PRESENTADO POR:
YESICA ARZAYUS
UNIDAD 1, 2 Y 3 - TAREA 5
EXPOSICIÓN EN VÍDEO DE FISIOLOGÍA DEL CUERPO HUMANO
TUTOR:
ALEJANDRO SOLO NIETO
El siguiente trabajo es acerca de los sistemas del cuerpo humano los cuales le permiten al ser
humano sobrevivir, y necesita que todos funcionen correctamente para seguir una vida adecuada.
Si alguno de estos sistemas no funciona correctamente entonces la persona no podrá llevar una
vida normal y necesita una terapia u operación para poder mejorar, es por esto que es importante
tener siempre los sistemas funcionando adecuadamente para poder vivir bien.
Los humanos, como otros seres vivos, somos pluricelulares, nuestras células se organizan dando
lugar a tejidos, órganos, sistemas y aparatos, un tejido es la asociación de células que tienen la
misma estructura y función.
Un órgano está formado por un conjunto de tejidos distintos que, entre todos realizan una
determinada función, cuando los órganos se asocian para realizar una función vital determinada
forman aparatos y sistemas.
Los aparatos se forman por la asociación de órganos con distintas estructuras, como el aparato
digestivo o el reproductor, los sistemas están formados por órganos que tienen la misma estructura,
como es el sistema nervioso o el muscular. La asociación de tejidos, órganos, sistemas y aparatos
tiene como función la supervivencia del individuo y de la especie.
Los organismos vivos deben ser capaces de llevar a cabo diferentes funciones si quieren
mantenerse con vida. Si alguna de sus funciones vitales es interrumpida el organismo no
sobrevivirá, o puede que esa especie no continúe existiendo. Para entender mejor las funciones
vitales de nuestro organismo nos centraremos en cada una de los sistemas.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Entender las funciones de cada uno de los sistemas del cuerpo humano.
ACTIVIDADES A DESARROLLAR
Esta etapa se realizará de forma individual, el estudiante debe hacer una exposición en vídeo no
más de 3 minutos, basándose lo visto en las unidades anteriores en el cual deberán explicar la
fisiología de los diferentes sistemas del cuerpo humano, subirlo a YouTube como privado y
compartir al tutor el link y la clave de ingreso, en un Word con: portada, introducción,
cuerpo del trabajo, conclusiones y bibliografía en normas APA.
R//
https://www.youtube.com/watch?v=3fyFmADESt4&feature=youtu.be
TRABAJO ESCRITO
LOS COMPONENTES DEL CUERPO HUMANO
El cuerpo humano se compone de cabeza, tronco, extremidad y los brazos son las extremidades
superiores y las piernas las inferiores. El tronco se divide en tórax y abdomen, articulando a las
extremidades superiores, inferiores y a la cabeza.
Uno de los sistemas de clasificación del cuerpo humano, respecto a sus componentes
constituyentes, es la establecida por Wang y col. en 1992:
Nivel atómico: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo.
Nivel molecular: agua, proteínas, lípidos, hidroxiapatita.
Nivel celular: intracelular, extracelular.
Nivel anatómico: tejido muscular, adiposo, óseo, piel, órganos y vísceras.
Nivel cuerpo íntegro: masa corporal, volumen corporal, densidad corporal.
El cuerpo humano tiene diferentes niveles jerarquizados. Así, está compuesto de aparatos; estos
los integran sistemas, que a su vez están compuestos por órganos conformados por tejidos, que
están formados por células compuestas por moléculas.
El cuerpo humano posee más de cincuenta billones de células. Estas se agrupan en tejidos, los
cuales se organizan en órganos, y éstos en ocho aparatos o sistemas: locomotor(muscular y
óseo), respiratorio, digestivo, excretor, circulatorio, endocrino, nervioso y reproductor.
LOS SISTEMAS DEL CUERPO HUMANO
Definición de Sistema:
Un sistema es un conjunto de órganos y estructuras que trabajan en conjunto para cumplir algunas
función fisiológica en un ser vivo.
Sistema endocrino: (Sistema hormonal) Es el sistema que produce hormonas que son
liberadas a la sangre y que regulan algunas de las funciones del cuerpo incluyendo el estado
de ánimo, el crecimiento y el metabolismo.
Sistema urinario: (sistema excretor) Es el sistema que tiene la función de expulsar los
desechos que ha dejado el proceso digestivo.
1. FISIOLOGÍA CELULAR
La célula, en tanto que unidad funcional de los seres vivos, está capacitada para llevar a cabo las
funciones características de éstos, a saber, nutrición, reproducción y relación. Dicho de otro modo,
las funciones que caracterizan a los seres vivos también tienen su contrapartida a nivel celular. La
Fisiología celular se ocupa del estudio de estas funciones
La célula como unidad estructural y funcional de los seres vivos La teoría celular contiene cuatro
puntos básicos:
ESTRUCTURA CELULAR
La célula humana es una célula eucariota. Tiene un núcleo en su interior y pequeñas estructuras en
su citoplasma, llamadas orgánulos. Está envuelta por la membrana plasmática fina lámina que
controla el paso de sustancias, es decir, el alimento que entra o los residuos que salen de la célula.
La célula contiene un citoplasma en el que hay agua y orgánulos celulares. En ellos se hacen las
reacciones químicas que permiten obtener las sustancias necesarias para sobrevivir.
El núcleo es la estructura característica de las células eucariotas. Contiene el ADN y lo protege
mediante la envoltura nuclear. El ADN se encuentra condensado en forma de cromatina y contiene
la información genética en su estructura.
Las mitocondrias son orgánulos grandes, con doble membrana, que producen la mayor parte de
la energía que necesita la célula, mediante procesos de oxidación de materia orgánica. Para ello,
utiliza oxígeno y libera dióxido de carbono. Este proceso se denomina respiración celular.
Los centriolos están formados por microtúbulos que intervienen en la formación del huso
acromático y el citoesqueleto.
El retículo endoplásmico está formado por sacos, túbulos y vesículas. Su función consiste en
sintetizar, almacenar y transportar sustancias.
Los ribosomas sirven para construir proteínas a partir de la información del ARN mensajero. Esta
información se copia del ADN. Son estructuras muy pequeñas que están repartidas por el
citoplasma o pegados al retículo endoplásmico.
MITOSIS
Las células eucariotas se dividen habitualmente por mitosis. Una célula duplica su información
genética y la reparte en dos núcleos. Se forman dos células hijas genéticamente idénticas entre sí
e idénticas a la célula madre.
MEIOSIS
Algunas células eucariotas se dividen por meiosis. La célula que se divide reparte su información
genética, formando células hijas que contienen la mitad de información que la célula madre. La
reproducción sexual se realiza a partir del mecanismo de la meiosis; lo utilizan los organismos
eucariotas para formar descendientes diferentes a los padres. Las células formadas por meiosis en
los animales se llaman gametos. Los gametos masculinos se llaman espermatozoides y los
femeninos, óvulos. Al tener la mitad de información genética que una célula normal, cuando se
juntan un óvulo y un espermatozoide forman una nueva célula que tiene la cantidad normal de
información genética. La unión de gametos recibe el nombre de fecundación. La célula formada
se llama cigoto.
