EL AMOR VIRTUD DIVINA QUE DEBEMOS IMITAR LOS HUMANOS RESUMEN (Guatemala PDF

Como entramos y salimos del amor.
EL AMOR:
Virtud divina que
debemos imitar los
humanos
Dr. DAVID HORMACHEA

Como entramos y salimos del amor. 2
CAPITULO PRIMERO
ACERCAMIENTO Y AMOR:
CLARIFICACIÓN DE UNA
CONFUSIÓN
Distinciones importantes
entre acercamiento y amor
“Todos los que

experimentan el amor
genuino disfrutan de una
cercanía maravillosa, pero
no todos los que deciden
vivir cercanos
experimentan el verdadero
amor.”
David Hormachea
CAPITULO PRIMERO
ACERCAMIENTO Y AMOR: CLARIFICACIÓN DE UNA CONFUSIÓN

Distinciones importantes entre acercamiento y amor.
“Todos los que experimentan el amor genuino disfrutan de una

cercanía maravillosa, pero no todos los que deciden vivir
cercanamente experimentan el verdadero amor.”
En este capítulo daremos una mirada panorámica a ciertos conceptos

comunes sobre el amor porque uno de los mas serios problemas que
existe es la variedad de ideas que los seres humanos tenemos, y cuan
distantes están estas del amor tal como Dios lo define en la Biblia.
Muchos tienen erróneas ideas sobre el amor y por ello resultan
decepcionados en sus relaciones amorosas, pues sus conceptos no
están basados en verdades, sino en fantasías.
Al conversar con jóvenes o con los cónyuges y escuchar sus relatos de
cómo se conocieron y como llegaron a la conclusión de que debían
casarse o se casaron, muchos dicen que se dieron cuenta que tenían
amor y debían tener una relación porque estaban enamorados.
Escucho repetidamente declaraciones muy similares que muestran que
muchos confunden el acercamiento natural y emocionante de dos
personas que se atraen, con el amor genuino. Guillermo me
preguntaba con lágrimas en sus ojos porque había terminado su
relación si lo único que el quería era amar. Llegó a mi oficina después
de que sus padres lo encontraron en su dormitorio y lo llevaron de
urgencia al hospital pues había ingerido pastillas, según el, para
suicidarse. Lloraba mucho y preguntaba vez tras vez, por que se había
terminado el amor de Roxana.
El relato del acercamiento de esta pareja de enamorados parecía la
trama de una película. La forma impactante como se conocieron. La
emoción que Guillermo sintió y la desesperación que tenia por volver a
verla cada vez que se despedía. Estaban convencidos que se amaban
pues los dos habían experimentado lo mismo. Roxana siempre le dijo
que desde que lo vio no dejó de pensar en el y por esta similitud de
sentimientos, desde el encuentro inicial todo su amorío había ido de
subida. Guillermo y Roxana iban de nube en nube, de emoción en
emoción y todo parecía indicar que su hermosa relación amorosa
nunca se acabaría. Guillermo admitió que en ciertos momentos de
pasión intento tener relaciones sexuales con su novia, pero ella se
había resistido pues era una chica cristiana. Sin embargo, tanto fue su
insistencia que finalmente en un momento de pasión el la conquistó
con su encanto y ternura y tuvieron relaciones sexuales. Después de
esa primera vez, Guillermo no podía pasar una semana sin que la
buscara nuevamente no solo con el propósito de verla, sino de tener

relaciones sexuales. Debido a que había despertado su pasión sexual
necesitaba satisfacción regular. Guillermo me dijo, “Todo iba tan bien,
yo disfrutaba inmensamente de su compañía y su cuerpo, hasta que
ella decidió terminar su relación conmigo.”
Cuando Roxana asistió a la sesión de asesoramiento me explicó
su terrible dolor. Ella estaba sufriendo pues se sentía culpable de
haber conducido a Guillermo a intentar terminar con su vida. Me decía
“yo nunca pensé que le haría tanto daño. Yo solo quise parar un estilo
de vida pecaminoso que me estaba destruyendo. Sabia que estaba
haciendo mal y que debía frenar mi comportamiento erróneo, pero
nunca me imagine que el iba a hacer esto. Nunca me imagine que
intentaría quitarse la vida.”
Roxana estaba convencida que se había equivocado pues creía que su
acción había empujado a Guillermo al intento de suicidio. Mi proceso
de asesoramiento le ayudó a entender que ella en vez de demostrar
falta de amor, mas bien realizó un maravilloso acto de amor. Le
comprobé bíblicamente que su amor nunca se terminó sino que su
verdadero amor le motivó a tener una acción diferente, pero sabia y
bíblica. Por su amor decidió confrontar el pecado. Guillermo estaba
convencido que el amor se Roxana se había terminado injustamente
pues lo sumergió en el mas profundo dolor. La pregunta permanente
de Guillermo era ¿Por qué se acabo el amor? No fue fácil, pero poco a
poco le fui enseñando que el amor de Roxana no se acabó sino que
motivada por su fe y sus convicciones bíblicas, había sido motivada a
corregir errores y pecados y que debido a ello, con su acción correcta
e integra de terminar una relación pecaminosa, Roxana lo amó mas
que nunca.
¿Se terminó el amor?
Algunas personas después de un tiempo de haberse acercado con gran

ilusión, se separan con dolor y terminan decepcionadas diciendo que
tomaron esa decisión porque el amor se les terminó. En medio de su
confusión, algunos me han preguntado por que razón se acabó el
amor. Algunas señoritas me han preguntado con gran ingenuidad por
qué su novio ya no les ama si tuvieron relaciones sexuales y era una
relación tan cercana, hermosa y de gran intimidad. Algunas señoras
tristes y decepcionadas por la pérdida de su relación conyugal me
cuentan como se conocieron en una experiencia emocionante, como se
amaron por un largo tiempo y la decepción que sienten en este
instante.
Debido a mi labor de consejero he escuchado muchas veces acerca del
dolor experimentando debido a un amor terminado y al examinar los
distintos relatos he notado que existe un denominador común. Todas

las parejas se sintieron fuertemente atraídas, por ello se acercaron y
disfrutaron de ese proceso de contacto y proximidad; pero sus relatos
demuestran que no supieron amar, o nunca tuvieron un amor de
verdad. En muchos casos he notado que esa unión emotiva y
motivadora les provocó una pasión que buscaba satisfacción, pero no
era el resultado de un amor genuino y con un compromiso a persistir
en la relación, luchar para que sea saludable, a pesar de los conflictos
y diferencias. Algunos por ingenuidad y una gran medida de ignorancia
nunca comprendieron que el amor genuino no hace lo indebido ni
juega con los sentimientos del ser querido. Ellos no han entendido que
el amor verdadero se sujeta a las mas altas reglas de moralidad, busca
el bien y la permanencia de la relación en forma saludable. Muchos
creen que se terminó el amor porque no han entendido que el amor
tiene compromiso con la moralidad, no usa a las personas, confronta
la maldad, no permite ni actúa con injusticia y busca la verdadera
intimidad.
He notado que generalmente quien presionó para tener un tipo de
relación que satisfaga su pasión, cuando siente que consiguió su
objetivo y llegó al máximo del acercamiento pasional, busca la manera
de separarse de la persona que le permitió tal nivel de intimidad. Es
muy natural que quienes consciente o inconscientemente buscaban su
satisfacción sexual, una vez que la consiguen experimentan un cambio
que tiene dos opciones, espera cada vez un mayor involucramiento
sexual o quiere buscar otra persona pues ya con la otra consiguió su
objetivo. Es cierto que esa persona como producto de su acercamiento
y por lograr las relaciones sexuales, logró llegar a uno de los mas altos
niveles de cercanía física que puede experimentar, pero no disfrutó de
la intimidad hermosa e integral que solo es producto del verdadero
amor. Cuando quien consiguió satisfacer su pasión por recorrer ese
viaje tan apasionado comienza a alejarse lentamente de la persona
que decía amar, no es sabio pensar que se terminó el amor. Lo que si
puedo asegurar es que comenzó a descender la pasión no controlada
que había provocado ese acercamiento inadecuado y puede que nunca
haya existido amor o la persona nunca supo como desarrollarlo sabia y
bíblicamente.
Cuando dos personas que se acercaron por la gran pasión que

experimentaban se separan decepcionados, de ninguna manera
se terminó el amor, ellos nunca tuvieron un amor genuino,
bíblico y adecuado, ellos fueron movidos por una pasión
descontrolada. Ellos nunca entendieron que el amor verdadero
busca el bien y lucha por permanecer en la relación. Además,
se sujeta a las mas altas reglas de moralidad, tiene un serio

compromiso, no usa a las personas y busca la verdadera
intimidad.
EL PELIGRO: Lo cautivante y peligroso de la atracción mutua
Un dicho popular reza: “No confunda la hinchazón con la gordura.”

Tampoco debemos confundir el amor con un apasionante acercamiento
motivado por la atracción mutua que en ciertas ocasiones
experimentamos. Es peligroso experimentar atracción mutua pues si
se sigue desarrollando, conduce a los novios a las relaciones sexuales
prematrimoniales o a los casados al adulterio. Es que podemos
experimentar muchas veces esa cautivante atracción mutua que sin
valores morales bien establecidos. siempre es peligrosa.
El acercamiento que tenemos debido a la atracción que sentimos es
hermoso y misterioso y puede ocurrirnos muchas veces en la vida.
Podemos quedar flechados y sentir atracción en cualquier estado civil.
Pueden sentirla los solteros y las casadas, así como los viudos y las
divorciadas.
La atracción es una conexión muy motivadora. Cuando existe esa
conexión que nos motiva a anhelar la compañía de la otra persona
entramos en un mundo de misterio cautivante. Quienes hemos vivido
esa experiencia sabemos cuan encantadoras y llenos de fascinación
son las experiencias que se repiten cada vez que vemos a la persona
que ha provocado tal grado de deseo.
La atracción no es mala ni es pecaminosa. Ella se produce porque
existe un estado de encanto al ver a otra persona, un grado de
simpatía por la afinidad que tenemos. La atracción es linda y cuando
uno es soltero y desea iniciar relaciones amorosas, este es un paso
importante que puede llevarnos a amar a una persona, pero todavía
no es amor.
Seguramente usted se ha dado cuenta que es muy fácil conectarse con
ciertas personas y con otros, a pesar de nuestros intentos, es
imposible conectarse tierna y cercanamente. Esto ocurre incluso con
cónyuges que por no saber amar, por diversas razones nunca llegan a
ser cercanas, se mantienen casados solo por el compromiso adquirido,
pero no disfrutan de la cercanía, pasión e intimidad que produce el
amor basado en la verdad. Para algunas parejas el momento de mayor
cercanía fue su encuentro de atracción mutua al inicio de su relación y
que mantuvieron en algunos momentos posteriores, pero terminan
decepcionados porque nunca lograron tener la intimidad necesaria
para tener una relación intima de verdad. Para otras parejas esa
conexión resultó tan sencilla que parecía que mutuamente se estaban
esperando. Algunas parejas relatan que disfrutaron de tan hermosos

encuentros que pensaron que habían nacido el uno para el otro. Esas
personas relatan que desde su primer encuentro todo fue
impresionante y luego lo que siguió también fue emocionante, aunque
relatan que todo termino en una experiencia frustrante y
generalmente con la misma interrogante: ¿Cómo una experiencia tan
llena de amor puede terminar en desamor?
Muchas personas terminan confusas pues a pesar de que el grado de
conexión y cercanía fue aumentando y la pasión desbordando, todo
terminó en una experiencia decepcionante. En algunos casos la pasión
llegó a ser tan elevada que no vieron las actitudes y acciones
destructivas que estaban ocurriendo. Su pasión les encegueció y
aunque anticiparon ciertos peligros, no fueron sabios para
confrontarlos. En otros casos los novios o cónyuges, por la pasión que
experimentaban, prefirieron controlar sus pasiones desordenadas y
actitudes y acciones equivocadas. En otros casos, a pesar de la
sinceridad de las emociones experimentadas, los cónyuges
comenzaron a cometer errores que no fueron corregidos, fueron
descubriendo defectos del carácter que no fueron confrontados y
terminaron decepcionados. Cuando esto ocurre, las personas dicen que
se les acabó el amor.
A pesar de las grandes pasiones que experimentemos en ciertos
momentos, no dejamos de ser humanos que podemos causar dolor y
sufrimiento o permitir acciones erróneas por no ser sabios ni tener
discernimiento. Las pasiones que muchos creen que es amor, los
lindos sentimientos que algunos creen que es amor son destruidos por
las acciones inadecuadas y por permitir lo que no deben debido a que
no tienen los limites llamados verdad y discernimiento que son parte
del verdadero amor e impiden que la relación termine en una seria
decepción.
LO DESTRUCTIVO: La pasión de la infatuación.
La atracción mutua que no es controlada por un sistema de valores

bíblicos puede alimentar de tal manera las pasiones que estas se
pueden volver muy difícil o imposible de controlar. Las pasiones
sexuales sin control nos involucran en dependencias sexuales que son
muy difíciles de abandonar. Es destructivo volverse fatuo por la pasión
que uno experimenta. Aun los hijos de Dios podemos dejarnos
controlar de las pasiones. Sansón se dejó dominar por ella. Se dejo
dominar por lo que domina al mundo y al hombre de Dios que no elige
sus convicciones por sobre sus pasiones. La Biblia advierte “Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los
ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del

mundo.” (1 Juan 2:16)
Sansón es el prototipo del hombre que dirige su vida de acuerdo a las
pasiones que experimenta. Sansón prefirió las aventuras
sentimentales, prefirió́ seguir sus propios deseos carnales y no la
voluntad revelada de Dios. Sansón es uno de los personajes más
famosos de la Biblia, el prototipo del héroe que realiza hazañas
prodigiosas. Si usted se pregunta ¿Por qué Sansón no fue capaz de
construir una pareja estable y desarrollar su familia conforme al
modelo divino? ¿Por qué no pudo cumplir con excelencia con la misión
que Dios le encomendó́? Sansón fue un hombre inmaduro y débil en la
vida sentimental, se dejó llevar por su “narcisismo” y sus pasiones. El
haber centrado su existencia en si mismo y en las pasiones que
experimentaba. La infatuación de Sansón lo llevó a iniciar su vida
matrimonial basado en sus pasiones y así esta relación no solo se
inició mal, sino que terminó mal. Sansón fue impresionado por una
mujer bonita y casi sin conocerla se casó. En la misma ceremonia de
bodas, Sansón se interesó mas en ser la estrella y luego sufrió la
decepción de la traición. Esas mismas pasiones que lo dominaban lo
llevaron a involucrarse con prostitutas.
Sansón no fue el único ejemplo bíblico. También David, un rey, un
siervo de Dios, a pesar de ser casado, cayó victima de su infatuación
que no solo le llevó al adulterio, sino a la mentira, y el asesinato para
intentar cubrir su pecado. Mas adelante estudiaremos lo que ocurrió
con Amnón quien por estar “enamorado hasta enfermarse” planificó
una serie de artimañas para violar a su media hermana Tamar. Existen
personas que creen que porque están infatuadas, tienen amor
No debemos creer que tenemos amor solo porque alguien nos gusta.
Incluso podemos no amar, pero estar infatuados porque encontramos
alguien que nos gusta en demasía. Cuando encontramos a alguien que
es mucho o todo lo que esperamos estamos vulnerables. Esa persona
puede cautivar nuestra mente y motivarnos a enfocar en ella sin
restricciones. Podemos pasar por todos los límites morales cuando nos
sentimos infatuados por esa relación cautivante. Sentirse infatuado es
sentirse fatuo. Sentirse cautivado por la otra persona puede movernos
a tal extremo que no respondemos bien a la razón. La persona
infatuada puede sentirse inundada de romanticismo y creer que
encontró a la persona que tanto espero. Puede anhelar con pasión la
compañía de la otra persona, o experimentar distintos tipos de
sentimientos que le hace sentir que lo único que siente es amor. Pero,
la verdad es que esta viviendo movido por su mundo emocional que no
es amor integral. Esa sensación esta basada en la parte llamativa e
inicial del amor que es la pasión, la tiranía de los gustos. Pero le falta
vivir decidir amar fundamentado en el amor de Dios, conocer lo que
verdaderamente es el amor, amar con compromiso y llegar al

momento de tener intimidad integral. Esa pasión, esa emoción puede
terminarse con gran facilidad ante una decepción. Puede ser destruida
u opacada por la aparición de otra persona que produjo una relación
mas cautivante. Esa emoción y pasión puede quitarse con la falta de
contacto y cercanía. Incluso puede quitarse después que las personas
se casen y comiencen una relación mas directa y real y pierdan la
oportunidad de ponerse las mascaras que utilizaban cuando se veían
esporádicamente.
El momento de mayor cercanía que experimentaron algunas personas
fue su encuentro de atracción mutua al inicio de su relación y que
mantuvieron en experiencias posteriores. Pero esa cercanía no fue
dominada por el amor sino por la pasión que le produjo su infatuación.
Lamentablemente muchas parejas terminan decepcionadas porque
nunca logran desarrollar el amor que nos enseña y modeló Jesucristo
nuestro Señor. Es que debido a que la atracción mutua es cautivante,
cuando esta termina, se convierte en una experiencia decepcionante,
pero nunca viven decepcionados quienes desarrollan bíblicamente el
amor que nos ha sido dado soberanamente.
“Ninguna persona puede amar imitando el amor divino si en su

mente solo tiene conceptos humanos. Siempre existirá una
confusión aun en la mente de los cristianos que no han
aprendido ha distinguir entre el acercamiento y el
enamoramiento pasajero con lo que Dios determina que es
amor verdadero.”
El amor siempre produce un acercamiento sabio y beneficioso entre las

personas que se aman, pero el acercamiento no siempre es resultado
del amor y no siempre conduce a acciones amorosas. El acercamiento
que tienen dos casados enamorados y que les conduce al adulterio no
es producto del amor. Esa es la razón por la que debemos entender
muy bien la distinción entre acercamiento y amor. Tenemos el deber
de aclarar es confusión para evitar que iniciemos relaciones que
creemos que son producto del amor, que nos conduzcan al pecado y
que produzcan decepción.
Otra confusión que tienen algunas personas es creer que debido a que
existe una gran afinidad por la química que dicen tener, ya tienen el
amor que tanto buscan.
EL RIESGO: La afinidad que produce la química
Sin lugar a dudas todos hemos experimentado una conexión muy

grande con alguna persona. Con ciertas personas encajamos como
anillo al dedo y mucho o todo lo que hace o es la persona nos agrada.

Cuando existe esa química que nos atrae es sumamente fácil y
emocionante sentir una pasión desbordante. Esa sensación de gran
conexión nos puede abrir el camino para que decidamos amar
verdaderamente, pero también solo puede aumentar la pasión y
motivarnos a actos pecaminosos que no son parte del amor. La pasión
desbordante puede llevarnos a extremos y acciones inadecuadas.
Cuando existe una conexión fuerte e integral podemos caer victimas
de los sentimientos y emociones y estas pueden dominar nuestras
convicciones y motivarnos a cometer pecados y serias equivocaciones.
Tome solo como ejemplo la atracción sexual que es tan apasionante.
Es que debido a nuestra naturaleza sexual, los hombres podemos
excitarnos solo al observar detenidamente a una mujer atractiva y por
la pasión que se desarrolla cometer actos indebidos. Debido a esa
tendencia a las pasiones y la falta de dominio propio, un individuo mal
formado puede confundir su excitación enfermiza con la pasión
genuina de una persona que ama. Si una mujer tiene el cuerpo, el
color de piel, la sonrisa, la forma de hablar, la ternura que le agrada a
un hombre, y si este le pone la suficiente atención, puede creer que
está seriamente enamorado cuando solo está fuertemente apasionado.
Una mujer también puede sentir una conexión inmediata y quedar tan
cautivada por la personalidad de un individuo que comenzará a notar
un constante aumento de la atracción que experimenta que puede
conducirle a ir contra su propia moralidad.
Si usted examina este proceso de acercamiento y conexión descubrirá
que no todo depende de lo externo. Cuando sentimos esa atracción
mutua instantánea, en el cuerpo existe una reacción química. Cuando
encontramos a la persona que mas encaja en nuestros gustos, algo
ocurre, sentimos algo distinto, pero es una reacción que puede ocurrir
entre personas que nunca se han conocido y que han tenido un
encuentro casual de conexión integral. Esta química, esta sensación de
conexión inmediata, puede darse aun en un encuentro de pocos
minutos y a pesar de que no ha existido ningún compromiso. Esta
atracción mutua puede darse entre personas que hacen una cita de
negocios y que en pocos minutos experimentan una conexión
profunda. Pero la química que nos une, las conexiones que nos
acercan no es amor, aunque pueden ser un camino que nos conduce a
un acercamiento que puede motivarnos a decidir amar, la química que
nos une no es amor.
No es posible evitar la atracción, no es posible evitar los pensamientos
que motiva la conexión y si dejamos que esa conexión se desarrolle y
aumente, los solteros pueden desarrollar una relación hermosa que
bien estructurada en una moralidad bíblica y basado en los conceptos
divinos sobre el amor pueden conducir a una relación de verdadero
amor. Pero, la misma atracción, pensamientos y la fuerte conexión,

puede conducir a la inmoralidad cuando las personas no saben amar
basados en los principios bíblicos que comunican la verdad.
El dicho ama y haz lo que quieras creo que puede ser bien aplicado. Si
no significa si te sientes enamorado, si estas profundamente atraído, si
tienes una gran conexión haz lo que quieras, el dicho tiene validez.
Pero debido a la confusión sobre el concepto de amor, creo que el
dicho expresa mejor los principios y verdades bíblicas si lo cambiamos
a “ama como Dios ama y haz lo que quieras de acuerdo al amor divino
que tienes.” Es que el amor divino nunca hará nada malo y todas las
acciones provocadas por el amor de Dios serán buenas y de provecho.
Por ello, estoy convencido que es una terrible desgracia para las
personas tener una cercanía sin los limites que establece el amor
genuino y verdadero.
LA DESGRACIA: El error de la cercanía sin límites.
Es triste y produce dolorosas consecuencias creer que uno ama, pero

no tener verdadero amor por no tener limites esenciales. Podemos
amar y tener cercanía, pero podemos tener cercanía sin limites y
cuando esto ocurre, deja de ser amor. El mito del amor mal entendido
y explicado que asegura que este no tiene límites ha hecho que
infinidad de personas establezcan relaciones dañinas e irracionales, en
las que se promulga el culto al sacrificio y la abnegación sin fronteras.
Pero como comprobaré en este libro, el amor al estilo divino realmente
no tiene limites, es ilimitado, pero establece limites sabios que
permiten la
La cercanía emocionante pero sin buenos limites morales es peligrosa.
La conexión lenta o instantánea, lo que algunos llaman “amor a
primera vista”, sin una estructura de limites, nos puede mover a las
relaciones inmorales. Es que esos sentimientos de atracción llenos de
misterio no se producen solo cuando somos solteros. Aun los casados
los experimentamos. Un hombre casado puede sentirse
profundamente atraído por una mujer con quien se encontró
circunstancialmente y pueden llegar a tener tal conexión que les incite
a creer que se amaron al instante, pero dos personas casadas a pesar
de la profunda atracción que pueden experimentar, si determinan
seguir sus sentimientos terminarán unidos en una relación
pecaminosa.
La cercanía sabia y pura es maravillosa pero muy difícil de cultivar. Las
relaciones de cercanía entre dos seres humanos no solo son hermosas
sino que las necesitamos. Dios nos creó con esa necesidad.
Lamentablemente, debido a nuestra falta de dominio propio, debido a
nuestra pecaminosidad no podemos evitar que en todo ser humano
haya una tendencia a la impureza. La pureza no nos viene

naturalmente, debemos hacer serios esfuerzos para que cuando
experimentamos una profunda atracción no nos dejemos llevar por la
pasión. Debemos desarrollar la santidad que caracteriza al amor
porque el amor nunca hace ni permite nada pecaminoso.
La cercanía es extraordinaria dentro de una estructura moral, pero es
destructiva cuando nos motiva a una vida inmoral. La cercanía y
conexión emocional con una persona es buena cuando está metida
dentro del amor genuino, pero la cercanía que experimenta una mujer
con un hombre dependiente de drogas que la maltrata y no tiene
respeto por ella, es una cercanía enfermiza que no es motivada por el
amor. Conectarse emocionalmente al extremo de permitir el irrespeto,
el maltrato, la violencia, el adulterio, el abuso de los hijos es una
desgracia para las relaciones interpersonales y para la vida personal.
LA INCONSISTENCIA: Variabilidad que anula el amor.
El amor es permanente, es estable, es solido, es igual en todo lugar y

con todas las personas, el amor conduce a conductas seguras y
consistentes. Ninguna persona que ama al estilo divino puede vivir
insegura ni ser inconsistente. Quien ama no puede actuar con
inseguridad. La inseguridad paraliza e impide las relaciones saludables,
por lo tanto impide el amor. La inconsistencia impide que la personas
ame como Dios ordena, es decir, en todo tiempo, a toda persona y en
toda circunstancia.
El amor verdadero nunca produce inseguridad. Quienes aman actúan
con seguridad y desarrollan amistades saludables. El amor genuino
produce seguridad. No estamos seguros que nuestro cónyuge es fiel
por el amor que sentimos, pero si estamos seguros que amamos y que
confiamos en su integridad y fidelidad mientras no existan razones
para desconfiar o actos probados que han roto la confianza. El amor no
nos da la seguridad que las demás personas actúan bien, hacen lo
correcto o que nunca cometerán errores y pecados, solo nos da la
seguridad que responderemos con amor en toda circunstancia y con
toda persona.
Las personas que no han aprendido a amar, no han aprendido a vivir.
No han aprendido a lidiar con las demandas de la vida. Es por ello que
Dios nos ordena que amemos. Jesucristo nunca nos motivó a sentir
amor, mas bien nos ordenó que amemos a toda persona y en toda
circunstancia. No actúan con amor quienes aman a los que les aman.
Las personas que han aprendido a amar no viven dominados por el
temor. El amor echa fuera el temor. Esa es una verdad bíblica, por lo
que las personas que viven atemorizadas y por ello no pueden
desarrollar relaciones saludables, el problema que tienen no es los
conflictos que pudieran ocasionar otras personas, sino la falta de

capacidad y conocimiento para actuar con amor en cualquier
circunstancia, con cualquier persona y en toda situación y
acontecimiento.
Algunas personas no llegan mas allá que la cercanía que le permiten
sus temores. Su ilusión y necesidad de relacionarse les lleva a anhelar
con pasión el encuentro con alguien que realmente les impresiona,
pero se sienten paralizados por el temor. Debido a que el verdadero
amor echa fuera el temor, es obvio que no han aprendido a amar. Una
persona puede encontrar a alguien que reúne todos los requisitos que
espera de alguien que anhela amar y por ello sentir una atracción sin
limites, pero a pesar de su emoción y buena disposición no puede
conseguir verdadera intimidad pues no sabe lo que es amar, no
conoce del puro y santo amor de Dios.
Una señorita que fue maltratada cuando pequeña y tiene temor de los
hombres puede encontrar a alguien encantador e iniciar la cercanía,
pero no podrá seguir intimando emocionalmente pues poco a poco irá
apareciendo el temor al maltrato. Si su novio tiene alguna mala actitud
o reacciona inadecuadamente, ella asociará esa experiencia con su
experiencia de abuso del pasado y tenderá a alejarse. Ella poco a poco
comenzará a experimentar temor que no le permitirá disfrutar del
verdadero amor pues no conoce el amor genuino. Ella no entiende que
el amor tiene limites y que ella, ahora que es adulta tiene la facultad,
el derecho y el poder para poner limites e impedir el maltrato y el
abuso. Solo cuando la persona conoce el amor, aprende como debe
practicarlo y tiene la disciplina para aprender a vivir basado en el
amor, podrá desarrollarlo.
Las personas que son dominadas por sus temores tienden a usar
caretas y por ello no pueden desarrollar el amor que Dios exige y que
es esencial para vivir la vida fructífera y realizada que Dios ha
preparado. Adán y Eva intentaron esconderse de Dios y culpar a otros
de su pecado. Ellos intentaron cubrirse por el temor. Así muchas
personas intentan cubrirse para no mostrar su temor y por ello no
puede desarrollar amistades caracterizadas por el amor divino. Existen
personas que han sido entrenadas desde pequeñas para esconderse de
otras personas y por ello comienzan a utilizar máscaras que impide
que las personas amen de verdad. No podemos amar usando
mascaras porque el amor nunca engaña y siempre dice la verdad. No
podemos amar como Dios exige inmersos en un mundo de inseguridad
o de hipocresía. Quien ama al estilo divino ama en todo tiempo, en
todo lugar, en toda circunstancia, y a toda persona. Algunas personas
usan una máscara para ir al trabajo y son totalmente diferente a lo
que son en sus casas. Pedro maltrataba y abusaba de su esposa, pero
nunca se le ocurría maltratar o abusar de las personas que estaban
bajo su cargo en la empresa en que trabajaba. Tenia un record

excelente en sus 18 años de trabajo y por ello había escalado a
posiciones de importancia. No saben amar quienes tienen
comportamientos constructivos con algunas personas y destructivos
con otras.
CAPITULO SEGUNDO
ENAMORAMIENTO Y AMOR:
EXPLICACIÓN DE UN
ERROR
entre enamoramiento y
amor
“Estoy convencido que

todos los que tienen amor
disfrutan de momentos de
cercanía y enamoramiento;
pero no todos los que
están cerca y enamorados,
tienen amor verdadero.”
David Hormachea
CAPITULO SEGUNDO
ENAMORAMIENTO Y AMOR:
EXPLICACIÓN DE UN ERROR
Distinciones importantes entre enamoramiento y amor
“Estoy convencido que todos los que tienen amor disfrutan de

momentos de cercanía y enamoramiento, pero no todos los que
están cerca y enamoradas tienen amor verdadero.”
Estoy convencido que una persona puede estar

enamorada y tener amor, pero también creo que hay
personas enamoradas que nunca han amado.
Otras personas que no han aprendido a amar usan una hermosa

mascara en sus relaciones sociales y actúan de manera inadecuada o
destructiva en sus relaciones familiares. Estela y Eduardo solicitaron
una cita para recibir asesoramiento. Estela comunicó a mi asistente
que tenia temor de que su esposo no aceptara el asesoramiento y
quiso tratar todo el proceso con guantes blancos. Eduardo llegó muy
amable a mi oficina. Trató con cariño y respeto a mi secretaria y ella
me comentó que le parecía raro que su esposa haya hecho comentado
que tenia temor que el no hubiera querido asistir a la cita pues el
parecía muy contento cuando llegó a su cita y emocionado por haber
tenido la posibilidad de hablar conmigo después de escuchar mi
programa de radio por muchos años. El mostró una linda sonrisa y se
portó muy respetuoso, pero ese no era el Eduardo que seria descrito
por su esposa dentro de pocos minutos. Ella comunicó su dolor
diciendo que su esposo era amable y respetuoso con otras personas,
pero con ella era totalmente diferente. Incluso tuve que evaluar su
comportamiento ante la acusación de Estela que comunicó que su
marido era demasiado amable con una señora de la iglesia, al punto
que ella tuvo que tomar la determinación de confrontarlos. No olvide
que quien ama al estilo aprende a amar como Dios ama y Dios ama en
todo tiempo, a toda persona, y en toda circunstancia.
Algunas personas usan mascaras para relacionarse en la iglesia. Ana
Ester era una excelente diaconisa. Era reconocida por su amabilidad y
la forma tan formal y respetuosa como trataba a la gente. Era amable
con adultos y niños, pero su esposo no podía soportar los gritos y las
constantes ordenes autoritarias que ella realizaba a sus hijos en casa.
Es emocionante vivir el proceso de acercamiento entre dos

personas que se atraen porque es una experiencia cautivante,
pero dependiendo solo de esa experiencia, solo podemos tener
cercanía excelente, pero no necesariamente alcanzaremos la
intimidad que es esencial para amarnos genuinamente.
Ser cercanos no significa tener amor y los que aman nunca

esconden su amor
No todos los que son cercanos tienen amor, pero todos los que tienen
amor saben ubicarse a la distancia que es sana para su vida y la vida
de los demás. Los que aman nunca esconden su amor pues es el amor
la virtud que nos permite vivir vidas transparentes.
Estar juntos no es lo mismo que compartir, ni tener cercanía es lo
mismo que tener intimidad. Las relaciones se hacen mas o menos
profundas dependiendo de la capacidad que tienen las personas de
compartir y tener cercanía con el ser amado. Pero son las caretas que
usamos las que nos impiden tener intimidad. Podemos estar cerca con
caretas, pero no podemos ser íntimos si las usamos. Todos tenemos
necesidad de compartir nuestras vidas y sentimientos, pero
tristemente algunos pueden seguir juntos sin llegar a ser íntimos. Esas
caretas a las cuales me refiero, son representaciones de nuestro ser
que no nos permiten ser transparentes. Ellas muestran lo que
deseamos mostrar, pero nos impiden ser individuos sinceros y quien
actúa así, no sabe amar. El compartir con honestidad y sin caretas
fortalece la relación, pero cuando no somos sinceros creamos un clima
de desconfianza que impide una relación conyugal saludable.
Cuando aprendemos a amar, aprendemos a mostrarnos tal como
somos, aprendemos a ser sinceros, pero para llegar a ese momento
debemos recorrer un largo camino. Cuando amamos aprendemos a
compartir integralmente. Poco a poco vamos avanzando en nuestro
acercamiento y aumenta nuestra capacidad de compartir. En nuestras
conversaciones podemos iniciar compartiendo hechos, compartimos
reportes e informamos de acontecimientos, pero no nos quedamos en
ese nivel distante, mas bien, por amor nos seguimos acercando
regularmente. Iniciamos compartiendo los hechos mas sencillos y poco
a poco vamos avanzando y conversando sobre reportes mas
complicados. Cuando nos damos cuenta de que existe aceptación
mutua pasamos poco a poco a compartir mas íntimamente y después
de pasar esa etapa, recién estamos listos para seguir al siguiente
nivel, es decir, a compartir sentimientos. Cuando compartimos
sentimientos partimos con los mas inofensivos, aquellos sentimientos

que no es complicado compartir, y luego, dependiendo del grado de
aceptación y de seguridad que experimentamos, y si seguimos
avanzando en nuestro proceso de comprender y practicar el amor tal
como Dios lo diseñó, continuamos compartiendo los sentimientos mas
complicados. Dependiendo de cómo va reaccionando la otra persona,
dependiendo de la confianza y apertura que demuestras, vamos
ingresando más íntimamente en su vida y abriendo mas nuestro
corazón.
Así también ocurre en el desarrollo de la relación conyugal. No
podemos tener intimidad en nuestra relación de marido y mujer si no
vamos permitiendo que nuestro cónyuge nos vea interiormente.
Cuando no amamos y estamos unidos por las emociones vivimos
relaciones cambiantes y no podemos avanzar en nuestro camino a al
intimidad. Cuando aprendemos a amar, aprendemos a ser genuinos,
cuando aprendemos a amar incondicionalmente, aceptamos a las
personas tal como son, aprendemos a aceptar las diferencias y
aprendemos a enfrentarlas sabiamente. Cuando amamos estamos
dispuestos a abrir nuestro corazón sin temor porque sabemos lidiar
con cualquier consecuencia. Si somos aceptados reaccionamos con
amor y si somos rechazados o incomprendido, actuamos con amor.
Para la salud y la cercanía en la relación conyugal es esencial que nos
aceptemos tal como somos y que aprendamos a vivir con nuestras
diferencias. Debemos aceptarnos mutuamente a pesar de nuestro
pasado, debemos ayudarnos para vivir sabiamente con nuestro
presente corrigiendo nuestros errores y beneficiándonos mutuamente
con nuestras fortalezas y virtudes, solo de esa manera nuestra
relación conyugal tendrá un mejor futuro. La realidad nos indica que
no todas las personas saben amar, no todos consiguen amar pese a su
enamoramiento y pese a los buenos sentimientos que experimentan.
Las relaciones se hacen mas o menos profundas dependiendo

de la capacidad que tienen las personas de compartir y tener
cercanía con el ser amado. Pero son las caretas que usamos las
que nos impiden tener intimidad. Podemos estar cerca con
caretas, pero no podemos ser íntimos utilizándolas. Estar
juntos no es lo mismo que compartir, ni tener cercanía es lo
mismo que tener intimidad.
No podemos desconocer que es maravilloso pasar por la encantadora

etapa del enamoramiento. Esa etapa puede conducir al amor, pero no
siempre lo hace. Es emocionante vivir el proceso de cercanía y
enamoramiento pues disfrutamos de nuestro acercamiento, pero ese

acercamiento no necesariamente es producto del amor, solo puede ser
producto de la conexión que tenemos o la infatuación que
experimentamos.
El enamorarse de una persona es una experiencia realmente
cautivadora pues los sentimientos son tan hermosos que poco a poco
comenzamos a vivir en un mundo asombroso y fascinante. Quien no
ha vivido ese mundo apasionante no puede imaginarse la cantidad de
emociones que se experimentan. He escuchado incontables relatos de
diversas situaciones que han vivido algunos cónyuges antes de casarse
o al inicio de su relación conyugal que demuestran que la experiencia
fue fascinante. Cuando las personas experimentan estas sensaciones
dicen que están enamoradas pues van de una experiencia a otra en un
proceso de alegría. Lo sorprendente es que esta sensación no solo la
experimentan los solteros. También la pueden experimentar los
casados. Los casados podemos enamorarnos de otra persona casada o
un soltero enamorarse de una mujer casada. Pero debido a que el
amor no hace nada indebido, no se deleita en la maldad ni rompe los
principios morales, lo que ellos experimentan no puede ser descrito
como amor, sino como un enamoramiento que esta motivando un
acercamiento que si se produce es pecaminoso y no puede descrito
como amor.
El amor siempre produce la aceptación de las personas
independientemente de su situación, condición social o económica.
Pero aceptamos las personas y por amor podemos rechazar
comportamientos indebidos. Las personas podemos estar cerca, pero
no necesariamente aceptarnos y el amor permite la aceptación, evalúa
las personas y sus actitudes y comportamiento y cuando no es
peligroso ni dañino, permite el debido acercamiento.
Román había vivido por 12 años con su esposa. ellos describían su
relación como cercana pues acostumbraban a pasear juntos con
regularidad y se consultaban muchas cosas para tomar decisiones,
pero en el proceso de asesoramiento fuimos descubriendo que no se
aceptaban mutuamente. Román había cometido adulterio hacia 4 años
y por falta de conocimiento, nunca enfrentaron sabiamente el
problema. Dos años atrás, Martina vivió una crisis que le impedía tener
intimidad con su esposo. Ella no podía imaginarse como su esposo
pudo involucrarse sexualmente con otra mujer y poco a poco fue
perdiendo interés en la vida sexual. Román sintiéndose culpable y
tratando de mantener su matrimonio, se fue acomodando a la
situación y nunca confrontaron el problema. El aceptaba su culpa, pero
no aceptaba su responsabilidad de confrontar el problema en la vida
sexual conyugal. Ella aceptaba que tenia un problema, pero no
aceptaba su responsabilidad de cumplir su deber en la vida sexual y
ambos estaban poniendo en peligro su vida conyugal. Ellos eran un

matrimonio con cercanía en ciertas áreas y con una absoluta falta de
intimidad. Ellos aceptaban su realidad, pero no aceptaban su
responsabilidad. Román y Martina no aceptaban que su cónyuge tenia
necesidades que debían ser suplidas y por ello su actitud les tenia al
punto de la separación.
El amor genuino incluye aceptación y por ello produce cercanía. Si
hubieran comprendido el amor divino y lo hubieran practicado, el
hubiera aceptado su pecado y también su responsabilidad de sanar su
relación matrimonial. Ella hubiera rechazado el pecado, pero hubiera
aceptado el arrepentimiento del marido y por esa aceptación mutua
provocada por el amor, se hubieran convertido en cercanos. El
aceptarnos tal como somos rechazando los errores y pecados,
disfrutando de nuestros aciertos y virtudes es esencial para la salud de
la relación matrimonial. El aceptar que nuestro cónyuge fue creado por
Dios con visión, planes, deseos y necesidades distintas y que nosotros
tenemos una parte en la satisfacción de ciertas necesidades es
esencial para tener una relación conyugal normal.
Independientemente de lo que nuestro cónyuge haya hecho o esté
haciendo, y luego, independientemente de lo que nuestro cónyuge
haya sentido o esté sintiendo, debemos aceptarnos. Aceptarse
mutuamente no significa aceptar o condonar el comportamiento
erróneo de nuestro cónyuge, sino aceptar a la persona con sus
virtudes y defectos y confrontar sus errores con sabiduría. Aceptarse
es comprometerse mutuamente a decirse la verdad comprendiendo
que es una relación entre seres humanos pecadores que se
equivocaran. Aceptarse es admitir que la relación no será perfecta y
que cometeremos pecados que debemos corregir con la intención de
que nuestros defectos no perjudiquen la relación conyugal.
Aceptación es comprender y admitir que Dios nos hizo diferentes y que
uno no conoce toda la verdad, que uno no es perfecto y que todos
tenemos virtudes y defectos. Existe aceptación en la relación conyugal
cuando no tratamos de imponer nuestros pensamientos, sino
comprender la forma distinta de pensar de ambos. Yo acepto a mi
cónyuge cuando no intento obstaculizar el derecho de que mi cónyuge
tiene de ser lo que es y lo que Dios quiere que sea. Aceptación es
escuchar opiniones distintas respetuosamente y para entenderlas y a
la vez, es dar mi opinión para que sea conocida e influenciar, pero no
para discutir o atacar.
Cuando los cónyuges aceptan el comportamiento erróneo personal o
de su cónyuge y no lo confrontan, están preparando el final de su
relación conyugal, pero estoy convencido que cuando nos aceptamos
mutuamente tal como Dios nos creó, adquirimos una condición
esencial para el cambio. Esa genuina aceptación de las diferencias y de
nuestra responsabilidad para construir una relación saludable nos

motiva a hacer todo lo que este a nuestro alcance por mejorar la
relación en el futuro, incluso realizar cambios personales drásticos. La
clave de la cercanía en nuestras relaciones es la honestidad para
admitir lo que somos y evitar fingir lo que no somos, la humildad para
aceptar nuestros defectos, la determinación para mejorar nuestras
virtudes y la sabiduría para aceptar las diferencias.
Cuando dos personas llegan a este nivel de cercanía, tienen una
intimidad que se caracteriza por la amistad y no seguimos con la lucha
por cumplir nuestros gustos o deseos incluso a costo de ignorar a
nuestro cónyuge. Cuando nos aceptamos, no seguimos tratando de
cambiar a nuestro cónyuge pues el amor no permite aceptarnos
aunque tengamos gustos diferentes.
El amor genuino incluye aceptación. El aceptarnos tal como

somos es esencial para la salud de la relación matrimonial. El
aceptar que nuestro cónyuge fue creado por Dios con visión,
planes, deseos y necesidades distintas y que nosotros tenemos
una parte en la satisfacción de algunas de sus necesidades, es
esencial para tener una relación conyugal normal.
“Ninguna persona puede amar a su novia (o) y tener relaciones

sexuales que rompen los principios divinos que exigen
santidad. Romper las leyes divinas no es una manifestación del
amor, es un acto de rebelión que conduce al pecado, aunque
estén profundamente enamorados.”
La Biblia nos asegura que no están imitando el amor divino quienes

debido a su enamoramiento eligen ignorar a Dios y sus sabios
mandamientos. Los mas grandes enamorados que rechazan la
santidad, por su pasión son motivados a realizar actos de maldad. Es
cierto que el enamoramiento produce deseo de una profunda y
cercana relación, pero sin el control de principios morales nos lleva a la
rebelión. Recuerde que podemos enamorarnos de varias personas a la
vez, pero para practicar el amor por los sentimientos que
experimentamos debemos asegurarnos que esas conexiones no nos
dominen y nos lleven al dominio de nuestras pasiones. Los
sentimientos producto de la atracción deben ser gobernados por
principios bíblicos para que no nos conduzcan a actos de rebelión. Es
verdad que podemos ser cercanos a muchas personas y podemos
amar a todas las personas, pero quien cree que por estar enamorado
de dos personas y desarrollar con ellas relaciones pecaminosas tiene

amor genuino y verdadero, no ha entendido la descripción bíblica del
amor divino que prohíbe elegir la maldad por las pasiones que
sentimos.
Dentro de los conceptos erróneos sobre el amor ya estudiamos la
errónea concepción de amor de quienes creen tener amor por estar
enamorados de dos personas a la vez y desarrollar con ellas relaciones
pecaminosas.
Enamorado hasta el pecado
He conversado con jóvenes que me han dicho que están muy

enamorados a pesar de que sus novias han buscado mi ayuda porque
se han dado cuenta que lo único que el muchacho busca
apasionadamente es mantener las relaciones sexuales
prematrimoniales que iniciaron pecaminosamente.
Al confrontar a Hugo recibí una explicación que es muy común entre
los muchachos. Elsa pidió mi ayuda para confrontar a Hugo pues este
insistía en tener relaciones sexuales con ella y no entendía razones.
Ella se negaba rotundamente y aunque quería seguir la relación de
noviazgo, todavía tenia esperanza de que con la confrontación su
novio cambie. Hugo fue categórico cuando me declaró “Yo no quiero
hacerle daño porque la amo. Siento tanto amor por ella que he notado
que no puedo vivir sin ella. Pienso en ella, escribo canciones, tan solo
al hablar por teléfono con ella me siento tan emocionado, pero no
puedo resistir la excitación. Su pregunta fue impactante: “Si nos
queremos tanto ¿porque ella se niega a corresponder a mi amor?” A
Hugo no le interesaban los sentimientos de Elsa ni mantener una
conducta basada en la Biblia y su sana moral, a el le interesaba
satisfacer su deseo sexual. El estaba dispuesto a pasar por sobre los
valores morales de ella con tal de obtener lo que su pasión
demandaba.
El amor tal como es descrito en la Biblia no nos permite vivir en

