3) Usa colores
Puedes crear todo un sistema de colores, utilizando uno para las palabras cuyo
significado necesitas profundizar, otro para las temáticas sobre las que debes
buscar material y otro para las ideas más importantes. De este modo también
podrás ayudarte de tu memoria visual para recordar lo que apuntaste durante la
clase.
4) Divide la página
Una gran forma de lograr apuntes más eficientes es dividir la página en dos
espacios, o incluso tres. Lo importante es que en uno apuntes las ideas
fundamentales del tema, en el otro las secundarias y si decides añadir un tercero
puedes dejarlo para esos comentarios típicos que hacen los profesores que luego
pueden servirte al momento de estudiar, como por ejemplo recomendaciones de
libros en los que ampliar información.
5) Esquemas
Cuando los temas son demasiado complejos o incluso cuando son temas históricos
que incluyen antecedentes, causas, consecuencias y diferentes aspectos, lo mejor
es tomar apuntes en forma de esquema. De este modo tendrás una forma clara de
relacionar cada aspecto del tema con la idea central.
6) Evita las abreviaturas
A veces, motivados por la necesidad de apuntar todo y que ninguna idea se escape,
abreviamos palabras que luego no entendemos. Una cosa es escribir lo
fundamental, pero otra muy distinta es abreviar cada palabra hasta obtener un texto
incomprensible. Intenta evitar las abreviaturas y verás cómo luego entiendes mejor
tus apuntes.
Hacer tarjetas de memoria con aspectos claves para ayudarte a memorizar y
recordar lo aprendido.
Recurrir al uso de materiales audiovisuales.
Tomar apuntes a mano para facilitar el aprendizaje.
Este último punto, implica que tomar apuntes a mano en vez de utilizar el ordenador
u otros aparatos electrónicos, es mejor para los estudiantes ya que aprenden más.
Esto ha sido demostrado por estudios realizados en la Universidad de Princeton y
en la Universidad de California.
Escribiendo a mano incorporarás mejor la información, ya que el escribir y el teclear
en un ordenador implica actividades cognitivas diferentes.
En la primera, la información está siendo comprendida y procesada siendo así más
fácil su recuerdo, en cambio en la segunda solo se transcribe la información.
Además, aseguraron que aquellos que realizaban sus apuntes a mano obtenían una
mejor calificación ya que la estructura fija tanto el contenido como el contexto en el
que adquirió la información, implicando emociones y sensaciones.
La importancia de la visual en el aprendizaje
Las investigaciones sugieren que el material
visual juega un papel muy influyente en el
proceso de aprendizaje, siendo uno de los
métodos más adecuados para enseñar a
pensar. A través de ellos se ayuda a los
estudiantes a procesar, a estructurar y a dar
preferencia a la nueva información aportada.
Las representaciones gráficas ayudan a
potenciar el pensamiento creativo, viendo cómo se conectan y se relacionan las
ideas, a la vez que ayudan a entender y ser consciente de aquellos errores y
conceptos que no han quedado tan claros.
Mapas conceptuales
Muchos investigadores se han
centrado en estudiar el desarrollo de
habilidades de representación gráfica,
como los mapas conceptuales, para la
consecución de aprendizajes
significativos.
Los mapas conceptuales son definidos
como aquellos esquemas utilizados
para la representación de conceptos
claves, también lo constituyen las
proposiciones y las palabras de
enlace, que unirían las dos anteriores.
Sus características básicas serían la jerarquización de conceptos, es decir, los
conceptos más globales irían al principio y los más específicos después. Además,
son un resumen o esquema específico por lo que la selección de las palabras es
clave teniendo que ser concisos, simples y vistosos, para provocar impacto visual
en las personas.
Las palabras de enlace pueden ser preposiciones, verbos, conjunciones o
cualquier nexo que sirva para unir conceptos.
Para la realización de los mismos es necesario definir qué es un concepto y qué es
una proposición, representando las ideas de lo más general a lo más específico,
relacionando los conceptos de forma coherente y con la mayor interrelación posible
para asegurar el aprendizaje.
En la enseñanza cada vez son más utilizados ya que constituyen una herramienta
eficaz que facilita y asegura el aprendizaje, permitiendo discriminar, relacionar y
explicar temas concretos.
