Anda di halaman 1dari 21

M..8.

BOISMARD OP

EL PROLOGO
DE,
SANJ IUAr{

Seéunda eilíción

\ I

EDICIONES FA)(
Zurbaao 80
MADRID
PALABRA DE DIOS Y REVELACION
(Jn 1, la)

San Juan nos presenta en el Prólogo la carrera de


Cristo como la gesta de la Palabra de Dios... Pero ¿por
qué ha elegido él esta expresión "Palabra de Dios" para
designar a Cristo? ¿De dónde le ha venido esta idea de la
Palabra? ¿Qué representa a sus ojos? Muchos autores se
han esforzado por responder a estas preguntas; y se han
dado las respuestas más diversas, menospreciando a me-
nudo las evidencias más claras 101. Porque la filosofía grie-
ga conocía un Logos (Verbo), más o menos inmanente a
la creación, orden y tazón del mundo creado, se ha querido
hacer del autor del cuarto Evangelio un cristiano anónimo
del siglo rr, imbuido de filosofía helenística... Porque Fi-
lón de AlejandrÍa, filósofo judío-helenista contemporáneo
de Cristo, ha disertado ampliamente sobre la Palabra de
Dios, en términos frecuentemente paralelos a aquellos de
que se servirá San Juan, se ha querido ver en el autor del

ror Además de los excursus especiales, en los ETandes comentarios, s puede


consultar: E. ToBAc, La notlon du Christ-Logos dd?s la Littérdturc ,ohannique,
en Eeuue il'Hlttotre ccclésiastique, XXV (1929), pp.213-238; W. GRossouw, Pour
nietÍ compr¿ndre saint J€oa (Bibllotheca Mechlinlensis, 10), pp. 6s73; Dom
J. DupoNr, C¡.t'lstologi¿ d,c sai^t Jean, pp.13-58; L. BouvER, La Bible et I'Eüan'
gi¿¿ (Lectlo Dlvlna, 8), pp- 1l-38,

EL PRóDco DE s N JUAN,-g
PALABBA DE DTOS Y REVELACIóN 131
130 COMDNTAAIO TEOÚGICO

Creemos que eso es restringir excesivamente el alcance del


cuartoEvangelioaunadeptodeesteFilón,iniciadotam- término. Es mucho más acertado atenerse al sentido pre.
bién éI en Ia filosofía alejandrina"' pio de la palabra: Ia palabra es la expresión de un pensa-
Hoy, cada vez más, se reconoce que San Juan es tribu- miento, es Io que permite a los dernás manifestar sus ideas,
tario, para to esencial de su pensamiento, de las grandes su voluntad o sus sentimientos. Dios ha hablado a los
corrieñtes que atraviesan y animan el Antiguo Testamen- hombres para manifestarles su voluntad de salvarlos, de
to. Porque 11 acontecimiento de Cristo ha venido a con- hacerlos llegar hasta é1. Pero esta Palabra de Dios no se
pien-
sumar l-aÁ promesas de la antigua Alianza, San Juan ha dirigido a los hombres desde el primer momento trajo
sa su cristianismo en función de los grandes temas
bÍbli-
la forma más perfecta: es como si hubiera querido habi-
para Ia
cos tradicionales. Esta ley general vale también tuar progresivamente a Ios hombres a su presencia. En
idea de la Palabra de Dios. San Juan no Ia ha sacado ni de primer lugar, Dios ha hablado a los hombres por la obra
la saca di-
la filosofía griega, ni de FiIón de Alejandría; misma de Ia creación; luego, les ha hablado por ia Ley
rectamente del Antiguo Testamento y de su experiencia que ha dado a su pueblo, y por los profetas; finalmente,
del Cristo histórico, de este Jesús de Nazaret con el
cual
les ha hablado por su Hijo enviado a la tierra. Y San Juan
102'
él ha vivido durante algunos años ha entendido que este Jesús de Nazaret, con el cual él
A1 comienzo del Prólogo, insiste claramente San Juan había vivido, era precisamente esta Palabra de Dios que
(1, 3)' Varios autores
en la actividad creadora de la Palabra se había manifestado ya a todo Io largo de la vida de Is-
han deducido de ello que, para San Juan' tomando una rael. Intentemos precisar cada uno de estos principales
idea del Antiguo Testamento, Cristo es la "Palabra
de
puntos.
actividad ereadora'
Dios" principalmente por tazón de su 1o3.
bien en el orden naturáI, bien en el orden sobrenatural

1
Creación g Reuelación

il38li jlllx:"lil',?.,;,Yi:hff*::,1Y1',?L',li,LY7j,i*Ji!;1.:i1:-.:o:
i
se retrusa ver en I
gida muy recie[temente po" ño* J' Dupo;t' Erecuenteñ€nterazón: la_ Palabfa !
La primera fase de Ia revelación divina por la Palabra
la palabra de Dios tu puiitl"--iriáiaoru 9o, la sis¡riente I

pero San-Juan llama a Cristo (Palabra) §ólo


1

ha revelado a Dios at "rr.rlüi..t no se trata -del verbo


¡
t, ha sido la obra de Ia creación. En efecto, la Bihlia nos
en los catorce primeros ,""Járló"-a"r 1,rótogo,y id-onde
áe Revelación (Encarnaciónl
Encarnado! Los conceptol--;;", ¿ Palatrá e( concepto enseña que el mundo fue creado por la Palabra de Dios;
dé revelación' CoEIo
no se impllcan. Pero ea "É"tif"gi" demaslado por la Palabra ha comenzado y, por eso, hemos de verlo, la Biblia puede decir también
se.verá en las páginas "ig"i"tiá", Ia revelación
;r'i;-;;;ó"1á *""0ó, v ha'continuado con-toda§ las manlfestacionea de
que la creación ha sido una revelación.
iJ-pri"ur, ái pueuto eleeiát,-anteriormente a Ia Encarnación (Ley y Profetas).
la ldea de
La primera concepción de Ia Palabra de Dios como un
Por otra Darte, se a" ,at á co"tttt de que es re8tringir
muct¡o -la
palabra el no ver -a" qr"-;r;"pecto creidor, euando se compara las especula'
del
ciones de Juan acerca O" t" prü¡"" con las especutacloqes mucho en el papel
JudaÍgmo ale' poder cósmico ha llegado a los hombres, al parecer, a par-
;;;;;";-";t"" la sabidurÍa. lá tt¡"o" saplenclales In§lBten tir del fenómeno natural de la tempestad: ¿no represen-
;;;"d." de ta Sabiduria; ¿qulere usto deóIr que no con§lderan a la sabiduría
,nat q"" ,r, poaer cieadorl No, resulta fácll Eegulr la ldea de estoa cono'
auto-
taba el ruido sordo del trueno lavoz de Dios poderoso y
el hecho de que la Sabldurfa ha presldldo la obra de la creaclón'
rea: por "orno
el mundo, y la voluntad de Dlos-; está pues en perfectas con- tremendo? Un resto de estas concepciones primitivas, más
""-p"-"i""t*""te caEdno que lel lleva a Dlos' por
oi"ilrr"" para conduclr a lás hombreg Dor eImlsmo
ü"-"""ár-"-s". so¡ agradábles a Dlog' Ego ocl¡rre con la Palabra; su o menos poetizadas, lo tendríamos en el salmo 29, que es
prpJ no está mencionado máa que en la medlda en que 8e lntegfa en un himno al Señor de Ia tempestad:
""""aá"má8 vaato: la revelación de todo aquello que Denrrlte a los hom-
;;-;;"Jñ.
bres alcanzar a Dloa.
T
I,l