un mundo de pecado y maldad, mas bien nos exige que debido
a nuestro enamoramiento determinaremos luchar por
mantener una vida de pureza moral en todo momento.
Algunos jóvenes y señoritas me han confesado que debido a que han

estado tan enamorados no han podido evitar el pecado. Algunos han
sido lo suficientemente sinceros como para admitir que no han podido
evitar involucrarse en las relaciones sexuales por la gran pasión que han
sentido. Otros, me han declarado su confusión y me han preguntado
¿Por qué es malo tener relaciones sexuales si uno ama a la otra
persona? Por supuesto, ellos no han sido enseñados que el amor
genuino no es lo mismo que enamoramiento. Ellos han sido victimas de

la filosofía mundanal que cree que tener pasión por quien estamos
enamorados es amor genuino. Ellos piensan, si los dos nos sentimos tan
bien y nos gustamos tanto, debemos tener amor, pero no entienden que
el amor tal como Dios lo enseña y modela, se somete a principios y
valores absolutos que permiten proteger la salud espiritual, física y
emocional de quien decimos amar. Esta confusión es sorprendente,
especialmente cuando influye la vida de quienes confiesan ser cristianos.
La Biblia enseña con gran claridad acerca del amor como estudiaremos
en otro capitulo y al examinar la primera carta del apóstol Pablo a los
cristianos que vivían en Corinto. Recuerde que en el capitulo trece existe
una descripción sorprendente del amor que tiene su fundamento en los
valores divinos que son absolutos. Por ello estoy convencido que
nosotros los cristianos podemos sentir la misma pasión que los que no
están interesados en vivir cristianamente, pero debemos tener reglas
morales que impiden dar rienda suelta a nuestras pasiones. Nosotros
también podemos enamorarnos, no una, sino muchas veces y no solo
los solteros, sino también los casados. Pero esos valores absolutos y ese
profundo amor por Dios que nos lleva a la obediencia a sus mandatos
serán limites fuertes que nos motivarán a evitar las relaciones sexuales
fuera del vinculo matrimonial porque la Biblia nos enseña que aunque
sean apasionantes y se disfrute del placer, son pecaminosas.
Cuando dos personas que aún no se han casado, se

enamoran ciegamente y buscan con astucia llegar a la
relación sexual, según los principios cristianos están
cometiendo un acto inmoral. Los cristianos que han
hecho un compromiso de vivir en obediencia y cometen
actos de inmoralidad tendrán graves consecuencias por
su pecado y desobediencia.
La Biblia enseña con gran claridad que los cristianos no solo tienen toda
la posibilidad de vivir un estilo de vida diferente a quienes no profesan
nuestra fe, sino que tenemos la obligación de hacerlo. Nosotros
debemos tener un profundo amor por Dios y sus valores. Los cristianos
tenemos el Espíritu Santo que nos trae convicción cuando fallamos y nos
guía a toda verdad y justicia e ignorar esa guía y dirección es un acto de
rebelión. Los cristianos tenemos la Biblia como una guía y luz para
nuestro camino y la hemos declarado nuestra única regla de fe y
conducta, es ella la que tiene que definirnos el amor de acuerdo a los

principios divinos. Los hijos de Dios tenemos lideres bien preparados que
estudian con dedicación el consejo de la Sagrada Escritura y nos pueden
orientar sabiamente, debemos obedecer las enseñanzas bíblicas y
aplicarlas consistentemente. Además, Dios nos ha dado la posibilidad de
ejercitar nuestro dominio propio y es nuestra obligación desarrollarlo y
utilizarlo. Lo triste es que a pesar de todo lo que tenemos y de todas las
obligaciones adquiridas, muchos cristianos toman decisiones erróneas
por ignorancia de la Palabra o por ser movido por sus pasiones en vez
de sus convicciones.
La Biblia y el enamoramiento
En la Biblia se nos relata la historia de un joven enamorado que

demostró que los sentimientos profundos y emocionantes no siempre
nos llevan a actuar con amor genuino. El relato prueba que ha pesar de
nuestro enamoramiento no siempre estamos dispuestos a hacer lo
correcto. En el Antiguo Testamento encontramos este relato de la
confusión que vive un joven enamorado. Amnón era medio hermano de
Tamar y estaba tan enamorado que su pasión le llevó a romper
cualquier regla para lograr su objetivo de tener relaciones sexuales con
ella.
En el versículo uno del capitulo trece del Primer libro de Samuel se
describe Amnón como un joven ciegamente enamorado. La belleza y las
virtudes de Tamar causaron un profundo impacto en la vida de este
muchacho y se enamoró al extremo. Estos medios hermanos se veían
regularmente y debido a la atracción experimentada, fue naciendo en el
corazón de este joven un apasionamiento que se hizo cada vez mas
difícil de manejar. Llegó el momento en que los sentimientos por la
hermosa Tamar eran tan profundos que no Amnón no los pudo manejar.
El versículo 2 describe con claridad la pasión extrema que había
inundado el corazón de este joven. Dice que Amnón estaba "angustiado
hasta enfermarse." Diríamos en términos populares que este muchacho
estaba "enamorado hasta los huesos." Se sentía tan bien con ella, se
convulsionaban tanto sus pensamientos que se sentía enfermo sin verla.
La pasión por su media hermana iba creciendo y mientras menos la
veía, mas aumentaba esa sensación de vacío que experimenta quien no
puede estar con la persona que le ha conquistado. Le gustaba tanto
Tamar que llegó al punto de sentirse angustiado. El enamoramiento
apasionado puede llevar a la angustia y a la infatuación. Eso fue
precisamente lo que ocurrió.
Enamorado y enceguecido
Amnón sabía que estaba actuando pecaminosamente, sin embargo,

continuó con su determinación. La razón era que estaba enceguecido
por la pasión. El hijo de David sabía que estaba yendo contra toda
regla, pero Tamar tenia ciertas características que le cautivaban. Dice
este relato:
"pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle
cosa alguna".
El sabía que no era fácil alcanzar a Tamar. La descripción bíblica parece
indicar que era una muchacha seria que no permitía que cualquiera se
acerque. Tal vez la hija de David sabía poner límites y alejar a quienes
podrían causarle daño. La Biblia enseña que se mantenía virgen y era su
determinación mantenerse así. Pero esa fue precisamente una de las
características de Tamar que cautivó a Amnón. El conocía que la ley
impedía alguna relación amorosa, pero decidió seguir sus pasiones y no
seguir la ley y sus indicaciones. La pasión le dominó y actúo
ciegamente. Amnón estaba enamorado, había decidido conseguir su
objetivo y con astucia preparó su siniestro plan para consumar su
pecado. Después de fingir que estaba enfermo y pedir a su padre que
su media hermana le atienda, Amnón mientras su media hermana le
servía, consumo su plan y la obligó a acostarse con el. totalmente
dominado por el enamoramiento actuó solo por sentimientos ignorando
a Dios y sus mandamientos. Con su acción demostró que la pasión y el
enamoramiento, no es lo mismo que amor.
Esta historia es impresionante pues ilustra precisamente las verdades
que quiero enseñar. Amnón logró tener cercanía, estaba profundamente
enamorado, pero que no tenia amor. Esta experiencia no es nueva. A
todos nos puede pasar y todos sabemos que si experimentamos una
fuerte atracción y actuamos motivados por ella, podemos romper todas
las reglas divinas. Nosotros somos testigos de nuestros propios pecados.
La pasión enceguece y es un grave peligro. Lo terrible es que todo
comienza con una inocente mirada y un “cosquilleo” en el corazón. Unos
pocos cruces de miradas, un acercamiento, un paseo, un toque de las
manos y vamos cayendo lentamente en el apasionamiento. Es sutil el
comienzo y muy peligroso permitir que nuestra naturaleza pecaminosa
nos domine. Por cierto, todos tenemos problema con esto. Todos
podemos caer víctima de nuestras pasiones si planificamos toques
indebidos con cualquier persona. Todos corremos peligros de llegar a las
relaciones sexuales pre matrimoniales cuando permitimos caricias
sexuales que excitan y son alimento de las pasiones. Mientras mas
apasionado son los besos, mas grande es el deseo de tener lo prohibido.
Mientras mas nos sumergimos en las caricias y permitimos que nos
domine nuestra pasión, mas peligrosamente caemos en la excitación. De
allí a las relaciones prohibidas, solo se necesita un pequeño descuido.
La pasión sin control nos enceguece y nos pone en serio peligro

pues sin limitar el deseo de satisfacción de nuestros deseos
podemos romper cualquier regla de moralidad. Lo terrible es que
todo comienza con una inocente mirada, atracción mutua y un
“cosquilleo” que no deja tranquilo nuestro corazón. Para
cometer un pecado solo se necesita ceder a nuestras pasiones
aunque ese sentimiento vaya en contra de nuestras mas altas
convicciones.
Enamorado de lo ilícito
El deseo de alcanzar lo ilícito no es un problema nuevo. Ha sido un

problema de la raza humana desde el primer hombre. Nos apasiona,
nos atrae lo que se nos prohíbe. El jardín del vecino siempre se ve mas
atractivo que el propio. Basta que se nos prohíba algo para que
despierte en nosotros un anhelo de conquista. Basta que aparezca en el
parque el letrero que dice “no tocar, banca recién pintada. Pintura
fresca” para que tengamos la intención de tocar para saber si es verdad
lo que se anuncia. Esto lo ilustra bien la historia que ocurría en un hotel
que estaba metido en una entrada de mar. Debido a que era posible
pescar desde las ventas debido a la forma como fue construido el hotel,
en cada uno de los balcones existían letreros que prohibían la pesca. Es
que el pasajero podía salir a su balcón, extender su caña, lanzar su
anzuelo y disfrutar de una agradable pesca. Sin embargo, existía un
serio problema. Como es lógico, para que el anzuelo llegue hasta el mar
debían colgar un peso y con tan solo un mal lanzamiento del pescador,
la pesa en vez de llegar al mar se estrellaba contra los vidrios de los
cuartos de los pisos inferiores. Por mucho tiempo los dueños del hotel no
supieron que hacer. Hasta que a alguien se le ocurrió que la solución era
quitar de todos los cuartos los anuncios que decían “prohibido pescar.”
Fue una idea brillante pues de esa forma no se anunciaba la posibilidad
de hacerlo pues la sola existencia de un letrero que lo prohibía,
motivaba a los pasajeros a hacerlo. Eliminaron los letreros y se acabaron
los problemas. Lo mismo ocurre en muchas experiencias humanas.
Debido a que las relaciones sexuales son apasionantes y están
prohibidas por Dios antes del matrimonio, somos tentados precisamente
a buscarlas. Nuestra naturaleza pecaminosa nos pinta un panorama
atractivo y nuestros actos seductores y excitantes preparan el terreno
para anhelar apasionadamente lo prohibido. Es que cuando nos
metemos en caricias apasionadas la persona se encuentra bajo el control
de sus emociones y puede pasar por encima de su razón. Cuando esto
ocurre, existe la posibilidad de romper cualquier ley de los hombres y de

Dios.
Amnón estaba tan enamorado que comenzó a experimentar
sentimientos de angustia hasta que logrará su objetivo. La pasión lo
tenia dominado, se sentía enfermo, se sentía destruido. La pasión lo
consumía a tal punto que comenzaba a afectar el desarrollo de su vida
normal. El relato bíblico nos muestra que estaba afectando su apetito, al
punto que estaba enflaqueciendo. No tenia deseos de comer pues la
infatuación le llevaba a la seria preocupación. Ya no tenia tiempo ni
interés de hacer lo correcto con su propia persona. Ya nada le interesaba
sino cumplir su deseo de estar con ella. Su pasión produjo un severo
descontrol en su vida. Lo que era normal paso a ser despreciado y lo
anormal lo buscaba con toda su pasión. Si su madre le preguntaba:
"Qué te pasa hijo?" seguramente la respuesta era: "mamá estoy
enamorado, lo único que quiero es ver al amor de mi vida." Amnón
comenzó a vivir dominado por la pasión. Lo único que anhelaba era
tener relaciones sexuales con su hermana Tamar. Debido a ello, tramó
ese acto pecaminoso.
Amnón conocía las prohibiciones que existían. El sabia que estaba
rompiendo la reglas de la nación y aun así, tal como todos los
dominados por la pasión, decidió irse en contra de lo establecido.
Levítico 18:11 prohibía este acto pecaminoso con toda claridad:
"La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu
padre, tu hermana es; su desnudez no descubrirás". También
Deuteronomio 27:22 lo confirma diciendo:
"Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de
su madre. Y dirá todo el pueblo amén".
Amnón tenia sentimientos lícitos pero por su desobediencia a los
principios divinos, fue dirigido a actuar en rebelión. El no podía evitar
esos sentimientos, pero tenia el deber de saber controlarlos. El no podía
evitar sentir esa pasión, pero tenia que mantenerla dentro de los limites
lícitos. Pero Amnón debido a la pasión que sintió y no controló, se
enamoro de lo ilícito.
Enamorado apasionado
El diccionario describe "la pasión" como "un estado de perturbación o

afecto desordenado del ánimo." Es un apetito, una afición vehemente a
una cosa. Eso es precisamente lo que vivió Amnón. Este muchacho fue
manejado por sus pasiones a tal punto que rompió las leyes, prefirió la
desobediencia y por supuesto sufrió lamentables consecuencias.
Esto responde a las preguntas que constantemente me hacen en mis
conferencias. Algunas personas preguntan, ¿Por qué ya no siento nada
por mi cónyuge si me case tan enamorado? ¿Por qué se marchó el amor
si nos casamos tan enamorados? Otros que están en proceso de divorcio

atribuyen el fracaso de su relación conyugal al hecho de que no se
casaron tan enamorados. Esas personas no han entendido que la
cercanía y el enamoramiento que dos personas pueden experimentar no
es sinónimo de amor y que en la realidad también pueden aprender a
amarse aquellos que se casaron sin enamorarse.
El amor y la pasión descontrolada y sin principios no pueden convivir. El
amor y la lujuria son dos cosas totalmente opuestas. La lujuria es
destructiva porque es un acto de concupiscencia que motiva a la
desobediencia. Si usted lee detenidamente la historia descubrirá que
después de que Amnón violó a su media hermana Tamar, ese “amor
apasionante” se volvió en odio desbordante. Así lo dice la Biblia.
Recuerda la primera descripción de Amnón. Es descrito como un joven
apasionado, ilusionado, un muchacho “enamorado hasta enfermarse.”
La Biblia no describe a un Amnón lleno de amor sino que describe a un
joven lleno de pasión, una emoción incontrolable que lo motiva a romper
las reglas y realizar un acto pecaminoso.
La Biblia nos enseña que el amor es paciente, no busca su propio bien,
no hace nada indebido, no se goza de la injusticia, ama la verdad. (1
Corintos 13) Eso es todo lo contrario de lo que hizo el apasionado medio
hermano de la hermosa, virgen y difícil de dañar llamada Tamar. Esa
pasión sin control puede haberle producido a Amnón algo de placer
mientras violaba a Tamar. Sin duda tuvo su orgasmo tan esperado
porque estaba extremadamente enamorado, pero esa relación solo
produjo odio, división, muerte y dolor porque no era resultado del amor.
Esa relación producto del enamoramiento sin sujeción a los principios
bíblicos no solo produjo un vacío en el joven enamorado, no solo
destruyó la vida de su hermana inocente, sino que también produjo
consecuencias terribles y drásticas en toda la familia de David y
permanentemente.
La historia nos relata que Absalón, el hermano de Tamar buscó con
astucia la venganza. Organizo todo un plan para lograr que su medio
hermano Amnón termine asesinado. El maravilloso enamoramiento
produjo a toda la familia uno de los mas serios sufrimientos. La chica
hermosa fue destruida por un enamorado. El enamorado terminó
asesinado. La familia sufrió una terrible tragedia porque el
enamoramiento que no se rige por principios bíblicos de alta moralidad,
es la mas grande motivación a los actos de maldad. Existió un triste
final por una experiencia de pasión descontrolada que por falta de
valores morales llevó a un joven a actitudes y acciones pecaminosas y
equivocadas.
Ese joven de la antigüedad, como muchos de la modernidad, en
vez de amar a la persona de quien se enamoró, debido a su falta
de moralidad solo la uso para satisfacer su maldad. Ese joven no
había entendido que la cercanía y el enamoramiento no es amor.

Que esos sentimientos genuinos que son parte de las emociones
humanas deben ser controlados y dirigidos por los principios
divinos y que aun lo sentimientos mas hermosos y el mas
profundo enamoramiento puede conducir a las personas a
ignorar a Dios y romper sus mandamientos. Los cristianos
debemos entender que enamorarse no es lo mismo que amarse y
que el amor basado en la verdad, nunca conduce ni permite
actos de inmoralidad.
CAPITULO TERCERO
LOS MITOS Y EL AMOR:

DESCRIPCIÓN DE UNA
ERRÓNEA EXPECTACIÓN
entre los mitos y la
realidad
“Toda persona que ha

tenido ideas erróneas con
respecto al amor terminara
decepcionada cuando
descubra que lo que ha
creído sobre el amor ha
sido un triste error.
Cuando creemos que el
amor depende de la
emociones nos preparamos
para muchas decepciones.”
Dr. David Hormachea
CAPITULO TERCERO
LOS MITOS Y EL AMOR:

DESCRIPCIÓN DE UNA ERRÓNEA EXPECTACIÓN
Distinciones importantes entre los mitos y la realidad
“Toda persona que ha tenido ideas erróneas con respecto al

amor terminara decepcionada cuando descubra que lo que ha
creído sobre el amor ha sido un triste error.
Cuando creemos que el amor depende de la emociones nos
preparamos para muchas decepciones.”
Me gusta escuchar el relato de las experiencias de quienes se

describen como enamorados. Ellos hablan de que están
experimentando una serie de sensaciones y emociones que les indican
que están comenzando a amar. Sin embargo, el otro lado de la
moneda es decepcionante. También me toca escuchar los relatos de
como las parejas han salido del mundo de enamoramiento y relatan
con dolor que se han dejado de amar.
La mayoría de las cosas que creemos con respecto a la vida
matrimonial son mitos que hemos aprendido con el paso de los años y
no son necesariamente verdades. De todas maneras insistimos en
imitar modelos antiguos o formas erróneas de expresar nuestro amor,
a pesar de que esas prácticas erróneas han dejado marcas en nuestras
propias vidas.
Todos escuchamos muchos relatos sobre como los cónyuges se
conocieron y como pasaron por ese proceso impresionante de
enamoramiento y como muchos matrimonios después de algunos
años, a pesar del amor que experimentaron, tienen una relación
conyugal marcada por el sufrimiento. Son impresionantes los relatos
de cómo los enamorados se conocieron y se enamoraron con tanta
pasión y como muchos han terminado en la mas triste decepción.
Ricardo pensaba como todos que esos sentimientos de pasión por
quien se convertiría en su esposa le acompañarían por toda la vida.
Solo basto un año para que muy decepcionado me relate que ya no
sentía lo mismo por su mujer. Confesaba que mas bien sentía molestia
y rechazo al verla y ya no era atractiva para el. Ese relato me hizo
investigar porque muchas personas me preguntaban: ¿Qué paso en
nuestra relación matrimonial? ¿Nuestra relación era tan emocionante,
por que ahora nuestra relación es tan decepcionante? Algunas parejas
me han preguntado ¿Cómo nos salimos del amor? ¿Por qué perdimos
el amor? Y muchas otras me continúan preguntando ¿Se puede
recuperar el amor?
En muchas conferencias he escuchado relatos impresionantes con
respecto a la decepción que muchos cónyuges experimentan. No en
una sino en varias ocasiones algunas mujeres me han preguntado

“¿Por que no siento nada por mi marido?” y algunos maridos
preguntan “¿por que no siento deseo de tener intimidad con mi
esposa?” Otros se preguntan “¿por que siento un rechazo a todo lo que
hace mi cónyuge?”
Siempre que he conversado con quienes realizan estas preguntas
afirman que ellos están seguros que ya no sienten amor por la persona
de quien estuvieron locamente enamorados. Me dedique a estudiar
sobre el tema y concluí que el gran problema que tienen todos los que
están decepcionados es que esperaban algo no adecuado por los
conceptos erróneos que habían tenido. Nuestro problema son los mitos
que hemos aceptado sobre las relaciones conyugales y principalmente
sobre lo que es verdaderamente el amor. Es que creer mitos nos crea
un mundo de expectativas erróneas. Conciente o inconcientemente
aceptamos esas leyendas y cuando las llevamos desde el inicio al final
de la vida conyugal vivimos decepcionados. Cuando la relación se
inicia con mitos que nos ilusionan, nos alucinan, nos seducen, nos
entusiasman, tan pronto tocamos la tierra de la realidad dejamos de
volar por los cielos de la fantasía y en ese momento pensamos que se
marcho el amor. Cuando esto ocurre, cuando algunas personas
terminan su relación conyugal basada en fantasías, después de poco
tiempo pueden volver a sentir otra ilusión y una vez mas inician esa
nueva relación basad en otro mito. Esta vez es el mito que los pastos
de lejos son mas verdes o que el jardín del vecino es mejor que el
nuestro.
Cuando la relación amorosa se inicia con mitos que

nos ilusionan, nos alucinan, nos seducen y nos
entusiasman, tan pronto tocamos la tierra de la
realidad, dejamos de volar por los cielos de la
fantasía.
Quienes por eso terminan una relación conyugal
piensan que se marchó el amor y generalmente
anhelan una nueva ilusión. Si llegan a volverse a
enamorar e iniciar otra relación de fantasía creyendo
que esta será mejor solo porque creen tener un nuevo
amor, están preparando una nueva frustración pues
inician otra relación amorosa basada en otro mito que
tristemente le llevará a una nueva decepción.
Un serio problema de iniciar relaciones basadas en mito es que no

podemos desarrollar relaciones saludables pues nadie que tenga
erróneos valores puede actuar bien. Las creencias determinan nuestro
comportamiento. No podemos pensar mal y debido a ello seguir
cometiendo errores y aun así obtener como resultado el éxito. No
podemos vivir de fabulas y disfrutar de la realidad y todos los que
viven de ilusiones, por no alcanzarlas en la realidad, sufren de serias
decepciones.
He notado que muchos de estos mitos son perpetuados por las
enseñanzas erróneas en ciertas congregaciones. Cuando los lideres
ensenan conceptos de amor, sumisión, ternura y enamoramiento que
no tienen buen fundamento en los pensamientos divinos, ensenan
ideas humanas que no satisfacen las necesidades esenciales de las
personas. Por ello, aunque son cristianos, algunos siguen esperando
algo inalcanzable por no tener convicciones saludables. Una relación
sana resulta de iniciar y permanecer en una relación conyugal que se
basa en los mandamientos divinos a pesar de los deseos humanos.
Mitos que impiden las relaciones saludables
Debido a mi constante encuentro con muchas personas y por escuchar

el relato de testimonios de decepción, puedo describir algunos de los
mitos mas comunes en las relaciones amorosas:
MITO #1: SI DIOS ES EL AUTOR DE NUESTRO AMOR Y

NUESTRA UNIÓN, EN FORMA AUTOMÁTICA Y
NATURALMENTE VAMOS A VIVIR
ENAMORADAMENTE.
REALIDAD: Dios es el autor de nuestro amor, pero no de

nuestro pecado. Nuestra unión se realiza entre dos seres
humanos de sexo distintos, imperfectos y pecadores y por ello
nuestra relación no funciona automáticamente con excelencia.
Para que funcione como Dios planificó debemos convertirnos
en sus hijos, estudiar y comprender sus valores y principios y
determinar vivir en obediencia.
No existe ninguna duda que Dios es el autor del amor y que el

soberanamente permite que realicemos nuestra elección, pero por ser
seres humanos imperfectos y pecadores cometeremos errores
involuntarios y pecados que deben ser confrontados, corregidos y

perdonados. Nuestro deber es seguir las ordenanzas divinas para
seleccionar la persona con quien deseamos iniciar una relación
amorosa, pero debido a que somos movidos por nuestras pasiones,
tendemos a no elegir por convicciones.
Es cierto, una persona puede haber seguido todas las indicaciones que
le permiten tomar decisiones correctas e iniciar y tener el profundo
deseo de tener una relación conyugal Dios demanda, pero ningún ser
humano puede obedecer siempre a Dios. Una persona puede
determinar vivir sabiamente, pero es imposible que evite todas sus
faltas. Somos seres emocionales que herimos y nos hieren, pero en
vez de decepcionarnos por los errores de nuestra pareja, ambos
debemos aprender a confrontarnos y perdonarnos.
Después de orar pidiendo la dirección divina y de recibir consejos
bíblicos para iniciar una relación saludable y a pesar del acuerdo de las
personas de que amaran a Dios y a su cónyuge, igual cometerán
errores. A pesar de los intentos de obediencia, en forma natural no es
posible tener una relación de excelencia.
Es imposible tener una relación perfecta entre pecadores y nuestras
faltas producirán alejamiento y decepciones a pesar de nuestro amor
por Dios y por nuestro cónyuge. Sin entender los fundamentos divinos
para la relación matrimonial, sin aceptarnos a pesar de las diferencias
y fallas y sin tomar la decisión de vivir obedientemente es imposible
tener una relación saludable. Sin tener las expectativas apropiadas, sin
creer que por ser seres humanos pecadores cometeremos serios
errores no podemos evitar la decepción que nos llevara en algún
momento a pensar que se marchó el amor y que debemos terminar la
relación.
Dios poderoso, felicidad automática
Quisiera decir que esto solamente se da entre quienes no profesan el

cristianismo, pero la realidad me ha indicado que también existen
algunos cristianos que viven decepcionados. He escuchado a otros
cristianos que ingenuamente piensan “nuestro matrimonio es la
voluntad de Dios y tiene que funcionar bien.” Claro que puede
funcionar bien si ambos cónyuges son obedientes y actúan como
deben y no como sienten. Otros creen que si su matrimonio fue
“planificado en el cielo se mantendrá automáticamente.” Lo único que
es automático es la inclusión en la familia de Dios por medio de creer
en Jesucristo el Salvador, pero de allí en adelante es nuestra
responsabilidad como hijos de Dios aprender sobre la relación amorosa
en el libro de Dios y determinar vivir en amor obedeciendo el consejo
de Dios. Por sólo asistir a una iglesia no seremos transformados.
Pablo dice a los romanos que una vez que son cristianos, son ellos los
que deben transformarse. Su orden es “Transformaos.” No dice asistan
a una iglesia y automáticamente serán transformados. No dicen
determinen aceptar que Cristo es su Salvador y automáticamente
serán transformados. Escribe con gran claridad “no os conforméis a
este mundo.” Quiere decir no sigan pensando basados en la filosofía
de los no cristianos. No sigan creyendo las ideas que escuchan y que
dicen que debe encontrar su alma gemela, no crean que el amor es
pasión, no crean que vivirán ilusionados, que encontraran la persona
que le hará feliz y que cuando se ama no existen diferencias,
problemas y enojos. Dice “No os conforméis a este mundo sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento.”
El consejo del apóstol es que nosotros somos los responsables de
cambiar nuestra manera de pensar.
Dios nos unió y nadie podrá separarnos
He notado que otros cristianos creen que debido a que “Dios los unió,
ningún hombre los podrá separar.” Es obvio que nadie podrá separar a
los cónyuges cuando ambos aman a Dios y se aman genuinamente el
uno al otro. Esta no es una garantía que nadie nos separara aunque
hagamos lo que no debemos. Que Dios nos haya unido de ninguna
manera nos garantiza que tendremos un matrimonio armonioso,
relaciones de respeto y que nunca llegaremos al divorcio. El problema
no es de Dios, el problema es de seres humanos pecadores que no
siguen las indicaciones divinas que permiten tener un matrimonio
estable y que perdure a pesar de los problemas. Nadie puede dudar
que el primer matrimonio fue literalmente realizado por Dios. Fue Dios
que unió a Eva y Adán. Fue el quien les dio su bendición y prometió
que ellos tendrían la posibilidad de disfrutar al máximo su existencia.
Pero fue Dios quien también determino que para que su relación
matrimonial sea lo que El esperaba y por lo tanto, lo que ellos
necesitaban, ellos debían seguir las instrucciones divinas. Aun la
relación conyugal entre Adán y Eva que fue el cumplimiento del plan
divino, no funcionó automáticamente y mas bien experimentaron
severos problemas. Si usted piensa que porque Dios es perfecto y el
cielo un lugar perfecto, el matrimonio que vive en la tierra y realizado
por Dios en el cielo resultara perfecto o será una buena relación
conyugal sin sacrificio y sin someterse al genuino amor divino, esta
totalmente equivocado.
Nosotros no somos participantes pasivos de los planes divinos para
nuestra vida matrimonial. Están equivocados quienes creen que si Dios
eligió su cónyuge, tendrán pocos o nada de problema de ajuste en su
relación.
MITO #2: SI DIOS TIENE TODO PLANIFICADO PARA MI

VIDA, EL TIENE MI ALMA GEMELA. EL SABE
QUIEN ES, YO TENGO QUE DESCUBRIR ESE
GRAN SECRETO.
REALIDAD: Aunque Dios conoce exactamente con quien

nos casaremos. El ha dado libre albedrío a cada persona para
que realice decisiones basadas en los principios divinos y no en
las emociones humanas. No se debe esperar una revelación
profética divina para conocer quien será el cónyuge asignado,
sino seguir los pasos que Dios ha determinado para poder
cumplir su voluntad revelada.
Algunas personas viven en una interminable búsqueda de la persona

que Dios designó para su vida y que conocerán en algún momento, en
alguna revelación especial. Ellas creen que no deben hacer nada sino
esperar que llegue el tiempo que Dios ha determinado para revelar tan
maravilloso misterio. Muchas personas permanecen solteras por
muchos años y otras, una vez decepcionadas de su espera
espiritualizada eligen sin un sistema adecuado de elección.
Alma gemela felicidad segura
Algunas personas creen debido a que debido a que encontraron a una

persona que cautivo su corazón y porque están experimentando una
gran pasión, ya encontraron a su alma gemela y que esta será la
fuente de su felicidad. Otros que no han sentido esa emocionante
sensación buscan sus almas gemelas llenas de ilusión. Otros creen que
cuando su relación conyugal es decepcionante, esa errónea alma
gemela con quien viven es la causante. Algunos renuncian a su
relación y comienzan una nueva búsqueda debido a su decepción.
Otros viven “soportando su error” en una prisión llamada relación
matrimonial decepcionante y eternamente ilusionados con el alma
gemela que no tienen. Esas personas solo aguantan con tesón esa
alma equivocada que le produce tanta decepción.
Somos el uno para el otro

xx
Algunos creen que Dios los hizo el uno para el otro y por lo tanto su
forma de pensar, sus gustos, sus temperamentos y visión de la vida
serán compatibles y fáciles de adaptar. Por ello cuando vienen los

desacuerdos, aparecen las diferencias y descubren que cuando uno
piensa blanco el otro piensa negro muchos creen que el amor
desapareció o nunca existió. Ellos son los que comienzan a dudar que
Dios fue quien los unió. Ellos comienzan a encontrar razones por que
no funciono el matrimonio. Ellos creen que no funciono porque
tuvieron relaciones sexuales antes del matrimonio, o porque se
casaron sin permiso de los padres o porque no estaban enamorados o
demoraron mucho tiempo o solo unos pocos meses en su noviazgo.
Este mito se convierte en una excusa para salirse de su compromiso.
Ellos piensan que se les acabo el amor, por lo tanto, deben acabar con
su compromiso.
Muchos de los que así piensan andan a la caza de un consejo que les
diga que tienen razón para buscar la separación. Ellos argumentan que
porque “no fue Dios quien les unió o porque no hicieron las cosas
como debían, o porque desobedecieron a sus padres,” entonces tienen
algún fundamento para su idea que lo que empieza mal, termina mal y
por lo tanto, lo mejor es separarse.” Alguien dijo “no se si su
matrimonio fue realizado por Dios en el cielo, pero lo que si se es que
todo el mantenimiento debe ser realizado por ustedes y en esta
tierra.”
Este mito genera una serie de acciones erróneas. Otra de los errores
esta en la concepción de la voluntad de Dios. Algunos que han sido
instruidos de pedir pruebas a Dios para saber su voluntad. Ellos deben
tener alguna prueba divina o alguna señal extraordinaria o
sobrenatural que demuestre que debe casarse. Ellos buscan una
experiencia traumática que les impresione. Esperan a la mujer de rojo
que llegara de visita a su congregación y que tiene la misma edad y
usa lentes. Ellos son lo que sonaron que tenían un ministerio musical y
por lo tanto deben casarse con la cantante. Ellos son los que han sido
ensenados que deben desechar a los pretendientes si existen
dificultades para casarse y aceptar la persona con quien todo parece
encajar como anillo al dedo. Ellos deben casarse cuando el plan salio a
las mil maravillas y todos los familiares estuvieron de acuerdo.
De ninguna manera estoy diciendo que Dios no tenga un plan. Lo que
comunico es que la forma de entender la voluntad divina no debe
quedar al criterio humano sino someterse a las directrices divinas
establecidas en su Palabra y determinadas mediante un buen estudio
de ella. Tristemente que siempre que alguien tiene un criterio tan
limitado de la voluntad divina, cuando existen serios problemas en su
relación conyugal encuentra la excusa que necesita para querer
abandonar su compromiso.
MITO 3: SI HAGO LO CORRECTO, ALGÚN DÍA

ENCONTRARE AL CÓNYUGE ME HARA
FELIZ
REALIDAD: Nadie puede hacer feliz a nadie. Cada

persona es responsable de su propia felicidad. Una
persona que vive sabiamente y conforme al propósito
de su creación puede ser feliz a pesar de estar
rodeado de personas infelices.
Quien entre al matrimonio con la ilusión que esa relación le hará feliz,
pronto comprobara que ha tenido buena imaginación, pero que esta
muy alejada de la realidad. Si la persona llega al matrimonio
esperando que su cónyuge sea su fuente de felicidad cuando descubra
que esto no es posible en la realidad. Esa desilusión le hará pensar que
ya no existe tanto amor o que este se esta marchando. Muchos se
decepcionan de la relación conyugal pues no encuentran en el
matrimonio la cura que se publicitado. La relación conyugal no puede
darnos lo que nuestros padres, hermanos, novias, amigas o conocidos
tampoco han podido otorgarnos. Las personas no son la fuente de la
felicidad, aunque estoy convencido que un buen matrimonio nos da la
segunda oportunidad de tener una relación que cuando existe respeto,
ternura y amor sincero, puede superar la relación con nuestros padres,
especialmente si esta ha sido conflictiva o nos ha provocado algún
trauma.
Amanda estaba decepcionada de su esposo. Me comento con tristeza
que todas sus relaciones habían sido destructiva. Sus padres le habían
fallado, su primer novio le había fallado y ahora su esposo no era
capaz de hacerla feliz. Ella se alistaba a divorciarse pues había
encontrado a alguien que si le hacia feliz. Tristemente esa era la
historia que ya había vivido. La relación con su novio y con su esposo
había comenzado con grandes emociones. Admitía que estaba
enamorada de su novio pero le fallo y estaba enamorada de su esposo
pero también le había fallado. Obviamente el circulo vicioso de engaño
se volvía a repetir. Una vez mas Amanda se engañaba a si misma
creyendo que podía encontrar a alguien que le otorgara la felicidad que
tanto buscaba.
Entre los que se decepcionan de su relación conyugal y después de un

tiempo piensan que ya no existe amor están quienes piensan que su
cónyuge le dará lo que no recibieron de sus padres.
Si sintió que no era comprendido por sus padres busca encontrar
alguien que le comprenda. Si su padre no fue cariñoso cree que su
esposo proveerá lo que le falto. Si se sintió rechazado espera tener el
máximo de aceptación en su relación conyugal.
Muchas personas se casan por razones erróneas. Algunos descubren
que esa es la forma de huir de sus hogares, otros lo hacen por
venganza. El problema es que los problemas en el matrimonio sacaran
las características de nuestra personalidad y traerán precisamente
esos problemas de los cuales huimos. La verdad es que nuestro
pasado afecta el matrimonio, pero nuestro matrimonio no puede
afectar el pasado. Nuestro pasado tiene mas gran influencia en el
matrimonio que lo que el matrimonio puede influenciar las terribles
consecuencias de nuestro pasado destructivo, si nuestra actitud es
negativa y no aprendemos a vivir con las expectativas apropiadas y
con sabiduría en la relación conyugal. El matrimonio no cambia el
pasado, solo revela lo que hay en nosotros que fue producido en el
pasado. No podemos cambiar el pasado, pero podemos aprender a
vivir sin ser esclavos de el.
Otros que resultan decepcionados de su relación conyugal son
quienes tuvieron una relación muy saludable en su hogar
paterno y creen que tendrán un cónyuge con las mismas
características que sus padres.
No existen dos seres humanos iguales. El cónyuge no es su padre o su
madre y aunque pueden tener características similares, nunca se debe
esperar recibir lo mismo que recibió en otra relación. Cada relación
tiene sus características peculiares y debemos respetar las diferencias.
Algunas personas llegan a pensar que su cónyuge no le ama pues no
es tan cariñoso como su padre. Aunque es bueno esperar que exista
cariño y quienes no aprendieron en su relación paternal deben
aprender a demostrarlo en la relación conyugal, no es bueno vivir
comparando una relación con otra. Generalmente terminan
decepcionados quienes viven esperando que se repitan en su
matrimonio las mismas características que fueron parte de la relación
en su hogar paterno.
Otra forma errónea de esperar felicidad tienen quienes esperan que
su cónyuge supla todas sus necesidades.
Ninguna persona puede proveer para todas las necesidades de otro.
Aunque podemos ser instrumentos de satisfacción de algunas
necesidades esenciales, cada individuo es responsable de vivir
sabiamente y satisfacer sus necesidades. El apoyarse totalmente en
otro individuo crea una relación dependiente enfermiza. La persona
queda discapacitada emocionalmente y por lo tanto vive decepcionada

pues se acostumbra a la sobreprotección. Cuando la calidad de su vida
depende de otro y su alegría o tristeza depende de la estabilidad de
otra persona nos convertimos en personas inestables. Cuando mi
triunfo depende del triunfo de mi cónyuge anula mi razón de vivir.
Cuando la condición de mi vida depende de la condición de vida de mi
cónyuge no soy mi propia persona. Si solo reacción frente a las
acciones de otros se convertirá en dependiente. Cuando su cónyuge es
el actor y usted es el espectador vivirá aplaudiendo los logros de otros
y puede crecer la envidia. Cuando usted es quien se apoya, al moverse
su columna se caerá. Cuando el o ella no me dan lo que creo que
deben darme pues creo que lo necesito, los culpo de mis fallas y poco
a poco les voy dando el poder de que me destruyan aun sin quererlo y
con mi permiso solo por mi forma errónea de concebir la vida.
Estas personas en muchas ocasiones me han compartido lo que
sienten en su relación conyugal. Michelle alguna vez me relato su
historia con las siguientes palabras “Vivimos dos mundos totalmente
distintos. El se dedica a trabajar y yo a la casa y cuidar los niños. Es
un buen esposo pero somos tan diferentes y vivimos dos mundos muy
diferentes. Creo que por no darnos lo que necesitamos mis hijos y yo,
ya no lo quiero.” Lamentablemente ella no sabia bien lo que
necesitaba. Ella creía que el mundo de trabajo de su esposo era el
problema. Ella disfrutaba de la posición económica que su esposo le
daba a su familia, pero no estaba contenta con los sacrificios que esa
posición demanda. Ella esperaba que Richard actuara como Esteban su
primo que la impresionaba tanto. Este trabajaba en una buena fabrica
y por años tenia siempre el mismo turno. El cumplía sus cuarenta
horas a la semana y trabajaba de 6 de la mañana hasta las 15.30
horas. Llegaba a su casa a las 16.00 horas y pasaba la mayoría de las
tardes en su casa. Michelle siempre comparaba las horas que su primo
pasaba con su familia, pero no comparaba el vecindario en que ambas
familias vivían. Esteban vivían en una zona de clase media baja,
mientras ella disfrutaba de una casa en uno de los lugares mas
exclusivos de la ciudad. El marido de Michelle, tal como ella lo
describia era “responsable, trabajador y muy determinado.” La
mayoría de los sábados pasaba en casa, aunque cada dos meses
realizaba un viaje de negocios. Los domingos dedicaba la mañana para
ir al campo de golf y regresaba después de medio día dispuesto a salir
o tener cualquier actividad con la familia. Michelle no comprendía que
su esposo no podía satisfacer todas las necesidades que ella tenia y
que satisfacción que sentía por el estilo de vida que tenia demandaba
sacrificio en otras áreas. Ella se sentía infeliz. No se sentía así porque
su esposo no satisfacía sus necesidades básicas sino porque no el
satisfacía lo que ella quería. Ella se sentía infeliz porque su marido no
cumplía sus expectativas y estaba “dejando de amarlo”. Así Michelle

describía su estado de insatisfacción. Su problema era que su felicidad
dependía de lo que el marido podía darle. Ella quería obtener de su
marido lo que ella creía que necesitaba, pero lo que ella esperaba era
erróneo. Ella había perdido su visión de la vida. Había dejado de vivir
su propósito. Entrego su vida a cumplir el propósito de sus hijos, de su
marido, a cumplir sus responsabilidades hogareñas, pero se olvido de
si misma y en su estado de frustración ahora culpaba a su marido de
su desencanto. Ella no comprendía que el matrimonio no fue
planificado para que cada cónyuge aporte el cincuenta por ciento y así
completen el cien por ciento que demanda la vida matrimonial.
Michelle no comprendía que la relación matrimonial debe funcionar de
acuerdo al plan de Dios y ofrece la posibilidad de sentirse contentos a
quienes dan el cien por ciento de si siguiendo las instrucciones del
Creador de la relación matrimonial. Los cónyuges deben desarrollar
todo su potencial y mantener su identidad y enfocarse en el propósito
de su vida. Cada uno debe conocer como satisfacer sus necesidades,
incluyendo la necesidad de ser amados y amar. Los cónyuges sienten
que han perdido el amor o sienten que ya no existe amor cuando
esperan mas de lo que deben. Por tener expectativas exageradas se
sienten frustrados. Esperan que alguien mas supla sus necesidades, a
pesar que ellos son responsables de hacerlo. Quien no cumple la razón
de su existencia en este mundo se sentirá vacío y al sentirse vacíos
culpan a otros, especialmente a sus cónyuges. Al sentirse débiles o
deprimidos, al sentirse abusados o maltratados culpan a sus cónyuges.
MITO # 4: EL AMOR ES UN SENTIMIENTO QUE

PERMITE NUESTRO ACERCAMIENTO. SI
LOGRAMOS MANTENER ESE
SENTIMIENTO EN FORMA CONSTANTE,
PODREMOS TENER UNA RELACIÓN
DURADERA PERMANENTE.
REALIDAD: El amor incluye sentimientos pero no

esta basado en ellos pues debido a que cambian
constantemente producen una relación cambiante. El
amor es la determinación a relacionarme conforme a
la estructura y limites del amor divino y que incluye
sentimientos humanos.
Todos experimentamos sentimientos pues todos tenemos la facultad

de sentir. Todos experimentamos sensaciones por causas internas o
externas, pero eso no es amor. Esos sentimientos afectan positiva o
negativamente nuestro estado de animo y nos mueven a actuar, pero
podemos actuar con amor o con odio por los sentimientos que
experimentamos.
La mayoría llegamos al matrimonio ilusionados por los sentimientos

que experimentamos. Nos sentimos emocionados porque la persona de
quien nos enamoramos parece ser todo lo que necesitamos. Nos hace
sentir algo emocionante, nos gusta estar con esa persona, nos
sentimos tristes cuando no podemos verle. Nos sentimos contentos
porque nos entienden y nos alegra ser tratados con ternura. Por ello
pensamos que será bueno pasar toda la vida al lado de alguien que
nos hace sentir así. Si ese sentimiento es tan lindo, para que cortarlo.
Si esa pasión que sentimos es tan maravillosa para que terminar la
relación. Si nos estimula el estar juntos porque no casarnos para no
separarnos. Si cada vez que nos vemos me tratan con ternura y los
pocos momentos que pasamos juntos son tan estimulante porque
tener que separarnos todos los dias, cuando casados todos los dias
podemos pasar juntos y continuar nuestro romance de día y de noche.
Muchos piensan, si esa persona suple mis necesidades es la persona
que Dios me la regalo. Si siento que esa persona me ama para que
separarme de ella. Si con ella me siento feliz porque no estar siempre
con ella.
El problema de esta errónea interpretación es que la felicidad no es un

estado, ni el amor es solo un sentimiento. Los seres humanos somos
tan felices como planificamos serlo porque aunque no podemos elegir
la felicidad, si podemos elegir las acciones que producen paz y
relacionarnos con sabiduría con las personas que nos rodean de tal
forma que experimentemos la paz de manejar nuestra vida
sabiamente. La vida no es hacer lo que hacemos para sentirnos feliz,
sino que por hacer lo que hacemos con corrección e imitando a Dios es
que podemos sentirnos felices.
El amor no es solo un sentimiento que se experimenta. Es cierto que
cuando nos enamoramos nos sentimos alegres, emocionados,
complacidos, atraídos, encantados y seducidos por quien conquisto
nuestras emociones. NO podemos evitar sentir esas sensaciones, pero
podemos evitar actuar motivados por ellas. Incluso, no podemos evitar
que las emociones nos muevan a las acciones, pero podemos evitar
acciones erróneas motivadas por emociones genuinas.
Erich Fromm dijo “el amor no es una victima de mis emociones, sino
un siervo de mi voluntad.” Esa declaración es sabia y mucho mas sabia
son las enseñanzas de Jesucristo. Hablando del amor, Jesús nos
ordena amar a nuestros enemigos. Ese mandato parece una
contradicción. Nadie siente algo hermoso por quienes actúan como
enemigos. Mas bien sentimos rechazo a sus acciones y molestia e ira
por sus actitudes erróneas. Pero aun así, aunque nuestros
sentimientos sean contrarios a las acciones erróneas y nos motiven a
reaccionar contra el maltrato, todavía podemos actuar con amor.
Hablo del amor genuino. No me refiero al concepto de amor que
piensa que debe someterse al maltrato y humillarse. Hablo de la faceta
del amor que se caracteriza por la justicia, que se muestra en la
exhortación dura y con autoridad y la confrontación directa y honesta.
La Biblia nos motiva a practicar el amor y no solo a sentir amor.
Cuando tomamos el compromiso matrimonial en la ceremonia nupcial
no hacemos un pacto de amar a nuestro cónyuge cuando nos sentimos
bien y todo marcha a las mil maravillas. Es un pacto de amor a pesar
de las circunstancias y a pesar de los errores. Quien cree que se ama
mientras se siente creerá que se acabo el amor cuando sienta rechazo
por las acciones erróneas de su cónyuge. Quien cree que el amor es
un sentimiento lindo y cuativante. Quien cree que es ese sentimiento
de alegría por estar al lado de la persona que nos excita, creerá que
ha perdido el amor, cuando se sienta frustrado, decepcionado, molesto
o con ira por los errores de su cónyuge. Cuando esos sentimientos de
rechazo y enojo lo obligan a sentir que debe corregir, exhortar,
confrontar, mas bien cree que debe separarse o divorciarse porque ya
no siente algo lindo y por lo tanto ya no siente amor.
Al examinar cientos de testimonios he notado que siempre que alguien

espera lo que el matrimonio o su cónyuge no puede darle. Siempre
que alguien espera de la relación matrimonial algo que nunca fue
planificado por Dios. Siempre que alguien tiene erróneas expectativas
con respecto a lo que ocurrirá con la persona que tanto le ha
ilusionado en el noviazgo esta preparando el terreno para su
decepción. Ese matrimonio va rumbo a la muerte o por lo menos al
desengaño, despecho, desencanto y desilusión. Lamentablemente,
este estado generalmente se convierte en una permanente condición
de vulnerabilidad y para muchos una excusa para tener una relación
adultera.
MITO # 5: EL AMOR ES UNA EMOCIÓN QUE PUEDE

VARIAR Y POR LO TANTO, TAMBIÉN SE
PUEDE ACABAR.
REALIDAD: El amor incluye emociones que se

manifiestan en estados de animo producidos por
impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos que
con frecuencia se traducen en gestos, actitudes u
otras formas de expresión, pero nunca depende de las
emociones. Las acciones de amor pueden ser
motivadas por las emociones, pero debido a ellas, el
amor no permanece o se termina.
Algunas personas comunican que su amor se ha acabado o que ha

variado y por ello, la relación matrimonial o puede ser la misma. En
algunos casos piensan que por lo tanto su matrimonio va camino al
fracaso o ya se terminó.
Observemos las dos ideas predominantes en quienes tiene la idea de
que el amor es una emoción y por lo tanto, puede variar o acabarse.
a. El amor es una emoción que puede variar.

