1. Hasta el momento se reconocen dos tipos de críticas: la del contexto, en la que se relaciona un
texto con la historia de la literatura y la de estilo, preocupada del lenguaje del texto. Estas
poseen sus límites, poco nos dicen sobre el “lenguaje literario del texto” y su funcionamiento.
2. Problema del lenguaje literario ¿Cuál es su especificidad?¿es acaso diferente del lenguaje
normal?¿De qué norma se separa?¿Posee otra gramática, acaso?
2.1 Estilística idealista, representada por Dámaso Alonso: entre el habla usual y literario no hay
sino una diferencia de grado y matiz. Todo hablar sería estético si es expresivo, siendo la
literatura no una cuestión de técnica, sino de expresividad.
2.2 La postura más generalizada es que el lenguaje literario no es un sistema distinto de lengua,
sino que tiene un funcionamiento peculiar consistente en: 1 forma de desarrollarse la
comunicación lingüística, 2 un sistema semiótico que funciona con el lenguaje como sistema
significante y 3 la creación de signos y convenciones contra el uso del lenguaje. [A
continuación, críticas]
2.2.3 La peculiaridad del lenguaje literario como desviación de la norma ha sido criticada
por el problema de la fijación de la norma ¿Quién lo hace? (Greimas). Todas las lenguas
naturales son polisémicas, pudiendo llegar a todos los universos semánticos.
2.3 ¿El lenguaje literario debe ser entendido por la misma gramática? Pregunta de la lingüística
generativa. En este debate se ha posicionado la respuesta de que la estilística es más bien
clasificatoria, analizando rasgos compartidos en ciertos tipos de mensajes, pero la literatura
por sí no puede ser considerada una lengua especial.
2.4 [Conclusiones del apartado] Dos hechos se nos imponen: 1 no se ha podido dotar a la
literatura de una esencia lingüística independiente, por lo que es un fenómeno social y cambia;
2 El rigor científico supuesto en la preocupación lingüísitca ha permitido explicar hechos que
antes se comentaban solo de manera impresionista.
3. [Posición del autor] No se cree en un lenguaje literario: está construido por convenciones y una
práctica del lenguaje que lleva la explotación de mecanismos por sobre otros. El hecho que sean
convenciones muestra su carácter histórico. Además, la literatura no es la constante, no es
universal.
4.5 [Síntesis] Hay una estructura formal interior a la obra (formas de expresión, sintaxis o
análisis narrativos) y también un contenido interior (contenido estético semántico o análisis
temático) y una relación de la obra con lo exterior a ella (interpretación o pragmática). Además,
se coincide en que hay un plano de expresión y otro de contenido.
5.1 “Lo único que hemos querido mostrar es que no podemos dar normas para valorar en un
texto aislado, ni su expresividad, ni su grado de belleza, ni su significación histórica. Esto
dependerá de un contexto social más amplio.
6. Necesidad de la historia de la literatura para el análisis, puesto que posiciona los textos en su
contexto y nutre su análisis, pues da herramientas y justifica las interpretaciones.
I. La palabra
Estudio de algunos fenómenos ligados a esta unidad lingüística o unidades menores que la
constituyen (rasgos y fonemas; además de grafemas, espacios y puntuaciones).
1. Vista y literatura – lo que hoy se entiende por literatura se transmito sobre todo de manera
escrita: relación con el sentido de la vista, con ella adquieren relevancia la ortografía, la
disposición de los textos y el tamaño de las letras [se podría agregar la tipografía también].
Algunos procedimientos:
1.1. Escribir con mayúscula palabras que no se escribe así para llamar la atención; falta de
puntuación, comillas para jugar con la connotación y las faltas de ortografía para agredir la
palabra o connotar la procedencia de un grupo.
1.2. Tipografía, tamaño y distribución de las líneas como cambio de tema. Ejemplo: uso de
cursivas, caligramas y el letrismo.
2.2. Número de vocales y consonantes de un texto. Hay análisis que utilizan este procedimiento
para justificar calificativos del tipo “claro”, “oscuro”, “pesado”. Ejemplo: texto triste, vocales y
consonantes “oscuras”. Creación de isotopías, es posible que quien escribe utilice palabras por
su fonética, creando iteraciones de unidades lingüísticas.
3. Cambios en la forma de una palabra: aféresis, síncopa o apócope, según el corte sea al
principio, al medio o al final.
