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Vida, obra y pensamiento del sacerdote Manuel Casimiro Chumán Velásquéz.

Vida y obra
Fue un ilustre ferreñafano, líder del movimiento revolucionario “Los Montoneros” que luchaba
en beneficio de los pobres del campo. Llegó a ser doctor en Teología, periodista combativo y
político, en medio de un gran mar de pasiones que trataba de oponerse a su labor clarificada
de un enorme cristianismo y de gran elevación espiritual.
Encabezó dos movimientos armados de campesinos, ante el abuso, el poder desmedido y la
explotación de los terratenientes y hacendados de Ferreñafe. El primero lo realizó el 29 de
mayo de 1908(se sublevan en Lima y en Ferreñafe, siendo develada la insurrección) y el
segundo lo realizó el 10 de noviembre de 1910, denominado “Montonera” con más fuerza,
tomando la plaza de armas de Ferreñafe y capturando como rehenes a los hacendados y
terratenientes: Juan Aurich, Génaro Barragán y a don Mariano Salazar, exigiéndoles pagar un
cupo, algunos aseguran que por la libertad de los tres se cobró un cupo de 300 libras de oro,
pero hay quienes señalan que fue mucho más.
La rebelión duró 20 días, recorriendo varios pueblos como: Mochumí, Íllimo, Pacora, Jayanca,
Motupe, Olmos, Incahuasi, Moyán, Batangrande, Pítipo, con gran apoyo popular. El 30 de
noviembre de 1910, los montoneros dirigidos por el padre Chumán, se enfrentaron finalmente
en las calles y en la plaza con las huestes armadas de Leguía.
El enfrentamiento duró 10 horas de sangre y fuego, los valientes montoneros fueron vencidos,
a los líderes del movimiento se les apresó, luego fueron liberados. El final fue muy triste, pues
muchos rebeldes fallecieron, a pesar de esto los campesinos jamás renegaron del cura
Chumán.
El día de la insurrección, el cura Chumán lideró un contingente de 80 campesinos armados de
manera precaria, ingresando a la Ciudad de Ferreñafe a las 5:30 de la mañana. Miguel Plaza se
encargó de tomar el cuartel de la policía, Artidoro Ugáz Barrenechea de tomar prisionero a
don Genaro Barragán, el resto tomó la ciudad, el movimiento se había extendido por todo el
pueblo.
Aun habiendo tomado el cuartel de la policía, el combate continuó hasta las doce del medio
día. Las casas de los hacendados eran saqueadas.
Posteriormente toman prisioneros a Don Juan Aurich y a Don Mariano Salazar y son llevados
ante el líder revolucionario Chumán.
Cuentan que como el presbítero era ahijado de Don Mariano Salazar y este ante su presencia
del gran rebelde, dijo: “Ahijado, si sabía que esto me ibas hacer en la misma pila te ahogaba.
Genaro Barragán era dueño de la hacienda Luya y se apropiaba de las aguas de la Comunidad
“Santa Lucía” de Ferreñafe; mientras que Juan Aurich era arrendatario de la hacienda de
Batangrande y regaba sus extensas tierras con el agua de las comunidades de Mochumí,
Túcume, Jayanca, Pacora.
El contexto histórico de la montonera coincide con el advenimiento de la crisis mundial en el
gobierno del presidente Leguía, surgió una política de préstamos bancarios, existía una fuerte
oposición parlamentaria que cuestionaba al gabinete de gobierno y le había quitado todo tipo
de respaldo. En esta época se produce un plan revolucionario en el Cusco, llegando apresar a
David Samanez, Enrique Llosa.
Aparecieron montoneros (guerrilleros) en Lambayeque y en Ferreñafe entre cuyos cabecillas
figuraban Orestes Ferro, el cura Chumán, Pedro Matute(en Pacasmayo) y Lora y Cordero.
Como mediano agricultor, este sacerdote poseía cerca de 30 has, en la rama de Chuchicol –
Ferreñafe, existen versiones que dicen que se le veía trabajar como un campesino común y
corriente, ya sea manejando un arado de palo o una palana.
Fue un gran defensor del campesino ferreñafano y defensor de la democracia. Nace en
Ferreñafe el 18 de diciembre de 1862. Sus padres fueron don Juan del Carmen Chumán y doña
Josefina Velásquez.
Sus estudios primarios los hizo en su ciudad natal en el seminario Menor de Santo Toribio,
revelando desde niño una inteligencia y sobre todo mucho carácter y una voluntad indomable
para ocupar posiciones destacadas. Su educación secundaria la realizó en el Colegio Nacional
“San José” de la provincia de Chiclayo.
Hizo sus estudios sacerdotales en el Seminario de “San Carlos” y “San Marcelo” de la ciudad de
Trujillo, sobresaliendo como alumno distinguido. Realizó su primera misa el 16 de julio de
1895.
Como sacerdote siguió una línea recta, incorruptible, no explotó a los feligreses. Tuvo
desprecio por el dinero y devoción por su carrera sacerdotal.
Combatió abusos, privilegios e injusticias de gentes que pretendía tratar a los campesinos y
obreros como siervos. Su casa era diariamente invadida por gentes que eran blanco de
atropellos y él con valentía y decisión y con la efervescencia de su personalidad los combatió
amparado por Dios y la Ley.
