Curso
UNIDAD I
BASES CONCEPTUALES DEL MANEJO, GESTIÓN
Y COGESTIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS
Jorge Faustino M.
Gabriela Chaves S.
2015
TABLA DE CONTENIDO
1. Introducción ......................................................................................................................................................... 4
2. El enfoque de sistemas ...................................................................................................................................... 5
3. La cuenca como escenario de interacción entre la naturaleza y la población .......................................... 7
4. Descripción general de cuencas ...................................................................................................................... 8
4.1 Principales zonas de funcionamiento hídrico de la cuenca hidrográfica ............................................. 9
4.2 División y partes de una cuenca hidrográfica .................................................................................... 11
4.3 Clasificación de las cuencas por el sistema de drenaje .................................................................... 14
5. Definiciones básicas en manejo, gestión y cogestión de cuencas............................................................ 14
5.1 introducción ........................................................................................................................................ 14
5.2 Manejo de recursos naturales en el territorio cuenca hidrográfica .................................................... 15
5.3 Cuencas de montaña ......................................................................................................................... 15
5.5 Cuenca hidrogeológica ...................................................................................................................... 17
5.6 Manejo de cuencas ............................................................................................................................ 18
5.7 Manejo integral, manejo integrado .................................................................................................... 18
5.8 Manejo integral de cuencas hidrográficas ......................................................................................... 19
5.9 Gestión integral de cuencas hidrográficas......................................................................................... 19
6. Cogestión de cuencas hidrográficas .............................................................................................................. 19
7. Importancia relativa de diferentes elementos en el manejo, el manejo integrado, la gestión y la
cogestión de cuencas hidrográficas ....................................................................................................................... 20
8. Enfoques y elementos básicos de la gestión de cuencas .......................................................................... 22
8.1 La cuenca como sistema ............................................................................................................................... 22
8.2 El enfoque socioambiental (humano, antrópico) ........................................................................................ 24
8.3 Cuenca como unidad de planificación y de evaluación de impactos; múltiples unidades de
intervención ............................................................................................................................................................ 24
8.4 El agua es el recurso integrador de la cuenca ........................................................................................... 24
8.5 Manejo de recursos naturales para reducción de la vulnerabilidad y riesgo a desastres ................... 25
9. La cuenca como la unidad de planificación, manejo y gestión de cuencas............................................. 25
10. El ciclo de la gestión de cuencas .................................................................................................................. 26
11. Fundamentos de la cogestión ......................................................................................................................... 30
12. Del manejo a la cogestión de cuencas .......................................................................................................... 39
13. Principios y criterios para la gestión y cogestión de cuencas hidrográficas ........................................... 40
14. Bibliografía ......................................................................................................................................................... 45
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OBJETIVO DE APRENDIZAJE
PREGUNTAS ORIENTADORAS
3
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los problemas más importantes que enfrentan los países del trópico americano es el
incremento poblacional y el aumento de la pobreza, especialmente concentrada en las zonas
rurales. Esta problemática está estrechamente vinculada con la degradación de los recursos
naturales y el ambiente, debido a un uso y manejo inadecuado de los mismos, a la falta de
planificación y ordenamiento territorial, a la inequidad y falta de oportunidades, a la poca
participación activa de los diferentes actores en la toma de decisiones bajo un enfoque de
organización e institucionalidad y a la ocurrencia de desastres.
Después de la Cumbre de la Tierra (1992) se ha dado una fuerte inversión por parte de
organismos de desarrollo y donantes internacionales en el financiamiento e implementación de
proyectos de desarrollo y manejo participativo de cuencas hidrográficas. Paralelamente se ha
dado un despertar por parte de los actores locales, sean organizaciones comunales, ONG,
gobiernos locales, líderes comunales y la misma población civil, de la necesidad de manejar
racionalmente los recursos naturales y de revertir, o al menos de parar, los acelerados procesos
de degradación ambiental.
La mayoría de los proyectos inspirados en la Agenda 21 y los objetivos del Milenio tienen
propósitos mucho más ambiciosos que la investigación con agricultores o usuarios individuales
en parcelas controladas por la propiedad privada. La meta es buscar un equilibrio entre
producción y conservación, de manera que se pueda producir conservando y conservar
produciendo, a diferentes escalas y con horizontes de planificación a corto, mediano y largo
plazo. La unidad de la cuenca hidrográfica es ideal para estos fines, ya que designa un proceso
natural y social integral, que es aceptado por especialistas, decisores, donantes, cooperantes y
actores locales.
4
2. EL ENFOQUE DE SISTEMAS
5
Ocurren interrelaciones en su ámbito, si algo se hace en la parte alta, se produce un
efecto en las partes medias o bajas.
Los componentes básicos son dos; el biofísico y el socioeconómico, que se pueden disgregar
por los siguientes subcomponentes:
Biológico, constituido por los elementos vivos, hombre, animales, plantas (forestales y
pastos naturales) y cultivos.
Físico, constituido por los elementos no vivos, suelo, subsuelo, relieve, agua, minerales
y clima.
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3. LA CUENCA COMO ESCENARIO DE INTERACCIÓN ENTRE LA
NATURALEZA Y LA POBLACIÓN
Una pregunta frecuente de personas con poco conocimiento del ciclo hidrológico, es ¿por qué
usar la cuenca como unidad de planificación, manejo, gestión y cogestión de los recursos
naturales y el ambiente, y no los límites políticos o administrativos ya existentes? En principio,
la respuesta es simple, puesto que las cuencas son las formas geomorfológicamente
superficiales y naturales de la tierra que captan y concentran la oferta hídrica que proviene de
las precipitaciones y la cual se distribuye luego en diferentes flujos hídricos.
Sin embargo, es importante hacer algunas observaciones que van muy ligadas a la evolución
de los enfoques y estrategias para el manejo y gestión de cuencas. El enfoque de la cuenca
como sistema y como unidad de gestión de los recursos naturales y el ambiente, es casi
indispensable cuando se analizan interacciones físico-biológicas y socio-ambientales
relacionadas al agua y su interacción con otros recursos naturales, principalmente en cuencas
de montaña.
En efecto, el movimiento del agua de lluvia y los flujos superficiales, a través de la red de
drenaje, desde la parte alta de la cuenca hasta la parte baja, promueve el desprendimiento y
arrastre de partículas (sedimentos orgánicos y minerales) e induce la formación de valles,
planicies o llanuras de inundación, etc.
Las consecuencias son posibles pérdidas de vidas humanas, daños a la infraestructura social y
productiva, deterioro de la calidad del agua, sequías en la parte baja, afectación de las zonas
marino-costeras, alteración del ciclo hidrológico, etc. La interacción de todos estos elementos
afecta la calidad de vida de los pobladores, la sostenibilidad ecológica de los ecosistemas y el
desarrollo de los países.
