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Universidad de San Carlos de Guatemala.

Centro Universitario de San Marcos -CUSAM-.


Carrera de Técnico Universitario en Producción Agrícola.
Prácticas Agrícolas.
09/II//2,018

Continuación 3.2.1 Estruct…


La estructura del suelo viene determinada por la forma en que se unen las distintas
partículas minerales para constituir agregados, así como por la ordenación o
disposición de estos entre sí.
La integración de agregados en unidades superiores da l0ugar a la formación de
terrones.
La estructura puede definirse por la forma general que adoptan los agregados, por
su tamaño y por el grado de estabilidad de los mismos.
-Tipos de estructura según la forma de los agregados:
a) Migajosa: Agregados pequeños, unidos débilmente y muy porosos.
b) Granular: Agregados pequeños, duros, poco porosos y redondeados.
c) Laminar: Agrupación de capas superpuestas más o menos planas.
d) Poliédrica: Agrados formado bloques, con aristas más o menos
señaladas.
e) Prismática: Agregados en forma de primas bien diferenciados.
f) Columnar: Igual al anterior, pero con aristas menos señaladas.
-Tipos de estructura según el tamaño de los agregados: Varía de muy gruesa a
muy fina según que los agregados sean superiores a 10 mm o inferiores a 1 mm,
como se muestra en el siguiente cuadro:
Clasificación de la Estructura del Suelo según los Agregados.
Estructura. Agregados Poliédricos Otros Agregados
Muy fina 1 – 5 mm Menos de 1 mm
Fina 5 – 10 mm 1 – 2 mm
Media 1 – 2 cm 2 – 5 mm
Gruesa 2 – 5 cm 5 – 10 mm
Gruesa Más de 5 cm Más de 10 mm
-Estabilidad de la estructura: Esta puede ser fuerte, media, débil o nula. En el
primer caso los agregados son muy estables, bien diferenciados y soportan una
fuerte presión entre los dedos. En el extremo contrario no existe agregación en
absoluto, permaneciendo las partículas sin unirse. Los otros son grados
intermedios.
- Porosidad: Una consecuencia importante de la estructura del suelo es el espacio
que queda entre los agregados y entre las partículas dentro de los mismos. Estos
espacios llamados poros forman en su conjunto, el espacio total de suelo disponible
para el agua y el aire. A este espacio total se le denomina porosidad. La porosidad
del suelo puede conocerse en función de la densidad aparente del suelo,
comparada con la densidad específica del mismo.

3.2.2 Textura del Suelo:


Es una de las características más importantes del suelo y determina, de algún modo,
el grado de actividad físico-química del mismo. En efecto, la clasificación por
tamaño de las partículas de un suelo está en relación con la superficie activa del
mismo. A medida que disminuye el tamaño de las partículas, se incrementa
considerablemente la superficie total de las mismas.

Relación entre el Tamaño de Partículas esféricas y su superficie.

Tipo de partícula. Diámetro en No. Partículas en Superficie total en


Centímetros. Igual Volumen. cm2
Grava 1.0 1 3.1
Arena fina 0.01 106 314
Limo 0.002 (20mµ) 1.3 X106 1570
Arcilla 0.0001 (1 mµ) 1 X 1012 31.1416
Arcilla coloidal 0.00001 (100 mµ) 1 X 1015 314.160
Se advierte, así como la superficie activa es 100,000 veces superior en una arcilla
coloidal que en la grava y mil veces superior si se compara con la arena fina. La
elación aún sería mayor si en lugar de partículas de forma esférica, que son las de
menor superficie, se comparan cualquier otro tipo de formas, como las laminares,
lenticulares, etc., que sería más acordes con la realidad.
Para determinar la textura de un suelo es necesario conocer la clasificación por
tamaños de las partículas del suelo o análisis granulométrico, ua vez desagregado
éste y eliminados los elementos gruesos. Para ello se emplea una clasificación
normalizada de dichas partículas, misma que se detalla a continuación.

Clasificación Internacional de las Partículas del Suelo.


Clases de Partículas Tamaño en mm Características
Materiales gruesos Más de 2 mm Grava y piedras.
Arena gruesa. 0,2 - 2 mm Ambos tipos de arena so
fácilmente apreciables.
Arena fina. 0,02 – 0,02 mm Partículas muy finas.
Limo. 0,002 – 0,02 mm Partículas muy finas.
Arcilla. Menos de 0,002 Partículas coloidales muy
difíciles de apreciar aún con el
microscopio.