4. No se puede determinar un valor fijo a los fenómenos mencionados con anterioridad, estos
dependen del contexto de su empleo. Sin embargo, pueden darnos indicios que nos
encontramos ante un “texto literario” y que su uso corresponde a una intencionalidad.
Mención de algunos valores que pueden obtener:
4.1. Poema “Solía escribir con su dedo grande” de C. Vallejo y uso de faltas de ortografía:
“¡Viban los compañeros…” para manifestar condición proletaria.
4. 1. 1 uso de la i por Góngora por su sonido en verso sobre dama y el alfiler, donde no solo
es fonético, sino también gráfico.
4.2. Simbolismo de sonidos, su nexo con la realidad ha sido motivo de estudios, aunque el
valor finalmente lo dará el contexto de su uso. Algunas consideraciones sobre los valores que
se pueden obtener.
4.2.1 Diferencia entre onomatopeyas y el valor de los sonidos en relación con otros campos
sensitivos (oscuridad, claridad; suavidad, dureza) que son fenómenos sinestésicos,y por lo
tanto, metafóricos.
4.2.2 Dificultad de definir objetivamente ciertas sensaciones a ciertos sonidos. Sin embargo,
algo que se ha dicho (Dámaso Alonso) es que hay vocales claras (a, e, i) y oscuras (o, u);
consonantes suaves (fricativas) y duras o ásperas (oclusivas y vibrantes). Ejemplo del verso
“infame turba de nocturnas aves” donde la oscuridad fonética del fonema “tur” crearía un
significado especial al transponer la oscuridad al campo visual. Esto va más allá de lo
figurativo.
4.2.3 Isotopías fonéticas que podrían ser intencionales, es decir, usadas con determinados
fines. Hay que ser precavido con el análisis de éstas.
5. Valor que tomaría los cambios de forma: cambios ponen en relieve a la palabra [Esta idea
está presente también en Heidegger, pero respecto a las cosas]. Ejemplo de la golondrina en
Huidobro, donde las asociaciones se hacen a partir de la materia fónica, aunque pueden
darse otro tipo de combinaciones (metafóricas o metonímicas: golondrina – violoncello)
5.1. Ejemplo de paronomasia, semejanza fonética entre dos o más palabras, en poema de
Huidobro que es estructurado por ella.
II. La frase
1.1. Elipsis: No aparición explícita de ciertos elementos constitutivos de una frase, ya sean
palabras o signos, tales como puntos. Este procedimiento ha recibido nombres como
zeugma, eliminación de un verbo o adjetivo que se repite en frases contiguas o
dependientes; asíndeton, eliminación de los elementos de unión entre frases (“acude,
corre, vuela”); parataxis, unión de dos elementos sintácticos del mismo nivel e
independientes entre sí (“come y calla”); entre otros. Algunos ejemplos:
1
Recordar lo mencionado por Barthes en “Introduction à l’analyse structurale du récit”, sobre la paradoja
lógica de los relatos.
1.2. Ampliaciones del esquema básico mediante paréntesis, acumulaciones, explicaciones,
dispersando la atención del núcleo oracional y centrando la atención en ciertas partes
de la frase:
1.3.2. Sobre el orden: posiciones que se ven privilegiadas, como en la frase “A las
siete viene el coche a buscarnos” que es distinta a “El coche viene a las siete a
buscarnos”, o bien en el orden de elementos para guardar cierta simetría
(quiasmo) o invirtiendo el orden.
1.3.3. Quiasmo, ordenación de dos grupos de palabras de tal forma que el segundo
grupo invierte el orden del primero, estructura que recuerda el reflejo de una
imagen en un espejo y que sirve para crear un contraste. Ejemplo de Góngora :
“¿Quién, pues se maravilla deste hecho,/ sabiendo que halla ya paso más llano,/
la bolsa (1) abierta (2), el rico (3) pelicano (4), que el pelicano (4) pobre (3),
abierto (2) el pecho (1)?”.
1.3.4. Inversión, tal como lo indica es la inversión total del orden lógico. Ejemplo de
Góngora: “Para que desta vega el campo raso/ borde saliendo Flérida de flores”
cuyo orden lógico sería: “para que Flérida borde el campo raso desta vega”.