La interacción de factores que determinan el estado actual y las tendencias en los recursos
naturales y el ambiente van mucho más allá de una simple interacción física o biofísica, es un
escenario complejo que requiere un abordaje integral, holístico, con una base social muy fuerte,
ya que las decisiones de manejo de las cuencas las toman los diferentes actores locales y
externos.
Así, los grandes desafíos del manejo y gestión de cuencas son producto de la interacción de
diferentes factores como la degradación acelerada de los recursos naturales y el ambiente, el
aumento de la población, la pobreza, la inseguridad y falta de soberanía alimentaria, alta
7
vulnerabilidad a los desastres y otros factores, como los que se indican en la figura 2. Por ello
se requiere un acercamiento integral a la problemática para lograr gestionar estos escenarios
de interacción biofísica, socioambiental, ecológica y económica. Sin embargo hay que
mencionar que en las cuencas también existen muchas potencialidades y oportunidades que se
pueden aprovechar en el objetivo su manejo y gestión sostenible (Figura 2).
La delimitación de una cuenca consiste en definir la línea de divortium aquarum, que es una
línea curva cerrada (Figura 3) que parte y llega al punto de captación o salida mediante la unión
de todos los puntos altos, e interceptando, en forma perpendicular, a todas las curvas de
altitudes del plano o carta topográfica, razón por la cual, a dicha línea divisoria, también se le
conoce con el nombre de línea neutra de flujo. La longitud de la línea divisoria es el perímetro
de la cuenca y la superficie que encierra dicha curva es el área proyectada de la cuenca sobre
un plano horizontal.
La cuenca hidrográfica se puede delimitar por medio de una carta topográfica, que tenga
suficiente detalle de relieve del terreno. Entre las escalas más comunes se tienen 1/25 000 y
1/50 000, aunque para fines de diseño e intervención, las escalas más recomendables pueden
ser 1/10 000 ó 1/5 000; el tamaño y complejidad del relieve de la cuenca indicarán tomar en
cuenta la escala más apropiada. Terrenos planos requieren más detalle de las curvas de nivel y
la escala será mayor, por el contrario, terrenos muy accidentados requerirán menor detalle de
curvas a nivel y la escala podría ser menor.
8
PARTE AGUAS
ENTORNO
PUEDE HABER UN
RECURSOS
LÍMITE MUNICIPAL
NATURALES
FINCAS
INTERCUENCAS
FINCAS
CIUDADES
MANGLARES
OCEÁNO
9
b) Zonas de transporte. Generalmente en las partes medias de la cuenca, donde los caudales
se concentran en las épocas de lluvia o son las que mantienen el flujo subsuperficial en épocas
secas o de baja precipitación. En esta zona los caudales adquieren gran velocidad, tanto por los
volúmenes, como por la pendiente de los cauces de los ríos.
c) Zonas bajas (descargas). Que conforman las llanuras, zonas bajas, generalmente con
superficies planas o casi planas. Son las que se conectan con otros ríos o con los ecosistemas
marinos adyacentes y en algunos casos tienen conexión con los manglares. Entre las
actividades socioeconómicas más productivas, asociadas a estos ecosistemas están las
forestales, pesqueras y turístico-recreativas (Figura 4).
Zona de recarga
Zona de transición
Zona de descarga
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4.2 División y partes de una cuenca hidrográfica
Una cuenca hidrográfica puede dividirse atendiendo a diferentes criterios. Atendiendo al grado
de concentración de la red de drenaje, se definen unidades menores como subcuencas y
microcuencas (Figura 5).
Esta clasificación no es única, existen otros criterios asociados con el tamaño de la cuenca y
están relacionados con el número de orden de drenaje y/o con el tamaño del área que
encierran. Por lo tanto, existen cuencas de segundo, tercer o cuarto orden. Con relación al
tamaño, en las grandes vertientes, como la del Atlántico en América del Sur, el concepto de
área para definir cuenca, subcuenca o microcuenca debe adaptarse a otras consideraciones
físico-naturales o socioeconómicas, tal es el caso de la cuenca del río Amazonas y otras
regiones hidrográficas.
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Otra manera de dividir la cuenca es diferenciando las pendientes del terreno, definiendo las
áreas planas y las inclinadas, dando origen a zonas de "laderas" (montañas, colinas, tierras
inclinadas, con pendientes mayores a 20%), "valles" (tierras planas, o de suaves pendientes o
ligeramente onduladas, con pendientes de 0 a 20%) y el "cauce" (curso principal y secundarios
con sus márgenes de protección). Las cuencas planas o con poca variabilidad de relieve, solo
tendrá la zona plana de valles y el cauce.
La cuenca también se divide en “parte alta, media y baja”, generalmente se realiza en función a
características de relieve, usos de la tierra, altitud y aspectos climáticos. Permite relacionar
cómo las partes altas de las cuencas inciden en las partes bajas, por ejemplo si se deforesta la
parte alta como afecta la escorrentía en las partes bajas, o si se aplican plaguicidas en forma
irracional en las partes altas, como se contamina las aguas que deben o pueden aprovecharse,
aguas abajo (figura 6).
a) Tamaño: las cuencas pueden ser pequeñas, medianas y grandes. Una cuenca grande
representa territorios complejos y áreas de pertenencia a diferentes instancias. Por ejemplo, la
cuenca del río Amazonas, abarca diferentes ecosistemas y países. Una cuenca pequeña de
alrededor de 70 a 80 km2, es un área con posible homogeneidad de aspectos biofísicos y
menos complejidad en pertenencia.
12
b) Forma: las cuencas pueden tener formas aproximadas a circular, rectangular (alargada),
cuadrangular e irregular. Cada forma puede definir una característica, por ejemplo la forma
circular implicaría que el tiempo de concentración de la precipitación para cualquier punto en la
cuenca es similar.
c) Drenaje: las cuencas pueden tener diferentes formas en su red de drenaje, obedecen
principalmente al tipo de material del suelo, a la cobertura vegetal y al grado de pendiente. Una
forma dendrítica implica menor infiltración y por lo tanto mayor escorrentía, una forma
rectangular implica rápido escurrimiento, una forma circular pertenece a una cuenca de un lago.
Figura 7. Número de orden o bifurcación de la red de drenaje de una cuenca (Villón 2004).
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mantiene una adecuada regulación del ciclo hidrológico; estas se consideran las fuentes de
agua para muchos propósitos y que tradicionalmente se denominaban las "cuencas".
