I. INTRODUCCIÓN
IV. ARRENDAMIENTOS
En el presente trabajo se intenta abordar los distintos temas contables que la profesión
debe aplicar en forma inmediata como también aquellos que han sido modificados
recientemente. En el mismo sentido se pretende analizar otras cuestiones referidas
introducidas por la aplicación de la NIIF.
De esta forma se analizarán las siguientes cuestiones:
a. La remedición de los activos y el ajuste por inflación
b. La actividad agropecuaria en el marco de la modificación de las Resolución
Técnica Nº 22
c. Arrendamientos
d. Cuestiones particulares al momento de la compra de los mayores valores de los
activos identificables
e. Los resultados diferidos vs el otro resultado integral
Las conclusiones se presentan con respecto a cada uno de los temas analizados.
IV. ARRENDAMIENTOS
I- Introducción
Con la NIIF 16, el estándar internacional que regula la contabilidad de arrendamientos y cuya
obligatoriedad rige para los ejercicios que se inicien a partir del 1º de enero de 2019, el IASB
radicalizó la prevalencia del interés de los usuarios sobre el purismo teórico 8, la supremacía de la
esencia sobre la forma y las definiciones de activos y pasivos contempladas en el marco
conceptual emitido en marzo de 2018.
8
Esta afirmación no equivale a decir que las soluciones del IASB sean inconsistentes, dada la selección
previa por parte de los usuarios que participan del “debido proceso” que conduce a la emisión de una
norma.
de arrendamiento (tales como la extensión del plazo o cambios en las estimaciones vinculadas
con el ejercicio de la opción de compra) 9.
La medición posterior del activo podrá realizarse sobre la base del modelo del costo (menos
depreciaciones y pérdidas por deterioro de valor acumuladas), en función del modelo de la
revaluación o del valor razonable . Estos últimos son de aplicación:
Obligatoria cuando los derechos de uso califican como propiedades de inversión que se miden
a valor razonable en los términos de la NIC 40 y
Optativa en el caso de activos subyacentes relacionados con una clase de propiedades, planta
y equipo que se miden utilizando el modelo de la revaluación admitido por la NIC 16.
9
Estos ajustes también modificarán la medición del activo por derecho de uso.
10
Para simplificar la presentación, dejamos de lado escenarios donde la depreciación y la cuota
contribuyen a formar el costo de otro activo, como ocurriría si el activo subyacente se destina a la
producción de bienes.
• Valor descontado cuota con vencimiento en dic x17: $ 3.000/(1,1524) = $ 2.603.
• …
• Valor descontado cuota con vencimiento en dic x19: $ 3.000/(1,1524)5 = $ 1.476.
La medición inicial del activo surge de sumar la cuota adelantada, la medición inicial del pasivo
y gastos directos incurridos por el arrendatario para poner el activo en condiciones de ser
utilizado:
11
Con el fin de simplificar la presentación, nuestra solución no contempla el impacto del impuesto
diferido. Su inclusión no modificaría las conclusiones obtenidas, aunque alteraría su magnitud.
Finalmente, podemos confrontar los resultados que arrojarían tres ratios típicamente utilizados
para el análisis e interpretación de estados contables sobre la base de los estados financieros
expuestos en C.6 y C.7:
12
NIIF 16: FC 91.
a activos subyacentes de bajo valor (tales como tabletas, computadoras personales, pequeños
elementos de muebles de oficina y teléfonos) 13.
El IASB estimó que, en los casos eximidos, los beneficios de reconocer los activos por
derecho de uso y los pasivos por arrendamientos no compensarían los costos de hacer la tarea 14.
13
NIIF 16: FC 100.
14 NIIF 16: FC 89; FC 101.
15
NIIF 16: IN6.
16
Este enfoque estaba previsto en la derogada NIC 17 y sigue vigente en nuestro país por imperio de la
RT 18.
17
NIIF 16: FC 3.
18
NIIF 16: 58; 61.
Podríamos suponer que esta dicotomía de la NIIF 16 deviene inconsiste en el plano teórico. Pero,
según vimos, implícitamente el IASB dice privilegiar la percepción y necesidades de las usarios
antes que la pureza de la doctrina 19.
