UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

Facultad de ciencias y educación

Problemas Colombianos
Nubia Moreno Lache
LEBECS

Análisis de las obras de Obregón, Caballero y Botero frente a la violencia en Colombia

Elaborado por: Miguel Angel Aragón Barreto.

Código: 20162155257.

A continuación, pasaré a realizar un corto y superficial análisis de las obras de los pintores
Obregón, Caballero y Botero, quienes representaron parte de la tradición de violencia que ha vivido
nuestro país, y con ello marcaron un hito muy importante en la historia del arte colombiana.

La obra de Alejandro Obregón sobre la violencia, presente en el Museo del Banco de la

república, consta de 3 cuadros pintados con óleo, y una xilografía, los cuadros los denominó,
Violencia, Apuntes para la violencia y Estudio para violencia, pintados en 1962, en los cuales
representaba 3 mujeres, una en cada cuadro, que compartían las características de estar
embarazadas, desnudas y muertas, de los 3 cuadros, el más importante e imponente fue el de
Violencia, el cual se considera una pieza clave en la historia del arte colombiano, puesto que en esta
obra “juegan la figura, la abstracción, los géneros pictóricos del desnudo, el paisaje y la pintura
histórica (…) Esto impulsó a muchos artistas, a optar por un lenguaje figurativo, que apelaba por la
violencia y la crítica de hechos históricos, acompañado de imágenes alegóricas”, este primer cuadro
inspiró a Fernando Botero, Luis Caballero entre muchos otros artistas a seguir su propuesta artística.

En cuanto a la obra, el cuadro representa a una mujer embarazada completamente desnuda,

con sangre bajo su glándula mamaria derecha, aparentemente muerta y en la cual no se evidencian 3
de sus 4 extremidades gracias a una base negra sobre la cual reposa la mujer; en mi humilde
opinión, considero que para la época debió ser una obra de arte muy atrevida, el mostrar a una
mujer desnuda atentaba contra la moral y el pudor de esa cultura conservadora colombiana, pero
creo que fue esa la estrategia del autor, para mostrar de la forma más descarnada posible el contexto
en el que vivía el país, considero que plasma a una mujer embarazada para hacer alusión al atentado
que se le estaba haciendo a la vida misma, en cuanto a la base negra, considero yo que fue el
recurso que al autor le dio, para otorgarle un tinte misterioso, triste y desolado a la obra en general.

Ahora tomando en cuenta el contexto en el que se pintó la obra, la década de los 60 inicia
con la conformación del frente nacional, el cual intentó poner fin a una guerra bipartidista que había
dejado miles de muertos y ríos de sangre en el pueblo colombiano, muy probablemente este periodo
inspiró al autor a pintar una de sus mejores obras.
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En cuanto a la Xilografía pintada en 1945 y denominada también Violencia, muestra dos

puños que no se chocan entre sí, pero que se dirigen en sentido contrario, y una persona gritando
desesperada, lo cual lo interpreto como el choque de fuerzas podría ser entre el Estado y el pueblo,
o entre los dos partidos políticos tradicionales, que generaron sangre, dolor, sufrimiento y lágrimas
en el territorio colombiano.

Por su parte, Luis Caballero pintó 3 cuadros presentes en el museo anteriormente

mencionado, las obras de arte fueron creadas entre 1989 y 1991, periodo en el cual Colombia vivía
una intensa guerra de guerrillas que había dejado centenares de muertos a lo largo y ancho del país,
Caballero imitando un poco el estilo de Obregón pintó hombres desnudos y asesinados de forma
violenta, las obras tienen un tinte desolador, con algo de miedo, tristeza, pero a su vez suspenso y
dramatismo, el estilo es realista, y da el mensaje de que la violencia no tiene pudor alguno, en una
de sus obras pintó dos hombres desnudos, uno muerto y el otro sufriendo por la muerte del que
podría ser su padre, la imagen es desgarradora, puesto que por la posición del cuerpo da la noción
de que aquel personaje está sufriendo profundamente por la pérdida del otro sujeto, en otra obra
pinta también dos hombres, en esta cambia el negro por un rojizo oscuro, y plasma a un hombre
posiblemente muerto, en posición boca abajo y la mano de otro hombre intentándolo levantar, esa
tercer mano, podría ser la de otra víctima en la tarea de reconocer el cuerpo del occiso, (lo digo
dado que la forma de la mano es fuerte pero segura, no se nota de forma brusca), puesto que para la
época, nadie estaba completamente exento de poder morir en un atentado de los paramilitares, la
guerrilla y/o el narcotráfico, y aquel cuerpo podría ser de un hijo, un padre, un vecino o cualquier
persona que vivía en el país.

Ahora investigando un poco el estilo y la obra del autor, sé que su homosexualidad influyó
mucho sobre su obra, y según veo, en el arte encontró ese escape de la sociedad en la que vivía, de
esa sociedad discriminadora, cristiana, moralista y homofóbica, a través de la pintura pudo mostrar
esa figura sensual y sexual masculina, sin tapujos, sin pena ni vergüenza, pudo reflejar esa imagen
deseosa y bella que él tenía del género masculino, y en el caso de estas obras de las que hablamos se
puede notar esa pasión que el artista le imprimió a la obra, que es lo que creo que le da ese realismo
interesante y gustoso de su obra, lo cual es irónico al reflejar un figura sensual en un cuerpo sin
vida.

El 3er autor, y probablemente el más reconocido de los 3, Fernando Botero, con su estilo
característico, en el que le daba volumen a sus obras, pintó varios cuadros entre 1980 y 1999,
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periodo difícil para el pueblo colombiano, por la violencia presente, pintó un cuadro en 1980, en el
que plasmaba la figura de un esqueleto tocando guitarra, considero yo, haciendo alusión a que “la
muerte estaba de fiesta” y haciendo de las suyas en el territorio colombiano, en 1988 pintó un
cuadro al que llamó Guerrilla de Eliseo Velásquez, donde representó una de las primeras guerrillas
liberales, la cuales estaban conformadas por campesinos; en 1997, pintó un cuadro al que llamó
Masacre de mejor esquina, donde se evidencia el asesinato de personas en lo que parecía una fiesta,
es complicado de dotar de mucho dramatismo a esta obra, puesto que por su estilo, al menos a nivel
personal siempre lo he tomado de un modo cómico y gracioso, y por ello, aunque sea la
representación de la muerte, considero, pierde trascendencia; ya en 1999 pintó a Manuel Marulanda
Vélez, cabecilla máximo de las FARC, no puedo hacer un análisis muy profundo de dicha obra,
puesto que la imagen es muy sencilla, dado que graba al guerrillero en un posición pasiva, en el
monte, como lo solíamos ver en medios de comunicación; representó en una de sus obras, un carro
bomba, los cuales para la época se habían hecho muy populares, y ocasionaron la pérdida de la vida
de muchos políticos, militares, periodistas y personas del común, por último, pintó un cuadro al que
llamó Esmeralderos, donde representa la desolación y el panorama que estaba dejando la minería en
Colombia, y que daría pie a varias guerras por esas piedras verdes.

Al analizar los 3 autores y sus obras, podemos ver la gran relevancia que tiene el contexto de un
país, en el arte, la literatura, el periodismo y en gran medida en el pensamiento de las personas,
estos pintores, realizaron un gran trabajo, al representar la dolorosa realidad que se vivía en la
época, y nos han otorgado un gran recurso para rememorar aquellos difíciles años, donde la
violencia imperaba a diario y se había convertido en el pan de cada día del adolorido y maltratado
pueblo colombiano.