En otros casos las cuencas son muy pequeñas o estas tienen características muy similares,
compatibilizando y complementándose con intereses homogéneos para constituir "sistemas
operativos de cuencas" como en el caso de cuencas vecinas de las cuales se requieren
concentrar caudales para realizar derivaciones de agua, o que constituyen oportunidades
adecuadas para manejar zonas de protección y conservación. También este criterio puede
aplicarse al caso de cuencas entre las cuales se realiza un trasvase de aguas o cuando por
razones estratégicas, se decide considerar la agrupación de las mismas.
a) Son arreicas cuando no logran drenar a un río mar o lago, sus aguas se pierden por
evaporación o infiltración sin llegar a formar escurrimiento subterráneo.
b) Son criptorreicas cuando sus redes de drenaje superficial no tienen un sistema
organizado o aparente y corren como ríos subterráneos (caso de zonas cársticas).
b) Son endorreicas cuando sus aguas drenan a un embalse o lago sin llegar al mar.
d) Son exorreicas cuando las vertientes conducen las aguas a un sistema mayor de
drenaje como un gran río o mar.
5.1 Introducción
En este campo se puede afirmar que no existen definiciones universales, únicas, estáticas, más
bien son dinámicas, adaptativas y muchas veces dependen del contexto y del escenario en el
cual se plantean y se implementan. El qué, cómo, cuándo y dónde depende justamente de las
condiciones particulares de cada caso. Sin embargo, también es necesario, al menos tener un
marco de referencia conceptual básico que facilite la comunicación entre diferentes actores que
interactúan de manera voluntaria o no, en las cuencas.
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En algunos casos no es posible trazar una diferenciación estricta entre conceptos, sino más
bien existen traslapes y elementos comunes, en todo caso el objetivo principal de este texto es
de plantear los elementos relevantes que caracterizan esos conceptos, a la luz del
conocimiento y experiencia del CATIE de trabajar en América en el tema de cuencas con
múltiples socios y actores y 30 años de enseñar al nivel de posgrado esta disciplina.
Es obvio que toda actividad que realiza el ser humano en un determinado espacio y territorio, se
puede ubicar en una cuenca hidrográfica. También es obvio entonces, que no es lo mismo
trabajar o desarrollar acciones dentro de una cuenca que hacerlo con enfoque de cuencas. Un
ejemplo extremo podría ser un laboratorio de biotecnología que se encuentra geo-físicamente
ubicado en una cuenca, pero no por ello se debe decir que, por ejemplo, una posible actividad
de dicho laboratorio como la reproducción masiva de plantas in vitro, corresponden a manejo de
cuencas hidrográficas. La utilización de la cuenca hidrográfica como unidad planificación y
ejecución del manejo y gestión de los recursos naturales y el ambiente debería ser
imprescindible cuando se trata de cuencas de montaña.
Es un nombre genérico utilizado para denominar aquellas cuencas que por las condiciones
orográficas correspondientes de cada zona, país o región, tienen un recorrido desde sitios
hipsométricamente superiores (parte alta de la cuenca) hasta sitios de menor altitud (parte baja
de la cuenca). Las diferencias de altitud desde la parte alta o cabecera de la cuenca como con
frecuencia también se le llama, hasta la parte baja o zona de emisión, puede variar desde
pocos metros (por ejemplo 100 m) hasta miles, como es el caso de cuencas que nacen en la
cordillera de los Andes y desembocan finalmente en el mar, por mencionar un caso. Las
cuencas de montaña pueden tener cualquier tipo de cobertura, por lo que el término de
montaña no se refiere a la existencia de una cobertura vegetal boscosa. En las cuencas de
montaña, sus límites quedan definidos por la divisoria geográfica de las aguas (parteaguas),
que es una línea imaginaria que une los puntos reales de mayor altitud relativa de dos laderas o
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vertientes adyacentes, pero de exposición opuesta, y que definen el área de cada cuenca
hidrográfica.
Desde el punto de vista geofísico, la cuenca hidrográfica se define como una unidad natural,
cuyos límites físicos son definidos por la divisoria superficial de las aguas, también conocida
como "parteaguas", que ante la ocurrencia de precipitaciones y la existencia de flujos o
caudales base, permite configurar una red de drenaje superficial que canaliza las aguas hacia
otro río, al mar, o a otros cuerpos de agua, como los lagos, embalses artificiales y naturales,
humedales, desde la parte más alta de la cuenca hasta su punto de emisión en la zona de
menor altitud (Figura 8).
El calificativo de hidrográfica es importante para indicar que se trata de un área o una unidad
natural de gestión territorial que es morfográficamente superficial, lo que la diferencia por
ejemplo de una cuenca hidrológica que sí incluye los elementos y componentes subterráneos.
También para diferenciarla de otros tipos de cuencas, tales como las marinas.
La cuenca hidrográfica sirve entonces de escenario principal, para que el ser humano desarrolle
diferentes acciones tendientes a su manejo, gestión y cogestión. Aunque todos estos enfoques
tienen como objetivo común el uso y manejo sostenible de los recursos naturales y el ambiente,
pueden diferir, al menos parcialmente, en la visión, en quiénes y el cómo llevar a cabo la
implementación de los procesos y acciones necesarias para lograr ese objetivo.
16
5.5 Cuenca hidrogeológica
Como se ha mencionado, tanto las cuencas hidrográficas como las hidrogeológicas se pueden
subdividir en tres zonas de funcionamiento hídrico principales: zona de cabecera, zona de
captación-transporte y zona de emisión (Figura 10):
Figura 10. Zonas principales de funcionamiento hídrico de una cuenca hidrográfica (INE 2004)
17
Las zonas de cabecera de las cuencas hidrográficas permiten la captación inicial de las aguas y
el suministro de las mismas a las zonas inferiores durante todo el año. Los procesos en las
partes altas de la cuenca invariablemente tienen repercusiones en la parte baja dado el flujo
unidireccional del agua, y por lo tanto toda la cuenca se debe gestionar como una sola unidad.
En este contexto, los bosques en las cabeceras de las cuencas cubren una importante función
reguladora ya que controlan la cantidad y temporalidad del flujo del agua, favorecen la
infiltración y recarga de los mantos freáticos y protegen a los suelos de ser erosionados por el
agua con la consecuente sedimentación y degradación de los ríos, y la pérdida de fertilidad en
las laderas.
En las zonas de emisión de los acuíferos, las lagunas costeras regulan el funcionamiento de los
ecosistemas marinos adyacentes. Los manglares están considerados entre los ecosistemas
más productivos y la actividad socioeconómica asociada a los mismos abarca actividades
forestales, pesqueras, turístico-recreativas y otras.
En la cuenca hidrográfica se ubican todos los recursos naturales y actividades que realiza el ser
humano; allí interactúan el sistema biofísico con el socioeconómico y están en una dinámica
integral que permite valorar el nivel de intervención de la población, los problemas generados,
pero también las potencialidades y oportunidades.
La calificación del manejo con el adjetivo integral o el participio integrado pretende enfatizar en
la importancia y necesidad que ese manejo se realice considerando la cuenca como un sistema
(con partes funcionalmente interdependientes), como un todo, de manera global.
Es importante destacar que el manejo integral no implica que necesariamente se tiene que
trabajar en todos los componentes e interacciones que tiene y ocurren en la cuenca, pero sí
partir desde un análisis integral de este sistema, a fin de sustentar técnica, científica, social,
económica y ambientalmente, la viabilidad de las acciones y la prioridad de las mismas.
