Por: Wuelinton Gavilanes Coloma profesorwx@gmail.

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El ser humano un mundo desconocido.

“Si no sabes leer, no sabes escribir, Si no sabes escribir, no sabes pensar”

Abrir el libro “el hombre un misterio” del Padre Ítalo Gastaldi, deja
entrever que el hombre aun es un enigma, que hasta hoy nadie ha
podido descifrar. Escuchar conferencias de sociólogos, psicólogos,
teólogos, filósofos, antropólogos y otros humanistas; todos hablan del ser
humano, de sus funciones, metas y experiencias cotidianas, pero
ninguno expresa la esencia del hombre.

El hombre es un mundo complejo, misterioso, un prolijo enigma. Los

expertos en humanidades coinciden en sus tesis que la complejidad del
ser humano se debe al entramado de su cerebro como órgano rector
capaz de ejecutar varias proyecciones. A la vez o en cuestión de
segundos al igual que un almacenaje inigualable. Y los oídos al estar
supeditados al cerebro, es como el hombre puede ver y gustar, ver y
sentir o todas a la vez.

Gracias a la historia se sabe que el hombre tuvo sus inicios hace unos
2”500,000 años A.C., y que la primera civilización se asienta junto a los
Ríos Tigris y Éufrates (Mesopotamia) Para el campo social ahí nace el
desarrollo, la economía, la creatividad y para el campo religiosos es allí
donde surge el mundo bíblico con la partida de Abraham desde Ur de
los Caldeos hacia la Tierra Prometida.

Desde la invención de la rueda, escritura, matemática, hasta la

necesidad de relacionarse con un ser supremo. Surge en este contexto.

Si se torna complejo el conocimiento de la naturaleza de la sociedad, su

generalidad, mucho más el hombre como ser particular. La sociedad es
un grupo de individuos que se relacionan entre sí para garantizar su
convivencia y su existencia en este mundo terreno. Quizás se torna
entendible el comportamiento de la sociedad, empero caracterizar al
hombre en su totalidad resulta utópico. Un arquitecto detalla un plano
perfecto, un agrónomo determina el motivo de la fitopatología, un
galeno puede realizar un diagnóstico perfecto luego de exámenes
realizado, un docente aplica estrategias metodológicas indicadas para
favorecer el aprendizaje , un mecánico es capaz de reconocer un daño
vehicular por el sonido que produce, un guitarrista domina la afinación
de su instrumento , un matemático puede reconocer el error de un
ejercicio por su posición numérica, un religioso persuade a sus fieles con
las palabras correctas hacia la fe. Y así se puede enumerar a varios
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sujetos expertos que moldean a su favor la conducta humana como

colectividad no como individuo.

Un maestro jamás conocerá perfectamente a sus alumnos, un padre a

su hijos, un esposo a su pareja. Es decir, se puede saber sobre un
individuo, pero no conocerlo. Conocer significa determinar y dominar
un concepto o realidad.

El ser humano es un candado con varias llaves y hay uno solo que
conoce esa llave que abre su interior, conoce sus deseos, su voluntad,
sus necesidades, sus gustos y sus diversiones. El único conocedor de esa
llave maestra es el maestro de maestros. Dios. Él es quien moldea al ser
humano y como su autor lo conoce a perfección, es su arquitecto, su
alfarero, su artista, su conductor, su mecánico, su catequista…

Estimado lector; tú mismo eres un ser desconocido por ti mismo. No

digas yo me conozco. No te engañes, eso no es verdad. Varía tu
carácter cuando dices dominar tus impulsos, varia tu personalidad
cuando dices tener fortaleza.