132 coxENT Rro tsotóc¡co P^LABn'A DE Dros v nsvrllctóx

l-a voz del Señor sobre las aguas,


el Dios de la gloria ha tronado, .Finalmente, en el relato de la creación, en eI primer
capítulo del Génesis, ei autor subraya con insistencia cóIno
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente, ha sido suficiente que Dios haya hablado para que todas
la voz del Señor es magnffica, las cosas vinieran a Ia existencia:
la voz det Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Llbano... Y dijo Dios; que exista Ia luz, y la luz existió... Y diio
La voz del Señor lanza llamas de fuego, Dios: que se reúnan las aguas en un lugar, y aparezca el
la voz del Señor sacude el desierto, continente. Y fue así... (Gn 1, 3 ss.).
el Señor sacude eI desierto de Cades.
'La voz del Señor retuerce los robles, En estos textos, la obra de la creación se atribuye tam-
el Señor descorteia las selvas... bién directamente a Dios, que actúa hablando. Pero la
idea de que Dios ha creado por su palabra está ahí ya
Pero,esta "Voz del Señor" no es todavía más que un
virtualmente contenida. El autor det libro de la SabidurÍa
ruido informe, ún poder ciego. En seguida Ia concibieron
no hará más que hacer explícita esta virtualidad cuando
los israelitas de manera más espiritual, comprendieron
escriba:
que está penetrada de idea, que es verdaderamente una
"palabra". Entonces la concibieron íntimamente asociada Por tu Palabra has hecho el universo (Sab 9, 1).
a la obra creadora de Dios, especialmente en los escritos
de la época del destierro o después del destierro, y tal vez Y San Juan repetirá como un eco fiel:
bajo la influencia del pensamiento babilónico. En el se-
gundo libro de IsaÍas, para subrayar la infalibilidad de las ' En el principio existía Ia Palabra..:
p.om"s"t divinas de salvación, eI profeta hace un llama- Todo se hizo por EIla,
miento a la omnipotencia creadora de la palabra divina: y sin ella nada se hizo...
(Jn 1' 1-3)
basta que DioS hable para que la cosa se realice:
yo, soy el Por consiguiente, la creación es obra de ia Palabra de
'Soy Yo Primero,
yo también soY el último. Dios. Y por esta razón,la creación es también una reve-
Mi mano ha cimentado la tierra, lación; porque Dios, al hablar, no puede más que decirse
y mi diestra ha extendido los cielos a sí mismo. El rnundo lleva en sí el reflejo y la imagen de
Yo los llamo, la Palabra por la que tue creado, y como esta Palabra es
y todos juntos se Presentah.
(Is 48, 13; cf. 40, 26) la Palabra misma de Dios, el mundo lleva en sí la imagen
de Dios, el reflejo de las perfecciones divinas. Por tanto,
EI autor del salmo 33 dirá de manera más concisa: al crear el mundo, Dios le ha cargado de un mensaje que
los hombres deberían ser capaces de leer; cuando miran
Tema al Señor la tierra entera, al mundo creado, deberían poder reconocer, con las solas
tiemblen ante éI los habitantes del orbe
porque él lo dijo, Y existió, fuerzas de su inteligencia, el poder y la majestad del Dios
él lo mandó, y surgló... . creador. Esto es 1o que afirmaba eI autor dei libro de la
(v. 8-9; cf. Sal 147,'15.18) Sabiduría:
PAI,ABEA DE DIOS t
l34 couENTl¡ro rEoróc¡co
N,PVPT,ICT6X

Yanos.son por naturaleza todos los hombres, que care clara, más Íntima también, para revelarle los secretos de
cen del conocimiento de Dios y que, por los bienes que su amor.
disfrutan, no alcanzan a conocer al que es la fuente de
ellos, y por la consideración de las obras no conocieron Ali,anza antigua y Reuelación
aI Artlfice... (Sab 13, 1).
El pueblo hebreo fue elegido por Dios, en,tiempos an-
Y San Pablo escribe lo mismo a los fieles de Roma: tiguos, en la persona de Abrahán, que recibió para sí y
para su descendencia el depósito de las promesas divinas
Las perfecciones invisibles de Dios, su eterno poder y
su divinidad pueden ser congcidas intelectualmente a par- de salvación. Más tarde, Dios se unió definitivamente a
tir del mundo creado. Y por eso los gentiles son inexcu- su pueblo escogido, con los lazos de una solemne Alianza,
sables, porque, conociendo a Dios, no le glorifican como celebrada en la persona de Moisés, en el Sinaí. Y para que
Dios (Rom 1, 19-21). el pueblo pudiera permanecer fiel a Ia Alianza pactada, y
servir a Dios sin desfallecer, Di.os le habló.
AsÍ pues, Dios ha manifestado y revelado sus perfec- Y le habló ante todo, dándole la Ley, que no es otra
ciones "diciendo" al mundo, el día de su creación. Los dos cosa que la Palabra de Dios escrita en las tablas de piedra.
textos que acabamos de leer lo afi¡man claramente, a la Cuando Moisés subió aI monte Sinaí para recibir allí los
vez que indican por qué Dios ha querido revelarse por la diez mandarnientos de la Ley, le dijo Dios:
creación: para permitir a los hombres reconocerle y glo
rificarle coino Creador y Dueño soberano de todas las co- Escribe estas palabras, porque según estas palabras ha-
sas; para permitir a los hombres volverse hacia El. Ese go alianza contigo y con Israel... Y escribió sobre las
es el motivo esencial de toda revelación por la Palabra de
tablas las Palabras de la Alianza, los diez mandamien-
tos (Ex 34, 27').
Dios: Dios no habla para revelarnos verdades abstractas,
como por entretenimiento. Dios habla para decir a los Los diez mandamientos de la Ley son por tanto las
hombres el camino que debe conducirlos hacia El, y para diez Palabras de Dios. Como consecuencia, de una manera
que los hombres puedan encontrar en Dios su salvación más simple, para significar "la Ley" se dirá sehcillamente
y su felicidad. "la Palabra". Así ocurre en el salmo 119, a propósito del
Pero de heeho, el autor del libro de la Sabiduría y San cual se ha podido escribir: "La Palabra se entiende de la
Pablo nos lo dicen, esta primera "revelación" divina ter- Ley mosaica, concebida no como la suma de preceptos par-
mina en un fracaso. Los hombres no han querido reco- ticulares, sino como la encarnación de toda revelación di-
nocer a Dios a partir de la creación, no han sabido com- vina, que, tanto ordenando como prometiendo o amena-
prender la Palabra de Dios escrita en el libro de la Crea- zando, viene a presentarse a los hombres loa.
ción. San Juan lo expresa también en el versíeulo 10 del
Prólogo: "La Palabra estaba en el mundo, y el mundo
fue hecho por Ella, y el mundo no la conoció..." Por esta ro. GRDTHER, Nane und Wort Gottes im Alten Testanent, p. l¿6; citado por
A. RoBsET. Le sef,s d.u mot Loi ¡lans le Ps. 119, en ?.eoue Btblique, 1937, pá-
razón, Dios decidió elegirse un pueblo particular entre los ginas 182 sg.; cf. tamtién A. RoBEna,'Le Psaune 119 et les sitpientiaur, en
demás, un pueblo al que pudiera hablar de manera más Reaue Blb¿ique, 1939, pp. 5 sg:.
136 coxENT^Ero rEoLóc¡co

¿Por qué ha querido hablar Dios a su pueblo dándole Pero


""'J;.";:,;;;^:;-.", '**'
::
la Ley? Ante todo, sin duda alguna, para decirle lo que lamente a'através de la Ley; se ha expresado también por
El es: el Dios único y Dueño soberano de todas las cosas, la boca de los profetas. En el más antiguo texto profético
como testifica la primera de las diez Palabras: que conocemos, David se hace reconocer como profeta con
estas palabras:
Yo soy Yavé (es decir: El es), tu Dios, que te ha hecho
salir de la casa de servidumbre. No tendrás otro Dios fuera El Espíritu de Yavé ha hablado en mf,
de MÍ... (Ex 20,2). y su Palabra está sobre mi lengua.
(2 Sam 23, 2)
Pero no dice Dios solamente que El es el Dios único,
el único que merece la adoración de los hombres. AI mis- Igualmente, antes de enviar a Jeremías a profetizar en
mo tiernpo recuerda que El es el Dios Salvador, el Dios su nombre, Dios se le aparece y le dice, tocándole su boca:
que se ha inclinado con amor sobre su pueblo "para ha- "He aquí que pongo mis palabras en tus labios..." (Jer
cerle salir de la casa de servidumbre". La Ley no dicta la 1, 9). Cuando el profeta habla, lo que él hace que se es-
voluntad de un déspota que se complazca en la sumisión cuche no son sus propias palabras, sino la Palabra de Dios.
de los hombres; sino que manifiesta la voluntad de Dios Y ésta es la razón de que comiencen tantas prófecías con
que quiere llevar a su pueblo hasta la Tierra prometida: esta expresión: "Palabra de Yavé..."
en la medida en que eI pueblo sepa guardar la Palabra, Ia Pero ¿por qué sigue Dios hablando todavía a su pue-
Ley, sirviendo al Dios único que ella revela, la Palabra a blo? ¿No eran suficientes las Palabras de la Ley? No...
su vez guardará y salvará al pueblo de Dios. Dios lo de- Tan pronto como entró en la tierra prometida, el pueblo
clara solemnemente al celebrar la Alianza en el Sinaí: santo comenzó a olvidar la Ley de su Dios, bajo eI influjo
de los pueblos que lo rodeaban. Entonces envía Dios a sus
IIe aquÍ que yo envÍo rüi ángel delante de ti, para que profetas, para guiar a su pueblo por el camino del deber.
te guarde en el camino y te haga llegar al lugar que he Dios pone sobre sus labios palabras de amenaza: y como
decidido... Acátale, escucha su uoz, no Ie resistas porque Israel se niega a servir a Dios, Dios lo va a destruir:
lleva mi nombre. Si escu¿has rni uoz, y haces cuanto yo
digo, yo seré el enemigo de tus enemigos, porque mi yo subir a Israel de la tierra de Egipto,
ángel marchará delante de ti y hará que entres en la ¿No hice
tierra de los Amorreos... (Ex 23, 20 ss.).
y a los filisteos de Caftor, y a los arameos de Quir?
He aquí que mis ojos están puestos en el reino pecador,
para exterminarlo de la faz de la tierra.
Más tarde, una vez establecido el pueblo santo en la (Am 9, 7-8)
tiera de Canaán, la Palabra de Dios expresada en la Ley
será tarnbién el nudo de la Alianza en el sentido de que Mejor aún. Para mostrar el efecto inexorable de las
Dios guardará a su pueblo sano y salvo, 1o protegerá con- amenazas divinas, es Ia misma Palabra de Dios la que se
tra el asalto de sus enemigos, en la medida en que el pue- piensa que va a castigar al pueblo infiel:
blo sepa guardar la Ley. El destierro en Babilonia no será
más que una consecuencia de las infidelidades del pueblo. ¿Qué voy a hacerte, EfraÍn? ¿Qué voy a hacerte, Judá?
138 coMÉlfrARro rEoróGrco PALABRA DE Dros y nsvnLec¡óx

Vuestra piedad es como el rocÍo de la mañana... Palabra es ante todo revelación de lo que Dios es: eI
Por eso, yo los he tajado por mis profetas, Dueño soberano de todas las cosas- Pero Dios se revela
los he matado por las palabras de mi boca.
también para que sus fieles puedan servirle, y disfrutar
(Os 6, 45)
así pacíficamente de la posesión de su tierra. Incluso cuan-
do Ia Palabra de Dios castiga, es para llevar a su pueblo
Más tarde, cuando Israel haya sido castigado, cuando
gima bajo el yugo de los Babilonios, los oráculos de los
al arrepentimiento, y evitar así mayores males. Pero la
Palabra de Dios también sabe consolar y prodigar palabras
profetas tomarán una significación nueva: anunciarán la
de esperanza: Dios sigue siendo el Padre de su pueblo, y
fidelidad de Dios a sus promesas, y la próxima liberación
quiere la felicidad de los que él ha elegido.
dei pueblo esclavizado. En este tiempo va a tener una im-
Ahora, Israel, en conjunto, ha permanecido insensible
portancia excepcional Ia idea de la salvación, de la salva-
a los llamamientos de la Palabra diúina. Esta nueva reve-
ción mesiánica. El pueblo sufre, subyugado en una tierra
lación, lo mismo que la de la obra creadora, desemboca en
extranjera; pero Dios pone entonces en la boca de los un fracaso. San Juan 1o dicb en el versÍculo 11 del Pró-
profetas palabras de esperanza y promesas de salvación.
logo: "La Palabra vino a su easa, y los suyos no la reci-
I

Abundan, por ejemplo, tales palabras en la segunda parte


bieron." Entonces, Dios va a enviar una vez más su Pa-
del libro de Isaías:
labra. No ya en el libro misterioso de la creación, ni a
Enviad, cielos, vuestro rocío desde lo alto,
través de la Ley, o por el ministerio de los profetas. Va
y que las nubes destilen la justicia. a enviarla en persona: "Y Ia Palabra se hizo carne, y
Que se abra la tierra ;f plantó su tienda entre nosotros, y hemos visto su gloria"
y produzca el fruto de la salvación. (Jn 1, 1.4).
Que haga también germinar la liberación,
que yo, Yavé, voy a procurar.
(Is 45, 8)

Y como la Palabra de Dios era la que había castigado El Verbo hecho carne y la Reuelación
al pueblo, también Ia Palabra de Dios es la que 1o puede
salvar: El autor de Ia Carta a los Hebreos eomienza su epís-
Gritaron a Yavé en su angustia,
tola así: "Después de haber hablado en otro tiempo a los
y los arrancó de la tribulación. Padres por medio de los profetas, en estos días, que son
Envió su Palabra para curarlos. los últimos, Dios nos ha hablado por medio de su Hijo..."
para salvarlos de la perdición. pios, pues, ha enviado a su Hijo al mundo para hablarnos.
(Sal 107, 19-20) Esta es taribién la idea que expresa San Jua¡ en su Pró-
logo: el Hijo único es al mismo tiernpo la Palabra de Dios.
En conclusión, se manifieste en la Ley o por boca de Y el Prólogo termina con esta expresión: "A Dios nadie
los profetas, la Palabra de Dios tiene como meta lleyar al le ha visto; el Hijo único... es el que nos Io ha revelado"
pueblo a su destino: la posesión y eI gozo f"eliz de la tierra (Jn 1, 18). Pero eI Verbo no ha venido a revelarnos ver-
prometida antiguamente a Abrahán. Sin duda alguna, la dades abstractas; ha venido a hablar del amor del Padre
§
H

140 COII(ENTARIO TEOLOGTCO PAI.IaBA DE DIos r nw¡¿rqóN 141

para con sus hijos, del Padre que concede su Reino, que Como mi Padre me ha amado, yo también os he amado
a vosotros... (Jn 15, 9).
salva a los hombres y quiere asegurarles su felicidad.
La Palabra de Dios nos ha revelado el amor de Dios, Para que el amor con que tú me has amado esté en
en primer lugar con sus enseñanzas. En el sermón de Ia ellos..l (Jn 17, 26).
montaña, que es como la carta de entrada en el Reino de
los cielos, Cristo habla a los hombres del Amor del Padre: Pero Cristo nos ha hablado todavÍa mucho mejor con
el Padre nos ama, puesto que quiere que seamos felices. su vida y con su muerte. El hecho mismo de que el propio
Las primeras palabras de Cristo a sus discípulos son éstas: Hijo de Dios haya venido al mundo, para salvarnos, ¿no
es ya una gran prueba del Arnor de Dios?
Bienaventurados los pobres de espíritu...
Bienaventurados los mansos... En esto se ha manifestado el amor de Dios, en que Dios
Biehaventurados los que lloran... ha enviado a su Hijo único al mundo para que nosotros
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia... vivamos por é1. En esto consiste el amor: no en que
Bienaventurados los limpios de corazón... nosotros hayamos amado los primeros; es Dios el que
(Mt 5, 3 ss.) ha enviado a su Hijo como rescate por nuestros pecados
(1 Jn 4, 9-10).
El Padre vela por nosotros, y distribuye a cada uno el
pan y lo que sea necesario: Y cuando vemos a Dios que no perdona a su propio
Hijo, aquel de quien ét había dicho: "Este es mi hijo muy
Miracl los pájaros del cielo: no siembran ni siegan ni amado"; y vemos que no escucha la oración de su predi-
recogien en graneros; y sin embargo vuestro Padre celes- lecto en GetsemanÍ: "Padre, si es posible, aleja de mí este
' tial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? cálí2", sino que lo entrega a la muerte de cruz por nos-
(Mt 6, 26).
otros pecadores, ¿quién podrá ya dudar del Amor del pa-
dre para con sus hijos? Al pie de la cruz es donde San
El Padre quiere que nosotros, al orar, digamos: "Padre Juan ha comprendido realmente que "Dios es Amor', (L
nuestro que estás en los cielos..." (Mt 6, 9). Jn 4, 8.f6). Y después de haber meditado el misterio de
Más tarde, Cristo lleva a sus discípulos más adentro la muerte y resurrección de Cristq ha podido San pablo
en el misterio del amor del Padre. Con ia parábola de la escribir estas palabras de fuego:
oveja perdida, y sobre todo con la del hijo pródigo (Lc 15,
3 ss.; 15, 11 ss.), enseña que Dios no ama sola.rnente a los ¿Quién nos arrebatará al amor de Cnsto? ¿La tribu-
justos, sino que ama también a los pecadores, y que su lación, la angusfia, la persecución, el hambre, la desnudez,
amor sabe ser también misericordioso... el peligro, la espada? Pero en todas estab cosas triunfarnos
El drama de la Pasión es por excelencia la revelación por aquel que nos amó. Sl, estoy seguro, ni la muerte, ni
la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni el presente.
del Amor. La víspera, Cristo se despide de sus discípulos ni el futuro, ni el poder, ni la altura, ni la profundidad.,
preferidos, les da sus últimas recomendaciones; y sus ni ninguna otra criatura podrfa arrancarros al amor que
últimas palabras son también un recuerdo del amor del Dios nos testifica en Cristo Jesrls, Señor nuestro (Roma.
Padre: nos 8, 35-39).
PALABRA DE Dros y npv¡lrcróx 143
t42 COMENTARIO TEOLóGICO

Dios habló a los hombres por la creación, obra de su


¿Podrían haberse escrito jamás estas palabras, si el
Hijo no hubiera muerto en Ia cruz por nosotros? Palabra; .por esta tazón, "la Palabra estaba en el mundo";
Dios, aI enviar su Palabra al rnundo, ha revelado Io pero el mundo no la reconoció. Entonces Dios se eligió
que El es: el Amor. Pero ha querido también indicar a los un pueblq y Ie habló de manera más clara y más íntima,
hombres córno se alcanza y encuentra la feiicidad en éI: por Ia Ley y los profetas: "La Palabra vino a su casa,
por el amor. En la Antigua Alianza, Ios hombres debían pero los suyos no Ia recibieron." Y Dios envió su Palabra
ir a Dios por el cumplimiento de la Ley; en la Nueva a habitar entre los hombres, a sufrir y morir para decirles
Alianza, hay que cumplir todavía la Ley, pero la Ley se el Amor de su Padre.
condensa en su precepto más elevado, el del amor'
A un escriba que Ie preguntaba: "Maestro, ¿cuál es
el mandamiento mayor de la Ley?, Ie responde Jesús: La Palabra engendrada