Así mismo es importante señalar que el concepto de “manejo de cuencas” lleva implícito los
elementos “integral” e “integrado” de lo contrario no se estaría analizando el manejo de cuencas
18
como corresponde. Es así que muchas veces se ha utilizado integral o integrado para enfatizar
la intervención.
Incluye el concepto de manejo integral de cuencas, pero además enfatiza en los procesos y
acciones (la gestión) necesarias para lograr los recursos humanos, económicos, logísticos y
administrativos requeridos para lograr ese manejo integral o manejo de la cuenca. La gestión
tiene como base un conjunto de procesos y acciones, denominado ciclo de la gestión de
cuencas que incluye el reconocimiento de la cuenca, la identificación y análisis de los actores e
informantes claves, el diagnóstico, el ordenamiento del territorio, el establecimiento de la línea
base, la elaboración e implementación del plan de gestión de la cuenca, los mecanismos de
gestión financiera y administrativa, el sistema de monitoreo y evaluación, así como la
sistematización y comunicación de las experiencias.
19
manejo y la gestión de cuencas. Un aspecto básico de la cogestión de cuencas es la
complementariedad, armonización e integración de los roles, funciones, responsabilidades y
relaciones entre los actores internos y externos de la cuenca.
Existen una serie de elementos que pueden ayudar a caracterizar mejor el manejo, el manejo
integral, la gestión y la cogestión de cuencas, en términos de la importancia relativa que dichos
elementos tienen en estos enfoques conceptuales y operativos de manejo de los recursos
naturales de las cuencas hidrográficas (Cuadro 1). La lista de elementos considerados no
pretende ser exhaustiva y la valoración cualitativa de los mismos busca solamente ayudar a
clarificar ese acercamiento conceptual y operativo.
Cuadro 1 Importancia relativa de diferentes elementos en el manejo de cuencas hidrográficas (MCH), manejo
integral de cuencas hidrográficas (MICH), gestión integral de cuencas hidrográficas (GICH) y cogestión integral de
cuencas hidrográficas (CICH)
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Desarrollo de procesos y escalamiento territorial x xxx xxxx xxxxx
PROCESOS Y PRODUCTOS
Reconocimiento de la cuenca xxxx xxx xxx xx
Identificación y análisis de actores xx xxx xxxx xxxxx
Caracterización biofísica, socioeconómica y ambiental xxxxx xxxxx xxxx xxx
Análisis de contexto xx xxx xxxx xxxxx
Diagnóstico (problemas, causas, soluciones, potencialidades) xxxx xxxxx xxxx xxxx
Diagnóstico participativo xx xxxx xxxx xxxxx
Ordenamiento territorial, zonificación xxx xxxxx xxxx xxxx
Determinación y priorización de áreas críticas de intervención xxx xxxxx xxxx xxxx
Determinación línea base (indicadores situación inicial) xxx xxxx xxxx xxxxx
Plan de acción xxxxx xxxx xxxx xxxx
Plan de manejo xx xxxxx xxx xxx
Plan de gestión xx xxx xxxxx xxxx
Plan de cogestión xx xxx xxx xxxxx
Gestión y organización para la implementación xxx xxxx xxxxx xxxxx
Gestión del financiamiento xxx xxxx xxxxx xxxxx
Monitoreo y evaluación xx xxx xxxxx xxxxx
Sistematización de procesos y experiencias x xx xxxx xxxxx
Comunicación de resultados y experiencias x xx xxxx xxxxx
x= muy poca relevancia relativa; xx= poca relevancia relativa; xxx= regular relevancia relativa; xxxx= bastante
relevancia relativa; xxxxx= mucha relevancia relativa.
21
8. ENFOQUES Y ELEMENTOS BÁSICOS DE LA GESTIÓN DE CUENCAS
Interacción entre la parte alta, media y baja de la cuenca, y con la zona marino-costera,
cuando corresponde.
El análisis integral de las causas, efectos y posibles soluciones de los problemas.
La identificación y uso racional de las potencialidades y oportunidades de la cuenca.
El papel del agua como recurso integrador de la cuenca.
La visión integrada y sistémica de la gestión de cuencas conlleva dos grandes tipos de acciones
(Dourojeanni, 1994): unas orientadas a aprovechar los recursos naturales (usarlos,
transformarlos, consumirlos) existentes en la cuenca para fines de crecimiento económico, y
otro grupo orientadas a manejarlos (conservarlos, recuperarlos, protegerlos), con fin de
asegurar la sostenibilidad ambiental.
El trabajar con enfoque de sistemas, en forma integral e integrada, implica relacionar todos los
elementos, integrar acciones, buscando eficiencia y logrando efectos o resultados asociados,
denominados externalidades, tales como los servicios ambientales.
22
Figura 11 La cuenca hidrográfica está conformada por subsistemas que interaccionan en el
tiempo y en el espacio.
A
G
U Parte
Partealta
alta
A Causas
R
E
C
U
R Parte
Partemedia
media
S Problemas
O
I
N
T Parte
Partebaja
baja
E
G
Efectos
R
A
D Costero-marina
Costero-marina Ma
O Pa nglar
sto e
R s m s, Ar Potencialidades
ari reci
nos fes
Figura 12. Visión integral de la cuenca como sistema con interacciones entre la parte alta, media
y baja, el agua como recurso integrador y el análisis de problemas y potencialidades
23
8.2 El enfoque socioambiental (humano, antrópico)
La cuenca como unidad geográfica constituye un ámbito biofísico y socioeconómico ideal para
caracterizar, diagnosticar, planificar y evaluar el uso de los recursos, el ambiente y el impacto
global de las prácticas de manejo, en tanto que las unidades de producción, las instituciones, las
organizaciones, los marcos regulatorios, los tomadores de decisiones, los actores locales, la
cuenca son las unidades de intervención para implementar el manejo de los recursos naturales y
el ambiente, según la vocación de la cuenca y de acuerdo a los sistemas productivos en la
dinámica de su entorno ecológico y socioeconómico. La integración de todas las unidades de
producción e intervención bien manejadas permitirá lograr el manejo integral de la cuenca.
La cuenca constituye también una unidad espacial ecogeográfica relevante para analizar los
procesos ambientales generados como consecuencia de las decisiones en materia de uso y
manejo de los recursos agua, suelos, vegetación y fauna. Por lo tanto, constituye un marco
apropiado para la planificación de medidas destinadas a corregir impactos ambientales producto
del uso y manejo de los recursos naturales.
