1. Una idea nueva
Un triunfo dudoso
{A pestocnncis ex una iden nueva Coen en el Este on el Sar
ios y Estados Unidos ga-
16 la guerra fla contra una Unién Soviética que, después de ha-
ber perdido su imperio, su partido todopoderoso y su adelanto
tecnolégico, terminé por desaparecer, creemos que la democracia
ha vencido y que hoy en dfa se impone como la forma normal de
arganizaci6n politica, como.el_aspecto. politico. de una.modernie
dad.cuya forma econémica-es-la.ecannmfa.de.mercado.y-cuya
So hay, en eero, deme
nantes por los gobernad
de hablarse de democra
tre dos fracciones de la
ico, pero no pue-
sélo pueden optar en-
igarqula, del ejército 0 del aparato del
tribucién del producto nacional para que pueda
hablarse de socieded industrial 0 de ctecimiento endégeno (self-
fos regimenes que llamamos democraticos se del
mo los regimenes autoritarios, y estan sometidos a las exigencies
as16 :QUEES LA DEMOCRACI?
del mercado mundial protegido y regulado por el poderio de Es-
tados Unidos y por acuerdos entre los tres principales centros de
poder econémico, Este mercado mundial tolera la participaci6n
de unos paises que tienen gobiernos autoritarios fuertes, de otros
con regimenes autoritarios en descomposicién, de otros, ain, con
38 ¥, por diltimo, de algunos cuyos regimenes
democraticos, es decir donde los goberna-
los representan.
roceso de los Estados, demoeréticos 0 no, entrafia una
icipacié jue justamente se
denominé una crisis de la representaciOn politica. Los electores
ya no se sienten representados, lo que expresan denunciando a
tuna clase politica que ya no tendria otro objetivo que su propio
poder y, 2 veces, incluso el enriquecimiento personal de sus
miembros. La conciencia de ciudadanta se debilita, ya sea porque
\dividuos se sienten més consumidores que ciudadanos
8 que nacionales, ya porque, al contratio, cier-
jos de una so-
ciedad en la cual no sienten que participan, por tazones econé-
micas, p ulturales,
+ La democracia asi del ede ser destruida, ya sea desde
cido sobre el poder por oligarquias o partidos que acumulan re-
cursos econémicos 0 politicos para i
uunos ciudadanos reducidos al papel de electo
estado tan fuertemente marcado por los regimenes totalitarios,
que la destruccién de éstos pudo parecer a muchos como una
iente del triunfo de la democracia, Pero contentarse
nes meramente indirectas, negativas de la democra-
cia significa restringir el andlisis de una manera inaceptable. Tan-
to en su libro més reciente como en el primero, i
tiene raz6n al rechazar absolutamente la separa
mas de democracia, pol formal y real, burguesa y
lugar, dado que no podria emplearse el
signar dos realidades diferentes si no tuvieran importantes ele-
UNA IDEA NUEVA v7
mentos comunes entre sf y, en segundo lugar, porque un discurso.
que conduce a llamar democracia a un régimen autoritario y has-
ta totalicario se destruye a s{ mismo.
@Serd preciso que nos contentemos con acompafiar al péndulo
en su movimiento de retorno a las libertades constitucionales,
después de haber buscado extender durante un largo siglo que
comenzé en 1848 en Franc rtad politica a la vida econé-
mica y social? Una actitud semejante no aportaria ninguna res-
puesta a la pregunta: zcdmo com
por la ley con la representacién de
subrayar la oposicién de esos dos objetivos y por lo tanto la im-
posibilidad de construir ¢ incluso de definir la democracia. He-
nos aqui de vuelta en nuestro punto de partida. Aceptemos con
Norberto Bobbio, entonces, definir a la democracia por tres prin-
ios institucionales: en primer lugar como “un conjunto de re-
glas (primarias o furdamentales) que establecen quign esté auto-
tizado a tomar las decisiones y mediante qué procedimientos” (I!
futuro della democrazia, p. 5}; a continuacién, diciendo que un
cuanto una mayor cantidad de
personas participa directa o indirectamente en la toma de deci-
siones; por siltimo, subrayando que las elecciones a hacer deben
. Aceptemos también decir con él que la democracia
dela
sociedad por una visién
idea de contrato, el reemplazo del hombre pol
les por el homo oeconomicus y por el uti
yor niimero. Pi
de haber pl sri berales”, Bol
descubrit que la realidad politica es muy diferente del modelo
‘que acaba de proponerse: las grandes organizacione
sindieatos, tienen un peso creciente sobre la vida pe
a menudo quita toda realidad al pueblo “supuestamente sobera-
jculares no desaparecen ante la voluntad
general y las oligarquias se mantienen. Por iiltimo, el funciona-
miento democratico no penetra en la mayor parte de los domi-
nios de la vida social y el secreto, contrario 2 Ia democracia, si-
gue desempefiando un papel importante; detrés de las formas de
Ta democracia se construye a menudo un gobierno de los técnicosw {QUE ES LA DEMOCRACTA?
y los aparatos. A estas inquictudes se agrega un interrogante més
fundamental: si le democracia no es mas que un conjunto de re-
glas y procedimientos, zpor qué los ciudadanos habrian de de-
fenderla activamente? Sélo algunos diputados se hacen matar
por una ley electoral
Es preciso concluir en la necesidad de buscar, detrés de las re~
glas de procedimiento que son necesarias, ¢ incluso indispensables
para Ia existencia de la democracia, c6mo se forma, se expresa y
se aplica una voluntad que representa los intereses de la mayoria
al mismo tiempo que la conciencia de todos de ser citfdadanos
responsables del orden social. Las reglas de procedimiento no son
més que medios al servicio de fines nunca alcanzados pero que
deben dar su sentido a las actividades p impedir la arbi
trariedad y el secreto, responder a las demandas de
garantizar la participacién de la mayor cantidad posi
nas en la vida pablica. Hoy, cuando retroceden los re
toritarios y han desaparecido las “democracias populares” que no
eran sino dictaduras ejercidas por un partido tinico sobre un pue-
blo, ya no podemos contentarnos con garantias constitucionales y
icas, en tanto la vida econémica y social permanecerfa domi-
por oligarquias cada vez més inalcanzables.
“Tal es el objeto de este libro. Desconfiado con respecto a la de-
a participativa, inquieto ante todas las formas de influen-
leres centrales sobre los indi
los lamados al puebl
ica, hostil
siempre terminan por dar al Estado una legitimidad que ya no
ido
ccién libre, se pregunta acerca del cor
ddemocracia de hoy en dia. A fines de
proviene de una
cultural de
por la aparicién de la democracia industrial y la formacién de
gobiernos socialdemécratas apoyados por los sindicatos y, por el
formacién de partidos revolucionarios originados en
el pensamiento de Lenin y de todos los que daban prioridad a la
de un antiguo régimen sobre la instauracién de la democra-
cia, Esa época de los debates sobre la democracia “social” esté
cerrada, pero en ausencia de todo contenido nuevo, [a democra-
cia se degrada en libertad de consumo, en supermercado politico.
La opinion se contenté con esta concepcién empobrecida en el
UNAIDEA NUEVA 1
momento en que se derrumbaban el régimen y el imperio soviéti-
‘c0s, pero no es posible abandonarse durante mucho tiempo a las
lades de una definici6n puramente negativa de la democra-
ior de los paises “liberales” como en la tota-
tizacién de los problemas sociales
aqui, movilizaci6n “integrista” en otra parte; gno se ve a las ins-
nes democriticas perder toda eficacia y aparecer ora como
un juego mas o menos amafiado, ora como un instrumento de
penetracion de intereses extranjeros?
En contra de esta pérdida de sentido, es preciso
concepcién que defina la accién democratic
iduos y los grupos dominados por la Logica de un poder,
ir sometidos al control ejercido por los dueiios y los geren-
tes de sistemas para los cuales aquéllos no son mas que recursos,
En contra de las monarqufas absolutista, algunos convocaron a
Jos pueblos a la toma del poder; pero esta convocatoria revolucio-
natia condujo a la creacién de nuevas oligarquias o a despotismos
populares, En nuestro perfodo dominado por todas las formas de
Iiticas, culturales 0 econdémicas, es nece-
sario marchar en una in Opuesta, Por esa razén asst
retorno de la idea de derechos del hombre, més fuerte que nunca
porque fue enarbolada por los resistentes, los di
ritus erticos que lucharon en los momentos més
contra los poderes totalitarios. De
Gdansk a los de Tien An Men, de los militantes americanos de
Civil Rights a los estudiantes europeos de mayo de 1968, de qui
nes combatieron el apartheid a quienes atin luchan contra li diet
dara en Birmania, de la Vicarfa de la Solidaridad chilena a los
opositores serbios y los resistentes bosnios, de Salman Rushdie a
os intelectuales argelinos amenazados, el espiritu democratico fue
ficado por todos aquellos que opusieron su derecho fundamen-
tal de vivir libres a poderes cada vez més absolutos.
La democracia serfa una palabra muy pobre si no fuera defini-
da por los campos de batalla en los que tantos hombres y muje-
res combatieron por el iecesitamos una definicién fuerte de