Amarás al Sdñor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda San Juan ha querido llamar a Cristo "eI Verbo" (la
tu alma y con todo tu espíritu: éste es eI mayor y el Palabra), en razón de toda.esa obra de revelación, que
primer mandamiento. El segundo es semejante al prime- comienza el día de Ia creación, continúa en la eeonomía
ro: amarás a tu prójimo eomo a ti mismo- En estos dos de la Antigua Alianza, y acaba, al menos por io que hace
mandamientos se resumen toda la Ley y los profetas
(ML 22, 31-40).
a su fase terrestre, con la Enearnación. La teologÍa de San
Juan es pues en un principio una "teologÍa funcional".
Estos mandamientos del amor de Dios y det prójimo Dom J. Dupont lo ha subrayado vigorosamente: "No
estaban ya contenidos en la Ley antigua. Y Cristo no hace creemos que la teologÍa de Juan sea una teología de las
aquí más que citar eI Deuteronomio y el Levítico' Pero, esencias, una teologÍa "De Verbo incarnato", en el sentido
aI citarlos, los coloca en qna nueva luz, los destaca de todo que tal tratado ha tenido entre nosotros. Juan no se dedica
el montón de observancias secundarias, que habÍan proli- a la búsqueda de una explicación filosófica del misterio de
ferado como un cáncer monstruoso, y tenÍan peligro de Cristo; su atención se fija mucho más en Ia misión de Je-
sofocarlos. sús que en su personalidad metafísica..." (o.c., pág. 7). Y
Otro día, de una manera más expresiva, dice Cristo: más adelante: "Cuando San Juan dice que Jesús no es
sólo el que trae la Palabra de Dios, sino esta Palabra mis-
Todo lo que vosotros queráis que los otros hagan por ma, su intención no es definir la naturaleza trascendente
vosotros, hacedlo vosotros por ellos; eso es la Ley y los del Hijo de Dios, o determinar el modo de su origen en
profetas (Mt 7, L2\. Dios. El término Logos no designa a Cristo como lo hace
un nombre personal y propio; sino que Jesús es la Pala-
Por último, en Ia víspera de su muerte, deja este tes- bra de Dios en su relación con el mundo y con los hom-
tamento a sus aPóstoles: bres" (Ib. pág.58).
Es cierto. San Juan llama a Cristo "Palabra" ante toda
Hijitos mlos, os dejo un nuevo mandamiento: que os para indicar el papel que ha desempeñado de cara al
améis los unos a los otros; como yo os he amado, amaos
los unos'a los otros (Jn- 13, 34). mundo y de cara a los hombres. Pero ¿es verdad que San
1,+1 COMEI.¡'IARIO TEOLóGTCO y nevulrcróN
PALABBA DE Dros 145

Juan no ha tenido ninguna idea más profunda en su que es el Verbo (y eI Verbo estaba junto a Dios), como se
cabeza? Una observación nos hace dudar de ello. En la distingue también del Padre en cuanto es Hijo (el Hijo
primera mitad del Prólogo, San Juan llama a Cristo "Pa- único que está en el seno del Padre). ¿No tendrÍamos ahí
labra"; pero en la se§unda mitad, le va a llamar "Hijo un esbozo de lo que se irá haciendo explícito en Ia refle-
único". Ahora, en los versículos que forman la bisagra xión teológica posterior?
entre las dos partes (12 y 13), San Juan explica que Cristo
ha podido darnos eI llegar a ser hijos de Dios precisamente
porque El es el Engendrado de Dios por excelencia. Por
consiguiente, el evangelista va a llamar a Cristo "Hijo de
Dios" ante todo en una perspectiva de "teologÍa funcionall',
en razón del papel que Cristo va a desempeñar con rela-
ción a los hombres (y en este sentido tiene razón Dom
Dupont). Pero si Cristo puede desempeñar este papel de
concedernos el llegar a ser hijos de Dios, es en razón de
lo que El ¿s: e1 Hijo de Dios (por su generación eterna
como por su nacimiento virginal). La función que Cristo
cumple está fundada en su naturaleza, en su esencia.
A partir de esto ya es lícito generalizar, y decir que si
Cristo es llamado "Palabra", lo es en primer lugar por ra-
zón de su función reveladora. Pero esta misma función
reveladora está fundada en la naturaleza misma de Cristo.
Es decir, antes de toda revelación, EI era ya, en un cierto
sentido, la Palabra de Dios (de la misma manera que los
libros sapienciales, hablando de la Sabiduría, dicen que
era ya Sabiduría en Dios antes incluso de la obra de la
creación). El Verbo era, en un cierto sentido, la expresión
del pensamiento de Dios.
Los teólogos afi4man que eI Verbo de Dios procede del
Padre por modo de generación. De ahí que puede decirse
"Hijo" en cuanto que es el Verbo que procede del pensa-
miento del Padre. Ciertamente, San Juan, en el Prólogo,
no ha llevado tan lejos su teología del Verbo. Sin embargo,
sí se notará que voluntariamente pone en dos líneas para-
lelas los dos términos "Verbo" e "Ifijo". Por otra parte,
ii San Juan dice que Cristo se distingue del Padre en cugnto
er pnóLoco DE saN JUAN.-1o
l

I
¿

't

LA PALABRA SABSISTENTE
(Jn t, lbc)

Dios habló a su pueblo por boca de los profetas. Des-


pués de ellos, Cristo vino a hablarle en nombre de su Pa-
dre. Pero, el que Cristo nos haya hablado del amor del
Padre no impliea necesariamente que Cristo haya sido
Dios, igual que su Padre. ¿No era é1 un profeta, tal vez
mayor que sus predecesores, pero un profeta mortal como
los otros? ¿Cómo ha llegado a comprender San Juan que
este Jesús de Nazaret era una Persona divina, la Palabra
de Dios, en un sentido distinta de Dios, y también idéntica
a Dios? ¿Cómo ha podido llegar a escribir: "Y el Verbo
estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios"? Estarnos tocan-
do aquí uno de los problemas más apasionantes del cris-
tianismo primitivo: ¿cómo han adquirido los apóstoles
conciencia de Ia divinidad de Cristo?
Parece que no han podido llegar a ello con plenitud,
hasta después de Ia resurrección de Cristq al reflexionar
sobre sus palabras, sus actitudes, y también sobre las
profecías del Antiguo Testamento. Y esta refiexión la han
hecho iluminados por el Espíritu Santo: "Todavía tengo
muchas cosas que deciros, pero no podéis comprenderlas
ahora; cuando venga el Espíritu Santo, él os introducirá
l=

I
i.
L48 COMENTARIO TEOIóGICO l. Lr PTLABRA suBsrsrENrE 149
1

en la verdad completa" (Jn 16, 12-13). Como los demás díos; se había llegado a convertir en objeto de culto.
apóstoles, como los cristianos de las primeras comunida- i Hasta tal punto que ya no era Dios a quien se adoraba,
dés de Jerusalén o de Antioquía, San Juan se ha entregado
I

I sino a Ia Ley... En consecuencia, esta Ley había adquirido


también a este trabajo de reftexión. Su pensamiento, tal tal importancia, que había llegado casi a personificarse, a
como está formulado en el primer versículo del Prólogo,
i
ser considerada como un intermediario entre Dios y los
parece haber sido preparado por tres corrientes paralelas
1.

