Según la OMS, la calidad del agua potable es una cuestión que preocupa en países de
todo el mundo, en desarrollo y desarrollados, por su repercusión en la salud de la población.
Son factores de riesgo los agentes infecciosos, los productos químicos tóxicos y la
contaminación radiológica. La experiencia pone de manifiesto el valor de los enfoques de
gestión preventivos que abarcan desde los recursos hídricos al consumidor.
La OMS elabora normas internacionales relativas a la calidad del agua y la salud de las
personas en forma de guías en las que se basan reglamentos y normas de países de todo el
mundo, en desarrollo y desarrollados.
La Organización Mundial de la Salud ha publicado una guía para la calidad del agua
potable. Consideramos de vital importancia este informe ya que especifica varios
parámetros y requisitos mínimos que debería tener el agua que bebemos.
Estos son los cambios principales en los valores paramétricos:
- Plomo: La directriz fue reducida de 50 µg/l a 10 µg/l, y se definió un periodo de
transición de 15 años para permitir la sustitución de las redes de distribución construidas en
plomo.
- Pesticidas: Los valores para sustancias individuales y para pesticidas totales fueron
mantenidos (0,1µg/l/ 0,5µg/l), en adición, se introdujeron valores más estrictos para ciertos
pesticidas (0,03µg/l).
- Cobre: El valor fue reducido de 3 a 2 mg/l.
- Algunos nuevos estándares fueron introducidos para nuevos parámetros como
trihalometanos, tricloroeteno y tetracloroeteno, bromato, acrilamida, etc.
-Se recomienda beber el agua con nivel de pH entre 6,5 y 9,5. También hace referencia a la
dureza del agua la cual se encuentra en 500mg/l calcio.