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ETNOGRAFÍA ACTIVISTA: MI EXPERIENCIA

EN LA ONU

Rodolfo Stavenhagen*

Resumen: en este artículo se aborda la experiencia etnográfica y los problemas de metodología


que el autor enfrentó como relator especial de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de
la Organización de las Naciones Unidas. Su objetivo era estudiar las violaciones de estos derechos
con base en visitas de campo en diversos países, las entrevistas efectuadas con funcionarios y es-
pecialistas y el uso de material documental, que debía ser resumido y presentado ante las instan-
cias correspondientes de la onu con recomendaciones para los gobiernos y otros actores.
Palabras clave: etnografía, onu, derechos humanos, pueblos indígenas.

Abstract: This article presents the ethnographic experience and methodological problems that
the author faced as un special rapporteur for the human rights of indigenous peoples. The objec-
tive of this mandate was to study the human rights violations of these peoples through field visits
in various countries, select interviews with government officials and experts, the use of docu-
ments, all of which had to be summarized and presented before the various specialized bodies of
the United Nations with recommendations to governments and other actors.
Keywords: ethnography, United Nations, human rights, indigenous peoples.

M
e formé como antropólogo en “estudio de comunidad”, sino al servi-
la Escuela Nacional de Antro- cio del gobierno federal en un proyecto
pología e Historia en los años en el que se “actuaba” sobre el objeto
cincuenta, cuando estaba de moda que de estudio y se trataba del “desalojo” de
el buen investigador tenía que guardar varias comunidades indígenas estable-
su distancia con respecto al “objeto de cidas en los márgenes del río Tonto, un
estudio”, es decir, generalmente en afluente del majestuoso río Papaloa-
aquellos años y en este país, una comu- pan, ante el avance en la construcción
nidad indígena del México rural. de una presa en el sureste del país. Los
Sin embargo, mi primera experien- funcionarios encargados de esta gran
cia de campo no fue precisamente un obra —que sería única en América La-
tina—, con visión progresista pensa-
*Profesor investigador del Centro de Estu- ban que los antropólogos eran los más
dios Sociológicos de El Colegio de México. Línea indicados para “convencer” a los pobla-
principal de investigación: Derechos humanos,
pueblos indígenas, relaciones interétnicas, con-
dores de la necesidad de su desplaza-
flictos étnicos, sociología agraria, movimientos miento en bien del progreso nacional.
sociales. Correo electrónico: staven@colmex.mx. Así fue como me integré a unas “briga-

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14 Rodolfo Stavenhagen

das de convencimiento” y recorrí con genas mediante publicaciones acadé-


otros compañeros las diversas comuni- micas, informes a organismos públicos
dades que pronto se encontrarían bajo y la promoción activista de sus dere-
las aguas de lo que sería el vaso de la chos. Durante varios años seguí con
presa “Miguel Alemán”. atención los trabajos de la Comisión de
Poco tiempo después, al servicio del Derechos Humanos de la Organiza-
Instituto Nacional Indigenista (ini) ción de las Naciones Unidas (onu), así
realicé algunos estudios en los Altos de como los del Instituto Interamericano
Chiapas, siempre con el afán de ayudar de Derechos Humanos en materia de
al gobierno a obtener información que le los pueblos indígenas y minorías étni-
sirviera para afinar su acción en favor cas. En México formé la Academia
de los pueblos indígenas de la región. Mexicana de Derechos Humanos en
En los dos casos traté de mantener 1983, que ayudó a colocar en la plata-
la “sana distancia” que me habían in- forma de la discusión pública esta te-
dicado mis mentores, no sin sentir un mática. Entre otras cosas, organizamos
cierto malestar intentando mantener los primeros cursos públicos sobre de-
el equilibrio entre mi empatía por la rechos humanos de los pueblos indíge-
gente indígena y mi responsabilidad nas en el país.
como funcionario de Estado (de muy En 2001 fui nombrado por la Comi-
bajo nivel, por supuesto). En esos que- sión de Derechos Humanos de la Orga-
haceres descubrí que mi vocación era nización de las Naciones Unidas
la antropología aplicada o también lla- Relator Especial para los Derechos
mada “antropología de acción”. Humanos de los Pueblos Indígenas. Mi
Entre tanto, en la antropología mandato fue claro:
pasó de moda la “observación objetiva” a) Recabar, solicitar, recibir e inter-
y se puso de moda la “antropología si- cambiar información y comunicacio­nes
tuacional”, es decir, en la cual el antro- de todas las fuentes pertinentes, inclui-
pólogo que tiene la voz se coloca dos los gobiernos, los propios indígenas,
abiertamente como “sujeto” que habla sus comunidades y organizaciones,
y anuncia la perspectiva desde la que sobre las violaciones de sus derechos
describe, analiza y juzga (según las cir- humanos y libertades fundamentales;
cunstancias) al “objeto” de investiga- b) formular recomendaciones y pro-
ción, y en el mejor de los casos asume puestas sobre medidas y actividades
la responsabilidad de “devolver” al ob- apropiadas para prevenir y remediar
jeto estudiado los resultados de la in- las violaciones de los derechos huma-
vestigación, antes de que éstos se nos y las libertades fundamentales de
empolven en los anaqueles de alguna los indígenas.
biblioteca universitaria. Este mandato se transformó en
Pasaron los años y entre mis diver- tres tareas principales: la realización
sas ocupaciones universitarias y públi- de visitas a diversos países (conocidas
cas profundicé mi compromiso con los en el lenguaje de la onu como misio-
derechos humanos de los pueblos indí- nes), la obtención de información de
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los gobiernos a través de comunicacio- y tomar alguna resolución al respecto