hombres. De hecho, es muy difÍcit determinar si el judaÍs-


det judaísmo: 1) tas especulaciones judías sobre Ia Ley mo habÍa liegado a la idea de una verdadera personifica-
(la Torá); 2) las especulaciones del judaísmo alejandrino ción de la Ley, considerada como una hipóstasis; pero a
sobre la sabiduría; 3) los últimos desarrollos del Antiguo ello tendía, y esto es Io único que importa.
1o5. Pero la luz de-
Testamento sobre la Palabra de Dios Ahora bien, no es ciertarnente un azar si, en sus es-
finitiva le ha venido de su experiencia personal, cuando peculaciones sobre la Ley, el judaÍsmo se encuentra de
ha vivido en contacto con Cristo, con la Palabra heiha hecho con los desarrollos de San Juan sobre Ia Palabra 106.
carne. Los escritos rabÍnicos, efectivamente, describen la Ley, Ia
Torá, como creada antes de todas las cosas; algunos pre-
cisan más: dos mil años; otro: 974 generaciones antes...
Las especulaciones iudías sobre la Ley La Ley se presenta junto a Dios, sobre las mismas rodillas
de Dios. Algunos la Ilaman "hija de Dios", lo cual es
No conocemos las especulaciones judías sobre la Ley recon@er de alguna rnanera su divinidad. Lo mismo que
más que por los escritos rabínicos, que son todos poste- la Palabra en el cuarto Evangeliq la Ley ha desempeñado
riores a la época en que escribió San Juan. Pero las ten- su función en la creación: es eI arquitecto, es también el
dencias que los hán preparado se remontan más allá: exis- plan de Ia ereación. Como escribía un rabino: "Cuando
tían ya en tiempo del fariseísmo contra el cual se alzaba Dios creó el mundo, tenía los ojos fijos en la Torá"; y €D
Nuestro Señor. Pueden pues ayudarnos a comprender en este sentido se interpreta el comienzo del Génesis: "En
qué líneas se orientaba ya, en el primer siglo, el pensa- el principio, creó Dios el cielo y la tierra"; en el principiq
miento judío. es decir: en la Torá, en la Ley. Finalmente, son nume-
En tiempo de Nuestro Señor, como consecueneia de rosos los textos en los que la Ley está descrita como si
una deformación de la conciencia religiosa, lo esencial de fuera la luz y Ia vida de Israel (cf. Jn l, 4-5), porque ella
la religión judía oficial estaba centrado en una observan- sola puede condueir al pueblo santo hasta su destino,
cia escrupulosa de la Ley en toda su literalidad, hasta los hasta Dios...
más ínfimos detalles. En consecuencia, la Ley había como Todos estos paralelismos no pueden ser efecto de un
extraviado en provecho suyo el celo religioso de los ju- azar. Y como no se puede pensar en una influencia recí-
proca, ni de los escritos rabÍnicos sobre San Juan, ni de
1o5 Véase ya en este Eentido las reflexlones de Strachan, op' laud"
pp' 90-96' San Juan sobre los escritos rabÍnicos, hay que admitir la
Bst.rs concepios de Palabra, Sabialurfa, IJy, puede,n parecernos hoy heterogé-
neo§; pero para los autores sagtados, eran casl slnónlmos' Ya §e ha vi§to cómo
i"l'v-pá"i"" eran idéntlcos. r.o8 llbros sagrados ldenuflcan iguatmente la
I.Éi, i f" Sabidurla, en cuanto per¡niten al hombre camlnar según Ia voluntad
de Dios: cf. Ecl 24, 22i ltsat 4,2. ¡o. Cf. SrR^cB-Br¿r¡nsEcr, II, pp. 353.358.
r1
i
1

LA ¡ALABRA srr¡srstfEt¡r 151


GÚuD¡mARIO TEOIóGrco
15()
como arquitecto... La SabidurÍa estaba presente cuando
de pensamiento' Es pro-
influencia de un mismo ambiente
'i"Ui" hacía el mundo..."
q"" antes de haber encontrado a Cristo' San Juan se
correli- Es exactamente el mismo contexto de pensamiento que
de sus
;;;;tf*""sentado Ia Ley como la mayoría había for-
tenemos en los tres primeros versÍculos del Prólogo... Igual
según las concepciones que de ella
;i;;"ilt, judaismo' que a propósito de la Ley, se ha preguntado si el judaÍsmo
il"ao eI Y tal vez quiera mostrar precisamente se habÍa elevado hasta Ia idea de una Sabiduría personal-
que sOto-Cristo es la verdadera Torá'
la verdadera Ley; mente subsistente, y, en un cierto sentido, distinta de Dios.
para sí todas las prerroga-
i-n,r" él solo puede reivindiear enriquecer a la Ley- de
Dicho de otra manera: en estos textos, ¿parece ser la
iü" A" qrru "t ¡udaismo gustaba
por Moisés' la Gracia y la Ver-
Sabiduría una persona distinta de Dios en virtud de una
Moisés. "LaLey fue dada pura ficción poética, o realmente la concebían los autores
(Jn 1' 17)'
dad nos han venido por Jesucristo" sagrados coino salida de Dios, y en cierto moqo distinta
de é1? También aquí es difícil dar una respuesta, y los
críticos han propuesto las dos opiniones. Ciertamente al-
Las especulaciones sobre la Sabiduría gunos textos parecen rebasar el estadio de la simple persG
nificación poética... De todas maneras, incluso en eI caso
sobre la Ley' se
Paralelamente a las especulaciones en que, realmente, el judaÍsmo no haya llegado plena-
desarrollaron, principalmente
en Ateian!{a' f1:^:tl:""' rnente a la idea de una SabidurÍa que sea hipóstasis, es
Estas nos son me]or cono-
laciones sobre la SabidurÍa' decir, a la vez divina y distinta de Dios, a eso tendía; y
al cristianismo'
cid,as, al menos para la época
anterior eso es lo que a nosotros nos interesa. Por consiguiente,
llegaáo hasta lot:To.t en los libros sapien-
;;ó" han Ioslroverbios' también aquí, lo mismo que en las especulaciones sobre
ciales: Job, la SabidurÍa' el Eclesiástico' la Ley, hallaba San Juan una atmósfera ideológica que
conocer estos textos
Ya hemos tenido ocasión de dar a él conocÍa perfectamenle, y que le preparaba para su eon-
del Prólogo' Los
a propOsito del plan y d"lu estructura 6; Sab 7' 25- cepción propia de la Palabra de Dios subsistente.
más caracterÍstiios sln: Prov
8' 22-9'
24'3-2i' Bastará con repetir
8, 10; 9,9-18; Ectes 1'l-20;
recuerdan las del Prólogo' Los testos bíblicos sobre la Palabra personificada
aquí Ias expresiones que más con Dios'
La SabidurÍa se describe en sus relaciones me dio eI ser
"Yavé Son raros los textos en los que la Palabra de Dios apa-
anterior a la obra de la creación:
desdé la eternidad fui rece como personificada y como distinta de Dios. No
en el principio de sus designios"'
abismos' yo fui con- obstante, hay dos gue parecen haber tenido una influen-
yo fundada... cualdo- no existían.los
cebida.'. La Sabiduría está a
tu lado' conoce tus obras"' cia decisiva en la orientación del pensamiento de San Juan.
La sabiduría está con Dios para siempre"'
Yo he salido El primero se lee en el libro de la SabidurÍa. El autor
me ha creado desde ia describe en é1el exterminio de los primogénitos de Egipto,
de la boca ¿et- ¡'ttisimo" ' Diot
cuando el Exodo, en estos términos:
Lrnidad, desde el comienzo"'" *-^* su papel nqnpr en
, la
La Sabidu'i""'o que desernpeñar
cielos' allí estaba yo"' Cuan- Cuando un profundo silencio lo envolvía todo, y en eI
creación, "Ct'"t'¿o fundá los momento preciso de la medianoche, desde lo alto de los
Ia tierra' yo estaba a su lado
do puso to' to'áatentos de
,ry
:,i
:'\

762 coilErrlRro r¡o¡ác¡co t¿ P^LAaRA suBsrarEr+rE 15S

cielos, desde tu trono real se lanzó tu palabra omnipo- mundo y vuelvo al Padre" (Jn 16, 28). Por último, la
tente; como invencible guemero, irrumpió en medio de Palabra ha sido enaiada por Dios; y Cristq en eI Evan-
una tierra destinada a la ruina, llevando por aguda es' gelio de San Juan, dirá con tanta frecuencia que él ha
pada tu decreto irrevocable;. se detuvo y llenó de muerte
el universo; y caminando por la tierra, tocaba el cielo sido enviado por Dios, que incluso podrá designar al Padre
(Sab 18. 1rt16). por esta sola expresión : "El que me ha enviado"... Parece,
pues, que este texto de Isaías ha sido el origen inmediato
En este texto la Palabra de Dios aparece verdadera- de la teología de San Juan acerca de la Palabra...
mente como personificada: viene a la tierra para cumplir
la obra de la venganza divina, como una persona real
enviada p'or Dios. San Juan se ha inspirado en este texto Ita erperiencia d,e la Palabra hecha cdrne
cuando, en el Apocalipsis, representa a Cristo con los ras-
gos de un jinete fulgurante que viene, al final de los Antes de encontrarse con Cristq San Juan ha cono-
tiempos, a exterminar las naciones paganas. Este Jinete cido las especulaciones del JudaÍsmo sobre la Torá, la
se llama "Palabra de Dios", y lleva en su boca una aguda Ley; especi¡laciones que tendían a hacer de la Ley; salida
espada, la espada de los decretos de exterminio contra de Dios, una entidad distinta de Dios y subsistente por
la bestia y sus huestes (Apoc 19, 13-15). sí misma. Del mismo modo, también ha conocido San Juan
El segundo texto, el que tal vez ha contribuido más a las especulaciones del judaísmo alejandrino sobre la Sabi-
fecundar el pensamiento de San Juan, es el que hemos duría, que tendÍan igualmente a hacer de esta Sabiduría
leído ya en Is 55, 10: divina una entidad distinta de Dios, enviada por Dios a
la tierra. Finalmente, San Juan se ha alimentado en los
Como baja la liuvia y la nieve de los cielos y no vuelven diferentes libros de la Biblia, y ha conocido esos textos
allá sin haber empapado y fecundado la tíerra y haberla en los que Dios, por medio de sus au',ores inspirados, ha-
hecho germinar, dando la simiente para sembrar y el blaba de enviar su Palabra sobre la tierra, para la salva-
pan para comer, asl la Palabra que sale de mi boca no
vuelve a mí vacÍa, sin haber cumplido lo que yo querÍa,
ción de los hombres...
sin haber logrado aquello para lo que yo la había en- En eI contacto con Cristq San Juan fue comprendiendo
viado... (Is 55, 10). poco a poco que El era la verdadera Ley, la verdadera Sabi-
duría, la verdadera Palabra divina... Oyendo a Cristo ha-
Este texto de fsaías, en el que la Palabra de Dios apa- blar en nombre de Dios, y proclamarse Dueño del sábado,
rece de verdad como una Persona distinta de Dios, es y perfeccionar la Ley mosaica, y enseñar con una sabi-
anticipadamente de San Juan. En el profeta, la Palabra de duría que suscitaba a la fuerza la admiración de sus
Dios está concebida en los mismos términos que repetirá enemigos... Oyendo a Cristo repetir que El había salido
el Cristo de San Juan al describir sus reláciones con Dios. del Padre, que El había sido enviado por el.Padre, que El
La Palabra sale de Dios, como Cristo dirá que ha salido volvía de nuevo al Padre... Reflexionando sobre toda la
del Padre (Jn 8, 42; 17,8). La Palabra sale de Dios, viene Persona y manera de obrar de Cristo, San Juan com-
a la tierra, y vuelve de nuevo a Dios, como dirá Cristo: prendió que este hombre a quien él había visto vivir y
"He salido del Padre y he venido al mundo; dejo el actuar, a quien había oído hablar, no era otro que esta
----_/

