Mussolini abandonó Italia para evitar entrar en el servicio militar que era obligatorio en
aquella época. Fue huyendo por diferentes países y realizando trabajos eventuales hasta que
terminó viviendo en Suiza algunos años. Durante su estancia tuvo algunos conflictos con la
autoridad y visitó la cárcel en dos ocasiones. Trabajó como colaborador en algunos periódicos
locales, normalmente con orientación socialista. También estudió ciencias sociales en Lausana.
Terminó afiliándose con el lado revolucionario del partido socialista; es en estos años cuando
más se percibe su cercanía con el pensamiento ideológico del sindicalismo revolucionario. En
1904 regresa a Italia y realiza el servicio militar. Más tarde, trabajó como profesor en las
ciudades de Tolmezzo y Oneglia, enseñando las asignaturas de francés, italiano, historia y
geografía.