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LABERINTOS
Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles
Año 2016

Presentación Manuel Aznar Soler / 3 El lirismo de la materia bruta: Pedro Salinas ante la gran urbe norteame-
ricana (Natalia Vara Ferrero) / 243
Estudios, ensayos e investigaciones
Mesa redonda: Historia de un legado. El hispanismo norteamericano y el
Deportistas valencianos en el exilio (Recaredo Agulló Albuixech y Víctor exilio de 1939 (Mari Paz Balibrea, Sebastiaan Faber, José-Carlos Mainer
Agulló Calatayud) / 7 y Shirley Mangini) / 259
1956: Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura (Manuel Aznar Cuarto Centenario Don Quijote (coordinación: Verónica Azcue) / 281
Soler) / 37 La gran aventura, un mito humanista desde el exilio: León Felipe, Cástor
Juan David García Bacca: metafísica y creatividad en el exilio republica- Narvarte y José Martín Elizondo (José Ángel Ascunce Arrieta) / 283
no (Alberto Ferrer García) / 57 El Quijote que Ángel Gutiérrez soñó en Rusia (Verónica Azcue) / 295
Los Premios Formentor en el epistolario Aub/Barral: un diálogo entre Contrapuntos del caballo sin pedigree en León Felipe y en Pablo Picasso
orillas y nuevas perspectivas sobre la España franquista (Alessio Piras) / (José María Balcells) / 307
77 El Quijote en la obra crítica de Carlos Blanco Aguinaga (María Bueno
Dominar el laberinto, salir de él: Crónica del alba, de Ramón J. Sender Martínez) / 321
(Jean-Pierre Ressot) / 99 El Quijote en la reflexión y la pintura de Ramón Gaya (Laura Mariateresa
Durante) / 333
Dossier
El homenaje a Cervantes en la revista Realidad (1947): la construcción de
El exilio republicano de1939 y el hispanismo en Estados Unidos una tercera vía al margen de la guerra político-cultural entre el Franquis-
(coordinación: Fernando Larraz y José-Ramón López García) / 111 mo y el Exilio (Olga Glondys) / 341
Presentación (Fernando Larraz y José-Ramón López García) / 111 El exilio de 1939, Cervantes y El Quijote en los campos editoriales argen-
La vida mutilada. Una lectura de las memorias de Isabel García Lorca tino y mexicano (Fernando Larraz) / 355
(María-Dolores Albiac Blanco) / 117 Arturo Serrano Plaja y su visión comparatista de Don Quijote (Esther
Exiliados en Puerto Rico: el caso de Alfredo Matilla Jimeno (Lara Cari- Lázaro) / 365
de) / 143 Los ballets Don Quijote en el exilio republicano de 1939 (Idoia Murga
Exilio e hispanismo norteamericano: cuatro paradigmas de interpretación Castro) / 373
(Sebastiaan Faber) / 159 Lo que le sucedió a María Zambrano: Dulcinea (Isabel Navas Ocaña) /
389
Entre Estados Unidos y España: un puente literario y personal de Francis-
co Ayala a través de sus cartas inéditas a Ricardo Gullón (Olga Glondys) El Don Quijote en tres relatos de El laberinto mágico de Max Aub (Ales-
/ 173 sio Piras) / 403
Galdós en el exilio norteamericano: José F. Montesinos, Joaquín Casal- Olor de Santidad: una novela cervantina de Luisa Carnés, inédita (Neus
duero y Carlos Blanco Aguinaga (Fernando Larraz) / 191 Samblancat Miranda) / 415
Cosas de América: algunas notas sobre la experiencia de Arturo Serrano El episodio de “la cabeza encantada” en la obra de José Bergamín (Mª
Plaja en Estados Unidos (José-Ramón López García) / 199 Teresa Santa María) / 429
Los dos Unamunos de Carlos Blanco Aguinaga (Mario Martín Gijón) / Identidad, Política e Historia en Don Quijote, Rey de España y Las Cor-
217 tes republicanas durante la Guerra Civil, de Matilde de la Torre (Francis-
ca Vilches-de Frutos) / 443
El legado del antifranquismo en Estados Unidos a través de la hispanista
Shirley Mangini (Mar Trallero) / 235
Textos y documentos El intercambio epistolar de Max Aub con la España del interior (Esther
Lázaro) / 671
Compromiso antifascista y teatro de resistencia en el epistolario inédito de
Álvaro de Orriols (Antonio Espejo Trenas) / 459 Escenografía en el exilio republicano de 1939 (Raquel López Fernández)
/ 675
Mi José Bergamín (José Antonio González Casanova) / 490
Ramón Gaya. El sentimento della pittura (Alessio Piras) / 679
México y la República española (José María Murià / 494
Sobrevivir en el exilio: la experiencia liberal (Germán Ramírez Aledón) /
Algunos textos inéditos de Arturo Perucho escritos en México y su breve 681
reencuentro postal con Vicente Llorens Castillo (Josep Palomero) / 505
Los rehenes del Alcázar de Toledo (José Ramón Saiz Viadero) / 688
Acordes en el alma. Notas de las Memorias de Carlos Palacio García
(Amparo Ranch) / 559 El duende mal pensante. Aforística musarañera (Mª Teresa Santa María
Fernández) / 691
Llocs de la memòria De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas
(Mar Trallero) / 694
En busca de los exiliados españoles en Londres. Crónica de un viaje tras
las huellas de la emigración liberal de 1823 (Germán Ramírez Aledón) / Teatro de José Ricardo Morales (Yasmina Yousfi López) / 699
607
Varia
Reseñas
Representaciones de Mar de almendros, de Juan Luis Mira Candel, en
Una deuda inexcusable (Cecilio Alonso) / 621 Alicante (Cecilio Alonso) / 703
Personas, artistas y máscaras (Cecilio Alonso) / 627 Guillermina Medrano y Rafael Supervía. De Washington a la Biblioteca
La otra cara del exilio (Cecilio Alonso) / 633 Valenciana (José Ignacio Cruz) / 704
Chemins de fer, chemins de sable. Los españoles del transahariano (Ceci- El archivo de Bernardo Giner de los Ríos, donado al Ateneo Español de
lio Alonso) / 637 México (José Ignacio Cruz y Santiago Muñoz) / 706
Operación Stanbrook. Homenaje a la memoria republicana (Cecilio
Alonso) / 644
Los nudos del quipu (José Ángel Ascunce) / 646
El último Arteta. Vida y creación en el exilio (Xesqui Castañer López) /
652
Jorge Semprún: memoria cultural y escritura (Beatriz Coca Méndez) /
656
El retorno artístico del patrimonio del exilio (Laura Mariateresa Durante)
/ 658
Edificar la cultura, construir identidad. El exilio español de 1939 en la
Unión Soviética (Mª M. Garrido Caballero) / 660
Los nombres del exilio (Sònia Hernández) / 663
Dos exilios y un librero (Esther Lázaro) / 667
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LABERINTOS
Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles
Año 2016
Presentación

El 17 de febrero del presente año 2016, a la edad de cien años, murió José Ricardo Morales en su
exilio chileno de Santiago. Fallece así acaso el último superviviente de nuestro exilio republicano de
1939, a cuya obra Laberintos le ha venido prestando atención en varios números de este anuario y
también en el presente, en donde Yasmina Yousfi López escribe una reseña de una edición de su Teatro.
Además, los días 16 y 17 de febrero del próximo año 2017 van a celebrarse en la Facultat de Filologia
de la Universitat de València unas Jornadas en homenaje a la memoria de este dramaturgo, ensayista,
pintor y catedrático. Militante de la Federación Universitaria Escolar (FUE) en la Universidad de Va-
lencia, fue responsable de Cultura de la FUE valenciana, de la que dependía por ejemplo “El Búho”,
dirigido un tiempo por Max Aub. Soldado del ejército republicano, combatió en diversos frentes de
guerra y en febrero de 1939 atravesó la frontera francesa y fue ingresado en el campo de concentración
de Saint-Cyrpien. Pasajero luego en el Winnipeg, el barco fletado por Pablo Neruda, llegó a su exilio
chileno, en el que impulsó el Teatro Experimental de Chile, hoy Teatro Nacional, así como la editorial
Cruz del Sur, en la que dirigió la colección “La Fuente Escondida”, de clásicos españoles. Catedrático
de Historia del Arte en la universidad de Santiago y miembro de la Academia Chilena de la Lengua –fue
el primer exiliado republicano español que ingresó en una Academia americana-, es autor de una obra
dramática y ensayística de gran calidad que ha sido publicada en dos volúmenes por la Institució Alfons
el Magnànim de València: Teatro (2009) y Ensayos (2012), ediciones ambas de Manuel Aznar Soler. El
9 de octubre de 2015 el gobierno de la Generalitat lo nombró “Embajador cultural valenciano”.
En el presente número de Laberintos se publican cinco artículos en la sección de “Estudios, ensayos
e investigaciones” sobre temas tan variados como el deporte, la filosofía y la literatura: en primer lugar,
Recaredo Agulló Albuixech y Víctor Agulló Calatayud tratan en “Deportistas valencianos en el exilio”
un tema muy poco estudiado. Por mi parte, con motivo de que este 2016 hace sesenta años que a Juan
Ramón Jiménez se le concedió el Premio Nobel de Literatura, escribo precisamente sobre “1956: Juan
Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura”, un año por lo demás clave, tanto para el exilio como
para la oposición antifranquista del interior. Alberto Ferrer García es autor de un artículo sobre “Juan
David García Bacca: metafísica y creatividad en el exilio republicano”, mientras quer Alessio Piras
estudia “Los Premios Formentor en el epistolario Aub/Barral: un diálogo entre orillas y nuevas perspec-
tivas sobre la España franquista”. Por último, y a título póstumo, publicamos un artículo, “Dominar
el laberinto, salir de él: Crónica del alba, de Ramón J. Sender”, obra del hispanista Jean-Pierre Ressot,
prólogo a una edición francesa de la obra.
A continuación editamos dos dossieres: el primero, sobre “El exilio republicano de 1939 en los Es-
tados Unidos”, coordinado por Fernando Larraz y José-Ramón López García, reúne la transcripción
de una mesa redonda (Historia de un legado. El hispanismo norteamericano y el exilio republicano
de 1939, en la que intervinieron Mari Paz Balibrea, José-Carlos Mainer y Shirley Mangini, moderada
por Sebastiaan Faber) y nueve artículos de los que son autores María-Dolores Albiac Blanco (“La vida
mutilada. Una lectura de las memorias de Isabel García Lorca”), Lara Caride (“Exiliados en Puerto
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Rico: el caso de Alfredo Matilla Jimeno”), Sebastiaan Faber (Exilio e hispanismo norteamericano:
cuatro paradigmas de interpretación”), Olga Glondys (“Entre Estados Unidos y España: un puente
literario y personal de Francisco Ayala a través de sus cartas inéditas a Ricardo Gullón”), Fernando
Larraz (“Galdós en el exilio norteamericano: José F. Montesinos, Joaquín Casalduero y Carlos Blanco
Aguinaga”), José-Ramón López García (“Cosas de América: Algunas notas sobre la experiencia de
Arturo Serrano Plaja en Estados Unidos”), Mario Martín Gijón (“Los dos Unamunos de Carlos Blanco
Aguinaga”), Mar Trallero (“El legado del antifranquismo en Estados Unidos a través de la hispanista
Shirley Mangini”) y Natalia Vara Ferrero (‘El lirismo de la materia bruta’: Pedro Salinas ante la gran
urbe norteamericana”).
El segundo dossier, coordinado por Verónica Azcue con motivo del Cuarto Centenario de la muerte
de Miguel de Cervantes -fallecido en Madrid el 22 de abril de 1616-, trata sobre Don Quijote visto
por el exilio republicano español de 1939 y reúne catorce trabajos escritos por José Ángel Ascunce
Arrieta (“La gran aventura”: un mito humanista desde el exilio: León Felipe, Cástor Narvarte y José
Martín Elizondo), Verónica Azcue (“El Quijote que Ángel Gutiérrez soñó en Rusia”), José María Bal-
cells (“Contrapuntos del caballo sin pedigree en León Felipe y Pablo Picasso”), María Bueno Martínez
(“El Quijote en la obra crítica de Carlos Blanco Aguinaga”), Laura Mariateresa Durante (“El Quijote
en la reflexión y la pintura de Ramón Gaya”), Olga Glondys (“El homenaje a Cervantes en la revista
Realidad (1947): la construcción de una tercera vía al margen de la guerra político-cultural entre el
franquismo y el exilio”), Fernando Larraz (“El exilio de 1939, Cervantes y El Quijote en los campos
editoriales argentino y mexicano”), Esther Lázaro (“Arturo Serrano Plaja y su visión comparatista de
Don Quijote”), Idoia Murga Castro (“Los ballets Don Quijote en el exilio republicano de 1939”, Isabel
Navas Ocaña (“Lo que le sucedió a María Zambrano: Dulcinea”), Alessio Piras (“Don Quijote en tres
relatos de El laberinto mágico de Max Aub”), Neus Samblancat Miranda (“Olor de Santidad : una
novela cervantina inédita de Luisa Carnés”), Teresa Santa María Fernández (“El episodio de “la cabeza
encantada” en la obra de José Bergamín”) y Francisca Vilches de Frutos (“Identidad, Política e Historia
en Don Quijote, Rey de España y Las Cortes republicanas durante la guerra, de Matilde de la Torre”).
La sección de “Textos y documentos” reúne cinco artículos de temas muy diversos. Por ejemplo,
Antonio Espejo Trenas, en “Compromiso antifascista y teatro de resistencia en el epistolario inédito
de Álvaro de Orriols”, edita una parte del epistolario teatral del dramaturgo en su exilio francés; José
Antonio González Casanova evoca su memoria y lecturas bergaminianas en “Mi José Bergamín”; José
María Murià estudia la relación histórica entre “México y la República española”; Josep Palomero
edita “Algunos textos inéditos de Artur Perucho escritos en México y su breve reencuentro postal con
Vicente Llorens Castillo”; y, por último, Amparo Ranch hace lo propio en “Acordes en el alma. Notas
de las Memorias de Carlos Palacio García”, el músico alcoyano exiliado en París.
El historiador Germán Ramírez Aledón, en la sección “Llocs de la memòria”, investiga “En busca
de los exiliados españoles en Londres. Crónica de un viaje tras las huellas de la emigración liberal de
1823”.
En la sección de “Reseñas” editamos en este número veinte de las que son autores Cecilio Alonso
(Artículos y ensayos de Francisco Pina; textos de Antonio Otero Seco; Stanbrook. Vivencias de un
exilio, de Isabel Beltrán Alcaraz; Chemins de fer, chemins de sable. Los españoles del Transahariano;
y, finalmente, Operación Stanbrook. Homenaje a la memoria republicana), José Ángel Ascunce (Los
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
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nudos del quipu, de Cecilia G. de Guilarte), Xesqui Castañer (El último Arteta. Vida y creación en el
exilio, de Javier González de Durana), Beatriz Coca (Jorge Semprún. Memoria cultural y escritura, de
Mirjam Leuzinger), Laura Mariateresa Durante (El retorno artístico del patrimonio del exilio, de In-
maculada Real López), Magdalena Garrido Caballero (Edificar la cultura, construir identidad. El exilio
español de 1939 en la Unión Soviética, de Natalia Kharitonova), Sònia Hernández (En tierra ajena de
Josep Solanes), Esther Lázaro (Pedro Salinas / Jorge Guillén. Epistolario. Correspondencia con León
Sánchez Cuesta y Max Aub: epistolario español, de Javier Sánchez Zapatero), Raquel López Fernández
(Escenografía en el exilio republicano de 1939. Teatro y danza,, de Ana María Arias de Cossío e Idoia
Murga), Alessio Piras (Ramón Gaya. El sentimento della pittura, traducción, notas e introducción de
Laura Mariateresa Durante), Germán Ramírez Aledón (Versiones de un exilio. Los traductores españo-
les de la casa Ackermann (Londres, 1823-1830) de Fernando Durán López), José Ramón Saiz Viadero
(Los héroes del Alcázar de Toledo de Luis Quintanilla, edición de Esther López Sobrado), Teresa Santa
María (El duende mal pensante. Aforística musareña (1924-1983), de José Bergamín), Mar Trallero
(De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas, de Neus Català); y, por último,
Yasmina Yousfi López (Teatro, de José Ricardo Morales).
La última sección de “Varia” cuenta con tres artículos: el primero, de Cecilio Alonso (“Representa-
ciones de Mar de almendros, de Juan Luis Mira Candel, en Alicante); el segundo, de José Ignacio Cruz
(“Guillermina Medrano y Rafael Supervía. De Washington a la Biblioteca Valenciana”), noticia de
una Jornada dedicada a ambos cuyos materiales publicaremos en el próximo número de Laberintos; y,
finalmente, un texto escrito en colaboración por el propio José Ignacio Cruz y Santiago Muñoz Bastide
sobre “El archivo de Bernardo Giner de los Ríos, donado al Ateneo Español de México”.
Ojalá todos estos materiales que incluimos en el presente número 18 (2016) de Laberintos intere-
sen tanto al investigador cualificado como al ciudadano comprometido con el proyecto colectivo de
reconstruir y recuperar la memoria de nuestra tradición cultural democrática. A todos ellos queremos
recordarles que esta revista está abierta por completo a sus colaboraciones, tanto en forma de estudios
o ensayos como de crónicas o reseñas críticas, que deberán superar la correspondiente evaluación ex-
terna, por pares y a ciegas, como requisito previo para su ulterior publicación. Agradeceremos que se
nos envíen también al correo electrónico o a la dirección de correo postal de la Biblioteca Valenciana
-y a nombre siempre de Everilda Ferriols, secretaria de Laberintos-, cuantas informaciones, noticias o
publicaciones dignas de memoria se refieran al tema de los exilios culturales españoles.
manuel aznar soler
director
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ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
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Deportistas valencianos
en el exilio
que permanecieron en Valencia, les hizo tomar el
camino del exilio. En palabras de Alejandra Soler,
recaredo agulló albuixech exiliada en la URSS: De haberme quedado en Es-
Filólogo e historiador deportivo. Autor del Diccio- paña, hubiera acabado en una cuneta.
nario Espasa de Términos Deportivos y miembro de
l’Associació d’Amics de la Federació Universitària
Abstract: The following article aims to value
Escolar FUE
and rescue the memory of Valencians athletes
víctor agulló calatayud
who were forced into exile after the end of the
Profesor de Sociología del Deporte. Departament
Spanish Civil War. Thus by means of qualitative
de Sociologia i Antropologia Social. Universitat
de València. España methodology we have recovered and documented
Dirección para la correspondencia: the sporting career of five outstanding athletes,
Keywords: exile, sportsmen, engagement,

víctor agulló calatayud


three of them of the FUE (Federación Universitaria
Departament de Sociologia i Antropologia Social Escolar): the doctor Manuel Usano, rugby player;
José Catalina Llorens, physical education teacher
Spanish Republic, civil war. FUE.

Facultat de Ciències Socials. Universitat de


València and three times athletics champion of Spain;
Av. Tarongers, 4b/ 46021 València (España) the indefatigable teacher Alejandra Soler; José
Tel. 96 162 53 94/ Fax. 96 382 84 50 Martínez Fort, European boxing champion and
Email: victor.agullo@uv.es the doctor Enrique Georgakopulos, who has the
first international Valencian rugby player. We also
remember the upholsterer Enrique Cano, Valencia
Resumen: Deportistas valencianos en el exilio F.C goalkeeper; the pilotari Isidro Muñoz Sesé,
En este artículo recuperamos la trayectoria depor- el Perolero or cyclist Juan Bautista Llorens. We
tiva de cinco deportistas, tres de ellos de la FUE also evoke the figure of the runner Manuel Lora,
(federación universitaria escolar) que se vieron worthy representative of what has been called
obligados a exiliarse a consecuencia de la Guerra internal exile.
Palabras claves: exilio, deportistas, compromiso,

Civil: Manuel Usano, jugador de rugby y médico; The fate of these exiled athletes were countries
José Catalina Llorens, triple campeón de España; like France, Algeria or, especially, Mexico and
la infatigable Alejandra Soler; José Martínez Fort, Argentina that hosted a large contingent of them.
campeón de Europa de boxeo y Enrique Geor- Most exiled athletes had higher education studies
gakopulos, primer internacional que dio el rugby and were not professionals in the field of sport
valenciano. También hacemos un recordatorio (given the incipient professionalism of the time)
república, Guerra Civil. FUE.

para Enrique Cano, portero de fútbol del Valencia and most of them never returned to their land.
F.C., y para el pilotari Isidro Muñoz Sesé, el pero- The majority belonged to left parties and its
lero. Igualmente evocamos la figura del corredor draws attention the large number of athletes who
de a pie Manuel Lora, digno representante de los were exiled from Valencian Country compared to
que se ha llamado el exilio interior o de Enrique what happened in other regions of Spain perhaps
Cano, el gran portero del Valencia F.C. because Valencia was the capital of the Republic,
El compromiso de todos ellos con los valores among other factors analyzed.
de la España Republicana y el temor a perder la
vida, como así aconteció con Cariño y con otros
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Introducción el periodo de la II República y la guerra


(1931-1939) en un acto que sigue sin estar
reparado a día de hoy.
La metodología empleada ha sido emi-
El estudio sobre el exilio repu- nentemente cualitativa basada principal-
blicano conoce un creciente interés en mente en entrevistas de carácter semi-es-
tre historiadores e investigadores sociales tructurado con los propios protagonistas o
en aras de reconstruir, divulgar y dar a co- sus descendientes o allegados así como el
nocer a las nuevas generaciones un hecho recurso al análisis de la prensa escrita de
histórico condenado al olvido y el ostracis- la época. En este sentido, cuando no nos
mo. Han pasado 80 años desde el inicio de fue posible hablar en su día con los propios
la Guerra Civil y todavía es difícil y, pa- protagonistas, suplimos esta limitación en-
rece que incluso comprometido, encontrar trevistando a numerosos amigos, familiares
estudios sobre esta temática, y este hecho y compañeros de los propios deportistas.
se acrecienta más si cabe si nos ceñimos al Ocasionalmente también se recurrió a dis-
ámbito del deporte, donde las investigacio-
tintas aportaciones bibliográficas y heme-
nes han sido escasas hasta la fecha.
rográficas si bien obtuvimos la mayor parte
El siguiente artículo pretende poner en
de nuestra documentación a partir de los
valor y rescatar de la memoria a los depor-
testimonios orales y escritos procedentes
tistas valencianos que se vieron forzados
del entorno más cercano a nuestros prota-
a exiliarse tras la Guerra Civil Española.
gonistas así como de la amplia información
Son los grandes desconocidos de la histo-
recabada de los medios de comunicación,
ria del deporte valenciano y el siguiente
artículo supone un reconocimiento a todos en especial los periódicos El Mercantil
ellos. Hemos recuperado y documentado la Valenciano, Levante, Fragua Social, Las
trayectoria deportiva de cinco destacados Provincias y Jornada. Igualmente se con-
deportistas que sirven de hilo conductor sultaron otras fuentes secundarias como
para comprender las vicisitudes que tuvie- archivos personales y federativos, boletines
ron que hacer frente en sus vidas debido informativos de diversas Federaciones o re-
a las imposiciones del régimen franquista: portajes de revistas especializadas.
represión, miedo, olvido, desprecio cuan-
La actividad deportiva en la Valencia
do no estigmatización interior, entre otros republicana
factores. Cabe añadir además la anulación
de sus resultados deportivos así como el El deporte en Valencia durante los años
de todas las competiciones deportivas ce- de la República vivió un momento excep-
lebradas en territorio republicano durante cional, en el que las ilusiones fueron más
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
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grandes que los medios con los que se y la Agrupación Exploradores de Valencia
contaba para su práctica. A partir de la recorrían las cimas del País Valenciano. En
Exposición Regional de 1909, vinculado atletismo, como también veremos más ade-
fundamentalmente a los ámbitos urbanos, lante en detalle, el foso de longitud de las
emerge una nueva clase social, la burgue- rudimentarias pistas de atletismo de Mes-
sía, ahora con tiempo libre y que deman- talla, Vallejo, La Malvarrosa o Burjassot
dan un modelo de ocio basado en la activi- sirvieron de escenario para que José Catali-
dad física y deportiva a modo de distinción na Llorens, conocido como Pepe Lacomba,
social siguiendo el ejemplo de Reino Unido inscribiera su nombre entre los grandes del
y Francia. En la capital del Turia ello propi- atletismo español. Por otra parte, los te-
ció que deportes elitistas como el tenis o la nistas contaban con tres excelentes clubes
hípica contaran con excelentes instalacio- donde las clases acomodadas disputaban
nes. No obstante, con la República se de- enconados matches. En el Real Club Náu-
mocratiza el deporte y en ese sentido cabe tico, desde 1903, la vela, el remo y la na-
apuntar que el fútbol fue el deporte domi- tación iniciaban su singladura. En Vallejo
nante en los grandes núcleos de población (estadio del Levante F.C.) estaba ubicado el
(Carbonell, 1972; Bosch, 2014) mientras canódromo y en la plaza de toros una gene-
que la pilota valenciana resistía con entu- ración excepcional de boxeadores lograba
siasmo en el mundo rural y en una decena títulos europeos y mundiales. Muchos de
de trinquetes que funcionaban con notable estos boxeadores murieron antes de cum-
éxito. Por su parte, el ciclismo fue capaz plir 50 años, buena parte de ellos en la mi-
de organizar la Vuelta Ciclista a la Región seria, víctimas de las consecuencias físicas
Valenciana. La natación celebró en la pis- que acarreó la guerra, la cárcel, el exilio o
la posterior represión franquista.
cina de Las Arenas en 1935 los campeona-
tos de España, en sesiones nocturnas, con La FUE
éxito enorme. Las carreras a pie contaron
con figuras que marcaron una época: José La labor de la Federación Universitaria
Morant, el Meló, y Manuel Lora (Agulló Escolar, fundada en Valencia en 1928, fue
Albuixech, 2008). El hockey también gozó enorme en ámbitos como la educación, la
de buena salud y una selección valenciana cultura y el deporte. La FUE estuvo siempre
llegó incluso a competir en Lyon (Francia). al frente de todos los proyectos de innova-
En relación con los espacios deportivos ción pedagógica, fue una gran valedora del
la Alameda de Valencia servía de escenario saber crítico y racional, y al mismo tiempo
a numerosas competiciones ciclistas y ca- defensora de la escuela pública como ca-
rreras pedestres, entre ellas la Volta a Peu mino de integración de las desigualdades
a Valencia. La Colla Excursionista El Sol sociales.
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Reproducimos parte del texto que con deportistas en sus distintas modalidades,
ocasión del acto de entrega de la Medalla desde equipos de rugby, a fútbol, pasando
de la Universitat de València, se leyó en el por el atletismo, la natación, el baloncesto,
paraninfo de la Universitat (2001): La FUE el hockey, el waterpolo, el esquí, el remo, la
ha sido mucho más que una organización vela o el excursionismo. La mayoría de sus
de estudiantes, ha sido un talante, que se socios fueron estudiantes de clase media.
tradujo en su participación en Colonias Es- Durante el franquismo los fuistas siguie-
colares; su cooperación en las Universida- ron reuniéndose de forma clandestina pri-
des Populares; su colaboración con las Mi- mero y discreta después hasta que a fina-
siones Pedagógicas, el más brillante ensayo les de los años 70 retomaron su actividad.
de la República por llevar la cultura a no Hoy la más veterana de ellos es Alejandra
importa qué lugares perdidos de la geogra- Soler, que acaba de cumplir 103 años. Un
fía del país; su integración en la Barraca, día a la semana, que suele ser los jueves, se
dirigida por Federico García Lora y cola- reúnen los antiguos fuistas con las nuevas
boración de Rafael Alberti y María Tere- generaciones de los Amigos de la FUE para
sa León. La FUE valenciana creó el Búho, compartir alegrías, proyectos e ilusiones.
que llevaron a los más apartados rincones
de España representaciones teatrales sin El deporte durante la guerra
olvidar las bibliotecas ambulantes con ser-
vicio de prestaciones de libros (Archivo de El 18 de julio de 1936 los valencianos
la FUE). acudían a ver la película Tiempos Moder-
Su labor en el campo deportivo fue enor- nos con Charles Chaplin como protagonis-
me. La FUE introdujo en Valencia deportes ta. Unos días antes se había celebrado un
como el rugby y el básquet; divulgó el at- gran concurso hípico en las instalaciones
letismo, la natación, el fútbol o el excur- anexas al campo de Mestalla. El rugby y el
sionismo, entre otros. La FUE incorporó basket se expandían. En el Frontón Valen-
la mujer a la práctica deportiva. Hasta ciano reinaba la pelota vasca mientras las
entonces solo jugaba muy ocasionalmente chicas jugaban a hockey. La Olimpiada Po-
a pilota valenciana o pelota vasca y ahora pular de Barcelona contó con una impor-
encuentra en el baloncesto, junto al tenis tante delegación valenciana. Las regatas
y la natación, los primeros lugares donde femeninas fueron otra de las actividades
desarrollarse deportivamente, mientras el deportivas reseñables. En el trinquete de
fútbol, el boxeo o el ciclismo siguen sien- Pelayo se jugaban partidas todos los días
do deportes practicados de forma exclusi- (Bosch, 2016).
va por hombres (Rius, 1991). Las secciones El golpe de estado del general Franco
deportivas de la FUE aportaron más de 400 abrió la caja de Pandora y la violencia y
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
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los asesinatos injustificables de uno y otro Arnau era vicepresidente y socio fundador
bando se adueñaron de pueblos y ciudades. del Club Naútico Delfín y juez árbitro del Co-
legio de Jueces Cronometradores de Valencia.
El deporte no escapó a la politización y se
De sus condiciones morales y técnicas dice,
convirtió en arma propagandística. Clubes más que todo cuanto escribamos, el hecho de
y federación pasaron a ser controlados por haber sido el único juez regional que actuó en
sindicatos y asociaciones obreras. los pasados campeonatos de España.
En Valencia durante la guerra se cele-
braron numerosos festivales para recaudar Probablemente de todos los deportistas
fondos ora para los niños huérfanos ora del País Valenciano que murieron duran-
para comida y medicamentos para los hos- te la Guerra el más internacional fuera el
pitales. Se jugaron partidos de fútbol, ru- ciclista de Vila-real Juan Bautista Lloréns
gby, baloncesto y hubo festivales atléticos. Albiol (1897-1937). Murió en la defensa
Los pilotaris vascos y valencianos se unie- de Madrid siendo capitán del ejército re-
ron a esta causa y en el trinquete de Pelayo, publicano. Lloréns, varias veces campeón
en el Frontón Valenciano y en el Jai Alai se de España, fue el primer ciclista español in-
jugaron partidas memorables. ternacional y llegó a competir en América.
Su hijo Juan Bautista Lloréns Cantavella
El hecho de que un deportista famoso
(1997) ha escrito la biografía de su padre
defendiera la República era destacado por
en la que habla de la discriminación y per-
la prensa: Aparicio, el extremo izquierda
secución que sufrió la familia y del olvido
del Valencia F.C dirige desde el frente un
que durante 40 años padeció la figura de su
saludo a la afición valenciana. Sabemos
progenitor.
que Aparicio está en el frente sur del Tajo.
Otra muerte en el frente de batalla muy
Las noticias de la muerte en el frente de sentida fue la del atleta de Carcaixent (la
algún deportista eran recogidas y comen- Ribera Alta) Bernardo Camarena, sub-
tadas con verdadera admiración. De este campeón de España de 10.000 metros, y
modo La Correspondencia de Valencia, plusmarquista regional en esa distancia.
2.11.1936, anunciaba la muerte en el fren- Durante años su nombre fue silenciado y
te del nadador Ricardo Arnau Piquer: sus marcas ignoradas.
En los meses previos al final de la guerra
Ricardo Arnau ha muerto en el sector del
miles de valencianos dejaron su tierra y se
Tajo, en Parla. Estaba enrolado en la prime-
ra compañía, segundo batallón de regimiento establecieron mayoritariamente en Francia,
Uribarri, formando parte de la columna Uri- América Latina y en el Oranesado (Arge-
bes-Palacio, a donde llegó luego de haberse ba- lia) donde sufrieron enormes privaciones.
tido anteriormente en la Columna de Hierro. Muchos de ellos están enterrados en los
12

países de acogida, otros volvieron décadas portivo de todo cuanto había acontecido
después. A finales de los 70 los deportistas en Valencia durante los años de la Repú-
de la FUE, que durante la República había blica y en especial de la Guerra. A modo de
agrupado a decenas de practicantes, volvie- ejemplo, el título que ganó el Levante U.D
ron a reencontrase. Este texto está destina- en la copa de España de 1937, sigue sin ser
do para toda aquella generación que unió reconocido hasta la fecha por la Real Fede-
deporte con cultura, igualdad y libertad. ración Española de Fútbol.
El exilio afectó a decenas de deportistas:
El exilio pilotaris, atletas, boxeadores futbolistas,
nadadores, excursionistas o ciclistas. Tam-
El hecho de tener que emprender el ca-
bién muchos maestros republicanos fueron
mino del exilio, por desgracia, ha sido algo
fusilados o expulsados del cuerpo de profe-
habitual para muchos valencianos. El gran
sores. Cabe recordar que los maestros de la
humanista Juan Luis Vives, jugador de pi-
República abogaban por una práctica de-
lota valenciana en su juventud, inaugura la portiva en la que los hombres y las mujeres
lista. Ello aconteció a principios del siglo podían compartir aulas, proyectos y jue-
XVI. La mano larga de la Inquisición estu- gos. La coeducación y la igualdad debían
vo detrás de esta partida forzosa. A princi- de regir los destinos de las futuras genera-
pios del siglo XIX otro ilustre valenciano, ciones. Volviendo a los deportistas, unos
totalmente desconocido para el gran públi- cuantos lograron pasar a Francia o a Arge-
co, se vio obligado a exiliarse. Nos esta- lia, y desde estos países trataron de llegar a
mos refiriendo a Francisco Amorós (1770- América Latina (principalmente México y
1849) coronel del ejército español, amigo Argentina) donde intentaron sobrevivir en
de Jovellanos y del conde de Aranda e in- diversos sectores económicos.
troductor del Real Instituto Pestalozziano A título de ejemplo, el profesor y nada-
de Madrid en 1807. Partidario de las ideas dor de la FUE José Ricardo Morales desta-
de la Ilustración Francesa desarrolló en có por sus publicaciones en la universidad
Paris toda su actividad en el campo del de- de Santiago de Chile; el árbitro de fútbol
porte. Amorós diseñó numerosos aparatos de Montavener (la Vall d’Albaida) Francis-
y fue el autor de varios manuales gimnás- co Bataller García y el aficionado al mo-
ticos. tociclismo Amado Granell -que un 26 de
Si el tribunal del Santo Oficio en el pa- agosto de 1944 tomó el ayuntamiento de
sado trató de borrar todo vestigio de in- París- pasaron a Argelia en el Stanbrook,
teligencia y de espíritu crítico, acabada la el carbonero británico que sacó a los últi-
Guerra Civil el bando vencedor trató por mos españoles desde el puerto de Alicante
todos los medios de borrar el pasado de- en marzo de 1939.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
13

Si nos adentramos en el fútbol, es menes-


ter poner en valor la figura de José Rodrí-
guez Tortajada, un hombre defensor de la
cultura y la lengua valenciana, presidente
del Valencia F.C y de una integridad cívi-
ca ejemplar (Bosch, 2013; 2014). También
pueden ser mencionados los casos de fut-
bolistas en el exilio de: Antonio Conde
Aja, Francisco Montañés, Hilario Cerdà,
Nieto, Artigas y Siero (García Candau,
2007; Bens, García-Nieves y March, 2009;
Bosch, 2014)
Otros casos de futbolistas desterrados
fuera de Valencia correspondieron curiosa-
mente a dos porteros: Joaquín Ramos del
Sporting de Sagunt (Camp de Morvedre)
que falleció en Venezuela en 1980 y, sin
duda uno de los casos más representativos,
Enrique Cano (1907-1958). Cano, conoci-
do popularmente con el alias de «Manitas
de Plata», fue uno de los más famosos por-
teros del Valencia F.C y con este club subió
a la división de honor en 1931. Finalmente
tuvo que emigrar a Uruguay, ante la per- Enrique Cano
secución política y laboral a la que fue so-
metido acabada la guerra. Murió en Mon- delación propició su detención muy cerca
tevideo siendo uno de los miembros más de la frontera. Fue fusilado el 24 de julio
destacados y queridos del Casal Valencià de 1950 tras haber sido uno de los roders
de Montevideo (Agulló Calatayud, 2011). o maqui más buscados por la Guardia Ci-
Por otra parte, la pilota valenciana fue vil. Según Toni Marí y Vicent Malonda
otro de los deportes que se vio afectado (1998) Carinyo -originario de Rafelcofer
por la represión o el exilio. El escritor Víc- (la Safor)- fue un jugador carismático, de
tor Labrado cuenta en su reciente libro No muchos poderes y con una de las mejores
Mataràs (2014) la vida del pilotari José izquierdas que se han conocido. Jugador
Andrés Mompaler conocido como Carinyo tanto de trinquet como de carrer todavía se
que trató de exiliarse a Francia si bien una le recuerda en la actualidad en numerosos
14

pueblos de las comarcas centrales valencia- ánimo de ser exhaustivos citaremos a los
nas por su excelente juego, y por su serie- pilotaris Jeroni Piera Calatayud de Murla
dad y saber estar en el trinquet. (Marina Alta) y a Salvador Rodriguez Mut
Siguiendo en el trinquet cabe destacar de Benicalap (l’Horta). El primero era un
igualmente al pilotari Fenoll de Torrent renombrado jugador de «llargues» y «trin-
(Horta Oest). Actuó en la demarcación de quet» de uno de los pueblos con más so-
mitger y estuvo a nómina del Trinquet de lera. Jeroni ejercía como secretario de la
Pelayo desde 1931 a 1939, cuando, por agrupación socialista local. Cerca de aca-
razones políticas, salió del país, concreta- barse la guerra desde el Partido Socialista
mente a Francia. El erudito Llorenç Millo de Alicante se le conminó a salir del país
en su excelente obra El Trinquet (1976) por miedo a represalias. Finalmente, tras la
dice de él: «Era un jugador temperamental, intercesión de los caciques locales, resolvió
los que llegaron a verlo lo comparan con el quedarse si bien debía presentarse diaria-
Gat II, su mejor arma fue la volea. Alternó mente ante la Falange Local y «demostrar
en los mejores partidos de más categoría de buena conducta». Por otra parte, Salvador
su época. Se distinguía por su temperamen- Rodriguez, Bolera, destacado pilotari de
to alegre y jocoso». las modalidades de «carrer» combatió en
Por otra parte, Isidro Muñoz Sesé, co- el Frente de Teruel y formó parte del equi-
nocido como Perolero, uno de los mejores po de carabineros de confianza de Juan Ne-
jugadores de la modalidad de frontón de grín. Su carrera quedó truncada y marcada
la historia y que llegó a jugar importantes desde entonces, pero años más tarde volvió
partidos contra pilotaris vascos, se tuvo a «faixar-se» (vestirse de blanco en el léxi-
que exiliar a la ciudad argentina de Tucu- co de la pilota valenciana) y se consolidó
mán. Allí, años más tarde, abrió un hotel y como un referente del deporte autóctono
se casó, si bien no tuvo descendencia. Una por antonomasia de los valencianos (Agu-
sobrina suya, Cristina Fernández Pera, nos lló Calatayud, 2016).
comentó que cada año, el día de las uvas Retomando estos casos de exilio es me-
su tío decía: Este año cae Franco. No vol- nester señalar que, aunque quizás menos
vió a Pedralba hasta la muerte del dictador. conocido, el exilio interior también existió.
Años después de su muerte se rotuló una Centenares de deportistas valencianos fue-
calle con su nombre en su localidad natal y ron detenidos y encarcelados por una gran
se le brindó un sentido homenaje. diversidad arbitraria de motivos como es-
En la pilota valenciana, muchos juga- tar en posesión del carnet de militante de
dores pertenecientes a las clases populares Izquierda Republicana, el partido del pre-
se significaron por la República durante la sidente de la República Manuel Azaña, o
guerra por lo que también encontramos por el hecho de haber defendido la legali-
numerosos casos de exilio interior. Sin dad democrática. En este grupo hay que se-
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
15

ñalar al atleta Manuel Lora quien en 1931 José Lacomba, triple campeón de
había ido corriendo en compañía de José España (1913-1985)
Morant, el Meló, desde Valencia a Menton
(sur de Francia) para depositar una ban- La figura de «Pepe Lacomba», José Ca-
dera republicana en la tumba de Vicente talina Llorens, deslumbra toda la década
Blasco Ibáñez. Igualmente destacables son de los años 30. Nacido en el Cabanyal
los casos del dentista Pepe Bonet Sanjuán (Poblats Marítims), tuvo una infancia mar-
de la FUE, uno de los jóvenes entusiastas cadamente difícil al ser atacado de polio-
más activos en la promoción de deportes mielitis a los siete años. Poco antes de su
como la natación, el hockey, el rugby o el muerte, nos contó que se curó con los con-
remo, al igual que el atleta Vicent Marco, sejos que cierto médico le dio a su madre:
también de la FUE. Quince días de baño de sol en la playa y
Finalmente, al igual que los deportistas, quince en la montaña. Su primer club fue el
cabe apuntar que el periodismo deportivo C.A. Huracán, luego pasó a la Agrupación
también se vio afectado por las consecuen- Atlética Valenciana.
cias de la Guerra. En este apartado resulta Lacomba entrenaba en las playas de Las
oportuno destacar la figura del periodista Arenas y de la Malvarrosa. Ello hizo que
Rafael Hernández Zafrilla que durante la sus tobillos se acostumbraran a trabajar
República fue subdirector del periódico La con una intensidad inusitada con respecto
Traca, además de secretario y jefe de pren- al resto de atletas. Otros recintos deporti-
sa del presidente de la República. Por su vos que utilizó Pepe fueron el campo del
ideología e involucración política fue en- Levante (Camino Hondo), el campo de
carcelado, torturado e inhabilitado para el
ejercicio activo del periodismo. Años más
tarde, debido a esas razones, se escudó en
un seudónimo para ocultar su verdadera
identidad y seguir así escribiendo lo que le
llevó a popularizar varios sobrenombres,
siendo su alias más popular y conocido
el de «El duende de las casetas» (Corell,
2002).
A continuación nos aprestamos a co-
nocer más en profundidad a los cinco de-
portistas exiliados que hemos seleccionado
para nuestro análisis. José Lacomba
16

Sant Guillem en la calle Sagunto, el Algi- ¿De dónde ha salido esta maravilla? Se pre-
rós Tenis Club o los campos del Rayo y del guntaba la gente. Y el chiquet, morenito, fino,
tipo clásico cabañalero, sonreía socarronamen-
Norte. te mientras cruzaba miradas significativas con
Lacomba fue el primer atleta valenciano Meléndez. Unas líneas más abajo lo definen
que se adjudicó tres competiciones interna- como, enjuto, cetrino, elástico como manojo
cionales: Génova, Bolonia y Brescia. Una de miembros de goma, derribaba ahora un re-
serie de lesiones y la necesidad de ganar- cord, y luego otro y otro.
se la vida condicionaron su carrera atléti-
Un año después en la primavera de 1931, en el
ca. Trabajó en una naviera lo que le hizo estadio de Montjuïc, Lacomba se proclama cam-
aprender pronto lenguas como el inglés, el peón de España de triple (13,87); altura (1,75) y
portugués y el francés siendo además el va- subcampeón en longitud, (6,39). Tenía entonces
lenciano su lengua materna. Nunca ganó 19 años de edad.
un solo céntimo de peseta con este deporte
En su carrera ostentó el récord regional de pen-
y tuvo que pagarse los listones con los que tatlón y tres récords de España: altura con 1.82 el
se entrenaba. En ocasiones una cuerda o 13 de mayo de 1935 en Barcelona y en dos oca-
una caña sirvieron de listón. Al no haber siones el de triple. El 3 de junio de 1930 en Brescia
colchoneta su caída era sobre sacos de are- con 13.90 y el 7 de julio de 1935 en Valencia con
una marca de 14.07. Estas marcas necesitaron
na o la tierra del estadio. En 1934, en el más de un cuarto de siglo para ser batidas por
descanso de un partido entre el Barcelona y atletas valencianos lo que da cuenta por un lado
el Valencia, en el campo de Mestalla, trató de su excepcionalidad y por otro de las vicisitudes
de batir el récord de altura de España. que pasó el atletismo valenciano en la postguerra.
El estilo de Lacomba para pasar el lis-
tón -hay que recordar que entonces no se Cuenta el periodista Rafael Hernán-
conocía el estilo Fosbury-, era una especie dez Zafrilla que este muchacho poseía un
de rodillo ventral que se llamaba estilo Os- cuerpo atlético y una técnica muy especial
a la hora de saltar. Queremos agradecer a
borne, en la que el cuerpo del atleta pasaba
Zafrilla, fallecido hace unos años, toda la
en paralelo sobre el listón.
información que nos ha suministrado so-
Plusmarquista español bre la temática analizada así como sobre
Lacomba, sobre sus métodos de entrena-
En el mes de junio de 1930 Lacomba en- miento, anécdotas y necesidades. Ambos
tró en la historia del atletismo español, tras trabajaron conjuntamente y ambos sintie-
su triunfo en Italia. La Semana Gráfica (14 ron el deporte valenciano con una pasión
de junio) se hizo cargo de presentar a este merecedora de todo elogio.
joven: Volviendo a nuestro protagonista, en
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
17

1933 empieza a colaborar con el Mer- suficiente para que la clase proletaria agudice
cantil Valenciano, periódico republicano. su ingenio en busca de beneficios comunes,
En 1935 hace 9,3 en 80 metros y supera tanto en el orden moral como en el material.
‘Ellos’ fueron los que, no conformándose con
el listón situado en 1,82, estableciendo un
su inmejorable posición, exenta de privaciones,
nuevo récord de España. Por si fuera poco, nos llevaron a lo de hoy, paso firme que viene
ese mismo día hace en 13,52 en triple y es a marcar una ruta de esperanzas proletarias
segundo en los 110 metros vallas. Igual- que, por el fondo y el porcentaje tan crecido de
mente, como periodista obtuvo el primer clase obra, a nadie más que a todos nosotros
premio por sus crónicas deportivas de las conviene.
regatas del Club Náutico de Valencia. Asi-
mismo, fue el primer entrenador oficial que El rumbo social que toma nuestro país con
motivo de esta fracasada rebelión fascista, tien-
tuvo la Federación Valenciana de natación.
de a mejorar la clase del trabajador en todos
Apasionado del deporte, leía toda la infor- los sentidos, porque lo venía exigiendo la mar-
mación que a través de las agencias llegaba cha de los tiempos, la razón de lo justo, y los
a la sede del diario Mercantil. Igualmente, derechos del hombre.
en compañía de Zafrilla entrevistaron a las
estrellas del cinematógrafo que pasaban Y en deporte, en esta importante faceta de la
por Valencia. vida, ha llegado la hora de pedir a voz en grito
que cuanto antes, una vez pasados los momen-
Su compromiso con la República tos amargos por que atravesamos, se pida a los
poderes constituyentes lo que el pueblo necesi-
Lacomba fiel a sus principios republica- tas, como el pan que come. Campos, piscinas,
nos denunció junto con su amigo Hernán- lugares de recreo y todo lo necesario, a fin que
dez Zafrilla desde el periódico el Mercantil pueda mejorar nuestros medios físicos con que
Valenciano la instrumentalización racista ayudarnos a ganarnos el sustento.
de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
El 27 de agosto de 1936 en el periódico el
La Guerra Civil
Mercantil Valenciano en donde viene cola- Durante los años de la Guerra Civil fue
borando desde hace 3 años, escribe un tex- profesor de educación física en el Instituto
to que sirve para ilustrarnos sobre el mo- Obrero, participó en la Olimpiada Popu-
mento que vive España y la función social lar de Amberes en 1937, donde hizo una
del deporte (Agulló: 1985): gran marca en salto de longitud, y en un
mitin solidario, disputado en el estadio
Los momentos críticos por que atraviesa
nuestra Península, provocados por gente re- de Montjuïc en mayo de 1937, saltó 1,77
accionaria y de bajos sentimientos, nos han en altura, hizo 13,51 y marcó 6,53 en el
volcado a una situación, sino angustiosa sí lo foso de longitud. Todas estas marcas fue-
18

ron anuladas por la Federación Española ciones para destacar en esta especialidad,
de Atletismo por haberse conseguido en el dotado de piernas largas y elásticas y de
bando republicano. Luis Furió en el diario gran afición. Popular en su región y en
Las Provincias 30-9-1978 lo entrevista y toda España, según leímos en una revista,
allí narra cómo fue su vida: Salí de Espa- estuvo enfermo de poliomielitis en su in-
ña tras la guerra civil y estuve tres años en fancia, gracias a su gran fuerza de voluntad
Italia; luego pasé a Argentina, donde residí recuperó sus facultades físicas y llegó a in-
cerca de quince años. Más tarde estuve en ternacional y a campeón de España en cua-
Brasil. Allí trabajé durante tres años como tro ocasiones: 1930, 1931, 1934 y 1935.
director de programas de una emisora de Lacomba igualó la marca de Irigoyen en
radio y TV, luego en Estados Unidos, Ja- el año 1932, durante un festival interpro-
pón y toda Europa. Prácticamente he visi- vincial, en el campo del F.C. Levante. Y
tado todos los países del mundo. tres años más tarde, en el estadio de Mon-
tjuich, cuyas pistas había sido restauradas
Lacomba en los libros de historia del recientemente, consiguió batir este récord,
atletismo español su gran ilusión, estableciendo un registro
La importancia de la carrera atlética de de 1,82. El excelente atleta valenciano se
Pepe Lacomba es recogida por el historia- expatrió durante la guerra y trabajó en
dor francés Gastón Meyer (1962: 299): una cadena de radiodifusión argentina y en
«Un magnífico producto de la escasa can- uno de sus viajes por España hemos tenido
tera levantina. Un hombre que se preocupó ocasión de rememorar sus hazañas depor-
seriamente de trabajar la técnica y que le tivas».
llevó a señalar marcas de bastante nivel en
Homenaje en los viveros 1978
1935. Batió el récord de España de salto de
altura, con 1,82, y el de triple, con 14.05. El 30 de septiembre de 1978 Lacomba
Antes, en 1930, ya había raspado los 14 recibió el homenaje del atletismo valencia-
metros, saltando 13.94 en Brescia (Italia)». no. Había llegado a España hacia 5 años,
vivía en Madrid y trabajaba en el sector ci-
El prestigioso y añorado historiador nematográfico. Durante muchos años pasó
del atletismo español José Corominas
(1967:85) escribió sobre él: penurias y privaciones. El homenaje con-
sistió en una comida que tuvo lugar en los
«En 1930, de forma meteórica, surge el Jardines de los Viveros y que contó con la
atleta valenciano José Catalina Llorens, asistencia de sus compañeros de los años
más conocido por su seudónimo de La- 30. Alfredo Di Stefano; el director de cine
comba, uno de los atletas con más condi- Alfredo Barden; el presidente de la Fede-
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
19

ración Española de Atletismo Manuel de Valencia a finales del siglo XIX y el padre
Hoz y el historiador catalán Joan Coromi- se convirtió en el cónsul de Grecia en Va-
nas enviaron telegramas de adhesión. Entre lencia, y su trabajo se vinculó con la activi-
los asistentes al acto, el alcalde de Valencia dad portuaria. Una familia de clase media
Miguel Ramón Izquierdo, León Agulló que que deseaba dar estudios a sus hijos.
fue el secretario de la comisión organizado- La personalidad de Enrique Geor-
ra del homenaje, Antonio Ruiz, Martínez gakopulos, al decir de todos aquellos que
Marcelino, Alfonso Alberola, Hernández le conocieron, fue excepcional tanto en el
Zafrilla, Manolo Ricart, Juan Antonio Ca- plano deportivo como en el humano. Los
parrós, Miguel Pellicer, los delegados del familiares con los que hemos podido ha-
Valencia C.F. y del Levante U.D. Sus últi- blar nos dicen que Enrique adoraba a su
mos años los pasó en Madrid, desde donde familia y que su fidelidad a la República no
visitaba ocasionalmente Valencia. Su muer- le impidió ayudar a las personas honestas
te fue recogida por los principales periódi- que militaban en otro campo ideológico,
cos deportivos nacionales como aconteció con su hermano Nicolás y
otros amigos.
Enrique Georgakopulos, primer Alejandra Soler, una mujer comprometi-
internacional del rugby valenciano da con la República y defensora de la igual-
Los primeros Georgakopulos los en- dad entre los hombres y las mujeres que co-
contramos en la ciudad de Vinaròs (Baix nocernos más en profundidad en epígrafe
Maestrat) donde se estableció el padre de aparte, dice de él: Poseía una belleza grie-
Enrique, nuestro siguiente protagonista, ga, era enormemente simpático y alegre: lo
hacia el año 1870. La familia se trasladó a llamábamos cariñosamente Georga y fue
quien nos enseñó a correr y a lanzar. Nos
daba unas clases de educación física muy
atractivas y divertidas. Enrique fue el en-
trenador del equipo de atletismo femenino
de la FUE en el que estaba Alejandra y las
hermanas Reyes, entre otras.
Víctor Agulló Aguilar, íntimo amigo
suyo, nos dijo hace años: Enrique fue junto
con Usano los que introdujeron el rugby en
Valencia. Ambos eran médicos y estimaban
este deporte como uno de los más comple-
tos y nobles, a pesar de los enormes placa-
Enrique Georgakopulos jes a los que se sometían.
20

Enrique no solo fue un excelente juga- Pero no solo la prensa valenciana desta-
dor de rugby, o el primer entrenador de có su papel en el campo del deporte. Igual-
un equipo femenino de atletismo, en este mente, la prensa madrileña se ocupó de
caso las alumnas de Magisterio Español, este valenciano. Con ocasión de la final del
sino que también fue uno de los hombres campeonato de España disputada en Ma-
que procuró ver la relación existente entre drid entre los equipos de Medicina de Ma-
deporte y salud, como vemos en sus memo- drid y de Valencia, el diario ABC en fecha
rias sobre la historia del rugby. 2 de mayo de 1935 leemos:
Formó parte del equipo de rugby de la
FUE y sus actuaciones, siempre según la En la melee, Georgakopulos sacó todos los
balones hasta que se lesionó, lo que aprovecho
prensa de la época, fueron catalogadas
Uría para talonar también para sus tres cuartos
como excelentes. Jugó en Madrid donde se
apreció su saber hacer y fruto de ello fue su
En esta misma crónica encontramos
convocatoria para formar parte de la selec-
la alineación del equipo de la FUE que se
ción española de rugby que se enfrentó a
proclamó subcampeón de España de ru-
Portugal en Lisboa, convirtiéndose de este
gby: Alriols, Sancho, Bonet, Peris, Usano,
modo en el primer internacional del rugby
Espinosa, Martí, Gimeno, Mestre, Ceba,
valenciano.
García, Galler, Naya, Georgacopulos y
Sus compañeros del equipo de la FUE Umbert.
Alriols practicaba el salto con pértiga; el
Gracias a las numerosas reseñas de la médico Sancho, aparte de jugar al rugby,
prensa sabemos quienes fueron sus compa- fue un excelente corredor de 100 y 200;
ñeros en el equipo de rugby de la FUE. El abogado Baltasar Bonet destacó en los
lanzamientos y formó parte de la federa-
FUE de Valencia: Espinosa, Usano, Pu-
jalte, Soria, Urribes, Peris, Segovia, Aguado,
ción de atletismo en los años 60, si bien
Benavent, Moscardó, Solís, Robles, Codoñer, su pasión por el rugby la conservó hasta
Georgacópulos y Cantó. Del equipo valencia- los últimos días de su vida; Usano forma
no merecen mención honorífica: Usano, Peris, parte de este artículo con un estudio espe-
Aguado y Georgacópulos. Bien muchachos que cial; Espinosa jugaba al fútbol; el médico
formáis la sección de Deportes de la F.U.E., se- Martí Ceba en la década de los años 50 y
guir por el camino emprendido y demostrad
60 se especializó en medicina deportiva y
la falta que está haciendo la implantación del
deporte en las Universidades españolas. Seguid su deportivo favorito fue el submarinismo;
y entonad vuestra canción guerrera: FUE, ras, Mestre jugaba al fútbol al igual que Naya
ras ras. (Las Provincias 25.10.1932, 15). y Umbert.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
21

Pasión por los deportes estaban en el frente. Entre los equipos par-
ticipantes encontramos los siguientes: FUE,
Con ocasión de un encuentro entre Ma- Universitary, Estrella Roja, Sporting Club
drid y Valencia, Miguel Aguado Navarro Catarroja, Fracas R.C, Spartako R.C, Zeus
del periódico Diario de Madrid de fecha 18 R.C, Alcira R.C., Tabernes R.C. y Depen-
de diciembre de 1935, entrevista a Enrique dencia Mercantil R.C. En las alineaciones
quien comenta: que la prensa reseñaba sobre el equipo de
He sido campeón infantil de natación, cam- la FUE las actuaciones de Enrique siempre
peón de boxeo universitario y jugador de futbol fueron destacadas.
en el Gimnástico. Me gusta el rugby porque es
el deporte más completo y más noble de todos. Guardaespaldas de Negrín
He sido internacional una vez contra Portugal.
Iniciada la Guerra Civil Enrique ingresó
En las memorias de Enrique sobre el en la Academia de Policía y participó acti-
juego del Rugby en Valencia escribe en la vamente en los preparativos de la defensa
página 6: En el año 1935, tuvieron lugar de la ciudad, así como en la seguridad de
dos partidos contra Portugal. El uno Es- miembros del gobierno republicano que
paña-Portugal, siendo el otro partido el de durante el año 1937 se establecieron en
Madrid-Sporting de Lisboa en ambos fui Valencia. Un hecho transcendental aconte-
seleccionado acompañándome en la expe- ció en su vida, con ocasión de la visita del
dición Cayetano Espinosa, en concepto de presidente de la República Juan Negrín a
tesorero de la Nacional. Valencia en 1938. Enrique, de constitución
Al mismo tiempo que su presencia en los atlética, fiel a los principios republicanos
terrenos de juego era reseñada estudiaba en formó parte de su escolta y en cierta oca-
la facultad de Medicina de Valencia. Unos sión evitó que el presidente fuera agredi-
estudios que probablemente tuvo suspen- do y ligó su vida a la del Negrín. Juntos
der cuando cursaba el último curso en el se trasladaron a Barcelona, a continuación
año 1936, o quizá acabar precipitadamen- al castillo de Figueres y de allí a Francia a
te. El estallido de la Guerra Civil supuso principios de 1939.
la implicación de Enrique y de cientos de Una vez en Francia Enrique continuó su
deportistas valencianos en defensa de la lucha contra el fascismo y el nazismo. La
República. Los festivales atléticos se suce- ocupación de Francia por parte del ejército
dieron y en ellos, aparte de la celebración alemán en 1940 y el hecho de haber sido
de carreras y saltos, igualmente se dirimían señalado como uno de los miles de repu-
partidos de fútbol y de rugby para recau- blicanos que habían atravesado la fronte-
dar fondos destinados a los soldados que ra huyendo del régimen franquista podría
22

acarrearle problemas. En un primer mo- lleva por título Sept guerrilleros espagnols
mento montó una imprenta con la que se arrêtés dans le Sud-Ouest, ‘Siete guerrille-
ganaba la vida y también ejercía como mé- ros españoles detenidos en el Sur-Oeste’.
dico, con lo que debía estar en posesión de En él se comenta que una banda de asesi-
algún certificado académico. Su lucha por nos acaba de ser arrestada, una cuadrilla a
defender los valores republicanos le abrió la que se le imputan trece asesinatos. Tras
la puerta a formar parte del maquis. la liberación se cometieron una serie de
crímenes que habían quedado impunes. El
El asesinato de Enrique articulista piensa que se trata de represalias
Los datos sobre su muerte son confusos. cometidas por guerrilleros llegados a Fran-
Sus familiares nos relataron que durante cia tras la Guerra de España y que tras el
años no tuvieron ninguna noticia suya. Sa- fin del maquis, saldaron sus diferencias con
bían que había pasado a Francia y que resi- arreglos de cuentas.
día en el sur, pero no recibieron nunca una El autor del texto señala que el jefe de
carta suya. Posteriormente, con el paso de la banda era Juan Fernández, apodado el
los años, comenzaron a llegarles noticias a Chato, y que ha sido gracias a las decla-
través de la prensa francesa. raciones de éste que se ha podido recons-
De este modo supieron que el doctor truir lo acontecido. Fernández explica a la
Enrique Georgakopulos fue ejecutado en policía como se cometieron los crímenes:
octubre de 1944 en el departamento del tiro en la nuca y por la espalda, y a conti-
Aude, cuya capital es Carcasona, una re- nuación se trasportaba el cuerpo al bosque
gión boscosa en la que los maquis llegaron donde era enterrado.
a contar con una fuerte infraestructura en La narración continúa dando noticias de
los meses previos a la liberación de París el todos y cada uno de los asesinatos cometi-
26 de agosto de 1944. dos por esta banda y en uno de los párrafos
En este grupo de guerrilleros que ope- se lee.
raba en esta zona había varios españoles, En octobre 1944, à Mérial (Aude), la
algunos de ellos miembros del partido co- bande arrêtait et exécutait le docteur Henri
munista. Según el periódico francés L’In- Georgakopulos, sa femme connue sous le
transigeant de fecha 1 de noviembre de nom de Mme Mougina, et Louis Garcia.
1953 se va a juzgar en París a siete guerri- (En octubre 1944 en Merial (departamento
lleros españoles que en el sudeste de Fran- de Aude) la banda detenía y ejecutaba al
cia habían ejecutado a trece compatriotas doctor Enrique Georgakopulos, su mujer
suyos en los meses que sucedieron a la Li- conocida con el nombre de Señora Mougi-
beración de Francia. na, y Luis García).
Este artículo de periódico L’Intransigeant Julián García Candau, en el diario Le-
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
23

vante del domingo 28 de diciembre de 2008 campeonato de España entre los equipos
en un artículo que lleva por título Dos va- de Madrid y Valencia:
lencianos protegieron a Azaña y Negrín
comenta que tras la Liberación Enrique Sacan los valencianos y sus tres cuartos co-
rren ahora derechos, dando la sensación de
protegió a una señorita, quien había tenido
peligro. Se van del campo lesionados los valen-
relaciones con un oficial nazi. Esta fue la cianos Gimeno y Georgacopulos. Este vuelve
excusa para que le persiguieran y acabaran al poco rato.
con su vida y García Candau añade: Su
hermano Nicolás, con quien conversé, me Lo que no dice el diario madrileño es que
contó que en tal relación solamente hubo jugó el resto del partido con dos costillas
compasión: Mi hermano era un hombre de rotas. Este era Enrique Georgakopulos.
gran corazón, me contó.
Esta versión puede ser cierta, si bien exis- José Martínez Valero, el tigre de Alfara
te también la posibilidad de que fuera la (1911-1963)
envidia y los celos los que desencadenaran
su muerte, dada la atractiva personalidad La práctica del boxeo vivió en Valencia
de Enrique. En cuanto a considerar el ase- su época dorada en las primeras décadas
sinato de Enrique como una cuestión ideo- del siglo XX. Hilario Martínez, nacido en
lógica, en el año 2014, los familiares con Aielo de Malferit (la Vall d’Abaida) y resi-
quienes hablamos nos comentaron que En- dente en Barcelona desde los 11 años, fue
rique era republicano pero no extremista. un boxeador que peleó en Nueva York, la
Otra de las hipótesis que se han barajado Habana, París y México. Sus éxitos sirvie-
señala el hecho de la presencia de forajidos ron para que otros muchachos valencianos
que actuaban bajo el paraguas del maquis quisieran seguir sus pasos y vivir también
y que no eran otra cosa que delincuentes de este deporte como lo hacían las gran-
comunes que aprovecharon la ocasión para des estrellas europeas y norteamericanas
eliminar a todas aquellas personas con las del ring, los Jack Dempsey, Joe Louis, Max
que pudieran ser un peligro cuando las Schmeling, Primo Carnera, Jacques Car-
aguas se calmasen y se supiera quién era pentier, o el español Paulino Uzcudún, en-
quién, y cuáles fueron sus móviles para ac- tre otros muchos.
tuar. José Martínez Valero nació Alfara del
Volviendo al Enrique hombre del depor- Patriarca (l’Horta Nord) en 1911 en el
te hay que destacar su coraje deportivo y seno de una familia muy humilde. Este será
su pundonor. Así quedaron reflejados en uno de los rasgos de todos los boxeadores
el periódico ABC de Madrid de fecha 2 de valencianos que destacaron en los años 20,
mayo de 1935. Con ocasión de la final del 30 y 40: los García Álvarez, Ricardo Alós,
24

mingos que había corridas de toros vendía


gaseosas en el coso valenciano. Allí, en esa
plaza de toros, presenció los primeros com-
bates de boxeo.
Los chicos de clase humilde, cuyas
familias no podían permitirse el lujo de
llevarlos a la escuela, comenzaban a trabajar
a los 8 ó 9 años, primero ayudando al padre
y luego como aprendices de alguna tienda,
o para llevar recados. El teléfono era un
aparato al alcance de muy pocas familias.
El hambre propició que muchos chiquillos
sabedores por la prensa de la buena vida
de los grandes ases del ring quisieran
emular a los grandes campeones de cuyas
hazañas el cinema mostraba imágenes y
las revistas especializadas comentaban
aspectos de su vida cotidiana. Casi siempre
el hecho de subir a un cuadrilátero era
algo que se hacía a espaldas de la familia,
José Martínez Valero
normalmente a los 15 ó 16 años de edad,
y en ocasiones con un nombre falso para
Llácer, Sangchili, Folgado y otros. Su padre
evitar la consiguiente «paliza» paterna en
se ganaba la vida trabajando en el campo,
caso de ser reconocidos.
como tantos y tantos hombres de princi-
La carrera de Martínez de Alfara no fue
pios del siglo XX, sin apenas haber pisado un camino de rosas, pero si que tuvo unos
la escuela. Es frecuente en el boxeo dar un inicios fulgurantes. A los 18 años se procla-
mote al púgil que destaca, así nació el tigre mó campeón de España. Contó para ello
de Alfara, por su enorme valentía. Años con dos personas claves; una fue su mana-
más tarde, en la década de los 40, otro pú- ger, Nicolás Calvo, y otra un periodista Sal-
gil valenciano en este caso Antonio Folga- vador Pont Ripoll que vio todo el potencial
do recibió el mote del tigre de Manises. económico que podría obtener llevando la
José Martínez siguió los pasos de su pa- carrera del Tigre de Alfara. Un hombre que
dre y le acompañaba al campo desde pe- llenaba la plaza de toros de Valencia cada
queño. Sabemos, por las entrevistas que le vez que boxeaba.
hicieron [una vez fue famoso], que los do- De este modo el diario Las Provincias de
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
25

fecha 23 de abril de 1933 hablaba de Mar- de 1939 se celebraron combates de boxeo


tínez de Alfara: en el teatro Apolo y en ellos participaron:
Llácer, Muñoz, Chirivella, Alandi, Ma-
Anoche vimos un Martínez de Alfara com- tamoros, Mesas, Gómez Blanco, Martín
pletamente nuevo, desconocido; pero mejora-
Nuevo, García Álvarez y Pedro Ros (Fra-
do en grado superlativo. Aquel batallar aloca-
do y ciego ha sido sustituido por una escuela
gua Social 22.3.1939). El 1 de abril en el
más depurada, tranquila. Sabiendo medir los momento en que desfila por la plaza del
tiempos y las distancias. Graduando el esfuerzo ayuntamiento las tropas franquistas en el
y conociendo el momento de lanzarse en salto trinquet de Pelayo se está jugando a pelota.
felino de tigre, para desbordar al contrario y La extracción social de los boxeadores
disparar toda la dinamita que tienen sus puños. explica que la mayoría de ellos apoyaran la
República y que desde el primer momento
se ofrecieran como voluntarios para parti-
Campeón de Europa
cipar en reuniones boxísticas:
Se proclamó campeón de Europa en
Reunión en Alcira con García Álvarez, Tole-
1934, en el combate celebrado en el mes
do, Alos, Santandreu y Alandio, club Martínez
de febrero en Mataró contra Leonard Ste- Fort (La Correspondencia 25.9.1936, 11).
yaert. Era la tercera ocasión que se le pre-
sentaba y no la desaprovechó. La fama que
alcanzó su nombre en la prensa valenciana Matinal pugilística en la plaza de Toros
fue enorme. De este modo el diario La Van- 20 de octubre de 1936: Participan boxea-
guardia dada la noticia el 8 de febrero: dores como García Álvarez, López de Silla,
Cebrián de Valencia, Melitón Mesas, Gar-
Anoche en el Olimpia en el combate más in-
teligente de su carrera, Martínez de Alfara con-
cía Peralta. Termina el artículo:
siguió el título de los semipesados. El campeón
Y por último, Martínez de Alfara ejecuta
belga, Steyaert, fue un hábil, difícil y noble ad-
unas exhibiciones con sparrings profesionales
versario.
(Fragua Social, 20.10.1936, 15).

