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EL RECURSO HIDRICO EN ANTIOQUIA

Versión 1.0

Secretaria del Medio Ambiente


Gobernación de Antioquia

Marzo de 2014
Índice del Documento

Presentación.................................................................................................................................... 5
Introducción .................................................................................................................................... 6
1. El agua en el contexto Mundial ............................................................................................... 6
2. El agua en el contexto nacional............................................................................................... 9
3. El agua en el contexto departamental .................................................................................. 10
3.1. Precipitaciones en Antioquia......................................................................................... 14
3.2. El complejo hidrográfico Magdalena-Cauca ................................................................. 18
3.3. Cuenca del Rio Nechí ..................................................................................................... 19
3.4. Sistema de complejos cenagosos en Antioquia ............................................................ 20
3.5. El Golfo de Urabá y el mar Caribe ................................................................................. 24
3.6. Las aguas subterráneas, un recurso estratégico invisible ............................................. 26
4. Que está haciendo la más educada....................................................................................... 28
4.1. Educación Ambiental..................................................................................................... 28
4.2. Protección de microcuencas ......................................................................................... 30
4.3. Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano ................................. 33
4.4. Infraestructura y Servicios públicos del agua................................................................ 37
4.5. Sembremos Antioquia ................................................................................................... 39
5. Bibliografía ............................................................................................................................ 40
Presentación

El hecho de que el agua sea un bien esencial para la vida en todas sus formas, representa una
razón suficiente para que en Antioquia “la más educada”, estemos haciendo los esfuerzos
necesarios para establecer compromisos que garanticen la conservación de los ecosistemas
acuáticos y sus funciones hidrológicas, biológicas y químicas que sustentan la vida; así como para
garantizar el saneamiento básico y el suministro de agua que habrán de beber, usar y disfrutar las
generaciones antioqueñas de hoy y del mañana.

En Antioquia todos cabemos, porque reconocemos que cada quien es solo una parte del todo y
que la integralidad requerida se obtiene solo mediante la unión de las partes. Que el Dialogo es
una expresión humana de la mayor importancia, que es un camino necesario y fundamental para
avanzar en la identificación de problemas y en la propuesta de acciones para la solución, que el
Dialogo nos permite construir acuerdos para pasar la página de la violencia y hacer de Antioquia
un territorio verde y Sostenible.

Como ya lo señalaba Platón, el agua es abundante y común, y es a la vez lo más precioso que
existe. Tenemos la firme convicción de que sociedades educadas son sociedades más sostenibles,
de modo que la la sostenibilidad empieza con la educación y que la creación de sociedades
sostenibles y resistentes es una tarea cada vez más importante para todos los países del mundo.
La educación tiene una función esencial como generadora de cambios duraderos.

Nuestro querido escritor William Ospina nos recuerda que: “El verdadero nombre de la paz es la
dignidad de los ciudadanos, la confianza entre los ciudadanos, el afecto entre los ciudadanos. (…)
Donde se talan sin conciencia los bosques, no puede haber paz, (…) Hemos ido aprendiendo a
saber qué es la paz… haciendo la suma de lo que nos falta. La paz es agua potable en todos los
pueblos y agua pura en todos los manantiales. No hay paz con los ríos envenenados, con los
bosques talados y con los niños enfermos por el agua que beben.

La paz son pueblos bellos y ciudades armoniosas, que se parezcan a esta naturaleza. Porque las
montañas, los ríos, las llanuras, las selvas y los mares de Colombia son la maravilla del mundo, y no
hemos aprendido a habitarlas con respeto, a aprovecharlas con prudencia, a compartirlas con
generosidad.”

La participación es un elemento central de la Gestión Integral de los Recursos Naturales; por esta
vía, los municipios de Antioquia, todos los actores y sectores de la sociedad representados en
hombres y mujeres de todas las edades y etnias, de todos los oficios y profesiones, nos
preparamos para la paz; porque nuestra querida Antioquia, es una región que Dialoga.

En estos días arduos, comprometidos y hermosos que nos regala la vida, debemos
comprometernos para que el Ambiente, siga permitiendo la construcción del tejido de la vida de
todos los seres vivos que cohabitamos la tierra; para que no tengamos que buscar agua en otros
planetas, o como nos sugiere nuestro Nobel García Márquez: “otro mundo al cual nos debamos
mudar”.

Luz Ángela Peña Marín


Secretaria de Medio Ambiente – Gobernación de Antioquia
Antioquia, “La Más Educada”
EL RECURSO HIDRICO EN ANTIOQUIA
Versión en construcción
Introducción

El agua nos convoca desde siempre a la construcción de una nueva humanidad. Conservar
y aprovechar el agua son tendencias indisolubles. El departamento de Antioquia con sus
63.612 Km2 de extensión continental, se enmarca en las Áreas Hidrográficas Magdalena
Cauca y Caribe, y puede afirmarse, de acuerdo a las estadísticas nacionales y mundiales,
que Antioquia es un Departamento de gran Riqueza hídrica, constituyéndose en un
manantial de aguas en los Andes de América.

El territorio antioqueño es habitado por cerca de siete millones de hombres y mujeres,


niños, niñas, jóvenes, campesinos y campesinas, poblaciones indígenas y afrocolombianas,
pescadores de agua dulce y salada, ribereños de grandes ríos, arroyos y enérgicas
quebradas; pobladores de costa y de montaña. A lo largo y ancho de sus 125 municipios,
más de 5000 veredas y una centena de corregimientos, refrescan la vida y embellecen los
días y noches todo tipo de quebradas, ciénagas, caños, manglares, ríos de las más extrañas
formas y colores, pozos, aljibes, bocatomas, jagüeyes, embalses, playas y costas.

Se presenta una breve mirada del agua en el departamento de Antioquia, iniciando con
una revisión de las principales estadísticas del agua en los contextos mundial,
latinoamericano y nacional, con el fin de poder establecer comparaciones y poder
reconocer nuestra riqueza hídrica, así como los retos que enfrentamos para la gestión
integral del agua y como se afrontan estos desafíos desde Antioquia “La más educada”.

1. El agua en el contexto Mundial

En el ámbito internacional, el interés por la adecuada gestión del agua comenzó desde los
inicios de la década de los setenta, dentro del contexto de las decisiones adoptadas en la
conferencia de Naciones Unidas (ONU), realizada en Estocolmo en 1972, allí se estableció
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNED). Posteriormente, en
1987, se publicó el reporte de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, que
contribuyó a incrementar la conciencia del público sobre el vínculo existente entre el
desarrollo y el ambiente, donde el agua cumple un rol fundamental. En noviembre de
2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU (CESCR), emite
la Observación General No.15 sobre el derecho al agua, en la que define el derecho al
agua como el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable,
físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico, indispensable para
una vida humana digna".

En el mismo sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante Resolución


64/292 del 28 de julio de 2010, reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al
saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales
para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los Estados y
organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la
capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los
países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento
saludable, limpio, accesible y asequible para todos (Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, Observación general Nº 15, 2002).

Pese a lo anterior, 2.600 millones de personas, casi la mitad de la población total de los
países en vía de desarrollo, no tienen acceso a servicios de saneamiento adecuados. 1.100
millones de personas, es decir, 1 de cada 5 personas en el mundo en desarrollo, no tienen
agua limpia. 700 millones de personas viven en países con escasez de agua; se calcula que
para el año 2025 serán 3 mil millones (Peace Child International y PNUD.Op.Cit.)