NUTRICIÓN CELULAR
Todas las células del organismo captan nutrientes del entorno. Esos nutrientes son transformados
en el citoplasma de la célula mediante el conjunto de reacciones químicas que constituyen el
metabolismo. Las reacciones del metabolismo pueden ser de dos tipos:
Catabólicas, si las moléculas se degradan para producir energía que la célula utiliza de
diversas formas. El catabolismo se encarga de suministrar energía a la célula. La mayor
producción de energía en la célula la realizan las mitocondrias mediante la respiración
celular.
FUNCIONES DE NUTRICIÓN.
La nutrición es un conjunto de procesos mediante los cuales las células manipulan eficazmente la
materia y la energía que extraen de su entorno y las emplean para edificar y mantener sus propias
e intrincadas estructuras. La nutrición celular se lleva a cabo en varias fases, cada una de las cuales
incluye a su vez diferentes procesos:
d) Eliminación de los productos de deshecho: Las sustancias que una vez incorporadas no
resultan asimilables por la célula tras el proceso de digestión son expulsadas al medio extracelular,
generalmente por exocitosis. Por otra parte, los productos finales del metabolismo también son
excretados fuera de la célula mediante transporte a través de la membrana.
FUNCIONES DE REPRODUCCIÓN.
La reproducción es la capacidad que presentan los seres vivos para dar lugar a otros seres vivos
semejantes a sus progenitores. Las células, en cuanto que unidades funcionales de todos los seres
vivos, también presentan esta capacidad. Es más, la reproducción celular es un proceso previo a la
reproducción de todo ser vivo.
La teoría celular establecía, ya desde sus primeros tiempos, que toda célula procede, por división,
de otra célula preexistente. Así pues, la reproducción celular consiste en un proceso de división en
el que una célula madre da lugar a dos células hijas de características similares a las de su
progenitora.
Debemos recordar que la información genética que gobierna todos los procesos celulares se
encuentra depositada, en forma de secuencias de nucleótidos, en las moléculas de DNA que forman
parte de los cromosomas. Es por ello que, si la célula madre ha de transmitir sus características
estructurales y bioquímicas a las células hijas, el proceso de división celular debe garantizar que
cada una de ellas reciba una copia exacta de la información genética que poseía la célula madre,
es decir, una dotación cromosómica completa. Para conseguir este fin se ponen en juego una serie
de mecanismos citológicos y bioquímicos que, dado que es allí donde se encuentran localizados
los cromosomas, afectan fundamentalmente al núcleo de la célula. Estos mecanismos operan no
sólo durante el proceso de división propiamente dicho, sino lo largo de todo el ciclo celular.
El sistema nervioso está organizado para detectar cambios en el medio interno y externo, evaluar
esta información y responder a través de ocasionar cambios en músculos o glándulas. El sistema
nervioso se divide en dos grandes subsistemas:
1) Sistema nervioso central (SNC) compuesto por el encéfalo y la médula espinal y 2) sistema
nervioso periférico (SNP), dentro del cual se incluyen todos los tejidos nerviosos situados fuera
del sistema nervioso central El SNC está formado por el encéfalo y la médula espinal. El encéfalo
es la parte del sistema nervioso central contenida en el cráneo y el cuál comprende el cerebro, el
cerebelo y el tronco del encéfalo o encefálico. La médula espinal es la parte del sistema nervioso
central situado en el interior del canal vertebral y se conecta con el encéfalo a través del agujero
occipital del cráneo.
El SNC (encéfalo y médula espinal) recibe, integra y correlaciona distintos tipos de información
sensorial.
Además el SNC es también la fuente de nuestros pensamientos, emociones y recuerdos. Tras
integrar la información, a través de funciones motoras que viajan por nervios del SNP ejecuta una
respuesta adecuada.
El sistema nervioso periférico está formado por nervios que conectan el encéfalo y la médula
espinal con otras partes del cuerpo. Los nervios que se originan en el encéfalo se denominan
nervios craneales, y los que se originan en la médula espinal, nervios raquídeos o espinales. Los
ganglios son pequeños acúmulos de tejido nervioso situados en el SNP, los cuales contienen
cuerpos neuronales y están asociados a nervios craneales o a nervios espinales. Los nervios son
haces de fibras nerviosas periféricas que forman vías de información centrípeta (desde los
receptores sensoriales hasta el SNC) y vías centrífugas (desde el SNC a los órganos efectores)
LAS NEURONAS
Son las células que se han especializado en la transmisión de la información en forma de impulsos
nerviosos. Por lo tanto, son las unidades estructurales de nuestro sistema nervioso. Cada neurona
se compone de:
Una fibra única, el axón, larga y ramificada, en su extremo terminal. Tanto los axones como
las dendritas son fibras nerviosas, que forman los nervios. El punto del cuerpo celular desde
el cual emerge cada fibra recibe el nombre de polo.
La forma de las neuronas está relacionada con la cantidad de polos que tengan,
considerando al polo el lugar por donde emerge una prolongación.
Por lo tanto, se diferencian en monopolares (un único polo), bipolares (dos polos) y multipolares
(más de dos polos). En las neuronas monopolares, la prolongación que sale de un polo, luego de
un trayecto, se divide en dos prolongaciones, una de las cuales funciona como dendrita y la otra
como axón. Estas neuronas son de conducción sensitiva o centrípeta y están relacionadas con el
sentido del tacto y el ganglio espinal. Las neuronas bipolares tienen dos polos por donde emergen
el axón y la dendrita respectivamente. Tienen conducción motora o centrífuga y están asociadas a
todos los sentidos excepto el tacto; también se las encuentra en la corteza cerebral. Las neuronas
multipolares son las que tienen muchas prolongaciones emergiendo por los distintos polos; las hay
de axón corto (conectan una neurona motora con una sensitiva, por eso se las llama de asociación
o intercalar) y de axón largo, que tienen conducción motora o centrífuga. Se las halla en la médula
y la corteza cerebral.
Es el encargado de recibir y procesar toda la información recogida por las terminaciones nerviosas
y elaborar las respuestas correctas. Se denomina así por su ubicación dentro del cuerpo. Está
formado por el encéfalo y la médula espinal.
El sistema central se encuentra envuelto totalmente por tres membranas de tejido conectivo,
llamadas meninges. Entre ellas quedan espacios por los que constantemente circula un fluido casi
transparente, denominado líquido cefalorraquídeo. Una de sus funciones es la nutrición, pero
además impide que los órganos mencionados se golpeen contra las paredes del conducto vertebral
y de la caja craneana.
El cerebro
Es la parte más desarrollada y voluminosa del encéfalo. Ocupa la cavidad craneal en casi su
totalidad. Limita hacia abajo y adelante con la protuberancia, unida por los pedúnculos cerebrales,
y hacia abajo y atrás, con el cerebelo, del cual está separado por la tienda del cerebelo. Está dividido
en dos hemisferios, que tienen una estructura simétrica. Cada uno presenta subregiones,
delimitadas por las cisuras de Silvio y de Rolando, que se denominan lóbulos: frontal, parietal,
temporal, occipital y la ínsula (central e interno). Se conectan entre sí por medio de una región
denominada cuerpo calloso.