nes oficiales y, lo más importante, pre- de mis recomendaciones.
sentar anualmente un informe a la Fui preparando un plan de trabajo
Comisión y a la Asamblea General de que tenía que recibir la aprobación de
la onu. la comisión, un poco lo que hacemos en
Al poco tiempo de mi nombramien- nuestras instituciones académicas an-
to visité, en Ginebra, a la Alta Comisio- tes de salir al campo. Mi programa in-
nada de Naciones Unidas para los cluía un enfoque temático, una agenda
Derechos Humanos, a la sazón Mary de visitas a diversos países y la organi-
Robinson, expresidenta de la Repúbli- zación de una base de datos que no
ca de Irlanda, y para organizar mi tra- existía para los archivos de la onu.
bajo con el personal técnico que me Desde que asumí el cargo recibí
prestaría apoyo y me orientaría en mis numerosas solicitudes de algunos go-
actividades asistí a una reunión del biernos, pero principalmente de orga­
grupo de trabajo sobre poblaciones in- nizaciones indígenas y de derechos
dígenas, en donde enfrenté mi primer humanos para que visitara sus países
escollo, en la figura de un líder indígena y conociera sus problemas. Como me lo
de la región del Balsas, quien cuestio- había figurado, los gobiernos me que-
nó la manera en que fui selecciona- rían enseñar cómo estaban resolvien-
do para este cargo. En opinión de este do los problemas de sus poblaciones
representante y otros indígenas parti- indígenas, mientras que éstas insis-
cipantes en este grupo de trabajo el tían en que conociera personalmente
primer relator especial en la materia las violaciones que ocurrían de sus de-
debería haber sido una persona indí­ rechos humanos. Pronto me di cuenta
gena. Este cuestionamiento me per­ que además de reunir, organizar y pre-
seguiría durante los siete años de mi sentar datos a las instituciones, las or-
mandato. ganizaciones indígenas esperaban de
Como buen antropólogo pasé los mí un papel más activo, es decir, que
primeros meses recabando documen- fuera un portavoz de sus sufrimientos,
tación de todo tipo sobre el tema de los necesidades y demandas ante la opi-
derechos indígenas, que era una pre- nión pública mundial.
ocupación relativamente reciente de Durante mi duración en el cargo rea-
los organismos de las Naciones Uni- licé misiones oficiales en once países, en
das. De esta manera me fui percatando cinco regiones del mundo (Guatemala,
de que la mayoría de los diplomáticos Colombia, Chile, México, Bolivia, Ecua-
que representaban a sus estados en la dor, Filipinas, Canadá, Kenya, Sudáfri-
comisión tenían poca idea de esta pro- ca, Nueva Zelanda, más visitas no
blemática, por lo que pronto comencé a oficiales, por invitación de organizacio-
concebir mi labor, entre otras, como nes o instituciones interesadas, a Ne-
una actividad educativa para el cuerpo pal, Japón, Camboya, Rusia, Noruega,
diplomático, ya que a final de cuentas Botswana, Tanzania, Estados Unidos,
éste tendría que analizar mis informes Brasil).
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La primera visita que realicé fue en La segunda misión oficial fue a Fili-
septiembre de 2002, y fue una misión pinas a finales del mismo año. Si bien
oficial a Guatemala,1 en donde la po- la invitación fue del gobierno filipino,
blación se divide más o menos en par- como lo establecía el protocolo, la pe­
tes iguales entre ladinos e indígenas. tición de que yo fuera a ese país pro­
Después de más de treinta años de venía de las organizaciones civiles
guerra civil y brutales genocidios de in- indígenas que habían presionado des-
dígenas fue firmado un acuerdo de paz de hacía tiempo a sus autoridades
sobre derechos y cultura indígena en para que extendiera dicha invitación,
1995. El ambiente de posguerra civil muy a pesar de la renuencia de las
seguía siendo dramático y numerosos mismas a realizarla. Esta situación re-
actores sociales me informaban que la flejaba un conflicto latente entre el go-
situación general de la población indí- bierno y los pueblos indígenas en aquel
gena no había mejorado en los siete país, el cual se hizo presente desde el
años transcurridos. Visité varias re­ principio en la organización de la visi-
giones del país, tuve reuniones con ta. Después de varios meses de nego-
asociaciones civiles y comunitarias in- ciaciones sobre la agenda, las fechas,
dígenas, así como con funcionarios del los lugares por visitar, llegué a Manila
gobierno y de la comunidad internacio- para una primera ronda de conversa-
nal. Todos coincidían en que no existía ciones con autoridades del gobierno,
“voluntad política” para implementar incluyendo al ministro de Defensa.
los acuerdos de paz. Al terminar mi Después, con la hospitalidad de una
misión rendí un breve informe prelimi- importante organización de derechos
nar en una sesión del gabinete político humanos, visité diversas regiones en
del país. Le pregunté al vicepresidente, las que se habían organizado reuniones
quien presidía la reunión, qué pensaba con miembros de distintos grupos étni-
del consenso que había recogido acerca cos que me presentaron exposiciones
de una supuesta falta de voluntad po­ orales y documentación varia sobre las
lítica relacionada con los derechos diversas violaciones a sus derechos hu-
humanos de los indígenas. Este funcio- manos que, consideraban, merecían la
nario me contestó, con toda calma y atención del relator especial.
seriedad, que así era efectivamente, En la cordillera norte de la isla de
con lo cual terminó la reunión. Cuando Luzón me recibieron varias centenas
presenté mi informe ante la onu, algu- de personas en un pequeño pueblo ad-
nos meses más tarde, la representa- herido a una escarpada ladera de la
ción diplomática de Guatemala me montaña a donde habíamos llegado
felicitó. El tema de la voluntad política después de varias horas de recorrer
no se discutió en el recinto de la onu. una peligrosa brecha. Mi primera im-
presión me vino de golpe, cuando al sa-
1
E/CN.4/2003/90/Add.2. http://rodostaven-
lir de la última curva a la entrada del
hagen.info/wp-content/uploads/2013/07/Misi% pueblo vi estirada de lado a lado del ca-
C3%B3n-a-Guatemala.pdf. mino entre dos árboles al lado del cami-
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no una manta con la inscripción en nebra, el conflicto estalló en el sobrio


