1.1 Introducción
Las diferentes formas de comunicarse, de dar información y recibir también pueden ser
percibidas e interpretadas por personas que tienen deficiencia auditiva por medio de
otros sentidos no comprometidos.
Para realizar procesos comunicativos más específicos, el hombre utiliza la facultad del
lenguaje, cuya conceptualización mas básica hace referencia a la capacidad que poseen los
seres humanos para simbolizar el mundo. Los niños que tienen una deficiencia auditiva
desde su nacimiento o la adquieren a una edad temprana, también poseen esa facultad
humana del lenguaje y cuentan con todas las posibilidades de desarrollarla si se dan las
condiciones para ello.
El normal desarrollo del lenguaje requiere de la interacción comunicativa fluida entre los
niños y las personas mayores que utilizan el lenguaje, y también de mecanismos
sensoriales intactos para transmitir la información al cerebro. En condiciones normales un
niño oyente transmite esa información por medio del canal auditivo y se procesa en el
mecanismo central, en suma, la adquisición de una lengua a una edad temprana se realiza
en forma natural y no requiere enseñanza formal
Sin embargo para un niño que nace con algún grado de deficiencia auditiva o la adquiere a
una temprana edad (antes de los 3 años), se presenta un obstáculo biológico que no le
permite adquirir una primera lengua auditivo verbal. Esos niños deben recibir instrucción
formal haciendo uso de los avances médicos y tecnológicos, tales como los audífonos,
equipos de frecuencia modulada e implante coclear.
Desde que nace el niño está expuesto a estímulos de tipo auditivo y visual, que desde
muy temprano lo mantienen en contacto con su entorno, y es a partir de ese contacto con
tales estímulos que se dan las bases para el desarrollo comunicativo.
Para esto el niño debe ser capaz de lo siguiente: atender selectivamente el habla,
discriminar los fonemas de la lengua materna, mantener una secuencia de los sonidos del
habla, discriminar secuencias de sonidos del habla, comparar una secuencia sonora con un
modelo almacenado y finalmente discriminar patrones de entonación.
Cualquier consideración sobre la calidad de vida debe tener en cuenta el grado en el que
los individuos pueden comunicarse de manera efectiva con su entorno y así alcanzar la
plena participación en su grupo social, la comunicación es tanto una necesidad básica
como un derecho irrenunciable.
La salud auditiva y comunicativa garantiza el desarrollo lingüístico, socio-afectivo,
cognoscitivo. Entonces una discapacidad comunicativa generada por una deficiencia
auditiva puede tener graves consecuencias para la calidad de vida de la persona, su familia
y de la sociedad misma
La deficiencia auditiva se entiende como la pérdida de audición, que altera en algún grado
la capacidad para la recepción, discriminación y comprensión de los sonidos tanto del
medio ambiente como los sonidos que componen códigos lingüísticos del tipo auditivo
vocal.
Para analizar esta variable tomaremos en cuenta los siguientes aspectos: según estudios
realizados el oído humano puede percibir sonidos en una gama de frecuencias entre 16 y
20.000 Hz y en intensidades que van de 0 a 120 dB.
Tomando como referencia los antes expuesto podemos clasificar la deficiencia auditiva
según su grado de severidad en cuatro grupos: leves, moderadas, severas y profundas
Las consideraciones generales que deben considerar este grupo de personas son:
Durante el embarazo.-
Se recomienda que la madre evite estar en contacto con personas que padezcan
enfermedades eruptivas
Debe evitar el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas sicotrópicas
Evitar la exposición a rayos X
Debe asistir al control médico periódico durante la gestación, tener muy buena
alimentación y no automedicarse.
Deben buscar consejería genética en cada de haber historial familiar de deficiencia
auditiva
Conocer su grupo sanguíneo y de sus parejas, para luego tomar medidas
necesarias en el caso de que exista incompatibilidad sanguínea.
Durante la lactancia
Se recomienda alimentar al bebe con la leche materna por lo menos hasta los 6
meses
Vacunar oportuna y puntualmente al bebe según el programa de vacunaciones.