¿Constituye dicho criterio una genuina contradicción? ¿Pueden las normas referidas a la emisión
de estados financieros avanzar más que las convicciones o percepciones de quienes utilizan la
información contenida en dichos estados?
En efecto, como resultado de sucesos pasados (la celebración del contrato y la obtención del
control del activo), el arrendatario asume la obligación de transferir recursos económicos. Dicha
obligación satisface, además, el umbral de probabilidad que suelen estipular las normas para el
reconocimiento de un pasivo 21.
También cumple la definición de activo basada en el control y no en el derecho de propiedad. Ese
último no es sino uno entre otros derechos que pueden ejercerse respecto de un activo cualquiera;
por ejemplo, los de vender, dar en uso, otorgar en garantía o entregar en comodato.
Son los derechos asociados a un activo, junto a su potencial para producir beneficios, los que
definen al recurso y, si sumamos el control, determinan la existencia de un activo. Todo contrato
19
No discutiremos aquí si, efectivamente, este dispar tratamiento constituye verdaderamente una
inconsistencia ni debatiremos acerca de su significatividad.
20
NIIF – MC: 4.2.
21
El nuevo marco conceptual no define un umbral de probabilidad, como lo insinuaba el anterior, sino
que aborda el tema sobre la base de la “relevancia” y la “representación fiel”.
crea derechos y obligaciones para las partes. Mediante el de arrendamiento, el arrendatario
adquiere el derecho de utilizar un activo y asume las obligaciones de efectuar pagos y devolver
el activo en las condiciones estipuladas al vencimiento del contrato. El arrendador, a su vez,
obtiene el derecho de cobrar los cánones como contratapartida de transferir el de uso (conservando
el de propiedad).
La esencia económica nos indica que, por la naturaleza de los contratos celebrados en un escenario
jurídico determinado, los estados financieros no reconocen ni miden como activos meros
elementos materiales tales como “propiedades, planta y equipo” o “propiedades de inversión”.
Reflejan y miden, o deberían reflejar y medir, los derechos que una entidad tiene sobre esos
elementos 22.
22
Naturalmente, también es el caso de los derechos sobre intangibles.
23
NIIF 16: 9.
24
NIIF 16: B9. Resaltado por los autores.
25
Un activo no deja de estar identificado cuando es (o puede ser) reemplazado por reparación o
satisfacción de garantías comprometidas por el proveedor/arrendador.
La obtención de los beneficios económicos puede derivarse tanto de los productos y
subproductos que se obtengan como de los flujos de efectivo potenciales derivados de los mismos
(etapa b del gráfico G.2), mientras que el análisis de la posibilidad de decidir el uso del activo
requiere estudiar las variables referidas en c.1, c.2 y c.3 (gráfico G.2). Ese derecho faculta al
receptor para definir cuestiones tales como el tipo de producto a fabricar, el momento en que se
llevará a cabo la fabricación, el uso que se le dará a una maquinaria, el destino que tendrá un
camión o un barco o las cantidades a fabricar, transportar o vender.
Veamos unos ejemplos para ilustrar sobre estas cuestiones.
Ejemplo 2- Supongamos que una empresa de café (“cliente”) contrata con un operador
aeroportuario (“proveedor”) para usar un local en el aeropuerto para vender sus bienes por un
periodo de tres años.
El contrato señala la cantidad de espacio y el local que podrían localizarse en cualquiera de las
distintas áreas de embarque dentro del aeropuerto. El “proveedor” tiene el derecho de cambiar la
localización del local asignado al “cliente” en cualquier momento durante el periodo de uso.
Existen unos costos mínimos para el “proveedor” asociados con el cambio del local y hay, en el
aeropuerto, muchas áreas que están disponibles y que cumplirían las especificaciones del contrato.
***Este contrato no califica como arrendamiento porque no existe un activo identificado,
dado que el “proveedor” puede cambiar la localización del espacio sin autorización de su
“cliente”. Este no tiene la capacidad para decidir cómo y para que se usa el activo.
Ejemplo 3- El “cliente” contrata con una inmobiliaria (“proveedor”) el uso de un local por el
término de cinco años. Ese local es parte de una superficie con muchos locales comerciales.