1.3.5. Hipérbaton, consiste en la alteración del orden de las palabras de una o más
frases de un periodo. A diferencia del quiasmo o inversión, este no conserva la
misma ley tácita de las anteriores. Ejemplo de Góngora: “a mí, que de tus
2
[Revisar más al respecto]
3
Estilos directo, indirecto e indirecto libre: El estilo directo se caracteriza por la decisión del narrador de dejar
las palabras textuales de los personajes mediante indicaciones como dobles puntos, guiones o comillas; el
indirecto por la decisión de interiorizar los diálogos o expresiones en la voz del narrador, manteniendo su
registro; y el indirecto libre, el que es el más ambiguo pues se dificulta la separación de voces debido a la
utilización de ambos registros. En algunos casos el narrador no utiliza las palabras, sino que adopta la
perspectiva del otro personaje.
fértiles orillas/ piso, aunque ilustremente enamorado, tu noble arena con
humilde planta,/ dime si entre las rubias pastorcillas/ has visto, que en tus
aguas se han mirado,/beldad cual la de Clori, o gracia tanta”4
1.4. [Conclusión del apartado] “Pero, en general, se puede afirmar que estos mecanismos
están destinados a forzar la competencia lingüística del lector al máximo. Hay una
sensación de la forma, como decían los formalistas rusos, una práctica del arte como
procedimiento, un llamar la atención sobre el mismo mensaje o romper los
automatismos de la percepción lingüística. Y, en este sentido, lo único que significan es
“literario”.
2. [Convenciones respecto a la métrica] Se presenta a continuación las repercusiones que
pueden tener las convenciones métricas tienen sobre la sintaxis del poema. El verso crea
una propia sintaxis que se une a la de la frase, de ahí habrán desajustes o coherencias entre
las estructuras.
2.1. Encabalgamiento, desajuste entre la estructura sintáctica de la frase y el ritmo del
verso, puede ser abrupto o suave según finalice antes del verso siguiente o calce en su
fin.
2.2. Esticomitia, calce de cada frase de una estrofa en un verso.
2.3. Las unidades rítmicas de las estrofas crean múltiples relaciones, entre sí y entre las
palabras de una misma unidad. (cruces horizontales y verticales).
2.3.1. Estructuras bimembres simétricas:
2.3.1.1. “cestillos blancos de purpúreas rosas”, estructura de quiasmo en verso de
poema Garcilaso: sust. + adj. + prep. + adj. + sust.
2.3.1.2. “infame turba de nocturnas aves”, estructura parelelística en verso de
poema de Góngora: adj.+sust.+prep.+adj.+sust. (llamada también
bilateralidad sintáctica).
2.3.2. Paralelismo estructural entre versos:
“infame turba de nocturnas aves,
gimiendo tristes y volando graves”.
La estructura es:
adj.+sust.+prep.+adj.+sust.
ger.+adj.+conj.+ger.+adj
Evidenciándose dos paralelismos en cada verso, del tipo 1+2-1+2.
2.3.3. Anáforas, repetición de la misma palabra al comienzo de varios versos.
2.3.4. Correlaciones, en donde hay una correspondencia entre los elementos de un
verso y los de un segundo:
“Afuera el fuego, el lazo, el hielo y la flecha
de amor que abrasa, aprieta, enfría y hiere” (Cervantes).
4
[Se ve una alteración lógica parecida a la del anacoluto, donde hay cambio de tema: la irrupción de las
pastorcillas, además de un ampliación que demora el tema “ aunque ilustremente enamorado”, además de
inversiones: ilustremente enamorado por enamorado ilustremente y gracia tanta por tanta gracia. Se rompe la
lógica del a mí dime si entre las rubias pastorcilas has visto beldad (cual la de Clori) o tanta gracia.]
2.4. Funcionamiento poético, según el trabajo de Samuel R. Levin. Se comienza por el
concepto de paradigma en el entorno. Ejemplo de “Pedro compró un … para leer”.
El espacio en blanco abre la posibilidad de rellenar con cierto tipo de palabras tales
como periódico, libro, revista, pero no otras, tales como perro, gato, etc. Las palabras
que sí podrían ir constituyen un paradigma del tipo I o clase de posición. Además de
esto, las palabras se podrían relacionar por su significado o fonética: así libro se podría
relacionar con las mencionadas por su significado y con “liebre, libre, labró” por su
fonética, formando un paradigma del tipo II o natural.
1 posiciones comparables
“Sucede que entro en las sastrerías y en los cines” donde son comparables “en las
sastrerías” y “en los cines” en tanto desempeñan las mismas funciones respecto a
“entro”.
2 posiciones paralelas
“desnudos huesos y cenizas frías” donde desnudos y frías ejercen la misma función
respecto a huesos y cenizas. Son paralelas pues se refieren a sintagmas distintos.