El cerebelo
Está ubicado en la fosa occipital del cráneo. Por arriba limita con el cerebro (del cual está separado
por la tienda del cerebelo-paquimeninge) y por delante con el bulbo raquídeo y la protuberancia
(IV ventrículo).
La protuberancia anular
Llamada también puente de Varolio, se ubica por arriba y por delante del bulbo, y por debajo y
por delante del cerebelo. Presenta una cara anterior, una posterior y dos laterales. La cara anterior
se apoya sobre los huesos de la base del cráneo y presenta un surco medio y dos eminencias
laterales, los rodetes piramidales, que son la continuación de las pirámides anteriores del bulbo.
La protuberancia es un órgano conductor y centro de reflejos, como el del llanto y la risa, y el
equilibrio
El bulbo raquídeo
Constituye la parte terminal del encéfalo. Hacia abajo está en relación con la médula, con la cual
continúa; hacia arriba con la protuberancia y hacia atrás con el cerebelo, al cual está unido a través
de los pedúnculos cerebelosos inferiores. Tiene la forma de un cono truncado con su base mayor
en posición superior y presenta cuatro caras: una anterior, una posterior y dos laterales.
La médula espinal
Tiene el aspecto de un grueso cordón cilíndrico, ligeramente aplanado. Está situada dentro del
conducto raquídeo y se relaciona por delante con los cuerpos vertebrales, por detrás con las apófisis
espinosas y las láminas de las vértebras, y por los lados con las apófisis articulares y los pedículos
vertebrales.
La médula se mantiene en su posición dentro del conducto raquídeo por los siguientes medios de
fijación:
Así como las máquinas necesitan ciertos fluidos para funcionar, nuestro organismo también
necesita algunas sustancias que fabrica él mismo para su normal desempeño. Ellas son las
hormonas, que son segregadas por las glándulas endocrinas
Las glándulas endocrinas están formadas por grupos de células secretoras rodeados por tejido
conectivo o conjuntivo de sostén que les proporciona vasos sanguíneos, capilares linfáticos y
nervios. La parte secretora de la glándula está constituida por epitelio especializado que ha sido
modificado para producir secreciones y los productos secretados (las hormonas) pasan al espacio
extracelular situado alrededor de las células secretoras. Las glándulas endocrinas del cuerpo
humano incluyen: la hipófisis o glándula pituitaria, la glándula tiroides, las glándulas paratiroides,
las glándulas suprarrenales y la glándula pineal. Además, varios órganos contienen tejido
endocrino que, aunque no constituye una glándula endocrina por sí mismo, forma parte de la
estructura del órgano en cuestión. Así sucede en el hipotálamo, el timo, el corazón, el páncreas, el
estómago, el hígado, el intestino delgado, los riñones, los ovarios, los testículos, la placenta, o en
células del tejido adiposo o de la sangre como los linfocitos. Las glándulas endocrinas y el tejido
endocrino constituyen el Sistema Endocrino. La ciencia que se ocupa de la estructura y funciones
de las glándulas endocrinas y del diagnóstico y tratamiento de los desórdenes del sistema
endocrino se llama Endocrinología.
Una hormona es una sustancia química secretada por una célula o grupo de células, que ejerce
efectos fisiológicos sobre otras células del organismo. Hay hormonas locales que actúan en células
diana próximas a su lugar de liberación. Pueden ser paracrinas como la histamina que actúa sobre
células vecinas o autocrinas como la interleucina-2 que actúa sobre la misma célula que la secretó.
Hay hormonas generales o circulantes que difunden desde el espacio extracelular al interior de los
capilares y son transportadas por la sangre a todos los tejidos del organismo, actuando solamente
en aquellas células que poseen receptores específicos para ellas y que por ello se llaman células
diana. Algunas de las hormonas generales afectan a todas o casi todas las células del organismo,
como la hormona del crecimiento o las hormonas tiroideas. Otras hormonas generales afectan solo
a tejidos específicos. Las secreciones hormonales se producen en concentraciones muy bajas y
tienen efectos muy poderosos. Las hormonas circulantes pueden permanecer en la sangre y realizar
sus efectos al cabo de minutos u horas después de su secreción. Con el tiempo, las hormonas
circulantes son inactivadas por el hígado y excretadas por los riñones. En caso de fallo de hígado
o riñones la excesiva cantidad de hormonas o sus productos metabólicos en la sangre puede causar
problemas de salud.
Las funciones del cuerpo humano están reguladas por 2 sistemas principales de control: el Sistema
Nervioso y el Sistema Endocrino. El sistema nervioso controla la homeostasia (mantenimiento de
un medio interno estable) a través de impulsos nerviosos (potenciales de acción) conducidos a lo
largo de los axones de las neuronas. Al alcanzar las terminales axonales, los impulsos nerviosos
provocan la liberación de moléculas de neurotransmisores. El resultado es excitación o inhibición
de otras neuronas específicas, contracción o relajación de fibras musculares y aumento o
disminución de la secreción de células glandulares. Así, la médula suprarrenal y la hipófisis
posterior secretan sus hormonas solo en respuesta a estímulos nerviosos y muchas hormonas de la
hipófisis anterior son secretadas en respuesta a la actividad nerviosa del hipotálamo. Por su parte,
el sistema endocrino libera hormonas que, a su vez, pueden promover o inhibir la generación de
impulsos nerviosos.
En términos generales, las hormonas tienen las siguientes características comunes:
La cantidad de hormonas que producen las glándulas endocrinas se mantiene dentro de ciertos
límites considerados normales. Sin embargo, por acción de causas diversas, la actividad de las
glándulas puede variar. La producción de una cantidad de hormona menor que la normal se
denomina hipofunción, y toma diversos nombres según la glándula, traduciéndose en signos y
síntomas característicos. Por el contrario, el aumento de secreción de una hormona origina una
hiperfunción, que también ocasiona serios problemas en el organismo.
Hipófisis
Regula el funcionamiento de todas las glándulas endocrinas, por eso se la llama cerebro endocrino.
Llamada también pituitaria, se aloja en la silla turca del esfenoides. Es un órgano pequeño, de
apenas 1 cm.
Está suspendida por medio de un péndulo el tallo hipofisario mediante el cual se relaciona en forma
directa con el hipotálamo e indirectamente a través de él con otras partes del cerebro. Comprende
dos lóbulos totalmente diferentes: el anterior o adenohipófisis y el posterior o neurohipofisis. Entre
ambos existe otro más pequeño, el lóbulo intermedio, que en los reptiles y anfibios se relaciona
con cambios de coloración vinculados con la defensa y la atracción sexual, pero cuya función en
el hombre es aún desconocida.
2. Oxitocina: su función fundamental es provocar la contracción del útero en el momento del parto
y contribuir a que recupere su tamaño normal después del nacimiento. Si su secreción es
insuficiente, el parto se retarda y es necesario darla por goteo. También estimula la expulsión de
leche de las mamas. Aunque en el varón se produce junto con la ADH, se ignora cuál es su acción
2. Tirotropina: estimula la tiroides aumentando el número de células que forman esta glándula y
la cantidad de tiroxina que produce. Si la cantidad de tirotropina disminuye, la producción de
hormona tiroidea se reduce.
5. Hormona luteinizante: gracias a ella, el cuerpo amarillo del ovario segrega progesterona, y los
testículos, testosterona. Esta hormona y la anterior se denominan gonadotropinas porque actúan
sobre las gónadas u órganos sexuales.
5. Hormona luteotrofica: estimula la secreción del cuerpo amarillo y actúa especialmente después
del parto, estimulando las mamas para que secreten leche; por eso se la denomina prolactina.
Tiroides
Está formada por dos lóbulos laterales unidos por un istmo, que se ubican en la base del cuello por
delante de la laringe y de los primeros anillos traqueales. Al observar un trozo de tiroides en el
microscopio, se comprueba que está constituida por esferas huecas de paredes celulares que
extraen yodo de la sangre y lo combinan con un aminoácido para formar dos hormonas: la tiroxina
y la calcitonina; esta última, encargada de disminuir la con centración de calcio en la sangre y
aumentarlo en los huesos. Ambas se almacenan en el interior de las vesículas, que contienen una
sustancia gelatinosa, y posteriormente se vierten en la sangre.
Paratiroides
Estas cuatro pequeñas glándulas, semejantes a granos de trigo, se encuentran ocultas por detrás de
la tiroides. Sin embargo, son esenciales para la vida, pues su extirpación ocasiona la muerte en
pocos días.
Suprarrenales
También llamadas adrenales, se encuentran en el polo superior de los riñones. Cada una está
formada por otras dos, totalmente independientes: la corteza y la médula. La corteza o cortical
suprarrenal, ubicada por fuera, es absolutamente indispensable para la vida.
Timo
A partir de los 13 ó 14 años, comienza a involucionar; queda totalmente atrofiada alrededor de los
18 años.
GLÁNDULAS MIXTAS
Son las que poseen conductos por los que vierten sustancias a otros órganos o al exterior, y son
células especializadas en producir hormonas, que vierten directamente en los torrentes sanguíneos:
páncreas y glándulas sexuales.
Páncreas
Su función como glándula exocrina ya la vimos anteriormente. Incluidas entre los acinos
glandulares, como si fueran islitas en el mar, se encuentran pequeñas formaciones constituidas por
un tejido diferente. Las observó por primera vez un científico alemán, Langerhans, en 1969, y por
eso hoy se conocen como islotes de Langerhans. El conjunto de islotes funciona como una glándula
de secreción interna. Es decir, se da el caso excepcional de un órgano disperso dentro de otro
órgano, con el cual no guarda ninguna relación.
Los islotes están formados por dos clases de células:
Glándulas sexuales
Los ovarios producen dos hormonas: el estrógeno y la progesterona. La primera es la responsable
de los caracteres sexuales secundarios, mientras que la segunda está relacionada con la preparación
del útero para la anidación, es decir, la implantación del embrión en el útero. Los testículos
producen testosterona, responsable de los caracteres sexuales secundarios masculinos y del
desenvolvimiento normal del aparato reproductor. Las glándulas sexuales están controladas por
dos hormonas hipofisiarias: el folículo-estimulante y la luteinizante.
INTERACCIONES HORMONALES
La respuesta de una célula diana a una hormona depende de la concentración de la hormona y del
número de receptores. Pero también es importante el modo en que las hormonas interaccionan con
otras hormonas. Hay varios tipos de interacción:
Efecto permisivo, el efecto de una hormona sobre una célula diana requiere una exposición
previa o simultánea a otra u otras hormonas. Por ejemplo, un aumento de estrógenos puede
dar lugar a un aumento en el número de receptores de progesterona. Ambas hormonas
preparan el útero para la posible implantación de un zigoto o huevo fertilizado
Efecto sinérgico, dos o más hormonas complementan sus respectivas acciones y ambas son
necesarias para conseguir la respuesta hormonal total. Por ejemplo, la producción,
secreción y salida de leche por las glándulas mamarias requieren el efecto sinérgico de
estrógenos, progesterona, prolactina y oxitocina
Efecto antagonista, el efecto de una hormona sobre una célula diana es contrarrestado por
otra hormona. Un ejemplo es la insulina que desciende los niveles de glucosa en sangre y
el glucagón, que hace lo contrario.
DIGESTIÓN Y METABOLISMO
La digestión de los alimentos es un proceso con muchos recorridos y etapas. En cada una, el
alimento que ingresa a nuestro cuerpo se va transformando (casi siempre involuntariamente) como
si fuera un producto industrial. De tal modo, que sería imposible reconocer lo que comimos en
esos productos finales (si pudiéramos verlos). Gracias a esta fábrica procesadora que es el tubo
digestivo, nuestras células se proveen del combustible necesario para obtener la energía que
empleamos para movernos, hablar, trabajar. En fin, para vivir.
El sistema digestivo está constituido por un tubo hueco abierto por sus extremos (boca y ano),
llamado tubo digestivo propiamente dicho, o también tracto digestivo, y por una serie de
estructuras accesorias.
Los órganos del tubo digestivo son: la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado
y el intestino grueso. Las glándulas anexas son: el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.
La boca.
Está ubicada en el tramo inicial del tubo digestivo. En su interior se encuentran los dientes, la
bóveda palatina, la lengua (que ocupa prácticamente toda la cavidad bucal) y la base bucal, el velo
del paladar, el istmo de las fauces y las glándulas salivales (parótidas, sublinguales y
submaxilares). Los conductos de las glándulas parótidas desembocan en el vestíbulo, que es la
parte que queda por delante de los dientes. En la base del frenillo de la lengua desembocan los
conductos de las glándulas sublinguales y submaxilares.
Hígado.
Es la glándula más voluminosa del cuerpo. Está ubicada en la parte superior del abdomen, debajo
del diafragma. Es de color rojo oscuro y pesa aproximadamente 2 kg. En él se llevan a cabo más
de 500 procesos distintos, como los relacionados con la absorción de los alimentos, la regulación
de los glóbulos rojos, la depuración de la sangre y la producción de bilis (secreción de color
amarillento verdoso).
Intestino grueso.
Es el segmento correspondiente al trayecto que media entre el ciego y el recto. En él se disponen
tres partes básicas y una suplementaria. Lo constituyen el colon ascendente, el colon transverso y
el colon descendente.
Colon transverso: Situado a continuación del colon ascendente, se extiende hasta el bazo.
Faringe
La faringe es un tubo que continúa a la boca y constituye el extremo superior común de los tubos
respiratorio y digestivo. En su parte superior desembocan los orificios posteriores de las fosas
nasales o coanas, en su parte media desemboca el istmo de las fauces o puerta de comunicación
con la cavidad oral y por su parte inferior se continúa con el esófago, de modo que conduce
alimentos hacia el esófago y aire hacia la laringe y los pulmones. Para una mejor descripción se
divide en 3 partes: nasofaringe, situada por detrás de la nariz y por encima del paladar blando,
orofaringe, situada por detrás de la boca, y laringofaringe, situada por detrás de la laringe. Debido
a que la vía para los alimentos y el aire es común en la faringe, algunas veces la comida pasa a la
laringe produciendo tos y sensación de ahogo y otras veces el aire entra en el tubo digestivo
acumulándose gas en el estómago y provocando eructos.
Esófago
El esófago es el tubo que conduce el alimento desde la faringe al estómago. Se origina como una
continuación de la faringe (a nivel de la VI vértebra cervical) y desciende a través del cuello y el
tórax para atravesar después el diafragma (por el hiato esofágico) y alcanzar el estómago. Hasta
llegar a la bifurcación de la tráquea, está situado entre la tráquea por delante y la columna vertebral,
por detrás.
EL PROCESO DE DIGESTIÓN
Para poder asimilar los alimentos, nuestro organismo los convierte en sustancias más simples, que
puedan ser absorbidas por las paredes del intestino y de los vasos sanguíneos. De este modo, los
alimentos llegan a la sangre para viajar hasta cada célula del cuerpo.
La digestión es parte de un proceso mayor: la nutrición, que incluye varias etapas. Ellas son la
ingestión, la digestión, la asimilación, la desasimilación y la excreción.
La digestión
Consiste en una reacción química, en la cual los nutrientes cambian de una forma insoluble a una
soluble. Soluble significa que los nutrientes El proceso de la digestión comienza están disueltos en
agua. Solamente de esta manera, los nutrientes pueden ser absorbidos por la sangre y difundirse a
las células del cuerpo. Para ello, las moléculas grandes se transforman en pequeñas.
Nerviosa: las fibras nerviosas actúan sobre las glándulas gástricas de la capa mucosa, que
producen la secreción del jugo.
EN EL INTESTINO DELGADO.
El intestino delgado está recubierto en su interior por células secretoras de mucus, que lo protegen
de la acidez del quimo estomacal. El alimento que se encuentra en la luz del intestino provoca un
acto reflejo que inicia inmediatamente la contracción del músculo. Este peristaltismo hará avanzar
el alimento al intestino grueso. El intestino delgado se divide en dos porciones: el duodeno y el
yeyuno íleon. El duodeno recibe las secreciones del hígado, de la vesícula biliar, la bilis, y del
páncreas, el jugo pancreático. La digestión descripta hasta ahora, que tiene lugar en el duodeno y
en el yeyuno íleon, corresponde a la digestión química; pero también hay digestión mecánica, al
igual que en todos los órganos que componen al aparato digestivo.
El quimo procedente del estómago, al recibir las secreciones intestinales y las de las glándulas
anexas, se transforma en el quilo. Cabe aclarar que es en el yeyuno íleon donde, una vez finalizada
la digestión química de los alimentos, se separan las sustancias útiles de las de desecho. Las
primeras serán absorbidas por unas microscópicas prolongaciones en forma de dedo, que revisten
al yeyuno íleon. Son las vellosidades intestinales, cada una de las cuales, a su vez, está recorrida
por prolongaciones citoplasmáticas llamadas microvellosidades. De esta forma, se produce la
absorción de los alimentos transformados en quilo, cediéndolos a la sangre. A su vez, las
sustancias de desecho siguen su camino hacia el intestino grueso, donde formarán las heces o
materia fecal.
En el hígado, los ácidos grasos y el glicerol reconstituyen las grasas. La sangre transporta
la grasa coloidal a los depósitos, que son el tejido adiposo subcutáneo, el corazón y los
riñones.
LO QUE OCURRE EN EL INTESTINO GRUESO
La porción final del tubo digestivo está constituido por el intestino grueso, un tubo de 1,50 m de
largo que se continúa con el intestino delgado, con el cual se comunica por medio de la válvula
ileocecal. Aquí tiene lugar la última etapa en el camino de los alimentos: continuará la absorción
de agua y de iones minerales presentes en el quilo, que comenzara en el tracto anterior. En el
colon, se alojan las bacterias simbiontes, que constituyen la flora intestinal, que se desarrolla
también en el intestino delgado. Dicha flora actúa sobre los alimentos que aún no pudieron ser
digeridos, con lo cual se obtienen algunos aminoácidos y vitaminas, como la vitamina K,
indispensables para la coagulación sanguínea. Como consecuencia del metabolismo de la flora
intestinal, se produce el gas metano, que se elimina por medio de las flatulencias. Gracias a la
absorción de agua, el contenido del intestino se hace cada vez más sólido, hasta formar la materia
fecal, constituida por agua, bacterias, células muertas, celulosa y otras sustancias indigeribles. El
color marrón se debe a la estercobilina, pigmento originado por el metabolismo de la hemoglobina.
EL METABOLISMO
Se conoce como metabolismo al conjunto de reacciones altamente organizadas que ocurren en el
interior de las células, mediante las cuales:
He aquí un ejemplo de cómo funciona el proceso del metabolismo en los seres humanos –y
empieza con las plantas. En primer lugar, las plantas verdes obtienen energía a partir de la luz
solar. Las plantas utilizan esa energía y una molécula denominada clorofila (que les proporciona
su color verde característico) para fabricar azúcares mediante el agua y el dióxido de carbono. Este
proceso se denomina fotosíntesis y probablemente ya lo has estudiado en clase de biología.
Cuando las personas y los animales ingieren plantas (o, si son carnívoros, ingieren carne de
animales que se alimentan de plantas), incorporan esa energía (en forma de azúcar), junto con otras
sustancias químicas fundamentales para fabricar células. El siguiente paso consiste en
descomponer el azúcar a fin de que la energía producida pueda ser distribuida a todas las células
del cuerpo, las cuales la utilizarán como combustible.
DIGESTIÓN Y EL METABOLISMO
Tal como ocurría en los trastornos respiratorios, la patología digestiva también es muy frecuente.
La mayoría de las veces se trata de alteraciones sin importancia, pasajeras, que se resuelven de
forma espontánea o con actuaciones sencillas, en un breve periodo de tiempo. Sin embargo, en
otras ocasiones, se trata de cuadros crónicos o de situaciones agudas, algunas de las cuales
requieren atención urgente.
Por ello es importante reconocer las características anatómicas de los órganos que lo componen,
su funcionamiento y algunas de las enfermedades digestivas más importantes, con los síntomas y
signos que habitualmente presentan.
El aparato digestivo va a llevar a cabo las actividades necesarias para ingerir los alimentos,
fraccionarlos y finalmente absorber los nutrientes que contienen.
Este proceso se inicia con un acto voluntario, que es la ingestión de los alimentos que deseamos
comer. Pero a partir de ese momento se suceden una serie de reflejos coordinados, que van a
permitir transportarlos a lo largo de los diversos segmentos digestivos hasta que finalmente sean
absorbidos a la sangre o evacuados si no son necesarios.
Primero, los alimentos tragados se desplazan a lo largo de una serie de órganos en forma
de tubo.
Para facilitar la fragmentación, algunas glándulas y órganos segregan una serie de líquidos
y sustancias que se mezclan con los alimentos deglutidos.
A lo largo del trayecto los alimentos van siendo fragmentados en partículas pequeñas.
A lo largo del tubo digestivo, algunos órganos se encuentran separados por un esfínter, una zona
básicamente muscular que puede abrirse o cerrarse, y cuya función es doble. Por un lado, facilita
el avance de los alimentos en una única dirección, y por otro, permite mantener los alimentos en
algún segmento, el tiempo necesario para llevar a cabo el proceso de la digestión.