La arena: Tanto gruesa como fina está formada generalmente por granos de sílice,
principalmente con escasa superficie activa, y más bien inertes, si bien juegan un
papel importante en la estructura física del suelo, al facilitar el paso del aire y el
agua, al formar espacios mayores entre las partículas.
El limo: Agrupa todas las partículas de tamaño intermedio, también con escasa
actividad química y constituyendo un buen soporte para la estructura.
La arcilla: Constituye parte de la fracción coloidal, estando formada por partículas
d estructura cristalina laminar con una gran superficie activa que es la base de los
procesos físico-químicos más importantes del suelo, junto con la materia orgánica
coloidal. (1)
3.2.3 Características (propiedades) Químicas del suelo.

Varían con el tiempo, la meteorización del material de partida por el agua,


determina, en gran medida, la composición química del suelo que por último se ha
producido. Algunas sustancias químicas se lixivian* en las capas inferiores del
suelo donde se acumulan, mientras que otras sustancias químicas, que son menos
solubles, quedan en las capas superiores del suelo. Las sustancias químicas que
se eliminan con más rapidez son los cloruros y los sulfatos, a los que siguen el
calcio, el sodio, el magnesio y el potasio.

Los silicatos y los óxidos del hierro y el aluminio se descomponen con mucha
lentitud y apenas se lixivian. Cuando algunos de estos productos se ponen en
contacto con el aire del suelo, tienen lugar reacciones químicas, en particular
la oxidación, que provoca la formación de sustancias químicas más solubles o más
frágiles que las originales. En consecuencia, se aceleran los procesos de
meteorización, aumenta la lixiviación de las sustancias químicas y se producen
otros cambios en la composición química del suelo.

Cuando los suelos anegados que contienen sulfuros ferruginosos (piritas) se


exponen al aire, como por ejemplo, durante la construcción de estanques, éstos
pueden convertirse en suelos ácido-sulfáticos de agua dulce , lo que provoca la
oxidación de las piritas y la acidificación del suelo. El agua del estanque puede
entonces hacerse demasiado ácida para la piscicultura.

El aire presente en el suelo contiene también dióxido de carbono. Al combinarse


con agua, ese gas puede formar un ácido débil (ácido carbónico) que reacciona con
algunas de las sustancias químicas del suelo para formar otras. (2)
3.2.4 Características Biológicas del Suelo (propiedades).

Las propiedades biológicas están asociadas a la presencia de materia orgánica y


de formas de vida animal, tales como microorganismos, lombrices e insectos.
Contribuyen a definir su capacidad de uso y su erodabilidad.

Las propiedades biológicas del suelo son muy importantes, ya que está constituida
por la microfauna del suelo, como hongos, bacterias, nemátodos, insectos y
lombrices, los cuales mejoran las condiciones del suelo acelerando la
descomposición y mineralización de la materia orgánica, además que entre ellos
ocurren procesos de antagonismo o sinergia que permite un balance entre
poblaciones dañinas y benéficas que disminuyen los ataques de plagas a las
plantas.

La biodiversidad, vocablo que define el abanico de especies que son parte viva del
suelo, es fundamental en todo sistema de producción autosustentable. La
diversidad de especies presentes en la macro y micro fauna del sistema suelo,
conforman un mundo subterráneo que es más amplio y complejo que el sistema
natural de superficie, esto revela la complejidad de interrelaciones que allí se
suceden y la importancia de implementar prácticas agronómicas que tiendan a su
conservación. (3)

Debemos tomar en cuenta que nosotros nos encontramos en una región tropical.
Cuando se menciona el tema de materia orgánica en suelos tropicales
inmediatamente surge un punto de vista muy común: los suelos tropicales tienen
bajos contenidos de materia orgánica debido a las altas temperaturas y rápidas
tasas de descomposición. Por lo tanto, hay que hacer el esfuerzo que sea necesario
para conservar la poca materia existente y por consiguiente la materia orgánica es
esencial para la productividad de los suelos tropicales. Debemos empezar a aclarar
los contenidos y los cambios de la materia orgánica en nuestros suelos y especificar
su relevancia en las prácticas de su manejo. Estudios extensivos de Jenny en las
décadas de 1,940 y 1,950 relacionaron el contenido de materia orgánica
inversamente con la temperatura media anual en suelos de los Estados Unidos. Sin
embargo, estas relaciones se derrumbaron cuando Jenny incluyo suelos de Costa
Rica y de Colombia. Estos suelos eran más altos en materia orgánica de lo que
predecían sus temperaturas medias anuales. (Jenny et.al., 1948). (5)