Apartado dedicado al estudio del sentido dentro del sistema lingüístico. Según Todorov habría que
distinguir dos cuestiones semánticas (formales y sustanciales) a la hora de abordar un texto y que se
relacionarían con las preguntas: cómo significa un texto y qué significa, el primero relacionado con
la semántica lingüística y el segundo con la semántica sustancial, encargada de ver la relación con
el referente (mundo).
1. Tropo, la definición tradicional habla de cambio del sentido habitual de una palabra, pero el
problema aparece cuando intentamos fijar dicho “sentido habitual o normal”, considerando que
hay tropos que se han vuelto corrientes, tal como hablar de perlas por dientes, etc. Será más útil
definir dicho cambio de sentido cuando hay “dificultad de interpretación” de acuerdo con el
contraste de sentido que tienen las palabras en funcionamiento “normal” y por lo tanto
requieren una operación de reducción o traducción.
Ejemplo “Vanse de su piel, rascándose el sarcófago en el que nacen” (César Vallejo), donde la
palabra sarcófago nos interpela a pensar en su significado: puede ser cuerpo, pues puede
contener a un ser muerto.
Otros tipos de diferenciación se hacen a partir de cambios semánticos por las asociaciones
de sentido que se establecen, sean por semejanza (metáfora) o contigüidad (metonimia), las
que recrean a la vez las establecidas por Saussure: paradigma y sintagma, respectivamente.
(Ullmann, Jakobson).
1.1.1. En la metonimia aparecen todos los miembros de la figura. Ejemplo, agua rectangular
por agua de un recipiente rectangular (Borges).
1.1.2. En la reducción de la metáfora el término metasémico o metafórico no aparece.
Ejemplo: “El viento que nunca duerme” (G. Lorca) por “el viento no cesa”.
1.2. La metáfora será un cambio de sentido basado en la relación de semejanza entre los
términos comparados. No se trata de una comparación explícita, sino de una identificación
entre dos términos distintos.
1.2.1. En la metáfora se suelen distinguir el término que se compara y el término con el que
se compara. En ejemplo de Vallejo: cuerpo es el término que se compara, término
metaforizado o tenor y sarcófago con el que se compara, término metafórico o
vehículo. La semejanza o fundamento es el término por el cual se identifican el uno
con el otro. Gráficamente:
“El día de los desventurados, el día pálido se asoma, con un desgarrador olor frío, con
sus fuerzas en gris, sin cascabeles, goteando el alba por todas partes:
es un naufragio en el vacío, con un alrededor de llanto” (Neruda).
1.2.3. Dentro de esta clasificación cabe mencionar al oxímoron, contradicción entre dos
palabras vecinas, que suelen ser un sustantivo y un adjetivo; y la antífrasis, en la que
se expone una idea por la idea contraria, con intención irónica, normalmente: “¡YA!
ME LO CREO TODO.
1.2.4. Hay una serie de figuras cuya pertenencia al campo de las metáforas o al de las
metonimias no es clara: antonomasia, metáfora con tendencia a la lexicalización y en
que se sustituye un nombre por el de la cualidad que le corresponde; la sinestesia,
fusión de impresiones correspondientes a varios sentidos. Ejemplo: “Hay una noción
de lágrimas y cálidas palabras” (V. Huidobro). Finalmente, la comparación de la que
se pueden distinguir tres tipos: comparaciones ya semantizadas, donde no se da
cambio de sentido y no se sienten como figuras: “trabaja como mula”; comparaciones
“verdaderas”: “Es tan bella como la madre” que depende del contexto para ver su
sentido (si la hija o la madre es fea, el sentido es más bien irónico), tampoco hay
cambio de sentido; y comparaciones metafóricas. Compárese estos ejemplos:
1.3. Metonimia, tradicionalmente definida como la figura que consiste en designar una cosa
con el nombre de otra, que está con ella en una de las siguientes relaciones: a. causa y
efecto: vive de su trabajo; b. continente y contenido: tomaron unas copas; c. lugar de
procedencia a cosa que de allí procede: el jerez por un vino de jerez; d. materia a objeto:
una bella porcelana por una bella figura de porcelana; e. signo a cosa significada:
traicionó a su bandera por patria; f. abstracto a concreto, genérico a específico: burló a la
vigilancia por vigilantes. En todas estas aparece una reducción, tal como la mencionada
por Martínez García.