Las glándulas accesorias constituyen una serie de órganos que se comunican con el tubo
digestivo a través de conductos: las glándulas salivales, el páncreas, el hígado y
la vesícula biliar. Su función es producir, almacenar y verter al tubo digestivo secreciones
o sustancias que ayudan a digerir los alimentos.
La laringe forma parte del aparato respiratorio, y el páncreas es una glándula accesoria del aparato
digestivo, pero aunque vierte sus secreciones en el tubo digestivo, no forma parte de él.
Las glándulas salivales elaboran y vierten la saliva a la cavidad oral. Existen tres tipos y
todas son dobles:
Las glándulas parótidas, situadas donde el maxilar inferior se articula con el cráneo.
Seguramente la reconocerás por el nombre que recibe su inflamación, la parotiditis o
paperas
Las glándulas submaxilares, situadas en el suelo de la boca.
Las glándulas sublinguales, bajo la lengua.
El hígado es el órgano más grande del cuerpo y está situado en el hipocondrio derecho,
inmediatamente por debajo del diafragma y lateral al estómago.
Elimina sustancias que no son aprovechables para el organismo, como es el caso del
alcohol, y otras que constituyen residuos tóxicos generados por el propio organismo, como
es el caso de la bilirrubina.
Fabrica muchas de las proteínas que circulan en la sangre.
Para llevar a cabo estas funciones el hígado debe estar conectado directamente con el torrente
circulatorio. Tiene doble irrigación, porque recibe sangre de la vena porta y de la arteria hepática.
Recuerda que la vena porta es el vaso sanguíneo que transporta la sangre procedente de los dos
intestinos y del bazo, y que después de la digestión contiene todos los nutrientes que han
proporcionado los alimentos. La arteria hepática, rama de la arteria aorta, transporta sangre arterial
procedente del ventrículo izquierdo.
EL METABOLISMO DE LOS ALIMENTOS
El conjunto de reacciones químicas que intervienen en la obtención de energía por parte de los
organismos vivos se denomina metabolismo. Se pueden diferenciar dos reacciones metabólicas
distintas: el catabolismo, en el cual los compuestos químicos se descomponen o degradan, y liberan
así la energía almacenada; y el anabolismo, en el que, por el contrario, la energía es incorporada y
utilizada en la síntesis de sustancias más complejas. Generalmente, en las reacciones anabólicas,
los compuestos químicos se oxidan (pierden electrones) y en las catabólicas se reducen (ganan
electrones). Las reacciones químicas del catabolismo son exergónicas (liberan energía), y las del
anabolismo, endergónicas (requieren energía). Las fermentaciones y la respiración celular son
ejemplos de procesos catabólicos, y la fotosíntesis y la síntesis de proteínas son procesos
anabólicos.
No podemos vivir sin respirar, oxígeno. Este gas es tan necesario como los alimentos que
ingerimos, o que requiere nuestro cuerpo. Uno de los sistemas de nuestro organismo está
especializado para captar este gas, que forma parte del aire: el sistema respiratorio. Pero la
respiración no se agota en esa función, ya que hay otros procesos asociados a ella, como el
transporte del oxígeno a cada célula del cuerpo y la eliminación del dióxido de carbono, producto
de la oxidación de los alimentos.
El sistema respiratorio está formado por las estructuras que realizan el intercambio de gases entre
la atmósfera y la sangre. El oxígeno (O2) es introducido dentro del cuerpo para su posterior
distribución a los tejidos y el dióxido de carbono (CO2) producido por el metabolismo celular,
es eliminado al exterior. Además interviene en la regulación del pH corporal, en la protección
contra los agentes patógenos y las sustancias irritantes que son inhalados y en la vocalización, ya
que al moverse el aire a través de las cuerdas vocales, produce vibraciones que son utilizadas para
hablar, cantar, gritar.
L a respiración es la función mediante la cual los seres vivos (unicelulares y pluricelulares) toman
oxígeno del medio que habitan y dejan en él dióxido de carbono, que resulta de la actividad celular.
Ya vimos que la mayor parte de la energía necesaria para vivir proviene de las reacciones químicas
que tienen lugar en las células. Para que esto sea posible, los seres humanos poseen un sistema
respiratorio más complejo que otros (debido al número considerable de células que forman su
organismo), asociado, además, con el sistema que permite el transporte de oxígeno y gas carbónico
hasta las células: el sistema circulatorio. El aire atmosférico, rico en oxígeno, penetra en los
pulmones, en cuyos alvéolos se produce el pasaje de este gas a la sangre. Y el dióxido de carbono,
producto de desecho de las células, que transporta la sangre pasa a los pulmones para ser
expulsado.
Faringe.
Es un conducto de unos 14 cm de largo que se comunica con las fosas nasales, la cavidad bucal,
la laringe, el esófago y, a través de las trompas de Eustaquio, también con el oído medio. Desde la
faringe, el aire es dirigido hacia la tráquea por los movimientos de los músculos y las fibras
elásticas.
Fosas nasales.
Son dos cavidades simétricas entre sí, situadas debajo de la fosa cerebral anterior, entre las
cavidades orbitarias y los maxilares superiores, y por encima del paladar. Ambas fosas nasales se
hallan separadas por un tabique óseo-cartilaginoso.
Laringe.
Es un órgano impar, situado en la línea media del cuello, por delante de la faringe, arriba de la
tráquea, con la que se continúa, y por debajo del hueso hioides, que constituye uno de sus medios
de sostén. Mide aproximadamente 4 cm de longitud y es el órgano de la fonación.
Tráquea.
Es un órgano que sigue a la laringe, de unos 12 cm de largo. Ubicada por delante del esófago, está
formada por una serie de cartílagos como anillos incompletos en forma de “c”, apilados
verticalmente y separados entre sí por tejido elástico. La parte incompleta de los anillos se
completa con músculo liso para permitir el paso de los alimentos por el esófago, que está por
detrás. Los anillos sirven para mantener la tráquea siempre abierta.
Pulmones.
Son dos órganos esponjosos, elásticos y rosados, que se alojan en la cavidad torácica. Están
apoyados sobre el músculo diafragmático y protegidos por una membrana que los rodea llamada
pleura. Ésta presenta dos hojas: la pleura visceral se adhiere a los pulmones y la pleura parietal se
encuentra en contacto con la cavidad torácica. Ambas capas se deslizan una sobre otra cuando los
pulmones se dilatan o contraen. Entre ellas se forma la cavidad pleural, donde se almacena una
pequeña cantidad de líquido, que cumple una función lubricadora. Otra función es proteger a los
pulmones de los roces con la cavidad torácica. Su elasticidad les permite acompañar los
movimientos de la caja torácica durante la mecánica respiratoria.
Bronquios.
La tráquea se bifurca en dos conductos, los bronquios, en una zona llamada carina. Estos conductos
están formados por una serie de anillos cartilaginosos, incompletos en los bronquios más gruesos
y completos en los más finos, que se dirigen hacia los pulmones, ingresando por una zona llamada
hiliopulmonar.