La zona de cabecera de las cuencas hidrográficas: garantizan la captación inicial de las aguas y
el suministro de las mismas a las zonas inferiores durante todo el año. Los procesos en las
partes altas de la cuenca invariablemente tienen repercusiones en la parte baja dado el flujo
unidireccional del agua, y por lo tanto toda la cuenca se debe manejar de manera integral, como
una sola unidad. Al interior de la cuenca, el agua funciona como distribuidor de insumos
primarios (nutrientes, materia orgánica, sedimentos) producidos por la actividad sistémica de los
recursos. Este proceso modela el relieve e influye en la formación y distribución de los suelos
en las laderas, y por ende en la distribución de la vegetación y del uso de la tierra. En las zonas
de emisión de los acuíferos, las lagunas costeras regulan el funcionamiento de los ecosistemas
24
marinos adyacentes, que pueden afectar los manglares, arrecifes, pastos marinos y otros
ecosistemas.
El movimiento del agua de lluvia y los flujos superficiales, a través de la red de drenaje, desde
la parte alta de la cuenca hasta la parte baja, promueve el desprendimiento y arrastre de
partículas (sedimentos orgánicos y minerales) e induce la formación de valles, planicies o
llanuras de inundación. El sistema hídrico también refleja un comportamiento de acuerdo a
como se están manejando los recursos agua, suelo y bosque, así como que actividades o
infraestructuras afectan su funcionamiento.
En efecto, bajo condiciones de lluvias que superan la capacidad de infiltración de los suelos, o
de prácticas silvo-agropecuarias, industriales, humanas inadecuadas (por ej. deforestación,
sobrepastoreo, quema, agricultura intensiva sin prácticas de manejo y conservación de suelos y
aguas, vertido de contaminantes a las aguas, apertura de vías de comunicación, construcción
de viviendas en zonas vulnerables, etc.), se puede producir erosión, deslizamientos,
asolvamiento de cauces, disminución de la capacidad hidráulica de los drenajes naturales,
caudales pico que causan desbordamiento de los ríos e inundaciones con posibles pérdidas de
vidas humanas, daños a la infraestructura social y productiva, deterioro de la calidad del agua,
sequías en la parte baja, afectación de las zonas marino-costeras, alteración del ciclo
hidrológico, etc.
Una pregunta frecuente es ¿por qué usar la cuenca como unidad de planificación, gestión y
cogestión de los recursos naturales y el ambiente, y no los límites políticos o administrativos ya
existentes? En principio, la respuesta es simplemente porque las cuencas son las formas
geomorfológicamente superficiales y naturales de la tierra que captan y concentran la oferta
hídrica que proviene de las precipitaciones y la cual se distribuye luego en diferentes flujos
hídricos. Consecuentemente si existe una importancia del recurso hídrico por su disponibilidad,
cantidad y calidad, la cuenca hidrográfica resulta idónea para la planificación y gestión del
territorio. Pero no solo el agua, también se debe integrar el bosque y el suelo como recursos
naturales que están muy relacionados con el agua, en estas relaciones se complementa el
25
clima que aunque no se puede manejar, este factor es fundamental en el análisis de la relación
suelo-agua-bosque. Una cuenca con buena cobertura vegetal (bosques, áreas protegidas,
plantaciones forestales, pastos manejados, cultivos permanentes y/o sistemas agroforestales),
estará bien protegida; esto se complementa con el buen uso y manejo del suelo (medidas
conservacionistas).
Esta nueva visión de la gestión participativa también implica conocer las políticas públicas y las
estrategias para lograr el concurso de todas las instituciones gubernamentales, no
gubernamentales y del sector privado, como motores de las inversiones que requieren los
cambios significativos en las cuencas, hasta lograr los impactos al desarrollo.
El elemento más importante en definir a la cuenca como unidad de planificación y gestión de los
recursos naturales es que la misma constituye un sistema del cual se esperan la generación de
bienes (madera, alimentos para los seres humanos, pastos, forrajes, entre otros) y servicios
ecosistémicos (agua, biodiversidad, oxígeno, captura de CO2, reciclaje de nutrientes, belleza
paisajísticas, reducción de inundaciones y sequías, control de deslizamiento, entre otros).
El manejo de cuencas o de los recursos naturales, así como el desarrollo en su concepto más
amplio requiere de un análisis cuidadoso y planificado, para garantizar que tanto los esfuerzos
como decisiones logren alcanzar objetivos integrales, de cambios sustanciales, de largo plazo y
que sean sostenibles. La importancia de la visión de largo plazo requiere de una planificación
precisa, ajustable y viable, la cual se puede controlar en calidad y pertinencia, considerando
análisis de procesos desde el momento inicial.
Como en todo proceso de largo plazo se concatenan etapas o fases que requieren seguimiento,
evaluación y análisis de las experiencias para mejorar la toma de decisiones y lograr lecciones
aprendidas para otros procesos (sistematización de experiencias). Esto da lugar a un ciclo de
etapas, pasos o fases que tienen una lógica de desarrollo, siendo algunos más sensibles e
26
importantes que otros, aunque todos cumplen un papel en el manejo o la gestión. Es importante
tener presente que la gestión no será de una sola persona o grupo reducido de personas,
requiere de organización, definida en forma participativa y democrática, en lo posible con
competencia sobre el tema y con respaldo institucional o de los actores locales. Las
capacidades de los gestores se van fortaleciendo en el proceso ya sea mediante acciones de
capacitación, asesoría y acompañamiento técnico, administrativo e institucional.
Para representar el ciclo y los procesos de gestión en una cuenca hidrográfica se pueden seguir
las siguientes etapas o pasos (Figura 13).
Esta etapa consiste es un recorrido de reconocimiento de la cuenca y tomar contacto inicial con
actores, a fin de tener una idea general de las características de la misma, tales como vías de
acceso, usos generales de la tierra, principales actividades, problemas que se evidencian a
simple vista, consultas informales sobre conflictos, servicios existentes, instituciones,
organizaciones, empresas, líderes, informantes claves, proyectos que están realizando, etc.
También conlleva identificar quiénes son los actores claves de la cuenca, su rol general, forma
de liderazgo, apertura a los procesos de manejo de recursos naturales y al desarrollo. Muchas
veces cuando se inicia esta identificación se realiza un inventario de actores (organizaciones e
instituciones), luego se procede a considerar quiénes son los que tiene responsabilidad o
alguna función directa e importante en el manejo de la cuenca.
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Ese “grupo gestor” puede ser de carácter provisional, pero reconocido y respaldado
socialmente, y en el ciclo de las etapas podrá llegar a constituirse en una instancia formal
reconocida e institucionalizada.
Para esta etapa existen diversas metodologías y herramientas probadas para inventariar,
caracterizar, analizar y evaluar la problemática, potencialidades, oportunidades y limitantes que
se presentan en las cuencas hidrográficas. Este es una importante porque de un buen
diagnóstico se puede esperar una formulación bastante ajustada a la realidad. El diagnóstico
termina en el conocimiento del estado de la cuenca, las causas de los problemas, la
identificación de posibles soluciones a los mismos y de cómo potencializar la vocación y
capacidades de la cuenca. El diagnóstico debe, bajo un análisis integral de la cuenca, priorizar
los problemas y potencialidades de la misma, a fin de que sirvan de base para la elaboración
del plan de manejo, gestión o cogestión.
Es una etapa importante porque permite identificar y establecer los puntos de referencia o
indicadores que van a permitir evidenciar los logros, cambios, efectos e impactos, fracasos en la
gestión de la cuenca. En manejo de cuencas la identificación de indicadores de manejo, gestión
o cogestión deben analizarse cuidadosamente para evitar la toma de datos irrelevantes o que
tiene poca utilidad para la retroalimentación y análisis de los beneficios e impactos, o para la
toma de decisiones.
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Gestión para la implementación del plan de manejo o gestión
Consiste en las acciones necesarias para lograr la materialización del plan de manejo o de
gestión, para lo cual se parte de elaborar un plan de inversiones, su cartera de proyectos y los
mecanismos para el financiamiento y capitalización. El reto es lograr o movilizar recursos para
ejecutar programas, proyectos, actividades y tareas, así como para las fases siguientes del ciclo
de la gestión de cuencas. Una estrategia puede ser, por ejemplo, la creación de un fondo de
manejo de cuencas o un fondo ambiental. Esta etapa está estrechamente vinculada a la
siguiente.
Para una buena gestión se debe tener un sistema de seguimiento y evaluación elaborado con
base a las propuestas de acciones, así como un sistema de monitoreo basado en los
indicadores de la línea base. Esto implica tener una buena base de datos, los protocolos de
medición y análisis y un sistema de información y comunicación. Permite valorar los avances y
grados de evolución (cambios, efectos e impactos) así como las medidas para realizar los
ajustes (retroalimentación), para la toma de decisiones y para la rendición de cuentas a los
actores locales, externos, donantes, cooperantes, etc.
Permite valorar los avances en forma de aprendizajes y lecciones aprendidas para mejorar la
toma de decisiones en la cuenca y como referencia para otras cuencas similares. La
comunicación es esencial para compartir y socializar los resultados y avances logrados. La
sistematización consiste en la interpretación crítica de las experiencias, a partir de su
ordenamiento y reconstrucción para descubrir o explicitar la lógica del proceso vivido, los
factores que han intervenido en dicho proceso, como se han relacionado entre sí, y por qué de
este modo. La sistematización de experiencias se complementa con la comunicación de las
mismas, aprovechando todas las facilidades y medios disponibles en la actualidad.
29
La sostenibilidad, la institucionalidad (organismo de cuencas) y gobernanza
Como impacto de los procesos anteriores se espera que haya sostenibilidad social, económica
y ecológica de las acciones bajo una visión de largo plazo. Una de las manifestaciones de ello
debe ser la institucionalidad, materializada, por ejemplo, a través de un comité de cuencas,
basado en actores locales claves, sobre el cual se articule de manera ordenada, participativa y
representativa la gestión de la cuenca, haciendo uso de mecanismos de buena gobernanza.
Figura 13. El ciclo y los procesos del manejo y la gestión de cuencas hidrográficas.
30
Enfatiza en la participación plena y real de los actores en la toma de decisiones, en los
procesos de empoderamiento comunitario y de organización local, pero armonizados y
vinculados a las competencias de los diversos niveles y sectores nacionales relacionados con el
manejo y la gestión de cuencas. Un aspecto básico de la cogestión de cuencas es la
complementariedad, armonización e integración de los roles, funciones, responsabilidades y
relaciones entre los actores internos y externos de la cuenca.
Existen vacíos y aspectos fundamentales que limitan alcanzar mayor impacto en el manejo de
los recursos naturales en las cuencas. Entonces surgen alternativas fundamentadas en las
experiencias y una nueva visión para lograr los impactos esperados. Si bien el manejo y la
gestión convencional han intentado desarrollar resultados sostenibles, aún persisten
debilidades en los impactos y cambios a diferentes niveles y escalas. Los procesos de largo
plazo requieren de ajustes en sus diferentes fases; las múltiples variables y la acción integrada
requieren de un nuevo estilo de gestión. Así la búsqueda de nuevas soluciones requiere de una
mayor concertación e integración de esfuerzos conjuntos de todos los actores, valorando las
responsabilidades y roles, según los intereses y motivaciones para manejar una cuenca. Esta
cogestión debe impulsar la innovación basada en aprendizajes conjuntos, que permitan
fortalecer la visión y acción integral que se requieren para lograr impactos en manejo de
cuencas. La cogestión de cuencas surge como vía para responder a esas inquietudes.
31
el contexto de la problemática, las potencialidades y oportunidades, pero también de los
resultados e impactos esperados al nivel de las cuencas.
Los elementos de la cogestión de cuencas no tienen todos le mismo nivel jerárquico desde el
punto de vista de un modelo general de cogestión válido para cualquier cuenca de un país; en
la figura 15 se muestran un esquema de agrupación de estos elementos en dos categorías:
generales básicos (elementos sombrilla) y elementos principalmente de funcionalidad del
enfoque de cogestión. Sin embargo los elementos básicos también forman parte fundamental
de la funcionalidad del enfoque, pero constituyen la columna vertebral sobre la cual se insertan
y armonizan, los otros componentes. También es cierto que dependiendo de la situación
particular de cada cuenca, los elementos aquí llamados funcionales requerir más atención que
los básicos, si es que estos ya tienen un nivel importante de desarrollo.
Gestión
Sistematización conjunta Participación
y comunicación real
de experiencias
Organización
Gestión
adaptativa
Desarrollo de
Mecanismos de CUENCA procesos
financiamiento
HIDROGRÁFICA
COGESTIÓN
Línea base y sistema
DE CUENCAS Alianzas estratégicas
de monitoreo
y de aprendizaje
Gestión del
conocimiento Capacidad de gestión
y capacidad local
Plan de
cogestión Gobernabilidad e
Ordenamiento Convergencia, institucionalidad
territorial concertación e
integración
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ELEMENTOS BÁSICOS ELEMENTOS FUNCIONALES
Gestión conjunta Participación real
Organización Alianzas estratégicas
COGESTIÓN DE
Desarrollo de procesos Creación de capacidad de
CUENCAS
Convergencia, concertación e gestión y fortalecimiento de
HIDROGRÁFICAS
integración la capacidad local
Ordenamiento territorial Gobernabilidad, gobernanza,
Mecanismos de financiamiento institucionalidad
Planificación (plan cogestión)
Gestión del conocimiento
Gestión adaptativa
a) Gestión conjunta
b) Participación real
c) Organización
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La organización implica la estructuración de las relaciones que deben existir entre las funciones,
jerarquías, responsabilidades y actividades necesarias para lograr la máxima eficiencia dentro
de los planes y objetivos señalados y para alcanzar los fines establecidos.
