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l,n <;nlsrs coMo LA coNSTANTE DEL cAPITALIsmo. Esr^l vEZ ENcARNADA Y


t,nfocada en un amasijo de metal y carne que empieza a salir fuera de
control. Una lectura marxista de un clásico del q,tberpunle'

La representación del
Capital en Akira de
Katsuhiro Otomo

por Stephan Gruber

No son pocos los que hln reparado en los instrumentos de ia producción, que tanto
cl irrsenal figurativo y met¿rfórico que Karl vale decir el sistema mismo de producción l
Mtrx despliega lo largo de su obra, sobre con él todo el régimen social"2 sin embargo,
tt>clo en relación a sus intentos por eviden- "recordando al aprendiz de brujo incapaz
ciar 1as relaciones sociales que estructuran e1 de controlar 1as fuerzas subterráneas que ha
sistema capitalistat. Entre estas figuraciones liberado" las paradójicas crisis de sobrepro-
rlcstaca, tanto pof e1 asunto que trata como ducción se hacen presentes trayenddtram-
1'ror su fuerza poética, aquella que busca ca-
brunas y suf¡imiento3. Engels y Marx dirán
ructcrizar lo esenciai de 1a dinámica entre la que ei capitalismo encuentra su manera dc
ircurnulación de capital y sus inherentes cri- superar 1as c¡isis solo "destruyendo violen-
sis. Ya en eI Manif.esto Conmnista se encuen- tamente una gran masa de fuerzas produc
tra csta figura: e1 capitalismo "no puede exis- tivas y conquistándose nuevos mercados",1o
tir si no es revolucionando incesantemente
(2) Marx, K. y F. Engels. E/ Manifufo Comunists.

(1 ) I lno e studio clásico es el de Hyman, S. Zr En el Manifiesto "la burguesía" es el sujeto de aque -


'l)tu,qfti lhnft.lguirlme nte, Marshal Berman cn su lla dinámica; me he tomado la libertad de intercanl
'lb¡l¡t lo ¡ólitlo sa ¿l¿s?onece en c/auru repirra en aquellas hirrla por "e I cdPita.li.mo" que creo que recoge mei,,r

,lirilcrrsioncs poóticas. Recientemente Fredric Jamc la idea que terminará planteada en El Capital.
\()r, irrl¡)rtlntc influencir para estn picza, ha dado (3) La metáfora del "aprendiz de brujo" proviene dc
.,( I( r'tIr'ir ,lt'l 1ábula de Lucian popularizada a finales del sigJ,,
¡rroirlcrnn de la fisur¿ción cn el primer un¿r