No se puede medir con exactitud la cantidad de agua existente en el planeta, sin embargo,
se estima que habría unos 1.400 millones de kilómetros cúbicos, de los cuales el 97,4 %, es
decir, casi toda el agua, es marina, salobre, no apta para el consumo humano. Ese
volumen total de agua no varía, pero circula entre el mar, el cielo y la tierra firme, y de
esta circulación dependen directamente los recursos de agua dulce de todas las regiones
del planeta. Con estos datos resulta evidente que el agua dulce líquida no predomina,
además, su distribución no es uniforme, las dos terceras partes se encuentran en estado
sólido, en el hielo de los glaciares y casquetes polares, y son de difícil acceso para el
consumo humano. La parte restante está en los ríos, los lagos, las nubes y en la estructura
de los seres vivos.

En este punto, es importante llamar la atención con respecto a las aguas subterráneas,
éstas albergan el 99% del agua dulce líquida del planeta, respecto al 0,85% de las aguas
presentes en las corrientes superficiales. En síntesis, sólo el 0,9 % del agua mundial es
dulce, líquida y superficial, con el agravante de que se viene deteriorando a gran
velocidad, siendo cada vez más difícil y costoso encontrar agua segura para el consumo
humano. De otro lado, la rapidez del crecimiento de la población urbana (actualmente
más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y se estima que para el
año 2025 esa proporción se habrá elevado a un 60%), y el aumento de la industrialización,
está sometiendo a una gran presión los recursos hídricos en muchos países, al punto que
ya se puede decir que la cantidad de agua existente para todos los usos está comenzando
a escasear (Figura 1.1).

Por otra parte, los recursos de agua dulce se ven cada vez más reducidos por la
contaminación, unos 2 millones de toneladas de desechos (industriales y químicos,
vertidos humanos y desechos agrícolas, como fertilizantes, pesticidas y residuos de
pesticidas) son arrojados diariamente a las corrientes de agua. Y aunque los datos
confiables sobre la extensión y gravedad de la contaminación son incompletos, se estima
que la producción global de aguas residuales es de aproximadamente 1.500 km 3.
Asumiendo que un litro de aguas residuales contamina ocho litros de agua dulce, la carga
mundial de contaminación puede ascender actualmente a 12.000 km3. Las poblaciones
más pobres resultan siendo las más afectadas, ya que un 50% de la población de los países
en desarrollo está expuesta a fuentes de agua contaminadas (Naciones Unidas, 2003).

Figura 1.1. Distribución del agua en la hidrosfera

Con más de mil millones de habitantes en el mundo en su mayoría pobres aún sin agua
potable ni condiciones sanitarias aceptables. Algunas ciudades que actualmente cuentan
con abastecimientos inseguros de agua, deberían proteger, manejar, y si fuera necesario,
recuperar los bosques en lugares estratégicos. Esto ayudaría tanto a asegurar el
abastecimiento de agua limpia, como a ahorrar miles de millones de dólares.

Los bosques protegidos resultan vitales para el abastecimiento de agua limpia más
económica para las ciudades más grandes del mundo según nuevo reporte del Banco
Mundial y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, 2005). Un nuevo estudio hecho
público por la Alianza Banco Mundial-WWF para la conservación y el uso sostenible de los
bosques, muestra que la protección de las zonas boscosas proporciona un medio eficaz,
en sentido de costo, para el abastecimiento de agua potable de alta calidad en muchas de
las ciudades más grandes del mundo, entregando importantes beneficios económicos y de
salud a las poblaciones urbanas.
Una buena parte de las ciudades más grandes del mundo dependen del agua potable de
los bosques. Entre los principales beneficios de contar con bosques naturales está la
minimización del riesgo de deslizamientos de tierra, control de la erosión y sedimentación,
y el mejoramiento de la calidad del agua, filtrando productos contaminantes como los
pesticidas y en algunos casos, capturando y almacenando agua en los periodos húmedos y
regulando la oferta necesaria en los períodos secos. La adopción de alguna estrategia para
su protección, puede significar grandes ahorros, resultando ser mucho más económico
proteger los bosques que construir plantas de tratamiento de aguas. En la ciudad de
Nueva York, la adopción de tal estrategia resulta siete veces más económica que construir
y operar una planta de tratamiento.

2. El agua en el contexto nacional

En América Latina la situación no es para nada alentadora, de sus 500 millones de


habitantes, un tercio se encuentra sumergido en la pobreza, y pese a que cuenta con la
segunda mayor reserva de agua dulce del mundo, alrededor de 70 millones de sus
pobladores padecen escasez de agua potable. Actualmente, según datos del Banco
Mundial, se estima que el 7% de la población urbana y como mínimo el 39% de la
población rural de la región no tiene acceso a agua potable. Por tanto, resulta siendo una
gran paradoja, que en una región tan beneficiada por la naturaleza, existan problemas con
la provisión de agua para sus pobladores (CORANTIOQUIA, 2008).

En cuanto a la inversión, América Latina invierte entre 30.000 y 35.000 millones de dólares
por año en distintas formas de infraestructura relativa al agua, sin embargo, la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que agrupa a 980
organizaciones ambientales gubernamentales y no gubernamentales del mundo,
considera que esa cantidad no es suficiente para aplacar las secuelas de la distribución
inequitativa del agua, y que para alcanzar los objetivos trazados al año 2015, la región
necesita aumentar su inversión anual en 15.000 millones de dólares. (UICN, 2013).

Colombia cuenta con cuatro de las 214 grandes cuencas del mundo, cuyas áreas son
superiores a los 100.000 Km2, se trata de las cuencas de los ríos Magdalena, Guaviare,
Casanare y Meta. Igualmente, cuenta con tres (3) cuencas mayores, con áreas entre
50.000 y 100.000 Km2, que corresponden a las cuencas de los ríos Cauca, Inírida y
Putumayo, y con más de 700.000 microcuencas, con áreas menores a los 10 Km2. Esta red
hídrica se complementa con aguas subterráneas y almacenamientos superficiales, que
entre, lagunas, embalses, ciénagas y pantanos alcanzan alrededor de 17.000 cuerpos de
agua (IDEAM, 2002). Si bien Colombia posee ésta gran riqueza hídrica, ella no se
encuentra distribuida de manera homogénea, y paradójicamente, las zonas con mayor
concentración de población son las más vulnerables ante la escasez del recurso. Según el
IDEAM, la oferta hídrica en el país experimenta una disminución progresiva a causa de las
limitaciones de uso por la calidad del agua, afectada por la contaminación producto de las
actividades socioeconómicas e industriales, por los aportes de sedimentos provenientes
de fenómenos erosivos y por los procesos de degradación de las cuencas, de no tomarse
medidas de conservación y manejo adecuadas, para 2015 y 2025, respectivamente el 66%
y el 69% de los colombianos podrían estar en riesgo de alto desabastecimiento en
condiciones hidrológicas secas, debido a esto, hay una latente vulnerabilidad del país en
materia de oferta hídrica y se hace necesaria una pronta cultura para asumir la gestión
integral del agua y su uso sostenible. (Zamudio, 2012).

3. El agua en el contexto departamental

De acuerdo a la delimitación hidrográfica realizada por el Instituto de Hidrología,


Meteorología y Estudios Ambientales –IDEAM-, en convenio con el Instituto Geográfico
Agustín Codazzi (IGAC), las unidades de análisis para el ordenamiento ambiental del
territorio antioqueño a escala 1:500.000 se enmarcan en las Áreas hidrográficas (primer
nivel), Magdalena – Cauca y Caribe.

Figura 3.1. Áreas hidrográficas en el Departamento de Antioquia


“Si unieramos todos los rios y quebradas de Antioquia en un solo rio continuo, tendriamos un gran
rio de mas de 150000 kilometros de longitud. Cuatro veces el perimetro de la tierra”.

Figura 3.2. Antioquia, un territorio de agua


Para el segundo nivel, el de las cuarenta y un zonas hidrográficas; Antioquia se enmarca
en siete de ellas: Atrato-Darién, Bajo Magdalena–Cauca- San Jorge, Caribe-Urabá, Cauca,
Medio Magdalena, Nechí y Sinú. La jurisdicción de Corantioquia cubre cinco de ellas.

Figura 3.3. Zonas hidrográficas en el Departamento de Antioquia

De las trescientas nueve subzonas hidrográficas que cubren todo el territorio nacional,
Antioquia está cubierta por 31 de ellas.
Figura 3.3. Subzonas hidrográficas en el Departamento de Antioquia

Cada área agrupa grandes sistemas de drenaje que desembocan al océano Pacífico, al mar
Caribe y a los ríos Magdalena y Cauca (Tabla 3.1).

Las zonas hidrográficas son sistemas de drenaje que se caracterizan por tener un rango
de área mayor de 10000 km2, y las subzonas están conformadas por sistemas de drenaje
con áreas mayores de 5.000 km2.
Tabla 3.1. Áreas, zonas y subzonas hidrográficas en el Departamento de Antioquia

Nombre del Área Nombre de la Zona


AH ZH Nombre de la Subzona hidrográfica
Hidrográfica Hidrográfica
R. Atrato_(md), desde R. Bebará hasta R. Murrí, y R.
Ocaidó
R. Sucio
11 Atrato Darién R. Atrato (md), desde R._Torquitadó a R. Sucio, y R. Urada
R. Murrí
R. Atrato (md), desde R. Sucio hasta desembocadura y R.
1 Caribe
Tumaradó
Directos Caribe - Urabá - R. León
12 Caribe Urabá Directos Caribe - Urabá - R. Mulatos
Directos Caribe - Urabá - R. San Juan de Urabá
R. Sin· (mi), hasta R. Esmeralda, y (md) hasta Q. Urrá
13 Sinú
R. Sin· (mi), desde R. Verde del Sin· hasta Q. Naín
R. Magdalena (Medio) (mi), desde R. Samaná Norte hasta
R. Regla
R. Regla
R. Magdalena (Medio) (mi), desde R. Regla hasta R.
Cimitarra (Casabe)
23 Medio Magdalena
R. Samaná Sur
R. Samaná Norte
R. Magdalena (Medio) (mi), desde R. Samaná Sur hasta R.
Samaná Norte
R. Cimitarra
Bajo Magdalena-Cauca – Bajo Magdalena-Cauca desde Montelibano hasta (loc.)
25
San Jorge Plato
R. Cauca (mi), desde (loc.) Paso Real hasta (loc.) Puerto.
Valdivia
2 Magdalena - Cauca R. Cauca (md), desde (loc.) Paso Real hasta (loc.) Puerto.
Valdivia
R. Cauca (mi), desde R. Risaralda hasta R. San Juan
R. Arma
Cauca
26 R. San Juan
R. Cauca (md), desde R. Arma hasta (loc.) Paso Real
R. Cauca (mi), desde R. San Juan hasta (loc.) Paso Real
R. Cauca (md), desde (loc.) Puerto. Valdivia hasta (loc.)
Caucasia
R. Cauca (mi), desde (loc.) Puerto. Valdivia hasta (loc.)
Caucasia
R. Porce
Nechí R. Nechí
27
R. Nechí (md), desde R. Porce hasta (loc.) La Esperanza
R. Nechí (mi), desde R. Porce hasta (loc.) La Esperanza

3.1. Precipitaciones en Antioquia

Los sistemas hidrológicos por su naturaleza misma son complejos, dinámicos y variables y
los caudales de agua disponibles en las corrientes de agua superficiales, dependen de la
cantidad y los regímenes de lluvia según su naturaleza variable. De otra parte, según las
proyecciones del IDEAM habrá una disminución significativa de la precipitación por el
calentamiento atmosférico en los próximos 50 años en las siguientes regiones
ecoclimáticas: Medio Cauca-Alto Nechí (-6%), Alto Magdalena (-7%).

La precipitación es una variable del mayor interés para muchos propósitos del análisis
hidrológico, en tanto interviene de manera directa en los flujos de materia y energía
generando procesos físicos fundamentales para entender los demás componentes del
ciclo hidrológico, como son la escorrentía, la recarga, la infiltración y la
evapotranspiración.

La precipitación corresponde a la oferta hídrica atmosférica y representa en muchos casos


y en diversas regiones, una alternativa importante de abastecimiento. El conocimiento de
los comportamientos y patrones de la lluvia y sus variaciones espaciotemporales, son
fundamentales en el proceso de gestión y administración de los recursos hídricos, puesto
que permiten obtener estimaciones del balance hídrico, caracterizar una cuenca, conocer
su importancia estratégica y la disponibilidad real del recurso agua.

Los municipios que presentan el promedio más alto de precipitación anual; corresponden
a Murindó con 5459 mm de lluvia al año; (Vigía del fuerte, 5189), (Valdivia, 4672),
(Granada, 4422), (Alejandría, 4393), (San Francisco, 4375), (Mutatá, 4359), (Guatapé,
4310), (San Luis, 4305), (El Bagre, 4244), (Zaragoza, 4232), (Cocorná, 4228), (Argelia,
4175), (Nechí, 4079), (Taraza, 4058) y el municipio de San Rafael con 3947 mm de
precipitación anual.

Es claro que el promedio de precipitación de cada municipio posee una variabilidad


espacial; es decir hay zonas o veredas de cada municipio donde cae más lluvia que en las
otras y en cada municipalidad se tienen zonas donde el promedio de las lluvias son
mayores o menores al promedio general del municipio. Si se toman los máximos valores
promedio de lluvia para cada municipio, se puede apreciar algunas situaciones
interesantes. Las zonas del Departamento donde se registran los máximos promedios de
precipitación son las veredas Palo blanco, Puerto Medellín y Tagachí de Vigía del fuerte
con 6313, 6153 y 6111 mm de precipitación media al año respectivamente; siguen las
veredas de Murindó con 6025 mm; Mutatá con 5285 mm, (San Rafael, 5211), (Dabeiba,
5136), (Chigorodó, 5091), (Guatapé, 5075), (San Carlos, 5060), (Alejandría, 5029),
(Frontino, 4993), (Valdivia, 4909), (Briceño, 4899), (Granada, 4895), (Ituango, 4884),
(Turbo, 4840), (San Luis, 4825), (Cocorná, 4810), (San Francisco, 4809), (Taraza, 4809),
(Yarumal, 4777), (Sonsón, 4765), (Urrao, 4755), (Concepción, 4663), (Argelia, 4605),
(Nechí, 4590), (El Bagre, 4538), (El Carmen de Viboral, 4514) y Nariño con 4500 mm, todos
estos municipios poseen zonas con precipitaciones promedio anuales superiores a 4500
mm.