l# coMpr¡r Rro rEolóclco

Ley y esta Sabiduría y esta Palabra de Dios, de la que


habían hablado los autores sagrados, personifieándola de
alguna manera. Por una parte, San Juan comprendió que
ese hombre misterioso, a quien él habÍa visto vivir, era
la Palabra misma de Dios, era Dios... Y por otra parte,
comprendió que si los textos sagrados tendÍan a perso-
nificar la Palabra de Dios, era porque, en realidad, en un
cierto sentido, la Palabra se distinguía de Dios, puesto
que había sido enviada por Dios a la tierra y durante un
cierto tiempo había vivido entre los hombres.

EL PAPEI.CREADOR DE I.A PALABRA '


(Jn 1,3)

En el versÍculo tercero del prólogo, San Juan afirma


que todo ha sido hecho por la palabra. pero
¿qué quiere
decir a punto fijo eon esta expresión? ¿Cómo entiende él
este papel de la Palabra en la creación? Tres interpreta-
ciones, en efecto, parecen posibles: 1) La palabra podría
considerarse como un pod;er eficiente emanado de Dios,
y en virtud de este poder los seres habrían sido creados;
2) La Paiabra se concebirÍa como llevando en sí el ,,nom-
bre", según el cual habrían sido sacados los seres de la
nada; 3) la Palabra contendrÍa en sí al mismo tiempo el
"nombre de los seres" y el ,,poder,, que habría contri-
buido a su creación.
En realidad, resulta imposible resolver la ctiestión por
solo este texto del Prólogq pues Ia preposición empleada
pbr San Juan (todo se hizo por él) es susceptible de los
tres sentidos enumerados más arriba. por otra parte. San
Juan no habla en ningún otro lugar de su Evangelio del
papel creador de la Palabra. Sólo nos queda una solueión
para salir de este callejón sin salida: dado que el pensa-
miento «ie San Juan está en la confluencia de tres corrien-
tes de pensamiento paralelas, si estas tres corrientes refle-
156 coMDNrARro rEorócrco
EL pApEú. cREADoR DE LA pALTTERA 157

jan las mismas ideas sobre la creación, se podrá suponer niza el mundo teniendo los ojos fijos en Ia Sabidurís" Lo7.
que San Juan ha conservado la misma línea de pensa- Dicho de otra manera: la Sabiduria no es la causa eficiente
miento, en un problema en el cual la revelación no apor- del mundo, sino que es la responsable del orden y de Ia
taba, al parecer, nada de nuevo. Veamos, pues, cómo se armonÍa del mundo, porque Dios lo ha creado todo te-
concebía el papel de la Torá (la Ley), de la Sabiduría y niendo en cuenta Ia Sabiduría.
de la Palabra en Ia creación. El papel creador de la Palabra, en el Antiguo Testa-
Por lo que se refiere a la Torá, jamás le conceden los mento, es más complejo. Algunos textos, como los que
hemos citado más arriba, sí parecen atribuir idea y efi-
textos rabínicos una eficiencia de la clase que sea. Al con-
ciencia a la Palabra de Dios, al menos implícitamente. Así,
trario, la Torá se representa de ordinario como el plan
en el relato de la creación del comienzo del Génesis, y en
según el cual ha sido creado eI mundo. Ya hemos citado el
Ios textos que en él se inspiran, la Palabra de Dios apa-
texto más expresivo: "Cuando Dios creó el mundo, tenía
rece como tuna orden' entraña pues un doble elemento:
Ios ojos fijos en Ia Torá..." La Ley es pues esencialmente
en prirner lugar, contiene la idea según Ia cual Dios va á
el orden, la "ratio" que preside Ia elaboración del mundo,
pero no el poder que crea eI mundo.
crear los seres; Dios diee, enuncia, el nombre de la cosa
que va a crear, es decir, su esencia. Pero la Palabra, dado
Los textos sobre Ia Sabiduría son menos claros. En el que es tarnbién una orden, contiene una eficiencia, un in-
mismo libro de la Sabiduría, ésta parece dotada de alguna
flujo de la voluntad divina... Sin embargo, puede uno
eficiencia; pero, cosa excepcional en'el pensamiento judío, preguntarse si esta idea de eficiencia, de poder, pertenece
la Sabiduría está ahí identificada con el Espíritu de Dios, propiamente a la Palabra, o si le es accidental.
y sin duda a título de tal se le atribuye cierta eficiencia. En efecto, al lado de la Palabra de Dios mencionan
En los otros libros, no se trata de eficiencia: la Sabiduría también los libros sagrados con frecuencia el soplo de Dios,
está allí presente, cuando Dios crea el rnundo, y se en- el Espíritu de Dios. Al comienzo del reiato de la ereación,
tiendd que es responsable del orden,, de la armonía que el autor sagrado dice que "el Espíritu de Yavé se cernÍa
el mundo refleja (cf. Prov B, 27-30). sobre las aguas". Igualmente, en el salmo 33, leemos:
Si hay orden, si hay "sabiduría" en el mundo, es por- "Por la Palabra de Yavé han sido hechos los cielos, y todo
que Dios lo ha creado en armonía con su propia sabiduría. su ejército por el aliento de su boca" (Sal 33, 6). También
trsta idea está particularmente ciara en el elogio de la en otros textos se atribuye la creación al solo soplo (Espí-
Sabiduría que leemos en eI libro de Job 28,24-28:. ritu) de Dios. AsÍ en el salmo 104, 30: "Envías tu aliento,
y se crean, y renuevas la faz de la tierra." Cuando el
Pero la Sabiduría, ¿de dónde viene?... Dios solo conoce profeta Isaías exclama: "¿Quién ha creado todos estos
sus caminos... Cuando quiso dar peso al viento, y dispo- astros, sino aquel que los llama por su nombre? Su fuerza
ner las aguas con medida, cuando dio leyes a Ia lluvia, y
es tan grande que no falta ni uno solo" (Is 40, 26), parece
camino al fragor de1 trueno, entonces Ia vio y la evaluó
y ia conoció a fondo. distinguir bien entre la Palabra de Dios, que pronuncia

Un autor ha podido aplicar a este pasaje el texto rabí-


nico citado antes: "Se tiene la impresión de que Dios orga- rl7 A. RoBEnr, art. clt.
CoUDNTAATO AFOúGICO