La guerra El hundimiento del buque ruso Komso-


mol en aguas internacionales por parte del
En el momento que estalla la guerra uno bando faccioso provocó una profunda in-
de los primeros deportes que apoya a la re- dignación en la España Republicana. Si era
publica es el boxeo. Un deporte que junto cierto como decía el bando nacional que
con la pilota valenciana será el que registre trasportaba armas lo más sencillo hubiera
una mayor actividad. En el mes de marzo sido apresar el buque e incautar las armas.
26

El hecho de haberlo hundido subrayaba empeora en el bando republicano. Martí-


que era un acto de guerra. En Valencia los nez pelea en París por la causa de la Repú-
boxeadores decidieron celebrar una serie blica y cede parte de sus ganancias. A pesar
de combates Pro Komsomol. Según el dia- de su compromiso público con la legalidad,
rio Adelante 19.2.1937. En estos combates la envidia de algunos de sus paisanos y las
tomaron parte Cebrián, Martínez Valero, amenazas veladas hacia su familia acon-
Chirivella, Muñoz, Felipe, Gironés, Cer- sejaron trasladarse a Valencia y, en 1938,
velló II, Mesas, Álvarez, Aguilar, Arlandis, José Martínez acepta una propuesta del di-
Canet y García Álvarez. rector de Luna Park de Buenos Aires para
El origen social de Martínez marcó su boxear allí. Tras 4 años como boxeador en
postura ante los acontecimientos que se vi- este recinto se estableció en Mar del Plata
vían en España. El «tigre de Alfara» partici- donde ejerció de preparador en el gimnasio
pa en reuniones boxísticas organizadas por del Estadio Bristol de esa misma ciudad.
el partido comunista para recaudar fondos Los últimos años de su vida se recuerdan
con los que aliviar la situación de miles de como el de un gran preparador de boxea-
valenciano en el frente y la retaguardia. El dores argentinos. Una persona que se inte-
siguiente texto tomado del diario El Mer- gró en Mar de Plata donde dejó el recuerdo
cantil Valenciano de fecha19.8.1936, 3: de su saber hacer, siempre dispuesto a ayu-
dar a ese muchacho de extracción humilde
«Encontrándome al servicio de las milicias que quiere escapar del hambre.
en mi pueblo de Alfara, y habiéndome surgi-
En España durante muchos años su
do la idea de contribuir con mi esfuerzo a en-
grosar las recaudaciones que se destinan a mis nombre se borró de las páginas de la pren-
hermanos en lucha en defensa de la libertad y sa deportiva. En el momento de su muerte,
la República, me ofrezco incondicionalmente a el día de su cumpleaños, la prensa valencia-
tomar parte en alguna velada de boxeo. na lo comunicó en una breve nota en la que
se decía que había muerto
En espera del primer aviso. Salud y Manuel Usano (1909-1987):
República. – Martínez de Alfara». Director técnico de los V Juegos
Centroamericanos y del Caribe
En 1937 combatió en Madrid donde fue
ovacionado por su compromiso con el go- Al abrir las páginas de los periódicos
bierno de la República. En uno de los com- valencianos de los años de la República y
bates el batallón de la Pasionaria le entregó acudir a la sección de deportes el nombre
un mosquetón tomado a los facciosos. A de Usano aparece vinculado a la FUE y
medida que pasan los meses la situación a la práctica totalidad de los deportes: la
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
27

natación (Minguez, Monfort, Bolea, Bus- cial de España en el Primer congreso inter-
quets, Abrahasson), el hockey, el atletismo nacional de Medicina del Deporte. Entre
(Poveda, Sancho, Espert, Climent, Tramo- 1932 y 1933 ejerció como profesor en el
yeres, Julve, Perales, Collado, Torres, Na- Instituto Luis Vives de Valencia y dio clases
cher, Agulló, Bonet, Gascó, Borrás, Malea, en la facultad de Medicina. Tras pasar la
Abril), el esquí, el montañismo, wáter-polo frontera en 1939 se estableció en Burdeos
(Bonet, Molero, Leone, Delfín, Román y
primero y Toulouse después donde dio cla-
Morales), el rugby (Espinosa, Usano, Pu-
ses en el Instituto de Educación Física de la
jalte, Soria, Uribes, Peris, Segovia, Aguado,
Benavent, Moscardó, Solís, Robles, Co- universidad de esta ciudad donde se habían
doñer, Georgacópulos y Cantó), el fútbol refugiado miles de españoles. Allí coincidió
(Georga, Canut, Nebot, Royo, Mariner, con Darío Marco, otro gran deportista de
Bonet, Larroda, Picó, Coll, Lluesma, Bo- la FUE.
ronat, Bono) o el baloncesto (Alriols, Bo-
net, Espinosa, Collado y Usano). Se diría
que estaba en todas partes. Si consultamos
los resultados en lanzamiento del disco o
de la barra, ahí está Usano. Si hablamos
de congresos universitarios asociados a la
medicina deportiva o a la educación física
de nuevo Manuel Usano está presente. Si
fijamos la atención sobre la travesía a nado
al Puerto de Valencia o un partido de fút-
bol universitario nos encontraremos con él.
Nació en Ávila y falleció en Madrid tras
un largo periodo de tiempo ausente de Es-
paña marcado por el exilio, primero en
Francia, luego en Colombia y finalmente
en Estados Unidos. Usano estudió el ba-
chillerato en Valencia y en 1926 ingresó
en la facultad de Medicina de Valencia. Se
licenció en 1932, y ese mismo año se gra-
duó como profesor de Educación Física en
Madrid. Estudio Fisiología del deporte en
1933 en Alemania donde obtuvo el título
de medicina deportiva. Fue delegado ofi- Manuel Usano
28

Usano estableció nuevos récords en lan- acuerdo que toma una entidad no constituida
zamiento de disco y en los relevos de 4 legalmente, sobre otra que desde su fundación
x100. Compitió en pentatlón con la gran está dentro de la ley. Y que al mismo tiempo se
diga por qué el Medicina y el Universitary han
figura atlética del momento: José Catalina desaparecido del hockey valenciano.
Llorens, conocido como «Pepe Lacomba». Y ya que tan partidarios se muestran de la
En la práctica totalidad de las crónicas de publicidad, espero de ustedes publiquen la car-
rugby aparece siempre su nombre entre los ta que elevé a la F. Nacional, para que la afición
jugadores destacados junto al de su com- sea la que juzgue, procedimiento que yo no em-
pañero Enrique Georgakopulos. Usano era plee en un principio, para no lesionar los inte-
reses del hockey, al ser conocida por el público
un atleta en todos los sentidos. Un hombre
la forma que ese comité hace justicia.
divertido, comprometido, con una forma- Y, desde luego, advertimos que la F. Nacio-
ción excelente y con un sentido claro de lo nal conocerá el asunto y resolverá.
que la medicina y el deporte pueden hacer Y, últimamente, es muy extraño en la ecua-
por el individuo y la sociedad. Creyó siem- nimidad de ese comité, la involucración en mi
pre en la superación personal, en la perso- descalificación, de mis compañeros Martínez y
na como sujeto de la historia. Giner, que nunca han pertenecido a la direc-
ción deportiva de la F.U.E., y en los que tal
Adjuntamos un texto de Usano que esti-
vez la única culpa que ve ese comité, sea la de
mamos puede contribuir a conocer su per- haber laborado continua y desinteresadamente
sonalidad. Ha sido descalificado a perpe- por el hockey valenciano.
tuidad por la federación de hockey, y esta A su disposición como jugador, como árbi-
es su respuesta. tro y como directivo.

Al comité levantino de hockey manuel usano


Las Provincias 7.2.1932, 14.
Colombia, Estados Unidos y de nuevo España
Me ha causado gran extrañeza su nota, en la
que me descalifican a perpetuidad como juga-
dor, árbitro y directivo, pues ignoraba que mi
Afortunadamente sobre Usano existe
persona podría llegar a ocupar a ese comité. una gran cantidad de información, en espe-
Solo he de hacer costar que tenía entendi- cial de su estancia en Colombia donde resi-
do que las más elementales normas de justicia dió una vez conseguido de las autoridades
y delicadeza obliga a escuchar previamente al francesa el visado para salir de Francia en
acusado o, por lo menos, y esto es el mínimum 1940. En Colombia su labor en el desarro-
que se podía pedir, notificarle el acuerdo antes
llo del deporte ha sido muy bien valorada
de darlo a la prensa.
Y si así se hace que la sinceridad dicta la por los estudiosos del ejercicio físico. En
causa de la sanción, que se explique si ca- 1941 fue nombrado Director de Educación
lumniar es recurrir ante la F. Nacional, de un Física y Deportes de la escuela militar de
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
29

Cadetes y en 1946 fue el director técnico de los estudios clínicos de un nuevo medica-
los V Juegos Centroamericanos y del Cari- mento, la Terramicina, descubierto y desa-
be. En 1953 se estableció en Nueva York. rrollado por el laboratorio Pfizer, y formar
En 1962 llegó a Madrid con el pasaporte a los visitadores médicos de toda Hispa-
estadounidense. A partir de ese momento noamérica. No tenía demasiado tiempo
viajó por Europa trabajando para un la- para su gran pasión, el deporte. Cuando
boratorio estadounidense relacionado con disponía de vacaciones o días libres prac-
el mundo de los medicamentos. Años más ticaba los que más le gustaban: el esquí, la
tarde, a principios de los 70, se encontró natación y el senderismo. Otra afición, no
con Pepe Lacomba y reanudaron su amis- muy conocida eran los toros. Él decía que
tad. La familia, en buena situación social, le habría gustado ser torero. En los Estados
pasaba los veranos en Denia, pero antes la Unidos lo tenía difícil, pero en alguna oca-
visita a Valencia era obligatoria y acudía sión en Colombia y Méjico, con otros ami-
a cenas y comidas donde departía con los gos españoles hicieron sus espectáculos. Le
Sancho, Collado, Marín, Bonet, Agulló o gustaba mucho Nueva York, pero siempre
Martínez, entre otros añoraba España. Quería volver ya que
nuestra madre y él tenían aquí su familia.
Durante muchos años no pudo pisar sue-
SOBRE NOLIN (MANUEL USANO) lo español y para ver a su madre y herma-
nos quedaron varias veces al sur de Francia.
Palabras de sus hijas Mireya Olimpia
Usano y Maribel Usano En los años sesenta, el laboratorio decidió
montar fábricas en Europa y le ofrecieron
Los primeros recuerdos que tenemos la oportunidad de venir a España, como Di-
sobre la vida de nuestro padre son de rector Médico en Madrid. En el año 1962,
Yonkers, un pueblo en Nueva York al nor- y con nacionalidad estadounidense lo cual
te de Manhattan, situado a la orilla del río nos proporcionaba cierta seguridad en esos
Hudson, a donde fuimos desde Colombia años que seguía la dictadura de Franco,
en el año 1953, y donde vivíamos. Un lugar nos trasladamos toda la familia a Madrid.
bien comunicado para nuestro padre que En España su trabajo era más relajado,
trabajaba en la calle 42 de Nueva York. los viajes más cortos al ser por Europa, y
Nuestro padre siempre estaba de viaje. Ya tenía más tiempo para reencontrarse con
de mayor supimos que era un médico muy sus amigos. Tuvo muchos reconocimientos
importante y que trabajaba en una gran tanto profesionales como de su labor de-
farmacéutica, Pfizer, de Associate Medical portiva durante su juventud.
Director. Siguió practicando el deporte: esquí,
Su trabajo consistía en coordinar todos gimnasia (cada mañana) y natación (casi
30

todos los días). Y asistía a todos los par- y Manuel Martínez Iborra. Hacía muchos
tidos de Rugby que podía especialmente años que habían dejado de verse muchos de
cuando jugaba el Valencia en Madrid. Ya los componentes de la FUE. La cita fue en
jubilado, en el año 1976, aprendió a nave- el restaurante de Las Arenas. Juan Marín
gar a vela, sacó su título de patrón de yate y Víctor Agulló fueron los encargados de
y se compró un barquito velero. Salía al coordinar este homenaje. En el momento
mar a navegar por aguas de Denia con sus
de los parlamentos Usano habló de los días
nietos, desde muy pequeños inculcándoles
de lucha y esperanza que habían vivido los
la afición al deporte. También le gustaba
mucho viajar. Viajó por los países escan- allí presentes y de la pasión por volver a su
dinavos, Europa, norte de África y Suda- tierra desde el lejano exilio, de su fe en el
mérica. futuro. El acto cargado de emotividad fue
A los 78 años, tres semanas después de probablemente un momento excepcional
haber vuelto de esquiar en los Pirineos, para muchos fuistas. Martínez Iborra, que
murió nadando en una piscina pública de había sido presidente de la Unión Federal
Madrid. A lo largo de nuestra juventud y de Estudiantes Hispanoamericanos, plan-
sobre todo a la vuelta a España en que la teó la necesidad de llegar a soluciones prác-
sociedad era mucho más rígida, nuestro ticas que puedan llevar el histórico mensaje
padre destacaba porque tenía ideas muy de la FUE al corazón de la juventud actual,
progresistas para la época (nudismo, liber- en unos momentos de incertidumbre.
tades individuales, política). Era muy vital
Por otra parte, para completar el conoci-
y sociable, amoldándose y adaptándose a
miento sobre Manuel Usano, especialmente
las diferentes circunstancias y situaciones.
Después de fallecer, se donó a la Facultad sus años en Colombia, se pueden consultar
de Ciencias de la Actividad Física y del De- los artículos: El impulso educativo, cultu-
porte -INEF de la Universidad Politécnica ral, científico, deportivo y socioeconómico
de Madrid numeroso material deportivo, que significó el exilio español republicano
libros y documentación que tenía relativa en Colombia, una significativa aportación
al deporte y ahora forma parte del museo al progreso de Mª Eugenia Martínez Go-
de objetos del deporte de dicha facultad. rroño y Juan Luis Hernández (2009) y
Educación Física y Medicina: una historia
El Homenaje a Usano y Martínez
Iborra compartida y simbiótica (2003) también de
la historiadora Mª Eugenia Martínez Go-
El 14 de noviembre de 1980, la FUE ho- rroño.
menajeó a dos médicos que además habían
sido excelentes deportistas: Manuel Usano
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
31

Alejandra Soler (1913): hacer deporte de las decisiones de los gobernantes y que
era ser libre la pobreza o la riqueza están en buena
parte en relación con la cuna en la que
La personalidad de Alejandra Soler Gi-
naciste. Alejandra fue una de las primeras
labert desborda el marco deportivo. Sus re-
valencianas que fue licenciada.
flexiones sobre el proceso de incorporación
En 1935 ingresó en el partido comunista
de la mujer a la vida social estimamos que
y en 1936 fue nombrada miembro del Co-
son de gran importancia. mité Provincial y asumió la Secretaria de la
Alejandra, por expreso deseo de su pa- Mujer. En ese momento acaba de iniciar sus
dre, republicano y ateo, estudió en la Insti- estudios de doctorado. La guerra frustrara
tución para la Enseñanza de la Mujer, ins- su carrera de investigadora. Alejandra evo-
titución que estaba en la Alameda y una de ca a los amigos de aquellos años y habla de
sus profesoras fue Natividad Domínguez, los Uribes, Martínez Iborra, Juan Renau,
una mujer que quiso innovar los métodos Luis Galán, José Bonet, Ángel Gaos, Enri-
pedagógicos de su época. Alejandra estu- que Georgakopulos y de sus amigas Car-
dió el bachillerato en el Instituto Lluís Vi- men Solero, Concha Bello, Pepita Miralles,
ves y a los 15 años ingresó en la FUE. Una Pilar y Angelita Azzati, Pilar Llaneza -entre
organización estudiantil por la que esta otras- muchos de ellos y de ellas deportis-
mujer, que ya ha cumplido 103 años, sintió tas de la FUE.
y siente pasión.
Hay dos hechos en la vida de Alejandra
que recuerda con especial emoción. El pri-
mero es el 14 de abril de 1931, el día que se
proclamó la Segunda República y que su-
puso para toda una generación un momen-
to inolvidable. El segundo es el 9 de mayo
de 1945, fecha en la que finaliza la Segunda
Guerra Mundial, y que Alejandra festejó
en Moscú con una alegría desbordante.
En 1932 Alejandra se matriculó en la
facultad de Filosofía y Letras para estudiar
Historia, materia que le ayudó a interpretar
las relaciones entre el poder y el pueblo. Su
paso por la Universidad de la calle La Nau
fue decisivo en su formación. Comprender
que las desigualdades sociales proceden Alejandra Soler
32

En 1937 tomó posesión de la cátedra de ran el origen de todos los males procede del
Historia y Geografía en el instituto de Se- cuerpo y de su exhibición.
gunda Enseñanza de Tarrasa y desde mayo
de 1936 tiene como compañero a Arnaldo Las primeras deportistas valencianas
Azzati: Nuestro único compromiso válido El único deporte al que las valencianas
es el amor. El 11 de febrero de 1939 pasa tuvieron acceso en los primeros años del si-
a Francia y unos meses después se exilia a glo XX fue el tenis. Un deporte reservado
la URSS, su segunda patria. En Moscú da para las familias con alto poder adquisiti-
clases de geografía e historia. La invasión vo y de marcado acento elitista. El patinaje
alemana la sorprende en Stalingrado. Salvó en el que algunas muchachas se ejercitaron
la vida y la de todos los niños que estaban nunca lo entendieron como práctica depor-
con ella gracias a la suerte y al ejército rojo tiva, sino más bien como juego. La gim-
que los sacaron de la línea de batalla. Aca- nasia también contó con muchachas, pero
bada la Segunda Guerra Mundial volvió a siempre menores de 18 años. Una mujer no
Moscú a dar clase. A partir de 1957 so- debía exhibirse. En los colegios la indumen-
licita al gobierno de Franco la posibilidad taria de las niñas en las clases de gimnasia
de volver que le fue denegada hasta en 7 no facilitaba los movimientos. No nos ol-
ocasiones. Finalmente, en febrero de 1971 vidamos de las jugadoras de pelota vasca
Alejandra y Arnaldo Azzati volvieron del que a finales del siglo XIX actuaron en el
exilio. Jai Alai, pero cuya presencia en las canchas
no duró más que unos pocos meses.
La mujer no tenía ningún derecho La proclamación de la República supu-
so una bocanada de aire fresco para una
Alejandra desde el momento que comen- sociedad marcada por la sumisión de la
zó sus estudios en la facultad inició la prác- mujer al marido, y por la consideración
tica deportiva en el campo del atletismo. A bíblica de que todos los males de la huma-
partir de 1932 y en años sucesivos en los nidad procedían de Eva, la primera mujer
festivales de la FUE se incluyen pruebas de la creación que engañó a Adán, desobe-
atléticas como los 60 metros, la longitud, deciendo los mandatos de Dios.
los 150 metros, el lanzamiento de peso y La incorporación de la mujer a prácti-
los relevos. En estos festivales un pequeño cas deportivas no fue tarea fácil. Deportes
grupo de muchachas desafían los prejuicios como el atletismo, la natación, el ciclismo,
de una época. Su presencia en los estadios el excursionismo, el baloncesto, el hockey y
es recibida con entusiasmo por unos y con el fútbol contaron con muchachas que que-
desagrado por todos aquellos que conside- rían disfrutar de las mismas emociones que
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
33

sus compañeros de pupitre. A medida que compañera sino la esclava. Desgraciada-


pasan los años se crean equipos de fútbol mente hoy aún queda mucho machismo,
femeninos que disputan partidos en Vallejo incluso la mujer cobra menos en muchos
o en Mestalla, se programan competiciones trabajos que el hombre, y no hay paridad.
femeninas de natación, se celebran pruebas Alejandra que fue una alumna enorme-
ciclistas femeninas en la Alameda, o com- mente aplicada con varias matrículas, aña-
peticiones atléticas. En el instituto Luis de: el hecho de salir con chicos, con panta-
Vives las chicas cuentan con profesores de lones cortos estaba mal visto. Nos miraban
gimnasia. de reojo. Nos daba igual, lo que queríamos
era hacer las cosas que nos apetecía, gozar
Corríamos un rato, luego nos de la vida. La mayoría de las personas no
bañábamos y a las 9 ya estábamos en
las aulas aceptaban esta situación y en ocasiones nos
decían, pero si parecen buenas chicas. Eran
Salir a correr suponía ser libre como un inconcebible que las muchachas tuvieran
pájaro, nos dice Alejandra. En ocasiones ganas de hacer las mismas cosas que los
cogíamos el autobús que iba al Saler a las chicos.
6 de la mañana, corríamos un rato, luego Hoy me alegra mucho ver como las mu-
nos bañábamos y a las 9 ya estábamos en jeres salen a correr, disfrutan de la amistad,
las aulas. del ejercicio físico, hacen deporte. Se ha
La Facultad de Medicina era el bastión avanzado mucho pero queda mucho por
de la FUE y de donde más deportistas sa- hacer. El machismo sigue estando presente
lieron. Los médicos comprendieron el gran y las leyes siguen discriminando en algunos
valor de la educación física y del deporte y casos a las mujeres.
es por ello que compañeros como Usano, Alejandra ha recibido el cariñoso apela-
Georgakopulos, Martínez Iborra, Bonet y tivo de la abuela del 15M. En el mes de
muchos más destacaron y nos animaran a octubre de 2015 el ayuntamiento de Va-
hacer deporte. lencia presidido por su alcalde Joan Ribó
La mujer en la dictadura de Primo de Ri- le concedió el título de hija predilecta de
vera no era una persona, era un zombi. Te- Valencia. El gran ideal de Alejandra fue
nía que pedir permiso al marido, al padre que el deporte, la cultura y el conocimiento
o al hermano para hacer cualquier cosa. sirvieran para hacer un mundo más justo,
No tenía personalidad propia. El machis- con menos desigualdades y, en definitiva, y
mo era enorme. No podía abrir una cuenta utilizando sus propias palabras, más feliz.
corriente, ni un negocio. Las leyes estaban
hechas para anularla. La mujer no era la
34

Conclusiones y Alicante fueron las dos últimas ciudades


en caer en manos del ejército franquista.
El exilio afectó mayoritariamente a de- A diferencia de los futbolistas de la se-
portistas con estudios y cualificados para lección de Euskadi o del Barcelona F.C.,
ejercer una actividad profesional, en espe- con un fuerte componente nacionalista, los
cial a aquellos que pertenecían a la FUE. jugadores del Valencia F.C., Gimnástico y
Deportes como el tenis, la esgrima o la hí- Levante FC optaron mayoritariamente por
pica, todos ellos elitistas y vinculados a las no significarse demasiado políticamente
clases elevadas, no se vieron afectados por por su compromiso y la mayoría de ellos
el exilio. siguió jugando en la década de los 40.
La mayoría de los deportistas, al igual Los deportes universitarios como la na-
que numerosos artistas, profesores, cientí- tación, el atletismo, el basket, el rugby o
ficos e intelectuales, que salieron de España el hockey fueron los más comprometidos.
lo hicieron por temor a perder sus vidas. El boxeo, el ciclismo y la pilota valenciana
La ideología de los exiliados se correspon- que se nutrían de los jóvenes más desfavo-
de mayoritariamente con la correlación de recidos si que se verán afectados, en espe-
fuerzas de las votaciones de 1936. cial en el exilio interior. Muchos de ellos
Las profesiones que se vieron más afec- pasaron los últimos años de sus vidas en la
tadas fueron los médicos, abogados, pro- miseria.
fesores y profesiones liberales. Los únicos El trauma brutal sufrido en el campo de-
deportistas profesionales fueron los futbo- portivo marcó el devenir de un territorio
listas y algunos pocos pilotaris y boxeado- del mismo modo que lo hizo en el campo
res. El resto fueron siempre amateurs. de la cultura, la investigación y las relacio-
Llama la atención el gran número de per- nes sociales. Un tiempo de silencio se abrió
sonas que se exiliaron del País Valenciano, pasó en medio de una larga noche.
a diferencia de lo que aconteció en otras
regiones de España. Una posible explica-
ción estaría en la fuerte implantación del
republicanismo en Valencia favorecida por
la gran labor de las asociaciones culturales
y deportivas; la fuerte influencia de Vicen-
te Blasco Ibáñez en ciertos segmentos de
la sociedad valenciana; la eclosión de una
clase media relacionada con el comercio y
las exportaciones, fuera de la esfera de la
religión católica, y el hecho de que Valencia
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
35

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Periódicos consultados
ABC
Adelante
Diario de Madrid
El Mercantil Valenciano
Fragua Social
La Correspondencia
La Vanguardia
Las Provincias
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L’Intransigeant

Televisión
Programa Crono de Levante Televisión. 2014.
Valencia, Capital del running, 2015. Canal Plus.

Archivos
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Arxiu de la Universitat de València
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
37

1956: Juan Ramón


Jiménez, Premio Nobel de
Literatura Durante el año 1956 se produje-
ron una serie de acontecimientos muy
relevantes en política internacional. Por
manuel aznar soler
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma
ejemplo, el 25 de febrero, durante la ce-
de Barcelona lebración del XX Congreso del Partido
Literature Nobel Prize. 1939 Republican Exile.

Comunista de la Unión Soviética, Nikita


Jrushchov pronunció su famoso Discurso
Anti-Fracoist Opposition. Fracoist Spain.
Keywords​: 1956. Juan Ramón Jiménez.

secreto, donde criticaba el culto a la perso-


nalidad y revelaba al mundo la feroz repre-
Resumen: 1956, veinte años después del gol-
pe militar fascista que dio origen a la guerra civil
sión desarrollada por su antecesor Stalin.
española, fue un año clave para empezar a cons- En este contexto de desestalinización, el 23
truir un puente de diálogo entre el exilio repu- de marzo se produjo en Hungría la rehabi-
blicano español y la oposición antifranquista del litación póstuma de László Rajk, antiguo
interior. Hechos como las detenciones en febrero ministro de Asuntos Exteriores húngaro,
de estudiantes de la Universidad de Madrid, o la ejecutado en 1949 y al que Jorge Semprún
aprobación en junio de la política de reconcilia-
ción nacional por parte del Partido Comunista de
se refiere en varias de sus novelas.
España, fueron decisivos en tal sentido. En este ar- Fernando Claudín, en la “Introducción”
tículo se estudia el impacto que, en este contexto, a su libro La crisis del movimiento comu-
tuvo la concesión en octubre del Premio Nobel de nista, afirmaba lo siguiente:
Literatura a Juan Ramón Jiménez, tanto entre el
Palabras clave: 1956. Juan Ramón Jiménez. Premio Nobel

exilio republicano como en el insilio interior y en El año 56 fue para mí, como para tantos
de Literatura. Exilio republicano de 1939. Oposición

la España franquista.  otros comunistas, el comienzo de la ruptura


con una confortable y optimista representación
​Abstract​: 1956, twenty years after the fascist del estado y las perspectivas de nuestro movi-
coup that led to the Spanish Civil War, was a key miento.
antifranquista. Insilio. España franquista.

year in which links between the Republican exile (…)


and the anti-Francoist oposition in Spain were
established. The February arrests of students at the Las revelaciones del “informe secreto” de
Madrid University and the Spanish Communist Jruschev y las sublevaciones de los proletarios
Party’s national reconciliation agenda played a e intelectuales húngaros y polacos contra el sis-
crucial role in this connecting. Within this broader tema estaliniano destruyeron de golpe esa re-
context, this article studies the impact of Juan presentación confortable y optimista (Claudín
Ramón Jiménez’ Nobel Prize in the Republican 1978: XVII)
exile and both in the opposition in Spain and in
Francoist Spain.
Egipto y Hungría fueron escenarios es-
telares de la política internacional durante
ese año, ya que el 18 de junio los británicos
38

abandonaron el país tras una ocupación tras derrotar en las elecciones presidencia-
que había durado setenta y cuatro años y el les de Estados Unidos al demócrata Adlai
23 de junio Gamal Abdel Nasser fue nom- Stevenson, era reelegido para un segundo
brado presidente. Su decisión de nacionali- mandato. Por último, el 25 de noviembre
zar el 26 de julio el Canal de Suez motivó Fidel Castro, Raúl Castro, el Che Guevara
la intervención militar del Reino Unido y y setenta y nueve expedicionarios más zar-
Francia para forzar su reapertura. Así, tro- paron del puerto mexicano de Túxpam a
pas militares anglofrancesas, bajo el mando bordo del buque Gramma y el 2 de diciem-
conjunto del general Sir Charles Keightley, bre lograron desembarcar en Cuba, inicio
invadieron el 1 de noviembre el Canal de de una revolución que acabaría por triun-
Suez y tomaron la ciudad de Port Said. Por far el 1 de enero de 1959.
su parte, el 26 de octubre tropas del Pac- Durante aquel año 1956 fallecieron per-
to de Varsovia invadieron Hungría contra sonalidades tan importantes como Irène
la política del gobierno presidido por Imre Joliot-Curie, Premio Nobel de Química
Nagy, quien había decidido abandonar el en 1935 (17 de marzo); el escritor francés
Pacto de Varsovia, la alianza militar de Julien Benda (7 de junio); el dramaturgo
los países socialistas contra la OTAN. La alemán Bertolt Brecht (14 de agosto), que
intervención militar soviética posibilitó la tenía el proyecto de estrenar en el Berliner
formación de un nuevo gobierno, presidido Ensemble el “aguafuerte en un prólogo y
por Janos Kadar, a su vez primer secretario un acto” Noche de guerra en el Museo del
del Partido Comunista húngaro. Por cierto, Prado, de Rafael Alberti; el pintor y car-
Julián Gorkin, trotskista y feroz anticomu- telista español exiliado Helios Gómez (19
nista a sueldo de la CIA norteamericana de septiembre); el novelista Pío Baroja (30
por entonces, es autor de El otro mundo, de octubre), y el doctor Juan Negrín, presi-
“drama en tres actos y un prólogo”, en el dente del gobierno republicano, exiliado en
que “plantea el drama –o algunos de sus Londres (12 de noviembre).
aspectos- del mundo totalitario, Aun sin Por lo que se refiere a España, el régimen
mencionarlo, no será difícil ver que me ha franquista ya había logrado ingresar en la
servido de inspiración el drama húngaro”, FAO en 1950, en la UNESCO en 1952 y el
afirma el dramaturgo en la solapa izquier- 14 de diciembre de 1955, tras la firma el
da de su Teatro histórico-político, publica- 23 de septiembre de 1953 de los pactos con
do en México por Libro Mex Editores en Estados Unidos por los que se establecían
1961. bases militares en España a cambio de ayu-
El 29 de octubre Israel invadió la penín- da económica y apoyo internacional, había
sula del Sinaí, mientras que el 6 de noviem- conseguido hacerlo también en la ONU. Y,
bre el republicano Dwight D. Eisenhower, por si fuera poco, el Real Madrid del pre-
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
39

sidente Santiago Bernabeu, por entonces 4. El discurso apócrifo de ingreso en


el equipo del régimen, iba a conquistar la la Academia Española de la Lengua de
Copa de Europa en 1956, al tiempo que el Max Aub, pronunciado supuestamente en
28 de octubre de ese mismo año se inaugu- Madrid el 12 de diciembre de 1956.
raban los estudios de Televisión Española,
que al día siguiente comenzó a emitir como I
única televisión pública al servicio político
Las detenciones en Madrid de inte-
de la propaganda del régimen franquista.
lectuales y estudiantes de la Universidad
Por otra parte, no olvidemos que 1956
Complutense los días 9 de febrero de 1956
fue también el año en que se estrenó Calle
(Gabriel Elorriaga, Enrique Múgica, Javier
Mayor, de Juan Antonio Bardem, el mismo
Pradera, Dionisio Ridruejo, José María
año en que Jorge Semprún sitúa su novela
Ruiz Gallardón, Miguel Sánchez Mazas y
Veinte años y un día.
Pero durante el año 1956 se produjeron Ramón Tamames), 11 (José Luis Abellán,
cuatro hechos relevantes que suponen, a mi María del Carmen Diago, Jesús López Pa-
modo de ver, auténticos hitos en el proceso checo, Jaime Maestro, Julián Marcos y
histórico-literario de nuestro exilio repu- Fernando Sánchez Dragó) y pocos días des-
blicano de 1939. Y sucedieron durante el pués la de Julio Diamante, provocaron una
año 1956, es decir, justamente veinte años grave crisis política al régimen franquista.
después de la sublevación militar fascista El 7 de febrero se produjo el asalto de la
que originó la guerra civil española: Facultad de Derecho por la Centuria 20 de
la Guardia de Franco, asalto que se repitió
1. La prohibición del Congreso Uni- con mayor violencia al día siguiente, mien-
versitario de Escritores Jóvenes en no- tras que el día 9 se produjo un tiroteo en
viembre de 1955 y las detenciones de estu-
diantes en la Universidad Complutense de la calle Alberto Aguilera con motivo de la
Madrid durante el mes de febrero de 1956, celebración de la conmemoración falangis-
que provocaron la primera grave crisis po- ta del Día del Estudiante Caído. Ese mismo
lítica al régimen franquista. día se produjeron las primeras detenciones
2. La “Declaración del Partido Comu- de estudiantes, al día siguiente se ordenó
nista de España”, titulada “Por la reconci- el cierre de la Universidad Complutense y
liación nacional, por una solución demo- el Consejo de Ministros suspendió por tres
crática y pacífica del problema español”, meses los artículos 14 y 18 del Fuero de
fechada en el mes de junio.
los Españoles. Además, se produjo la dimi-
3. El 25 de octubre la Real Academia sión del Rector, Pedro Laín Entralgo, y el
Sueca le concede a Juan Ramón Jiménez el día 12 el cese del Decano de la Facultad de
Premio Nobel. Derecho, Manuel Torres López. Esta gra-
40

ve crisis política del régimen franquista se mente contra la dictadura franquista. Julio
resolvió con la formación de un nuevo go- Diamante, Antonio López Campillo, Je-
bierno en el que el 16 de febrero fueron ce- sús López Pacheco, Jaime Maestro, Julián
sados tanto el ministro de Educación, el de- Marcos, Enrique Múgica y Javier Pradera,
mócrata-cristiano Joaquín Ruiz Giménez, entre otros, fueron algunos de los primeros
como el ministro Secretario General del estudiantes universitarios que fueron mili-
Movimiento, Raimundo Fernández-Cuesta tantes del PCE. En este sentido, Federico
y Merelo, sustituidos respectivamente por Sánchez, nombre utilizado entonces en la
Jesús Rubio García-Mina y José Luis de clandestinidad insiliada por el comunista
Arrese y Magra, respectivamente. Se trata- Jorge Semprún, era muy consciente de que
ba de la expresión más clara de que había “la poesía tiene un papel muy importante
nacido una joven oposición intelectual a la en la oposición antifranquista” (Semprún
dictadura militar franquista en el interior, 2010: 173), mientras que Múgica afirmaba
en el insilio. Y esta revelación va a ser de- sobre la llamada “poesía social” -la de Blas
cisiva, a mi modo de ver, para que desde de Otero, Celaya, Eugenio de Nora y Án-
el exilio se contemple con nuevos ojos la gela Figuera, entre otros- que “lo que sí se
realidad española del interior y para que expresaba a través de ella era una llamada
cambien algunas políticas y actitudes per- constante al pueblo como protagonista, al
sonales en un intento de crear un “puente” pueblo como sujeto de la historia, a la vez
de diálogo con esa oposición intelectual an- que una crítica estimulante de la situación
tifranquista, con esa resistencia silenciada. de postración en que se encontraba Espa-
Pero no se entenderían estas detenciones ña, de la carencia de libertades y de su irre-
de estudiantes universitarios madrileños en levancia intelectual” (Múgica 1986: 35).
febrero de 1956, que cuentan con una am- Así, por ejemplo, organizaron en la Facul-
plia bibliografía, sin reconstruir con la bre- tad de Derecho durante el curso académico
vedad debida el proceso que desembocó en 1954-1955 una serie de “Encuentros entre
ellas y que ha sido mucho menos estudiado la poesía y la universidad” a los que invi-
(Aznar Soler, en prensa). taron, entre otros, a Gerardo Diego, José
En efecto, desde que el 1 de abril de Hierro, al entonces estudiante Jesús López
1954 se creara la primera célula comunis- Pacheco, a Dionisio Ridruejo, Luis Rosales
ta de estudiantes en la Universidad Com- y Luis Felipe Vivanco. Rechazaron la invi-
plutense de Madrid, sus miembros tenían tación tanto Dámaso Alonso como Vicente
muy claro que se trataba de impulsar las Aleixandre. A estos “Encuentros” poéti-
actividades culturales en las distintas fa- cos, tras la lectura de sus poemas por parte
cultades para intentar atraer a un público de los poetas invitados, seguía un coloquio
que pudiera irse politizando progresiva- con el público, “lo que entonces constituía
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
41

toda una innovación en Madrid” (Lizcano pregnados de una significación política que
1981: 113). trascendía el puro ámbito literario. Mú-
Cabe recordar que el 4 de mayo de ese gica resulta muy explícito cuando explica
mismo año 1955 se había celebrado en la que la tarea de organización de congresos
Facultad de Derecho de la Complutense un era “otra variante táctica de nuestros pro-
homenaje a Antonio Machado en el que pósitos finales” (Múgica 2010: 187), que
intervinieron, entre otros, Carlos Bousoño no eran otros sino conseguir “la destruc-
y Claudio Rodríguez. Por otra parte, otro ción del SEU” (Múgica 1986: 48), es decir,
dato que viene a evidenciar la intensa ac- “acabar con el SEU desde dentro” (Múgica
tividad cultural desarrollada durante ese 2010: 186) y, al mismo tiempo, “concien-
curso académico 1954-1955 en la Univer- ciar a un sector estudiantil” (Múgica 1986:
sidad madrileña es la celebración durante 44) y “consolidar la presencia comunista
los meses de abril y mayo de un ciclo de en la universidad” (Múgica 2010: 188).
conferencias sobre el teatro español actual, Ciertamente, resultaba imposible en aquel
organizado por el Teatro Español Univer- contexto histórico desvincular literatura
sitario (T.E.U.) de la Facultad de Letras, y política. Así, los objetivos explícitos del
dirigido por Antonio María Hernáez. Un Congreso se explicaban en los tres “edito-
ciclo en el que intervinieron, entre otros, riales” sucesivos del Boletín del Congreso
Dionisio Ridruejo, que lo abrió; Gonzalo Universitario de Escritores Jóvenes, publi-
Torrente Ballester y José María García Es- cados en mayo, junio y octubre de 1955
cudero, quien había sido director general bajo el patrocinio del Rectorado de Pedro
de Cinematografía y Teatro entre agosto de Laín Entralgo, en donde colaboraron tanto
1951 y febrero de 1952. dirigentes del Sindicato Español Universi-
Pero su proyecto más ambicioso fue, tario (SEU), por ejemplo Gabriel Elorriaga,
sin duda, el de la convocatoria en junio de como los citados Diamante y Múgica. La
1954 de un Congreso Universitario de Es- presentación pública del Congreso, presi-
critores Jóvenes, que debería celebrarse en dida por el propio “Rector Magnífico de la
el año 1955 (Aznar Soler, 2013), convoca- Universidad Central”, tuvo lugar el 27 de
toria que firmaban Jesús López Pacheco, mayo de 1955 en el Aula Magna de la Fa-
Julián Marcos, Enrique Múgica Herzog, cultad de Ciencias Políticas y Económicas.
José Luis Ortiz-Cañabate y Claudio Rodrí- Desde el punto de vista literario lo que
guez. Los militantes comunistas que aca- nos interesa prioritariamente es la “defensa
baron formando parte del Comité Ejecu- del realismo en arte y literatura” que sos-
tivo de dicho Congreso (Julio Diamante y tenía entonces el Partido Comunista de
Enrique Múgica) tenían claro los objetivos España (PCE) y que se refleja en los tres
del mismo, que obviamente estaban im- números del Boletín del Congreso Univer-
42

sitario de Escritores Jóvenes. Una defensa e intelectuales como, entre otros, Ignacio
apasionada y militante del realismo que es- Aldecoa, Carlos Álvarez, Juan Antonio
taba vinculada de alguna manera, con las Bardem, Jorge Campos (Jorge Renales Fer-
obvias limitaciones impuestas por la censu- nández), Gabriel Celaya, Eduardo Ducay,
ra franquista, a la estética que se había de- Jesús Fernández Santos, Antonio Ferres,
finido en el Mensaje del PCE a los intelec- Ángela Figuera, Juan García Hortelano,
tuales patriotas, fechado en abril de 1954, Ángel González, Luis Goytisolo, Alfonso
en el que se realizaba una defensa abierta y Grosso, Luis Landínez, Armando López
militante del “realismo socialista” de ins- Salinas, Ricardo Muñoz Suay, el pintor
piración soviética, es decir, de la estética Pepe Ortega, Blas de Otero, Francisco Ri-
dogmática aprobada por el Primer Congre- bes, Rafael Sánchez Ferlosio, Alfonso Sas-
so de Escritores Soviéticos que se celebró tre, Marcial Suárez, Eloy Terrón o Juan
en Moscú en 1934. Aunque, lógicamente, Eduardo Zúñiga (Estruch 1982: 213; y
aquel “realismo socialista” iba a quedarse, Nieto 2008 : 236). Por otra parte, no de-
por obvias razones de censura franquista, bemos olvidar el protagonismo de Federico
en un “realismo social” a secas, estética Sánchez, es decir, de Jorge Semprún, como
de la cual novelas como Central eléctrica responsable del PCE en el ámbito de los in-
(1958), de Jesús López Pacheco, o La mina telectuales del insilio,
(1960), de Armando López Salinas, cons- Las tensiones entre la dirección del sin-
tituyen ejemplos elocuentes. Pero no olvi- dicato universitario falangista, quien ejer-
demos que aquel año 1956 se publicó en cía una fuerte presión sobre el Rector, y los
aquella España franquista una novela me- organizadores del Congreso fue acrecen-
morable como El Jarama, de Rafael Sán- tándose hasta el desencuentro total, que
chez Ferlosio, saludada por la crítica como se produjo cuando el 26 de septiembre de
novela innovadora por su técnica narrati- 1955 fue nombrado José Antonio Serrano
va objetivista. Y que en el exilio argentino Montalvo nuevo Jefe Nacional del SEU en
apareció, por ejemplo, Noche de guerra en sustitución de Jorge Jordana Fuentes. Pero
el Museo del Prado, “aguafuerte” dramáti- el fallecimiento en Madrid el 18 de octu-
co que, como hemos dicho, Bertolt Brecht bre de 1955 de José Ortega y Gasset y la
tenía la intención de estrenar en su Berliner manifestación ulterior de los estudiantes
Ensemble. universitarios madrileños en homenaje a
La penetración del PCE en el ámbito in- su memoria significó la liquidación de ese
telectual era entonces tan minoritaria como Congreso, su acta de defunción. Porque,
creciente. En efecto, entre 1954 y 1956 mi- en rigor, a pesar de la explícita amenaza
litaban ya en el PCE, o eran “compañeros “seuísta”, los organizadores aún pudieron
de viaje”, un grupo de artistas, escritores publicar en el mes de octubre de 1955 el
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
43

tercer y último número del Boletín, un nú- sólita, ilegal, pacífica y multitudinaria ma-
mero que acrecentó el malestar y la presión nifestación de estudiantes universitarios,
de algunos sectores del régimen franquista, que sorprendió tanto a la policía que no
que veían en dicho Congreso -que apelaba acertó a reprimirla, salió desde la calle San
a una cultura “libre y varia, independiente Bernardo, cruzó la Gran Vía (entonces ave-
y fecunda” y que agradecía muy “políti- nida de José Antonio) con el consiguiente
camente” la ayuda tanto del Rector Laín corte de tráfico, y siguió por la Puerta del
Entralgo como la del propio Ministro de Sol hasta la tumba de Ortega, situada en
Educación Nacional, Joaquín Ruiz Gimé- la Sacramental de San Isidro. Y, ya en el
nez- una seria amenaza de que derivase en cementerio, intervinieron varios oradores
una crítica a la situación política y cultural (López Pacheco y Fernando Sánchez Dra-
española. gó, entre otros) y fue Julio Diamante, se-
La noticia del fallecimiento de Ortega cretario general del Congreso, quien cerró
llegó con el número ya en imprenta, por lo este homenaje laico.
que sus redactores decidieron publicar una Pocos días después, el propio Julio Dia-
esquela sin cruz, en una hoja aparte, que mante, como director del Teatro Español
se intercaló entre las páginas del Boletín y Universitario, ensayaba la puesta en esce-
que decía así: na de una versión libre de El proceso de
Kafka que había realizado él mismo cuan-
don josé ortega y gasset do supo que la representación había sido
Filósofo liberal español prohibida por decisión gubernativa y, casi
Madrid 1883-1955 inmediatamente, se le informó que el Con-
greso Universitario de Escritores Jóvenes,
que debía haberse celebrado del 21 al 28 de
noviembre de ese mismo año 1955, había
El Congreso Universitario de Escritores Jó-
sido definitivamente prohibido (Diamante,
venes lamenta la pérdida de tan insigne espa-
2010: 227).
ñol, en los momentos en que era más necesaria
Sus organizadores, lejos de desanimarse,
su aportación.
pensaron en la convocatoria de un nuevo
Además de esta esquela, el 21 de octu- Congreso aún más ambicioso, “un Congre-
bre de 1955 se organizó en el patio de San so de estudiantes que defendiera la libertad
Bernardo un homenaje laico para honrar en las elecciones estudiantiles y la posible
su memoria, en el que intervinieron López creación de un sindicato universitario al-
Pacheco, Tamames y Diamante, quien invi- ternativo al SEU” (Diamante, 2010: 227).
tó a los asistentes a marchar hacia la tumba Para ello mantuvieron conversaciones du-
del filósofo (Diamante: 2010: 226). Esta in- rante el mes de enero de 1956, pero el ré-
44

gimen franquista no podía tolerar esta ini- ción al diálogo político e intelectual entre
ciativa, que desbordaba todos sus límites, y exilio e insilio.
procedió a la detención de estos estudian- Esta “Declaración”, fechada en junio de
tes en febrero de 1956. 1956, se publicó en un número extraordi-
La muerte de Ortega y la posterior ma- nario del Boletín de Información, Praga,
nifestación estudiantil para honrar la me- VI (1 de julio de 1956), folleto compuesto
moria de aquel “filósofo liberal español”, por treinta y cuatro páginas que fue trans-
así como la propia prohibición del Con- mitido por Radio España Independiente,
greso Universitario de Escritores Jóvenes y “la Pirenaica”. Voy a citar a continuación
las mismas tensiones internas entre las di- algunos fragmentos de este folleto, con in-
versas familias políticas del régimen fran- dicación entre paréntesis de la página o pá-
quista, constituyen los antecedentes más ginas del texto.
inmediatos de los graves sucesos de febrero El documento empieza constatando
de 1956. Estos violentos enfrentamientos “una importante evolución” en la sociedad
entre los falangistas del SEU y los universi- española durante los últimos veinte años y
tarios antifranquistas constituyeron el acta afirma que, por una parte, “fuerzas consi-
de nacimiento en la Universidad madrileña derables, que en otro tiempo integraron el
campo franquista, han ido mostrando su
de una joven generación que empezaba a
discrepancia con una política que mantie-
organizar su resistencia intelectual con-
ne vivo el espíritu de guerra civil”, mien-
tra aquella dictadura militar (Aznar Soler
tras que “en el campo republicano son más
2013).
numerosas e influyentes las opiniones de
II los que estiman que hay que enterrar los
odios y rencores de la guerra civil, porque
No cabe duda de que los informes des- el ánimo de desquite no es un sentimiento
de Madrid de Federico Sánchez y los de las constructivo” (1). Por ello, “el Partido Co-
demás fuentes de información desde el in- munista de España declara solemnemente
terior provocaron una profunda reflexión estar dispuesto a contribuir sin reservas a
política en la dirección del PCE en el exi- la reconciliación nacional de los españo-
lio. Y fruto de ello, entre otras razones, se les, a terminar con la división abierta por
aprobó en junio de aquel mismo año 1956 la guerra civil y mantenida por el general
una histórica “Declaración del Partido Franco” (3). Durante estos últimos veinte
Comunista de España” , titulada “Por la años había crecido una juventud española,
reconciliación nacional, por una solución “una nueva generación que no vivió la gue-
democrática y pacífica del problema espa- rra civil, que no comparte los odios y las
ñol”, que supuso un auténtico giro en rela- pasiones de quienes en ella participamos. Y
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
45

no podemos, sin incurrir en tremenda res- como ideólogo Calvo Serer; el movimien-
ponsabilidad ante España y ante el futuro, to liberal, en el que se destacan hombres
hacer pesar sobre esta generación las con- como Pedro Laín, Dionisio Ridruejo, el
secuencias de hechos en los que no tomó doctor Marañón y los dirigentes universi-
parte” (4). Es necesario que desaparezca tarios encarcelados recientemente por la
“la artificiosa división de los españoles en dictadura, y la democracia cristiana” (23).
“rojos” y “nacionales” (4) y a ella deben No debe sorprendernos, por obvias razo-
contribuir tanto “las fuerzas sociales que nes políticas y para evitar mayores conde-
retiran su apoyo a Franco” como la oposi- nas penales, esa mentira piadosa de que
ción antifranquista: “El Partido Comunis- “los dirigentes universitarios encarcelados
ta de España, al aproximarse el aniversario recientemente por la dictadura” en febre-
del 18 de julio, llama a todos los españoles, ro de 1956 sean calificados como “libera-
desde los monárquicos, democristianos y les” cuando, en rigor –como hemos visto
liberales, hasta los republicanos, naciona- anteriormente-, la mayoría eran militantes
listas vascos, catalanes y gallegos, cene- comunistas o, cuanto menos, “compañeros
tistas y socialistas a proclamar, como un de viaje”.
objetivo común a todos, la reconciliación Pero aquí y ahora, más que “la llama-
nacional” (3-4). da tercera fuerza monárquica”, que “es sin
Nos interesa ante todo lo que en esta duda la que se caracteriza por una posi-
“Declaración” se refiere al ámbito de la in- ción más derechista. En la práctica, es la
telectualidad y de la cultura en donde, por expresión del pensamiento católico y mo-
ejemplo, se denuncia que “el cine español nárquico tradicional” (23); o más que “la
vive aplastado bajo el monopolio que de- democracia cristiana, que se desarrolla en
tenta Hollywood en el mercado nacional” pugna con los elementos más fascistas y
(17). reaccionarios del catolicismo” y que cons-
Tras sostener “la necesidad de acabar tituye “el más importante movimiento po-
con el fanatismo, el sectarismo y la into- lítico de las fuerzas de derecha que aparece
lerancia en la vida y costumbres políticas en la arena política española” (23) -sobre
españolas” (22), se afirma que “en Espa- la cual se recuerda que “los comunistas y
ña es posible un cambio pacífico” (22) y se la democracia cristiana en otros países han
invita a contribuir al mismo a las “nuevas colaborado en la lucha contra el fascismo e
formaciones políticas, surgidas del seno de incluso han participado juntos en diferen-
las fuerzas que constituían la base social de tes gobiernos-; más que todas estas fuerzas
la dictadura y hoy se alejan de ella”, entre políticas nos interesa ante todo lo que dice
las cuales distingue tres: “la llamada ter- esta “Declaración” sobre el llamado “mo-
cera fuerza monárquica, en la que aparece vimiento liberal”:
46

El movimiento liberal abarca variados mati- En ciertos casos, los llamados falangistas de
ces: desde ciertos núcleos tradicionales libera- izquierda, católicos, democristianos, liberales y
les, pasando por toda una serie de personalida- comunistas hemos hecho ya ensayos de colabo-
des del campo intelectual que han abandonado ración sobre bases de un contenido democráti-
Falange y evolucionado hacia posiciones de- co. Y aunque esos ensayos hayan tenido has-
mocráticas, hasta la juventud universitaria que ta ahora un carácter limitado, la experiencia,
adopta una actitud más progresista. para unos y para otros, ha sido positiva. Se ha
puesto de manifiesto que el hecho de haber lu-
chado hace veinte años en campos opuestos no
A través de discursos, libros y artículos, este
era un obstáculo infranqueable para marchar
movimiento, bajo el lema de integración, y con
unidos (25).
todas las limitaciones que la censura impone,
defiende de hecho una línea de reconciliación
nacional, de libertades democráticas. Los libe-
“La perspectiva del cambio pacífico,
rales han apoyado la lucha de los estudiantes de la supresión de la dictadura sin guerra
contra Falange, lucha cuyo alcance político de- civil” (27) es posible “si en las fábricas,
mocrático es evidente (23). en los Sindicatos y Hermandades, en las
organizaciones profesionales y económicas,
Así, si la dictadura franquista “se sostiene en las Universidades y centros docentes,
hoy sobre el Ejército y demás fuerzas armadas” en todos los lugares donde sea posible,
(24), se afirma, con un optimismo sin ningún liberales, democristianos, católicos,
fundamento en la realidad, que algunos man- monárquicos, falangistas disidentes,
dos “pondrán el patriotismo y el sentido del republicanos, socialistas, cenetistas y
interés nacional por encima de un mal enten- comunistas, nos entendemos para plantear
dido compañerismo” (25). En definitiva, que y defender juntos aquello que interese en
“esta perspectiva de cambios pacíficos, de la cada momento” (27).
supresión de la dictadura del general Franco, En esta “Declaración” se menciona ex-
sin guerra civil, hubiera sido inimaginable años plícitamente también a los exiliados repu-
atrás, cuando aún no se había producido la
blicanos: “Esa presión múltiple, cada vez
ruptura del llamado Movimiento Nacional”
más poderosa, ha obligado al gobierno en
(25).
los últimos años a poner en libertad a miles
de presos, a autorizar la vuelta al país (si
Vuelve a resaltarse a continuación en este bien con restricciones) a los exilados que
texto la esperanza en la intelectualidad an- no se destacaron por sus actividades polí-
tifranquista y en la juventud universitaria: ticas” (26):
Las luchas intelectuales y estudiantiles, que Nosotros entendemos que la mejor justicia
tanta resonancia han tenido, son movimientos para todos los que han caído y sufrido por la
en los que han coincidido hombres de los más libertad consiste, precisamente, en que la liber-
diversos horizontes. tad se restablezca en España. La idea de que
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
47

cualquier cambio podría acarrear la repetición tado en el mundo y su ideología ha hecho


por parte de las fuerzas democráticas, contra bancarrota” (31), la caída de la dictadura
sus adversarios, de las atrocidades que Franco
militar franquista, residuo en 1956 de los
ha cometido contra ellas, es falsa e infundada.
Una política de venganza no serviría a España fascismos europeos, únicamente puede
para salir de la situación en que se encuentra. provocarla la lucha de todas las fuerzas de-
Lo que España necesita es la paz civil, la recon- mocráticas:
ciliación de sus hijos, la libertad (29).
Son justamente esas acciones de lucha de la
Pero conceptos como “paz civil” o “re- clase obrera, de los estudiantes e intelectuales,
de las masas populares en general, la palanca
conciliación” deben ser clarificados y esta
poderosa que acelera el desarrollo de los acon-
“Declaración” lo hace con estas palabras: tecimientos hacia nuevas conquistas democrá-
ticas, hacia la supresión de la dictadura del ge-
La interpretación que damos los comunistas
neral Franco (31).
al concepto de paz civil, de reconciliación de los
españoles, parte del principio de que la demo-
cracia que se restablezca en España no puede Por ello esta “Declaración” del Comité
ser exclusivamente para las fuerzas de izquier- Central del PCE apela a la reconciliación
da o para las de derecha. Ambas han de tener entre todos los españoles como vía para
cabida dentro de esa democracia. La norma de conquistar una democracia parlamentaria
conducta debe ser, para unos y otros, el respeto en España que ponga “fin a la dictadura
a la legalidad democrática; el compromiso de
no recurrir a la guerra civil ni a las violencias
del general Franco, sin guerra civil ni con-
físicas, para dirimir las diferencias político-so- vulsiones violentas” (32):
ciales; el respeto a la voluntad popular expresa-
da regularmente en elecciones libres. En vísperas del XX aniversario del comien-
zo de la guerra civil, el Partido Comunista de
Dentro del respeto a la legalidad democráti- España se dirige a todas las fuerzas políticas
ca, la más amplia libertad a cada clase y capa llamándolas a deponer los odios y el espíritu de
social para la defensa de sus intereses; a cada venganza y a tenderse la mano para emprender
Partido para la propaganda de sus doctrinas. la tarea de sacar a España de la difícil situación
El mayor respeto para las creencias religiosas en que se halla.
de cada cual, así como para aquellos que no (…)
profesen ninguna (29-30).

El Partido Comunista considera que una


Veinte años han sido campo de aprendi-
verdadera amnistía, que permitiera el regreso
zaje suficiente para todos, “la guerra no ha de los exilados, sin discriminación ni vejacio-
pasado en balde, y su experiencia es para nes; la liberación de los presos políticos; la re-
todos fuente de aleccionadoras enseñan- construcción de decenas de miles de hogares
zas” (30). Y si el fascismo “hoy está derro- deshechos y la reparación de las injusticias co-
48

metidas, allanaría el camino al entendimiento greso y resuelvan democráticamente sus


y crearía el terreno apropiado a la convivencia problemas.
nacional, dando a los españoles las posibilida- Y, en este sentido, esta “Declaración” fi-
des de vivir libres del temor a la persecución y
a la venganza.
naliza con la afirmación de que “el Partido
(…) Comunista apoyará a cualquier gobierno
que dé pasos efectivos hacia la realiza-
Mientras siga la represión contra quie- ción de una política de mejoramiento de
nes combatimos en el campo republicano, las condiciones de vida del pueblo, de paz,
mientras sigan presos o en el exilio, o en independencia nacional y restablecimiento
libertad vigilada cientos de miles de espa- de las libertades democráticas” (34).
ñoles, entre los que se hallan muchas de las III
más grandes figuras de la ciencia, la lite-
ratura y el arte nacionales, el espectro de Recordemos que la “Declaración” del
la guerra civil seguirá rondando nuestra Comité Central del PCE afirmaba en junio
patria (32-33).
Por último, esta “Declara- de aquel año 1956 que “mientras siga la
ción” concluye con la defensa de la nece- represión contra quienes combatimos en el
saria unidad de toda la oposición franquis- campo republicano, mientras sigan presos
ta, ya que “las fuerzas de oposición deben o en el exilio, o en libertad vigilada cientos
luchar unidas por los siguientes objetivos” de miles de españoles, entre los que se ha-
(33): llan muchas de las más grandes figuras de la
ciencia, la literatura y el arte nacionales, el
1 Amplia amnistía que devuelva la liber- espectro de la guerra civil seguirá rondan-
tad a los presos y permita la vuelta al país do nuestra patria” (33). Y, en efecto, una
de todos los exilados políticos con plenas de esas “grandes figuras” de la literatura
garantías. española, el exiliado Juan Ramón Jiménez,
2 Supresión de la censura para la prensa entonces en Puerto Rico, iba a recibir el 25
y otras publicaciones, para el cine y el tea- de octubre, tres días antes de que murie-
tro. Libertad de prensa y expresión, inclu- ra su mujer, Zenobia Camprubí, el Premio
yendo la libertad de escribir y expresarse Nobel de Literatura de ese año 1956.
en los idiomas de las nacionalidades. El exilio republicano español saludó con
(…) júbilo y legítimo orgullo esta decisión del
5 Respeto al fuero universitario. Repo- jurado sueco, porque el poeta era también
sición de los profesores y catedráticos re- un exiliado republicano, uno de los suyos.
presaliados. Libertad de cátedra. Libertad Pero también porque el Premio Nobel a
para que los estudiantes celebren su Con- Juan Ramón venía a confirmar la superio-
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
49

ridad ética y estética de la España republi- (…) Lo que nos interesa señalar es la sig-
cana exiliada sobre la España franquista. nificación de la recompensa otorgada a Juan
Ramón Jiménez. El Secretario General de la
En este sentido, resulta contundente la
Academia, Sr. Anders Oesterling, declaró:
transcripción del primer párrafo de un tex- “Otorgamos el premio de literatura 1956 a
to anónimo publicado en el Boletín de la Juan Ramón Jiménez por su pureza lírica, que
Unión de Intelectuales Españoles en Mé- constituye, en lengua española, un ejemplo de
xico: alta espiritualidad y de pureza artística”. De-
clarando seguidamente: “Al recompensar a Ji-
El Premio Nobel es el máximo galardón li- ménez, representante de la gran tradición lírica
terario del año. El de 1956 ha sido otorgado española, la Academia sueca ha querido coro-
a nuestro Juan Ramón Jiménez. Y decimos nar igualmente a Antonio Machado y García
“nuestro” no sólo porque Juan Ramón Jimé- Lorca”. Tres nombres cumbres de la poesía es-
nez es uno de los más grandes poetas de len- pañola –que lo son de la literatura universal- en
gua española, sino porque humanamente, -y los que se da la coincidencia de haber sido dos
es obvio- representa la España con honra, la de ellos poetas españoles exilados y el otro, Fe-
España peregrina, en una y otra orilla. El Dr. derico García Lorca, asesinado en España por
los falangistas al comienzo de la guerra civil.
Anders Österling, secretario permanente del
Queremos, como siempre, ser objetivos, pero
Comité del premio Nobel de Literatura, dijo, al
más en esta circunstancia y sometiendo al ma-
comentar el suceso: “Al premiar a Juan Ramón
yor rigor nuestro juicio tenemos que reconocer
Jiménez como representante de la orgullosa
que es a la literatura española exilada y perse-
tradición lírica española, también se está lau-
guida a la que se le otorga el Premio Nobel y
reando a Antonio Machado y Federico García
que es esa literatura la más alta expresión de la
Lorca”. Estas palabras despiertan en nosotros, espiritualidad española (Kent 1956: 3-4).
republicanos españoles, una viva emoción…
(Anónimo 1957: 2).
Victoria Kent concluía resaltando esa fi-
delidad al exilio republicano del poeta, que
A estos tres poetas españoles (Juan Ra-
vivía en Puerto Rico y “allí seguirá en su
món Jiménez, Antonio Machado y Federi-
exilio voluntario y doloroso y en él conti-
co García Lorca) los consideraba Victoria
nuará para guardar su fidelidad a su idea
Kent en su artículo “Premio Nobel a un
de España, de su España, de la que empezó
poeta exilado”, publicado en la revista Ibé-
a formar en la Residencia de Estudiantes,
rica de Nueva York, como “recipendiarios
en “la colina de los álamos [sic]” (Kent
del Premio Nobel”: 1956: 4).
La Real Academia de Suecia, en sesión cele- El Ateneo Español de México organizó
brada en Estocolmo el 25 del mes de octubre, un homenaje al poeta y le mandó una carta
acordó otorgar el premio Nobel de Literatura mecanografiada y firmada por los asisten-
al poeta español exilado Juan Ramón Jiménez. tes al acto, carta fechada el 6 de noviem-
50

bre de 1956, en la que le enviaban, “con mo su “felicitación por el justísimo Premio


su cordial felicitación por honor tan justo, Nobel concedido al gran poeta de la Es-
que les llena de orgullo como españoles, el paña peregrina, de la verdadera España”
testimonio reiterado de su admiración sin (Alegre Heitzmann 2008: 435). Cipriano
límites y un saludo pleno de afecto”. Y fir- de Rivas Cherif le transmitía, en carta fe-
maban esta carta, entre otros, Max Aub, chada en México el 25 de octubre de 1956,
Rafael de Buen, Honorato de Castro, Juan su felicitación y la de su hermana Dolores:
de la Encina, León Felipe, Bernardo Giner “Mi hermana la viuda de Azaña me encar-
de los Ríos, José Giral, Ceferino Palencia, ga condolido saludo, alegre también en su
Isabel O. de Palencia, Francisco Pina, Ci- corazón, por amiga y por española deste-
priano de Rivas Cherif y Pilar de Zubiaurre rrada” (Alegre Heitzmann 2008: 271). An-
de Gutiérrez Abascal. toniorrobles, en carta fechada en México
Por su parte, el Centro Republicano Es- el 26 de octubre de 1956, se congratulaba
pañol de México le dirigía una carta me- de “que se haya hecho justicia a la Poesía.
canografiada en la que, entre otras cosas, ¿Que además va escrita en español? Mejor.
decía: “Todos los desterrados españoles ¿Que está escrita por un refugiado español
nos hemos conmovido al enterarnos de ello en la época de esa dictadura mediocre y
y deseamos hacerle presente nuestra íntima cruel? ¡Mejor todavía” (Alegre Heitzmann
satisfacción de españoles, que, privados de 2008: 299). Juan Rejano comentaba tam-
la tierra, llevamos en lo más profundo del bién las palabras del doctor Anders Öster-
corazón el sentimiento de la patria, aumen- ling antes citadas, su mención de Antonio
tado por la nostalgia y la obligada lejanía” Machado y Federico García Lorca, y con-
(Alegre Heitzmann 2008: 358). También el fesaba su “viva emoción” porque
Centro Republicano Español de Montevi-
deo le envió una carta mecanografiada en tienen, quiérase o no, una significación polí-
la que le manifestaban “nuestras felicita- tica. (…) El doctor Österling ha llevado a cabo
ciones y mejores augurios por la ventura un doble acto de justicia: reconocer su perso-
personal de quien bajo el signo de la Espa- nalidad en el mundo de la literatura y situar-
los en el marco heroico de su pueblo, por el
ña del exilio recibe el tercer Premio Nobel
cual murieron. (…) Sin contar el hecho mismo
para nuestra patria” (Alegre Heitzmann de que el beneficiario de esta distinción haya
2008: 416). sido Juan Ramón Jiménez, que salió de España
Además de estas felicitaciones colectivas, como protesta contra el alzamiento fascista, y
el poeta recibió muchas felicitaciones indi- aún no ha vuelto (Rejano 1956: 6).
viduales. Así, por ejemplo, Homero Serís,
en carta manuscrita con el membrete de También Antonio Otero Seco se refería a
Syracuse University, le manifestaba asimis- las palabras de Österling en estos términos:
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
51

Por eso constituía un acierto evidente la de un hombre –de unos hombres- que tienen
evocación de la literatura española, “lamenta- que vivir fuera de España, con la nostalgia de la
blemente apartada de esta competición inter- patria royéndole el alma, o morir en ella, vícti-
nacional”, y la de esos tres nombres ilustres, ma de su “obra idealista y de tendencia huma-
a la hora de premiar, en uno de ellos, con el nitaria” (Otero Seco 1957: 11).
más alto galardón literario, una vida larga y
fecunda dedicada a la poesía pura y al amor Estas palabras entrecomilladas por Ote-
a España y a los valores humanos: Juan Ra-
món Jiménez, emigrado voluntario y peregrino
ro Seco habían sido escritas en su testa-
por América; Federico García Lorca, fusilado mento por Alfred Nobel, cuya voluntad
en Granada -¡en su Granada!- y Antonio Ma- expresa consistía en “que el galardón debía
chado, muerto en Francia, en Collioure, junto ser concedido “al autor de una obra idea-
a su madre octogenaria, dos meses después de lista y de tendencia humanitaria” (Otero
haber llegado –emigrado voluntario, también-
Seco 1957: 10). Por último, Libertad Blas-
a tierra libre (Otero Seco 1957: 10).
co-Ibáñez, exiliada republicana en México,
Palabras de Österling que Otero Seco le mandó también al poeta una carta meca-
interpretaba como una manifestación por nografiada en la que afirmaba que, “como
parte de la Academia Sueca de “solidaridad española y refugiada política, su triunfo lo
espiritual con los millares de intelectuales he sentido como propio” (Alegre Heitz-
españoles que, como Juan Ramón Jiménez, mann 2008: 460).
viven desde hace veinte años fuera de Es- Pero un dato aún más revelador de las
paña por incompatibilidad con un régimen convicciones políticas y morales del exilia-
que niega y persigue la libertad y con los do Juan Ramón Jiménez y de su lealtad a
centenares y centenares que en el interior los valores republicanos nos lo proporcio-
de España han sido víctimas del régimen” na Pere Bosch Gimpera, Rector de la Uni-
(Otero Seco 1957: 10-11). Sin embargo, la- versitat Autònoma de Barcelona antes de la
mentaba la omisión del poeta Miguel Her- guerra civil, quien en una carta manuscrita
nández, aludido también por Rejano: le escribe:

La evocación hubiese quedado completa con Siempre le he recordado y admirado y hoy


el nombre de Miguel Hernández –otro poeta siento la necesidad de enviarle una calurosa fe-
español de los tristes destinos- (…) muerto (…) licitación tanto por el Premio Nobel que tan
de soledad y de asco en la cárcel de Alicante. merecidamente le han dado como por su ac-
titud de integridad moral prefiriendo delegar
La Academia Sueca dejó así, bien sentado, para recibirlo a nuestro amigo el Rector de
sin posible resquicio para el equívoco, cuál era Puerto Rico, ciudadano de un país en que la
su criterio respecto a los valores literarios de un dignidad humana se cotiza, al representante del
poeta –de unos poetas- y a los valores morales régimen que impera en España y que es incom-
52

patible con nuestros viejos principios liberales gusto. Gracias. Y otro abrazo de corazón”
(Alegre Heitzmann 2008: 452). (Alegre Heitzmann 2008: 466). Y, por úl-
timo, Sender también elogió años después
Porque, en efecto, el poeta delegó la re- al poeta por haber “preferido el exilio a la
cepción del premio en Jaime Benítez, Rec-
ignominia” (Sender 1971: 395).
tor de la Universidad de Puerto Rico, y no
La concesión en 1956 del Premio Nobel
en el embajador franquista en aquel país
a Juan Ramón Jiménez planteó al régimen
americano y esta decisión provocó una dura
franquista un problema incómodo y las
polémica diplomática (Morelli 2010: 88)
que Gabriele Morelli documenta mediante reacciones fueron variadas, desde la igno-
cuatro cartas escritas por el periodista ca- rancia voluntaria al intento de apropiación
talán Ernesto Dethorey, exiliado republica- del poeta. Así, el diario monárquico y con-
no naturalizado sueco: dos al doctor Jaime servador ABC titulaba su portada del 26
Benítez y otras dos a Fernando Valera, re- de octubre con las siguientes palabras: “El
presentante del gobierno republicano en el Premio Nobel de Literatura para España
exilio de París (Morelli 2010: 84-97). En (Villar 2006: 82).”. Una portada patriotera
palabras de Dethorey a Fernando Valera en y malintencionada, porque obviaba delibe-
carta fechada el 16 de noviembre de 1956 radamente la condición de exiliado repu-
en Estocolmo, se trataba de “hacer todo lo blicano del poeta. Pero un ejemplo antoló-
posible con el fin de que no sea el embaja- gico de “ninguneo” fue el que le dispensó
dor de Franco el que recoja “oficialmente” la Real Academia de la Lengua, institución
el premio. Hay que evitar en todo lo posi- que, según información publicada el 26 de
ble, por todos los medios a nuestro alcance, octubre de 1956 por el periódico madrile-
que el régimen franquista y sus servidores ño Ya, reaccionó de la siguiente manera:
se engalanen con plumas ajenas” (Morelli
2010: 89)”. Don Julio Casares, secretario perpetuo de la
María Martínez Sierra, desde su exilio docta casa, nos informó oficialmente de que la
argentino, se congratulaba de que Juan Academia no tenía por qué tener conocimien-
Ramón no hubiera sucumbido a los can- to del premio concedido a un escritor español.
(…) Aquí no sabemos nada. Particularmente,
tos de sirena franquista, que le invitaban a
cada académico puede juzgar el hecho como
volver a España: “¡Cómo me complace que
guste. Unos lo encuentran acertado, y otros no.
no haya usted querido volver a España! Yo Pero, repito, esto en el terreno particular. -¿La
tampoco. Gregorio volvió, y ello es una de Academia no va a felicitar al poeta?, pregun-
mis tantas tristezas. Aunque decían: ¿Vol- taba el periodista. –Hasta el momento no pue-
verá? ¿No volverá? Y yo deseaba: ¡Que no do decirle nada. Oficialmente no mantenemos
vuelva, que no vuelva! Me dio usted por el contacto con él (Alegre Heitzmann 2008: 201).
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
53

“Oficialmente”, la España franquista sido que una Real Academia Española saliera
no mantenía “contacto” con el exilio re- en defensa de su gran poeta. Sin embargo, en
publicano y el “ninguneo” de Juan Ramón ese caso hubiéramos tenido que construir una
academia española invisible, en la cual el poe-
Jiménez por parte de la Real Academia de ta, aquí sí, hubiese contado con amigos y ava-
la Lengua resultó tan sonrojante como ver- ladores. Pero sus contemporáneos de la famosa
gonzoso, ya que la institución había pre- “generación del 98”, un Unamuno, un Antonio
sentado como candidato a Ramón Menén- Machado (ambos también dignos candidatos
dez Pidal, finalista junto a Saint-John Perse al Premio Nobel), están todos muertos. Y sus
y Eugène Baie. Y, obviamente, la concesión discípulos más brillantes, un Rafael Alberti, un
García Lorca, o bien se exiliaron o enseguida
del Premio Nobel de Literatura 1956 al
fueron definitivamente arrinconados por el ré-
poeta exiliado, quien, por cierto, “rechazó gimen vencedor (Alegre Heitzmann 2008: 170-
en tres ocasiones la propuesta de entrar en 171).
la Real Academia Española” (Alegre: 170,
nota 116), fue recibida como una pésima
noticia por el régimen franquista, porque IV
que le planteó una extraordinaria incomo- Esa Academia “invisible” a la que se re-
didad política y cultural. fiere Hjalmar Gullberg es la que quiso ima-
Esta vergonzosa actitud de la España ginar Max Aub, una Academia en la cual
franquista ante la concesión del Premio Juan Ramón Jiménez “hubiese contado
Nobel a Juan Ramón Jiménez, esta anoma- con amigos y avaladores”. Así, frente a la
lía española, era denunciada por Hjalmar Real Academia franquista, Max Aub quiso
Gullberg, miembro del Comité del Nobel, imaginar su ingreso en una Academia que
en una carta fechada en Estocolmo en sep- no era ni real ni Real, sino ficticia y Repu-
tiembre de 1956: blicana.
El 1 de noviembre de aquel 1956 ya he-
Toda la España oficial ha erigido el nom-
bre venerado y sin mácula de Menéndez Pidal mos dicho que sucedieron en política in-
como una enseña ante el mundo, y comprendo ternacional dos hechos relevantes. Por una
que sea necesario hacerlo. parte, el gobierno húngaro, presidido por
(…) Imre Nagy, decidió abandonar el Pacto de
Varsovia, la alianza militar de los países
socialistas contra la OTAN. La interven-
En esta ocasión, Juan Ramón Jiménez ha
ción militar soviética posibilitó la forma-
sido propuesto por el señor Martinson; no es
la primera vez que un miembro de la Academia ción de un nuevo gobierno, presidido por
sueca salva un nombre de la lista de candidatos. Janos Kadar, a su vez primer secretario del
No cabe duda de que lo más verosímil hubiera Partido Comunista húngaro. Y por la otra,
54

las tropas militares anglofrancesas, bajo de la política de reconciliación nacional. Y,


el mando conjunto del general Sir Char- en ese sentido, nada más amargo que este
les Keightley, invadieron el Canal de Suez discurso ficticio del escritor republicano
aquel mismo día 1 y tomaron la ciudad de exiliado, el discurso de la reconciliación
Port Said. El 7 de noviembre de aquel 1956 cultural que no pudo ser.
el socialista Max Aub, exiliado republica- El teatro español sacado a luz de las ti-
no en México, anotaba en sus Diarios: nieblas de nuestro tiempo fue el título que
el escritor exiliado dio a este ficticio dis-
Lo terrible de la intervención soviética en curso de ingreso en la Academia Española.
Hungría, no es tanto –con serlo- ella en sí como Un discurso, escuchado por ejemplo por el
la demostración de que el régimen comunista – académico Federico García Lorca, ya que
tal como lo entienden los rusos- es ineficaz para
la guerra civil nunca existió, en donde Max
los países que han conocido la administración
burguesa. Definitivamente: por ese camino no
Aub se refiere a los últimos veinte años del
se va a ninguna parte honrosa. teatro español, texto publicado por el au-
tor en México el año anterior a su muerte,
La intervención franco-británica en Egipto, es decir, en 1971, y que reprodujo la revista
coincidiendo con la soviética en Hungría, me Triunfo un par de meses antes de su falle-
reafirma en mi posición negativa: no, no y no. cimiento.
Para nuestros países, con todo el tiempo que se Pues bien, a la solemne lectura de este
pierde y se pierda, lo más conveniente es la ruta discurso apócrifo asiste el Sr. Presidente
del socialismo (Aub 1998: 284).
de la República española, por entonces
don Fernando de los Ríos. Y en su discur-
El propio Max Aub eligió la fecha del 12 so Max Aub se inventa el hermoso sueño
de diciembre de 1956 para su discurso apó- de suceder en el sillón académico “i” mi-
crifo de ingreso en la Academia Española núscula nada menos que a don Ramón del
de la Lengua y ni la fecha ni el año, a mi Valle-Inclán. Un sillón que el nuevo aca-
modo de ver, parecen inocentes ni fruto del démico confiesa haber alcanzado no tanto
azar. El 12 de diciembre lo eligió acaso por- por “mi labor literaria” cuanto “por mi
que se celebra el día de la Virgen de Gua- empeño como director del Teatro Nacio-
dalupe, patrona de México, el país donde nal desde 1940”. Un quimérico Teatro Na-
el escritor estaba exiliado. Pero si esta in- cional republicano que, según las palabras
terpretación del día y del mes es más que del también académico Juan Chabás en su
discutible, no me lo parece sin embargo la discurso de contestación, fue inaugurado el
elección en 1971 del año 1956, porque es 12 de octubre de 1939 “con la memorable
el año tanto del Premio Nobel de Litera- representación de El acero de Madrid, di-
tura a Juan Ramón Jiménez como el año rigido por Cipriano de Rivas Cherif. Creo
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
55

que este dato resulta sumamente expresivo BIBLIOGRAFÍA CITADA


de hasta qué punto Max Aub se veía a sí
mismo como un hombre de teatro, como ALEGRE HEITZMANN, Alfonso (2008), Juan Ra-
un frustrado director del Teatro Nacional. món Jiménez, 1956: crónica de un Premio No-
En definitiva, un hermoso y amargo bel: memorias, cartas y documentos. Madrid,
Publicaciones de la Residencia de Estudiantes.
discurso apócrifo pronunciado el 12 de
diciembre de 1956 por Max Aub en Ma- ANÓNIMO (1957), “Juan Ramón Jiménez, Premio
drid ante la Academia de la Lengua que no Nobel“, Boletín de la Unión de Intelectuales Es-
pudo ser. Un discurso apócrifo pronuncia- pañoles, México, 3-4 (febrero-mayo de 1957),
p. 2. Existe una reedición facsímil de esta revis-
do en una España republicana a la que, por
ta: Sevilla, Renacimiento, Biblioteca del Exilio,
el golpe de Estado militar fascista encabe- 2008, con prólogo de Federico Álvarez y estu-
zado el 18 de julio de 1936 por el general dio introductorio de Manuel Aznar Soler.
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del Franquismo/VIII Trobada Internacional d’In-
vestigadors del Franquisme. Barcelona, 21-22
de novembre de 2013, edición de Carme Moli-
nero y Javier Tébar. 1 disco (DVD-ROM) (ISBN:
978-84-695-8654-9). Barcelona, CEFID-UAB y
Fundació Cipriano Garcia, pp. 1-24
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ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
57

Juan David García Bacca:


Metafísica y creatividad
en el exilio republicano* the requirements of new scientific challenges.
These new principles meant a radical break with
the scholastic background –the resort to rigid
ontological categories has founded the different
metaphysical theories that have followed one
alberto ferrer garcía
Universitat de València another since Aristotle. So we do not need to
Crtra. de Escrivá 26, pta. 14 · 46007 (Valencia) count on that kind of ontological rigidity: the
691 958 478 | ferrergarcia.alberto@gmail.com human mind scrutinizes reality, but his epistemic
decisions do not freeze reality; reality is in essence
«creative», unlimited, infinite…
Resumen: El presente trabajo hace un análisis
del pensamiento de J. D. García Bacca, exiliado 1.Heidegger como pretexto
republicano, partiendo de tres autores contempo-
ráneos: M. Heidegger, W. James y A. N. White- A su llegada a México, en 1942,
head. Ellos subvirtieron la tradicional lengua filo- lejos ya de España, «la lectura de Kant
sófica –y sus cimientos– de una manera «creativa» und das Problem der Metaphysik de
y contribuyeron a la creación de un nuevo fondo
ontológico que cumplía los requisitos de los nue-
Heidegger fue –para García Bacca–
metaphysics, pluralism, realism.
Keywords: Creativity, ontology,

vos retos científicos. Tales novedosos principios un choque contra lo que de metafísica
suponen una ruptura radical con el fondo esco- conservaba en el Fondo»1, a pesar de
lástico –el recurso a rígidas categorías ontológicas lo asfixiante que le había resultado
ha sido común en las diferentes teorías metafísicas
que se sucedieron desde Aristóteles. Así que no
la lectura de Sein und Zeit unos años
debemos tener en cuenta tal rigidez ontológica: antes. En ella hallará una orientación
la mente humana escudriña la realidad, mas sus clave que basculará, en buena medida,
decisiones epistémicas no logran congelarla; la su pensamiento ulterior:
realidad es esencialmente «creativa», ilimitada,
infinita... La metafísica, dice Heidegger en Kant und
das Problem…, no es una teoría; es un acon-
Palabras Clave: Creatividad, ontología,

Abstract: This paper analyzes the thought of tecimiento (Geschehen): toda una irrupción
J. D. García Bacca, republican exiled, based on (Einbruch) que en Ser hace ese ente concreto
metafísica, pluralismo, realismo.

three contemporary authors: M. Heidegger, W. que es el hombre. Irrupción que descompone


James and A. N. Whitehead. They subverted el ser en entes: y a éstos, en enseres (Zeug). Si
the traditional philosophical language –and its así fuera […] resultaría deshecha, deshecho el
foundations– in a «creative» way and they helped Ser, por una irrupción, no por una refutación
to devise a new ontological background that met u olvido. La coherencia máxima del Ser, el Ser

*
Agradezco al profesor Sergio Sevilla sus valiosas observaciones y sugerencias, así como a Silvia Torres su
paciente ayuda en la elaboración del presente artículo.
1
J. D. García Bacca, «Autobiografía intelectual», Anthropos 9 (1982), p. 6.
2
Ibid., loc. cit.
58

parmenídeo, no resiste la irrupción de un ente existencia, sustancia/accidente, potencia/


cuyo privilegio y faena en el orden de lo real es, acto… Es el hombre quien hace del univer-
cual la de la bomba atómica (recién descubierta
y empleada), deshacer el ser en entes –la mate- so físico un mundo poético –en el sentido
ria, en radiación2. más noble del término «creación,
producción». La metafísica es una con-
Existe la metafísica porque existe el creción, «un acontecimiento real que hace
hombre –ese peculiarísimo tipo de ente que
historia»4 por hacer acto de presencia el
posee, entre sus múltiples capacidades, la
maravillosa de descomponer aquello pri- hombre en función de auténtico
mitivamente unido: «el universo […] en –«creador»–: el Enser (Dasein)hacedor de
componentes “metafísicos”»3. Sin su irrup- enseres (Zeuge)5; que ya no es Dios, sino el
ción el universo callaría ante eso de esencia/ hombre, el poeta del mundo.

