Carta a Leo Popper, trad. de Manuel Sacris tán, ed. de Pedro Aullón de Haro, Sequitur, España, 2015, 128 p.
Decimos ensayo para referirnos a un re
porte o artículo académico o a una reseña o al comentario extenso sobre cualquier temática. A todo escrito de no ficción, por lo general, lo llamamos ensayo. Es quizás el género más practicado tanto en el periodismo como en la academia. “Voy a escribir un ensayo”, proclama mos con la mayor soltura como si se – tratara de algo bastante fácil. Puede ser que lo sea. Pero, puestos a definir se mejante género tan generalizado, sole mos carecer de asa por donde agarrarlo y de una teoría capaz de explicarnos en qué consiste su esencia y su forma. Georg Lukács (Budapest, 1885-1971), el gran teórico húngaro en lengua ale mana, escribió en 1911 Sobre la esencia y forma del ensayo como pórtico del volumen El alma y las formas. Se trata de una de las obras más importantes del neoplatonismo moderno. Fue traducido 166 en 1975 por Manuel Sacristán y en 2015 tienen validez dentro de la Forma (con ha sido revisado y reeditado de nuevo mayúscula). Se trata, según Lukács, de por Pedro Aullón de Haro. Esta última los principios básicos que separan las edición, publicada en Madrid por la edi formas unas de otras; se trata del punto torial Sequitur, es la que me propongo de vista, de la concepción del mundo que comentar a profundidad. Pedro Aullón de da unidad a todo. De ahí el neoplatonis Haro, dicho sea de paso, ha sido uno mo. Como se sabe, Lukács se convirtió de los pocos estudiosos contemporáneos después al marxismo y participó en la en escribir una Teoría del ensayo (1992). política soviética, aunque fue duramen Él y Liliana Weinberg (profesora argen te criticado por proponer en su Teoría de tino-mexicana de la unam) acaso sean la novela un neo-hegelianismo, lo cual los teóricos hispánicos sobre el ensayo no dista mucho del neoplatonismo. Para más importantes de la actualidad. Por los neoplatónicos, en efecto, la forma es lo demás, el estudio de Lukács y otro de el principio de todo lo existente, la rea Theodor Adorno, “Notas sobre el ensa lidad suprema de la que surgen todas yo” (1960), constituyen las teorías más las demás realidades por emanación. El profundas en torno a este género que primer paso es el Logos, el Verbo, y el todos practican sin saber muy en qué con segundo paso es la Idea, principio del siste o cómo funciona. movimiento y de la materia. Por con La principal definición que Lukács siguiente, la esencia (Logos) y la forma formula sobre el ensayo es que éste no (Idea), junto con la inteligencia (Alma es otra cosa que la crítica literaria. El del sujeto ensayista) son, para Lukács, ensayista habla la mayoría de las veces las tres hipóstasis de la Trinidad neopla de imágenes, de libros y de ideas, es de tónica que definen al auténtico Ensayo. cir, comenta o critica algo que ya tiene El punto de vista es aquello que nos forma, algo ya sido; no parte de la nada hace sujetos en relación con un objeto. –ex nihilo– sino que ordena de modo nue Nuestras experiencias, por lo tanto, no vo cosas que ya en algún momento han sólo se fundan en las costumbres munda sido vivas. Dicho de otro modo: el en nas como quieren los empiristas ingleses. sayo asume el comentario crítico como No son los viajes ni el trato con mucha obra de arte, como género artístico. Lo gente lo que nos confiere experiencia o que ha de importar de los ensayos, nos madurez, sino ciertas lecturas: aquellas dice Lukács, no debería cifrarse tanto que nos revelan otra perspectiva –otros en la transmisión o reproducción de puntos de vista, otras formas– del mun información académica o científica. El do. Este tipo de experiencia, digamos, ensayo –la crítica– tampoco se trata de intelectual, ansía expresión mediante finura ni de profundidad; éstas son ca el ensayo. Para Lukács, la poesía y la tegorías valorativas y, por lo tanto, sólo narrativa, a diferencia del ensayo, no 167 conocen el preguntar, es decir, no diri los escritos de un ensayista-crítico la gen preguntas a puras cosas, sino sólo a forma, la voz o el tono con la cual dirige sus conexiones, tal como sucede en los sus preguntas a la vida, es la realidad. cuentos o en las novelas. En tales géne “Olvida tus demostraciones; no escu ros cada pregunta se convierte en una cho tu prédica sino tu voz”, reza un cosa, parecida a la que dio origen. El escolio del filósofo colombiano Nicolás personaje de un relato, por ejemplo, se Gómez Dávila. Lukács ejemplifica todo encuentra en la encrucijada o en me ello en Platón, “el mayor ensayista que dio del combate, pero la encrucijada y jamás ha vivido y escrito”. Platón lo ha el combate no son destinos frente a los arrancado todo a la vida que lo circunda cuales quepan preguntas y respuestas, ba inmediatamente y no ha necesitado, a sino que son simple y literalmente com diferencia del poeta o del narrador, nin bates y encrucijadas. Lukács llega a una gún vehículo mediador, porque pudo conclusión