Hechos:
Ideas claves:
8º) Que, sin embargo, en el caso de la tenencia de drogas para uso personal, no se debe
presumir que en todos los casos ella tenga consecuencias negativas para la ética colectiva.
Conviene distinguir aquí la ética privada de las personas, cuya trasgresión está reservada
por la Constitución al juicio de Dios, y la ética colectiva en la que aparecen custodiados
bienes o intereses de terceros. Precisamente, a la protección de estos bienes se dirigen el
orden y moral pública, que abarcan las relaciones intersubjetivas, esto es acciones que
perjudiquen a un tercero, tal como expresa el art. 19 de la Constitución Nacional aclarando
aquellos conceptos. La referida norma impone, así, límites a la actividad legislativa
consistentes en exigir que no se prohíba una conducta que se desarrolle dentro de la esfera
privada entendida ésta no como la de las acciones que se realizan en la intimidad,
protegidas por el art. 18, sino como aquellas que no ofendan al orden o la moralidad
pública, esto es, que no perjudiquen a terceros. Las conductas del hombre que se dirijan
sólo contra sí mismo, quedan fuera del ámbito de las prohibiciones.”
Hechos:
Cuatro años después de emitir el fallo trascripto supra, la Corte Suprema de la Nación
-cuyo número de miembros había sido ampliado y con diferente integración- vuelve a
abordar la inconstitucionalidad del artículo 6 de la ley 20.771 y del artículo 14, segundo
párrafo, de la ley 23.737, En la presente causa, Ernesto Montalvo había sido condenado a
prisión en suspenso por tenencia de drogas para el consumo personal. Interpuesto el recurso
extraordinario y planteada la inconstitucionalidad de la norma citada, la Corte resolvió por
mayoría, rechazar la inconstitucionalidad del artículo 6 de la ley 20.771 y 14, segunda
parte, de la ley 23.737 y confirmar la sentencia apelada.
Ideas claves:
“11) Que, conforme al art. 19 de la Constitución Nacional, las «acciones privadas» están
exentas de la autoridad de los magistrados cuando «de ningún modo» ofendan al orden y a
la moral pública ni perjudiquen a terceros. La expresión subrayada tiene alcance inequívoco
y no es lícito soslayarla. Para que queden fuera del ámbito de aquel precepto no es
necesario que las acciones privadas sean ofensivas o perjudiciales -en el sentido indicado-
en toda hipótesis o en la generalidad de los casos. Basta que «de algún modo», cierto y
ponderable, tengan ese carácter. Lo que «de algún modo», trae consigo los efectos aludidos
en el art. 19 está sujeto a la autoridad de los magistrados y, por tanto, se subordina a las
formas de control social que el Estado, como agente insustituible del bien común, pueda
emplear lícita y discrecionalmente. No es compartible, pues, el criterio expuesto en el
primer voto de Fallos: 308:1392 (consid. 8°), donde se sostuvo que la norma constitucional
«sub examine» sólo es inaplicable si «debe presumirse» que las acciones privadas afectarán
a la ética colectiva «en todos los casos». Lo que el texto dice es lo opuesto. El art. 19 queda
excluido si las acciones privadas originan esas «consecuencias» «en algunos casos», que es
lo que, con toda evidencia, sucede en las situaciones a que se refiere esta causa”
Fecha: 25/08/2009
Hechos:
Ideas claves:
17) Que así, los tratados internacionales, en sus textos, reconocen varios derechos y
garantías previstos en la Constitución Nacional de 1853, entre ellos -y en lo que aquí
interesa- el derecho a la privacidad que impide que las personas sean objeto de injerencias
arbitrarias o abusivas en su vida privada (artículo 11.2 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos; artículo 5° de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre; artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y artículo 17.1 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos).
36) Que, por todas las consideraciones expuestas, esta Corte con sustento en "Bazterrica"
declara que el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23.737 debe ser invalidado, pues
conculca el artículo 19 de la Constitución Nacional, en la medida en que invade la esfera de
la libertad personal excluida de la autoridad de los órganos estatales. Por tal motivo se
declara la inconstitucionalidad de esa disposición legal en cuanto incrimina la tenencia de
estupefacientes para uso personal que se realice en condiciones tales que no traigan
aparejado un peligro concreto o un daño a derechos o bienes de terceros, como ha ocurrido
en autos.
Ideas claves: