se trate de amenaza o violación del derecho al
medio ambiente u otros derechos difusos que gocen de reconocimiento constitucional,
así como las entidades sin fines de lucro cuyo objeto sea la defensa de los referidos
derechos”

20
Transporte de Gas Natural por Ductos, aprobada por D.S. 018-
2004-EM.
• Disponer se ordene, a Empresa Transportadora del Gas del Perú
(TGP), que, en cumplimiento de:
o La segunda disposición complementaria de las Condiciones
generales para la Asignación de Capacidad de Transporte
del Gas Natural por Ductos, aprobada por D.S. 016-2004-EM
o La segunda disposición complementaria de las Normas de
Servicio de Transporte de Gas Natural por Ductos, aprobada
por D.S. 018-2004-EM
o La restricción prevista en el numeral 9.6 del Contrato BOOT
o La cláusula 5.16 del Contrato de Licencia del lote 88
Se abstenga de transportar gas natural que no provenga del Lote 88
hasta, por lo menos, el 10 de Agosto del 2014.
• Como consecuencia del Petitorio contenido anteriormente, se
solicita que, a partir de la fecha, ningún contrato de exportación de
gas natural ya suscrito, o por subscribirse, pueda ser interpretado
en el sentido de permitir que se evada, eluda, posponga o, de
cualquier manera, se desatienda al pedido del suministro nacional
de gas natural, entendiéndose por tal, a toda solicitud de suministro
de gas natural que efectúen las personas naturales o jurídicas
constituidas, domiciliadas y con actividad económica del Perú,
especialmente de aquellas cuya actividad principal exige,
constitucionalmente, la actuación del Estado en los ámbitos, tales
como: promoción del empleo, salud, educación, seguridad,
transporte de carga y pasajeros, vivienda, servicios públicos e
infraestructura, entre otros.

En la demanda se señala que entre el 2008 y el 2009, las tarifas de


electricidad en el Cusco han aumentado de manera constante; y que estas
obedecerían a que las generadoras tuvieron que cubrir la demanda con
derivados del petróleo demasiado caros. Esto debido a que Pluspetrol
(operadora del Lote 88 en Camisea) se habría negado a atender las
necesidades de las empresas generadoras de electricidad, en virtud a que
a partir del 2010 se procede a efectuar la exportación a México con la
empresa Perú LNG.

El antecedente 4.1.3 señala:

“Asimismo, los 12 usuarios han señalado que, para un poblador


cuzqueño, esta explicación (la subida de tarifas eléctricas) resulta poco
menos que absurda y ofensiva pues la Región Cusco es la principal
productora de gas natural del Perú; por lo tanto, resulta inexplicable que las
tarifas eléctricas (aplicadas en los recibos de Electro Sur Este) se
incrementan en ésta parte del País por la falta de un recurso (gas natural)
que es de dicha Región. Ello, señalan los usuarios, sería evidencia de que
serían ciertas las versiones de que el Gobierno Central habría destinado
más de 50% de las reservas del gas natural de Camisea para su
exportación a México en lugar de abastecer, en primer lugar, al mercado
nacional”.

21
Se presentan como fundamentos de hecho, la suscripción del Contrato de
Licencia para Explotación de Hidrocarburos del Lote 88, del Contrato de
Licencia para Explotación de Hidrocarburos del Lote 56, del Contrato BOOT
de Concesión de Transporte de Gas Natural por ductos de Camisea al City
Gate, y del Convenio de Inversión para la Instalación, operación y
mantenimiento de una Planta de Procesamiento de Gas Natural. Así
mismo, también se presenta como fundamento de hecho que el inicio de la
exportación del gas natural (proveniente del Lote 56) será el 15 de Junio
del 2010.

Como fundamento de derecho, señalan que la demanda del gas en el


mercado interno no viene siendo atendida por la Contratista y que,
actualmente, existe demanda insatisfecha. Esto debido a que los resultados
del proceso de licitación para la selección de ofertas de compra de gas
natural, hecha por Pluspetrol Perú Corporation S.A., demuestran que la
cantidad de gas natural solicitada es superior a la que se concede.

De la misma manera, se señalan siete incumplimientos de las Empresas


Contratistas del Lote 88 que hacen necesaria la orden de suspensión
definitiva de la exportación del Gas de Camisea: incumplimiento de la
cláusula 5.11 del Contrato de Licencia del Lote 887, incumplimiento de la
cláusula 5.12 del Contrato de Licencia del Lote 888, la restricción del acceso
al Sistema de Transporte de Gas en el Contrato BOOT9, la restricción del
7
5.11 Las empresas que conforman el Contratista tendrán libre disponibilidad de los
Hidrocarburos que les corresponden conforme al Contrato. El Contratista tiene el
derecho de exportar los Hidrocarburos producidos en el Área del Contrato y la
obligación de abastecer la demanda de gas natural del mercado interno, conforme a
las normas legales vigentes. La exportación de gas natural producido en el área de
Contrato se podrá realizar siempre que el abastecimiento del mercado interno para los
siguientes veinte (20) años se encuentre garantizado, de acuerdo a los pronósticos de
demande de Gas Natural, así como con los niveles de reservas probadas de Gas
Natural del país, publicados en el “Plan referencial de Hidrocarburos del Ministerio de
Energía y Minas”, vigente en la fecha de suscripción del contrato de compraventa de
gas natural para exportación”
8
5.12 Es obligación y condición del contrato, que la producción permanente de los
Hidrocarburos del Área del Contrato se realice a partir del inicio del segundo periodo
(…) Para los efectos del Contrato las Partes entienden como producción permanente, el
mantenimiento o incremento del volumen de hidrocarburos fiscalizados, a menos que
por razones de orden técnico, de mercado, caso fortuito o fuerza mayor, acreditadas y
aceptadas expresamente por PERUPETRO, el contratista deba disminuir dicho volumen.
9
9.6 Durante un plazo de diez (10) años, contado desde la fecha de Puesta en
Operación Comercial, el Servicio de Transporte de Gas que prestará la Sociedad
Concesionaria se limitará únicamente al Transporte del Gas producido por el Productor,
no pudiendo los Usuarios de la Red contratar capacidad para el Transporte de Gas
distinto al referido. Vencido el referido plazo y hasta la Caducidad de la Concesión, la
Sociedad Concesionaria estará obligada a cumplir con lo dispuesto en el segundo
párrafo de la cláusula 5.16 del contrato de licencia suscrito entre el Productor y
PERUPETRO, que señala lo siguiente: “Vencido el plazo de diez (10) años y hasta la
terminación del Contrato, el Contratista tienen el derecho a que el Ducto de Gas
Natural, se utilice en forma preferente, en igualdad de condiciones con terceros, para
transportar el Gas Natural Fiscalizado hasta por el volumen de 450 MMPCD”. La
Sociedad Concesionaria tiene derecho a que el Productor, conforme a la Cláusula 5.15

22
acceso al Sistema de Transporte de Gas en la segunda disposición
complementaria de las Condiciones Generales para la Asignación de
Capacidad de Transporte de Gas Natural por Ductos (aprobada por D.S.
016-2004-EM)10, la restricción del acceso al Sistema de Transporte de Gas
en la segunda disposición complementaria de las Normas del Servicio de
Transporte de Gas Natural por Ductos (aprobada por D.S. 018-2004-EM)11,
incumplimiento en contra del inciso a) del artículo 4 de la Ley 27133, Ley de
Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural, modificada por la
Ley 2855212; y la restricción del acceso al Sistema de Transporte de Gas en
la cláusula 5.16 del Contrato de Licencia del lote 8813. Todos estos
incumplimientos tienen en común el señalar que la demanda nacional de
gas no está siendo satisfecha y por lo tanto se genera un incumplimiento de
las disposiciones mencionadas.

De la misma manera, exponen como fundamento de derecho,


antecedentes y cumulo de irregularidades en el Contrato de exportación del
Gas, pronunciamientos en contra de la exportación del gas de parte del
Colegio de Ingenieros del Perú, la Sociedad de Ingenieros del Perú,
Sociedad Nacional de Industrias, Gobiernos Regionales de la Macro
Región Sur del País y la Universidad Nacional San Antonio Abad del
Cusco.

Así mismo, el fundamento de derecho 4.7.2. señala que “Al artículo 66 de la


Constitución debe sumarse el artículo 4, literal a) de la Ley 27133, Ley de
Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural, que concreta el
mandato de soberanía estatal en el aprovechamiento de los recursos
naturales y, según la cual, en todos los casos de otorgamiento de derechos
de explotación de reservas de gas natural se deberá tener en cuenta,
primeramente, la garantía del abastecimiento al mercado nacional de gas
natural, por un periodo definido en el contrato. Asimismo conviene tener
presente que el artículo 3 de la Ley 28552, Ley que modifica la Ley 27133,

del Contrato de Licencia suscrito por el mismo y PERUPETRO, suministre gas a los
consumidores a través del Sistema de Transporte de Gas y hasta por una capacidad
igual a la Capacidad Garantizada para cada año de operación, conforme a la Cláusula
14.2.1
10
Segunda.- Respecto a las restricciones al Libre Acceso serán de aplicación las
previstas en el Contrato de Concesión, aprobado mediante R.S. 101-2000-EM.
11
Segunda.- Durante los diez (10) primeros años contados a partir de la puesta en
operación comercial de la Concesión otorgada mediante R.S. 101-2000-EM. Toda
capacidad de la red de transporte del Concesionario deberá ser destinada a transportar
el Gas Natural producido por el Productor titular del Contrato de Licencia para la
Exploración y Explotación del Lote 88, Camisea, Cuenca Ucayali, provincia de La
Convención, departamento de Cusco.
12
Ley 28552 - Artículo 3, que modifica el Ley 27133 - Artículo 4. Los
procedimientos contenidos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos para el otorgamiento
de derechos de explotación de reservas probadas de Gas Natural deberán tomar en
cuenta lo siguiente: a) Garantizar el abastecimiento al mercado nacional de Gas
Natural.
13
5.16 El Contratista tiene el derecho a que el Ducto de Gas Natural se utilice en forma
exclusiva para el transporte de Gas Natural Fiscalizado, durante el plazo de diez (10)
años, contados desde la fecha de puesta en operación comercial del Ducto de Gas
Natural.

23
estableciendo condiciones operativas para un mayor aprovechamiento del
gas natural producido a nivel nacional, suprimió la expresión ‘por un
periodo definido en el contrato’; por lo que es posible concluir que la
garantía de abastecimiento del mercado nacional se ha tornado
incondicionada, eliminando todo elemento temporal que pudiese propender
a la evasión, elusión, posposición o desatención del deber constitucional de
asegurar el mencionado abastecimiento nacional”.

De la misma manera, se establece como fundamento de derecho un


derecho constitucional implícito derivado del artículo 3 de la Constitución: el
derecho de los consumidores y usuarios al abastecimiento preferente con
recursos naturales del país.

4.2. El proyecto de ley N° 4185/2010-CR

El Grupo parlamentario Fujimorista, con fecha 02 de Agosto del 2010,


presenta el proyecto de ley N° 4185/2010-CR. Este presenta la “Ley de
Priorización en la asignación del Gas Natural” de cuatro artículos, teniendo
al primero como el principal. Este está configurado de la siguiente manera:

“Artículo 1°.- Priorización de la asignación de volúmenes de gas natural.


Para la celebración de nuevos contratos de venta de gas natural, cuyo suministro
se inicie durante la vigencia de la presente norma y en los casos en los que se
renegocien los contratos vigentes, la asignación de los volúmenes seguirá el
siguiente orden de prioridad.

1. La demanda generada en la zona donde se extrae el recurso, por


consumidores domésticos, comerciales, industriales y concesionarios para
generación y distribución de energía eléctrica.
2. Centrales térmicas duales de ciclo combinado que entren en operación
antes del 31 de Diciembre del 2011.
3. Centrales térmicas duales de ciclo abierto que entren en operación antes
del 31 de Diciembre del 2011.
4. Concesionarios de distribución de gas natural destinado al servicio público
5. Otros clientes.

Asimismo, para los nuevos contratos de venta de gas natural, cuyo suministro se
inicie durante la vigencia de la presente norma y en los casos en los que se
renegocien los contratos vigentes, en la zona en la que se encuentra el yacimiento,
el producto se comercializará al precio más favorable acordado para el consumo
interno.

Para efectos de determinar la cantidad disponible a ser ofertada, los productores


aplicarán el criterio de consumo promedio en estiaje y deberán incluir los
volúmenes comprometidos para los ductos regionales y la industria petroquímica en
las licitaciones.”

De la exposición de motivos de este proyecto de ley se pueden rescatar


frases que demuestran el sentido y fin de la misma; así como, el fin del
legislador al establecer una norma como esta:

• “En relación a los recursos naturales, renovables y no renovables el


Estado Peruano tiene el derecho de orientar, modificar sus políticas
de Estado para satisfacer la necesidades primarias de sus
ciudadanos”

24
• “La proposición legislativa atiende el malestar creciente que
empieza a escucharse en el sur del país, el cual amenaza en
convertirse en una situación adversa para el estado, si es que los
legisladores no atienden y le dan viabilidad, a la petición de atender
y priorizar a la zona donde se encuentra nuestra riqueza gasífera.
Esta situación del sur del país se podría dar en otras localidades del
territorio nacional.”
• “Es importante destacar que mediante Ley N° 29129, publicada en
noviembre del año 2007, se declaró de necesidad e interés público
la construcción de un gasoducto desde Camisea hasta la ciudad del
Cusco, así como un gasoducto hacia Puno, Huancavelica, Arequipa,
Moquegua y Tacna.”
• “Es paradójico que, por ejemplo, el recurso natural en la Región
Cusco, cuesta más que en la Capital de la República”

5. El caso de Camisea a la luz del análisis sociológico del derecho

El nexo o relación fenomenológica que une a los tres acontecimientos mencionados es:

• La medida de fuerza origina la propuesta del proyecto de ley.


• La revisión de la demanda es paralela a la medida de fuerza.
• La resolución favorable de la demanda y la promulgación de la ley en el proyecto
serían medios de solución de la medida de fuerza.

En todo caso, detrás de ambos medios legales propuestos se encuentra un fenómeno


fáctico que, en nuestra opinión, entra dentro del concepto de “conflicto” de Coser y
Kriesberg.

El conflicto, aplicando la teoría de Coser, sería una “lucha” con respecto a intereses, que
detrás conllevan valores distintos, entre el Estado14 y la población cuzqueña con el
propósito es neutralizar, dañar o eliminar al otro. En el caso del Estado, se busca
neutralizar a la población para continuar con la política exportadora del gas de Camisea;
en el caso de la población cuzqueña, se busca dañar al Estado para que pare con la
política de exportación del gas de Camisea.

Según la tipología de los conflictos de Coser, nos encontramos ante un conflicto realista
ya que deriva de una frustración de demanda o interés específico dentro de una relación
(autoridad – pueblo; gobernante – gobernado) y deriva, también, de una estimación de
ventajas que obtendría cada uno de resultar “ganador”. Este conflicto es un medio para
alcanzar un fin específico por ambas partes: por un lado, el fin y el interés del Estado es
que prevalezca la exportación del gas como una prioridad para traer beneficios
macroeconómicos; por el otro lado, el fin de la población cuzqueña es que se privilegie el
uso del gas para abastecer el mercado interno.

14
Ni Coser ni Kriesberg delimitan un espacio teórico para los actores en los conflictos;
para esto me remito a Parsons, que influye en la obra de Coser; sin embargo, dentro de
su enfoque del funcionalismo, tampoco piensa en el Estado como un actor. Para el
presente análisis, centrado en el conflicto, consideramos al Estado como parte del
conflicto.

25
Así visto, el conflicto de Camisea, de todas las relaciones entre el Estado y la población
del Cusco; la relación, señalada en términos de Pulgar-Vidal, de un deber u obligación de
guarda y vigilancia del gas de Camisea y los intereses de la nación entra en conflicto
objetivo (interés del Estado versus interés de los pobladores del Cusco); luego en conflicto
social con la puesta en funcionamiento de la medida de fuerza. Según los puntos de
análisis de Kriesberg, este conflicto presenta las siguientes características:

Estado Población del Cusco


El Estado es consciente de
Los pobladores del Cusco
que a través de su decisión
están conscientes de que el
Consciencia de las partes de exportar genera el
Estado con el gas quiere
sobre la existencia de una descontento en la población
obtener beneficios
incompatibilidad pues no existe
macroeconómicos con la
abastecimiento de mercado
exportación del gas.
interno.
Grado de intensidad de Los pobladores iniciaron
El Estado se ha mantenido
acuerdo a las conductas y una manifestación popular
sereno frente a las
sentimientos de las partes que incluso llevo a
demandas conflictivas.
en conflicto versiones violentas.
Existe un derecho de protesta, como manifestación del
Institucionalización del derecho de reunión y de la libertad de expresión, en
conflicto nuestra opinión. Y este derecho está sujeto a límites
generales como el orden público, la moral, entre otros.
El interés de la población en
obtener el gas de manera
privilegiada si encuentra
El interés del Estado por dos intereses:
exportar el gas se basa en
• Primero: el interés
estudios técnicos de
Pureza de la relación de de poder
economía que revelan que
conflicto frente a otros privilegiarse con el
traerían grandes beneficios
intereses comunes gas de Camisea.
macroeconómicos, por lo
que se puede prever que es • Segundo: un deseo
puro. nacional e, incluso,
local de necesidad
de preferencia frente
a los extranjeros.
Absolutamente, el Estado tiene toda la cuota de poder
Desequilibrio en la cuota
formal; sin embargo, el pueblo, al unirse podría tener el
de poder entre las partes
poder real en diversos puntos del conflicto.

Siguiendo con el análisis, el proceso según Kriesberg pasa por el inicio de un conflicto: la
declaración del paro general del Cusco para el día 27 de Julio del 2010. La modalidad del
conflicto fue directa, pues la población decidió encarar el poder del Estado. El proceso de
escalamiento se dio mientras duró la protesta, llegando a su día cumbre entre el 3, 4 o 5
de Agosto del 2010. Desde ahí, el proceso de desescalamiento se produjo a partir del 6
de Agosto cuando comienzan las negociaciones y conversaciones, cedidas de posición,
etc. Por otro lado, el modo de terminación del conflicto fue vía diálogo y consenso; al final
de todo, se pudo llegar a un consenso. El proceso de terminación se dio en los días
siguientes al 9 de Agosto. El resultado fue la calma de la población y el conflicto objetivo,

26
que en este caso es la demanda de abastecimiento del mercado interno; ésta, ya
solucionada, retroalimenta la toma de consciencia de la población.

Así, en la teoría de Coser, “La función del conflicto será la de mantener el equilibrio y
reducir los factores de desorganización social por disfunciones de los actores sociales en
el grupo social” (Campagna 2004: 158). Sin embargo, como luego lo menciona, “el orden
jurídico será el controlador del conflicto, permitiendo que cumpla su función, no
sancionando su acción y limitando su expansión para que no se transforme en un conflicto
negativo y disfuncional para el grupo social y la Institución Social” (Campagna 2004: 158).

Y en este contexto, se dan tanto una reacción paralela y una reacción posterior, ambas
jurídicas. Como se entiende de Coser, una vez que se produce el conflicto, la función del
derecho es la de resolver las tensiones para que se restituyan las funciones de los actores
del grupo (gobernante y gobernados).

La función del derecho como mediador en el cambio social es colaborar para que se
cumpla con el fin de usar el conflicto como solución del problema de relaciones sociales
surgido por las disfunciones; y
• O establecer los límites que determinarán la funcionalidad del conflicto
• O sancionar o limitar la expansión de los conflictos que se transforman en
estructuralmente disfuncionales e ingresan en un contexto de desorganización
social irreversible.

Coser señala que “la función del derecho influye para el cambio social (…) sustentando la
función del conflicto como cambio; y (…) regulando la aplicación de sanciones para que
los actores resocialicen su conformidad con las normas sociales y jurídicas” (Campagna
2004: 181-182)

En ese caso, como lo adelantamos, el uso del derecho como sistema de cambio social en
nuestro país no funciona de una manera idónea. Tanto la legislación y la jurisprudencia no
están lo suficientemente institucionalizados e interiorizados para ser funcionales. En
nuestro país, las vías jurídicas mencionadas, que coinciden precisamente con nuestros
documentos de análisis, no logran que un conflicto, en el Perú se vuelva algo positivo.

En primer lugar, el proyecto de ley tiene el defecto de pecar de “oportunista”. Por un lado,
la exposición de motivos donde debería plasmarse el aspecto sociológico, el telos del
proyecto de ley fundamenta la necesidad de esta ley en lo siguiente:

“La proposición legislativa atiende el malestar creciente que empieza a escucharse en el sur
del país, el cual amenaza en convertirse en una situación adversa para el estado, si es que los
legisladores no atienden y le dan viabilidad, a la petición de atender y priorizar a la zona donde se
encuentra nuestra riqueza gasífera. Esta situación del sur del país se podría dar en otras localidades
del territorio nacional.” (Exposición de motivos - Proyecto de Ley N° 4185/2010-CR)

Esta calidad de exposición de motivos da pie al adjetivo preciso de “oportunista”


pensando en que los legisladores que la proponen podrían tener intereses de diversa
naturaleza (electorales, alianzas, favores, etc.).

En segundo lugar, la demanda de acción de amparo posee más falencias que logran
quitarle validez. Principalmente, se le exige a los magistrados peruanos que reconozcan
un derecho constitucional implícito; es decir, que apliquen una Institución que no se
encuentra plasmada en la Constitución: el derecho de los consumidores y usuarios al

27
abastecimiento preferente con recursos naturales del país. Secundariamente, podemos
observar la difícil probanza económica de la demanda de gas natural en el mercado
interno; la actitud de los jueces frente a la sobredimensión de la demanda; entre otros
temas.

Así mismo, es importante mencionar que, en nuestro país, no está institucionalizado el


principio del carácter vinculante de los precedentes judiciales o ‘stare decisis’, como
señalaba el profesor León. Así, tampoco, por nuestra misma tradición jurídica del derecho
romano germánico, no contamos con la costumbre ni la cultura del uso de los casos como
fuente del derecho o, como se denomina en los países de tradición jurídica del common
law, case-law.

