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Colombia: Un país innovador, pero sin dolientes

Ensayo.

Mariano Alberto petro Negrete

Universidad de Santander

Facultad de educación

Maestría en gestión de Informática Educativa.

San Pedro de Urabá – Antioquia

2018
Colombia: un país innovador, pero sin dolientes

Ser uno de los países mejor ubicados en la geografía latinoamericana podría convertir

a nuestra nación en un referente internacional para el desarrollo de sus pueblos, máxime

cuando cuenta con una esplendorosa y muy envidiada fuente de riqueza natural reflejada en

sus ríos, mares, fauna y flora, minería, y sobre todo en el talento creativo e innovador de

todos nuestros conciudadanos. No en vano el colombiano es conocido a nivel global como un

personaje único, con un talento excepcional y capaz de afrontar las más grandes vicisitudes

que se le presenten en cualquier momento. Esa fama mundial, negativa, por cierto, debería ser

aprovechada si los máximos dirigentes del país, los “dueños” del pensar y del sentir del

pueblo, los mal llamados políticos, incluyeran en sus políticas de estado la inversión

necesaria para generar espacios de reflexión, educación, ciencia y tecnología, no con el

pírrico presupuesto que hoy se destina para tal fin, sino con financiación absoluta en todos los

procesos.

Si bien las políticas públicas se pueden definir como: “una herramienta para la

solución de problemáticas concretas, que buscan optimizar la eficiencia del gobierno y su

aparato estatal, poniendo un mecanismo en el que se plantean objetivos, fines y medios para

la resolución de estos” (UDES, 2016, P.25). en Colombia estas no han sido coherente entre lo

que se propone y lo que se ejecuta. En este sentido se puede hablar de un estudio del diseño

que conlleve a un análisis que permita la racionalidad buscando un equilibrio entre costos y

beneficios. Esos momentos conocidos como desarrollo de procesos de transformación, deben

estar centrados en torno a la educación, la investigación y la innovación si de verdad se desea

un cambio en la estructura de un estado en todos sus componentes.

No obstante, de contar con una riqueza única, no propendemos por el trabajo que

permita la explotación de esos recursos naturales, fortaleciendo las instituciones y apoyando


la ciencia y la tecnología, hoy conocida como tecno-ciencia en los términos de tecnología de

la información, biotecnología, microtecnología y la robótica como como pilares de

acercamiento entre investigación, política y educación, de la mano con la civilización, la

economía, la sociedad y la cultura ambiental.

El proceso de globalización debe llevar a los gobiernos al desarrollo científico-técnico

que siga incidiendo de manera positiva en las comunidades, sin perjuicio de su entorno,

puesto que es muy nutrido el número de poblaciones que se han visto perjudicadas por la

implementación de alguna clase de tecnología e innovación, porque los gobiernos de turno,

en su gran mayoría, conciben el desarrollo como un espacio propicio para agrandar sus arcas

personales al no hacer un estudio concienzudo de los impactos (tanto positivos como

negativos) que pueda generar en dicha comunidad. Por esa visión particular de los

gobernantes sobre la pertinencia o no de un proyecto, es que se generan choques entre los que

apoyan la iniciativa y los que la rechazan, campo que está siendo asumido por la bioética, que

encuentra los argumentos suficientes para discernir sobre la implementación de un proyecto,

cuando el mismo carece de los estudios óptimos, debidamente analizados y socializados con

la comunidad actuante. Es por esto que UDES (2016, p.58) afirma que: “la bioética se

constituirá como una disciplina que buscará cerrar la brecha existente entre los hombres y el

medio que este transforma.”

Como dije al inicio del texto, Colombia es una potentada en términos de recursos

naturales que podrían ser aprovechados si de verdad existiera en nuestro país políticas de

desarrollo hacia la ciencia, la tecnología y la innovación y estas no sigan siendo las

cenicientas del paseo, pero desafortunadamente estas políticas están sin concretar y en los

últimos períodos de gobierno no han tenido la importancia que se requiere para un país que le

apuesta al crecimiento económico. Ante esta situación críticos afirman que:


La posición de algunos expertos es que no existe libertad para la innovación y el

desarrollo de la ciencia, pues los proyectos que se apoyan en las regiones dependen de

los intereses de los políticos de turno, de la identificación que las propuestas tengan

con los programas de gobierno, lo que genera afectación en la investigación, ya que

no hay continuidad en el desarrollo de las propuestas. El sistema quedó ceñido a los

planes de cuatro años de los gobernadores. Y desorientado porque por esa estructura

dispersa no se puede construir una política global, nacional, transversal que responda

a las señas de deterioro y decaimiento del sistema. (Morales y León, 2013)

En el periodo de 2006 a 2010 bajo la presidencia del Doctor Álvaro Uribe Vélez cuyo

plan de desarrollo llevo por nombre estado comunitario: Desarrollo para todos, el cual plantea

objetivos tales como: “la mejorara la capacidad competitiva del país y buscar soluciones, a

problemas sociales fundamentales, como son el empleo, la seguridad, la pobreza y la salud

mediante el apoyo al desarrollo científico-tecnológico y la innovación en Colombia”

(Velasco Montañés, 2015, p.116). para esto dicho plan de desarrollo define ocho áreas

programáticas todas ellas relacionadas con el conocimiento, la ciencia, la tecnología e

innovación.

En primer lugar, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez cumplió su palabra cuando

hablaba de austeridad, pero solamente en el campo de la tecnología y la innovación y de

manera abominable relaciona el crecimiento económico a la implementación de su seguridad

democrática de la mano con la tecnología y la innovación:

por ello, para volver a crecer se requiere, ante todo, recuperar la seguridad física,

restaurar la seguridad jurídica y ajustar las finanzas del estado. Pero no es suficiente.

La reactivación económica en el corto plazo necesita esfuerzos focalizados y la

recuperación del crecimiento en el mediano plazo exige ajustes en los sectores de


infraestructura y servicios públicos, inversiones en capital humano y ciencia y

tecnología y una política comercial coherente que conduzca a la inserción ordenada

de la economía nacional en la economía mundial. (IE Benjamín Herrera, 2009)

Se creía que con la aprobación de la ley 4567 que modifica la ley 59 de 1998 cuyo

objetivo general es fortalecer el sistema Nacional de ciencia y tecnología y a Colciencias para

lograr un modelo de producción sustentado en torno a este eje de la economía, se le iba a dar

valor agregado a los productos y servicios y propiciar el desarrollo de producción de la

industria nacional, pero no. Y todos sabemos que esto va ligado al presupuesto que para ello

se destine independientemente de las leyes que se generen.

Uribe Vélez sólo destinó el 1% del PIB para procesos de ciencia tecnología e

innovación, tal vez porque este no era su eje central de gobierno y se dedicó más a la mal

llamada seguridad democrática.

Para el primer período del presidente juan Manuel Santos, con su plan de desarrollo

“Hacia la Prosperidad Democrática” cuyo propósito:

se centra en consolidar la seguridad con la meta de alcanzar la paz, dar un gran salto

de progreso social, lograr un dinamismo económico regional que permita desarrollo

sostenible y crecimiento sostenido, más empleo formal y menor pobreza, de manera

que se genere prosperidad para toda la población. (Velazco Montañez, 2015, p.126)

En este sentido se le da bastante importancia a todo lo relacionado con iniciativas

tecnológicas e innovadoras que permitan una mayor puesta para la investigación, en aras de

un mayor desarrollo económico y de la sociedad como tal. Se reestructura el sistema general

de regalías y se destina un 10% del rubro para ciencia, tecnología e investigación, creando

con ello un fondo especial para estos menesteres. Ante esto, se crea el Órgano Colegiado de
Administración y Decisión que es ente encargado de aprobar los recursos necesarios para la

puesta en marcha de proyectos investigativos

Nupia (2018) identifica en el primer gobierno de Santos, líneas estratégicas

innovadoras hacia las cuales se mueve el país en materia de investigación y conocimiento:

turismo, aplicaciones civiles de desarrollo, materiales y electrónica, logística, tecnologías de

información y comunicación, salud, biotecnología, energía y recursos naturales, diseño e

industrias creativas y culturales.

En el segundo periodo del presidente Juan Manuel Santos Para Nupia (2018), las

cuatro estrategias no son novedosas y se han limitado sólo a la experimentación por parte de

COLCIENCIAS sin que se generen las transformaciones necesarias que el país requiere en

términos de ciencia, tecnología e investigación (CTI)

Para concluir, es necesario acotar que no han sido suficientes los recursos que los

distintos gobiernos le han presupuestado a un campo de la economía como lo es invertir en

ciencia, tecnología e innovación que es la columna vertebral del progreso de las

comunidades. El poco rubro destinado no sobrepasa los índices esperados y con ello sólo se

llega al campo de la experimentación teórica.

De igual manera, las dimensiones de lo público están siendo acortadas por lo privado.

Más de un dirigente abona el campo de acuerdo a sus intereses particulares, dejando de lado

los verdaderos intereses de las comunidades que demandan más recursos para la ejecución de

proyectos innovadores.

Hoy se busca el restablecimiento de derechos de una comunidad en deuda a través de

la creación del ministerio de la tecnología y la innovación, proyecto que ya fue presentado al

congreso de la república.
Enrique forero, Presidente de la Academia Colombiana de ciencias exactas, físicas y

naturales y uno de los científicos que más ha impulsado la idea de un ministerio para

el sector cree, que la iniciativa es importante porque así se tendría asiento en el

consejo de ministros, y se pondría en la boca de las personas las palabras ciencia y

tecnología teniendo más incidencia y relevancia en las decisiones tomadas desde el

gobierno (SEMANA, 2018).

Ya de años atrás se viene impulsando la idea de que Colombia se codee con las

grandes potencias en términos de ciencia y tecnología. Es así, como en el 2007 se crea

RENATA (Red nacional académica de tecnología avanzada), precisamente para tratar de

conectar a la comunidad científica con el mundo.

Esperemos que con estas iniciativas y las buenas acciones que pueda generar el nuevo

gobierno, la ciencia, la tecnología y la innovación ocupen el lugar de prestigio que de tiempos

atrás se les viene coartando.


Referencias

I.E Benjamín Herrera (2009). Economía I.E Benjamín Herrera. El plan de desarrollo del

gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Recuperado de:

https://economiaiebh.wordpress.com/33-el-plan-de-desarrollo-del-gobierno-de-alvaro-

uribe-velez/

Morales y León (2013). Adiós a los mitos de innovación. Recuperado de:

http://www.quieroinnovar.com/wp-

content/uploads/2013/06/Capitulo1AdiosALosMitosDeLaInnovacion.pdf

Nupia, Carlos Mauricio (2018). Seguimiento y análisis de políticas públicas en

Colombia.2015 recuperado de: https://publicaciones.uexternado.edu.co/seguimiento-

y-analisis-de-politicas-publicas-en-colombia-anuario-2015-politica-colombiana.html

Revista Semana (2018). ¿Vale la pena crear un ministerio de ciencia, Tecnología e

innovación? Recuperado de: www.semana.com/educacion/articulo/la-camara-aprobo-

el-proyecto-para-crear-el-ministerio-de-ciencia-tecnologia-e-innovacion/571134

UDES (2017) Innovación y ciencia, Innovación y conocimiento. Recuperado de:

http://aulavirtual.eaie.cvudes.edu.co/publico/lems/L.000.004.MG/capitulo_LEM.html

Velasco Montañez (2015). Análisis comparativo de las políticas públicas de innovación en

Colombia. Recuperado de:

https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/7000/1/VelascoMonta%C3%B1e

zSandraYaneth2015.pdf

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