muy parecida a la de Nietzs enlazar sus preguntas –las más profun che en el Origen de la tragedia: que das que jamás se han formulado– a la Sócrates –Platón, para el caso– renun vida misma. “Vivió –nos dice Lukács– ció a la tragedia en pos de crear la teoría con la energía vital más inmediata los y la crítica, es decir, el ensayo. Para conceptos en los que estaba inserta la Lukács, el ensayo tiene que oponerse vida, y el resto era para él sólo parábola por naturaleza al sentido de finalidad y de aquella única realidad, sólo valioso a la simetría del comienzo, nudo y des como medio de expresión de aquellas enlace, que toda poemario, tragedia o vivencias”. “Ya ves”, le dice Lukács a novela lleva consigo. En un escrito pos Max Bense (el amigo a quien va dirigido terior, “Platón, poesía y las formas”, el texto), “hasta Platón fue un crítico, Lukács aclaró que la forma del neopla aunque la crítica fuera para él –como tónico es el análisis, es decir, la prosa todo lo demás– sólo pretexto y medio ensayística. El platónico, cuando quie de expresión irónica”. En conclusión, re hablar de sí mismo, ha de hacerlo nos dice Lukács, el ensayo se ha hecho a través del destino de otros sujetos, y demasiado rico e independiente para precisamente de aquellos en quienes ponerse incondicionalmente al servicio lo dado, lo ya configurado de la vida, lo de algo, pero es demasiado intelectual eterno inmutable es lo suficientemente y poliforme para cobrar forma por sí rico como para llegar a las más profun mismo. Dicho de otro modo: sólo es das intimidades de su propia alma. cribirá crítica profunda y verdadera el En tal sentido, el ensayo –la crítica– crítico que, “con ocasión” de algo ya asume el comentario sobre literatura o creado, revele su Idea o su Forma. El arte o incluso sobre ciencia como su ensayo es una crítica, un juicio, pero lo realidad, como su forma, con lo cual en esencial en él, lo que decide su valor, 168 no es la sentencia, sino el proceso mis- platonism (1893), el dominicano Pedro mo de juzgar o criticar. Henríquez Ureña organizó el Ateneo de Semejantes definiciones filosóficas del la Juventud. Una obra mexicana de neo ensayo, sin embargo, carecieron de eco platonismo moderno, contemporánea a por mucho tiempo. La “barbarie forma la de Lukács, es la de Alfonso Reyes, lista” procedente del más “rancio estruc Cuestiones estéticas (1911), aunque en su turalismo”, a juicio de Pedro Aullón de posterior teoría literaria, El deslinde (1944), Haro, arrasó con el concepto de historia Reyes terminara inclinándose por el aris y con el concepto de idea. La Forma, para totelismo y el neokantismo. Neoplató Lukács, es un sinónimo de Idea y por lo nico toda su vida fue José Vasconcelos, tanto una superación del sentimentalis quien siendo secretario de Educación mo. La forma es el juez supremo, la no hizo editar varios libros de Plotino para ción de algo ético y de ella se deriva un las escuelas públicas. En un artículo juicio de valor. Aullón de Haro también para El Universal del 30 de abril de 1928, se pregunta si hay leyes para producir siendo candidato presidencial, Vascon un ensayista o un crítico literario. No celos dijo: “nos destruimos al expresar tanto, como no sea la ley de que el crí nos”. Y en su Tratado de metafísica (1929) tico-ensayista sea satírico, irónico, cínico, va a decir: “¡Ah! ¡Si en vez de este pobre escéptico, razonador y hasta caricatu lenguaje disperso en tantos idiomas ab resco. Porque la crítica –el ensayo– es surdos hubiese un aparato como la reti un ars combinatoria. El ensayista es un na humana cuando capta el paisaje; un combinador, un productor de configu aparato capaz de contener la emoción raciones sobre un objeto determinado. iluminada y transmitirla y conservarla!” En síntesis, señala Aullón en su ilumi Como Lukács, Vasconcelos, Reyes y Pe nadora introducción, “el Ensayo es la dro Henríquez Ureña también se enfren forma de la categoría crítica de nuestro taron, ya no contra la barbarie formalista espíritu”. del estructuralismo, sino contra las re Por último, me gustaría señalar una voluciones violentas de un mundo que coincidencia del orden de la historia pretendía, mediante el fascismo, qui de las ideas y de la literatura compa tarle importancia a la idea como forma, rada. Cuando el joven Lukács escribía para así convertirla en vulgar praxis. Si su Esencia y forma del ensayo en 1911, el origen de la lengua es turbio, como al otro lado del Atlántico, en México, indican la estilística y el posestructura también otro grupo de jóvenes se había lismo, en el ensayista está el aclararla volcado a renovar en lengua española mediante la práctica y la directa adap el ensayo –la crítica literaria– desde el tación con el objeto, es decir, en escri punto de vista neoplatónico. Al calor de bir constantemente, en no renunciar a la la lectura de Walter Pater, Plato and Idea como Forma. Lo profundo de estas 169 cuestiones estéticas, en el plano políti co, exige un ensayo aparte.