La violencia de género
Acabar con la violencia contra las mujeres es una de las prioridades de los Gobiernos, ONGs y asociaciones. Dos
terceras partes de los países han creado leyes específicas para poner fin a la violencia doméstica. No obstante
siguen existiendo vacíos legales respecto a la protección o insuficiencias para acceder a los servicios básicos.
La mujer en el trabajo
Las mujeres contribuyen de una forma muy notoria a las economías de los países, ya sea trabajando en
empresas, en el campo, como cuidadoras o emprendedoras. La desigualdad en el entorno laboral se hace
evidente en la brecha salarial y en el tipo de trabajo y condiciones que desempeñan muchas mujeres. Muy pocas
ocupan puestos directivos
.
¿Cómo tratan los medios de comunicación a las mujeres?
Los 'mass media' tienen un importante papel en la creación de opiniones y actitudes. La información que se ofrece
en los medios puede deshumanizar a la mujer cuando habla de casos de violencia de género pero también puede
dar voz a mujeres que representen un modelo a seguir para muchas otras. Otra crítica muy obvia hacia las
ediciones informativas es la poca presencia, por no decir nula, que tienen las mujeres deportistas en los diarios
o webs.
"Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas". Mary
Wollstonecraft, filósofa y escritora inglesa nacida en 1759.
Me llamo a mí mismo un hombre feminista. ¿No es eso cómo se le llama a alguien que lucha por los
derechos de las mujeres?” Dalai Lama, líder espiritual tibetano.
Anécdota que me pasó el otro día (desigualdad de género)
Iba tranquilamente caminado por la calle cuando de repente observo un Xsara Picasso aparcado en una entrada
a un garaje con un hombre gritando que llamara a la policía, me acerqué rápidamente a ver cual era la situación
y ante mi sorpresa resulta que se trataba de una disputa familiar entre un hombre y una mujer, ambos nerviosos
con el hombre en el asiento del conductor y la mujer echada encima de él tratando de quitarle el teléfono móvil,
retorciéndose hasta el punto que se salió después de hacer toda la fuerza del mundo por la puerta del conductor
al suelo. Yo como he dicho traté de mediar viendo de lo que era, para que el ambiente se relajara y ambos se
tranquilizaran sin llegar a los extremos de llamar a la policia, pues bien la comenté a la mujer primero que hiciese
el favor de sentarse en el asiento del acompañante lo primero. Él no hacía nada más que repetir que llamara a la
policía, traté de no hacerle caso y de contener la situación pero la mujer no me hacía caso y seguía reprochándole
cosas, echada encima de el para quitarle algo que llevaba (que con la rabia que lo hacía podría ser legítimo o
no), etc..., por lo que dijeron pude deducir que se habían divorciado por una infidelidad de él, a la mujer le comenté
que si no se relajaba llamaría a la policía y los tribunales decidirían quién era culpable pero que se tranquilizara,
no me hizo caso así que llamé a la policía.
Ahora viene lo indignante:
Yo abandoné el lugar justo antes que viniera la policía los cuales preguntaron a un testigo si el hombre había
agredido a la mujer, posteriormente un policía me llamó de la comisaría preguntandome sobre lo que había visto
(sabía para que era a priori), así que yo solté toda la descripción de los hechos desde el punto que yo había visto.
Hasta que me dice: no si lo único que me interesa es saber si ha habido agresión por parte de el hombre. Yo me
quedé helado, sabía que la ley estaba así de jodida pero no que lo único que interesara era si el hombre había
agredido. Le solté un: en todo caso el forcejeo y agresión ha sido por parte de ella, en ese caso no hacéis nada?,
que dice la Constitución de toda persona es igual ante la ley?, a lo que me dijo, en este caso es así, ok, muchas
gracias por su colaboración. Me parece de vergüenza que los hombres seamos ciudadanos de segunda ante la
ley y cualquier disputa con cualquier mujer, lo sabía pero hasta que no te pasa o ves casos cercanos no te
horrorizas tanto
¿Un cuento real sobre Igualdad de Género?
¿Lo conseguiremos?
Érase una vez, hace muchísimos años, una sociedad en la que las mujeres no tenían ni voz ni voto. Las mujeres
nacían para ser cuidadorasdurante toda su vida, ese era su rol: cuidando a sus hermanos y primos de jóvenes;
cuidando a su marido e hijos de adultas y, finalmente, cuidando a sus padres cuando eran mayores.
La mujer de antes, se encargaba de comprar, de que su familia tuviera la comida lista, de comprar la ropa de sus
hijos, de lavar y planchar, de estar guapa para su marido… en definitiva, se dedicaba en cuerpo y alma a su casa.
Ya por entonces, había mujeres que luchaban por algo que denominaban “sus derechos” aunque la mayoría de
mujeres no sabían lo que eso significaba. Poco a poco, y con mucha lucha, se empezó a tener en cuenta las
opiniones de las mujeres. Mucha gente pensaba que era una locura ya que la mujer no estaba creada para eso.
Muchos años después, la situación empezó a cambiar aunque había gente que se oponía a ello. Las mujeres se
formaban en carreras universitarias, se creaban asociaciones que luchaban por su derecho, aparecían los
primeros trabajos remunerados, fuera de casa, entre otras muchas transformaciones. Sin embargo, había
situaciones que seguían igual. La mujer iba a trabajar para ganar dinero pero, al llegar a casa, aún tenía doble
jornada (lavar, planchar, cocinar, fregar…). Las mujeres no daban abasto y no tenían tiempo para tener un poco
de ocio. En la televisión se hablaba de igualdad entre hombres y mujeres pero, sólo era teoría ya que en la
práctica, había pocas situaciones de igualdad realentre hombres y mujeres.
Ya entrados en el siglo XXII (año 2100), después de ir transformando la sociedad y la mente de las personas,
muy paulatinamente, hemos llegado por fin a la igualdad entre hombres y mujeres. Ahora, la gente no concibe
otro tipo de sociedad y no comprende cómo las mujeres pudieron aguantar tanto tiempo en esa situación. Ahora,
la mujer y el hombre es el mismo ser humano ante la Ley, sin ninguna distinción. La sociedad actual es así:
La mujer y el hombre trabajan fuera de casa (trabajo productivo).
La mujer y el hombre trabajan dentro de casa (trabajo reproductivo).
La mujer y el hombre cobran lo mismo en el mismo puesto de trabajo.
Hay el mismo número de mujeres como de hombres en puestos de altos cargos.
El cuidado de los hijos se hace por igual.
En la escuela se desarrolla una educación no sexista.
La terminología ha cambiado. Ahora ya no es necesario escribir el género masculino de las cosas primero,
sino que da igual el orden.
Mismas vacaciones de maternidad para los padres.
Otras muchas.
Lo único que aún no hemos conseguido pero, quizá algún día lo hagamos, es que los hombres puedan tener
hijos. La ciencia avanza a pasos agigantados… disfrutemos pues, de la justicia de la vida.