LA RESPIRACIÓN MECÁNICA
Se denomina así al proceso cíclico que mantiene constante la cantidad de aire de los
pulmones. Abarca dos fases: la inspiración, que introduce el aire atmosférico en los pulmones, y
la espiración, que lo expulsa. Para ello, los órganos del sistema respiratorio cuentan con estructuras
anexas: el diafragma, los músculos intercostales y los músculos abdominales son las que
desempeñan las funciones más importantes (ver cuadro). El diafragma es un tabique de tejido
muscular y tendinoso que divide la cavidad torácica de la abdominal. Las fibras musculares se
reúnen en un tendón central, que es el encargado de tirar hacia abajo y ampliar la cavidad torácica.
El diafragma presenta una serie de agujeros por los que pasan diferentes estructuras, como la aorta,
el esófago y la vena cava inferior. Los músculos intercostales están insertos entre las costillas, y
forman las paredes del tórax.
3- Por difusión, el O2 pasa del alvéolo a la sangre a través de los capilares venosos y, luego, por
la vena pulmonar al corazón, que la impulsa a todo el cuerpo.
4- Por difusión, el CO2 que llega por los capilares arteriales a cada alvéolo pasa a éste y, luego de
recorrer las vías aeríferas, sale al exterior durante la espiración.
RESPIRACIÓN CELULAR
Entre la sangre y los tejidos corporales también se produce un intercambio gaseoso semejante al
de la hematosis. En este caso, el oxígeno se difunde desde la sangre, donde está en mayor
concentración, hacia las células, y el dióxido de carbono, desde la célula a la sangre.
FISIOLOGÍA RENAL
La unidad funcional básica del riñón es la nefrona (1.0 a 1.3 millones en cada riñón humano). Cada
nefrona consta de un glomérulo (penacho de capilares interpuestos entre dos arteriolas: aferente y
eferente), rodeado de una cápsula de células epiteliales (cápsula de Bowman: una continuación de
las células epiteliales que rodean a los capilares glomerulares + de las células del túbulo
contorneado proximal) y, una serie de túbulos revestidos por una capa continua de células
epiteliales. El glomérulo está localizado en la parte externa del riñón (corteza), los túbulos se
presentan tanto en la corteza como en la parte interna del riñón (médula).
La integridad tanto estructural como funcional de la pared glomerular resulta esencial para el
mantenimiento de la función renal normal. Su pérdida ocasiona patología, manifiesta como
alteraciones cualitativas (proteinuria, hematuria…) y/o cuantitativas (descenso del filtrado
glomerular) de dicha función. Así, el glomérulo normal posee intactos: el filtrado glomerular, la
excreción proteica y, muestra ausencia de elementos formes en el sedimento.
Este fluido a continuación entra en el espacio de Bowman y posteriormente pasa a lo largo de los
túbulos (túbulo proximal, asa de Henle, túbulo contorneado distal, túbulos conectores y túbulos
colectores corticales), modificándose en dos sentidos: por reabsorción (extracción de una sustancia
del filtrado) y por secreción (incorporación de una sustancia al filtrado).
El túbulo proximal y el asa de Henle reabsorben la mayor parte de los solutos y agua filtrados; los
túbulos colectores realizan los pequeños cambios finales en la composición urinaria (variaciones
en la excreción de agua y solutos “ajustados” a los cambios dietéticos).
El sistema vascular del riñón inicia con la arteria renal que da lugar a una serie de arterias
anteriores, posteriores, superiores e inferiores, y de quienes emergen las arterias interlobares, de
ellas las arterias arcuatas paralelas a la superficie del riñón, continuándose con las arterias
interlobulares, quienes van a suplir a cada uno de los glomérulos por intermedio de las arteriolas
aferentes. Estas últimas al llegar al glomérulo dan origen 3-5 capilar. De cada glomérulo emerge
la arteriola eferente, de quien surge una red de capilares peritubulares y vasas rectas descendentes.
El sistema venoso se inicia con las vasas rectas ascendentes, quienes drenan a las venas
interlobulares, arcuatas, interlobares y finalmente a la vena renal.
La inervación renal está dada exclusivamente por fibras simpáticas que proceden del plexo celiaco
y corren a lo largo de los tejidos periarteriales, participando activamente en la hemodinámica
renal y reabsorción tubular de sodio.
Los vasos linfáticos renales se inician con terminales ciegas en la corteza en la vecindad de las
arteriolas aferentes y pueden atravesar la cápsula, o continuar paralelos al sistema de drenaje
venoso hasta alcanzar el hilio. Tiene la capacidad de drenar un volumen de linfa de
aproximadamente 0,5 ml/minuto, y su funciones principalmente drenar las proteínas reabsorbidas
a nivel tubular. Si practicamos un corte sagital en el riñón podemos dividir el parénquima renal en
varias áreas conocidas con el nombre de corteza, medula externa y medula interna, estas últimas
de forma cónica conocidas como pirámides renales las que en su extremo más interno terminan en
las papilas.
El sistema colector excretor renal está constituido por los cálices menores espacio al que drenan
las papilas renales (por cada papila renal hay un cáliz menor) y convergen en los cálices mayores,
los que se fusionan en la pelvis renal, la que a su vez continua con el uréter quien desemboca en la
vejiga, alcanzando finalmente la orina el exterior a través de la uretra.
SECRECIÓN DE HORMONAS
Filtración
La sangre es filtrada por las nefronas, las unidades funcionales del riñón. Cada proteína
plasmáticas insignificantes para entrar al espacio de Bowman. La filtración es conducida por
las Fuerzas de Stirling. El ultrafiltrado sigue a su vez, por el túbulo proximal, el Asa de Henle,
el túbulo contorneado distal , y una serie de ductos colectores para formar la orina.
Reabsorción tubular
La reabsorción tubular es el proceso por el cual los solutos y el agua son removidos desde el fluido
tubular y transportados en la sangre. Es llamado reabsorción (y NO absorción) porque estas
sustancias han sido absorbidas ya una vez (particularmente en los intestinos).
La reabsorción es un proceso de dos etapas que comienza con la extracción activa o pasiva de
sustancias desde el fluido tubular hacia el intersticio renal (el tejido conectivo que rodea las
nefronas), y luego el transporte de estas sustancias desde el intersticio hacia el torrente sanguíneo.
Estos procesos de transporte son conducidos por las Fuerzas de Stirling, por difusión, y
por Transporte Activo.
Reabsorción indirecta
En algunos casos, la reabsorción es indirecta en el agua del riñón. Por ejemplo, el bicarbonato
(HCO3-) no tiene un transportador, por tanto su reabsorción involucra una serie de reacciones en
el lúmen del túbulo y el epitelio tubular. Comienza con la secreción activa de hidrogenión (H+)
dentro del fluido tubular mediante un intercambiador Na/H:
En el lúmen
El H+ se combina con HCO3- para formar ácido carbónico (H2CO3)
La anhidrasa carbónica luminal convierte enzimáticamente H2O y CO2 en H2CO3
CO2 difunde libremente hacia la célula.
En la célula epitelial
La AC citoplasmática convierte el CO2 y H2O (que es abundante en la célula) en
H2CO3
H2CO3 se disoccia fácilmente a H+ y HCO3-
HCO3- es facilitado fuera de las membranas basolaterales de las células.