3.3 Labores en la preparación de suelos e importancia de su práctica.


En forma general, la preparación del suelo, conocida también como labranza, busca
crear condiciones favorables para el buen desarrollo de los cultivos, es decir, para
la germinación de las semillas, el crecimiento de las raíces y de la planta, y en la
mayoría de casos, para la formación del fruto.

El control de malezas, permite eliminar las plantas que generalmente compiten con
los cultivos en lo que respecta a humedad, nutrientes y luz. Además, algunas
malezas segregan químicos de las raíces; los que inhiben la germinación de las
semillas.

Cuando se aran los residuos de los cultivos y se incorporan materiales fertilizantes


al suelo, todo esto ayuda a producir materia orgánica y nutrientes para el cultivo.
También cuando se ara se rompe la corteza y las capas duras, mejorando así la
aireación y la penetración del agua.

Preparar el suelo para el control de erosión e irrigación. Una precaución para no


dañar la estructura del suelo debido al uso excesivo, un método moderno para
preservación del suelo es sembrar sólo lo necesario para producir un buen cultivo.

La forma y cantidad de labranza se determina de acuerdo al cultivo, suelo y


condiciones del campo. No hay una guía establecida que se ajuste a todas las
situaciones. El cultivo debe hacerse en una forma que asegure la protección
adecuada de las fuentes del suelo y del agua. Una buena superficie del suelo
previene la formación de la corteza y permitirá la penetración de la precipitación. (3)

El que hacer agrícola común, nos permite identificar algunas actividades:


3.3.1 Limpias: Cuando el área es reducida se hacen con machete. Grandes
extensiones pueden llegar a emplear mecanización agrícola.

3.3.2 Arar: Se realiza para remover y voltear la superficie laborable del suelo, al
tiempo que se incorporan algunas malezas y se exponen al sol las partes inferiores
de otras. Cuando un área tiene algún tiempo sin recibir manejo de suelo, se sugiere
cruzarlo, o sea; realizar un primer arado de norte a sur, y un segundo de oriente a
poniente sobre el primero. Si el terreno tiene estructuras de conservación de suelos
debe ararse en contorno, lo que indica que debe completarse conforme el trazo de
dichas estructuras.

3.3.3 Subsuelar: Se realiza con arados especiales, de tracción mecánica y se


profundiza de 30 hasta 90 centímetros. Está operación se justifica cuando el suelo
es demasiado duro o la capa laborable es muy escasa y no se requiere remover la
inferior hacia arriba. También cuando la inferior no permite el paso de humedad de
arriba hacia abajo o viceversa. Para ambas actividades conviene que el suelo tenga
adecuada humedad, misma que permitirá el desarrollo de las mismas.

3.3.4 Rastrear: Después de arar quedan terrones de considerable tamaño y hay


que deshacerlos para proveer una cama apropiada para la semilla. Los terrones se
eliminan o reducen de tamaño con el rastreado. La rastra es una herramienta que
consiste en uso discos de metal unidos por un eje de metal que, al ser remolcados,
hacen el trabajo de desterronar sin profundizar en el suelo, existen rastras de discos
lisos y discos dentados. La labor de rastreo se recomienda que sea igual que el
arado, solo que con dos pasos cruzados, el resultado será mejor. (4)
Bibliografía:

1. Domínguez V. A. 1981 Tratado de Fertilización. Ediciones Mundi Prensa.


Madrid, España. (pp 63 – 66)
2. ftp://ftp.fao.org/fi/cdrom/fao_training/fao_training/general/.../x6706s04.htm
2,017
3. https://biologiadelsueloscsudea20132.wordpress.com/propiedades-
biologicas-del-suelo/
4. Manual Agrícola Superb. Edición ampliada y Corregida.
5. Sánchez Pedro A. 1981 Suelos del Trópico, traducción del inglés por
Edilberto Camacho. IICA San José, Costa Rica. (pp 167 – 168)

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