Este es un concepto muy común. Debido a que todos pensamos que el
amor es una emoción que sentimos, y como las emociones son
cambiantes, como resultado pensamos que el amor puede variar
porque las emociones varían. Como consejero escucho
constantemente a cónyuges que declaran que ya no quieren mas a su
esposo, o que preguntan si se les acabó el amor. Es que para muchos,
el amor es una emoción que experimentamos. Por ello las personas
quieren casarse cuando están enamoradas y quieren separarse cuando
dicen ya no sentir esa pasión, ni esa conexión que antes tenían.
Alguien dijo: “El amor ciertamente es la emoción más poderosa que se
pueda sentir. Y lo más grande que se puede dar a otro ser humano es
el amor. El contagio de esta emoción noble crea lazos de armonía y
solidaridad. Si se niega y se destruye, sobreviene el vacío y todo se
vuelve espantoso y sin sentido.” Esa es la forma de pensar de muchas
personas pero ese no es el concepto bíblico del amor. El amor no es
una emoción aunque puede incluir emociones. No existe nada de
atracción, no existen emociones que nos unan a quienes nos
maltratan. Pero si puede existir amor aunque nuestras emociones sean

la ira y el rechazo de las acciones destructivas de la persona.
Cuando las personas creen que el amor es una emoción que varia,
entonces el amor se le puede acabar y como depende de las
emociones, sentirá cercanía por quienes le traten bien y odio por
quienes le tratan mal. Quienes piensan así creen que deben amar a
quienes hacen cosas buenas y odiar a quienes hacen cosas malas.
Cuando las personas confunden la emoción que produce la atracción
que experimentamos, con el amor por Dios diseñado, no pueden amar
como Dios ordena. debemos confundir el amor con un apasionante
acercamiento motivado por la atracción mutua que en ciertas
ocasiones experimentamos. El acercamiento que realizamos debido a
la atracción que sentimos es hermoso y misterioso y puede ocurrirnos
muchas veces en la vida. Podemos quedar flechados y sentir atracción
en cualquier estado civil. Pueden sentirla los solteros y los casados, así
como los viudos y las divorciadas.
La atracción es una conexión muy motivadora. Cuando existe esa
conexión que nos motiva a anhelar la compañía de la otra persona
entramos en un mundo de misterio cautivante. Quienes hemos vivido
esa experiencia sabemos cuan encantadoras y llenos de fascinación
son las experiencias que se repiten cada vez que vemos a la persona
que ha provocado tal grado de deseo.
La atracción no es mala ni es pecaminosa. Ella se produce porque
existe un estado de encanto al ver a otra persona, un grado de
simpatía por la afinidad que tenemos. La atracción es linda y cuando
uno es soltero y desea iniciar relaciones amorosas, este es un paso
importante que puede llevarnos a amar a una persona, pero todavía
no es amor. Pero también podemos sentir una atracción apasionante
por una persona que no es nuestro cónyuge y la pregunta es ¿En
ambos casos esa pasión y enamoramiento indica que amamos? ¿Se
puede amar y pecar a la vez?
Cuando existe es química que nos atrae es sumamente fácil y
emocionante sentir una pasión desbordante que nos puede abrir el
camino para que decidamos amar verdaderamente, pero también solo
puede aumentar la pasión y motivarnos a actos pecaminosos que no
son parte del amor. La pasión desbordante puede llevarnos a extremos
y acciones inadecuadas. Es que debido a nuestra naturaleza sexual, los
hombres podemos excitarnos solo al observar detenidamente a una
mujer atractiva y las mujeres que sufren con maridos maltratadores, y
que reciben cariño de un jefe y son objeto del respeto y el trato tierno,
también pueden sentir pasión y atracción y enamorarse de el y creer
que siente amor.
b. El amor es un lindo sentimiento que se puede acabar.

No debemos creer que tenemos amor solo porque alguien nos gusta.
Incluso podemos no amar, pero estar infatuados porque encontramos
alguien que nos gusta en demasía. Cuando encontramos a alguien que
es mucho o todo lo que esperamos estamos vulnerables. Esa persona
puede cautivar nuestra mente y motivarnos a enfocar en ella sin
restricciones. Podemos pasar por todos los límites morales cuando nos
sentimos infatuados por esa relación cautivante. Sentirse infatuado es
sentirse fatuo. Sentirse cautivado por la otra persona puede movernos
a tal extremo que no respondemos bien a la razón. La persona
infatuada puede sentirse inundada de romanticismo y creer que
encontró a la persona que tanto espero. Puede anhelar con pasión la
compañía de la otra persona, o experimentar distintos tipos de
sentimientos que le hace sentir que lo único que siente es amor. Pero,
la verdad es que esta viviendo movido por su mundo emocional que no
es amor integral. Pero ¿podemos amar aun lo ilícito? ¿Podemos amar a
el cónyuge ajeno por los fuertes sentimientos de cariño que
experimentamos? ¿Puede amar a su cunada porque es atractiva y
sensual y coqueta? El deseo de alcanzar lo ilícito no es un problema
nuevo. Ha sido un problema de la raza humana desde el primer
hombre. Nos apasiona, nos atrae lo que se nos prohíbe y todavía
podemos enamorarnos e infatuarnos de personas cuyas relaciones si
se llevan a cabo, son pecaminosas.
Es cierto que los sentimientos son variables y los lindos sentimientos
que motivan la cercanía, el cariño, esa sensación de alegría y de
querer pasar tiempo con una persona se pueden acabar. De hecho en
ciertos casos deben acabarse. Cuando las personas me dicen que
aunque son maltratadas y usadas en su vida matrimonial, desean
estar con su cónyuge y se sienten bien a pesar del mal que reciben,
tengo que concluir que están enfermas. Cuando las personas me dicen
tengo deseos de abandonar mi relación matrimonial porque me siento
mal porque me maltratan, me humillan, y abusan de mi, y me
pregunta si lo que sienten es correcto, mi respuesta tiene que ser un
categórico “Si.” Si no sintiera deseos de apartarse de alguien que
abusa de usted, usted no ama, esta enferma. En ese caso sus
sentimientos que le motivan al escape, son correctos, pero eso no es
amor. No es amor sentir cariño por alguien, ni es amor sentir deseos
de separarse, son solo sentimientos que motivan a las personas a las
acciones, pero las acciones amorosas y las reacciones caracterizadas
por el amor divino, llevarán a la persona a someterse a los
mandamientos divinos y eso resultara en acciones sabias de
confrontación del problema hasta que logre una solución. El amor no
es un sentimiento que se experimenta, aunque somos motivados por
los sentimientos a actuar con amor.
“Toda persona que ha tenido ideas erróneas con respecto al

amor terminara decepcionada cuando descubra que lo que ha
creído sobre el amor ha sido un triste error. Cuando creemos
que el amor depende de la emociones nos preparamos para
muchas decepciones.”
MITO # 6 EL AMOR ES UNA FUERZA TAN

PODEROSA Y DOMINANTE QUE TODO LO
PERMITE POR EL FUERTE CARIÑO QUE
LA PERSONAS SIENTE.
REALIDAD: No es amor la fuerza poderosa que

produce o permite acciones incorrectas y destructivas.
Quien permite lo indebido o comportamientos
destructivos propios o ajenos no sabe amar
bíblicamente, pues el amor no permite que aceptemos
la maldad ni actuemos pecaminosamente.
Existen personas que permanecen en relaciones enfermas pues cree

que el amor es tan fuerte que todo lo permite.
Por los conceptos erróneos sobre el amor, algunos creen que tienen
tanto amor que no pueden separarse de la esposa que le engaña con
otro hombre o creen que tienen tanto amor que deben seguir orando y
soportando la violencia de un marido violento. Esas personas creen
amar, pero no han entendido el concepto bíblico del amor. Las
personas que creen que tienen amor porque experimentan tan fuertes
sentimientos que permiten abuso y maltrato, no aman, son personas
atrapadas en relaciones co-dependientes. La codependencia es un
trastorno caracterizado por una carencia de identidad. La persona co-
dependiente no está bien conectada con sus necesidades, sentimientos
y deseos desde un punto de vista de alta moralidad. Sus conexiones
son solo emocionales, pero no basadas en principios correctos. Cree
que su valor como persona depende de la opinión de los demás y se
crea una falsa personalidad, asumiendo la responsabilidad por las
acciones ajenas, debido a que está desconectado de sus propios
sentimientos. Se dedican a mantener una imagen para impresionar, ya
que su autoestima es muy baja.
La codependencia tiene como origen las familias disfuncionales donde
el ambiente es hostil, pues allí la persona co-dependiente se dedica a
vigilar su entorno para defenderse y se acostumbra a estar en ese
ambiente aunque no le resulte placentero. El estado de alerta es una

defensa natural del organismo, pero en este caso se vuelve crónico, y
así resulta en serios problemas como la pérdida de contacto con las
emociones internas. La persona deja de sentir lo que debe en ese
ambiente hostil porque la atención está centrada todo el tiempo fuera
de ella misma. Cuando un niño pierde contacto con sus sentimientos
debido a la obligación que siente de enfocar en las experiencias
traumáticas que vive, intentará llenar sus necesidades con estímulos
externos, convirtiéndose en un adulto co-dependiente. La
codependencia produce culpa, al punto que algunos se sienten
culpables de ser maltratados. Por ejemplo, una mujer que se culpa de
la violencia de su marido diciendo que si ella no se hubiera
equivocado, su marido no la hubiera maltratado. También produce
angustia y temor debido a los estresante de su situación y por ello las
personas se mantienen junto a abusadores. La co-dependencia
produce un sentimiento que las personas llaman amor, pero en
realidad son comportamientos enfermizos caracterizados por la
obsesión. La permanencia al lado de quien actúa erróneamente es un
tipo de adicción. La codependencia no permite que la persona viva una
vida normal y también produce sentimientos negativos como la
angustia, la amargura, la culpa irracional, el enojo, y una vida de
permanente frustración por la impotencia de solucionar su problema y
la necesidad que la persona siente de mantenerse en la relación
enferma. En la codependencia, la persona se enamora de alguien
necesitado de ayuda. Al ver la situación desea ser la persona que
ayuda, pero lo hace para sentirse útil y querida, pero por no ser
madura ni saber establecer limites correctos, la persona en realidad va
estableciendo una relación destructiva.
MITO # 7 EL AMOR ES UN SENTIMIENTO NATURAL

QUE EXPERIMENTAN TODOS LOS SERES
HUMANOS PERO ESTA CONDICIONADO A
LA FORMA COMO SOMOS TRATADOS.
REALIDAD: El amor no depende de cómo nos tratan
los demás, sino de cuan dispuestos estamos para
imitar el comportamiento divino que sabe como tratar
amorosamente a quienes actúan o responden sabia o
neciamente. Es que el amor no depende de las
acciones o respuestas de otros, sino de los principios
divinos que Dios nos exige a nosotros.
Existen personas que piensan que el amor es natural y debe ser

condicional. Que no podemos amar a todas las personas pues existen
personas malas, diferentes, agresivas, peligrosas, maldadosas,
amables, bien intencionadas y pecaminosas y dependiendo de cómo
son o actúan o no actúan los demás, debemos amarlos o no. En forma
natural somos inclinados a amar, pero no sabemos como hacerlo. Una
madre primeriza e ignorante de sus responsabilidades puede tener una
inclinación natural a cuidar con amor a su hijito, pero por ignorancia
puede odiarla en vez de amarlo. Una madre odia a su hijo cuando
abusa de el y lo trata con violencia, a pesar de que puede tener el
lindo deseo de corregirlo para que no actúe erróneamente.
Hay quienes creen que todos en forma natural podemos amar, pero
debido a que pienso que el amor tiene una estructura valórica que no
es natural en los seres humanos, creo que podemos tener
sentimientos y emociones en forma natural, pero no podemos amar
como Dios define el amor en forma natural.
Una evaluación bibliográfica de propuestas teóricas que nos describen
los diferentes componentes del amor, nos muestra el permanente
deseo de explicarlo como una emoción que se experimenta. Algunos
ven el amor desde dos puntos de vista: el amor romántico o pasional y
el amor de compañerismo.
El amor de compañerismo, a veces lo llaman “amor verdadero” o

“amor conyugal”, y lo describen como una emoción secundaria menos
intensa, que combina sentimientos de unión profunda y afecto
amistoso y que nosotros sentimos por aquellos con quien nuestras
vidas se entrelazan profundamente. El segundo punto de vista es que
también existe el amor apasionado que incluye una activación
fisiológica profunda y por ello a veces es llamado "amor obsesivo” o
"enamoramiento", porque la persona experimenta una emoción muy
intensa. Es un anhelo intenso de unirse, relacionarse con otra persona.
Por este sentimiento subjetivo valoramos, apreciamos,
experimentamos sensaciones. Son estas experiencias las que mueven
a las personas a creer que podemos amar en forma natural, pero la
sola presencia de estas emociones, la presencia de lindos
sentimientos, este deseo de unión profunda y afecto amistoso, no
siempre nos permite hacer el bien. Personas que experimenta todo
esto, a veces hieren y maltratan, ignoran y hacen daño, porque no
amamos en forma natural. Es que el amor nunca hace mal, siempre
hace el bien. El amor nunca hace daño. Porque el amor no es un
sentimiento que experimentamos en forma natural. El amor es el
conjunto de acciones sabias y buenas que realizamos debido a los
sentimientos que tenemos y las emociones que experimentamos. Esas
acciones buenas no están basadas en los sentimientos que tenemos,
sino en los principios morales y valóricos que Dios ha establecido, nos

permiten hacer el bien a una persona, haciéndonos bien a nosotros
mismos, como un fiel reflejo del amor divino.
Es natural que tengamos sentimientos, pero no sabemos amar,
tenemos que aprender de Dios, aprender de sus principios para tener
el fundamento valórico que permite que esos sentimientos tengan
control y siempre los orientemos al bien.
Algunos creen que el amor es condicional. Existen padres y hermanos
que muestra que aman si, y sólo si, su familiar se porta bien, es decir,
si hace lo que ellos esperan. Tus padres y tus hermanos te aman si, y
sólo si, tienes buenas notas en el colegio. Existen padres que
prometen amar solo si su hija se casa con la persona adecuada, según
como ellos describen a la persona adecuada. Es decir, existen
personas que piensan que se puede amar solo si las personas cumplen
con ciertos requisitos. Si responden a nuestro amor, si hacen lo que
decimos y nos agrada y si se comportan como nosotros creemos que
deben comportarse. Pero el amor no es condicional. El amor ama
siempre, tenga buenos o malos sentimientos, sea que experimente
atracción o rechazo. Dios nos ama incondicionalmente. Nos ama
pobres y ricos, obedientes y desobedientes, sea que aceptemos su
amor o lo rechacemos, sea que actuemos bien o mal. Si
desobedecemos, por amor nos permite consecuencias y nos disciplina,
si lo rechazamos nos deja alejarnos y por amor nos espera, nos
muestra nuestro error, nos sigue esperando y si en sus planes
soberanos desea, permitir experiencias dolorosas para mostrarnos un
camino mejor, eso hará por amor.
CAPITULO CUARTO
RELACIONES NO
SALUDABLES:
PROCESOS LÓGICOS QUE
PRODUCEN RELACIONES
ENFERMAS
Descripción de procesos
erróneos
“Así como existe un

proceso que permite
desarrollar un amor
saludable, así también
existen procesos erróneos
que resultan en relaciones
que parecen
caracterizadas por el amor
pero que en realidad son
relaciones enfermas.”
Dr. David Hormachea
CAPITULO CUARTO
RELACIONES NO SALUDABLES:
PROCESOS LÓGICOS QUE PRODUCEN RELACIONES ENFERMAS
Una descripción de procesos erróneos
“Así como existe un proceso que permite desarrollar un amor

saludable, así también existen procesos erróneos que resultan
en relaciones que parecen caracterizadas por el amor, pero que
en realidad son relaciones enfermas.”
PROCESOS LÓGICOS PARA RELACIONES NO SALUDABLES
Las relaciones interpersonales no se dan automáticamente sino que se

van desarrollando lentamente y dependiendo del proceso que las
personas eligen, estas se convierten en relaciones saludables o
enfermizas. Aunque estoy convencido que existe la atracción fuerte y
cautivadora a primera vista, no creo que existe el amor a primera
vista. Hay detalles que van mostrando que estamos viviendo un
proceso en el que experimentamos sentimientos que pueden llevarnos
al amor o puede llevarnos a una fuerte relación pasional que no
necesariamente es amor.
Un encuentro de personalidades afines, circunstancias especiales,
detalles no comunes y sentimientos que experimentamos hacen que
nos enamoremos. De la misma manera, nuevas circunstancias,
conflictos, actitudes erróneas pueden lograr que nos desenamoremos.
Poco a poco podemos experimentar la necesidad de anhelar una
compañera para toda la vida y en cualquier momento encontrar a una
persona que nos atrae, pero ese sentimiento cautivante no solo lo
experimenta un soltero con deseos de casarse, sino que puede
experimentarlo un casado que esta enfrentando conflictos en su vida
matrimonial y que comienza a relacionarse con alguien que le ofrece
cariño y amistad.
Agustín poco a poco comenzó a sentir que su relación conyugal ya no
era lo que había esperado. Comentaba que ya no era emocionante ni
cautivante la presencia o conversaciones de su cónyuge. Mas bien
comenzaba a sentir que ya no se amaban y la presión de abandonar la
relación. Tristemente es la realidad que viven muchas parejas quienes
creen que aman mientras tienen lindos sentimientos y que se les
acabo el amor cuando por situaciones conflictivas en vez de sentirse
contentos mas bien se sienten molestos, es que si basamos nuestra
relación en los sentimientos variables que experimentamos, en ciertos
momentos podemos escalar a las grandes alturas del amor y después
de poco tiempo caer al abismo de la desilusión.
I --- A ---- A ----- F ---- ID---- A ------ E ----- O ---- D ---- D

En el centro aparecen las letras mayúsculas ID que significa
INTERDEPENDENCIA que es el equilibrio que tiene una relación
saludable. En el extremo izquierdo se encuentra la letra I mayúscula
que describe el estado de independencia de toda persona antes de
iniciar una relación. Dirigiéndonos hacia el centro de esa línea aparece
la letra A que significa ATRACCIÓN. Un poco más adelante otra letra A
que describe el momento cuando llegó la ACEPTACIÓN y luego se
encuentra la letra F que describe la FINALIZACION, es decir, cuando
finalizan el cortejo y comienzan la relación. allí el fin debería llegar a la
relación sana llamada interdependencia identificada con las letras RID
que describen la RELACIÓN DE INTERDEPENENCIA.
Tristemente muchas parejas no la llegan a conseguir y por eso se
inicia otro proceso que si inicia con la letra A que significa
AISLAMIENTO, un poco más adelante la letra E que describe que la
relación está enferma y llego a la EXCLUSIVIDAD. Luego sigue la O
que significa OBSESION. Cuando la persona descendió por esta escala
regresiva llego a la letra D que aparece en el extremo derecho y que
describe el estado de DEPENDENCIA y la siguiente letra D describe el
momento en que la persona debe tomar una seria DECISIÓN y la
toma con sus acciones, sea que lo admita o no.
LA INDEPENDENCIA:
En este estudio sobre como entramos a relacionarnos amorosamente
con otra personas definiremos la dependencia como un estado de
subordinación no saludable. Es esa necesidad grande de estar
relacionado con otra persona. El cónyuge se ha aislado tanto de todas
sus relaciones y se ha aferrado tan exclusivamente a su cónyuge que
siente diferentes grados de obsesión. Desea estar con el o ella a un
grado que se siente nada o muy poco sin su cónyuge y por eso hay
momentos en que se llena de enojo cuando no lo tiene cerca. El
cónyuge con cierto grado de obsesión critica el alejamiento de su
cónyuge y se resiente. Cada cierto tiempo comprende la necesidad de
hacer su vida y alcanzar sus metas, pero no tiene fuerza para llevar a
cabo sus planes y en sus momentos de crisis, enfoca nuevamente en
la necesidad de tener a su cónyuge cerca. Comienza a depender de
esa persona de tal forma si ella o el deja de existir o se marcha,
aunque sea temporalmente siente demasiada incomodidad que le lleva
al enojo, amargura o resentimiento.
Esto podemos ilustrarlo con lo que ocurre con los pequeños niños. Un
niño puede estar jugando en el parque con su madre con gran
tranquilidad mientras mantiene su contacto visual con la madre.

Mientras el se cerciore que ella esta cuidándole no tiene ningún
problema, pero sáquela a la madre, déjelo solo, y el mismo niño se va
a sentir desesperado. La razón es que depende de la madre. Aunque
ese niño haya sido valiente, haya sido un niño muy extrovertido, que
habla mucho, que parece muy seguro de sí mismo, cuando empieza a
darse cuenta de que su madre no aparece, comienza a experimentar
un terrible sentimiento de angustia y aflicción. Eso significa que la
persona no puede existir por sí misma. Ese es el mensaje que entrega
a la madre. “No puedo subsistir si no estas tú al lado mío”.
Como padres, esperamos y contribuimos con lo que dependa de
nosotros para que nuestros hijos crezcan. No deberíamos estar
tranquilos si ya tienen catorce, quince, diecisiete años, y todavía no
pueden estar sin nosotros.
Observemos el proceso de acercamiento que se da generalmente en

las relaciones amorosas:
LA INDEPENDENCIA: ESTADO DE AUTONOMÍA QUE PERMITE INICIAR

UNA RELACIÓN.
Independencia, en el contexto de la soltería significa que la persona no

tiene una relación que le obliga a considerar los deseos u opinión de
otro para tomar sus determinaciones. En el estado de independencia
no tenemos nexos fuertes con otra persona ni obligaciones que
cumplir. Podemos relacionarnos con otras personas, pero no
dependemos de esas relaciones. Significa que si la persona con quien
nos relacionamos deja de existir o se aleja, no produce ningún efecto
en nuestra persona. Cuando yo no tengo una relación, ni siquiera
conozco mayormente a la persona, soy una persona independiente. No
tenemos una relación sino de amigos o vecinos o compañeros de
trabajo. La partida de esa persona no nos afecta. No dejamos de
existir, no sentimos que nuestro mundo es afectado porque somos
personas independientes.
xx
Cuando éramos solteros y no teníamos una chica o un muchacho, no
dependíamos de nadie. Allí el muchacho no tiene mayor interés en
otras personas. No importaba lo que pasaba con otras personas; pero
en algún momento esa condición puede cambiar.
Cuando alguien nos llama la atención y nos atrae pasamos a la
siguiente letra. La letra A que sigue nos dice que apareció la
ATRACCIÓN.
Describimos la atracción como el estado en que una persona llamo
nuestra atención. Hemos experimentado la atracción cuando otra
persona gano nuestra voluntad, el afecto por ser de nuestro gusto.

Por ser alguien atractiva inclina nuestra voluntad, despierta nuestro
interés porque es de nuestro agrado. Entonces de la cómoda vida de
independencia pasamos a la cautivante vida de la atracción. Cuando
alguien llama nuestra atención, lo primero que vemos en la otra
persona es de naturaleza sensual. Nuestros sentidos se placen,
encuentran placer en ver, oír, tocar, oler a otra persona. Sensualidad
es la descripción de los gustos y deleites de los sentidos. No significa
que estamos pensando mal o con lujuria en nuestra mente, sino que lo
que vemos primero es algo que se registra en uno de nuestros cinco
sentidos. No vemos de la misma manera a una hermosa chica que a
un bote hermoso. Al ver a alguien que nos atrajo u oler su perfume u
oír su timbre de voz, algo ocurre en nosotros. Existen personas que
sienten atracción solamente porque escucharon la voz de alguien. No
lo pueden ver pero lo que escuchan produjo en ellos una respuesta.
Otra personas puede enamorarse de lo que ve. Al ver un joven
apuesto o una señorita con lindo cuerpo. Al ver el pelo, la boca o la
cara se siente atraído.
Otras personas pueden sentir atracción al oler a una persona. Por eso
usamos perfumes, colonias, por eso se vende una gran variedad de
fragancia. Son cosas atractivas que nos hacen ser mas aceptados o
rechazados por otra persona. La gran mayoría acepta más a una
persona que huele bien a la que huele mal. No rechazamos a la
persona, pero nos aleja su aroma o nos acerca la fragancia de nuestra
preferencia. Eso abre una puerta a la cercanía, existe más posibilidad
de acercarse.
Nosotros somos seres sexuales, por lo tanto vemos en el género
distinto las cosas que nos atraen. Seguramente usted está pensando,
“bueno, por qué hablar de la atracción del cuerpo si ya estamos
casados”. Explicare la razón más adelante porque es parte importante
en nuestro proceso de re enamorarnos cuando se han perdido los
hermosos sentimientos en la relación matrimonial. La atracción que
experimentamos esta directamente relacionada con la pasión
que sentimos. Nos indica si la persona realmente nos gusta o
no.
La siguiente letra que aparece es la letra A que significa

ACEPTACIÓN. En esta parte del proceso quien sintió atracción tiende
a aceptar a la persona tal como es. Cuando ambos se aceptan tal
como son existe mas cercanía. La aceptación que nos ofrecemos
mutuamente esta relacionada con la intimidad que queremos
experimentar personalmente. Aceptar es aprobar, dar por
bueno para nosotros algo que nos gusta. Esto en cierta medida
comienza a definir si la relación va a ser más duradera o no. Al
aceptarnos mutuamente comenzamos a ser mas abiertos. Conocemos

que la intención es mutua y eso nos acerca. Cuando estamos en la
etapa de la aceptación poco a poco vamos compartiendo cosas que
son más amenazantes. Comenzamos a sacar cosas, emociones,
pensamientos que la otra persona no puede conocer por si sola.
Sacamos cosas que están más guardadas dentro de nosotros.
Generalmente partimos compartiendo hechos y luego avanzamos y
comenzamos a compartir nuestros sentimientos. En esta etapa vamos
profundizando más. Hablamos de eventos más difíciles de relatar y
admitimos sentimientos más complicados de explicar y entender.
Algunas personas que en el pasado fueron violadas, o por haber tenido
relaciones prematrimoniales mantienen secretos que no quiere que
una persona a quien han aceptado conozca. Esos recuerdos están
guardaos profundamente. No son fáciles de compartir, ni son fáciles de
comprender y aceptar. No todas las personas están dispuestas a
aceptar para una relación a alguien que ha sido violada o que ha
tenido relaciones sexuales fuera del matrimonio. Por ello no es fácil
abrirse y además, por ser una experiencia traumática o una relación
no aceptada por los altos valores divinos, es doloroso compartirlo.
Nadie quiere ser rechazado. No atemoriza el rechazo. Nos duele la
incomprensión y a quienes tienen altos valores morales y les interesa
Dios, tienen vergüenza de sus pecados. En esta etapa se espera que
haya aceptación mutua aun a pesar de las cosas que han ocurrido en
su vida anteriormente, pero hay temor de revelar su intimidad. Aun las
personas que han sido violadas tienen temor de reportar, no sólo a la
policía, sino también a sus familiares.
Eliana fue violada cuando salía de una fiesta. Sus padres sin
compasión la culparon por haber usado un pantalón demasiado
ajustado. Me relato con lagrimas que las primeras palabras que
escucho no fueron de consuelo sino de condenación por haber usado
un pantalón ajustado. Muchos temen revelar sus secretos porque las
primeras declaraciones que pueden recibir son: Qué andabas
haciendo tú por allí, o cómo estabas vestida, qué hiciste para que la
persona se sintiera atraída.
Existe tendencia a culpar en vez de aceptar lo que ocurrió como un
hecho real que tiene que ser tratado en ese momento. No podemos
cambiar los hechos pasados, ni podemos culpar sin saber bien lo que
ha ocurrido, pero lamentablemente lo hacemos y por ello tenemos
temor a ser rechazados.
No pueden tener intimidad las personas que guardan sentimientos que
todavía tienen influencia en su emocional. Dos personas que no han
sido sanadas pueden cohabitar, pueden tener una buena vida juntos,
pero tener existen impedimentos para una verdadera intimidad. La
intimidad integral es obstaculizada por los traumas que ocultan y que
deben ser revelados a quien pueda ayudarle. En muchos casos los

traumas del pasado deben ser tratados por los profesionales para que
quien vivió experiencias que hirieron sus sentimientos sea liberada de
esa esclavitud emocional.
Una cosa es rechazar lo que ocurrió con la persona, o lo que hizo la
persona, pero es erróneo y destructivo rechazar a la persona que fue
objeto de lo erróneo y destructivo. Generalmente unimos todo, y por
eso es difícil que algunos tengan verdadera intimidad.
He ayudado a personas que estuvieron casadas, luego se divorciaron,
luego volvieron a casarse. Ellas necesitaban sanar heridas que
provocaron el divorcio o resultaron de ese rompimiento. Al pasar por
ese proceso liberador y obtener los resultados positivos de la
confrontación sabia del problema aprendieron a vivir saludablemente.
Ellos entraron a su nueva relación con un concepto de aceptación
apropiado, y por lo tanto, por primera vez pueden tener la intimidad
que no tuvieron en el pasado.
Existe una gran protección en la relación conyugal cuando aprendemos
a compartir lo que estamos sintiendo, lo que ha ocurrido y los temores
que tenemos. Cuando un hombre tiene la libertad de compartir que
alguna mujer le provoco, tuvo un acercamiento sensual, o cuando
puede admitir que se sintió atraído por una mujer y su cónyuge tiene
la sabiduría y madurez para conversar la situación, ambos se
protegen. Cuando una mujer admite que le atrajo lo que un individuo
estaba haciendo, o admite lo que sintió esta haciendo algo que
requiere de tacto y sabiduría, algo que es muy difícil de hacer, pero
que en cónyuges sabios tiene consecuencias saludables. Hay más
protección cuando uno puede compartir lo que siente en vez de
sentirse rechazado y condenado y por ello tender a ocultar lo que
siente. La honestidad y las relaciones saludables y abiertas son mucho
más importante que lo que ocurrió, por eso tenemos que darnos el
permiso de decir la verdad.
Una vez que aprendemos a compartir los hechos, los acontecimientos
que han ocurrido en nuestra vida, poco a poco tenemos que ir
aprendiendo a compartir nuestros sentimientos.
La siguiente letra es la letra F. Significa FINALIZACIÓN o
realización. Cada persona tiene un gran numero de necesidades
emocionales que busca suplir. Por ello, en la etapa de enamoramiento
las parejas pasan gran cantidad de horas juntos. Al dedicar tanto
tiempo a compartir, ellos a menudo se sienten satisfechos
emocionalmente sin siquiera estar concientes de ellos ni estar
realizando un esfuerzo conciente y determinado con ese propósito.
Debido a que es una relación nueva que se esta desarrollando en
medio de un ambiente de atracción mutua las personas sienten
satisfacción. Todos anhelamos su satisfacción pues para vivir una vida
saludable ellas deben ser suplidas. Necesitamos amar y ser amados.

Cuando encontramos una persona que suple esas necesidades
emocionales, nos sentimos alegres y motivados. Por ello al encontrar
las personas que nos hacen sentir bien queremos pasar tiempo con
ella. Cuando solteros queremos casarnos y cuando encontramos una
persona con quien nos sentimos emocionados por el romanticismo que
envuelve la relación queremos casarnos. Cuando cada uno, por la
fuerte atracción y en esa etapa de conquista, esta haciendo un gran
esfuerzo por hacer lo que la otra persona desea o le gusta y de la
manera que le agrada, cada uno siente que están siendo suplidas sus
necesidades.
Por otro lado, cuando ya se casan y terminaron con la etapa de
conquista y por no continuar con la experiencia romántica y de fuerte
atracción que motiva a una gran atención, tienden a sentirse
decepcionados. Si tienen conflictos en su relación conyugal y sienten
que sus necesidades no están siendo suplidas están en peligro,
especialmente si vuelven a sentirse atraídos por otra persona que
inicia toda una nueva etapa. Si las necesidades que no están siendo
suplidas en su vida matrimonial, son suplidas de la forma que
experimento en la etapa de enamoramiento de su cónyuge, vuelve a
iniciar el circulo puede ir sintiendo cada vez mas un creciente deseo de
abandonar a su cónyuge. Cuando no hemos finalizado nuestro anhelo,
cuando no hemos sentido la realización en el cónyuge que
encontramos, la continuamos anhelando y nos sentimos frustrados.
Es allí cuando nos sentimos solitarios, vacíos, y cuando nos damos
cuenta que la persona que amamos, o la persona con quien estamos
casados, no está cumpliendo aquella necesidad que tenemos, entonces
empezamos a sentir lamentablemente la necesidad de querer suplir
esa necesidad por otro medio.
Entre el extremo de la Independencia y la dependencia existe un

punto que se llama la RELACIÓN DE INTERDEPENDENCIA. En
nuestro cuadro la identificamos con la letras RID.
La interdependencia es un estado de dependencia reciproca sana y

conveniente. Es el EQUILIBRIO SALUDABLE en la relación de dos
personas. Se logra cuando la relación conyugal no solamente incluye
dos cónyuges que son prudentes, sino que además han logrado que su
relación se caracterice por la armonía, ecuanimidad y sensatez. Ellos
han llegado a este estado pues ambos han elegido depender
saludablemente de la otra persona, pero su cónyuge no es
indispensable para su realización. Mientras en la dependencia el
cónyuge requiere del otro para poder vivir como desea, en la
interdependencia, aunque los cónyuges eligen depender, saben poner
los limites necesarios para no ser absorbidos por los deseos, anhelos,
metas y sistema de la otra persona. El mensaje entre los cónyuges es:
Si tú dejas de existir o te vas, como yo soy una persona
independiente, voy a sobrevivir solo, pero he escogido estar contigo, y
compartir contigo, así que si tú dejas de existir o te alejas, voy a
sufrir, voy a tener dolor, voy a tener angustia, pero luego aprenderé
cómo seguir adelante. La persona dependiente es inmadura
emocionalmente, mientras que la persona independiente demuestra
madurez emocional.
La relación interdependiente no se detiene en ese estado para toda la
vida. No es un estado que se logra y permanece. Esta relación
continua siendo dinámica y en cualquier momento se mueve de la
interdependencia hacia la dependencia o hacia la independencia. Esto
ocurre como algo normal debido a las fluctuaciones de la vida. Sin
embargo, si los cónyuges se descuidan y permiten alejarse, corren el
peligro de convertirse en independientes y que llegue a ser tan grande
la separación que se sientan heridos y molestos y les lleve a la
separación definitiva. Mientras mas se alejan mas vulnerables son y
mas peligra su relación.
Si ellos no ponen limites en su acercamiento y no pueden vivir el uno
sin el otro se transformaron en cónyuges dependientes. Poco a poco se
sienten absorbidos por la relación y alguno se molesta o se sienten
insatisfechos pues nunca paran de necesitar al otro y necesitarlo a tal
punto que ya la otra persona no puede responder a las demandas y
uno se siente acosado y el otro se siente frustrado. Están en serio
peligro cuando ambos están frustrados y acosados.
Cuando esto comienza a ocurrir, uno o ambos se están moviendo a
áreas no saludables y por lo tanto la relación esta enferma.
PROCESO DE DESARROLLO DE UNA RELACIÓN NO SALUDABLE.
El desarrollo hacia una relación no saludable también tiene sus etapas:

AISLAMIENTO. Es retirarse del trato cercano y de la relación
saludable con otras personas que no son su cónyuge. Es apartarse
debido al enfoque excesivo en una sola persona. Al enfocar tanto en su
vida conyugal, algunos cónyuges comienzan a separarse de otras
relaciones saludables y eso le mete en un circulo vicioso. Mientras se
enfoca en la persona, mas se separa de los demás. Mientras mas se
separa mas necesita de su cónyuge y mas infeliz se siente cuando no
lo tiene. Al separarse uno o ambos se comienzan a sentir solos pues
ya no buscan otras personas sino solo ambos. Al inicio el cónyuge
comienza a disfrutar de la compañía de su esposo o esposa y le hace
acercarse mas y mas, pero si no tiene limites se va enfocando solo en
esa relación. Pueden incluso a tener una relación tan cercana que ven
a todos los demás matrimonios como inmaduros y lejanos y creen que

no necesitan esa amistad. Esto puede darse en matrimonios con
relaciones muy infantiles y de pocos años, como también en
matrimonios mas maduros y de muchos años de relación. A veces uno
de los cónyuges comienza a ver defectos en todos los amigos y cree
no necesitar tanto a otras personas, pero que necesita mucho a su
esposo o esposa. Todo parece lindo pues cuando están bien sienten
dolor en la separación aunque sea durante el día de trabajo, pero
cuando están molestos y alguno tiene que separarse por trabajo,
viajes, etc. el enojo del cónyuge que se queda o no trabaja es mayor
porque su vida se torna aburrida sin su cónyuge y a pesar de que
puede enfrentar los problemas solo, siempre requiere en algo la
participación del otro.
Este estado de separación momentáneo se da generalmente después
de poco tiempo de casados y es natural pues si el noviazgo y la luna
de miel han sido tiempos de mucha cercanía, la separación normal de
la vida matrimonial los asusta. Si aprenden equilibrio, su relación se
mantendrá saludable, pero si aprenden a vivir separados de los demás
y demasiado absorbido por su relación, pondrán en peligro su vida
conyugal.
LA EXCLUSIVIDAD. Esto ocurre cuando uno o ambos sienten
que su cónyuge es la ÚNICA FUENTE DE REALIZACIÓN. El
exclusivismo es la obstinada adhesión a una persona sin prestar
atención a las demás que deben ser tomadas en cuenta. Mientras mas
dependen el uno del otro, menos dependen de la opinión o consejo de
los demás. Mientras mas se separan de los demás y mas dependen el
uno del otro, mas exclusiva se hace su relación. Los cónyuges se
convierten en la única fuente de realización para todas las necesidades
emocionales de quien se convirtió en dependiente. Es mas complicado
pues generalmente la persona dependiente no cree serlo y no acepta
el criterio de su cónyuge. Con una actitud de orgullo creen poder
manejar todo, pero la verdad es que aunque tengan la capacidad, por
su estado necesitan que su cónyuge haga algo por ellos.
Esta relación se vuelve imposible de llevar para la persona de quien
depende el otro cónyuge. Se siente incapaz de satisfacer cada
demanda de su cónyuge. Se siente frustrado, especialmente cuando
hace serios esfuerzos por responder a su cónyuge pero este nunca
esta satisfecho. Es una tarea tan grande que ninguna persona normal
puede cumplirla. Mientras mas va creciendo la dependencia mas se
prepara para la siguiente etapa.
OBSESION
La obsesión es una idea persistente que impide quitar el enfoque en
una persona. Es una perturbación anímica producida por una idea fija.
Existen diferentes grados de ella. Muchas personas no quieren admitir

que tienen una obsesión y mas bien proclaman que pueden vivir sin su
cónyuge y que mas bien les gustaría separarse, pero no pueden
hacerlo pues no se sienten capacitadas para enfrentar la vida sin esa
persona. Lo paradójico es que disfrutan grandemente los momentos de
cercanía, pero cualquier cosa que provoque una separación o el no
cumplimiento de un deseo ferviente, les mueve a emociones
totalmente opuesta. El cónyuge no sabe como darle gusto y se siente
frustrado por no poder suplir todas las necesidades que demuestra el
cónyuge que tiene un cierto grado de obsesión.
Cuando uno se separa de los demás y comienza a buscar su
realización de una sola persona, puede ser movido a la obsesión. Esta
persona, a pesar de su edad y de las experiencias vividas puede volver
emocionalmente a una etapa de inmadurez. A pesar de su edad y a
pesar de su conocimiento en su relación con su cónyuge se vuelve un
niño. Puede mostrarse maduro en muchos campos de la vida pero en
su relación conyugal actúa como niño dependiente. Se llena de
temores aunque no quiere aceptarlo. Aunque piensa y dice que puede
vivir solo y que no necesita de nadie, esas son solo palabras
inmaduras pues en la realidad, con sus acciones muestra que sin la
otra persona no puede vivir.
Es muy común que las personas obsesionadas comiencen a actuar
ilógicamente. Algunas, por sus temores, a veces por su falta de
realización, por su falta de logros al depender tanto de la otra persona
se sienten incapacitadas de sobrevivir sin su cónyuge. Es paradójico,
pero se sienten tan necesitadas de protección, pero quieren ser
resguardada en tantos detalles que cualquier falla de su cónyuge es
vista como una falta grave y falta de amor.
En otros casos el cónyuge obsesionado hace cualquier cosa por evitar
que se marche el cónyuge abrumado por tantas demandas. A veces
manipulan, amenazan con terminar la relación y marcharse pero
aunque piensan hacerlo, no se sienten capaces de vivir solas. Otros se
van al extremo de amenazar o abusar física, emocional o verbalmente.
Tristemente en este momento, si las personas siguen juntas a pesar
de los serios conflictos que tienen, lo hacen por su baja autoestima y
porque tienen una relación de DEPENDENCIA y de
CODEPENDENCIA.
En algunos matrimonios los cónyuges eligen la independencia y ambos
cónyuges viven como si no estuvieran casados. Algunos viven en la
misma casa y no tienen relaciones cercanas. A veces y debido a que
viven en una relación extrema algunos sienten una sensación de
impotencia para manejar su situación, se rinden y así se convierten en
un apéndice de su cónyuge. En esta relación enferma la persona se
siente solo un agregado, casi no tiene libertad y depende en gran

medida de las decisiones de su cónyuge.
En la relación de independencia importan mas los deseos personales y
se ignoran o no se le da importancia a los deseos y necesidades del
cónyuge pero en la relación de dependencia importan más los deseos y
gustos de el otro cónyuge, que los propios. Es por ello que debido a
esa permanente subordinación el cónyuge dependiente a no hacer
nada o muy poco sin al permiso del otro.
La dependencia es la subordinación a un poder mayor, sea
condicionado por alguien o algo. Ese alguien es lógico que describe a
una persona, un cónyuge dominante, machista autoritario e
intimidador, o un cónyuge feminista, una mujer dominante o
controladora. Ese algo podría ser el temor, la baja auto estima, la
mala formación, las creencias erróneas. En este tipo de relación
enferma, los cónyuges dependientes en forma consciente o
inconsciente llegaron a ese terrible estado y viven al arbitrio de la
voluntad de su cónyuge, están atenidos a su cónyuge.
Generalmente cuando existe una persona dependiente también existe
otra y por ello debemos estudiar la codependencia que describe esa
relación enferma.
Codependencia
Los cónyuges que tienen esposos o esposas dependientes y no dan los

pasos para confrontar la situación y establecer los limites saludables,
poco a poco van cayendo en la dependencia también. Esos cónyuges,
lo admitan o no, sean conscientes o no, se encuentran en una lucha de
poder pues alguien quiere tener el control. Uno o ambos se siente
obligados a hacerse cargo del otro. Sin sabiduría ellos aceptan esa
condición y permiten que el otro se hagan cargo de el o de ella.
Cuando un cónyuge siente impotencia para manejar su situación
tiende a acomodarse y si no confronta sabiamente la relación enferma
llegará al momento en que sabe y siente que su cónyuge es una
pesada carga, pero a la vez, no puede abandonarle, no puede
despedirlo porque también siente necesidad de estar con el o con ella.
En la relación co-dependiente ambos cónyuges anulan su personalidad
y libertad, y se ponen consciente o inconscientemente bajo un elevado
o total condicionamiento de las circunstancias que ellos han elegido.
Tristemente se convierten es esclavos por gusto propio porque ambos
creen que no pueden vivir sin el otro, y esta la mantienen aunque su
convivencia es destructiva.
XX
En todo matrimonio, cuando las necesidades genuinas no están siendo

satisfechas por un largo periodo de tiempo, el amor pasional
disminuye. Puede existir el amor que mueve a acompañar al cónyuge,
pero este también va desapareciendo. Se ha ido perdiendo el
sentimiento, pero todavía no existe separación, pero en muchos caso
el cónyuge que quiere zafarse de la relación gradualmente va
construyendo un gran resentimiento y poco a poco dejara de aceptar
pasar tiempo con su cónyuge. Cuando eso ocurre, el área del amor
que mueve a acompañar al cónyuge también desparecerá y entonces
llega el momento de tomar una decisión.
Con la letra D se inicia un proceso que motivará a tomar una
DECISIÓN y existen muchas posibilidades. Cuando se llega a este
nivel de descenso en la relación conyugal, su final será uno de los
siguientes destinos:
1. LA RENUNCIA. En este estado el cónyuge puede aun

permanecer en la relación pero amarrado por algo fuera de el.
A veces los hijos, la religión, las serias complicaciones que
resultan de un divorcio, los problemas económicos, la presión
de la familia, etc. son los impedimentos para la separación,
pero esa relación no satisface a ninguno de los dos.
2. LA INFIDELIDAD. Debido a la necesidad de compañía que
realmente emocione y la vulnerabilidad de la persona existe
el gran peligro que caiga en el adulterio se encuentra la
persona que cree necesitar, en el momento de vulnerabilidad
y cuando no tiene fuerzas para resistir la tentación.
3. LA SEPARACIÓN. En este caso algunos cónyuges deciden
separarse de cama, de habitación, o uno se va a vivir con
algún familiar o en forma independiente.
4. EL DIVORCIO. La frustración del cónyuge que no puede
cumplir la demandas y expectativas del otro puede llevarle a
abandonar definitivamente la relación. En otros casos, la
misma persona que cree necesitar tanto a su cónyuge, en un
arranque de valentía decide terminar con la relación y como
el otro cónyuge también esta cansado, cuando ambos
coinciden pueden determinar llegar al divorcio.
EL FINAL DE LA RELACIÓN MATRIMONIAL
Todo lo que tiene potencial para el éxito, también tiene potencial para
el fracaso. El matrimonio puede ser un éxito o un fracaso. Todos los
matrimonios pueden destruirse y todos pueden terminar bien.
En mi vida de consejero he sido testigo del divorcio de una gran
variedad de individuos. Ninguna profesión, edad, cultura o sexo es
inmune al divorcio. La constante insatisfacción de la necesidades

emocionales llevan a la muerte del amor romántico y luego a la
necesidad de compañía.
Sin importar cuan grave sea la enfermedad que ha afectado a la
relación conyugal esta puede subsistir si ambos cónyuges reciben
instrucción sabia y ellos determinan renunciar a su orgullo y egoísmo y
hacer todo lo que sea imprescindible para reavivar el sentimiento de
ambos.
BUENAS INTENCIONES MAL PROCEDIMIENTO.

