La alteración de los suelos trae como consecuencia la pérdida de calidad del terreno y su desvalorización
ante posible venta del mismo. También deteriora el paisaje ya que las sustancias tóxicas vertidas matan o
extinguen a especies animales y vegetales autóctonos de la región sin la posibilidad de recuperarlos en un
futuro.
La contaminación del suelo perjudica las actividades económicas de los pueblos o comunidades afectados
porque la presencia de contaminantes provoca la disminución del valor de esas tierras y su inutilización para
otras tareas.
Algunas soluciones:
La ecoagricultura está ganando terreno poco a poco a la agricultura artificial sobre todo en países europeos
y en algunas comunidades pobres que buscan producciones alternativas para sus alimentos. La
ecoagricultura no utiliza pesticidas ni agroquímicos, sólo se basa en la forma tradicional de plantar, abonar
y recolectar los alimentos.
Otra solución es el reciclaje de plásticos, baterías, vidrio o aceites de coches y de cocina porque son
elementos que tardan muchos años en degradarse, por lo que esta acción contribuye a mantener nuestro
suelo libre de contaminantes.
El suelo es nuestra principal fuente de alimentos pero muchas comunidades pobres, afectadas por
inundaciones o por desertificaciones que no pueden disponer de este bien.InspirAction trabaja junto a sus
contrapartes en regiones, como Burkina Faso, con el fin de enfrentar estos desastres naturales mediante
sistemas de cultivo alternativos.
Contaminación del agua
La contaminación hídrica se entiende como la acción de introducir algún material en el agua alterando su
calidad y su composición química. Según la Organización Mundial de la Salud el agua está contaminada
“cuando su composición se haya modificado de modo que no reúna las condiciones necesarias para el
uso, al que se le hubiera destinado en su estado natural”. El agua que procede de ríos, lagos y quebradas
es objeto de una severa contaminación, muchas veces producto de las actividades del hombre.
El agua es un elemento esencial de la naturaleza, contribuye al bienestar general del hombre, de los
animales y de las plantas. Es uno de los pocos elementos sin los cuales no podría mantenerse la vida en
el planeta.
Los residuos de plástico que son arrojados al mar matan a un millón de animales al año. La
contaminación de pozos y acuíferos tiene consecuencias perjudiciales para la salud humana y degradan el
medio marino. Muchos animales marinos y aves mueren al tragar desechos que flotan, porque creen que
es comida.
Los ríos y mares poseen una elevada capacidad de reciclarse a sí mismos. Las bacterias que componen el
agua descomponen los desechos orgánicos, que alimentan a peces y plantas. Gracias a su actividad estos
seres vivos hacen que el oxígeno y el carbono retornen a la biosfera.
A medida que crecen las poblaciones, se complican los ciclos ecológicos de las aguas. Los habitantes de
zonas urbanas descargan sus residuos en ríos que en muchas ocasiones no son depurados y las
industrias liberan sin control sustancias que las bacterias son incapaces de eliminar.
Otro gran problema del agua es el mal uso que se le ha dado. Se utiliza agua potable para regar
sembrados, para disfrute y recreación, y para diversos usos domésticos e industriales. Se olvida muchas
veces, que este es un recurso no renovable y vital para el hombre y los seres vivos.
En general, es nuestro consumo desmesurado al gran culpable de la contaminación del agua, ya que la
producción de todo tipo de bienes implica un gran consumo de agua, y la contaminación de la misma. Por
ejemplo, para fabricar la ropa se utilizan cientos de colorantes y sustancias altamente
contaminantes, igual que para el calzado. Gran parte de la contaminación se debe a la agricultura
intensiva, que requiere de pesticidas y fertilizantes cuya fabricación consume gran cantidad de agua y
conlleva vertidos de sustancias contaminantes a los cauces. Por otro lado, el uso de estos pesticidas y
fertilizantes contamina el suelo y los acuíferos. Podemos contribuir a reducir la contaminación derivada de
esta actividad consumiendo menos productos de la agricultura intensiva. Si optamos por consumir
productos ecológicos estaremos contribuyendo a la salud de nuestro planeta.
Otra actividad que consume y contamina el agua es el blanqueado del papel, por lo que consumir papel
reciclado contribuye a una menor contaminación del agua. Muchas veces algunos deshechos, como por
ejemplo las bolsas de plástico, terminan en el agua al ser arrastradas por el viento. Estas van al mar
y permanecen allí largo tiempo hasta su total descomposición. Podemos evitar esto reduciendo el uso de
las bolsas de plástico y depositando aquellas que ya no sirven en el contenedor amarillo para su posterior
tratado y reciclaje.