A esto hay que sumarle la legalidad y poca calidad de nuestros magistrados, con
honrosas excepciones. Sin embargo, la gran mayoría de ellos no está preparado para una
cultura del stare decisis o, incluso, para cláusulas abiertas como el artículo 3 de nuestra
Constitución, que nos permite extraer derechos implícitos de la Constitución como en la
actualidad existen gracias a la meritoria, pero aún con muchos defectos, tarea de nuestro
Tribunal Constitucional, tales como: el derecho a la verdad, el derecho al reconocimiento y
tutela de las personas jurídicas, el agua potable como derecho constitucional, el derecho
a la objeción de conciencia y algunos derechos procesales implícitos (Landa 2010).

Estos dos medios jurídicos aparecieron como respuesta y previsión al conflicto desatado
por la medida de fuerza de Julio y Agosto del 2010; sin embargo, como el derecho no
cuenta con la institucionalización, incluso ni para solucionar la medida de fuerza, el
conflicto no llega, en el sistema social peruano, un método de cohesión como plantea
Coser.

La población del Cusco intento en varias ocasiones en el transcurso de la medida


trasgredir el orden público, a lo cual el Estado respondió con declaraciones de relación
entre los huelguistas con uno de los peores enemigos y temores de la historia peruana:
Sendero Luminoso; ante estas amenazas y ofensas, el conflicto se agrava. Así, el
derecho de protesta del cual hacen uso los pobladores no sirve pues tanto el interés de la
población lo trasgrede con actos de vandalismo como la tentativa de entrar al
establecimiento de gas en Kiteni, como lo trasgrede el interés del Estado al reaccionar de
una manera tan descortés, paternalista y amenazante.

El conflicto por el gas en Cusco llegó a su fin el día 9 de Agosto tras una intensa jornada
de mediación entre el Estado y el frente de lucha, en la cual todavía tuvo que intervenir la
Iglesia Católica para reducir el peligro de agresión directa. El resultado fue positivo para el
pueblo del Cusco, después de todo. Sin embargo, observamos que el derecho como
mediador y canalizador de la positividad del conflicto no se hizo presente y ese es
precisamente el motivo por el cual, se reiteran y reiteran las medidas de fuerza
seguidamente.

Como dice Coser,


“la rigidez del sistema y la intensidad del conflicto que se produce dentro de él no son
independientes entre sí. Los sistemas rígidos que reprimen la incidencia del conflicto ejercen una
presión que da lugar al surgimiento de divisiones y formas violentas de conflicto. Los sistemas más
elásticos, que permiten la expresión abierta y directa del conflicto dentro de ellos y se ajustan al

28
cambiante equilibrio de poder indicado originado por tales conflictos, tienen menores probabilidades
de ser amenazados por alineamientos básicos y explosivos dentro de su seno” (Coser 1970: 34)15

Lo más probable, y me atrevo a postular esto tras el análisis hecho, es que el sistema
social peruano sea más rígido de lo necesario; al menos, eso se deduce del análisis
concreto. De esta manera, llegamos al postulado de que el conflicto es negativo y no
existe un medio idóneo que extraiga las características positivas y sea canalizador de
ellas; en otras palabras, el Derecho está fallando como medio para lograr que el conflicto
sea un medio de cohesión e integración.

6. Conclusiones

Respecto al conflicto, podemos concluir que, siguiendo el marco de análisis de Coser, en


el Perú, específicamente con este conflicto surgido entre Julio y Agosto del 2010 en el
Cusco, el conflicto es negativo por falta de institucionalización y funcionalidad del Derecho
como mediador y canalizador del conflicto como método de cohesión y funcionalidad.

De la misma manera, podemos intuir que en el sistema social rígido como el peruano, las
divisiones o brechas seguirán creciendo y siempre se tornarán en medidas de fuerza,
huelgas, paros, movilizaciones, marchas y otras acciones colectivas violentas.

Respecto a los documentos jurídicos, podemos concluir que el proyecto de ley como
modelo legislativo de cambio social a través del Derecho, funcionaría siempre y cuando
se elabore de una manera adecuada con argumentos suficientes más que las
oportunidades del momento; considero que un proyecto de una norma merece un estudio
serio de carácter multidisciplinario para su elaboración y promulgación.

Por otro lado, sobre la demanda como modelo jurisprudencial de cambio social a través
del Derecho, funcionaría en un sistema de uso del case-law; sin embargo, en un sistema
jurídico con la gran cantidad de magistrados incapaces en temas innovadores como los
derechos implícitos y el precedente judicial es imposible sustentar un cambio en la
sociedad y en el mapa contextual del sistema social, hablando en términos de Parsons.