El “proveedor” no puede requerir que el “cliente” se reubique en otro local. El contrato establece
que el “cliente” utilice el local para operar su marca comercial durante el horario de apertura del
shopping. El “cliente” toma todas las decisiones sobre el empleo del local comercial durante el
periodo de uso. Por ejemplo, define la combinación de bienes a vender, el precio de los artículos
y las cantidades de inventario a mantener. También controla el acceso físico al local a lo largo de
todo el periodo de uso.
El contrato exige que el “cliente” realice al “proveedor” pagos fijos por el arrendamiento y pagos
variables por el suministro de servicios de seguridad, limpieza y publicidad.
***En este caso hay un activo identificable y el cliente tiene tanto el derecho a recibir
sustancialmente todos los beneficios económicos de su empleo como decidir cómo y para que
utilizar el local comercial. Por lo tanto, existe un contrato de arrendamiento.
VI- Conclusiones
La NIIF 16 exige que:
Los arrendatarios contabilicen sus contratos de arrendamientos sobre la base del
enfoque del derecho de uso, que implica el reconocimiento (con limitadas
excepciones) de todos los activos y pasivos emergentes de ese tipo de contratos y
Los arrendadores continúen aplicando el modelo de la transferencia de los
riesgos y beneficios, debiendo distinguir entre arrendamientos financieros y
operativos.
Las disposiciones de este estándar internacional radicalizan, por esa vía:
La prevalencia del interés de los usuarios;
La supremacía de la esencia sobre la forma y las definiciones de activos y
pasivos contenidas en el nuevo marco conceptual.
La prevalencia del interés del usuarios se manifiesta en los diferentes enfoques
previstos para la contabilidad del arrendatario y del arrendador. Sólo en el primer caso los
usuarios opinaron mayoritariamente a favor del criterio finalmente adoptado por la NIIF 16, pues
generalmente ajustaban los estados financieros de los arrendatarios para no dejar pasivos por fuera
del balance. Pero, a la vez, expresaron conformidad con la clasificación de arrendamientos que
deben hacer los arrendadores.
El enfoque del derecho de uso satisface más cabalmente la definición de pasivo
contemplada en el nuevo marco conceptual. En efecto, como consecuencia de sucesos pasados
(la celebración del contrato de arrendamiento y la obtención del control del activo), el arrendatario
asume la obligación de transferir recursos económicos.
También cumple la definición de activo basada en el control y no en el derecho de
propiedad. Ese último no es sino uno entre otros derechos que pueden ejercerse respecto de un
activo cualquiera; por ejemplo, los de vender, dar en uso, otorgar en garantía o entregar en
comodato. Son los derechos asociados a un activo, junto a su potencial para producir beneficios,
los que definen al recurso y, si sumamos el control, determinan la existencia de un activo.
La esencia económica nos indica que, por la naturaleza de los contratos celebrados en un
escenario jurídico determinado, los estados financieros no reconocen ni miden como activos
meros elementos materiales tales como “propiedades, planta y equipo” o “propiedades de
inversión”. Reflejan y miden, o deberían reflejar y medir, los derechos que una entidad tiene
sobre esos elementos.
Al margen de la diversidad de criterios que la NIIF 16 contempla para la contabilidad de
arrendatario y arrendador, el sustento teórico del enfoque del derecho de uso parece intachable si
aceptamos en todos sus términos tanto las definiciones de activos y pasivos como la necesidad de
evitar el ocultamiento de pasivos.
Emerge, entonces, la pertinencia de debatir acerca de la incorporación de dicho enfoque a
las normas contables profesionales argentinas, distintas de la RT 26 (NCPA). Cuestión que nos
plantea algunos interrogantes.
¿La percepción de los usuarios de estados financieros preparados conforme a NCPA
coincidirá con la revelada por quienes participaron del “debido proceso” que condujo a la emisión
de la NIIF 16?
¿Aceptarán usuarios y emisores de estados financieros basados en NCPA que el derecho
de propiedad es sólo uno entre otros derechos asociados a cualquier activo subyacente en un
contrato? ¿Y que la transferencia de tales derechos puede permitir el control de un activo durante
un período determinado?
Por último, suponiendo que la respuesta para los planteos anteriores sea afirmativa: ¿El
enfoque del derecho de uso debe exigirse tanto para los entes que apliquen RT 17 como para los
que utilicen RT 41? ¿O sólo para los primeros si estimáramos un balance costos-beneficios
desfavorable para los entes de menor escala?