Son utilizados para la planificación de los programas de enseñanza, para
representar la materia que se debe impartir a través de esquemas que reflejen lo
más importante logrando un trabajo de colaboración entre todos, como herramienta
de evaluación de las habilidades adquiridas, y como una forma de autoevaluación
por parte del estudiante.
Su construcción necesita que la persona piense y además en múltiples direcciones,
hacia diferentes niveles de abstracción para poder llegar a los conceptos claves y
llegar a un aprendizaje significativo, adquiriendo conocimientos en el tema y
aclarando conceptos erróneos que el estudiante tenga.
Ayudas visuales
Las ayudas visuales son un apoyo y un
soporte que favorece la comprensión de
aquello que queremos comunicar. Para ello
se debe de tener claro cuáles son los
objetivos principales y cuáles son los
conocimientos que queremos transmitir.
Ante cualquier presentación, lo normal es
recurrir a ayudas visuales como son las
diapositivas, teniendo en cuenta una serie
de elementos principales en todas ellas para la transmisión de información.
Por ejemplo, la presentación correcta de las mismas, el fondo de las diapositivas no
muy cargadas para evitar distracciones, una organización general de los
contenidos, gráficos, tablas, imágenes, entre otros aspectos.
Una ayuda visual es una clarificación de un contenido específico, modificando la
información verbal a visual y facilitando la transmisión de los contenidos a explicar,
siendo su objetivo principalmente mejorar la comprensión.
Estas ayudan a comprender mejor la comunicación, a guiar el procedimiento para
la solución de un problema, mejorar las competencias sociales y proporcionar
seguridad a las personas.
Memoria fotográfica
La memoria fotográfica o memoria eidética es la habilidad que poseen algunas
personas para recordar vivídamente las imágenes en general.
Aunque ambos términos pueden usarse
indiferenciadamente se distinguen en
algunos aspectos. Con memoria eidética
se hace referencia a la capacidad de ver
los recuerdos como si fueran imágenes.
Por otra parte, memoria fotográfica hace
referencia al recuerdo exhaustivo de
detalles, palabras o números concretos
previamente visualizados.
En el caso de distinguir los conceptos, en la memoria eidética sí se ha sido
comprobado que realmente existe, mientras que la memoria fotográfica se piensa
que es un mito de la cultura popular que nunca se ha llegado a demostrar.
Las personas con memoria eidética pueden recordar aquello que hayan visto y oído
también, aunque lo hayan percibido una sola vez y de forma fugaz, pudiendo ser
memorizada una imagen en todos sus detalles. Este tipo de memoria se produce
normalmente en niños, los cuales son capaces de reconstruir una imagen completa.
Por otro lado, no se ha podido dar una explicación de que realmente esta memoria
fotográfica exista o simplemente es un mito, y que todas las técnicas son aptas para
la mejora de la memoria básica.
Todos poseemos un cierto tipo de memoria fotográfica, es decir, la mayoría de las
personas recordamos y procesamos mucho mejor el material que se presenta de
manera visual que de cualquier otra forma.
Incluso los recuerdos visuales que parecen aproximarse a lo que se entiende por
memoria fotográfica están lejos de ser verdaderamente ese tipo de memoria
y parecen ser el resultado de una combinación de habilidades innatas, combinadas
con el estudio y la familiaridad con el material.
Esta memoria dependería de una serie de factores como son nuestra genética,
nuestro desarrollo cerebral y nuestras experiencias concretas.
Es difícil separar las habilidades de memoria que aparecen desde el inicio del
desarrollo a las desarrolladas a través del interés y la formación.
Las personas que han manifestado esta memoria y esta capacidad de recuerdo
minucioso han parecido tenerlas durante todas sus vidas y las han ido
perfeccionando aún más a través de la práctica.
Además, los niños son más propensos a poseer memoria fotográfica que los adultos
a pesar de que comienzan a perder la capacidad después de seis años de edad, ya
que aprenden a procesar la información de manera más abstracta. Aunque los
psicólogos no saben por qué los niños pierden la capacidad, parece ser que esta
pérdida de habilidad puede ser funcional.