3
J. D. García Bacca, Antropología filosófica contemporánea, Caracas, UCV, 1957, p. 165. En adelante: AFC.
4
Ibid., p. 166.
5
A lo largo de su vasta producción literaria García Bacca traduce la magia nominal del Dasein heideggeriano
de múltiples formas: «realidad de verdad», «Ser que está», «existencia humana», «existencia auténtica», «nuestra
auténtica realidad», «aquí-ahora-éste», «Aquí-ser», «realidad puesta en verdad», «estar-siendo», etc. No podemos
perfilar cada una de ellas, mas sí podemos precisar, siquiera en unas pocas líneas, la traducción –fuerte y violenta–
de Dasein por Enser que aquí ahora mencionamos.
Al término castellano «enseres» –instrumentos (matando aquí su significación multisecularmente viviente)– le
circunda aquel otro de región, de comarca –Gegend– y sus lugareños: cuchillo está en región de cubiertos en
compañía de tenedores, cucharas, cucharillas y cualesquiera otros refinados instrumentos para similares fines –
todos ellos en calidad de enseres, que no de seres. Los enseres son-en-mundo y, además, están-a-la-mano –
Zuhandenheit– (ese es su sentido del ser –Sinn des Seins) quedando en perfecto coajuste –Bewandthis– entre,
dice García Bacca, «mano-enseres-mundillo». Así, «si […] el Dasein comienza por ser su ser siéndolo en mundo
instrumental (Zeugganzes), constituyendo el universo en mundo de enseres […], no andaríamos muy fuera de
propósito si tradujéramos Dasein por Enser. […] Nuestra realidad total merece el título de “ser-que-está”, realidad
integrada de ser y de estar» (J. D. García Bacca, «Las ideas de ser y estar; de posibilidad y realidad en la idea de
hombre en la filosofía actual» (1952), en Existencialismo, Xalapa, Universidad Veracruzana, 1962, pp. 256-257. En
adelante: Exist.). Con mayor precisión y gracia lo dejó dicho el propio García Bacca en ibid., p. 255 ss. Mas continúa
advirtiendo éste: «Pero lo que tratamos no es cuestión de palabra más o palabra menos, ni de diversas, intraducibles
o traducibles, sino de algo más hondo y tremebundo» (ibid., p. 257); lo que, para García Bacca, está en juego con la
traducción del Dasein heideggeriano es la receta que el cocinero dialéctico ha de seguir a pies juntillas para dividir el
ente por la juntura «ser-estar» en vez de desmenuzar inútilmente los binomios –con aparente identidad o distinción
real– esencia/existencia, qué es/que es, potencia/acto… y otras tantas insustanciales dicotomías. Al ave existencial
debe cortarla uno no por sus naturales junturas, sino por las novedosas de Da/sein, posibilidad/actualidad; y
el cocinero dialéctico es aquel que sabe cortar el ave a lo heideggeriano, y salpimentarla a lo whitehedeano. Y,
permítaseme la añadidura, que la cocción no se le vaya de las manos dejando tirante al ave, o poco hecha y
excesivamente sanguinolenta, dependerá de que acierte a prepararlo a temperatura garcíabacquiana. El ave en
pluralidad de estados y con multiplicidad de sabores –nouvelle cuisine–, era plato indigerible que, cada día, se va
haciendo más común en nuestras mesas frente a la cuisine classique –carne de museo.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
59

«El hombre es un ser cuyo puesto se La posibilidad es su constitutivo ontológi-


encuentra precisamente en el Ser en toda co. El ser del hombre es posibilidad abier-
su amplitud»6 y tal situación privilegiada ta, un poder-ser, un ir por delante de aque-
implica la necesidad de comprender –Vers- llo que en el momento se es. Así el hombre
te-hen– el Ser. Entendiendo tal temple, tal se trasciende a sí mismo, trasciende –o, por
existenciario, no como un comprender de decirlo en términos del propio García Bac-
tipo intelectual o psicológico sino como ca, transfinita– los límites que le han sido
una mirada ontológica que abre el mundo: impuestos; así deja de ser un tema para
convertirse, necesariamente, en un proble-
ma: el más comprometedor y aventurado
Lo que se puede en el comprender en cuanto
existenciario no es ningún «algo», sino el ser en de ser empresa de sí, «empresario de su lla-
cuanto existir. En el comprender reside existen- mada esencia»9, elector forzoso de posibi-
ciariamente la forma de ser del «ser ahí» como lidades cuyo no hacer es ya un poder-ser.
«poder ser». El «ser ahí» no es algo «ante los Que lo real, como veremos más adelante,
ojos» que posea además como dote adjetiva la carezca de soldadura implica que nosotros
de poder algo, sino que es primariamente «ser
posible». El «ser ahí» es en cada caso aquello
tampoco la tengamos; así no llevamos en el
que él puede ser y tal cual él es su posibilidad7. pecado nuestra penitencia sino en la cruz
nuestra salvación.
El hombre es un haz de posibilidades, no
somos más que materia de hechos –matter Nadie se ha tragado en firme eso de
of facts–, sin esencia ni determinación últi- cambio y del movimiento, hasta llegar
a la filosofía moderna. […] Pero Heide-
ma alguna. Y un hecho no obliga a nada, gger, por ejemplo y para ejemplo, Whi-
nada impone; su ser, el ser del hombre, es tehead, Bergson, comienzan por afirmar
raíz de libertad: escapa a toda determina- que el hombre no está hecho de necesi-
ción categorial. Nada de géneros que traten dades metafísicas, o categoriales como se
de apresarnos. Nuestra realidad de verdad las llama; eso de estar hecho de catego-
rías o categoriales es cosa de las cosas,
(Dasein) es la contingencia: «un ser como necesidades suyas. El hombre está hecho
el hombre […] no puede estar compuesto, de materia de simples hechos y de exis-
sino descompuesto, y en descomposición»8. tenciales, por decirlo con Heidegger, o de

6
AFC, p. 163.
7
Martin Heidegger, Sein und Zeit, § 31. Cito por la traducción de José Gaos: El ser y el tiempo, México, FCE,
1971, p. 161. En adelante: SuZ.
8
«Las ideas de ser y estar…» (1952), Exist., p. 265.
9
J. D. García Bacca, Humanismo teórico, práctico y positivo según Marx, México, FCE, 1965, p. 9.
60

obligaciones categoriales10, en términos a lo que viniere, a lo radicalmente im-


de Whitehead11. previsible; y tanto más expuesto, tanto
más expósito cuanto más nos agarremos
No hallaremos en nosotros «un diaman- a entes, a objetos en cuanto objetos15.
te dentro, un fundamento positivo y esen-
cial de eternidad, de seguridad en el ser»12 Una angustia que destruye sentidamen-
–en ese Ser que ahora se nos vuelve patente te «todos los optimismos, fábulas, teorías,
como una carga13–, pero tampoco lo ha- mitos, dogmas que para no reconocer tal
llaremos fuera. Extraños y peregrinos nos facticidad, para huirnos, habíamos com-
hace sentir la angustia en medio del mun- placientemente tejido, a ver si tejiéndonos o
do de las cosas. La temblequera del Ser nos entretejiéndonos con otros seres, quedába-
asalta por nuestra realidad de hecho, de mos firmes y asegurados»16. Pero las cosas
simple y bruto hecho: «Nuestro Ser está no se sienten «matter of facts», no les duele
que se muere, y está de muerte porque la la caducidad ni les pesa la irracionalidad de
realidad que le hace de base es simplemente lo real, su desconsideración. No necesitan
realidad “de hecho”»14, y ello nos angustia, huir de la ontología, del ser que son. No les
nos desestabiliza, nos destempla; a noso- aterra el silencio de los espacios infinitos.
tros y a nuestro mundo, a nuestra concep- No les aterra la nada. «Sólo el hombre vive
ción(es) del mundo –Weltanschauung. sobresaltado [preocupado (Sorge)], con el
alma en un hilo, con el ser en vilo»17.
La angustia es el testimonio, el exis- El hombre está proyectado, es proyecto
tenciel [existenziell] que nos da fe, cons-
–Entwurf; y la comprensión, decíamos, es
tancia y pruebas de que nuestro ser está
a manos del Ser; y, por estarlo, lejos de proyectarse, «lanzarse a». En el compren-
obtener la seguridad de la identidad se der el hombre se lanza hacia un futuro que
halla expuesto (existencia) a lo que sea, se abre como posibilidad. El hombre resul-

10
«Término de Whitehead que suple el de principio metafísico; eso de “tener que ser” o necesidad absoluta no
existe en el sentido clásico de esta palabra ni puede darse en un universo del ser en que lo Último es la Creatividad:
la Novedad» (J. D. García Bacca, Nueve grandes filósofos contemporáneos y sus temas, Barcelona, Anthropos,
1990, p. 464. En adelante: NGFC).
11
J. D. García Bacca, «Potencias, posibilidades e historia» (1948), en Exist., p. 65.
12
J. D. García Bacca, «La angustia heideggeriana y el temple de peregrinación y extrañeza de San Juan de la
Cruz» (1947), en Exist., p. 209.
13
SuZ, § 29.
14
J. D. García Bacca, Introducción literaria a la filosofía, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1964, p. 209.
En adelante: ILF.
15
«Las ideas de ser y estar…» (1952), Exist., p. 271.
16
J. D. García Bacca, «La angustia heideggeriana…» (1947), en Exist., p. 212.
17
ILF, p. 204.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
61

ta, por decirlo en términos de Goethe, espía degger, no es otra cosa que estar dejado de
del porvenir. Y no hay espionaje posible la mano de Ser. Y ¿puede haber mayor ries-
sin, al menos, una pizca de atrevimiento go, mayor atrevimiento, que aquel que co-
–das Wagnis–: «el hombre es a veces más rre el dejado de la mano de Dios? Ser es lo
osado que el riesgo, más ente que el ser de inesperado, es campo abierto: «La verdad
lo ente»18. no es una propiedad del ser, sino un estado
del ser; ser que está en patencia cósmica (in
El ser desata y abandona a lo ente en der Welt) dando campo a todos los entes
el riesgo. Este abandono que arroja a lo
ente es el auténtico riesgo. Todo ente es para que se aparezcan como seres»20.
arriesgado. El ser es el riesgo por exce-
El Ser es el atrevimiento en persona, por
lencia. Nos arriesga a nosotros, los hom-
antonomasia […]; lo cual tal vez no venga a
bres. Arriesga a los seres vivos. Lo ente
decirnos otra cosa sino que el ser es creación
es, en la medida en que sigue siendo lo
(Bergson), «creativity» (Whitehead), surtidor
arriesgado una y otra vez. Ahora bien,
de novedades […]; mutación; o lo más viejo,
lo ente sigue siendo arriesgado en el ser,
esto es, en un arriesgar. Por eso, el ente de que nuestro ser es creación continuada. […]
es abandonado al riesgo, arriesgándose El Ser, para hacerse ente, tiene que aventurar-
él mismo. Lo ente es, en la medida en se y atreverse; «el ser es, simplemente […], la
que marcha junto con el riesgo en el que aventura, el atrevimiento». Otra modulación
es abandonado. El ser de lo ente es el ontológica del tema de la radical contingencia
riesgo. Éste reside en la voluntad, que del ente concreto21.
desde Leibniz se anuncia más claramente
como ser de lo ente desvelado en la me- «La historia no consiste en lo natural
tafísica19. […] sino en la invención de nuevas posibi-
lidades»22. La infinidad de las posibilidades
Cada ente es, pues, el atrevimiento mis- está contenida en el aparente límite de lo
mo; el riesgo encarnado. El Ser nos suelta, natural. El hombre no es solo sus potencias
nos deja de su mano, a los entes; somos por sino también, y ante todo, sus posibilida-
nuestra cuenta y riesgo. Ser filósofo, decía des. «Los existenciales son posibilidades»23
García Bacca, no es otra cosa que estar de- y, en consecuencia, no deben ser confundi-
jado de la mano de Dios; ser ente, dice Hei- dos con las potencias y sus actos –meros

18
M. Heidegger, Holzwege. Cito por la traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte: Caminos de bos-que, Madrid,
Alianza, 2001, pp. 220-221.
19
Ibid., p. 207.
20
«Las ideas de ser y estar…» (1952), Exist., p. 265.
21
Ibid., pp. 271-272.
22
«Potencias, posibilidades e historia» (1948), Exist., p. 74.
23
Ibid., pp. 66-67.
62

categoriales. No basta, además, con tope- Whitehead –«vector character»–, fue Kant
tarnos con lo natural para ser capaces de el primero en descubrir «la vectorialidad de
descubrir sus posibilidades –la real y efec- la razón, sus direcciones (Richtungslinien)
tiva transformación, deformación, de lo puras»27 –aunque no lo expresase, desde
natural según plan o proyecto: «Los actos luego, en los términos de la física moder-
naturales son solamente de hecho el térmi- na. Las ideas, fuera de su actuación direc-
no de las apetencias de las potencias […]. triz –de ser líneas de dirección, dirá García
No hay cosa que tenga término, en punto Bacca, que conducen al entendimiento a
a posibilidades, aunque parezca tenerlo en una determinada meta– no poseen con-
orden a actos naturales»24. tenido propio alguno; son pura dirección
Todo esto sólo tiene sentido respecto dirigente, puro anhelo. Son meros princi-
del hombre, porque el hombre es capaz pios regulativos que no dan propiamente
de forjarse planes, designios, proyectos conocimientos. El caso es que mientras
que no están prefijados por la estructura que en Kant la idea se agota en su función
de los seres, o, como diría Cervantes, la vectorial y jamás llega a ser en realidad de
preocupación hace echar a los ingenios,
al Hombre, «por caminos que no están verdad real, en James y García Bacca ésta
en el mapa» del ser, del Universo25. puede llegar a serlo si, puesta a pruebas y
repruebas, hace patente su eficacia, su uti-
lidad.
2. W. James y la eficiencia vectorial de En 1927 W. Heisenberg enunció el prin-
las ideas cipio de indeterminación que pasaría a la
Aunque la aplicación a las ideas del tér- historia con su nombre, limitando nues-
mino «vectorial» le venga sugerida por el tro conocimiento de lo real de una mane-
propio James –«ideas directrices», «ideas- ra hasta ahora insospechada: «lo real está
guía»26– y acuñada por su continuación en imperfectamente especificado, o es imper-

24
Ibid., p. 73.
25
ILF, p. 204.
26
Los términos exactos le son sugeridos por la traducción francesa de E. Le Brun (W. James, Le pragmatisme,
Paris, Ernest Flammarion, 1911) con la que trabajó: «idées directrices» (ibid., pp. 189, 195-196, 199…), «une idée,
un guide» (ibid., p. 195; cf. p. 186). James se refiere a ello en términos de una «function of a leading that is worth
while» (William James, Pragmatism, Cambridge, Harvard University Press, 1975, p. 98. En adelante: Pragmatism):
«Such simply and fully verified leadings are certainly the originals and prototypes of the truth-process» (ibid., p.
99); «To “agree” in the widest sense with a reality, can only mean to be guided either straight up to it or into its
surroundings […]. The essential thing is the process of being guided» (ibid., p. 102); «Agreement thus turns out to be
essentially an affair of leading—leading that is useful» (ibid., p. 103).
27
J. D. García Bacca, Lecciones de historia de la filosofía, II, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1973, p. 258.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
63

fectamente especificable»28 –principio pri- maleabilidad del hombre, es, en palabras


mero de realismo posible de la verdad. En de Hegel, lo inmediato indeterminado30,
consecuencia, si el ser en general, o ciertos «lo dado sin más […] como no determi-
seres en particular, no se encuentran espe- nado, mas, por eso mismo, determinable a
cificados de una vez por todas –perfecta- todo»31.
mente determinados– sino que su forma es «Mientras que para las otras doctrinas
la de material bruto y en bruto, ello implica una verdad nueva es un descubrimiento,
que ciertas ideas del hombre –por el carác- para el pragmatismo es una invención»32.
ter vectorial de éstas– pueden ser capaces No hay, por bendita suerte o maldita gracia,
de determinar –al menos transitoriamente– asidero inflexible donde el ser alcance
tal realidad mediante artefactos. Las verda- especificación última. Frente al mundo
des que produjese tal proceso resultarían, clausurado –finito– de la antigüedad
literalmente, inventos. Si la verdad es un y el mundo moderno que no tiene, ni
atributo del ser –y más si, como sostuvo la puede tener, fin ni término –infinito–, el
escolástica, ésta se identifica con aquél– la pragmatismo, con su carácter apaciguador,
verdad real no puede ser más que un mero no se decanta inclinando la balanza ni del
descubrir, tan sólo un desvelar – lado de los unos ni del de los otros, sino
aquello que de inmutable, de natural, hay tomando una tercera vía que defina lo real,
en el ser –su esencia. Mas si el ser, o ciertos sencillamente, como aquello indefinido:
seres, son ajenos a eso de la inmutabilidad, aquel lugar sin dirección donde se hace
de ser naturales, la verdad resultará in- preciso trazar una ruta para orientarse.
vento del hombre –realidad del ser o seres Sólo en tierra inhóspita el hombre precisa
plastificable por procedimientos artificia- de ideas-vectores que determinen su
les; que «el ser es de plástico; es lo plástico, rumbo; artefactos, máquinas, instrumentos
por excelencia. Y cada ente tiene tanto de capaces de dar, no con una solución sino,
ser cuanto guardare, bajo cada forma, de en términos de García Bacca, con un
plastificable»29. El ser está disponible a la «programa, plan, proyecto» –program,

28
J. D. García Bacca, Antología del pensamiento filosófico venezolano, II, Caracas, Ministerio de Educación,
1964, p. 41.
29
J. D. García Bacca, Invitación a filosofar según espíritu y letra de Antonio Machado, Mérida, Universidad de los
Andes, 1967, p. 56. En adelante: IfAM.
30
G. W. F. Hegel, Wissenschaft der Logik, I, buch 1, abschnitt 1.
31
IfAM, p. 56.
32
H. Bergson, «Vérité et réalité», préface à W. James, Le pragmatisme, Paris, Flammarion, 1911, p. 11.
64

dirá James–, «una indicación de las formas que dan a lo real una especificación tran-
en que las realidades existentes pueden sitoria, mediante planes (que son los sus-
ser trocadas»33: el valor efectivo –cash- titutos de esencia e ideas) y artefactos
(que son los sustitutos de las inexisten-
value– de lo real. No se trata de desvelar tes causas eficientes naturales vinculadas
lo enigmático; necesitamos que lo real se con la forma, la idea y la esencia).
nos pague al contado, sólo de este modo
podremos seguir trabajando. Por tanto: la verdad, o patencia, de
Mediante lo artificial –aparatos, artefac- las cosas físicas es de tipo «verdad-in-
tos, máquinas, todos ellos construidos se- vento». Las cosas físicas no son en sí ni
verdaderas ni falsas, porque comienzan
gún plan– logra el hombre dar forma, espe- por no estar esencialmente determinadas
cificar, a lo real. Así «no sólo hacemos que y especificadas35.
los objetos se [nos] aparezcan […] (Kant),
sino que el hombre constituye los objetos Las formas a priori de la sensibilidad y el
mismos»34. La técnica moderna ha podi- entendimiento –reactivos revelantes o des-
do surgir y ha sido eficiente –dominando y cubridores, como los llama García Bacca–
aprovechando lo real mediante máquinas– no le bastan al hombre para poder conocer
porque ninguna energía –en las múltiples lo real; lo real, para ser conocido, precisa
formas en las que se nos presentan– se en- avant la lettre ser determinado, ser defi-
cuentra definitivamente especificada; de lo nido realmente, mas en los aparienciales
contrario tal plan habría resultado un fra- kantianos no existe especificación real. Por
caso. De igual manera la especificación y el procedimiento de la verdad trascenden-
determinación de lo real –dado a nosotros tal no se destila esencia alguna, es preciso
como inespecificado e indiferenciado– está emplear las ideas como planes técnicos,
en nuestras manos –y lo está, además, den- como instrumentos o máquinas conceptua-
tro de amplísimos límites. les. Planes donde lo natural se hace patente
de manera más efectiva que en los «fenó-
Lo real físico, por tanto, es material menos» kantianos; vgr. una radio, a pesar
bruto y en bruto, y las fuerzas o ener- de su artificialidad, es decir, de haber sido
gías físicas son fuerza o energía bruta y
en bruto; admitiendo, por consiguiente construida no con la idea esencial de sonido
–y es el hecho de la técnica– no especi- y luz sino con idea de otro orden –funcio-
ficaciones o diferenciaciones definitivas, nes y ecuaciones diferenciales parciales…
sino simples determinaciones de hecho coordinadas con lo real y dirigidas según

33
Pragmatism, p. 32.
34
NGFC, p. 269.
35
Ibid., p. 270.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
65

plan–, con todo ello, dice García Bacca, lo Llegar a un «acuerdo», en su más
natural responde perfectamente y se osten- amplio sentido, con una realidad, sólo
ta mejor que en los llamados fenómenos puede significar ser conducidos direc-
naturales. Con James la verdad se hace, en tamente hacia ésta o sus alrededores, o
realidad de verdad, eficiente; «verdad real ser puestos en tal activo contacto con la
misma que lleguemos a manejarla, a ésta
de verdad»: la verdad como invento para
o a algo conectado con ésta, mejor que
transformar y dominar lo real. si estuviésemos en desacuerdo. […] Lo
Mas, para poder hablar con firmeza de esencial es el proceso de ser conducido39.
«verdad-invento», conviene advertir que,
del mismo modo que lo real es amorfo –es Cada sistema conceptual no es más que
decir, que las cosas no tienen por qué ser de «una de tantas» posibles interpretaciones de
una última ni única especie perfectamente la realidad. Las cosas «sólo son de hecho de
individuada– las ideas «no son definibles, una manera, porque no hemos descubierto
es decir: no poseen determinaciones últi-
aún la manera de tratarlas en su realidad
mas e inmutables»36. De la misma manera
de verdad, que debe ser en grado mayor o
que no se da determinismo ontológico per-
menor amorfa, maleable, especificable por
fecto –«ahora resulta que el ser real tiene
el hombre»40; de ahí que lo esencial sea
como modo propio de existir y ser real el de
probabilidad, y por consiguiente no queda encontrar en la idea una guía para moverse
sometido a un ser necesario»37– tampoco por entre la realidad. «Inventamos la
se da determinismo conceptual: frente a verdad para utilizar la realidad, del mismo
cambio de sistema conceptual lo real físico modo que creamos dispositivos mecánicos
permanece invariante –«no hay, por tanto, para utilizar las fuerzas de la naturaleza»41:
un sistema de conceptos para expresar ta- correspondencia pragmatista –o, por
les realidades; y, de consiguiente, la verdad seguir a García Bacca, realista42– con la
no puede consistir en una adecuación entre realidad. Nuestro acuerdo –el de nuestras
concepto y realidad»38; al menos no en el ideas y creencias– con la realidad es de
sentido clásico. suyo un acuerdo práctico que dependerá
36
Ibid., p. 275.
37
Ibid., p. 430.
38
Ibid., p. 434.
39
Pragmatism, p. 102.
40
NGFC, p. 273.
41
H. Bergson, op. cit., p. 11.
42
García Bacca prefiere emplear el término «mucho más exacto» de «realismo» «en vez de “pragmatismo”, al que
ciertas gentes han colgado ya ciertos sambenitos propaganderiles y malévolos» (NGFC, p. 267); algo en lo que W.
James, aunque resignadamente, estaba de acuerdo: «No me gusta el nombre, pero parece ser ya demasiado tarde
para cambiarlo» (Pragmatism, p. 5).
66

de las consecuencias útiles para nuestra La física cuántica pone como postula-
existencia que de tales creencias o ideas se do primero […] que “a todo observable
sigan: verdadero es aquello que nos permite corresponde un operador”, no un con-
cepto que sea expresión por abstracción,
predecir experiencias futuras conduciendo del concepto incluido en él. Y así a los
con éxito nuestras acciones hasta sus conceptos ineficaces, puramente presen-
fines. La verdad no es un fin en sí mismo tantes, […] tal como se definen en física
sino un instrumento con el que alcanzar clásica, se sustituyen ahora los opera-
fines humanos más vitalmente valiosos dores, sin concepto, cuya interpretación
conceptual es libre46.
–«nuestra obligación de buscar la verdad
es parte de nuestra obligación general de
La física moderna se maneja con las
hacer aquello que nos resulta rentable»43.
ideas bajo la forma de «operadores» –se
Mas de ello, nos advierte Bergson, no se
emplean por cuanto tienen de guías, en la
sigue ni la arbitrariedad de tal verdad –
medida en que conducen a operaciones de-
una verdad, al igual que una invención terminadas. Frente a la inoperancia de los
mecánica, «no vale más que por su utilidad conceptos clásicos, y desde la irrupción de
práctica […], una afirmación, para ser Heisenberg, los conceptos operantes u ope-
verdadera, debe acrecentar nuestro imperio radores. Nos interesa de una idea aquello
sobre las cosas»44–, ni que esté al alcance de que tenga de operador, de dirección, de
cualquiera eso de ir inventando verdades, guía, de tendencia, porque «sin tendencia,
la verdad es «creación de un cierto espíritu sin dirección prefijada, no se va a ninguna
individual»45 –le es imposible preexistir a parte; y sin la tendencia condensada y agre-
su invención, como el fonógrafo no pudo siva de la bala no se da en el blanco, ni se
preexistir a Edison. clava uno en meta alguna de esas hacia las
Con el fin de caracterizar una teoría rea- que vale la pena [worth while] […] forjarse
lista del conocimiento, García Bacca toma en bala»47.
los postulados de la física cuántica tratan- «Un concepto y una proposición sólo tie-
do de poner a disposición los materiales nen de verdad lo que tengan de eficiencia,
científicos e ideológicos de que James no de operadores. […] Verdad es […] “instru-
pudo, obviamente, disponer: mento para la acción”, verdad es operador

43
Pragmatism, p. 110.
44
H. Bergson, op. cit., p. 11.
45
Ibid., loc. cit.
46
NGFC, p. 278.
47
J. D. García Bacca, Plotino: Presencia y Experiencia de Dios, México, Séneca, 1942, pp. 9-10.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
67

eficiente»48. No hay proposiciones teóricas, riencia es, a fin de cuentas, una dicotomía;
tampoco verdad ni falsedad teóricas. Los es algo que nos sucede –ciertas experien-
axiomas, al ser proposiciones carentes de cias perceptivas básicas e inmediatas que,
necesidad y evidencia por sí mismas, son de algún modo, se nos imponen limitándo-
posiciones libres que pueden ser tratadas a nos (aun antes de que… me encuentro ya
voluntad, tomar forma según convenga a con…)–, pero también es algo que nuestra
nuestro plan. Tener evidencia del conteni- acción dirige maleando –«ideas directri-
do de un concepto nos es completamente ces», «ideas-guía», que nos permiten pasar
inútil –incluso en el plano de lo puramente de nuestra experiencia actual a experien-
teórico. El estado propio del concepto es cias futuras que merezcan la pena, es decir,
enteramente otro, lejos de la abstracción, que satisfagan algún interés práctico. La
no separado de los objetos sino operando realidad se constituye en la experiencia. Así
sobre ellos. tales conceptos operadores funcionarán
como máquinas ideológicas no empleán-
Ideas verdaderas son aquellas que dose como puros entes de razón, de proba-
podemos asimilar, validar, corroborar y
verificar; ideas falsas son aquellas que da ineficiencia, sino cual material maleable
no. […] La verdad de una idea no es una según plan, eficiente en realidad de verdad,
estancada propiedad inherente a ésta. La capaz de dominar y especificar la realidad
verdad acaece a una idea. Ésta se con- física –amorfa y en bruto en amplísimos lí-
vierte en verdad, se hace verdad por los mites. Las piezas ideológicas de tal máqui-
acontecimientos. Su verdad es, de hecho, na se unirán, no por subordinación esencial
un acontecimiento, un proceso: el proce-
so, a saber, de verificarse a sí misma, de o ideológica, sino por coordinación, por
su verificación. Su validez es el proceso remache –más o menos arbitrario según el
de su validación49. plan impuesto.
«Por tanto la teoría del conocimiento
«Tales indicadores –operadores, en tér- en el pragmatismo, o si queremos la teo-
minos de García Bacca– simple y llanamen- ría del conocimiento real de verdad, ha
te verificados son, ciertamente, los modelos de pertenecer al tipo de conocimiento por
y prototipos del proceso de la verdad»50. El coordinación»51, entendido en el sentido
vínculo, en James, entre verdad, experien- explicitado por Reichenbach en su Ziele
cia y acción es indisoluble. Nuestra expe- und Wege der physikalischen Erkenntnis

48
NGFC, p. 279.
49
Pragmatism, p. 97.
50
Ibid., p. 99.
51
NGFC, p. 279.
68

(1929): «coordinación semejante a la que, los universales –meros conceptos guía que
en virtud del plan, rige entre la energía real poseen la propiedad de conducirnos entre
en bruto y las partes de la máquina que la singulares sin perdernos en su multiplici-
modifican, encauzan, utilizan de manera dad; pura y simple eficiencia vectorial– la
determinada»52. Algo ya sostenido expre- regla pragmática jamesiana aboga por fijar
samente por el propio James, a pesar de las la piedra angular sobre lo particular, lo sin-
deficiencias que en este punto presentaban gular e individual: «La significación de los
los conocimientos de su época: «“explicar” conceptos estriba siempre en su relación
significa coordinar, uno a uno, los estos del con los perceptos»57. Unas líneas antes de
flujo perceptivo con los qués de la multi- la formulación de tal regla, James había
plicidad ideal, cualesquiera que sean»53; y distinguido en un concepto entre su con-
haciéndolo, además, en términos entera- tent y su function –su carácter, su eficien-
mente modernos, hablando de una coor- cia vectorial–, a fin de comprender mejor
dinación biunívoca –quedando por una la naturaleza de estos. Un concepto –vgr.
parte la variedad de las ideas y por la otra el de «hombre», por seguir a James– es 1)
lo percibido– exactamente como lo hiciera la palabra misma, 2) una vaga imagen an-
M. Schlick54 en su Allgemeine Erkenntnis- tropomórfica y 3) un instrumento suscepti-
lehre (1918/1925): «La esencia del concep- ble de manejo humano, un valor funcional
to […] consiste simplemente en ser un sig- –functional value– que nos conduce ha-
no de que coordinamos en el pensamiento cia alguna otra parte en nuestro discurrir.
los objetos que estamos pensando»55. Una Existen, sin embargo, conceptos cuya ima-
armonía no preestablecida sino establecida gen es tan débil –prácticamente inexisten-
«por coajuste de funcionamiento entre lo te– de los que decimos que poseen tan sólo
real amorfo, maleable, diferenciable, y lo funcionalidad; es el caso de los conceptos
ideal en forma de máquina vectorial, en- «Dios», «causa», «número», «sustancia»,
cauzante, transformante, especificante»56. «alma»… La plenitud de su significado se
Frente a un racionalismo que tiende a halla en su tendencia funcional, «en el giro

52
Ibid., loc. cit.
53
W. James, Some Problems of Philosophy, Cambridge, Harvard University Press, 1979, p. 42. En adelante:
Some Problems.
54
Conviene advertir que, aunque aparezcan los nombres de H. Reichenbach y M. Schlick, García Bacca va más
allá del positivismo lógico del Círculo Vienés –del que, por cierto, fue miembro entre 1934 y 1936– en el que estos
se afianzaron, decantándose, como veremos líneas más adelante, por una metafísica de corte whitehedeano.
55
M. Schlick, General Theory of Knowledge, tr. by Albert E. Blumberg, New York, Springer-Verlag, 1974, p. 40.
56
NGFC, p. 289.
57
Some Problems, p. 36.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
69

ulterior que pueden dar a nuestro pensa- realmente lo real; son, […] diremos con
miento y nuestra acción»58. Al no poder de- Whitehead, “potenciales de definibilidad
tenernos en la contemplación de su inexis- de lo real”. […] Las ideas, ciertas al menos,
tente forma nos envían, necesariamente, tienen resultados reales, satisfactorios para
más allá. el hombre en cuanto realmente incardina-
do a un universo real»60. Las ideas, en un
Sin embargo, por hermosa o terrible- primer momento, no cumplen otra función
mente valiosa que pueda llegar a ser la
que aquella que Heráclito atribuyese al Se-
contemplación estática de la parte sus-
tantiva de un concepto, puede consi- ñor de Delfos, quien ni decía ni ocultaba
derarse naturalmente que la parte más nada, sencillamente indicaba; mas a poste-
importante de su significación está en riori tales indicaciones deben dar como re-
las consecuencias a que conduce. Estas sultado su satisfacción. Funciona, en reali-
pueden residir ya en la manera en que dad de verdad, aquello que es satisfactorio.
nos hace pensar, ya en la manera en que
nos hace actuar. Quienquiera que tenga
idea clara de esto conoce efectivamente 3. A. N. Whitehead: una metafísica del
el significado práctico del concepto, con ser en cuanto creación
independencia de si su contenido sustan-
tivo resulta interesante por derecho pro- Es cierto que no han faltado intentonas
pio o no59. para trocar el tipo de ser, para dinamitar
las bases ontológicas mismas de la filosofía
En consecuencia, y siguiendo la regla es- occidental, mas sólo en el escarmentado ló-
bozada por James, resulta oportuno aban- gico británico A. N. Whitehead tal rebeldía
donar todo contenido sustantivo del con- adquiere carta de naturaleza dándole «for-
cepto por mor de su función. Sin embargo, ma metafísica estricta con un “esquema
del mismo modo como en las máquinas categorial” complejo y sutil»61 respaldado,
no encontramos únicamente mecanismos además, por los supuestos de la física con-
simplemente direccionales –con función temporánea. Es en él donde, nuestro autor,
vectorial– sino también aquellos de directi- encuentra la excelencia, por vez primera,
va eficiente, también hay en las ideas otras de haber asentado los fundamentos «de
muchas que, yendo más allá de su mero ca- una metafísica del ser en cuanto creación,
rácter funcional, «especifican y determinan del ser en cuanto acto actuante, en cuanto

58
Ibid., p. 37.
59
Ibid., loc. cit.
60
NGFC, p. 283.
61
Ibid., p. 407.
70

proceso convergente de ascendentes crea- La creatividad rehúye el ser confinada en


ciones»62 –una metafísica del irrefrenable especie última por ser ella misma lo Últi-
avance creativo, de un crecimiento expo- mo. Es el acto por cuya eficiencia toda ac-
nencialoide que no puede ser detenido. tual entity66 destila actividad; careciendo
La creatividad, en términos del propio por ello, la creatividad, de actualidad, aún
Whitehead, «es la noción pura de la activi- teniendo su lugar en tales actual entities.
dad condicionada por la inmortalidad ob- «Creatividad es como Acto en bruto, acto
jetiva del mundo actual»63. Es material del en puro, acto infinito […] que es de suyo
que todo puede ser hecho por carecer de absolutamente infinito, sin confinamiento
cualesquiera de las categorías que determi- a una especie»67. Es lo Absoluto en virtud
nan al ente. Es lo indeterminado-que-ani- de su desligamiento, de estar suelto de la
ma-a-la-determinación-indeterminada; que actualidad, y ser actual en virtud de sus ac-
«todo ente se caracteriza por “acto” que cidentes, de sus encarnaciones accidentales;
podrá ser transitorio y superablemente for- fuera de ellos carece de toda actualidad.
ma, siendo “forma” sólo estado, fase, gra- «“Creatividad” es el universal de los
dación momentánea y pasajera de Acto»64. universales que caracteriza a la realidad
Todo ente es actual –con forma inespecifi- de verdad [ultimate matter of fact]. […]
cante, sin anclamiento– por ser gradación Es el principio de la novedad»68. Por ha-
momentánea y pasajera de Creatividad, ber sido privada de carácter propio, todo
participación del Acto puro –sin especifi- lo crea e inventa, incluso a Dios –«el pri-
carlo ni limitarlo: «el “avance creador” es mordial hecho creado […] es la “naturale-
la aplicación de este último principio de za primordial” de Dios»69; por ello «nada
creatividad a toda nueva situación que ori- de que Dios cree al hombre, ni el hombre a
gina»65. Dios»70. «La Creatividad […] es la Génesis

62
Ibid., loc. cit.
63
A. N. Whitehead, Process and reality, New York, Macmillan Co., 1929, pp. 46-47. En adelante: P&R.
64
NGFC, p. 461.
65
P&R, p. 32.
66
Mientras que para toda la metafísica anterior los seres reales tenían que quedar, de algún modo, definitivamente
clausurados sobre sí mismos, para Whitehead the final real things son del tipo «actual entity» «sin que tal actualidad
esté definitivamente delimitada, definida y especificada por tener que ser una forma o recibirse en una forma. […]
No hay formas que sean y estén para siempre confinadas a un orden» (NGFC, p. 448); es decir, que posean esencia
finita.
67
NGFC, p. 461.
68
P&R, p. 31.
69
Ibid., p. 46.
70
IfAM, p. 106.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
71

en toda la amplitud infinita del orden del que sean, a la vez, necesarias y suficientes:
ser»71, se torna el carácter metafísico uni- que la necesidad sea suficiente para ser lo
versal que atraviesa a todas las entidades que son. […] Son a se, per se: de sí por sí
que ella misma engendra. Así tal organic mismos»74. Y por ello no es necesario ren-
philosophy carece de un Creador que cree, dir cuentas con razones suficientes para
rija y conserve el mundo, cada actual entity demostrar sus calidades y su existencia
existe por su propia virtud, es causa sui. Un misma: de lo nuevo no puede decirse sino
universo pluralista –a pluralistic universe– que es nuevo, de lo espontáneo sino que
de entidades al mismo nivel: «Si hay un es espontáneo, y de lo original sino que es
solo individuo, la filosofía es monística; si original.
hay varios individuos, la filosofía es plura- Cada cosa rehúye, por serle imposible,
lista»72; una pluralidad de individualidades quedar confinada en lo finito, paralizar-
conducida por la Creatividad a novedoso se en sí, está hambrienta de infinitud –es
aunamiento. A la actividad pura corres- esencialmente transitoria, circunstancial,
ponde activar y conducir la realización de ocasional; puede quedar, cuanto más, sa-
toda actual entity, mas no su concreción, tisfecha, saciada, mas su apetito, tarde o
la cual toma de los eternal objects –su, di- temprano, volverá a despertarse. «Esta
gámoslo así, «forma» (principio inactivo). doctrina de que la “satisfacción” final de
Parece obvio que, por su carencia de deter- una entidad actual es reacia a toda adición,
minación, la actividad pura no pueda ser expresa el hecho de que toda entidad actual
origen de concreción pero sí pueda, para –desde que es lo que es– es finalmente su
ser actual, concretarse en sus creaciones. propia razón de lo que omite»75. El concep-
La actualidad no es más que la creatividad to «satisfaction» sustituye en Whitehead al
conformada. de «especie», «sustancia», propio de la me-
Creatividad –que es «palabra “como- tafísica clásica. Mas, tal y como advierte el
dín” para designar, vagamente, global- propio Whitehead al final de la exposición
mente, “novedad, espontaneidad, origi- de su categoreal scheme, no son pocos los
nalidad”»73– es lo seipsisuficiente. «Lo filósofos que aún negando el concepto de
novedoso, original, espontáneo […] carece «sustancia» «presuponen, sin embargo,
de previos, premisas, causas, condiciones implícitamente en sus disquisiciones que la

71
NGFC, p. 462.
72
P&R, p. 208.
73
J. D. García Bacca, Qué es dios y Quién es Dios, Barcelona, Anthropos, 1986, p. 156.
74
Ibid., loc. cit.
75
P&R, p. 71.
72

forma de proposición “sujeto-predicado” cidad en “disyunción” y, por una invención


encarna el modo de aserción finalmente de Inventiva, por una creación de Creati-
adecuado sobre el mundo actual»76. Y tal vidad, asciende a unidad de “conyun-
noción debe ser sustituida por la de «sub- ción”»79. Con independencia de su univo-
ject-superject» –transyecto: entidad que cidad toda entidad comienza por hallarse
siendo, momentáneamente, sujeto de cier- en estado plural, en «disjuntive diversity»
tas propiedades y no de otras, está lanzada de «un», «el», «éste», «ése», «aquél»,
más allá de su especificación impropia, de «cual», «que», «quien»… –a or an, the,
su satisfacción temporal, hacia el Universo this, that, which, what, how… «El térmi-
–esa síntesis–, el transyecto final –«más allá no “muchos” presupone al término “uno”,
hay no-entidad»77. y el término “uno” presupone al término
[La creatividad] es el principio último “muchos”. El término “muchos” entraña
mediante el cual los muchos, que forman la noción de “diversidad disyuntiva”; esta
disyuntivamente el universo, se tornan la noción es un elemento esencial en el con-
ocasión actual única que es el universo cepto de “ser”»80; tanto la unidad como la
conjuntivamente. Está en la naturaleza multiplicidad son elementos esenciales en
de las cosas que los muchos se unan en
una unidad compleja. […] Así, la “crea- el concepto de ser. Cada cosa resulta ser
tividad” introduce la novedad en el con- «una» –singularidad por disyunción– al
tenido de los muchos que son el universo formar un «plural» entre «muchas» sin ha-
disyuntivo78. ber llegado a ser «todas» –singularidad por
aunamiento–, que es su «obligación catego-
Esa es su función: impulsar la multipli- rial» –categoreal obligation. Una multitud
cidad al aunamiento constituyéndose en no exige aunarse –togetherness– eficiente-
novedosa entidad actual. Es el principio de mente por no sentirse descoyuntada –«po-
novedad que impulsa al mundo hacia nue- sitivamente descuartizada», en palabras de
vas e insospechadas realidades. Creativi- García Bacca. Mas por ser disyunción y no
dad es la insatisfecha por excelencia. mera privación «la actualidad o novedad
«Entidad actual es un plural que comien- o creatividad que imbuye a toda entidad
za por hallarse en estado o fase de multipli- actual, crea e inventa por sí y ante sí –por

76
Ibid., p. 45.
77
Ibid., p. 41.
78
Ibid., pp. 31-32.
79
NGFC, p. 464.
80
P&R, p. 31.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
73

ser acto puro, por ser novedad– una uni- cosas actuales es un organismo, mas no un
dad positiva: la unidad de conyunción»81. organismo estático. Es una incompleción
«El principio metafísico último es el avance en proceso de producción»87. «Process»
de la disyunción a la conjunción, creando significa aquí avance creador, de disyun-
una nueva y diferente entidad de las enti- ción a conyunción, que no puede ser de-
dades dadas en disyunción»82. El avance tenido.
se verifica en la creación, real de verdad,
El proceso es el camino por el cual el univer-
de novedad: «Los muchos se tornan uno, y so escapa a las exclusiones de la inconsistencia.
se aumentan por uno»83. La concrescencia
–«acrecerse, crecerse y no sólo acrecentar-
se cuantitativamente»84–, el «todos a una» Estas exclusiones pertenecen a la finitud de
la circunstancia. Mediante el proceso, el uni-
real de verdad, adviene –becoming– por
verso escapa a las limitaciones de lo finito. Pro-
Creatividad. Inmolación total a Creativi- ceso es la inmanencia de lo infinito en lo finito;
dad: morir nuestra muerte subjetiva para allá donde todos los límites rompen y se disuel-
salvarnos en inmortalidad objetiva85. ven todas las inconsistencias.
Así «“lo que” una cosa es actualmente Ninguna finitud específica es una última tra-
[…] es sólo un corte que se ha hecho en ba para el universo. Mediante el proceso, las
la Creatividad: en ese universal de univer- posibilidades finitas del universo viajan hacia
su infinitud de realización88.
sales, el más concreto e inconcretable en
forma específica y definitiva, de todas las
Así, todo ser no hace sino modular cir-
cosas»86. Las cosas llegan a satisfacer sus cunstancialmente el irrefrenable –sólo en-
aspiraciones particulares mas no logran sillable– proceso supremo; un viaje a las
satisfacer una creatividad siempre ávida de más vastas generalidades que jamás serán
ulteriores realizaciones: «La comunidad de alcanzadas. Por su condición de transyecta,

81
NGFC, p. 466.
82
P&R, p. 32.
83
Ibid., loc. cit.
84
NGFC, p. 466.
85
«El alma no es espiritual; es trans-espiritual. Ex-siste, mas ex-sistencia es un estadio hacia con-sistencia, hacia
“estar en un ser con seguridad”. Somos inmortales en segunda potencia, y somos capaces de morirnos de dos
maneras: dejamos de ex-sistir para comenzar a con-sistir» (J. D. García Bacca, Introducción general a las Enéadas,
Buenos Aires, Losada, 1948, p. 108).
86
NGFC, p. 470.
87
P&R, p. 327.
88
A. N. Whitehead, Modes of Thought, New York, Macmillan Co., 1938, p. 75.
74

de transfinita, cada actual entity lleva en sí jetos eternos, se podrá obtener la “estabili-
una raíz de novedad que la lanza más allá dad metafísica” del universo entitativo»92.
de sí: «el ser de una res vera está constituido
por su “devenir”»89. Creatividad impide el 4. A modo de conclusión
estatismo de toda entidad despertando en
El hombre, aun cuando genéricamente
ellas el imperioso apetito de infinitud positi-
determinado, anda falto de especificación
va, el paso al límite: «La creatura no puede
última, de determinación definitiva, de con-
tener aventuras externas, sino solamente la
clusión; que el hombre es el ser menos na-
interna aventura del devenir. Su nacimiento
tural que existe. Es por ello que el realismo
es su muerte»90. Ser no puede ser separado
de devenir. Hay ser porque hay devenir y jamesiano hace patente la posibilidad del
devenir porque hay ser, la muerte del de- hombre de ser inventor de su propio ser; de
venir es la muerte del ser y la del ser es la ponerse a ser creador de sí y de su propio
muerte del devenir. mundo –frente a un universo que le es in-
Dice García Bacca, parafraseando a Berg- diferente. Nada tiene sentido para nosotros
son, Creatividad es Evolución «de veras» hasta que lo tratemos artificialmente. Y lo
creadora, producción realverdaderamente real es, por su inespecificación esencial, lo
novedosa. En virtud del principio de relati- tratable artificialmente por excelencia. Lo
vidad a toda entidad, por ser potencial para real no opone resistencia alguna a los arte-
todo advenimiento, puede pasarle cualquier factos que invente el hombre para malear-
cosa –que el universo whitehedeano tiene el lo. No creer en la eficiencia real de verdad
centro en todas partes. El finalismo white- de nuestras ideas es, hoy en día, el resto
hedeano resulta «del hecho de que existien- más persistente de un idealismo que ignora
do una ilimitada riqueza de posibilidades las actuales evidencias científicas.
en el mundo, unas se realizan y otras son Sin embargo, por esa misma razón, tam-
excluidas»91. Hay en el universo algo así bién nuestras ideas carecen de definición
como una selección de posibilidades –per- absoluta siendo no más que meros acciden-
mitir a las cosas ser lo que son sin que se tes: «no podemos obtener de lo físico ideas
diluyan en el fondo móvil de la realidad: que estén definidas y perfectamente especi-
«sólo unificando por un acto creador, por ficadas, puesto que lo real físico mismo no
una invención de la creatividad, todas las está especificado»93. No hay verdad o fal-
potencias de definibilidad que son los ob- sedad que pueda ir más allá del aspecto de

89
P&R, p. 252.
90
Ibid., p. 124.
91
Guillermo Francovich, Toynbee, Heidegger y Whitehead, Buenos Aires, Raigal, 1951, p. 77.
92
NGFC, p. 534.
93
Ibid., p. 286.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
75

lo real como «cuerpo», de la sustancia ma- –«truths in the plural»95. La multiplicidad


terial. En consecuencia, ninguna de las de- de lo real es irreducible a lo esencial, a lo
finiciones físicas es verdadera en la medida único, a la Verdad.
en que presupone la distinción real especí- El hombre es un manantial de invencio-
fica entre cuerpos. Así, «la indeterminación nes –y, en cuanto tal, amante de peligrosas
de lo real, más allá del género “cuerpo”, aventuras– que minimiza el mundo a cada
hace de materia amorfa y maleable para ta- paso que da hacia la fase superhumana.
les transformaciones»94; posibilita el domi- «James […] conjetura que el universo tie-
nio de lo real físico por parte del hombre, ne un plan general, pero que la recta eje-
la diferenciación accidental, transitoria, del cución de ese plan queda a nuestro cargo.
mismo. Hablar ahora de adecuación o re- Nos propone así un mundo vivo, un mun-
producción intencional de la realidad ca- do inacabado, cuyo destino incierto y pre-
rece de sentido, pues lo real en bruto hará, cioso depende de nosotros, “una aventura
no únicamente aquello que le indiquen las verdadera, con verdadero riesgo”»96. El
ideas-guía –vectores– sino que hará, real advenimiento de novedades lo constituyen
y efectivamente, lo que éstas le obliguen a las aventuras de las ideas.
hacer –ideas-fuerzas, ideas-instrumentos. Vivir es una inmensa aventura. Y el
Tales máquinas conceptuales ejercen ahora hombre es, dice García Bacca, el gran tan-
el auténtico dominio sobre lo real; un do- teador. De nada le vale al resto de especies,
mino que será medido por su efectividad, en presencia del hombre, su estabilidad
por su éxito o fracaso de transformación. natural. No hay naturaleza que se resista
Lo indeterminado adquiere pues su tran- a vida. Y siempre quedará, por el carácter
sitoria y extrínseca determinación por la inclausurable del progreso exponencialoi-
acción de una serie de axiomas elegidos li- de radioactivo, una aventura ulterior espe-
bremente. Es decir, la realidad admite ser rando ser vivida.
especificada por diversos modelos. En con- Nuestra lógica pretende ser la de un pensar
secuencia, no hay en ello continuidad con- poético, heterogeneizante, inventor o descubri-
ceptual o esencial alguna, sino solamente dor de lo real. Que nuestro propósito sea más
pura coordinación fijada por un determi- o menos irrealizable, en nada amengua la dig-
nado axioma. Es por ello que no debemos nidad de nuestro propósito 97.
hablar ya de universo sino de «pluriverso»
y, consecuentemente, de verdades en plural

94
Ibid., loc. cit.
95
Pragmatism, p. 38.
96
J. L. Borges, «Nota preliminar», en W. James, Pragmatismo, Buenos Aires, Emecé, 1945, p. 12.
97
Antonio Machado, Juan de Mairena, Madrid, Alianza, 2004, p. 168.
76
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
77

Los Premios Formentor en


el epistolario Aub/Barral:
un diálogo entre orillas y about the Formentor Prizes. Through the analysis
of these letters, I want to prove the validity of this
nuevas perspectivas sobre correspondence in order to study the Francoist
Spain and the cultural relations between Spain
la España franquista1 and Latin America.

alessio piras
Introducción y primer acercamiento al
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma de Barcelona
corpus

Resumen: A pesar de la exclusión que los exilia- La correspondencia entre Max Aub
dos sufrieron a lo largo de las cuatro décadas de y Carlos Barral referente al Premio
dictadura, siempre se mantuvo un contacto –pre- Formentor se inscribe en un corpus más
cario y de papel- entre la España del exilio y la del amplio y complejo de 172 cartas que el es-
interior. El objetivo de este artículo es el estudio critor exiliado a México, Carlos Barral y
de un fragmento del corpus de cartas que se inter-
sus colaboradores se intercambiaron entre
cambiaron Max Aub y Carlos Barral entre 1957
1957 y 1972.
Barral, Giulio Einaudi, Francoism

y 1972, y referente a los Premios Formentor. A


De una manera muy general el epistolario
Barral, Formentor Prizes, Seix

través del análisis de la correspondencia se preten-


Key words: Max Aub, Carlos

de demonstrar la validez del epistolario a la hora se puede definir plural en un doble sentido:
de entender la España franquista de los 60 y las por un lado, por las numerosas voces que
relaciones entre las dos orillas del habla hispana. en él intervienen (además de Aub y Barral,
he contado a Juan Petit, Jaime Salinas, José
María Castellet, Montserrat Sabater, Rosa
Formentor Prize in the Aub/Barral Regás e Yvonne Hortet); por otro lado, por
Correspondece: A Transatlantic los temas que las partes enfrentan. Además
Dialogue and New Perspectives on de los Premios Formentor, en las cartas se
Francoist Spain encuentran: referencias literarias, tanto a los
Barral, Premio Formentor, Seix Barral,

poemas de Barral como a las obras de Max


Abstract: Despite of the exclusion the exiled
Aub y de otros escritores; referencias a los in-
Palabras clave: Max Aub, Carlos

writers suffered during the dictatorship, they


maintained contacts with the inner Spain. The tereses económicos de Carlos Barral y Max
Giulio Einaudi, Franquismo

aim of this article is to study a series of letters that Aub, es decir que mientras el editor estaba
Max Aub and Carlos Barral wrote to each other interesado en publicar a jóvenes escritores

1
Sin ambición alguna y como acto de agradecimiento, este artículo quiero dedicarlo a la memoria de Carmen
Balcells (1930-2015). El día 4 de junio de 2015 tuve la fortuna de conocerla y entrevistarla en su piso de Barcelona.
El contenido de la entrevista, por expresa voluntad de la Sra. Balcells, lo guardo celosamente en mi ordenador.
Nunca podré olvidar las dos horas que quiso dedicarme y la amabilidad con la que contestó a mis preguntas. Sus
respuestas constituyen una contribución fundamental para esta investigación.
78

hispanoamericanos y pedía consejo a Max las notas de prensas de las reuniones de los
Aub, este último veía en la amistad con el Premios, o sea la comunicación oficial de
editor una vía para publicar algunas de sus los ganadores y las deliberaciones de los
obras en España. Esta doble vertiente del jurados.
epistolario, junta con el corpus que anali- Al lado de las comunicaciones oficiales,
zaré a continuación, constituye un prisma una parte de las misivas se compone de
original e ideal a través del cual estudiar un intercambios de naturaleza práctica para
momento histórico en el que el franquismo organizar los viajes de Max Aub en los
conoce una fase que los historiadores defi- lugares donde se celebraron los Premios.
nen aperturista y en la que, efectivamente, Finalmente, hay una serie de cartas en las
algunas medidas económicas favorecieron que Carlos Barral se dirige personalmente
el ingreso de capital extranjero en España a Max Aub para pedirle informaciones de-
y un consiguiente crecimiento económico.2 talladas y consejos sobre autores mexica-
El corpus objeto de este artículo se com- nos e hispanoamericanos.
pone de 71 cartas redactadas entre el 20
de mayo de 1960 y el 7 de septiembre de Los Premios Formentor en el
epistolario Aub/Barral
1965.3 De estas, una parte son comunica-
ciones oficiales entre Seix Barral y los jura- Premio Formentor de 1961
dos de lengua castellana. Se trata de cartas
colectivas y son una fuente importante a la De las 71 cartas que forman parte del
hora de comprender los mecanismos de los corpus, un tercio (24) se refieren a la pri-
Premios y su evolución en las cinco edicio- mera edición del Premio de 1961. A con-
nes celebradas. La mayoría de estas misivas tinuación voy a comentar las más signifi-
llevan la firma de las dos secretarias de Seix cativas para el objetivo de este artículo. O
Barral en esta época, que son Montserrat sea, las que son mayormente emblemáticas
Sabater y Rosa Regás; o bien de algunos del diálogo que el epistolario Aub/Barral
de sus organizadores como Juan Petit y Jai- supone.4
me Salinas. Una parte de estas cartas son En una fecha comprendida entre el 20

Sobre este tema relacionado con el universo cultural véanse Cisquella [2002] y Larraz [2009].
2

De las cartas, 70 se conservan en la caja 12 del Archivo Max Aub de la Fundación Max Aub. A la hora de citar
3

o parafrasear sus contenidos las indicaré de la manera siguiente: AMA 12/Número de la carta y letra en caso de
que se trate de una carta con más que una página (Ejemplo: AMA 12/30 a). La única carta que no se conserva en la
FMA me la proporcionó la Sra. Montserrat Sabater, secretaria de Carlos Barral en la época y con la que tuve ocasión
de entrevistarme el día 26 de febrero de 2015. La entrevista se incluye como apéndice de este artículo y la carta se
donará a la Fundación Max Aub en el mes de noviembre de 2015.
4
Me reservo para trabajos futuros el estudio pormenorizado de todo el corpus del epistolario. De momento, por
razones de espacio y de tiempo, solo puedo detenerme en las más significativas.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
79

de mayo y el 12 de junio de 1960, Carlos Seis meses después Carlos Barral parece no
Barral escribe en una carta manuscrita que: tener duda de que Max Aub tenga que for-
mar parte del Comité Nacional español en
Últimamente mi peor quebradero de cabe- calidad de experto en literatura hispanoa-
za es la problemática institución del “Comité mericana. El editor barcelonés necesita de
nacional” que ha de actuar de jurado solida-
rio del Prix International des Editeurs, que
los consejos de un escritor del exilio que
[tendrá lugar] en Formentor. En mi caso de vive en México porque se supone que esté
editor español comporta dos especialidades: actualizado sobre las últimas novedades de
Hispanoamérica y que tenga una visión de
1) Que forzosamente algunos de los es- conjunto más precisa de este universo lite-
pecialistas serán “escritores españoles que rario con respecto al mismo Barral y a sus
vivan fuera de España”, que habrán de dele- colaboradores, cuya recepción de lo que se
gar, después de consultar tantas veces como publicaba fuera de España se veía afectada
sea necesario, su voz en miembros del comité
y corrompida por la asfixiante censura del
de lectura de Barcelona.
régimen.
2) Que sobre todo con vistas al Prix For- El 12 de julio de 1960 Max Aub respon-
mentor ha de [tratarse de] escritores o críti- de a Carlos Barral diciendo que:
cos especializados en lit. hispanoamericana.
Referente a integrar su “Comité Nacio-
Uno de los primeros nombres en que he nal” para el premio de los editores mi pa-
pensado es el suyo. En principio ¿estaría us- pel de informador tendría forzosamente que
ted de acuerdo en figurar como miembro de reducirse a México. Aun así creo que José
ese Comité y en actuar de informador en lo Luis Martínez estaría mejor situado que yo.
que respecta p.e. a joven literatura hispanoa- Al fin y al cabo uno es español. En fin usted
determinará.
mericana? Si en principio lo está, le escribiré
dándole todas las información[es] [y] deta-
lles del mecanismo [de] función, ect. [AMA
12/30 a-b] Lo que si me interesaría es formar parte
del auténtico jurado e ir a Formentor si me
garantizan el visado... Así tendría un pre-
Según me informó la señora Montserrat texto más para ir a Europa donde, por otra
Sabater la idea del Premio Formentor fue parte, espero pasar el invierno. [AMA 12/31]
de Jaime Salinas y se compartió con los
editores que participaron en su primera Para Aub su papel tiene que reducirse a
edición en 1959, en la Feria de Frankfurt.5 México, literatura de cuyas travesías es un

5
Encontré y entrevisté a Montserrat Sabater el día 26 de febrero de 2015 en Barcelona. La entrevista está
disponible como anexo del presente artículo.
80

testigo directo. Las palabras de Aub son de 1960, Carlos Barral escribe a Max Aub
significativas de cómo muy a menudo la que ya cuenta definitivamente con él para
perspectiva eurocéntrica de las categorías el Comité Nacional de Lectura del Prix In-
literarias nos hace olvidar que dentro de ternational y añade que le gustaría tener en
la etiqueta “literatura hispanoamericana” el jurado a Octavio Paz.6 En fin apunta que:
hay muchas literaturas nacionales y por
esto Aub solo se siente idóneo para dar Con vista al Premio Internacional, ¿puede
Ud señalarme algún libro mexicano o latino
consejos sobre literatura mexicana.
americano publicado durante el año y que
Asimismo, el escritor exiliado dejaría le parezca muy importante? Y en cuanto a
paso al humanista y futuro director del autores jóvenes o inéditos de ese país, ¿cono-
Fondo de Cultura Económica, José Luis ce Ud alguno con una novela bajo el brazo?
Martínez Rodríguez. Justifica su posición [AMA 12/33 a-b]
aportando que “al fin y al cabo uno es es-
pañol”. En un interesante juego de espejos Este pasaje tiene que ser comentado des-
con sus obras literarias en las que con- pués de haber leído la respuesta que Max
trapone hombres de papel y hombres de Aub envió a Carlos Barral:
verdad, Aub subraya que la nacionalidad
Me parece perfecto que le proponga a
mexicana no hace de él un mexicano. Por
Octavio Paz formar parte del Comité Nacio-
eso, supone que le es imposible entrar en la nal de Lectura del Prix des Editeurs. Cuente
médula de la literatura de su país de acogi- conmigo para su Comité Nacional. Ya me
da en cuanto que, como español, siempre dirá lo que tengo que hacer.
se verá influenciado a la hora de emitir un
juicio. No le puedo señalar ningún libro mexica-
Finalmente, y quizás elemento más sig- no -es decir, ninguna novela mexicana- “que
nificativo, lo que le interesa a Max Aub es me parezca muy importante”. Si quiere le
envío las tres o cuatro novelas más notables:
formar parte del jurado del Premio y, con “El rey viejo” de Fernando Benítez, “Pintada
esta excusa, tener la concreta oportunidad y ojerosa” de Agustín Yáñez, “El bordo” de
de viajar a España. Sergio Galindo; “El tiempo de la ira” de Luis
En una carta fechada el 9 de septiembre Spota. Esta última, aparecida hace 15 días

6
Los Premios Formentor se dividían en dos categorías solo aparentemente independientes. El Prix International
galardonaba una obra narrativa que ya estaba editada en su país y que todavía no había tenido atención internacional
a pesar de merecerla. El Prix Formentor, en cambio, premiaba una obra inédita de un autor posiblemente joven.
En ambos casos los editores que participaban en las reuniones se comprometían en traducir y difundir las obras
vencedoras en sus respectivos países. Creo que no hace falta detenerme en la importancia que dicha competición
ha tenido en la circulación de textos narrativos a nivel internacional.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
81

ha movido a algunos “intelectuales” a defen- toda probabilidad El gallo de oro, escrita


der a su autor, a encomiar la novela. A mi entre 1956 y 1958, pero publicada muy
juicio Spota es un excelente periodista, mal tardíamente en 1980.7 En cuanto a Carlos
escritor muy capaz de forjar un ambiente y
escribir buenos argumentos de películas. Fuentes, en 1960 ya había publicado La re-
gión más transparente (1958) y Las buenas
conciencias (1959), ambas por el Fondo de
Hablando con Joaquín Diez-Canedo -el Cultura Económica. Ahora bien, la prime-
Fondo es la aspiración máxima de todos los ra edición española de Pedro Páramo es de
escritores mexicanos- me decía que, como es
1969 por Planeta, esto quiere decir que en
natural, si hay alguna buena novela ellos la
publican. De todas maneras cuente conmigo el verano de 1960 en España circulaban a
y con algunos amigos para dar con lo mejor lo mejor copias clandestinas de México, ya
que haya. Juan Rulfo no ha terminado su no- que en 1955 la censura franquista denegó
vela, Arreola no ha escrito ninguna. Carlos su publicación [Prats Fons, 2004: 196]. En
Fuentes está ligado al Fondo. Cuentistas sí se cuanto a las obras de Fuentes sabemos de
le podría mandar, pero tampoco de primer
orden. [AMA 12/34]
Francisco Ribes [1960 y 2004] que las dos
primeras novelas del escritor fueron impor-
Max Aub no puede, o no quiere, arries- tadas a finales de 1960 cuando el Fondo
garse en señalar alguna obra importante. de Cultura Económica exportó a España
No obstante sus premisas lo hace, y pro- una pequeña colección de su catálogo en la
porciona a Barral los nombres de cuatro que figuran también El Llanto en llamas de
autores que acaban de publicar novelas Juan Rulfo y El rey viejo de Benítez. Estas
entre 1959 y 1960. En la última parte Aub informaciones son importantes porque dan
nombra a quien será su editor y colabora- la medida de que con toda probabilidad
dor del mismo Barral a partir de 1962 con Carlos Barral no había leído a ninguno de
el sello de Joaquín Mortiz, es decir Joaquín estos autores en la fecha, aunque a lo mejor
Díez-Canedo. Asimismo, hay quizás las sí les conocía de renombre. Por lo tanto,
dos referencias más importantes a la narra- Aub se convierte en embajador de la mejor
tiva mexicana del siglo XX: Juan Rulfo y literatura mexicana del momento, escrita
Carlos Fuentes. El primero había publica- por jóvenes novelistas.
do su obra maestra Pedro Páramo en 1955 El poeta editor por su parte tiene una
y la novela a la que se refiere Aub es con preocupación constante con Hispanoamé-

7
En efecto, Juan Rulfo después de Pedro Páramo (1955) no publicó otra cosa hasta 1980. En los años anunció
varias veces que estaba a punto de publicar una novela, como en 1965 con La cordillera, que nunca apareció. Véase
González Boixo (1986).
82

rica, cuyas novedades no logra conocer torial barcelonesa ha sido la impulsora de


como quisiera, por causa de la asfixiante los Premios Formentor que constituyen un
censura que afectaba las importaciones y modelo imprescindible de diálogo entre
la edición de libros hispanoamericanos en editoriales de diferentes países y quizás uno
España.8 de los primeros intentos de crear un corpus
Asimismo, no hay que subestimar la im- de textos transnacionales y universales que
portancia que tenía el Premio Formentor representen al ser humano independiente-
para la difusión de las novelas a nivel inter- mente de las barreras políticas y lingüísti-
nacional. De hecho, Frank de Glas [2013] cas que se han impuesto a lo largo de la
demuestra que Dacia Maraini y Jorge Sem- historia.
prún recibieron enormes ventajas a nivel En una carta fechada en el día 3 de oc-
internacional gracias al galardón mallor- tubre de 1960 [AMA 12/35] Carlos Barral
quí. Mientras Burkhard [2008] recuerda vuelve a la carga preguntando a Max Aub
que Giulio Einaudi afirmó que el setenta los nombres de dos escritores hispanoame-
por ciento de los autores candidatos a los ricanos que se pudieran considerar para el
premios se publicó en Italia, a pesar de que Prix International. Los requisitos eran muy
ganaran o no el premio final.9 En nuestro claros:
caso, sin embargo, el simple hecho de que
Max Aub, con la excusa del Premio, pasara Me gustaría que me sugiriese Ud un par
nombres y manuscritos de autores mexica- de nombres de escritores de ultramar que ha-
nos a Carlos Barral, me parece relevante yan publicado en las condiciones del Prix In-
ternational; esto es, autores de literatura na-
por la difusión de la literatura mexicana en
rrativa que gocen en sus respectivos países de
Europa que, precisamente, y no por casua- un bien ganado prestigio, pero que no hayan
lidad, se debe también y sobre todo a la alcanzado todavía la audiencia internacional
editorial Seix Barral. que merecen. Estoy seguro de que hay varios
Las cartas referentes a la primera edición en ese caso.
del premio en las que me estoy deteniendo
dan una muestra emblemática de la necesi- Como si no fuera suficiente Barral insiste
tad y de la voluntad de una editorial como en su deseo de entrar en contacto, a tra-
Seix Barral de ir más allá de las estrechas vés de Max Aub, con algún joven escritor
fronteras impuestas por el régimen. La edi- todavía inédito. El objetivo, o la excusa,

