96 ¿MI LSIAS I Si:l)CIIANI)()?
I DKMAV, 1)1 I I I VAU I A CONVI ICiACION 97
tratar temas que él quiere discutir sin consultar con el niño pre-
viamente.
En muchas culturas alóctonas, en particular las asiáticas,
es de mala educación decir «no» cuando no se ha compren-
d i d o a alguien. Esta es, por tanto, una respuesta que no se
suele dar.
Las señales no verbales son importantes para apreciar la mo-
tivación para mantener una charla. Características de u n alto
grado de motivación son: actitud de escuchar, postura bastante
recta, mirada alegre y atenta, cuerpo orientado hacia el orador,
mirada interesada y ganas de hablar. Características de u n bajo
grado de motivación son: actitud inquieta, cabeza girada hacia
otra dirección distinta de la del hablante, mirada poco interesa-
da y alerta, postura encorvada y a la espera, y poca inclinación
a hablar. En el caso de mentir, se pueden nombrar las siguientes
características: más parpadeos, aumento del tamaño de la p u -
pila, voz más aguda y alta, hablar rápido y dudar más (Ekman,
1992). Los niños que fantasean muestran las siguientes caracte-
rísticas: menos contacto con el oyente, actitud más introvertida,
y hablan para sí mismos y menos en forma de diálogo. En el
caso de miedo las señales son: actitud inquieta y, en el caso de
mucho miedo, una actitud fría, apartarse del interlocutor pero
dirigir fugaces miradas para controlarle, postura encorvada, su-
dar demasiado, y dificultades al hablar tartamudeando o evi-
tando hablar.
Exceptuando las señales no verbales mencionadas sobre
«mentir», estos datos no se basan en investigaciones científicas
sino en la experiencia. Con respecto a mentir sí se han realizado
investigaciones científicas. En caso de mentir, existen indicios no
verbales m u y fiables aunque no se tengan mucho en cuenta.
Menos fiables, pero más promulgadas, son las siguientes seña-
les no verbales de mentir: menos intercambio de miradas, menos
sonrisas, muchos cambios en la postura, hablar de manera más
lenta y tardar más en contestar una pregunta (Soppe y Hees-
Stauthamer, 1993). En el caso de los niños no se debe confundir
el mentir con e\ o con seguirle el hilo al adulto.
OJOS SOLARES
3.3.3. ALTERNAR MANTENER Y NO MANTENER CONTACTO
VISUAL CON EL NIÑO MIENTRAS SE HABLA
Mediante el contacto visual se establece el contacto mutuo.
La comprensión de la comunicación no verbal se realiza princi-
palmente por medio de «leer» en los ojos. Los poetas llaman a
los ojos desde hace años «los espejos del alma». Mirarse mutua-
mente se interpreta —a menudo injustamente— como una señal
de honestidad.
Establecer contacto ocular es importante, pero no siempre
deseable. En las culturas alóctonas, y particularmente en la ára-
be, como por ejemplo la marroquí, se considera irrespetuoso
que u n niño mire a los ojos a u n adulto. En ese caso el contacto
visual no es deseable. En occidente, en cambio, se aprecia m u -
cho el contacto visual y no hacerlo se interpreta como una mues-
tra de miedo, de evasión o de falta de interés (ejercicio 3.11,
anexo 1).
Se puede obligar a u n niño a establecer contacto visual —por
ejemplo llamándole por su nombre, ya que casi todo el mundo
reacciona cuando esto ocurre—, pero esto no se basa en el con-
tacto mutuo. Será mejor preguntarse por qué no hay contacto
visual. La ausencia de éste puede indicar síntomas negativos
como miedo o falta de motivación, pero también puede ser u n
indicio positivo, como por ejemplo una forma de incrementar
la concentración para poder reflexionar sobre u n determinado
tema. A los niños autistas, en particular, les desconcentra la gran
cantidad de información que se transmite por medio del con-
tacto visual. La ausencia de éste es en ellos una necesidad para
poder centrarse en el contacto, pero se suele interpretar erró-
neamente como insensibilidad y tendencia a evitar el contac-
to (Delfos, 2001-2008). Si se trata de personas de culturas
alóctonas, se ha de tener cuidado a la hora de requerir contacto
visual.
Las personas se «leen» en los ojos recíprocamente. Todavía
no se sabe mucho de cómo funciona este mecanismo. Mediante
el eye-catcher, u n dispositivo que sigue los movimientos ocula-
O Ü O S SOL.ARES