En 1910 se hace cargo de la parroquia de Mochumí y sus anexos de Túcume e Íllimo. En 1910
se levanta en armas contra el poder terrateniente, asumiendo una posición reformista, siendo
perseguido; esta revolución en Ferreñafe trataba de combatir la mala política aplicada por el
gobierno de Augusto B.Leguía. La encabezaba don Orestes Ferro y otros caudillos demócratas.
El doctor Casimiro Chumán, estimaba justos los postulados y objetivos de esta revolución, se
plegó a ella, con valentía y decisión varonil.
Desde 1913 hasta 1917, fue nombrado por el Presidente Augusto B.Leguía, como alcalde de la
Provincia de Ferreñafe. Tuvo como concejales a los señores: Miguel Plaza, José Vílchez.
En 1913, frente a la hambruna que azotaba al pueblo ferreñafano a raíz de la sequía, se
entrevista con el propietario de la hacienda Tumán, don José Pardo, y después de una larga
conversación recibe la ayuda necesaria en lo que se refiere a ropa y alimentos: tocuyo,
manteca, papas y azúcar que fueron repartidos entre el pueblo. Hay quienes señalan que en
este año, el cura Chumán, apoyó al levantista ferreñafano José Mercedes Cachay en el
levantamiento del pueblo de Zaña.
En 1917, cuando se había escaseado el arroz y el azúcar reunió a los campesinos el 29 de
octubre, donde pide la prohibición de la exportación de dichos productos; y después en una
movilización junto con su pueblo protesta por el desabastecimiento de los alimentos de
primera necesidad ocasionado por los terratenientes.
En su segundo mandato como alcalde, de 1920 a 1922, elegido por Augusto B. Leguía,
distribuye lotes de terreno a los campesinos pobres, tarjetas para la venta de arroz y se abre la
Escuela Elemental Nocturna (dirigida por Don Lucero Porro), se restauró la Plaza de Armas y
empedró algunas veredas.
En 1921, Chumán se aleja de todo movimiento comunal, dedicándose a la enseñanza y a su
iglesia. En 1923 se dedicó al curato de Morrope. En octubre del mismo año regresa a
Ferreñafe, muy enfermo.
Muere producto de una neumonía gripal, el 18 de diciembre de 1924, rodeado de sus
hermanos, camaradas de armas y vecinas. Sus restos yacen en una de las tumbas del
Cementerio “El Carmen” al lado derecho de la puerta de ingreso.
El doctor Manuel Casimiro Chumán Velásquez, poeta y visionario hasta en sus momentos de
delirio, buscaba en el árbol de la vida cómo coger dentro de las ramas los frutos de su
sacrificio. Soberbio en su desgracia, nada dejó en el tormento, en el ocaso, en el momento
último de su vida y sólo indagaba con la luz de sus pupilas el signo de la suerte de su pueblo,
falleciendo rodeado de sus hermanos de lucha, condiscípulos a la edad de 62 años.
Unos de los hijos ilustres que ha tenido Ferreñafe, que con valentía defendió los derechos de
sus hermanos agricultores y que con su divisa: Educación, Tierra y Libertad anheló una
colectividad sana, fuerte, moral, física y económicamente.
Pensamiento de Casimiro Chumán
Chumán es uno de los representantes más lúcidos del campesino acomodado, su casa era sitio
obligado de reunión de los campesinos y obreros que noche a noche desfilaban relatando los
continuos abusos de los terratenientes.
El pensamiento de Chumán se puso de manifiesto en el púlpito y en los periódicos de la época,
en el Semanario “El Grito del Pueblo”.
Concebía que el problema del campesinado era el agua, planteando como necesidad
perentoria la equitativa distribución de ésta, la construcción de reservorios y la educación de
campesinos y obreros para que pudiesen asimilar las nuevas técnicas que los resarcirían de las
trabas feudales que “oxidaban” y atrasaban a la sociedad; también, abogaba por una mejor
dieta alimenticia, vivienda adecuada; y reconocía a la mujer los mismos derechos que al
hombre. Su divisa era: Educación, Tierra y Libertad, elementos que de conquistarse darían el
bienestar nacional.
El doctor Manuel Casimiro Chumán como los grandes revolucionarios, pensaba y sostenía
desde la tribuna y desde los diarios que la libertad es ficticia, fantástica, si no hay
independencia económica. Por esto predicaba Educación para capacitarse en la lucha por la
vida y una vez capacitado adquirir independencia económica y para no estar sojuzgado por
fuerzas omnipotentes y ser víctima de actos arbitrarios y despóticos. Pero muy pocos hombres
de elevada posición económica y social simpatizaban con estos puntos de vista del doctor
Manuel Casimiro Chumán Velásquez.
No tuvo otras ambiciones que la Educación y la Libertad de los obreros, campesinos y de gente
humilde. En todos los periódicos del departamento escribió elegantes y fogosos artículos de
doctrina, de admiración y combate.
El programa de Casimiro Chumán reclamaba: Redención del indio lambayecano, restitución de
las tierras, reforma agraria, uso exclusivo del canal Taymi, reforma de la iglesia y rechazo al
caciquismo.

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