Los organismos de cuencas con representación de los principales actores locales con
responsabilidad directa o indirecta en el manejo de los recursos naturales y el ambiente son la
forma de organización preferida para la cogestión de cuencas hidrográficas, sin embargo no
excluye cualquier otra forma de organización que lleve al logro de los objetivos planteados.
d) Desarrollo de procesos
34
f) Creación de capacidad de gestión y fortalecimiento de la capacidad local
35
intereses, necesidades y potencialidades comunes a fin de concurrir al mismo fin. La
concertación surge como una necesidad para pactar, ajustar, acordar y traer a identidad de
fines o propósitos cosas diversas, intenciones o interpretaciones diferentes que surjan por
ejemplo en la priorización, abordaje, relevancia de problemas y potencialidades que existan en
la cuenca. La integración es fundamental para crear sinergias, unir esfuerzos y capacidades en
función de los fines acordados de cogestión de la cuenca.
i) Ordenamiento territorial
El ordenamiento territorial constituye tanto una proyección espacial de las políticas ambientales,
sociales, económicas y culturales, como una gama de instrumentos de planificación y
mecanismos de gestión que facilita una apropiada organización del uso de la tierra y regulación
de la vida económica. Mediante este proceso, la acción municipal e institucional logrará una
zonificación que favorezca la reducción del riesgo y la vulnerabilidad y el aprovechamiento
racional de los recursos de las cuencas. Este ordenamiento debe contemplar las necesidades
futuras y el crecimiento poblacional, de acuerdo a la capacidad de carga y tecnificación posible
en la cuenca.
El plan de cogestión señala los procesos a desarrollar, partiendo del análisis de contexto,
ordenamiento territorial y los programas estructurados para su operatividad. Se establecen
objetivos, se definen las actividades necesarias para alcanzar dichos objetivos, se cuantifican
los recursos necesarios de distintos tipos (humanos, financieros, tiempo) para realizar las
actividades y se establecen indicadores para medir el éxito de las actividades planeadas. Se
construye con la participación activa de los actores y plantea que en su implementación se
pueden tomar medidas de ajuste con base a reflexiones para mejorar la planificación inicial,
esto basado en el principio de cogestión adaptativa.
36
Desde la perspectiva de la cogestión de cuencas, la gestión del conocimiento la podemos
definir como el conjunto de actividades realizadas con el fin de crear, desarrollar, utilizar,
compartir, transmitir y almacenar los conocimientos de las organizaciones, los individuos y las
comunidades de la cuenca, encaminándolos a la mejor consecución de sus objetivos. Incluye el
conocimiento tácito (valores, intuiciones, opiniones, experiencias, etc.) y explícito (información,
teorías, redes, procedimientos, etc.).
Los sistemas de gestión del conocimiento incluyen tres niveles principales a) Un nivel
representado por un contexto común que permite la comunicación y el entendimiento de los
miembros de la organización o la comunidad, teniendo en cuenta aspectos tales como: cultura
común del conocimiento, visión común de las estrategias y objetivos de la organización o la
comunidad, etc. En este nivel se ubica los procesos de escalamiento espacial y comunicación
de las experiencias. b) Un nivel representado por los aspectos operativos, incluyendo un
conjunto de normas, técnicas, modelos ejemplares, procedimientos metodológicos, etc. c) Un
nivel representado por elementos básicos como son las infraestructuras y otras herramientas
tecnológicas de apoyo.
Entre las actividades que conllevan los procesos de gestión del conocimiento están:
identificación del conocimiento deseado, identificación del conocimiento disponible, generación
del conocimiento, representación, adquisición del conocimiento externo, clasificación,
estructuración y archivo del conocimiento, transmisión y difusión, creación de la "capacidad de
absorción" del conocimiento, asimilación, aplicación. Así acciones como la capacitación, el
desarrollo y análisis participativo de experiencias, procesos y metodologías, la investigación -
acción, etc., bajo diferentes escenarios, son parte integral de la cogestión.
m) Mecanismos de financiamiento
Para que la cogestión de cuencas sea sostenible y logre desarrollar los procesos necesarios, se
requiere de mecanismos de financiamiento que le den sustento económico a las actividades. El
37
desarrollo de capacidad de gestión y el fortalecimiento de la capacidad local es fundamental en
este propósito. Mediante esta vía los comités de cuencas, líderes y decisores capacitados en la
gestión de cuencas deben lograr las máximas oportunidades y crear nuevas opciones,
potencializando la vocación y capacidad de la cuenca, sus recursos, actividades económicas y
servicios. Tanto en el medio rural como en el urbano, se deben proponer alternativas de
comercialización, de dar valor agregado a la producción primaria, capitalizar el servicio y
aprovechar las externalidades inherentes a la cuenca (energía, turismo, agroindustria, comercio,
etc.).
Los mecanismos pueden ser muy diversos y complementarios, por ejemplo fondos ambientales
o para manejo de cuencas, fideicomisos, cobro y pago por servicios ambientales, canon por
vertidos contaminantes o por uso de recursos naturales de la cuenca, tarifas de servicios
públicos ambientalmente ajustadas, aportes de proyectos y programas, convenidos y alianzas
estratégicas con organizaciones e instituciones, fondo del estado, fondos provenientes de
donantes y cooperantes nacionales o internacionales, etc.
n) Gestión adaptativa
38
plazo e involucrar a los actores en el intercambio de experiencias y el escalamiento espacial.
Las experiencias desfavorables ayudan a no cometer los mismos errores, no investigar
problemas ya conocidos, no desperdiciar recursos, etc.
Los esfuerzos, avances, experiencias y lecciones aprendidas sobre manejo de cuencas son
importantes y muy variados, pero la problemática es muy compleja y queda mucho por hacer;
pareciera que la velocidad de degradación es mucho más rápida y de mucho mayor magnitud
que las actividades para lograr la reducción, recuperación, rehabilitación y conservación de los
recursos naturales en las cuencas hidrográficas. Este desbalance crea un desafío enorme que
requiere atención inmediata y con modalidades operativas y estratégicas más intensas y
continuas.
Así adquieren validez interrogantes como las siguientes: ¿Cuánta inversión se requiere para
lograr impactos y revertir los procesos de degradación? ¿Se requiere un cambio de estrategias,
nuevos instrumentos y herramientas? ¿Qué hace falta para lograr que las cuencas hidrográficas
estén bien manejadas? ¿Las intervenciones en las cuencas requieren desarrollo de procesos?
¿Qué tan largo plazo se requiere para lograr impactos? Estos planteamientos adquieren
importancia por la persistencia de impactos negativos que sufren las poblaciones, tales como
las inundaciones, sequías, falta de agua, falta de leña y madera, sedimentación, contaminación
de aguas, baja productividad de la tierra por la erosión, entre otros factores, pero también falta
de capacidad de gestión, de organización y de empoderamiento local para el manejo de las
cuencas. En esta visión global adquiere relevancia las relaciones de la naturaleza, el ambiente
y la calidad de vida de las poblaciones que día con día se interconectan con la pobreza rural y
seria limitante que enfrentan las poblaciones urbanas. ¿Entonces que alternativa podría lograr
un impacto que trascienda la situación de las cuencas hidrográficas?