Se entiende como prevención a todas las acciones que se toman para evitar que el daño
en la salud o la enfermedad aparezcan, se prolonguen, ocasionen daños mayores o que
generen secuelas.
Los factores de riesgo son agentes internos y externos que crean o aumentan la
posibilidad de desarrollar una lesión, estos están presentes en todas las actividades diarias
de las personas y pueden conllevar a adquirir algún tipo de deficiencia. Los factores de
riesgo que pueden afectar la salud auditiva pueden ser:
Genéticos.-
Adquiridas.-
Prenatales
Perinatales o neonatales
Es posible desarrollar pérdida auditiva con o sin los factores de riesgo listados a
anteriormente. Sin embargo, mientras más factores de riesgo tengan, será mayor su
probabilidad de desarrollar pérdida auditiva. Consulte al médico si el niño tiene alguna de
estas pautas:
La madre tuvo dificultades durante el parto que afectaron la respiración del bebé, necesitó
El niño tiene deformaciones de la cabeza, cara o las orejas. Bajo de peso al nacer (menos
de 1,5 kilos).
Los trastornos auditivos constituyen un problema de salud que afecta una proporción
importante de población infantil (1-3 niños de cada 1000 nacidos) y tienen consecuencias
negativas no solo para el desarrollo normal del lenguaje sino en todas las esferas de la
vida. Se ha demostrado que estos efectos negativos se pueden evitar si se detectan y
diagnostican precozmente y se inicia la intervención desde los primeros meses de vida.
Las repercusiones cognitivo lingüísticas de las sorderas infantiles dependen del tiempo
que se demora en intervenir y esta puede ser o no recuperable:
En ese sentido es de primordial importancia que cualquier señal que indique la presencia
de la discapacidad auditiva debe ser identificada por personal de salud, educación y en
especial por los padres de familia, para que se tomen medidas inmediatas y aminorar el
efecto de las secuelas, algunas señales de alarma que se deben tomar en cuenta son:
Señales de alarma
Es aparentemente distraído.
Habla fuerte.
Prefiere que le hablen o escucha el teléfono por un oído y dice que no oye por el otro.
PRUEBAS OBJETIVAS
PRUEBAS SUBJETIVAS
Audiometría tonal liminal
Audiometría tonal lúdica
Algunas células ciliadas externas de la cóclea, además de transformar las vibraciones sonoras que
reciben del exterior en impulsos eléctricos y enviarlos al cerebro a través del nervio auditivo,
tienen la propiedad de producir sonido. Estos sonidos se pueden generar espontáneamente, pero
también se pueden provocar a partir a un estímulo acústico. Estos sonidos que nacen en el oído
interno se conocen como emisiones otoacusticas.
Sólo se generan en oídos en los que la cóclea funciona correctamente. En cambio no aparecen en
oídos en los que está malogrado el oído interno. Por este motivo, aunque la prueba se puede
realizar en cualquier momento, es muy indicada en tamizaje neonatal, en la mismo hospital, a fin
de descartar sorderas, o bien en caso de sospecha ayuda a decidir la aplicación o no de pruebas
más específicas y complementarias.
Se trata de una técnica muy sencilla y nada invasiva, puesto que consiste en la introducción en el
conducto auditivo externo de un “chupete” de goma (sonda) provisto de dos conductos: uno por
dónde se emite el sonido en forma de “clic, y el otro que termina en un micrófono que recoge las
otoemisiones, que son analizadas por el ordenador.
Sólo es necesario que el niño/a esté quieto/a durante un minuto. Se puede practicar la prueba
incluso mientras duerme.
Aplicaciones clínicas.- Esta prueba se puede ser muy útil para los siguientes casos:
Tamizaje neonatal
Tamizaje escolar
Audiometría pediátrica ( especifica oído y frecuencias)
Diagnostico diferencial entre disfunción coclear y retrococlear
Diagnostico de neuropatía auditiva
Monitoreo de ototoxicidad
Determinación de hipoacusias psicógenas y simuladores
Pacientes difíciles de estudiar convencionalmente.
Patológicas
Otitis media
No patológicas
Es decir, las EOA desaparecen cuando el umbral auditivo supera los 40 dB HL. Por lo anterior, se
considera que la presencia de EOAE habla a favor de un adecuado funcionamiento coclear. Sin
embargo, su ausencia no representa necesariamente una anormalidad, de ahí que su aplicación
clínica sea muy restringida.
Son numerosas las ventajas del empleo de las EOA para el tamizaje del déficit auditivo en la
población infantil, estas son:
Las EOA están presentes en recién nacidos prematuros y a término (sin patologías de oído
medio)
En recién nacidos y niños la amplitud de las EOA es muy grande (10 dB más grande que en
los adultos)
Las EOA se obtienen fácilmente a partir de las 48 horas de nacido.
Son bien conocidos los efectos que sobre la respuesta tienen factores como maduración,
trastornos auditivos y estado de vigilia del sujeto.
La detección de las EOA es automática, lo cual elimina el sesgo del observador, pudiendo
realizarse la prueba por personal no calificado.
La prueba no es invasiva, ni requiere preparación especial ni colocación de electrodos.
La prueba completa tiene una media de duración de 7 minutos (5-12 minutos) en
ambientes con ruido controlado y de 15 minutos (7-25 minutos) en condiciones de ruido
hospitalario.
Brindan información acerca de un amplio espectro de frecuencias, a diferencia del PEA
A pesar de todas estas ventajas también se reportan algunas limitaciones de esta técnica cuando
se emplea en el contexto de un programa de tamizaje:
Para concluir debemos hacer algunas consideraciones a propósito de la utilización de las EOA para
el tamizaje auditivo:
Las EOA representan una herramienta objetiva muy útil para la evaluación de la audición
periférica en niños pequeños. Sin embargo, este procedimiento presenta algunas
desventajas que limitan su uso, por lo que se debe combinar con otras técnicas
electrofisiológicas (PEA y PEAee) que complementen y solucionen estas limitaciones.
Reiteramos que constituye un error decirle a un padre que su hijo tiene una pérdida
auditiva sólo porque haya fallado las EOA, pues es más acertado decirle que la ausencia de
EOA es un factor de riesgo adicional para las pérdidas auditivas, más que utilizarlas como
prueba definitiva de tamizaje.
Es necesario tener en cuenta que esta prueba no determina los umbrales auditivos en un sentido
estricto, sino que pone o no de manifiesto la integridad y funcionalidad de la vía auditiva. Permite
valorar el nivel de audición entre los 2.000 y los 4.000 Hz, pero la prueba en su conjunto no es útil
para valorar las frecuencias graves.
Este procedimiento es para investigar la función coclear la función auditiva en pacientes difíciles
de evaluar, tales como:
Recién nacidos
Niños pequeños
Niños con discapacidades múltiples
Niños que no colaboran
El paciente normalmente necesita ser sedado, como por ejemplo los niños y recién nacidos. La
sedación no altera los resultados del estudio, lo cual lo hace particularmente útil para el tamizaje
de hipoacusias en menores, la sedación permite un sueno superficial, no profundo como con la
anestesia.
Dado que el examen se realiza bajo sedación, es necesario que el paciente cumpla los siguientes
requerimientos:
Se sabe que una detección precoz de las pérdidas auditivas es necesaria para evitar daños
irreversibles en el desarrollo del lenguaje. Los PEA permiten también estudiar la vía auditiva en
patologías pediátrica y/o de adultos de diferente etiologías como las hipoacusias neurosensoriales
que afectan al órgano de Corti (oído interno) al nervio auditivo o al trayecto de la vía auditiva
dentro del tronco cerebral a fin de lograr un diagnóstico lo más preciso posible y determinar la
terapia.
Esta es una técnica de diagnóstico reciente que ofrece muchas más ventajas en comparación a los
potenciales evocados tradicionales. Se denomina estable (en el tiempo) porque, a diferencia de los
estímulos de “clic" de los PEA, la respuesta por parte del sistema auditivo se mantiene de manera
continuada sin extinguirse mientras dure el estímulo sonoro que la provoca.
También, a diferencia de los PEATC, con los cuales no es posible valorar las frecuencias graves, el
estímulo acústico está formado por una colección de tonos puros, de 250 a 8.000 Hz, según las
mismas frecuencias generadas por los audiómetros tonales, los cuales se emiten
simultáneamente. Así se puede evaluar a la vez varias regiones de la cóclea, y ambos oídos a la
vez. Este sonido complejo y repetitivo se envía modulado en intensidad, es decir con fluctuaciones
de volumen.
Las ventajas aportadas por los PEAee frente a otras técnicas electroaudiométricas son las
siguientes:
La principal aplicación clínica de los PEAee es la determinación del umbral auditivo. Los
audiogramas obtenidos con esta técnica nos permiten establecer con pequeño margen de error el
umbral auditivo para cada frecuencia, lo cual resulta especialmente útil para:
Determinar el nivel auditivo en niños que no han pasado las pruebas de tamizaje neonatal
o que no se han sometido a ellas y todavía no son capaces de realizar una audiometría
tonal. Los resultados obtenidos con los PEAee nos permitirán establecer el umbral auditivo
del niño con mayor fiabilidad que los potenciales evocados auditivos de tronco cerebral
(PEATC), y, por tanto, poder determinar la línea a seguir con menor margen de error (alta,
controles posteriores, audífono, implante coclear…).
Determinar el nivel auditivo en adultos no colaboradores, bien sea por incapacidad, o en
casos de simuladores por motivos diversos.
Para concluir debemos hacer algunas consideraciones a propósito de la utilización de los PEAee
para el diagnostico auditivo:
1.6.3.4.- Timpanometro
La Timpanometria es una prueba objetiva que mide la movilidad del tímpano durante la variación
artificial de la presión del aire en el conducto auditivo externo. Sirve para valorar el estado del
oído medio, a fin de evidenciar si éste es o no el responsable total o parcial de la pérdida de
audición.
No requiere la participación activa del niño/a, solamente que esté quieto/a durante un par de
minutos. Se realiza con un instrumento similar al de la fotografía, al cual se conecta una pequeña
sonda que el aparato utiliza para transmitir sonido y para ejercer una presión o depresión de aire
en el interior del oído.
Esta prueba no informa de los umbrales de audición, pero tiene un importante valor diagnostico.
El fundamento para la interpretación de los resultados es sencillo:
Se trata de una prueba subjetiva, es decir que requiere de la colaboración activa o pasiva de la
persona examinanda, y a menudo también de la pericia y experiencia del examinador. El oído es
estimulado con sonidos de una sola frecuencia (tonos puros). Es necesario realizarla, como todas
pruebas audiométricas en una cámara insonorizada a fin de evitar que el ruido del ambiente
pueda falsear los resultados.
Se pueden usar diversas estrategias, según cada edad, para obtener una curva audiometrica. El
procedimiento más convencional, que se practica a partir de los 4 o 5 años de edad porque
requiere la colaboración consciente y madura del niño/a, se realiza mediante un audiómetro
tonal, que es un aparato electroacústico capaz de generar tonos puros a distintas intensidades. La
capacidad auditiva se mide mediante dos formas:
La prueba se puede realizar también en campo libre (sin cascos auriculares; los tonos suenan en la
cámara insonorizada), primero sin audífonos y después con ellos colocados en el oído. Se usa para
medir el rendimiento auditivo de las prótesis. También sirve para medir el nivel de audición con el
implante coclear.
Con niños más pequeño, al cual no se puede pedir todavía la colaboración activa de la prueba
anterior, es preciso estimular otras maneras de participación para poder obtener datos
audiométricos fiables.
Es un paso anterior a la audiometría tonal convencional. Se realiza con niños mayores de 2 años y
hasta los 4 años de edad, ya sea en campo libre o bien con los auriculares. Se les pide que al oír el
sonido dejen caer, por ejemplo, un pequeño objeto o una pelota dentro de un recipiente, o que
añadan un cubo a una torr, o cualquier otra acción que el evaluador considere motivador. El
procedimiento para la obtención de umbrales es el mismo que el de la audiometría tonal.
Hay diversas opciones como servicios de intervención para los niños con deficiencia auditiva. Estas
incluyen: