Hay varios principios que son útiles para manejar y cuidar el cuerpo durante la práctica de asanas. Conocer dichos
principios, cuando se aplican a alguna de las múltiples posturas, es una manera de crear conciencia para apoyar la
practica y minimizar el riesgo de lesión. Una frase que resulta útil para mantener la atención es: “cuello, espalda y
rodillas”, como un recordatorio de tres áreas de vulnerabilidad potencial.
Principio de palancas
Una palanca es algo que se utiliza para aumentar la fuerza, y entre mas larga la palanca, mayor es la energía que se
aplica.Tomar el cabo de una larga barra de acero incrustada bajo una roca, ayudará a moverla mas fácilmente que
si la tratáramos de levantar únicamente a mano. Sin embargo, este mismo incremento de la fuerza, en el cuerpo
humano tiene que ser manejado con cuidado. Por ejemplo, cuando los brazos están extendidos durante una flexión
adelante, la distancia adicional en el tramo desde la pelvis hasta las puntas de los dedos incrementa efectivamente
la tensión en la parte baja de la espalda. De manera similar, elevar y hacer descender las piernas, particularmente
ambas piernas simultáneamente, también crea una palanca poderosa. Algunas veces nos será útil incrementar la
intensidad de la práctica. Otras veces puede ser necesario reducir el largo de la palanca, por ejemplo, colocando
los brazos a los lados en una flexión adelante o doblando una rodilla en una postura de elevación de piernas. Esto
se aplica particularmente si la espalda baja es sensible o propensa a las lesiones.
Aflojar las rodillas un poco, en lugar de bloquearlas, le dará apoyo a la espalda en las flexiones
adelante desde la postura de pie.
En Bhujangasana existe la tendencia a levantar la pelvis del suelo en una “cobra colgante”, y cuan-
do esto sucede el movimiento va más allá del rango de movimiento normal de la espalda y aplica
una presión indebida a la espalda baja. Colocar los talones juntos, mantener la pelvis en el piso,
repartir los movimientos de manera pareja a lo largo de la espalda y levantar el cuerpo con ayuda
de los músculos de la espalda y no con los brazos, ayudará a perfeccionar esta asana.
También hay que tener cuidado con los movimientos del cuello. Aquí la clave es la moderación
y gradualmente incrementar el rango de movimiento, al igual que alargar el cuello durante la fle-
xión. Los movimientos aquí mencionados deben hacerse con atención y conciencia.
Movimientos de rebote
Un movimiento de rebote es aquel que va más allá del rango natural de movimiento y causa ten-
sión. Conciencia y sentido común deben mantenerse durante prácticas tales como poorna titali
asana (a mariposa) y Kati chakrasana (postura de rotación de la cintura).
Muchos movimientos en el yoga están cuidadosamente sincronizados con la respiración. Esta es
una válvula de protección incorporada para mantener la conciencia y no producir lesión. Cuando
un movimiento se torna rápido se controla con más dificultad y puede resultar en desgarra-
miento o lesión si el movimiento va más allá del rango normal o no es balanceado. El principio
mas importante es el de mantener la conciencia y tomar nota de los avisos que dé el cuerpo. El
conteo ayuda a este proceso.
Movimientos repetitivos
Desde luego 25 rondas de Surya Namaskara son un gran logro, pero ciertamente es un reto
mayor para el cuerpo que tres rondas. Alcanzar múltiples rondas de algo, se apoya en ir entre-
nando de manera regular y estable durante un período hacia metas más elevadas. Así se tonifica
el cuerpo para que pueda soportar las expectativas crecientes. Los atletas no cubren 100 metros
en diez segundos en la primera sesión. Se requiere un programa de entrenamiento sistemático.
Un indicador de cuando nos estamos excediendo, es el de perder el foco en la postura, porque
estamos física o mentalmente cansados. Notaremos que erramos en el conteo, perdemos el
equilibrio, etc.
Posturas sostenidas
El ejemplo más obvio de una postura sostenida es cuando estamos sentados. Las rodillas no aguantarán
del todo bien cuando nunca nos hemos sentado así y tratamos de sentarnos con las piernas cruzadas y
quietos, por una hora, el primer día. Se requiere paciencia. Hay que tener en cuenta que cuando las partes
del cuerpo “se duermen”, a menudo no es posible decir si hubo un esfuerzo indebido, hasta
que termina la práctica. La preparación del cuerpo para sentarse es un proceso sistemático y continuo
y, entre otras cosas, una de las razones principales para practicar asanas. Para cada sesión en la que nos
sentaremos, unas pocas asanas que preparen el cuerpo previamente, serán de ayuda. Ponerle atención a
la dieta y practicar shatkarmas también ayudará mucho a desalojar las toxinas, la incomodidad asociada y
la rigidez del cuerpo. Sostener una asana por un tiempo prolongado necesita preparación y una cantidad
saludable de sentido común.