r',,1r¡rrrlrr rlc l'il ('rr¡rittl de Marx, en Representur cl X\4II por Johan Von Goethe. En el siglo ve inte tic
(l,ty'rt,t/ Ilttrt I.tttm,lLl lono l.Mexico D.F.: Fondo ne su encarnación en la película de Disney Fantusi,t '
,1, ( rltrr,r l'1,,'rr,r¡¡ir'4, 20'l 1. donde Mickey Mouse hace de aprendiz de brujo.
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que para ellos solo redunda en nuevas y más de Tetsuo.El proceso se torna irreversible japonés se encuentra en una encrucijada. Propongo entonces la siguiente lectura:
grandes crisis a futuro. terminando con Tetsuo transformado en Atrapado por el déficit y las protestas calle- el interés del gobierno en Akira es el de la
En esta pieza me gustaría plantear cómo una gran protuberancia donde pululan uñas, jeras, demanda al Ejército resultados de sus esperanza de encontrar una nueva innova-
uno de los filmes más famosos del anime, carne, máquina ydientes que empiezan investigaciones con estos poderes (los niños ción productiva que podrá relanzar el ciclo
Akira (Katsuhiro Otomo, 1988) muestra una a tragarse todo 1o qu€ está a su paso. Solo psíquicos, Akira, etc.). Uno de los conseje- de acumulación capitalista y su tasa de ga-
representación contemporánea de esta diná- Akira, otro niño con poder ilimitado, que ros incluso dice: "se habla de la recuperación nancia. Así podemos entender mejor que
mica, siendo útil para investigar las posibili- tras causar la explosión de Tokyo que desen- mundial basad a en Akira" . La 6gura de Aki- significa realmente el fenómeno de Tetsuo y
dades y límites de estas representaciones del cadenó l¿ tercera guerra mundial veinte años ra se muestra como la esperada solución a la Akira: una destrucción creativa que viene a
atrás fue encerrado para ser estudiado, podrá encrucijada político-económica que asfixia llevar aJapón a una nueva fase de desa¡rollo.
hacer frente a la protuberancia y destruirla. al gobierno. Sin embargo, esta fuerza es incontrolable y
La figura que se nos muestra La figura que se nos muestra entonces Aquí sería bueno precisar un poco más la se revierte sobre el propio gobierno, destru-
entonces es la de un giran poder es la de un gran poder desbordado por sí teoría de Marx complementando los apasio- yendo la ciudad en el proceso. Esta cons-
desbordado por sí mismo que mismo que deviene una suerte de metásta- nados pasajes deI Manifesto con la precisión tante destrucción de Tokyo nos muestra el
deviene una suerte de metástasis sis cancerígena que no cesa de expandirse y conceptual de El Ca?ital,la obra madura de carácter cíclico de estas catástrofes, similar a
cancerígena. devorarlo todo. Una interpretación estándar Marx. El paso del capital mercantil, que basa los ciclos económicos de auge y crisis.
de esta secuencia y de la película está en su excedente en las ventajas del comercio, al La representación del capitalismo en Aki-
capital. Este clásico del cyberpunk japonés ¡elación con el catastrofismo propio de la capital industrial, que lo hace en las ventajas ,"¿ se encuentra localizada en la relación
pone en escena una compleja historia de animación japonesa, directamente vinculada de la eficiencia productiva, lleva a que en el entre la crisis de la ciudad y el gobierno, el
seres con poderes especiales situada en un con el trauma histórico de la bomba atómica largo plazo la tasa de ganancia del capital poder que promete Akira y la protuberan-
"Neo{bkyo" post-apocalíptico: la recons- en Hiroshima y Nagasaki. No es casualidad se reduzca a cero (debido a la competencia). cia incontrolable de Tétsuo. O méjor dicho,
trucción de la ciudad tras su arrasamiento que Akira empiezay termína con una explo- Esta, grosso modo, es la ley decreciente de la dado que la protuberancia es la "solución'
nuclear al inicio de lo que fue la tercera gue- sión que se asemeja a la nuclear, habiendo tasa de ganancia que Marx postuló, siguien- narrativa de los demás elementos -esto de-
rra mundial, una conflagración cuyas con- además una analogía entre el contagio de do a David Ricardo y su teoría del estado bido a qué se ubica en el 6nal de la historia,
secuencias marcan a la ciudad. Esta es una la protuberancia con los efectos de la radia- estacionario, en el tercer tomo de EI Cap.ital. tanto en sentido de ia película como de un
megalópolis caótica, llena de delincuencia, ción. Sin embargo, considero que, sin negar Frente a esa ley, el capitalismo sin embargo posible fin del mundo en 1a trama- la ¡e-
bandas juveniles, protestas callejeras y terro- esta interpretación, también hay otros ele- se defiende éncontrando nuevas formas de presentación se la juega por la fuerza visual
rismo. La escena central con la que quiero mentos que nos llevan a la lecrura propuesta extrae¡ la plusvaLía. Marx explicó a fondo el de aquella imagen monstruosa e imparable
empezar el análisis es la secuenci¿ de la con- de que lo que también se juega f,quí ers una paso de la plusvalía absoluta (horas no pa- como la forma de dar cuenta del capitalis-
frontación final con Tetsuo, un joven pandi- representación del capitalismo. gadas al obrero) a la plusvalía relativa (me- mo. Aquí, me gustaría evaluar esta decisión
llero resentido que, por una serie de eventos, Uno de estos elementos a considerar es joras técnicas en productividad que no se representacional, es decir, esta consideración
adquiere poderes psíquicos casi ilimitados. la época de producción del filme: los años .traducen en menos trabajo del obrero), pero de que el capitalismo se muestra en esta fi-
Aunque en un principio parece invencible, ochenta representan en Japón el fin del Mi- siguiendo a David Harvey podemos actua- gura de la protuberancia.
arrasando tanques, helicópteros y hasta un lagro económico y el inicio de las turbulen- Ezar el relato y ver como la financialización Una justificación teórica a esta decisión
