De
Guadalajara
Lic. Enfermería
TAREA No. 2
DESARROLLO:
Existen numerosas evidencias que demuestran que una reducción absoluta del
cLDL a menos de 70 mg/dl, o una reducción relativa del 50% cuando este objetivo
no es alcanzable, proporcionan el máximo beneficio para la disminución de la ECV
en los sujetos de muy alto riesgo cardiovascular, y de acuerdo con las guías
europeas más recientes, este ha de ser el objetivo. Sin embargo, a pesar de las
evidencias del beneficio de un estricto control lipídico, el grado de consecución de
objetivos en este grupo de pacientes de muy alto riesgo es alarmantemente bajo.
En el estudio L-TAP, realizado en Estados Unidos en 1996 y 1997 con cerca de
5.000 pacientes, se encontró que la consecución de objetivos de cLDL en atención
primaria era del 38%, y solo del 18% en los pacientes con enfermedad coronaria.
Los pacientes consideras de alto riesgo cardiovascular son aquellos que presentan
alguno o más de los siguientes datos:
CONCLUSION:
En resumen, es frecuente que los objetivos de cLDL no se alcancen en pacientes
de muy alto riesgo cardiovascular, lo que les expone a un riesgo fácilmente
prevenible. Es muy necesario establecer medidas para que se cumplan los objetivos
de cLDL en este grupo de pacientes. Presentamos una herramienta simplificada
que puede facilitar la labor del clínico a la hora de disenar ˜ una estrategia de
tratamiento óptima. Su utilización podría redundar en un gran beneficio clínico para
los enfermos.
Líneas de acción, objetivos de enfermería:
INTRODUCCION:
En los primeros informes del estudio de Framingham se descubrió que la presencia
de diabetes mellitus en la población aparentemente sana, por lo menos duplica el
riesgo de padecer eventos cardiovasculares durante más de 20 años.
DESARROLLO:
Se efectuó un estudio cuasiexperimental de 23 afectados con diabetes mellitus tipo
II, En la investigación se incluyeron los pacientes con diagnóstico de diabetes
mellitus tipo 2, mayores de 19 años y que brindaron su consentimiento informado
para participar en la misma. Se excluyeron las mujeres diagnosticadas con diabetes
mellitus durante la gestación, las que tenían diagnóstico previo de esta afección y
que en el momento del estudio se encontraban embarazadas; los que tenían
deterioro de la esfera intelectual, cardiopatía coronaria, enfermedad
cerebrovascular o vasculopatía periférica establecidas; con descompensaciones en
este periodo y los que habían cambiado de residencia.
CONCLUSION:
El RCG indica el riesgo de padecer un episodio cardiovascular grave, mortal o no
(infarto de miocardio o ataque apoplético), en un periodo de 10 años.6 La
prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares se centra en el control
de los factores de riesgo, elementos asociados a la incidencia y mortalidad por estas
afecciones, para lo cual una de las mejores herramientas es la predicción del riesgo
de desarrollarlas.
INTRODUCCION:
DESARROLLO:
El principal objetivo en este estudio es Caracterizar al SM como un problema de
salud pública asociado a la obesidad central, de naturaleza metabólica, que requiere
acuerdos por cuanto a su definición, a fin de poder establecer comparaciones en su
prevalencia en los ámbitos locales e internacionales. La búsqueda se delimitó a las
publicaciones producidas entre 1980 y 2017, considerando los elementos de
definición y sus criterios. Se examinaron las bases de datos Medline, Lilacs,
Database, y otros sitios especializados, tomando como criterio de selección la
indización de las revistas y el reconocimiento internacional de los artículos. La
pesquisa preliminar arrojó un total de 189 artículos potencialmente elegibles; de
éstos, se incluyó un total de 55, así como algunas revisiones sistemáticas, por
considerarlos de mayor utilidad para el objetivo de este estudio
CONCLUSION:
Es importante considerar que numerosos autores afirman que la reducción del peso,
hasta alcanzar el considerado normal para la edad y el sexo de cada individuo, es
por sí misma capaz de reducir de forma muy importante la prevalencia del SM en
más de la mitad de los pacientes. La reducción ponderal sería determinante en el
control de los demás factores, tales como la HTA, la intolerancia a la glucosa y la
Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), así como de la hipertrigliceridemia (Kunstmann y
Gaiza, 2010), (Lobos et al., 2008), (Rodríguez, Sánchez y Martínez, 2002),
(Villalobos et al., 2015). Es así como en los pacientes con sobrepeso/obesidad y
SM destacan la prescripción de un régimen alimentario adecuado, el aumento de la
actividad física, y el soporte psicosocial. De acuerdo con Bellis y Trimarco (2013),
según las directrices de la American Heart Association/ Instituto Nacional del
Corazón, Pulmón y Sangre, la variable principal en el manejo del SM es la mitigación
de los factores modificables de riesgo cardiovascular subyacente (obesidad,
inactividad física, y dieta aterogénica), a través de cambios en el estilo de vida sin
soslayar la importancia del diagnóstico temprano a fin de prevenir las
complicaciones de la diabetes y de la enfermedad cardiovascular.