8
Un ejemplo elocuente con los mismos actores fue el caso del Premio Biblioteca Breve de 1967, otorgado a
Carlos Fuentes y denegado por la censura, ya en la época de la Ley de Prensa de 1966.
9
En el mismo artículo Pohl (2008) recuerda que también Joaquín Mortiz integró en su catálogo a 11 sobre 17 de
los autores presentados en las reuniones de Formentor.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
83

siempre es el Premio Formentor: “Preferi- también a Rosario Castellanos, escritora


ría que en el tema de manuscritos que debo feminista con un compromiso ético muy
presentar al Prix Formentor figurase al me- fuerte. En fin, Aub indica a Sergio Galindo
nos uno hispanoamericano o de la España como posible candidato.
en el exilio” [AMA 12/35]. Además de la Por su parte Barral agradece y aprecia
gran consideración en que Barral tenía la la labor que Max Aub está haciendo des-
opinión de Aub, esta carta confirma la vo- de México en favor de los premios [AMA
luntad del editor de crear un puente entre 12/37]. Incluso le pide si puede ayudarle a
las dos orillas del habla castellano con el fin ponerse en contacto con Octavio Paz que
de permitir a obras de ultramar de entrar está en París en sus funciones de diplomáti-
en España, rompiendo los angostos cauces co. Destaca, por lo tanto, el papel que Aub
de la censura franquista. De hecho, el joven va asumiendo en cuanto a la aportación de
editor barcelonés logrará su objetivo y Seix las letras hispánicas, y en concreto mexi-
Barral se convertirá en la principal puerta canas, en los Premios Formentor: un papel
de entrada del etiquetado boom en España que no se limita a los consejos editoriales
y, por consiguiente, en Europa.10 y literarios, sino que tiene que ver también
Max Aub no tarda casi nada en respon- con asuntos organizativos, prácticos y de
der y el 15 de octubre de 1960 escribe que: mediación entre el Fondo de Cultura Eco-
nómica y Seix Barral.
[…] pronto recibirá novelas editadas de
Carlos Fuentes y Rosario Castellanos que Hacia finales del año 1960, Carlos Ba-
son sin duda los novelistas jóvenes de mejor rral y Max Aub empiezan a discutir del
y merecida fama. Además, otras de Sergio viaje que el escritor exiliado tendría que
Galindo y Agustín Yáñez. Sergio Galindo, enfrentar para estar en Mallorca en prima-
que dirige la Editorial de la Universidad Ve- vera y todo lo que supondría, tanto a ni-
racruzana (excelente) podría ser candidato al
vel de visado, como a nivel psicológico, ya
Formentor. Le escribo pidiéndole que si tiene
una novela inédita se la envíe. [AMA 12/36] que se trataría de la primera venida de Aub
a España desde enero de 1939. Ya el 2 de
Todos los autores citados por Aub esta- noviembre de 1960 Carlos Barral escribe a
ban publicados por el Fondo de Cultura Max Aub que: “De estar en Europa estoy
Económica y el escritor exiliado también se seguro de que podría asistir” [AMA 12/37;
atreve a dar un consejo puntual a Barral: subrayado original]. Y el 19 del mismo
nombra otra vez a Carlos Fuentes y cita mes, añade que:

10
Sobre este tema véase Ayén [2014] que da cuenta, a través de numerosos testimonios, del trabajo no solo de
Seix Barral, sino más bien de todo el movimiento editorial barcelonés cuyo centro gravitacional era el eje Seix Barral-
Carmen Balcells.
84

No sabe Ud cuánto me alegra que tanto A partir del mes de febrero de 1961
Ud como Octavio Paz se decidan a aceptar [AMA 12/41 a-e] empiezan una larga serie
mi invitación para la próxima reunión de
de cartas dirigidas a todo el Comité Nacio-
Formentor.
No me parece nada probable que no pue- nal de Lengua española, que es jurado del
da Ud acudir; probablemente haciendo los Prix Internacional des Editeurs y jurado
trámites normales, a título de súbdito meji- consultivo del Prix Formentor. Esta praxis
cano obtendrá Ud su visado. De todos mo- se repetirá en todas las ediciones del Premio
dos habrá ahí quien entienda más de eso,
en las que Aub es jurado. Las cartas comu-
Juan por ejemplo.
Como le prometí, le iré teniendo al co- nes dirigidas a los jurados son una muestra
rriente de todo lo referente al Comité Nacio- excepcional de los mecanismos internos de
nal y a la preparación de esa reunión. [AMA los Premios Formentor y representan una
12/38 a] fuente preciosa de datos e informaciones
a la hora de estudiar la circulación de los
Entre las dos cartas debe haber habido textos en Europa y entre ella y América,
alguna comunicación en la que Aub expo-
en manera particular por lo que se refiere
nía sus dudas acerca de las posibilidades
efectivas de que le concedieran el visado a las novelas que no fueron galardonadas
para viajar a España.11 A pesar de las du- y encontraron igualmente difusión interna-
das (sentadas y realísticas) que podía tener cional. Además, estas cartas ‘técnicas’ in-
el escritor exiliado, destaca la seguridad de cluyen los verbales de las reuniones de los
Carlos Barral en relación con el visado de jurados, los candidatos de los otros países
Aub para acudir a las reuniones mallorqui- y los jurados/comités de lectura de todas
nas. las editoriales implicadas en los premios.
Adjunto a esta carta [AMA 38 b-g], Ba- En la primera de estas cartas conocemos
rral envía a Max Aub un primer listado de a los miembros del jurado de lengua espa-
los miembros de los comités nacionales de ñola. Además de Max Aub, forman parte
Italia, Estados Unidos, Alemania y Holan-
del Comité: José María Castellet, Camilo
da, y los nombres de los candidatos al pre-
mio elegidos por el jurado español, entre José Cela, Emilio Lorenzo Criado, Jaime
los cuales destacan los de lengua castella- Gil de Biedma, Octavio Paz, Juan Petit y
na: Alejo Carpentier, Juan Rulfo, Miguel Antonio Vilanova. Entre ellos hay poe-
Delibes, es decir un cubano, un mexicano tas (Gil de Biedma, Paz), novelistas (Aub,
y un español. Cela), académicos (Criado, Petit y Vilano-

Tanto en el Archivo Max Aub de Segorbe, como en el Fon Barral de la Biblioteca Nacional de Catalunya en
11

Barcelona, donde se conservan los epistolarios de Carlos Barral, no encontré rastro de esta comunicación que, muy
probablemente, se perdió.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
85

va) y un crítico (Castellet). La gran mayo- más emblemáticas del corpus maxaubiano
ría procede de Barcelona y, además de for- son en realidad las que menos problemas
mar parte del entorno de Seix Barral, serán causarían al escritor en España y no hay
los protagonistas del dinamismo editorial referencia alguna a las obras ya publicadas
que vivió la Ciudad Condal a lo largo de de El laberinto mágico.
los años 60 y 70 del siglo pasado. La carta AMA 12/41a está precedida por
La carta incluye un pequeño resumen una misiva firmada por Montserrat Sabater
de la trayectoria vital y literaria de cada en la que la secretaria pide que Max Aub le
miembro. Para Max Aub se dice que enviara un “currículum vitae”. La respues-
ta del escritor, que me ha proporcionado la
MAX AUB, uno de los más fecundos es- misma Señora Sabater y que resulta hasta
critores de su generación, nació en París en ahora desconocida por la Fundación Max
1903. Su primer libro publicado, LOS POE- Aub de Segorbe, llega directamente desde
MAS COTIDIANOS, apareció en 1925. Des- París, donde el 15 de enero de 1961 el exi-
de entonces ha publicado más de 45 obras, liado dice que:
de las que cabe señalar, entre las últimas,
CUENTOS MEXICANOS, DEL AMOR, […] Por otra parte mi bibliografía va más
ALEMANIA DE JAIME (1959), JUSEP TO- allá de los 45 títulos. Tampoco sirve. (Si la
RRES CAMPALANS, ANTOLOGÍA DE LA quiere se la mando copiar). ¿Qué fui agrega-
POESÍA MEXICANA 1950-1960 (1960) y do cultural aquí? ¿Qué fui secretario general
LA CALLE DE VALVERDE, que aparecerá del Consejo Nacional de Teatro, ahí? Y cual
en el curso del año 1961. Actualmente reside cosas más. ¿A quién le interesara, para ilus-
en México y se le puede considerar una de trar a quiénes? Actualmente, a Dios gracias,
las figuras más influyentes en la joven lite- no hay nada. Fui profesor, cineasta, perio-
ratura hispanoamericana y española de la dista, preso, vendedor de bisutería, director
península y del exilio. Max Aub ha desem- de teatro, […] nada dio buenos resultados,
peñado cargos diplomáticos y universitarios, dejando aparte la cárcel y los campos de con-
pero últimamente se dedica exclusivamente a centración.
la literatura. [AMA 12/41 a]
Tengo mujer, tres hijas, ocho nietos y al-
Como se puede apreciar, en el recuento gunos amigos.
de la trayectoria bio-bibliográfica de Max
Escriba lo que quiera, si lo cree convenien-
Aub no se hace referencia ni a su militan-
te me lo envíe y tal vez entonces se me ocurra
cia republicana, ni a su permanencia en los qué debo decir. No me gusta nada hablar de
campos de concentración franceses y ni si- mí (me encanta que lo hagan los demás).
quiera a sus novelas y relatos que tienen
como argumento la Guerra Civil Española. El escrito de Aub y el contenido de la
Las publicaciones que se aportan como las carta dirigida a todos los miembros del
86

jurado coinciden en algunas cuestiones se lee que una de las obras sugeridas por
fundamentales: ninguno de los dos hace Max Aub era de Elena Garro, ya que Ba-
referencia al Laberinto y ni siquiera a la rral declara esperar con impaciencia su ma-
actividad de Aub en la II República. Las nuscrito. Si analizamos la bibliografía de la
únicas excepciones son la referencia a la primera mujer de Octavio Paz, nos damos
“actividad diplomática” del escritor – fue cuenta de que su primera novela, publica-
agregado cultural en la embajada de París da en 1963 por Joaquín Mortiz, fue Los
en 1937 – y a su detención en los campos, recuerdos del porvenir. Por lo tanto, con
que él mismo considera irónicamente como toda probabilidad, Carlos Barral estaba es-
uno de los hitos de su currículum y como perando precisamente este manuscrito.
algo que “dio resultados”. El 6 de abril de 1961, al acercarse la fe-
La serie de cartas donde se desprenden cha de las reuniones en Mallorca, Jaime Sa-
los detalles de los mecanismos del Premio linas, en nombre de Carlos Barral, escribe
se prolonga hasta la que da cuenta de las a Max Aub [AMA 12/48] para enterarse
de los pormenores de su viaje a España. Se
reuniones que tuvieron lugar en Formen-
da por descontado que el escritor exiliado
tor y decretaron los ganadores. Entre ellas,
pueda viajar a las Islas Baleares entre el 28
merece ser destacada la carta del 21 de fe-
de abril y el 2 de mayo de ese 1961. Sin
brero de 1961 en la que Barral añade a la
embargo, como ya es notorio, el primer
información dirigida a todos los miembros viaje de Max Aub a España se celebró en
una nota personal para Max Aub: 1969, cuando el escritor estaba trabajando
Nuestra información sobre literatura his-
en el libro sobre Luis Buñuel. La ausencia
panoamericana es escasa y poco segura. Me del exiliado no pasó desapercibida en las
gustaría, sin que eso excluya el que me haga reuniones que decretaron los ganadores de
Ud sugerencias de candidaturas para el Prix los Premios y en el informe de clausura se
International de libros en cualquier lengua, puede leer que:
que lo antes posible me hiciera saber su opi-
nión sobre qué libros hispanoamericanos, El Jurado del PRIX INTERNATIONAL
que puedan considerarse dentro de las con- DES EDITEURS, reunido en Formentor
diciones estipuladas en los estatutos del Pre- (Mallorca), del 28 de abril al 1 de mayo de
mio, son a su juicio merecedores este año de 1961 lamenta la ausencia del Miembro de
ser tenidos en cuenta. [AMA 12/42 c] Jurado de lengua española Max Aub, que
no ha podido estar presente en las delibera-
Esta nota confirma el papel, central, que ciones y concesión del Premio y le expresa
su adhesión manifestándole que le ha consi-
Barral otorgó a Max Aub en esta prime- derado como asistente a todos los actos que
ra edición de los Premios y que sienta las han tenido lugar con este motivo en Formen-
bases para las que siguieron. En una carta tor, lo cual se complace este Jurado en hacer
del 25 de febrero de 1961 [AMA 12/43] público. [AMA 12/50 a]
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
87

Esta declaración de solidaridad ha esti- a algunos de los más progresistas y visio-


mulado el agradecimiento personal de Max narios editores europeos de la época. Seix
Aub que, al cabo de unos días, escribe que: Barral logró concentrar en las Islas Balea-
res una fuerza cultural que el Régimen difí-
Al carecer de las direcciones de la mayoría cilmente podía tolerar.12 Además, el apoyo
de los firmantes de la declaración del Jurado público otorgado al exiliado Max Aub, con
del Prix Internacional des Editeurs Max Aub toda probabilidad, no pasó desapercibido
ruega a Carlos Barral, Presidente, el hacer por la policía franquista.
llegar a cada uno de ellos las gracias por su Entre los editores presentes en Mallorca,
adhesión y el haberlo considerado presente y amigo fraterno de Carlos Barral, estaba
en Formentor. el italiano Giulio Einaudi que, justo en
1962, publicó un libro titulado Canti de-
Max Aub reitera a todos el sentimiento lla nuova resistenza spagnola (1939-1961),
de lo sucedido y su amistad, esperando que edición de Sergio Liberovici y Michele L.
el año próximo pueda estrecharles la mano.
Straniero. El texto es una colección de can-
[AMA 12/51 b]
tos populares y antifranquistas que los dos
editores, etnomusicólogo el primero y pe-
Las ediciones de 1962 y 1963
riodista musical el segundo, grabaron a lo
largo de la península.13
En 1962 se repite más o menos el mismo
Al lado de la polémica que los Canti…
guión que 1961. Max Aub sigue forman-
do parte del jurado de lengua española y, despertaron,14 el régimen no podía aceptar
como el año pasado, le viene denegado el que se celebrara en España una manifesta-
visado para viajar a Mallorca. ción como los Premios Formentor, en don-
La edición de 1961 fue un éxito que lle- de Giulio Einaudi estaba implicado junto
vó en una periferia de la España franquista con Carlos Barral. Al mismo tiempo, no

12
La novela que ganó la primera edición del premio, Tormenta de verano por Juan García Hortelano, fue en un
primer momento declarada no publicable por la censura franquista.
13
Sergio Liberovici (1930-1991) fue uno de los primeros en Italia en hacer confluir la formación musical y la
antropológica en sus estudios. Michele L. Straniero (1936-2000), en cambio, se considera el precursor de la canción
de autor italiana.
14
El periodista italiano Antonio Armano resumió en su libro Maledizioni la polémica que despertó la publicación
de los Canti… El periodista afirma que: “Carlos Barral, della Seix Barral, scrive una lettera di protesta contro Giulio
Einaudi all’Unione Internazionale degli Editori” [2014: 268], es decir que según él Barral se pone en contra de Einaudi
en un contexto internacional. El autor no cita las fuentes de sus afirmaciones. No he encontrado rastro de esta carta
en ningún sitio, ni es verosímil que Barral haya podido ir contra a la única persona que, en palabras de Montserrat
Sabater, estimaba enormemente. La misma Sra. Sabater, además, afirma que en caso de haber redactado la carta,
con toda probabilidad Carlos Barral se la habría dictado y ella se recordaría [véase entrevista en apéndice]. Creo
que este pequeño accidente merece una investigación a parte que re-establezca la verdad y que profundice los
proyectos y la amistad de dos grandes editores europeos.
88

podía denegarla porque se habría compro- se hace imposible seguir celebrando en For-
metido la imagen internacional del régi- mentor las reuniones de los jurados de los
Premios Formentor o Internacional de Litté-
men, que en los años 60 estaba poniendo
rature, los editores fundadores han acordado
muchos esfuerzos en un proceso de parcial buscar otro lugar de reunión, al que fuera
abertura para permitir el ingreso de capi- posible acudir sin suscitar conflictos ni herir
tales extranjeros, en particular estadouni- susceptibilidades.
denses.15
La publicación de los Canti… y la pre- Encontrarlo no ha sido cosa fácil ni mu-
chos menos, y no es todavía seguro que el
sencia de Einaudi en Formentor en 1962 problema esté resuelto; pero por ahora lo
le proporciona a Franco la ocasión para más probable es que se elij un casino que hay
obstaculizar las ediciones sucesivas. Se- en la isla de Corfú, a unos veinte kilómetros
gún me relató la Sra Montserrat Sabater,16 de la capital. Para la delegación española,
en 1962 estaba presente en el Hotel For- esta elección implica un gravísimo problema
mentor la policía franquista que interrogó de orden económico. […]
durante unas horas a Giulio Einaudi y a
Ante esta situación –que es de esperar no
Carlos Barral. Desconozco el contenido del se repita en años sucesivos- no vemos más
interrogatorio, pero es significativo que en que un recurso, tristísimo, ya lo sé: que vo-
1963, como se aprende de una carta del 9 sotros mismos designéis, entre los nombres
de febrero de este año [AMA 12/82], la ce- de los jurados del año anterior, a los dos que
lebración de los Premios tiene que moverse en opinión vuestra puedan mejor –juntamen-
a otro sitio, fuera de España, porque el edi- te conmigo- representaros a todos. [AMA
12/82 a-b]
tor italiano se declara persona non grata en
España. La imposibilidad de Giulio Einua-
La desgracia de Seix Barral es la ocasión
di para viajar a España implica enormes
que Max Aub esperaba para, por fin, ser
dificultades para Seix Barral, como resulta
presente en las reuniones de los Premio:
evidente en las mismas palabras de Juan
Petit: Querido Juan Petit:
Como consecuencia de la decisión del Acabo de recibir tus cartas del 9. Creo
gobierno español declarando “persona non que soy la única persona que se alegra del
grata” al editor Giulio Einuadi, con lo cual traslado de la sede del Formentor. Desde

15
Sobre este tema véase Cisquella et. al [2002]. Los autores, aún faltando de rigor académico, logran dar una
muestra puntual de los años entre 1962 y 1976 durante los cuales la apertura del régimen fue sustancialmente
necesaria por razones económicas y para salvar las cuentas del Estado que, en 1959, estaban al borde de la
quiebra después de casi veinte años de autarquía.
16
Véase la entrevista en apéndice.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
89

luego “entre los nombres de los jurados del de que se ha incorporado al jurado de len-
año anterior” entre quienes me pides escoger gua española el escritor peruano Mario
voto en primer lugar por mí, porque es la Vargas Llosa. Este es un aspecto que me-
ocasión pintiparada que esperaba para deci- rece la pena ser evidenciado por subrayar
dirme a ir a Europa este año. [AMA 12/84 a]
el peso que la literatura hispanoamericana
iba asumiendo en los años 60 en el mundo,
En la misma misiva Max Aub proporcio-
no sólo de habla hispana.
na a Juan Petit los nombres de sus candida-
En la carta del 21 de enero de 1964 [AMA
tos para los premios de 1963: un cubano
12/96], José María Castellet da la triste no-
(Alejo Carpentier, El siglo de las luces) y
ticia de la muerte de Juan Petit. Max Aub
dos mexicanos, uno publicado por el Fon-
contesta el 26 del mismo mes [AMA 12/97]
do de Cultura Económica (Carlos Fuentes,
mostrando su sentimiento y pidiendo noti-
La muerte de Artemio Cruz) y el otro por
cias para los candidatos de los Premios de
Joaquín Mortiz (Agustín Yañez, Las tierras
1964 y avanzando como posible candidato
flacas).
a Julio Cortázar, que acababa de publicar
su obra maestra Rayuela.
Las ediciones de 1964 y 1965
El 11 de febrero de 1964 [AMA 12/99],
Contrariamente a las esperanzas del Max Aub comunica a Jaime Salinas sus
equipo de Seix Barral, tampoco en 1964 y candidatos para los Premios Formentor.
1965 las reuniones de los Premios se cele- Entre los de lengua española contamos a
braron en España. Debido al gran éxito de Cortázar, Carpentier, Fuentes y Serrano
la manifestación y al hecho de que creció el Poncela. Por cuarto año seguido Aub pro-
número de los editores y de las obras que pone a Carlos Fuentes y, lo que más salta
competían,17 se optó por un cambio de sede a la vista, por primera vez propone a un
anual, siendo la más natural (Mallorca) escritor del exilio, Segundo Serrano Ponce-
impracticable. En 1964 los Premios se cele- la, que en 1963 había publicado la novela
braron en Salzburg [AMA 12/94 a-b] y en Habitación para hombre solo, novela del
1965 se movieron a Vallescure (Francia). exilio sobre el exilio en la que el narrador
En una carta del 17 de mayo de 1963 toca algunos temas que Max Aub sentía
[AMA 12/88] Juan Petit entera a Max Aub como suyos.18

17
Véase De Glas [2013] y Burkhard [2008]. Además, a confirmación de la dimensión internacional asumida por
los Premios, en la carta AMA 12/95 a-c José María Castellet envía a los jurados de lengua española el listado de
candidatos propuestos por el jurado escandinavo.
18
De hecho, la primera edición española de Habitación para hombre solo es precisamente por Seix Barral en
la colección “Biblioteca Formentor” y demuestra cómo las ventajas de visibilidad de los Premios se extendiesen
también a las obras que al final no resultaban galardonadas.
90

En el otoño de 1964 [AMA 12/109] se El 30 de marzo de 1965, Max Aub se


comunica a Max Aub que las reuniones pone en contacto con Rosa Regás para
del Prix International de Littérature se ten- organizar el viaje de su mujer Perpetua a
drán en el Golf Hotel de Valescure, Costa Valescure. El matrimonio es, en este mo-
Azul, del 28 de abril al 4 de mayo de 1965. mento, separado, ya que la señora Aub no
La carta lleva la firma de Rosa Regás, lo tenía restricciones para ir a España a ver
cual supone una nueva voz en epistolario. a su familia. De hecho, Aub comunica a
En cuanto a los candidatos propuestos por la secretaria de Barral que Peua estará en
Aub este año, el autor se limita a confirmar Valencia y en Barcelona y que, a partir del
los del año anterior [AMA 12/113], propo- día 26 de abril la encontrará en casa de su
niendo por lo tanto por quinto año conse- hermano, el Dr. Ignacio Barjau: “Su nom-
cutivo al mexicano Carlos Fuentes. bre y apellido: Perpetua Barjau (omitimos
El 12 de enero de 1965 [AMA 12/118
el de Aub para mayor facilidad)” [AMA
a-b], Aub se queja con Rosa Regás de que,
12/125]. Detalle, este, curioso y elocuen-
entre los candidatos de lengua castellana,
te tanto de la vida que un exiliado estaba
no haya escritores españoles. Por eso va a
proponer, por segundo año seguido, al exi- obligado a conducir, como del miedo y del
liado Segundo Serrano Poncela. El 21 de temor que sentía para sus familiares que se
enero del mismo año, Rosa Regás informa encontraban en España.
[AMA 12/119], sin dar justificación algu-
Las ediciones que no se celebraron:
na, a Max Aub de que es imposible incluir
1966 y 1967
a Serrano Poncela en la lista. Sin embargo,
precisa que en el momento de establecer la La edición de 1965 de los Premios For-
lista definitiva “quizá tengamos ocasión de mentor fue la última que efectivamente
añadir un nombre español”. se celebró en su entereza. La sucesiva de
En una carta del 5 de febrero de 1965 1966 nunca se celebró, mientras que en
dirigida a todos los miembros del jurado
1967 solo se galardonó la novela gana-
hispano-luso-latinoamericano se informa
dora del Prix International de Littérature
de la lista de candidatos provisional selec-
cionados. Entre ellos, el único español es [Burkhard, 2008: 3]. Sin embargo, el epis-
el catalán Josep Vicens Foix con la novela tolario Aub/Barral referente a los Premios
L’estrella d’en Perris. Aub marca cuáles son Formentor no llega tan lejos. Las últimas
sus preferencias con tics de bolígrafo y las cartas son fechadas entre el final de agosto
comunica a Rosa Regás en una carta del 10 de 1965 y los primeros días de septiembre.
de febrero de 1965 [AMA 12/121]. Entre En ellas Max Aub está trabajando para lle-
los de lengua española escoge a Alejo Car- var las reuniones de los Premios a México:
pentier, Julio Cortázar, Carlos Fuentes “y
el español que resulte elegido”. Cher samis,
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
91

M. Max Aub me fait savoir qu’il a écrit à o Turismo organice las reuniones. [AMA
Barney Rosset lui faisant part d’une proposi- 12/130]
tion du Boureau de Tourisme Mexicain pour
la célébration de nos réunions à Cuernavaca. El Gobierno de México, por lo tanto, es-
taría disponible en financiar las reuniones,
Cette proposition comporterait une im-
no se entiende si en parte o por completo,
portante collaboration à nos dépenses de
séjour et de voyage. Je pensé qu’en tout cas, pero a estas alturas Aub no puede estar en-
il faut tenir compte dans notre propchaine terado del presupuesto que México puede
rencontré à Francfort, de cette suggérence poner a disposición. Lo que sí hace falta
dont les avantagges et les incovénients doi- subrayar es el papel que Aub asume en una
vent être comparé avec ceux du propjet de hipotética organización de los Premios en
célébration de nos réunions à New York.
México, poniéndose en primera línea en las
[AMA 12/129 b]
relaciones culturales entre España (y Euro-
pa en este caso) y su país de acogida.
La carta está firmada por Carlos Barral
Desafortunadamente no sabemos cómo
y es un añadido de otra misiva en la que
y porqué las reuniones de los Premios For-
el editor barcelonés se declara “entusiasta
mentor de 1966 no se celebraron en Méxi-
partidario de la que me veo obligado a lla-
co. La carta AMA 12/131 tiene como fecha
mar proposición mejicana” [AMA 12/129
el 27 de diciembre de 1966 y en ella Barral
b]. Asimismo, prevé que podrían ser de la
bromea a Max Aub que por aquel enton-
misma idea también Claude Gallimard y
ces se encontraba en Israel. En esta carta,
Giulio Einaudi si “la formulación definiti-
sin embargo, hay una mención del editor
va de la proposición se hiciera a nombre
barcelonés a los Premios de 1967: “Lo de
de una entidad más académica que estatal,
Túnez es casi seguro; ya te avisaré”. De
o de algún modo desligada de Poder Pú- hecho, para 1967 los editores decidieron
blico” (ibid.). En este caso, escribe Barral, efectivamente celebrar las reuniones en el
“sería partida ganada”. país norteafricano.
El 7 de septiembre de 1965, Max Aub
escribe a Barral que: Conclusiones
[…] la invitación no tiene ningún carácter Con la excusa de los Premios Formen-
oficial ni gubernamental. Sencillamente los tor, Max Aub y Carlos Barral establecen un
mexicanos tienen ganas de veros por aquí puente entre México y Europa que llevará
–y con cuantos más periodistas importantes
mejor- y se limitarán a pagar lo que haga fal- en el viejo continente una parte de la mejor
ta, sin que aparezca, en ningún momento, el literatura mexicana e hispanoamericana de
que la Secretaría de Educación o Relaciones, la época.
92

Escritores como Carlos Fuentes entrarán 60. Son evidentes, de hecho, las dificulta-
en las casas de los españoles precisamen- des que el régimen ponía para el desarrollo
te gracias a la labor subterránea de Aub y de actividades culturales que pretendían
Barral, abriendo una brecha en el cerrado ser libres de cualquier jaula política e ideo-
universo cultural de la España franquista. lógica. De hecho, la intervención de Carlos
Y tampoco tenemos que subestimar el pa- Barral en el Congreso Internacional de Edi-
pel que tuvo Octavio Paz en los Premios tores de 1962, a la vuelta de la desgraciada
y cuya presencia se debe precisamente a la reunión de Formentor en la que la policía
mediación que hizo Max Aub. Burkhard secreta de Franco interrogó a Giulio Einua-
[2008] subraya que: di, es muy clara:
Como autoridad mediadora [en Formen-
tor] figura también Octavio Paz, miembro C’est pour moi un grand honneur de
pouvoir soumettre à votre approbation
de la delegación española, quien se hace
une résolution qui réaffirme que pour
con la presentación de los escritores lati- exercer d’une façon correcte et complète
noamericanos, pronunciándose, infructuo- notre profession, il nous faut refuser:
samente, a favor de Carpentier.
a. Tout régime d’atuorisation préalable à la
A pesar de haber sido infructuoso el apo- publication des livres.
yo público de Paz a favor de Carpentier,
b. Tout régime de saisie administrative.
hay que subrayar que en 1961 se galardo-
c. Tout régime qui interdise ou entrave la
naron dos autores de lengua castellana, que distribution et la circulation des livres.
fueron Jorge Luis Borges para el Prix Inter-
d. Toute limitation d’inspiration politiqueo
national y Juan García Hortelano para el u confessionnelle à exercer librement la
Prix Formentor, y que un escritor del exi- profession d’Editeur.19
lio, Jorge Semprún, ganó el Formentor en La comunicación de Barral se perfila
1963, o sea en la primera edición que se como un manifiesto y una toma de posición
celebró fuera de España. consiguiente a lo que pasó en Mallorca. Al
El corpus de cartas analizadas en este mismo tiempo, el punto d) evidencia el des-
artículo se revela también un prisma pre- tinatario del editor barcelonés. Al subrayar
cioso a través del cual mirar a la España que se refuta cualquiera limitación confe-
franquista de la primera mitad de los años sional, Barral hace clara referencia a la cen-

19
Este documento me lo proporcionó, en copia escaneada, la señora Montserrat Sabater el día en que nos
entrevistamos.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
93

sura franquista y a las preguntas a las que muestra de los contactos entre la España
tenían que contestar los censores a la hora exiliada y la España del interior, que todo
de rellenar sus informes de lectura.20 eran menos que dos mundos distintos e in-
Otra cuestión que el epistolario permite comunicados.22 Por otra parte, estos con-
enfrentar de cara es la influencia que tenía tactos permiten a los estudiosos de entrar
la España exiliada en la vida cultural del en los mecanismos del régimen desde una
interior. A pesar del ostracismo y de la ex- perspectiva viva y directa, entender las
clusión a la que estaban sometidos, la voz consecuencias de su clausura y su autorita-
de los exiliados llegaba a España a un re- rismo, y contribuir en la reconstrucción de
ducido número de hombres y mujeres. Al una memoria histórica colectiva constante-
mismo tiempo el medio epistolar permitía mente amenazada por una peligrosa capa
a los desterrados de mantener un contacto, de olvido.
aunque precario y de papel, con su patria
querida y estar al tanto de las últimas no-
vedades. Max Aub, con el trámite de Car-
los Barral, se entera de lo que está pasando
en España y participa activamente en el
acontecimiento cultural más importante de
la época.21 Es más, aconseja a Carlos Ba-
rral, le pone en contacto con Octavio Paz,
el Fondo de Cultura Económica y Joaquín
Díez Canedo.
Finalmente, el corpus analizado de-
muestra de una vez la importancia de los
epistolarios y de las escrituras privadas a
la hora de estudiar la dictadura franquis-
ta. Esta importancia se puede apreciar en
una doble vertiente que deriva de la con-
frontación entre los dos interlocutores de
la correspondencia. Por una parte, son una

20
Sobre la censura y las preguntas a las que los censores tenían que contestar la bibliografía es extensa. Véase
por brevedad y puntaulidad Larraz [2009].
21
Burkhard [2008] subraya que en la edición de Formentor de 1961 estaba presente en Mallorca la televisión
pública italiana, RAI, y cubrían el evento 14 diarios internacionales.
22
Este mismo aspecto lo releva con gran lucidez Javier Sánchez Zapatero [2014] en un artículo sobre el epistolario
Dámaso Alonso/Max Aub publicado en el número 9 de El Correo de Euclides.
94

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Fernando Larraz Eloriaga, “La calle de Valverde,
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in the Material and Symbolic Production of Lite- El correo de Euclides 9 (2014), pp. 171-177.
rature: The Case of the ‘Prix Formentor’, 1961- Segundo Serrano Poncela, Habitación para hom-
1965”, Quaerendo 43 (2013), pp. 147-177.
bre solo, Barcelona, Seix Barral, 1963.
José Carlos González Boixo, “El gallo de oro y
otros textos marginados de Juan Rulfo”, Revis- FMA-AMA. Epistolario Max Aub/Carlos Barral,
ta Iberoamericana 52.135 (1986), pp. 489-505. Caja 12 cartas n° 30-131.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
95

APÉNDICE PREGUNTA: La primera carta que se


intercambiaron Carlos Barral y Max Aub
es de 1957 y tiene como objeto el libro
Entrevista a la Señora Montserrat Metropolitano de Barral. ¿Por qué Max
Sabater del 26 de febrero de 201523 Aub y porqué la relación sigue en los años?
Montserrat Sabater, secretaria durante RESPUESTA: Yo en 1957 todavía no
años de Carlos Barral en Seix Barral y Ba- estaba en Seix Barral. Me imagino que
rral Editores, me cita en un bar del barrio
alguien le aconsejó a Carlos que se
de Sant Gervasi, Barcelona. Es febrero y el
dirigiera a él. Lo que puedo decir, porque
invierno barcelonés da sus últimos golpes:
ya estaba trabajando con él, es que en su
el cielo gris no deja que el sol penetre el
espeso estrato de nubes y el aire se carga amistad fueron fundamentales los Premios
de humedad. Más abajo, en la Plaça Uni- Formentor, que fueron una idea de Jaime
versitat, los estudiantes se juntan para ma- Salinas, que era un gran organizador. Tenía
nifestarse en contra del Plan Bolonia y un la capacidad de organizar cosas con éxito.
futuro que está cada vez más incierto. Pero Y los Premios Formentor fueron todo un
aquí, en los barrios altos de la Ciudad Con- éxito.
dal, los cantos de la protesta no llegan y la
vida hace su curso sin imprevistos. P: Los Premios se celebraron dos veces
La señora Sabater me acoge en el bar en España (1961 y 1962) y después se
con una amplia sonrisa, feliz a su decir de movieron por los problemas que tuvo
hablar de estos años maravillosos e impre- Giulio Einaudi con el régimen. ¿Pasó algo
sionantes que vieron Barcelona volverse en en la edición de 1962?
la capital editorial de lengua castellana. La
impresión, por mi parte, es la de encontrar- R: Al régimen un acontecimiento como
me con una mujer que ha vivido la historia el Premio Formentor no le gustaba. Pero,
cultural española en directo, interviniendo al mismo tiempo, no podía prohibir su
en ella: algo más que un testigo, yo diría celebración por una cuestión de imagen
una actriz con un papel menor, pero fun- internacional. En 1962, sin embargo, hubo
damental. la ocasión que le permitió obstaculizar
Ordenamos un café y un café con las ediciones sucesivas, si se hubiesen
leche. Saco mi cuaderno de la mochila, un celebrado en España. Este año Giulio
bolígrafo y empezamos nuestra charla. Einaudi, que Carlos estimaba de manera

23
Este es un extracto de la entrevista que tuve con la Sra. Montserrat Sabater en el bar Robles de Barcelona el día
26 de febrero de 2015. Incluyo en este texto algunos matices que la Sra. Sabater me ha aclarado en una segunda
entrevista que tuvo lugar el 16 de septiembre de 2015 en el mismo lugar.
96

increíble, publicó en Italia I canti della formas, me imagino que hablaron de los
nuova resistenza spagnola, que es una Canti… y de las relaciones que había entre
colección de cantos antifranquistas que ellos. Para responder a la otra pregunta,
dos periodistas habían ido grabando por la un poco de presión se percibió, pero, en
península. Este libro fue toda una polémica general, la gente estaba normal.
y yo me acuerdo que en 1962 había en
el Hotel Formentor agentes de la policía P: El resultado fue que a Giulio Einaudi le
secreta de Franco. Interrogaron durante denegaron el visado para el Formentor de
una noche a Giulio y a Carlos… 1963.

P: ¿Cómo puede estar segura de que eran R: Exacto. Einaudi fue declarado persona
dos agentes de la policía secreta de Franco? non grata por el régimen y los Premios se
movieron. Se decidió entonces hacerlos
R: Nos lo dijo Tomeu Boadas, el dueño itinerantes, ya que la participación de
del Hotel Formentor, que era muy amigo editores europeos e internacionales iba
de Carlos y que nos brindó hospitalidad creciendo. Quiero añadir una cosa.
en las dos ediciones de los Premios que Este mismo año de 1962, a la vuelta
se celebraron en Mallorca. Eran dos de Formentor, se celebró en Montjuic
agentes en burgués, vestidos de paisanos. el Congreso Internacional de Editores.
Hay también una anécdota divertida: una Había editores de todo el mundo y
noche estaban charlando entre ellos en el estaban divididos entre los de derechas
vestíbulo del Hotel y le pasé al lado. Oí y los de izquierdas, los pro-Franco y los
que uno de los dos decía al otro: “Prefiero antifranquistas. Los que pertenecían a
estos comunistas de lujo que…”. Lástima este último bando, entre los cuales Barral,
que no escuché el final de la frase, pero Einaudi y Feltrinelli, escribieron un
me imagino que lo prefería a lo que Manifiesto en contra de la censura y en
estaba acostumbrado normalmente por el favor de la libertad de expresión.
Régimen.
P: ¿Para usted este Manifiesto está
P: ¿Sabe qué le preguntaron? ¿Se percibió relacionado con lo que acababa de pasar
la presión? en Formentor?
R: No sé lo que se dijeron pero Carlos R: Por supuesto, fue una consecuencia de
estaba angustiado, sabes, con este tono la noche de los interrogatorios.
melodramático muy suyo [se ríe al
recordar]. Einaudi, por su parte, ni se P: ¿El hecho de que tuvisteis que mover el
descompuso: era un gran señor. De todas Premio os causó problemas?
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
97

R: Muchísimos, de orden económico antes DATOS DEL AUTOR


que todo. Tuvimos que reducir la delegación Dirección:
española porque ya no podíamos pagar Carrer Melcior de Palau 141, 4° 1°
el hotel para todos y los pasajes tenían 08014 Barcelona
Teléfono: 663560740
que pagárselos los mismos delegados. Sin Correo electrónico: alessiopiras.83@gmail.com
embargo, creo que Aub se alegró de este
problema [me dice riendo] porque por Datos profesionales:
fin pudo asistir a las reuniones. De todas Alessio Piras (Génova, 1983) es Doctor en Hu-
manidades por la Universidad de Pisa (Italia) con
formas, tienes que entender que en aquella una tesis sobre El laberinto mágico de Max Aub
época todo era un problema para quien en comparación con las obras de la Guerra Civil
Española de Ernest Hemingway y André Mal-
intentaba hacer lo que hicieron Carlos y,
raux. Actualmente es investigador del GEXEL en
hasta que vivió, Víctor. La censura era muy la UAB y coordinador de Forma. Revista d’Estu-
fuerte y Carlos también escribió a Fraga dis Comparatius en la UPF. Sus investigaciones
se centran la obra de Max Aub, la Guerra Civil
cuando empezó a ser Ministro, en 1962, Española, el Franquismo, la novela negra y las
porque no lograba publicar. literaturas comparadas. Es autor de la novela
Omicidio in Piazza Sant'Elena. Genova, Pagani e
Marino indagano (F.lli Frilli Ed., 2016).
P: ¿Y obtuvo algo?

R: No.

P: Una última pregunta, he encontrado


referencia en un libro italiano sobre una
carta que Carlos Barral habría escrito
en contra de Giulio Einaudi y dirigida a
la Unión Internacional de Editores. ¿Le
parece verosímil?

R: Me parece imposible. Esta carta no


existe, no solo por la admiración y la
amistad que unía Carlos y Einaudi, sino
también porque Carlos me la habría
dictado y yo me acordaría muy bien de ella.
98
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
99

Dominar el laberinto, salir


de él: Crónica del alba, de
Ramón J. Sender1 much more about adult Sender, in the years 1939-
42, when he writes and publishes the novel which
begins of the homonymous series, and not child
jean-pierre ressot and adolescent Sender, which is narrated there.
This is, therefore, an exemplary methodological
Université de Paris IV and theoretical contribution, valid for all
autobiography, as it invites the reader to avoid
exclusive focus on what is merely anecdotal and
Resumen: El ensayo se centra en el tema de cómo privilege instead the instances that animate the
hay que enfocar lo autobiográfico en el texto de text at a deep level.
Crónica del alba, de Ramón J. Sender, y muestra
cómo lo esencial, en él, no es la referencialidad, o
sea la correspondencia a acaecimientos realmente ¿Novela de la infancia o novela
ocurridos al autor durante los años evocados por del exilio? Éste es el doble aspecto de
la novela, sino todo lo contrario: Crónica del alba Crónica del alba si intentamos darle un
habla mucho más del Sender adulto, de los años
1939-42, cuando escribe y publica la novela ini-
sentido más allá del contenido escueta-
ciadora de la serie homónima, que del Sender niño mente anecdótico. No se sabe con exacti-
y adolescente, que allí se narra. Es, por lo tanto, tud cuándo escribió Ramón J. Sender esta
Keywords: Sender, Crónica del

una aportación metodológica y teórica ejemplar, novela. Pero imaginamos que debió empe-
valedera para toda autobiografía, que invita a zarla como muy pronto al comienzo de su
prescindir de lo escuetamente anecdótico y a pri-
exilio, a finales de 1938, en París, o, más
vilegiar en cambio las instancias que animan el
alba, autobiography

texto a nivel profundo. probablemente, cuando se instaló en Mé-


xico, en 1939. El caso es que el libro sale
Abstract: The essay focuses on the issue of how to a la prensa en 1942. Durante los tres años
tackle Ramón J. Sender’s autobiographical work anteriores, la actividad creadora de Sender
Crónica del alba, showing how its essential feature
había sido sin duda intensa2, pero en ese
is not referentiality, that is, the correspondence
to events which actually took place in the life of momento de su vida en que el escritor ex-
the author during the years evoked in the novel, perimenta conmociones profundas, Cróni-
Palabras clave: Sender, Crónica del

but quite the opposite. Crónica del alba is indeed ca del alba cobra una significación especial.

1
Pensado como una introducción a una versión francesa de Crónica del alba, este ensayo había quedado
inédito. Lo publicamos ahora en traducción española como un homenaje a su autor, profesor en La Sorbona, fallecido
alba, autobiografía

hace dos años. Dentro de sus numerosas aportaciones al estudio de la obra senderiana, señalamos la traducción
francesa de Imán (L’aimant, París, Imprimerie Nationale, 1994), la edición crítica de Monte Odina. El pequeño teatro
del mundo (Ediciós do Castro, Biblioteca del Exilio, 2003) y la monografía Apología de lo monstruoso. Una lectura
de la obra de Ramón J. Sender (Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2003).
2
Acababa de escribir, entre otras, tres novelas importantes: El lugar del hombre (posteriormente corregida
y titulada El lugar de un hombre), Proverbio de la muerte (que pasaría a ser La esfera) y Epitalamio del prieto
Trinidad. En esa época Sender había fundado su propia editorial.
100

Para comprender el alcance de esta na- una intensa colaboración, en París, con el
rración hay que saber que en su momento y semanario pro-republicano Voz de Madrid,
desde hace ya una quincena de años, Sender deja Europa definitivamente en marzo de
es un personaje de primera línea en la vida 1939. Llega a Nueva York, donde tiene que
cultural española. Periodista de talento, re- dejar a una amiga americana sus dos hijos
nombrado por sus reportajes sin concesio- muy pequeños, para probar suerte en Mé-
nes, se ha afirmado también como uno de xico. En 1942 se instala en Estados Unidos,
los raros novelistas de una época más bien donde trabajará como profesor de literatu-
pródiga en poetas y dramaturgos. Acaba ra española en diversas universidades, has-
de alcanzar la consagración literaria al re- ta su muerte en 1982.
cibir en 1935 el Premio Nacional de Litera- El exilio, por tanto, es para él, al igual
tura3, recién creado por una República es- que para muchos intelectuales españo-
pañola también reciente. Cuando la guerra les comprometidos con la República, una
civil estalla, Sender representa la figura del ruptura brutal con un pasado prometedor
escritor comprometido que esos tiempos de todavía muy cercano. Entonces emprende
luchas sociales y políticas tienden a mitifi- lo que es probablemente el primer acto de
car. Compararle con André Malraux no es cualquier exiliado, el primer reflejo para
un acercamiento fortuito porque Malraux, superar la prueba: el ejercicio de la memo-
al escribir L’espoir, se acordará de Sender4. ria, la operación de anamnesis indispensa-
Ahora bien, nada más empezar la guerra ble para la supervivencia y recuperación de
civil, todo vira de manera desastrosa para las raíces. Ésta es la necesidad profunda a
él. Su mujer, de la cual ha tenido que se- la que obedece la novela, que será la prime-
pararse para alcanzar el frente, acaba fusi- ra de una serie de nueve narraciones desti-
lada por los franquistas. Él mismo, dentro nadas a recomponer de alguna manera los
del campo republicano, se siente amena- añicos de una personalidad, la de un hom-
zado de muerte por los comunistas, de los bre de treinta y ocho años que la Historia
que es compañero de viaje desde hace dos acaba de hacer estallar. Crónica del alba
años. Así, abandona el campo de operacio- pasa a ser también el título de una serie que
nes camino de un semi-exilio que algunos integra en su versión definitiva, terminada
equiparan, no sin mala fe, con una huida y en 1965, además de esta novela: Hipogrifo
hasta con una deserción. Después de una violento, La Quinta Julieta, El mancebo y
gira como portavoz oficial de la causa re- los héroes, La onza de oro, Los niveles del
publicana por Estados Unidos y Francia, y existir, Los términos del presagio, La orilla

3
Por la novela histórica Mr. Witt en el Cantón.
4
Por ejemplo, en L’espoir se encuentran algunas huellas de un libro-reportaje de Sender, Contraataque.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
101

donde los locos sonríen y La vida comienza extra-literario, sino de correspondencias


ahora. entre las ficciones, es decir de fenómenos
Se trata de una ficción de inspiración au- de intertextualidad. Dicho de otra forma,
tobiográfica, evocadora de un periodo de cuando creemos poder contar con un refe-
la vida del autor, que se puede situar, pese rente exterior que asegure el valor realista
a la ausencia de datos precisos, en 1912, de tal o cual elemento del relato, justo en
es decir cuando tenía once años. Pero hay ese momento es cuando no disponemos de
que despejar el campo de una lectura au- otra cosa que no sean repeticiones de infor-
tobiográfica, por decirlo así, en primer maciones procedentes de una sola fuente: el
grado, porque estamos lejos de un relato mismo Sender. En suma, por más legítimo
más o menos novelado de un fragmento de que sea nuestro proceder cuando intenta-
vida, y lejos de lo que podríamos llamar mos perfilar la personalidad de un escritor
una “autobiografía superficial” o “aparen- a partir de episodios “veraces” de su infan-
te”. Claro que las conexiones concretas en- cia o adolescencia, no podemos ni mucho
tre autor y personaje existen. Por ejemplo, menos ilusionarnos respecto a nuestras po-
en Crónica del alba, ese nombre en forma sibilidades de saber lo que él fue realmente
de diminutivo (“Pepe”) que le es asignado en su vida o, sencillamente, qué fue su vida.
al héroe, no emana de la imaginación: es A este respecto, hay que decir que Sen-
justamente así (y no “Ramón”) como se der adoptó en el curso de su existencia
le llamaba a Sender dentro de la familia. una actitud que dificulta, por no decir im-
Sin embargo esto no autoriza a afirmar que posibilita, una lectura de sus obras como
“la mayor parte de los episodios significa- una autobiografía en primer grado: por un
tivos son recuerdos veraces de hechos con- lado, Sender fue siempre avaro de infor-
cretos”5. Una visión tan somera de las co- maciones6; por otro, pertenece a ese tipo
sas amenaza con camuflar la significación de escritores que cuidan su imagen pública
profunda de la obra. No nos acabamos de hasta el punto de construirse un personaje;
dar cuenta lo suficiente de que esta mate- y no por el gusto de la mentira, sino por la
ria referencial que creemos encontrar en preocupación del todo legítima de salir al
las novelas nos la proveen, en la mayoría público no parvo de sentido, sino al con-
de los casos, las novelas mismas. El efecto trario, con la explicación (a menudo justifi-
de referencialidad no procede siempre de cación) que acompaña la imagen.
una relación entre la ficción y el mundo En todo caso, ¿hace falta precisar que

5
Vid. Marcelino Peñuelas, La obra narrativa de Ramón J. Sender, Madrid, Gredos, 1971, p. 76.
6
Su mismo hijo, Ramón J. Sender Barayón, se quejó de esto en un libro (Muerte en Zamora, 1989) donde
intentaba reconstruir la circunstancia de la muerte de su madre, la primera esposa de Sender.
102

esta búsqueda del tiempo perdido que Sen- efecto al apellido de su madre). Y a este
der emprende en 1939 es al mismo tiempo doble le hace morir en noviembre de 1939,
una búsqueda de sí mismo, con todo lo que acabando de este modo la evocación por
esto supone de reelaboraciones y dudas? medio de un acontecimiento totalmente
Entre la persona de Ramón J. Sender y el simbólico. A causa de este procedimiento
personaje de “Pepe” escenificado en Cróni- básicamente novelesco no será posible en-
ca del alba media todo un trabajo de tras- contrar en Crónica del alba la minuciosa
relación de lo que fuera la vida de Sender
posición literaria del que se proporciona-
en 1912, sino al contrario una reinvención
rán aquí los elementos principales.
literaria a partir de algunos datos biográfi-
En primer lugar están esos desdobla-
cos bastante generales. “He puesto allí un
mientos del escritor (héroe potencial del poco de autobiografía y un poco de imagi-
relato) en varios personajes intermediarios, nación”, dirá maliciosamente Sender, pre-
que dan la medida de esta distancia entre cisando: “La imaginación no es necesaria
lo real y la ficción: un personaje narrador, para inventar sino para hacer verosímil la
primera proyección del autor, pretende, en realidad.” De esta manipulación fecunda
un prólogo, haber conocido al héroe de la de lo real, voy a mostrar, entre los ejemplos
novela en el campo de refugiados de Ar- más contundentes, el hecho de que el lugar
gelès, en 1939, y heredado unos manuscri- de los acontecimientos referidos en Cróni-
tos donde éste cuenta su vida. Ahora bien, ca del alba no es claramente identificable.
ni este narrador ni el protagonista pueden La “aldea” evocada en la novela no tiene
identificarse inmediatamente con Sender, nombre porque tiene dos referentes posi-
porque él nunca estuvo en ninguno de los bles en la realidad. El autor superpone, en
campos y, en 1939, se encontraba prime- efecto, dos lugares de su infancia: la aldea
ro en Francia, luego en Estados Unidos y de Alcolea de Cinca, donde la familia vivió
finalmente en México. Por otro lado, si es de 1903 hasta el otoño de 19117, y la villa
seguramente él mismo a quien Sender, a de Tauste8, donde los Sender se instalaron
pesar de todo, pone en escena en la narra- a continuación. Como se parece a Alcolea,
ción, es bajo la apariencia de un doble, ya el pueblo es entonces, por un lado, muy ru-
que le ha dado al héroe su segundo nom- ral; pero al mismo tiempo presenta algún
bre, José (nombre de su padre), y su segun- que otro rasgo más urbano probablemente
do apellido, Garcés (que corresponde en referido a Tauste, con su convento, su cír-

7
Muchas de nuestras indicaciones biográficas sobre Sender las debemos a las investigaciones de Jesús Vived
Mairal, autor de una notable biografía del escritor: Ramón J. Sender. Biografía, Madrid, Páginas de Espuma, 2002,
709 pp.
8
Alcolea de Cinca era entonces una pequeña aldea de 2.300 vecinos, entre Huesca y Lérida. En cambio, Tauste
era una villa más importante, 5000 vecinos, no lejos de Zaragoza.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
103

culo de notables (el “casino”) y su notario. duda fue el caso de Sender) si por otro lado
Ahora bien, al mezclar los lugares, Sender no perdiera esos rasgos de adolescente en
mezcla a la vez las épocas y reinventa las re- su relación con Valentina, al recuperar en-
laciones entre los personajes. Así que, si to- tonces la inocencia y la ingenuidad de un
mamos dos hechos que marcan de manera niño normalmente inmaduro. En este caso
significativa la vida de Pepe Garcés -por un también, la ficción introduce unos desajus-
lado el enfrentamiento con los muchachos tes, legítimos sin duda, pero que no pueden
de la aldea cercana de Albalate (‘la infancia entrar en el cuadro de una lógica biográfica
de un jefe’) y, por otro, su relación senti- estricta.
mental con Valentina (‘la educación senti- Del mismo modo, no nos hemos interro-
mental’)- se nota que no pueden coincidir gado nunca bastante a propósito de algu-
biográficamente porque el primero pasó en nos silencios de la narración que impiden
Alcolea y el segundo en Tauste; asimismo, atribuirle sin reservas esta calidad de auto-
en el pueblo de Alcolea no hay ningún con- biografía anecdótica. Así, sabemos que el
vento franciscano y, por consiguiente, nin- joven Sender formaba parte, en esa época,
gún mosén Joaquín. de una familia con siete hijos9. Pepe Garcés,
Además, se percibirán en la concepción al parecer, también tuvo a su alrededor nu-
misma del joven protagonista unas ambi- merosos hermanos y hermanas. Y, en efec-
güedades que relativizan el valor autobio- to, vemos aparecer a Concha, la hermana
gráfico del relato al mezclar, una vez más, mayor, así como a Maruja y a Luisa. Pero ni
momentos distintos de su vida. Según los una palabra sobre los otros tres (salvo una
personajes que se relacionan con él, Pepe mención global: los “pequeños”), en parti-
está dotado de una psicología considera- cular sobre los demás chicos, cuyo nombre
blemente desigual. En particular, está claro ni siquiera aparece mencionado. Podremos
que, con su padre, Pepe manifiesta una ma- notar sobre todo la ausencia de Manuel10,
durez que no encaja con lo que imagina- el hermano fusilado por los franquistas al
mos en un niño que apenas tiene diez años. principio de la guerra, y cuya muerte es to-
En el fondo, los problemas de Pepe con su davía reciente en 1939. Lo mismo pasa con
padre, esa relación de fuerzas tan violenta su abuelo materno, del que no hay huella
en la que insiste de forma tan redundan- en la primera versión de Crónica del alba,
te, es la típica de un adolescente. Se podría mientras que se percibe claramente que el
imaginar que el personaje estuviera dotado autor quiso privilegiar el papel de la tía Ig-
de una precocidad excepcional (lo que sin nacia. El abuelo no aparecerá sino en las

9
Los padres de Sender acabarán teniendo diez hijos.
10
A Manuel, en cambio, le dedica El rey y la reina, en 1949.
104

ediciones ulteriores, donde será el motivo rra prometida, para Ramón J. Sender no
y el sujeto de las únicas modificaciones un hubo tierra prometida ni siquiera en los Es-
poco importantes (no rebasan las dos pági- tados Unidos. Esta tierra de América don-
nas). Pero hay que evitar deducir de estos de moriría unos cuarenta años más tarde,
silencios conclusiones arriesgadas, pues es y donde viviría más tiempo que en la mis-
evidente en ellos un carácter muy relativo ma España, no logró hacerla suya nunca.
de autobiografía aparente. Si por razones prácticas adoptó en 1946 la
En las novelas que siguen a la primera nacionalidad americana, en 1980, cuando
entrega de Crónica del alba, la distancia la situación política de España lo permitió,
entre el protagonista novelesco y la quiso recuperar su ciudadanía española.
autobiografía aparente del autor se hace Y de hecho, la obsesión que lo habita en
aún mayor. Se constata una descomposición 1939, y que él mantendrá firme gracias a
de la imagen de Pepe Garcés a causa de un ejercicio constante de rememoración
su multiplicación en distintos personajes, del pasado, es justamente la búsqueda obs-
como si su identidad se hiciera cada vez más tinada del Paraíso perdido. Que este cami-
dudosa; con lo cual su identificación con no haya empezado con una transposición
Sender acaba difuminándose. Por tanto, idílica del tiempo de la infancia mediante
compartimos la conclusión de Donatella una reconstrucción del verde paraíso de los
Pini a este respecto: “Tenemos la impresión amores infantiles, es una evidencia que nos
de una insatisfacción de fondo causada por exime de cualquier explicación. Pero hacía
la constatación del carácter insuficiente e falta también recordar que la idealización
ilusorio de cualquier imagen de sí mismo es incompatible con una autobiografía de
que uno intente reproducir. Al final de la tipo documental, si es que este género de
larga fila de espejos, la representación autobiografía puede existir.
fiable del autor acabará revelándose un En cambio, en el plano de lo que llama-
límite inalcanzable”11. remos ahora “autobiografía profunda”, la
De hecho, para tomar la medida del au- visión del pasado que nos ofrece Crónica
tobiografismo de Crónica del alba, hay que del alba es rica en enseñanzas. Seguro que
tratar de situarse en el espíritu del autor hay vivencia en el origen de las creaciones
en la época en que redactó la novela. Ante ficticias; y hasta cierto punto podemos afir-
todo, si los exiliados se encuentran a menu- mar que no hay nada más que esto. ¿Cómo
do desgarrados entre dos mitos contradic- podría ser de otra manera? Menudas ra-
torios, el del Paraíso perdido y el da la Tie- zones puede aducir yo para afirmar que es

11
Cfr. Donatella Pini Moro, «Esilio e istanza autobiografica», en Ramón José Sender tra la guerra e
l’esilio, Alessandria, Edizioni dell’Orso, 1994, p. 120. La traducción es de la autora.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
105

otro; yo será de todos modos, y pese a que biografía no puede ser realista strictu sen-
el autor pretenda otra cosa, una expresión so, pero en cambio puede ser “verdadera”;
de mí. Pero esta vivencia no es la que se porque las deformaciones impuestas a lo
encuentra expresada de manera explícita real son justamente lo que permite darle un
en la ficción, la cual entonces no será sino sentido, y este sentido que le asignamos a
una autobiografía superficial. Yo es la rela- lo real es lo que nuestras sociedades llaman
ción que el sujeto mantiene con el mundo “verdad”. Ramón Sender no hace sino lo
que le rodea en el momento de la creación que llevan a cabo todos los escritores: re-
novelesca. De modo que Crónica del alba crea la realidad para tamizar mejor una
nos enseña muchas más cosas sobre el Sen- verdad; es decir, el sentido que él trata de
der de 1939-1942 que sobre el de 1912. La darle a esta realidad y que corresponde a
parte de realidad que esta novela nos ofre- sus necesidades de hombre maduro y lasti-
ce sobre el autor es su visión del pasado tal mado. De esta deformación, la ficción saca
y como él lo percibe a partir de su situa- un interés mucho mayor que el que po-
ción de hombre maduro: son sus fantasmas dría conferirle un simple valor documental
y obsesiones de exiliado, son sus tentativas sobre la vida del autor: cobra un sentido
para ver más claro en un sistema de valores simbólico, mucho más enriquecedor que el
que acaba de ser seriamente cuestionado que habría podido cobrar el empalagoso
por los remolinos de la historia. Dicho de recuento de los “hechos escuetos” de las
otro modo, esta imagen idealizada de la in- autobiografías basadas en la pura seriación
fancia que propone Crónica del alba no es de los acontecimientos. Si Pepe Garcés es
indudablemente autobiográfica sino en la una imagen de Ramón Sender, no es una
medida en que expresa las necesidades del imagen calcada sobre algo real, sino una
escritor en 1942. Recordemos que es justa- imagen construida, porque está determina-
mente en ese año cuando Sender va a tratar da por la obsesión de dar un sentido a esa
de echar nuevas raíces en Estados Unidos y vida.
no puede evitar interrogarse sobre el senti- Por tanto no es en los aspectos más o
do de su pasado. menos anecdóticos de la novela donde
De repente, las distorsiones de la reali- hay que buscar su interés, sino en su valor
dad que hemos podido divisar aquí y allá, simbólico y en algunos rasgos hasta inclu-
las penumbras y las mismas redundancias so alegóricos. Había que esperárselo: toda
no son ya “debilidades” de la obra, sino novela de la infancia es de alguna mane-
al contrario lo que va a darle sentido, un ra una novela iniciática y es por ello que
sentido que rebasa los lugares y las épocas símbolo y alegoría van a invadir Crónica
del autobiografismo trivial. Para detectar del alba. Al mismo tiempo, esta liberación
ese sentido hay que admitir que una auto- del imaginario le permite al exiliado em-
106

peñarse profundamente en la búsqueda de por Sender) que este Aragón primitivo po-
la identidad primitiva. En efecto, las rami- dría ser a buen seguro la cuna de la hispa-
ficaciones de las raíces que el autor inten- nidad entera.
ta reconstituir van muy lejos, mucho más En el fondo, todos estos temas nos llevan
allá de su propia vida. Y se dilatan hasta a lo que, a fin de cuentas, acaba revelándo-
llegar allí donde el tiempo y el espacio se se como el sentido profundo de la novela:
confunden. Porque, por cierto, son raíces la búsqueda de lo auténtico. Esta búsque-
familiares, pero también son unas raíces da comienza con una actitud crítica que
que pretenden ahondar en la Historia de al principio toma los caminos del humor,
Aragón al sugerir una suerte de filiación de la ironía, de lo cómico, omnipresentes
entre la familia Sender12 Garcés y este per- en la narración ya que están naturalmente
sonaje de Sancho Garcés Abarca13, visto así asociados con la infancia. Por supuesto que
como uno de los fundadores de una posi- en las travesuras de Pepe y en sus ingenui-
ble identidad aragonesa. El episodio de la dades hay materia para sonreír, pues, por
exploración de los subterráneos que unen ejemplo, las batallas que se desencadenan
los castillos del antiguo rey es, a este res- entre los niños de las dos aldeas inmediatas
pecto, de un simbolismo evidente tanto en evocan una especie de Guerra de los bo-
el plano individual y psicoanalítico (la no- tones. Pero también es verdad que el hu-
vela iniciática) como en el plano colectivo mor es un arma contra la norma y que la
e histórico (la novela de la identidad). De mirada de los niños sobre la sociedad de
esta manera, el descubrimiento del manus- los mayores provoca unos efectos destruc-
crito pretendiendo fundar una concepción tivos. Al narrador de Crónica del alba se le
de la sociedad y del hombre ideal, aparece ve ensañándose especialmente con la figura
también como un proyecto de vida para el de don Arturo, el padre de Valentina, ha-
joven Pepe. Al mismo tiempo, en la medi- ciendo de este notario barrigudo el autor
da en que el manuscrito en cuestión parece de un improbable ensayo sobre la sexuali-
prefigurar de manera implícita, en el conte- dad, refiriéndole los rasgos de un Tartarín,
nido y en el estilo, los grandes textos fun- etc. Ahora bien, don Arturo es un blanco
dadores de la nación española, como son excelente en tanto símbolo de un orden fa-
las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio14, miliar y social execrable: es una caricatura
queda sugerido (idea expresada a menudo de la figura del padre, que en esta historia

12
“Sender”, por otra parte, es un apellido típicamente aragonés.
13
Sancho Garcés Abarca fue rey de Navarra entre 970 y 995; en la visión de Sender parece encarnar una figura
simbólica de ese Aragón profundo con el cual el escritor se identifica.
14
Alfonso X (1221-1284) fue rey de Castilla de 1252 hasta la muerte.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
107

tiene mucha importancia, y, si nos reímos será durante toda su vida un “libertario”,
de él, es porque encarna cierta inautenti- en el sentido más amplio del término, de-
cidad. Por esa razón es tan incapaz de hu- fendiendo obstinadamente el individua-
mor como, salvo en escasas excepciones, el lismo contra la obediencia a las normas
mismo padre de Pepe. En cambio, en esta y a las consignas. La vuelta a la infancia
novela, constatamos que las madres son simboliza por tanto el deseo y la voluntad
capaces de reír (a menudo a escondidas) de buscar y volver a encontrar una auten-
pues han guardado, al igual que los niños, ticidad profunda de la conducta, la única
algo auténtico. capaz de garantizar la armonía en las rela-
La figura del héroe, el joven Pepe, está ciones entre los hombres.
Esta vuelta a lo auténtico elimina lo ra-
plasmada entonces para encarnar ciertos
cional y privilegia lo mágico. Sender, pro-
valores, ciertas actitudes frente a la vida,
bablemente influido por sus lecturas de
juzgadas como más verdaderas que las que
Schopenhauer, subscribe esa idea de que
representa el mundo que le rodea y al que
cartesianismo y materialismo empobre-
se opone. En Crónica del alba15 encontra-
cen nuestra aprehensión y conocimiento
mos un antagonismo fundamental: por un
del mundo, y con esto se inscribe en una
lado la naturaleza humana con lo que tiene corriente de pensamiento que ha tenido y
de más precioso, representada aquí por el sigue teniendo éxito en el mundo hispáni-
niño; por otro, la sociedad, encarnada en la co, y cuyo exclusivismo tal vez haya sido
familia y sobre todo en la figura del padre. responsable de algunos inconvenientes his-
De ahí ese enfrentamiento entre Pepe y don tóricos. Por tanto no nos sorprende si los
José, cuya violencia, que puede sorprender niños de Crónica del alba tienen acceso a
en el plano de la verosimilitud psicológica, un mundo invadido por la magia, un mun-
se explica de hecho por su alcance simbó- do negado a los adultos. Pepe encuentra a
lico. “Debemos devorar a nuestro propio unos gigantes (según le cuenta a Valentina),
padre si queremos evitar que un día él nos hace vivir todo un mundo en miniatura tan
devore a nosotros”, dijo en una ocasión solo mirando con unos prismáticos los di-
Sender. Esta visión un tanto maniquea de bujos del tapiz que cubre su mesa; se comu-
las relaciones humanas, la retomará e ilus- nica con el más allá, con unos fantasmas,
trará en su restante producción literaria, y, sobre todo, esas fuerzas del mal que son
oponiendo lo que llama también el “hom- las “lamias” del subterráneo no pueden ser
bre ganglionar” al hombre inhibido por las dominadas sino por los puros e inocentes,
presiones sociales. En cuanto a esto, Sender que son los niños y los pastores.