satélite en la alta atmósfera, poco a poco cias depresivas en la economía que duran de la economía así como la prcc riz ción del proviene de la manera en que el capitalis-
algo empieza a fallar. Su brazo, que se había hasta ahora. Asimismo, el neoliberalismo ya trabajo desde los setenta pasan a ser nuevas mo es cada vez mis un objeto impermea-
regenerado y transformado en metal tras ha- ha mostrado su fuerza en el resto del mun- formas de relanzar la tasa de ganancia una ble a la representación. El filósofo francés
berlo perdido en batalla, empieza a llenarse do, reprimiendo protestas e imponiendo su vez que ha al.canzado su límitea. Jean Baudrillard al abordar la relevancia de
de protuberancias. Llenándolo de dolor, el agenda en más países. Precisamente, estas la economía contemporánea marcada por la
brazo ernpieza a transformarse en un amasi- protestas frente a la auste¡idad y su represión (4) Harvey, D. 7he Limits to Capital.Orford:Basil especulación antes que la producción, seña-
jo de metal y carne que empieza a salir fuera son representadas como el ruido de fondo Blaclavell, 7982.8n Zhe Enigma of Capítal: And the la 1o siguiente: "la especulación ya no es Ia
de control. "Un poder que no puede contro- de la película. Pero quizás más int€resante Crises of Capitalism. Oxford: OU|2011, Hmey plusvalía, es el éxtasis de valor, sin referencia
lar"dicen los niños psíquicos, tres personajes es el lugar que ocupa este poder ilimitado nos da una versión actualizada incluyendo como a la producción ni a sus condiciones reales.
con poderes especiales que intentan conte- en la política que brevemente se explicita las reacción a la crisis del 2008 implica una nueva Es la forma expurgada del valor, que ya solo
ner y dirigir infrucfuosamente los poderes en un par de escenas del film. El gobierno acumulación originaria. interpreta su propia revolución (su propia
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circt¡l:rcitín orbital)"5. Baudrillard hace refe- podemos señalar que esta salida tiene su
rcrrcia ac¡uí ¿ su idea matriz de que la con- verdad, en el sentido de que el caPitalismo
tcrnporirneidad no puede ser ya descrita por es crecientemente algo más difícil de repre-
l:rs horrrmientas de la economía política (ni sentar de manera operativa, pero esto no im-
()tftr tcoría modcrna ni clásica), ya que las p1ica, como seña1a Jameson, que debamos
eirtcgorías centrales de este pensamiento considerarlo como un objeto inefable. Se cae
como causalidad, referente o reaiidad ya no en ün non-sequitur aI tornar una problemá-
tiene lugar. En ese sentido, la opción estética tica epistemológica (el acceso a una visión
a la que Baudrillard puede arribar ya no es o concepto de1 capitalismo) en un tema on-
aquella de una ordenada economía política tológico e incluso místico (estamos en un
de 1as leyes del capital, sino su visualización mundo inefable).
como una "excrecencia", como "la sociedad Akira, aqluí caería en este problema, pero
de la proliferación, de lo que sigue creciendo no tanto por la puesta en escena de la pro-
sin poder ser medido por sus propios fines"r'. tuberancia de Tetsuo, sino más bien por la
Aquí 1a coincidencia con Akira no es me- ya mencionada centralidad de esta en la na
not compartiendo ambos la necesidad de rración. E,n ese sentido, e1 fi1me cumple en
solucionar la representación del capitalismo mostrarnos la dimensión paradójica del ca-
con una figuración de 1o protuberante o ex- pital, pero no ofrece una disección analític¿
crecente (básicamente sinónimos), donde se que permita una mayor comprensión de sus
expresa 1as lógicas dispares, (in)orgánicas y dimensiones específicas. Lo que sucede con
destructivas del capitalismo sin nada que Akira es que al subsumirlo todo en la protu-
podamos hacer a1 respecto; excepto 1a apari- berancia inefable de Tétsuo, ésta en realid¿rd
ción milagrosa de un poder igual o superio¡ simplificando e1 capitalismo, abstrayéndoLr
el niño Akira en este caso. como una lógica frente a 1a que todo inten-
Fredric Jameson, en su ensayo sobre el to de comprensión es fúti1. Frente a esto, sc
posmodernismo, cataloga a este tipo de re- hace interesante investiÉiar y producir repre-
presentación como un sublime posmoderno, sentaciones que, reconociendo las potencirrs
esto es una fascinación con la complejidad que una representación como l1de,Altinr
del capitalismo que solo puede entonces otorga con fespecto a nuestra relación coll
leerse como una fuerza de la naturaleza e1 capitalismo, vayan más allá en imaginrrr
(sobre-naturaleza, en este caso) o un infi- visualidades -en su sentido amplio- qtrc
nito matemático (usualmente representado permitan no solo orientarnos en medio tl,
como la impenetrabilidad matemática de este sino amplifrcar e1 arsenal cognitivo ptlr:r
las finanzas), 1os cuales superan nuestras su transfbrmación8. @
capacidades sensibles y cognitivzrsT. Aunque
(8) Esta demanda es precisanente lo que el plr¡ri,,
(5) llaudrillard,J. "Tr¿nseconomí1" en La Transpa- Jameson teorizó ir finalcs de los ochenta como lt c'
n'tttit dtl Mol. Barcelona: Anagrama, 1995,41 tótica del 'hapeo cognitivo". En lo que a los anttttt,
(r)) Il)id 37 se respecta, mi postura es que aunque r4*¡r¿¡ firllc ,
',
(7) .f rurcs<rn, F. El 2osnodentisnto a h lógico tulturul relación con las demandas de la representación,1,,.
,ll 'rrli/rtlistrto
rtttutzada. Bucelont: P¿idós. 1991. animes y la figuración de la protubcrancia que cs
L'r .,rrrr¡'rrrrcirin acluí cs con la teoría dc Kant sobre ¿lso reiterado en cstosr son un campo de investiqrr
cl .ulrlir¡rc tlirlirrrieo y matemático cluc cl autor ción bastante fé¡til con respecto a csta demtnclr rll
,1, ..,r','ll,r r'r srt (.irll,,¡ ,/¿1./tti¡ic. representrr el capital.

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