Existen personas que definitivamente no quieren salvar su matrimonio
y harán lo imposible por zafarse de su relación. Pero otros, determinan
luchar con todas sus fuerzas. Cuando se dan cuenta que pueden
perder su cónyuge, comienzan a dar manotazos de ahogado.
Lamentablemente estos no impiden el fracaso, a veces lo apresuran. A
pesar de su buena intención de salvar la relación, sus acciones, por
falta de conocimiento, son perjudiciales.
Si quiere irse que se vaya. Algunos muy fácilmente se dan por
vencidos. No hacen ningún esfuerzo por evitar las serias consecuencias
de la destrucción de una relación matrimonial.
Si hubo adulterio todo tiene que terminar. Es erróneo pensar de
esta manera. Aunque es una experiencia dolorosa y nunca debería
ocurrir, cuando ocurre en muchos casos las parejas que reciben
asesoramiento aprenden a vivir como nunca antes. Ellos no solo
aprenden del dolor de la experiencia, sino que se dan cuenta del
terrible error que estaban cometiendo y corrigen las cosas que
provocaron el alejamiento. Un adulterio debe motivar al
arrepentimiento genuino que incluye el dolor por haber herido al
cónyuge, la confesión sincera de la falta y el abandono de la relación
pecaminosa. Esa reacción al ser sorprendido en pecado, o la confesión
por sentirse culpable debe ser acompañada de una buena orientación
para perdonar con gracia y restaurarse con amor. El perdón y la
reconciliación no son imposibles. Aunque haya dolor y destrucción, el
abandono del pecado y el arrepentimiento unidos a la gracia para
perdonar y el apoyo en tiempos de dificultad pueden ser los salvavidas
de la relación herida.
Toda relación matrimonial por critica que sea su situación puede ser
sanada. Puede volver la confianza perdida, pueden lograr acercarse y
cambiar las fallas causantes del conflicto. Lamentablemente muchos
cónyuges que están en proceso de ser abandonados en vez de hacer lo
que deben, hacen precisamente lo que apresura un mayor rechazo. A
veces se hacen los fuertes y los decididos y dicen que están de
acuerdo que todo se termine. Luego cuando se dan cuenta de que la
decisión de su cónyuge es firme comienzan una etapa de conquista
pero sin saber como hacerlo. A veces comienzan a acosar al cónyuge

que quiere marcharse, a prometer cosas que nunca cumplirán o viven
pidiendo perdón y queriendo estar constantemente con el cónyuge que
desea su espacio.
HACIENDO LO CORRECTO
No es fácil hacer lo correcto cuando en la relación conyugal ocurren

cosas incorrectas. Cuando uno o ambos están haciendo lo que no
deben, se requiere de una gran determinación para uno hacer lo que
es bueno, aunque no sea de nuestro agrado. Sin embargo, no existe
otro camino. Recuerde que dos males no hacen un bien.
Comience por el principio: Evaluación y Admisión. Este debe ser
un tiempo de seria evaluación. Su relación esta por destruirse. No es
su automóvil, no es su casa, es su relación conyugal. No son objetos,
son personas las que pueden ser destruidas a pesar de que puede
evitarse. Si no tiene la capacidad de evaluarse, si no puede ser
objetivo, honesto y justo. Si su actitud es egoísta y orgullosa y cree
tener la razón y que su cónyuge esta equivocada, esta exagerando, o
cree que ella o él esta molesto innecesariamente, usted necesita
urgentemente un consejero. Lo haría si se tratara de su automóvil. Si
usted persiste en querer arreglar su automóvil utilizando todo el
conocimiento que tiene, pero la poca capacidad y experiencia, la
consecuencia será un mayor daño. Pero si busca un mecánico
capacitado, evitara un desastre.
Pregúntese en forma directa y contéstese en forma honesta:
¿Concretamente, que dice mi cónyuge que yo no estoy cumpliendo?
¿Qué me pide mi cónyuge que deje de hacer?
¿Cuáles son mis acciones o actitudes que han provocado las más
serias reacciones en mi cónyuge?
¿Qué demanda Dios de mí como esposo o esposa?
¿Qué acciones o actitudes no son bíblicas aunque yo me siento
satisfecho realizándolas?
ESTABLEZCA UN PLAN DE ACCIÓN
Cuando uno de los cónyuges esta tratando de salir de la relación se

siente como un pájaro enjaulado. La peor estrategia del otro cónyuge
es tratar de poner mas cerraduras o hacerle creer que esta bien estar
enjaulado. A veces ponemos mas barrotes con ruegos, lagrimas,
amenazas y aun violencia. Lo único que la persona siente es
desesperación por salir y evitar que la encierren mas. Es mejor abrir la
puerta de la jaula. Si esa persona esta desesperada por tener su
independencia o ya esta viviendo en ella pero acosada por el cónyuge

que quiere sostenerla, nunca sentirá la necesidad de acercarse. Mas
bien quiere huir.
Aunque parezca increíble, usted debe moverse hacia la independencia
también. No significa que buscara la independencia emocional pero la
independencia en sus acciones. Dejara que la persona tome mas
libremente sus decisiones. Entonces llegara el momento en que tiene
la posibilidad de cumplir todas sus amenazas de terminar la relación y
algunos se marchan, pero eso es necesario para su tiempo de
reflexión.
La reacción natural es el lamento. El cónyuge que otorga la libertad
siente que esta dejando marchar a su amada o amado, pero es bueno
que experimente ese lamento aunque en forma solitaria o con un
consejero, nunca delante del cónyuge que quiere marcharse o
independizarse pues creerá que es otra herramienta de manipulación
para volver a encerrarla.
LA ATRACCION
De esta manera, hay que dejar un tiempo que se calmen las aguas.
Las presiones de responder ante el cariño, o exigir relaciones sexuales
es contraproducente. Irse al extremo de convertirse en un esclavo del
cónyuge que estaba aprisionado es negativo. Tratar de cambiar el
desamor en amor inmediato suena y se ve fingido. Si nunca ayudaba a
su cónyuge y ahora quiere se su sirviente, se ve exagerado y
manipulador. El cónyuge por primera vez tendrá que aprender a ser lo
que debía haber sido. Deberá aprender a comportarse con respeto y
amabilidad. Debe actuar como si estuviera frente a una extraña o
extraño que merece todo su respeto y atención. Deberá ayudar con
equilibrio, hablar temas mas superficiales, cumplir con sus
obligaciones normales y no ejercer ninguna presión. No se ejerce
presión sobre los desconocidos. NO se espera ternura de un
desconocido, menos de alguien que esta herido justa o injustamente
por nuestras acciones. No se espera conversaciones profundas con
alguien molesto y enojado. Si debemos brindar respeto y mantener un
gran actitud de equilibrio. No convertirse en sirviente, pero tampoco
en un despreocupado de las necesidades de quien decimos amar y con
quien tenemos un compromiso ante Dios.
Lo que lleva a dos personas a enamorarse es el respeto y la
comprensión. La atención desinteresada y la buena actitud para
enfrentar la vida. Este es el momento de trabajar en la forma sabia de
atraer a la otra persona. Ya sabe lo suficiente acerca de que le molesta
y que le agrada a la otra persona. Así como ahora existen heridas que
antes, en la etapa de enamoramiento no existían y es una desventaja,
ahora también existe una ventaja que no existía antes. Ahora si el
cónyuge que quiere conquistar en sincero conoce los gustos y deseos

de la persona.
El cónyuge abandonado debe mostrarse lo mas atractivo posible,
manteniendo el equilibrio de no convertirse en un don nadie y sin
voluntad y principios. Eso puede llevar al extremo de revertir la
situación anterior. Si antes dominaba el cónyuge que ahora esta
siendo abandonado, ahora puede aprender a dominar el otro cónyuge
y la relación nuevamente se desbalancea. El cónyuge abandonado
debe evitar cosas sencillas que molestaban a su cónyuge y aprender a
hacer lo correcto. Por ejemplo, de lo tan sencillo como aprender a
comer. Si la forma de comer que tenia disgustaba a la esposa y usted
por necedad o sentirse dominado no quería evitarlo, si investiga y se
da cuenta que no tenia buenos modales, entonces, su esposa tenia
razón. Si usted había abrumado a su esposo por los celos fundados o
infundados debe cambiar. Tal vez existió un problema que le motivo a
perder la confianza, pero no fue ese el problema mayor, sino la forma
inapropiada de manejarlo. Ahora, un consejero deberá instruirle como
hacerlo y especialmente esperar que pase esta temporada de
presiones. Ahora debe dar espacio para que la persona determine lo
que hará con su relación sin presión. Si ha planificado marcharse, la
manipulación o herramientas inadecuadas solo postergaran su decisión
y causara mas dolor. Si ha determinado que tiene que terminar la
relación, tendrá que dejar que viva las consecuencias y en el
intertanto que ella o el esta decidiendo comportarse de la forma mas
atractiva posible. Baje de peso si eso ha sido un obstáculo para la
intimidad. No se eche al abandono movido por lo depresivo del
proceso. No se quede en cama, dormida hasta tarde o no ande todo
despeinado dando lastima. No intente dar lastima. No manipule a sus
hijos, no hable mal de su cónyuge con ellos, no los grite y maltrate
producto de su enojo. No exija nada. Recuerde, esta conquistando a
una extraña o extraño. Todo lo mencionado anteriormente hace a la
persona mas inatractiva cuando la clave de este paso es ser lo mas
atractivo posible.
Actué con respeto, cumpla su responsabilidad, coma educadamente,
vístase bien, báñese y arréglese lo mejor que puede, haga ejercicios,
continúe con su vida normal, pasee con sus hijos, haga las compras,
lea un libro, es decir, viva la vida como debería haberla vivido antes.
Todo esto debe hacerlo por usted. Porque esa es la forma normal de
vivir de una persona con metas y orden y que quiere vivir saludable.
No lo haga por conquistar, hágalo porque Dios quiere que usted se
preocupe de usted se ame a si mismo. Así aumentara su auto estima y
así volverá a ser una persona atractiva. Demuestre que usted puede
funcionar feliz y que su vida no termina por los problemas.
Haga esto si su cónyuge esta aun en casa o si se ha marchado.

Continúe viviendo saludablemente y no se ponga caretas cuando tiene
un encuentro o converse, pero muéstrese normal y para no parecer
hipócrita debe estar viviendo la vida normal pese a la separación. Sus
amigos deben ver su normalidad, ellos comunicaran eso. Si necesitaba
cambiar usted debe ser testigo de los cambios y también los que le
rodean.
LA ACEPTACION
Antes creció primero el amor pasional y luego llego el amor de

compañerismo, ahora el proceso es a la inversa. Debe ser tan atractivo
que la persona desee la compañía y luego comience a nacer el amor
pasional. Cuando el cónyuge que desea abandonar continua cualquier
clase de interacción, el cónyuge abandonado debe continuamente y en
forma permanente demostrar las cosas que hacen desear mas
compañía. Si los 10 minutos que interactúan siempre son la gran
oportunidad de demostrar su don de gente y el respeto, pronto
deseara mas. Si esos son 10 minutos de martirio, no querrá ni los diez
minutos.
De ninguna manera estoy diciendo que debe aceptar todo. Debe
asegurarse con su consejero cuales son las cosas permitidas. No debe
permitir el alcoholismo, el uso de drogas u otras adicciones. No debe
permitir el maltrato o el abuso o la violencia. Pero acepte a su cónyuge
confundido, tal vez en pecado y rebeldía. Ame con gracia, con
misericordia y con justicia. Su cónyuge necesita liberación de el mal
espíritu que le ha atacado o sanidad de las heridas que le ha causado
o que el o ella se ha provocado, pero la rectitud de vida es la que le
ayudara. No las criticas, no las peleas, no el maltrato o el ignorar el
problema. Muchas personas buenas luchan con el pecado, usted y su
cónyuge no son la excepción. Especialmente si cónyuge a perdido la
confianza, ha perdido la pasión y no quiere estar con usted porque
cometió una falta grave que no ha sanado bien. Si usted adultero,
maltrato, ignoro, hay heridas muy grandes que requieren cuidado y
tiempo de ternura para sanarlas. Esas personas necesitan ver cambios
y el proceso de recuperar la confianza es delicado y largo y solo
cuando el cónyuge culpable de la perdida se humilla y se somete al
escrutinio y control que debe realizar con sabiduría la parte inocente,
entonces preparan el terreno para la sanidad.
Si su cónyuge le esta abandonando movido por la vergüenza o el
dolor, debemos imitar el ejemplo de Cristo quien demostró su amor
por nosotros en que siendo aun pecadores El murió por nosotros. Así
también siendo pecador nuestro cónyuge debemos sacrificarnos
haciendo el bien que puede motivarles al cambio y arrepentimiento. El
final de este tiempo de conquista o atracción puede llevar a que el

cónyuge definitivamente quiere marcharse y entonces usted tendrá su
conciencia tranquila delante de el o ella, sus hijos, su congregación,
incluso delante de Dios y El se encargara de disciplinar al cónyuge que
abandona sin perdonar si usted ha fallado y ha demostrado su
arrepentimiento o si arrepentirse si el o ella ha fallado y aun así desea
marcharse.
El final de esta etapa puede llevar a un compañerismo cercano y
genuino como nunca antes tuvieron. Puede llevar a que se sientan
libres expresando nuevamente sus deseos y anhelos y que sientan la
necesidad de mayor cercanía lo que era restaurando el amor pasional.
LA REALIZACIÓN.
Mientras los cónyuges salieron de la relación dependiente se fueron
acercando a la relación interdependiente. Allí en forma muy natural
comenzara a sentir la necesidad de que usted vuelva a satisfacer sus
necesidades. Ha demostrado su cambio, su respeto, su cercanía y en
forma natural querrá una mejor relación. Si el cónyuge que estaba
abandonando desea que satisfagan sus necesidades, también debe
hacérsele conocer que también es su responsabilidad y que ambos son
responsables de cumplir sus funciones y no uno solo debe depender
del otro. También debe hacerle conocer que hay necesidades que no
puede satisfacer y que son la sola responsabilidad de cada persona.
Si ha existido un problema mayor que provoco la separación tales
como: adicciones, problemas en las relaciones sexuales, violencia,
abuso o maltrato, deben acordar que es condición recibir ayuda
profesional.
CAPITULO QUINTO
AMOR GENUINO:
UN AMOR CON
CARACTERÍSTICAS
INEVITABLES
Particularidades claras del

amor genuino
“Quien no tiene una

verdadera relación con
Dios, una comprensión
sabia del concepto divino
del amor, un compromiso
serio, una intimidad
genuina y una pasión
pura con quien dice amar
intensamente, no puede
amar verdaderamente.”
Dr. David Hormachea
CAPITULO QUINTO
AMOR GENUINO:
UN AMOR CON CARACTERÍSTICAS INEVITABLES
Particularidades bíblicas del amor genuino
“Quien no tiene una verdadera relación con Dios, una

comprensión sabia del concepto divino del amor, un
compromiso serio, una intimidad genuina y una pasión pura
con quien dice amar intensamente, no puede amar
verdaderamente.”
La palabra amor es una de las mas usadas en nuestro vocabulario,

aunque las definiciones varían de acuerdo a la cultura, y el trasfondo
de cada persona. Aunque todos entienden la palabra y estamos de
acuerdo en ciertos conceptos, lamentablemente muchos no
comprenden la definición bíblica de el y su verdadera dimensión. Al
conversar con muchas personas sobre el tema e investigar el nivel de
comprensión de la gente, especialmente entre los jóvenes y los
cónyuges, he notado el alto grado confusión que existe en este tema.
He notado dos extremos. Las personas mas ancianas, que tienen un
concepto muy limitado del amor y las mas jóvenes, que tienen
conceptos exagerados y opiniones liberales con respecto a la vida
amorosa. Mientras mas converso con las personas, mas me doy
cuenta que muchos no conocen bien la profundidad de este término.
Debido a que tenemos una naturaleza humana imperfecta y pecadora
es imposible que nuestros conceptos y acciones sean perfectas. Pero si
tenemos un Creador perfecto. Las ideas que tenemos, los
pensamientos que nos llegan, las definiciones de las palabras y los
conceptos son impactadas por nuestra forma imperfecta de pensar. No
podemos tener una idea completa e integral de la justicia, de la
integridad e incluso del amor dependiendo solo de nuestros conceptos
humanos. Adán y Eva pudieron hacerlo antes de pecar. Ellos podían
comprender lo que Dios había planificado para ellos. Ellos comprendían
el propósito y la voluntad de Dios. Después del pecado perdimos parte
de la imagen y semejanza que teníamos con Dios. Desde allí en
adelante comenzamos a ser influenciados por dos grandes enemigos
de las relaciones interpersonales saludables, me refiero al orgullo y el
egoísmo. ¿Piensa usted que dos seres humanos influenciados por el
orgullo pueden tener una relación amorosa de la forma que Dios
planifico? ¿Piensa usted que un hombre o una mujer motivados por
tendencias egoístas pueden tener relaciones intimas que exalten la
dignidad de la otra persona? Por supuesto que es imposible, a menos
que esas personas reconozcan que están limitados y que su tendencia
será a actuar con orgullo y egoísmo. A menos que esas personas amen
a Dios y le tomen en serio y estén dispuestos a vivir sometidos a esos

maravillosos valores divinos, y aprendan lo que incluye y lo que no
debe ser parte del amor en la revelación bíblica, es imposible que
amemos como Dios planificó.
Si quiere saber por que personas que tienen toda la intención de amar,
que juran amor, que demuestran un acercamiento tan cautivante,
pueden tener acciones tan despreciables y actitudes tan destructivas
ya sabe la respuesta. A menos que los seres humanos imperfectos y
pecadores decidan amar a Dios y vivir obedientemente es imposible
que puedan controlar sus tendencias al egoísmo y a vivir
orgullosamente.
¿Significa esto que los humanistas, los ateos, los que creen en otros
dioses no pueden amar? Mi respuesta es que ellos no pueden amar
como espera y manda el Dios de la Biblia. Ellos pueden amar conforme
a los patrones humanistas. Ellos pueden seguir los impulsos de sus
propios corazones humanos o basados en sus creencias y deidades,
pero no pueden amar de acuerdo a lo descrito en los principios
escriturales. La Biblia para ellos no es la regla de conducta ni la verdad
que define sus valores. Como cristianos debemos creer que el amor
verdadero fue demostrado y definido por nuestro Dios y todos aquellos
que formamos parte de su familia tenemos el potencial de vivir
conforme a esos principios. Por supuesto, no es un asunto natural. Ese
amor basado en conceptos divinos no fluye como un caudal natural de
seres humanos pecadores con tendencias orgullosas y egoístas. Pero si
pueden experimentarlo, aunque realizando una permanente batalla
contra esas tendencias, quienes creen y disfrutan del amor maravilloso
del Dios que aman, que le ha transferido esa capacidad de amar, de
controlar sus tendencias pecaminosas y de anhelar ese amor divino y
sublime.
El verdadero amor, ese que construye la vida personal y produce
efectos maravillosos en las personas que decimos amar, no puede
estar basado en los sentimientos e ideas humanas, sino en lo sabio y
justo del pensamiento divino.
El verdadero amor, ese que construye y desarrolla lla

a vida personal y
produce efectos maravillosos en las personas que decimos amar, no
puede estar basado en los sentimientos e ideas humanas, sino en lo
sabio y justo del pensamiento divino.
LAS VERDADES DIVINAS SOBRE EL AMOR.

De ninguna manera pretendo tener la definición exacta del amor, pero

después de años de estudio, creo que basado en la Biblia y el
comportamiento divino revelado en ella, puedo dar mi concepción
sobre lo que entiendo del amor. El amor de Dios es incomparable,
indescriptible y no puede ser practicado en toda su extensión por los
seres humanos falibles. Esa es la razón por la que en la Biblia se nos
ordena ser “imitadores de Dios como hijos amados.” Nuestro deber
hacer todo esfuerzo para imitar las conductas divinas. El es amor. El
no solo dispensa amor. Dios nos ama siempre y siempre hace lo
correcto como producto de ese amor. Dios es el diseñador, el creador
y la fuente del amor y su vida modelo el amor que nosotros debemos
imitar. Esa es la razón de que nuestro estudio bíblico sobre el amor
divino es esencial. La Biblia nos muestra a Dios, nos muestra sus
acciones, sus principios, sus mandamientos y nos define lo que Dios
determinó que nosotros necesitábamos conocer de El para poder vivir
la vida que El sabiamente diseñó. Lo que veo, lo que leo, lo que
investigo de Dios en su Palabra me permite decir que Dios por su amor
y porque es amor nunca tiene acciones buenas para nosotros y malas
para El. Dios nunca elige acciones buenas para El y malas para
nosotros. Lo que el hace siempre es correcto para El y para nosotros.
Sea que el sienta ira, compasión, ternura, o que desprecie nuestras
malas obras, este triste o contento, siempre nos ama. Por lo tanto, si
queremos amar como El ama, debemos imitar su conducta. El amor
entonces debe ser el conjunto de acciones que realizo motivado por los
sentimientos que experimento, basado en los principios y valores
divinos y que me permiten hacer el bien a los demás, haciéndome el
bien a mi mismo. Este tipo de amor permite que los sentimientos de
un padrastro por su hijastra le muevan a acariciar, alimentar,
proteger, exhortar, ayudar, disciplinar, es decir, hacer el bien a la
hijastra que ama. Este amor impide que el la use sexualmente o abuse
de ella. Este amor le mueve a no permitir que su hijastra lo maltrate y
lo irrespete. Por ese sentimiento utiliza su amor para hacer el bien sin
permitir que le hagan mal. Este amor permite que un cónyuge bese,
exhorte, permita consecuencias, acaricie, apoye, proteja, discipline,
tenga intimidad, o aun expulse de su vida a un cónyuge violento.
Porque este amor por las emociones y sentimientos que experimenta
hace el bien basado en los principios divinos que no nos permiten
hacer el mal a otros ni a nosotros y que nos permiten hacer el bien a
otros y a nosotros.
Para conocer algo mas sobre el maravilloso amor de Dios, demos una
mirada a la revelación bíblica esencial:
a. El mandato de Jesucristo sobre el amor.

La enseñanza de Cristo sobre el amor tenia el propósito de

cambiar toda la mentalidad de su época y de todas las generaciones
por venir. Su enseñanza fue radical, fue un mandamiento no admitía
ninguna discusión. No dijo, quiero que sientan amor, no dijo quiero se
imaginen como amar, el dijo claramente: “Como yo os he amado, que
os améis también vosotros.”
El amor al estilo divino: único amor verdadero

Ningún ser humano en forma natural puede amar de la forma que Dios
exige y que es esencial para que no solo nos desarrollemos con
normalidad, sino que es fundamental para vivir la vida que Dios
diseñó. Para poder amar como Dios ama y exige debemos haber
experimentado su amor, debemos ser hijos de Dios, debemos
pertenecer a su Reino, y debemos tomar la decisión de someternos a
su señorío y sus mandamientos. Jesús enseñó con claridad que los que
le aman, guardan sus mandamientos y que si guardamos sus
mandamientos permanecemos en su amor. Nuestra necesidad de amar
y ser amados debe ser suplida pero no con cariño, besos, abrazos,
pasiones, acciones basadas en ideas humanas y de la forma que
nosotros queremos, sino que incluye toda esas acciones y muchas
mas, pero todas deben ser filtradas en el filtro de los mandamientos y
principios divinos. Es por ello que antes de tomar la decisión de amar y
de permitir ser amados, debemos entender el amor tal como Dios lo
ha diseñado.
Para poder entender como debemos amar y como debemos permitir
que nos amen, debemos entender el concepto del amor que Cristo
exige. Debemos entender el amor desde la perspectiva divina pues El
es quien nos entrega ordenes que deben ser cumplidas.
Jesucristo dijo palabras claves con respecto al amor y sus enseñanzas
y vivencias nos mostraron que su amor es muy diferente al amor
humano. La primera sorpresa que encontramos al estudiar el amor
desde el punto de vista divino es que no está relacionado con los
sentimientos, sino un serio mandamiento a imitar la forma como El
nos ama a nosotros. Así lo dijo Cristo: “Un mandamiento nuevo os doy
que os améis unos a otros como yo os he amado, así os améis
también vosotros.”
El primer impacto que recibimos es que Dios ordena que nos amemos
no nos dice que sintamos amor. Note su declaración enfática e
inapelable: “Un mandamiento nuevo os doy que os améis unos a
otros…”
La segunda verdad expresada en esta declaración es que no deja a
nuestro criterio la forma como debemos amar, mas bien nos dice como
debemos hacerlo al declarar “como yo os he amado, así también os
améis los unos a los otros”.
Podemos decir que la orden de amarnos unos a otros no es

necesariamente un mandamiento nuevo pues en el Antiguo
Testamento, específicamente en Levítico 19:18 Dios dice “amarás a tu
prójimo como a ti mismo.” La parte nueva es que Jesús es ahora el
modelo o patrón por el que vivimos y también el poder en que
vivimos. El mandamiento es nuevo porque es un mandamiento a vivir
el amor tal como lo demuestra Jesús. Este es un mandato a
apropiarnos del poder que Dios nos da para que por medio de la
presencia de Jesús en nosotros podamos amar como El ama y no de
acuerdo a nuestras ideas y definiciones. Este es un nuevo
mandamiento a dispensar el amor tal como Jesús lo ordena y no de
acuerdo a nuestros sentimientos. Las palabras “como yo os he amado”
representan un modelo para nuestro amor por los demás y
representan un poder para nuestro amor por los demás.
La clave del amor de Jesús es que El ama tal como ama el Padre y así
lo dice en Juan15 versículo 9:
“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado.” No hay
diferencia en su amor porque el permanece en el Padre. Jesús dijo que
la clave de su amor era su relación con Dios Padre y su total sumisión
a El. note lo que declaró en el versículo 10: “Si guardáis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado
los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.”
Jesús vive en unión perfecta y constante con el Padre. Por su
obediencia Jesús permanece en el amor del Padre y por ello puede
amar como el Padre lo ama a El. Lo mismo debe ocurrir con nosotros.
Dice Jesús que si guardamos sus mandamientos permanecemos en su
amor y cuando eso hacemos, podemos amar como El nos ama.
Luego Jesús al final del versículo 9 entrega la siguiente orden:
“Permaneced en mi amor” y describe como podemos hacerlo en el
versículo 1º:
“Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como
yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su
amor.”
Todo el concepto de amor esta ligado a la obediencia a los
mandamientos, los principios y las verdades divinas. Amamos a Dios
y amamos a los demás cuando todo lo que hacemos está basado en
los mandamientos divinos y no en los gustos humanos. Si los
sentimientos son buenos, si nos gusta, si nos apasiona, pero si la
acción que acompaña a los sentimientos es un pecado, no es amor. El
otro lado de la moneda es que aunque no nos guste enfrentar un
problema, aunque nos desagrade y nos duela tener que despedir a un
empleado que estaba robando, aunque haya sido cercano, por amor
debemos hacerlo. Aunque nos duela y suframos expulsando de la casa
a un cónyuge adultero que quiere seguir en su inmoralidad, es un acto
de amor despedirlo pues no pecamos, mas bien obedecemos a Dios. Si

mantuviéramos el triangulo amoroso por el cariño que sentimos y por
no perder el apoyo económico o porque nos duele separarnos, si
seguimos en esa relación por los sentimientos que experimentamos,
entonces, rompemos los mandamientos divinos, pecamos y no
amamos. El amor que Dios exige no es el amor que nosotros
entendemos, no es el amor que nosotros conocemos, no es lo que
nosotros creemos o experimentamos, sino la definición que El
sabiamente diseñó. Para poder vivir la vida que Dios diseño debemos
suplir nuestra necesidad de amar y ser amados, pero de la forma que
Dios revela en su palabra, de la manera que El lo practicó, de la
manera que El nos ama y de la manera que El exige.
El amor: conexión esencial para una vida madura.

El amor es la conexión necesaria para que toda la estructura de la vida
esta unida y bien fortalecida. Las personas pueden cumplir
responsabilidades, trabajar con dedicación, proveer para sus familias
con integridad, pero si no existe amor, de nada sirve. Ni la vida
devocional, ni la practica de dones, ni la vida de servicio a los demás
sirve de nada cuando no existe el amor al estilo divino.
Aunque existen muchas canciones cuyo tema es el amor y mucho
hablemos de el, encontrar personas que conozcan el amor divino y
sepan como imitarlo, es muy difícil porque son muy escasas. Creo que
ninguno de nosotros duda de la importancia que tiene el amor en las
relaciones interpersonales, y tampoco dudamos de cuan destructivo es
que las personas digan que aman, pero sus acciones demuestran
desprecio, odio o maldad. Es terrible para una chica que dio la prueba
de amor porque la convencieron, porque ese era su concepto de amor,
y luego terminar embarazada y abandonada por aquel que decía que
amaba hasta la muerte y quería que le probaran lo mismo mediante
un acto que va en contra del concepto de amor divino.
Es lindo hablar del amor, es lindo enamorarse, aun son muy hermosas
las canciones de amor, pero Dios no solo quiere que cantemos sobre el
amor, sino que vivamos el amor. Lo que realmente necesitamos en
este mundo es amor. Lo que la iglesia necesita es amor, pero vivir el
amor de Dios y no las ideas humanas sobre el amor divino.
El amor es tan importante que Dios demanda que los miembros de la
familia de Dios se amen. El demanda, no sugiere. Dios sabe que la
presencia del amor es esencial para que la gente se de cuenta que
somos cristianos genuinos. El Señor no dijo: “En esto conocerán todos
que sois mis discípulos, cuando fueres responsables, cuando fueres
respetable, cuando seas solidario.” Usted y yo sabemos que esas no
son las palabras de Cristo. El dijo; “En esto conocerán todos que sois
mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”.
Por lo tanto, el amor es esencial para que demostremos tal madurez

que la gente se de cuenta que somos verdaderos discípulos,
verdaderos seguidores de las enseñanzas de Cristo, verdaderos
aplicadores de sus mandatos, ejemplos dignos de ser imitados.
Quienes dicen ser cristianos y viven sin practicar el amor por Dios
exigido, no solo viven vidas fuera del diseño divino, sino, además, son
un terrible mal testimonio del evangelio y un mal reflejo de la imagen
de Cristo. El mandato divino es que nos amemos unos a otros no de
cualquier forma sino “como yo os he amado, que os améis también
vosotros.”
El amor a los demás también es esencial y no puede existir odio
cuando realmente amamos a Dios y deseamos ser obedientes a El.
Dios dice que si alguien dice que ama a Dios pero aborrece a su
prójimo el tal es un mentiroso. Tener valores es vital, vivir la vida de
fe es esencial, desarrollar una vida de con muestras de
responsabilidad, respetabilidad, solidaridad, justicia, integración, la y
ser una persona confiable, todo es importante, pero lo mas
importante es el amor pues sin la existencia de este, nada sirve. Así
dice primera a los corintios capitulo 13. Allí Pablo nos adviertes que ni
las obras mas grandiosas, ni la vida de fe mas admirable, sin la
presencia del amor hacen que la vida sea vacía, no tenga sentido y de
nada sirve todo lo que hacemos.
b. La orden apostólica de amar.

Pablo entiende que los seres humanos podemos fingir emociones
y demostrar algo que no sentimos. El sabía que algunos podían tomar
livianamente ese mandamiento y fingir su amor. Por ello, en el
capítulo 12 versículo 10 de aquel gran tratado doctrinal llamado la
carta a los Romanos, el apóstol Pablo escribe verdades muy prácticas
diciendo: “El amor sea sin fingimiento, aborreced lo malo, seguid lo
bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal”, dice el
versículo 10.
Quisiera que observemos lo que dice primera de Pedro capítulo 4
versículo 8, porque ilustra muy bien lo que quiero comunicar. Aquí se
nos menciona que tenemos que realizar una elección. Nos dice que
debemos tener amor . ¿Por qué? Porque el amor no viene a nosotros
naturalmente.
Primera de Pedro 4:8 dice:
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor
cubrirá multitud de pecados”.
Esta es una orden para todos los cristianos. Recuerde que en los
versículos anteriores Pedro nos dice que tenemos que comenzar a
pensar como Cristo. Nos dice que nosotros tenemos que “armarnos del
mismo pensamiento” que permitió que Cristo tenga victoria sobre el
pecado. El nos exhorta a no seguir las pasiones humanas que nos

llevan a lascivias, borracheras y a muchos desvíos. Observe lo que
dice Pedro en los versículos 1 al 4:
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros
también armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la
carne, terminó con el pecado, 2 para no vivir el tiempo que resta en la
carne, conforme a las pasiones humanas, sino conforme a la voluntad
de Dios. 3 Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada
a los gentiles, andando en lascivias, placeres, borracheras, orgías,
disipación y abominables idolatrías. 4 A estos les parece cosa extraña
que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de
disolución, y os ultrajan…”
Ese estilo de vida desenfrenado y disoluto lo tienen los que siguen sus
pasiones, pero nosotros, los hijos de Dios, no debemos vivir conforme
a las pasiones humanas, sino conforme a la voluntad de Dios.
Debemos responder frente a toda persona y circunstancia en la vida,
fundamentados en los principios divinos que debemos obedecer y no
en las pasiones humanas que motivan a responder por sentimientos.
Es muy interesante observar las conexiones que existen. La
declaración: “Ante todo” conecta las distintas partes de este pasaje. “Y
ante todo” quiere decir: “Más que cualquier otra cosa.” Pedro dice, no
respondan pasionalmente, respondan haciendo la voluntad, y en el
versículo nos dice que seamos “sobrios y velemos en oración” pero
que lo preeminente, es que tengamos “ferviente amor porque el amor
cubrirá multitud de pecados.” La orden apostólica es elegir ese amor
ferviente que esta basado en la obediencia, en el sometimiento a la
voluntad divina pese a nuestras pasiones humanas. Es por ello que
cuando amamos siempre hacemos el bien a toda persona y en toda
circunstancia porque esta basado en los valores divinos, en la voluntad
divina. Podemos relacionarnos con inmaduros, porque somos maduros
y somos responsables, respetables, confiables, integrados, justos,
solidarios, enfocados, y por ellos sabemos establecer los limites
saludables y nuestro amor esta basado en estos valores
fundamentales. Este es el tipo de amor que cubre multitud de
pecados. No es un amor que ignora los pecados, sino que sabe lidiar
con todos los pecados ajenos y personales y con todos los pecadores,
incluyéndonos a nosotros.
INGREDIENTES ESENCIALES DEL AMOR ESTILO DIVINO.
Debido a que tenemos una errónea comprensión del amor, nuestra

forma de amar, aunque es sincera, no cumple el diseño del Creador.
Aunque anhelamos amar bien, no sabemos como hacerlo en forma
natural. A pesar de nuestros buenos intentos, nos quedamos
atrapados en los sentimientos y no comprendemos la dimensión

maravillosa del amor bíblico genuino. El amor esta compuesto de
algunos ingredientes. Todos ellos son esenciales y una persona no
puede amar como Dios demanda sin estos elementos esenciales.
Para comprender lo mas acertadamente este extraordinario concepto,

quisiera definir algunas palabras claves. Estas palabras definen
ingredientes ineludibles del amor genuino. He pensado que para amar
al estilo divino, para amar como Dios quiere que amemos deben existir
elementos claves. Debemos tener, una relación bíblica con Dios,
una comprensión sabia, , una moralidad bíblica, un compromiso
serio, una actitud correcta, una intimidad genuina, una
conducta sabia y una pasión pura.
Una relación bíblica con Dios
Cuando los cónyuges viven bajo los principios divinos que se describen
en la Biblia, viven en una relación de amor real y sincero. Cuando
ambos cónyuges actúan basados en las verdades divinas, no hay
fuerza que los destruya. Cuando el fundamento del amor divino es el
cimiento de la relación amorosa y la pareja esta unida por los
principios divinos, no existe otro hombre u otra mujer que pueda
destruirla. Es que mediante la relación bíblica con Dios la vida
amorosa no se basa en ideas de Hollywood, no se basa en las ideas del
hombre o la mujer que pueden ser muy distintas y, además,
interesadas y pecaminosas. La vida amorosa que cumple el deseo y el
plan divinos, no se basa en las ideas culturales. Mediante la relación
de cada uno de los cónyuges con Dios y su amor por El y sus valores,
la relación conyugal tiene su fundamento en la ideas, los principios, los
valores de quien creo el amor y quien creo las relaciones y determino
que estén unidas por el amor genuino.
Mediante una adecuada y bíblica relación con Dios comunicamos algo
esencial a nuestro ser querido. Le decimos: yo haré todo esfuerzo por
amarte como Dios me ama a mi. Yo te amare conforme al diseño de
nuestro Creador y no como yo estime mejor.
Aunque el amor genuino no fluya naturalmente de los seres

humanos, quien ha experimentado y conocido el amor divino
tiene todo el potencial para amar como Dios demanda de los
humanos.
Una adecuada y bíblica relación con Dios nos permite amar a
nuestro cónyuge con la intimidad, respeto y cercanía que El
demanda.
Una comprensión sabia
No basta que los cónyuges conozcan el amor divino y determinen que

van a imitar ese extraordinario amor. Mediante una comprensión
sabia las personas entienden lo que es y lo que no es amor. Ellos
aprenden a actuar en base a una línea de pensamiento. Saben que
ninguno de ellos diseñó el amor y por lo tanto, sus criterios deben
sujetarlo a la definición de amor que se encuentra en la Biblia. No
podemos amar sin saber amar. Usted dice que desea adquirir la
comprensión sabia y dirá a su cónyuge, yo quiero ser sabio para que
cuando enfrente conflictos, no tengamos una lucha de ideas ni
actuemos egoístamente exigiendo que se hagan las cosas de acuerdo
a nuestro estilo, sino de acuerdo a principios y formas que construyan
nuestra relación y no que destruyan nuestra vida. Mediante la
comprensión sabia de la vida, buscaremos orientación, leeremos algún
libro, asistiremos a alguna conferencia o buscaremos un consejero. Se
que no lo entendemos todo y se que a veces yo puedo equivocarme y
a veces tu, pero he decidido que en nuestra relación evitaremos actuar
rápidamente, especialmente en las áreas que somos ignorantes.”
Cuando no tenemos una comprensión sabia de los eventos y las
personas, tendemos a fallar a pesar de nuestras buenas intenciones. Si
no nos preparamos como debemos para la relación conyugal, nos
casamos ignorando muchas cosas y con expectativas erróneas de la
relación matrimonial. Hombre y mujer llegamos pensando que será
una eterna luna de miel y que el tierno galán seguirá su permanente
conquista dentro de su relación conyugal sin pensar que cuando ya
tiene su presa, se acomoda y poco a poco comienza a evitar hacer lo
que con tanto sacrificio conquistó.
La verdad es que nos preparamos para todo en la vida, menos para la
relación más importante. Un gran porcentaje de quienes se casan no
conocen acerca de las relaciones intimas al estilo divino, no saben
como enfrentar conflictos con sabiduría y no saben como amar de
acuerdo a lo que Dios demanda.
La ignorancia nos mete en severos problemas, pero la necedad de
quien no sabe, pero cree que sabe, destruye los matrimonios.
Por ello, mediante la comprensión sabia, le entregamos a nuestro ser
querido un mensaje lleno de empatía. Mediante la comprensión le
comunicamos al ser querido “yo dedicare tiempo para comprender lo
que es el amor al estilo divino que Dios demanda y luchare por vivir
con sabiduría. Yo no actuare basado en mi ignorancia, mas bien
luchare por comprender el verdadero amor y seré sabio en mi relación

amorosa.”
Comprender a otra persona es difícil y hacerlo sabiamente es

muy complicado, pero es la única forma en que podemos tener
una relación conyugal como Dios ha diseñado. Una
comprensión sabia del amor que Dios demanda y de la persona
que amamos nos permite tener dos condiciones esenciales para
tener una vida matrimonial madura.
Defino la comprensión sabia como el juicio apropiado, la