grandes letras rojas: “Welcome Human palacio de las Naciones Unidas, a un
Rights”. Allí, como dicen, “me cayó el lado del hermoso lago Leman. El repre-
veinte”, y sentí todo el peso de la res- sentante de Filipinas había intentado
ponsabilidad que implicaba mi presen- —sin éxito— bloquear la presentación
cia en ese lugar. Aunque en esas del informe ante la Comisión de De­
reuniones no debía estar presente la rechos Humanos. Después de mi in­
autoridad para no limitar la libre ex- tervención tomó la palabra para
presión de los participantes, me di descalificarme como relator y como
cuenta de inmediato de la presencia de profesional, acusándome de ayudar a
algunos policías uniformados y arma- los terroristas en su país. Este inciden-
dos, supuestamente para mantener el te, inusual en los medios diplomáticos
orden. El ambiente ya se había enrare- de la onu, causó un pequeño escándalo
cido cuando mis anfitriones me señala- internacional, y algunas semanas des-
ron que el comandante militar de la pués recibí carta del asesor personal de
región informaba a sus superiores de la presidenta de Filipinas, disculpán­
mis contactos con supuestos grupos dose por el comportamiento de su re-
terroristas en la zona. ¿Qué debía yo presentante, quien al poco tiempo fue
hacer? ¿Suspender la misión? ¿Pedir la retirado de su puesto. Me quedé algo
protección de una escolta? ¿Poner una perplejo, ya que si esta había sido la
queja ante el gobierno por la vía diplo- reacción a mi primer informe como re-
mática? Afortunadamente, la organi- lator, ¿qué me esperaría más adelante?2
zación indígena que me acompañaba Con todo, las organizaciones indíge-
se encargó de bajar la tensión y mi mi- nas se mostraron satisfechas, y dos
sión pudo continuar sin mayores tro- años más tarde me invitaron de nuevo a
piezos. Visité una mina de oro que la una reunión de evaluación de los resul-
gente acusaba de contaminar el medio tados de mi misión, esta vez en la capi-
ambiente y producir efectos nocivos tal de la república. Los resultados,
sobre la población local. El gerente de desafortunadamente, no habían sido
la mina, un cortés caballero británico, brillantes, porque la situación de de­
negó todas las acusaciones y me pre- rechos humanos de los pueblos indí­
sentó a un grupo de familias de la loca- genas seguía siendo poco satisfactoria.
lidad quienes reconocían la buena Ninguno de los grandes problemas que
labor de la mina al proporcionar em- señalé en mi informe había sido resuel-
pleos y apoyar a la escuela del lugar y to o sólo se encontraba en vías de solu-
brindar algunos servicios sociales a la ción. Yo me sigo preguntan­do: ¿en dónde
población. ¿Quién tenía la razón? ¿Las termina la responsabilidad de un rela-
dos partes en conflicto o ninguna de tor especial? ¿Qué más puede o debe
ellas? ¿Cómo resolver la disputa? ¿Qué
iría yo a decir en mi informe final? 2
E/CN.4/2003/90/Add.3. http://rodostaven-
Cuando algunos meses más tarde hagen.info/wp-content/uploads/2013/07/Mis-
me tocó presentar mi informe en Gi- sion-to-The-Philippines.pdf.
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hacer la onu en materia de derechos kikuyu (de la etnia dominante) no se


humanos cuando su influen­cia real so- mostraron nada contentos con los cues-
bre los gobiernos es tan limi­tada? tionamientos públicos que sobre su ges-
Si la experiencia en Filipinas me tión hacían los “auténticos indígenas”
recordaba la situación de numerosos del país. En Kenia, como en otros países,
países latinoamericanos, en la región se sigue planteando la cuestión de
llamada tradicionalmente “África ne- quién es indígena, en los medios acadé-
gra” los problemas se plantean de micos como en los discursos políticos y
manera algo distinta. La primera con- en los debates parlamentarios. No es un
versación con un alto funcionario en tema solamente etnográfico —aunque
Kenia me dio la primera pista. ¿Qué los antropólogos nacionales participan
viene usted a hacer por aquí, relator? activamente en las discusiones— sino
Me preguntó, y prosiguió: “Aquí todos un problema de equilibrios políticos y
somos indígenas”. Efectivamente, des- políticas de desarrollo, a la vez que de
de las independencias de los países de derechos humanos.
África, en la década de los cincuenta Entre diversos grupos étnicos de la
del siglo pasado, los colonialistas se región de África oriental uno de los te-
habían ido y quedaron en el poder los mas más polémicos es la práctica de la
antiguos indígenas colonizados, pero mutilación genital femenina, que se
hay de indígenas a indígenas. En Ke- practica a las preadolescentes como un
nia, como en otros países de la región, rito. Su abolición es, desde hace años,
algunos grupos étnicos fueron privile- una de las banderas del movimiento
giados por los colonizadores, y éstos se feminista y de derechos humanos, apo-
instalaron como etnias dominantes al yados por lo general por el sector “mo-
momento de la independencia. Ahí los derno” de la sociedad (así como la
pastores masai, así como otras etnias Organización Mundial de la Salud),
minoritarias, quedaron marginados, pero que enfrenta la resistencia del pa-
son discriminados y desposeídos de triarcalismo tradicional que impera
sus tierras y recursos por quienes se con más intensidad precisamente en-
han organizado para luchar por sus tre algunos de los grupos indígenas,
derechos. La Comisión Africana de De- incluyendo muchas mujeres. En mi ca-
rechos Humanos y los órganos de la lidad de relator especial, como “etnó-
onu los han reconocido como pueblos grafo activista” las recomendaciones
indígenas. Para ellos la visita de un re- en el informe no podían dejar al mar-
lator especial de las Naciones Unidas gen esta polémica.3
fue un evento significativo. Durante En los países de Asia, lugar donde
mis reuniones con estos grupos, me in- se asienta el mayor número de pueblos
dicaban los mensajes que debía llevarle
al “jefe africano”, presidente del mundo.
(Se referían a Kofi Annan, de Ghana, 3
A/HRC/4/32/Add.3. http://rodostavenha-
quien en aquel momento era secretario gen.info/wp-content/uploads/2013/07/Mission-
general de la onu.) Los funcionarios to-Kenya.pdf.
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indígenas en el mundo, los Estados re- El tema de los derechos humanos de


conocen la existencia de múltiples gru- los pueblos indígenas es de aparición
pos étnicos, lingüísticos y religiosos, relativamente reciente, tanto en el
pero prefieren no hablar de pueblos nivel de debates al interior de un Esta-
originarios o indígenas, ya que las et- do-nación como en el seno de los or­
nias mayoritarias y dominantes se ganis­mos internacionales. Durante los
consideran tan originarias y autócto- años de mi encargo como relator apren-
nas como los grupos más marginados y dí a moverme en cinco espacios dife­
se prefiere la denominación de mino- rentes, en cada uno de los cuales puede
rías culturales, étnicas o nacionales, construir un objeto de estudio por sepa-
según el caso. Aunque sus represen- rado, pero los cuales, debido al mandato
tantes en la onu niegan el uso del tér- que desempeñaba, debían ser vistos
mino “indígena”, en la India se emplea como elementos interrelacionados de
el concepto “adivasi” para referirse a un objeto-espacio más vasto. A saber:
las etnias que en otros países serían
reconocidas como poblaciones indíge- a) Las salas de reunión de la Organiza-
nas. En algunas naciones, como Mala- ción de las Naciones Unidas, en sus dos
sia y Filipinas, ya existe legislación sedes principales, Ginebra (en donde
respecto del reconocimiento de los pue- sesiona anualmente el Consejo de De-
blos indígenas (Stavenhagen, 2009a) rechos Humanos) y Nueva York, en
Un caso interesante es el de los donde se reúne la Asamblea General y
ainu, en Japón, sobre el cual me con- sus diversas comisiones. Las salas del
sultó el gobierno japonés mientras fui plenario se llenan en ambos lugares
relator de la onu. Durante años los con los jefes de las delegaciones de los
ainu no recibieron ningún reconoci- Estados miembros, quienes tienen voz
miento de parte del Estado y fueron y voto, los observadores de múltiples
simplemente tratados como “japoneses organismos intergubernamentales y
de la montaña” que vivían en estado de organizaciones de la sociedad civil, los
atraso y marginalidad. Paulatinamen- medios de comunicación masiva y el
te se les consideró como una minoría numeroso personal técnico del Secre-
cultural sin más derechos que otros tariado General. Luego están los salo-
ciudadanos. Finalmente, presionados nes más pequeños en los que se
por las recomendaciones de la onu y la reúnen las comisiones, los comités, los
Organización de las Naciones Unidas grupos de trabajo y las numerosas or-
para la Educación, la Ciencia y la Cul- ganizaciones no gubernamentales, en
tura (unesco), el parlamento japonés donde se discuten y redactan los docu-
aceptó reconocer a los ainu como un mentos de trabajo y se debaten las es-
pueblo indígena de Japón, con dere- trategias de unos y otros.
chos otorgados por la legislación inter- El escenario es imponente y for-
nacional.4 mal. Cada participante conoce su pa-
pel y sigue cuidadosamente el ritual
4
E/CN.4/Sub.2/2001/17, párrafos 60 y 61. que le es asignado de antemano. El
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lenguaje oficial es formal y prudente, las preocupaciones de las delegacio-


generalmente conciliatorio, ya que la nes indígenas. Grupos de Estados
meta es buscar consensos, aunque al- forman bloques que con frecuencia
gunas veces se dan enfrentamientos actúan al unísono en las votaciones;
verbales entre los delegados que pro- así, por ejemplo el voto latinoamerica-
vienen de naciones en conflicto. Los no, el bloque africano, el de los países
temas más polémicos o controverti­ árabes, el de las naciones escandina-
dos se arreglan en privado en alguno vas que generalmente apoyaba las
de tantos espacios de los majestuosos peticiones de los pueblos indígenas.
edificios de Naciones Unidas espe- En la medida en que la temática
cialmente acondicionados para estos de los derechos humanos de los indí-
fines. genas expresa realidades conflictivas
A los representantes indígenas al interior de sus países entre pueblos
que fueron llegando a la onu durante indígena —intereses privados, políti-
la década de los ochenta les costó al- cas públicas—, el relator especial de
gún trabajo adaptarse a estos escena- la onu tiene una responsabilidad es-
rios y sus cuidadosamente diseñadas pecial en conocer bien las posturas
coreografía y escenografía. Actual- gubernamentales y dar a conocer sus
mente, sin embargo, los que ya tienen intereses con la misma precisión que
varios años asistiendo a Naciones la de los grupos indígenas.
Unidas han aprendido el uso del len- Una misión oficial a un país dado
guaje adecuado, las estrategias de requiere de una invitación formal del
negociación y los trucos y maniobras gobierno tramitada a través de los
necesarios para avanzar en su agen- medios diplomáticos, aunque la inicia-
da, la cual durante más de veinte lar- tiva provenga de las organiza­ciones
gos años fue lograr la adopción de una indígenas, como sucedió en Filipinas y
declaración de derechos humanos de en varias ocasiones durante mi man-
los pueblos indígenas. dato. Mi primer contacto en cada país
b) En la onu, los actores principales si- fue con representantes gubernamen-
guen siendo los gobiernos, a través de tales, a través de los con­sabidos proto-
sus delegaciones diplomáticas. Celo- colos diplomáticos. En diversas
sos de su soberanía, seguros de sí mis- instancias yo sentía presiones para
mos, se sienten poderosos en ese pasar más tiempo en los ámbitos ofi-
recinto, ya que el voto de cada Esta­do ciales que en las comunidades y pres-
vale igual (es el mito que los Estados tara más atención a los voceros
pequeños acarician…). En el diálo- gubernamentales que a los indígenas.
go con los pueblos indígenas se escu- Presiones en sentido inverso también
cha con frecuencia un lenguaje se hicieron presentes. Aunque los fun-
justificatorio defensivo. Los Estados cionarios a veces admitían que no todo
llevan sus propias agendas a las re- andaba bien en las comunidades indí-
uniones del Consejo de Derechos Hu- genas, insistían en que las medidas
manos que no siempre coinciden con tomadas por su gobierno eran las más
Etnografía activista: mi experiencia en la onu 21

adecuadas y generalmente me invita- los pasillos de la onu para concertar


ban a visitar algún proyecto piloto. citas más largas en las que pudieran
c) Siendo mi mandato el de los derechos exponer con amplitud y soltura sus
humanos indígenas, mi principal con- problemas y para convencerme que
tacto durante esos años fueron estas era indispensable que yo realizara
personas. La relación principal se es- una misión oficial a su país. Algunos,
tableció con los representantes de sus evidentemente, tenían experiencia
pueblos a las reuniones ya menciona- previa en negociaciones con funciona-
das del Consejo de Derechos Humanos rios de su Estado y mantenían abier-
de la onu, pero también la tuve con tos los canales de comunicación con
quienes asistían a otros organismos las instituciones oficiales; otros, en
como la unesco, la Organización Mun- cambio, buscaban un foro público
dial de la Salud y la Organización In- para exponer sus quejas y demandas
ternacional del Trabajo (oit). Como al mundo entero, de lo cual pudieran
era de esperarse se trataba general- luego informar a sus comunidades y
mente de gente con un nivel medio o organizaciones.
incluso superior de educación formal, Recuerdo que a principios de mi
que desempeñaban una profesión es- mandato tuve una amable conversa-
pecífica (docente, enfermera, ingenie- ción con un viejo amigo que a la sazón
ro, secretaria), que tenían un historial era subsecretario de la onu para
de activismo en organiza­ciones indíge- asuntos políticos. Me escuchó con
nas de distinto tipo y habían alcan­ atención y luego con una triste sonri-
zado cierto nivel de representación o sa me dijo que mi tarea iba a ser muy
dirección en ellas. Dominaban cuando difícil por carecer de una “base” (cons-
menos una de las lenguas oficiales de tituency en inglés) entre los distintos
la onu además de la suya. actores políticos de la onu. Ignorando
A estos líderes o intermediarios los las finezas del análisis político, le
podemos considerar como una elite contesté que de ninguna manera, yo
intelectual indígena que llegan a los contaba con una amplia base entre
foros internacionales para plantear los pueblos indígenas. Mi amigo, evi-
denuncias y reivindicaciones en un dentemente, se refería a los Estados-
lenguaje fuerte, directo, acusatorio y miembros y no a la sociedad civil, y en
poco diplomático para distinguirlos de eso su análisis fue correcto.
sus adversarios oficiales en las bancas d) Mi base, efectivamente, no se encon-
gubernamentales. Las intervenciones traba en los recintos de la onu sino en
de estos voceros de sus pueblos se re- el campo, en las comunidades y terri-
ducían generalmente a breves decla- torios de los pueblos indígenas que
raciones, ya que el tiempo que se les visité durante siete años (lo que en
permite hablar se reduce a unos cuan- antropología llamábamos “el terre-
tos minutos. no”). Mis encuentros los habían or­
A partir de mi nombramiento, me ganizado por lo común asociaciones
buscaban con creciente frecuencia en nacionales de derechos humanos que
22 Rodolfo Stavenhagen

mantenían relaciones directas con intermediarios, ya que los directa-


grupos o localidades particulares y mente interesados no podían llegar a
que se ocuparon de la logística, la alguna reunión programada o bien
agenda, el programa y en general “el me era imposible llegar hasta ellos
tono” de las visitas. Según el tema es- por falta de tiempo. Así acumulé una
pecial que iba a ser tratado, se podían gran cantidad de información respec-
reunir desde un par de docenas hasta to de los derechos humanos de los
cientos de asistentes. pueblos indígenas, que posteriormen-
Por lo común se presentaban listas te analicé y utilicé en la preparación
de agravios sufridos por grupos com- de mi informe de misión. Como pasa
pactos en vez de individuos ais­lados y con mucha información etnográfica,
largas historias de despojos ocasiona- no era útil ni me fue posible usar to-
dos por terratenientes, compañías mi- dos los datos recabados, así que a la
neras o forestales, empresas estatales, postre sólo una parte encontró lugar
colonos y colonizadores. En algunas en estos informes.
partes se quejaban de violaciones a El informe mismo tiene poco en
leyes existentes o de tratados viola- común con un clásico informe etnográ-
dos; en otras ocasiones fueron impug- fico. Por reglamento, tenía que ajus-
nadas las propias leyes por injustas o tarse estrictamente a los lineamientos
anticonstitucionales, o violadoras de de la administración de la onu. En
viejos derechos o privilegios que ahora caso de rebasar ciertos límites de ta-
eran desconocidos. En todas partes maño, existía el riesgo de que no fuera
asomaba la discriminación abierta o distribuido en el Consejo de Derechos
sutil, la represión violenta al ejercicio Humanos (o, en su caso, entre todos
de derechos reconocidos, y distintas los miembros de la Asamblea General
formas de racismo. También se seña- de la onu). En consecuencia, soy uno
laba la disfuncionalidad de institucio- de aquellos etnógrafos que tienen más
nes que debían proteger los derechos material del que pueden usar, cuando
indígenas o promover su desarrollo. menos en cuanto a los objetivos inicia-
La visita del relator a un país daba les de la investigación.
lugar a una intensa actividad previa Mis informes de país, que figura-
de las organizaciones indígenas y de ban como anexo al informe anual, fue-
derechos humanos. Desde luego, los ron entregados en primera instancia
que estaban mejor preparados tenían al gobierno nacional para su conoci-
también más oportunidad de ser escu- miento y eventual comentario, antes
chados. Mi oficina en la onu había pe- de hacerlos públicos. Después de su
dido de antemano la preparación de presentación en la reunión anual del
documentos con cifras y hechos com- Consejo, ya podían ser distribuidos li-
probados para sostener los reclamos y bremente. Así, las organizaciones in-
demandas expresadas en las reunio- dígenas llegaban a disponer de estos
nes a las que asistí. Muchas veces me informes al poco tiempo, y en varios
fueron entregados documentos por casos fueron publicados localmente y
Etnografía activista: mi experiencia en la onu 23

circularon entre los lectores más inte- indígena y el espacio de estas organiza-
resados. Sirvieron para apoyar y sos- ciones. Algunos observadores acusan a
tener los reclamos indígenas ante sus las osc de dictar y manipular las agen-
respectivos gobiernos, y a lo largo de das de las organizaciones indígenas.
los años he recibido numerosos testi- Algunos gobiernos les imponen límites
monios de su utilidad en manos de los a su acción, o incluso los han expulsado
defensores de los derechos humanos.5 de su país. Hay líderes y representan-
Desde que asumí el mandato de tes indígenas que tienen contratos de
relator especial entendí que mi pos­ empleo con las osc, porque no siempre
tura no sería la de un “observador pueden encontrar empleo en el merca-
neutro” sino la de un “observador acti- do de trabajo local que les permita
vista” en apoyo de los derechos huma- al mismo tiempo atender los intereses
nos de los pueblos indígenas. Creo de sus organizaciones. Los indígenas
haber cumplido con este propósito. responden que utilizan la ayuda que
e) Un actor social muy importante que les proporcionan las osc para impulsar
ocupa un espacio clave en el entra- su propia agenda en pro de los derechos
mado de los derechos humanos in­ humanos. El debate sigue abierto.
dígenas son las organizaciones no En la medida en que estas organi-
gubernamentales (ong ) u Organi­ zaciones reciben fondos públicos en sus
zaciones de la Sociedad Civil (osc), respectivos países, su compromiso con
especialmente las que se dedican a los derechos humanos de los pueblos
proteger y promover la defensa de los indígenas estará siempre limitado por
derechos humanos de los indígenas. la correlación de fuerzas políticas entre
Gracias al apoyo de estas organizacio- las cuales obtienen su apoyo, sobre todo
nes fue posible la participación de los en los países del “Norte” que más recur-
indígenas en los trabajos de Naciones sos han aportado a lo largo de los años.
Unidas desde hace más de treinta Con el resurgimiento político de las de-
años. En muchos países realizan acti- rechas en los primeros años del siglo
vidades en el mismo sentido. En algu- xxi, este apoyo ha disminuido causando
nos casos, fueron instrumentales en serios problemas a las organizaciones
organizar la participación indígena de base en los países receptores. En Ca-
durante mi visita a un país. En térmi- nadá, por ejemplo, varias instituciones
nos más generales su apoyo ha sido que durante años apoyaban a los dere-
clave para canalizar información ne- chos humanos en diversos países del
cesaria al relator especial. mundo, han sido cerradas arbitraria-
mente por el gobierno canadiense.
Al correr de los años se fue establecien- Aunque el activismo y la etnografía
do una estrecha relación de coopera- parecen ser dos perspectivas distintas,
ción e interdependencia entre el mundo en el caso del relator especial no con-
dujeron a contradicciones o ambigüe-
5
Se pueden consultar en: http://rodostaven- dades en su quehacer profesional. Me
hagen.info/?page_id=19 percaté desde el principio que en mi
24 Rodolfo Stavenhagen

caso la práctica etnográfica tendría _____ (2010), “Cómo hacer que la declara-
que ser multisituada, multitemporal y ción de los derechos indígenas sea efec-
multiespacial, y hasta el momento no tiva”, IIDH, núm. 52, julio-diciembre de
me puedo quejar de los resultados. 2010, San José, Costa Rica, Instituto
Sin embargo, me han acompañado Interamericano de Derechos Humanos,
dos frustraciones en esta experiencia. pp. 141-169.
La primera, que los informes prepara- _____ (2009a), “Consideraciones generales
dos por el relator no se transforman sobre la situación de los derechos hu-
ipso facto en mejora visible de la situa- manos y las libertades fundamentales
ción de los derechos humanos de los de los pueblos indígenas en Asia”, Estu-
pueblos indígenas y que sus recomen- dios de Asia y África, núm. 139, vol.
daciones no sean implementadas de XLIV, núm. 2, mayo-agosto de 2009,
manera puntual por los gobiernos y el México, El Colegio de México, pp. 317-
sistema internacional. El seguimiento 343, en línea [http://rodostavenhagen.
de las recomendaciones está fuera del info/wp-content/uploads/2013/07/Infor-
alcance de la relatoría y su esfuerzo me-2003-DPI.pdf].
queda simplemente como un testimonio _____ (2009b), “Los derechos humanos de
más en los archivos respectivos. Con los pueblos indígenas en Filipinas”, Es-
todo, para numerosos pueblos indígenas tudios de Asia y África, vol. XLIV, núm.
los informes del relator constituyen un 3, septiembre-diciembre de 2009, Méxi-
aliciente en la continua lucha por sus co, El Colegio de México, pp. 609-648.
derechos humanos, y para los gobiernos _____ (2007), “Los pueblos indígenas y sus
un referente contra el cual pueden ser derechos. Informes temáticos del rela-
evaluadas las acciones emprendidas en tor especial sobre la situación de los
el marco de las políticas públicas. derechos humanos y las libertades fun-
En segundo lugar, constituye tam- damentales de los pueblos indígenas
bién motivo de frustración que los del Consejo de Derechos Humanos de
resultados obtenidos durante esta ex- la Organización de las Naciones Uni-
periencia aún se encuentran en su das”, México, unesco.
mayoría archivados y no me haya sido _____(2002-2009), Informes a la onu sobre
posible todavía publicarlos como in- misiones a distintos países, en línea
vestigación académicas que son. [https://www.dropbox.com/sh/
ydknbak0r5m9tw7/AAAAVLzT2HULz
BIBLIOGRAFÍA r8dquuSRnJSa?dl=0].
Stavenhagen, Rodolfo y Claire Charters (co-
Stavenhagen, Rodolfo (2015), The United ords.) (2010), El desafío de la declaración.
Nations Special Rapporteur on the Historia y futuro de la Declaración de la
Rights of Indigenous Peoples, Londres, onu sobre Pueblos Indígenas, Copenha-
Routledge Handbook on Indigenous gue, Grupo Internacional de Trabajo so-
Rights. bre Asuntos Indígenas (iwgia).

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