El dominio de las bacterias está compuesto por un inmenso grupo de seres vivos
que son, de manera general, unicelulares (formado por una única célula) y
procariotas. Un procarionte es un tipo de célula que no contiene orgánulos
membranosos en su interior y su contenido genético se encuentra de forma libre
en él. Estas cualidades las diferencia de las células que forman, por
ejemplo, a los animales, ya que estas son eucariotas.
TIPOS DE BACTERIAS
1. Cocos
Este tipo de bacterias se caracteriza por tener una envoltura celular de forma
esférica. Es decir, cuando son observadas por el microscopio son células
circulares. Los subtipos que existen dentro de esta categoría se basan en cómo se
agrupan las células.
Las bacterias esféricas solitarias se conocen como forma coco. Sin embargo, si en
vez de una son dos células redondas unidas, entonces es son conocidas como
diplococos. Hay uniones más complejas que originan una cadena (estreptococos)
o formas irregulares que parecen un racimo de uvas (estafilococos).
2. Bacilos
3. Helicoidales
La clave está en tres pasos: coloca, mezcla y espera, prácticamente ¡se hace
solo!
Cómo elaborar yogur natural
Yogurt natural
Los ingredientes que necesitas son:
2 litros de leche entera
½ taza de yogur natural sin azúcar (100 g)
1 cucharada de azúcar (10 g)
Preparación
Coloca la leche entera en una olla y ponla a calentar. No dejes que
hierva, ya que cambiaría el sabor del yogur natural. Mantenla durante
10 minutos a unos 90 ºC para que se pasteurice.
Justo antes de que hierva, apaga la flama y deja que enfríe. Con ayuda de
un termómetro verifica que este a unos 40 ºC. En caso de no tener
termómetro, mete el dedo meñique en la leche y si puedes contar 20
segundos sin quemarte ¡está en su punto!
Añade la cucharadita de azúcar y remueve de manera uniforme.
Vierte el yogur y bate muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Vacía en un molde y tapa con papel aluminio para después envolver con
un trapo de cocina.
Deja el molde bien tapado durante 4 horas para que empiece el proceso
de fermentación.
Abre y escurre el suero que soltó y, con ayuda de una cuchara, bate la
mezcla.
Finalmente, ponlo en un recipiente con tapa y déjalo en el refrigerador
durante la noche.
¡Al despertar tendrás tu yogur!