La historia económica de América Latina desde su independencia.

Capitulo III: El sector

exportador y la economía mundial 1850-1914. Víctor Bulmer Thomas.

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El crecimiento de la economía capitalista y la expansión del comercio, en la segunda mitad del

siglo XIX fue el periodo en el que el mundo, se hizo capitalista y una significativa minoría de
países desarrollados se convirtieron en economías industriales a raíz de la desigual división
internacional del trabajo y la adopción del modelo agroexportador, como requisito para la
integración de los países que pensaban en un rápido avance económico, en la nueva economía
mundial.

DESARROLLO

El autor expone la evolución histórica y las características en cuanto al modelo de desarrollo

basado en las exportaciones llevado a cabo en América Latina entre 1850 y 1914 en el marco
del crecimiento de la economía mundial y los procesos de independencia de las nacientes
republicas en américa Latina. Inglaterra, Alemania. Francia y, posteriormente, Estados Unidos
se presentan como las principales potencias económicas que determinaran el modo y el grado
de inserción de los países latinoamericanos en el mercado mundial, en cuanto es la demanda de
artículos que hacen estas potencias lo que configura el desarrollo de las economías internas de
los países de América Latina.

La producción y exportación de materias primas y alimentos se presentaba como el mejor

método para impulsar el desarrollo económico y social de los países latinoamericanos que
recientemente (1808-1850), habían iniciado el proceso de consolidación de estructuras políticas
independientes, pero la persistente presencia del imperialismo europeo impidió que muchas de
estas nacientes republicas se pudieran embarcar en verdaderos y autónomos procesos de
independencia, como se evidencia en la intervención tripartita de Francia, Inglaterra y España en
México para exigir el pago de bonos o la intervención por parte de EEUU en Colombia para
arrancar en canal de Panamá. Otro aspecto no menos importante tiene que ver con las
constantes disputas territoriales entre los estados latinoamericanos que debilitaban aún más sus
estructuras fiscales y anulaban cualquier esfuerzo por establecer instituciones políticas sólidas,
cosa que al fin y al cabo pocos estados lograrían al terminar el siglo.

A pesar de los problemas políticos y económicos internos y externos de los estados

latinoamericanos muchos de ellos creyeron posible que a través de cierto grado de protección
para la actividad interna, impuestos modestos a la exportación, inversiones públicas en
infraestructura social y promoción de la inversión extranjera para eliminar el patrón colonial,
potenciar y ampliar el sector exportador el cual creían era el motor del desarrollo de la
productividad y la transformación de la estructura económica. En contados casos el desarrollo
del sector exportador, como en Argentina, dio paso a la trasformación de la agricultura, la
manufactura y servicios nacionales y en otros como el Bolivia Ecuador, Perú, Colombia, Chile
sus trasformaciones fueron mínimas.

La lógica del modelo de crecimiento basado en exportaciones si bien potencio cierto numero de
actividades como la producción y, en algunos casos, la diversificación de artículos en
contraposición al antaño modelo de extracción de minerales como oro y plata, condiciono el
desarrollo de las economías y sistemas políticos a los ciclos comerciales que afectan el sistema
de producción capitalista, tanto como a la estabilidad interna de las potencias. O como lo expresa
en su ensayo el escritor uruguayo Eduardo Galeano publicado en 1971 con el título, las venas
abiertas de América Latina.

Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se
especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento
se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta