El Pastor Alemán es una raza canina que, además de una gran belleza y carácter sólido,
presenta una cierta tendencia a padecer determinadas enfermedades que pueden evitarse o
controlarse si su alimentación es la adecuada.
Aunque es cierto que los ejemplares de Pastor Alemán de pura raza presentan una mayor
incidencia de patologías relacionadas con su raza, también pueden padecerlas los mestizos o
cruces.
Piel y pelo
Lo primero que observamos en un perro Pastor Alemán es su pelaje -ya sea corto o largo-, el
cual debe ser muy abundante, estar sano y brillante y no presentar zonas calvas, seborrea u
olor.
Una de las visitas más frecuentes del Pastor Alemán al veterinario se debe a la presencia de
“hot spots” o “eczema húmedo”. Típicamente en primavera-verano, cuando aumenta la
temperatura, se observan zonas circulares alopécicas (sin pelo), eritematosas (enrojecidas),
muy irritadas, normalmente localizadas en las extremidades posteriores o en el lomo. El
animal se lame y mordisquea constantemente y por ello da la imagen de estar “mojado”. Se
resuelven fácilmente con antibioterapia y desinfección.
Las alergias son habituales en esta raza. Suelen cursar con alopecias, prurito (picor) y en
función del grado de alergia, con importantes lesiones dérmicas.
Las seborreas grasas también suelen darse en el Pastor Alemán. Esta alteración consiste en
una sobreproducción de sebo por parte del animal.
Las piodermas o infecciones de piel, que pueden ir desde superficiales a profundas en función
de la afectación de la piel, también son frecuentes en esta raza. Cursan con granitos con o sin
pus (pústulas o pápulas), intenso picor, zonas alopecias, áreas costrosas...
En cualquier perro una alimentación adecuada es básica para mantener una piel y pelo sanos,
pero en el caso del Pastor Alemán es imprescindible. La presencia de ácidos grasos esenciales
-Omega 3:6-, ayudará a mantener su piel intacta y sana, dificultando la instauración de
bacterias o parásitos en ella. Además, los ácidos grasos esenciales, como los Omega 3 y 6,
presentan propiedades antiinflamatorias, disminuyendo así parte de los signos que se dan
habitualmente en las enfermedades dérmicas, y propiedades inmunomoduladoras (mejorando
la respuesta inmunitaria del animal).
Articulaciones y esqueleto
Una de las grandes lacras de esta raza canina es la displasia de cadera. Se ha hecho mucho
por la erradicación y control de esta enfermedad: seleccionando ejemplares, realizando
chequeos radiográficos estandarizados tanto a hembras como a machos, certificaciones... pero
aún existen ejemplares adultos y cachorros que presentan esta enfermedad.
Las artropatías son otro punto flaco del Pastor Alemán (artritis, artrosis, osteoartritis...) que
debemos prevenir y/o evitar en la medida de lo posible.
El control del sobrepeso es un aspecto importante a considerar para evitar este tipo de
patologías. Un animal con sobrepeso sufrirá mayor estrés y sobrecarga en sus articulaciones,
favoreciendo el desgaste articular y la aparición de signos de artritis/artrosis. También se
deben evitar los crecimientos bruscos de cachorros. Éstos deben realizar un crecimiento
paulatino, por lo que hay que evitar sobrealimentarlos para no convertirlos en cachorros
obesos.
Como hemos comentado, los ácidos grasos esenciales presentan un papel importante como
antiinflamatorios no sólo en la piel, sino también en los procesos inflamatorios articulares.
Por último, los antioxidantes (vitamina C, vitamina E...) ayudan a reducir al mínimo la acción
de los radicales libres tóxicos, implicados en la formación de la osteoartrosis, mejorando la
sintomatología.
Aparato digestivo
La deficiencia de inmunoglobulina A cursa también con una digestión alterada de las proteínas,
grasas, vitaminas y minerales, diarreas...
Cuando un perro padece diarrea de forma crónica, se destruye progresivamente su barrera
intestinal que le protege frente a infecciones por virus, bacterias, parásitos, etc., favoreciendo
la aparición de otras enfermedades.
Para el Pastor Alemán, con un aparato digestivo tan delicado, es imprescindible que la
alimentación que reciba sea de una elevada digestibilidad, con proteínas de alta calidad y con
un nivel moderado de fibra.
Cuanto mayor sea la digestibilidad del alimento y mayor la calidad de sus ingredientes, menor
incidencia de enfermedades gastrointestinales presentará el animal, y aprovechará mejor
todos
los nutrientes.
El pavo es una excelente fuente de proteína tanto por su elevada calidad, como por su gran
digestibilidad. Como fuente de carbohidratos, el arroz es uno de los ingredientes más
aceptados por su elevada digestibilidad y calidad.
Como anteriormente hemos citado, el uso de ácidos grasos esenciales en la dieta, por su
efecto antiinflamatorio, ayudará a controlar la posible inflamación intestinal.
La incorporación de aceite de coco en la dieta del Pastor Alemán es interesante, ya que es rico
en ácido láurico.
El ácido láurico es un ácido graso de cadena media que es transformado por el organismo en
otro ácido con capacidad antivírica, antibacteriana y antiprotozooaria, ya que puede destruir la
capa lipídica de ciertos microorganismos (Giardias, Herpesvirus, Citomegalovirus,
Helicobacter, Listeria...) causantes de graves trastornos gastrointestinales.
Por tanto, si mantenemos un intestino sano, sin diarreas que destruyan la capa protectora
intestinal y que favorezcan la introducción de organismos patógenos, el Pastor Alemán se
mantendrá sano y en buena forma física, asimilando todos los nutrientes que le ayudarán a
proteger sus articulaciones, su piel, su pelo y todo su organismo.
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Destacados:
Si queremos que el perro nos dure mucho tiempo, y que esté sano, hay que comenzar por
darle bien de comer. Esto no significa darle de comer hasta reventar: hay que tener en
cuenta la calidad y la cantidad de lo que come, exactamente igual que haríamos para con
una persona.
Tan malo como que viva de sobras, es darle solo carne y huesos. El aparato digestivo de
un perro es el de un animal carnívoro. Sin embargo, la convivencia con los humanos ha
hecho que se adapten a una dieta mucho más variada, y hoy en día necesitan algo más que
carne.
• No hace falta complicarse con el menú. Hoy se pueden encontrar en los comercios
suficiente cantidad de piensos que ya están pensados para que el perro esté bien
alimentado. No tengas reparos en preguntar a tu veterinario favorito, o mejor aún,
al criador que te ha vendido el perro (si le has conseguido de esta forma). Ellos te
aconsejarán bien en base a su experiencia. Si el perro es de raza, es más interesante
hablar con el criador (esto es mi opinión personal), ya que suele tener
conocimientos más detallados acerca de esa raza de perro, y te puede aconsejar si
es conveniente añadir algún tipo de complemento al pienso, de acuerdo con las
características del perro en cuestión.
• Dale siempre de comer a la misma hora. Un perro sano funciona como un reloj y
te ayudará a controlar el cuando realiza sus necesidades. De esta forma puedes
organizar el día (comidas y paseos) con más facilidad.
• Tan malo es darle demasiada comida como demasiada poca. Además, el tipo y
cantidad de comida que se le ha de dar varía con su edad y su desarrollo. Pregunta
al criador o al veterinario.
• No le dejes nunca el plato lleno a rebosar para que coma cuanto le venga en gana,
porque un perro gordo ya no adelgaza jamás, y le acortas la vida. Además siempre
es bueno que se quede con “un poquito” de hambre (tendrás un perro más alerta y
despierto) pero sin que esté famélico (porque se largará con el primero que le dé
algo de comer).
o Ya está saciado. Basta con reducirle un poco la ración diaria para arreglar
el problema. Se sabe que es este el caso, si aparte del hecho de no comer, el
perro sigue estando alegre y activo.
• Cuando debas cambiarle el tipo de comida (por ejemplo, de pienso para cachorros
a pienso para adultos) no lo hagas de golpe sino gradualmente, mezclando ambos
tipos de comida y variando la proporción de la mezcla, poco a poco, hasta el nuevo
tipo de comida.
• Puedes darle huesos para roer, de vez en cuando (no muy a menudo o tomará
exceso de calcio y a la larga tendrá problemas). Dale huesos grandes: la rodilla de
ternera es ideal, despues de cocerla un poco (hasta puedes aprovechar tú el caldo,
para una sopa). Huesos pequeños (de pollo, de conejo...) no se los des nunca, los
astillará y tragará casi enteros. Si no se le atraviesan en la garganta, lo cual
implicará visita al veterinario de urgencias, sufrirá después cuando vaya a defecar.
Cuidados.
• Veterinario.
En cuanto el perro entre en casa por primera vez, haz una visita al veterinario, para que
haga una revisión de su estado general, establezca un calendario de vacunas y
desparasitaciones, te ayude a organizar su dieta, y en general, haga todo lo necesario
relacionado con la salud del perro. Y no olvides que tienes que visitarle periodicamente.
Para más detalles sobre los aspectos sanitarios mira en las páginas de salud.
• Ejercicio.
• Espacio y yacija.
No todos los perros se adaptan igual a todos los ambientes, pero hay más margen del que
normalmente se cree. Por ejemplo, un perro grande tipo pastor alemán puede vivir
perfectamente en un apartamento no muy grande, siempre y cuando se lo compenses con
un ejercicio regular y adecuado. Mira más detalles en las páginas de acondicionamiento
de la vivienda.
Si tienes espacio suficiente, le puedes hacer una “cama” particular (¡y enseñarle a que no
use otra cosa!), o hacerle usar una manta en el suelo. En cualquier caso no debes dejarle
dormir en tu cama (de cachorro es un encanto, parece un peluche, pero si es de una raza
que llega a pesar 50 Kg, te acabarás arrepintiendo). Recuerda que cualquier costumbre
que adquiera de cachorro, es muy difícil quitarsela después.
• Necesidades.
Higiene.
En esta sección se indican los cuidados habituales que hay que darle al perro, en el
aspecto de la higiene. Si se practican con regularidad se evitarán problemas mayores, que
en casos extremos podrían agravarse y llegar a precisar atención veterinaria o, peor aún,
ser fuente de contagio de enfermedades a las personas que viven con el perro.
• Ojos.
El principal problema es que se ensucian (sobre todo si el perro vive en la ciudad, a causa
de la contaminación). Normalmente, esta suciedad se elimina en forma de legañas, que se
le pueden limpiar con un paño húmedo. No hay que dejar que se acumulen hasta que al
perro le molesten tanto que se frote con la pata.
En perros viejos, o a causa de una enfermedad o lesión, puede haber dificultades para
mantener la humedad del ojo. En este caso conviene hacer una limpieza regularmente,
previa consulta al veterinario para que indique el producto a usar adecuado.
• Orejas.
Si se acumula cerumen hay que quitarlo cuidadosamente, tal como haríamos en el caso de
una persona. Pero hay que hacerlo con mucho más cuidado, ya que por la forma de las
orejas del perro, si simplemente soltamos las escamas de cera, caerán al interior,
pudiendole dañar el conducto auditivo. Si no estamos seguros de cómo hacerlo es mejor
dejarlo en manos de un profesional.
Hay que prestar atención especial a los perros de razas que tienen las orejas caidas, que
además de acumular la suciedad "normal", pueden convertirse en nidos de parásitos.
• Dientes.
Hay que controlarlos para evitar la aparición de caries. De entrada, el perro no debería
comer jamás dulces, azucar o chocolate.Si aparecen caries, sarro, o por accidente se
rompe un diente, hay que visitar al veterinario de inmediato.
A nivel más cotidiano, basta con darle regularmente trozos de pan duro y seco. Al
masticarlo, el perro hace su propia limpieza. También se le pueden cepillar los dientes con
un dentífrico o bicarbonato (si se deja... posiblemente decidas que el pan duro es una
opción mucho mejor ;-)
• Uñas.
• Pelo.
El cepillo ha de ser tal que arrastre los pelos sueltos, pero no llegue a arrancar pelo por si
mismo.
• Baños.
El baño debe darse un par de veces al año, como máximo, y nunca a cachorros de menos
de seis meses. El cepillado periódico y la propia secreción grasa del perro sirven para
mantenerle limpio el resto del tiempo. El baño sirve para quitarle malos olores, colaborar
en la caida del pelo viejo, y eliminar parásitos.
El agua no ha de estar ni muy fría ni muy caliente (a unos 38º como
máximo), y ha de usarse jabón neutro o champú para perros. Debe
evitarse que le entre agua en ojos y orejas. También hay que evitar que el
perro se enfríe mientras está aún mojado, por lo que se le debe secar
bién, con una toalla o un secador (cuidando de no quemarle el pelo).
Los problemas y enfermedades que causan los parásitos externos se tratan en las páginas
de salud. Aquí tan solo se indican algunos trucos para tratar con esos huéspedes
indeseados.
Pulgas.
Garrapatas.
Se adhieren a la piel más fina del perro (orejas, axilas e ingles), por lo que
conviene revisar periódicamente estas zonas y sus alrededores. Nunca deben
arrancarse, ya que se rompen, dejando su "cabeza" en el interior de la piel del
perro, y pueden provocarle infecciones. Hay muchas formas diferentes que sirven
para eliminar las garrapatas. Personalmente, mi favorita es esta: usando vaselina,
cubrir la garrapata absolutamente (no hay que tener miedo de tocarla con los
dedos, la parte que "muerde" está dentro del perro). Hay
que dejarla bien cubierta. De este modo, se tapan los
poros por donde respira, lo que la obliga a soltarse por si
misma y no se le causan heridas al perro. Unos instantes
después de haberla cubierto bien, se la sujeta con unas
pinzas (sirven unas de depilar), y se dejará llevar. No
debe tirarsela a la basura, pues sobrevivirá. Hay que liquidarla bien (si decides
hacerlo aplastandola, ten cuidado, porque posiblemente esté llena de la sangre que
ha chupado al perro y manchará).
Piojos.
Se dan con menos frecuencia que las pulgas, y normalmente solo en perros
callejeros. De todas formas se contagian, también a las personas, por lo que hay
que eliminarlos sin contemplaciones. Sirven los mismos consejos que para el caso
de las pulgas (uso de insecticidas adecuados, baño antiparásitos, y desinfección del
entorno del perro).
Parásitos de la sarna.
La calle es el lugar donde nuestro perro se lo pasa mejor, pero también donde están los
mayores riesgos para su salud. Por tanto, conviene tomar algunas precauciones.
Por supuesto, no se trata de sacar a pasear al perro encerrado en una burbuja. Tan solo hay
que controlar algunos detalles, cosa que se puede hacer fácilmente y sin tener que dedicar
una atención excesiva. El paseo ha de ser una actividad placentera, tanto para el perro
como para el amo, y si se presta atención, se evitarán problemas. Por otro lado, los
consejos de la siguiente lista son fáciles de seguir, y acabarán convirtiendose en una
actitud inconsciente por nuestra parte, de modo que tampoco requieren un gran esfuerzo.
Veamos:
o En cachorros recién destetados (lo que suele significar recién adquiridos) hay que
evitar el paseo y el contacto con otros perros hasta que el veterinario les haya
puesto su primer lote de vacunas, como mínimo. Es un periodo en el cual su
organismo practicamente no tiene defensas.
o Peor aún son las basuras. Nunca se le debe dejar hurgar en ellas. En este caso, el
riesgo para el perro no es mayor que en el caso anterior, pero si lo es para las
personas. La hidatidosis es una enfermedad parasitaria, que al perro no le afecta,
en tanto que solo transporta los parásitos en un momento de su ciclo de vida, pero
luego lo contagia a las personas, para las cuales puede llegar a ser mortal. Además
de las basuras, el perro puede ingerir los parásitos a traves de las heces de otro
perro infectado, con lo que volvemos al caso anterior.
o Por instinto, un perro macho adulto tendrá tendencia a pelearse con otros machos,
y a intentar montar a cualquier hembra que se lo permita. Una hembra, pese a ser
menos agresiva, también puede querer pelarse con otras hembras, y si está en celo,
dejarse montar por un macho. Solo si van atados les podremos controlar de
inmediato. En el caso de que estas situaciones se produzcan (por algún motivo no
se han podido evitar), esto es lo que se debe hacer:
o Pelea: Hay que armarse de valor e intentar separarlos. Si uno de los dos
animales es muy inferior, se someterá rápidamente y no habrá más
problemas. Pero como ambos sean dominantes, la pelea es "a por todas", y
puede acabar muy mal.
o Monta: No hay nada que hacer. Hay que esperar a que terminen y se
separen por si mismos. El motivo es que, por circunstancias anatómicas, el
macho no puede salir hasta que ha terminado. Si se intenta separarlos por
la fuerza hay un riesgo muy alto de causar lesiones permanentes tanto al
macho (afectando a su aparato reproductor) como a la hembra (desde
desgarros, hasta rotura del hueso pelviano).
o En una hembra en celo, hay que limitar el paseo al tiempo mínimo imprescindible.
Esto solo dura unos días, y se evita el riesgo de que se produzca una monta
indeseada, por no hablar de que la van a perseguir todos los perros y puede acabar
asustandose.
• Piensa en todo esto antes de adquirir el perro. Evalua friamente las ventajas que
te va a proporcionar, frente a los inconvenientes (monetarios, tiempo a dedicarle,
restricciones que te va a suponer,...). Hay gente a quien las ventajas les
compensan los inconvenientes, hay gente a quien no les compensa. Si no estás
seguro de que tienes todo bajo control y que, tanto el animal como tú, vais a ser
buenos compañeros durante muchos años, mejor di "perros no, gracias".
Educación.
Ponerselos para salir y quitarselos en cuanto llega a casa, para que lo asocie al
paseo. No es bueno dejarle siempre suelto en la calle, o cuando llegue a adulto no
se acostumbrará a ir atado. Cuando es muy pequeño conviene dejarle tirar de la
correa (le desarrolla los músculos del pecho); pero al crecer ha de aprender a ir al
lado sin tirar.
Sentarse.
Detenerse.
Si le llevamos atado es fácil hacer que camine a nuestro lado. El que vaya pegado
a nuestra pierna sin ir atado, el tumbarse, el acudir a nuestra llamada y sentarse
frente a nosotros, etc, son órdenes más complejas, más difíciles de enseñar, y
forman parte de un adiestramiento especializado, que vá más allá de la mínima
educación imprescindible.
Adiestramiento.
2. Seguir libremente - Lo mismo que el ejercicio anterior, pero con el perro suelto.
Además se efectuan dos disparos mientras se hace el ejercicio, y el perro ha de
mostrar indiferencia.
6. Traer un objeto con salto libre sobre un obstáculo de 1 metro de alto - Similar
al anterior pero el perro ha de saltar sin tocar el obstáculo, a la ida y a la vuelta.
7. Traer un objeto subiendo por encima de un obstáculo - Como el
anterior, pero el obstáculo no puede superarse de un salto y el perro
ha de trepar a la ida y a la vuelta.
8. Avanzar unos pasos y echarse - El conductor señala con el brazo una dirección y
dá la orden de avanzar. El perro ha de caminar él solo en línea recta, hasta que se
le ordena echarse.
Además hay otros ejercicios, como pararse al caminar (quedandose el perro de pié), o
tumbarse durante la carrera. Y esto en cuanto a obediencia, sin hablar de las pruebas de
rastreo o de ataque y defensa.
Esto muestra que el adiestramiento es una tarea muy especializada que conviene dejar en
manos de un profesional. Normalmente nuestro perro no necesitará todos estos
conocimientos, o hacer esos ejercicios a la perfección, excepto si queremos llevarle a
competiciones.
www.gorinkai.com/webppa/alimcuid.htm