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El primer paso sería la clarificación de enfoques, estrategias, objetivos y metodologías de
planificación y acción; la experiencia muestra términos específicos de ordenamiento de
cuencas, manejo de cuencas y gestión de cuencas. Todos son importantes y tienen validez,
pero deberían considerar el objetivo o el contexto en el cual se hayan diseñado o aplicado; hace
falta clarificar el porqué de cada uno de ellos y no solamente asumir que basta relacionar un
proyecto con la unidad territorial de la cuenca hidrográfica para decir que se está trabajando en
manejo de cuenca. En realidad es importante clarificar ¿Cuándo es que se está aplicando un
enfoque de manejo de cuencas?
El segundo paso sería el análisis de los resultados, efectos y logros de cada uno de los
conceptos utilizados, para poder identificar qué hace falta o por qué no se han logrado los
avances esperados; también analizar el escenario de qué pasaría si no se hace ningún cambio.
En este caso se debe acentuar la valoración de las lecciones aprendidas y el estado del arte
sobre los conceptos de manejo de cuencas.
La búsqueda de esta alternativa debe integrar a la gestión, la articulación entre los actores, la
integración de esfuerzos para superar los problemas y que se puedan aprovechar mejor las
oportunidades, optimizando los recursos disponibles y sobre todo, que coordinen de manera
concreta y continua los esfuerzos para viabilizar las propuestas de proyectos y programas de
manejo. Esto sugiere un nuevo estilo de gestión a nivel de cuencas en el cual se desarrollen
esfuerzos conjuntos y compartidos para hacer viables las externalidades que demandan los
diferentes niveles de intervención de las cuencas.
1
Cervantes, Faustino, Jiménez y Benegas, 2009.
40
Cuadro 2 Principios y criterios para la cogestión de cuencas
Principio Criterios
41
5.3. Como parte del proceso institucional, se establecen marcos normativos que
favorecen la gestión de la cuenca.
6. Desarrollo de procesos con visión de sostenibilidad. El desarrollo de los diversos procesos que
abarca la cogestión, es planificado e Implementado con el acuerdo de los diversos actores sociales,
públicos y privados de la cuenca.
6.1. La gestión de cuencas articula procesos (sociales, económicos, institucionales y
ambientales) mediante la planificación estratégica, definida por los actores
involucrados
6.2. El proceso de gestión cuenta con un esquema ejecutivo que permite gerenciar de
manera trasparente, eficaz y eficiente las actividades planificadas
6.3. Las acciones en ejecución cuentan con sistemas de monitoreo y evaluación
participativa, con indicadores de proceso e impacto que mide el avance del proceso y
provee nuevos insumos para el proceso
El principio y sus criterios describen la importancia del involucramiento activo de los diversos
actores locales de la cuenca en el proceso de gestión, así como el conjunto de relaciones
sociales (redes) que se construyen sobre la base de un eje articulador, la visión en común.
Este principio y sus criterios reconocen las limitadas capacidades en los actores de la cuenca,
pero al mismo tiempo resalta el conocimiento tradicional y científico (tácito y explícito) existente.
Los conocimientos son un motor de innovación y aprendizajes constantes, que fortalecen el
capital humano y consecuentemente el capital social.
La gestión del conocimiento debe avanzar del aprendizaje de personas y organizaciones, hacia
el “aprendizaje social” como un proceso de generación de conocimiento y acción colectiva. En
esta perspectiva, los sujetos del aprendizaje son los diversos actores (campesinos,
42
universidades, las ONG, agencias gubernamentales, etc.) vinculados a iniciativas de desarrollo
en la comunidad. Para fortalecer el aprendizaje social, el desarrollo de capacidades, centrado
en los intereses colectivos y su visión en común, permite sentar las bases para planificar,
administrar, gerenciar y liderar los retos de la cuenca, de manera que se genera eficacia y
seguridad al proceso.
Generalmente ninguna estrategia que busca el desarrollo sostenible tendrá éxito sin el
respaldo financiero. Por ello, es importante mirar e introducir diversos mecanismos financieros,
capaces de complementarse entre un abanico de posibilidades para desarrollar acciones con
base en la visión estratégica de largo plazo, y no únicamente en costear proyectos basados en
largas listas de actividades sin horizontes claros, como fue el error del pasado.
d) Gestión sistémica de los recursos naturales de la cuenca con énfasis en el agua como
recurso integrador
El principio y sus criterios abordan la gestión de los recursos naturales, principalmente agua,
considerando las interrelaciones e interdependencias que existe entre los diferentes
componentes de la cuenca, de manera que se garantice agua en calidad y cantidad, así como
la sostenibilidad de los recursos asociados a ella como el recurso suelo, bosque y
biodiversidad. Algún cambio en uno de ellos repercute en los otros.
La importancia de los ecosistemas (acuáticos como terrestres) en la vida de las personas (agua
para el consumo humano, la producción de alimentos, riego, producción de energía, fuente de
alimentos, etc.), resalta la necesidad de comprender mejor las interdependencias para
gestionarlos de forma integral. Debido a ello es importante poner atención en las áreas
prioritarias, para garantizar la sostenibilidad y funcionalidad ecológica de los ecosistemas. Esto
significa en que las actividades de agricultura, producción forestal, ganadería y otros,
maximicen la utilización de procesos tecnológicos, insumos limpios y minimicen los efectos
negativos.
43
dinámica que concibe vínculos de cooperación y convergencia entre el conjunto de actores de
la cuenca (público, social y privado) y con el resto del sistema nacional e internacional.
Con relación a lo anterior, el principio y sus criterios plantean que el conjunto de procesos que
se desarrollan bajo un enfoque de gestión de cuencas, no pueden ser improvisados; estas
deben ser organizadas, planificadas y articuladas, de manera que se logre los cambios y la
sostenibilidad que se persigue. Esto se logra mediante la organización a través del ciclo de la
gestión de cuencas antes presentado; así mismo, deben estar dirigidos a tener impactos en el
corto, mediano y largo plazo.
44
14. BIBLIOGRAFÍA
De Paula Lima, W. 2008. Hidrologia florestal aplicada ao manejo de bacias hidrográficas. São
Paulo, Brasil. Universidade de São Paulo, Escola Superior de Agricultura Luiz de Queiroz. 253 p.
Faustino, J.; Jiménez, F.; Campos, J.J. 2006. Bases conceptuales de la cogestión adaptativa de
cuencas hidrográficas. Turrialba, Costa Rica. CATIE. Programa Focuencas CATIE-ASDI. 20 p.
Villón, M. 2004. Hidrología. Cartago, Costa Rica. Editorial Tecnológica de Costa Rica. 474 p.
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