15
Lo explica con claridad Margaret E. W. Jones en “Saints, Heores and Poets: Social and Archetypal Considerations
in Crónica del alba”. Hispanic Review, 45 (1977), pp. 385-395.
108

De modo que todos los planes de huida victorioso de la prueba. El pastor le ha re-
de Pepe, tanto en la imaginación como so- velado el camino secreto; él será el único
bre el tejado de la casa o fuera de la casa capaz de emprenderlo junto con Valentina,
misma, son una defensa contra la norma- y solo ella, para acompañarlo en la última
lización que amenaza a los individualistas parte del recorrido. Los adultos quedarán
y a los puros, es decir a los que tienen una atrás y tendrán que conformarse con ser
probabilidad de realizarse. Éste es el moti- unos meros seguidores. Por otra parte, se
vo por el cual el ingreso en el internado del darán prisa por volver a sellar rápidamente
colegio, al final de la novela, es presentado el subterráneo.
como una sanción impuesta por el padre También tenemos la sensación de que
y no como una oportunidad de realización Pepe es el único que comprende verdade-
y desarrollo cultural y social. Es justamen- ramente el texto del pergamino descubier-
te aquí donde el radicalismo de Sender se to en el subterráneo, y que ha sacado de
contradice, ya que este colegio reservado allí una especie de definición del hombre
a los niños de familias acomodadas es, a auténtico que ha sabido unir en sí las tres
pesar de su función represiva, la única po- virtudes del santo, del poeta y del guerrero.
sibilidad de adquirir los medios para más Una trilogía que había intuido previamen-
tarde conseguir independencia. te en su libro de oraciones, y cuya inter-
De hecho, la prueba del colegio16, en el pretación le había llevado a estimarse a sí
fondo, no conseguirá otra cosa que prolon- mismo como “señor del Amor, del Saber
gar el recorrido iniciático empezado con y de las Dominaciones”; nada menos que
la prueba del subterráneo. Colegio y sub- como el mismo Dios. De modo que la no-
terráneo son laberintos, y encontrar la sa- vela actúa con toda la distancia humorísti-
lida significa haberlos dominado, es decir, ca que, evidentemente, el autor se reserva
haber tenido acceso a una verdad funda- para sí. Pepe debe conquistar y cuidar a
mental. En esta prueba, el pastor de Cróni- Valentina, aprobar sus exámenes y triunfar
ca del alba desempeña un papel simbólico en los enfrentamientos con los otros niños
pues resulta ser el mentor que debe su sa- de las aldeas cercanas. Unas tareas en las
ber y su poder al hecho de vivir cerca de que el mundo social de los mayores sirve
la naturaleza y fuera de la sociedad. Pero, sobre todo para oponerle obstáculos a él.
al mismo tiempo, no es a él a quien está Una vez superadas las tres pruebas, él pasa
reservado el privilegio de recorrer el subte- a ser entonces un héroe, un hombre com-
rráneo de parte a parte, sino al niño, cuya pleto o casi completo, ya que la palabra
inocencia le hace digno de salir, él solo, “holocausto” sigue siendo oscura para él

16
Tema de la segunda novela de la serie, Hipogrifo Violento.
ESTUDIOS, ENSAYOS E
INVESTIGACIONES
109

porque la hora del sacrificio a los dioses no


ha llegado aún; pero no podemos evitar ver
en ello una alusión a esa guerra civil que,
según la ficción novelesca, llegará al final
de la vida del héroe, unos veinticinco años
más tarde. De hecho, si el holocausto sigue
siendo un misterio para Pepe, es porque se
refiere a su propio sacrificio, a su muerte.
Los fantasmas del subterráneo se lo habían
anunciado: los héroes, los santos y los poe-
tas deben morir. Por tanto él será el chivo
expiatorio inmolado a la cólera de los dio-
ses. Y Crónica del alba es su testamento.
110
DOSSIER

111

Presentación completas de una parte muy importante de


la historia intelectual y cultural de ambas
naciones. En este sentido, desde el Grupo
de Estudios del Exilio Literario (GEXEL)
fernando larraz y de la Universitat Autònoma de Barcelona
creemos que el debate en torno a las rela-
josé-ramón lópez garcía
ciones entre el exilio republicano de 1939
y el hispanismo en Estados Unidos sigue
Ochenta años después del inicio abierto en la actualidad y por eso plantea-
de una guerra civil cuyo desenlace mos la necesidad de elaborar nuevas lectu-
daría lugar al exilio de miles de españoles, ras y perspectivas críticas sobre esta cues-
la producción cultural del exilio republi- tión.
cano de 1939 sigue siendo una cuestión Con este fin, entre el 3 y 4 de diciembre
que afecta a nuestra más estricta con- de 2015, se celebró en la Facultad de Le-
temporaneidad. Como determinaron las tras de la UAB el Coloquio Internacional:
propias condiciones plurales y diversas El exilio republicano de 1939 y el hispanis-
de este exilio, nos hallamos ante cuestio- mo en Estados Unidos. Con este encuen-
nes que trascienden el mero marco penin- tro pretendíamos entablar una discusión
sular para proyectarse en un fascinante y que permitiese comprender y analizar crí-
complejo ámbito transnacional. Países de ticamente el impulso y las direcciones que
acogida tan diversos como México, Ar- el exilio republicano de 1939 imprimió a
gentina, Francia o la URSS, por mencionar la investigación y difusión de las culturas
solo algunos casos, propiciaron que las ex- y las literaturas hispánicas en los Estados
periencias, producciones culturales y pro- Unidos, a través de la actividad docente
blemáticas de estos exiliados adquiriesen universitaria, la crítica y la investigación li-
dimensiones múltiples e inéditas. Procesos teraria en publicaciones dirigidas al público
de intercambio o transculturación tan trau- norteamericano, y la edición. En concreto,
máticos como enriquecedores, tan fructífe- nos interesaba analizar las redes de inser-
ros como, lamentablemente, muchas veces ción de estos investigadores en las univer-
olvidados o mal recordados a día de hoy. sidades estadounidenses, las escuelas que
El caso particular del exilio republicano crearon y la influencia que su magisterio y
en Estados Unidos cuenta ya con algunos su obra escrita en los EE. UU. tuvieron en
estudios de entidad, pero consideramos generaciones posteriores de investigadores.
que se trata de un campo en el que todavía La contribución del exilio republicano de
es necesario profundizar si se quiere alcan- 1939 al hispanismo es tan plural y diversa
zar una comprensión y recuperación más como lo fueron las decenas de hombres y
112

mujeres que se integraron, en muchos ca- o a “la antigua Hispania”, o “a la lengua y la


sos durante periodos muy amplios de su cultura españolas”. […] Ahora bien, no podría
negar que el meollo de mis intereses literarios
vida, en el variado mapa del hispanismo
y culturales eran escritores españoles del siglo
estadounidense. En cada caso, su labor en xix y de la generación del 98, herencia inne-
el ámbito del hispanismo estuvo irremedia- gable de nuestros mayores del exilio. Herencia
ble y vocacionalmente marcada por lo que que no hizo sino reforzarse cuando, instalado
el legado de los valores republicanos im- ya como profesor en los Estados Unidos, fui
plicaba, siendo ellos mismos parte de una conociendo y leyendo –a unos más, a otros
menos– a varios de los historiadores y críticos
continuidad de ese legado en las generacio-
literarios del exilio en ese país: Pedro Salinas,
nes sucesivas de estudiosos y lectores. Un Américo Castro, Vicente Llorens, Joaquín Ca-
legado que alcanza hasta el día de hoy y salduero, José F. Montesinos… […] ¿Soy acaso
que creemos de justicia reivindicar y estu- un “hispanista” en el sentido más limitado de
diar en el momento presente. la definición de la Academia? Es decir, alguien
De la diversidad con que fue vivida e que ha dedicado su vida a estudiar asuntos de
la cultura de “Hispania”. Sí, pero no, ya que
interpretada esta experiencia dan cuenta
mi exilio infantil de 1939 y mis sucesivos cam-
las propias declaraciones de algunos de bios de mundo han hecho de mí alguien muy
los protagonistas de este exilio que se in- distinto, aunque casi siempre coincidente, con
tegraron en las esferas del hispanismo. Así, –por ejemplo– un Claudio Guillén, quien sí se
Carlos Blanco Aguinaga se ha referido a reincorporó a España, donde murió1.
las ambigüedades identitarias que implica
el uso habitual de conceptos como hispa- Precisamente, el aludido Claudio Gui-
nista e hispanismo en el caso de un exiliado llén dejó testimonio del intenso proceso de
republicano de 1939, nacionalizado mexi- internacionalización vivido por aquellos
cano y con una vida marcada por la itine- intelectuales españoles abocados al exilio
rancia entre las dos orillas: cuando confluyeron con otros colegas su-
yos afectados también por los conflictos
Según la Academia, “hispanista” es aquel que asolaron Europa en el pasado siglo.
o aquella “que profesa el estudio de lenguas, Para Claudio Guillén, “aquella conjunción
literaturas o culturas hispánicas”, tal como lo
de grandes espíritus” no puede entenderse
hacíamos aquellos jóvenes investigadores de El
Colegio de México y según hacían nuestros dos
más que como una experiencia enriquece-
maestros. Bien. Pero el problema está en que, dora y, a su vez, como una deuda y respon-
también según la Academia, “hispánico” resul- sabilidad hacia esa herencia de saberes pro-
ta ser lo “perteneciente o relativo a España”, porcionada por sus mayores, herencia que

1
Carlos Blanco Aguinaga, “¿‘Hispanista’? (Notas autobiográficas)”, en Joaquín Álvarez Barrientos (ed.), Memoria
de hispanismo. Miradas sobre la cultura española. Madrid, Siglo XXI, 2011, pp. 81-82 y 89.
DOSSIER

113

ellos mismos supieron preservar y ampliar lio republicano de 1939 y el hispanismo en


de modo ejemplar: Estados Unidos, de cuyas intervenciones
se recogen ahora una parte sustancial en el
El nivel de calidad del exilio español fue presente dossier3. Abre el dossier un ensa-
altísimo. También lo fue el de los desterrados
yo de María Dolores Albiac Blanco en el
europeos reunidos en América durante los años
del fascismo y del nazismo, el de los Wellek, los que se lleva a cabo un profundo y detenido
Spitzer, los Auerbach, los Jaeger, los Jakobson, análisis de Recuerdos míos, las memorias
los Panofsky y los Marcuse. Como veis, tam- de Isabel García Lorca editadas en 2002,
poco en el terreno del destierro cabía ni cabe un “teatro de la memoria” entrañable y, en
dividir a España de Europa. La Universidad muchos momentos, estremecedor. Crónica
norteamericana, que acogió con liberalidad a de una vida mutilada cuyo centro de grave-
los unos y a los otros, mejoró en consecuencia
extraordinariamente. ¿Cabe poner en duda la
dad sería el asesinato de su hermano Fede-
fecundidad de aquella conjunción de grandes rico, en sus páginas se evidencia la rotura,
espíritus? personal y colectiva, que supuso la tragedia
de la guerra civil, condicionante de todo
Alguna vez me he preguntado si nuestros su exilio estadounidense y su posterior re-
maestros no fueron demasiado buenos, si no greso a España. Lara Caride se fija en el
fue excesivo el peso de su ejemplaridad. Quie-
exilio en Puerto Rico y, concretamente, en
nes tuvimos aquella preparación y nos doctora-
mos en aquellas aulas, seguimos luego nuestros una figura rara vez recordada en los estu-
caminos singulares y vivimos nuestras vidas de dios sobre el exilio republicano español,
profesores por separado, bien que mal, lo me- Alfredo Matilla Jimeno, cuya obra crítica
jor que pudimos y supimos. De mí sé decir que y poética analiza pormenorizadamente. A
todos mis trabajos se me aparecen en el mejor continuación, Sebastiaan Faber ofrece una
de los casos como un esfuerzo por estar a la visión general de las complejas y ambiva-
altura de mi memoria, de mi deuda con aque-
llos hombres admirables, y sobre todo con los
lentes direcciones que los exiliados impri-
valores y las cualidades que, más allá de toda mieron al hispanismo norteamericano y de
identidad individual, ellos supieron convertir las variadas y contradictorias valoraciones
en vida real, solidaria y perdurable2. que es susceptible de recibir este legado.
Faber, como colofón a su análisis, propor-
De distintos modos, la mayoría de estas ciona un posible paradigma superador de
cuestiones se abordaron durante el desa- los modelos que hasta ahora se han venido
rrollo del Coloquio Internacional: El exi- aplicando. El texto de Olga Glondys parte

2
Claudio Guillén, “De lecturas y maestros y otras admiraciones”, en Claudio Guillén, Entre el saber y el conocer.
Moradas del estudio literario. Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 2001, p. 35
3
El programa completo del coloquio puede consultarse en: http://www.uab.cat/doc/hispanisteseeuudoc.
114

del inédito epistolario entre Francisco Aya- bor docente e investigadora al respecto es
la y Ricardo Gullón para ofrecer abundan- puntualmente recorrida. Por su parte, Na-
tes datos y reflexiones acerca de la peripe- talia Vara hace de Pedro Salinas el objeto
cia biográfica, intelectual y académica del de su estudio a partir de la impronta que
primero. En su artículo, Fernando Larraz el paisaje urbano estadounidense dejó en
traza la valiosa aportación de los exiliados su obra en prosa y en verso, fijándose en
republicanos al nacimiento y desarrollo del los valores simbólicos que otorgó a la fisio-
galdosismo, cuyo origen como disciplina nomía de la gran ciudad posmoderna, que
radica no casualmente en los Estados Uni- simultáneamente le producía fascinación y
dos, adonde llegaron exiliados los tres crí- pavor, así como de las lecturas morales y
ticos en los que se fija: Joaquín Casalduero, antropológicas que de ella hizo. Finalmen-
José F. Montesinos y Carlos Blanco Agui- te, Shirley Mangini, José-Carlos Mainer y
naga. Por su parte, el trabajo de José-Ra- Mari Paz Balibrea fueron los protagonis-
món López García propone una aproxi- tas de la mesa redonda “Historia de un
mación a la figura de Arturo Serrano Plaja legado. El hispanismo norteamericano y el
analizando los modos en que este exiliado, exilio de 1939”, cuya moderación estuvo
tras haber sufrido una profunda crisis per- a cargo de Sebastiaan Faber y cuya trans-
sonal y religiosa que lo llevó a abandonar cripción hemos considerado oportuno in-
el comunismo y convertirse en un hetero- cluir. Durante las distintas intervenciones,
doxo católico, asimiló la realidad estadou- se pudo constatar la diversidad de perspec-
nidense en un momento en que la sociedad tivas y metodologías susceptibles de aplicar
americana se hallaba recorrida por inten- a este ámbito del hispanismo, además de
sos movimientos contraculturales y de agi- permitirnos acceder a testimonios genera-
tación política. Carlos Blanco Aguinaga es cional y culturalmente muy distintos. Por
retomado de nuevo en el trabajo de Mario todo ello, creemos que este dossier sobre
Martín Gijón, quien analiza sus contribu- El exilio republicano de 1939 y el hispanis-
ciones al estudio de Miguel de Unamuno, mo en Estados Unidos constituye un paso
figura esencial del capital cultural que los más que corrobora tanto la transversalidad
exiliados quisieron preservar y proyectar al del tema como sus muchas posibilidades de
futuro, y a cuyas interpretaciones críticas análisis futuro.
Blanco Aguinaga dio un vuelco decisivo.
El estudio de Mar Trallero nos acerca al
fecundo territorio de las relaciones entre
los hispanistas estadounidenses y los his-
panistas exiliados mediante el análisis de
la trayectoria de Shirley Mangini, cuya la-
DOSSIER

115

Claustro deClaustro de profesores de la Escuela Española de Middlebury College,


profesores de la Escuela Española de Middlebury College,
Vermont, años cuarenta. Eugenio Florit (segundo por la izquierda),
Vermont, añosJoaquín
cuarenta.
Casalduero, Eugenio Florit
Juan Centeno, Sacha (segundo
Casalduero, por la izquierda), Joaquín
Pedro Salinas
(sentados, segundo, cuarto, quinta y sexto por la izquierda), María Díez
Casalduero, Juan Centeno,
de Oñate (detrás SachaJuanCasalduero,
de Sacha Casalduero), Pedro Salinas (sentados,
Marichal, Soledad Salinas,
Jaime Salinas (en la fila de arriba, primero, segunda y tercero por la
segundo, cuarto,
izquierda) y José Fernández Montesinos (segundo por la derecha). María Díez de Oñate
quinta y sexto por la izquierda),
Archivo Residencia de Estudiantes, Madrid.
(detrás de Sacha Casalduero), Juan Marichal, Soledad Salinas, Jaime Salinas
(en la fila de arriba, primero, segunda y tercero por la izquierda) y José
Fernández Montesinos (segundo por la derecha). Archivo Residencia de
Estudiantes, Madrid.
116
DOSSIER

117

La vida mutilada. una


lectura de las memorias
de Isabel García Lorca El teatro de la memoria
Las autobiografías no siempre
son fieles a la realidad, tal y como esta
maría-dolores albiac blanco fue, porque durante la vida cambian los
Universidad de Zaragoza puntos de vista y se asumen ideas que con-
dicionan los recuerdos del narrador, que
siempre escribe a posteriori. Esa distan-
Para Laura García-Lorca de los Ríos cia de los hechos puede llevarlo a solapar
Resumen: Este artículo es un análisis de algunos lo que experimenta ahora, al cabo de los
de los recuerdos narrados en el libro de Isabel años, con lo que vivió entonces. El carác-
García Lorca Recuerdos míos. A partir del ejer- ter autorreferencial del género facilita que
cicio de su memoria, se reconstruye la peripecia la subjetividad y lo emocional presenten
Key Words: exile, Isabel García Lorca,

vital de esta mujer y, con ella, experiencias de exi- las sensaciones del pasado poco ceñidas a
lio que fueron compartidas por otros refugiados
como realmente fueron y se superpongan
españoles en Estados Unidos. El texto explica de
los sentimientos de tiempos más cercanos.
qué manera la existencia del exiliado queda escin-
dida a partir de la experiencia traumática de la
Esta reflexión, en modo alguno novedosa,
guerra y el exilio, agravada, en el caso de Isabel viene muy a propósito del caso de Isabel
García Lorca, por la muerte de su hermano Fe- García Lorca, en cuya vida, como ella mis-
Giner de los Ríos

derico. ma explica, el asesinato del hermano supu-


so un corte tan definitivo que le cambió el
Abstract: This article is an analysis of some of the modo de ver las cosas: lo que vivió con pos-
memories narrated in Isabel García Lorca’s book terioridad a la tragedia pasó a ser valorado
Recuerdos míos. By exercising her memory, this en función de ese desgarro que actuó como
woman’s biography is reconstructed and thus,
Palabras clave: exilio, Isabel García Lorca,

lupa filtrante. Su vida después fue eso: la


exile experiences which she shared with other vida de después. Ya no pudo recordarla sin
Spanish refugees in the United States. This paper
referirla a esa amputación.
explains how exile’s existence is split from the
Las memorias de Isabel García Lorca, la
traumatic experience of war and exile. In Isabel
García Lorca’s case it is even more dramatic due hermana once años menor de Federico, se
to her brother Federico’s death. publicaron el mismo año de su muerte, el
2002, con el título de Recuerdos míos1. En
Giner de los Ríos

1951 había vuelto del exilio para instalarse

1
Recuerdos míos, ed. de Ana Gurruchaga, Tusquets (Tiempo de memoria), Barcelona, 2002. Para evitar
innecesarias remisiones ad calcem, en cada cita que haga del libro pondré entre paréntesis el número que
corresponda a las páginas de la misma, precedido de una R.
118

en la España todavía franquista, y en 1984, repasa los cantares y coplas que las niñas
setenta y cinco años después de los prime- cantaban jugando en los felices veranos de
ros acontecimientos que rememora, fue Asquerosa –el pueblo de la Vega de Zujai-
cuando empezó a escribir su autobiografía. ra, que ahora se llama Valderrubio–, que
Para entonces España era ya una democra- Federico oía y pasaba a sus poemas… En
cia radicalmente diferente de aquella patria “Aquellos ojos míos de 1910”, dice Isabel,
que abandonó, destruida por una guerra “descubro clarísima nuestra casa de Gra-
especialmente sucia, y donde quedaron el nada y reconozco recuerdos de la propia
cuerpo de su hermano Federico, en lugar infancia de Federico en Fuente Vaqueros”
desconocido, y el de su cuñado, Manuel (R, 29). Federico –como hacen los creado-
Fernández Montesinos, asesinados en Gra- res– partía del mundo que conocía y eso
nada en los primeros días de la sublevación es lo que hizo, por ejemplo, con el perso-
nacional-católica. naje de Pepe el Romano, y así fue cómo
Los Recuerdos están fundamentalmente unas hermanas, a las que no conoció y de
escritos en clave de Federico, que es el eje las que supo por su tía Matilde, pasaron a
que los articula: lugares, gentes y situacio- ser Martirio y Angustias en La casa de Ber-
nes se relacionan, con significativa reitera- narda Alba. Casa, por cierto, inspirada en
ción, con el hermano poeta, con sus manías la de Franquita Alba que Isabel visitó una
y ocurrencias, con su carácter, sus obras y vez… La lista sería interminable.
con sus personajes literarios, cuyas contra- El asesinato fue para ella, como para
figuras reales –en prosas y versos– Isabel tantos miles de españoles que padecieron
describe e identifica con exactitud. Confor- mutilaciones semejantes, la zanja que divi-
me va evocando hechos, recordando perso- dió su vida e introdujo el sentimiento de
nas y sitios de su niñez y juventud, los ata extrañeza que no iba a abandonarla: “viví
al uso creador que de ellos hizo el poeta: aquellos dos meses en Madrid como si fue-
el gran muñeco negro vestido de conserje ra otra persona” (R, 197). La lectura de sus
que había en el “cuarto de los leones”, lo memorias demuestra que la mayor parte de
reconoce en “‘el rey de Harlem vestido de sus 91 años de vida los vivió en función
conserje’ de Poeta en Nueva York” (R, 49); de los 27 primeros, que eran los que con-
la tremenda bacanal que se organizaba en sideraba suyos de verdad y no impuestos.
la romería al cristo de Moclín para pedirle El alzamiento de julio de 1936 le arrebató
fertilidad, inspira la erótica evocación que derechos y libertades elementales; perdió
de ella hace en Yerma; la conversación so- al hermano, al cuñado, la casa, objetos y
bre la venta de la huerta en Bodas de San- recuerdos, la familia quedó separada y, du-
gre (I, 3), repite “una historia verdadera de rante mucho tiempo, incomunicados sus
un pariente de mi padre” (R, 53). Isabel miembros. El golpe de Estado la expulsó
DOSSIER

119

de su mundo y de su historia, la desterró a viaje que hizo forzada, que nunca sintió
un país y a una lengua ajenos y la condenó como propios y de los que escapaba para
a vivir una existencia en permanente extra- refugiarse en el recuerdo.
ñeza. Su capacidad de elección quedó re-
ducida a encontrar trabajo para abastarse La estructura del recuerdo
y a cobijarse en el recuerdo. Como tantos Su mundo, a partir del destierro, como
otros mutilados civiles sobrevivió, en bue- llama al exilio en coincidencia con Pío Ba-
na medida, gracias a la protección solidaria roja, se contrapone al mundo de antes has-
de seres tan huérfanos y despojados como ta en la estructura del libro, que refleja la
ella. bifurcación sentimental que dividió su vida
Los lugares de la memoria de Isabel, tal en dos etapas de desigual importancia. Los
como ella los presenta en Recuerdos míos, cinco capítulos que componen la autobio-
fueron, en primer lugar, los de Granada, su grafía carecen de título; cada uno es, sim-
decisivo encuentro con la moral institucio- plemente, una “parte” precedida por el or-
nista, que fue parte de su vida y de su fami- dinal correspondiente. En la primera trata
lia, y su conflictivo noviazgo con Enrique de su infancia, de la familia, los criados y
Gómez Arboleya –mal visto, aunque tole- casas en que vivió (65 páginas). La segunda
rado por la familia– y del que ella guardó parte la dedica al tiempo de adolescencia:
un contradictorio y acedo recuerdo. Otros los amigos de los hermanos, el descubri-
fueron los lugares del Madrid republicano, miento del feliz adanismo de los veraneos,
las gentes y ambientes de Granada y la de-
adonde la familia –marcada por sus ideas–
cisiva influencia que tuvo en su formación
se trasladó para evitar el amenazador re-
la ética institucionista que aprendió de Fer-
accionarismo provinciano de Granada;
nando de los Ríos, de su mujer Gloria Gi-
también los de la Universidad Central y los ner y de la amistad fraterna que la unió de
del violento Madrid en guerra. Los últimos por vida a Laura, la hija de ambos que, con
lugares de la memoria son el cuarto en el los años, casaría con Francisco García Lor-
que supo que habían asesinado a Federico, ca y sería su cuñada (62 páginas). En la ter-
la Bélgica del primer y transitorio exilio y cera parte evoca el tiempo de la juventud:
el transatlántico que la llevó a Nueva York. su paso por las Universidades de Granada
Ahí terminó su pasado verdadero y ella y de Madrid, el amor, el desengaño y cómo
quedó como una superviviente que engar- descubrió el mundo de las mujeres univer-
zaba, sin solución de continuidad, su mun- sitarias (30 páginas). La guerra y el exilio
do anterior con la vida que le iba llegando. –el corte que escindió su existencia– llenan
El exilio en Estados Unidos, Midlebury y la cuarta parte (55 páginas). En la quinta y
las Universidades en que profesó hasta que última resume sus 52 años de vida tras el
volvió del exilio, fueron apeaderos de un exilio (24 páginas).
120

Que dedique 157 páginas a sus veinti- trasladarlo a la Huerta de San Vicente, y
siete primeros años y 55 a los quince de el recuerdo de cuando su florista le rogó
destierro, frente a las 24 páginas que resu- que regalara a la hija de un conserje (“Está
men su medio siglo final, demuestra dónde loca por la poesía de su hermano”) una an-
coloca Isabel el peso de su memoria. Pero tología de Federico dedicada por ella. Al
más que la mecánica de sumar páginas es cabo de unos días, el padre se le acercó por
el contenido de sus escritos lo que resul- la calle para comunicarle que la hija murió
ta trasparente y confirma que la segunda con el libro entre las manos: “Se echó a llo-
parte de su vida fue un mero sobrevivir, rar, yo también, y allí en la acera nos abra-
con graves amputaciones y con la memoria zamos los dos […]. Lo recuerdo como si
anclada en el pasado. Por esa razón el úl- hubiera sido un sueño, como si se hubiera
timo capítulo, el que habla de su vida una producido un salto del cuento a la realidad.
vez que ha regresado a España, cuenta po- Resulta muy extraño que momentos reales
cas novedades de esos años y, más bien, lo se puedan sentir como vividos en una at-
dedica a rememorar a las gentes que trató mósfera irreal de ensoñación” (R, 258).
“antes” y a repasar sucesos referidos a “en- En 1954 volvió a la Vega de su infancia
tonces”. Recuerda que Melchor Fernández y de la emoción perdió la voz durante
Almagro fue el amigo imperfecto, que Emi- veinticuatro horas. Seguía siendo la Isabel
lio Gómez Orbaneja fue el fiel amigo que dual y escindida que confesaba que desde
custodió la maleta con los manuscritos de “niña he tenido la extraña sensación de
Federico; evoca las estancias que la fami- no haber sido nunca una, de haber sido
lia cumplía –“entonces”– en la Huerta de siempre dos, difíciles de aunar y manejar
San Vicente o se duele porque las huertas […] nunca he podido olvidar a la Isabel que
granadinas –que ha querido volver a visitar fui ni a la otra” (R, 206)… Y, de nuevo, la
“ahora”– han desaparecido bajo “bloques realidad, el ensueño y la nebulosa lacerante
de viviendas, caóticos, feísimos, pero sin del pasado volvieron a confundirla: “La
duda más rentables”. Incluso lo poquísi- gente, como apariciones, salía de sus casas,
mo que cuenta en ese capítulo final sobre no me decían nada, cualquier palabra
su vida reciente también lo remite a lo de hubiera sido vana, […] me besaban o me
antes. Las novedades, en resumen, son la tocaban como el que adora a una reliquia
celebración del centenario de Federico y el […]. Nunca olvidaré este paso por el pueblo
consuelo de comprobar que la gente recor- de mi infancia. Yo misma me sentí pasado
daba y admiraba al hermano y su obra. En y recuerdo de algo acabado. Las piedras
esta línea sobresalen por su emotividad la de la calle me parecían de algodón y creí
evocación de la última vez que su sobrina estar fuera de este mundo, pues tampoco
Isabel tocó el piano de Federico antes de fue mi infancia lo que volví a vivir; fue
DOSSIER

121

sentir la terrible realidad de lo que había Isabel son las propias de la conversación
pasado” (R, 46). Sería aventurado por de una persona culta que domina muchos
mi parte tratar de deslindar lo que en registros del idioma y sabe dónde encajar
la permanencia de ese terrible pasado cada término. Su modo de narrar es todo
hubo –como ella dice– de incapacidad un modo de ser.
personal para superar la mutilación y lo Ella se benefició de haber vivido con Fe-
derico y Paco –un intelectual genial y un
que pesó la imponente memoria de un
intelectual erudito con habilidades ma-
Federico, famoso y admirado, que era ya
nuales–, de los que se confiesa “tan hija
un icono en vida y luego, con su muerte, de ellos como de mis padres”, porque con
simbolizó internacionalmente al mártir ellos tuvo “una preciosa relación y un pri-
de la barbarie fascista, al poeta en el que vilegio admirar al que se quiere […]. Esta
se asesinó la inteligencia y la libertad. influencia tan grande que tuvieron sobre
Un Federico al que, sistemáticamente, mí no fue un propósito; ellos eran como
no han dejado de referirse estudiosos, eran y yo estaba allí, como siempre, miran-
historiadores, políticos, pintores, músicos, do, escuchando. Yo no trataba de imitarles
cantantes, dramaturgos, amigos, enemigos en sus gustos, pero sí creo que a mis herma-
y nostálgicos. Los Recuerdos de Isabel nos les debo la gran afición que siempre he
García Lorca permiten comprender que la tenido a la lectura”; y añade, “los adoraba
familia ha vivido el asesinato de Federico y respetaba […]. Todo lo que ellos decían
en una suerte de presente repetido y nunca era para mí como si saliera del mismísimo
oráculo de Dios” (R, 98). Además, alrede-
pudo cerrar el duelo.
dor de Isabel siempre sucedían cosas: una
Contar hablando vez Federico se disfrazó de moro y, saltan-
do por las terrazas, se metió por las casas
Isabel García Lorca habla con el lector. vecinas, hasta que a una anciana le dio un
Escribe con llaneza y precisión, sin que se soponcio que acabó en el hospital; Paco
vea el diccionario. La emotividad de su desmontaba los juguetes para ver cómo
prosa, ajena al artificio, se manifiesta, mu- funcionaban; los hermanos tan pronto mi-
chas veces, por simple yuxtaposición y sin maban a la pequeña como “me quemaban
marcar el orden secuencial; se van enume- bastante la sangre” (R, 45). La familia y
rando hechos, situaciones y acciones que los invitados cantaban en las celebraciones
fluyen ordenadamente y con naturalidad familiares y los hijos representaban con los
creando el ambiente adecuado. Claudio criados obras teatrales, algunas con inten-
Guillén, en el precioso prólogo que pone al ción mordaz, como El alcázar de las perlas,
libro, habla de “la brevedad sentenciosa” de Villaespesa, obra que Federico y Paco
(R, 15), que él remite a la tradición lati- consideraban malísima, pero emocionaba
na y andaluza. Las palabras y las frases de a Dolores “la colorina”, la sirvienta prin-
122

cipal y más querida por la familia. Isabel lo lores, de animales, de lluvia o de nieve”. El
resume: “resultaba imposible aburrirse en juego más infantil era “la desesperación de
aquella casa porque, además, era un hogar Espronceda”: “Se trataba de expresar algo
feliz y bien avenido” (R, 45). con grandes aspavientos y gesto dramáti-
Es obvio que la niñita granadina que vi- cos […] para que los demás adivinaran lo
vía en un ambiente intelectual y bohemio, a que era” (todo en R, 31).
la que el divertido y peculiar hermano ma- “Mi casa era muy alegre y abierta, una
yor enseñaba a leer música, se balanceaba casa de mucha gente que entraba y salía”
entre la comezón de jugar y aislarse en una (R, 30), y asegura que para ella fue “un
burbuja de fantasía y pillerías irresponsa- gran juguete” (R, 40). Allí convivió con
bles (cortarse el flequillo, tirar objetos a la gentes de la buena burguesía, con intelec-
calle) y la temprana evidencia de que no de- tuales, visitas peculiares, sirvientes y cam-
bía desentonar en una casa donde los ma- pesinos. El compadre Salustiano contaba
yores eran peculiares y sobresalientes y las historias de su huerto “con los árboles fru-
visitas, importantes. Quizá ahí nació aque- tales tan pequeños que sólo había que abrir
lla “extraña sensación de no haber sido la boca para comerse la fruta, y unas oveji-
nunca una, de haber sido siempre dos, di- tas con chalecos rojos que se dejaban coger
fíciles de aunar y manejar”. Los niños cap- […]. Todas estas historias fantásticas me
tan el modo de ser doméstico y su instinto las contaba en la cocina. Hubiera podido
de emulación los adapta tempranamente contar extraordinarios cuentos infantiles.
a la temperatura del “cuarto de estar”: es Tuve la suerte de vivirlos” (R, 40-41). Visi-
decir, a una manera familiar de comportar- taba la casa la señora Danilevsky, una rusa
se que imprime sello a la vida de relación blanca que contaba extrañas historias a lo
y al modo de ser. Cuando Isabel recuerda Kipling, y cuyas hijas luego fueron impor-
que sus hermanos jugaron con ella hasta tantes militantes del PCE. A una de ellas,
muy mayores, remite a diversiones ideadas Julia, que había sido cursillista como Isabel
por personas nada vulgares, fundamental- y había ganado oposiciones a instituto el
mente Federico: “nuestros juegos fueron año 1936, volvió a encontrarla: “Después
siempre de imaginación […] Recuerdo uno de haber estado más cuarenta años sin sa-
de aquellos juegos que empezaba de la si- ber nada la una de la otra coincidimos en el
guiente manera: mis hermanos se sentaban, mismo instituto, el Pardo Bazán” (R,117)2.
se ponían muy tristes y se les caía la cabeza. A la casa familiar acudían artistas, intelec-
La única cura posible era que yo les diera tuales y amigos de Federico, como Ramón
besos de la más diversa índole: besos de co- Gómez de la Serna, Juan Ramón Jiménez

2
Hacia mediados los años 1960 Isabel reingresó en el cuerpo de funcionarios de enseñanza media y, durante
un año, ejerció como profesora en el instituto Pardo Bazán de Madrid. Su sobrina Laura García-Lorca, a cuya
generosidad debo este dato, recuerda lo emotivo que fue para Isabel ese retorno a las aulas.
DOSSIER

123

y Zenobia Camprubí, Manuel Altolaguirre con Fernando de los Ríos, Isabel estudió
o Emilio Prados. El trato con personas de en casa de don Fernando y de Gloria Gi-
distintos niveles avivó la curiosidad de la ner con su hija Laura, quien, pasados los
niña que oía discutir de arte, de literatura, años y ya en el exilio de Estados Unidos,
de las “cosas de la vida”, y en ese ambiente fue –como he dicho– su cuñada. Les daba
plural en el que dominaba la oralidad, ob- clase, además de la propia Gloria –profe-
servó comportamientos, diferentes formas sora en la Escuela Normal de Maestros–,
de expresarse y aprendió una terminología “una criatura ideal”, la “seño” Isabel
–la específica granadina– a la que estuvo Montero (R, 96), una tía abuela de Luis
afectivamente apegada. En cierta ocasión García Montero, de preciosas manos, que
le permitió cierto lucimiento frente a su
compaginaba las lecciones con dar grandes
profesor, Américo Castro, del que recuer-
paseos con las niñas. Isabel se empapó del
da que “Nos teníamos, no sé por qué, un
odio mortal” (R, 165). Parece que a Isa- ambiente de la casa de Laura, cuya habita-
bel le reprochaba públicamente en el aula ción más amplia era la biblioteca y donde
madrileña tener un “acento granadino in- se respiraba “amor al estudio y al esfuerzo
soportable” y la molía a preguntas –qué es personal” (R, 97). Pronto comprobó que
un violín, qué es un piano…– para ver si las casas institucionistas tenían un sello
la pillaba en falta. “Un buen día me dijo: especial: “había mucha cretona de tonos
‘¿Sabe usted lo que es un chichón?’, y le más bien oscuros, cacharros populares,
contesté, ‘Sí, un tolano’, que es como se con ramas verdes, […] fotografías de mo-
llama en Granada a los chichones. ¡Gran numentos célebres y un orden perfecto que
exclamación! Dijo no conocer la palabra” procuraba un gran confort, aunque todo
(R, 165-166). era simple y algo espartano” (R, 146). La
Otra gran influencia que marcó el estilo descripción corresponde a la casa de Alber-
de Isabel y la acompañó de por vida, fue la to Giner en Nerja, donde convivían armo-
de la elegante sencillez institucionista. Isa- niosamente agnósticos y creyentes, y donde
bel fue un solo día al granadino Colegio Isabel y Laura pasaban invitadas el verano:
Calderón, dirigido –al decir de Federico– “Les dijeron que Isabelita era católica y las
por una monja “perlática hipócrita” (R, tías de Vélez me preguntaron si me que-
91), que tuvo un violento enfrentamiento ría unir a ellas […]. En mi vida he rezado
con Concha. A partir de ese suceso las her- más” (R, 148). A Isabel le admiraba que en
manas estudiaron en casa con profesores Granada su “tío Fernando”, el catedrático
particulares, pero esta fue una solución y estudioso sabio, “por puro amor, lo deja-
que les impedía tener amigas, sobre todo ba todo para acudir cada noche, como uno
a la pequeña, porque Concha sí tenía su más, a la UGT, a defender a los que apenas
grupito. Gracias a la amistad de Federico sí sabían leer. Hacía falta valor, convicción
124

y generosidad para hacer eso en una ciu- hijas de la criada –que esa noche salían
dad como Granada” (R, 97), levítica por del hospicio– y con Manuel y María del
demás. De Gloria recibió Isabel “la educa- Carmen Falla.
ción y la instrucción al estilo de los mejores
tiempos de la Institución Libre de Enseñan- Primero tomábamos un caldo, después –
como se decía entonces en Granada– “pesca-
za. ¡Cuánto les debo a los padres de Lau-
da” al horno, toda ella con un manto de al-
ra!”, recuerda, para afirmar que las clases mendras y pedacitos de limón clavados en el
y ejemplo de Gloría le cambiaron la vida. lomo. A don Manuel le encantaba. Luego venía
Para resaltar la amistad y complicidad el pavo relleno de manzanas, castañas, pasas,
de conciencia que tuvo el muy católico ciruelas y piñones, acompañado de medias na-
Manuel de Falla con el agnóstico y ranjas con puré de batatas y canela. No faltaba
tolerante Fernando de los Ríos, no vacila tampoco la ensalada de escarola con granada.
en copiar la carta que el músico escribió Después de cenar se cantaban villancicos.
al político y profesor, cuando ambos Don Manuel y Federico al alimón al piano, con
acompañamiento de cacerolas, zambombas,
estaban ya exiliados de una guerra que
carrañas y el tenedor restregando una botella
repugnó tanto a don Manuel que le de Anís del Mono. A medianoche, a Misa
provocó “el parón que sufrió su capacidad del Gallo a las Tomasas en el Albaicín. Frío.
de creación –ya no pudo terminar su La sierra brillante de nieve. Todo silencio,
soñada Atlántida–, y acabó huyendo de pero aún las callejas llenas del ritmo de las
la ciudad que tanto quiso [Granada], del canciones. El Albaicín se veía más blanco que
recuerdo de sus colaboradores y amigos, nunca. “Corpus azul. / Blanca Nochebuena”
dice Federico en su libro Canciones. La capilla
casi todos sacrificados. Creo que, de fuera era un primor, y el recogimiento de Falla en
de la familia, fue la persona a la que más misa era tan emocionante y verdadero como un
conmocionó la muerte de Federico” (R, poco antes había sido sincera su limpia y joven
129). En la carta Falla recuerda la vez que alegría. (R, 133).
habló con don Fernando sobre “el sentido
de la propia responsabilidad ante Dios En los villancicos se alternaban los tra-
y ante los hombres” (R, 130)3. En otro dicionales con aportaciones de “letrillas
punto Isabel hace el retrato afectivo de don burlescas. Algunas se dirigían contra San
Manuel y, de paso, evoca la celebración José, del que tan devota fue mi madre.” (R,
de las Nochebuenas en la granadina casa 131-132). La delicada justeza del estilo se
familiar, con los padres, hermanos, las hace nostalgia para evocar cómo el paso

Elías Díaz, Fernando de los Ríos. La vigencia del socialismo humanista, Fundación Españoles en el Mundo,
3

Madrid, 1993. Viene al caso recordar que cuando Fernando de los Ríos llegó a Estados Unidos y le preguntaron,
como era preceptivo, por su religión, contestó que era “cristiano erasmista”.
DOSSIER

125

del tiempo ha cambiado sus impresiones “Una niña fácil rodeada de gente
y, ante los mismos lugares, vistos después, mayor”
ya no experimenta las mismas sensaciones
que sentía antes. Los unos han cambiado Luego silencio absoluto en el pueblo. Noso-
por la voracidad de los hombres; a otros es tros, los cuatro hermanos, nos encerrábamos
después de comer en una sala grande y fresca
ella la que los percibe como ajenos, distan-
donde había cuatro mecedoras. Se cerraban
tes y extraños. totalmente sus dos ventanas y sólo entraban
rayitos de luz brillante por sus rendijas. Era
Mi último viaje a Granada no ha estado como un fanal. Federico tocaba la guitarra […]
exento de cierta melancolía. De gustarme aque- y cantábamos […] las canciones cultas de los
llo más que nada, he pasado a sentirlo todo con cancioneros de los siglos XV y XVI que él co-
frialdad y distanciamiento, completamente aje- nocía tan bien, y otras populares, sobre todo
na a lo que ven mis ojos. Ya no pertenezco a asturianas, gallegas, catalanas, castellanas. To-
aquel mundo. […] La primera vez que volví a das las recuerdo. Muchas de ellas a dos voces
Granada después del destierro, era el tiempo que mi hermano Paco hacía a la perfección
de la fresa. […] En busca de aquel olor y de mi […]. Después nos dispersábamos y nos íbamos
propio recuerdo, a mi regreso, me encontré en a nuestros cuartos […]. Más tarde Federico se
el mismo sitio de siempre a un grupo de vende- iba al río con papel y lápiz. (R, 55)
doras […] “¡Ay pobre!”, me dijo una que era
algo mayor, “yo sé lo que usted busca. Hace En las horas que pasaba Federico en el
años que no se cultiva”. Otro olor matado, río, en el estudio que compartía con Paco o
vivo sólo en el recuerdo. […] en su habitación, se gestaron dibujos, poe-
Tampoco la Alhambra es ya la mía […]. La
mas, representaciones de La Barraca, y to-
mía era solitaria; se oía el ruidillo del agua, el
canto del ruiseñor… Cuantas mañanas he pa-
maron forma obras teatrales de gran éxito.
sado en el jardín de Lindaraja […]. Los padres no asistían a los estrenos, pero
Allí, al bosque, me he ido muchos ratos a Isabel fue a todos menos a los de Mariana
sentarme en los bancos de mi lejana costum- Pineda y La zapatera prodigiosa. Iba con
bre para comprobar que por unos instantes el sus amigas “más queridas a un palco se-
tiempo se sigue deteniendo. Será eso parte de gundo. Laura no quiso ir jamás con sus pa-
su ritmo. Allí estaban las parejas de novios que dres, que siempre estaban bien sentados en
me recordaron a mí misma […]. Recordé a En- butaca, como es natural. Se venía conmi-
rique Gómez Arboleya en una tarde inolvida-
go y con Mácar Nogués y Soledad Ortega
ble […]. Mi primer recuerdo, cuando volví al
arriba” (R, 168). Su primer viaje en avión
Generalife, después de tantos años, fue para él.
Volvió a mí unido al ruido del agua y al olor de lo hizo con Paco para el estreno de Doña
las flores. (R, 258-260). Rosita en Barcelona, donde a Paco le des-
bordó el entusiasmo. Debieron ser momen-
tos muy conmovedores a juzgar por cómo
126

rememora los decorados de Fontanals para mismas, y no deja de agradecer la fidelidad


Yerma, la salida a escena de Federico para a su obra. Asegura que Katina Praxinou,
saludar llevado de la mano por Margarita que estrenó La casa de Bernarda Alba en
Xirgu, “Pálido. Parecía un muchacho” (R, Nueva York, ha sido la mejor Bernarda
170), dice. Isabel gozaba con el éxito de y en los Recuerdos no olvida agradecer a
un hermano y la exaltación del otro pero Claudio Rodríguez su glosa del niño de Así
lo que le provocó aquel día temblores fue que pasen cinco años ni a Lluís Pascual su
–según propia confesión–, el desbordarse dedicación al teatro de Federico, a cuyos
de “Valle-Inclán y, sobre todo, ver a don estrenos asistía siempre, “siempre, fuera
Miguel de Unamuno de pie, verlo aplaudir invierno o verano, y porque él me lo pedía,
y dar bravos de entusiasmo la noche del es- vestida con mi capa azul, que él decía le
treno” (R, 169). daba suerte” (R, 170). Reconoce la impor-
La consagración de Federico como gran tancia social que tuvo La Barraca y cómo
dramaturgo y su gran fama fue, sin duda, cambió el modo de declamar, porque gra-
muy importante para toda la familia, pero cias a su influencia se “abandonó la forma
a Isabel, tan afectivamente dependiente de aún romántica con que veíamos a los clá-
los hermanos mayores, la impulsó a que- sicos, para darles un nuevo enfoque, para
rer y admirar a Federico en una dimensión hacerlos actuales, vitales” (R, 187), pero
que excedía el ámbito del cariño fraterno no le gustó el grupo que la formaba porque
para ampliarse al de su representatividad “se creían superiores a los demás y daban
social, cultural y política. Federico, imagi- a lo que hacían un tono desagradable […]
nativo, comprometido, extrovertido, múl- se creían que La Barraca eran ellos, y La
tiple, aplaudido –elogiado o criticado–, se Barraca fueron dos: Federico y Ugarte” (R,
había convertido en un personaje impor- 185). El declive de aquella experiencia, hija
tante, cuyos trabajos y proyectos valoraba de las Misiones Pedagógicas, se debió a que
Isabel de manera muy emocional y propia; la carencia de medios desanimaba a Fede-
y lo mismo sucedía en el grupo institucio- rico quien pronto tuvo conciencia de que
nista en el que Isabel se movía. Es lógico “con los elementos que tenía no podía ir
que la muerte de Federico, además en cir- más allá” (R, 186).
cunstancias tan abyectas, haya sido el eje Para quien ha vivido en el ambiente fa-
en torno al que han ido girando recuerdos, miliar de Isabel es lógico que el mundo de
esperanzas, frustraciones y dolores de una las relaciones haya sido determinante y re-
hermana pequeña que ha hecho de la me- cuerde con especial énfasis el trato con los
moria del hermano parte de su propia bio- amigos de sus hermanos y la forma de ser
grafía. Se preocupa por su posteridad, por de cada quien. Hay emoción cuando narra
las representaciones, por la calidad de las cómo Manuel de Falla tocaba el piano a
DOSSIER

127

cuatro manos con Federico y este se iba de cha Méndez, vivía con María Luisa Gómez
la partitura; nunca olvidó que él y la fami- Mena y, “según Emilio, llevaban una vida
lia de Amalita Olmedo fueron los únicos totalmente inmoral y yo no podía pisar
que, tras el asesinato del poeta, se atrevían aquella casa” (R, 156).
a ir a “mi casa, tan llena de gente en otro La relación cálida que tuvo en las aulas y
tiempo” (R, 49). A Falla hasta lo cachearon en el exilio estadounidense con Pedro Sali-
una vez. Isabel leía con admiración a Juan nas y Margarita Bonmatí se inició el día en
Ramón Jiménez y le fastidiaba mucho su que se presentaron, sin que Federico avi-
egoísmo y falta de empatía, su proclividad sara de su llegada, en la casa de la Acera
a hablar mal de los colegas y lo cicatero y del Casino; la familia los recibió en la sala,
celoso que fue con Federico. Le sentó muy pero el frío de la estancia y la cordialidad
mal que, después de regalar a Juan Ramón del matrimonio facilitaron que la visita
un espejo de peltre del siglo XVII que a él le continuase en el comedor. Isabel se matri-
gustaba mucho, un día lo vio en el escapa- culó en los cursos de Salinas en la Univer-
rate de la tienda que tenía Zenobia enfren- sidad de Madrid, donde “la clase de don
te de las Cortes: “¡Cómo se puede escribir Pedro era una ventana abierta, y no sólo
el poema del Generalife, de donde fui hadi- al siglo XVIII” (R, 179). En 1935, Isabel
lla, y a la misma persona hacerle la ínfima estudió con los hermanos Salinas, Solita y
faena del espejito” (R, 144). Pero Isabel no Jaime, en la Universidad de Verano de San-
conocía el rencor y en su última enferme- tander, fundada por la República dos años
dad fue a verlo al hospital con la familia. antes y de la que don Pedro era Secretario
Los García Lorca trataron mucho al grupo General4. Isabel siguió cursos de teatro clá-
de poetas formado por José María Hino- sico y de antropología “que daba un sabio
josa, Emilio Prados, Manolo Altolaguirre, alemán”, pero, confiesa “con cierta ver-
con los que compartían playa cuando iban güenza que fui muy frívola aquel verano.
a Málaga y “ha[n] dejado una importante Casi no me acuerdo de los cursos que se-
huella en la historia de la poesía española” guí” (R, 181). La amistad que la unió con
(R, 156). En 1947 Isabel comprobó que, Solita Salinas –que tuvo un fugaz noviazgo
en el exilio de México, el guapísimo Emilio con un sobrino de Fernando de los Ríos en
se había vuelto un hombre triste, sin dien- Estados Unidos– y con el resto de la fami-
tes y mal vestido, que le prohibió visitar a lia continuó en los años de exilio. Por Jor-
Manolo porque había abandonado a Con- ge Guillén la admiración y cariño fueron

4
Isabel habla de Pedro Salinas como director, sin duda porque el tiempo le había emborronado que el cargo
correspondía a don Ramón Menéndez Pidal y porque Salinas se encargaba de todo.
128

totales; le fascinaba como profesor, como 177). Salinas fue muy generoso con él facili-
poeta, como amigo fiel y hombre íntegro. tándole un trabajo en Estados Unidos para
Lo conoció dando unas conferencias so- que pudiera salir de España, porque temía
bre Bécquer invitado por la Universidad de que su pasado de intelectual republicano le
Madrid, pero lo trató más durante el exi- pasara factura, y porque le repugnaba te-
lio y en los cursos de Middlebury College: ner que hacer gestos hacia el Régimen para
“Conservo en la memoria momentos de sus sobrevivir con su familia en una patria fas-
clases […]. Alberti salió bastante mal para- cista y en manos de delatores6. La amistad
do. Insistió en que su inspiración era más perduró toda la vida: cuando Germaine,
bien libresca […], su poesía de tono popu- la esposa, marchó a morir a París, Isabel
lar venía más de los cancioneros que de su los despidió en el puerto; lo visitó cuando
propia vida de dentro […], lo popular en él Castroviejo le operó el desprendimiento de
no provenía de un sentir profundo y perso- retina y volvieron a menudear las mutuas
nal como en Machado” (R, 175-176). En visitas en Nerja y Málaga, cuando volvie-
una clase ponderó tanto la originalidad de ron del exilio.
la literatura española que se vio obligado a El crucero de 1933 por el Mediterráneo,
que la Universidad de Madrid organizó en
explicar que no estaba arrimando el ascua
el Ciudad de Cádiz, ha pasado a sus memo-
a su sardina porque “a los españoles nos
rias como la gran experiencia intelectual y
han dejado hasta sin ascua que arrimar a
personal que le enseñó la articulación que
nada” (R, 175). Federico había leído en su
existe entre historia, arte, modernidad y
casa Bodas de sangre, ante Isabel, Ignacio política. Vio el auriga de Delfos, la fuente
Sánchez Mejías y Moreno Villa; el comen- Castalia, Argos, la Acrópolis, pero también
tario del “poeta de Valladolid” –como le una suerte de pelotita o huevo vacío que el
llamaba Luis de Zulueta5– sobre la escena día del Corpus colocan en Barcelona en los
de la boda fue definitivo: “Yo no recuerdo surtidores y salta impulsado por la fuerza
nada más brillante en Lope de Vega” (R, del agua7. Tuvo la suerte de ir en el grupo de
175). Isabel cree que su hermano y Guillén Gómez Moreno que explicaba muy bien, y,
se admiraban y consideraban los más gran- a la vez “nos hacía poquísimo caso; nos de-
des: “Yo estoy segura –escribe– de que es jaba una casi total libertad”. En Egipto las
uno de los amigos que más han llorado por pirámides le produjeron una “emoción casi
Federico; luego por Paco y por Laura” (R, religiosa” y sintió que los colores, olores y

5
Carmen de Zulueta, Compañeros de paseo, Renacimiento (Biblioteca del Exilio), Sevilla, 2001, pp. 125 y ss.
6
Pedro Salinas y Jorge Guillén, Correspondencia (1923-1951), ed. de Andrés Soria Olmedo, Tusquets, Barcelona,
1992.
7
Se trata de la tradición, todavía viva, denominada “L’ou com balla” (el huevo que baila).
DOSSIER

129

calor de Kairuán y del Nilo la retrotraían a Infame turba


su Andalucía (todo en R, 188). En Jerusa-
Es significativo que el capítulo dedicado al
lén sintió la desazón de ver la incomunica- tiempo de juventud lo cierre una antinomia:
ción de las tres religiones, a los cristianos de una parte la evocación del crucero por el
divididos y enfrentados y a la policía in- Mediterráneo, que le descubrió la belleza
glesa acosando a los palestinos: “En vez de del mundo antiguo, y, simultáneamente,
acogedora me resultó una tierra crispada y la presencia amenazadora, en esos mismos
hostil” (R, 189) y no lamentó pensar que países, de la intolerancia, de los problemas
no volvería a pisarla. Grecia y Santa Sofía raciales y del fascismo. La siguiente frase, la
se llevan sus mejores recuerdos, junto con que abre la “Cuarta parte”, lo anuncia casi
Paestum, donde recupera “la emoción de con énfasis: “Yo salí de España a finales de
volver a encontrar lo perenne de la creación septiembre de 1936” (R, 195). Isabel dio la
griega en templos un siglo más viejos que el guerra por perdida desde el primer momen-
Partenón. No hay nada igual en majestad to; quizá por la desprotección que sintió en
y grandeza […]. Allí mismo almorzamos, casa de Laura, donde estaba pasando esos
bajo las columnatas. No lo olvidaré en mi días con la amiga, su madre y la abuela.
vida” (R, 190). Después de haber compro- Don Fernando estaba dando un curso en
bado el contraste que formaba la Jerusalén Suiza y en el Madrid peligroso e inquietan-
religiosamente idealizada con la real –tan te de los primeros días Prieto puso escolta a
mal avenida política y socialmente y tan las cuatro mujeres y les aconsejó trasladar-
se al piso del hermano de Gloria, Bernardo
cargada de malos presagios–, también ante
Giner, especialmente protegido por ser mi-
las majestuosas “columnas amarillentas”
nistro de Comunicaciones. En esta casa vio
de Paestum, reflexionó acerca de la ame-
Isabel la faz obscena de toda guerra civil:
nazante realidad italiana: “junto a aquella la deslealtad, la traición, el asesinato y el
maravilla, ¡qué miedo sentimos al compro- odio. Un buen amigo, Manuel (Manolito)
bar la fuerza de Mussolini! […] Todas las Aznar, que era visita habitual en casa del
calles llenas de grandes letreros –‘¡viva il ministro y estaba aparentemente entregado
Duce!’– y de fotografías propagandísticas a la causa del Gobierno legítimo, “un buen
que decían: ‘¡Contemplad la obra de la re- día desapareció. Cruzó el frente. Una vez
volución fascista!’. Los italianos, tan tea- en Burgos fue uno de los mayores propa-
trales como su saludo y sus odiosas cami- gandistas de Franco” (R, 195) 8. Isabel co-
sas negras” (R, 190-191). noció bellaquerías mayores:

8
Era Manuel Aznar Zubigarray, periodista y diplomático, abuelo del que fue presidente del Gobierno de España,
José Mª Aznar López.
130

En casa de Bernardo Giner me enteré de lo par a rastras de la habitación; salir a la ca-


de Federico. Sonó el teléfono. Lo cogí yo y una lle con el atuendo formal de la clase media
voz femenina preguntó por la señora Elisa. Le podía acarrear problemas con los descon-
dije que no se podía poner […]. La voz me dijo:
trolados grupos anarquistas y la sinrazón
“Solamente dígale usted que es verdad, que han
matado en Granada a Federico García Lorca”. hacía que en Granada asesinaran los con-
Solté el teléfono (recuerdo que era de pared) y trarios a los que asesinaban en Madrid. “Yo
me fui resbalando hasta caer al suelo. Aún veo me ahogaba de miedo y repugnancia” (R,
moverse el fatídico péndulo. No veía otra cosa 198), confiesa Isabel, que, tiempo después,
más que el ir y venir del teléfono negro zum- en Middlebury, consideraba que entonces
bándome al oído (R, 195). “lo había perdido todo, hasta la capacidad
de deseo, que es lo más negativo que le pue-
El estado de postración de una Isabel de pasar a nadie. Fueron los años peores de
afectivamente devastada, aconsejó ocultar- mi vida. Creo que tardé casi veinte años en
le el asesinato de Manolo Fernández Mon- poderme recuperar de la muerte de Federi-
tesinos, su cuñado, cuya carta de despedida co, en volver a sentirme viva” (R, 175). En
al hermano es un testimonio más de cómo septiembre del 36, Fernando de los Ríos,
las personas inteligentes y demócratas se nombrado embajador en Washington, se
enfrentaron a la muerte sin perder el de- llevó a la familia a Estados Unidos. Isabel
coro ni la grandeza moral. Concha, estan- marchó a Bélgica, donde Paco era primer
do aún preso el marido, tuvo la presencia secretario en la Embajada de España. En
de ánimo de acudir al que fue su despacho Bruselas pasó una tremenda depresión, que
de alcalde de Granada a recoger sus per- le ayudó a superar el Dr. Goffin, un parti-
tenencias. Lo ocupaba ya un amigo de la dario de Degrelle que, pese a lo mucho que
familia, Antonio Gallego Burín, que había les enfrentaba, fue extremadamente eficaz,
aceptado sustituir a Manolo “en aquellas delicado y cortés con Isabel. La correspon-
circunstancias”; Concha “abrió la puerta dencia con España estaba cortada y la pri-
sin llamar y él, al verla, se desmayó”… Un mera carta, la de la madre, tardó en llegar.
mes antes había ido al circo con los García Aconsejaba a Isabel no volver a España y
Lorca. Su comportamiento “fue algo indig- mandaba tres fotos que demostraban en
no –concluye Isabel–, tan horrendo como qué estado de abatimiento se encontraban
el propio crimen” (todo en R, 197). los padres y Concha. A Isabel la mantenía
El Madrid del verano de 1936 era un la rabia: “En aquel momento hubiera sido
infierno donde los milicianos detenían ar- capaz de matar. Y la presencia del odio,
bitrariamente, se fusilaba en caliente, ha- sentimiento terrible que yo no conocía, fue
bía tiroteos indiscriminados que, en alguna otro crimen de la guerra. Yo no he podido
ocasión, obligaron a Laura e Isabel a esca- perdonar. Sigo odiando a todo el que fue
DOSSIER

131

franquista” (R, 201). Isabel –sin duda por –donde viajaba Gary Cooper– con gentes
autodefensa– olvidó la voz de Federico; que escapaban del terror de Europa, y con
Paco, en cambio, pasó a mirar con sus ojos: otros que en los salones bailaban valses
La angustia de los dos asesinatos, la y bebían champán. Durante la travesía a
separación de los miembros de la familia, la Nueva York tomó conciencia de su bifurca-
calamitosa deriva de la contienda y el miedo ción vital: “Tuve la sensación de que estaba
a nuevas calamidades, desgarraron de tal viviendo el final y de que aquella travesía
modo a los supervivientes que todavía años era morirse un poco […]. El pasado que-
después, Paco, en “De pronto”, revivió daba atrás. Todo lo de antes pertenecía ya
el vértigo lacerante de la desaparición de a otra persona que era yo misma, pero que
Federico: nada tenía que ver con la Isabel de Gra-
nada ni con la Isabel de Madrid, ni con la
Isabel de Bruselas” (R, 205). El llanto de
El pájaro en la rama una judía alemana que huía, unió en fra-
y, de pronto, no estaba.9 ternidad a las dos mujeres; cuando Isabel
le enseñó fotos de su familia, “Lo que yo
… Y en un inequívoco “Llegó a mi oído”, no hice, lo hizo ella. Ella besaba las fotos
repite la imagen especular de los ojos: y decía: ‘Todos los nazis, todos los fascis-
tas son unos criminales’”. A la siguiente
Pero yo vi en sus ojos
tarde el rabino ofreció un servicio por las
abiertos, fijos,
víctimas de Hitler al que invitaron a Isabel:
que otra muerte miraba “habló del sacrificio al que otros hombres
los ojos míos. 10 no judíos habían sido sometidos, de lo que
se estaba sufriendo en Europa por el azo-
La enrarecida situación de Europa y la te del nazismo de Hitler. Enseñó las fotos
posibilidad de que el mal curso de la guerra de Federico e hizo de él, Dios se lo pague,
en España reclamase la presencia de Paco ante aquellos supervivientes de la hecatom-
en Barcelona complicaron la situación de be nazi un gran elogio […], nunca olvidaré
Isabel que, entre marchar a dar clases a que el primer homenaje a su memoria que
Londres y obedecer los paternales consejos presencié fue hecho por un rabino en mitad
de la familia De los Ríos-Giner, optó por del Atlántico” (todo en R, 207).
irse con ellos a la Embajada de España en Paco García Lorca llegó a Nueva York
Washington. Se embarcó en el Champlain en mayo de 1939; los padres, Concha y

9
Francisco García Lorca, Poesía, ed. de Mario Hernández, Diputación de Granada, Granada, 2003, p. 33.
10
Ibid, p. 23.
132

los niños, no pudieron hacerlo hasta 1940: libertad. “En Washington vivíamos con los
“Recuerdo bien lo que me dijo [Concha] al ojos puestos en lo que ocurría al otro lado
llegar a Nueva York, cuando me vio lloran- del océano. Era nuestra vida lo que nos ha-
do abrazada a mi padre: ‘Isabel, nosotros bíamos dejado en la otra orilla. Eso es el
no tenemos que llorar. ¡Que lloren ellos!’” destierro” (R, 208). Las cartas desde Gra-
(R, 197). Acababan de desembarcar del nada y las de Paco llegaron muy espacia-
Marqués de Comillas. Era el 28 de agosto. damente. Las del hermano daban noticias
de la situación española –la emocionante
Tiempo de destierros despedida a los brigadistas– o de la política
Cuando Fernando de los Ríos cerró la europea, y mandaban reflexiones propias:
Embajada de la República en Washington “Nos han tocado unos tiempos duros. Y
se instaló en Nueva York con su familia sucios”. Paco, cuando todo estuvo perdi-
(esposa, hija, las dos abuelas) y, temporal- do, echó mano de la esperanza del patriota
mente, con el hermano y sobrinos de su y decidió “esperar una vuelta decorosa a
mujer y con Isabel. Todos se enfrentaban España, cuando uno pueda volver a ser lo
a la doble carga, psicológica y material, que ha sido hasta hoy” (todo en R, 211).
de soportar el dolor por las pérdidas, el Las cartas que llegaban de Granada, con-
recuerdo del horror, la evidencia lacerante troladas por las autoridades, eran caute-
de la derrota, el temor por los seres queri- losas y abundaban en sobreentendidos:
dos que quedaron en España, la preocupa- todos están bien, Concha da clases de in-
ción por los que andaban desperdigados y glés y tiene “ilusión de que algún día me
buscando acomodo, la inseguridad por el sirva” (R, 213). Es lo que necesitaba Isa-
propio presente y la acuciante necesidad bel para saber que no había más bajas y
de buscar trabajo para sobrevivir. Lo peor que la familia preparaba su viaje a Estados
era el desánimo…: “Me es casi imposible Unidos. Aún faltaba tiempo para que Paco
expresar lo que es el destierro, porque es llamara a la hermana, invitada por unos
difícil coordinar tanta pena con un fondo amigos en Massachusetts, para decirle qué
de alegría y esperanza […] es vivir en va- día llegaría el barco con la familia: “Soy
cío: sin entender lo que pasa alrededor, sin incapaz de hablar de lo que sentí […] hasta
saber lo que va a ser de uno. Estar sin tierra se descorchó champán y dieron una fiesta
es el vacío mismo. Me es muy difícil hablar por todo lo alto en mi honor. El señor de la
del destierro. Yo he vivido varios, y tengo casa […] improvisó un discurso patriótico
que decir que el primero y más doloroso sobre nuestra nueva vida y la libertad” (R,
ha sido en mi propia tierra” (R, 207-208). 213-214).
Alude al tiempo en que vivió en una pa- Pero la urgencia de encontrar un trabajo
tria despojada de leyes, de derechos y de que diera dinero para vivir y ayudar a los
DOSSIER

133

compatriotas que lo necesitaban era impe- donde dirigió un hogar para niños refugia-
riosa. La solidaridad fue empeño extendido dos; pero ella, por ser abogada, tenía difícil
al que no faltaron los García-Lorca ni los trabajar en Estados Unidos. Don Fernando
De los Ríos-Giner; unas veces se daba di- la puso en relación con Luisa Crane, una
nero, otras se buscaban recomendaciones, multimillonaria simpatizante con lo espa-
acomodo o trabajo. Las familias colabo- ñol y con la causa republicana, que desea-
raron con causas solidarias como la Cruz ba aprender el idioma; había conocido a
Roja y en las campañas para promover la Federico en Nueva York y ahora se ofrecía
compra de bonos de guerra entre la comu- para ayudar a los exiliados. Victoria y Lui-
nidad hispana. Carmen de Zulueta cuenta sa vivieron juntas hasta el fin de sus días en
que la casa de don Fernando de los Ríos fue el lujoso apartamento de la Quinta Aveni-
la embajada de los republicanos en Nueva da esquina a la calle 63.
York donde se posibilitaba “que el grupo No era fácil para los españoles adap-
de exiliados nos relacionásemos los unos tarse a la vida americana y la familia Gar-
con los otros”11. Los domingos acudían es- cía-Lorca no fue una excepción: al padre,
pañoles, gentes que nunca se habían visto, don Federico, le deslumbraron los enormes
a encontrar un trozo de patria y el calor y edificios, las buenas carreteras, los helados
y no quiso que su cadáver volviera a Es-
la esperanza que necesitaban para no caer
paña. La actitud de la madre, Vicenta, fue
en la desmoralización. Solían acudir Fede-
“mucho más distante y negativa. Un día en
rico de Onís, los Ucelay, Lola Rivas Cherif,
el parque me dijo: ‘A toda esta gente se le
viuda de Azaña y el que fue su secretario,
nota que ha venido aquí huyendo; a casi
Enrique Ramos, los Escobal-Castroviejo, todos que su padre sería, cuanto más, un
Ángel del Río y su mujer Amelia Agosti- pastor de ovejas’”. Isabel asegura que el
ni, el ex presidente de Colombia, Eduardo exilio le hubiera sido mucho más llevadero
Santos, con su esposa… Se daban apoyo, en Europa, “(que es mi mundo y lo sigue
consejos útiles, lo que podían. Zenobia y siendo) […]. No creo que esto le pasara a
Juan Ramón mandaban algo del poco di- Laura, pero estoy por afirmar que a Paco
nero que les llegaba a sus antiguas criadas sí; a pesar de la felicidad de su matrimonio
del piso de Padilla, en Madrid, y aún re- y de sus hijas, sí le pasó. Por eso no logró
servaban algo para “donar algunos dóla- desarrollar toda su capacidad como críti-
res a los niños españoles en colonias fuera co literario o como creador. Paco se quedó
de España”12. Hacia 1940 apareció por el sin su mundo, perdió su vida, su círculo de
piso Victoria Kent, procedente de Francia amigos” (todo en R, 232).

Carmen de Zulueta, Compañeros de paseo, loc. cit., p. 120.


11

Ibid. p. 183.
12
134

Juan Centeno, un gran amigo de Federi- do en mis raíces me resultaba forzado, fal-
co en la Residencia de Estudiantes, dirigía so, y casi me molestaba. No fui capaz de
la prestigiosa Escuela Española de Midd- sumergirme en aquella vida que no era la
lebury College, en Vermont; allí se orga- mía y me quedé sola, como en una isla”.
nizaban, en julio y agosto, unos cursos de La bifurcación que tan lúcidamente ha de-
inmersión en la lengua, literatura y cultura clarado y su conciencia de que aquella no
española que si siempre contó con los me- era su vida, sino una existencia impuesta,
jores hispanistas, a partir de la llegada de la mantuvo en el doble nivel de observar y
los profesores y escritores exiliados, reunió ver, pero no quiso –o no pudo– implicarse.
a lo más exclusivo de la Universidad y la Hablaba con las abuelas de Laura porque,
cultura españolas. Se daban clases, se re- al igual que ella, seguían viviendo con la
presentaban piezas del teatro clásico espa- memoria en la España de antes; con ellas,
ñol, se aprendían bailes y canciones y ha- dice,
bía una intensa vida social entre alumnos
y docentes como Joaquín Casalduero, Pe- me sumergía con gusto en una época leja-
na donde estaban las raíces de mi mundo […].
dro Salinas, Tomás Navarro Tomás, Jorge Siempre recordaré estas charlas con ella [Laura
Guillén, su esposa Germaine Cahen, Sofía García Hoppe] en Middlebury. Ella me enseñó
Novoa, el mismo Juan Centeno, Luis Cer- a medir de otro modo el misterioso concepto
nuda… Isabel comenzó su trabajo como del tiempo. Con ella aprendí a sentir cosas muy
profesora dando clases de conversación a lejanas como presentes. Pero también se acre-
los estudiantes, lo que “era una buena ma- centó en mí una peligrosa tendencia: olvidar o
no contar con cosas que estaban ocurriendo
nera de alejarme seis semanas del sofocante ante mis ojos, o –lo que es peor– sentir lo que
calor de Nueva York” (R, 214) y de ganar tenía delante como fugaz e inexistente. (todo
un pequeño sueldo. A Middlebury se des- en R, 231)
plazaban en verano las familias de Isabel y
don Fernando y en ese lugar, en 1942, un Como tantas veces repite en las páginas
pastor cuáquero casó a Paco García Lorca de Recuerdos míos, su vida afectiva se
y a Laura de los Ríos Giner. El traje no se había detenido ante el teléfono negro de
compró, lo confeccionó la “Bisa”, Fernan- casa de Bernardo Giner. Allí quedó la vida
da Urruti, madre de Fernando de los Ríos. real y por eso no extraña su confesión
Eran tiempos de ahorro. de que “en el fondo a mí Middlebury me
A propósito de la convivencia en Midd- pareció siempre un escenario y, como todos
lebury, Isabel explica que “vivía muy poco sabemos, en los escenarios se representa,
integrada en la vida americana, y compartir no se vive” (R, 233).
con aquellas gentes lo que para mí era algo En esa Universidad sí trató mucho a Luis
tan personal y tan profundamente hundi- Cernuda, “crítico insatisfecho y hombre
DOSSIER

135

desamparado”, al que hizo cuanta com- en vida el éxito que como poeta merecía”
pañía pudo, pero cuya crudeza de carácter (R, 238)14.
no oculta: “¡Qué capacidad tenía para el En Nueva York no era difícil encontrarse
desprecio! ¡Qué poco reconocía lo que a su con los españoles e Isabel reencontró a Mi-
lado hubiera de positivo! Sentía desprecio guel Pizarro, el compañero inseparable de
incluso por la gente que le admiraba como universidad de Federico y Pepe Fernández
poeta y que buscaba su trato y su amistad” Montesinos. Pizarro fue el primer amor de
(todo en R, 233). A Concha de Albornoz, su prima María Zambrano, pero se casó
la única amiga que el poeta tenía, “la tra- con Graciana, una rumana con la que
taba a zapatazos” (R, 234), y tampoco tuvo a Aguedita. En Nueva York trabaja-
era más generoso en la consideración de ba como un forzado dando clases duran-
sus contemporáneos: Salinas le parecía un te horas para poder vivir; emigró a Japón
periodista al que personalmente ignoraba donde descubrió una tierra de “irregulari-
y tachaba a Unamuno de tontiloco buen dad simétrica” (R, 240), pero vivir lejos de
poeta. El ambiente de convivencia intensa sus raíces le impidió desarrollar sus capa-
de Middlebury fastidiaba a Cernuda, poco cidades como poeta. En opinión de Isabel,
amigo de relacionarse con la gente y con- “Miguel era una criatura más desvalida
vencido de ser “rechazado, casi odiado por que María [Zambrano] y no pudo luchar
los demás, y esto, que no era así, le llevó con la vida que le tocó vivir. María pudo
a odiar al género humano […]. En aque- con el destierro y él no” (R, 242).
llos días Cernuda vivía completamente Con el tiempo Isabel se afianzaba como
aislado” (R, 234)13. Isabel, que apreciaba profesora y cuando fue contratada por
a Luis, quizá porque en el fondo compren- el Sarah Lawrence College, del estado de
día su deseo de apartamiento –aunque no Nueva York, coincidió con Marguerite
su desdeñoso modo de ser–, y admiraba Yourcenar y su compañera Grace Jones.
mucho su poesía, trató de aliviarle su so- Solían comer juntas e Isabel leía a la erudi-
ledad y ayudarlo: “Pobre Luis, no conoció tísima Marguerite poemas barrocos espa-

13
El más reciente estudio sobre vida y trabajos de Cernuda en Estados Unidos es el documentadísimo de José
Teruel, Los años norteamericanos de Luis Cernuda, Pre-Textos, Valencia, 2013. Vid, asimismo, VV. AA., 100 años
de Luis Cernuda. Actas del Simposio Internacional celebrado en mayo de 2002 en la Residencia de Estudiantes
y en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla, ed. de James Valender y Nuria Martínez de Castilla, Residencia de
Estudiantes, Madrid, 2005. Guillermo Carnero, “La experiencia de la guerra civil y la conciencia del exilio en la obra
poética de Luis Cernuda”, en VV. AA., Entre la realidad y el deseo. Luis Cernuda, 1902-1963, ed. de James Valender,
Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales-Residencia de Estudiantes, Madrid, 2002, pp. 271-291. También
Douglas Barnette, El exilio en la poesía de Luis Cernuda, Esquío, El Ferrol, 1984.
14
Vid. Andrés Soria Olmedo, “Luis Cernuda en Las Américas, 1947-1952”, en VV. AA., Entre la realidad y el
deseo. Luis Cernuda, 1902-1963, loc. cit., 2002, pp. 313-329.
136

ñoles. En 1960 volvieron a encontrarse en ces el recuerdo aparece claro, transparente;


Madrid cuando ya Isabel había vuelto de otras, en cambio, surge como en una nebu-
Estados Unidos. Para contrarrestar la mala losa, lo que tan bien llamó Gabriel Miró
impresión de que la Yourcenar no pudo el ‘humo dormido’. Porque los recuerdos
hablar en el Instituto Francés por falta de no permanecen nítidos en la conciencia,
público, Isabel le organizó una conferen- son retazos vagos, casi perdidos en mi me-
cia en la Asociación Española de Mujeres moria” (R, 27). Los engranajes que ponen
Universitarias, cuyas socias llenaron la sala en marcha la maquinaria de la memoria
de Miguel Ángel con conocidos, amigos o, como ella dice, “las cosas de antes”, se
y maridos: Lapesa, Lafuente Ferrari, Ma- movilizan “por dos caminos: o por la lec-
rías, Aranguren, Laín… Otro día llevó a tura, o por reacción ante algo primario y
Marguerite y Grace a ver el espectáculo externo, como un ruido, un olor, o una voz
de flamenco del café de Rosita Durán, que familiar que haya estado largos años au-
arrebató a la novelista. De Madrid salieron sente” (R, 260). Tal y como revive situa-
las dos hacia Granada. Visitaron Víznar y ciones y sentimientos no parece sino que el
Marguerite escribió a Isabel una conmo- aire, la temperatura y el espacio vuelven a
vedora carta que es, casi, el relato de una pasar por su vida. En este excepcional libro
peregrinación. Vale la pena recordar su me- sus recuerdos trufan lo que pasó con lo que
lancólica y consoladora reflexión sobre el está ocurriendo, pero, simultáneamente,
lugar de reposo del poeta asesinado: ella establece la presencia del corte. Lo hizo
Me dije a mí misma que un lugar como aquel
cuando volvió al Generalife, tras el exilio, y
hace vergonzante toda la pacotilla de mármol recordó los momentos de plenitud amoro-
y de granito que puebla nuestros cementerios, sa con Enrique Gómez Arboleya en los que
y que cabe envidiar a su hermano por haber se dedicaban a arrojar “una hoja al canali-
comenzado su muerte en aquel paisaje de eter- llo y seguir su navegación […]. Lo hice a mi
nidad. Créame que al escribir esto, no trato de
vuelta. Parecía la misma de entonces. Ella
minimizar el horror de su prematuro fin, ni lo
tremendamente angustioso que sería (al menos sí” (R, 260). ¡Qué difícil es no sentirse es-
para mí) tratar de reconstruir aquella escena cindida cuando la vida civil de una persona
que sucedió allí, en un determinado instante se ha cortado en dos; y qué difícil, también,
del tiempo, y cuyos pormenores no llegaremos no sentir que las cosas pasadas resurgen y
a conocer jamás. Pero es cierto que no cabe se entretejen con el presente de quien las
imaginar más hermosa sepultura para un poe-
está evocando!
ta. (R, 250)
¡Me duele tanto recordar…! Quizá ya no
Isabel ha guardado la memoria de per- pueda perdonar lo que han hecho. Eliminaron
sonas y de hechos, fotos y cartas. “A ve- su persona, ahora su entorno. La vida es un
DOSSIER

137

continuo fluir, pero, cuando se viven muchos cias como un hiato, un paréntesis impuesto
años, a mi por lo menos me cuesta mucho tra- a su existencia. Los exiliados de 1939 no
bajo quedarme en un único momento. Voy y fueron emigrantes económicos, ni gentes
vengo porque para mí son inseparables –y casi
a zaga de promoción profesional; fueron
lo mismo- el pasado y el presente. Mi vida la
veo como un inmenso y desordenado retablo. desterrados que se sintieron de paso en el
Sola estoy en mi vivir, en mi sentir, en mi pesar. lugar de acogida y expulsados de una pa-
Se que no voy acorde con nadie y en el fondo tria a la que deseaban volver. La precisión
es lo natural. Y lo comprendo. Yo no puedo de hallar morada y trabajo en el extranjero
vivir sólo lo actual; mi vida es inseparable del fue una preocupación dramática que vivie-
pasado. (R, 277) ron como transitoria, porque todos espe-
raban la caída del fascismo y el retorno a
El exilio. Discordias y convergencias España para restablecer las libertades de-
(Una coda final)
mocráticas e impulsar la convivencia polí-
Estas palabras finales del libro, “Yo no tica por la que habían arriesgado vida y ha-
puedo vivir sólo lo actual; mi vida es inse- ciendas. En algún otro lugar16 he apoyado
parable del pasado”, se encadenan con las –a diferencia, entre otros, de Kamen17– la
que lo inician: “Lo que yo hago ahora, lo tesis de que el exilio español, por encima de
que puedo hacer, es recordar” (R, 27). La diferencias ideológicas, de enfrentamientos
afirmación, lógica en un libro de recuerdos, partidistas y de las polémicas levantadas
tiene un sentido especial en este porque, entre ellos, mantuvo un fuerte vínculo de
como se ha visto, lo que Isabel recuerda unidad y compromiso que radicaba, fun-
mayormente es la parte de vida que clausu- damentalmente, en reconocer al fascismo
ró la guerra civil. Las memorias de los exi- como enemigo común. Sin embargo, el
liados españoles de 1939 pivotan, de modo análisis de los textos y testimonios de los
coincidente, sobre el motivo del exilio, el exiliados hace patente que había más cosas
zanjón de la derrota y la vida lejos de la pa- que compartían y los emparentaban.
tria. A estas circunstancias se remiten Max Es evidente que –salvo contadísimas
Aub en México15, Juan Ramón en Puerto y raras excepciones, como la de Américo
Rico, Ramón Gómez de la Serna en Buenos Castro– los exiliados vivieron en la extra-
Aires o Fernando de los Ríos en Estados ñeza, con la evidencia de ser ajenos, en mu-
Unidos. No cuentan quehaceres realizados chos aspectos, al lugar en que estaban. La
en otro país, sino que hablan de sus estan- sensación de que no acababan de situarse,

15
Max Aub, Diarios (1939-1972), ed. de Manuel Aznar Soler, Alba Editorial, Barcelona, 1998.
16
“Guardianas de la memoria”, BILE , II Época, 95-96 (2014), pp. 101-123.
17
Henry Kamen, The Disinherited: The Exiles Who Created Spanish Culture, Penguin/Allen Lane, Londres, 2007.
138

de que estaban de paso, la repiten y con te a la hora de analizar ese aspecto, convi-
mayor angustia los que hubieron de vivir vencial y laboral, de la vida de los exiliados
en países de otra lengua y debían ganarse en países de lengua extraña.
el pan con la palabra. Américo Castro, ávi- Isabel García Lorca tuvo que aplicarse
do por “americanizarse”, no quería hablar con la nueva lengua, su hermana Concha
español para no estropear su inglés… Juan empezó a estudiar inglés en España para
Ramón Jiménez, que rechazó vivir fuera de preparar el viaje hacia el exilio y Paco, el
su lengua, no quería hablar inglés para no diplomático, fue quien menos problemas
estropear su español. Porque lo cierto es tuvo. En casa de Fernando de los Ríos y
que los exiliados españoles de 1939 que vi- Gloria Giner los adultos debieron mejorar
vían en Estados Unidos tuvieron el trabajo notablemente su inglés para hacer traduc-
añadido de aprender un idioma muy dife- ciones y dar conferencias y clases19. Laura
rente al propio que, en aquellos tiempos, de los Ríos profesaba en Wellesley Colle-
era poco habitual en la enseñanza española, ge, Gloria Giner traducía, daba cursos en
ya que, incluso las personas cultas, apren- Nueva York, y en Middelbury atendía a los
dían preferentemente francés o incluso ale- que le encargaba Federico de Onís. El des-
mán. Pedro Salinas se quejaba a su mujer conocimiento del idioma creaba problemas
de las trabas que suponía para su trabajo muy reales a personas alejadas de su mun-
como profesor universitario y ensayista te- do, su familia y amistades con el agravan-
ner que expresarse en inglés: “Si lo que yo te de que, muchas de ellas, además, ya no
llevo en la cabeza se pudiera expresar en eran precisamente jóvenes. Ese fue el caso
idioma universal, comprensible para todos, de las dos ancianas, Laura García Hoppe y
me abriría camino en América muy pronto Fernanda Urruti, madres de Gloria Giner y
y muy bien”. Por más que el idioma no le de Fernando de los Ríos, respectivamente,
era del todo ajeno y que en Estados Unidos que vivían reducidas al trato con la familia
se aplicó a su mejor conocimiento y estu- en el hogar neoyorquino, sin poder, siquie-
dio, reconoce que “para dar conferencias ra, responder al teléfono. Gloria procura-
siempre se siente la limitación, la barrera ba estar en casa el mayor tiempo posible,
infranqueable”18. Esa “barrera infranquea- porque durante el horario laboral, como
ble” quizá no se ha valorado bastantemen- escribe la bisabuela Urruti, “pues nos que-

18
Pedro Salinas, Obras Completas, III. Epistolario, Cátedra, Madrid, 2008, pp. 593 y 594. Sobre estos temas trata
también Jaime Salinas en Travesías. Memorias (1925-1955), Tusquets, Barcelona, 2003.
19
Carmen de Zulueta, en Compañeros de paseo, loc.cit., recuerda que en casa de los De los Ríos-Giner, al
comenzar el exilio, se hablaba con dificultad inglés y ella les ayudó, alguna vez, con la editora que gestionaba los
derechos en el extranjero de Federico.
DOSSIER

139

damos las dos viejas sin entender el idioma apretados, que al recibir este mes tu cheque
y con poca salud” (P, 103) 20. Este obligado nos quedaban once dólares en cuenta co-
aislamiento doméstico tuvo una contra- rriente, ¡Jamás habían venido tan a punto
partida providencial pues Fernanda Urruti los que mandaste! […]. Gracias, pues, a tu
–la “Bisa”– volcó su necesidad de comu- generoso envío mensual seguimos nuestra
nicación en extensísimas y pormenorizadas vida, modesta, pero sin carecer de nada”
cartas que escribía a la familia de Madrid, (P, 211). He tratado ya de la solidaridad
contando la vida y milagros de toda la fa- que nunca faltó ni entre personas que vi-
milia y la de los conocidos. Esas epístolas y vían con justeza y hasta bajo mínimos y no
las de Fernando de los Ríos, Gloria Giner será ocioso recordar los extremos de dure-
y su hija Laura, constituyen una excepcio- za que algunos soportaron: de la familia de
nal fuente de información sobre las dificul- Bernardo Giner, el arquitecto y exministro
tades, añoranzas y dolores de una familia de la República, hermano de Gloria, y de
española de gran tradición intelectual en él mismo, escribe Fernando de los Ríos que
Estados Unidos. “pasan una situación de extrema necesi-
Contra ciertas afirmaciones acerca de la dad, a veces no tiene para comer, le dio un
privilegiada situación económica que dis- síncope en la estación y su hijo Francisco
frutaron los profesores exiliados en Esta- ha enfermado: ¡Pobres criaturas!, el exilio
dos Unidos, cabe recordar que la bonanza es muy duro para ellos; no han encontrado
tardó años en llegar (para los que llegó…) trabajo suficiente” (P, 125). La dureza se
y que todos hubieron de trabajar febril- prolongó para muchos y el 24 de agosto de
mente, superar muchas dificultades y pasar 1970 Max Aub escribió: “Entierran hoy a
estrecheces. La ciertamente extensa familia Bernardo Giner de los Ríos […] sus hijos
de Fernando de los Ríos alcanzaba hasta fin […] uno en Chile, otro en Santo Domingo,
de mes en Nueva York porque el hermano otro en Guanajuato, otro en los Estados
de este les enviaba un cheque mensual desde Unidos, los nietos en Israel, en Santiago,
Puerto Rico. Al volver Fernando de asistir aquí, en provincia […] ¿De qué le sirvió ser
en México a las Cortes Republicanas, el 15 decente y orgulloso de serlo? ¡Giner y de
de febrero de 1945, le escribe: “gasté ¡400 los Ríos! No se podía pedir más”21.
dólares!, y cuando volví estábamos tan Pedro Salinas vivió durante años en Es-

20
“Poco a poco os hablaré de todo”. Historia del exilio en Nueva York de la familia de los Ríos, Urruti, Giner.
Cartas: 1936-1953, ed. de Ritama Muñoz-Rojas, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, Madrid, 2009.
Para evitar innecesarias remisiones ad calcem, en cada cita que haga del libro, pondré entre paréntesis el número
que corresponda a las páginas de la misma, precedido de una P.
21
Max Aub, Diarios, loc. cit., p. 463.
140

tados Unidos con su familia en pensiones A esta condición de forastero convicto se


y casas alquiladas, sin apenas mobilia- suma otro elemento identificador, muy vivo
rio22. Claudio Guillén en El sol de los des- entre los exiliados españoles, que tuvieron
terrados: literatura y exilio23 recuerda los que serlo, precisamente, porque habían de-
obstáculos que se oponen al exiliado que, cidido construir la España moderna que el
obligado a buscar trabajo y a vivir en am- nacional-catolicismo franquista estaba des-
bientes cuyos sistemas de sociabilidad, có- truyendo. Por chocante o sospechoso que
digos más usuales y hasta el idioma, desco- hoy pueda parecer el término, me refiero al
noce, se hunde en abismos de perplejidad sentimiento patriótico; una convicción que
y soledad. Isabel García Lorca lo dice con mantuvo la voluntad de resistencia en los
sencillez: “Me es casi imposible expresar lo exiliados con una vocación claramente an-
que es el destierro, porque es difícil coordi- tinacionalista e internacionalista, pero ra-
nar tanta pena con un fondo de alegría y de cional y afectivamente atada a una tierra,
esperanza […] es vivir en vacío: sin enten- unas gentes y una historia que ellos querían
der lo que pasa alrededor, sin saber lo que impulsar hacia el progreso. Política e ideo-
va a ser de uno” (R, 207-208). Los estudios lógicamente el patriotismo de los exiliados
sobre exilios hablan coincidentemente de radicaba en la conciencia democrática de
quiebra, de mutilación, de la extrañeza de quienes habían continuado y adaptado
ese apátrida funcional que no se integra en una tradición modernizadora, minoritaria
la tierra que lo acoge porque espera volver y muchas veces heroica, que llevaba desde
a la suya. Clara Lida24, entre los estudio- nuestras Luces –con varia intensidad– opo-
sos del exilio español, o Theodor Ador- niéndose al fanatismo, al sistema oligárqui-
no25 cuando definen al exiliado como un co, al oscurantismo, a la injusticia y a las
ser disgregado repiten las confesiones de desigualdades… Los republicanos de 1939
Pedro Salinas26, de Max Aub, las de Laura habían devuelto a España la dignidad de
García Lorca, la sobrina pequeña de Isabel, ser un Estado de Derecho: tenía una Cons-
cuando escribe sobre los familiares que van titución democrática, se había consolidado
enterrando en Estados Unidos y los define el derecho a libertades sociales y particula-
como “raíces que se nos van quedando en res, se reformaban las prisiones y avanzaba
esta tierra extraña” (P, 452). hacia una legislación garantista, el país era

22
Víctor Fuentes, en VV. AA., Contra el olvido. El exilio español en Estados Unidos, ed. de Sebastiaan Faber y
Cristina Martínez Carazo, Biblioteca Benjamín Franklin, Alcalá de Henares. 2010, p. 227.
23
Sirmio, Barcelona 1995.
24
Clara Lida, Inmigración y exilios: reflexiones sobre el caso español, El Colegio de México, México D.F., 1997.
25
Theodor Adorno, Minima moralia. Reflexiones desde la vida dañada, Taurus, Madrid, 1998.
26
Obras Completas, III. Epistolario, Cátedra, Madrid, 2008.
DOSSIER

141

laico, la alfabetización se generalizaba, se familia de Madrid: “Es muy difícil, que-


protegía la ciencia, se reconocían los de- ridísimos míos, que os deis cuenta de lo
rechos sindicales y el derecho universal a que es vivir en Esp[aña] y sin ella, sin ese
voto ya incluía a la mujer. No es imperti- grupo, sin ese ambiente que nos ha dado
nente recordar la propuesta de Fernando vida a todos y, sobre todo, ver a los niños
de los Ríos, que, desde el Ministerio de de extranjeros permanentes. Eso es lo que
Justicia, propuso que se concediera la na- más trabajo me cuesta aceptar” (P, 355).
cionalidad española a los judíos sefardíes En verano Gloria Giner daba “una hora de
del Protectorado Español en Marruecos27. clase a los niños [de Concha García Lorca]
Contrariamente a la exaltación de lo pro- de Historia de España, un día sí y otro no”
pio practicada por los nacionalistas, los (P, 380). Y Laura, en agosto de 1949, con-
exiliados no ocultaban los vicios y men- fesaba a su prima Ritama Troyano de los
guas de su patria, pero los denunciaban Ríos: “Parece que nuestra estancia aquí va
por patriotismo, para corregirlos y poder siendo indefinida y también queremos que
alcanzar la modernidad científica, política nuestra casa sea lo más nuestra posible,
y social propia de un Estado culto y progre- que las niñas estén rodeadas de España, si-
sista. Si no se analiza cómo el sentimiento quiera en casa” (P, 382).
La añoranza de la patria reposaba, ade-
patriótico era radicalmente democrático, e
más, en fuertes ligámenes vitales y senti-
incluía la conciencia de pertenencia a una
mentales que impulsaban a los exiliados a
tradición cultural e histórica propia, difícil-
recordar no sólo la pérdida de las libertades
mente se puede entender la tenacidad con
democráticas, sino también el expolio de lo
que personas que, sabiendo perdido cuanto íntimo y familiar: de los olores y sabores,
poseían en España, conservaron el espíritu del paisaje, de los lugares y objetos coti-
resistente y la esperanza de un retorno para dianos que aparecen en la escritura privada
reponer la democracia abolida. (correspondencia, diarios, memorias), don-
La evidencia de las dificultades no que- de adquieren, con su alto valor emotivo, el
bró la tenaz convicción de pertenencia de estatuto de categoría ideológica. El fascis-
unos exiliados que mantuvieron ese estatus mo arrebató a los exiliados hasta cosas tan
político y moral, porque nunca dejaron de mínimas como los churros de la churrería
proclamarse españoles. Laura de los Ríos, de la esquina. Que el correoso y distante
en 1948, ya casada con Francisco García Luis Cernuda se supiese de memoria El re-
Lorca, escribía desde Estados Unidos a la licario y lo recitase “a la perfección y con

27
Un Decreto del Gobierno de Azaña de 1933 recogía la iniciativa, que revocó Alejandro Lerroux cuando en
septiembre de ese año llegó al poder.
142

todo el sentimiento”, para enseñárselo a la


alumna de Middlebury que debía cantarlo
en la fiesta que preparaban para los profe-
sores, da idea de cuanto digo. Isabel García
Lorca que presenció la escena, cree que ese
cuplé “a Cernuda le gustaba muchísimo”
(todo en R, 236). El mismo Fernando de los
Ríos era un gran conocedor del flamenco y
del cante jondo, y en el exilio se lanzaba
por peteneras y tanguillos y explicaba sus
peculiaridades y distintos estilos. Carmen
de Zulueta lo recuerda cantando mientras
paseaban por las noches el perro: “Nun-
ca pensamos que el erudito profesor fuese
también erudito en el cante jondo de su tie-
rra”28. Es imposible calibrar con justicia lo
que el exilio supuso en la vida de sus pro-
tagonistas y valorar lo que significó, como
hecho político y como hecho de conciencia
–particular y colectiva–, si no se analiza y
valora la multiplicidad de carencias y de
sentimientos –coherentes unos, contradic-
torios otros, a veces lúcidamente resigna-
dos- de los desterrados. La rotunda afirma-
ción de Guillén, “El consuelo, nunca” (R,
175), condensa la orgullosa determinación
de rechazar tanto la integración como el
desaliento. Esa convergente actitud de re-
sistencias plurales explica que aún hoy se
pueda seguir hablando del exilio, no sólo
como un hecho histórico, sino como una
realidad ética, social y vital, mantenida en
los aún supervivientes y sus descendientes.

28
Compañeros de paseo, loc. cit., p. 122.
DOSSIER

143

Exiliados en Puerto Rico:


el caso de Alfredo Matilla
Jimeno «Por más que en el destierro los exiliados
hayan vivido soñando con el retorno, no por
eso han dejado de hacer suyo y de entregarse al
país que los acogió»
lara caride
Nicolás Sánchez Albornoz [Sánchez Albor-
Universidad de Puerto Rico-Recinto de Río noz, 1991: 167]
Piedras

Resumen: Alfredo Matilla Jimeno es quizás uno


Introducción
de los exiliados españoles en Puerto Rico menos En el extraordinario libro Sefa-
conocidos a pesar de ser uno de los más polifa- rad de Antonio Muñoz Molina publi-
céticos que ha tenido esta isla del Caribe. En este
artículo exploro la vida de este importante madri-
cado en el año 2001, el autor recorre las
leño a través del Archivo personal de la familia heridas abiertas que el siglo XX nos ha de-
Matilla y las entrevistas a sus familiares así como jado en el contexto de eventos traumáticos
a través de sus textos de crítica teatral y litera- de público conocimiento. A través de una
ria que publicó durante más de diez años y de las serie de historias ubicadas en contextos di-
Key Words: Spanish Exile, Puerto

aportaciones académicas de otros estudiosos e in-


ferentes, Muñoz Molina intenta acercarse
vestigadores.
a las rupturas interiores que dichos acon-
Abstract: Alfredo Matilla Jimeno is probably one tecimientos acarrearon para personas que
Rico, Alfredo Matilla.

the worst-known Spanish exiles in Puerto Rico, bien podríamos haber sido nosotros. En
although he was one of the most versatile ones in ese continuo explorar el exilio al que mu-
this Caribbean island. In this article the life of this chos se vieron abocados, Muñoz Molina
important Madrilenian personality is explored by escribe, entre otras muchas reflexiones, lo
means of Matilla’s family archive and interviews
to his relatives, as well as his texts on theatre and siguiente:
literary criticism which he published for more
than ten years and other scholars’ academic Eres el sentimiento del desarraigo y de la ex-
trañeza, de no estar del todo en ninguna parte,
Palabras clave: Exilio español, Puerto

contributions.
de no compartir las certidumbres de pertenen-
cia que en otros parecen tan naturales o tan
fáciles, la seguridad con que muchos de ellos
se acomodan o poseen, o se dejan acomodar o
Rico, Alfredo Matilla.

poseer, o dan por supuesta la firmeza del suelo


que pisan, la solidez de sus ideas, la duración
futura de sus vidas. Eres siempre un huésped
que no está seguro de haber sido invitado, un
inquilino que teme que lo expulsen, un extran-
jero al que le falta algún papel para regularizar
su situación. [Muñoz Molina, 2001: 453-454]
144

Esta descripción de sentimientos y sensa- do, entre otros factores, con el hecho de
ciones es una perfecta muestra de cómo se que muchos en España ya solo recuerdan
sienten aquellos que deben salir de su país que se perdió Cuba y Filipinas. Entonces,
para no saber si algún día podrán volver. ¿por qué una ponencia sobre Puerto Rico
Así debió de sentirse Alfredo Matilla Jime- en unas jornadas sobre el exilio español en
no, madrileño de corazón al que la Guerra los Estados Unidos?
Civil Española le despojó de su lugar y lo Como apunta Javier Malagón en su con-
llevó inicialmente a la República Domi- ferencia «Cómo recibió América al exilio
nicana de Leónidas Trujillo y, pocos años español» producto del congreso Cincuenta
después, a la isla de Puerto Rico. años de exilio español en Puerto Rico y el
A pesar de la gran cantidad de intelec- Caribe (1939-1989), Estados Unidos nunca
tuales y académicos que pasaron por Puer- reconoció como refugiados a los exiliados
to Rico o que incluso vivieron en la isla, españoles. Para Malagón, estos exiliados
Puerto Rico no ha tenido el papel prepon- tuvieron que pagar el precio de la política
derante que le debiera de corresponder en internacional que supuso la compra de ar-
la cuestión del exilio español en la isla. Con mas a la Unión Soviética y a México y que
esto no deseo afirmar que no se ha escrito desembocó en una manifiesta desconfianza
nada al respecto, ahí están los trabajos de por parte de los Estados Unidos hacia ellos
Consuelo Naranjo Orovio y las publicacio- [Malagón, 1991: 40]. Los que entraron a
nes también académicas que sus familiares, Estados Unidos, como él mismo indica, lo
Alfredo Matilla Rivas, hijo de Matilla Ji- hicieron a través de familiares ya instalados
meno, y Fernando Feliú, nieto del mismo, en el país, casándose o como profesores
han realizado en las últimas décadas. Pero de universidad o incluso de High School.
sí es importante señalar que el exilio espa- Los menos, consiguieron entrar como fun-
ñol en Puerto Rico es un campo del conoci- cionarios internacionales en las Naciones
miento al que le queda mucho por explorar Unidas después de 1945 o a través de otras
y que tiene mucho que aportar todavía. organizaciones. Para Puerto Rico, como
La invisibilidad de Puerto Rico en el pa- colonia de Estados Unidos, aplicaron las
norama no solo académico sino cultural mismas leyes rígidas en cuanto a inmigra-
fuera de la isla se hace patente en muchas ción. Todavía lo hacen a día hoy.
ocasiones. La más famosa es la constante Si bien el Estado Libre Asociado de
equivocación de la isla con el país de Costa Puerto Rico se gestó a inicios de los años
Rica. Según algunos, los de Puerto Rico no cincuenta, en concreto en 1952, la domi-
suelen estar en los congresos relacionados nación sobre la isla no ha cambiado sus-
con el famoso 1898, donde se perdieron tancialmente desde su paso de colonia es-
las consabidas colonias de Cuba, Puerto pañola a estadounidense. Entre algunas de
Rico y Filipinas. Quizá eso esté relaciona- sus características se puede señalar que la
DOSSIER

145

única moneda es el dólar, que la población Matilla García del Barrio, a manos del ga-
en Puerto Rico porta pasaporte estadouni- rrote vil.
dense y que eligen a un gobernador pero La Guerra Civil Española sorprende a
que, sin embargo, no pueden votar por el Matilla como profesor auxiliar de la Cá-
presidente, que para ellos no es otro que tedra de Derecho Internacional Privado en
Barack Obama en el momento de escribir la Universidad de Madrid tras haber cur-
estas líneas. Otro dato importante y menos sado sus estudios en jurisprudencia entre
conocido se refiera a las llamadas leyes de Madrid y La Haya. Durante la guerra, y a
cabotaje que obligan a que cualquier tran- pesar de no haber ejercido como tal, se le
sacción comercial deba pasar primero por adjudicó el rango de teniente para ingre-
Estados Unidos, esto es, que un producto sar en el ejército republicano [Feliú, 2011:
que sale de un país extranjero, como por
271]. Cómo llega a ocupar la jefatura de
ejemplo España, hacia Puerto Rico debe
relaciones con la Sociedad de Naciones del
pasar primero por Estados Unidos. Por
Ministerio de Estado y ser amigo personal
tanto, no se equivocan al pensar que los
precios en esta isla son considerablemente de Manuel Azaña es algo que le he pre-
altos. Muchos siguen considerando que, al guntado a la familia sin que hayan podido
menos en la misma teoría porque ya sabe- responderme a ciencia cierta. En cualquier
mos que en la práctica hay muchas otras, caso, la amistad se corrobora en una de las
Puerto Rico es en la actualidad la última cartas que Matilla guardaba en su archivo
colonia en el mundo. La mayor parte de remitida por el presidente de la República.
las características mencionadas ya definían En ella, Azaña se muestra agradecido por
a Puerto Rico cuando Alfredo Matilla llegó la felicitación en su tercer aniversario como
a la isla. Pero primero había arribado a la presidente electo de la República en medio
República Dominicana. Esta es su historia. de la guerra civil y se percibe el afecto que
guardaba hacia Matilla:
Alfredo Matilla, entre España y la Re-
pública Dominicana Comparto sus juicios sobre lo que pudo ha-
ber sido el régimen que ayudamos a implan-
Alfredo Matilla Jimeno nace en Madrid
tar. Y es muy posible que las lecciones vividas
en 1910 producto del matrimonio de Ma-
no dejen de ser provechosas algún día. Pero
ría Dolores Jimeno y Aurelio Matilla Gar- de cualquier modo deseche la creencia de que
cía del Barrio. Ella era maestra de escuela ha sido un atrevimiento conducirse como re-
y él un reconocido abogado que, bajo la publicano digno y honrado. En nosotros era
dictadura de Primo de Rivera, trabajó en una obligación. Ya que usted quiso serlo con-
el caso del Expreso de Andalucía como sidérelo como una satisfacción a la hora de las
abogado defensor de uno de los acusados, amarguras. [Naranjo Orovio y Puig-Samper,
quien terminó, a pesar de los esfuerzos de 2009: 91]
146

Meses antes de terminar la guerra se lúa que es la única alternativa posible ante
traslada al pequeño pueblo pirenaico de la demora de otros trámites mencionados
Vernet les Bains. Como así lo indica la co- y en varias cartas pregunta a distintas per-
rrespondencia de Matilla, este y su fami- sonas cómo son las cosas allí, qué puede
lia se hospedaron en dos hoteles, el hotel esperar y cómo debe manejarse, si bien no
Portugal y el hotel Ibrahim, donde recibían recibe mucha información en este sentido.
cartas diariamente de familiares y amigos Por una de sus cartas, sabemos que Matilla
así como del S.E.R.E., en orden de buscar informa de que si hubiera partido de Fran-
un país que los acogiera. cia, podrían encontrarlo en la calle Colón,
Repasando su archivo, son múltiples las número 11, en el hotel América de Ciudad
cartas en las que Alfredo Matilla solicita Trujillo (la actual Santo Domingo), procu-
las ayudas económicas del S.E.R.E., que de rando por él y/o por Enrique Darnell.
hecho le aprueban con carácter retroactivo, Entre finales de 1939 o principios de
así como los trámites realizados para salir 1940 llega a la República Dominicana. En
de Francia a algún país de América Latina Santo Domingo, es nombrado profesor en
o Europa. En este sentido, son varias las la Escuela de Derecho Diplomático y Con-
misivas en su intento de poder viajar a Mé- sular, de la que llegó a ser director técni-
xico, pero, como le indican, México no se co. Fue también delegado en la Repúbli-
hacía cargo del transporte y en ese momen- ca Dominicana de la Unión de Profesores
to ya no estaba admitiendo más exiliados. Universitarios Españoles en el Extranjero
Hay cartas desde Inglaterra afirmando que y profesor de historia de la Música en el
la Society for the Protection of the Science Conservatorio Nacional dominicano [Na-
and Learning puede que llegue a admitir ranjo Orovio y Puig-Samper, 2009: 91]. En
profesores españoles y en la que le solicitan 1940, el grupo de exiliados en la República
un fundamentado curriculum vitae; hay Dominicana debió asistir a un desfile como
otra de Suecia en el mismo sentido e inclu- muestra de gratitud hacia el Generalísimo,
so otra más de Chile firmada por el mismo el otro Generalísimo del otro lado del At-
Pablo Neruda en la que el poeta le escribe lántico. Firmado entre otros por Javier Ma-
que hará todo lo que pueda por trasladarlo lagón, Vicente Llorens o Aurelio Matilla
a su país. Por tanto, Matilla removió cielo padre e hijo, también aparece suscrito por
y tierra buscando una alternativa de vida Alfredo Matilla la siguiente declaración:
en otro país. Sería la República Dominica-
No olvidan los republicanos españoles que
na de Leónidas Trujillo la que le tendería la ha sido el Generalísimo Trujillo el hombre que,
mano pero, definitivamente, no era este el durante la Guerra Civil Española, y después
lugar que él buscaba debido a la dictadura de ella, levantó su voz a favor, primero, de los
impuesta en el país. De hecho, Matilla eva- huérfanos y, después y ahora, de los exilados.
DOSSIER

147

Por ello consideran que no pueden estar ausen- contrado su cuerpo. En el archivo hay una
tes en una manifestación pública de adhesión a considerable correspondencia entre ellos.
la persona que, reciente triunfo diplomático, ha Una anécdota que me cuenta la hija de Ma-
hecho merecer un homenaje nacional como va
a ser la «MARCHA DE LA VICTORIA». Sin
tilla en nuestras múltiples conversaciones
distinción de matices, como españoles acogidos es que su madre siempre bromeaba en rela-
a la generosidad de esta República, invitamos a ción con el nacimiento de Mari Loli, pues
nuestros compatriotas a concurrir al grandioso fue Galíndez el primero que llegó al hos-
desfile, para hacer públicamente demostración pital ya que Matilla, como se imaginarán
de los que, cada cual, en privado, siente y reve- después de la cantidad de cargos que tenía,
rencia hacia la figura señera del Generalísimo
estaba en esos momentos dando una con-
Dr. Rafael Leónidas Trujillo Molina, Benefac-
tor de la Patria. Ciudad Trujillo, 15 de Octubre ferencia. Como así cuentan sus familiares,
del 1940. [Naranjo Orovio, 2010: 146-147 y la muerte de Galíndez en 1956 consumió a
Archivo de la familia Matilla] Matilla en una profunda pena.

Como imaginan, vivir en República Do- Alfredo Matilla y su llegada Puerto


minicana después de haber huido del régi- Rico
men de Francisco Franco no era del agra- En Puerto Rico la Guerra Civil Española
do de los exiliados españoles, que salían se vivió de igual forma entre dos bandos.
de una dictadura para meterse en otra. En La mayor parte de los intelectuales defen-
1942, el gobierno de Trujillo acusó a va- dieron el gobierno legítimo de la Repúbli-
rios exiliados españoles de haber sido los ca mientras que, sobre todo comerciantes
organizadores de una importante huelga y empresarios, se decantaron por el bando
de trabajadores azucareros en La Romana, franquista. En este sentido, es importante
por lo que muchos empezaron a sondear señalar las actividades de Falange Españo-
nuevas posibilidades de futuro. Según Con- la que tuvieron lugar tanto en el Viejo San
suelo Naranjo, Matilla «fue un destacado Juan como en la Casa de España. De he-
miembro de la masonería, organización cho, todos los exiliados republicanos tuvie-
que en todo momento socorrió a su fami- ron vetada su entrada a dicha institución
lia en el exilio facilitándoles su salida de la hasta la muerte de Franco en 1975.
República Dominicana y el visado para su Para la década de los cuarenta, Puerto
entrada e instalación en Puerto Rico» [Na- Rico se encontraba en la afirmación de
ranjo Orovio y Puig-Samper, 2009: 91]. un proceso identitario de un país donde
Es importante destacar la gran amistad el español prevalecía sobre el inglés y en
que tuvieron tanto Alfredo como Aurelio el que la mayoría de las clases universita-
Matilla con Jesús Galíndez, cuyo final es rias se impartían en el idioma oficial de los
bien conocido aunque nunca se haya en- Estados Unidos. La llegada de un nutrido
148

grupo de españoles exiliados reforzó este el mar de Puerto Rico para su destacada
proceso de construcción de una identidad obra El contemplado y está precisamente
puertorriqueña que ya había comenza- enterrado en el cementerio del Viejo San
do en la isla, exiliados que representaban Juan, al lado del mar que le robó algunos
valores culturales compartidos y que eran de sus versos más emotivos.
parte de la incomodidad creciente que su- La presencia de estos intelectuales de la
ponía la presencia de Estados Unidos en la que alguna vez había sido la Madre Pa-
isla. Este ámbito cultural iba de la mano tria no significaba que en Puerto Rico no
del sector político, representado en la figu- existiera un importante sector social igual
ra de Luis Muñoz Marín, quien en 1949 o mejor formado que los españoles exilia-
se convirtió en el primer gobernador puer- dos. Así lo indica Jaime Benítez citando las
torriqueño electo por los isleños. A pesar
impresiones de Francisco Ayala al llegar a
de ello, Iris Zavala señala una realidad in-
Puerto Rico:
equívoca, la de que de esta forma «se crea
(…) la gran aporía (…) de una identidad En modo alguno esperaba yo, cuando me
cultural sin autonomía política» [Zavala, incorporé a la Universidad de Puerto Rico,
2011: 193]. En definitiva, es en este con- encontrar en ella –pese al chocante contraste,
texto histórico que debe entenderse la in- grotesco a veces, de penosos desniveles propios
fluencia de este sector intelectual que llegó de una institución que se transforma y crece–
a Puerto Rico en los años cuarenta. Como un foco tan encendido, entusiasta y estimulante
de actividades culturales como el que allí ardía.
apunta Fernando Feliú, «el núcleo de refu-
Por supuesto, parte sustancial de ellas era el
giados españoles que llegó a Puerto Rico
resultado de la presencia más o menos perma-
representó una estructura de apoyo con la nente de los notables «extranjeros» reclutados
que muchos puertorriqueños, en particular por Benítez para enseñar en sus aulas; pero su
a aquellos pertenecientes a la generación actuación no hubiera tenido el afecto que tuvo
del 30, se identificaron» [Feliú, 2011: 279], de no haber existido ya en la isla un ambiente
ya que estos representaban los valores de propicio, un interés despierto y, en suma, una
hispanidad que muchos intelectuales puer- minoría culta muy distinguida, de cuya calidad
torriqueños reivindicaban ante la injeren- bastarán unos cuantos nombres para dar tes-
cia e influencia estadounidense en la isla. timonio. Los de poetas como Luis Palés Ma-
tos, Julia de Burgos o Matos Paoli; prosistas
De esta forma, por Puerto Rico pasaron
como Tomás Blanco, Emilio Belaval o Gustavo
Carlos y Juan Marichal, Cipriano de Ri- Agrait; críticos y promotores culturales como
vas Cherif, Segundo Serrano Poncela, José Nilita Vientos, más o menos directamente vin-
Vázquez «Compostela», Francisco Ayala y culados a la tarea docente académica, permiten
Pedro Salinas, entre muchos otros. Salinas, aquilatar la valía de ese núcleo originario. [Be-
conocido internacionalmente, se inspiró en nítez, 1992: 66]
DOSSIER

149

De esta forma, Alfredo Matilla llega a ciedad puertorriqueña acusaron la presen-


Puerto Rico inicialmente en el año 1940, cia de estos como una amenaza. En parte,
el mismo de su llegada a República Do- dicha impresión estaba justificada, pues
minicana, para ofrecer unas conferencias estos españoles venían a cubrir unos pues-
sobre teatro universitario en el Ateneo de tos de trabajo para los que en ocasiones se
San Juan, invitado por Jaime Benítez. No les exigía menos requisitos de acceso que
obstante, no será hasta 1946 que la fami- a los mismos puertorriqueños. Un caso
lia Matilla se traslade definitivamente a la controvertido y del que da cuenta su nieto
llamada Isla del Encanto o de Borinquen, Fernando Feliú le sucedió al propio Ma-
pero sin Aurelio Matilla padre, fallecido y tilla al verse enfrascado en la disputa con
enterrado en Santo Domingo en 1942 has- dos intelectuales puertorriqueños, Emilio
ta hoy. Belaval y Nilita Vientos Gastón, al consi-
Hablar del exilio español en Puerto Rico derar estos que Matilla, en su faceta de crí-
es hablar inevitablemente de la figura de tico, era demasiado injusto con los artistas
Jaime Benítez, que era doctor por la uni- puertorriqueños, de modo que quisieron
versidad de Chicago, discípulo de Ortega y impedir que el exiliado español participase
Gasset y afecto al Partido Popular Demo- como miembro del Comité de Publicidad
crático y a la figura de Luis Muñoz Marín, del Quinto Congreso Interamericano de
gobernador de Puerto Rico entre 1940 a Municipalidades [Feliú, 2011: 295-296].
1964 y artífice del Estado Libre Asociado. Esta anécdota apunta a que las desavenen-
Al ser nombrado rector de la Universidad cias también fueron parte de las relaciones
de Puerto Rico en 1943, su posición le per- entre académicos españoles y puertorri-
mitió reclutar a exiliados españoles para queños, y rompe la imagen que pervive en
que fuesen profesores de la universidad y, Puerto Rico de que la llegada del exilio es-
de esta forma, nutrirla de académicos e in- pañol no generó ningún conflicto.
telectuales de envergadura a los que brin- Una vez en San Juan, Matilla es contra-
daba el imprescindible contrato de traba- tado por la universidad como catedrático
jo para ser admitidos en el país. El mismo de Ciencias Políticas. Posteriormente, será
Benítez llegó a afirmar que «al igual que también profesor de Historia de la Música
la mayor parte de la intelectualidad puer- en el Conservatorio de Puerto Rico. Pero
torriqueña, me sentía en profunda solida- no contento con eso, tendrá además otros
ridad con aquellos españoles del éxodo y cargos propios de los intelectuales que dis-
del llanto» [Benítez, 1991: 62]. Si bien es frutan del abanico de posibilidades que
cierto que la llegada de los españoles fue en ofrece la cultura. Así, Matilla será Director
general bien recibida, no es menos cierto de Actividades Culturales de la Universidad
que ciertos sectores intelectuales de la so- de Puerto Rico, Consultor Técnico del Fes-
150

tival Casals desde su fundación hasta 1977, que luego se marchó a Chile (…), También
cofundador de la Ópera de Puerto Rico y recuerdo bien a García Madrid, que era un
Gran Orador de la Gran Logia Masóni- psiquiatra (…)» [Naranjo Orovio, Luque,
ca de Puerto Rico [Feliú, 2011: 275-276]. Albert Robatto 2011: 386-387].
Pero sobre todo, Matilla será conocido por
la crítica musical y teatral que escribía para Matilla como crítico teatral y de música
el reconocido periódico El Mundo, llegan- Alfredo Matilla fue un hombre prolífico
do a sobrepasar las mil reseñas en poco donde los haya. Además de sus obligacio-
más de una década. Gran parte de ellas se nes como profesor universitario, cultivó un
encuentran en los dos tomos recopilados sentido cultural profundo con el que quiso
por su hijo, Alfredo Matilla Rivas, bajo los contagiar a la sociedad puertorriqueña de
títulos de De teatro y De música. la época. Esta percepción le llevó a traba-
Durante su estancia en la isla, Alfre- jar textos habituales tanto de teatro como
do Matilla seguirá comprometido con la de música y lo consolidó como uno, sino
República. En este sentido, pertenecerá a el más importante, crítico de música y de
la Asociación Pro Democracia Española, teatro en la isla. Desde su llegada a Puerto
agrupación creada por los puertorrique- Rico, Matilla se quejaba constantemente
ños Ramón Lavandero y Tomás Blanco en de la poca disposición puertorriqueña para
1942, impartirá charlas y conferencias so- el teatro o la música, señalando en reitera-
bre la guerra y sus consecuencias, y ayuda- das ocasiones el poco público que disfruta-
ba de las extraordinarias obras de teatro y
rá a muchos de sus compatriotas exiliados.
los excelentes eventos musicales programa-
De hecho, la mayor parte de los exiliados
dos. A pesar de ello, y como señala Matilla
que llegaron a la isla pasaron por la casa de
Rivas en el prólogo de De teatro, «No em-
Alfredo Matilla. La esposa de Matilla siem-
pecé esta marcada dejadez, el residente del
pre afirmaba, según su hija María Dolores Área Metropolitana tuvo la ocasión –de al-
Matilla: «Si a mí me dieran cinco centavos gún modo aprovechada– de crear una cul-
por todos los cafés que he puesto a todos tura teatral viva, sobre todo ante compa-
los exiliados que viven aquí, estaría rica». ñías que causaron furor en el país durante
La misma María Dolores Matilla afirma en largas temporadas, como las de Alejandro
la entrevista que le realizó Consuelo Na- Ulloa, Carlos Lemos y Mercedes Prendes,
ranjo que «era, como yo decía, el “hotel”, por ejemplo, que incluía a los grandes au-
porque en realidad todos o casi todos los tores del teatro clásico español y europeo
exiliados se quedaron en casa (…). Yo re- amén de una buena parte de la producción
cuerdo haber visto muchas veces a Serrano dramática del siglo veinte» [Matilla Rivas,
Poncela en mi casa; he visto a Pepe Medina, 1993: 6].
DOSSIER

151

Ya durante su primer contacto en la isla francamente buena. Mantiene un ritmo


en 1940, Matilla había percibido la can- poético de un fervor romántico creciente,
tidad de posibilidades que el país podía tratado con elementos de teatro nuevo, y
ofrecer en el ámbito teatral. Estas posibili- desarrollado de menor a mayor» [Matilla
dades, unidas al exilio de importantes per- Rivas, 1993: 302] así como la representa-
sonalidades del mundo de la dramaturgia, ción teatral de Los Justos de Albert Camus,
fueron fundamentales en la evolución del en la que subraya que «los muchachos ha-
teatro puertorriqueño. Por un lado, el es- blan con sonora claridad: se ha perdido esa
pañol Cipriano de Rivas Cherif dirigió el habitual y monótona impostación de la voz
Teatro Experimental del Ateneo, mientras y ese tono lamentoso y trémulo que aún
que el canario Carlos Marichal es conocido padecemos en los programas de televisión»
como el padre de la escenografía en la isla [Matilla Rivas, 1993: 293], ambas produ-
y en reconocimiento a su labor, el Centro cidas en 1958. Menos suerte corrieron Ve-
de Bellas Artes de Santurce del área metro- jigantes, del puertorriqueño Francico Arri-
politana le tiene dedicada una sala desde ví, en la que el dramaturgo puertorriqueño
hace varios años. Por otro lado, destaca la narra el discrimen sufrido por la población
figura del austríaco Ludwig Shajowicz, que negra del barrio de Loíza en Puerto Rico
da nombre hoy al Seminario de Filosofía a través de su personaje principal, Marta,
de la Universidad de Puerto Rico-Recinto quien negará su origen para favorecer a su
de Río Piedras, quien inspiró la creación hija. El concepto Vegijantes, según el autor,
del llamado Teatro Universitario. Este es el hace referencia a la negación identitaria del
momento, asimismo, de grandes dramatur- puertorriqueño por las consecuencias que
gos puertorriqueños como René Marqués, pueda tener afirmar su procedencia. Vegi-
Victoria Espinosa o Luis Rafael Sánchez. jantes fue duramente criticada por Mati-
Las críticas teatrales de Alfredo Matilla lla, quien le dedica las siguientes palabras
se publicaron entre los años 1946 a 1960. diciendo que «siempre me ha pesado un
Recogen no solo el panorama teatral en tanto el fardo lloriqueante y lastimero de
Puerto Rico sino que dan cuenta de las ex- muchos escritores puertorriqueños, al in-
periencias de su autor para que sus escritos sistir en el reiterado sonsonete de “nuestra
gocen de un mayor dinamismo y agilidad, pobre islita”. Abunda demasiado el cariz
como manifiestan las críticas relativas a la deprimente en la pintura del medio. Tal
producción teatral de Federico García Lor- vez los últimos doce años no me autorizan
ca a las que luego me referiré. Críticas po- para adentrarme en los pliegues espiritua-
sitivas recibirán la famosa obra de teatro les de una generación –que, por otra parte,
Los soles truncos del puertorriqueño René también es la mía– pero Puerto Rico, le-
Marqués, a la que califica como una «obra vantándose día a día en una personalidad
152

consciente y destructiva, está ya muy lejos, no importa. Lo cierto es que nos lo mataron
a mi juicio, del llanto pesimista que se ob- y que el crimen es aún más grave cuando se
piensa en cómo era él. Fusilar a un niño no
serva todavía en algunos» [Matilla Rivas,
hubiera sido peor. Porque además de quitar la
1993: 300]. vida alevosamente a un hombre bueno y con
Una de las críticas más emotivas se rela- una personalidad infantil, se privó al mundo de
ciona con la famosa La casa de Bernarda habla española de uno de los más grandes poe-
Alba de Federico García Lorca, a la que tas que hemos tenido. En la tremenda injusticia
Matilla califica como «un latigazo en las española, Federico ha pasado a ser un símbo-
lo colectivo. Pero para algunos de nosotros es,
fibras del alma dolorida» [Matilla Rivas,
además, un dolor implacable. No se nos puede
1993: 67]. En este sentido, Matilla se la- pedir el olvido. Lo más que se nos puede exi-
menta en ella del asesinato prematuro del gir es que no alimentemos raíces de venganza.
autor español, al que cuenta conoció per- [Matilla Rivas, 1993: 67].
sonalmente y al que recuerda recitar parte
de lo que sería La casa de Bernarda Alba Las heridas abiertas del exilio forzado se
en la Cervecería de Correos. «Ninguno cuelan en sus escritos mostrando un dolor
podíamos pensar que esa era la última vez que, a pesar de los años, sobrevive. La fuer-
que nos reuníamos para escuchar a aquel za de sus palabras así lo demuestra.
niño grande leernos (Federico leía bastante No menos significativa fue la producción
mal sus obras) lo que escribía» [Matilla Ri- de críticas musicales. En esta ocasión, Ma-
vas, 1993: 66]. Presenciar la obra de Lorca tilla ya había comenzado a escribir crítica
significa para Matilla recordar los motivos sobre música en España, en concreto en
que le llevaron a hacer su vida en Puerto La Correspondencia Militar y El Heraldo
Rico y no en España, además de recalcar de Madrid. Gracias a la recopilación de
la cantidad de víctimas mortales que la sus reseñas en De música, el lector puede
guerra civil se cobró en tres largos años. apreciar que estas críticas a las actividades
Los sentimientos de Matilla se perciben a musicales nacionales e internacionales que
flor de piel en esta crítica fechada el 1 de pasaban por la isla fueron una introduc-
octubre de 1950, cuando la decepción que ción aguda y perspicaz para provecho de
supuso el fin de la Segunda Guerra Mun- la población de la isla que no contaba en
dial al no significar el término de la dicta- aquel momento con críticos musicales de
dura franquista sino que, por el contrario, envergadura. Al estas ser publicadas en el
la afianzó. En este orden de cosas, en este periódico, el alcance de estas intensas crí-
mismo texto, Matilla advierte que ticas podían llegar a una vasta parte de la
población de la isla. Como indica Alfredo
Una de las primeras víctimas de la locura Matilla Rivas, compilador e hijo de nuestro
fue Federico García Lorca. Lo anecdótico ya exiliado, en el prólogo de De música, «este
DOSSIER

153

cuerpo de trabajo representa el esfuerzo Por su afilada opinión pasaron las figu-
más sobresaliente –en realidad único por ras más importantes de la música en Puerto
su continuidad y proyección– de la crítica Rico como el reconocido violinista puerto-
artística en Puerto Rico» [Matilla Rivas, rriqueño Jaime «Kachiro» Figueroa o Je-
1992: 17]. Las reseñas escritas por Matilla sús María Sanromá, considerado uno de
iban desde óperas a ballets, pasando por los mejores pianistas del siglo pasado. En
zarzuelas y recitales. En su archivo se pue- el plano internacional, Matilla dedicó al-
den ver decenas de fotografías de aquellos gunas de sus reseñas al violinista italo-esta-
que visitaron la universidad y le dedicaron dounidense Ruggiero Ricci o a la bailarina
una instantánea. de ballet cubana Alicia Alonso. Reducidas
Matilla tenía muy claro en qué consistía menciones para la cantidad de artistas que
la naturaleza del crítico y así lo expone en pasaron por Puerto Rico entre los más de
“Esencia y valor de la crítica musical I”, diez años que Matilla se mantuvo como
publicada el 22 de septiembre de 1946, es crítico musical, en concreto desde 1946 a
decir, recién llegado a Puerto Rico. Y lo se- 1959.
ñala de la siguiente forma: Pero además de la información estric-
tamente musical de estos textos, gracias a
La labor del crítico exige un margen de com- sus artículos se comprende mejor la rea-
presión del hecho social que motiva y justifica lidad social y cultural de Puerto Rico así
su existencia. Esa comprensión debe comen- como su propia experiencia como exiliado
zar por el crítico mismo, al analizar el alcance español. En este sentido, y como no podía
de su misión. En primer lugar, todo el que se ser de otra manera dedicado al arte de la
decida a seguir el camino complejo de la crí-
música, Matilla se hace eco, en la década
tica debe arrostrar la convicción de que va a
resultar antipático. Y esa antipatía será tanto de los cincuenta, de la posibilidad de la lle-
mayor, cuanto más se perturbe, con la libertad gada de Pablo Casals a la isla y, más tarde,
de juicio que requiere su tarea y la severidad de su definitiva estancia a partir de 1955.
derivada de la responsabilidad del trabajo, la Matilla recuerda a Casals en su setenta y
placidez del medio social y artístico donde se cinco aniversario, el 29 de diciembre de
desenvuelve (…) La antipatía del plano crítico 1951, en “Pablo Casals, El monumento a
reside en la obligación de decir que, a veces, la dignidad”. Ya en 1951, Matilla señala
no todo está bien, cuando otros lo creen. Es
a Casals no solo como uno de los mejores
difícil convencer a estos de que el crítico tiene
razón –y en ocasiones puede no tenerla plena-
músicos españoles del momento, sino como
mente- pero la efectividad del crítico proviene «el primer violoncelista de todos los tiem-
de su libertad expresiva, dando por sentado sus pos» [Matilla Rivas, 1992: 307]. Además,
previas condiciones de conocimiento. [Matilla Matilla cuenta de forma personal cómo
Rivas, 1992: 64] tuvo la posibilidad de presenciar el famo-
154

so concierto ofrecido en Barcelona por el convirtieron en grandes amigos en el plano


maestro catalán meses antes de finalizar la personal, como documenta la cantidad de
contienda española. En palabras de Mati- fotografías de ambos en el Archivo de la
lla, «la última vez que escuché el “cello” de familia Matilla. Esta amistad traspasará la
Pablo Casals fue en el Liceo de Barcelona, íntima simpatía hacia el plano laboral. En
unos meses antes de terminar la guerra ci- este sentido, Matilla será un entusiasta co-
vil. Haydn y Dvorak fueron las obras que laborador del famoso Festival Casals, que
tocó, en un concierto dedicado a los huér- comenzó allá por el año 1957 y que todavía
fanos de tanta insensatez. Fue esa la última se celebra anualmente en la actualidad en
oportunidad de escucharle y también la úl- Puerto Rico, muestra inequívoca de la gran
tima vez que hablé con el presidente Aza- influencia que han tenido los exiliados es-
ña, que ya llevaba en el rostro la palidez de pañoles en esta isla del Caribe. La impronta
cera que acreditaba su profecía: “Cuando de la celebración del Festival Casals en su
todo termine, el corazón de vuestro Presi- inauguración la suscribe Matilla en “El año
dente se romperá antes que los demás”» musical”. Los artistas visitantes recalcaron
[Matilla Rivas, 1992: 306]. Si bien esta fue el gran año que supuso 1957 para la vida
la última vez que creyó que lo escucharía, musical puertorriqueña y el Festival Casals
de igual forma la «última» vez que lo vio fue el gran evento del año. Según Matilla,
fue ya en Francia, sin saber Matilla que el «el Festival Casals fue, no solo el aconteci-
destino jugaría a su favor con la llegada miento más grande del año musical, sino el
del músico a Puerto Rico en 1955. De esta acontecimiento más importante en la vida
forma, el 10 de diciembre de 1955 escribe musical en Puerto Rico y posiblemente el
«Presencia de Pablo Casals» en el que da la más trascendental de toda la visa musical
bienvenida al maestro al país. Quién le iba del Continente, considerado en su totalidad
a decir al maestro que la patria de su madre artística» [Matilla Rivas, 1992: 568].
se convertiría en su último refugio ante los Como si esta actividad no fuera suficien-
avatares del siglo XX. Matilla lo recoge así: te en el plano cultural, Matilla también,
«Pablo Casals prometió un día a su madre, tendrá un programa de radio sobre música,
puertorriqueña, no abandonar el mundo, además de hablar de otros temas como la
que conquistó con su arte, sin visitar la tie- dictadura de Franco y su experiencia en el
rra que ella añoraba y que le hacía evocar a exilio.
su lado en la dulce tarea de la maternidad.
El poeta Alfredo Matilla Jimeno
Y Pablo Casals cumple la promesa, entre
otras cosas porque no ha habido prome- Una de las facetas menos conocidas de
sa que Casals no haya cumplido» [Mati- Matilla y que cultivó durante su vida en
lla Rivas, 1992: 462]. Matilla y Casals se Puerto Rico fue la poesía. La serie de poe-
DOSSIER

155

mas hallados en su archivo personal no cer», «Yo no soy español, «Autorretrato de


han sido publicados hasta el momento. La una ventana», «Tarde», «Nike», «Presen-
serie se compone de diez poemas en los que cia», «Dudas» y «La palma asesinada»1.
Matilla revela su parte más personal y su En «Se me ha muerto un paisaje», Mati-
sensibilidad ante las consecuencias irrepa- lla alude a las interferencias que el tiempo
rables del exilio. La misma sensación que ha supuesto en el recuerdo de los paisajes
describe Muñoz Molina con la que iniciaba de España:
este escrito, ese desarraigo de sentir que no Pido un paisaje a la memoria
perteneces y que no estás donde debes es-
y me devuelve,
tar, se percibe en la poesía de Matilla con
breve,
una calidad y fuerza extraordinarias. Una
una colección sórdida
de las características del drama del exiliado
de tarjetas postales, en blanco y negro,
se refiere a la constante búsqueda de raíces
que lo una a lugares comunes así como la sin color, sin cristales,
exaltación del recuerdo de aquello que de- sin alma
jaron atrás. Los que consiguen regresar a ni dolor.
España, tanto los que lo hace con Franco
Matilla afirma en la crítica ya mencio-
aún en el poder como los que vuelven tras nada, «Pablo Casals. El monumento a la
la muerte del dictador en 1975, confron- dignidad», que: «Y yo sabía que la vida
tan la profunda decepción producida por estaba aquí y hacia aquí vine» [Matilla Ri-
el paso del tiempo al no poder reconocer vas, 1992: 307]. Que el futuro se represen-
sus recuerdos en los mismos lugares donde tara en el calor del Caribe no sería óbice
sucedieron. De igual forma, ciertas memo- para sentirse «fuera de lugar», a pesar de
rias se vuelven borrosas con el transcurso que como sus familiares afirman, Mati-
de los años y muchos echan de menos los lla fue todo lo feliz que pudo haber sido
olores, colores y paisajes de aquellas ciu- dentro de los márgenes obligados del exi-
dades donde vivían su rutina diaria. Todas lio. Y como mencionaba al inicio de estas
estas sensaciones se perfilan en la poesía líneas, cada exiliado se entregó en cuerpo
de Matilla en cada uno de los títulos que y alma al país que lo acogió, con la grati-
componen su poesía: «Trópico», «Se me ha tud inmensa de ser recibidos fuera de las
muerto un paisaje», «Cuando vuelva a na- desgracias que asolaron a España, no solo

1
Sirva este pie de nota para agradecer a Fernando Feliú la reproducción de los poemas de Alfredo Matilla así
como las aportaciones de su artículo «”Se me ha perdido un paisaje”: El Archivo de Alfredo Matilla o los relatos del
exilio» (El eterno retorno: exiliados republicanos españoles en Puerto Rico, Aranjuez, Doce Calles, [2011], pp. 267-
302), texto fundamental para la elaboración en este artículo.
156

durante la guerra sino también durante la Española y del franquismo. Una muestra
represión franquista, en todo su apogeo en más del calvario interior en el que se de-
los años cuarenta. Rescato un fragmento batían aquellos españoles que buscaban el
de «Autorretrato en una ventana», donde equilibrio entre el doloroso pasado, el des-
de forma elocuente describe ese «fuera de asosegado presente y el incierto futuro de
lugar» mencionado: saber si podrían volver a su patria perdida.

Nacieron nuevas vidas y otras se me murieron; Apuntes finales


pisé tierras amigas y respiré otras casas
y existí: si existir es saberse extranjero La vasta producción cultural de Alfre-
con la raíz al aire y huérfano de nada… do Matilla es más que evidente. Su vida en
Puerto Rico, a grandes rasgos, fue tranqui-
Por último, el poema «Dudas» es un des- la y muy productiva. Matilla se naciona-
garrador relato en el que el autor se pre- lizará estadounidense con los años, no así
gunta qué crueles razones pueden existir su esposa Dolores, que entendía que no
para privar a un ciudadano de su propio era necesario mientras él la tuviera. Menos
espacio. Estos versos representan con toda los exiliados José Vázquez, Compostela, y
nitidez los sentimientos de soledad, nostal- Carlos Marichal, el resto se nacionaliza-
gia e incluso dolor que le produjo el exilio. ron en algún momento. En cualquier caso,
Parte de los versos más expresivos y con- Matilla nunca volvió a España mientras
movedores de «Dudas», dicen así: Franco estuvo en el poder. Su esposa sí lo
haría y, de hecho, moriría en Santander en
¿por qué me diste a España
la década del sesenta. Alfredo Matilla no
para luego quitármela? acudirá al entierro.
¿Por qué me diste el aire
Un obstinado Matilla, a pesar de la nos-
y el olor de los montes
y los pueblos talgia, no regresó a España hasta la muerte
que anudan por las calles de Francisco Franco en 1975, por lo que
todos los horizontes? su exilio se ve interrumpido solo tras vein-
¿Por qué? ticinco largos años. No sé si Matilla es,
¿Por qué queda mi vida como dice Fernando Feliú, un elefante que
temblando en mi memoria vuelve a morir donde ha nacido, pero la
entre surcos
realidad es que Alfredo Matilla muere en
de tierra envejecida
y ya enferma de Historia? 1977 de un ataque al corazón en la misma
calle en la que nació. Tampoco sé si prede-
En definitiva, estos poemas componen cía el futuro, pero la realidad también es
una significativa aportación al drama del que la noche en que murió le dijo a Fernan-
exilio español producto de la Guerra Civil do: «mírame bien porque esta es la última
DOSSIER

157

vez que me vas a ver» [Feliú, 2011.268]. BIBLIOGRAFÍA


Matilla descansa en Madrid por esas co-
sas del destino que, pareciera, se burla de Archivo Alfredo Matilla Jimeno (familia Matilla), Río
nosotros. En cualquier caso, seguramente Piedras, Puerto Rico.
es «dentro de todo» el final feliz que le hu- Benítez, Jaime, «La Universidad de Puerto Rico
biera gustado. y el exilio español», en Cincuenta años de exi-
Este trabajo ha pretendido ser un acer- lio español en Puerto Rico y el Caribe (1939-
1989), A Coruña, Ediciós do Castro, 1991, pp.
camiento a la figura de Alfredo Matilla Ji- 61-68.
meno a través de su vida en Puerto Rico.
Como afirmaba al comienzo, la impor- Feliú, Fernando, «“Se me ha perdido un paisa-
je”: El Archivo de Alfredo Matilla o los relatos
tancia del exilio republicano en Puerto del exilio», en Consuelo Naranjo Orovio, María
Rico ha sido más grande de lo que quizá Dolores Luque, y Matilde Albert Robatto (eds.),
se muestra en congresos y publicaciones, El eterno retorno: exiliados republicanos espa-
y Matilla es solo un ejemplo. Todavía hoy ñoles en Puerto Rico, Aranjuez, Doce Calles,
muchos recuerdan la figura y el gran aporte 2011, pp. 267-302.
de Alfredo Matilla y de otros exiliados a la Malagón, Javier, «Cómo recibió América al exilio
Universidad de Puerto Rico. Como le co- español», en Cincuenta años de exilio español
mentara Fernando Agrait, el antiguo rector en Puerto Rico y el Caribe (1939-1989), A Co-
de la Universidad de Puerto Rico, a Ma- ruña, Ediciós do Castro, 1991, pp. 33-45.
ría Dolores Matilla, hija de Adolfo Matilla Matilla Rivas, Alfredo, De música, Río Piedras,
Rivas: «Mira Mari Loli, yo necesito otra Editorial de la Universidad de Puerto Rico,
guerra civil española para que esta univer- 1992, 639 pp.
sidad se me nutra otra vez de toda aquella Matilla Rivas, Alfredo, De teatro, San Juan, Institu-
gente tan extraordinaria que tuvimos, para to Cultura Puertorriqueña, 1993, 327 pp.
que vuelva a brillar esta universidad como Muñoz Molina, Antonio, Sefarad, Madrid, Alfagua-
brilló entonces» [Naranjo Orovio, Luque, ra, 2001.
Albert Robatto, 2011: 395]. Creo que esta Naranjo Orovio, Consuelo y Miguel Ángel
frase resume una historia completa. Puig-Samper, «De isla en isla. Los republicanos
españoles exiliados en República Dominicana,
Puerto Rico y Cuba», Arbor, Ciencia, Pensa-
miento y Cultura, 735 (enero-febrero 2009), pp.
87-112.
Naranjo Orovio, Consuelo, «Las redes de un exi-
lio errante: republicanos españoles en Santo
Domingo, Puerto Rico y Cuba», en Reina Ro-
sario Fernández (coord.). El exilio republicano
español en la sociedad dominicana: seminario
158

internacional, Santo Domingo, Comisión Per-


manente de Efemérides Patrias, 2010, pp.131-
160.
Naranjo Orovio, Consuelo, María Dolores Luque y
Matilde Albert Robatto (eds.), El eterno retor-
no: exiliados republicanos españoles en Puerto
Rico, Aranjuez, Doce Calles, 2011.
Sánchez Albornoz, Nicolás, «Los dos exilios», en
Cincuenta años de exilio español en Puerto
Rico y el Caribe (1939-1989), A Coruña, Edi-
ciós do Castro, 1991, pp. 163-167.
V.V. A.A., Cincuenta años de exilio español en
Puerto Rico y el Caribe (1939-1989), A Coruña,
Ediciós do Castro, 1991.
Zavala, Iris, «El exilio español y la imaginación cul-
tural», en Cincuenta años de exilio español en
Puerto Rico y el Caribe (1939-1989), A Coruña,
Ediciós do Castro, 1991, pp. 187-196.
DOSSIER

159

Exilio e Hispanismo
Norteamericano:
Cuatro paradigmas de the development of culture and knowledge inside
Spain), the anti-Hispanist paradigm (a critique of
interpretación1 the exiles’ Hispanism from, among others, U.S.
Latin Americanism) and the geopolitical paradigm
(which understands the exiles’ Hispanism within
sebastiaan faber
a Cold-War framework). After considering these
oberlin college four paradigms and their limitations, I consider
the possibility of a fifth paradigm that might
transcend them.

Prólogo personal
Resumen: Aunque el legado del exilio republica-
no español en el hispanismo estadounidense se ha Como holandés nacido en Áms-
leído y valorado de formas muy diferentes, cabe terdam en 1969 pero educado parcial-
identificar cuatro grandes paradigmas de interpre- mente en Estados Unidos, el legado del
Key Words: Exile, Hispanism, United

tación: el paradigma arqueológico-memorialístico exilio republicano me pilla muy de cerca.


