2. La relación universitaria con el conocimiento tiene dos características: a) la
universidad trabaja con conocimiento científico. El conocimiento científico es riguroso y es validado por una comunidad que tiene reglas determinadas (la comunidad científica); b) un universitario puede dar cuenta de los fundamentos de su disciplina, es decir, reflexiona sobre ellos. Puede decir por qué hace lo que hace en su labor universitaria. Esta reflexión constituye su autonomía. La práctica universitaria no es un trabajo automatizable, sino crítico. 3. La crítica de una disciplina siempre supone el reconocimiento de las reglas ya validadas. 4. Que la ciencia deba innovar, o deba estar siempre dispuesta al cambio de sus concepciones, es una visión de la ciencia propiamente moderna. La noción premoderna de conocimiento riguroso no exige “producir” conocimientos nuevos, sino contemplar el orden propio del cosmos (un orden ya dado y que se puede conocer recurriendo a los autores tradicionales –por ejemplo, Aristóteles- o a las fuentes religiosas –la Biblia-). 5. En cambio, la ciencia moderna produce un nuevo tipo de legalidad científica, una legalidad que establece relaciones entre los fenómenos, pero que no conoce la esencia de las cosas. 6. Además, la universidad moderna, a diferencia de la medieval, introduce en la ciencia la investigación. La investigación permite formular siempre nuevas leyes científicas, cuya validez no depende de la tradición, sino del método científico validado. 7. Propuesta de división del texto de Cassirer: A) pp. 345-348: Galileo y Kepler se distancian de los autores aristotélicos (también llamados peripatéticos). En esta parte del capítulo, la antítesis que marca Cassirer se da entre la lógica aristótelica y la investigación empírica. Galileo y Kepler aparecen, entonces, defendiendo la investigación empírica: no se puede negar los hechos en virtud de meros argumentos lógicos. B) pp. 347-376: abstracción de la teoría científica de Galileo. La ciencia moderna, tal como la empieza a entender Galileo, no es mera investigación empírica. El problema es cómo unir la realidad con la verdad, es decir, la materia con la lógica matemática. Lo que Galileo quiere explicar es el aspecto matemático de la realidad, no un hecho o un contenido particular. Es el aspecto matemático el que se puede formular en leyes. C) pp. 376-384: Consecuencias del nuevo punto de vista representado por Galileo. 8. Caso del telescopio: el telescopio de Galileo como un ejemplo de la confianza moderna en el artificio. En Hobbes también aparece la idea del Estado como un artificio. La modernidad introduce una relación novedosa entre el sujeto y la realidad: el sujeto siempre interviene en el mundo; no hay nada dado (por ejemplo, tiene que desarrollar elementos técnicos para conocer con más precisión –el telescopio-, tiene que formular leyes científicas que no se derivan meramente de observar la realidad –matematización del espacio-, tiene que pactar para instituir un orden político –el Estado, ya que la condición de naturaleza es una situación de guerra-). 9. La autonomía de cada esfera implica que cada esfera abandone algunas de sus viejas pretensiones. El Estado, para ser garante de la paz pública, deja fuera de la política la conciencia religiosa del súbdito. La ciencia moderna, para conocer metódicamente, abandona la idea de captar la esencia de las cosas. La modernidad pone un límite al conocimiento científico. Además, ni el Estado pretende estar basado en la verdad, ni la ciencia pretende –en principio- gobernar a los hombres. 10. Sin embargo, ¿en la vida no aparecen todos estos ámbitos juntos y mezclados? ¿Qué significa que se separen la política, la religión y la ciencia?