No obstante, se han seguido desarrollando objetos con estas tecnologías que solo
son accesibles a clases sociales medias o altas. Como podrían ser los smartphones
gama alta o los visores de realidad aumentada, los cuales son “dispositivos usados
sobre los ojos como un par de lentes para el propósito de ver contenido de realidad
virtual o jugar juegos de realidad virtual [3]”. Mientras que la realidad virtual es una
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“representación de escenas o imágenes de objetos producida por un sistema
informático, que da la sensación de su existencia real”.
Cámaras omnipresentes
Hoy en día las cámaras se encuentran en todas partes, desde los ordenadores
portátiles hasta en los teléfonos móviles. El mercado de los teléfonos móviles ha
sido un impulsador de esta tecnología, no obstante, la cantidad de cámaras
instaladas en residencias o casas inteligentes ha crecido, y hoy en día incluyen
reconocimiento de rostros, gestos, sensores de movimiento y recientemente la
inclusión de realidad virtual. Y a partir de estas se han realizado cámaras 3D, las
cuales son capaces de detectar profundidad en las imágenes captadas.
La ubicación en exteriores está dominada por los sensores GPS, aunque los
modelos comerciales poseen un margen de error considerable, de
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aproximadamente 10 metros a la redonda. Aun así, son bastante útiles para muchas
aplicaciones cotidianas, por ejemplo; guiarnos en el tráfico o bien podríamos usarlos
para encontrar nuestro auto en caso de robo o extravió. Aunque existe una
tecnología para tener un posicionamiento más preciso, como los GPS diferenciales,
no obstante, su costo es muy elevado.
Al entrar al proyecto “DoppelLab”, puedes ver como se desplazan las personas por
el edificio del Instituto Tecnológico de Massachussets. Se pueden leer los mensajes
de Twitter que publican desde cualquier parte del edificio. Además de poder
escuchar lo que pasa en el edificio, dependiendo de la ubicación del navegante,
gracias a la última incorporación de micrófonos que captan el ruido en los pasillos y
en algunas zonas de concurrencia colectiva.
Figura 1 “Imágenes virtuales del proyecto DoppelMarsh, que muestran los datos recolectados en tiempo real
tiempo real de densidades de lluvia y niebla (a la derecha), un animal alimentándose (a la izquierda) [5]”
Pensando en hacer evolucionar a DoppelLab es que nació DoppelMarsh mostrado
en la figura 1, en donde el entorno virtual es en el exterior. En este espacio
abandonado e infértil, se desea recuperar su flora y fauna natural y para documentar
dicho proceso se han instalado sensores inalámbricos que miden una serie de
parámetros, tales como: la humedad, la temperatura, la conductividad y la humedad
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del suelo, los movimientos cercanos, la calidad atmosférica y del agua, el viento, el
sonido, la calidad de la luz, etcétera.
Conclusiones
Poco a poco los sensores vienen en unidades más pequeñas, económicas y de fácil
configuración. Como lo podemos ver en los smartphones y en movimientos virtuales
como el de DIY “Do it yourself” que en español significa hazlo tu mismo. Este ultimo
ha contribuido en gran manera a tener mayor numero de aplicaciones con sensores
inteligentes en la vida cotidiana. Además de contribuir a la reducción del su costo.
Estos avances no solo son prometedores para el avance de la computación ubicua,
sino que también nos señalan la posible reedición de como percibimos nuestra
realidad.
Referencias
[1] OXFORD, Disponible en: https://es.oxforddictionaries.com/definicion/ubicuo
[2] Paradiso, J. A., "El cerebro sensorial aumentado. Cómo conectarán los humanos con el
internet de las cosas”, en el próximo paso. La vida exponencial, Madrid, BBVA, 2016.
[3] González, M., “ ¿Qué es un visor de realidad virtual?”, en Filmora, 2017, Disponible en:
https://filmora.wondershare.com/es/virtual-reality/what-is-vr-headset.html
[4] Lifton, J., Laibowitz, M., Harry, D., Gong, N. W., Mittal, M. y Paradiso, J. A., «Metaphor
and Manifestation—Cross Reality with Ubiquitous Sensor/Actuator Networks», en IEEE
Pervasive Computing Magazine, vol. 8, n.º 3, julio-septiembre de 2009, pp. 24-33.
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