Acordes
Las notas que integran un acorde pueden estar presentadas de manera no vertical
sino progresiva, en la modalidad de ►Arpegios. Se presenta el caso en este estudio
de Barrios donde los primeros dos acordes aparecen arpegiados, y equivalen a los
escritos a la derecha.
Los acordes constituidos por fundamental, 3ª y 5ª, se denominan triadas. Las triadas
son mayores o menores según sea el intervalo de 3ª que haya entre la fundamental
y la tercera. En el ejemplo que sigue se ilustra (se recuerda que la fundamental da
nombre a la triada o acorde de tres sonidos).
La 5ª, para nuestros fines, siempre será justa (J) o perfecta (1).
Tonalidad
Se define como tonalidad a una familia de acordes relacionados entre ellos. Las
piezas de música suelen estar construidas en una determinada tonalidad, así se
habla de un minueto en Do mayor, de un preludio en mi menor, etc. Los acordes
emparentados entre ellos son los que se generan a partir de la escala de la tonalidad
(1). Ejemplo: la tonalidad de Do mayor la constituyen los acordes de Do mayor, re
menor, mi menor, fa mayor, sol mayor, la menor (2). El acorde construido a partir del
7º grado de la escala mayor (3), por sus especiales características se atenderá más
delante.
Notación o cifrado
Para relacionarlos entre ellos cada acorde de una tonalidad se denomina, además
de por su nombre propio (Do mayor, la menor…), con números romanos según sea
la nota de la escala a partir de la cual se generó. Los principales son los construidos
sobre las notas (o grados) I, IV y V (1); los secundarios, los hechos sobre los grados
ii, iii y vi (2). (Los acordes se escriben en números romanos mayúsculos o
minúsculos según sea la triada resultante mayor o menor).
4
Se dice que la armonía es a cuatro partes o voces (forma muy usual en la guitarra)
cuando los acordes a enlazar tienen ese número de componentes. Siguiendo la
tradición coral, estos componentes se llaman, de grave a agudo: bajo, tenor,
contralto y soprano. Para que un acorde triada (el construido con fundamental, 1ª y
5ª) (1) se presente a cuatro voces (a cuatro cuerdas) cualquier componente de la
triada debe duplicarse (de preferencia la fundamental, la 5ª también se duplica con
frecuencia y la 3ª en casos especiales. En (2), (3) y (4) se ha duplicado la
fundamental aún con diferentes acomodos. El orden en que se presenten las tres
partes superiores no altera el significado del acorde.
Enlace melódico
Dado que una de las voces de los acordes suele llevar melodía, y siendo esta muy
libre en su caminar, sucede que no siempre se puedan conservar la o las notas
comunes. Entonces se hace un enlace melódico. En la ilustración (1) es un enlace
armónico, pues ha mantenido la nota común a los dos acordes; (2), en cambio, en un
enlace melódico, pues no conservó nota común: todas se movieron. Se considera de
buen gusto que el bajo se mueva en sentido contrario al resto de las voces (3).
Saltos simultáneos
Prohibiciones
Tonalidades guitarrísticas
La guitarra puede abordar todas las tonalidades del espectro, sin embargo tiene sus
favoritas: aquellas que se prestan más al instrumento porque se adaptan mejor a las
características orgánicas de las seis cuerdas. En este trabajo, en razón de su
carácter introductorio, se abordarán solamente las tonalidades más usuales del
repertorio.
Mano derecha
Es recomendable que antes de practicar acordes se ejercite por separado cada una
de las manos en el quehacer. Iniciaremos con la mano derecha y su ejecución
general. Se presentan abajo 8 fórmulas. Cada una se practicará por separado
repitiendo el modelo de manera continua. Los dedos i y m se adaptan fácilmente a
trabajar juntos (1); para que p e i actúen al mismo tiempo se recomienda apartarlos
(2); cuide en (3), (4) y en (5) que las tres cuerdas implicadas suenen; en (6) el pulgar
se desplaza por las cuerdas entorchadas en tanto que el resto de los dedos
7
permanece en las cuerdas lisas1; en (7) el dedo p se hace cargo de dos cuerdas
graves articulando su última falange; en (8) hace otro tanto el dedo a encargándose
de las primeras dos cuerdas.