Sin embargo, como un tema de fondo, me gustaría recalcar que en este conflicto en
particular, el pueblo cuzqueño, quien tenía menos cuota de poder que el Estado, fue quien
tras una serie de estrategias políticas y manejo de una extrema medida de fuerza, logra
arrinconar al Estado y obtener su interés; sin embargo, el Estado aún hace que
prevalezca su interés también.

Por último, recojo algunas opiniones a favor de la postura de los cuzqueños, que en
nuestra opinión, debió prevalecer desde un inicio.

De esta manera, Ruiz, destacando la importancia de un plan nacional, señala que

“Un plan para el desarrollo de la macroregión sur, sobre la base del gas, no puede confiarse
a PetroPerú o al Ministerio de Energía y Minas exclusivamente. Por sus implicancias multisectoriales,
tiene que ser el Instituto Nacional de Planificación, el que prepare el proyecto, recogiendo iniciativas y
opiniones de todos los partidos políticos. Para un plan semejante, es indispensable la concentración
nacional, porque deberá realizarse en el largo plazo. Sin estrategia nacional de desarrollo, la
explotación de cualquier hallazgo se convierte en un hecho aislado que, en el mejor de los casos,
soluciona urgencias transitorias. (…) El plan de desarrollo energético a su vez, debe estar supeditado

15
Subrayado propio.

29
a la estrategia de desarrollo nacional, porque la energía constituye una infraestructura básica, que
sigue la evolución productiva. Los recursos energéticos hay que desarrollarlos primordialmente en
beneficio de las regiones donde están ubicados y siempre en el marco del autoabastecimiento
regional y nacional. Estas premisas deben ser válidas para el proyecto de explotación del gas natural
de Camisea” (Ruiz 1988: 253)

Continuando con la idea, señala la consecuencia de la tendencia actual:

“La experiencia de los países del Tercer Mundo, entre los cuales nos incluimos como caso
típico, demuestra que por obra de las transnacionales que explotan nuestros recursos naturales,
terminamos convertidos en exportadores de divisas y no damos ningún paso en el desarrollo. Por el
contrario, empobrecemos más porque nuestros yacimientos se agotan y quedan como cascarones”
(Ruiz 1988: 261)

Por la misma línea, Manco nos explica que falta una “cultura” en el consumo del gas,
diciendo que

“Son múltiples los problemas que desde el punto de vista de la energía caracterizan la
economía y sociedad peruanas en las últimas décadas, en particular desde los años noventa. El
problema principal es la ausencia de una identidad y cultura nacional en el uso y consumo de los
recursos energéticos. (…) En tal sentido constituye un principio fundamental de la economía
energética, la utilización masiva e intensiva de los recursos energéticos naturales más abundantes, el
gas natural, la hidroenergía y el carbón, que subyacen en nuestro territorio” (Manco 2002: 249)

Por la misma línea, expone que se deberían utilizar nuestras fortalezas:

“Por principio, el fundamento de una política nacional en materia de energía debiera ser la
racional utilización de los recursos energéticos más abundantes que posee el país. (…) Es decir, si
las reservas más abundantes están constituidas por los recursos de gas natural, la hidroenergía y el
carbón, éstos debieran ser utilizados a plenitud, respetando la diversidad regional en el marco de una
integración energética y eléctrica entre los diversos sistemas que existen en el Perú” (Manco 2002:
250)

Continúa explicando una de las más grandes falencias en política de recursos naturales
que existe en nuestro país:

“Hoy contra toda lógica, dependemos del petróleo y derivados en especial del diesel y gas
licuado. (…) Frente a esta realidad, las reservas de gas y líquidos de gas, contenidas en Camisea y en
los lotes adyacentes, asumen una importancia vital en la economía nacional, pues, en términos relativos,
multiplican por más de ocho veces nuestras alicaídas reservas de hidrocarburos en cuanto al despliegue
de energía calorífera. (…) En verdad, la explotación de Camisea debería cambiar el perverso patrón de
consumo energético, que caracteriza el mercado interno de combustibles en el país” (Manco 2002: 250-
253)

Y culmina expresando se debería cambiar el rol del Estado a favor de la nación peruana:

