El 28 de julio de 1821, se declaró en Lima la independencia política del Perú, la cual fue
proclamada por José de San Martín en la Plaza de Armas de Lima. Sin embargo en la
Sierra Central y en el Sur del Perú los realistas aun permanecían. La liberación definitiva
del territorio peruano se consiguió en los campos de Junin y Ayacucho habiendo
intervenido en esas acciones de armas el ejército de la Gran Colombia, al mando
de Simón Bolívar quien mostró interés en participar en la liberación del Perú porque
necesitaba terminar con la amenaza realista que existía aun en Sudamérica y que estaba
concentrada en el Perú.
Luego de la Batalla de Ayacucho, última batalla librada en Sudamérica entre los bandos
Realista (Corona Española) y las tropas independentistas (Patriotas); el Perú continuaba
gobernado por Simón Bolívar como dictador del Perú, además, todavía estaba acantonada
en Lima la 3.ª División del ejército colombiano que si bien había llegado para participar en
la campaña liberadora del Perú al haber concluido dicha campaña la presencia de la III
División colombiana ya no tenía razón de ser. Bolívar tuvo de dejar Lima en 1826, para
solucionar los graves problemas que se presentaban en la Gran Colombia lo que fue
aprovechado por destacados miembros del gobierno y el ejército peruano para eliminar la
influencia bolivariana en el Perú, y volver a incluir dentro del territorio nacional a la nueva
República de Bolivia (el antiguo Alto Perú) que fuera separada del Perú por Bolívar,
defender el territorio peruano frente a las ambiciones que Bolívar tenía sobre Tumbes,
Jaén y Maynas y dejar a la ciudad de Guayaquil para que libremente se exprese por su
destino, sin la coacción colombiana.9
En junio de 1827 las elecciones legislativas proclamaron presidente del Perú al
Mariscal José de La Mar que, residiendo inicialmente en Guayaquil, tenía fuertes intereses
comerciales.