Toque con sonido fuerte y movimiento largo y vigoroso. Relaje después de cada
movimiento. Asimilado cada grupo de ejercicios, ejecútelo de manera arpegiada,
tomando los modelos del capítulo "Arpegios". Dominado lo anterior aplique matices
directos (forte, piano) y graduales (crescendo y diminuendo), y variantes tímbricas
(sull tasto, sull ponticello, sonido ordinario). Problemáticas de derecha particulares se
tratarán más delante.
Mano izquierda
1
Se parte de una encordadura normal, es decir: las tres cuerdas agudas en nylon liso (que puede o no estar
pulido) y las tres graves en nylon entorchado con filamento de metal.
8
El procedimiento de acomodo dedo por dedo será particularmente útil cuando los
acordes se combinen con arpegios, esto, para evitar cortes abruptos en el fluir
armónico. Por esta misma razón, al arpegiar acordes será necesario, en ocasiones,
modificar la digitación de izquierda. Se ilustra con los mismos acordes del anterior
enlace, mas esta vez arpegiados: los dedos 1 y 3 se pueden acomodar desde antes
de empezar a tocar los arpegios (1); La mano derecha empieza a arpegiar; en (2) el
dedo 3 cambia de cuerda lo más rápido posible, mas el dedo 1 no tiene que hacerlo;
dispone de un espacio de tiempo mientras el arpegio corre (3). Será hasta cuando se
ocupe su nota (4) cuando deberá estar en su lugar. De nuevo 3, que se ha
mantenido presionando su nota, se sitúa de inmediato en el nuevo acorde (5);
mientras 1 dispone de tiempo para su cambio (6) que llegará en (7). En este ejemplo
el dedo 3 resultó más exigido; en otros casos lo serán otros dedos.
Emplee movimientos cortos, pise las cuerdas, aplicando solo la fuerza necesaria,
perpendicularmente al diapasón, junto a la barra de metal correspondiente. Relaje
siempre los dedos que no actúen en el mecanismo. Cada enlace se practicará de la
manera descrita. Problemáticas particulares de la mano izquierda serán abordadas
cuando la situación lo requiera.
Los temas no están trabajados en toda su extensión ni son todos, la gran amplitud
de la materia no lo permite en nuestro espacio disponible, sin embargo, con la
habilidad adquirida al ejercitar estos contenidos y con la temática que un buen
programa de armonía sugiera, el estudioso podrá ampliar sus conocimientos sobre el
tema.
9
Sensaciones armónicas
Enlaces I-V
Do mayor:
El enlace (1) es armónico, pues lleva nota común, su segundo acorde ocupa ceja
completa; en (2) el enlace es melódico; En (3) el segundo acorde está sin su 5ª. (4) y
(5) presentan otras opciones de digitar la izquierda. Los enlaces (6) y (7), armónicos
ambos, ocupan de ceja permanente.
La menor:
El enlace (1) es armónico, pues lleva nota común; su segundo acorde, el V grado o
dominante (D) lleva su 3ª alterada ascendentemente (por ello el sostenido en sol). En
(2) el bajo prefirió ascender; En (3) el enlace es melódico y se puede observar que
su bajo se movió en dirección contraria al resto de las voces; (4) y (5) presentan la
10
necesidad de usar media ceja en la mano izquierda; la diferencia entre ellos está en
el movimiento del bajo. El enlace (6), de tipo melódico, nos obliga a llegar a la
llamada VII posición.
Inversiones
Al número romano que indica el grado se le incluye la cifra 6/4 por los intervalos que
las demás partes guaran con él. En el cifrado europeo ó funcional este caso se cifra 5
(5a. en el bajo) después de la letra que indica la función.
(1) Este tipo de enlaces ocupa que los dedos involucrados (en este caso 1 y 3) se
reubiquen en cuerdas distintas a las que ocupaban. El segundo acorde, V
grado, no tiene su 5ª.