States, Cold War, Latin American

(en que predominan las narraciones biográficas y Dos de mis profesores del doctorado en la
relaciones interpersonales), la visión desde España
Universidad de California en Davis, el me-
(que valora al exilio por lo que pudo o no pudo
dievalista Samuel Armistead y el latinoa-
Studies, Iberian Studies.

contribuir al desarrollo de la cultura y el conoci-


miento en el “interior”), el paradigma anti-hispa- mericanista Hugo Verani, fueron alumnos
nista (una crítica del hispanismo de los exiliados de Américo Castro y Vicente Llorens en
formulada por entre otros, el latinoamericanismo Princeton y de Antonio Sánchez-Barbudo
en Estados Unidos) y el geopolítico (que lee el en Wisconsin. Armistead, de hecho, pasó
hispanismo exílico en función de la Guerra Fría). nada menos que una década con Castro:
Después de considerar estos cuatro paradigmas y
sus limitaciones, se plantea la posibilidad de un
bajo su dirección realizó la licenciatura, la
quinto que las trascienda. maestría y el doctorado. Salió de la expe-
riencia un converso: el contagio de la pa-
Palabras clave: exilio, hispanismo, Estados

Abstract: Even though the legacy of Spanish sión castrista le marcaría de por vida. No
Latinoamericanos, Estudios Ibéricos

Republican Exile in North American Hispanism ardía menos cuando yo le tuve como maes-
has been read and valued in very different tro, cuarenta años después, entre 1995 y
Unidos, Guerra Fría, Estudios

ways, it is possible to identify four overarching 1999. En un breve artículo de esa misma
interpretative paradigms: the archeological-
memorialist paradigm (in which biographical
época, Sam recordaba cómo don Américo
narrations and interpersonal relations prevail), vivía en un estado casi continuo de exal-
the vision from Spain (which values exile based tación, enfado y frustración: “¡Que no me
on what it was or wasn’t able to contribute to entienden!” —gritaba— “¡Que no me van

1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio republicano
de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
160

a entender!” Comparto lo que dejó escrito años 20 y se había jubilado en los sesenta.
el viejo Sam, que murió hace solo dos años: ¿Cómo conocía a Aub? Me puse en contac-
to con el hijo de Paul, el también hispanista
Estudiar con Américo Castro era una expe- Douglass Rogers, quien me reveló que Ro-
riencia incalculablemente gratificante, inten- gers había pasado parte de la Guerra Civil
samente interesante y ocasionalmente abru-
madora. Era un maestro que electrificaba,
en España y que después se había hecho
consistentemente dinámico e inspirador. Una y íntimo amigo de un grupo de exiliados es-
otra vez, uno salía de sus seminarios —al cabo pañoles en México: no sólo Aub, sino Bu-
de tres horas de aprendizaje intenso— total- ñuel, Mantecón, Juan Vicens, Constancia
mente convencido de la vital importancia de lo de la Mora e Ignacio Hidalgo de Cisneros.
que decía, totalmente convencido de que todos Estas amistades le servían de compañía a
los que estudiábamos con él estábamos partici-
Rogers cuando visitaba México, cosa que
pando activamente en una tarea colaborativa
crucial, una misión por reinterpretar y refor- hacía a menudo y por largos períodos. Y es
mular los orígenes de la cultura española.2 que Estados Unidos se le hacía pequeño. A
partir de los años 40, sabía que estaba vigi-
En 1999 conseguí un trabajo en Oberlin, lado por el FBI. (Pude conseguir una copia
uno de los miles de colleges pequeños que de su expediente, son casi mil páginas que
salpican el país y que sólo tienen estudian- cubren 25 años de seguimiento por agentes
tes de grado. El primer año, vagando un día e informantes.) Como era lógico, no se sen-
por un rincón de estantes viejos y polvoro- tía cómodo expresando sus ideas políticas
sos de la biblioteca universitaria, me topé en su propio país. Aunque parece que nun-
con una importante colección de primeras ca militó en el Partido Comunista de Esta-
ediciones de Max Aub. Hacía años que na- dos Unidos (CPUSA), con toda seguridad
die las había sacado. Y en vez de guardarse fue compañero de viaje. El FBI sospechaba
en las colecciones especiales, donde por su que hacía de mensajero entre los PCs de
valor deberían estar, seguían en los estan- España, México y Estados Unidos pero no
tes corrientes. Abrí un volumen al azar y pudo probar nada concreto.
vi que estaba dedicado, por el propio Max, Ahora bien, si Aub y compañía le daban
a un tal Paul. No tardé mucho en descu- la bienvenida en México, Rogers a su vez
brir que se trataba de mi predecesor, Paul servía de puente para sus amigos exiliados.
Patrick Rogers, un hispanista que había Así, fue gracias a Rogers que, a finales de
llegado a Oberlin College a finales de los los cuarenta, llegó a Oberlin College como

2
Samuel G. Armistead, “Américo Castro in the United States (1937-1969)”, Hispania, vol. 80:2 (mayo 1997),
pp. 271-274, p. 272.
DOSSIER

161

profesor visitante Augusto Centeno, com- ser significativas. Demuestran que, incluso
pañero de cuarto de Buñuel en la Residen- para alguien de mi generación, es imposi-
cia de Estudiantes. (En 1952, Centeno pasó ble moverse por las universidades y colle-
a asumir una jefatura de departamento en ges norteamericanos sin toparse constante-
Connecticut College, vía Middlebury, don- mente con las huellas del exilio republicano
de su hermano Juan dirigía la escuela de español. Pero si su impacto sobre el hispa-
verano.) Un año después, en el otoño de nismo en Estados Unidos —en Filología
1953, bajó del tren en la estación de Ober- tanto como en Historia— es indudable, lo
lin un chico fornido de dieciocho años, que sigue suponiendo un desafío, e incluso
de ojos saltones y ganas de provocar, que un tema de disputa, es cómo comprender,
había pasado su adolescencia en la Ciu- interpretar o valorar ese impacto. Así, por
dad de México pero que hablaba un inglés ejemplo, una corriente influyente en Esta-
americano nativo porque de niño se había dos Unidos, de la que yo también formo
escolarizado en Estados Unidos. Se hacía parte, suele identificar al exilio intelectual
llamar John, se dedicaba al fútbol america- en EEUU con un “hispanismo” entendido
no y estaba decidido a realizar una carre- en sentido negativo como ideología y prác-
ra de Literatura Inglesa. Sus apellidos, sin tica intelectual marcada por actitudes más
embargo, eran Buñuel Rucar. Juan Luis — bien coloniales, anti-teóricas e impresionis-
que así se llamaba de verdad el hijo mayor tas. Y hemos identificado la crítica y supe-
de Luis y Jeanne— se había presentado al ración de ese legado como condición indis-
Oberlin College por una recomendación de pensable para un avance en lo que ahora
Rogers. Le admitieron y se licenció cuatro llamamos estudios culturales, ibéricos o
años después, en 1957. Un año antes, en trasatlánticos —campos que se niegan a
el 56, se había recibido en el mismo Co- privilegiar alta sobre baja cultura, el caste-
llege Xavier Pi-Sunyer, sobrino segundo de llano sobre los otros idiomas peninsulares
Carles Pi-Sunyer, cuya familia también se o lo español sobre lo latinoamericano.
había exiliado a México y después pasado Antes de entrar en el porqué de esa críti-
a EEUU. Y finalmente fue gracias a Rogers ca en el contexto de las luchas instituciona-
que, en el año 1949-1950, la hija mayor les dentro de las universidades norteameri-
de Max Aub pasó un año en este pueblo, canas, sin embargo, quizás sea útil repasar
trabajando de asistente en las clases de brevemente las diferentes formas en que se
Francés. Curiosamente fue en Oberlin que ha “leído” el legado del exilio republica-
María Luisa Aub conoció al economista in- no en el hispanismo estadounidense. Me
glés Neil Falkner, con que se casaría en el parece que cabe identificar, grosso modo,
verano del 51. cuatro paradigmas. Después de considerar
Son anécdotas, claro, pero no dejan de esos paradigmas terminaré con un puñado
162

de preguntas pendientes que puedan servir lo estuvieron los propios exiliados; en Los
de base para un diálogo. Ángeles o San Francisco no tiene la misma
presencia que en Nueva York, en Boston,
El paradigma arqueológico-memoria- en el Medio Oeste o en el Sur. Un ejemplo
lístico reciente lo constituye el libro ¿Por qué Es-
El primer paradigma es en cierto sentido paña? Memorias del hispanismo estadou-
el que me ha servido para abrir este texto. nidense, editado por Anna Caballé y Ran-
Considera al hispanismo desde y dentro del dolph Pope, que reúne las autobiografías
marco norteamericano; lo componen las intelectuales de 21 hispanistas en Estados
memorias de discípulos, las biografías, las Unidos, y en que los maestros republica-
leyendas, las necrológicas, los homenajes y nos tampoco están ausentes.3 Bajo el mis-
anecdotarios. Ha sido, en verdad, el para- mo paradigma cabe clasificar el simposio
digma dominante en la bibliografía sobre “Exiliados, constructores y visionarios.
el tema. Y dado que predominan en él los Wellesley en español: 125 años de Siner-
enfoques personales, biográficos y auto- gia” que se celebró en el College del mis-
biográficos, destacan por tanto también los mo nombre —por donde pasaron, entre
elementos afectivos: amores y odios, agra- otros, Jorge Guillén y Pedro Salinas— en
decimientos, añoranzas, nostalgias y algún el año 2000, plasmado dos años después
ajuste de cuentas. No hay que olvidar que en el libro Wellesley, recuerdo ileso.4 Otro
forman parte de este mismo paradigma las ejemplo es la sección que dedicó a media
muchas huellas físicas y materiales del exi- docena de exiliados españoles en Estados
lio: lieux de mémoire que incluyen salones Unidos la revista Hispania en 1997; o el li-
nombrados, bustos y fotos, hasta archivos bro de homenaje a Américo Castro que sa-
y bibliotecas enteras. lió en 1988.5 Ya hemos visto algo del texto
Ahora bien, este paradigma arqueológi- sobre Américo Castro de mi maestro Sam
co-memorialístico no ofrece necesariamen- Armistead; cabe citar un par de ejemplos
te un relato unificador o coherente sobre más. Así, el galdosista John Kronik escribía
el exilio. Es tan disperso y diverso como sobre Sánchez Barbudo:

3
Así, Harriet Turner recuerda con mucho cariño a Sánchez-Barbudo, que le dirigió la tesis doctoral. Harriet
Turner, “Habitada por palabras”, en ¿Por qué España? Memorias del hispanismo estadounidense, ed. Anna Caballé
Masforroll y Randolph D. Pope, Madrid, Galaxia Gutenberg, 2014, pp. 599-624, p. 612.
4
Elena Gascón Vera y Carlos Ramos (eds.), Wellesley, recuerdo ileso: Una celebración de lo hispano en el 125
aniversario. Lleida: Milenio, 2002.
5
Ronald E. Surtz, Jaime Ferrán y Daniel P. Testa (eds.), Américo Castro: The Impact of His Thought: Essays to
Mark the Centenary of His Birth, Madison, Wisconsin, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1988.
DOSSIER

163

Como era activo en momento en que los inteligencia con tanta intensidad en otra perso-
críticos, especialmente en el campo hispánico, na. Cada clase era una muestra prodigiosa de
aún no estaban impulsados o tentados a com- la máquina de pensar: daba la impresión de ver
prometerse con ninguna aproximación rígida- cómo arrancaba el movimiento de las ruede-
mente teórica, Sánchez Barbudo se inclinaba citas, cómo se encadenaban unas con otras, y
hacia la temática y estilística, al mismo tiempo cómo echaban fuera instantáneamente la idea.
que se nutría de la experiencia biográfica del (…) A las alumnas nos infundía miedo. Había
autor y enfatizaba la relación entre literatura y quien salía de la clase con lágrimas en los ojos,
pensamiento.6 hablaba de suicidarse o —en mi caso— de de-
jar la universidad para siempre. Un miedo casi
Kronik también señalaba que, más que pánico, que no desapareció con graduarse. (Ci-
plijauskaité 280-81).7
su producción erudita, su impacto mayor
fue como maestro: fue, dice, una presencia Estelle Irizarry, que estudió en Rutgers
encantadora y pintoresca, un “humanista con Francisco Ayala, afirma que el sociólo-
liberal consumado” que no se preocupaba go tampoco era nada fácil:
demasiado por interferir en el trabajo de
sus doctorandos. Vaya un profesor exigente: primera semana
En el mismo número de Hispania, Biru- El sentimiento trágico de la vida de Unamuno,
té Ciplijauskaité recuerda a José Ferrater bien leído, y sobre él, un ensayo de comenta-
rio. Otra: La Segunda antolojía de Juan Ramón
Mora, al que tuvo como maestro en el Co-
Jiménez entera en una semana. Aún conservo
llege para mujeres de Bryn Mawr: el libro con los apuntes al margen para cada
uno de los poemas como prueba de esa asidua
Eran proverbiales su seriedad y lo exigente lectura. ¡Pues había que leerlo todo, no fuéra-
que era. Un encuentro con él era una experien- mos a quedarnos mal con “el profesor” de tan
cia sin palabras: su mirada parecía escrutar lúcida inteligencia que ojalá nos contagiara con
cada palabra que salía de la boca del interlo- ella! (Irizarry 284)8
cutor, analizarlo en vuelo, y con un pequeño
“clic” aceptar o rechazarla. Frente a él no había
Para Andrew Debicki, gran crítico de
modo de esconder la ignorancia bajo palabras:
pedía esencias, no retórica. Nunca en mi vida poesía española que tuvo a Concha Zardo-
me he sentido tan incapaz, tan sumamente ton- ya como maestra, lo que aportaron los exi-
ta como cuando hablaba con él. Por otra parte, liados fue una aproximación que fue más
nunca he visto casi plásticamente funcionar la alla de la “descriptiva y temática” que pre-

6
John Kronik, “Antonio Sánchez Barbudo”, Hispania, vol. 80: 2 (mayo 1997), pp. 277-279.
7
Biruté Ciplijauskaité, “’Sacar de ti tu mejor tu’: un escorzo de Jose Ferrater Mora”, Hispania, vol. 80:2 (mayo
1997), pp. 280-282.
8
Estelle Irizarry, “Francisco Ayala, mi maestro aún”, Hispania, vol. 80:2 (mayo 1997), pp. 283-286.
164

dominaba en los años 50, al combinar su torno institucional de la universidad. Su re-


gran conocimiento de fondo, “las destrezas lación con sus alumnos norteamericanos se
de la estilística española y la comprensión basaba en una distancia impuesta no solo
analítica aprendida en los Estados Unidos” por el factor de intimidación propia de la
(Debicki 287).9 erudición y la inteligencia sino también por
El texto más interesante de esta cierta otredad cultural que les daba un aire
colección quizá sea el de Roberta Johnson enigmático.
sobre José Rubia Barcia. Como joven
arabista y comunista que era, Barcia tuvo El exilio visto desde España
serios problemas con las autoridades Si el primer paradigma tiene una foca-
norteamericanas, aunque en la práctica lización claramente norteamericana, el se-
escondió esa parte de su vida ante sus gundo contempla al exilio hispanista desde
alumnos universitarios. Johnson recuerda España, tanto durante los años del fran-
el “compromiso apasionado” con obras quismo como después. Como es sabido, en
literarias que se enseñaban: “La clase era términos más generales el tema de los con-
teatro intelectual; el rigor y el drama se tactos entre los intelectuales del exilio y los
combinaban para grabar el intercambio del “interior” es objeto de alguna contro-
de ideas de la tarde, indeleblemente, en la versia. Es aquí obligatorio citar el libro de
memoria de los estudiantes”. Al mismo Jordi Gracia, A la intemperie (2010), que
tiempo, confiesa que Barcia era “un enfáticamente aboga por ver el legado inte-
misterio”: “distante y formal, aunque cálido lectual del exilio como parte de la cultura
y atento”, que nunca hablaba de los años española, y además evaluarlo en base a su
del macartismo, cuando fue encarcelado y aportación a la democratización cultural y
estuvo a punto de ser deportado.10 política desde el interior.11 Como he indi-
Como evidencian estos ejemplos, el pa- cado en otra ocasión, no estoy del todo de
radigma arqueológico-memorialístico, en- acuerdo con la valoración de Gracia. Me
carnado en los recuerdos de ex discípulos, parece que, al interesarse sobre todo en la
combina la autorreflexión disciplinaria con aportación del exilio republicano al desa-
una indudable dimensión afectiva-perso- rrollo de la cultura española dentro de Es-
nal. También llama la atención el estatus paña, acaba perdiendo de vista lo que tiene
de maestros que tuvieron —y quizás exigie- la cultura del exilio de valor en un sentido
ron— los intelectuales exiliados en el en- más general, o independientemente de su
9
Andrew P. Debicki, “Concha Zardoya”, Hispania, vol.80:2 (mayo 1997), pp. 287-289.
10
Roberta Johnson, “José Rubia Barcia: Ethical Humanist”, Hispania, vol.80:2 (mayo 1997), pp. 290-292.
11
Jordi Gracia, A la intemperie. Exilio y cultura en España, Barcelona, Anagrama, 2010.
DOSSIER

165

vinculación o repercusión españolas. Me venido practicando en la España democrá-


parece que Gracia casi acaba por plantear tica? Aquí entramos en el campo del que
que el valor de la cultura del exilio se redu- se ha ocupado a fondo Fernando Larraz,
ce a lo que pudo aportar al desarrollo de arguyendo que la Transición no supuso
una cultura democrática en España. Lo que precisamente una ruptura con los relatos
sí deja claro Gracia es que la cultura del maestros disciplinarios establecidos duran-
exilio aportó más bien poco, tanto durante te los años de Franco, cuando la historia
la dictadura como en los años de la Tran- de la literatura “se sembró … de inercias
sición. Para Gracia, esa falta de aportación y tópicos, envenenándola y haciendo que
es simplemente una realidad histórica que hoy resulte cada vez más imprescindible un
hay que asumir, producto del desfase entre trabajo de deconstrucción”.13
exilio e interior, así como de las dinámicas Ahora bien, la imagen del exilio como
políticas y culturales entre la comunidad un conjunto desfasado en relación a la Es-
intelectual exiliada. Para otros críticos, paña “del interior” (anacrónico, preso del
como Mari Paz Balibrea, ese déficit, más pasado, obcecadamente nostálgico, etc.) es
que ser una simple realidad histórica asu- reversible. Hay los que, como lo hace Gre-
mible, es de lamentar y ayuda a explicar gorio Morán en El cura y los mandarines,
ciertas deficiencias de la cultura española arguyen que, si hubo el desfase, se produjo
postfranquista.12 Lejos de asumirlo como en el interior: al fin y al cabo, eran los in-
dado, Balibrea aboga por que se revisite el telectuales condenados a trabajar en la Es-
legado del exilio con el fin de regenerar la paña franquista los que habían perdido el
cultura y la democracia españolas. contacto con la modernidad occidental.14
¿Hasta qué punto este desfase se da en el Como escribí en otro lugar, Morán cita a la
caso más específico del hispanismo exilia- escritora estadounidense Mary McCarthy,
do en Estados Unidos? ¿Cuál es la presen- quien pasa por Madrid en 1963 como invi-
cia de ese exilio hispanista en la genealogía tada a un congreso literario. En su epistola-
de la Filología Española tal y como se ha rio se encuentra una carta de aquellos días

12
Mari Paz Balibrea, Tiempo de exilio. Una mirada crítica a la modernidad española desde el pensamiento
republicano en el exilio. Barcelona, Montesinos, 2007.
13
Fernando Larraz, El monopolio de la palabra. El exilio intelectual en la España franquista, Madrid, Biblioteca
Nueva, 2009, p. 15; en otro lugar, afirma que, por ejemplo, “la obra historiográfica de Sanz Villanueva (1972, 1974,
1994) se ha caracterizado por restringir a la literatura del exilio a un lugar muy secundario respecto de la literatura
del interior, cumpliendo en casi todas la misma retórica y metodología para referirse al exilio”. Fernando Larraz, “El
lugar de la narrativa del exilio en la literatura española”, Iberoamericana, vol. XII, 47 (2012), pp. 101-113, p. 110.
14
Gregorio Morán, El cura y los mandarines (Historia no oficial del bosque de los letrados). Cultura y política en
España. 1962-1996, Madrid, Akal, 2014.
166

dirigida a su íntima amiga Hannah Arendt: tual. Cabe citar aquí a la misma Mari Paz
“Es muy divertido y a la vez triste”, escri- Balibrea, que llega a California en 1990
be McCarthy; “Algunos jóvenes eran muy para hacer su doctorado en la Universidad
simpáticos, conmovedores y provincianos. de California en San Diego (ver su apor-
[…] La única literatura extranjera que co- tación a este número). Veinte años antes,
nocían era la francesa, aunque algunos Francisco Caudet tuvo una experiencia pa-
habían oído hablar del neorrealismo italia- recida. Cuando, en los setenta, tiene por fin
no”. “Fuera del tonillo desdeñoso de vie- la oportunidad de pasar por Estados Uni-
ja dama rigorista” —señala Morán—, “lo dos, se encuentra con un mundo intelectual
cierto es que la visión de Mary McCarthy inesperado e inesperadamente rico. En un
tenía algo de exacta. Su mundo intelectual interesante texto autobiográfico de 2009
y el del plenario de la joven inteligencia crí- explica que al terminar la licenciatura en
tica española estaban a millas”. La novelis- España, a finales de los sesenta, se sentía
ta, escribe Morán, se quedó “literalmente totalmente “asfixiado”. En California, en
traspuesta al serle traducida la ponencia cambio, se topa con Rafael Pérez de la De-
de Castellet, penosa en su simplicidad”. A hesa, quien un día le lleva a casa de Mon-
Morán el texto de Castellet le produce ver- tesinos:
güenza ajena: “se nos aparece […] como
Rafael Pérez de la Dehesa me hizo el impa-
una radiografía del escaso substrato, la pe- gable regalo, no fue el único, de llevarme una
dantería y el despiste en el que se movían lluviosa tarde de octubre de 1970 a casa de
los futuros mandarines de la cultura espa- José F. Montesinos, en las afueras de Berkeley.
ñola”.15  (…) Para alguien que había tenido en toda la
La idea de que el anacronismo, el des- carrera solamente dos clases de literatura espa-
ñola y el mismo profesor, Joaquín de Entram-
fase histórico e intelectual, se daba no en basaguas –¡Viva Franco!, ¡Arriba España!…–,
el exilio sino precisamente en el interior, aquella lluviosa tarde fue como un festín.16
se convierte en tema recurrente en los tes-
timonios de españoles que, entre los años Poco tiempo después, Caudet conoce a
60 y 90, salen de España para entrar en —y llega a trabajar con— Sánchez-Barbu-
contacto con la realidad del exilio intelec- do, en Wisconsin, y Arturo Serrano-Plaja

15
Sebastiaan Faber, "¡Todos mediocres! Crítica e inclemencia en España. El caso Gregorio Morán", FronteraD (24
de sept de 2015), http://www.fronterad.com/?q=%C2%A1todos-mediocres-critica-e-inclemencia-en-espana-ca-
so-gregorio-moran.
16
Francisco Caudet, “El azar y la necesidad”, en Contra el olvido: el exilio español en Estados Unidos, ed.
Sebastiaan Faber y Cristina Martínez-Carazo, Alcalá de Henares, Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos,
Universidad de Alcalá, 2009, pp. 207-222, p. 211.
DOSSIER

167

en Santa Bárbara y habían sido activos en agendas no coincidían plenamente con las
Hora de España y el Congreso de Escri- de los eruditos españoles; los que, por re-
tores del 37; son contactos cruciales para gla general, experimentaron el hispanismo
Caudet y que darán pie a varias décadas y de los exiliados como altanera imposición
media docena de libros sobre la cultura de imperial. Se trata de los latinoamericanistas
los años treinta y el exilio republicano. y otros que no compartían la visión caste-
Este segundo paradigma, en suma, re- llano-céntrica que predominaba entre los
conoce el impacto relativamente limitado exiliados.
del hispanismo del exilio sobre el estudio Como es sabido, en los departamentos
de la literatura española en los años de la de español en EEUU se libra desde
dictadura y después, aunque interpreta esa hace casi ochenta años una lucha entre
falta de impacto en claves diferentes. Al- latinoamericanistas y los llamados
gunos privilegian el desarrollo de una cul- “peninsularistas”. Recordemos que el
tura intelectual “democrática” en el inte- campo de los estudios latinoamericanos
rior, independiente de gran parte del exilio; se empieza a establecer en Estados Unidos
otros asocian la desconexión entre ambos en los años treinta y cuarenta del siglo
mundos como señal del anacronismo y de pasado, en parte como consecuencia de la
la pobreza del tratamiento universitario de política del Buen Vecino, de inspiración
las literaturas peninsulares y sus historias panamericanista, y la Segunda Guerra
en España. Mundial.17 Aunque se trata de un campo
interdisciplinario con una presencia mayor
El paradigma antihispanista
en Historia, Antropología, Ciencias
Si en los primeros dos paradigmas se Políticas y Sociología, también manifiesta
enfatizan aspectos relativamente positivos un claro auge en los departamentos de
del hispanismo exiliado —como maestros y lengua y literatura españolas. La primera
pedagogos, desfasados con España o no—, asociación que se dedica exclusivamente a
el tercer paradigma produce una imagen los estudios literarios latinoamericanos se
bastante más áspera y crítica. Se trata de funda en 1938: es el Instituto de Literatura
la perspectiva personal de algunos de los Iberoamericana (IILI), que publica la
colegas más cercanos a los exiliados: aque- Revista Iberoamericana. En el momento de
llos compañeros de departamento cuyas su creación, ambas tienen un claro sesgo

17
Sebastiaan Faber, “Economies of Prestige: The Place of Iberian Studies in the American University”, Hispanic
Research Journal 9.1 (2008): 7-32; Mark T, Berger, Berger, Mark T. “Civilising the South: The US Rise to Hegemony
in the Americas and the Roots of ‘Latin American Studies’ 1898-1945”, Bulletin of Latin American Research 12:1
(1993): 1-48.
168

panamericanista.18 Si, hasta ese momento, poco o nada tienen que ver con los de los
lo común en los campos filológicos había exiliados españoles. Como consecuencia,
sido no considerar la producción cultural hay en la universidad norteamericana
latinoamericana, o sólo considerarla como toda una serie de contramemorias del
una derivación menor de la española, el exilio hispanista en que los catedráticos
IILI afirmaba por primera vez la autonomía españoles en Estados Unidos emergen como
de esa producción y de las disciplinas personajes reaccionarios, arrogantes de
que la estudiaran. Ahora bien, en la perspectiva tradicional y estrecha. Es una
lucha por la independencia intelectual y visión cuyo legado persiste hoy y que sigue
disciplinaria, los que se dedican a la cultura condicionando en muchos departamentos
latinoamericana se topan, por regla general, las relaciones entre los que se especializan
con el desinterés y la incomprensión de en lo latinoamericano y los que se dedican
gran parte de los hispanistas españoles, a lo español.
que se resisten a la legitimación del estudio Curiosamente, hay un eco de la expe-
de la cultura y literatura latinoamericanas riencia de los latinoamericanistas en la
en pie de igualdad.19 El conflicto se biografía de algunos universitarios nacidos
intensifica en los años 60 y 70 con la en España que acaban en Estados Unidos.
llegada de otro contingente de intelectuales El mejor ejemplo quizá sea Joan Ramon
exiliados, esta vez del Sur, sobre todo de Resina. Así como Caudet, Resina llega a
Cuba, Argentina, Chile y Uruguay, cuyos Berkeley desde España en los años 70; y,
intereses literarios, filosóficos y políticos como Caudet, pretende escapar de lo que

18
Sebastiaan Faber, “’La hora ha llegado’: Hispanism, Pan-Americanism, and the Hope of Spanish/American
Glory (1938-1948)”. Ideologies of Hispanism . Ed. Mabel Moraña. Nashville: Vanderbilt UP, 2005. 62-104.
19
En uno de los primeros números de la Revista Iberoamericana, Américo Castro publica un artículo en que
aboga por un acercamiento y un aprendizaje mutuo entre la América hispana y la anglosajona en que no puede por
menos de reivindicar la empresa colonial española: “Hay que decir a México, en efecto, que en tanto que no sienta
de veras que a Hernán Cortés debe el haber salido de la sanguinaria e inerte vida precortesiana, México carecerá
del esencial equilibrio que tanto necesita. Las repúblicas hispanas con gran contingente de indios parecen obedecer
a una consigna tácita, pues en prosa y verso retóricos reclaman por suya la raza precolombina, o la posterior a su
independencia. ¿Vale detenerse ante tamaño error? Cuando se contemplan las ciudades mexicanas, las instituciones
de cultura del pasado, los libros, su originalidad literaria, se queda uno absorto, sin comprender la ceguera de quienes
intentan suprimir trescientos años de hispanidad, a reserva de utilizar el contenido de vida superior que hay en ellos”.
Ese mismo año, en conferencia inaugural en Princeton, se había expresado en el mismo sentido, arguyendo que
España había dado “lo mejor de sí” en el “esfuerzo creador” de la Conquista”, “México, Perú, Colombia y las Antillas
no eran colonias sino más bien extensiones del territorio nacional enriquecidas con una rara generosidad artística e
ideal”; Américo Castro, The Meaning of Spanish Civilization: The Inaugural Lecture of Américo Castro, Emory L. Ford
Professor of Spanish in Princeton University, Princeton, N.J, Princeton University, 1941, pp. 25-27.
DOSSIER

169

experimenta como una sensación de asfixia tados Unidos, desarrollar una visión tan lú-
intelectual en España. Pero si Caudet en- cida como crítica de la historia institucional
cuentra simpatía y sintonía en California, del hispanismo en Estados Unidos (y, por
la experiencia de Resina es muy distinta. cierto, de la Filología Española en Espa-
En la fascinante autobiografía intelectual ña).21 Es Resina, también, junto con perso-
incluida en el libro de Anna Caballé y Ran- nas como John Beverley, Noam Chomsky y
dolph Pope mencionado arriba, Resina Richard Ohmann, el que ha ayudado a es-
describe el tremendo chasco que se lleva tablecer lo que propongo aquí como cuarto
al conocer al exilio hispanista en Estados paradigma: la visión del hispanismo exilia-
Unidos: do dentro de un marco geopolítico y de his-
Hasta ese momento había pensado que un toria institucional universitaria en Estados
hispanista era alguien capaz de comunicar un Unidos durante los años de la Guerra Fría.
conocimiento acerca de la historia y la cultu- Este cuarto paradigma parte de media do-
ra de la totalidad de la península ibérica. Pero cena de elementos clave del contexto his-
cuando entré en contacto con los expertos en tórico que vale la pena describir en detalle.
aquella universidad para mí mítica [de Ber-
keley], descubrí que compartían los prejuicios
Primero, las normas migratorias de Es-
y limitaciones de sus colegas en España, for- tados Unidos condicionan quién puede
mados bajo el franquismo. En el templo de la entrar al país y quién no. Esto hace que
libertad de expresión, me topé con la misma los exiliados de perfil política más radi-
negación de la diversidad lingüística y literaria cal, los militantes, acaben en otros países,
de la península que ya me era familiar en Espa-
sobre todo México, mientras que los más
ña; era como si uno de los ministros de Franco
hubiera planeado la especialidad de español en moderados y liberales son admitidos a Es-
América. Ningún profesor mencionó jamás la tados Unidos. Segundo, la dinámica de la
existencia de diversas tradiciones literarias.20 Guerra Fría —que en realidad comienza
a finales de los años 30; recordemos que
El paradigma geopolítico el House Un-American Activities Commi-
A Resina, esta experiencia temprana de ttee (HUAC) se funda en 1938— tuvo un
desencuentro con el hispanismo de los exi- impacto crucial en la naturaleza y la evo-
liados republicanos le ha permitido, a lo lución de la universidad norteamericana,
largo de una larga y exitosa carrera en Es- incluidos los estudios humanísticos. Por un

20
Joan Ramon Resina, “Ausente del hispanismo”, en ¿Por qué España? Memorias del hispanismo estadouniden-
se, ed. Anna Caballé Masforroll y Randolph D. Pope, op. cit., 2014, pp. 551-597, p. 568.
21
Visión que me ha servido a mí en mi trabajo sobre el impacto de la Guerra Civil en esa historia, en Anglo-
American Hispanists and the Spanish Civil War: Hispanophilia, Commitment, and Discipline, New York, Palgrave
Macmillan, 2008. 
170

lado, los estudios humanísticos en EEUU tura” que postula el texto literario como
se benefician, como todos los campos, de objeto privilegiado de la mirada académi-
la enorme expansión de la universidad nor- ca, una mirada formalista interesada más
teamericana después de la Guerra Mun- en las dinámicas internas del texto que con
dial. Por otro, es el momento cuando las su contexto biográfico, histórico, social o
disciplinas humanísticas se profesionali- político. En este ambiente, la actividad po-
zan. Ahora bien —este es el tercer punto—, lítica se llega a ver como impropia de un
esa profesionalización, bajo la influencia experto de lengua y literatura —“to be a
de escuelas como el New Criticism, implica professional”, recuerda Ohmann, “was to
también una desvinculación de los estudios be nonpartisan, to abstain from historical
de lengua y literatura de la vida política. agency. Practitioners of literary studies, like
Los estudios literarios del momento, lidera- those in all fields, should stay within their
dos por los departamentos de Ingles —ar- own area of expertise”— y por si había al-
guye Ohmann— se caracterizaban por una guna duda al respecto, quedaba eliminada
oposición a las tendencias dominantes de por las sanciones profesionales que, en los
la cultura norteamericana —materialismo, años del macartismo, cercenaban carreras
consumismo, militarismo— pero nunca lle- universitarias por todo el país.24 En suma,
garon a politizarse de verdad.22 Al contra- concluye Ohmann, las Humanidades en los
rio, la profesionalización de las humanida- años de la Guerra Fría hicieron lo posible
des se caracterizaba por un énfasis creciente por eliminar la política del estudio de la
sobre la disciplinariedad (es decir, la espe- cultura. Las filologías, escribe, se quedaron
cialización) y la institucionalidad (es decir, “with our moral critique of bourgeois so-
la socialización profesional), y el deseo de ciety from the standpoint of culture, while
legitimar el estudio de lenguas y literaturas excising culture from bourgeois society, se-
como disciplinas tan rigurosas como las de vering it from its real historical and social
las ciencias naturales y sociales.23 Lo que relations, and exempting it from historical
llega a predominar en estos momentos, se- critique”.25
gún Ohmann, es una “ideología de la cul- Así llegamos al cuarto elemento de esta

22
Richard Ohmann, “English and the Cold War”, en The Cold War and the University: Toward an Intellectual His-
tory of the Postwar Years, ed. André Schiffrin, New York, The New Press, pp. 73-105, p. 87.
23
Joan Ramon Resina, “Cold War Hispanism and the New Deal of Cultural Studies”, en Spain Beyond Spain:
Modernity, Literary History, and National Identity, ed. Brad Epps & Luis Fernández Cifuentes, Lewisburg, Bucknell UP,
2005, pp. 70-108.
24
Ellen Schrecker, No Ivory Tower: McCarthyism and the Universities. New York, Oxford University Press, 1986.
25
Ohmann, ob. cit., p. 84.
DOSSIER

171

lectura en clave geopolítica del hispanis- (AATS),27 Ramón Menéndez Pidal envía
mo de los exiliados en Estados Unidos. Si una carta de felicitación a los dirigentes de
los que se dedicaban al estudio de la alta la nueva organización, el director del Cen-
cultura en Estados Unidos la veían por re- tro de Estudios Históricos entona un men-
gla general en términos de espiritualidad, saje panhispanista: “nuevas generaciones
armonía y estética —alejada de la política, americanas esperan con optimismo el por-
en fin— el hispanismo de los exiliados no venir, ese porvenir hermanado de España y
desentonaba. Y si la despolitización de las América”. Al mismo tiempo, sin embargo,
humanidades en general tenía que ver con advierte a sus colegas norteamericanos que
la necesidad de legitimarlas como especia- no pierdan de vista la primacía natural y
lizaciones científicamente disciplinarias, normativo del español de la Península Ibé-
así también el hispanismo se veía abocado rica sobre el de Latinoamérica, mucho más
a una lucha por el prestigio institucional. “vulgar” tanto en el habla popular como
Como he argüido en otro lugar, para los en sus expresiones cultas.28 Si, a partir de
exiliados españoles, esto implicada una los años 60, la creciente presencia de inte-
defensa de la grandeza de la cultura espa- lectuales exiliados de Latinoamérica sirve
ñola, como ya la había emprendido Amé- para resaltar el eurocentrismo de los exilia-
rico Castro en 1940 al asumir su cátedra dos españoles, del mismo modo los grandes
en Princeton.26 Ahora bien, si esa grandeza cambios que vive la universidad norteame-
española la definía Castro en primer lugar ricana por esas mismas fechas —el auge de
en contraposición a las otras culturas hege- la teoría marxista, estructuralista y postes-
mónicas occidentales, el mismo argumenta- tructuralista; el nacimiento de los estudios
rio servía para afirmar la hegemonía de lo de género, afroamericanos, chicanos…—
español sobre lo latinoamericano. No ca- dejan fríos a muchos de los integrantes de
sualmente, ya en 1917, cuando el español la comunidad exílica republicana. “Ence-
acaba de desplazar al alemán como idioma rrado en [sus] tradiciones historicistas y
extranjero preferido en el sistema educati- filológicas” —sentencia Resina— “… el
vo de Estados Unidos y se funda la Ameri- hispanismo de la Guerra Fría pasó de largo
can Association of Teachers of Portuguese ante el materialismo histórico y las cuestio-

26
Castro, ob. cit.
27
James D. Fernández, “Longfellow’s Law: The Place of Latin America and Spain in U.S. Hispanism, circa 1915,”
en Spain in America: The Origins of Hispanism in the United States, ed. Richard Kagan, Urbana, University of Illinois
Press, 2002, pp. 122-141.
28
“[N]o creo cabe vacilar en imponer la pronunciación de las regiones castellanas, pues es la que responde más
exactamente que ninguna otra a la ortografía secular de la literatura”; Ramón Menéndez Pidal, “La lengua española.
Una carta de Don Ramón Menéndez Pidal”, Hispania, vol. 1:1 (febr. de 1918), pp. 1-14, p. 11.
172

nes candentes sobre feminismo, clase, raza su reduccionismo, nutriéndose, por ejem-
y minorías, que surgieron con fuerza a par- plo, del paradigma arqueológico-memo-
tir de los años 60 y que coincidían amplia- rialístico? Me parece que sí. El nuevo pa-
mente con la crítica del pasado imperial de radigma podría empezar por asumir que
España”.29 Es este desfase intelectual con los hispanistas exiliados en Estados Unidos
la mainstream académica norteamericana trabajan en y desde el margen, y que esa
el que pretenden deshacer iniciativas “pos- marginación era doble: con respecto a la
thispanistas” como los Estudios Culturales, España de Franco y con respecto a la cultu-
ra norteamericana.30 Nos permitiría ir más
los Estudios Transatlánticos y los Estudios
allá del estereotipo del viejo republicano
Ibéricos.
conservador —sin perder la visión crítica,
¿Hacia un nuevo paradigma? desde luego— y leer el legado hispanista del
exilio en Estados Unidos a contracorriente.
Los cuatro paradigmas que acabo de es- Nos permitiría rescatar a figuras hetero-
bozar no son precisamente compatibles en- doxas como Carlos Blanco Aguinaga, José
tre sí. También es obvio, sin embargo, que Rubia Barcia o Arturo Serrano Plaja, al
ninguno de los cuatro paradigmas basta mismo tiempo que reconociéramos las ten-
por sí solo para hacer justicia a la comple- dencias reaccionarias, o al menos cultural
jidad y diversidad de las prácticas y pro- y lingüísticamente conservadoras, de otros
ductos académicos de aquellos intelectua- representantes del hispanismo exiliado.
les españoles exiliados en Estados Unidos Asumiría la crítica hecha al “hispanismo”
que acabaron dedicándose al estudio y la como un paso necesario pero no suficiente,
enseñanza de lenguas y literaturas. De los que no excluiría el rescate de parte de su
cuatro, el paradigma geopolítico me parece legado tanto para los Estudios Hispánicos
el más productivo y riguroso, aunque solo en Estados Unidos como para la Filología
fuera por la amplitud de su enfoque. Esto Española en España. Y quizá así se podría
no quita que el marco de su narrativa tenga tender un puente entre dos mundos cuya
cierto efecto reductivo. falta de comunicación mutua sigue siendo
¿Hay otro paradigma posible? ¿Es posi- una oportunidad perdida.
ble llegar a una visión del exilio intelectual
en Estados Unidos que parta del análisis
geopolítico al mismo tiempo que corrige

29
Joan Ramon Resina, Del Hispanismo a los Estudios Ibéricos. Una propuesta federativa para el ámbito cultural.
Madrid, Biblioteca Nueva, 2009, p. 130.
30
Es llamativo que el aislamiento institucional de los exiliados españoles en Estados Unidos fuera tanto mayor
que el de intelectuales centroeuropeos como Hannah Arendt, Theodor Adorno, Max Horkheimer o Herbert Marcuse.
DOSSIER

173

Entre Estados Unidos


y España: Un puente
literario y personal de impressions of readings, news about friends and
various writers, notes on travels, perceptions of
Francisco Ayala a través the United States and Spain, family issues, etc.
de sus cartas inéditas a These letters of Francisco Ayala are revealing for
a study of his biography and his literary thought,
Ricardo Gullón1 as well as of Ayala’s relationships and impressions
of American life and the writer’s return to Spain.

olga glondys
Universitat Autònoma de Barcelona El presente trabajo tiene por ob-
-GEXEL-CEFID jetivo dar a conocer la temática gene-
Key words: Francisco Ayala, Biography, Return,

ral de las cartas más interesantes pertene-


cientes a la correspondencia, aún inédita,
Resumen: Este trabajo da a conocer las cartas
sostenida por Francisco Ayala con Ricardo
más interesantes, pertenecientes a la colección de
correspondencia inédita entre Francisco Ayala y
Gullón, custodiada por el Harry Ransom
Ricardo Gullón, custodiada por el Harry Ransom Humanities Center de la Universidad de
Humanities Center de la Universidad de Texas, en Texas, en Austin. La colección —en total,
216 cartas— abarca los años 1959-1973
United States, Francoism

Austin. Los temas tratados son asuntos literarios,


impresiones de lecturas, noticias sobre amigos y y más de 120 misivas están dirigidas por
diversos escritores, apuntes sobre viajes, percep- Francisco Ayala a Ricardo Gullón. Los te-
ciones de Estados Unidos y España, asuntos fami- mas tratados son asuntos literarios, impre-
liares, etc. Estas cartas de Francisco Ayala resultan
harto reveladoras para el estudio de su biografía y
siones de lecturas, noticias sobre amigos y
de su pensamiento literario, así como de sus rela- diversos escritores, apuntes sobre viajes,
ciones e impresiones acerca de la vida estadouni- percepciones de Estados Unidos y España,
dense y del regreso del escritor a España. asuntos familiares, y un largo etcétera.
El interés de la correspondencia es des-
Palabras clave: Francisco Ayala, Biografía,

Abstract: This paper presents the most interesting igual, pero las cartas que presentamos a
Retorno, Estados Unidos, Franquismo

letters belonging to the collection of unpublished continuación resultan harto reveladoras


correspondence from Francisco Ayala to
para el estudio de la biografía de Ayala y de
Ricardo Gullón, guarded by the Harry Ransom
Humanities Center at the University of Texas at su pensamiento literario, así como de sus
Austin. The topics covered are literary issues, relaciones e impresiones acerca de la vida

1
Este trabajo se ha materializado gracias a una ayuda de investigación concedida por la Fundación Francisco
Ayala, así como un contrato Juan de la Cierva-incorporación del Ministerio de Economía y Competitividad del
Gobierno de España. Asimismo, forma partet del proyecto de investigación La historia de la literatura española y
el exilio republicano de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. Quie-
ro agradecer la generosidad de la Fundación Francisco Ayala por abastecerme de materiales útiles a la hora de
redactar este estudio.
174

estadounidense y de su regreso, por enton- Gullón firmaba la reseña de Los Usurpa-


ces intermitente, a España. dores, en su número 48, de diciembre de
La relación entre Francisco Ayala y Ri- 1949, mientras que, en el número 51, de
cardo Gullón se remonta a los primeros marzo de 1950, aparecía otra, sobre La ca-
años cuarenta, integrantes del periodo que beza del cordero. Ciertamente, a lo largo
Ayala pasa en su exilio en Argentina. De de los años, Ínsula fue para Francisco Aya-
hecho, es quizás concretamente en la acti- la, tal como escribiría García Montero, «la
vidad de Ayala en la Argentina de aquellos voz del diálogo más clara y más fiable de la
años que debe buscarse el verdadero origen vida cultural española de la posguerra, un
de la corriente del diálogo intelectual en- referente de seriedad literaria en tiempos
tre las dos orillas del antifranquismo. No de silencio o mediocridad, y de comuni-
en vano, Ayala devino, en aquellas fechas, cación honrada con los escritores del exi-
uno de los fundadores y principal spiritus lio en años de olvido y negación» [García
movens, al lado de Lorenzo Luzuriaga, de Montero, 2006]. Así, con motivo del cum-
la revista de ideas Realidad (1947-1949), plimiento de los cuarenta años de la revis-
una ambiciosa publicación trasnacional ta, Ayala consideró conveniente dedicar
que posibilitó entablar un primer contacto a Ínsula y a sus amigos José Luis Cano y
cultural e intelectual, fructífero y valioso, Ricardo Gullón su «Testimonio a la distan-
entre los ámbitos del interior y del exilio, cia», en tanto que expresión inequívoca de
destinado no solo a intercambiar informa- su amistad y admiración por aquellos es-
ción, sino también a paliar los devastado- fuerzos de «un puñado de entonces jóvenes
res efectos de la represión cultural padeci- escritores para asomarse al mundo y abrir
dos en la España franquista. una rendija de luz», que bien merecían «el
Recordemos que fue precisamente Ri- calificativo, no ya de tenaces y denodados,
cardo Gullón quien, al lado de José Luis sino incluso de heroicos» [Ayala, 1986].
Cano, contribuyó regularmente a la sección La correspondencia presentada aquí cons-
«Carta De España» de Realidad [Glond- tituye otra prueba de la importancia de la
ys, 2013]. Y que aquella relación también mencionada relación personal con Gullón,
funcionó en sentido inverso puesto que la ya explicitada por el propio Ayala en su
revista madrileña Ínsula, impulsada por es- «Carta a Enrique Canito» [Ayala, 1971],
tos críticos, fue la primera publicación del así como en su contestación al ingreso de
interior que intentó dar noticia de la litera- Gullón en la Real Academia Española y
tura producida en el exilio [Larraz, 2009]. en las generosas referencias presentes en
Cabe añadir que la atención dedicada a la Recuerdos y olvidos (1906-2006). Las car-
obra de Ayala en Ínsula fue temprana y tas intercambiadas con su amigo Ricardo
siempre generosa. Así, el propio Ricardo Gullón, que presentamos a continuación,
DOSSIER

175

pueden considerarse, por tanto, un revela- Gullón, Benítez reclamó su ayuda para rea-
dor exponente del fructífero diálogo entre lizar una inspección del estado de la edito-
el interior y el exilio españoles, además de rial y, en particular, de la revista La Torre,
constituir una valiosa fuente primaria para que —aseguraba— se hallaba «a punto de
el estudio de la vida y el horizonte intelec- [del] colapso». La situación era, al parecer,
tual de Francisco Ayala. tan desesperada que Benítez incluso llegó a
El primer gran bloque temático se refiere proponerle a Ayala dirigir «la revista por
a las experiencias en las universidades de control remoto», lo que, según contaba
Estados Unidos y Puerto Rico. Recorde- el propio Ayala, constituía una «empresa
mos que, en 1950, Ayala viajó al país aso- arriesgada y archidifícil», que no sabía si
ciado, invitado por el rector de la Univer- animarse a llevar a cabo.
sidad de Puerto Rico, Jaime Benítez, quien Su salida de Puerto Rico fue progresiva.
por aquella época llevaba a cabo, desde la En 1955, tras aceptar una invitación que
rectoría, una gran labor cultural y educati- le hizo Vicente Llorens, Ayala empezó a
va, de la cual uno de sus puntos estrella era trabajar como profesor visitante en Prin-
la organización de conferencias de exilia- ceton, permaneciendo asimismo institu-
dos tan relevantes como José Gaos, María cionalmente vinculado a la Universidad de
Zambrano, Pedro Salinas, Américo Castro, Puerto Rico. En Princeton coincidiría con
Eugenio Fernández Granell o Juan Ramón Américo Castro, además de Juan Marichal
Jiménez. Al principio, Ayala solo dio cla- y Edmund King, aunque fue el propio Vi-
ses de Sociología, pero pronto, designado cente Llorens quien se convirtió en su me-
por el propio Benítez, pasó a ocupar la jor amigo en Estados Unidos. Merece la
dirección de la destacada revista cultural pena señalar aquí que es precisamente en
La Torre y de la Editorial Universitaria, y Princeton donde guardan los interesantes
ascendió asimismo a catedrático (perma- documentos y papeles de Ayala que, junto
nente, no visitante) de Ciencias Sociales. con tres manuscritos de su novela Muertes
Como es sabido, el impacto intelectual le- de Perro, han sido objeto de reciente pu-
gado por los exiliados españoles a aquella blicación, por parte de la Fundación Fran-
joven universidad sería muy notable y, en cisco Ayala, bajo la coordinación de su do-
concreto, Francisco Ayala resultaría deter- cumentalista Manuel Gómez Ros [Ayala,
minante para su «edad de Oro» [Zavala, 2015]. Es preciso agregar que, durante su
2008]. De hecho, las cartas intercambia- segunda estancia como profesor invitado
das con Gullón indican que Benítez tuvo a Princeton, en 1958, Ayala sustituiría a
un serio problema para encontrar un digno Llorens cuando este, tras la muerte de su
sustituto de Ayala en sus cargos. Así, el 1 esposa, viajó a España.
de abril de 1971, según Ayala le contaba a La apreciación de Francisco Ayala de Es-
176

tados Unidos era, esencialmente, positiva. una posición a su amigo Ricardo Gullón.
Testimonio de ello constituyen las palabras Resulta de interés, sobre ello, la carta que
reunidas por Javier Krauel en la «Conver- revela una cierta insatisfacción de Ayala
sación con don Francisco Ayala», en las con su lugar de trabajo, firmada el 1 de ju-
que el escritor granadino destacaba su ex- lio de 1967:
periencia docente en Estados Unidos, «un
país muy diverso, muy complejo», como Tú sabes que la atmósfera allí dominan-
muy positiva porque se trataba «de un país te era de no hacer nada: total indiferencia,
e irritación ante la perspectiva de que algo
abierto, con una generosidad fundamental,
pudiera moverse. Eso era así ya en tiempos
quizá demasiado amplia, diría yo que has-
de Ángel, persona excelente a quien nunca
ta ingenua...» [Krauel/Ayala, 2014: 1626]. faltaban buenas palabras y mejores inten-
En consecuencia, puesto que se encontra- ciones, pero de hecho incapaz de mover un
ba tan «a gusto», Ayala decidía aceptar, en dedo a favor de nadie (y lo digo, no sólo a
1958, la oferta de una plaza en Rutgers, base de la experiencia propia, sino de otras).
y pasar a dar, un año después, clases en el Muerto él, la situación empeoró aún. (...) En
Bryn Mawr College, donde coincidiría con cuanto a dejarme ir a Chicago, supongo que
José Ferrater Mora, titular de su cátedra ni siquiera le pasaría a nadie por las mentes
de Filosofía desde 1949 hasta su jubilación que pudiera ser bueno tenerme ahí. Ahora
se jubila García Lorca, y enseguida Florit. El
en 1979. Y, por cierto, según da fe la carta
chairman es, para juzgarlo con benevolencia,
de 1 de marzo de 1962 de Ricardo Gullón, un cretino, que no se ocupa ni quiere saber
también allí fueron grandes las dificultades nada de nada. En estas condiciones, la única
para encontrar un sustituto adecuado a persona que ahí funge es Sobejano.
Francisco Ayala tras su renuncia del Bryn
Mawr2. Tras la experiencia en Columbia vendría
Finalmente, en 1964, Francisco Ayala la decisiva y la más placentera en términos
fue contratado por la Universidad de Co- profesionales, su etapa asociada a la Uni-
lumbia en Nueva York, donde coincidió versidad de Chicago. Tal como aseguraba
con Francisco García Lorca, Eugenio Florit el mismo Ayala a su amigo, en su carta de
y Ángel del Río. Precisamente desde aquel 9 de abril de 1973, «de todas las que he co-
cargo, Ayala intentó procurar, sin éxito, nocido, y no son pocas», fue la universidad

2
Decía así Gullón en su misiva: «Aunque la señora (decana) sabe perfectamente lo que pierde al perderte, no
dejé de advertirla de que buscar un segundo Paco Ayala era empresa inútil, porque no los hay. Tuvieron la chiripa
de encontrar al único, y lo mejor que ahora puede hacer es olvidarse de ti como punto de referencia. Como bien sé
tratar de sustituirte es empresa más que ardua. Lo vi en la Editorial Universitaria y no menos difícil le resultará a quien
ahora se haga cargo de tu herencia».
DOSSIER

177

que «más satisfacción» le produjo, donde triunfal de Camilo José Cela (primavera
fue tratado «con mayor delicadeza». A de 1964), Ayala decía, en su carta de 5 de
pesar de que su familia residía en Nueva abril de 1964, que «ha dado con mucho
York, Ayala manifestaba que le había «cos- éxito una conferencia en mi universidad y
tado mucho trabajo» decidirse a dejar la (...) dará otra mañana en la [de] Columbia,
Universidad de Chicago, ante todo por el para seguir viaje después por lo ancho y lo
buen ambiente, por no hablar de las ópti- largo del país en una gira que culminará
mas condiciones de trabajo: «Las majade- en doctorado honoris causa». Convendría,
rías, pendejadas y rozamientos usuales en tal vez —las anteriores líneas dan qué pen-
todas partes, aquí son mínimos. La biblio- sar al respecto—, plantear la conveniencia
teca es magnífica, y la ciudad –digan lo que de realizar en el futuro un estudio de las
quieran sus propios habitantes– es de las universidades estadounidenses como pla-
más bonitas del país». Finalmente, Ayala taformas de contacto o territorios de con-
pasaría siete años en la Universidad de Chi- fluencia entre los exiliados republicanos y
cago, desde 1966 hasta 1973 [Delicado; los antifranquistas del interior. En un plano
Fernández de la Reguera, 2011], y con pos- más modesto, en cuanto a la huella concre-
terioridad, se incorporaría a la Universidad ta dejada por Francisco Ayala en el ámbi-
de la Ciudad de Nueva York —metrópoli to académico de Estados Unidos, resultan
en la que seguían residiendo su mujer y su muy esclarecedores tanto los volúmenes
hija—, en la que impartiría clases durante coordinados por Ricardo Landeira [2007;
el periodo 1973-1976. 2013] –el segundo con Janet Pérez–, como
La correspondencia de Ayala con Gu- el número especial de la revista Hispania
llón evidencia que, desde su primer viaje a [diciembre, 2006] que, bajo el lema «Pro-
España Ayala entabló o profundizó varias yecto Don Paco», reunió numerosos testi-
amistades que tenía en el interior, y que monios de sus discípulos y colegas, entre
utilizó sus influencias para conseguir lectu- ellos los de Helene M. Anderson, Carolyn
reships en las universidades estadouniden- Richmond, Noël Valis, Maryellen Bie-
ses a diferentes intelectuales españoles. Las der, Nicolás Sánchez-Albornoz, Eugenio
cartas reflejan, por ejemplo, que la ayuda Suárez-Galbán Guerra, Thomas Mermall,
de Ayala fue decisiva para conseguir dichas Doris Meyer, Manuel de la Nuez, John B.
estancias, entre otros, al propio Gullón – Hughes, Mario J. Valdés, Barry Luby, Lin-
incluido el puesto de catedrático en la Uni- da L. Elman, Miguel González Gerth, Eric
versidad de Texas, en Austin– y a Ildefonso W. Naylor, Phyllis Zatlin, Keith Ellis, Susa-
Manuel Gil –en la Rutgers University–, así na Cavallo, Juan Cano Ballesta, Ignacio
como conferencias a José Luis L. Arangu- Soldevila Durante, Rosario Hiriart y Ra-
ren (en febrero de 1961, y de nuevo, a co- quel Chang-Rodríguez.
mienzos de 1966). Por lo que hace a la gira El segundo bloque temático que puede
178

perfilarse tras la lectura de las cartas inter- que iba «a tomar el pulso a la realidad» y
cambiadas por Francisco Ayala con Ricar- en la que limitó sus contactos a meramente
do Gullón es el que hace referencia a los personales y editoriales. En la misma entre-
sucesivos viajes a España. Sobre el regreso vista, por cierto, no faltaron tampoco pala-
de Francisco Ayala han tratado reciente- bras de crítica sobre la actitud de la gente,
mente contribuciones valiosas de Fernando que le resultó «amargadísima, silenciosa,
Larraz [2007] y de Giulia Quaggio [2012; taciturna y con un espíritu muy retorcido»
2014], además de una conferencia dedica- [Hiriart, 2014: 44].
da a Ayala en el marco del ciclo «Los retor- La correspondencia con Ricardo Gu-
nos del exilio a la España democrática» y llón permite completar ciertos aspectos del
una película documental impulsadas, bajo complejo regreso de Francisco Ayala. Así,
la dirección de Abdón Mateos, por la Cá- el día 2 de octubre de 1960, Ayala resumía
tedra del Exilio. En el año 1960, Ayala via- sus impresiones de aquel primer viaje de
jó por primera vez a su patria y, a partir vuelta a su tierra:
de ese momento, los viajes se sucederían
anualmente. En varios escritos y entrevis- En Andalucía, de la que sólo conocía mi
tas dejaría patente su valoración del pano- Granada natal, reencontrada después de cua-
rama español como un cuadro deprimente. renta años justos (qué barbaridad), Sevilla me
Fruto de aquellos contactos con la desco- fascinó, y me hubiera encantado el paisaje de
nocida patria fue España a la fecha, un fo- la llamada costa del sol [Costa del Sol] si hu-
lleto publicado en 1965, donde Ayala de- biera podido levantar la vista de los cráteres
que adornan la carretera, como por lo demás
jaba este testimonio irónico y sagaz de un
todas las de ese desdichado país. Para qué voy
enrarecido ambiente: «La atmósfera inte- a contarte la clase de emociones que me aguar-
lectual española está cargada de sutilezas, daban en las piedras, árboles y aguas de Gra-
de sobreentendidos, de equívocos, de am- nada. Esto, que es el pasado, y convencerme de
bigüedades que hacen muy difícil si no im- que España entera es3 también un pasado irre-
posible orientarse» [Ayala, 1965: 75-76]. vocable, es lo que he sacado, como principal
Más tarde, en Recuerdos y Olvidos, en su cosecha, de mi viaje. Estoy muy contento de
parte titulada «Retornos» afirmó que iba a haberlo hecho. ¡Cuánto me gustaría que pudié-
España «para ver (...) calladamente, en la ramos charlar de todo!
actitud de un observador silencioso» [Aya-
la, 2006: 459] y también, en un testimo- Con todo, lo que más nos interesa aquí
nio dejado a su discípula Rosario Hiriart, son sus palabras dedicadas al ambiente
destacaba su postura externa frente a una intelectual. En la misma carta, afirmaba a
nueva España totalmente desconocida, a la este propósito:
3
Ayala subraya esta palabra en el original para darle más énfasis; nosotros utilizaremos la cursiva.
DOSSIER

179

De España habría tanto que hablar que más sé si me atrae más, o me asusta más, la pers-
bien renuncio. Me he encontrado las cosas pectiva de la proyectada visita a nuestro desdi-
distintas de lo que pensaba, y no desde lue- chado país4.
go mejores que la imagen que me pintaba de
ellas. En lo que hay de mejoría (eliminación de Dichas percepciones negativas iniciales
molestias policiacas externas) reside la posibi- resultarían confirmadas in situ. Por ejem-
lidad de reparar en el mal profundo, que está
plo, en la carta de 23 de noviembre de
en la actitud, diversa en sus manifestaciones,
pero concurrente en lo esencial, que tienen las 1962, aunque encontraba, en general, «ati-
gentes frente al régimen, y frente al mundo en nado» el libro La Novela Española Con-
general. Para resumirte mi impresión en una temporánea de Eugenio de Nora, señalaba
sola palabra: “deprimente”. Y en cuanto a las que este adolecía, «como es corriente entre
perspectivas... no hablemos. La República del la gente que trabaja en España», de «una
Congo ofrece un modelo de lo que está pre- información deficiente respecto del exte-
parando Franco para el día remotísimo en que
rior». No se trataba de que se hiciera justi-
Dios quiera acordarse de él.
cia a su propia obra –«acerca de esto me li-
mitaré a darle las gracias», escribía Ayala–,
Las opiniones de Ayala sobre la vida cul-
sino de realizar observaciones sobre otros
tural e intelectual españolas son, en general,
escritores del exilio, ignorados o tratados
críticas. En una de las misivas anteriores a
parcialmente por Nora. De hecho, aun en
su viaje, el 12 de marzo de 1960, manifes-
otra carta, de 3 de febrero de 1963, referi-
taba Ayala en referencia a la candente falta da igualmente al mismo libro, así como al
de criterio para dar valor a lo bueno, o lo famoso Narrativa española fuera de Espa-
que es lo mismo, a la injusticia, el clientelis- ña de Marra López, a pesar de que insistía
mo y el nepotismo que dominaban la vida en mostrarse contento con la valoración de
literaria y la crítica del país: su creación –«no me quejo del trato que
me dan»–, Ayala criticaba la incapacidad
Lo peor de la situación literaria española es
de sus autores para reflejar la inmensa ri-
que, aun entre las mejores gentes, se ha perdido
el sentido de las proporciones, y todo es equi- queza de la literatura del exilio y exponía
valente a todo, de modo que sólo la amistad la siguiente reflexión sobre el limitado ho-
funciona; y esto es maravilloso en un sentido, rizonte que padecían los intelectuales que
pero funesto en otro. Debo confesarte que no trabajaban en la Península:

4
Concordaba, por cierto, con esta opinión el propio Gullón quien escribía el 18 de abril de 1960, sobre la situa-
ción de la crítica literaria en España: “Tienes mucha razón al decir que se perdió toda proporción en el enjuiciamiento
de los valores literarios españoles, y en verdad es maravilloso que la amistad funcione como funciona y salve mu-
chas cosas y haga tolerable la vida en diversos aspectos. Pero en lo que se refiere a la crítica literaria, la situación es
deplorable”.
180

Observo la incapacidad en que se encuen- rario que en aquel subdesarrollado país se


tran de reflejar todo lo que no tenga relación propugna». Aún en la anterior misiva, la
inmediata con nuestra aldeana península. Los
de 1 de agosto, añadía los siguientes trazos
españoles que nunca estuvieron en América pa-
recen incapaces, en efecto, de captar su reali- al aburrimiento imperante en la vida cultu-
dad; pasan por alto, con aprensión, todo lo que ral de la patria:
no tenga que ver con los ambientes españoles.
Es curioso. Entre tanto, la vida literaria está muerta o
a punto de morir. Ayer fui a la última soirée
La atmósfera española, además de ne- o sarao de Ínsula, que sin Aurorita no brilla,
potista y reprimida, le parecía asimismo a aunque había otros elementos femeninos de
filiación desconocida pero anyway bastante
Ayala aburrida y tediosa. Así, desde Ma-
competentes. Empieza agosto, y aun el más in-
drid, el 1 de agosto de 1963, escribía sus digente plumífero se desplaza, aunque más no
novedades a Gullón empleando una ironía sea a San Rafael, que también lo era, al menos
maravillosa: en cuanto a las alas; y a mí no me quedará más
recurso que la amable horchatería y la lectura
Mis noticias, que esperas, pero que son más del ABC, que tanto ilustra.
bien insípidas, se reducen a informarte de que
fuimos a Lisboa, recogimos a Nina, seguimos En cualquier caso, las cartas más inte-
hasta Santiago, Astorga, León, Zamora, Sa- resantes como crónicas del hastío que ex-
lamanca, Mérida, Sevilla, Córdoba, Granada
y Madrid, y aquí estamos ahora haciendo los
perimenta Francisco Ayala al respecto del
pequeños arreglos a que nos obliga la ingrata ambiente intelectual de España son las dos
y penosa condición de propietarios, y dispues- cuyos amplios fragmentos ya fueron repro-
tos a pasarnos aquí el resto de las vacaciones, ducidos en otro lugar [Glondys, 2013]. En
puesto que nos hemos quedado sin chavo. Veré la primera de ellas, de 21 de julio de 1966,
si la calor me permite escribir un sesudo ensa-
yo sobre la función de la literatura hoy y hace Ayala escribía a Ricardo Gullón:
40 años (tema absurdo que la Revista de Oc-
cidente me propone para un número con que Las cosas de España me resultaron muy in-
piensan conmemorar la fecha de su aparición... teresantes, y al mismo tiempo (uno difícilmente
hace 40 años, o sea ocho lustros, cuatro dece- puede asumir la actitud del mero espectador),
nios, o un cuarto de siglo y quince años). irritantes en gran medida. Desde enero hasta
junio, el cambio es notable. Funciona la liber-
Se refería aquí al artículo «Función so- tad de expresión (libertad condicionada, por
cial de la literatura», que saldría en el nú- supuesto) en medida apreciable, pero inferior
a lo que hubiera sido de esperar, pues la gente
mero de enero de 1964 de Revista de Occi-
no se anima a hacer uso de las posibilidades
dente, y en el que, según otra carta, del 17 existentes, no sé si porque nada tiene que de-
de enero de 1964, Ayala decía echar «un cir, o porque la corrupción que el régimen ha
cuarto a espadas en eso del realismo lite- producido hace que se sientan incómodos y
DOSSIER

181

molestos quienes han estado quejándose de él pregunta que se les haga; de modo que -con-
año tras año y ahora carecen de pretexto para cluyo- lo que pasa es que la gente se ha des-
guardar silencio. Por supuesto, despotricar en entrenado por completo, y viven dentro de los
los cafés y decir chistes es fácil, y no compro- planteamientos ofrecidos por el régimen, sin la
mete demasiado, mientras que la expresión menor iniciativa propia.
pública de opiniones concretas comporta una Por otro lado, me parece que se trata de una
responsabilidad. El hecho es que hasta ahora crisis muy pasajera, y que el ejercicio, que ya ha
sólo se ha creído en el caso el gobierno de de- comenzado, de la expresión pública, conducirá
nunciar y recoger publicaciones eclesiásticas: la a una situación más normal, sin que se produz-
única oposición real parece ser la de los curas. ca el daño que comportaría instaurar el ana-
Por otro lado, resulta que, con las nuevas posi- crónico y peligrosísimo armatoste monárquico.
bilidades de expresión, el grupito monárquico En fin, veremos, como dijo el ciego. La salud
del que es portavoz ABC ha empezado a ac- de Franco (otro mito nacional) es excelente, y
tuar muy enérgicamente. Por supuesto, basta promete larga vida.
ver los nombres, y basta ver lo que el susodi-
cho órgano dice (si no bastara conocerlo de Resultan relevantes tanto el tono de har-
antiguo) para darse cuenta de que ésa es una tazgo y no disimulado enfado de Francisco
oposición reaccionaria, a la derecha del régi- Ayala con los grupos de oposición liberal,
men tal cual hoy es éste. O sea que se trata de que le hacían el juego a la derecha mo-
una oposición integrada por los terratenientes nárquica, como sus observaciones sobre
resentidos al ver su posición disminuida a efec-
tos del desarrollo económico, amas de casa a
el sistema político al que aspirar después
quienes la criada les sale respondona, cara y de la caída del franquismo, al igual que su
abusiva, cavernícolas que ya no pueden volver denuncia de las actitudes cobardes y con-
la mirada a Roma puesto que el Papa se les ha formistas, responsables, según Ayala, del
hecho cripto-comunista, y residuos sociales por silencio de la gran mayoría de los intelec-
el estilo, todos nostálgicos de una monarquía tuales, pese a la progresiva liberalización
imposible. Y lo absurdo del caso es que nues- del sistema. La otra carta, de 14 de junio de
tros amigos liberales, antifranquistas, ex-repu-
1967, resulta igualmente reveladora para
blicanos y hasta ex-exiliados están haciendo el
juego a ese grupo en la vana esperanza de que conocer la crítica opinión de Ayala según
la monarquía les lleve el gato al agua, los muy la cual existía una compleja dependencia
ilusos. Piensas que la implantación de este ré- mental de los intelectuales españoles con
gimen es ineluctable (y lo será, si no se crean respecto al Régimen:
alternativas, cuando Dios llame al Caudillo a
su seno), y que con él ellos van a mangonear. Una de las cosas que me han ocupado y ca-
Viendo lo extendido de ese mito llego a pensar breado en las semanas pasadas fue el asunto
que el equivocado debo de ser yo, pero ensegui- de mi edición de Obras Narrativas en Aguilar.
da, discutiendo con los amigos me doy cuenta Este poderoso editor, como todos, sin excluir al
de que no han pensado más allá de sus narices, comunistoide Barral, presentan los originales a
pues son incapaces de responder a una segunda la consulta voluntaria, y ésta, claro está, cum-
182

ple su oficio, desaconsejando una cosa u otra. Las amistades y los asuntos editoriales
En mi caso vetaron La Cabeza del Cordero, que centran sus viajes a España constituyen
aceptando todo el resto, es decir, muchas cosas otro tema de principal interés de las cartas.
que antes habían eliminado, y al parecer dando
fórmulas tales para dividir en dos volúmenes
De este modo, en la de 16 de febrero de
la publicación y dejar la obra objetada para 1966, escrita desde la Universidad de Nue-
un segundo, que ya no tendría dificultad. Los va York, recordaba con cierta nostalgia
editores prefieren (dado que yo, naturalmente, los días pasados en Madrid, «en cuanto al
me niego a cambiar una coma en los textos, tiempo, lluviosos, templados, y agradables,
que era otra de las “sugestiones”) imprimir en cuanto [a] los amigos, y en primer lugar,
el libro en México, como va a hacerse. Y yo
el matrimonio Enjuto, [que] derramaron
contaré esto, o diré cuál es la situación, tanto
en un prólogo a la edición del susodicho libro sobre mí el bálsamo de su cordialidad». En
que hace Prentice-Hall como en una interview varias menciona a sus amigos nuevos (Pe-
que le he dado a Mundo Nuevo. Lo que me dro Laín, Dionisio Ridruejo, Ildefonso Ma-
fastidia de todo es que la culpa ya no es de las nuel Gil, José Luis L. Aranguren...) y viejos
autoridades oficiales, sino de la gente, en este (José Luis Cano), así como su contacto con
caso los editores, en quienes los muchos años
Domingo Ynduráin y con “Pablo”, proba-
de régimen han puesto mataduras y burujones
que ahora, al levantarse un tanto los aparejos blemente Pablo Beltrán de Heredia, quien
de la censura, quedan bien al descubierto. Y da por aquella época iba a dar conferencias a
asco la cobardía y la obsecuencia con que pro- Nueva York. En la referida carta de febrero
ceden, con un miedo infundado, pues les pasa de 1961, Ayala se mostraba muy satisfecho
como a la modistilla que dio el mal paso en el por las gestiones editoriales realizadas con
poema de Almafuerte: “y lo que es más grave, Tirso Echeandía, de Aguilar, que quería pu-
sin necesidad”. Bueno, ya me he desahogado
un poco; a otra cosa.
blicar sus obras «más o menos completas»
en tres volúmenes, así como con sus con-
Las cartas citadas permiten completar la tratos y acuerdos editoriales con Taurus,
información sobre el estado de ánimo de Gredos (una nueva edición en España de
Francisco Ayala durante su regreso inter- Experiencia e Invención), Seix Barral (la
mitente a España a la vez que conocer en edición de El jardín de las delicias y Con-
mayor grado las razones de la decepción frontaciones), Ediciones Anaya (para la
experimentada por el escritor exiliado con publicación de «un tomito con cuatro no-
la sociedad española y sus ambientes inte- veletas mías»), Revista de Occidente (que,
lectuales, desengaño que él igualmente ex- esperaba Ayala, iba a editarle alguna de sus
presaría en posteriores entrevistas, sobre novelas, quizás La Cabeza del Cordero)
todo las concedidas a Andrés Amorós y y Alfaguara (que haría una edición «más
Rosario Hiriart [Amorós/Ayala, 2006; Hi- decente» de El Rapto). La alegría de ver
riart, 2014]. varios proyectos tomar un firme camino de
DOSSIER

183

publicación contrastaba aquí, una vez más, el día 19 después de operaciones y demás car-
con su reiterada percepción del «consabido nage. Una amiga suya, a quien yo no conocía,
marasmo» del ambiente intelectual espa- me escribe piadosamente con la noticia, y me
ha llenado de aflicción, apenas atenuada por
ñol, así como de una «atmósfera bastante
las aprensiones que ya tenía de que tan triste
cargada» y «angustiosa» políticamente. noticia podía ser inminente. ¡Bueno!
En el contexto de estas gestiones edito-
riales, la mención a la represión política de En la carta de 10 de abril de 1965, es-
la cultura aparece cuando Ayala informa a crita desde la Universidad de Nueva York,
Gullón, el 6 de diciembre de 1961, de que abundaba más en las dificultades que el
su cuento Baile de Máscaras, publicado en mundo intelectual español padecía bajo la
Papeles de Son Armadans, había aparecido dictadura. Su amigo José Antonio Maravall
«mutiladísimo por la censura», con la pro- había sufrido un nuevo ataque al corazón,
mesa de Camilo José Cela de hacer unas sin duda causado, en parte, por la vulnera-
separatas con el texto íntegro. De mane- bilidad de su situación intelectual y políti-
ra parecida, en la carta de 28 de enero de ca: «[…] pese a las promesas que le habían
1965, señalaba que la edición de la obra hecho a José Antonio de darle carta blanca
Rapto le había ocasionado a Cela una pe- para la dirección de Cuadernos Hispanoa-
lea con la censura. Y, en otra, de 28 de fe- mericanos, a los veinte días de haberla asu-
brero de 1965, escrita desde Nueva York, mido tuvo que volverla a dejar, pues lo de
manifestaba el sentimiento de frustración los plenos poderes era pura filfa, y engañifa
que padecía a causa de la lejanía que le im- del nene Gregorito». A este apunte Ayala
posibilitaba seguir la suerte de tal edición, añadía su valoración: «Ya ves, una vez
así como la tristeza sentida por la muerte más, qué difícil es levantar la costra hispá-
de los escritores de referencia en el exilio: nica; aunque, quieras o no, va saliendo de
todos modos». Curiosamente, la atmósfera
Aunque parezca mentira (pero ¿qué va a pa- intelectual de Barcelona le parecía, según la
recerte mentira a ti que también y tan bien co-
noces el paño de la madre patria que los parió?)
carta de 27 de febrero de 1971, más ligera
todavía no me han enviado los Cela un mísero y agradable, y se mostraba muy contento
ejemplar, para no hablar de los 10 prometidos de los resultados de su visita a esta ciu-
y anunciados, de mi nueva obra maestra, El dad, en la que —explicaba— «entre otras
Rapto, que sin embargo ha circulado tan am- muchas gentes a quienes conocí, estuve en
pliamente por el ruedo ibérico como para que casa de Blecua, familia encantadora cuya
varios amigos me hayan escrito con alusiones
a ella. […] Quizás esperan a que ingrese en la
frecuentación es un placer incomparable,
categoría de cadáver ilustre, como dices tú, si- pues hasta la dificultad auditiva de su jefe
guiendo con ello otros ejemplos, como el del pone una nota de particular simpatía en su
pobre Salazar Chapela que murió en Londres caso, al contrario de lo que suele ocurrir
184

con ese defecto». Resultan asimismo sim- lo que se refiere a las novelas de la guerra
páticos sus apuntes sobre las costumbres de Aub, «que lo que a Max le sale es lo
españolas, como cuando, el 30 de enero de primero que lleva adentro, o sea la visión
1971, se refiere a las últimas dos semanas combatiente, según la cual los caracteres
en España «en las que no he parado, ni de son buenos o malos según su posición po-
ver gente, ni de atracarme, pues como bien lítica». Esto, creía necesario añadir en una
sabes la actividad principal de este país reveladora frase, era «falso en un plano su-
consiste en llenarse el buche, y ese es el ver- perficial», aunque concedía que «llevando
dadero opus Dei». En otra de las cartas, de las cosas a un plano más profundo pudie-
17 de febrero de 1973, además de expre- ra no serlo tanto». No obstante, animaba
sar su hartazgo con la editorial Taurus y el a Gullón a incluir a Max Aub en un libro
«reverendo Aguirre», insistía en que su re- dedicado a la generación española «de
ciente viaje había estado marcado por una 1925», para la colección dirigida por Gui-
continua actividad «sobre todo gastronó- llermo de Torre (El Puente). La correspon-
mica, y en nada literario-creativa, aunque dencia refleja también el momento de la
sí, en alguna medida, político-literaria, que inesperada muerte de Aub, de la que queda
es cosa más bien aburrida, pues a mí eso no una constancia bastante lacónica en la car-
me va ni me interesa». De hecho, las cartas ta de Ayala, de 16 de septiembre de 1972,
de los años setenta reflejan el mayor relaja- tras su llegada a México:
miento político que, por entonces, vivía Es-
La llegada fue siniestra; pues nos encontra-
paña. Así, el 28 de marzo de 1972, cuenta mos con que Max Aub, que nos había hecho la
que «por iniciativa de Jaime Ferrán, y con reserva de hotel, acababa de morir y lo habían
la cooperación entusiasta de Luis Rosales, enterrado el día antes de nuestra llegada. Ima-
han de haber representado en estos días, en gínate la sorpresa. Pasada ésta, y el consiguien-
Cultura Hispánica, cuatro de mis “dialo- te mal rato, el resto de la estancia en México,
capital más una excursión en automóvil por el
ghi”». Aludía asimismo a la publicación
país, resultó bastante agradable, y dio lugar a
sin censura, por Seix Barral, de La Cabeza las inevitables interviews de prensa y TV para
del Cordero, «y a ver qué pasa». mayor belleza.
Las cartas contienen asimismo huella de
las relaciones de Ayala con los escritores De la producción del exilio, le merece
exiliados. Así, paradójicamente, el 9 de di- elogio la edición que realiza Gullón de las
ciembre de 1963, se mostraba crítico con cartas cruzadas entre Juan Ramón Jimé-
la obra literaria de su amigo Max Aub, nez y Zenobia Camprubí. El 10 de febrero
«autor-pulpo […] cuya producción carece de 1960 manifestaba que las había leído
de estructura interna y de verdadera evo- con «enorme interés» y destacaba el trazo
lución». Le molestaba también a Ayala, en exacto de las respectivas personalidades.
DOSSIER

185

Sobre, en particular, Juan Ramón Jiménez, lo que piensa cuando piensa bien de algo […].
en contraposición con Antonio Machado,
decía: De las polémicas que sostiene Ayala en el
seno del exilio, interesa un fragmento de la
La actitud es la misma que tuvo respecto de carta de 3 de febrero de 1963, que dedica
la creación poética. Vivía, si a eso puede lla- a recordar su prólogo crítico con Américo
mársele vivir, en función de ella; y el sublime Castro, en la Razón del Mundo, a propósi-
farsante lo hacía todo con vistas a la extrapo- to del cual le decía a Gullón:
lación estética. El resultado, paradójicamente,
era rebajar el valor estético de sus perlas artifi-
Lo de don Américo me parecía ya obligado,
ciales. ¡Qué contraste con la poesía de Macha-
porque, con todo su mérito, este hombre está
do, a quien le brotaban sin buscarlo ni procu-
cundiendo el disparate en forma dañosa, y era
rarlo las perlas naturales de su verso como una
menester darle el alto con algo más que meras
excrecencia del vivir! Por cierto, para Macha-
insinuaciones, que desatiende, o con las pam-
do hubiera sido afrentoso y terrible el hecho de
plinas patrióticas de Albornoz y demás merlu-
que sus cartas a Guiomar alanzaran al público,
zos. Creo que el viejo se habrá llevado un gran
y aun a tercera persona, aunque ésta lo hubiera
disgusto y habrá montado en cólera, pero esto
sido en verdad, y no la vieja alcahueta de doña
estaba previsto, y en lo personal lamentado
Concha Espina. Pero es que él era un hombre, y
por mí de antemano, aunque considero la cosa
tenía sindéresis. Por eso, paradójicamente tam-
bastante seria para sobreponerse a ese tipo de
bién, interesan más sus cartas: uno sabe que no
consideraciones.
estaban marcadas.
En otra carta, de 21 de abril de 1963, aún
En lo referente a los ataques a su obra
recordaba el asunto del polémico prólogo
decía que estos se debían a su éxito, que
de la nueva edición de Razón del Mundo:
«despierta la envidia de gentes que sólo
creen puede reconocerse a un escritor a Don Américo no ha dado señales de vida,
condición de que se haya muerto previa- pero tampoco ha de haberlo matado el disgus-
mente, o al menos de que esté muerto en to, pues se hubieran sabido las de su muerte.
algún modo, y no inquiete, ni moleste, ni De seguro habrá optado –pues yo también es-
diga cosas desagradables». Y añadía: toy seguro de que lo habrá leído– por guardar
un prudente silencio acerca de mi cautelosa
aun cuando severa rociada; y si es así, ello de-
Dado que yo no pienso en morirme por
mostraría que, impulsivo y todo, sabe cuidarse
ahora, ni menos dejar de escribir con punta,
y escarmentar en cabeza albornozada.
pues de otro modo de no me tomaría el tra-
bajo, ciertos elementos prefieren, consciente o
inconscientemente, silenciarme. Por suerte, hay En numerosas de estas misivas se apre-
otra gente, y al parecer no demasiado escasa, cia, como aquí, el sentido de humor y la
que tiene la magnanimidad bastante para decir ironía sarcástica de Francisco Ayala. Así,
186

el 29 de noviembre de 1963, desde Nueva como aquel gobernador de Asturias: “Otros


