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Orígenes del teatro en las distintas culturas de la antigüedad

El teatro en la Grecia clasica

El teatro griego nació en el Ática a partir de las danzas y


cantos corales de los siglos VI y V a. C., que se celebraban
en primavera durante las fiestas en honor del dios Dioniso,
denominadas «Grandes Dionisíacas». Estas fiestas
comenzaban con una procesión en la que la estatua del dios
Dioniso era paseada sobre un barco acompañado por flautistas y músicos.
Estas danzas y cánticos se realizaban en un principio en cualquier espacio
abierto cercano al altar o templo del dios Dioniso. Posteriormente se
preparó un lugar, de tierra lisa y forma circular denominado «orchestra».
Tespis, un poeta lírico, que viajaba en carreta de pueblo en pueblo,
organizando las fiestas locales de cada «polis», introdujo en el siglo VI a.
C. el «ditirambo» en el Ática.
Los ditirambos de Tespis consistían en representaciones de textos
literarios para bailar y cantar, con acompañamiento de flauta, en las que
intervenían cincuenta hombres o jóvenes.
También Tespis (o Frínico, su sucesor) dotó de mayor protagonismo a uno
de los componentes del coro, creando así la necesidad del
diálogo dramático. Surgía así la forma teatral que
denominamos tragedia (de «tragos», cabra y «od», canto, que
viene a significar «canto del macho cabrío»). Este género
teatral se impulsó en el 538 a. C. cuando el tirano Pisístrato
decretó la primera competición ateniense de tragedias y le
asignó más tarde un importante lugar en la ciudad, en la ladera
sureste de la Acrópolis, en lo que se conoce todavía hoy en día
como teatro de Dioniso.

ORÍGENES DEL TEATRO EUROPEO.


El teatro medieval tiene sus orígenes en el ritual cristiano, ya que la Iglesia
comenzó a escenificar pasajes de la Pasión o narraciones del Antiguo Testamento
con la intención de que las ideas que pretendían transmitir calaran más
hondamente en la población, en su mayoría iletrada. Al principio, estas
escenificaciones se hacían dentro de la iglesia durante los servicios religiosos, en
lengua latina, y en ellas aparecen ya los elementos dramáticos básicos: color,
movimiento, indumentaria especial, o insinuaciones verbales con las que se busca
la implicación del público.
Llegó un momento (alrededor del siglo XII) en el que el teatro dejó de
representarse dentro de la iglesia y las escenificaciones se hacían en el atrio. Se
sustituye el latín por las diversas lenguas vulgares. En España sólo se conserva
solamente una obra de este tipo: el Auto de los Reyes Magos.
Poco a poco se desplazaron a las plazas públicas quizá por alguna de estas
razones: porque las dramatizaciones se hicieron demasiado elaboradas, o porque
se fueron introduciendo elementos profanos, cómicos, y tal vez poco
decorosos. A pesar de todo, los espectáculos seguían siendo esencialmente
religiosos. La organización ya no estaba en manos de la Iglesia, sino que tanto la
puesta en escena como la interpretación corría a cargo de los gremios, es decir,
de las asociaciones de artesanos profesionales. Muchas veces estos gremios
representaban episodios bíblicos acordes con su profesión. Así, por ejemplo, en
Inglaterra, en York, los constructores de barcos eligieron “El arca de Noé”, los
panaderos representaban frecuentemente “La última cena”, etc. Estos
espectáculos, en sus inicios, se representaban sobre tablados elevados e incluso
sobre carromatos que se podían trasladar a distintas partes de la ciudad. En estos
escenarios medievales también participan juglares, danzarines y mimos, es decir,
cómicos itinerantes pertenecientes a los grupos marginales de la sociedad.
Los géneros teatrales que triunfan en la Europa medieval:
_ Los misterios: eran obras teatrales de temática religiosa, sacadas
de la Biblia o de las vidas de santos. Sus representaciones eran espectaculares:
podía durar varios días, participaban numerosos actores (incluso, a veces, todo el
pueblo) y los escenarios se montaban al aire libre sobre grandes tablados.
_ Los milagros: de temática religiosa, se basaban en leyendas
piadosas sobre pecadores salvados del infierno por intercesión de la Virgen. Eran
más breves que los misterios y su puesta en escena era más sobria y sencilla. El
más conocido es el Milagro de Teófilo, del escritor francés del siglo XIII Rutebeuf.
Este milagro gira en torno a un hombre que vende su alma al diablo, uno de los
temas más fecundos de la literatura universal.
_ Las farsas: de carácter profano y no religioso. Su finalidad ya no es
adoctrinas, como en los otros dos géneros, sino entretener. Son pequeñas piezas
cómicas y satíricas de asuntos similares a los fabliaux franceses. La más famosa
es la Farsa de maese Pathelin, perteneciente a la literatura francesa del siglo XV
y de autor desconocido.
_ Las Danzas de la Muerte: aunque no pertenecen al género teatral,
hay indicios de que pudieron ser representadas. Eran poemas que surgieron en
Europa en el siglo XIV a raíz de la Peste Negra. En ellos, la Muerte, que aparece
personificada como un esqueleto implacable y cruel, invita a diversos personajes,
pertenecientes a las diferentes clases sociales, a abandonar este mundo para
danzar con ella. El tema central de todas estas Danzas es el poder igualatorio de
la muerte, que no distingue al poderoso del humilde o al joven del anciano.

La Historia del Teatro Latinoamérica


En Latinoamérica, mucha influencia en su teatro hasta la independencia provenía de
España. Sin embargo, parece como en muchos países latinoamericanos, los dramaturgos
usaron y continua usar lo que ocurre en la sociedad para crear obras de teatro.

En Argentina, había una tendencia en que el teatro es una representación de lo que


ocurre en el país, específicamente con los problemas socio-económicos. Este tiene una
influencia tan fuerte que puede ver como lo que ocurre afecta el teatro. Algunos
dramaturgos como Eduardo Gutiérrez y Juan Moreira mostraron los abusos e injusticias
que experimentaron algunas personas en el país. También, expusieron la desigualdad
social y los conflictos con las autoridades. No obstante, con la democracia, el sentido
del teatro estaba perdido porque los directores jóvenes no tuvieron la misma inspiración
que antes.

En otros países como México y Perú los dramaturgos querían tener un equilibrio entre
de la influencia de España y de otros países (para aprender y perfeccionar su teatro) y su
propio inspiración y creatividad. En México, ellos no quieren se apoyan en el teatro de
España mucho y estuvieron en competición con ellos.

En Perú, ellos usaron los técnicos nuevos que fue basado en Brecht y en otras
influencias europeas. Felipe Pardo los usó para enfatizar el drama en una manera
elegante. Y cuando el teatro había empezado a declinar, Sebastián Salazar Bondy
introdujo influencia francesa para rejuvenecerlo.

En general, la influencia europea y los problemas sociales de Latinoamérica era


importante en el desarrollo de su teatro. Este es evidente hoy como el teatro continúa su
expansion.

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