(2) Este enlace ocupa que los dedos de izquierda hagan un mecanismo llamado
pivoteo, consistente en que los dedos ocupados en un primer acorde (1 y 3)
sostengan su presión hasta que ella ceda como resultado de la presión de los
dedos (el 4 aquí) que se ocuparán en el siguiente acorde. El V grado está
escrito en segunda inversión: su 5ª está en el bajo.
(3) El segundo de los acordes de este enlace melódico (no sostuvo la nota
común) ocupa una ceja que cubrirá tres de las notas del acorde; para ello el
dedo 1 de tenderá sobre el 3er traste a lo ancho de las seis cuerdas.
(4) En este enlace de acordes a cinco partes, la mano derecha podrá tocar las
cinco cuerdas ya sea con un pulgar que suene las dos más graves, o con un
anular que pulse las dos más agudas, en ambos casos con un movimiento
impulsivo, que dé la ilusión de haber tocado las dos notas al mismo tiempo. La
dominante o V grado tiene 7ª y su 3ª está en el bajo.
(5) Este modelo presenta la oportunidad de usar el dedo 1 como guía al
desplazarse, manteniendo su presión, por la segunda cuerda desde la nota do
hasta re. Los acordes están escritos a tres voces o partes.
12
En (1) pivotee sobre 4; al retornar al primer acorde el pivote será el dedo 3. En (2) se
presenta la oportunidad de usa una ceja “volada”, es decir solo levantando el
extremo del dedo para liberar la cuerda 4ª; en (3) el dedo 3 permitirá el pivoteo 2-4,
nada fácil; en (4) el pulgar solo, puede pulsar estos grupos de cuerdas; en (5) se
presenta un especial enlace usando el dedo 2 como guía a lo largo de la 3ª cuerda.
13
En (1) pivotee sobre 2; en (2) mantenga el dedo 2 inmóvil pues participa en ambos
acordes con la misma nota. A esta conducta se debe que se le llame “dedo fijo”; en
(3) deslice 4 (dedo guía) sobre la 2ª cuerda; en (4) la ceja en VII se sostiene
permanentemente.
En (1) mantenga fijo 1, y cuide de apagar los bajos al cambiar de acorde; en (2) el
dedo 2 puede pivotear si se corre al 3er traste (en este caso dedo 2 mezcla las
funciones de guía y pivote); la media ceja de (3) solo ocupa pisar dos cuerdas; en (4)
el dedo 4 funciona como guía.
Relativos
En el cifrado funcional europeo, por las razones anteriores, se cifra a vi (en tonalidad
mayor) como Tp (paralelo menor de la tónica) y a ii como Sp (paralelo menor de la
Subdominante).
Teoría: los grados menores, como se dijo antes, también tienen sus relativos
mayores: por ejemplo la notación dP significa "el relativo mayor de la dominante
menor"
Dominantes auxiliares
Debido a su carencia de 5ª justa (la que tiene es disminuida) el vii grado ha resultado
controversial. Una de las soluciones a su existencia es considerarlo, por poseer
tritono, un acorde de V7 (1) sin fundamental (ya habíamos hablado de que a un
acorde le podía faltar un componente) (2). Desde esta posición teórica se le ha
cifrado V7, donde la tachadura indica precisamente la ausencia de fundamental.
Hacerlo de cuatro notas distintas (como los demás acordes de séptima) llevó a
considerarlo un acorde de V9 (que siguiendo la torre de terceras contiene 1-3-5-7-9)
sin fundamental (3). Su resolución se hace atendiendo a lo dicho sobre el tritono (4).
18
En Do (las tonalidades mayores pueden escribirse con mayúsculas; así, las menores
lo harán con minúsculas), el segundo acorde tiene la 5ª en el bajo (1); el cambio a vii
7 (como también se le cifra al V9) solo ocupa mover el bajo. En Sol, que se presenta
en primera inversión (2), el enlace de los acordes vii7 y I, (3) y (4), presenta el
defecto de quintas paralelas (indicadas en marcos); tal falta se tolera en estos casos
porque queda disimulada en la disonancia del vii7 (que contiene tritono y segunda
mayor). En Re el ii tiene su séptima en el bajo (5), lo que se cifra ii2 en la tradición y
rS7 (lo que significa relativo menor –r- de la subdominante mayor –S- con la 7ª en el
bajo), en el sistema europeo.
Se conocen con este nombre los sonidos que, siendo ajenos al acorde en turno, le
proveen de una inestabilidad momentánea. Su papel disonante (a veces no lo es) se
resuelve conduciendo este sonido a una nota real del acorde, situada esta,
generalmente, a un intervalo de segunda.
Nota de paso: Sucede en tiempo (o parte de tiempo) débil. Conecta dos notas reales
del mismo o diferente acorde. En el caso, dos notas de paso sobre un I grado de La
mayor.
20
Bordadura: sale y regresa a una nota real de un mismo acorde o de acorde diferente.
Se ejemplifica bordando la tónica y la dominante de Re mayor.
La escapatoria sale por grado conjunto y resuelve por salto o viceversa. Aquí
ejemplificada en Fa mayor.
Pedal: nota del acorde, usualmente en el bajo, que se mantiene invariable a través
de varios acordes durante un tiempo más o menos largo. Aparece como nota real del
primer y del último acorde, pudiendo ser, en los acordes intermedios, real o extraña.
En este pasaje en Do mayor (A), la nota del bajo, que actúa como pedal de tónica, es
propia y consonante en el primer y último acorde; propia y disonante en el segundo;
y extraña y disonante en el tercero. En el ejemplo B se presenta un doble pedal en
las partes agudas en un enlace frigio en Mi mayor. Las 5ªs. y 8ªs paralelas en el
ejemplo se disimulan ante la gran disonancia del pedal doble.
22
Modulación
Sonidos añadidos
Sonidos sustitutos
Una sexta 6ª mayor puede sustituir a la 5ª en una triada mayor (1), y una 6ª menor
lo hace a la 5ª en una triada menor en el llamado acorde napolitano (2).
Los biacordes, suma de dos acordes también forman parte del actual espectro
armónico. En el siglo XX fueron muy socorridos. Se presentan dos ejemplos
extraídos de la literatura broweriana. En A, los dos modos de Mi: mayor y menor
como se desglosa a la derecha; en B, un Fa sostenido mayor simultaneo a un Mi
menor, también escritos por separado a la derecha.
Los acordes sintéticos, de clara filiación atonal, como el que se muestra en B son
típicos de Leo Brouwer. En el caso el acorde parece derivar de un ordenamiento
digital más que interválico.
Scordatura
Se conoce con este término al hecho de modificar la afinación de una o más cuerdas
de la guitarra. Se presentan dos casos de los muchos posibles.
25
El siglo XVI conoció a un pariente de la guitarra: la vihuela, muy apreciada por los
cortesanos. Este instrumento se afinaba, y así era la norma, con la tercera cuerda
medio tono más abajo que la actual guitarra. Convendrá al estudioso interesado en
abordar este repertorio habilitarse en leer con tal scordatura. Se ejemplifica con
fragmentos de una fantasía de Narváez.
La guitarra puede ampliar su registro hacía la región grave afinando su sexta cuerda
un tono más abajo. Este recurso es especialmente útil para tocar en la tonalidad de
Re. Se ejemplifica con este a base de acompañamiento del Capricho Árabe, de
Tárrega.
Convendrá al estudioso acercarse a obras que exijan esta scordatura para habilitarse
en su lectura.
Otros recursos
habla de atacar con más cuerpo de yema a la nota elegida, otras escuelas prefieren
el arpegio de alta velocidad para tal propósito.
del francés brisado, como brisa-, acordes quebrados, cuyo símbolo es: ). La
segunda manera tiene tantas variantes como sea la inventiva del ejecutante (en
ascenso, en descenso, con saltos, combinaciones de lo anterior…); en este apartado
nos referiremos solamente al briseé ascendente, dejando las otras versiones para el
estudio interpretativo de determinadas épocas. Se citan enseguida algunas
posiciones teóricas respecto al cuándo usar una manera o la otra; así hay quienes:
Es intención del autor de este trabajo que el mismo resulte útil al estudioso en su
camino hacia el dominio del instrumento; si se ha conseguido en algo tal dirección
habrá satisfacción por el esfuerzo que representó hacerlo.