comprensión correcta del concepto bíblico del amor. El amor es como
un río, hermoso, útil, que entrega su caudal para que sean utilizadas
para regar las tierras de cultivo que existen a sus orillas. Habrá
ocasiones cuando ese tranquilo arroyo acumula tanta agua que puede
convertirse en un río caudaloso que puede desbordarse y destruir todo
lo que encuentre a su paso. El amor es así si no tiene limites
saludables se convierte en destructivo. El amor tiene a un lado la
orilla de la verdad, y al otro la orilla del discernimiento. El amor
genuino no debe salirse de esas orillas. Amar el mal es pecar. Perder
la capacidad de discernir solo a título de amor, es debilitar su fe, y no
aumentarla. El amor debe estar limitado por la verdad y el
discernimiento. Dentro de esas riberas es seguro. Si se sale de ellas,
puede ser destructivo.
Armando vivía un mundo de mentira. Estaba engañando a su esposa
por mas de un año y había aprendido un terrible mecanismo de
defensa. Cada vez que su esposa se enojaba porque el no llegaba a la
casa a dormir, después de inventar las excusas mas fabricadas y si
Ana respondía muy enojada, el la maltrataba. En una de las sesiones
de asesoramiento confeso que comenzó ignorándola, luego
amenazándola, luego intimidándola, luego insultándola, empujándola y
finalmente podía llegar a golpearla si su esposa no terminaba rápido
las discusiones por sus tardanzas. El avanzaba en su abuso hasta que
Ana dejaba de arengarlo. Cuando Ana llegó a mi oficina por insistencia
de una amiga, me dijo lo que tanto he escuchado y que me motivó a
escribir mi libro Cartas a mi amiga maltratada. Cuando pregunté
porque no había tomado medidas severas contra su abusivo esposo,
me dijo “se que el me ama, pero esta confundido. Yo estoy segura que
le amo. Es solo una vez a la semana que el hace eso y tal vez es mi
culpa por enojarme tanto. El resto del tiempo somos dos perfectos
enamorados.” Eso es lo que pensaban quienes se estaban
destruyendo. Enamorados destructores de quien les motivaba a la
pasión. Enamorados pero sin amor. Sus conceptos de amor eran

totalmente erróneos y quien no entiende lo que verdaderamente es el
amor no puede amar verdaderamente. Quienes no comprende lo que
verdaderamente es el amor divino, quienes no entienden la estructura
de un amor bíblico no pueden amar como Dios espera que amemos.
Para amar, es imprescindible comprender que el río del amor

que en sus orillas no tiene los límites de la verdad y un buen
discernimiento, es peligroso, destructivo y produce gran
sufrimiento.
La moralidad bíblica.
Es la suma de los valores que tenemos y que nos provee uno de los
limites que necesita el amor. El amor, tal como la libertad tiene
fronteras y dentro de ellas se mueve libremente. Dios es quien ordena
las fronteras del amor porque El es el creador del amor y El conoce
como debe ser practicado. Los bordes de un rio, las orillas, los
márgenes del rio del amor son los valores morales basados en los
principios divinos. Es en medio de esos limites que debe fluir la
conducta que resulta de las emociones y los sentimientos que
experimentamos.
La moralidad se produce por la conexión espiritual que escogemos, por
la guía de las verdades bíblicas. Esos principios divinos deben ser el
fundamento de todos nuestros valores y es nuestra obligación escoger
esas verdades divinas para tener bajo control nuestros sentimientos y
nuestra conducta.
La conexión espiritual, la conexión con Dios permite que nuestros
valores superen a los simples deseos, razonamiento, conocimiento
humanos. Nos permite aceptar los valores absolutos divinos y no vivir
basados en los valores relativos humanos. Los valores morales son los
cimientos sobre los que construimos nuestras vidas y ellos se
convierten en la estructura moral de nuestras decisiones. Sin esos
valores somos guiados por lo que sentimos y podemos hacer lo
indebido por las pasiones que experimentamos o cometer pecados por
los sentimientos que tenemos. Cuando no definimos nuestros valores
morales permitimos nuestros errores, pecados y conductas
inadecuadas y aceptamos que otros, a cuenta del amor que sienten, o
las emociones que experimentan, no nos traten como personas de

valor y dignidad.
Cuando no definimos nuestros valores bíblicos, permitimos que las
personas, las situaciones, o las relaciones influencien nuestras
decisiones. Nuestras confusiones, nuestras emociones, nuestras dudas
o percepciones se vuelven determinantes.
Nuestros valores morales bíblicos deben ser nuestros estándares y se
convierten en nuestro sistema de navegación que nos ayuda a
ubicarnos, a tener las directrices correctas y volver a la carretera
correcta cuando nos desviamos. El amor divino esta basado en la
moralidad divina y nunca se sale de ella.
El amor basado en la moralidad bíblica no lo experimentamos

naturalmente, debe ser estudiado en la Biblia sabia y
sistemáticamente. Este tipo de amor no es natural, debe ser
estudiado en la revelación bíblica, debe ser aceptado como una
forma de vida y debe ser practicado tal como Dios exige. Es por
ello que el amor es la mas grande e importante de las virtudes
que resulta de la presencia del fruto del Espíritu llamado amor
y que es apropiado y practicado por quien ha sido salvado y
transformado.”
El compromiso serio
Para que amemos conforme Dios demanda, además de tener una

relación bíblica con Dios y una sabia comprensión del amor que El
exige, debemos tener un serio compromiso con nuestro ser querido.
El compromiso es la decisión del cónyuge de aceptar las
responsabilidades y obligaciones que son propias de la vida conyugal.
Los cónyuges deben decidir que van adquirir el compromiso de amar a
una persona diferente y no comprometerse a sentir amor por el ser
querido. Los sentimientos son variables y nos motivan a actuar de
manera diferente a pesar de la atracción inicial. El compromiso nos
ordena vivir imitando el amor divino a pesar de los sentimientos que
experimentamos. Tristemente, debido a que acostumbramos a tener
acercamientos tan emocionales, muchos no adquieren los
compromisos que son esenciales para desarrollar una vida conyugal
saludable y con clara conciencia de las responsabilidades que están
adquiriendo.
Quienes se comprometieron con sinceridad en su ceremonia
matrimonial deben recordar constantemente los compromisos que
adquirieron y las responsabilidades que estos implican. Quienes
actúan fieles a su compromiso, en medio de los conflictos no deben
amenazar con divorciarse por los problemas que enfrentan sino

determinar confrontarlos sabiamente.
Todo matrimonio pasara por situaciones angustiosas que son propias
de la convivencia entre dos personas distintas. Todos fallamos en
algún momento y tendemos a no querer hacer lo que debemos, pero
no por las fallas de nuestro cónyuge o las propias, debemos
determinar terminar la relación conyugal.
He notado que muchos jóvenes no entienden la dimensión de los
compromisos que se adquieren al decidir entrar en la vida
matrimonial, mas bien ellos se casan en forma inocente y luego
gradualmente se van dando cuenta que existen mas y mas
compromisos, que muchos no están dispuestos a cumplir.
Cuando estamos verdaderamente comprometidos a amar, las
dificultades no anulan nuestro pacto, mas bien disfrutamos de un
comprensión especial que nos lleva a desearnos y ha entender que en
algún momento podemos cometer errores que no tienen porque
romper nuestro compromiso. Las personas que entienden y aman su
compromiso, aunque odien las fallas, entienden que ocurrirán y que
deben seguir perdonándose y respetándose hasta que la muerte los
separe.
No es fácil mantenerse fiel a un pacto. La mayoría de los seres
humanos tenemos serios problemas en el área de nuestros
compromisos, pues nos cuesta mantener una obediencia permanente.
Tendemos a desobedecer y apartarnos de los principios divinos,
arrepentirnos y volver a obedecer para volver a rebelarnos en algún
momento. Poco a poco vamos diluyendo nuestros compromisos.
Comenzamos muchas cosas con gran alegría y muy comprometidos,
pero pocos vamos perdiendo interés y nos cuesta atravesar la línea de
llegada. Es que el compromiso exige sacrificio, disciplina y constancia.
Si llegar a la meta fuera fácil, todos la cruzarían. Si fuera materia de
acomodarse, esperar o hacer lo que a uno le de la gana, todos
tendrían relaciones saludables. Pero debido a que debemos sacrificar
cosas que nos encantan, hacer cosas que nos desagradan y nos
agotan, y mantener diariamente ese pacto, somos pocos los que
logramos tener relaciones saludables. Ninguna pareja tiene una
relación de amor que motiva a permanecer, sin tener un serio
compromiso.
Mediante el compromiso serio determinamos respetar el pacto que
hicimos con la persona que amamos. Mediante nuestro compromiso,
en medio de los conflictos podemos comunicar “Yo estoy
comprometido contigo y lo estaré toda la vida. Mi amor, yo tomé la
decisión de amarte y respetar hasta que la muerte nos separe y lo voy
a cumplir, aunque ahora estemos pasando por una temporada difícil.
Mi amor, por ese compromiso y por nuestra imposibilidad de lidiar
exitosamente con esta situación, te propongo que busquemos ayuda

profesional.”
El compromiso serio nos ayuda a establecer pactos, a evaluar si los
estamos cumpliendo, y ha determinar cuan satisfechos nos
encontramos en el proceso.
Mediante el compromiso serio le decimos a nuestro cónyuge:

“Yo te amaré a pesar de las diferencias y pese a los conflictos
que enfrentemos. Voy a ayudarte en tus debilidades y exaltar
tus virtudes. Confrontare tus errores, y te perdonare y cuando
falle, tu perdón yo buscare. No me importa cuantas otras
personas intenten conquistarme, yo permaneceré fiel hasta el
final y cumpliré mi pacto matrimonial .”
Para amar como Dios espera y ordena que amemos debemos tener un
compromiso serio con la persona que queremos relacionarnos sea
que estemos o no llenos de pasión. Con la palabra Compromiso
describo la decisión, el empeño de hacer que su relación continúe a
pesar de todo lo que intente destruirla.
Bernardo estaba destruido cuando llego a mi oficina. Después de diez
anos de matrimonio le parecía increíble que su esposa le hubiera
engañado. Vivió una seria crisis nerviosa. Su esposa no era cristiana y
al explicar su engaño le dijo que le respetaba inmensamente pero no
era el tipo de hombre que ella quería por eso había cometido el error
de engañarlo. Ella esperaba un hombre que vaya con ella a fiestas y
disfrute de bailes y tragos como ella disfrutaba. Bernardo trató de ser
justo y le permitió que ella vaya a sus reuniones sociales. Al trabajar
como secretaria en una compañía grande, no solo tenia compromisos
en la empresa sino también era invitaba frecuentemente a cumpleaños
de compañeras de trabajo. Bernardo me confesó “si yo tenia la
libertad de asistir a mis compromisos con la iglesia, creí que era justo
que ella también tuviera la libertad de asistir a compromisos en su
trabajo.” El me había escuchado ensenar que nadie debe tratar de
obligar a alguien no cristiano a vivir como cristiano, ni tampoco el
cristiano debe permitir que le obliguen a vivir como no cristiano. Desde
luego en mis enseñanzas explico que esta es una libertad de atender
obligaciones profesionales o eclesiásticas y sin que se viva en
extremos o libertinaje. Mónica lo llevo al extremo a tal punto que
cuando Bernardo trató de frenar sus excesos ella respondía muy
molesta. Finalmente, entre bailes y tragos a escondidas pues ella
había explicado sus salidas como compromisos de empresa y
reuniones, se enredo emocionalmente con su jefe. Mónica me dijo lo

que he escuchado tanto. “Poco a poco me fui enamorando hasta que
llego el momento que el era todo para mi. Estaba tan enamorada que
no me importaba mi esposo ni mis hijos.” Mónica estaba tan
“enamorada” que prefirió el adulterio, la infidelidad, el engaño, las
mentiras, el peligro de perder su matrimonio y los traumas que
experimentarían sus hijos al descubrir su engaño o al llegar el divorcio.
Espero que poco a poco se de cuenta que no es lo mismo amor que
enamoramiento, a menos que usted crea que las acciones y actitudes
de Mónica estaban motivadas por el amor.
Después de algunos meses de terapia, Bernardo aprendió a manejar la
situación. Mónica mostro un gran arrepentimiento. Volvió como una
hija prodiga después de aceptar que su única salida era amar a Dios,
amar a Jesucristo y aprender a vivir por El y para El. Bernardo
descubrió que podía perdonar y restaurar a su esposa. Entendió que
sus sentimientos de impotencia, frustración y enojo eran genuinos.
Comprendió que su esposa necesitaba hacer cambios y restaurar la
confianza, pero que aunque por un tiempo no sentía pasión por su
esposa, aunque no sentía ese escalofrió y ternura que sintió cuando
estaba enamorado, si sentía tristeza y enojo por el pecado pero deseos
de perdón y restauración para la pecadora. Después de algunos años
de escuchar mi programa me escribieron para contarme que le
proceso de asesoramiento y las enseñanzas difundidas en el programa
de radio les había ayudado a entender que el amor incluye el
compromiso de continuar con la relación conyugal a pesar de los
pecados y los sentimientos cuando existen un verdadero
arrepentimiento.
El compromiso nos permite tomar la decisión de relacionarnos
conforme a principios y no conforme a nuestros sentimientos. Una
persona que tiene un compromiso serio ha determinado permanecer
en su relación basada en valores y su verdadero conocimiento del
amor genuino y no en sus emociones. Ese compromiso esta basado en
el juramento que hicimos. Este acuerdo esta basado en el pacto que
hicimos de amarnos hasta que la muerte nos separe y no hasta que
cambien nuestras emociones. El compromiso serio y basado en un
buen conocimiento del amor que describe la Biblia y que Dios demanda
nos permite tener una obediencia constante y una relación que
permanece.
El compromiso serio con la persona que hemos determinado

amar nos permite tomar la decisión de relacionarnos conforme
a principios basados en el amor de Dios y sus mandamientos y

no como dependientes exclusivos de nuestros sentimientos.
Las actitudes correctas
El amor tiene otro ingrediente llamado buena actitud. La actitud es la

calidad, la grandeza, la excelencia que le damos a nuestra conducta.
Cuando amamos no solo hacemos lo correcto, sino que además lo
hacemos con grandeza, con delicadeza, con finura. La actitud es la
pulcritud, el positivismo, , es la distinción con que realizamos nuestras
acciones y expresamos nuestros sentimientos.
El amor es motivado a la acción por la emociones y sentimientos que
tenemos. Actúa basado en la moralidad bíblica y lo hace con alegría y
positivismo.
El amor incluye una buena actitud y la buena actitud tiene algunas
características:
- La actitud es una elección que realizamos y no un sentimiento

que experimentamos.
No estamos totalmente programados para proceder mal o para
ser enérgicos e insensibles, nosotros elegimos serlo. No estamos
programados para elegir ser mal genio, rezongón, regañón, antipático,
rencilloso, quejumbroso, desconforme, inapropiado, discutidor,
testarudo, insistente, porfiado, polémico, controversial, flojo,
indolente, apático, descuidado, lento, torpe, cobarde, exagerado,
creído, engreído, presumido, pretensioso, resentido, celoso,
desconfiado, receloso, suspicaz, malicioso, susceptible, etc. Nosotros
elegimos ser así. Cuando amamos elegimos lo positivo tanto en
nuestras relaciones como en nuestras acciones.
- La actitud es una influencia integral y no una instigación parcial.
Las actitudes erróneas, así como las actitudes correctas y
positivas influencian todo nuestro estilo de vida. La actitud negativa o
positiva es como los lentes que elegimos. Si son oscuros vemos todo
oscuro, si son de aumento, nos hacen ver todo mas grande, etc.
Cuando elegimos una buena actitud vemos la vida como buena.
Cuando elegimos una actitud positiva, así vemos la vida. Cuando
elegimos convertirnos en personas amargadas y resentidas, nuestra
vida y relaciones interpersonales se caracterizaran por nuestras
amarguras y resentimientos.
- La actitud nos beneficia o perjudica a nosotros y a los que nos
rodean.
Las personas positivas llevan beneficios a las personas e

instituciones con que se relacionan. Las personas negativas son
afectadas por la elección de su errónea actitud e influencian a las
personas que les rodean. Martin Lutero lo expresó muy bien cuando
dijo: “La necedad es una de aquellas raras enfermedades que no
afecta tanto al que la tiene como a los que le rodean.”
Una buena actitud para enfrentar todas las circunstancias y los
distintos tipos de personas que encontraremos en la vida, nos produce
paz, evita el estrés, y nos ayudan a batallar los estados depresivos,
etc.
La actitud que escogemos nos permite quedar en la ignorancia o
seguir nuestro proceso de aprendizaje en la vida. Todos ignoramos
algo en la vida pues nadie sabe todo. Quien ignora y tiene una buena
actitud se humilla y elige acciones que le permiten salir de su
ignorancia. Quien ignora y elige una mala actitud, se enorgullece, no
aprende, no quiere ser enseñado y se mantiene en la ignorancia.
“Los hijos de Dios tenemos la obligación de imitar el amor

divino. Amar como Dios exige es la decisión de investigar la
Palabra de Dios para que cuando las circunstancias, las
personas, demanden una acción o reacción, sepamos como
responder eligiendo actitudes y acciones correctas basados en
los principios divinos y elegir las actitudes correctas para que
basados en los principios divinos y así podamos hacer el bien a
nosotros mismos y a los demás.”
La intimidad genuina
Mediante una intimidad genuina podemos tener una relación

integral, es decir, de cuerpo, alma y espíritu que es esencial para que
exista verdadero amor. Mediante ella no jugamos con los sentimientos
ni abusamos de nuestro cónyuge. Mediante la intimidad genuina
comunicamos a nuestro ser querido “yo estaré conectado contigo
física, emocional y espiritualmente, y lo haré con pureza y ternura.
Voy a ser cercano a ti, me gusta sentir tu cariño, me gusta darte
cariño, me gusta que estemos conectados emocionalmente. Quiero
que estemos preparados para tener intimidad. No quiero que sea un
acto meramente carnal, no quiero que solo unamos nuestros cuerpos
sino que nos preparemos emocional y espiritualmente para
relacionarnos integralmente.”
Mediante la intimidad genuina decimos a nuestro cónyuge, “me excita
acariciarte, disfruto de nuestros encuentros íntimos, no quiero hacer
las cosas a mi manera y no quiero que tengamos relaciones solo
cuando tu quieras. Deseo que nos pongamos de acuerdo y tengamos
intimidad como, cuando, de la forma y donde debemos. Quiero que

busquemos satisfacer la necesidad de ambos genuinamente y no solo
la de cualquiera de nosotros, egoístamente. ”
Cuando queremos ser verdaderamente íntimos tratamos

genuinamente de comprender lo que necesita la otra persona
para ser íntima, en vez de estar enfocados en lo que nosotros
deseamos para sentirnos bien.
El amor nos motiva a conocer a quien amamos pues es en el área de

la intimidad donde ocurren los mayores problemas entre los hombres y
las mujeres debido a que somos muy distintos y no vemos la vida de
la misma manera. Los hombres y las mujeres no sentimos lo mismo en
iguales situaciones pues Dios nos hizo diferentes. Cada uno tiende a
definir la intimidad de una manera distinta. Por ejemplo, los hombres
tendemos a definir la intimidad poniendo mayor énfasis en las
relaciones sexuales. Generalmente, cuando dos hombres estamos
hablando de intimidad, sabemos que estamos hablando de sexo.
Cuando las mujeres hablan de intimidad tienden a pensar
precisamente en la cercanía amorosa y tierna que en el encuentro de
los cuerpos, pero no describen exclusivamente la relación física.
Cuando motivados por el amor que sentimos tenemos verdadera
intimidad vemos a la otra persona con empatía. La verdadera
intimidad no tiene su enfoque en la satisfacción personal. Por
supuesto, que la desea, la necesita y la debe buscar, pero su enfoque
incluye un profundo anhelo de ser instrumento de satisfacción de las
necesidades de la persona que es objeto de nuestro amor. Cuando
queremos ser verdaderamente íntimos tratamos de comprender lo que
necesita la otra persona para ser íntima, en vez de estar enfocados en
lo que nosotros deseamos, para sentirnos bien. Ese acto de
comprensión mutua permite que los dos cónyuges actúen basados en
sentimientos genuinos.
Cuando experimentamos amor verdadero, debido a la ternura que
experimentamos, deseamos ser instrumentos para suplir las
necesidades de quien amamos, con cualquier palabra, actitud o acción
genuina, lícita y amorosa que sea necesaria. Cuando nuestras
emociones son gobernadas por el amor genuino, deseamos acariciar,
deseamos compartir, anhelamos servir a la persona amada.
Cuando somos íntimos no solo enfocamos en lo externo, aunque nos
apasiona acariciar el cuerpo, pero también enfocamos en suplir las
necesidades emocionales de quien amamos. Debido a nuestro
profundo y serio interés en satisfacer las necesidades de la persona

amada, desarrollamos la capacidad de comprender sus emociones, e
identificar con mayor certeza sus sentimientos. Todos tenemos gustos
diferentes. Marido y mujer pensamos totalmente diferente, pero
debido a la cercanía y a nuestra creciente empatía, poco a poco vamos
adquiriendo gustos que son mas uniformes. Debido a que somos
cercanos, conversamos tanto sobre nuestros gustos y deseamos tanto
satisfacerlos que esos gustos de la persona amada se van haciendo
parte de nuestra vida y mientras mas cosas en común tenemos, mas
cercanos nos sentimos. Mientras mas gustos nuestros son satisfechos
por la persona que amamos, mas fácil se nos hace relacionarnos con
ella. Generalmente tenemos mas cercanía, es mas fácil el encuentro y
es mas fácil el desarrollo de la amistad, mientras mas gustos nuestros
cumple la persona que amamos. De la misma manera, nuestro
cónyuge se sentirá mas cercano cuando se siente comprendida por la
empatía que hemos desarrollado.
Quien desea amar como Dios espera y demanda, no puede

basar sus conceptos de intimidad en las ideas imperfectas que
tenemos los humanos.
La intimidad genuina la describo como la cercanía, la conexión, el

calor, el gusto, el sentimiento que sentimos por la otra persona. La
intimidad genuina es integral. Es una cercanía de los espíritus y guiada
por el Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo que nos guía a toda verdad,
nos guía a hacer lo correcto. El Espíritu nos constriñe cuando nuestra
intimidad se vuelve meramente carnal o cuando existe pecado entre
los cónyuges. No puede existir intimidad espiritual cuando existe
pornografía, adulterio o cualquier pasión sexual desordenada pues son
pecados que impiden nuestra comunión con Dios. El amor incluye la
intimidad genuina que nos motiva a no practicar los deseos sexuales
que pueden existir aun en una relación de familia o amigos y que nos
motiva a evitar el adulterio y todo desorden sexual que puede impedir
el desarrollo saludable de la vida conyugal. En las relaciones filiales
nos mueve a tener cercanía física pero limitada. En la relación
conyugal el amor incluye la pasión sexual y el encuentro tierno y
sensual de los cuerpos.
Cuando existe una buena intimidad espiritual. Cuando los cónyuges
han basado su vida intima en principios divinos, cuando esa relación
tiene la estructura que necesita, entonces es posible tener intimidad
emocional. Cuando las necesidades emocionales del hombre y la mujer
están siendo satisfechas por el conocimiento que tenemos de nuestro

cónyuge y la determinación de amarle, entonces la pareja tiene todo lo
que necesita para poder experimentar una pasión incomparable en su
relación conyugal.
Cuando los cónyuges entendemos que debemos ser íntimos

espiritual, física y emocionalmente, podemos amar
integralmente. Cuando sólo respondemos a la pasión, pero sin
basarnos en adecuados valores espirituales y sin tener en
cuenta las necesidades emocionales, no podemos tener
relaciones saludables y normales.
La conducta sabia
No podemos demostrar nuestro amor verdadero sin acciones que

prueben que es genuino. La conducta que es parte de un
comportamiento amoroso es el conjunto de acciones que escogemos
realizar como resultado de las emociones que tenemos, que producen
los sentimientos que experimentamos.
Mostramos el amor mediante el comportamiento que utilizamos, el
proceder que determinamos, la actuación que escogemos.
La forma, el sistema, el método como respondemos a las acciones,
palabras, invitaciones, exhortaciones, presiones, conductas de los
demás demuestra nuestro amor si la respuesta esta basada en valores
morales adecuados.
Sin la estructura, sin los bordes, sin los limites cuando sentimos
emociones y tenemos sentimientos, podemos irnos a los extremos.
Una relación sexual se puede convertir en adulterio, un acto
disciplinario se puede convertir en abuso, el apoyo que damos, el
servicio que realizamos se puede convertir en servilismo, el descanso
que necesitamos se puede convertir en vagancia. Las exhortaciones y
confrontaciones que realizamos se pueden convertir en insultos y
ataques.
La mas grande acción que probo el mas grande amor que ha existido y
que debemos imitar es la venida de Cristo a este mundo para dar su
vida por los pecadores. En Juan 3:16 dice que Dios amó de tal forma a
este mundo que estuvo dispuesto a enviar a su único Hijo para que
venga a dar su vida para la salvación de todos los que crean en El. Esa
es una conducta divina que demuestra su amor para nosotros. El
mismo apóstol escribe en 1 de Juan 3:616-18 nos exhorta con gran

claridad a demostrar nuestro amor real con obras reales al decir:
“16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por
nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los
hermanos. 17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su
hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el
amor de Dios en él? 18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de
lengua, sino de hecho y en verdad.”
CAPITULO SEXTO
AMOR AL ESTILO DIVINO:

UN AMOR BASADO EN
PRINCIPIOS ETERNOS
Principios que permiten que

los humanos desarrollen un
amor al estilo divino
“Basados en las ideas,

gustos, sentimientos,
pasiones o pensamientos
humanos es imposible
amar al estilo divino.
Para amar como Dios
exige y siempre ha
exigidos, debemos
utilizar todos los
principios que El ha
establecido.”
Dr. David Hormachea

CAPITULO SEXTO
AMOR AL ESTILO DIVINO:
UN AMOR BASADO EN PRINCIPIOS ETERNOS
Principios que permiten que los humanos desarrollen un amor
al estilo divino.
“Basados en las ideas, gustos, sentimientos, pasiones o

pensamientos humanos es imposible amar al estilo divino. Para
amar como Dios exige y siempre ha exigidos, debemos utilizar
todos los principios que El ha establecido.”
La mayoría llegamos al matrimonio ilusionados por los sentimientos

que experimentamos y todos creemos que ese sentimiento es amor.
Cuando nos sentimos enamorados creemos que tenemos amor y
basado en ello nos unimos, nos casamos creyendo que esos
sentimientos nos acompañaran toda la vida. Cuando estamos
enamorados creemos que tenemos amor porque nos sentimos
emocionados porque la persona de quien nos enamoramos parece ser
todo lo que necesitamos. Esa persona nos hace sentir algo
emocionante, nos gusta estar con esa persona, nos sentimos tristes
cuando no podemos verle. Nos sentimos contentos porque nos
entienden y nos alegra ser tratados con ternura. Al experimentar esas
emociones y tener esos sentimientos, pensamos que será bueno pasar
toda la vida al lado de alguien que nos hace sentir así. La idea es que
si ese sentimiento es tan lindo, por que debemos terminarlo. Si esa
pasión que sentimos es tan maravillosa porque debemos terminarla. Si
nos estimula el estar juntos porque mejor nos casarnos para no
separarnos. Nosotros pensamos que si cada vez que nos vemos nos
tratan con ternura y los pocos momentos que pasamos juntos son tan
estimulante no existe razón para tener que separarnos todos los días,
cuando podemos estar casados, estar unidos todos los y continuar
nuestro romance de día y de noche. Muchos piensan, si esa persona
suple mis necesidades es la persona que Dios me la regalo. Si siento
que esa persona me ama para que separarme de ella. Si con ella me
siento feliz porque no estar siempre con ella. Si el amor fuera esos
sentimientos y nunca se acabaran, lo que pensamos seria maravilloso,
pero lamentablemente todo eso se puede acabar porque no es amor y
el amor nunca se acaba.
El problema de esta errónea interpretación es que la felicidad no es un
estado, ni el amor es solo un sentimiento. Los seres humanos somos
tan felices como planificamos serlo porque aunque no podemos elegir
la felicidad, si podemos elegir las acciones que producen paz y si
podemos relacionarnos con sabiduría con las personas que nos rodean
de tal forma que experimentemos la paz de manejar nuestra vida

sabiamente. La vida no es hacer algo para sentirnos feliz, sino que por
hacer lo que hacemos con corrección e imitando a Dios es que como
resultado vivimos la vida que Dios quiere y por ello podemos sentirnos
felices.
El amor no es solo un sentimiento que se experimenta. Es cierto que
cuando nos enamoramos nos sentimos alegres, emocionados,
complacidos, atraídos, encantados y seducidos por quien conquistó
nuestras emociones. NO podemos evitar sentir esas sensaciones, pero
podemos evitar actuar motivados por ellas. Incluso, no podemos evitar
que las emociones nos muevan a las acciones, pero podemos evitar
acciones erróneas motivadas por emociones genuinas.
Erich Fromm dijo “el amor no es una victima de mis emociones, sino
un siervo de mi voluntad.” Esa declaración es sabia y mucho mas sabia
son las enseñanzas de Jesucristo. Hablando del amor, Jesús nos
ordena que debemos amar aun a nuestros enemigos. Ese mandato
parece una contradicción cuando lo analizamos desde el punto de vista
humano. No es posible sentirse bien relacionado con un enemigo.
Nadie siente algo hermoso por quienes actúan como enemigos. Mas
bien sentimos rechazo a sus acciones y molestia e ira por sus actitudes
erróneas. Pero aun así, aunque nuestros sentimientos sean contrarios
y rechaces esas acciones erróneas y nos motiven a reaccionar contra
el maltrato, cuando lo hacemos correctamente, también actuamos con
amor porque el amor también incluye justicia, que se muestra en la
exhortación dura y con autoridad, la confrontación directa y honesta y
en ciertos casos el despido de una persona dañina, o el termino de una
relación enferma.
Hemos estudiado que la Biblia nos motiva a practicar el amor y no solo
a sentir amor. Cuando tomamos el compromiso matrimonial en la
ceremonia nupcial no hacemos un pacto de amar a nuestro cónyuge
cuando nos sentimos bien y todo marcha a las mil maravillas. Es un
pacto de amor que debe cumplirse a pesar de las circunstancias y a
pesar de los errores. Quien cree que se ama mientras se tienen
buenos sentimientos creerá que se acabó el amor cuando experimente
rechazo a las acciones erróneas de su cónyuge. Quien cree que el
amor es un sentimiento lindo y cautivante. Quien cree que es ese
sentimiento de alegría por estar al lado de la persona que nos excita,
creerá que ha perdido el amor, cuando se sienta frustrado,
decepcionado, molesto o con ira por los errores de su cónyuge.
Cuando esos sentimientos de rechazo y enojo lo obligan a sentir que
debe corregir, exhortar, confrontar, la personas con ideas erróneas
sobre el amor mas bien creerá que debe separarse o divorciarse
porque ya no siente algo lindo y por lo tanto ya no siente amor. Pero
quienes amamos enfrentamos los problemas con sabiduría y basados
en principios a pesar de las emociones y sentimientos que

experimentamos.
Al examinar cientos de testimonios he notado que siempre que alguien
espera lo que el matrimonio o su cónyuge no puede darle, siempre que
alguien espera de la relación matrimonial algo que nunca fue
planificado por Dios, siempre que alguien tiene erróneas expectativas
con respecto a lo que ocurrirá con la persona que tanto le ha
ilusionado en el noviazgo, esa persona está preparando el terreno
para su decepción. Ese matrimonio va rumbo a la muerte o por lo
menos al desengaño, despecho, desencanto y desilusión cuando
esperamos del matrimonio lo que nunca puede darnos.
PRIMERA A LOS CORINTIOS CAPITULO 13: LA ÚNICA VIRTUD

PREDOMINANTE, PREEMINENTE Y PERMANENTE.
Amar de acuerdo a la errónea definición humana es fácil. Solo

debemos seguir nuestros gustos, sentimientos y pasiones.
Amar al estilo divino es difícil pues debemos imitar las
palabras, actitudes y obras de amor que modelo nuestro
Salvador.
Aunque el apóstol realiza un cambio en su estilo después de realizar

algunas exhortaciones, en este capitulo de gran belleza y que al solo
leerlo produce un sentimiento de ternura, no ha terminado de enseñar
sobre la forma apropiada e inapropiada de practicar su vida cristiana.
Este capitulo parece un maravilloso poema y no en vano ha sido
llamado el capitulo del amor.
En nuestro estudio de la 1 carta de Pablo a los corintios llegamos a
uno de los capítulos mas conocidos de la Biblia. Sin embargo, estoy
convencido que muchas personas no entienden la razón porque este
capitulo se encuentra en medio de una de las enseñanzas que ha
provocado mas controversia y división en la historia de la iglesia. En el
capitulo 12 Pablo realizo serias exhortaciones a los creyentes corintios
para que entiendan la doctrina y practica de los dones espirituales tal
como Dios exige. Allí Pablo nos permite dar una mirada a esta
capacitación sobrenatural que Dios ha provisto para que nos
apoyemos, nos ayudemos y el cuerpo de Cristo se fortalezca. Pablo
exhorto y explico claramente la importancia de los dones espirituales,
pero condeno la practica errónea caracterizada por el orgullo y la
confusión. Los corintios, depositarios de dones espirituales para el bien
del cuerpo de Cristo estaban haciendo todo lo contrario al actuar
orgullo y egoístamente. Pablo no quería dejar ninguna posibilidad de
orgullo porque siempre produce división en toda congregación. En el
capitulo 14 entregara directrices especificas para usar los dones de la
forma diseñada y entre estos dos capítulos, Pablo inserta el medio

ambiente esencial en que deben ser practicadas estas habilidades
espirituales. Este capitulo no solo es una enseñanza sobre una
hermosa virtud sino el corazón de toda acción y ministerio que Dios
nos ha encargado.
La iglesia de corinto tenia un parecido con la iglesia de Éfeso, también
había perdido su primer amor. Ellos estaban haciendo muchas cosas y
tenían muchos dones, participaban de la vida de la iglesia
activamente, pero sin amor.
Algunos corintios se creían mejores que otros porque tenían dones que
lucían mas espectaculares. La exhortación de Pablo nos guía a pensar
que algunos cristianos pensaban “yo tengo el don de profecía, por eso
soy mejor o mas respetable que tu.” Otros podrían pensar “yo soy un
maestro bíblico o hago milagros y eso significa que soy mas
espiritual.” Si usted cree que pensar de esa manera es ridículo y que
tal vez solo era una persona, entonces no ha leído bien estos pasajes,
las explicaciones y las exhortaciones de Pablo a una iglesia que estaba
actuando en forma inmadura, no solo en este aspecto, sino en muchos
otros, tal como hemos estudiado. Tal vez no ha estudiado bien el
libro, pero seguramente ha sido testigo de que este problema no se h
a terminado. Todavía existen personas, lideres y congregaciones que
creen que solo ellos tienen la doctrina correcta y que los demás
estamos perdidos o somos cristianos rebeldes o poco espirituales.
Todavía existen personas que creen que si usted es mujer y usa
pantalones o no es cristiana o no es espiritual, si usted no habla en
lenguas, o no es cristiano o no es espiritual, si usted tiene
instrumentos en su congregación o va a un concierto cristiano o
secular, usted no es cristiano o es poco espiritual. Esa actitud es
condenada por Pablo y en forma directa y clara hace conocer la
preeminencia del amor. Juan muestra la importancia del amor con
palabras serias y directas cuando dice:
“Todo el que ama es nacido de Dios, conoce a Dios. El que no ama no
conoce a Dios porque Dios es amor.” Xx esa es una condición sine qua
non xx. Significa que sin ella no existe.
Quiero recordarle que según Jesús, toda la ley del Antiguo Testamento
se resume en la palabra amor xx levítico 19:17-18 y Mateo 19:19
El amor es el resumen de las responsabilidades del cristiano en el
Nuevo Testamento. Xx romanos 13:9
El amor es la meta de la instrucción de Pablo. 1 Timoteo 1:5 y Pablo
agrega que sin amor, los dones espirituales pierden sentido y es al
mas grande de los dones espirituales, aun mas grande que la fe y la
esperanza.
EL AMOR: VIRTUD ESENCIAL QUE VALIDA TODO.

Sin el amor de Dios en nuestras vidas y en cada una de
nuestras acciones es imposible vivir conforme al mandato
divino. El amor es la virtud esencial que valida toda obra,
palabra y practica espiritual.
Si Pablo dice que sin “el amor de nada sirve” cualquier cosa que
hagamos, cualquier acto sobrenatural que ejecutemos y cualquier don
que practiquemos, entonces el amor es la virtud esencial que valida
todo lo que hacemos. Creo que ninguno de nosotros duda de la
importancia que tiene el amor en las relaciones interpersonales y si lo
dudamos, Pablo lo pone en primer lugar en la lista de frutos del
Espíritu que aparece en gálatas 5:22. Pero aunque este mundo
necesita amor, lamentablemente mientras mas vivo mas me doy
cuenta de que muchas personas anhelan el amor, dicen actuar con
amor, pero a pesar de sus buenas intenciones, no saben amar de la
forma que Dios demanda.
La iglesia necesita amor y Dios sabe que la presencia del amor es
esencial para que ella funcione bien. El amor es esencial para que haya
respeto y para que todos los miembros del cuerpo de Cristo,
independientemente de los dones, de las habilidades, de la condición
social, de la situación económica o el liderazgo que tengan, se
relacionen de la forma que Dios ordena. Además, debemos recordar
que nuestras actitudes apropiadas, las palabras y acciones amorosas
con que nos relacionamos son el testimonio que la gente necesita
observar para ver plasmado el mensaje del amor de Cristo. El Señor
dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros”. Cuando sabemos amar, la gente se da
cuenta que somos verdaderos discípulos, verdaderos seguidores de las
enseñanzas de Cristo, verdaderos aplicadores de sus mandatos,
ejemplos dignos de ser imitados.
Dios manda que nos amemos unos a otros y no de la forma que
nosotros nos imaginamos, o como lo concebimos. Su declaración es
directiva y radical cuando dice: “como yo os he amado, que os améis
también vosotros.”
El amor es esencial al punto que Dios dice que si alguien dice que ama
a Dios pero aborrece a su prójimo el tal es un mentiroso. La vida de fe,
la vida de madurez, la vida cristiana, la responsabilidad, la
respetabilidad, la solidaridad, la justicia, la integración, la vida
confiable, todo debe estar unido por el amor.
zzzz
II. EL AMOR AL ESTILO DIVINO: VIRTUD ESENCIAL DE LA
VIDA DE TODO CRISTIANO.
En la primera carta de Pablo a los cristianos de Corinto capítulo

13 nos entrega una descripción excelente del amor al estilo
divino. Nos enseña que el amor es predominante, preeminente
y permanente por sobre toda virtud y comportamiento humano,
sobre toda emoción humana, sobre toda la espiritualidad
humana y que sin el, nada tiene sentido.
DESCRIPCIÓN BÍBLICA DEL AMOR GENUINO.

“Este amor descrito en la palabra de Dios no esta basado en los
sentimientos ni es motivado por las emociones. Este amor nos
exige actuar sometidos a la voluntad de Dios y basado en
bíblicas convicciones.”
Definir la palabra bíblicamente es una obligación si queremos entender

el amor divino. Uno de los mas serios problemas que tenemos para
comprender las virtudes y principios divinos es que en forma natural
definimos las palabras de acuerdo a nuestro conocimiento y las
costumbres impuestas en la sociedad. La gran mayoría de las personas
definiría el amor como un sentimiento de conexión que nos acerca a
los demás y que nos permite anhelar compartir con la persona que
pensamos amar. Pero esa no es la definición bíblica y el peligro es que
cuando tenemos una mala definición, cometeremos alguna
equivocación a pesar de nuestra buena intención. No podemos
obedecer bien, si entendemos mal los mandamientos divinos. El gran
secreto de actuar en obediencia es entender lo que realmente Dios
demanda con claridad y precisión. Si Dios nos manda a orar, a ayunar,
debemos entender como se hace, cual es el propósito y todos los
detalles de su practica. Nadie puede practicar bien lo que conoce mal.
De la misma manera, nadie puede amar como Dios ordena sin
entender la definición divina, la definición bíblica del amor que Dios
exige. Por un momento intentemos definir esta virtud maravillosa:
La palabra que se usa hasta el versículo 13 es la palabra amor, que en
griego es la palabra ”ágape”, que significa “Determinar tener decir
palabras, elegir actitudes o desarrollar acciones para hacer el bien,
aun llegando al auto sacrificio y hacer servir de ayuda para que logre
todo su potencial, sin que en el proceso ignoremos nuestro bien
personal. Mediante la decisión de amar, determinamos que haremos el
bien de acuerdo a toda persona, de acuerdo a lo que Dios ordena, sin
importar lo que la otra persona haga y sin que nuestras actitudes,
palabras o acciones rompan principios de valoración y protección de
nuestra honra y dignidad personal.”
Este tipo de amor, no es básicamente movido por las emociones,
aunque las involucra. La fuente de este amor está en el espíritu, en la
mente, en la razón y capacitado por la presencia del Espíritu Santo. El
Espíritu Santo vive dentro de nosotros y mueve a que nuestra mente

busque, anhele, desee el amor y nos lleve a dar el máximo, y amar
hasta el máximo, en toda su extensión, como lo hizo Jesús quien
según describe Juan 13, los amo hasta el final xx. Jesús dijo “nadie
tiene mayor amor que el que pone su vida por los demás.”
En cada descripción que Pablo realiza notamos que no esta

describiendo el amor sentimental, no esta hablando de
amabilidad, no describe el amor romántico o sensual, no esta
explicando el amor que recibe, Pablo no esta hablando de
sentimientos o emociones, sino del amor que determina dar lo
que Dios ordena y hacer lo que Dios manda porque todo lo que
Dios ordena y manda es producto de su amor y siempre servirá
para nuestro bien.
Después de 12 capítulos, Pablo identifica el gran problema de los

corintios. Les explica porque tienen divisiones, porque no han
disciplinado a los pecadores, porque están cometiendo abusos, porque
se están siguiendo juicios legales en las cortes en vez de arreglar sus
problemas, porque no han aprendido a vivir con diferencia de
convicciones en asuntos secundario. En el capitulo 13 Pablo les dice,
su problema es que todo lo que hacen, lo hacen en la carne, como no
caminan en el Espíritu, no tienen el fruto del Espíritu llamado amor y
sin amor todo lo que hacen, de nada les sirve.
Pablo no esta describiendo el amor sentimental, no esta hablando de
amabilidad, no describe el amor romántico o sensual, no es el amor
que recibe, no es el amor característico de una amistad que da y
recibe, es el amor que da. No es algo que usted siente, es algo que
usted hace lo sienta o no porque ese es el deseo de Dios. Es por ello
que Juan dice “si alguno dice que ama a Dios y aborrece a su prójimo,
el amor.
“No existe definición que pueda describir el amor tal como Dios
lo concibe y con las características que El le asigno. La
descripción mas acertada que se realiza en la palabra del señor
es simplemente que Dios es amor.”
Aun el incompleto amor entre los humanos es una de las virtudes mas
apreciadas en la humanidad, pero nada se compara al extraordinario
amor divino. El famoso siquiatra Karl Menninger quien entrego aportes
extraordinarios para ayudar en el mundo de la mente humana dijo: “Si
la gente puede aprender a dar y recibir amor, generalmente podrán
recuperarse de sus enfermedades físicas o mentales.” Esto no significa
que el amor cura todas las enfermedades, pero vaya que ayuda a
pasarlas cuando son incurables, vaya que ayuda a sobrevivir en medio

de las tragedias y ayuda en el proceso de curación de aquellas que son
sicosomáticas.
El capitulo 13 no solo es una descripción maravillosa del amor, sino

que revela una vez mas que es el corazón de la enseñanza paulina
sobre la vida espiritual. El no puede concebir la practica de los dones
del Espíritu separada de los frutos del espíritu, especialmente el fruto
predominante llamado el amor. Nuestra vida debe estar dominada por
el primer fruto del Espíritu mencionado en la lista que aparecen en
gálatas 5:22 y el mensaje de este capitulo es que todo don del Espíritu
y toda acción sin amor, no sirve de nada delante de Dios que examina
la sinceridad de nuestras acciones y determina si existe del fruto
llamado amor que debe acompañar a todos los dones.
Demos una mirada a la extraordinaria enseñanza de Pablo sobre esta
virtud cristiana única y desprendamos de ella algunos principios que
nos permitan entender el amor tal como Dios quiere que lo
entendamos:
LA PREDOMINANCIA DEL AMOR: “Los dones espirituales no

tienen valor, a menos que los utilicemos basados y motivados
en el amor.”
En los primeros tres versículos de Primera a los corintios capitulo 13
encontramos la descripción de la predominancia del amor. El amor es
descrito como preponderante pues excede mucho en importancia a
tolo lo importante que ha sido descrito en estos versículos. Observe lo
que Pablo escribe:
13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor,

vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda
ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los
montes, y no tengo amor, nada soy.
13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada
me sirve.
Estas son palabras que no necesitan mayor explicación pues se

explican a si mismas y el mensaje es sumamente claro. Pablo no dice
que la falta de amor minimiza el impacto de los dones espirituales,
mas bien, los anula. Pablo usa hipérboles que son figuras del lenguaje
que llevan una verdad al extremo para explicarla bien y declarar su
importancia. Las declaraciones que Pablo repite demuestran el énfasis
que pone. Las clausulas condicionales revelan que es una exigencia y
la enfática declaración “de nada sirve” revela que el amor es la virtud

esencial en la vida practica y espiritual. Lo predominante del amor se
enfatiza en los versículos 1 al 3.
El apóstol habla utilizando cláusulas condicionales para demostrar lo
predominante del amor. Esa es la razón que repite muchas veces en
este pasaje, la palabra “Si”:
“Si yo hablase lenguas, si tuviese profecía, si entendiese todos los
misterios, si tuviese toda la fe, si no tengo amor, si repartiese todos
mis bienes, si entregase mi cuerpo.”
Para que todo eso tenga validez debe estar impregnado de la virtud
llamada amor. Note como lo dice Pablo:
versículo 1 “Y no tengo amor”,
versículo 2 “y no tengo amor”,
versículo 3 “y no tengo amor.”
Pablo utiliza la descripción de los dones en su máxima expresión para
decir que uno puede hacer las cosas más impresionantes que permite
el don realizar y que si no se realiza la obra portentosa en amor, de
nada sirve. Pablo dice que si una persona por la fe fuera capaz de
mover una montana, o por el don de profecía conocer todas las cosas,
si yo llegara al extremo de dar mi vida por alguna causa o dar todos
los bienes por los pobres, pero no tengo amor, no me sirve de nada.
Las últimas palabras del versículo 2 nos dice “nada soy”, las últimas
palabras del versículo 3: “de nada me sirve.” Estas son declaraciones
radicales que muestran lo predominante del amor.
Note como comienza Pablo este capitulo 13
“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo
a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
La primera declaración radical es que la capacidad que entrega el
Espíritu de hablar idiomas que no conocemos, tal como ocurrió en
Hechos capitulo 2 tiene que ser acompañada de amor. Note lo que dice
en Hechos capitulo 2 versículos 7 al 12:
“7 Estaban atónitos y admirados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos
todos estos que hablan?
8 ¿Cómo, pues, los oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua
en la que hemos nacido?
9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia,
Judea, Capadocia, el Ponto y Asia,
10 Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de África más allá de Cirene,
y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
11 cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas las
maravillas de Dios.
12 Estaban todos atónitos y perplejos…”
Esta señal en el día de pentecostés era necesaria para mostrar que

Dios estaba presente. El viento recio, el fuego, los idiomas que nunca
habían hablado, que no conocían y que ahora los visitantes de Egipto,
de Roma, podían escuchar el mensaje del evangelio en su propio
idioma. Recuerde que la palabra es idiomas, por eso se traduce
“lenguas humanas.” Que la capacidad de hablar esos idiomas para que
podamos comunicar el evangelio a otros que no hablan nuestro
idioma, como producto de una obra milagrosa, o aun si existiera la
posibilidad de hablar idiomas de los ángeles, si la persona pudiera y lo
realizara sin la practica genuina del amor al estilo divino, no sirve de
nada. Parece que Pablo se refiere a esta situación primero porque el
hablar en lenguas era un don muy popular porque lo veían como
espectacular. Pero además, es un don que fácilmente puede ser
inventado por la persona. Nadie sabe lo que la persona esta hablando,
no existe un diccionario o una guía para evaluar si las palabras son
realmente palabras o son una invención de la mente humana. Este don
se convirtió en algo popular, tal como ocurre en nuestros días y Pablo
dice que hablar en lenguas y vivir una vida inmadura caracterizada por
la división en vez del amor, de nada sirve.
Observemos ahora el siguiente versículo:
13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda
ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los
montes, y no tengo amor, nada soy.
La segunda declaración radical de Pablo es que la profecía, ese don
entregado por Dios para revelar las verdades divinas para que sean
comprendidas por sus hijos, puede ser muy espectacular e
impresionante, pero que su practica sin el fruto del Espíritu llamado
amor, no sirve de nada. Pablo dice que ese don entregado para la
edificación, para la exhortación y la consolación de los creyentes no
sirve de nada sin amor. Observe lo que dice en el versículo 3 del
capitulo 14:
“Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación,
exhortación y consolación.”
Este don es entendido, se puede comprender, se puede evaluar pues
nadie debe hablar nada que no sea confirmado en la palabra de Dios.
Este es el poder que Dios da a ciertos individuos para comprender los
misterios de Dios que esta revelados en su Palabra y mostrarlos a los
creyentes para que puedan vivir conforme a la voluntad divina. Es el
poder de proclamar la verdad revelada, el poder de interpretar la vida
a la luz de las Escrituras. El poder de traer los principios divinos a la
mente humana para que puedan ser practicados y así la persona
puede vivir la verdad. El poder para enseñar lo que Cristo enseño sin
perder su esencia, el poder para enseñar lo que Pablo enseño y que
tiene que coincidir con lo que Cristo enseño. El poder de enseñar el
Antiguo y el Nuevo Testamento sin que se contradigan y que revelan

la verdad.
Luego Pablo agrega es que el conocimiento sin amor no sirve. Que una
persona puede tener un conocimiento impresionante, al punto de
conocer todos los misterios y toda ciencia, pero si la persona no tiene
amor da nada sirve. Allí Pablo esta utilizando una hipérbole cuando
dice que si tuviera todo el conocimiento para entender todos los
misterios, de nada le sirve si no tiene amor. Es obvio que nadie tiene
esa capacidad. Pablo dice que aun la capacidad que Dios da de conocer
verdades que no todos conocen, que la capacidad de investigar la
Palabra y ser guiado por el Espíritu para entender verdades profundas,
sin amor, convierte a la persona en orgullosa y desprecia a los demás
que es todo lo contrario a lo que hace el amor.
Pablo luego dice que: “si tuviese toda la fe, de tal manera que
trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.”
En Mateo 17: 20 Jesús dice:
“Jesús les dijo: Por vuestra poca fe. De cierto os digo que si tenéis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Pásate de aquí allá",
y se pasará; y nada os será imposible.”
En Mateo 21:21 dice:
“Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo que si tenéis fe y no
dudáis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte le
decís: "¡Quítate y arrójate al mar!", será hecho.”
Esta es una ilustración que Cristo utiliza para hacer conocer la
importancia de la fe. Les esta diciendo que seria maravilloso ver las
maravillas que se logran cuando la persona vive su fe. Les esta
llamando a que utilicen su fe pues Dios es capaz de hacer cosas que
son imposibles para el hombre. Pero Pablo dice, aunque tuviéramos
toda la fe, si no tenemos el amor, de nada sirve.
Después de explicar lo vacío de hablar en lenguas sin tener el amor
que Dios exige, Pablo utiliza dos instrumentos para describir lo
irritante que puede ser actuar sin amor. El dice “Vengo a ser como un
instrumento de metal que resuena o un címbalo que retine.” Usted no
quiere escuchar un concierto de una hora de címbalo, ni una hora de
platillo de batería. Usted puede escuchar una hora de saxofón, o una
hora de guitarra, pero no una hora de instrumentos que no están
diseñados para que sean tocados solos. Alguien que habla lenguas, y
se siente orgulloso por hacerlo, y esta hablando solo y a nadie edifica,
es como un metal que resuena dice Pablo.
En el versículo 3 agrega algo mas que certifica cuan predominante es
el amor cuando dice:
“13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada
me sirve.”
Aquí se describe actos extremos de benevolencia. No es cualquier acto

sino actos extremos de filantropía y sacrificio por el bien de los demás.
Dice Pablo que pudiera llegar al punto de dar todas sus pertenencias o
aun de sacrificar su vida al punto de la muerte, pero de nada sirve si la
motivación es ser reconocido, si es obtener reconocimiento y gloria
personal. Una persona puede dar sin amor, puede dar para
impresionar, puede dar para convertirse en caritativa y alcanzar un
lugar en el cielo, pero de nada sirve dar, sin amor al estilo divino.
Pablo ha sido concreto al decir en el versículo primero que la persona
sin amor no produce nada de valor. En el versículo 2 que la persona
sin amor no tiene valor en si mismo y en el versículo 3 que la persona
sin amor no recibe nada de valor. Los cristianos podemos convertirnos
en corintios y participar normalmente de las rutinas propias de los
cultos en la congregación, podemos reunirnos para tener la eucaristía,
la Santa Cena, la Cena del Señor, y compartir los elementos como el
pan y el vino y recordar la muerte de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo y podemos cantar y adorar al Señor, pero debido a la falta
de amor, todo puede ser vacío y sin sentido. Todo lo que hacemos,
todo don que desarrollamos con el propósito de beneficiarnos a
nosotros mismos, esta siendo mal utilizado, sin amor y por eso no
tiene sentido ni valor. Pablo enseña que el porte adecuado de un
hombre o mujer cristiano no se mide por la cantidad de dones que
posee sino por el amor que practica en el ejercicio de los dones que le
han sido dados.
Pablo utiliza la descripción de los dones para decir que un hijo de Dios
puede hacer las cosas más impresionantes que permite el don realizar
y puede vivir una vida de filantropía y servicio, pero si la practica no es
basada en el amor, de nada sirve. Es decir, la conclusión es que es
posible tener dones espirituales y no tener amor. Es posible usar los
dones espirituales y usarlos sin amor. Es posible ser experto en el uso
de ellos, pero que nuestra obra no tenga ninguna validez delante de
Dios. Es posible ejercer los dones del Espíritu y ser un cristiano
desobediente. Es posible tener los dones del Espíritu y no los dones del
Espíritu y que Dios diseño y ordena que los dones espirituales
funciones dentro de los limites de los frutos del Espíritu y que los
frutos del Espíritu se producen cuando el cristiano camina en el
Espíritu.
“Es maravilloso que Dios haya determinado que todo debe ser
realizado en amor. Que las obras mas milagrosas, que los
dones mas espectaculares, que las acciones mas filantrópicas,
que los mayores actos de servicio o sacrificio, no deben ser
realizados para nuestra gloria o satisfacción personal, sino para
la gloria del Dios que nos ama y que nos ordena amar tal como
El nos ama a nosotros. Es que las relaciones humanas basadas
en nuestra pasiones y emociones, no nos permiten hacer lo que

Dios demanda. Solo viviendo en obediencia y sometiéndonos a
sus valores y principios podemos vivir con el amor que Dios
exige.”
No existe en la Biblia una definición del amor pues es indefinible desde

el punto de vista humano y aun nuestra mejor definición, no es la
verdadera definición del amor como Dios lo concibe. El amor no es
nada abstracto, no es un sentimiento ni una actitud. El amor es una
obra, es una actividad, por ello, en el griego no hay adjetivos para
describirlo, solo verbos que describen actividades que el amor realiza,
porque el amor no puede ser definido, debe ser descrito. Existen 15
ingredientes descritos en este pasaje y que componen esta maravillosa
virtud. Ellos describen características del amor. Por ejemplo en los
primeros tres versículos aparece la predominancia del amor y luego en
los versículos 4 al 7 se nos entrega la presencia del amor con una
descripción de las características del amor, en los versículos 8 al 12
aparece la permanencia del amor y en el versículo 13 la preeminencia
del amor:
LA PRESENCIA DEL AMOR: la descripción de una virtud que no

se demuestra con sentimientos sino con acciones correctas.
13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el

amor no es jactancioso, no se envanece;
13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor;
13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
La virtud del amor es mostrada por Pablo como si el amor fuera una
luz poderosa que se dirige a un prisma y allí se divide en luces de
diferentes colores que muestran lo maravilloso de la virtud. Esta virtud
llamada amor esta compuesta por una serie de ingredientes que
cuando nos apropiamos de ellos y son parte de nuestros valores, nos
permiten mostrar la gracia, la misericordia y la justicia que Dios nos
ha dado. Recuerde que el apóstol esta describiendo el amor a los
corintios que no estaban actuando como el amor demanda.
En el capitulo 13 Pablo de primera a los corintios estamos observando
que los corintios actuaban en la carne y motivos por sus deseos, en
vez de someterse al Espíritu y cumplir los deseos de Dios. Ellos no
tenían el fruto del Espíritu llamado amor y sin amor todo lo que
estaban haciendo, aunque ellos creían que era maravilloso, de nada
les servía.
En los versículos 4 al 7 encontramos la descripción practica de una

virtud que se hace presente. El amor no es algo etéreo, es algo
inmaterial, pero motiva a acciones concretas. Cada palabra, cada
expresión ha sido revelada por Dios a Pablo para que realice la mas
maravillosa descripción del amor desde el punto de vista divino. El
amor es la personificación del carácter de Dios. En romanos 14 nos
dice que el amor es el punto mas importante de todo, que es el
ingrediente numero uno de la vida. El amor es el cumplimiento de toda
la ley. Observe lo que dice Pablo en romanos 13:10:
“El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es
el amor.”
Todas estas palabras y frases utilizadas por el Espíritu Santo para
describir el amor demuestran que quien lo tiene, no puede nunca
hacer mal al prójimo. Dios demanda que amemos y que lo hagamos
como El nos ha amado y parece paradójico que existan cristianos
como los corintios que teniendo todo el deseo de agradar a Dios, al
punto de buscar dones espirituales y tenerlos todos y practicarlos,
pero que en realidad no amen a Dios como Dios exige.
La importancia del amor podemos verla en que es posible utilizar los
dones espirituales y que no sirva de nada. Es posible tener los dones
espirituales y ser una persona inmadura y problemática pues la
presencia de los dones del espíritu no garantiza que la persona tenga
los frutos del Espíritu.
LA PERMANENCIA DEL AMOR: Una virtud que nunca estable e

inmutable que nunca se acabara.
En los primeros tres versículos estudiamos la predominancia del amor
y luego en los versículos 4 al 7 estudiamos la descripción del amor que
demuestra su presencia real en la vida de las personas, ahora, en los
versículos 8 al 12 estudiaremos la permanencia del amor y en el
versículo 13 estudiaremos la preeminencia del amor:
13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán,

y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
13:10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en
parte se acabará.
13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como
niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo
que era de niño.
13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces
veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces
conoceré como fui conocido.
En Romanos 13: 8 Pablo dice:

“8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, pues el que
ama al prójimo ha cumplido la Ley…”
Amen y no tendrán que preocuparse de que sus relaciones con Dios
estarán dañadas y que las relaciones con los demás estarán rotas,
pues el que ama a Dios como El ordena y tal como El diseño no
cometerá adulterio, no codiciara, no robara, ha levantara falso
testimonio pues quien ama a Dios y al prójimo cumple la ley.
Los corintios no estaban cumpliendo esto, recuerde que toda esta
explicación sobre el amor es porque ellos estaban haciendo lo que no
debían. Los corintios estaban divididos, siguiendo personalidades,
armando grupos, despreciando a los necesitados, permitiendo a los
pecadores, despreciando a los cristianos nuevos y débiles practicando
inmoralidad, actuando con orgullo y llevándose a las cortes en juicios
legales en vez de aplicar el amor y resolver sus conflictos. No en vano
Pablo en el capitulo 16 versículo 14 les ordena lo siguiente:
“Todas vuestras cosas sean hechas con amor.” Les dice que nada
puede substituir al amor. Ni la extraordinaria teología, ni el maravilloso
servicio, ni el activismo religioso dedicado, nada puede substituir al
amor.
Nosotros hemos recibido el amor de Dios pues esta ha sido derramado
en nuestros corazones. Dios es la fuente de ese amor que necesitamos
y El nos lo ha dado:
“5 y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado.”
Todos los cristianos conocemos su importancia, sabemos que es la
virtud permanente que debe ser desarrollada y observe lo que dice
Pablo en 1 Tesalonicenses 4:9:
“9 Acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba,
porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos
a otros…”
la Biblia esta inundada de mandamientos que nos exigen vivir con esta
virtud predominante, permanente y preeminente. Observe algunas
instrucciones bíblicas:
Colosenses 3:14:
“14 Sobre todo, VESTÍOS de amor, que es el vínculo perfecto.”
1 corintios 14:1:
“1 SEGUID el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo
que profeticéis.”
Filipenses 1:9:
“9 Y esto pido en oración: que vuestro amor ABUNDE aún más y más
en conocimiento y en toda comprensión…”
1 Tesalonicenses 3:12:
“12 Y el Señor os haga CRECER Y ABUNDAR EN AMOR unos para
con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para
con vosotros.”
Hebreos 13:1:
“1 PERMANEZCA el amor fraternal.”
1 Pedro 4:8:
“8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor
cubrirá multitud de pecados.”
Filipenses 2:2
“2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor,
unánimes, sintiendo una misma cosa.”
Hebreos 10:24:
“24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras…”
2 corintios 8:8:
“8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio
de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.”
Esta es la importancia radical que Pablo quería que los corintios den a
la virtud por excelencia. Y eso es lo que explica en estos versículos.
Todas sus acciones egoístas, orgullosas y carnales eran la evidencia
que necesitaban concentrarse en lo que realmente importaba, en lo
eterno y esa es la virtud llamada amor. Pablo quería que en vez de
estar enfocados en tener dones y buscar los mas espectaculares y
tener poder y mostrarse espirituales, ellos debían tener lo que era
preponderante, preeminente, permanente y prominente. Eso era lo
único que destruiría sus divisiones y que les ayudaría a cumplir con las
demandas de las leyes divinas.
Observemos lo que Pablo dice de la permanencia del amor:
El amor nunca deja de ser.

La primera declaración nos asegura que el amor es permanente, que
nunca falla. El amor nunca se acabara aunque si se acabaran la
profecía, las lenguas y la ciencia. Pablo compara la virtud del amor con
tres dones y nos indica que los dones que los corintios tanto
apreciaban, son temporales, pero el amor que no practicaban es
eterno. No se si tenían lideres como ancianos y pastores en corinto,
pero es extraño que no se mencionen. No existe ningún relato de
liderazgo sabio después de los lideres que formaron la congregación,
pero si relatos de cómo se reunían en medio del desorden, cada uno
haciendo lo que quería y por ello existen exhortaciones a actuar
ordenadamente porque Dios es un Dios de orden. Pablo dice que el
don para exhortar, consolar y edificar, que la capacidad de observar
los hechos diarios y bíblicos e instruir a la gente para que viva
conforme a la voluntad de Dios y el don de lenguas que tanto

utilizaban y admiraban, todo eso terminaría, menos la virtud que ellos
estaban despreciando por su espiritualización y activismo religioso.
Todos esos dones terminaran y no me interesa si terminaron o
terminaran en el futuro, me interesa que la enseñanza de Pablo es que
aunque eso exista hasta los últimos días, la practica de ellos sin el
amor descrito en este capitulo, de nada sirve, es vacío, sin sentido y
para nada aprovecha. Y tristemente esa es la realidad de muchas
iglesias hoy.
El termino griego describe algo que no cae como los pétalos de una
rosa, no falla, no se destruye, es decir, no deja de ser. La palabra
nunca tiene que ver con el tiempo y podríamos decir que el amor, en
ningún momento, fallara o terminara. Cuando estemos en la presencia
del Señor, no necesitaremos profecías, ni ciencia, no necesitaremos
nada, solo el amor y en una dimensión que no conocemos. Aun en
este mundo, uno puede ser despreciado, pero el amor no se ha
acabado en nosotros por el desprecio. Nuestros familiares pueden
fallarnos, pero el amor no ha dejado de ser, lo sigue teniendo quien lo
sigue practicando y los padres que aman aunque sus hijos no los
amen, prueban que aunque nosotros fallemos, el amor nunca falla.
Pablo nos muestra que el amor es permanente y que eso es lo que
nosotros necesitamos para vivir conforme la voluntad divina. Eso es lo
que la iglesia necesita para proyectar el amor de Cristo. La gente
creerá cuando nosotros nos amemos, eso enseña la Biblia.
El versículo 9 dice que “en parte conocemos” y esto es por el
conocimiento, el don de ciencia, y este tiene que ver con la
interpretación de la Palabra de Dios y su aplicación a la vida y “en
parte profetizamos” y este tiene que ver con el don de profecía que
nos ha revelado las verdades eternas que de otra manera no podía se
conocidas.
Pablo dice que vendrá lo perfecto, que terminara todo, que los dones
son temporales, que los dones si amor no sirven, que los dones
pueden ser utilizados para la gloria del hombre en vez de la gloria de
Dios. Que los dones don asuntos elementales, que ellos pertenecen a
la niñez, que ellos tienen que crecer y entender que el amor es
fundamental, que es preeminente y que todo terminara menos el
amor. Pablo dice que cuando lo perfecto venga, esto imperfecto, y la
muestra de la imperfección era lo que ellos estaban haciendo con los
dones espirituales, esto imperfecto terminara. Cuando venga lo
perfecto, todo lo imperfecto será innecesario. Así dice el versículo 10:
“10 pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se
acabará.”
Creo que esto podría referirse a que cuando el reino de Dios sea
establecido, cuando podamos ver con claridad, lo que ahora solo
tenemos algo de revelación, entonces, todo lo que necesitábamos para

operar aquí, en este mundo, terminara. Hoy no necesito la maquina de
escribir que usaba cuando estaba en el seminario el año 1986, hoy
tengo algo superior, todo quedo obsoleto. El nos ha dado dones para
la vida de la iglesia, para que podamos cumplir la misión que nos
encomendó. Con ellos podemos edificar, consolar, exhortar, pero en la
eternidad seremos perfectos y solo prevalecerá el amor que llegara a
ser completo.
En los versículo 11 y 12 Pablo ilustra su enseñanza sobre las cosas que
son elementales y lo que es superior, preponderante, preeminente y
permanente. Observe lo que dice:
“11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,
juzgaba como niño; pero cuando ya fui hombre, dejé lo que era de
niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos
cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui
conocido.”
Nada mas hermoso que llevar muñecas, tractores, pelotas, o cualquier
otro juguete de regalo a un niño que esta de cumpleaños, pero esos
juguetes no los guardara toda la vida. Esos regalos tuvieron su época
pero nadie debe quedarse allí. Todo lo que aprendimos aquí, será algo
del pasado. Ahora no podemos entender lo que entenderemos cuando
estemos en la presencia del Señor donde el amor siempre estará
presente. Pablo dice que nuestra percepción de las cosas es imperfecta
y para ello usa la imagen que en su época proyectaba un espejo.
Recuerde que hoy tenemos espejos que nos muestran imágenes
reales, pero no en esa época. Esos espejos no proyectaban la imagen
clara, sino como en penumbras, y así de parcial era su conocimiento y
la vida cristiana que estaban experimentando, a pesar de que ellos
creían que era lo máximo y por ello se estaban yendo al extremo.
Disfrutaban tanto que seguían sus percepciones y no las indicaciones
apostólicas. Pero Pablo les dice, todo lo que disfrutan ahora, todo
aquello que desean tener y que ni siquiera usan como deberían, todo
eso terminara y lo que permanecerá es aquello que ustedes no tienen.
Algún día veremos a nuestro Dios cara a cara, algún día terminara
nuestra naturaleza pecaminosa de jugarnos las malas pasadas y
seremos como el es y disfrutaremos del amor de Dios que ha sido
derramado en nuestros corazones y que conocemos en parte, pero un
día será perfecto, tal como Dios es.
LA PREEMINENCIA DEL AMOR: La virtud sublime mas elevada

aun que las virtudes que permanecen.
13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos

tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Pablo declara que el amor no solo es superior a los dones espirituales

sino aun a la fe y la esperanza. Los dones se acabaran, la fe y la
esperanza permanecen, pero “el mayor es el amor.” Aunque la fe y la
esperanza ya no serán necesarias cuando estemos eternamente con
Dios, no se a que se refiere Pablo con su permanencia, pero lo que si
entendemos bien es que el amor es preeminente. Esta virtud no tiene
comparación y con distintas palabras y declaraciones Pablo describe la
virtud preeminente, la virtud sublime que está mas elevada que todas.
Que excede a todas las demás y todo lo explicado en este pasaje.
Pablo les ofrece a los corintios un vistazo del futuro y les entrega
esperanza de que un día viviremos cara a cara con Dios y
disfrutaremos de lo que permanecerá, y conoceremos el amor
perfecto. Esto era lo que los corintios necesitaban oír y practicar. Ellos
tenían una comunión fracturada, se estaban comportando
inadecuadamente, estaban adorando a Dios a su estilo, estaban
practicando excesos y ellos eran los representantes de Dios en esa
ciudad convulsionada por el pecado que aun estaba en medio de ellos.
Ellos debían demostrar el carácter santo y amoroso de Dios pues
habían recibido un llamamiento extraordinario, pero en medio del
materialismo, el antagonismo, el orgullo, la inmoralidad, ellos habían
sido contaminado. Lo que menos tenían en sus practicas era el amor
que Dios exige. Ellos no eran la sal y la luz en corinto, porque lo que
hacían, lo hacían sin la virtud preeminente llamada amor. La virtud
mas grande estaba ausente en la vida de los cristianos de corinto y
eso invalidaba todo lo que hacían.
El énfasis de Pablo es que los corintios y nosotros demos la
importancia que realmente Dios le da al amor. Que entendamos que
algo de tan gran valor, de tanta estima, debe ser buscado, practicado
y atesorado. Los corintios cometían un terrible error al sacrificar el
amor por buscar los dones, porque el amor es preeminente. Por ello
aparece la orden de Pablo que leemos en el capitulo 14 versículo 1:
“1 Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo
que profeticéis.”
Los dones espirituales no son malos, son buenos y esenciales para que
se desarrolle la vida de la iglesia, pero así como un buen instrumento
en las manos de un mal músico no funcionara como es debido, así los
dones espirituales en manos de cristianos egoístas, orgullosos,
inmaduros, carnales, no funcionan como Dios ordena y no cumplen el
propósito por Dios establecido. Cuando los dones espirituales son
ejercitados por cristianos amorosos, que buscan el bien de los demás,
que viven la verdad, que no son jactanciosos, envidiosos, injustos, que
saben relacionarse con respeto, entonces, nos edificamos, nos

exhortamos, nos estimulamos al amor, nos apoyamos. Para evitar
todos los problemas, para evitar todos los excesos, para evitar toda la
carnalidad y la espiritualización que caracterizo a los corintios,
nosotros debemos buscar lo que ellos no buscaron y desarrollar lo que
ellos no desarrollaron, el amor de Dios. El amor tal como Dios lo
otorga, lo modela y lo exige debe ser nuestra prioridad porque es
preponderante, predominante, permanente y preeminente. Ese tipo
de amor no debe ser esperado, debe ser buscado, debemos SEGUIR el
amor, VESTIRNOS de amor
CRECER Y ABUNDAR EN AMOR, debemos PERMANECER EN EL AMOR,
Debemos tener entre nosotros FERVIENTE AMOR y además,
ESTIMULARNOS AL AMOR, tal como la Palabra de Dios nos ordena.
Pablo dice que si usted no tiene este tipo de amor, un amor

sufrido, un amor benigno, un amor que no tiene envidia, usted
puede predicar de día y de noche, puede testificar hasta que se
le seque su garganta, puede hablar en lenguas y profetizar y a
todos impresionar, menos a Dios, si usted no hace todo lo que
hace y dice todo lo que dice movido por el amor de Dios que le
ha sido entregado. Sin este tipo de amor, todo lo que hacemos,
no sirve de nada.
Observemos otras características del mas importante fruto del Espíritu

y establezcamos algunos principios que nos permiten el desarrollo de
esta virtud predominante, presente, permanente y preeminente:
PRINCIPIOS BÍBLICOS QUE DESCRIBEN EL AMOR QUE DIOS

DEMANDA.
“No existen palabras humanas que pueden definir

acertadamente el extraordinario amor divino. Es por ello que
cuando el apóstol enseña sobre el amor, no nos entrega una
definición, sino que con palabras bien escogidas, nos entrega
una clara descripción.”
No existe manera de definir tan maravillosa virtud. El amor es

predominante, permanente y preeminente y solo Dios puede
comprenderlo en toda su extensión, pero el nos ha revelado lo que es
esencial para que podamos vivir la vida de amor que El exige y ha
planificado para todos sus hijos.
El amor al estilo divino tiene una estructura de principios que deben

ser aplicados fielmente por quienes desean desarrollar su vida
maduramente por practicar el amor que Dios demanda.
El amor divino puede ser descrito con los siguientes principios:
A. Cuando amo conforme al modelo divino, las personas no

pueden hacer nada tan malo que me motive a amarles menos y
nada tan bueno que me motive a amarles mas. EL AMOR ES
INMUTABLE PERO SE DEMUESTRA CON DIFERENTES
MANIFESTACIONES.
El amor divino no esta motivado por las palabras, actitudes o acciones
de las demás personas, sino solo amaríamos a los que hablan bien,
nos sirven bien y tienen buenas actitudes con nosotros.
Lamentablemente nosotros creemos que amor es la sensación
agradable, de cariño, esa atracción que sentimos por las personas,
pero esa es solo una conexión emocional que nos permite la cercanía.
Si el amor fuera sentimientos, entonces, el amor seria cambiante y
dependiente de lo que sentimos en nuestra relación con los demás.
Las emociones cambian y podemos sentir una inmediata conexión con
una persona y puede durar una minutos hasta que haga algo que nos
moleste o nos decepcione o esas conexiones enfermas de personas
que dicen amar, pero son dependientes, pueden durar toda la vida. Es
que el amor divino no nos muestra esa realidad. Dios no nos ama solo
cuando actuamos bien, cuando somos hijos obedientes, cuando
seguimos sus instrucciones y cumplimos su soberana voluntad. El nos
ama siempre, aunque nos rebelemos y aun cuando estamos en contra
de el y siguiendo nuestros deseos erróneos.
Dios no nos odia o deja de amarnos cuando decidimos
consistentemente la desobediencia o asumimos una actitud de
rebelión. El nos sigue amando. Nosotros tenemos la obligación de
amar al estilo divino y debemos aprender de su extraordinario modelo,
pues nosotros somos testigos de su amor inmutable. De la misma
manera tenemos que aprender a amar nosotros a todas las personas.
Debemos amar en todo tiempo, en toda circunstancia, a toda persona,
en toda condición e independientemente de sus actitudes, palabras o
comportamientos. Debemos amar cuando nos aprueban y cuando nos
desaprueban, debemos amar cuando nos aman y cuando nos odian,
cuando nos dicen la verdad y cuando nos engañan. Debemos amar a
nuestros amigos, también a nuestros familiares y como dijo Jesús,
debemos amar aun a nuestros enemigos. Esa orden comprueba que el
amor no esta basado en lo que la persona hace y que no es un amor
que ama cuando nos hacen bien y que no aman cuando son nuestros
enemigos. El amor que debemos desarrollar imitando el amor divino,
es un amor inmutable, nunca cambia, aunque si cambia la forma como

el amor se manifiesta. La manifestación se basa en principios que no
cambian, pero cambia en su expresión y depende de la situación de la
persona, del incidente y las circunstancias que enfrentamos.
Amamos cuando nos enamoramos y debemos amar cuando nos
enojamos. Debemos amar cuando nos casamos y debemos amar
cuanto todo marcha bien y debemos amar cuando todo marcha mal.
Amamos durante la temporada de noviazgo, en la boda, en el
matrimonio, cuando llegan los hijos, cuando nos divorciamos debemos
seguir amando. Debemos a amar a los vecinos, a los familiares y los
amigos, y cuando actúan bien y cuando actúan mal. Podemos amar u
odiar en toda acción. Podemos hacerlo cuando besamos, cuando
acariciamos, cuando tenemos relaciones sexuales, cuando juramos
amarnos toda la vida y cuando nos divorciamos. Odia quien besa a la
fuerza, quien besa a una mujer que no es su esposa. Odia quien tiene
relaciones sexuales de acuerdo con otro hombre, pero engañando a su
marido. La persona puede tener fuertes emociones y pasiones y por
ello responde rompiendo convicciones, pero la persona no ama, porque
el amor nunca hace nada pecaminoso.
Dios nos demuestra con sus acciones que el amor nunca se acaba,
pero tiene manifestaciones diferentes. Cuando alguien nos respeta,
nos acercamos por amor, cuando alguien nos maltrata los exhortamos
con amor, cuando alguien nos odia y quiere hacer daño, nos alejamos
por amor. Cuando una suegra es cariñosa y respetuosa la admitimos
en nuestra casa y compartimos con ella con amor y cuando nuestro
padre es irrespetuoso y maltratador de nuestra esposa e hijos, le
impedimos acercarse y nos alejamos por amor. Es que el amor nunca
acaba, pero tiene manifestaciones distintas. Por amor criamos a
nuestros hijos y les brindamos apoyo integral y por amor sacamos de
la casa, a un hijo mayor de edad por tener conductas pecaminosas,
auto destructivas y destructivas de la familia. Por amor nos casamos
enamorados de una persona que estimamos y por amor sacamos de la
casa o aun enviamos a la cárcel a un cónyuge violento y peligros,
porque el amor nunca termina, solo tiene manifestaciones distintas.
B. Cuando amo conforme al modelo divino cumplo la orden

de amar aun a los que creo que no lo merecen. EL AMOR
SE MANIFIESTA POR MEDIO DE LA GRACIA QUE
EXPRESAMOS.
El amor divino se manifiesta prácticamente en nuestras vidas
por las palabras, actitudes y comportamientos de gracia que
compartimos con los demás seres humanos.
Dios demuestra su amor para con nosotros por medio de su gracia y
mediante su gracia nos da lo que no merecemos.
Nosotros no merecíamos nada y Dios nos ha dado todo. Nosotros solo

merecíamos el infierno, pero Dios por medio de su gracia nos ha dado
lo que nosotros no merecemos. Dios nos ha dado su salvación por
gracia. Estábamos perdidos en delitos y pecados, éramos pecadores
dignos de condenación, pero “Dios muestra su amor para con nosotros
por medio de su obra de gracia porque siendo aun pecadores, Cristo
murió por nosotros.” Solamente por medio de la utilización de los
ingredientes del amor que nos entrega Pablo, nosotros podemos
mostrar nuestro amor, nuestra gracia con las demás personas. Por su
gracia Dios no eligió, nos envío al Espíritu Santo para que nos busque,
nos redimió, nos salvo, nos justifico y nos ha dado vida eterna, todo
por su gracia. Por gracia somos salvos, por la fe, por el don de Dios,
sin obras, para que nadie pueda atribuirse gloria alguna. Todo es por
la gracia de Dios, gracia que es uno de los ingredientes principales de
su amor.
La gracia es esa expresión del amor divino que le permite darnos lo

que no merecemos. La gracia es un don no merecido que recibimos los
humanos y es la virtud divina que le permite acercarse a nosotros, los
pecadores, a pesar de que no lo merecemos. Es por su gracia que Dios
nos da la salvación. No existe merito alguno en el ser humano, no
existe nada de bueno que pueda llamar la atención de Dios, y El solo
por su gracia nos da el regalo de la salvación que no merecemos, que
no podemos comprar, que no podemos pagar cuando nos lo da. En
ciertos momentos no mereceríamos que un Dios tan justo nos proteja
y nos bendiga pues estamos actuando en rebelión, pero aun así, Dios
nos da su cariño, su protección y su cuidado. Es que Dios por medio de
su gracia nos da lo que no merecemos.
Así también nosotros debemos amar a todas las personas. Debemos
dar por gracia lo que las personas no merecen. Esto ocurre muchas
veces en las familias. Los padres, especialmente las madres
acostumbran a dar a sus hijos su cariño, su servicio y les atienden con
dedicación, aun cuando sus hijos no merecen ser atendidos. Un hijo
adolescente grosero que recién insultó a su madre, después de un
momento puede estar siendo servido por esa madre amorosa que por
su gracia no da lo que su hijo merece.
La gracia es el respeto, el miramiento, es la virtud que nos mueve a
hacer lo correcto, lo que Dios manda, lo que Dios haría por otra
persona, aunque no sea merecedora del comportamiento amoroso que
se le brinda. Por medio de ella, bendecimos a las personas que nos
maldicen y ayudamos a personas que en el pasado nos han
perjudicado. Por medio de la gracia perdonamos las ofensas de los
demás y tratamos con respeto a quienes nos irrespetan y sin violencia
y con amor a quienes han sido irrespetuosos y violentos con nosotros.
El respeto exige un trato amable y cortes; el respeto es la esencia de

las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en
equipo, de la vida conyugal, de cualquier relación interpersonal. El
respeto es garantía de transparencia.
El respeto crea un ambiente de seguridad y cordialidad; permite la
aceptación de las limitaciones ajenas y el reconocimiento de las
virtudes de los demás. Evita las ofensas y las ironías; no deja que la
violencia se convierta en el medio para imponer criterios. El respeto
conoce la autonomía de cada ser humano y acepta complacido el
derecho a ser diferente.
La gracia no nos motiva a huir de los conflictos para no enfrentar
problemas, mas bien nos lleva a confrontarlos con firmeza, sabiduría y
respeto para lograr la solución. Amar a otro no significa permitir el
desprecio o irrespeto, mas bien significa confrontarlo con respeto para
no permitirlo. El otro lado de la moneda es que la gracia no impide
recibir exhortaciones respetuosas y sabias, mas bien las recibe con
respeto porque sabe que son provechosas. Amar mostrando la gracia
no es natural, pero podemos hacerlo porque Dios en forma
sobrenatural nos capacita para poder desarrollar esa virtud. Cuando
frente a la exaltación o a la provocación, cuando somos respetados o
irrespetados, respondemos en forma sobrenatural actuando y
hablando con sabiduría, confrontando con firmeza, consistencia,
prudencia, enojo bajo control, o a veces silencio y paciencia, hemos
respondido de la forma que la gracia de Dios nos mueve a responder.
Mediante la gracia manifestamos el amor que nos permite darnos a los
demás aunque no lo merezcan. Hacer algo por ellos por nuestra sola
satisfacción y decisión de hacer el bien. Jesucristo nos dio un ejemplo
de cómo no buscar lo suyo, el vino para darse por nosotros. Observe
lo que dice en 2 a los Corintios 8: 9:
C. Cuando amo conforme al modelo divino cumplo la orden

divina de no dar a las personas lo que merecen. EL AMOR SE
MANIFIESTA POR MEDIO DE LA MISERICORDIA QUE TENEMOS.
El amor divino se manifiesta prácticamente en nuestras vidas por las
palabras, actitudes y comportamientos de misericordia que
extendemos a los que nos rodean. Dios demuestra su amor para
nosotros por medio de su misericordia y mediante su misericordia El
no nos da lo que merecemos.
Como explique en el punto anterior, Dios demuestra su amor por
medio de su gracia y por medio de su gracia Dios nos da lo que no
merecemos. Pero otra manifestación de su amor es su misericordia y
mediante ella, Dios no nos da lo que merecemos. Observe lo que dice
en Lamentaciones 3:22-23:
“Que por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque

nunca decayeron sus misericordias;
23 nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!”
El profeta dice que por las misericordias de Dios no hemos sido
consumidos, que son nuevas cada mañana sus misericordias, que su
fidelidad es grande. Si Dios utilizar solo su justicia, debido a nuestros
pecados hubiéramos permanecidos condenados. Pero esa justicia que
demandaba que el pecador sufra las consecuencias, y que es parte del
amor con que nos ama, fue satisfecha porque por amor Dios tuvo
misericordia y manifestó su gracia en darnos lo que no merecíamos y
su misericordia tomando nuestro lugar.
Si Dios juzgara y sentenciara cada día nuestros pecados seriamos
destruidos, pero es su misericordia la que nos permite ser perdonados,
por su misericordia no nos da lo que merecemos.
Dios es fiel y a pesar de nuestros pecados, El nunca se da por
decepcionado. Terminamos cada día con muchos pecados y errores,
sujetos a la justicia divina, pero cada mañana, las misericordias de
Dios son nuevas y nos ofrece la oportunidad de comenzar de nuevo,
porque el nunca nos abandona, nunca se decepciona, El es un Dios
fiel.
Esa virtud del amor, esa manifestación que nos permite continuar las
relaciones matrimoniales y familiares, y laborales entre pecadores,
entre seres humanos que se ofenden, que cometen errores y pecados,
es provista por Dios, el mismo que nos da la capacidad de vivir con
ese tipo de manifestación del amor llamada misericordia. Solo cuando
tenemos misericordia mutua en la relación conyugal podemos casarnos
y terminar casados. Es por la falta de gracia y misericordia que
muchos pudiendo permanecer casados toda la vida y tener familias
saludables, tienen familias destructivas.
Todo cristiano debe imitar el amor divino y ser misericordioso porque
el mismo ha sido objeto de esa misericordia, porque Dios demanda
que seamos misericordiosos y así reflejamos el carácter de Dios. Las
palabras de Jesús en Lucas 6: 36 nos recuerdan esta verdad: “Sed,
pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.”
El imitar el ejemplo divino, el convertirnos en personas misericordiosas
permite el entorno esencial para el desarrollo de relaciones saludables.
Así como Dios es misericordioso con nosotros, así nosotros debemos
ser canales por donde fluye la misericordia divina.
Los dos deudores

Recuerda esta maravillosa enseñanza de Jesús en Mateo 18:21-35:
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: «Señor, si mi hermano peca
contra mí, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?» 22
Jesús le dijo: «No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete.»
23 Por eso, el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso
hacer cuentas con sus siervos. 24 Cuando comenzó a hacer cuentas, le
llevaron a uno que le debía plata por millones. 25 Como éste no podía
pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer y sus
hijos, y con todo lo que tenía, para que la deuda quedara pagada. 26
Pero aquel siervo se postró ante él, y le suplicó: «Señor, ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.» 27 El rey de aquel siervo se
compadeció de él, lo dejó libre y le perdonó la deuda. 28 Cuando aquel
siervo salió, se encontró con uno de sus consiervos, que le debía cien
días de salario, y agarrándolo por el cuello le dijo: «Págame lo que me
debes.» 29 Su consiervo se puso de rodillas y le rogó: «Ten paciencia
conmigo, y yo te lo pagaré todo.» 30 Pero aquél no quiso, sino que lo
mandó a la cárcel hasta que pagara la deuda. 31 Cuando sus
consiervos vieron lo que pasaba, se pusieron muy tristes y fueron a
contarle al rey todo lo que había pasado. 32 Entonces el rey le ordenó
presentarse ante él, y le dijo: «Siervo malvado, yo te perdoné toda
aquella gran deuda, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú tener
misericordia de tu consiervo, como yo la tuve de ti?» 34 Y muy
enojado, el rey lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que
le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con ustedes, si no
perdonan de todo corazón a sus hermanos.”
La enseñanza es sencilla y nos entrega principios vitales que deben ser
practicados por todos los que desean imitar el amor divino. El perdón
es esencial en las relaciones humanas. El perdón no es una opción que
podemos elegir o soslayar, sino una orden que debemos cumplir. El
extender nuestra misericordia y perdón es una acción que debe ser
elegida porque Dios nos ordena que lo hagamos y Dios nos ha
perdonado una deuda impagable y nos sigue perdonando. Nosotros
debemos extender misericordia porque Dios ha extendido, extendió y
sigue extendiendo su misericordia diariamente con nosotros.
La falta de misericordia, la falta de perdón a quienes nos ofenden
impide que desarrollemos relaciones sanas entre los seres humanos
pecadores y por ello, debemos imitar el ejemplo divino y saber cuando
debemos extender nuestra gracia para dar a las personas lo que no
merecen, cuando extender nuestra misericordia, para no dar a las
personas lo que merecen y cuando, por nuestro amor, aplicar la
justicia y dar lo que las personas merecen.
D. Cuando amo conforme al modelo divino cumplo la orden

divina de dar a las personas lo que justamente merecen. EL
AMOR SE MANIFIESTA POR MEDIO DE LA JUSTICIA QUE
REALIZAMOS.
El amor divino se manifiesta prácticamente en nuestras vidas por las

palabras, actitudes y comportamientos de justicia que realizamos.
Dios demuestra su amor por medio de su justicia y mediante su
justicia nos da lo que merecemos.
Nosotros nos aprovecharíamos de Dios si alguno de sus atributos
desplazara a uno o los demás. Lo grande del amor divino es que
ninguno de sus atributos esta en discordia. Cuando el aplica su gracia
nos ama, cuando el aplica su misericordia nos ama y también cuando
aplica su justicia.
Cuando el otorga su gracia o extiende su misericordia no deja de ser
justo y cuando el aplica su justicia no deja de amar. Dios siempre ama
sea que lo demuestre por su gracia dándonos lo que no merecemos o
por su misericordia no dándonos lo que mereceríamos o por medio de
sus actos de justicia cuando nos da lo que merecemos.
Cuando Dios decide darnos lo que merecemos el permite que se active
su disciplina y siempre, por su amor, es para nuestro bien. El nos
enseña lecciones que de otra manera no aprenderíamos, el nos motiva
a actuar o a evitar acciones cuando activa su justicia y sea que
hagamos algo o dejemos de hacerlo por la justicia divina, siempre es
para nuestro bien.
Extender la gracia y la misericordia cuando es esencial sin aplicar

actos de justicia es un serio error que nunca debemos cometer si
queremos vivir conforme al diseño divino. Dios nunca lo hace. Dios nos
muestra su misericordia, también su gracia pero no por ello deja de
actuar con justicia. Lo maravilloso del carácter de Dios es que nunca
existe una contradicción entre su misericordia, su gracia y su justicia.
El extiende su gracia hasta que no afecte su justicia y extiende su
misericordia mientras no se convierta en un acto de injusticia. Cuando
Dios ha extendido su gracia y su misericordia y los seres humanos
queremos aprovecharnos y seguir en rebelión, el aplica su justicia que
se manifiesta en la exhortación, en permitirnos vivir las consecuencias
y en su disciplina. El amor de Dios incluye justicia porque Dios es un
Dios de justicia y es su definición de justicia la que debe ser aplicada
en las relaciones humanas porque su justicia también es una
manifestación de su amor. La justicia se fomenta en el seno de la
familia al establecerse limites, y un sistema de reglas, de sanciones,
de recompensas y disciplina. Recordemos que la justicia consiste en
dar a cada uno lo que les corresponde de acuerdo a las reglas divinas
que establecen su sistema disciplinario. Una persona que se esfuerza
constantemente por respetar los derechos de los demás y le da a cada
uno lo que debe de acuerdo a las reglas divinas y de acuerdo a los
aciertos o fallas que ha cometido, esta aplicando la virtud de la justicia
y nunca hará daño a las personas aunque tenga que exhortarlas,
alejarlas o despedirlas de su vida. Una persona que aplica la virtud de

la justicia divina, nunca permitirá que otro abuse y vivirá como una
persona de valor y dignidad.
Jesucristo dijo bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia no porque solo debemos anhelarla, sino para que ella nutra
nuestra vida, se haga parte de nuestro diario vivir y podamos
desarrollar relaciones saludables. Mediante la justicia podemos
preocuparnos de las demás personas sin descuidar nuestras propios
derechos y necesidades. Actuamos con justicia cuando respetamos la
dignidad de las personas y sus derechos, sin dañar nuestra dignidad ni
renunciar a nuestros derechos.
Actuamos con justicia porque el amor no hace nada indebido,

no busca lo suyo.
Primera a los corintios capitulo 13 versículo 5 dice:
El amor “no hace nada indebido, no busca lo suyo…”
La siguiente descripción del amor es que no busca lo suyo y creo que
no existe vida que represente mejor esta virtud que la vida de
Jesucristo quien vino para dar su vida en rescate de muchos.
Jesucristo nunca buscó lo suyo propio, el siempre busco hacer la
voluntad de su Padre y servir a los demás. Cuando actuamos así
somos tolerantes con la gente, somos generosos, le ponemos atención
a la gente, les servimos y nunca somos rudos porque no buscamos
solo lo nuestro.
Nosotros somos personas que nos encanta buscar nuestros propios
derechos. Por naturaleza nosotros somos egoístas, egocéntricos, nos
encanta ser los primeros. Lo vemos en nuestras familias, con nuestros
hijos, desde pequeñitos quieren lo mejor para ellos. El mejor asiento,
la mejor galleta, la mejor presa de carne, etc. Esta tendencia nos
acompaña toda la vida. Vea el comportamiento de muchas personas
que no ceden el asiento a personas ancianas o mujeres embarazadas,
vea a aquellos que se adelantan en una fila para entrar a algún
espectáculo, vea a quienes no quieren ceder nada y se dará cuenta
que muchos hacen lo contrario, ellos buscan lo suyo propio. Si usted
quiere observar cuánto interés tenemos ser los primeros, sólo observe
cómo manejamos. Sobre todo en algunos países es mucho más difícil
manejar porque la intención de las personas es ganar siempre el
primer lugar, es adelantarse donde no deben, aún pasarse con luz roja
porque quieren ser ellos los primeros. Ponga atención cuando hay
varias personas buscando donde estacionar su automóvil en un
supermercado y se dará cuenta que no existe mucha amabilidad en
muchos lugares, sino que muchos intentan ser los primeros. Tal vez el
mejor ejemplo de un comportamiento tan dañino es pensar en lo que
ocurre cuando usted sale de compras durante la temporada de
Navidad. Usted notará como somos los seres humanos, cuán

dispuestos estamos a tomar el primer lugar, a buscar lo nuestro. Esa
tendencia nos acompaña a todos, unos han tenido más fortaleza y han
podido dominarla con más éxito, pero otros siguen batallando
duramente con el intento de buscar lo suyo, en vez de buscar el bien
de los demás. Pablo dice: el amor no hace eso, cuando uno ama
verdaderamente, no busca lo suyo, sino el bien de los demás.
El amor no se goza de la injusticia.

En Primera a los corintios capitulo 5 versículo 6 dice que el amor “no
se goza de la injusticia.” Alguien que ama, no siente placer al ver las
acciones injustas de otros individuos, y la persona que ama nunca se
gozara de sus propios actos de injusticia. Ningún acto de violencia,
ningún acto de injusticia puede dar tranquilidad y paz al corazón de un
cristiano. Al contrario, aquel que ama reaccionará corrigiendo lo que
esté a su alcance.
Esto significa que ningún joven animará a su chica a involucrarse en
un acto ilícito, diciéndole que quiere demostrarle su amor por medio
de aquel acto, porque es un acto que va contra la justicia. El amor no
se regocija en un acto injusto, por lo tanto el verdadero amor no lo va
a permitir. Si es un acto de injusticia que está demandando el
individuo, ese no es amor. Si existe verdadero amor, sentimos dolor
cuando existen actos de injusticia. El amor no se asocia con la
injusticia, nunca se goza cuando existen actos que van en contra de lo
que Dios demanda, que van en contra de la justicia de Dios. El amor
nunca se regocija en la iniquidad que provoca el romper las reglas que
nos permiten vivir justamente.
Los corintios estaban ignorando la justicia de Dios cuando no
disciplinaban al pecador inmoral que estaba en medio de la
congregación. El apóstol tuvo que recurrir al juicio apropiado y basarse
en la justicia de Dios para condenar el pecado. Note lo que dice en el
capitulo 5 versículos 3-5:
“Ciertamente yo, como ausente en cuerpo pero presente en espíritu,
como si estuviera presente he juzgado ya al que tal cosa ha hecho.
4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi
espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de
que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”
Esa es justicia eclesiástica que se ajuste a la justicia divina. Pero ese
no fue el único acto de injusticia pues cuando el mismo pecador se
arrepintió, ellos no actuaron con justicia realizando la restauración,
sino que lo seguían condenando injustamente. Observe la exhortación
de Pablo en 2 corintios 2:6-8:
“6 Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos.
7 Así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarlo y

consolarlo, para que no sea consumido por demasiada tristeza.
8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor hacia él…”
El amor no se goza en las acciones injustas de otros ni nuestras. Quien
dice amar a Dios y se deleita en el pecado, no tiene la determinación
de abandonarlo y lo guarda como su mas grande secreto y tesoro, no
puede decir que ama a Dios ni su persona, pues el amor no se goza en
la injusticia, no se deleita en la maldad.
La justicia es una virtud que debe ser desarrollada personalmente y

que permite nuestro funcionamiento en la familia y la sociedad. Ella es
un hábito moral que exige que demos a cada uno lo que le
corresponde o pertenece, en función del derecho, la razón y la
equidad. Es el esfuerzo para armonizar a las distintas personas, que
viven dentro de una comunidad familiar, local o nacional y así, darle a
cada uno lo sabio y justo que le corresponde.
Debido a que el amor es justo, Pablo dice en Primera a los corintios 13
La persona justa sabe que Dios la creó; y determina vivir bajo los
principios de un Dios que nunca se equivoca ni toma ventaja de
nosotros. Sus principios son siempre justos; lo que él demanda es
bueno, lo que él disciplina es correcto; lo que él quiere que dejemos es
esencial; lo que él quiere que tengamos es imprescindible. El nunca se
equivoca.
Se dice que la más importante de las virtudes es la justicia; es una
cualidad moral que pone en equilibrio nuestra voluntad. No existe
hombre equilibrado e injusto a la vez. Los justos viven en equilibrio.
La virtud de la justicia nos mueve a buscar lo que es mejor para todos,
basados en los derechos y principios que Dios da a todos los seres
humanos.
Definir una persona justa es sencillo, pero vivir una vida de justicia es
sumamente complicado. Se necesita no sólo la determinación de vivir
bajo altos principios morales, y tener una buena actitud para enfrentar
la vida, sino también adquirir el conocimiento necesario para tomar
decisiones correctas, porque nadie puede tomar decisiones correctas
con pensamientos equivocados.
Un hombre justo es aquel que evalúa regularmente su vida para
determinar si sus acciones, sus reacciones, sus actitudes y sus
palabras se ajustan a las demandas del Dios de justicia que tanto ama
y que ha determinado servir.
Una persona justa es alguien que lucha regularmente por actuar de
una manera correcta; es una persona equitativa, ecuánime, actúa
imparcialmente, es razonable.
Vivir en justicia significa vivir haciendo serios esfuerzos por cumplir las
leyes. Un hombre justo lucha por cumplirlas, aunque en algún
momento puede equivocarse, y sin embargo seguir siendo justo.

Actuamos como personas justas cuando desarrollamos las siguientes
características:
Somos personas justas cuando desarrollamos un alto espíritu de
comprensión.
Somos personas justas cuando desarrollamos un alto espíritu de
tolerancia.
Somos personas justas cuando establecemos límites saludables
Somos personas justas cuando desarrollamos la capacidad de
reconocer nuestros errores, y confrontar los errores de otros.
Somos personas justas cuando tenemos una alta moralidad.
Somos personas justas cuando tenemos un alto espíritu de
imparcialidad.
Somos personas justas cuando determinamos vivir sometidos a las
leyes divinas y humanas.
Así como Dios nos ama, así debemos amar nosotros. Nuestro
amor no debe estar basado en las ideas humanas basadas en
buenas intenciones y gran inteligencia, sino en el creador de la
vida, aquel que no solo es amor, sino ha definido el amor. Así
como Dios muestra su amor por medio de la gracia y mediante
ella nos da lo que no merecemos, así debemos nosotros ser
canales por donde pasa la gracia divina para amar a los
humanos. Así como Dios muestra su amor por medio de la
misericordia y mediante ella no nos da lo que merecemos, así
también nosotros debemos mostrar misericordia divina en toda
relación y situación humana. Así como Dios mediante su
justicia nos da lo que merecemos y nos disciplina con amor
aunque a veces nos cause dolor, así también nosotros debemos
permitir y hacer lo que Dios permite que hagamos y rechazar y
no hacer todo lo que Dios demanda que no hagamos. Solo
imitando el amor divino, podemos amarnos bien y sabiamente
los humanos.
“Hemos aprendido a amar conforme al modelo divino, cuando
creemos que las personas no pueden hacer nada tan malo que
me motive a amarles menos y nada tan bueno que me motive a
amarles mas. Cuando creemos que EL AMOR ES INMUTABLE Y
LOS MOSTRAMOS CON DIFERENTES MANIFESTACIONES, A
VECES DE GRACIA, EN OCASIONES DE MISERICORDIA Y EN
OTRAS DE JUSTICIA, TODAS BASADAS EN EL AMOR DIVINO Y
SUS REGLAS.
Hemos aprendido a amar conforme al modelo divino cumplimos
la orden de amar aun a los que creo que no lo merecen. Cuando
MANIFESTAMOS GRACIA en todas nuestras relaciones

interpersonales.
Hemos aprendido a amar conforme al modelo divino cuando
amo conforme al modelo divino cumplo la orden divina de no
dar a las personas lo que merecen. Cuando manifestamos LA
MISERICORDIA en todas nuestras relaciones interpersonales.
Hemos aprendido a amar conforme al modelo divino cuando
cumplimos la orden divina de dar a las personas lo que
justamente merecen. DE ESA MANERA TAMBIÉN
MANIFESTAMOS NUESTRO AMOR SIENDO JUSTOS Y
ACEPTANDO LAS CONSECUENCIAS Y LA DISCIPLINA QUE
MERECEMOS CUANDO PECAMOS Y PERMITIENDO QUE LAS
PERSONAS NO SOLO SUFRAN LAS CONSECUENCIAS DE SUS
COMPORTAMIENTOS ERRÓNEOS, SINO TAMBIÉN LA
DISCIPLINA QUE ES CORRECTA.”
Dios nos creó para que amemos y seamos amados. Cuando los
seres humanos desarrollan esta virtud divina no solo viven la
vida tal como por Dios fue diseñada, sino que, además, pueden
disfrutar regularmente, relaciones que por ser basadas en la
gracia, la misericordia y la justicia, se desarrollan
saludablemente.”
Observemos otras virtudes del amor divino que debemos imitar todos
los humanos y continuemos estudiando los principios que debemos
adoptar todos los que deseamos vivir la vida como Dios la diseñó:
E. Cuando amo conforme al modelo divino debido a la

presencia del amor que El en mi ha derramado sin merecerlo,
es imposible que pueda perderlo. EL AMOR NUNCA SE ACABA.
Cuando Dios nos salva nos entrega su Espíritu Santo a todos los
creyentes y con el vienen los frutos del Espíritu en un potencial que
tiene que ser desarrollado por todos los cristianos. Dios nos da la
capacidad, el poder mediante su espíritu, pero somos nosotros los
encargados de desarrollar esas virtudes esenciales para vivir la vida
conforme al diseño divino. Si nunca se desarrollan esas virtudes, la
persona nunca puede disfrutar de esos extraordinarios frutos. Una
persona puede practicar sus dones espirituales y actuar como carnal,
pero una persona no puede tener los frutos del Espíritu desarrollados
en su vida y al mismo tiempo estar actuando como un carnal. Es por
ello que el apóstol Pablo dice que los dones son importantes para el
funcionamiento en el cuerpo de Cristo que es la iglesia, pero que el
amor es lo mas importante, y sin la practica del amor de nada sirven
las manifestaciones de amor o de espiritualidad.
El amor divino nunca se acaba y no está motivado por nuestros

aciertos o nuestra pecaminosidad. Dios nos ama siempre y así también
debemos amar nosotros. Debemos amar siempre. Debemos amar
cuando nos casamos y cuando nos divorciamos. Cuando amamos al
estilo divino, podemos seguir amando a nuestro cónyuge aunque
estemos divorciados. Si el cónyuge de quien nos divorciamos tiene
buenas actitudes y busca llegar a sabios acuerdos para el cuidado
compartido de los hijos, le amamos cuando hacemos lo correcto y
bíblico. Si el cónyuge es beligerante, si nos ataca y tiene actitudes
rebeldes y destructivas, establecemos los limites adecuados, no
permitimos el maltrato, e incluso, recurrimos a la ley para denunciar
sus excesos. Eso también es amor pues el amor no se acaba. Es decir
en determinadas circunstancias podemos llegar a acuerdos en otras
seguimos amando a nuestro cónyuge divorciado llevándolo a la
justicia, pidiendo una orden de restricción y manteniéndolo alejado
porque se ha constituido en una persona mas peligrosa y violenta que
cuando vivíamos casados y a pesar de que tenemos hijos en común y
necesitamos sabia comunicación, elige actuar en forma destructiva.
Podemos seguir amando solteros, casados y divorciados, porque el
amor nunca se acaba.
A veces el amor se traduce en el respeto para lidiar con las
necesidades, derechos, conducta y disciplina de los hijos porque ese
amor nos lleva a discutir las situaciones, y tomar junto a nuestro
cónyuge sabias decisiones por el bienestar de nuestros hijos. A veces
decidimos apoyar a un hijo adulto en necesidad y a veces expulsarlo
de nuestra casa por sus continuos actos destructivos y de maldad. Eso
también es amor porque el amor nunca se acaba y el que ama al estilo
divino, nunca deja de amar.
A veces permitimos la cercanía de amigos y a veces les despedimos de
nuestras vidas y los mantenemos a la distancia. El amor actúa en
ambas decisiones, porque el amor nunca se acaba. El que ama al estilo
divino sigue amando toda la vida.
F. Cuando amo conforme al modelo divino yo determino

hacer lo correcto de acuerdo a los principios divinos de la
moralidad basados en la verdad, aunque los demás hagan lo
incorrecto y actúen con maldad. EL AMOR SE BASA EN VALORES
BÍBLICOS BIEN ESTABLECIDOS.
Primera a los corintios 13 versículo 6 dice que el amor “se goza de la
verdad.”
El amor y la verdad siempre están asociados. Debemos mirar a la
verdad y al amor como hermanos siameses, porque no puede tener lo
uno sin tener lo otro. El amor no engaña, el amor siempre dice y vive
la verdad. Proverbios 27:6 nos dice que: “Son fieles las heridas de un
amigo”, pero hace la distinción en los besos de un enemigo y nos dice

que son engañosos. Podemos confiar en las heridas que nos causa
alguien que nos ama. Así que cuando usted ama, siempre debe decir
la verdad y cuando dice la verdad y ama. No tiene que temer por las
heridas que pudiera causar, porque esas heridas conllevan beneficio.
Usted aún podrá decir, gracias a Dios porque me ama. Esta persona
me ama tanto, que dice la verdad. Por eso el versículo 6 dice que: “el
amor no se goza de la injusticia más se goza de la verdad.” El que
ama, ama la verdad, habla lo que es verdadero, vive la verdad.
Quiero que observe que el apóstol Pablo sufrió cuando tuvo que decir
la verdad a la gente. No siempre las personas se lanzan a abrazarnos
y besarnos porque le estamos diciendo la verdad. A veces se molestan
y se enojan. Gálatas capítulo 4 versículo 8 muestra algo importante.
Dos personas en Galacia habían sido nutridas por el apóstol Pablo.
Estas mismas personas ahora empezaron a confiar en las obras
religiosas que hacían. Se convirtieron en víctimas de la parálisis del
legalismo. Comenzaron a observar determinados rituales y a estar en
esclavitud en su religiosidad. Pablo escribe la carta a los Gálatas como
una “Carta Magna” de la libertad. El lleva una inmensa carga debido a
que aquellos cristianos se habían convertido en víctimas de las
antiguas enseñanzas de la ley. Ahora teniendo aquello en mente,
recuerde lo que dice Gálatas 4 versículo 8 al 10
“Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que
por naturaleza no son dioses; más ahora, conociendo a Dios, o más
bien, siendo conocidos por Dios, ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a
los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a
esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años.”
Pablo está diciendo, vuestra vida espiritual se desarrolla en medio de
celebraciones y en determinadas estaciones del año en determinados
días y están viendo aquellas observaciones religiosas distinto a los días
normales de la vida. Por eso en el capítulo 12 les dice “Os ruego,
hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como
vosotros.” Esto les menciona por lo que dice en el versículo 11, “Me
temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.” Ahora
en el versículo 16 pregunta: ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo por
deciros la verdad? Quiero resaltar esto, por que a veces esto es lo que
ocurre cuando decimos la verdad. La verdad no siempre nos trae
amigos, pero usted siempre será un amigo de Dios y será un amigo
genuino de los humanos cuando dice la verdad, aunque la verdad no
siempre sea apreciada.
Los corintios no se regocijaban en la verdad sino en la injusticia por
ello, conociendo la verdad de quien vivía con la mujer de su padre, no
lo confrontaron con la verdad que también conocían y que les instruía
a disciplinarlo y a declararlo publicano si no se arrepentía, pero ellos
prefirieron regocijarse en la injusticia que Dios rechaza, en la maldad

que Dios condena. Ellos no dijeron la verdad, no se deleitaron en la
verdad, no aplicaron la verdad.
Es muy importante decir la verdad. La verdad construye buenas
relaciones interpersonales. La verdad construye matrimonios
duraderos. Nosotros los consejeros tenemos el deber de decir la
verdad. Es maravilloso saber que alguien que le está aconsejando le
dice la verdad y no le está engañando. No quiero convertirme en
enemigo de las personas, pero tengo el deber de decir la verdad.
Usted tampoco desea tener enemigos, pero tiene el deber de decir la
verdad, porque decir la verdad es parte del amor.
Quiero agregar algo más. Si usted realmente ama a una persona,
nunca hable de aquello que no está seguro si es la verdad. El amor se
regocija en la verdad, no desparrama chismes, no habla exageraciones
porque se goza de la verdad. Antes de decir algo de una persona,
usted tiene que estar seguro que lo que está diciendo es la verdad,
porque el amor se regocija en la verdad y no en la injusticia.
Cometemos un acto de injusticia con una persona cuando hablamos
cosas que pueden ser mentiras. Para saber si es verdad, debemos
identificar la fuente de dónde sale aquel comentario y la persona que
lo está diciendo. A veces la verdad duele, a veces es dolorosa, pero la
gente que ama siempre dice la verdad.
Todos tendemos a acercarnos a quienes nos tratan con respeto y se

acercan y tendemos a alejarnos de quienes nos irrespetan y con sus
acciones nos alejan. Todos seremos tentados a hacer lo correcto
cuando alguien hace lo correcto y a responder en forma incorrecta a
quienes con nosotros actúan en forma incorrecta, pero esa no es la
vida que Dios diseñó y el mejor ejemplo de ese tipo de vida es la que
modeló nuestro Señor Jesucristo. El hizo siempre lo correcto con
quienes se relacionaron con el. Cristo actuó y respondió correctamente
con los pecadores, con los enfermos, con quienes los perseguían, con
los discípulos obedientes, con los discípulos que le negaron, aun
cuando le desobedecieron y también con quien le entregó. Jesús amó
a los fariseos que lo persiguieron, que condenaron a la gente y el tuvo
que condenar y confrontar y también amó a una prostituta que fue
descubierta en pecado, condenada por los fariseos y a quien no solo
confrontó sino, también perdonó y restauró. Jesús amó a sus
enemigos y también a sus familiares y amigos, porque el amor no se
basa en lo que hacen las personas, no se basa en como se relacionan
con nosotros, no se basa en la familiaridad o amistad y tampoco en la
condición moral, económica o social de la persona. Cuando deseamos
vivir conforme al diseño divino, también debemos amar conforme al
diseño divino y practicar ese amor que solo se basa en los mas altos
valores de la moralidad bíblica. Debido a que nuestro amor es

estructurado y delineado por los valores morales bíblicos que tenemos,
no es variable ni afectado por la consanguinidad o la enemistad.
Debido a que el amor no se basa en las emociones, sentimientos y
pasiones que sentimos, sino en los valores bíblicos que tenemos,
podemos actuar correctamente frente al cariño como frente al
desprecio, con amigos y enemigos, con quienes nos ayudan o quienes
intentan perjudicarnos, con los familiares y con los extraños, cuando
estamos solos o cuando estamos siendo observados.
G. Cuando amo conforme al modelo divino, aunque las

personas no sean lo que Dios demanda justamente, respondo
con paciencia y humildad y les amo incondicionalmente. EL
AMOR ES INCONDICIONAL, PERO LA RESPUESTA DE AMOR ES
BASADA EN PRINCIPIOS Y DEPENDE DE LAS CONDICIONES.
El amor ama en todo tiempo y en toda circunstancia y por ello
nunca permite que la persona que ama actúe con orgullo. Mas bien
con humildad y paciencia responde a la vida y a las personas imitando
el ejemplo de Cristo, quien se auto describe como manso y humilde de
corazón.
El amor no es jactancioso, no se envanece.

Y como si fuera poco el pasaje sigue diciendo algunas cosas y voy a
poner junto la última declaración del versículo 4, el amor no es
jactancioso, y le sigue la declaración “no se envanece.” Parece que
fueran sinónimos, pero en realidad no lo son. La primera palabra
describe la verbalización del orgullo, las acciones de una persona
orgullosa y la segunda palabra mas bien describe la actitud de la
persona.
Orígenes, uno de los padres de la iglesia usó esta misma palabra en
referencia al orgullo académico, al orgullo intelectual. Las personas
que hacen de menos a los demás que se creen mucho, no están
mostrando amor, eso no es verdadero amor, porque el amor no es
jactancioso. Hay ciertos individuos en quienes el orgullo resalta en sus
vidas y tienen muchos conflictos a causa de ello. Ellos quieren hacer
resaltar sus éxitos, logros, sus virtudes, su conocimiento y así directa
o indirectamente desprecian a los demás o los hacen menos. Toda
persona debe controlar aquella tendencia con el poder del Espíritu
Santo, porque el amor no es jactancioso. Por supuesto que muchas
veces, mientras más alta es la educación, más peligros tenemos de
despreciar a los demás y sentirnos orgullosos. Cerca de la cumbre
existe una aureola de sofisticación y en algunos casos intolerancia. Es
peligroso no tener plena conciencia de que la alta educación, la buena
preparación o incluso la posesión de bienes terrenales pueden mover a
las personas a sacar aquello que está dentro de sí y que es una

tendencia a envanecerse o a ser arrogantes. No importa de que
nacionalidad usted sea, no importa cuál se su herencia, no importa de
qué familia venga, no importa la educación que tenga, cualquier
persona que actúe arrogantemente, que quiere mostrar superioridad,
no tiene amor, dice el apóstol y todo lo que haga no tiene sentido, de
nada sirve, no es nada, dice Pablo. El llamado del apóstol es a que
seamos humildes, a que seamos lo que realmente somos en Cristo,
que aprendamos a ser benignos, sufridos, personas que no aceptan la
envidia en su corazón y los celos y que luchan contra todo intento de
envanecerse. Lamentablemente esto no está limitado solamente a las
personas fuera de la iglesia, sino aún los cristianos pueden convertirse
en arrogantes, es un problema que, a veces llega también a la vida de
la iglesia. A veces los líderes se envanecen, a veces los miembros de
una congregación que tienen una mejor posición económica o los más
educados tiene la tendencia a envanecerse, a veces son aquellos que
han sido los fundadores de las iglesias, no aquellos que son vistos con
mayor autoridad. Pablo dice en primera de Corintios 4 versículo 6:
“Por esto, hermanos, los he presentado como ejemplo en mi y en
Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no
pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os
envanezcáis unos contra otros.”
Ahora observe lo que los corintios estaban haciendo. Recuerde que
este pasaje es para contrastar con las acciones de los corintios.
Observe el capitulo 14 versículo 26:
“Entonces, hermanos, ¿qué podemos decir? Cuando os reunís, cada
uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene
revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.”
El problema de los corintios era que existía esta tendencia al orgullo, al
envanecimiento, el deseo de tener dones mas espectaculares y cuando
se reunían, actuaban de una forma contraria al amor que debía
caracterizarles. Hablaban en lenguas sin que exista alguien que
interpreta, hablaban todos juntos, hablaban en publico cuando debían
hacerlo en privado, todo era un desorden que causaba una mala
impresión en los no creyentes y Pablo les exhorta por ellos. Es por ello
que Pablo indica que cuando se reúnan debían tener orden para que
todo se haga para edificación.
Observe otro error que estaban cometiendo al actuar con este
tendencia errónea. En el capitulo 5 versículos 1 y 2 dice:
“1 Se ha sabido que hay entre vosotros fornicación, y fornicación cual
ni aun se nombra entre los gentiles; a tal extremo que alguno tiene a
la mujer de su padre.
2 Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien lamentarlo y
haber quitado de en medio de vosotros al que cometió tal acción?”
No solo que rehusaron enfrentarlo, sino que en vez de lamentarse y

quitar al pecador, se sentían envanecidos y permitían que el pecador
siga pecando.
Observe también la errónea actitud de los corintios que es descrita por
Pablo en el capitulo 8 versículo 1:
“1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos
el debido conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor
edifica.”
Los corintios necesitaban este capitulo sobre el amor y debían
entender su descripción pues ellos estaban enorgullecidos por el
conocimiento que habían adquirido bajo grandes maestros, pero su
falta de amor les hacia envanecerse y destruir en vez de edificar a los
demás.
Luego el apóstol Pablo explica porque no tenemos ningún derecho en

convertirnos arrogantes o de envanecernos, cuando en el versículo 7
dice:
“Porque ¿quien te distingue? ¿o que tienes que no hayas recibido? Y si
lo recibisteis, ¿porqué te glorías como si no lo hubieras recibido?
Pablo dice, ustedes están pensando que son algo cuando todo lo que
son y todo lo que tienen lo han recibido y si ustedes lo han recibido
como un regalo de Dios ¿porqué se atreven a querer llevarse la gloria
y los créditos que pertenecen sólo a El, esa es una forma de
envanecerse. Por eso Pablo dice; el amor no es arrogante, el amor no
se envanece. Si usted realmente quiere tener un ministerio al estilo
divino, tiene que luchar contra la arrogancia, especialmente si usted
tiene la tendencia a envanecerse. Con la ayuda de Dios y por su gracia
debe remover todo espíritu de arrogancia, todo espíritu de orgullo,
porque esa es como una tela de araña que le atrapa y le atrapa. En
cambio debe existir aceptación, la disposición a aceptar a los demás,
que no son como nosotros y aceptar tal como son y a darles la libertad
de que ellos sean lo que realmente son.
A. S. Lewis dijo con respecto al orgullo:
“Es la maldad suprema, es el mas grande de los pecados, es un vicio
primario. Es un vicio parte de la misma esencia del hombre.” Pablo les
mostro su propio ejemplo en el capitulo 4 versículo 6 al decirles:
“Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en
Apolos por amor a vosotros, para que en nosotros aprendáis a no
pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno os
envanezcáis unos contra otros…”
Todo líder espiritual es un representante de Cristo y nunca debe tener
una actitud que Cristo no tuvo y mucho menos, un actitud que Cristo
rechaza.
Proverbios 16:18 dice:
“18 Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez

de espíritu.”
El amor es sufrido
El amor es sufrido. En la raíz griega de esta palabra se encuentra una
descripción de la paciencia. Dijimos que esto significa que el amor
tiene paciencia, que no se irrita con facilidad, que puede soportar con
paciencia y que tienen toda la oportunidad de vengarse, pero a pesar
del poder para hacerlo, elige no desesperarse y sufrir lo lógico del
dolor.
Esto significa que antes que nosotros entremos en estado de
desesperación o de enojo, tenemos la capacidad de esperar y no
irritarnos con facilidad. Crisóstomo un antiguo escritor, refiriéndose a
esta palabra que ha sido traducida aquí como “sufrido” dice lo
siguiente: “Esta palabra se usa para describir a un hombre a quien se
le ha hecho mal y que tiene la habilidad para vengarse fácilmente pero
elige no hacerlo.” Esa es una buena descripción de esta palabra. Creo
que es necesario aplicar esto a nuestras propias vidas y la entienden
bien quienes tienen niños pequeños. Por supuesto que aquella mujer
necesita mucho paciencia y es sufrida, pero esa carga debe ser
compartida con padres con la misma actitud, hombres sufridos,
hombres con paciencia.
Esta palabra que se traduce aquí como sufrido, siempre describe
a personas. Nunca es usada en relación a otra cosa que no sean
personas. Hay otras palabras que se usan en relación a circunstancias
o a problemas irritantes y uno tiene que soportar aquello, aquellos
tiempos difíciles, pero esto de ser sufrido se refiere a las personas.
Usted es sufrido por lo que hace la gente, no por las circunstancias.
Pablo está diciendo lo primero en su lista de cómo responder
adecuadamente en sus relaciones interpersonales y que aprenda a ser
sufrido. Cuando se muestre como una persona que sufre con
paciencia, revelará su amor. Si no existe esto, no existe amor.
Seguramente usted comienza a darse cuenta porqué he recibido tanta
convicción al estudiar este pasaje.
Esta era una virtud mas bien considerada estrictamente cristiana y lo
notamos en lo que dice Aristóteles. Observe su declaración:
“La gran virtud griega es el rechazo a tolera cualquier insulto y la
disposición de vengarse de toda herida.” Esa era la virtud de los
griegos, la venganza, pero debía ser todo lo contrario en el
cristianismo. A decir la verdad, tenemos que reconocer que en forma
natural no somos personas sufridas. Preferimos reaccionar lo antes
posible, No somos personas pacientes, nos encanta obtener las cosas
lo antes posible y a nuestra manera, como nosotros queremos. Esta
palabra describe una temperamento resistente, una persona con un
fusible grueso, que no explota con facilidad. En efesios 4: 1 y 2 Pablo

exhorta a los cristianos a practicar esta virtud del amor:
“1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de
la vocación con que fuisteis llamados:
2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor…”
Pedro en su segunda carta capitulo 3 versículo 9 dice que Dios es
paciente y hablando de la segunda venida de Cristo dice que El es:
“Paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento.”
Un modelo que es un ser humano igual que nosotros y que mostro
esta descripción del amor fue Esteban. En el capitulo 7 versículo 60 de
hechos, y estando cercana su muerte por las pedradas que recibía,
Esteban mostro esta descripción del amor. Observe el relato:
“Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: «Señor, no les tomes en
cuenta este pecado». Habiendo dicho esto, durmió.”
Una persona que ama mostrara esta característica. Le pueden hacer
mal una y otra vez, pero nunca buscara venganza, aunque en cierto
momento podrá denunciar, alejarse, despedir a personas que le están
haciendo mal, pero aun esas acciones son producto del amor y no
buscando la venganza.
Stanton fue un político que odio a Abraham Lincoln. En algún
momento, refiriéndose a Lincoln dijo “Es ridículo que la gente vaya a
África para buscar un gorila cuando pueden encontrarlo fácilmente en
Springfield, Illinois.” Pese a su antagonismo con Lincoln, este lo
nombro ministro de guerra para el gobierno de los Estados Unidos y
cuando le preguntaron por que lo hacia, Lincoln respondió “Porque es
el mejor hombre para ese puesto.” Un historiador dijo que la noche en
que Lincoln fue asesinado y en el pequeño cuarto al que lo llevaron,
allí estaba Stanton quien mirando al cuerpo del presidente y con
lagrimas exclamo:
“Allí yace el mas grande gobernante de los hombre que el mundo ha
visto.” Stanton no pudo ignorar el amor sufrido de Lincoln. Eso es la
respuesta que puede producir el amor sufrido de quienes realmente
aman como Dios exige. ¿No cree usted que Dios muestra con absoluta
claridad este ingrediente del amor?
El amor es incondicional pero la respuesta de amor que tenemos

depende de las condiciones de la situación. Cuando una persona ama
lo hace incondicionalmente. No importa la raza, la condición social, el
estado civil, la relación que tiene con nosotros, si es amiga o enemiga.
Amamos sin condiciones, pero la respuesta es diferente en cada
situación. Nuestra respuesta de amor con un cónyuge que nos abraza
y nos besa apasionadamente será muy diferente a la respuesta que

debemos tener con una mujer extraña que quiere hacer lo mismo.
Como hijo de Dios debo amar siempre y en toda circunstancia. Yo no
debo poner condiciones para amar. No puedo decir si me respetas, te
amo. Si me tratas bien, te amo. Si me ayudas, te amo. Si cuidas a mi
familia, te amo. Si te casas conmigo, te amo. Si te divorcias, si me
maltratas, si vives conmigo, si eres de mi país, de mi raza o de mi
cultura te amo. El amor divino es incondicional, El nos ama sin
condiciones y así debemos amar nosotros.
Pero ahora nos toca definir como el amor responde en las diferentes
condiciones. Si mi amor me lleva a acariciar, sentirme bien, alegrarme
y abrazar a quien me hace el bien, respondí con amor de acuerdo a las
condiciones en que se da la relación. Si mi amor me lleva a alejar,
abrazar, besar, sentirme bien y seguir relacionados cercanamente a
quien es violento y abusivo e infiel, entonces no se amar, porque el
amor es incondicional, pero responde sabiamente dependiendo de las
condiciones. En este caso las condiciones son beligerantes, violentas,
peligrosas y destructivas y yo amo a la persona pese a su
comportamiento, pero mi respuesta basada en el área de justicia del
amor me llevará a enfrentar la situación buscando la justicia para mi y
para la persona y enfrentando con todas las fuerzas morales y legales
para por mi amor mantener a la persona a la distancia y permitiendo
las consecuencias que merece por su comportamiento pecaminoso.
La respuesta del amor sigue siendo basada en principios y por ello la
persona que ama, lo hace incondicionalmente. La respuesta del amor
siempre será basada en principios y por ello confronta con sabiduría y
prudencia todo acto de violencia. Si una persona me dice que porque
ama a su cónyuge permanece en su relación matrimonial pese a la
infidelidad y la violencia, esa persona esta creyendo que ama, pero sus
respuestas no esta basada en las condiciones destructivas de la
relación, ni tampoco basada en las convicciones bíblicas que nos
ordenan rechazar la violencia. Cuando las convicciones divinas y
bíblicas y las condiciones de la relación nos ordenan el cariño y la
cercanía debemos elegirla, y así mismo, cuando ordenan la justicia, la
disciplina, la separación y la lejanía, también debemos realizarla.
H. Cuando amo conforme al modelo divino perdono y otorgo

el perdón aunque no me acepte y no se arrepienta el ofensor.
EL AMOR NUNCA GUARDA RENCOR.
La siguiente característica del amor aparece en Primera a los corintios
13 versículo 6 y dice que el amor “no guarda rencor.” Esto significa
que el que ama no lleva un registro del dolor que las personas le han
causado. Esta es la mejor forma de describirlo . El amor no le permite
a usted tener un archivo en el cual va guardando los errores y todo el
daño que le han causado otras personas. Este término significa

precisamente eso, tener un registro. Describe el trabajo que realiza un
contador, de ser muy meticuloso en el proceso de archivar todos los
documentos de entradas y salidas de un negocio. El término que usa
Pablo aquí nos describe a alguien que no mantiene un archivo. No
mantiene un registro permanente en su memoria de los males que las
personas le han hecho. En otras palabras aquel que tiene amor, no
está sintiendo que su corazón se destruye porque otros se han
aprovechado de él. Cuando acostumbramos a guardar todo registro de
los males que otros nos hacen, tenemos la reacción contraria a la
misericordia. Nos volvemos inhumanos, duros, inflexibles, intolerantes,
inclementes y por ello, tendemos a la venganza en vez del perdón.
Crisóstomo dijo: “Así como una chispa cae al mar y no lo daña, así se
puede intentar hacer daño a un alma amorosa y pronto se extingue sin
provocarle un disturbio.” Esa es la verdad. Quien ama no es dañado
por los ataques recibidos. Cuando Dios nos perdona, no guarda un
registro de nuestros pecados. A el no le afecta nuestros pecados, El
sabe lidiar con los pecadores. Así a nosotros no nos debe afectar el
pecado de otros si no guardamos un registro que nos llene de rencor.
Podríamos decir que el amor no permite que la maldad que alguien le
hizo quede metida en su memoria de tal forma que le cause daño. El
amor no permite que la mente sea un lugar para depositar los
resentimientos y tener un archivo de las faltas de los demás. El amor
no permite que la mente sea un depósito de rencores que se van
pudriendo. Si usted lee la historia del señor Juan Wesley podrá notar
que en un viaje que hizo a Georgia en los Estados Unidos, con un
general llamado Oglethorpe. El general estaba muy enojado
exhortando a uno de los sirvientes y amenazándolo con tomar
venganza por una ofensa que este había realizado. Luego el general
Oglethorpe, miró al predicador Wesley y le dijo: “Nunca lo podré
olvidar, nunca lo podré perdonar.” Este hombre de Dios le respondió:
“Muy bien señor, entonces espero que usted nunca peque”. Todos
aquellos que hemos pecado y nos hemos sentido rechazados, podemos
darnos cuenta de la importancia de este asunto del amor y el perdón y
cómo el amor es capaz de no guardar perdón. Si usted tiene aquel
espíritu que no perdona y no quiere olvidar, espero que nunca peque.
El perdón es definido como el proceso de concluir con el resentimiento,
la indignación, la ira que se experimenta como resultado de una
ofensa. Es dejar de demandar el castigo o la restitución. Los
beneficios del perdón han sido motivo de muchos estudios y los
resultados son impactantes. El Dr. Robert Enright de la universidad de
Wisconsin fundó el instituto Internacional del Perdón y ha concluido
que la persona mas enojona, neurótica y hostil era menos dada a
perdonar aun cuando haya pasado mucho tiempo. El estudio muestra
que las personas que perdonan son mas felices y saludables que
quienes guardan resentimiento.
Quisiera que se detenga por un momento y piense con honestidad.
¿Está usted llevando en su corazón rencores? ¿Ha ido construyendo a
través de los años resentimiento hacia alguna persona debido a algo
que dijeron de usted o algo que le hicieron a usted? Recuerde que el
amor real tiene aquella maravillosa habilidad de no guardar rencores.
Se dice que en la Polinesia había una tribu en que los nativos tenían la
costumbre de colgar artículos de los techos de sus chozas para
recordar y mantener vivas las memorias de los males recibidos. La
Escritura dice que si nosotros guardamos aquellos rencores y no
perdonamos, entonces nosotros viviremos en un mundo de tortura.
Las Escrituras nos dicen que debido a las raíces de amargura que
algunos tienen en su corazón, muchos son engañados. Es
sorprendente darse cuenta cómo el resentimiento puede salir de
formas que, ni siquiera se relacionan con la persona que ha realizado
la ofensa. Tal vez aquel resentimiento toma formas hirientes, no
necesariamente con la persona que ofendió. A veces esto sale en su
negocio, en su casa con sus seres queridos. Usted está viviendo
experiencias irritantes, tal vez por el mismo resentimiento que ha
acumulado. En muchas ocasiones, uno se da cuenta que esto nace de
un corazón que no ha perdonado. El Señor permite que esa persona
viva en ese mundo de tortura y de esclavitud y creo que la Escritura
me autoriza para decir que nunca encontrará alivio ni conocerá el
amor real, si no permite que esto salga, porque el amor no guarda
rencor.
La historia de José es la historia bíblica de un gran hombre. Sin duda

es un gran hombre porque el Espíritu de Dios se cierne sobre la vida
de José más que sobre cualquier otra vida en el libro de Génesis,
incluyendo a Abraham. ¿Por qué? ¿Por qué sobre la vida de José más
que sobre la de cualquier otro, excepto hombres como David y Moisés,
y unos cuantos más? ¿Qué había en José que le hizo tan grande que el
Señor dijo: “Dediquen tiempo a su vida. Enfoquen la cámara en el
para que veamos detalles de su vida”?
No era un superhombre. Era meramente un hombre. Nunca anduvo
sobre el agua. Nunca hizo milagro alguno. No estuvo exento de
problemas. No fue un santo de arcilla o yeso. No tenía ningún halo. No
hay nada de misterioso en él. No fue sobresalientemente brillante. No
hay nada en la Biblia que diga que fue brillante, como se dice de
Daniel, por ejemplo. Nunca hizo alguna predicción amplia, profética.
Nunca escribió ni un ápice de las Escrituras. ¿Qué lo hizo tan grande?
Se lo diré, y no le parecerá nada emocionante: José amaba a Dios,
decidió imitar el ejemplo divino y decidió amar como Dios ama

ofreciendo el perdón como Dios lo ofrece.
Elbert Hubard, escritor estadounidense, escribió una vez: “La prueba
final de grandeza yace en ser capaz de soportar el tratamiento de
desdén sin resentirse.” Eso es lo que hace esta virtud, esta parte del
amor tan grandiosa. Cuando amo conforme al modelo divino, perdono
y otorgo perdón aunque no me estén pidiendo perdón y aunque nunca
se arrepienta el ofensor. La razón es que el amor nunca guarda rencor
y por ello no busca la venganza, ama la justicia y ofrece siempre el
perdón, sea que la persona lo busque o no.
Si usted puede leer Génesis 45 y observar a un ser humano amando al
estilo divino, entonces ha interpretado muy bien el texto bíblico pues
eso es precisamente lo que ocurre. La declaración de José que reza:
“Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese . .” salió de sus labios con
sinceridad y la dirigió a sus hermanos que estaban abrumados por la
culpabilidad de haberlo tratado con tal desprecio y desamor. El
individuo promedio, el que se basa en las emociones, diría:
“¡Arrodíllate, quédate allí! Humíllate, deja descargar mi odio y espera
humillado para decirte lo que hare para cobrarme la venganza.” Pero
José era un hombre que aprendió a amar como Dios le amaba a el. Su
primera declaración es de respaldo a quienes le habían maltratado:
“No se entristezcan, ni se apesadumbren.”
José había determinado que sus hermanos, a pesar del daño que le
hicieron, no eran sus enemigos, ¿Por qué? La razón era la perspectiva
de la vida que tenía José. El no veía la vida solo desde la perspectiva
humana, José sabia que Dios tenia control de todo y sabia que su
mejor respuesta de amor debía ser basada en ese amor divino que lo
había cuidado por todo ese tiempo. Observe la perspectiva que les
comunica después de evidenciar su petición amorosa. Versículo 5:“. . .
ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida
me envió Dios delante de vosotros.”
Su declaración es impactante pues les esta diciendo, “Ustedes
pensaron hacerme mal pero en realidad fue “Dios quien me envió.”
Versículo 8. “no me enviasteis acá vosotros, sino Dios.” Me encanta
esto porque nos muestra una perspectiva realmente divina de toda la
situación vivida por José.
Recuerde la manipulación. Recuerde la ofensa. Recuerde el
tratamiento injusto. Recuerde el dolor, la injuria, el rechazo. Recuerde
cuando lo desecharon y que nunca merecía ese maltrato. Nosotros
podemos recordar todo lo que le hicieron a José, pero José no lo hizo y
por ello les dice: “Ustedes pensaron hacerme daño, pero Dios lo
encaminó a bien.”
Desde luego que no había nada de bueno en sus motivos al venderlo,

pero si había una excelente respuesta divina para que el mal que
pensaban hacer, al final se vuelva en un bien decidido por Dios.
Definitivamente el amor al estilo divino nunca guarda rencor, porque
no se puede vivir saludable lleno de rencor y amargura. No se puede
vivir con amor y sano y resentido a la vez. Esta parte de la virtud del
amor nos permite seguir viviendo a pesar de lo difícil de la vida, a
pesar de nuestros errores y pecados y a pesar de maldad ajena. El
amor que nos capacita para el perdón permite sanar nuestras heridas
y no dejar que los males recibidos, los errores cometidos, sean las
fuerzas que guían nuestra vida.
Una vida saludable sería imposible sin el perdón. Imagínese este
mundo sin perdón. Si no existiera el perdón, viviríamos con
culpabilidad y permanentes enemistades no reconciliables. Sin perdón
no habría cómo restablecer las relaciones interpersonales después de
las fallas que cometemos, y no tendríamos la salvación divina para
ningún pecador.
Las relaciones conyugales donde no existe perdón, no son saludables.
He observado que en muchos matrimonios, generalmente, uno de los
cónyuges está más dispuesto a pedir perdón y a perdonar; y uno de
los dos, generalmente, es más reacio a hacerlo, esa relación nunca
puede desarrollarse adecuadamente. El hecho de que una persona
pida perdón, solo de vez en cuando, y el otro cónyuge
permanentemente esté pidiendo perdón, no significa que el que más
pide perdón siempre es el que más falla. A veces el que menos pide
perdón no pide perdón porque no ha fallado, sino porque tiene un
orgullo que lo ha cegado. Esas relaciones son enfermas, están llenas
de rencor por despreciar la maravillosa área del amor llamada perdón.
Perdonar no significa pasar por alto las fallas del cónyuge. Esa no es
la manera como Dios nos perdona. Dios no ignora nuestros pecados,
El los conoce, El nos exhorta y El los disciplina. De hecho, el dio su
vida para perdonar nuestros pecados, haciendo posible el perdón; pero
Dios está dispuesto a perdonar a quienes con toda disposición en su
corazón están dispuestos a confesar sus faltas y pedir perdón.
La confesión genuina siempre precede a un gran arrepentimiento, y el
gran arrepentimiento debe siempre estar seguido de un maravilloso
perdón. Para vivir relaciones saludables es esencial que todos los
miembros de la familia, que ambos cónyuges aprendan a perdonar.
Debo aclararle que el perdón no es producto de un sentimiento que
experimentamos, ni una opción que tenemos, sino una obligación que
debe ser cumplida después de una sabia decisión. Tomar la decisión de
confrontar la falta que nos han cometido, y la decisión de perdonar a
la persona, incluso aunque esa persona no se haya arrepentido es el
camino mostrado por Cristo.
Cuando nosotros decidimos perdonar, la otra persona puede decidir

continuar pecando, o puede arrepentirse y cambiar, nosotros de todas
maneras perdonamos. Si la persona decide continuar pecando
debemos mantenerle a una distancia segura para que no nos cause
mas daño. Si la persona decide arrepentirse, confesar y cambiar,
nuestra decisión debe ser perdonar, y junto con ello restaurar la
relación para que mejore y prospere.
“El perdón es el resultado de un acto de obediencia al Dios que

creó la vida y las relaciones interpersonales y que sabe que sin
utilizar la virtud del perdón no podría existir ninguna relación.
Los pecadores podemos relacionarnos con un Dios santo
porque El nos ofrece siempre su perdón. La persona que no
sabe pedir perdón y se niega a perdonar bíblicamente, no
puede relacionarse sabia y saludablemente.”
Cuando usted toma la decisión de perdonar, usted ha determinado

pasar por alto el dolor y hacer lo correcto aunque sea mas doloroso.
Usted ha determinado que no va a permitir que las emociones lo
dominen, sino que sus convicciones sean la fuente de su
determinación que le lleva al perdón.
El perdón es un acto de obediencia. Dios no nos sugiere que
perdonemos, él nos manda que lo hagamos. Por eso es que no está
relacionado con las emociones, sino con la actitud de la persona que
determina hacer lo que es correcto. Sin embargo, debo aclarar que
cuando elegimos practicar el perdón que es un ingrediente de nuestro
amor, no significa que no debemos confrontar las ofensas o los
pecados cometidos contra nosotros. La confrontación sabia y bíblica es
parte del proceso que conduce a un sabio perdón. Nosotros debemos
confrontar el mal y pedir perdón bíblicamente cuando después de una
evaluación bíblica determinamos que hemos ofendido, y así mismo
cuando determinamos que nosotros hemos sido ofendidos, debemos
confrontar sea que el ofensor acepte o no, y esté o no arrepentido. El
perdón que nosotros otorgamos permite que cerremos la página, que
dejemos de enfocar en las personas o actitudes que nos causaron
dolor y continuemos con nuestra vida saludable. Si la persona se
arrepintió y sanamos la situación bíblicamente, nuestra amistad
crecerá y echará raíces mas profundamente. Si la persona no se
arrepiente, hemos cumplido nuestro deber, nos alejaremos, y
seguiremos viviendo saludablemente.
El perdón no significa que las personas no van a tener consecuencias
sabias y bíblicas por las faltas cometidas. Debemos recordar que Dios
perdona todo pecado del pecador arrepentido, pero no siempre evita
las consecuencias ni el sufrimiento, a pesar del arrepentimiento.
Recuerde que nuestro debe es imitar el amor divino y siempre pensar

que con Dios no se puede jugar. Oseas capítulo 8, versículo 7 nos
recuerda precisamente lo peligroso de intentar jugar con Dios al
mostrarnos que Israel sembró viento y cosechó torbellino. En todo
tiempo, en toda cultura Dios aplicará el mismo principio. No existe
duda que cosecharemos lo que sembramos y que lamentablemente la
cosecha será de la misma naturaleza que la siembra. Cuando David
sembró, sembró en la carne, y luego él cosechó lo que la carne había
producido. David tuvo que sufrir las duras consecuencias aunque él se
había arrepentido, había confesado su pecado y había sido perdonado
por esto. Subraye, remarque, resalte esto en lo más profundo de su
mente: La confesión y el perdón, de ninguna manera detienen la
cosecha. David sembró, David cosechó. El perdón estuvo; pero las
consecuencias también. Este es el énfasis que el apóstol Pablo está
dando a los Gálatas, aunque vivamos en la época de la gracia. No
debemos ser engañados, porque Dios no puede ser burlado, y todo lo
que sembremos eso cosecharemos, no hay excepción.
Tristemente nuestra teología tan facilista nos ha llevado a creer cosas
equivocadas. Para poder vivir con la culpabilidad, nos imaginamos que
las consecuencias van a ser removidas. Esto es precisamente lo que ha
llevado a que la gente actúe sin pensar, creyendo que está bien
comprometerse con las pasiones de la carne, antes que con las
enseñanzas y los mandatos divinos. Pablo insiste en que no tenemos
que pecar y que si pecamos es porque queremos, ya que tenemos el
poder del Espíritu Santo que nos motiva a decir no a cada tentación de
la vida. Si elegimos decir sí, en contra de la advertencia del Espíritu
Santo, debemos también estar dispuestos a vivir con las
consecuencias que estas decisiones nos traerán, ya sean severas o
más suaves.
La orden divina es perdonaos los unos a los otros porque no podemos
tener relaciones saludables sin practicar esta virtud. Dios sabe que es
positivo y bueno y que es la única forma de vivir saludablemente. El es
el creador de las relaciones y sabe como debemos relacionarnos entre
los humanos, por lo tanto, sus ordenes son buenas y si las
obedecemos disfrutaremos de los resultados.
El perdón no es un sentimiento ni debe depender de los sentimientos.
Jesús nunca hubiera ordenado que amemos a nuestros enemigos si el
amor fuera solo un sentimiento, y nunca nos hubiera ordenado
perdonar si el amor dependiera de sentimientos.
El perdón es la determinación a abrir una válvula de escape para
permitir la salida del veneno acumulado por el rencor y el
resentimiento. El perdón no es cuestión de razón. El perdón en muchas
ocasiones aparece como algo "ilógico", hasta cierto punto irracional,
pero lograr perdonar y liberarse del rencor tiene su lógica y su

metodología.
Cuando perdonamos no necesariamente olvidamos las ofensas
recibidas. Podemos recordarnos toda la vida de la persona que nos
ofendió y en que área de nuestra vida nos hirió, pero cuando
perdonamos, la ofensa poco a poco va perdiendo su veneno y poco a
poco deja de tener un efecto destructivo en nuestra vida. La Palabra
de Dios dice que cuando Dios nos perdona el nunca mas se acuerda de
nuestras rebeliones. Eso no significa que Dios tiene mala memoria,
sino que El nunca mas nos mantiene como culpables, Dios nunca mas
nos acusa porque después de nuestra sincera confesión, hemos sido
perdonados. De la misma forma debemos actuar nosotros. Cuando
perdonamos podemos seguir recordando la ofensa, pero esta ya no
tiene el poder destructivo y poco a poco puede ir olvidándose.
Cuando una persona perdona, no necesariamente esta sanando a
quien la ofendió, pues la persona puede decidir no sanar y mantenerse
resentido. La persona que perdona, se está ayudando a sí misma,
porque está obedeciendo a Dios y vivirá las consecuencias de su
obediencia. Porque se está deshaciendo de los sentimientos negativos
y está recuperando el equilibrio y la paz interior.
I. Cuando amo conforme al modelo divino, amo sin medida.

EL AMOR ES ILIMITADO, PERO ESTABLECE LIMITES
SALUDABLES.
Así como la libertad tiene fronteras, también el amor para mantenerse
amor y no irse a un extremo que lo anule, establece limites
saludables. Todos entendemos que la libertad sin fronteras es la
puerta abierta para el libertinaje. Así también debemos entender que
cuando las personas muestran que lo que ellos llaman amor no tiene
fronteras, no están hablando del amor al estilo divino que si las tiene.
Todos entendemos la necesidad de establecer limites físicos. Ninguna
persona sana se rebela contra ellos sin saber que sufrirá las
consecuencias. Todos los limites definen nuestras responsabilidades,
nos indican que es lo que podemos o no podemos hacer y donde
comienzan nuestros derechos y donde terminan, así también el amor
tiene limites que lo definen. Los limites nos muestran donde comienza
nuestra propiedad y donde termina y donde comienza la propiedad de
otros y donde termina, porque el verdadero amor nunca invade
fronteras ni permite invasión de las fronteras personales. Existen
letreros, leyes, ordenanzas, constituciones en los países, o un canal de
agua frente a un castillo para indicarnos las zonas a las que tenemos
acceso y donde es prohibido que ingresemos. El amor también tiene
fronteras y no permite nada malo, el amor no guarda rencor, el amor
tiene limites. Todos entendemos que cuando no existen limites en
nuestras caricias, nuestra sexualidad, nuestra disciplina, entonces, no

existe el verdadero amor, porque el amor no permite nada malo y la
vida sexual sin fronteras nos introduce en la inmoralidad. El amor nos
obliga a la disciplina de nuestros hijos, pero la disciplina sin barreras
se convierte en abuso y ya no es producto del verdadero amor.
Los limites son esenciales en el amor porque ello definen lo que puedo
o no puedo hacer cuando mis sentimientos me mueven a las acciones.
La Biblia es un libro que nos muestra el amor con limites y nos
muestra los parámetros en los que el amor esta incluido.
El amor nos permite amar al mundo, pero por los limites sabios que
tienen no permite que el mundo ni ninguna persona invadan nuestra
vida. El amor nos separa del mundo y personas hostiles porque les
amamos estableciendo justicia y nos permite protección porque nos
amamos y nos trataremos y exigiremos que nos traten como personas
de valor y dignidad. Pero aunque el amor nos otorga limites para
cuidad nuestra propiedad, no nos aísla del mundo permitiendo las
relaciones solo saludables.
El amor se caracteriza por su permanente unidad, pero los limites
permiten que esa unidad sea real y que cada persona sea respetada.
Vivimos en unidad y comunidad, pero en toda comunidad existen
espacios comunes y privados. Dios es un Dios de limites. Padre, hijo y
Espíritu Santo son uno; pero al mismo tiempo, cada uno es una
persona distinta y tienen sus limites respectivos. Dios es
todopoderoso, el es soberano y tiene limites. Dios determinó que no
pecaría, que nunca haría nada dañino para los seres humanos. Dios
determinó que no permitiría que la maldad entre a sus dominios. Dios
nos ama, su amor es sin medida, pero su amor tiene fronteras que
permiten que sea siempre saludable. El nos ama sin medida, pero con
limites, pues aunque en su misericordia nos perdona, en su justicia
establece limites que al ser traspasados activan su disciplina.
“Cuando amamos conforme al modelo divino amamos sin

medida, nuestro amor es ilimitado porque nunca deja de amar,
pero ese amor también tiene limites bíblicos esenciales para
que nadie pueda abusar.”
Cuando imitamos el amor divino y amamos como Dios ordena, hemos

aprendido a limitarnos bíblicamente. Ponemos limites interiores
propios. Cuando el amor nos relaciona con otros, los limites que tiene
nos permite dominar y controlar nuestros excesos y no permitir los
excesos ajenos.
El amor nos permite amar, pero no actuar sin limites. Los casados
podemos sentir mucho cariño y deseo de pasar tiempo con alguien del
sexo opuesto, y podemos decidir amarle ayudándole en sus problemas
personales, pero por ese mismo amor que debe tener limites, no debo
ayudarle solo, debo ayudarle con mi cónyuge o debo pedir que lo haga
un profesional. Por el amor que tengo decido ayudarle, pero por los
limites del amor saludable y bíblico entiendo que es peligros y por
nuestro encuentro cariñoso regular y las pasiones experimentadas
podemos tender a traspasar limites que pueden convertir la relación
en pecaminosa.
Dios me ordena que me ame a si mismo, pero ese amor tiene limites
para que no se convierta en egoísmo y egocentrismo. El amor por mi
mismo, ese amor que imita el amor que Dios me tiene, ese amor me
mueve a decir “no” a todo lo pecaminoso, y aun decir “NO” a las cosas
buenas y deseos constructivos que se convierten en imprudentes o
inoportunos.
No existe manera mas sabia de vivir que saber como recibir y brindar
amor al estilo divino. Un corazón capaz de abrirse de par en par para
que salga y entre amor al estilo divino, es fundamental para el buen
estado y aun la sanidad de todos las relaciones interpersonales. La
orden divina es amar, porque no es un sentimiento que debe ser
experimentado, sino una orden que debe ser obedecida imitando el
modelo divino y basada en los principios morales bíblicos que nos han
sido revelados.
J. Cuando amo conforme al modelo divino, puedo tener

tristeza y enojo por el maltrato recibido injustamente, pero no
soy afectado permanentemente. EL AMOR TODO LO SUFRE
SABIAMENTE, NO SE IRRITA DESTRUCTIVAMENTE, TODO LO
SOPORTA CONFIADAMENTE.
En primera a los corintios 13 versículos 5 y 7 nos dice que el amor “no
se irrita”, y “todo lo sufre” y “todo lo soporta.”
El amor todo lo sufre.

“Todo lo sufre”. Esta palabra significa cubrir para proteger o para
poner un escudo. NO SIGNIFICA TODO LO PERMITE, AUNQUE SEA
DAÑINO. Es la palabra que describe a un guerrero que se encuentra en
territorio enemigo y que se cubre con su escudo para evitar que los
dardos y las flechas lo aniquilen. Creo que está diciendo que el amor
genuino soporta los ataques de los demás sin salir afectado. No dice
que se alegra por los ataques de los demás, sino que sabe como
sufrirlos. El verdadero amor no se distrae porque otros fallan, o porque
otros están disparando. Que el amor todo lo sufre significa que si
usted ha hecho algo por alguna persona, se ha sacrificado y tal vez
aún ha gastado dinero o ha ocupado de su tiempo, y se da cuenta que
la persona no responde con gratitud. Esto nos produce dolor y nos
hace sufrir, pero quien ama sabe sufrir por la falla de otros. El amor
todo lo sufre, tiene paciencia y nos prepara para soportar sin salir
destruido. Poor supuesto que usted no practica la ingratitud, ni se
alegra de la ingratitud de otros, pero sabe lidiar con ella sin que le
afecte al punto que le motive a actuar mal. No mostramos expresiones
de gratitud por la ingratitud, pero si una persona no responde en
gratitud, aun así podemos continuar amando.
El amor le permite sufrir el dolor de haber sido traicionado. Si usted ha
compartido algo en total confianza y en secreto con alguien a quien
usted ama y en quien confía y su secreto ha sido revelado, aun con
malicia, la persona que ama aunque sufre, sigue amando, aunque
tenga que confrontar y especialmente cuando tiene que hacerlo, sigue
amando.
Cuando usted ha ayudado a personas que se aprovecharon y le
perjudicaron y usted esta dispuesto a sufrir su dolor y aprender
lecciones que de otra manera nunca hubiera aprendido. Pedro dice que
el amor cubre multitud de pecados.
El amor no se irrita.
Esto significa que el amor no se siente provocado, no permitimos ser
heridos por el mal que otro nos realiza. Nadie nos puede irritar sin
nuestro permiso. Cuando una persona ama, no se inmuta cuando se
encuentra con personas llenas de amargura o que se irritan con
facilidad o que provocan con insensibilidad. Quien ama sabe reaccionar
aun con personas que tienen esa habilidad de exasperar a otros. El
que ama sabe confrontarlos sin caer en la provocación, sabe alejarse
de ellos cuando no entienden la exhortación. Nosotros fácilmente
podemos ser influenciados por quienes nos rodean, pero cuando
amamos, el amor genuino no permite que esto ocurra. Nosotros, los
que amamos podemos vivir vidas equilibradas a pesar del desequilibrio
de los demás, podemos vivir una vida de respeto, a pesar del irrespeto
y podemos tener control de nuestras reacciones a pesar de las
provocaciones.
Existen personas que se irritan con facilidad y con su irritación
maltratan o tienen acciones hirientes. Debemos saber vivir entre esas
personas si sabemos amar. Jonatán Edwards tenia una hija que no
controlaba su temperamento. Un joven se enamoro de ella y fue a
pedirla para casarse. Le dijo al padre que quería casarse con ella y el
señor Edwards respondió “Usted no puede tenerla.” Pero yo la amo,
respondió el muchacho y el volvió a responder “Pero aun así no puedes
tenerla.” Pero “ella me ama” dijo el muchacho y el respondió
“Tampoco puedes tenerla.” Sorprendido el joven pregunto por que.
Jonatán Edwards le dijo “Ella no es digna de usted.” El muchacho dijo:
“Pero ella es cristiana, ¿no es cierto?” y esta fue la respuesta del padre
y predicador: “Si, pero la gracia de Dios puede vivir con algunas

personas con quienes ninguna otra persona puede vivir.”
Definitivamente existen personas que no han desarrollado la habilidad
de controlar su temperamento y por lo tanto, no han desarrollado una
de las características del amor al estilo divino.
No estoy diciendo que nunca nos enojamos y que cuando una persona
ama no existe nada que le provoque a confrontar. La ira es una
reacción adecuada y nos motiva a enfrentar las injusticias, los
ataques, los maltratos, pero los que amamos nos no llenamos de
amargura cuando nos rodean los que están amargados, ni nos
exasperamos con los que viven exasperados, ni nos provocan a actuar
mal, los que mal actúan. Pablo se sintió irritado, provocado cuando en
Hechos 17: 16 dice:
“16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía
viendo la ciudad entregada a la idolatría.”
Esa es la palabra. Pablo se enardeció, se irrito debido a la condición de
la ciudad y fue la misma provocación que sintió Cristo cuando saco a
los cambiadores del templo. Lo que indica que hay lugar para una ira
santa que nos provoca a actuar bien, con amor, frente a la
provocación. El apóstol Pablo lo entendía bien y por eso enseño que
podemos airarnos, pero no pecar como producto de la ira necesaria
que experimentamos.
La iglesia de corinto se caracterizaba por sus divisiones sus
contiendas. Pablo les dice “Os ruego… que no haya entre vosotros
divisiones….He sido informado “que hay entre vosotros contiendas…”
Los corintios no habían aprendido a controlar su temperamento y
Pablo les dice:
“Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos
entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís mas bien el agravio? ¿Por
qué no sufrís mas bien el ser defraudados?
Pablo les dice que todo lo que hacen es invalidado por su falta de
amor, ese amor que no se irrita, que mas bien sufre el agravio y
reacciona con amor, actuando conforme Dios exige, en algunos casos
callando, en otros confrontando con amor y firmeza, en otros
expulsando a quienes persisten en hacer daño y en otros casos
alejándonos de quienes insisten en la provocación. Pero todas las
acciones no son dominados por la irritación, sino por el amor que
impide que causemos dolor y destrucción.
El amor todo lo soporta.

La palabra significa “lo sostiene.” Esta es una cualidad que sostiene a
un soldado en medio de la mas dura batalla. El amor todo lo soporta
porque tiene el poder para lidiar con todo sabiamente. El amor no
puede ser destruido, usted no puede matarlo, el amor seguirá
permaneciendo porque soporta todo lo que viene contra el. El amor

soporta la oposición, el maltrato, la persecución, el engaño, el amor
sobrevive a todo lo malo. Esto no significa permite todo lo malo o deja
que la gente siga haciendo lo malo con uno, sino que a pesar de todo
lo malo que la gente haga, seguimos amando, aunque el amor ha
veces tiene manifestaciones distintas.
Pablo en efesios 4 nos indica que los cristianos debemos andar “como
es digno de la vocación con que fuisteis llamados.” Y luego nos explica
cuales son algunas de las virtudes que caracterizan nuestra forma de
proceder en las relaciones interpersonales que se desarrollan como
Dios ordena, diciendo que debemos andar: “Con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en
amor…”
K. Cuando amo conforme al modelo divino, veo a las

personas como Dios las ve, y me acerco a ellas como Dios se
acerca. Reconozco sus virtudes y sus éxitos y se lidiar
sabiamente con sus derrotas y defectos. EL AMOR NO TIENE
ENVIDIA, EL AMOR ES BENIGNO, TODO LO CREE
INTELIGENTEMENTE Y TODO LO ESPERA CONFIADAMENTE.
El amor no tiene envidia.

El versículo 4 agrega que: “El amor no tiene envidia.” La palabra
significa “hervir.” Es estar hirviendo por el éxito o lo que otro posee.
Los corintios estaban envidiando los dones de otros, envidiando a
otros porque tenían ciertos dones que ellos deseaban. En el capitulo 3
versículo 3 dice que ellos tenían celos y por ello tenían contiendas y
divisiones.
El amor no tiene envidia, es decir no está lleno de una pasión
desordenada que intenta tener lo que otros tienen, que desea poseer
lo que le pertenece a otro. El amor es dar y recibir. La persona que
ama no siente insatisfacción o molestia por la prosperidad o felicidad
de los demás, en comparación con la situación personal. Aquí quiero
hacer una distinción. Los celos son descritos como aquella pasión por
poseer lo que ya tengo. Es mi esposa y tengo celos porque creo que
otro la posee o la quiere tener. La envidia es aquella pasión por poseer
lo que otro tiene, lo que yo no poseo. Esa es la diferencia que existe
entre estas dos cosas. Los celos quieren guardar, la envidia quiere
tener.
Recordemos que Caín mató a su hermano Abel por celos. Estaba
celoso que el sacrificio de su hermano fuera el aceptado por Dios. Los
hermanos de José lo vendieron como esclavo porque estaban celosos
de su relación con su padre. En Cantares 8:6 dice que: “Los celos son
duros como la tumba” y Santiago en el capitulo 3 versículo 16 dice

que “donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa.”
Es por eso que el amor no puede estar lleno de envidia. No puede
estar lleno de celos. Una misma persona no puede estar envidiando y
amando a la vez. Cuando quien ama como Dios ordena ve el éxito de
otro, los logros de los demás, ve algo mas bellos, mas valioso o cosas
que desearía tener y que otro ha alcanzado, no se siente celoso ni
molesto o triste por el éxito o logros ajenos. Una persona que ama se
regocija en los logros, la belleza, la excelencia, el éxito ajeno, nunca
siente envidia.
El amor es benigno.
La segunda descripción del amor, se realiza con la palabra “benigno.”
El amor es benigno. Esto significa que la persona tiene un espíritu
positivo, es una persona benevolente. Incluso incluye la idea de una
persona amigable que es útil para los demás. Esta misma palabra se
utiliza en Mateo 11 versículo 30 cuando Jesucristo dice que su yugo es
fácil. Esta palabra describe una persona placentera, amable. Jesucristo
dice: “Mi yugo es fácil” no es algo irritante, no es algo pesado, no es
algo destructivo. Así es una persona benigna, es una persona con
quien es fácil compartir, no es una persona destructiva, es una
persona que sirve de utilidad a las demás personas. Jesús esta
diciendo, tomen mi yugo y aprended de mi. Mi yugo es fácil,
acérquense, únanse a mi y les expresare mi benignidad.
Mientras pensaba en una ilustración de esta palabra, vino a mi mente
la historia de la mujer que fue atrapada en adulterio, ¿se acuerda lo
que dice allí en Juan capítulo 8. El señor Jesucristo estaba en medio de
aquellos fariseos muy enojados. Yo personalmente creo que ellos
fueron los que arreglaron todo esto para atrapar a la mujer. Aún a
veces pienso que alguno de ellos estaba involucrado con esta mujer,
pero este es otro punto. Lo que yo creo es que ellos realmente le
tendieron una trampa para poder atraparla en el acto de adulterio.
Pero allí está el señor Jesucristo entre ellos. Si usted observa lo que
hace Jesucristo, sin duda va llorar, porque la acción de Jesucristo está
llena de benignidad. Jesucristo actúa como un ser benigno. El dice:
“Aquel que esté sin pecado, lance la primera piedra” y todos tuvieron
que marcharse.
Peter Marshall antiguo capellán del Senado de los Estados Unidos,
describe esta historia diciendo: “Usted casi podía oír cuando las
piedras sonaban cuando caían al suelo, de las manos de los fariseos
mientras ellos se alejaban.” Creo que esta es una forma pintoresca de
describir esta experiencia. El señor Jesucristo con benignidad dice a la
mujer: “Ni yo te condeno, vete y no peques más.” Esta es la respuesta
de una persona benigna. Yo creo que la mayoría de nosotros

tendríamos que identificarnos con aquellos que tenían las piedras en
las manos. La mayoría de nosotros, cuando encontramos a otras
personas que han fallado, sobre todo contra nosotros, estamos
dispuestos a tomar las rocas y lanzarlas, ¿no es cierto? La mujer era
una adúltera, era culpable, nosotros somos los que estamos listos a
disciplinar a castigar, son pocos los que están listos a restaurar.
Existen muchas aves de rapiña entre los cristianos. Existen muchos
que se alimentan de los despojos ajenos. Esto es lamentable, pero es
así.
¿Se preocupa usted de las necesidades de otro genuinamente? ¿Es
usted uno de aquellos que pregunta?: ¿en qué puedo ayudarte? ¿qué
puedo hacer por ti? Esta dispuesto a ser útil y tratan con gentileza a
los demás. Eso es benignidad eso es amor.
Pablo dice que si usted no tiene este tipo de amor, un amor sufrido, un
amor benigno, usted puede predicar de día y de noche, puede
testificar hasta que se le seque su garganta, pero sin este tipo de
amor, no sirve de nada, no existe la auténtica comunión, no existe la
koinonía de la cual estoy hablando. Usted puede tratar de ayudar a las
personas en sus más profundas necesidades, pero si usted es una
persona maligna, no una persona benigna, si tiene un espíritu crítico,
destructivo, realmente no está haciendo nada.
El amor todo lo cree

Creo que de todo este grupo la expresión del amor mas difícil de
comprender es esta. Porque parece como que el amor es ingenuo y
que puede ser fácilmente engañado. Es como si nosotros deberíamos
ser fáciles de engañar. Eso no es lo que está diciendo. Esto no significa
que el amor no tiene discernimiento sino, que el amor no es
sospechoso. Sí confía, pero no sospecha. Si discierne, pero no recela,
si puede dudar, pero no es cínico.
Es triste encontrar a personas que viven bajo constantes sospechas.
Eso no es amor. ¿Es usted una esposa sospechosa, es usted un marido
sospechoso? Algunas personas se llenan de celos, sobre todo cuando
su esposa es bonita o es una persona muy atractiva, o cuando su
marido es una persona tan simpática que muchas personas se le
acercan. Cuando el amor está lleno de sospechas, no es amor genuino.
Porque el amor todo lo cree. Aun cuando una persona ha fallado, la
persona que ama vuelve a creer, vuelve a creer que la están diciendo
la verdad, aunque con prudencia mas tarde tenga que terminar su
relación con quien ha insistido en el engaño. Nada es mas destructivo
que la sospecha, nada es mas destructivo que la tendencia a creer lo
que es malo y el amor nunca creerá lo que es malo, aunque detectara
lo malo y lo confrontara en su momento oportuno.
Usted no se imagina cuan destructivo es para una relación conyugal, el

que uno de los cónyuges viva en un mundo de sospecha y celos y
todos podemos disfrutar de relaciones saludables cuando estamos
dispuestos a creer lo mejor hasta que no se pruebe lo contrario.
El amor todo lo espera.

El amor todo lo espera. Esto no significa que usted se va quedar con
los brazos cruzados, esperando que Dios haga lo que a usted le
corresponde, usted sigue esperando mientras sigue actuando. En la
relación interpersonal, este amor que todo lo espera le ayuda a seguir
con esperanza de que todo saldrá bien. Significa que usted va a vivir
con sabiduría y va a corregir cuando sea necesario y va a exhortar
cuando se da cuenta de un error, pero quien tiene que realizar el
cambio en la otra persona es Dios y usted sigue esperando lo correcto
y haciendo lo correcto, aunque tenga que seguir esperando que la otra
persona finalmente haga lo correcto. Que el amor todo lo espera no
significa que espera lo malo de los demás, sino que tiene la esperanza
que todo ira bien y por ello seguimos actuando bien, aunque otros
actúen mal. El amor sigue esperando en Dios y sigue haciendo lo que
Dios ordena y sigue esperando que las promesas de Dios se cumplirán.
“Todos los cristianos tenemos la responsabilidad y obligación

de amar, pero no conforme a nuestras ideas o deseos
naturales, sino conforme al modelo y diseño divino. Eso es
imposible hacerlo sin la participación divina. Dios ha dejado
todo lo que necesitamos para poder hacerlo. Su poder, la
presencia de Cristo en nuestros corazones, la descripción y
características de su amor divino reveladas en la Biblia y
nosotros, somos los únicos responsables de cuidar nuestra vida
integral aunque no es fácil cuidar de ella. Amar al estilo divino
con ese tipo de amor que nunca se acaba, que se basa en
valores, que es incondicional, que se basa en principios, que
nunca guarda rencor, ese tipo de amor que es ilimitado, pero
que establece limites saludables y nos permite vivir la vida que
Dios diseño sabiamente, demanda amar con gracia,
misericordia y justicia permanentemente.”
CAPITULO SÉPTIMO
EL AMOR:
UNA VIRTUD QUE DEBE SER
DESARROLLADA Y
PRACTICADA
Pasos que debemos dar para

practicar la virtud del amor
“El amor es un fruto del

Espíritu que todo
creyente recibe, pero
solo es evidente en
aquellos que han
decidido utilizar
prácticamente el
potencial divino que nos
ha sido entregado
soberanamente.”
Dr. David Hormachea

CAPITULO SÉPTIMO
EL AMOR:
UNA VIRTUD QUE DEBE SER DESARROLLADA Y PRACTICADA
Pasos que debemos dar para practicar la virtud del amor
“El amor es un fruto del Espíritu que todo creyente recibe como
un poder potencial, pero solo es evidente en aquellos que han
decidido utilizar prácticamente, el potencial divino que nos ha
sido entregado soberanamente.”
Dios entrega a todos sus hijos el Espíritu Santo. Nadie puede ser un
cristiano sin la presencia del Espíritu Santo en su vida y junto con la
presencia del Espíritu también vienen los frutos de este. Pero todo lo
que Dios nos entrega, a menos que sea un milagro, no es producto
terminado. Si Dios hace un milagro y sana su enfermedad, es
realmente un milagro y no existe intervención humana. Dios termina
completamente su obra. Pero si Dios determina no hacer un milagro, si
nos da el potencial, nos entrega ese poder que deja disponible para
que podamos enfrentar la situación efectivamente. Dios derrama de su
Espíritu y con el, nos da su amor en forma potencial pero nosotros
somos los encargados de saber lo que es, como es, como opera y
como desarrollarlo. Ese proceso nos lo enseña la Biblia. Mediante su
guía aprendemos a desarrollar y practicar una virtud que recibimos
como potencial.
La virtud del amor es mostrada por Pablo como si el amor fuera una
luz poderosa que se dirige a un prisma y allí se divide en luces de
diferentes colores que muestran lo maravilloso de la virtud. Esta virtud
llamada amor esta compuesta por una serie de ingredientes que
cuando nos apropiamos de ellos y son parte de nuestros valores, nos
permiten mostrar la gracia, la misericordia y la justicia que Dios nos
ha dado. Recuerde que el apóstol esta describiendo el amor a los
corintios que no estaban actuando como el amor demanda.
Observemos algunos pasos que nos pueden servir de guía para poder
desarrollar esta virtud que en potencial ya nos ha sido entregada:
PARA DESARROLLAR EL AMOR AL ESTILO DIVINO DEBEMOS

CONOCER Y AMAR A DIOS GENUINAMENTE: Nadie puede amar
con un amor divino que no ha recibido porque a Dios no ha
conocido.
No podemos amar como Dios exige, sin amarle a El como El ordena.
Debemos no solo conocerlo como nuestros Dios, sino también amarle
como tal.
1 Juan 4:7-10
“7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo

aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
8 El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios
envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él.”
Debido al amor de Dios por nosotros, nadie nos puede separar de El.
Por su amor estamos seguros en nuestra relación eterna con El.
Romanos 8: 35-39 xxx
Para desarrollar este tipo de amor al estilo divino debemos tomar la

determinación de amar y depender de Dios quien es el que nos da de
su amor.
Podemos amar porque El nos amo primero, porque El modela el amor
que exige, porque el ha derramado el amor en nuestros corazones.
1 Juan 4:19 dice que
19. “Nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero.
20 Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es
mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo
puede amar a Dios a quien no ha visto?
21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: «El que ama a Dios,
ame también a su hermano».
Romanos 5:5:
“ 5 y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido
dado.”
Cristo dijo: “si me amáis, guardad mi mandamientos” y esa es la
demostración de nuestro amor. Nadie puede odiar a los demás, si
decide obedecer a Dios.
PARA DESARROLLAR EL AMOR AL ESTILO DIVINO, DEBEMOS

DETERMINAR QUE RESPONDEREMOS A DIOS EN OBEDIENCIA
TOTAL: El amor no es una elección, es un mandamiento.
Romanos 13:8-10
“8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, pues el que
ama al prójimo ha cumplido la Ley,
9 porque: «No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso
testimonio, no codiciarás», y cualquier otro mandamiento, en esta
sentencia se resume: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley
es el amor.”
Es un mandamiento que debemos obedecer por ello Pablo dice en

romanos 12:10
13:10

UTILIZAR LO QUE YA NOS HA SIDO DADO: El amor ha sido
derramado en todo cristiano y es un fruto del Espíritu que ya
tiene, no hay que pedirlo ni buscarlo.
Romanos 5:5
“5 y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido
dado.”
Gálatas 5:22
“22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe…”
Podemos utilizar una pequeña parte del potencial recibido o abundar

en el. Pablo dice en 2 a los corintios 8: 7:
xxxx

SEGUIR LAS INSTRUCCIONES BÍBLICAS: El amor divino debe
ser basado en el pensamiento divino inerrante y no en nuestras
ideas cambiantes.
El amor puede ser practicado siguiendo nuestras ideas o mezclando

nuestros gustos con los mandamientos divinos y por ello, necesitamos
entender lo que Dios define como amor y lo que exige para poder
practicarlo. Nosotros tenemos la habilidad de fingir una virtud o de
practicarla a nuestra manera, pero así no cumplimos el propósito
divino.
Debido a que podemos fingir que amamos Pablo dice en romanos 12:9
“El amor sea sin fingimiento.”
En Primera a los corintios 14:1 se nos ordena:

“Seguid el amor…” porque es una virtud que recibimos como potencial,
pero ese potencial tiene que ser desarrollado.
En Primera a los Corintios 16:14 Pablo ordena “Todas vuestras cosas

sean hechas con amor…” es decir, que todas nuestras palabras,
actitudes y acciones deben manifestar nuestro amor. Debemos
desarrollar ese amor divino que se hace evidente en todo lo que
hacemos.
En efesios 5: 2 se nos ordena: “Sed, pues, imitadores de Dios como

hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se
entregó a si mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante.” Este es un amor que tenemos que desarrollar teniendo a
Dios como ejemplo.
El amor es una virtud que tenemos que conocer y desarrollar porque

tenemos el potencial, pero debe ser utilizado. Debemos vestirnos de
distintas virtudes, debemos apropiarnos de ellas, debemos vestirnos
de amor para poder desarrollar relaciones interpersonales saludables.
Pablo dicen en colosenses 3: 12-14: xxxx
Pablo nos comprueba que el amor es una virtud que tiene que ser
seguida, que no se materializa automáticamente, que debemos
estudiarla, apropiarnos y ejercitarla regularmente cuando le exhorta a
su discípulo en 1 Timoteo 2:22: “Huye de las pasiones juveniles y
sigue la justicia, la fe, el amor, y la paz, con los que de corazón
limpio invocan al Señor.”
Note quienes siguen la paz y el amor, así como la fe y la justicia. No
son todos los cristianos, sino los de corazón limpio que determinan
seguir estas virtudes.
El amor no es una virtud que se desarrolla en forma automática

y fácilmente podemos perder su manifestación y por ello solo
se desarrolla y se muestra cuando lo convertimos en nuestra
búsqueda preponderante y nuestra prioridad permanente.
Es claro en todos estos pasajes que el amor es una virtud que tiene
que ser desarrollada y por ello, debemos estudiar el amor divino para
que podamos imitarlo, debemos apropiarnos de esas verdades para
que podamos practicarlas y debemos ejercitarlas para que actuemos
en el amor que debemos tener.
Estudiar:
Investigar la revelación de la formula divina que nos ha sido
entregada.
Conocer los parámetros que su Creador ha establecido.
APROPIAR:
Aferrarse a las verdades con compromiso diario.
Determinar un sistema de evaluación permanente.
EJERCITAR:
Evaluar las áreas de diferencia entre nuestras acciones y el

verdadero amor divino.
Realizar un plan de aplicación regular.
Ejercitarlo en todo momento, con toda persona y en toda
circunstancia.

DESARROLLAR UNA COMPRENSIÓN SABIA Y BÍBLICA DEL
ADECUADO CONCEPTO DE AMOR: Nadie puede amar bien,
comprendiendo mal el concepto divino de amor.
Las definiciones que tenemos en nuestra mente son esenciales

para actuar correctamente. Si no entendemos lo que realmente
es el amor y como se puede practicar de acuerdo a como fue
diseñado, aun nuestro intento de amar será equivocado.
El amor al estilo divino tiene una estructura de principios

que deben ser aplicados fielmente por quienes desean
desarrollar su vida maduramente por practicar el amor que
Dios demanda.

DESARROLLAR UN ACERCAMIENTO CONSCIENTE A LAS
PERSONAS, QUE PRODUCE UNA CONEXIÓN RELACIONAL:
Somos motivados a amar en las conexiones relacionales.

RECONOCER QUE EXISTEN UNA CONEXIÓN CON LAS PERSONAS
QUE NOS INCITA A DESARROLLAR ACCIONES: somos
motivados a actuar como expresión de nuestro amor.

REALIZAR UNA ORGANIZACIÓN DE IDEAS Y PENSAMIENTOS
QUE PERMITEN EL ACERCAMIENTO: Organizar las acciones en
respuesta a nuestro amor es un acto programado.

EXAMINAR CUAL ES LA RESPUESTA DE LA PERSONA EN QUE
HEMOS ENFOCADO LA EXPRESIÓN DE NUESTRO AMOR:

Independientemente de su respuesta debemos planificar
nuestra reacción de amor.

DESARROLLAR UN PLAN A SEGUIR PARA RESPONDER BASADOS
EN LA MORALIDAD BÍBLICA INFALIBLE Y NO EN NUESTROS
PENSAMIENTOS Y GUSTOS FALIBLES: Nuestra respuesta debe
estar basada en la Biblia y su moralidad para no equivocarnos y
pese a los buenos sentimientos ser movidos por la
pecaminosidad.
Debemos realizar una evaluación de los valores que dirigirán nuestras
acciones.

TENER SABIAS ACCIONES QUE DEMUESTRAN NUESTRO AMOR
POR DIOS, POR NOSOTROS Y POR LOS OBJETOS DE NUESTRAS
ACCIONES: Cuando amamos con el amor divino todas las partes
salen beneficiadas y ninguna puede ser perjudicada.

DETERMINAR QUE TODO LO QUE HACEMOS, SEA PRODUCTO
DEL EJERCICIO DE NUESTROS DONES ESPIRITUALES O DE
NUESTROS TALENTOS Y HABILIDADES NATURALES SERÁ
REALIZADO POR AMOR Y CON AMOR: El amor es la virtud
predominante, preeminente y permanente y así debe ser
respetada.
“El verdadero juez de todo lo que hacemos es nuestro Dios y

único Señor. Solo el conoce si los dones recibidos que
utilizamos y las obras portentosas que realizamos, son
realizadas verdaderamente fundamentadas en el amor. Es que
Dios dice que solo así tienen un verdadero valor.”
Pablo dice que si usted no tiene este tipo de amor, un amor
sufrido, un amor benigno, un amor que no tiene envidia, usted
puede predicar de día y de noche, puede testificar hasta que se
le seque su garganta, puede hablar en lenguas y profetizar y a
todos impresionar, menos a Dios, si usted no hace todo lo que
hace y dice todo lo que dice movido por el amor de Dios que le
ha sido entregado. Sin este tipo de amor, todo lo que hacemos,
no sirve de nada.
Pablo utiliza la descripción de los dones para decir que un hijo

de Dios puede hacer las cosas más impresionantes que permite
el don realizar y puede vivir una vida de filantropía y servicio,
pero si la practica no es basada en el amor, de nada sirve. Es
decir, la conclusión es que es posible tener dones espirituales y
no tener amor. Es posible usar los dones espirituales y usarlos
sin amor. Es posible ser experto en el uso de ellos, pero que
nuestra obra no tenga ninguna validez delante de Dios. Es
posible ejercer los dones del Espíritu y ser un cristiano
desobediente. Es posible tener los dones del Espíritu y no los
dones del Espíritu y que Dios diseño y ordena que los dones
espirituales funciones dentro de los limites de los frutos del
Espíritu y que los frutos del Espíritu se producen cuando el
cristiano camina en el Espíritu.

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EL AMOR VIRTUD DIVINA QUE DEBEMOS IMITAR LOS HUMANOS RESUMEN (Guatemala PDF

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Como entramos y salimos del amor.

Virtud divina que

debemos imitar los

Dr. DAVID HORMACHEA

“Todos los que

ACERCAMIENTO Y AMOR: CLARIFICACIÓN DE UNA CONFUSIÓN

“Todos los que experimentan el amor genuino disfrutan de una

En este capítulo daremos una mirada panorámica a ciertos conceptos

buscara nuevamente no solo con el propósito de verla, sino de tener

¿Se terminó el amor?

Algunas personas después de un tiempo de haberse acercado con gran

distintos relatos he notado que existe un denominador común. Todas

Cuando dos personas que se acercaron por la gran pasión que

se sujeta a las mas altas reglas de moralidad, tiene un serio

EL PELIGRO: Lo cautivante y peligroso de la atracción mutua

Un dicho popular reza: “No confunda la hinchazón con la gordura.”

esperando. Algunas parejas relatan que disfrutaron de tan hermosos

LO DESTRUCTIVO: La pasión de la infatuación.

La atracción mutua que no es controlada por un sistema de valores

ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del

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“Ninguna persona puede amar imitando el amor divino si en su

El amor siempre produce un acercamiento sabio y beneficioso entre las

EL RIESGO: La afinidad que produce la química

Sin lugar a dudas todos hemos experimentado una conexión muy

anillo al dedo y mucho o todo lo que hace o es la persona nos agrada.

amor. Pero, la misma atracción, pensamientos y la fuerte conexión,

LA DESGRACIA: El error de la cercanía sin límites.

Es triste y produce dolorosas consecuencias creer que uno ama, pero

haya una tendencia a la impureza. La pureza no nos viene

LA INCONSISTENCIA: Variabilidad que anula el amor.

El amor es permanente, es estable, es solido, es igual en todo lugar y

conflictos que pudieran ocasionar otras personas, sino la falta de

bajo su cargo en la empresa en que trabajaba. Tenia un record

“Estoy convencido que

“Estoy convencido que todos los que tienen amor disfrutan de

Estoy convencido que una persona puede estar

Otras personas que no han aprendido a amar usan una hermosa

Es emocionante vivir el proceso de acercamiento entre dos

Ser cercanos no significa tener amor y los que aman nunca

sentimientos partimos con los mas inofensivos, aquellos sentimientos

Las relaciones se hacen mas o menos profundas dependiendo

No podemos desconocer que es maravilloso pasar por la encantadora

enamoramiento pues disfrutamos de nuestro acercamiento, pero ese

ambos estaban poniendo en peligro su vida conyugal. Ellos eran un

nuestra responsabilidad para construir una relación saludable nos

El amor genuino incluye aceptación. El aceptarnos tal como

“Ninguna persona puede amar a su novia (o) y tener relaciones

La Biblia nos asegura que no están imitando el amor divino quienes

de dos personas y desarrollar con ellas relaciones pecaminosas tiene

He conversado con jóvenes que me han dicho que están muy

El amor tal como es descrito en la Biblia no nos permite vivir en

Algunos jóvenes y señoritas me han confesado que debido a que han

genuino no es lo mismo que enamoramiento. Ellos han sido victimas de

Cuando dos personas que aún no se han casado, se

conducta, es ella la que tiene que definirnos el amor de acuerdo a los

En la Biblia se nos relata la historia de un joven enamorado que

Amnón sabía que estaba actuando pecaminosamente, sin embargo,

La pasión sin control nos enceguece y nos pone en serio peligro

El deseo de alcanzar lo ilícito no es un problema nuevo. Ha sido un

ocurre, existe la posibilidad de romper cualquier ley de los hombres y de

El diccionario describe "la pasión" como "un estado de perturbación o