Hormonas
Algunas hormonas regulatorias claves para la reabsorción:
aldosterona, que estimula la reabsorción activa de sodio a nivel distal y por medio de la
estimulación de la bomba Na+/K+ Atpasa. Indirectamente, estimula la secreción de potasio
a través de los canales ROMK en el extremo distal del túbulo
hormona antidiurética, que estimula la reabsorción pasiva de agua, además del canal NCC
y la reabsorción de urea a nivel distal en los canales UT1.
Ambas hormonas ejercen sus efectos principalmente en túbulo contorneado distal y túbulo
colector.
Los procesos metabólicos producen ácidos continuamente y también generan bases, aunque en
menor medida. El ion hidrógeno (H+) es muy reactivo; puede unirse con proteínas con carga
negativa y, cuando se encuentra en concentraciones elevadas, puede alterar su carga, su
configuración y su función. Para mantener la función celular, el cuerpo tiene mecanismos
elaborados que conservan las concentraciones sanguíneas de H+ dentro de un rango estrecho–
típicamente entre 37 y 43 nmol/L (pH 7,43 a 7,37, donde el pH =−log [H+]), aunque su valor ideal
debería ser de 40 nmol/L (pH = 7,40). Las alteraciones de estos mecanismos pueden provocar
consecuencias clínicas graves.
El equilibrio ácido base está relacionado estrechamente con el metabolismo hídrico y el balance
electrolítico, y la alteración de uno de estos sistemas a menudo afecta al otro.
El cuerpo es muy sensible al valor de pH. Fuera del rango de pH que es compatible con la vida,
las proteínas son desnaturalizadas y digeridas, las enzimas pierden su habilidad para funcionar, y
el cuerpo es incapaz de sostenerse. Los riñones mantienen el equilibrio ácido-base con la
regulación del pH del plasma sanguíneo. Las ganancias y pérdidas de ácido y base deben ser
equilibradas. Los ácidos se dividen en "ácidos volátiles"11 y "ácidos fijos"12
El principal punto de control para el mantenimiento del equilibrio estable es la excreción renal. El
riñón es dirigido hacia la excreción o retención de sodio mediante la acción de la aldosterona,
la hormona antidiurética(ADH o arginina-vasopresina), el péptido natriurétrico atrial(ANP), y
otras hormonas. Los rangos anormales de la excreción fraccional de sodio pueden implicar
la necrosis tubular aguda o la disfunción glomerular.
La mayoría de los ácidos proceden de:
La mayoría de las bases proceden del metabolismo de los aminoácidos aniónicos (glutamato y
aspartato) y de la oxidación y el consumo de los aniones orgánicos como lactato y citrato, que
producen HCO3−.
REGULACIÓN PULMONAR
La concentración de CO2 está estrechamente regulada por las modificaciones en el volumen
corriente y la frecuencia respiratoria (ventilación minuto). Los quimiorreceptores arteriales
registran la disminución del pH y, en respuesta, aumentan el volumen corriente o la frecuencia
respiratoria, con incremento de la espiración de CO2 y del pH de la sangre. A diferencia de la
amortigación química, que es inmediata, la regulación pulmonar tarda varios minutos u horas. Este
sistema tiene una eficacia de entre 50 y 75% y no normaliza completamente el pH.
REGULACIÓN RENAL
Los riñones controlan el pH mediante el ajuste de la cantidad de HCO3− que se excreta o es
reabsorbido. La reabsorción de HCO3− es equivalente a la excreción de H+ libre. Las respuestas
para manejar los trastornos del equilibrio ácido base se desarrollan entre horas y días después de
que sucedieron los cambios en este equilibrio.
Toda el HCO3− en el suero se filtra a medida que pasa a través del glomérulo. La reabsorción de
HCO3− se produce sobre todo en el túbulo proximal y, en menor medida, en el túbulo colector. El
H2O dentro de la célula tubular distal se disocia en H+ e hidroxilo (OH−); en presencia de anhidrasa
carbónica, el OH− se combina con CO2 formando HCO3−, que regresa al capilar peritubular,
mientras que el H+ se secreta hacia la luz tubular y se une con el HCO3− filtrado libremente
formando CO2 y H2O, que también se reabsorben. En consecuencia, los iones de
HCO3−reabsorbidos distalmente vuelven a sintetizarse y no son los mismos que se filtraron. La
disminución del volumen circulante efectivo (como durante la terapia con diuréticos) aumenta la
reabsorción de HCO3−, mientras que la elevación de la concentración de hormona paratiroidea en
respuesta a una carga de ácido disminuye la reabsorción de HCO3−. Asimismo, el aumento de la
Pco2 incrementa la reabsorción de HCO3−, mientras que la depleción de cloruro (Cl−) (típicamente,
debido a la depleción de volumen) estimula la reabsorción de Na+ y la generación de HCO3− en el
túbulo proximal.
En los túbulos proximales y distales se secretan ácidos activamente, donde se combinan con
amortiguadores urinarios, en particular fosfato (HPO4−2) (que se filtra libremente), creatinina,
ácido úrico y amoníaco, para de esta manera excretarse del organismo. La mayor importancia del
sistema amortiguador de amoníaco es que los demás amortiguadores se filtran en concentraciones
fijas y pueden agotarse frente a cargas elevadas de ácido, mientras que las células tubulares regulan
activamente la producción de amoníaco en respuesta a los cambios en la carga de ácido. El pH
arterial es el principal factor determinante de la secreción de ácido, pero la excreción también
depende de las concentraciones de potasio (K+), Cl− y aldosterona. La concentración intracelular
de K+ y la secreción de H+ están relacionadas en forma recíproca: la depleción de K+ aumenta la
secreción de H+ y, en consecuencia, agrava la alcalosis metabólica.
CONCLUSIONES
Dentro de este trabajo puedo concluir que, El cuerpo es lo que nos identifica como
humanos, es a través del cuerpo que conocemos el mundo que habitamos, con el cuerpo
nos movemos, hablamos, nos relacionamos con otras personas; en términos arendtianos, el
cuerpo nos posibilita el recorrido por una infinidad de acciones, cuyas consecuencias no
podemos predecir ni calcular.
El cuerpo humano es un organismo muy complejo diseñado para llevar a cabo todas las
funciones necesarias para la vida y la supervivencia.
Los sistemas del cuerpo humano funcionan coordinadamente para que el organismo, en su
conjunto, pueda desarrollar tareas complejas. Los sistemas del cuerpo humano son un
grupo de órganos asociados que concurren en una función general y están formados
predominantemente por los mismos tipos de tejidos y cuando funcionan de manera general
ayudan a que el cuerpo siga funcionando adecuadamente.
Este trabajo nos ayudó mucho a saber sobre el cuerpo humano cosas que nunca aprendimos.
Todos los sistemas ayudan en el funcionamiento total del cuerpo y es por esto que nosotros
somos llamados perfectos ya que todo nuestro cuerpo está hecho de tal forma que pueda
funcionar correctamente.
Todos los sistemas mencionados son importantes y también son los que permiten que
nosotros vivamos armoniosamente. Hay muchas personas que tiene fallo en alguno de estos
sistemas lo cual es un grave problema porque todos son necesarios, gracias a Dios la
mayoría de nosotros no tiene ningún problema, ya que estos problemas tienen
consecuencias graves.
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES BIBLIOGRÁFICAS