El miedo es una de las puertas a través de la cual uno entra al propio ser
"Si dejas que el miedo se apodere de ti, se te pondrán los pelos de punta. Entonces por
primera vez sabrás qué fenómeno tan hermoso es el miedo. En esa agitación, en ese
ciclón, sabrás que todavía hay un punto en algún lugar dentro de ti que es
absolutamente intocable. Y si el miedo no puede tocarlo, entonces la muerte no puede
tocarlo. Hay oscuridad y miedo por todos lados, con solo un pequeño centro
absolutamente trascendental. No es que trates de ser trascendental - tú simplemente
permites que el miedo tome posesión totalmente – pero de repente te vuelves
consciente del contraste.
Así que si el miedo o la ira o la tristeza, o cualquier cosa, ocurren, permítelas. Cierra las
puertas y permanece con ello, relájate en ello. Solo compórtate como un niño pequeño
quien no ha sido entrenado para etiquetar las cosas, que sólo vive los sentimientos y no
tiene pensamientos sobre ellos.
El miedo es una de las puertas por donde uno entra al propio ser. Es una de las cosas
más reprimidas. Toda la humanidad, todo el mundo, puede ser dividido en dos tipos:
unos reprimen el sexo, los otros reprimen la muerte. La sociedad reprime la muerte o
reprime al sexo. En donde quiera que una sociedad exprese el sexo, le pierda el miedo,
no lo vea como un tabú, se desinhiba, inmediatamente empieza a suprimir la muerte,
inmediatamente, porque la muerte es el polo opuesto. Así que si permites el sexo, la
muerte tiene que ser reprimida. Si reprimes el sexo entonces no hay miedo a la muerte,
puedes permitirla”.