1.3.1. Otra figura de contigüidad es la sinécdoque que consiste en poner el todo por la parte
o la parte por el todo. Ejemplo, un lienzo (por un cuadro). La antonomasia es
considerada a veces en este tipo de figuras. Otra es la hipálage que consiste en aplicar
a un sustantivo un adjetivo correspondiente a otro sustantivo de su sintagma:
“El río innumerable de los años”; “Yo fatigo sin rumbo los confines/ de esta alta y
honda biblioteca ciega (Borges).
2. El otro medio de significación son las isotopías del contenido o reiteraciones de unidades
semánticas mínimas (semas o rasgos semánticos). En este sentido será útil recordar lo
mencionado por Saussure sobre las relaciones asociativas y que después se han llamado
relaciones paradigmáticas: Ejemplo de las asociaciones que suceden en la mente de la palabra
profesor, tanto por su significante: con su raíz o sufijo; como por su significado, con sus
sinónimos.
2.1. Esta idea es ampliada por Bally (En Pierre Guiraud) en el concepto de campo asociativo,
basado en el conjunto de asociaciones de una palabra con otra palabra, de las evocaciones
y connotaciones que una palabra induce a pensar. Cabe destacar que el concepto de Bally
no se sujeta solo a lo lingüístico. Lingüísticamente se basaría en sinónimos, antónimos,
homónimos, términos semejantes en sonido y sentido; y los términos que entran en las
mismas combinaciones habituales.
2.2. En cuanto al léxico, las palabras de una lengua están repartidas en tiempo, espacio
(dialectos), capas sociales, escrituras (estilos). Lo que puede generar variaciones internas
que afecten la homogeneidad del texto: interferencias diacrónicas, diatópicas, diastráticas,
diafásicas.
2.3. Una vez caracterizado el campo asociativo podemos decir que cada campo nos dará el
tema del texto o de un fragmento, definido por la repetición de estos rasgos semánticos. Es
decir se trataría de reagrupar las palabras del texto que pertenecen al mismo campo
asociativo. Por otro lado, la homogeneidad o heterogeneidad de las palabras de un texto, de
acuerdo al léxico, definirían el tono, por ejemplo: arcaico/actual; dialectal/estándar;
“alto”/”bajo”; “literario”/familiar. (François Rastier, en Greimas et al.).
IV. Designación
Se entiende por designación la referencia del lenguaje a una realidad extralingüística. Para poder
describir o comprender la forma en que el lenguaje designa a la realidad es imprescindible conocer
el contexto en que se da el hecho lingüístico. Ejemplo del valor de la frase “es un perro”.
La obra literaria se caracteriza por su ambigüedad, no pudiéndose decir con certeza si es verdadera
o falsa, solo que es verosímil o no, entendiendo por ello una acomodación a lo que se entiende por
verdadero, lo que no significa una acomodación a la realidad, sino a normas textuales exteriores al
texto. Ejemplo del realismo y los cambios que ha tenido en el tiempo.
1. Géneros literarios, que sientan normas, pero a su vez van cambiando con el tiempo.
Ejemplo: historia de la novela.
2. Temas por género, lo que también es histórico. Acá pueden entrar estudios comparados
sobre el tratamiento de temas.
3. Procedimientos lingüísticos comprensible a partir del conocimiento del referente, llamados
metalogismos (Dubois en Rhétorique générale) los cuales hacen alusión al contexto o
referente, se dan en una o varias palabras y sometidas a la lógica dan valor falso.
3.1. Lítotes, negar lo contrario de lo que se quiere afirmar. Ejemplo: “Se llevó un susto
no pequeño” o “nadie lo ignora”.
Donde los puntos suspensivos dan a entender que hay algo más de lo que se dice. El
silencio puede ser elocuente, es decir que uno puede utilizar el no-discurso para designar
algo que el contexto nos dará a conocer.
3.6. Eufemismo, la confusión de la palabra con la cosa que designa es la base de esta
figura que busca no nombrar lo desagradable.
4. Sobre la relación texto con norma exterior al texto en cuestión o intertextualidad (Kristeva):
“Todo texto se construye como un mosaico de citaciones, todo texto es absorción y
transformación de otro texto”. Afirma y niega, está el texto en un conjunto diacrónico y
sincrónico respecto a otros. Esto está relacionado con las influencias, plagios, préstamos,
negaciones explícitas, etc. Cabe destacar que es por medio del estudio de la intertextualidad que
el texto entra en relación con la historia literaria y como el análisis puede enlazar con el
comentario literario.