el nombre de los astros (es decir, que enuncia su esencia),


y el poder divino, que los hace existir...
Al lado de la Palabra de Dios, está pues el Espíritu, o
el aliento de Dios. Ahora, en el Antiguo Testamento, el
Espíritu aparece constantemente como aquel a quien se
atribuye eI poder divino: Espíritu de Yavé y poder están
íntimamente unidos... Y por eso es preferible disociar las
ideas de Palabra y de Poder. La Palabra de Dios es esen-
cialmente el e¡unciado de una esencia, de un "nombre"...
En la obra de la creación, Dios, con su Palabra, pronuncia
el "nombre", la esencia, la idea de los diferentes seres;
pero los seres salen definitivamente de la nada en virtud LA NUEVA CREACION
del Poder del Espíritu. Si esta Palabra aparece a veces (Jn 1, 1-5)
dotada de eficiencia, lo es en virtud del aliento, del espí-
ritu, que necesariamente la acompaña.
Es, pues, probable que, también para San Juan, la San Juan comienza su Prólogo por una referencia ex-
Palabra de Dios desempeñe un papel en la creación porque plícita a la obra de la creación, tal como éstá relatada en
la Palabra es Ia enunciación de una idea, de un nombre; el primer capítulo del Génesis i "En el primipio creó Dios
y no porque esté dotada, en cuanto tal, de eficiencia. Todos el cielo y la tierra... Dios üjo: haya luz, y hubo luz... y
los seres han sido creados e¿ la Palabra y por la Palabra, separó la hn de las tinieblas." Y en el Prólogo: "En el
en el sentido de que Dios ha proclamado su "nombre", su principio existía la Palabra... Todo se hizo por ella... y
esencia, para que pudieran venir a la existencia. Pero, la luz brilla én las tinieblas..." Esto lo ha hecho San Juan
según el mismo testimonio de San Juan, la Palabra existía con vistas a un objetivo muy preciso: establecer un para-
en Dios absolutamente antes de la creación; -su existencia lelismo, alavez que una oposición, entre la obra creadora
no puede depender de la obra creadora. En consecuencia de Dios, en el primer día del mundo, y la obra salvadora
hay que concluir, aunque San Juan no Io dice, que la de Cristo, del Yerbo hecho carne. Este paralelismo está
Palabra, puesto que es expresión de un "nombre", es esen- subrayado además por la estructura misma del Prólogo.
cialmente expresión de ese nombre eterno que es Ia esencia En efecto, se ha visto que, al versículo tercero: "Todo se
divina: es el Verbo que Dios concibe pensándose a sÍ hizo por El, y sin El nada se hizo", corresponde, en la
mismo. segunda parte, el versícula 17: "... la gracia y la verdad
se hicieron por Jesucristo". Pero la gracia y la verdad,
como ya precisaremoɡ, es la esencia misma de nuestro
organismo espiritual de hijos de Dios. Por tanto, San Juan
pone en paralelismo la obra creadora de la Palabra de
Dios, y su acción en eso que San Pablo llama "la nueva
creación en Cristo", nuestra elevación al orden sobrena'
160 couE¡grlrt¡o rEolócrco r,e NITErA cnpec¡úr¡ 161

tural, en cuanto hijos de Dios. Tratemos de ver primera- cuaroe (6-5); siete (¿u ocho?) días de la fiesta
mente cómo esta idea, solamente esbozada en el PróIogo, -a) los(7-g);
de los Tabernáculos los discursos que tuvo
ha sido mucho más ampliamente desarrollada en el resto Cristo cuando la fiesta de la -b)
Dedicación, con la resurrec-
de1 Evangelio. Después analizaremos las razones teoló- ción de Lázaro que al poco le sigue (10-11); {) la sema-
gicas de este paralelismo querido por San Juan. na santa, cuando Ia tercera Pascua, que termina con la
muerte de Cristo (12-19) ; por último, la semana pas-
cual, comprendida entre las -7)apariciones de Cristo, a ocho
La estructura del Euangelio días de distancia (20). Esquematizándola un poco, puede
decirse que San Juan ha querido repartir la vida de Cristo
Como ya lo han hecho notar cierto número de comen- en siete períodos de siete d.ías, en siete semanas.
taristas, San Juan ha querido repartir los diferentes epi- SerÍa un error no ver ahí más que un juego pueril
sodios de la vida de Cristo según una sucesión de períodos del evangelista, o incluso un cuadro cómodo y artificial
bien determinados. Es fácil constatar que los aconteci- para encuadrar en él la vida de Cristo. Esta estructura
mientos que señalan el comienzo de la vida pública de esquemática corresponde al designio indicado ya en el
Cristo+I testimonio del Bautista sobre Jesús (1, 19-34), próIogo: poner en paralelismo Ia obra de la creación y Ia
el llamamiento de los primeros discípulos (1, 35-51), y el obra mesiánica. La§ siete veces siete días de ininisterio
primer milagro en Caná de Galilea (2, 1-1l)--están inten- mesiánico corresponden a los siete días de la creación. O
cionadamente distribuidos por San Juan a lo largo de siete más exactamente, esta estructura esquemática nos invita
días, cuyo cómputo está cuidadosamente anotado: al día a poner el rninisterio mesiánico en paralelismo con la
siguiente, al día siguiente, al día siguiente... tres días des- obra creadora de los primeros días.
pués... Es la primera semana del ministerio mesiánico108. Este paralelismo está subrayado también por el hecho
Pero la división cronológica no para ahí, Es toda la de que las siete semanas del evangelio parecen repetir,
vida de Cristo la que está distribuida según siete épocas en cierta medida, las ideas principales de los siete días de
diferentes, que se refieren a las principales fiestas del la creación. Segrin el relato del Génesis, los tres primeros
año judío; muchas de estas fiestas cuentan exactamente dÍas están consagrados por Dios a un trabajo de separa-
una semana. Así se tendría sucesivamente: la pri- ción: separación de Ia 1uz y tas tinieblas, separación de las
mera semana, antes mencionada;
-1)
los acontecimientos aguas inferiores y supericres por el firmamento, separa-
que gravitan en torno a la primera -Z)fiesta de Pascua (2, t3; ción de la tierra y de las aguas. Lo mismo, en el cuarto
4, 54); los que gravitan en torno a la segunda Pas- evangelio, San Juan ha querido reunir en las tres primeras
-3) semanas los diversos episodios de la vida de Cristo que
mejor simbolizan la separaci,ón entre la nueva economÍa y
la economía antigua, y la sustitución de la una por la otra.
l0¡ El P. Allo s€ñala esta dlvisión en siete dfas de los comienzos del mlnis-
terio de Crlsto, y la expllca como una lntenclón deliberada de San Juan de El Bautismo del Espíritu, dado por Jesús, debe reemplazar
recordar la obra de la creaclón: .Lo mlsmo que Motsés habfa representado Ia
creación del mundo material a Io largo de s¿e¿e dlas, San Juan ha querido, a
nuestro Juiclo muy consclentemente, presentar tamblén en una s¿mano la ln-
troducclón en él mundo de la «nueva creaclónr predicada por San Pablo.r rl, Invirtiendo ¿l orden de los capftulos 5 y 6, como lo proponen muchos
L'Euaigile spirituel d.e saint Jean, p. 75. autores; entre ellos, el p, Lagtange.
EL PRéúco »e srx ¡uru.-ll
"!

LA NU¡VA cn¿ecróx 163


162 COMENTARIO TEOLoGICO

Finalmente, Dios descansó eI día séptimo. La séptima


el bautismo de agua, dado por el Bautista (1, 19-34); eI
semana es la semana pascual, con Ia gloria de la Resurrec-
vino de ia economía nueva, traído por Cristo, debe reem-
ción, que será el origen de nuestro descanso del domingo.
plazar el agua de las purificaciones antiguas (2, 1-11);
el cuerpo resucitado de Cristo sustituirá al Templo como
lugar del nuevo culto (2, 74-21); a todos aquellos que
I nt erpr etaci.ón t oló gic a
quieran entrar en el reino de Dios se les exige un naci- e

miento nuevo por eI Espíritu (3, 1 ss.); el culto en espí-


Tanto en el Prólogo como en el resto del Evangelio,
ritu y en verdad debe sustituir al culto ejercitado hasta San Juan presenta pues Ia obra mesiánica como una nueva
ahora, sea en Jerusalén, sea sobre el monte Garizim
creación. En eso ernpalma con la enseñanza de San Pablo,
(4, 20 ss.); eI mismo sábado debe ceder el paso a la obra
cuando dice de nosotros que somos "una nueva creación
vivificadora de Cristo (5, 1 ss.); el cuerpo de Cristo viene
en Cristo" (2 Cor 5, L7; Gál 6, 15). ¿Cuál es eI alcance
a reemplazar el maná del cielo que habían comido los de estas expresiones de pensamiento? ¿Son simples imá-
Hebreos en el desierto (6, 1 ss.). En resumen: a la obra de
genes, puras metáforas, o corresponden a una visión real
separación de los tres primeros días de la creación corres-
ponde la obra de separación cumplida por Cristo.
y realista del desarrollo de la historia? Para entenderlo,
hay que remontarse brevemente a los orÍgenes del pensa-
En el día cuarto Dios creó los astros que presiden el
miento judío referente a la sucesión de dos mundos dife-
día y la noche. Y la cuarta semana de la vida de Cristo
rentes: el mundo presente y el mundo futuro 110.
está dominada por la idea de la luz: la luz se sitúa durante
La idea ha nacido en los siglos w-rr antes de la venida
la fiesta de los Tabernáculos, que era la fiesta de la luz;
de Cristo, del contraste violento entre las promesas hechas
aliÍ se proclama Jesús \a Ltz del mundo (8, 12); cura al
ciego de nacimiento, y él mismo deduce el simbolismo del
a Abraham, después a David, y la situación en la que
se encontraba eI pueblo santo en los años oscuros que
milagro: los ojos de los homL¡res deben abrirse a la nueva
siguieron a los primeros entusiasmos del retorno del Exi-
luz que El trae.
En eI quinto dÍa de ia creación, Dios hizo aparecer ia
lio. En efeeto, por una parte Dios había prometido a
Abraham y a su descendencia darles la tierra en herencia.
vida en el mundo. Durante la quinta semana de su mi-
Partiendo de este dato esencial, la reflexión judía había
nisterio, Cristo aparece más especialmente como el Dueño
llegado a esta idea del pueblo santo reinando sobre toda
de la ui,da: es el buen pastor que lleva a su rebaño a
la tierra, después de haber reducido a servidumbre a todas
los pastizales, para que tengan la vida en abundancia
las naciones que Ie habían perseguido y esclavizado. Este
(10,9-10); él mismo se proclama la resurrección y la vi-
reino debía realizarse bajo la guía del Mesías, descendiente
da (11, 25),y, para subrayarlo, resucita aLázaro, después
de David, que establecería la paz sobre la tierra. Perspec-
de cuatro días en el sepulcro.
tivas puramente terrestres, de un reinado terreno...
En eI día sexto creó Dios al hombre a su imagen y
Frente a estas promesas divinas, estaba la realidad:
semejanza. La sexta sernana de Ia vida de Criscto es la
renovación del hombre por la sangre y la muerte de. Cris-
to; el hombre es salvado y regenerado en la sangre de rto Cf. Paul lolz, Die Eschatologie d.er fudischen Getueind,e btl nelrtestü
mentlichen Zeitalter, Tübingen, 2 Aufl,, 1934.
Cristo.
TJ

$'
Itr,

COMENTARIO TEOTóGICO
tA NUEya cnpec¡óx
eI pueblo santo subyugado por otros pueblos, los Caldeos,,
después los Persas, Iuego los griegos, después Ias dinastías "Mi Reino no es de este mundo... Si mi Reino fuera de
de Alejandría o de Antioquía, salidas de la desmembración este mundo, mis ministros habrÍan luchado para que yo
del imperio de Alejandro... Pero había otra cosa peor; fio fuera entregado a ios Judíos... pero mi Reino no es de
mientras que eI reino mesiánico debía ser un reino en el aquí..." (Jn 18, 36). Siempre en el Evangelio de San
que reinara el bien, la justicia, la fidelidad a Dios, los Juan, vemos a Cristo hablar repetidas veces del ,,príncipe
Judíos se veian obligados a constatar que eI mal se des- de este mundo", que es Satanás... Implícitamente eso es
arrollaba más y más. Hasta en Judea, en el corazón de reconocer la oposición entre este mundo de aquí, some-
la Tierra prometida, la religión de Yavé estaba proscrita, tido al mal, a Satanás (el mundo entero yace en eI maligno;
los fieles de Yavé obligados a esconderse, perseguidos por dirá San Juan mismo: 1 Jn 5, I"g), y el mundo futuro,
el odio de los helenizantes... en eI que Cristo debe reinar...
De esta tensión entre eI ideal y Ia sombría realidad ¿Cuál será la naturaleza de este mundo del futuro?
nació la idea de que e1 mundo actual estaba, de hecho, El alma de ese mundo estará constituida principalmente
sometido al imperio del MaI, al poder del prÍncipe de los por el EspÍritu de Dios, cbmo ya lo había cantado el sal-
ángeles caídos, Satanás. En consecuencia, el Mesías no mista:
podía reinar en este mundo; debÍa reinar en otro mundo,
Envfa tu Espíritu (tu aliento), y son creados,
en el mundo que había de venir. Al principio, esta opo- y renuevas la faz de la tierra'
sición entre el mundo presente, sometido al mal, y el (sar 104, g0)
mundo del futuro, sometido a Dios por la mediación del
Mesías, debió quizá entenderse en un sentido muchc más La céluIa inicial de este mundo nuevo, su primer nú-
moral que físico. Pero, a medida que empeoraba la situa- cleo, es el Cuerpo resucitado de Cristo; él ha sido resu-
ción del pueblo, los Judíos habían llegado a acentuar el citado, en efecto, por el Espíritu de Dios (Rom 8, 11) que,
realismo de estos dos mundos, e incluso a concebir el con su poder, lo ha exaltado por encima de todo el uni-
mundo futuro como creado enteramente de nuevo, debien- verso. EI Espíritu habita en adelante con plenitud en el
do desaparecer para siempre eI mundo antip¡uo. ¿No había Cuerpo resucitado de Cristo, pero es para difundirse ya,
hablado ya de los cielos nuevos y de la tierra nueva el desde é1, al mundo entero; y por nuestra unión con el
autor de los capítulos 60-62 de IsaÍas? Cuerpo resucitado de Cristo (Rom G, 1 ss.), recibimos en
Nuestro Señor mismo, y la mayor parte de los autores nosotros la vida del Espíritu. También nosotros nos hace-
del Nuevo Testamento, han repetido y "canonizado" el mos los Templos de Dios, porque eI Espíritu de Dios
principio de los dos mundos que se oponen y se sustituyen. habita en nosotros (1 Cor 3, 16) y porque él nos transforma
Nuestro Señor promete a sus discÍpulos: "No hay nadie con su poder (Ef 1, 78; 2, 5).
que habiendo dejado casa, o hermanos, o hermanas, o EI primer instante del alumbramiento, o más exacta-
padre, o madre, o hijos, o campos, por causa de mí, no mente: la concepción del mundo nuevo se produce el día
reciba el céntuplo en este mundo, y la vida eterna en el de la Resurrección de Cristo, el día en que el Espíritu ha
mundo futuro (Mc 10, 29-30; Mt 19, 27-3O; Lc 18, 28-30; empezado a.tomar posesión del corazón de los hombres.
cf. Mt 24, g). Y delante de pilato Cristo dirá también: Pero ahora, debemos vivir un período largo de gestación,
esperando el alumbramiento... Los dos mundos, el de
r

166 coMENTA.Rro rEor.ócrco LA NUEvA cnstc¡óñ 16?

Satanás y el del Espíritu de Cristo, coexisten todavia. corrutrrción. El mundo creadq tierra y cielo, no será ani.
Llegará un dÍa en que el mundo romperá el seno que lo quilado por Dios el día de ia resurrección de los muertos
ha formado, para entrar en la gloria del Espíritu; eso sino que será transformado por el poder del Espíritu
sucederá en el día de la resurrección de los muertos. Por- Perspectivas misteriosas sin duda algurá, y sobre las
que la resurrección general será también la obra del cuales permanecen discretos 1os autores sagrados; pero
Espíritu, señalará el triunfo definitivo del EspÍritu sobre perspectivas que no hay que deformar, con el pretextá de
la materia: que el mundo futuro debe ser ante todo un mundo ,,espi_
ritual" 112.
Si Cristo está en vosotros, eI cuerpo está sin duda muer- "He aquí que voy a crear los cielos nuevos y Ia nueva
to por el pecado, pero el espÍritu vive por la justicia. Y si tierra". Estas palabras del libro de Isaías (65, l7; 66, 2Z),
el Espfritu de Aquel que resucitó a Cristo de entre los
muertos habita en vosotros, el que resucitó a Jesús de repetidas por San Juan en et Apocalipsis (21, 1) podrían
entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos entenderse en un sentido puramente metafórico, indicando
mortales, por su EspÍritu que habita en vosotros (Roma- la renovarión espiritual y moral del pueblo de Dios en
nos 8, 10"11). términos mesiánicos. Pero Dios las ha pronunciado porque
concebía eI advenimiento del Reino tle los cielos con un
El advenimiento del mundo nuevo estará pues seña- realismo físico que nosotros tendemos demasiado a olvi-
lado por la resurrección de los cuerpos, bajo eI poder del
dar. Entonces se comprende que, euando San Juan pre-
Espíritu; pero, con San Pablo, hay que ampliar las pers- senta Ia obra de Cristo como una nueva creación, que
pectivas so pena de hacer de1 mundo futuro un monstruo.
repite la obra creadora del primer día, 1o hace, también
En efecto, ¿qué significarÍa una resurrección de los cuer-
é1, desbordando notablemente el simple sírnbolo: la obra
pos, sin un mundo material para recibirlos? Y por eso
de Cristo, comenzada hace dos mil años, acabará con la
añade San Pablo 111:
glorificación de nuestros cuerpos, y de la creación entera
El continuo anhelar.de las criaturas ansía la manifes- renovada.
tación de los hijos de Dios. Porque las criaturas han
estado sometidas a la vanidad, no de grado, sino por
razón de quien las somete, con la esperanza de que tam-
bién ellas serán }iberadas de la servidumbre de la corrup-
ción para participar en Ia libertad de la gloria de los
hijos de Dios. Sí, sabemos que la creación entera, hasta
este momento, suspira y sufre los dolores del parto (Ro-
manos 8.79-22r.

No son pues solamente los cuerpos de los hombres


los que serán transformados con el soplo del EspÍritu, sino
la creación entera, que escapará a la servidumbre de la r12 El P. Dubarle ha reacclonado vigorosamente
contra nuestras concep.
ciones demaslado exclusivamente «espirituales» de Ia vida futura. véase su ai-
ticitrLoi Reswrectim et Science, e¡ Lutniére et Vie, abtíl 1952, pp. 9g-1OO. La
ru Sobre la inierpretación de este texto, véase eI reciente estudio del idea de Dios «aniquilando¡ el conjunto de su creación materiar ifuera de r.os
cuerpos humanos) es po¡ otra parte difÍcilmente concebible, teológicamente ha.
P. A. VTARD, Ewectatio creatTrÍae (Rom 8, L9-22), et ncvlre Biblique. 1962, blando.
páginas 3Íl? sig.

Anda mungkin juga menyukai