En contraste a lo anterior, el municipio de Olaya registra el mínimo valor promedio de


lluvia anual en el Departamento con 1457 mm; aunque la zona que registra el valor
mínimo de precipitación media anual es la cabecera de Santa Fe de Antioquia con 1196
mm; siguen los municipios de Sopetrán con 1483 mm, (Santa Fe de Antioquia, 1560), (San
Jerónimo, 1613), (Ebejico, 1650), (San Pedro de Urabá, 1660), (Arboletes, 1691), (Bello, 1751),
(Copacabana, 1808), (San Pedro de los Milagros, 1815), (Liborina, 1844), (Giraldo, 1882), (San Juan
de Urabá, 1883), (Anzá, 1891), (Medellín, 1911), (Girardota, 1919), (Caicedo, 1920) e Itagüí con
1933 mm de lluvia al año.)

Figura 3.1.1. Distribución de la precipitación media anual multianual en el Departamento


de Antioquia
Precipitaciön promediio (mm/año)

0
500
1.000
1.500
2.000
2.500
3.000
3.500
4.000
4.500
5.000
5.500
6.000
6.500

Murindó
Vigía del fuerte
Valdivia
Granada
Alejandría
San Francisco
Mutatá
Guatapé
San Luis
El Bagre
Zaragoza
Cocorná
Argelia
Nechí
Taraza
San Rafael
Anorí
Chigorodó
Campamento
Frontino
Cáceres
San Carlos
Santo Domingo
Segovia
Dabeiba
Concepción
Nariño
Caucasia
El Carmen de Viboral
Sonsón
Briceño
Yarumal
Cisneros
Carapa
Carolina del Principe
Angostura
El Peñol
Amalfi
San Roque
Guadalupe
El Santuario
Gómez plata
Urrao
Yondó
Remedios
Puerto Nare
Puerto Triunfo
La Union
Turbo
Caracolí
Apartado
Yolombó
Barbosa
Puerto Berrío
Vegachí
Donmatías
Betania
Maceo
Ituango
San José de la Montaña
Caramanta
Andes
Támesis
Santa Rosa de Osos
Ciudad Bolivar
Jericó
Abejorral
Valparaíso
Yalí
Pueblorrico
Jardín
Cañasgordas
Tarso
Uramita
Salgar
Fredonia
Abriaquí
San Andrés de Cuerquia
Caldas
Hispania
Marinilla
Santa Barbara
San Vicente
Montebello
La Pintada
Betulia
Peque
Venecia
Amaga
Concordia
El Retiro
La Ceja
Angelopolis
Belmira
Toledo
La Estrella
Titiribí
Sabaneta
Buriticá
Sabanalarga
Figura 3.1.2. Precipitación promedia anual multianual en los municipios de Antioquia

Rionegro
Envigado
Armenia
Necoclí
Guarne
Promedio mm/año

Heliconia
Entrerríos
Itagüí
Caicedo
Girardota
Media minima mm/año
Media maxima mm/año

Medellín
Anzá
San Juan de Urabá
Giraldo
Liborina
San Pedro de los Milagros
Copacabana
Bello
Arboletes
San Pedro de Urabá
Ebejico
San Jerónimo
Santa Fe de Antioquia
Sopetrán
Olaya
3.2. El complejo hidrográfico Magdalena-Cauca

Este complejo hidrológico soporta el 70% de la población nacional, genera el 85% del PIB
colombiano (concentra la actividad industrial y cafetera, aporta aproximadamente el
10.6% de la oferta hídrica del país. La cuenca Magdalena-Cauca se ve afectada en la
calidad de sus aguas superficiales debido al desequilibrio en la relación oferta-demanda
del recurso hídrico; ya que aporta el 10% de la oferta hídrica del país y sin embargo
soporta el 70% de la población y las actividades socioeconómicas desarrolladas en esta
área generan el 85% del PIB Nacional.

El río Cauca nace en el sur del país, en el Macizo Colombiano, cerca al Páramo de Sotará,
en el departamento del Cauca. Tiene una longitud de 1.350 km y desemboca al
Magdalena, en el departamento de Bolívar, constituyéndose en su principal afluente. La
superficie de la cuenca es, aproximadamente 63.300 km2, equivalente al área del
departamento de Antioquia. Atraviesa de sur a norte los departamentos del Cauca, Valle
del Cauca, Risaralda, Caldas, Antioquia y Bolívar. Corre encañonado en tierras
antioqueñas, entre los municipios de Caramanta, Valparaíso, La Pintada, Olaya y Puerto
Valdivia.

Figura 3.2.1. Mapa de Colombia. Parque Jaime Duque, Colombia. Cortesía: Pablo Mejía B.
El caudal medio aforado en la estación Juanchito varía entre los 170 y 400 m 3/s, el caudal
máximo medio alcanza valores de 600 m3/s en los meses de lluvia y no sobrepasa los 200
m3/s en los meses secos; el caudal máximo instantáneo sobrepasa los 1100 m3/s para los
meses lluviosos de noviembre y diciembre y es del orden de los 500 m 3/s en los meses
más secos. Recibe las aguas residuales sin tratar de la ciudad de Cali y presenta un alto
grado de contaminación orgánica. Por esta razón no es fuente de suministro de agua para
ninguna población aguas abajo de esta ciudad en un tramo mayor a los cien kilómetros. A
pesar de esto, sus aguas aún poseen variedades ictiológicas como el bagre, la dorada y el
barbudo.

El área de la Cuenca del Río Cauca en ANTIOQUIA es de aproximadamente 27.087 km2


equivalente al 43% del Departamento y alberga una población cercana a los 4.200.000
habitantes. Entre la multitud de afluentes que en él depositan sus aguas, se destacan los
ríos Tamaná, Pácora, Otún, La Vieja, Buga la Grande, San Jorge, Ponce y Risaralda entre
otros. La macrocuenca del Cauca está formada por 28 cuencas y 308 subcuencas. En el
Departamento de Antioquia sus principales tributarios son los ríos Nechí, San Juan,
Cartama, Poblanco, El Buey y Arma, entre otros. En toda su cuenca se pueden diferenciar
tres medios físicos: el valle o alto Cauca, el cañón del Cauca y la llanura o planicie
inundable.

3.3. Cuenca del Rio Nechí

En catío Nechí, significa oro. Nace en el valle de Osos, en la cordillera Central, a 3.000
msnm. En el primer tramo del recorrido es un río de montaña, desde donde arrastra
diferentes minerales. En Dos Bocas recibe a su principal afluente, el río Porce, y desde ese
momento la topografía se vuelve más plana y el paisaje se caracteriza por las terrazas
aluviales con bosques de clima cálido. Por el bloqueo de los sedimentos que deja el
dragado de las compañías mineras, actualmente solo permite la navegación de barcos
pequeños.

De los 63000 km2 de Antioquia, la cuenca del Rio Nechí representa unos 15000 km2, cerca
del 25% del territorio departamental. Esta característica unida al hecho de que el
territorio de cuarenta de los ciento venticinco municipios, tributan sus aguas a esta
cuenca y que más del 70 % de la población departamental se asienta allí; son razones
suficientes para entender su importancia en el departamento.
Figura 3.3.1. Cuenca del Rio Nechí

3.4. Sistema de complejos cenagosos en Antioquia

Antioquia posee humedales en toda la extensión de su territorio; no obstante se ha


reconocido por su magnitud e importancia relativa los ubicados en los territorios del bajo
cauca antioqueño, el magdalena bajo y medio, en el Atrato Medio, resaltándose la de
Buchadó en el municipio de Vigía del Fuerte; en el Caribe, la Ciénaga de Marimonda en el
municipio de Necoclí.. A pesar de que los sistemas cenagosos de Antioquia no fueron
considerados en el documento base para formular la Política Nacional de Humedales
elaborado por el Instituto A. Von Humboldt (1998), tienen una gran importancia para la
reproducción económica de gran parte de la población de la región y los consabidos
beneficios funcionales propios de estos ecosistemas.

La aplicación del término humedal ha sido motivo frecuente de controversias, dado que
existen más de cincuenta definiciones y se ha hecho necesario acuñar una de uso general.
En el estado Colombiano se ha adoptado la definición de la Convención de Ramsar, según
la cual: “...son humedales aquellas extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas
de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes,
dulces, salobres o saladas, incluyendo las extensiones de agua marina cuya profundidad
en marea baja no exceda de seis metros”. (Scott y Carbonell 1986)”.

Figura 3.4.1. Sistemas hídricos lenticos y loticos en el Departamento de Antioquia


Municipios ribereños

El mapa hidrográfico que se presenta en la Figura 4.4.2.ilustra la importancia de los Ríos


Cauca, Magdalena, Atrato y Nechí en el territorio del departamento de Antioquia y la gran
cantidad de municipios que estos ríos atraviesan.

Figura 3.4.2. Principales municipios Ribereños del Departamento de Antioquia


Para la estandarización de la nomenclatura en el Geotrópico, Ramsar adoptó un sistema
de niveles jerárquicos de tipos de humedales (Scott 1989). Los humedales como sistemas
ambientales poseen una serie de funcionalidades de la mayor importancia reconocidas a
nivel mundial, en su mayoría relacionadas con su capacidad productiva, hábitat de
múltiples especies permanentes y migratorias y con el ciclo hidrológico. Entre las
funciones más destacadas puede citarse: Almacenadores de agua, regulación del clima
local:

Dentro de este componente se encuentran funciones ambientales como, retención de


aguas superficiales, regulación de caudales, mitigación de las inundaciones, recarga y
descarga de aguas subterráneas. En este aspecto se reconoce la función ecológica de los
humedales para la estabilización del clima local, en la regulación de las precipitaciones y la
temperatura, y en le reducción de la evapotranspiración. El control de la calidad del agua
es una función que reviste la mayor importancia en purificación del agua, retención de
nutrientes, retención de sedimentos y retención de agentes contaminantes.

Figura 3.4.3. Algunas de las ciénagas de la planicie aluvial de la región del bajo cauca
antioqueño.
Fuente: Diagnóstico del estado de las ciénagas de la región Panzenú, 2002.
En Antioquia se cuenta con dos tipos de humedales naturales: los humedales tropicales de
llanuras aluviales y los de alta montaña. Los primeros están conformados por humedales y
complejos cenagosos. Asociados al río Magdalena se tienen los complejos Barbacoas,
Totumos y las ciénagas de Santa Clara y Chiqueros; asociados al río Cauca la ciénaga
Colombia y al río Nechí los complejos El Sapo y Corrales y un gran número de ciénagas
pequeñas. Los humedales de alta montaña están localizados en áreas de manejo especial,
entre los principales se destacan los del área de reserva del Sistema de páramos y bosques
altoandinos del noroccidente medio antioqueño, la ciénaga El Morro y las lagunas de El
Congo; en las reservas Farallones del Citará y Nubes-Capota-Trocha del suroeste
antioqueño, la laguna de Santa Rita; en la reserva Las Nubes - La Trocha - La Capota, se
encuentra el humedal La Cascada.

Se requiere hacer una mención al potencial hidro-energetico del Departamento de


Antioquia. En general, la potencia hídrica de Colombia convierte a los embalses en una
opción recurrente de producción energética. Estos empezaron a construirse desde 1950, y
para hoy, el 76% se destina a la generación hidroeléctrica y sólo cuatro de los más grandes
tienen como función principal el abastecimiento de agua para acueductos.

En Antioquia se encuentra más del 36% del área embalsada colombiana, e igual que la
tendencia nacional, en su mayoría se emplea en la generación de energía. El
Departamento también posee uno de los pocos aprovechamientos en cadena que hay en
el país, conformado por los Ríos Nare, que alimenta a los embalses de El Peñol y San
Lorenzo; y Guatapé, que surte los embalses Las Playas y Punchiná.

3.5. El Golfo de Urabá y el mar Caribe

Urabá es la única región costera de Antioquia. Está ubicada en una zona de convergencia
muy especial, en donde permanentemente se unen las corrientes del norte y del sur.
Además tiene alturas, como las de la serranía de Abibe, que como murallas naturales
obligan a los vientos a subir y precipitarse en torrenciales aguaceros, lo que la convierte
en una de las zonas más lluviosas del Departamento. Del territorio antioqueño recibe
principalmente las aguas de los ríos Murrí, Murindó y Sucio.

A través de la cuenca del Golfo de Urabá escurre el agua de una tercera parte de la
superficie de Antioquia. Está conformada por las subcuencas del río Atrato y de la serranía
de Abibe, y en la parte norte donde la cordillera Occidental se trifurca y se divide en las
serranías de Abibe, San Jerónimo y Ayapel, tienen sus cabeceras los ríos León, Mulatos,
Currulao, Sinú y San Jorge.

El Golfo de Urabá o del Darién es el golfo más grande que tiene Colombia en el Caribe con
una longitud de 70 km, anchura máxima de 39 km, la mínima de 9 km y profundidades
medias de 30 metros, es compartido con el departamento de Chocó. En él, desembocan
los ríos Atrato, León, Currulao, Turbo, Caimán Nuevo, Hule, Mulatos, Iguanita y San Juan;
los ríos del norte, recorriendo parte de los territorios semiáridos de la costa norte
antioqueña. (Ver figura 3.5.1).

Son 4 los municipios de Antioquia que tiene costas en el mar Caribe: Arboletes, San Juan
de Urabá, Necoclí y Turbo. La magnitud e importancia de Urabá se expresa en el hecho de
que es allí donde se ubican los 325 Km de costa del departamento sobre el Atlántico, que
le confieren a Antioquia la característica de ser el segundo departamento con mayor
longitud de litoral sobre el Caribe, después de la Guajira además de los aproximadamente
1.800 Km2 en el área del Golfo, de ese 45% del territorio nacional que representa los
océanos y que albergan una gran riqueza y biodiversidad.

Figura 3.5.1. La Cuenca Caribe y el mar en Antioquia


3.6. Las aguas subterráneas, un recurso estratégico invisible

Dado el carácter cíclico del agua, su compleja dinámica en la atmósfera, el suelo y el


subsuelo, la multiplicidad de interacciones y modificaciones asociadas a las actividades
humanas y, muy especialmente, al hecho de que las aguas subterráneas representan más
del 99 % del agua dulce líquida disponible en el planeta, es necesario incorporar de
manera estratégica el componente hídrico subterráneo en la gestión del agua.

No obstante, el volumen de agua subterránea con que cuenta el país no ha sido


cuantificado en su verdadera magnitud, configurándose como un capital complementario
al capital hídrico superficial. Este potencial debe ser debidamente estudiado y valorado
cualitativa y cuantitativamente, ya que constituye una oferta alternativa, que, en muchas
áreas, ya está siendo utilizado sin planificación ni manejo. Sólo el 30% del territorio
nacional ha sido cubierto por estudios regionales para conocer las características
generales de los acuíferos como son algunas áreas de la Guajira, Sucre, San Andrés,
Providencia y Santa Catalina; Boyacá, Urabá, Cundinamarca, Valle del Cauca, Magdalena,
Risaralda, Santander, Norte de Santander, Cesar, Antioquia y Quindío. Se requiere
adelantar estudios que definan con mayor precisión la oferta del recurso (disponibilidad
espacial y temporal en cantidad y calidad) y su potencial.

La escasez de agua en unos casos y la alteración de las condiciones naturales de calidad de


las aguas superficiales, en otros, junto con el papel que ellas desempeñan en su compleja
relación con algunos ecosistemas acuáticos, han convertido al recurso aguas subterráneas
en un recurso natural estratégico en el Departamento.

Figura 3.6.1. Potencial Hidrogeológico en Antioquia (Fuente: Betancur, 2005)


En regiones de nuestra geografía como Urabá, Oriente Antioqueño, Magdalena Medio,
Valle de Aburrá, Bajo y Medio Cauca, el agua subterránea es un recurso natural que se
explota desde hace décadas para el consumo humano, para uso en la industria o como
insumo esencial en la agricultura. Una mirada al mapa hidrogeológico de Antioquia (Figura
3.6.1) permite identificar las regiones en las que se da la presencia de rocas cuya
porosidad primaria les imprime propiedades adecuadas para almacenar aguas
subterráneas. En el mapa hidrogeológico del departamento se presentan las unidades
hidrogeológicas, con diferentes tonos azules según su potencialidad y con tonos cafés las
rocas metamórficas fracturadas y las ígneas con diferentes grados de meteorización
(Figura 3.6.1).

Figura 3.6.1. Identificación de ocurrencia de las aguas subterráneas en Antioquia

Fuente: Corporaciones Autónomas Regionales (Corantioquia, Corpourabá, Cornare), AMVA,


Universidad Nacional, Universidad de Antioquia.
En el departamento de Antioquia, el agua subterránea se utiliza principalmente para
abastecimiento público, consumo domestico, uso industrial y en la agricultura. El agua
subterránea es aprovechada a través de miles de aljibes, varios centenares de pozos y
manantiales.

4. Que está haciendo la más educada

Antioquia en su plan de Desarrollo 2012-2015: define una línea estratégica denominada


“Antioquia es verde y Sostenible”. Más allá de la línea estratégica, nos hemos propuesto
avanzar de una manera integral y articulada con las múltiples dependencias de la
Gobernación y con las autoridades ambientales y demás instituciones del Departamento.

Son tres los frentes de trabajo con los cuales se avanza para lograr que Antioquia sea un
Departamento Verde, Sostenible, respetuoso y conocedor de su riqueza hídrica: la
protección de cuencas abastecedoras de agua, con una filosofía territorial; infraestructura
de calidad para la prestación de los servicios públicos y el mejoramiento de la calidad de
vida de los antioqueños y la reducción de los factores de riesgo ambiental asociados a la
calidad del agua, principalmente en las zonas rurales.

4.1. Educación Ambiental

El agua es patrimonio de la tierra y de toda forma de vida animal, vegetal y humana. Por
ello, cualquier marco jurídico con relación a los recursos hídricos debe estar basado en
este principio. El agua como dominio público. Este principio implica la definición del agua,
en las Constituciones, como bien público bajo el control de la sociedad en su conjunto. Al
mismo tiempo, se deben formular mecanismos equitativos de uso que respondan a las
necesidades de la naturaleza y de las comunidades humanas, priorizando los derechos de
subsistencia, soberanía alimentaria y desarrollo local.

Con la convicción de que la cultura y la educación son el motor de la transformación


social, a través de los procesos de formación de Jóvenes se promueve el cuidado de los
ecosistemas, de las áreas protegidas y de manera especial, los territorios adquiridos para
la protección de microcuencas abastecedoras del agua que abastece los acueductos de
Antioquia.

Desde “La Mas Educada”, avanzamos con la educación ambiental, la comunicación y la


formación para la participación, como estrategias de fortalecimiento de comunidades en
torno a temas significativos como el agua como patrimonio y el agua como potencial, el
agua en la producción, el agua y la energía, el agua y los riegos asociados a su escasez y
abundancia. El agua como insumo fundamental para la agricultura, la soberanía
alimentaria y para la calidad de vida de las comunidades. Estas temáticas hacen parte de
agendas públicas de las instituciones del departamento.
Figura 4.1.1. Municipios con proceso de Formación Ambiental de Jóvenes

El agua como expresión de flexibilidad y adaptabilidad. El agua se comporta de acuerdo a


los ecosistemas, circunstancias y coyunturas, sin seguir normas rígidas. Depende del
tiempo, clima, y topografía. La sociedad, como el agua, está en continua apertura frente a
todo lo que enfrenta, incorporando selectivamente elementos de otras culturas y grupos
humanos complementarios a su cultura. El agua como ser creador y transformador. El
agua sigue leyes naturales, de acuerdo a los ciclos estacionales y a las condiciones del
territorio. Su uso sustentable implica la generación y aplicación de conocimientos y
habilidades obtenidos durante siglos, así como la construcción de una infraestructura
hidráulica que permita cosechar y distribuir el agua, sobre la base de una gestión
mancomunada y eficiente. El agua como recreación social.
Porque el agua es la recreación de la diversidad en el espacio y el tiempo, en las
organizaciones comunitarias, en la participación de la población, permitiendo la
autodeterminación de las comunidades, en discusión y diálogo permanente con la
naturaleza. Cualquier plan de acción con relación al agua debe estar orientado a
protegerla y conservarla, garantizando su disponibilidad con equidad para asegurar la
existencia de todos los seres vivos del planeta. Para ello se debe asegurar y proteger los
sistemas hídricos, tanto en su entorno geográfico como en su ciclo natural, consensuando
acciones y mecanismos que mantengan la integralidad de los ecosistemas, especies
animales, vegetales y la vida de las comunidades con dignidad, y recreando su identidad
cultural.

4.2. Protección de microcuencas

El desarrollo de los procesos de apropiación del territorio colombiano ha conducido a una


importante transformación de los ecosistemas originarios, a través de procesos de
colonización y establecimiento de sistemas productivos en alta medida extractivos y
deteriorantes de la cobertura vegetal. Han sido especialmente afectados los bosques
húmedos tropicales, bosques secos, bosques andinos, páramos, sabanas del Caribe y
Orinoquía y los ecosistemas de manglar.

Figura 4.2.1. Sistema Departamental de Áreas protegidas


Con el fin de proteger la biodiversidad, la regulación del ciclo hidrológico y por tanto el
agua en el departamento, existen 495.352 Ha declaradas como zonas de protección, de las
cuales 287.282 hectáreas son de orden nacional, siendo la de mayor extensión la del
Parque Nacional Natural Paramillo, con el 60% de su área en territorio antioqueño, en los
municipios de Dabeiba, Ituango, Mutatá y Peque. (Ver figura 4.2.1).

A pesar de los esfuerzos para la conservación de estos ecosistemas, persisten procesos de


transformación, fragmentación y pérdida por actividades humanas, constituyéndose en
una de las principales causas directas de pérdida de biodiversidad, degradación de suelos
y disminución de bienes y servicios ambientales, como la regulación hídrica, la protección
de suelos y el suministro de agua para consumo humano y procesos productivos
importantes para el desarrollo local de muchas comunidades.

Figura 4.2.2. Predios adquiridos para la protección de microcuencas que abastecen los
acueductos de Antioquia
De acuerdo a los registros disponibles, desde la década de 1950, en Antioquia ha existido
un interés en la adquisición de predios estratégicos ubicados en las microcuencas que
abastecen acueductos municipales. (Figura 4.2.2).

No obstante, ha sido durante el año 2013 que se ha logrado el registro histórico más alto
en cuanto a hectáreas adquiridas para la Conservación del Agua. Se ha duplicado el record
histórico que se tenía a la fecha.

Figura 4.2.3. Registro histórico del proceso de adquisición de predios para la protección
del agua para consumo humano en Antioquia
Para el periodo 2014-2015 esperamos superar nuevamente las metas y contribuir de
manera equitativa para que Antioquia sea verde y Sostenible. Queremos seguir pasando la
página de la indiferencia ambiental y lograr que a través de la cultura y la conciencia
ciudadanas, sigamos construyendo una sociedad sostenible, en paz y equilibrio con la
naturaleza.

Figura 4.2.4. Proceso de adquisición de predios para la protección de microcuencas que abastecen
acueductos. Periodo 2013-2014

4.3. Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano

En Antioquia, medir vale la pena. La Secretaria de Salud Departamental realiza un enorme


esfuerzo y a través de un complejo y riguroso proceso de campo, determina la aptitud de
las aguas que se suministran a los habitantes de cada uno de los municipios de Antioquia,
mediante la cuantificación del Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo
Humano –IRCA-, definido como el grado de riesgo de ocurrencia de enfermedades
relacionadas con el no cumplimiento de las características físicas, químicas y
microbiológicas del agua para consumo humano.
La Resolución 2115 de 2007 en su Artículo 15° establece los rangos del IRCA y el nivel de
riesgo correspondiente así:

Entre 0% y 5% sin riesgo para el consumo humano.


Entre 5,1% y 14% nivel de riesgo Bajo
Entre 14,1% y 35% nivel de riesgo Medio
Entre 35,1% y 70% nivel de riesgo Alto
Entre 70,1% y 100% inviable sanitariamente (no apta para el consumo humano).

En el año 2012 se evaluaron en Antioquia un total de 157 acueductos entre municipales,


corregimentales y veredales, de éstos, 105 fueron certificados como sin riesgo, 23 se
encontraron con un nivel de riesgo bajo, 11 con riesgo medio, 10 se hallaron en un rango
de riego medio, y ocho acueductos se determinaron como inviables sanitariamente.

Un nivel de riesgo bajo se encontró en los acueductos evaluados en los municipios de


Abriaquí, Armenia, Belmira, Betulia, Concordia, Donmatias, El Bagre, Entrerrios, Granada,
Guadalupe, Heliconia, La Unión, Montebello, Pueblorrico, Puerto Triunfo, San Andrés de
Cuerquia, San Francisco, Segovia y Yondó.

Niveles de riesgo medio se encontraron en los acueductos de Alejandría, Nechí, Peque,


Puerto Berrio, Puerto Nare, Taraza y Zaragoza.

El acueducto del municipio de Argelia fue hallado con un nivel de Riego Alto.

Sin riesgo alguno se identificaron los acueductos monitoreados en los municipios de


Abejorral, Amaga, Amalfi, Andes, Angelópolis, Angostura, Anorí, Anzá, Apartadó,
Arboletes, Bello, Betania, Briceño, Buriticá, Cáceres, Caicedo, Caldas, Campamento,
Cañasgordas, Caracolí, Caramanta, Carepa, Carolina, Chigorodó, Cocorná, Concepción,
Copacabana, Ebéjico, El Carmen de Viboral, El Santuario, Envigado, Fredonia, Frontino,
Giraldo, Girardota, Gómez Plata, Guarne, Guatapé, Hispania, Itagüí, Ituango, Jardín, Jericó,
La Ceja, La Estrella, Liborina, Maceo, Marinilla, Mutatá, Necoclí, Olaya, El Peñol, Remedios,
El Retiro, Rionegro, Sabanalarga, Sabaneta, Salgar, San Carlos, San Jerónimo, San José de
La Montaña, San Luis, San Pedro de los Milagros, San Pedro de Urabá, San Rafael, San
Roque, San Vicente, Santa Bárbara, Santa Rosa de Osos, Santa Fe de Antioquia, Santo
Domingo, Sonsón, Sopetrán, Támesis, Tarso, Turbo, Urrao, Valdivia, Valparaíso, Vegachí,
Venecia, Yalí y Yolombó.
Los niveles de riesgo superiores al 70% de Índice de Riesgo de la Calidad del Agua fueron
reportados para los acueductos de los municipios de Murindó, San Juan de Urabá, Toledo
y Vigía del Fuerte, lo que los sitúa en un escenario de inviabilidad sanitaria.

Casos particulares se encontraron en los acueductos monitoreados en el municipio de


Caucasia, que cuenta con un acueducto con un nivel de riego bajo y cuatro sin riesgo, y en
Titiribí, que tiene un acueducto en un nivel bajo de riesgo y dos más sin riesgo. El
municipio de Yarumal por su parte, cuenta con dos acueductos catalogados como sin
riesgo, pero posee uno que es inviable sanitariamente. Uramita y Dabeiba tienen cada uno
un acueducto con un nivel de riesgo medio y otro sin riesgo. Ciudad Bolívar cuenta con un
acueducto en riego bajo, otro con riesgo medio y uno más que se halla sin riesgo. En el
municipio de Nariño la situación es menos alentadora, allí se tiene tres acueductos en un
nivel de riesgo alto y solo uno con riesgo bajo. En La Pintada el tema no es menos
complicado, uno de sus acueductos quedo calificado con un nivel de riesgo alto, mientras
que el otro con el que cuentan se halla en un nivel medio de riesgo. La situación más
grave se presenta en el municipio de Cisneros, ya que cinco de sus acueductos fueron
catalogados con un nivel de riesgo alto y tres se identificaron como inviables
sanitariamente.

A nivel urbano se reporta la siguiente situación: Sin riesgo alguno se encontraron los
municipios de Abejorral, Amaga, Amalfi, Andes, Angelópolis, Angostura, Anorí, Anzá,
Apartado, Arboletes, Barbosa, Bello, Betania, Briceño, Buriticá, Cáceres, Caicedo, Caldas,
Campamento, Cañasgordas, Caracolí, Caramanta, Carepa, Carolina, Caucasia, Chigorodó,
Ciudad Bolívar, Cocorná, Concepción, Copacabana, Dabeiba, Ebéjico, El Carmen de Viboral,
El Peñol, El Retiro, El Santuario, Envigado, Fredonia, Frontino, Giraldo, Girardota, Gómez
Plata , Guarne, Guatapé, Hispania, Itagüí, Ituango, Jardín, Jericó, La Ceja, La Estrella,
Liborina, Maceo, Marinilla, Medellín, Mutatá, Necoclí, Olaya, Remedios, Rionegro,
Sabanalarga, Sabaneta, Salgar, San Carlos, San Jerónimo, San José de La Montaña, San
Luis, San Pedro de los Milagros, San Pedro de Urabá, San Rafael, San Roque, San Vicente,
Santa Bárbara, Santa Fe de Antioquia, Santa Rosa de Osos, Santo Domingo, Sonsón,
Sopetrán, Támesis, Tarso, Titiribí, Turbo, Uramita, Urrao, Valdivia, Valparaíso, Vegachí,
Venecia, Yalí, Yarumal y Yolombó, se reportan como sin riesgo.

Un nivel de riesgo bajo se encontró en los municipios de Abriaquí, Armenia, Belmira,


Betulia, Concordia, Donmatias, El Bagre, Entrerrios, Granada, Guadalupe, Heliconia, La
Unión, Montebello, Pueblorrico, Puerto Triunfo, San Andrés de Cuerquia, San Francisco,
Segovia y Yondó.

Niveles de riesgo medio se hallaron en los acueductos evaluados en los municipios de


Alejandría, Nechí, Peque, Puerto Berrio, Puerto Nare, Taraza y Zaragoza.

Los niveles de alto riesgo se determinaron para los municipios de Argelia, La Pintada y
Nariño.
Y por último, fueron calificados como inviables sanitariamente los municipios de Cisneros,
Murindó, San Juan de Urabá, Toledo y Vigía del Fuerte, debido a los altos índices de riesgo
en la calidad del agua (>70,0%). Una síntesis de la calidad del agua en Antioquia se puede
observar en la figura que se presenta a continuación.

Figura 4.3.1. Mapa de Índice de Riesgo de Calidad del Agua para los municipios de Antioquia
Fuente: Secretaria de Salud, Departamento de Antioquia
4.4. Infraestructura y Servicios públicos del agua

A través del Plan Departamental de Agua, se han identificado y priorizado los proyectos
urgentes y de mayores beneficios sociales y ambientales en materia de saneamiento
básico y agua potable para los antioqueños.

Se tiene plena conciencia de que el acceso al recurso hídrico de calidad y en las cantidades
requeridas, así como la presencia de mecanismo efectivos para la disposición de aguas
servidas constituye una de las tareas urgentes y fundamentales para superar la pobreza y
romper las brechas de la inequidad.

El departamento de Antioquia cuenta con un panorama variable en cuanto a la cobertura


y distribución del recurso hídrico y los sistemas de alcantarillado. En términos de
cobertura de acueducto urbano, el departamento alcanza un promedio de 75%, mientras
que la cobertura en el suelo rural llega a un promedio de 45% (Figura 4.4.1).

Según la información reportada por la Gerencia de municipios, en las subregiones del Bajo
Cauca y Urabá se encuentran las menores coberturas de acueducto urbano. Para la
cobertura de acueducto rural, las subregiones del Nordeste, Bajo Cauca, Urabá y una
parte de Oriente presentan los niveles de cobertura más críticos.

Respecto al alcantarillado, el indicador es inferior a la cobertura del servicio de acueducto.


En suelo urbano, la cobertura alcanza el 65%, y un 35% en suelo rural (Figura 4.4.1).

Para la zona rural, se identifican situaciones críticas para las subregiones: Norte, Urabá,
Nordeste y Oriente con cifras tales como: 15,32%, 15,36%, 15,55% y 16,47%
respectivamente.

Según el Plan departamental de aguas de Antioquia 2010, publicado por el Ministerio del
Ambiente, con información para 100 municipios de Antioquia, se tienen registrados 1.693
sistemas de acueductos veredales, de los cuales 534 (31.5 %) sistemas realizan algún tipo
de tratamiento al agua captada y solamente 197 (11.6 %) suministran agua apta para el
consumo humano (sin riesgo).

Se reporta 1.159 (68.4 %) sistemas de acueductos rurales que no han implementado los
procesos requeridos según la norma para darle un tratamiento adecuado al recurso
hídrico; siendo este valor alarmante en las áreas rurales de nuestro Departamento,
convirtiéndose así en tema de alta prioridad para las autoridades departamentales y
municipales en su plan de gestión (MADS; 2010).

En aras de garantizar la ampliación de la cobertura y la calidad en la prestación de los


servicios de acueducto y alcantarillado, en 2007 surge el Plan Departamental de Aguas
(PDA) como un conjunto de herramientas impulsadas por el Gobierno Nacional para
organizar el sector de servicios públicos del país. A través de esta iniciativa se integran los
esfuerzos del gobierno nacional, el departamento y los municipios.

Como punto de partida los municipios construyen su plan maestro de acueducto y


alcantarillado, el cual es revisado a través de la gerencia asesora del PDA para dar inicio al
proceso que culminará en la operación del servicio.

Actualmente el PDA cuenta con 62 municipios adscritos distribuidos en ocho de las nueve
subregiones (no incluye Valle de Aburrá). Según lo reportado por la Gerencia de Servicios
Públicos, se vienen desarrollando diferentes procesos en los municipios.

Es así como se pueden diferenciar proyectos en ejecución en 26 municipios; adjudicados


en 3; 1 en contratación; 15 formulados y en viabilización; 10 en formulación y 14
priorizados para iniciar actividades (Tabla 4.4.1).

Figura 4.4.1. Cobertura acueducto y alcantarillado urbano y rural en el departamento.


(Fuente: Secretaría de Infraestructura – Gerencia de Servicios Públicos)

El Plan departamental de Aguas –PDA-, incluye intervenciones en términos de


construcción física y generación de una cultura enfocada al fortalecimiento empresarial de
la prestación de los servicios públicos, a través de la capacitación de las empresas
prestadoras y asesoría a los municipios en proyectos de servicios públicos a través de
visitas técnicas.

La meta planteada consiste en conectar 17 mil hogares con servicios de agua potable y
saneamiento básico, aumentar la cobertura urbana de acueducto en un 2% y ampliar la
cobertura de acueducto rural de un 45 a un 50% mediante la optimización de 40 sistemas
de acueducto.

Tabla 4. 4 1. Procesos adelantados en los municipios antioqueños vinculados al PDA.

MUNICIPIO PROCESO
Andes, Hispania, Maceo. Adjudicado
Heliconia Contratación
Amagá, Angelópolis, Anzá, Argelia, Betulia, Briceño, Buriticá,
Cáceres, Caicedo, Campamento, Cañasgordas, El Santuario, Ituango,
Jericó, La Ceja, Nariño, Pueblorrico, Puerto Berrío, Puerto Triunfo, Construcción
Remedios, Sabanalarga, Salgar, San Francisco, San Juan de Uraba,
Santa Rosa de Osos, Sonsón.
Amalfi, Caucasia, Cisneros, Giraldo, Gómez Plata, Necoclí, Puerto
En formulación
Nare, Santa Bárbara, Yolombó, Zaragoza.
Arboletes, Carolina del Príncipe, Donmatías, El Bagre, Fredonia,
Puerto Berrio, Remedios, San José de La Montaña, San Juan de En viabilización
Uraba, San Luis, San Rafael, San Roque, Segovia, Uramita, Zaragoza.
Amalfi, Gómez Plata, San Roque, Abejorral, Argelia, Betania,
Campamento, Guadalupe, La Unión, Liborina, Murindó, Nechí, Priorizado
Sabaneta, Santo Domingo.

4.5. Sembremos Antioquia

La Asamblea Departamental de Antioquia aprobó la ordenanza No 033 de 2012, Jornada


Sembremos Antioquia, la cual busca que las instituciones educativas de los 125 municipios
del departamento dediquen un día al año a la siembra de árboles, con el fin de inculcar en
niños y niñas la cultura de la reforestación.
Esta iniciativa impulsada por Andrés Guerra, diputado de la Asamblea, es un plan piloto en
el país. La tarea sigue y la siembra de los árboles será incluida en el Plan de Educación
Departamental, siendo entonces vital el rol que cumplan los maestros y maestras ya que
ellos estarán pendientes de la siembra y cuidado que tengan sus estudiantes con los
árboles.
Figura 4.5.1. Municipios vinculados al Programa Sembremos Antioquia

5. Bibliografía

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