“La participación activa del Estado no tendría que limitarse al establecimiento de subsidios
indirectos para rentabilizar el transporte, y una serie de beneficios colaterales. Éste es el reconocimiento
de una serie de dificultades para el desarrollo de una industria nueva, y de la construcción para el
mercado del gas natural y de los condensados de gas, cuya utilización intensiva cambiaría el perverso
patrón de consumo energético que caracteriza a la economía peruana. Se trataría de ser creativos y
asumir una posición nacional y regional al servicio del país y del gran sur” (Manco 2002: 274)

Desde un punto de vista más politizado, pero no por eso incorrecto, Solorza explica que
“Las reservas peruanas son ínfimas en todos los contextos geográficos, pero suficientes
para el Perú en forma exclusiva, sobre todo si consideramos un cambio en la matriz energética. Sin
embargo, las campañas mediáticas y contratos firmados favorecen la exportación de los recursos de

30
hidrocarburos y no ofrecen nada a cambio para el futuro del Perú. El costo es en realidad muy alto
para el poco beneficio que representan exportándolas. Así, pues, tenemos que los intereses detrás
de la exportación no son los intereses nacionales, y la información se distorsiona para favorecerlos.
Con Camisea se debe iniciar una política honrada en el tratamiento de cuantas riquezas naturales
tiene el Perú, para no caer en políticas neoliberales o entreguistas que favorecen las ganancias de
empresas extranjeras o de particulares que, por intereses creados, malbaratean las riquezas que son
de todos los peruanos y no las administran con el escrúpulo que se tiene cuando se trata de los
bienes personales” (Solorza 2007-B: 180)

Y concluye señalando que


“Todos los países democráticos desarrollan políticas energéticas, regulando y controlado
sus reservas prioritariamente para satisfacer, en primer lugar, sus propias necesidades, impulsando
el desarrollo nacional; y en segundo lugar para la exportación, si hubiera un excedente. Por ello, el
Estado debe ser cauteloso en su tenencia y administración, y solo conceder sus reservas a
particulares nacionales o extranjeros, cuando no tenga los recursos para explotarlas como bienes
propios, sin dejar de usufructuar su producción como dueño del bien, no como segundo, o peor aún,
como tercero (Solorza 2007-B : 181)

Del mismo modo, el documento “Assessment on the Camisea Pipeline Project in Peru”
contiene unas líneas muy significativas que señalan lo siguiente: “Gas exportation was
allowed, conditioned to priority to internal market. It was agreed that to consider internal
market supply as ensured, remaining reserves shall be able to supply local market
requirements in next twenty years” (Herrera 2006).

Siguiendo esta línea, tenemos que en el Foro “El Gas de Camisea y su exportación:
consideraciones económicas y socioambientales” se prescribe lo siguiente:

“Los grandes negocios alrededor de CAMISEA no necesariamente serán buenos para el


país visto en el largo plazo. “La exportación del Gas Natural y LGN muy probablemente pasará una
factura muy alta a los peruanos en un plazo muy corto y acentuará más aún la dependencia
energética y el subdesarrollo por no planificar bien el aprovechamiento de los recursos” señaló el Ing.
Bruno Paulsen de Progasperú. Así mismo, el Ing. Carlos Herrera Descalzi, ex ministro de Energía y
Minas, denunció las cuestionables negociaciones respecto al contrato del Lote 56 y los cambios en el
contrato del Lote 88. Principalmente estos cambios ponen en peligro el consumo interno de gas
natural” (LABOR 2006: 2)

Finalmente, es importante hacer alusión al artículo 121 de la Constitución de 1979, norma


que desapareció en la Constitución de 1993, que establece lo siguiente:

Artículo 121.- Corresponde a las zonas donde los recursos naturales están
ubicados, una participación adecuada en la renta que produce su explotación, en armonía
con una política descentralista. Su procesamiento se hace preferentemente en la zona de
producción.

De esta manera, podemos observar que el conflicto por el gas de Camisea es un pedazo
más de la larga historia del Perú, una historia llena de brechas y división por la naturaleza
de nuestro sistema social tan profundamente dividido y rígido en los aspectos jurídicos.
Así, observamos que el conflicto en el Perú es negativo y siempre, como es posible
comprobar empíricamente (pensemos en los conflictos amazónicos como el de Bagua en
el año 2009), terminaran con surgimientos de divisiones y formas violentas de conflicto
que seguirán perforando nuestra patria con las banderas de centralismo y barreras de
diverso tipo.

7. Bibliografía

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• Fuentes

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Natural” presentado por el Grupo Parlamentario Fujimorista.

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Diario El Comercio. (27 de Julio del 2010 – 10 de Agosto del 2010).
Diario Expreso. (27 de Julio del 2010 – 10 de Agosto del 2010).
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