Cádiz (1810-1813)
Quintí Casals Bergés
Antecedentes
Antes de que se convocara a las cortes España se encontraba bajo la invasión francesa,
obligando a renunciar al trono español a Carlos IV y Fernando VII, quedando como rey
el francés José Bonaparte; después de varias revueltas se crearon juntas locales y
provinciales para combatir el vacío de poder existente conocidas como Juntas
Superiores de Defensa; posteriormente con la batalla de Bailén, julio de 1808, que se
creó la Junta Suprema Central y Gobernativa del Reino, en esta junta las provincias y
juntas locales le brindaron poderes ejecutivos y legislativos al presidente de la misma,
Vicente Osorio Moscoso, el cual ordenó la celebración de las cortes; aquí se encuentra
el primer hecho peculiar y entendible, ya que antes de la invasión napoleónica el rey
era el único con el poder para convocarlas y presidirlas (Casals, pp.194-196).
La primera parte para la realización de las cortes fue elegir la manera en la que estas se
constituirían; se propusieron diferentes formas desde la tradicional: unicameral con
estamentos, hasta la bicameral al estilo inglés, quedando establecida de manera
unicameral sin estamentos (Casals, p.199).
Elección de Diputados
Se dictó por real decreto del 1 de enero de 1810, como sería la forma para elegir a los
diputados por circunscripción territorial, territorios con derecho a voto, juntas
superiores de defensa y los territorios de ultramar; que se presentarían en las Cortes;
se asignaría 1 diputado por cada 50.000 habitantes por cada división administrativa, 1
diputado por representantes de las Juntas Superiores de Defensa, 1 por cada ciudad con
derecho a voto en las ultimas Cortes celebradas en 1789, finalmente 1 por cada distrito
de los territorios de ultramar (Casals, p. 200).
El sufragio para la elección parroquial se estableció con las siguientes características:
universal masculino e indirecto, es decir vecinos mayores de 25 años con oficio, sin
procesos criminales, no deudores, dementes, sordomudos y extranjeros se excluyeron;
libre, pero de carácter público, se decía en voz alta frente a un notario, representantes
de las juntas. La elección era en cuatro grados, se elegían 12 electores, estos nombraban
representantes dependiendo de la población, finalmente en la capital de la provincia se
elegían a los diputados por medio de un sorteo, se proponían tres candidatos por
mayoría de votos para ser insaculados, entre estos tres se sorteaba el puesto de
diputado (Casals, p. 202,209).
Las juntas superiores de defensa que se instauraron para combatir la invasión francesa
eran 17, su tipo de elección era en una fase, los miembros de la junta se reunían y
escogían tres candidatos, que podían ser de cualquier parte de España, para ser
insaculados, y el electo sería el diputado. Para las ciudades con voto en cortes, se
reunían los regidores del municipio, los cuales habían sido nombrados de por vida por
el rey; y un número igual de representantes del pueblo, para elegir tres candidatos que
posteriormente serían insaculados. (Casals, p. 211).
Diputados
Los diputados que se eligieron pertenecían a la clase social más alta del reino
principalmente los pertenecientes al clero, los que tenían formación académica en
derecho, los nobles, hijodalgo y los militares, con menos notoriedad también se
encontraban los profesores universitarios y de letras, comerciantes, hacendados e
industriales (Casals, p. 229).