York, aludía al «anciano Zulueta [don Luis más burros que yo lo han sido”), sino que, a lo
de]» que «ha llegado a Manhattan cargado mejor, la recomendación de Jaime Benítez no
basta para que lo nombren.
de años para animarnos a perdurar en esta
vida a nosotros los muchachos», a Nilita Finalmente, las cartas resultan igual-
Vientós, que le «escribió larga y cariñosa mente significativas por el testimonio que
carta» y a que «el joven Marañón vino a proporcionan de la relación de Ayala con
besarme la mano el otro día (Jesús, qué eu- su propia obra y creación literaria. En par-
femístico estoy)...», a lo que añadía, iróni- ticular, sobre la lentitud de su escritura, el
co, «Bueno, finis coronat opera, y aun ope- 28 de diciembre de 1961, decía:
reta». En la carta de 10 de abril de 1965, ya
citada, se refería de este modo al triste final Me halaga, pero también me indigna, que
de la revista Cuadernos del Congreso por la me supongas dotado de facilidad literaria. Pa-
Libertad de la Cultura: «Ya era de suponer ciencia es lo que tengo, pero también me cues-
que Arciniegas les daría la puntilla. La ver- tan sudores los partos del ingenio, y sin duda
dad es que eso, como tantas otras cosas, fue no menos que a ti. Verbigrata: acabo de poner
el punto final a un nuevo cuento, El As de Bas-
siempre de mal en peor, saliendo de Málaga tos, más impublicable que los anteriores: cons-
para entrar en Malagón, o de Murcia para ta de seis hojas, y me ha costado no menos de
Tegucigalpa». En varias ocasiones se expre- 15 días de trabajo. ¿Facilidad? Sí, sí.
só muy irónico sobre Julián Marías, como
en la carta de 28 de diciembre de 1961, don- En otra misiva, de 23 de octubre de 1965,
de hacía referencia a un artículo de Gullón, desde la Universidad de Nueva York, Ayala
«cuyo único punto censurable (y claro está compartía, otra vez, su estado de ánimo:
que lo hemos comentado los amigos con la
natural tristeza) es el ataque que diriges en Te diré, por si quieres apuntarte conmigo
él contra el arte pictórico de inocentes cria- en el sindicato de los tontos que se consuelan
turitas cuyo único pecado es el original de compartiendo, o sabiendo compartido, el mal
que los aflige, que mi estado de ánimo, curio-
llamarse pluralmente Marías». También la samente, se parece muchísimo desde fines del
carta de 15 de septiembre de 1962 destilaba verano al que a ti te tiene deprimido, pues sien-
la misma ironía crítica sobre Julián Marías: to general desgana, esterilidad y pésimo humor,
sintiendo igualmente de modo muy agudo la
¿Cómo no me avisaron de que el maestro angustia del tiempo, que por lo demás no me
del apellido femenino plural estaba en Puerto falta, pero que no soy capaz de aprovechar en
Rico? Hubiera ido yo, presuroso, a escuchar nada satisfactorio, lo cual, psicológicamen-
sus sabias enseñanzas. Respecto de sus pers- te, es peor aun, pues elimina la posibilidad de
pectivas de ser embajador, no es que le fal- achacarle a las circunstancias esa sequedad y
ten cualificaciones (pues podría siempre decir nerviosismo, y obliga a mirar la situación cara
DOSSIER

187

a cara. Con decirte que no tengo ganas ni de hace cada vez más necesario que nazca una
leer, está dicho todo. La esperanza es que todo contrastada biografía de Ayala que, natu-
ello sea pasajero, y todavía le conceda a uno
ralmente, solo será completa si emplea ma-
la vida una nueva fase de cierta productividad,
no tanto para regalo del mundo (¡vaya!) como teriales de archivo de diversas bibliotecas
para propia confrontación. del mundo. El propósito de nuestra contri-
bución ha sido añadir un grano de arena a
Para acabar, en otra carta de 13 de sep- la tarea compartida de reconstruir la fasci-
tiembre de 1966, escrita en el contexto de nante vida y obra de Francisco Ayala con
su prolongada crisis de creación, y tras re- datos nuevos, procedentes de documentos
ferir las alegrías vinculadas al reciente he- aún inéditos.
cho de haber sido abuelo, añadía: En nuestra opinión, esa futura bio-
grafía de Francisco Ayala podría elegir,
Durante este tiempo, sea por las complica- como eje principal, el diálogo interior-exi-
ciones del nuevo status familiar, sea –lo que es
lio, apuesta intelectual que probablemente
más probable– por falta de fluido que alimente
la combustión literaria, mi proyecto de nueva devino la más decisiva para Francisco Aya-
novela ha avanzado demasiado poco y desga- la y la que, sin duda, más impacto social e
nadamente. Lo que pasa es que si uno quiere, intelectual alcanzó. Su anhelo por recons-
como quiero yo, evitar el repetirse e intentar truir, o construir de nuevo, una comunidad
experimentos nuevos a cada momento, la cosa intelectual por encima de las divisiones
no puede ajustarse a la feliz pauta de coser y
de la Guerra Civil y superar asimismo el
cantar. Veremos si los fríos vientos y la sole-
dad de mi estadía en Chicago son propicios a
abismo geográfico y político que, durante
un nuevo empujón, y la cosa marcha por fin. largas décadas, dividió a los escritores in-
Cualquiera sabe. tegrantes de la mejor tradición española,
obedecía, en el caso de Francisco Ayala,
En suma, la fraternal correspondencia no solo a su propio y legítimo interés de
inédita, sostenida entre Francisco Ayala y escritor exiliado ansioso de retornar con
Ricardo Gullón, y custodiada por la Harry su obra al territorio de la patria perdida,
Ransom Humanities Center de la Univer- integración que, por cierto, solo podía rea-
sidad de Texas, en Austin, permite arrojar lizarse de manera individual. Más allá de
más luz sobre las relaciones personales y ello, se debía a la voluntad de unir, pero
los estados de ánimo de Francisco Ayala también de confrontar, a los espacios inte-
tanto en su vida estadounidense como en lectuales del interior y del exilio, y consis-
los viajes que constituyeron su regreso pro- tía, en el caso de Ayala, en ejercer una in-
gresivo a España. fluencia liberadora, y estimulante, hacia el
Transcurrida una década desde la muer- oprimido mundo cultural del interior desti-
te del escritor granadino, creemos que se nada a contribuir a romper el aislamiento,
188

tan nocivo para los numerosos intelectua- BIBLIOGRAFIA


les disidentes. Llevó a cabo su tarea con sus
esfuerzos por conseguir estancias estadou-
nidenses para los intelectuales españoles, FUENTES PRIMARIAS
mediante sus colaboraciones con la prensa
cultural en España, a través de sus “conspi- Cartas de Francisco Ayala a Ricardo Gu-
raciones” intelectuales en Madrid, y final- llón, Archivo de Ricardo Gullón, custodia-
mente, aportando sus críticas constructivas do por el Harry Ransom Humanities Cen-
a jóvenes intelectuales españoles acerca de ter, Universidad de Texas, Austin. Series I.
algunas lagunas presentes en su aprehen- Subseries B. Correspondence, 1958-1980.
sión del exilio. Con todo ese empeño tra- Container 6.3.
taba de colaborar, desde el campo intelec-
tual, a la restitución de una comunidad de
valores apta para sustentar, en el futuro, la FUENTES SECUNDARIAS
«tercera España», aquel territorio compar-
AA.VV., “Proyecto Don Paco”, Hispania, Vol. 89,
tido de consenso intelectual y moral por el
No. 4 (diciembre, 2006): 841-870.
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propio Francisco Ayala, habían luchado, Amorós, Andrés/Ayala, Francisco [2006]. «Con-
versación con Francisco Ayala», Revista de Oc-
sin fortuna, en su día. cidente, 307: 9-35.
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––– [1971]. «Carta a Enrique Canito», Ínsula, 295
(junio): 31.
––– [1986]. «Testimonio a la distancia», Ínsula,
470-471 (enero): 11.
––– [2006]. Recuerdos y olvidos, Madrid, Alianza.
––– [2015]. «Muertes de Perro» y otros docu-
mentos de Ayala en la Universidad de Prince-
ton, edición de Manuel Gómez Ros, Granada,
Universidad de Granada/Fundación Francisco
Ayala.
Delicado Puerto, Gemma; Fernández de la Re-
guera, Tánit [2011]. «Francisco Ayala en Esta-
dos Unidos: recuerdos y delicias de Chicago»,
en De este mundo y los otros: estudios sobre
DOSSIER

189

Francisco Ayala, ed. de Milena Rodríguez Gu- Volver a España», en El regreso del exilio inte-
tiérrez, Madrid, Visor: 263-276. lectual durante la Transición, ed. de Giulia Qua-
ggio, Historia del Presente, 23: 11-29. 
García Montero, Luis [2006]. «Francisco Ayala en
Ínsula», Ínsula, 718 (octubre): 2. Zavala, Iris María [2008]. «Francisco Ayala en el
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Glondys, Olga [2013]. «El “puente” en sus prime-
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ros años: la sección ‘Carta De España’ en la re-
vista Realidad, en sus contextos y consecuen-
cias», en Diez ensayos sobre “Realidad. Revista
de Ideas”, ed. de Carolina Castillo Ferrer y Mile-
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da; Fundación Francisco Ayala: 125-146.
Hiriart, Rosario [2014]. Conversaciones con Fran-
cisco Ayala. Granada, Fundación Francisco
Ayala; Universidad de Granada (Cuadernos de
la Fundación Francisco Ayala, 9).
Krauel, Javier/Ayala, Francisco [2014]. «Conver-
saciones con Don Franscisco Ayala», en: Con-
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de Ayala, vol. VII, ed. de Carolyn Richmond,
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2014:
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Ayala, Málaga, Benalmádena; E.D.A. Libros.
Landeira, Ricardo; Pérez, Janet [2013]. Francisco
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–– [2009]. El monopolio de la palabra. El exilio in-
telectual en la España franquista, Madrid, Bi-
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Quaggio, Giulia [2012]. «Ayala di ritorno», Spagna
Contemporanea, n.41: 51-77.
–– [2014]. «Regresar de otra forma: Francisco
Ayala y sus memorias durante la Transición en
190
DOSSIER

191

Galdós en el exilio
Norteamericano: José
F. Montesinos, Joaquín El interés del exilio de 1939 por
Casalduero y Carlos la obra y por la figura intelectual de
Galdós es muy notorio. Se objetivó en un
Blanco Aguinaga1 gran número de homenajes (muchos de
ellos coincidiendo con su centenario, en
1943), ediciones, biografías, trabajos di-
fernando larraz vulgativos, ensayos y estudios críticos. Si
Universidad de Alcalá – GEXEL/CEFID la recepción de Galdós hasta 1936 había
sido fluctuante, enseguida lo vemos trans-
formado para la España peregrina no solo
Resumen: Este trabajo aspira a subrayar la im-
portancia que tuvo el exilio académico español en
en mero referente literario, sino como par-
los Estados Unidos para el nacimiento, consoli- te representativa de una identidad cultural,
dación y evolución del galdosismo. Se analiza la equiparable a otros modelos como Lorca,
obra crítica de tres académicos que desarrollaron Machado o Miguel Hernández. Parece
sus carreras en Estados Unidos que representan como si la coyuntura del exilio hubiera
bien tres etapas de los estudios sobre la obra de brindado la ocasión de llevar a cabo nue-
Galdós: Joaquín Casalduero, José F. Montesinos
vas lecturas de la obra galdosiana: las ex-
y Carlos Blanco Aguinaga, pues son considerados
representantes destacados de los estudios de los pectativas de los lectores en el exilio ofre-
exilios sobre Galdós. El trabajo concluye que las cían una imagen hasta entonces inédita del
escritor como ejemplo de intelectual liberal
Key Words: Galdós, Exile,

circunstancias biográficas e intelectuales del exilio


republicano de 1939 fueron cruciales para el co- de izquierdas que se enfrentó a través de
nocimiento de la obra narrativa de Galdós. la literatura contra la reacción, la corrup-
Literary Criticism.

Abstract: This paper aims to outline the ción y el militarismo, que se diferenció de
importance of the Spanish academic exile in the la abulia contemplativa en que cayeron la
United States for the birth, consolidation and mayor de escritores de fin de siglo y del es-
evolution of Galdosism. The critical work of teticismo de la generación que los siguió y
three academics who developed their careers in que vinculó su escritura literaria con idea-
the United States is analysed: Joaquín Casalduero,
les de regeneración y justicia social.
Palabras clave: Galdós, exilio,

José F. Montesinos and Carlos Blanco Aguinaga,


as they are considered outstanding representatives En la figura de Galdós queda también
of the exile’s studies on Galdós. The paper representado un antecedente histórico de
concludes that the biographical and intellectual los modelos de escritura realista que bus-
circumstances of 1939 republican exile were can una gran mayoría de narradores exi-
crítica literaria.

crucial for the knowledge of Galdós’ narrative. liados. Se trata de un realismo no estricta-

1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio republicano
de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
192

mente naturalista o mimético, sino pasado España que aterrizaron en los centros docen-
por la experiencia de las vanguardias de los tes norteamericanos y desde sus cátedras en las
años veinte, de la literatura de avanzada de instituciones más renombradas ejercieron una
enorme influencia y cultivaron una numerosa
los treinta y de las lecturas de la literatura herencia. Yo mismo descubrí a Galdós y Cla-
americana y europea que estaban llevando rín gracias a mis profesores, Francisco García
a cabo a través de la intensa productividad Lorca y Antonio Sánchez Barbudo. Desde otro
de las editoriales argentinas y mexicanas. ángulo, en una de esas inquietantes ironías que
Es entonces, en el exilio, cuando no pocos labra la historia, podemos decir que hay tanta
escritores caen en la cuenta de que habían actividad galdosiana en Estados Unidos gracias
a Francisco Franco. [Kronik, 2005: 848]
pasado por alto la inspiración que en esta
búsqueda puede ofrecer el escritor canario. |No nos hacer sentir a Galdós; a la vida que
Las lecturas de Galdós en el exilio se hay en sus novelas […] echamos de menos la
producen a varios niveles. Mientras que la visión directa de la realidad y de la vida espa-
edición y divulgación tienen lugar allí don- ñola […]. La rica sustancia humana […] se nos
de hay un núcleo de exiliados más nume- escapa, y su mundo poético-vital queda redu-
roso, activo y cohesionado —Buenos Aires cido a un sistema de abstracciones. [Del Río,
1969: 64]
y, secundariamente, México—, la crítica
especializada encuentra su espacio privile-
Este juicio representa bien una segunda
giado en Estados Unidos, en cuyas univer-
época de la recepción norteamericana de
sidades había recalado una buena parte de
Galdós operada por exiliados como Del
la Filología española de la Edad de Plata.
Río y José Fernández Montesinos. Tanto
Esta producción intelectual está formada
Montesinos (nacido en 1897) como Casal-
inicialmente por trabajos más dispersos
duero (en 1903) se habían formado en el
e individuales, si no eruditos sí bien fun-
ámbito del Centro de Estudios Históricos
damentados metodológicamente hasta el
con maestros como Ramón Ménendez Pi-
punto de que, durante varios decenios y en
dal y Américo Castro, y ambos llegaron a
conjunto con otros hispanistas estadouni-
Estados Unidos a principios de los cuaren-
denses e ingleses, configuran el surgimiento
ta, donde se integraron en una incipiente
y la vanguardia del galdosismo internacio-
comunidad de hispanistas españoles en
nal. Uno de los miembros más destacados
la que formaban ya destacados nombres
de este galdosismo estadounidense, John
como Federico de Onís y Eugenio Florit,
W. Kronik, ha resaltado que
además del mencionado Ángel del Río.
el auge de los estudios galdosianos en Es- Esta que he llamado segunda fase del
tados Unidos […] se debe más que nada a la galdosismo norteamericano podría estar
labor fundacional de un grupo de emigrados de representada por las obras gestadas en los
DOSSIER

193

años cincuenta y sesenta, que rectifican en siglo. Del comentario rescato la mención al
parte los presupuestos de Casalduero. Son “rencoroso grupo noventiochista” no solo
en este sentido aportaciones de primer or- porque a la altura de 1967, cuando fecha
den los trabajos de dos exiliados, Ángel del esas palabras, parece haber renunciado
Río, autor de Estudios galdosianos (1953) al marbete de “Generación” sino porque
y José F. Montesinos, junto con el de otro cabe recordar que el valor que tuvo treinta
español que trabaja en la universidad años antes su necrológica en Hora de Es-
norteamericana, Ricardo Gullón, autor paña a la muerte de Unamuno, el maestro
de otro hito, Galdós, novelista moderno controvertido entonces por su adhesión y
(1960). Todos ellos muestran el paso hacia posterior alejamiento de la sublevación mi-
una crítica más textual, el deseo de estudiar litar franquista.
la obra de Galdós desde dentro y no desde La trayectoria del filólogo José Fernán-
arquetipos extrínsecos. dez Montesinos acompaña a la de otros
Los mencionados y otros títulos consti- miembros de su generación. Interesado
tuyeron una aportación fundamental para como joven de los años veinte por Lope,
colocar a Galdós lejos de una estrecha mi- Gracián y Góngora, el exilio introduce una
rada nacional que tendía a descalificar lo variación en sus investigaciones y las lleva
decimonónico y a identificarlo con un cos- al siglo xix. “¿Cómo no pensar que fue el
tumbrismo conservador anacrónico, fasci- destrozo de la guerra civil el que le llevó a
nado por tipos y personajes castizos, para reconsiderar la crónica de la narrativa de
analizar, sobre todo las técnicas de Galdós un siglo atrás entendida como reflexión e
como autor moderno y muy pendiente de imaginación acerca de la convivencia entre
las novedades del contexto europeo y sus- españoles?”, se pregunta José-Carlos Mai-
ceptible de lecturas universales. Esta poten- ner [1998: 34] al tratar la figura del crítico.
cialidad es el motivo por el que Montesinos Ya desde la nota preliminar, se advierte
comienza su “Nota preliminar” desmar- que el tratamiento que Montesinos hace de
cándose de “aquel despego que algunos su objeto de estudio difiere del de Casal-
mozos de mi generación solían manifestar duero. Frente a las fases múltiples que este
hablando de él, despego heredado del ren- establecía para explicar la trayectoria del
coroso grupo noventiochista, siempre mal novelista, para Montesinos existen, sustan-
dispuesto a aceptar anda de su próximo cialmente, dos grandes periodos: uno, el
pasado que pudiera hacerle sombra” [F. del Galdós juvenil, llevado por lo que él de-
Montesinos, 1968: IX]. Hay que recordar nomina “antiquijotismo racionalista” ba-
que la generación de Montesinos es, crono- sado en una absoluta voluntad de cambio
lógicamente la del Grupo del 27, la de los político que prevalece sobre la autonomía
nacidos en los alrededores del cambio de de los personajes y que revela su exaspe-
194

ración ante la “paranoia hispánica” inocu- Casalduero y de Montesinos, Blanco no es


lada por la reacción política y religiosa; y, autor de un estudio sistemático de la obra
otro, un Galdós que, desde la publicación de Galdós, pero sí de numerosos y releva-
de La Desheredada, en 1881, se deja atraer dores artículos monográficos y ediciones
por personajes quijotescos como la propia de algunas de las principales novelas, como
Isidora Rufete que son anomalías desde el Fortunata y Jacinta, El amigo Manso, Tor-
punto de vista del progreso y de la raciona- quemada en la hoguera y La de Bringas.
lidad social y política, anomalías y obstá- La aproximación que Blanco hace a la obra
culos hacia las que, sin embargo, el narra- galdosiana no esconde su inspiración mar-
dor no oculta su simpatía. La complejidad xista, implícita en el título de un volumen
de los personajes, la pluralidad de perspec- que recogió tres de esos trabajos, La his-
tivas, el relativismo y el afán por compren- toria y el texto literario. Tres novelas de
der al individuo y a los grupos humanos Galdós (1978), cuya aparición coincidió
en su circunstancia histórica más que por con el de la Historia social de la literatura
juzgarlos, son en suma los criterios que el española, de Iris Zavala, Julio Rodríguez
crítico Montesinos adopta en su mirada y Puértolas y el propio Blanco.
en su valoración de la obra galdosiana. En efecto, en los estudios sobre Galdós
La obra sobre Galdós en tres volúme- que lleva a cabo Blanco hay un ejercicio
nes de Montesinos abunda pues en lectu- de revitalizadora crítica materialista basa-
ras humanistas del escritor que han sido da en el axioma de que no hay creaciones
afeadas por algún crítico contemporáneo literarias atemporales ni autónomas de su
como Germán Gullón, quien ve en ello “el tiempo histórico. El análisis de Blanco es
cénit de este tipo de interpretación moder- un esfuerzo por recomponer la relación
na cruzada con lo tradicional”, la cual pro- entre la obra literaria y los modos de pro-
voca que “Don Benito ha quedado pillado ducción social, como cabría esperar de un
en una pose de beatitud condescendiente marxista ortodoxo, pero su variación con-
que estrecha las posibilidades interpreta- siste en evitar las simplificaciones mecani-
tivas de su obra” [Gullón 1993: 683]. La cistas en que había caído la crítica marxista
crítica de Gullón al estudio de Montesinos al establecer esta relación. En este sentido
desea abrir la perspectiva a nuevas lectu- otro importante galdosista norteamerica-
ras más centradas en la diferencia y en la no, John H. Sinnigen, recordaba que:
crítica cultural. Por ello le satisfacen más
Tal vez la introducción más notable a la crí-
los hallazgos que, más cercano a eso que él tica sociohistórica en el galdosismo fue el artí-
llama “lecturas posmodernas”, ofrece Car- culo de Carlos Blanco Aguinaga, ‘On the Birth
los Blanco Aguinaga en sus trabajos sobre of Fortunata’ [en 1968], una respuesta al análi-
Galdós de los años setenta. A diferencia de sis simbólico de Stephen Gilman, ‘The Birth of
DOSSIER

195

Fortunata’ […]. Fueron los primeros años de En gran medida, este y otros trabajos
Anales Galdosianos y ese debate resonó y sigue de Blanco representan en el galdosismo un
resonando entre galdosistas. [Sinnigen, 2015: momento de inflexión que estaba teniendo
122-123]
lugar en esos últimos años sesenta y prime-
ros setenta en todo el ámbito de la crítica
Así es: aquel artículo mencionado por literaria, desde el textocentrismo estruc-
Sinnigen expresa una voluntad explícita turalista que hasta entonces había preva-
de intervenir sobre el signo de los estudios lecido hacia posturas más sociologicistas
literarios sobre Galdós, como se ve en su de diverso tipo, que tenían en cuenta con-
propia apertura: textos de producción y de recepción y que
daban entrada en los estudios literarios a
El artículo de Stephen Gilman sobre “El
otros factores de comprensión e interpre-
nacimiento de Fortunata”, recientemente pu-
blicado en el primer número de estos Anales
tación del texto literario, principalmente
[…] es, sin duda, el trabajo de un apasionado la relación entre poder, clase y gusto. A
“galdosiano”. En su misma concepción, sin este respecto, Rafael Chirbes reconocía en
embargo, y, a menudo, en los detalles con los Blanco un intento por depurar “decenios
que Gilman argumenta a favor de una inter- en las lecturas de una crítica idealista y
pretación puramente simbólica del nacimiento más o menos reaccionaria que, interesada
de Fortunata y de su angelicalidad, así como en desactivar su energía social, los ha leído
en su noción de la novela —de cualquier no- pro domo” [Chirbes, 2015: 21]. Tras aque-
vela— como dependiendo estrictamente en el
llos trabajos iniciales, los que siguieron
concepto de “chemin a parcourir ou parcouru”
por un personaje —considerando los aspectos muestran, en palabras de Jo Labanyi, , “la
sociales, históricos o topográficos de la novela creciente sofisticación de la crítica marxista
solamente “secundarios”—, el artículo ofrece a medida que se aleja de la visión del texto
una interpretación radicalmente equivocada como expresión directa de la circunstancia
tanto de Fortunata como personaje como de histórica hacia visiones más complejas de él
la novela Fortunata y Jacinta en su conjunto. como mediador estructural de alternativas
Si no fuera porque el enfoque de Gilman y el históricas” [Labanyi, 1992: 16]2 . Labanyi
equívoco manejo de los detalles revelan un tipo
se está refiriendo en concreto a un ilumina-
de actitud crítica peligrosamente subjetiva y
porque “El nacimiento de Fortunata” puede
dor artículo de 1988 titulado “Silencios y
ejercer alguna influencia sobre la crítica de Gal- cambios de dirección: sobre la determina-
dós —y, quizá más ampliamente, entre Hispa- ción histórica en la ficción de Galdós”, al
nistas interesados en “la novela”­— podríamos que habría que añadir otro de 1994 titula-
dejarlo pasar sin comentario. [Blanco 1968:13] do “La originalidad de Galdós”.

2
La traducción es mía.
196

*** intelectual de Galdós una oportunidad de


indagar las raíces de la crisis de los valo-
Los trabajos descritos en esta comunica- res republicanos, laicos y progresistas en la
ción abrieron vías fértiles en el desarrollo España contemporánea. De ser así, los es-
histórico de la crítica galdosiana y cobra
tudios históricos de crítica literaria que los
sentido explicativo que tuvieran lugar en el
exiliados republicanos realizaron en Esta-
contexto de exilio y de un exilio como el
dos Unidos fueron una manera de pregun-
norteamericano. Primero, porque la heren-
tarse por una identidad nacional y también
cia galdosiana quedó muy maltrecha bajo
por la genealogía de su propia identidad
el imperio franquista y no solo por el recelo
excéntrica y derrotada. En este sentido,
–cuando no directamente censura– con que
todo el siglo xix, desde sus orígenes hasta
fue leída toda la tradición liberal a la que
la crisis de fin de siglo que da sus mejo-
pertenece nuestro escritor. Germán Gullón
res muestras de pensamiento literario ya
ha recordado que a esta postergación de
en el siglo xx —y recordaremos aquí otro
los estudios sobre Galdós en la Península
estudio revelador de Blanco, Juventud del
concurrieron diversos factores, pero dos 98— es para estos historiadores una fuente
fueron los más importantes: la herencia anti- inagotable de enigmas impregnados de ex-
galdosista que mantuvieron algunos escritores periencia personal. Baste recordar aquí la
de la postguerra, como Francisco Umbral o afirmación que, en el prólogo a la edición
Juan Benet, y el tipo de crítica que hicimos en
de 1979 de Liberales y románticos, realiza
aquel momento, que disonaba con el conser-
vadurismo crítico nacional. En muchos casos, Vicente Llorens:
eso sigue siendo así. El filologismo ultra, que
dominaba y, en gran parte, sigue vigente, pasó Esta obra no fue tan sólo posible por un
por alto a Galdós. [Gullón, 2005, 836] azar, como dije, ni por la riqueza de las biblio-
tecas que pude utilizar, sino por mi misma con-
En este contexto es cuando la identidad dición de emigrado político de 1939 [...]. Dudo
mucho que sin esta circunstancia personal mi
cultural exiliada cumple una de sus fun-
obra, buena o mala, fuese lo que es: el testimo-
ciones: conservar toda aquella expresión nio de un expatriado de nuestro siglo que ve el
simbólica que, bajo el dominio totalitario, pasado español a la luz del presente y aun del
atraviesa lo que Walter Benjamin ha llama- futuro. [Llorens, 1979: 8]
do “un instante de peligro”.
En relación con ello, semejante fecundi- Lo mismo podría decirse de la apasiona-
dad de los estudios galdosianos se debe a da relación de estos académicos con la obra
que su origen no está en una mera curiosi- de Galdós. La experiencia exílica propor-
dad intelectual, sino que Casalduero, Mon- ciona una rara lucidez que ilumina áreas de
tesinos, Blanco y otros vieron en la figura la realidad literaria que de otra manera ha-
DOSSIER

197

brían sido abordadas de una manera más — [2006]: «Sobre el “hispanismo” de los exiliados
oblicua, más teórica, impersonal e indirec- en Estados Unidos», Laberintos, 6-7, pp. 136-
144.
ta y que guarda relación con una serie de
elementos clave que une a los exiliados con —, Iris Zavala y Julio Rodríguez Puértolas [1978].
Historia social de la literatura española, Madrid,
Galdós: la fascinación por la potencialidad
Castalia.
de la ficción para racionalizar la derrota
de la razón y el valor de la literatura como Casalduero, Joaquín [1943]. Vida y obra de Gal-
dós, Buenos Aires, Losada.
testimonio de su tiempo. De esta identifi-
cación, unida a las posibilidades que brin- Chirbes, Rafael [2015]. «Francisco Caudet, his-
toriador de la literatura», en: Fernando Larraz
daba el medio académico estadounidense,
(ed.), Estudios de literatura, cultura e historia
nació un particular modelo de lucidez que contemporánea en homenaje a Francisco Cau-
caracteriza a los estudios acerca de la obra det, Madrid, Universidad Autónoma, pp. 21-26.
galdosiana de los exiliados republicanos y Gullón, Germán [1993]. «Galdós y la lectura pos-
que dejó una impronta hegemónica en el moderna del texto literario: El amigo Manso
galdosismo del siglo pasado. Al menos en como ejemplo», en Actas del Cuarto Con-
este campo, el imperio del poder sobre el greso Internacional de estudios galdosianos
territorio nacional no impuso un dominio (1990),  Vol.  1,  Las Palmas de Gran Canarias,
Ediciones del Cabildo Insular, pp. 681-694. 
sobre la escritura de la historia.
— [2005] «La imagen actual del galdosismo en Es-
paña», en Actas  del  octavo  congreso  interna-
OBRAS CITADAS cional de estudios galdosianos, Las Palmas de
Gran Canaria, Cabildo  Insular, p. 833-841.
Blanco Aguinaga, Carlos [1968]. «On ‘The birth of Kronik, John W. [2005]. “Galdós  y  sus  críticos:
Fortunata’», Anales Galdosianos, III, pp. 13-22. El galdosismo en América”, en Actas del octa-
— [1970], Juventud del 98, Madrid, Siglo xxi. vo  congreso  internacional  de  estudios  galdo-
sianos, Las  Palmas  de Gran  Canaria, Cabil-
— [1978]. La historia y el texto literario. Tres nove- do  Insular, pp. 848-853.
las de Galdós, Madrid, Nuestra Cultura.
Labanyi, Jo [1992]. Galdós, Londres, Longman.
— [1988]: «Silencios y cambio de rumbo: sobre
la determinación histórica en las ficciones de Llorens, Vicente [1979]. Liberales y románticos.
Galdós», en Peter Bly (ed.), Galdós y la historia, Una emigración española en Inglaterra. Madrid,
Ottawa, Dovehouse, pp. 187-206. Castalia (3.ª edición).

— [1994]: «La “originalidad” de Galdós», en  Ha- Mainer, José-Carlos [1998]. «Montesinos o la pa-
rriet S. Turner y John W. Kronik (coords.), Tex- sión de la filología», Revista de Libros, 22, pp.
34-35.
tos y contextos de Galdós. Actas del simpo-
sio centenario de Fortunata y Jacinta, Madrid, Río, Ángel del [1969]. Estudios galdosianos, Nue-
Castalia, pp. 179-184. va York, Las Américas.
198

Sinnigen, John H. [2015]. «Un hito en el galdosis-


mo: la edición crítica de Fortunata y Jacinta de
Francisco Caudet», en: Fernando Larraz (ed.),
Estudios de literatura, cultura e historia con-
temporánea en homenaje a Francisco Caudet,
Madrid, Universidad Autónoma, pp. 121-130.
DOSSIER

199

“Cosas de América”:
Algunas notas sobre la
experiencia de Arturo La labor de los exiliados repu-
Serrano Plaja en Estados blicanos de 1939 en distintos centros
del sistema universitario estadounidense
Unidos1 tuvo una presencia destacada en el estado
de California. La nómina de escritores e in-
telectuales que, de modo esporádico o per-
josé-ramón lópez garcía manente, realizaron parte de su trayectoria
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma de profesional en universidades californianas
Barcelona
nos sitúa de pleno en la intrínseca plurali-
States, Counterculture, Cold War, University of
Key words: Arturo Serrano Plaja, Exile, United

dad de las culturas del exilio republicano.


Pablo de Azcárate, Carlos Blanco Aguina-
ga, Joaquín Casalduero, Américo Castro,
Resumen: Este trabajo propone una aproxima- Luis Cernuda, Enrique de Rivas, José Ru-
ción acerca del exilio en Estados Unidos del poe- bia Barcia, Pedro Salinas, Ramón J. Sender
ta Arturo Serrano Plaja, en especial a sus últimos o Arturo Serrano Plaja son sólo algunos in-
años de vida transcurridos en la University of Ca- tegrantes de un listado cuantitativa y cuali-
lifornia de Santa Barbara, mediante la valoración tativamente excepcional.
que realizó de la realidad del país norteamericano
Quisiera acercarme en esta ocasión a la
en algunos de sus ensayos. De este modo, Serra-
no Plaja reflexiona sobre estos distintos elementos figura de Serrano Plaja para ejemplificar un
California

nacionales, sus significados políticos, religiosos y proceso detectable asimismo en otros itine-
existenciales e intenta fusionar cada uno de ellos rarios exiliados. Me refiero a cómo la expe-
en sus últimos poemas. riencia de largos años de exilio se traduce
muchas veces en episodios de crisis perso-
Abstract: This paper proposes an approximation nal que afectan asimismo a las bases ideo-
Palabras claves: Arturo Serrano Plaja, Exilio,
Estados Unidos, Contracultura, Guerra fría,

about the exile in the United States of the poet lógicas y políticas que previamente habían
Arturo Serrano Plaja, especially his last years of
caracterizado el proceder de estos autores.
life spent in the University of California of Santa
Barbara, by means of the evaluation of the reality El caso de Serrano Plaja resulta especial-
that realized of the North American country in mente extremo dada su anterior compren-
some of his essays. In this way, Serrano Plaja sión marxista del mundo y su brillante
reflects on these different national elements, their implicación y protagonismo en el seno de
University of California

political, religious and existential meanings and las vanguardias políticas de los años trein-
try to merge each one of them in his lasts poems. ta. Baste ahora mencionar su papel como
principal redactor de la “Ponencia colecti-

1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio republicano
de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
200

va” (1937) o la escritura de El hombre y el la capacidad de Serrano Plaja para hacer


trabajo de 1938, considerado un libro fun- de su opción religiosa un territorio abierto
dacional de la poesía social española (Cau- a la subversión, incluso en temas tan deli-
det 1978; López García 2008). Fiel compa- cados para un católico como la Pasión de
ñero de viaje del Partido Comunista desde Cristo, que sabe cruzar hábilmente con los
1933, su progresivo distanciamiento a par- esquemas de la novela negra deudores de
tir de los años cincuenta culminó con una Raymond Chandler y con la tradición de
sonada ruptura pública que se vería acom- los misterios medievales.
pañada poco después de la conversión a No obstante, mi intención no es entrar
una heterodoxa comprensión de la religión en el análisis de las causas de estos cam-
católica. En este sentido, la praxis poética bios ni en sus manifestaciones poéticas,
de Serrano Plaja, como ya había sucedido cuestiones que ya he abordado en otro
en Galope de la suerte. 1945-1956 (1958), lugar (López García 2008). Mi interés se
mantendrá en sus posteriores entregas un centra en comprobar si el contacto con la
marcado experimentalismo y tono perso- realidad estadounidense sirvió para refor-
nal, pero puestos ahora al servicio, prime- zar y legitimar el radical giro ideológico y
ro, de la comunicabilidad de su desgarrada religioso de los últimos veinte años de la
vivencia religiosa y, finalmente, a la recu- vida de Serrano Plaja. En este sentido, me
peración de la memoria de su pasado fami- ha parecido relevante que este momento de
liar. Así lo testimonian sus últimos poemas, su biografía coincidiera con un periodo es-
escritos casi en su totalidad en Estados pecialmente intenso de la historia estadou-
Unidos: el libro La mano de Dios pasa por nidense. Años en los que la guerra fría se
este perro (Cadena de blanco-spirituals halla en pleno apogeo y en los que mien-
para matar el tiempo como Dios manda) tras Estados Unidos proyecta una imagen
(1965) y las series “Descubrimiento y con- de fortaleza como ejemplo de liderazgo
quista de América, poema amoroso incon- del llamado “mundo libre”, simultánea-
cluso naturalmente” (1963) y “Los álamos mente tiene lugar la eclosión de toda una
oscuros y La goma de borrar” (1970)2. Una serie de movimientos contraculturales y de
producción literaria a la que cabe sumar, crisis políticas de enorme alcance para la
además de varios ensayos a los que ense- identidad nacional norteamericana (misi-
guida me referiré, la peculiar novela La ca- les de Cuba, asesinatos de John Fitzgerald
catúa atmosférica (1977), ambientada en Kennedy y Martin Luther King, guerra de
los paisajes californianos y que demuestra Vietnam). Movimientos que, al igual que

2
Toda la poesía de Serrano Plaja escrita en el exilio, incluidos numerosos inéditos, ha sido recogida en Descansar
en la frontera. Poesía en el exilio (1939-1970) (2007), edición de la que se toman las citas de este trabajo.
DOSSIER

201

en ciudades como San Francisco, se mani- puede comprobarse en sus crónicas para el
festaron de modo especialmente intenso en diario barcelonés La Vanguardia que luego
la University of California. agrupó en Entre España y América (1974).
En este sentido, sería especialmente inte- O, por último, Soledad Puértolas, alum-
resante confrontar la expresión de esta rea- na de Serrano Plaja y Aranguren durante
lidad en la obra de Serrano Plaja con otras una estancia en California a la que se ha
visiones que alumbran tanto la evolución referido en varios momentos mostrando
del exilio republicano como la de distintas un enorme agradecimiento y afecto hacia
instancias ligadas en mayor o menor medi- el exiliado español, alguien fundamental en
da a la disidencia franquista y la transición su decisión de dar el salto al mundo de la
a la democracia. Me refiero a figuras como escritura. El bandido doblemente armado
el por entonces joven profesor Víctor Fuen- (1980), su primera novela publicada, está
tes, quien llegó a la institución californiana ambientada precisamente en los paisajes
en 1965, compañero de departamento en californianos en que vivió aquellos años.
Santa Bárbara y que ha abordado en distin-
Todos estos textos, en suma, propician
tas obras su experiencia en Estados Unidos
múltiples perspectivas sobre el enclave de
y, de modo particular, en California, como
Santa Bárbara y forman un conjunto en el
sucede en buena parte de Morir en Isla
que confluyen aspectos tales como la su-
Vista (1999), novela publicada por su seu-
blimación autobiográfica, los juegos con
do-heterónimo Floreal Martínez, y en sus
dos libros de memorias, Bio-Grafía ameri- los moldes genéricos de la novela negra,
cana (2008) y Memorias del segundo exilio la hibridación con modalidades ligadas al
español (1954-2010) (2011). Compara- auto sacramental o la autoficción, así como
ción a la que debería sumarse asimismo la reflexiones acerca de los significados políti-
presencia de José Luis López Aranguren, cos e intelectuales de los movimientos con-
igualmente vinculado a la University of Ca- traculturales y las reivindicaciones de las
lifornia tras la expulsión de su cátedra por minorías que se produjeron en ese periodo
parte del gobierno franquista en 1965. Un y su virtualidad como espejo de las proble-
Aranguren que llegaría a mantener una no- máticas españolas. Se abre así un juego de
table amistad con el poeta y que asimismo perspectivas en el que exilio republicano y
reflexionó sobre Estados Unidos y, espe- actitudes de disidencia hacia el franquismo
cialmente, sobre el ambiente contracultu- de muy distinto signo vinieron a coincidir
ral que vivió de cerca en California, como en la dorada California3.

3
Analizo con mayor detenimiento estas distintas perspectivas en mi trabajo, de próxima publicación, “California
Dreamin': visiones de la contracultura estadounidense en Arturo Serrano Plaja, José Luis López Aranguren, Víctor
Fuentes y Soledad Puértolas”.
202

La experiencia norteamericana de su nueva pareja sentimental, será definitivo,


Serrano Plaja demostrando desde ese momento un enorme
La muerte de Arturo Serrano Plaja el entusiasmo por el modelo de sociedad y de
16 de junio de 1979 en el el Oak Conva- vida estadounidenses. Se ponía así fin a esa
lescence Home de California ponía fin a larga marcha como compañero de viaje que
casi dieciocho años de exilio en tierras es- había iniciado en 1933, llevando consigo
tadounidenses. Se trata de un periodo de el evidente derrumbe de una cosmovisión
su vida y creación que ha sido leído con de la realidad a la que se había entregado
bastante menos interés que su brillantísima por completo, pero atesorando también un
actuación durante la segunda república y legado ético y estético al que, en muchos
la guerra civil. En esta desatención han in- sentidos, nunca renunciaría.
fluido varios elementos: el factor religioso Propuesto por Sánchez Barbudo como
que acompañó a su renuncia al marxismo, sustituto en su puesto de profesor en la Uni-
su crítica al compromiso del intelectual co- versity of Wisconsin (Madison) durante una
munista, su ensayística más académica y ausencia suya de varios meses, allí impar-
ensimismada en lo literario y su poesía a tió distintos cursos de literatura española
contracorriente de los círculos exiliados y entre 1961 y 1963. Tras ello, su segundo
del interior. destino sería otra universidad de prestigio,
Tras un largo y complejo proceso de
University of Minnesota (Minneapolis), en
desencanto político, su ruptura definitiva
donde trabajó entre 1963 y 1968 y alcan-
con el PC se había hecho pública con la
zó la categoría de catedrático. En 1968,
aparición en abril de 1960 de su ensayo “Arte
a sugerencia de Enrique Martínez López,
comprometido y compromiso del arte” en
profesor en la University of California que
la revista Cuadernos para la Libertad de
la Cultura, que constituye asimismo, en había establecido una buena relación con
muchos sentidos, la presentación de su Sánchez Barbudo durante los veranos de
nuevo programa estético (López García 1966 y 1967 que pasó como profesor vi-
2008: 272-276). En 1961, y tras la muerte sitante en Madison, se le abrió la posibili-
en España de su hermano Carlos, último dad de ingresar en el centro californiano.
miembro de su familia, decidió aceptar la En carta del 19 de agosto de 1967 a David
sugerencia de su antiguo compañero Antonio Bary, jefe del Departament of Spanish and
Sánchez Barbudo de viajar a los Estados Portuguese de la University of California,
Unidos. Este traslado a tierras americanas Sánchez Barbudo resumía el itinerario has-
junto Ingrid Kruse (Rusia, 13 de febrero de ta la fecha de Serrano Plaja por las univer-
1919-Santa Bárbara, 28 de marzo de 2002), sidades estadounidenses:
DOSSIER

203

Recibo hoy mismo carta de Serrano Plaja, ¿Cómo había percibido hasta entonces
[…] diciéndome que está en contacto con usted su nuevo país de exilio? En 1968 se había
para una posible invitación de Vds. a ir a Santa publicado El arte comprometido y el com-
Barbara. Como ya le dije al amigo Martínez promiso del arte, selección de ensayos cuyo
López, aunque soy parcial con él pues es viejo último trabajo llevaba por título “Cosas
amigo mío, creo realmente que no sólo estará
de América”, un texto breve que subtitu-
él muy contento allí con Vds., si llega a ir, sino
ló “Crónica ligera con una nota grave: La
también Vds. con él. Es cumplidor, prepara las
Libertad”. En sus catorce páginas se reco-
clases bien, y es persona en extremo decente
y responsable en cuanto a sus obligaciones. Y gen varias de las impresiones de Serrano
muy leal como amigo. Aquí en Wisconsin, don- Plaja durante sus primeros cuatro años en
de estuvo dos años, quedó muy bien, y Malvi- Estados Unidos, periodo en el que muestra
hill puede darle referencias de él, si lo desea. Y su pronta admiración por el estilo de vida
también entiendo quedó muy bien en Minneso- norteamericano y en el que abundan las
ta, como pueden testimoniar Pattison y otros. críticas hacia la antigua URSS. El antico-
Es productivo —quizás ya sepa que sale muy munismo de Serrano Plaja se había larvado
pronto un libro suyo en Gredos sobre Cervan- de manera constante desde inicios de los
tes— y muy estimable poeta. No sé si conoce años cincuenta (López García 2008: 247-
usted El hombre y el trabajo, que publicó en 251) y no cabe duda alguna de que estaba
1939 durante la guerra. […] ahí hay un nom- perfectamente asentado y de que fue a más
brar poético, de los oficios, que viene de Neru-
durante su estancia en Estados Unidos. Así,
da en parte (y a la vez del ansia de la palabra
el 7 de noviembre de 1961, recién llegado
“desnuda” de JR) y en el que se adelanta a Ce-
al país, escribe desde la Universidad de
laya… En realidad Celaya plagió eso de Plaja,
como puede probarse. Ahora anda metido en
Madison a Joaquín Maurín para enviarle
una búsqueda de Dios por vía “perruna”, con copia de dos novelas y tantear la posibili-
dejos quevedescos, algo original, divertido, in- dad de su publicación. Una de ellas, La ver-
teresante. Le voy a escribir diciendo le mande dad triunfa, tiene como tema “uno de los
ese libro suyo que publicó Adonais hace un par famosos procesos comunistas, el de Praga,
de años, el primero suyo en España tras la larga con sus monstruosidades y hasta unas ‘car-
ausencia del destierro.4 titas’ que la prensa comunista publicó en

4
Debo el conocimiento de esta carta al profesor Enrique Martínez López (1926-2012), quien llegó a ser íntimo
amigo de Serrano Plaja durante este último periodo californiano de su vida. David Bary, por cierto, tomaría buena
nota de lo apuntado por Sánchez Barbudo acerca de Celaya –un tema por el que Serrano Plaja se sintió especial-
mente agraviado (López García 2008: 277)– y publicó un interesante trabajo sobre la cuestión: “De Serrano Plaja a
Gabriel Celaya: apuntes sobre el tema del trabajo en la poesía española contemporánea”. Papeles de Son Armadans,
Palma de Mallorca, LX, 180 (marzo de 1971), pp. 240-264.
204

el mundo entero, que dan escalofríos”5. de los estudiantes “radicales”, eufemismo


En correspondencia con este anticomunis- empleado, como recuerda, para designar a
mo, Serrano Plaja desarrolló un profundo los comunistas. El exiliado describe admi-
respeto por Estados Unidos. A título de rado cómo, en aquel ambiente de tensión,
ejemplo, baste recordar el testimonio del se permitió en dicha agrupación estudiantil
ilustre científico español Francisco Grande que ese grupo debatiera libremente acer-
Covián, con el que Serrano Plaja trabó es- ca de las razones de la URSS para llevar a
trecha amistad en Minnesota, quien recor- cabo su acción, algo inimaginable, precisa,
daba como le habían llamado la atención en “la Universidad de Kahrkov”. De ahí su
“su entusiasmo por los Estados Unidos [y] conclusión: “Aquel día –aquellos días– de
su irreductible actitud crítica frente a la ‘lo de Cuba’, hube de aprenderlo más que
política soviética […] a la que consideraba nunca. La importancia de la libertad. La
culpable de muchos de los males de nuestra veracidad con que se lleva eso –eso, nada
época, incluyendo el catastrófico final de la más que eso– de ser libre: aquí va en serio”;
segunda república española y el comienzo la acción de Kennedy fue para él “haber
de la segunda guerra mundial” (195-196). afirmado la libertad de defender la liber-
Por el mismo testimonio de Grande Covián, tad” sabiendo “hablar el lenguaje que le
sabemos del sumo interés de Serrano Plaja corresponde precisamente a eso, a la liber-
por las tesis expuestas por Jean-Jacques tad” (1968: 140). La contraposición entre
Servan-Schreiber en su exitoso El desafío Estados Unidos y la URSS en el contexto de
americano. Datos, en suma, que corrobo- la guerra fría se aborda asimismo mediante
ran la impresión de que Serrano Plaja con- el ejemplo de las competiciones deportivas
sideraba los Estados Unidos como un lugar entre unos equipos juveniles de cada na-
que había ganado la partida a Europa. ción que pudo observar durante su estan-
Los dos episodios más relevantes para cia en la Universidad del Sur de California.
entender esta temprana admiración son la Serrano Plaja remarca la ansiedad por co-
crisis de los misiles de Cuba en octubre de nocerse entre los jóvenes de ambos equi-
1962 y el asesinato de Kennedy en 1963. pos, constreñida en el caso soviético a la
En el primer caso, Serrano Plaja relata lo estrecha vigilancia a la que eran sometidos
que observó en la Unión de Estudiantes sus movimientos en grupo frente a la capa-
de la Universidad Madison y la actitud cidad de los norteamericanos de moverse

5
Debo el conocimiento de esta carta, conservada en la Hoover Institution on War, Revolution and Peace de
Stanford University (Joaquín Maurín Papers, 1870-1976, Box 10), a la profesora Olga Glondys, miembro del GEXEL
y especialista en el estudio del exilio republicano de 1939 y la guerra fría. Hasta donde he podido averiguar, las dos
novelas mencionadas en esta correspondencia parecen perdidas.
DOSSIER

205

libremente. Este contraste entre los blo- existencia de alimentos bajos en calorías en
ques soviético y norteamericano apenas si contraste con la subalimentación de otros
halla excepciones, como la del “pudor so- países (128). También se alude al proceso
cial” ante la muerte, que teóricos soviéticos de secularización de una sociedad en que
como Trotsky (señala Serrano Plaja recor- las campanas que suenan, en Madison u
dando una entrevista de Malraux al líder otras localidades, no son las de las igle-
soviético que leyera en su juventud) acha- sias sino la de los bancos: “materialización
can a la “inculcación de un supersticioso poética […] de los dólares entrando y sa-
temor” fruto de la “educación milenaria liendo en las arcas bancarias” (129). Fe-
de carácter religioso” mientras que la so- nómeno que, en una nueva confrontación,
ciedad americana lo evidencia suprimiendo pone en paralelo con la pluralidad religiosa
con eufemismos su presencia, aludiendo al de un país que se manifiesta hasta en los
muerto como “the loved one” (135-136). símbolos más distintivos del progreso y
La última escena de esta “crónica ligera” modernidad estadounidense como puedan
remite al asesinato de Kennedy, evocando ser los moteles de carretera, que él mismo
la suspensión de una clase al comprobar ha frecuentado a lo largo y ancho del país,
que sus alumnos estaban llorando por la en los que “siempre hay en la habitación
muerte del presidente. Sin entrar en ningún una Biblia y, muy generalmente, una lista
tipo de comentario sobre el intenso deba- de las diferentes iglesias que ofrecen servi-
te político que comportó el asesinato de cios en la localidad”, con estadísticas tan
Kennedy (y poco después el de Lee Har- abrumadoras como la de que en un pue-
vey Oswald), Serrano Plaja se limita a se- blo de 1400 habitantes existieran veintiu-
ñalar que esta contrición nacional era una na iglesias distintas (129). También se alu-
prueba de que el mandatario había sido de a la primera visita a Nueva York con
“el político que tuvo el gran don de no ser el relato de su insistencia en entrar a pie a
únicamente ‘político’. Era Presidente de los Manhattan por el puente de Brooklyn para
Estados Unidos y además otra cosa” (141). emular al Walt Whitman de una fotografía
Como en estos dos ejemplos centrales, que había visto en su juventud. Una preten-
buena parte de estas notas no pasan de ser sión que deja perplejos a los neoyorquinos,
un bosquejo costumbrista que, por otra que le indican el metro o el taxi como op-
parte, apuntan el choque cultural ante la ciones, pero que logra realizar gracias a las
sociedad y el sistema de vida americanos. explicaciones de un “chinito de Brooklyn”
Por ejemplo, se nos habla de la publicidad (131), depositario de una tranquilidad que
aplicada a la industria alimentaria o de la han perdido los habitantes americanos. En
sorpresa por la preocupación norteame- este sentido, tanto en esta anécdota como
ricana por la sobrealimentación y por la en la siguiente, en la que comenta sus visi-
206

tas a asentamientos de tribus indias en lo- para cada ciudadano, algo que Serrano
calidades fronterizas con Canadá o Nuevo Plaja consideraba un dirigismo estatal que
México, Serrano Plaja no entra en cuestio- anularía la libertad individual.
nes que tengan que ver con la multiplicidad En este sentido, su estancia en Santa
étnica del país, las desigualdades sociales Bárbara le llevaría a estar presente en una
o las reivindicaciones llevadas a cabo por de las comunidades universitarias política-
parte de muchas de estas minorías raciales. mente más movilizadas de aquellos años,
El comentario no pasa de la crítica superfi- en pleno periodo de reivindicación de los
cial a la mercantilización turística (produc- derechos civiles de las minorías raciales y
tos supuestamente hechos por indios que de protestas contra la guerra de Vietnam.
son de origen japonés o alemán), la ironía En trabajos académicos como el pionero
de que uno de ellos le entregue una tarje- La marcha al pueblo en las letras españolas
ta en la que lee su nombre, “Abel Sánchez (1917-1936) (1980) o en su colaboración
OQWA-PI” (“¿Qué hubiera dicho don para el Homenaje a Arturo Serrano Plaja
Miguel de Unamuno si hubiese visto a su (1985) coordinado por Sánchez Barbudo
Abel Sánchez vivo, de carne y hueso, como
y Aranguren, Víctor Fuentes ha valorado
don Miguel quería –sólo que en Taos y con
muy positivamente la figura del Serrano
dos coletas enormes, y dos teléfonos”), o
Plaja anterior a la guerra civil pero también
la evaluación de los programas de subsi-
ha marcado las distancias con el Serrano
dios gubernamentales como una manera
Plaja del exilio. Así, el segundo de los tex-
de eludir el trabajo (“como muchos no son
tos mencionados concluye con la siguiente
tontos, prefieren seguir siendo indios y de-
jar que hagan el indio los blancos con su nota a pie: “En el exilio y en los años de
civilización y sus ‘líos’”) (132-133). En esta la guerra fría, Serrano Plaja, como tantos
misma dirección cabe situar la oposición otros intelectuales marxistas europeos vive
que en el futuro manifestará hacia plantea- la ruptura con el stalinismo: replegado en
mientos progresistas como los de George sí, sigue escribiendo, en el corazón de una
McGovern, candidato del Partido Demó- sociedad que lleva la fórmula dinero-mer-
crata en las elecciones de 1972 ganadas por cancía-dinero al paroxismo y agarrado a
Nixon (Martínez López, 156). McGovern, un nuevo ‘clavo ardiendo’… Pero eso es la
al que muchas veces se ha definido como el historia de otra época y parte del drama de
candidato presidencial demócrata de ideas la ‘España del éxodo y del llanto’” (Fuentes
más cercanas al socialismo de la historia 1985: 105). En sus memorias o autoficcio-
de Estados Unidos, propuso, entre otras nes ha sido mucho más explícito y crudo
medidas para erradicar la pobreza, la asig- en el retrato del escritor, como sucede en el
nación de una renta anual gubernamental caso de Morir en Isla Vista:
DOSSIER

207

En la otra ala del pasillo también tuvo su ofi- su figura y a las penosas condiciones de
cina-sepulcro Arturo Serrano-Plaja, cuyo poe- su muerte en las otras dos obras que con-
mario El hombre y los trabajos [sic] elogiara
forman lo que denomina su “trilogía me-
Antonio Machado. Vivió el trauma del exilio y
del stalinismo. “Las he pasado putas” te soltó morialista” (Fuentes 2011: 13). Así, tan-
nada más conocerle, ya asido al salvavidas de to en Bio-Grafía americana (2008) como
su puesto de profesor de español en Estados en Memorias del segundo exilio español
Unidos. Si en la guerra sacara, junto a Alberti, (1954-2010) (2011) evoca su fallecimiento
los cuadros del museo del Prado, en otra ope- en “uno de esos eufemísticamente llama-
ración de salvamento, ahora, a sus sesenta y
tantos años y reconciliado con el capitalismo, dos ‘Hogares para convalecientes’, en ver-
se paseaba en un porsche descapotable azul por dad, ‘Academias para la muerte’” (Fuentes
la Riviera de Santa Bárbara, donde se había 2011: 228)6. El retrato que efectúa de la
comprado casa para resarcirse de tantos años a muerte de Serrano Plaja, más que como
la intemperie. Pero la parca fue más rápida que una descripción objetiva de las condiciones
el porsche y acabó con él en un devastador tri-
en que se produjo este fallecimiento, pare-
ple ataque al corazón que lo dejó unos cuantos
meses de sobreviviente, aunque sin suficiente ce estar actuando como proyección perso-
riego cerebral. En una de las últimas visitas que nal de sus propias angustias existenciales.
le hiciste, para felicitarle porque en España, y Una imagen que, a partir del ejemplo de
tras el franquismo, empezaba a ser rescatado Habitación para hombre solo de Serrano
del olvido, tomándote por un cura rojo te hizo
Poncela, convierte a la habitación en que
su última retractación: “Las contradicciones
del capitalismo son irresolubles” (Hernández: se muere en soledad y olvido en un espacio
82-83). simbólico, en una especie de alegoría del
exilio. Seguramente, dicha dimensión se
Las condiciones en que murió Serra- origina ante la figuración que previamente
no Plaja parecen haber marcado mucho a había realizado de sus propias aspiraciones
Fuentes, quien tituló el texto que dedicó al intelectuales y políticas en la persona del
poeta tras su muerte y publicado en la re- Serrano Plaja anterior al exilio: “Yo aspi-
vista La Calle “Morir de incógnito”, vien- raba a ser lo que él había sido en los años
do en su caso un ejemplo paradigmático de 30 y él, desengañado con el comunismo, se
la tragedia existencial del exiliado que aso- había dado un cambio de chaqueta de esos
cia al anonimato y al olvido (Fuentes 2008: en que, como dijera César Vallejo, al que él
57). De hecho, Víctor Fuentes aludirá a tanto admirara, te rompes la espina dorsal.

6
“El día que le visité agonizaba en solitario, con una anciana, en silla de ruedas, agarrada a la cortina de la puerta
de entrada y reclamando que aquella cama que ocupaba el moribundo español era la suya. La enfermera chicana
me soltó, ‘Éste no pasa de esta noche’, y así fue” (Fuentes 2008: 60).
208

Cuando presenté mi candidatura para Jefe taba ya como gobernador del Estado de
del Departamento, exclamó airado: ‘No, California. La más significativa de las mo-
con Fuentes, esto sería el politburó’. De to- vilizaciones estudiantiles ocurrió el 25 de
dos modos, le admiraba como poeta y por febrero de 1970, cuando algunos estudian-
lo que había sido. Mantuvimos un sote- tes con apoyo de varios profesores que-
rrado afecto mutuo” (Fuentes 2011: 228). maron la sucursal del Bank of America en
Las constantes identificaciones que Fuentes Isla Vista, el barrio estudiantil adyacente al
realiza entre él y los exiliados denotan la campus, acción acompañada de una brutal
voluntad de insertarse en la comunidad represión policial de resultas de la cual se-
exiliada, como bien a las claras manifiesta ría muerto un estudiante. Desde mediados
el título del último volumen de su trilogía de los sesenta, Isla Vista se había converti-
(segundo exilio). do en un foco de movimientos contracul-
Soledad Puértolas traza un mapa de turales con una amplia actividad política.
afectos distinto en la evocación de su an- Este contexto fue bien conocido tanto por
tiguo profesor, pero similar en algunos Serrano Plaja como por sus otros colegas
aspectos con la visión de Fuentes. La es- de departamento, Aranguren y Fuentes,
critora nos muestra a una persona tímida, quienes en cada caso y de particular modo,
muy reservada y adusta pero apasionada sí han dejado reflexiones y testimonios
en sus clases, cuyas tendencias políticas acerca de estos acontecimientos. Frente a
eran evaluadas del siguiente modo: “Tenía, las simpatías calculadas del Aranguren que
pues, reputación de ‘duro’ y reaccionario, a edifica ya su papel de futuro intelectual de
causa de su riguroso academicismo y de su la transición o la implicación entusiasta y
integración en la vida americana, simboli- directa de Fuentes en estas movilizaciones,
zada en su casa de las colinas, de la que ha- Serrano Plaja, de creer las explicaciones
bíamos oído hablar, y su Porsche plateado que Martínez-López ofrecía en su carta del
de dos plazas que destacaba orgullosamen- año 2000 evocando asimismo el incidente
te frívolo en el aparcamiento reservado a de la quema del Bank of America, mostró
los profesores” (Puértolas 1985: 55). su rechazo:
Sin duda, los símbolos a los que aluden
Fuentes y Puértolas debían destacar mucho Ni qué decir hay cuánto el arrepentido agi-
en unos años en los que la Universidad de tador desconfiaba de quienes aquí buscaban la
California había sido protagonista de múl- justicia arrojando “Molotov cocktails” al grito
de “Power to the people”. Bien sabía Serrano
tiples manifestaciones políticas en la estela que ese “people” en el Madrid de 1934 algu-
del mayo francés, con fuertes protestas uni- nos días consistía exactamente en sólo cuatro
versitarias en el periodo en que Nixon llegó individuos que en esquinas diferentes encen-
a la presidencia y Ronald Reagan despun- dían petardos que espantaban y herían al pue-
DOSSIER

209

blo de verdad. Y que el “pueblo” que entonces que se están reafirmando “los valores re-
componía anónimas coplas revolucionarias ligiosos”, arguyendo en favor de esta idea
“Éramos Alberti, otro y yo”. Este ayer peludo
el éxito en Broadway de Jesuschrist Supers-
[alusión a su poema “La goma de borrar el pa-
sado imborrable”] se le erizó, acusador, con los
tar y el fenómeno del llamado Jesus People
disturbios estudiantiles en Santa Bárbara. (5), ligados al movimiento hippie. Tras una
extensa reflexión sobre las relaciones entre
Otros fenómenos vinculados a los mo- ciencia y religión que encuentra expuestas
vimientos contraculturales surgen, no obs- en primer término en los casos de Einstein,
tante, con carácter más positivo en el en- Planck y Heisenberg, el trabajo se cierra
sayo de 1973 “¿Es la religión el opio del con una crítica a las “minorías ‘avanza-
pueblo? ¿Será el opio la religión del pue- das’” que en Estados Unidos “son hoy ya
blo?”, recogido luego en ¿Es la religión tan libres como para reivindicar como un
el opio del pueblo? (1978), en el que se derecho la nueva esclavitud: la esclavitud
abordan las problemáticas de las drogas, el de la droga” (15). A estas minorías con-
materialismo filosófico y la posibilidad de trapone la juventud que “está tanteando
conciliar ciencia y religión. Serrano Plaja a ciegas una nueva espiritualidad” (16),
plantea la posibilidad de comparar la “fi- movimiento en el que incluye todo tipo de
losofía implicada” en la famosa tesis leni- “misticismos” orientales, ocultismos o as-
nista que encabeza su ensayo con “aquella trologías o el ya referido movimiento Je-
significada por los sectores llamados ‘radi- sus People, presente asimismo en Europa
cales’ de los países más industrializados”, y América Latina. En todo ello, Serrano
“minorías radicales” que, en el caso de Es- Plaja advierte la demostración de las limi-
tados Unidos, “proclaman como una de sus taciones del ateísmo materialista, por lo
reivindicaciones contra el ‘sistema’ la lega- que la religión, antes que opio del pueblo,
lización de las drogas” (1978: 1-2). En este vendrá a ser “el despertador del pueblo res-
sentido, apunta la paradoja que observa en pecto del sueño de la droga” (17). Alejado
la reivindicación del cuerpo propio como de todo activismo, Serrano Plaja desplaza
un territorio al que se tiene libertad para en ocasiones este tipo de elucubraciones al
destruir si esa acción no trasciende la es- terreno de una ficción literaria que adquie-
fera individual, pues encuentra en ese tipo re así cierto sentido político. Su novela La
de argumentación una coincidencia con “el cacatúa atmosférica se revela así como un
más sólido principio del ‘establecimiento’ compendio tanto de antiguos intereses y
al que combaten; la sacro santa propiedad recurrencias como de esta nueva espiritua-
privada” (4). Pero de modo parejo a esta lidad que ha renovado el imaginario que
reivindicación del valor de las drogas por gira en torno a la figura de Cristo. En este
parte de la juventud, también menciona sentido, Martínez López puntualiza que en
210

esta novela serán “unos dinamiteros ame- más determinante lo apuntado por Sánchez
ricanos” (que el viejo protagonista exilia- Barbudo, quien coincidió con él en Madrid
do compara con “los nuestros de la FAI”) durante algunos meses: “se sentía allí ex-
y los “antiestablishment hippies” quienes traño, aislado, descontento […]. Pero en
querrán desenterrar a un Cristo que sólo su caso esa alienación del que retorna re-
podrán ver “unos niños, una ‘hija de puta’, sultaba extrema. Y además estaba como de
un negro borrachín y una mejicana igno- incógnito. No quería ver a nadie. Una de la
rante” (163). Es decir, minorías juveniles, razones, creo yo, es que quería evitar tener
sociales y raciales que deambulan por la a que dar explicaciones sobre su evolución
imaginaria localidad de Arbol Seco City en en lo político y en lo religioso” (Sánchez
busca de una nueva espiritualidad que los Barbudo 1985: 42)7. Previamente a este
salve. viaje, Serrano Plaja había padecido difi-
La valoración en general positiva sobre cultades para normalizar su situación legal
Estados Unidos no significa que la estancia en Estados Unidos al demandar en 1962 la
del escritor en el país estuviera exenta de residencia permanente. Su significado pa-
dificultades. Serrano Plaja contaba desde sado comunista fue un obstáculo para el
1961 con un pasaporte español que hubo Servicio de Inmigración que sólo se pudo
de obtener para poder viajar a Estados superar cuando Walter T. Pattison, jefe del
Unidos, documentación que le permitió Departamento de español en Minneapolis,
además realizar su primer viaje a España solicitó a su amigo Hubert Humphrey, po-
desde su salida en 1939. El balance de la lítico laboralista senador por Minnesota
estancia que mantuvo desde mediados de y luego vicepresidente, que se ocupase de
1967 hasta principios de 1968 fue negati- este problema inmigratorio. Tras la pre-
vo. Quedó desengañado de la España del sentación de su caso ante el senado de la
desarrollismo, que enjuició como una so- nación, se votó una ley especial a favor de
ciedad materialista, opinión similar, en va- Serrano Plaja, quien vería así conseguida
rios sentidos, a la que en parte había rea- la ansiada tarjeta verde que confirmaba
lizado sobre Estados Unidos. Es probable su “descubrimiento y conquista” ameri-
que en su desengaño influyera de modo canos. En efecto, la esmeralda de “Descu-

7
En la carta ya referida del año 2000, Enrique Martínez López. al comparar la situación de Serrano Plaja con la
suya propia y la de otros exiliados estadounidenses que viajaban habitualmente a España, sumaba además otros
factores: “Lo diferente de Serrano en este grupo era que los demás (empezando por [Américo] Castro, Paco García
Lorca y Sánchez Barbudo) íbamos a España a ver la familia y él no, porque no la tenía. Tampoco volvíamos cabrea-
dos, cosa que le ocurría a él. Cuando se jubiló pensó en mudarse a Paso Robles, un pueblillo al norte de Santa
Bárbara, porque su paisaje le recordaba el de La Mancha. Luego intentaría sin éxito las Canarias”.
DOSSIER

211

brimiento y conquista de América, poema […]


amoroso inconcluso naturalmente” remite la conquista de América es difícil
porque yo ando perdido por la selva
claramente a esta cuestión. Un poema que
de mis tristes pecados
muestra la resolución global de tres ámbi- y voy de tumbo en tumbo en el desierto
tos de crisis (amor, religión, exilio), pues, por la seca arizona que se agrieta
como señala Martínez López, está: “escrito […]
en la primavera de 1964, tras una ruptura hundido ya en el lecho del río misisipi
con Ingrid, seguida de reconciliación, pre- o río memorias
senta el júbilo de la reconquista amorosa que se desborda sólo de pensarlo
se salen ya de madre los recuerdos
[…] junto al del redescubrimiento de Dios para hacerse ya río desbordado
y acaso la esperanza de obtener la famosa torrente misisipi galopante
tarjeta verde de ‘residente permanente’ en que nace por los montes remembranzas
Estados Unidos” (1985: 176). También se y va a dar en la mar tempestuosa
trata de un anticipo del juego con la memo- y va a dar en la mar
ria y las superposiciones espaciales España/ que es el amor (299- 306).
América que acabarán confluyendo en su
último libro proyectado, Los álamos oscu- Tras establecerse en California en 1968,
ros, una vez que el paisaje californiano ad- una de las primeras decisiones de Serrano
quiera su condición de enclave definitivo. Plaja sería comprarse una casa de madera
Una categoría que ahora, en 1964, detenta en lo alto de un cerro con vistas al Pacífico.
el entorno de Minnesota presidido por el Menos de un año después y ante la impo-
río Misisipi, nueva figuración del “galope sibilidad de la anulación eclesiástica de su
de la suerte” de antaño que, resuelto en primer matrimonio, el 12 de julio de 1969
esta ocasión en clave manriqueña, va acu- se casaría por lo civil con Ingrid Kruse.
mulando significados históricos, religiosos, En 1970 la pareja solicitó la nacionalidad
amorosos y existenciales: estadounidense, trámite que en el caso de
Serrano Plaja se fue demorando año tras
En la orilla derecha del río misisipi año. Este retraso en la aceptación de su
que es el costado izquierdo de la sangre demanda acaso explique los preparativos
según se mira a Dios para su segundo viaje en la primavera de
[…] 1975 a las Islas Canarias, abortado por un
yo soy un español incendio de su residencia el 27 de marzo
pero no ejerzo
yo era un conquistador
en que perdería cuanto contenía y cuya
ya queda dicho reconstrucción concluyó, azarosa y sim-
de mucha mala muerte bólicamente, el 14 de julio de ese mismo
mal dormida año. Sabemos de la indignación de Serrano
212

Plaja por el silencio administrativo acerca maciones de su conciencia y de su pasado,


de su petición de nacionalidad gracias al agentes que edifican el omnipresente moti-
borrador de una carta al senador Walter vo de la culpa en sus poemas, son asimismo
Mondale que probablemente nunca llegó a de orden nacional y político y no solamente
remitir. En ella afirmaba que este rechazo religiosas o familiares. Así se deduce de dos
se debía al hecho de haber “luchado contra cartas con las que reanudó, tras diez años,
el fascismo antes de la Guerra Civil, y con- el contacto con Antonio Soriano, su anti-
tra el golpe de estado franquista durante la guo compañero de exilio parisino propieta-
Guerra Civil”, y declaraba no entender esa rio de la legendaria Librairie Espagnole del
actitud hacia alguien cuya solicitud no pro- número 72 de la rue de Seine, quien tuvo
venía de la necesidad de ser estadounidense la generosidad de facilitarme una copia de
sino del deseo de serlo porque “to get the este epistolario. En la primera de ellas, del
American nationality is the only way I have 30 de septiembre de 1977, le escribe:
to say thanks to this country” (apud Martí-
nez López: 188). Sin embargo, la muerte de No sé —NO lo creo— que tú hayas vuelto
Franco en noviembre de 1975 parece haber en el sentido rotundo y absoluto de la palabra.
suscitado de nuevo las dudas acerca de esta En todo caso, yo no lo he hecho y, lo que es
peor, no creo que vaya a hacerlo. Aunque mi
cuestión de su nacionalidad, como eviden-
conciencia me insulte a cada paso por ello, el
cia la realización en el verano de 1976 del hecho es que me siento con muy pocas fuerzas.
pospuesto viaje a Canarias “con la inten- Lo de mi corazón, con los años, naturalmente
ción de explorar la posibilidad de jubilarse no se ha arreglado. Vivo aquí pero, en térmi-
en España” (Martínez López: 189). La idea nos materiales, llevando una vida tan rutinaria
fue definitivamente desestimada y Serra- que casi casi no se puede llamar vivir. Dependo
no Plaja decidió pasar sus últimos años en de los medicamentos y de esa rutina hasta un
Santa Bárbara donde murió con pasaporte punto increíble. (Cuando se murió Franco, por
ejemplo, de sólo pensarlo a poco me dio a mí
español. Pocos meses después de su falle-
la pataleta o poco menos). Y con todo no me
cimiento, llegaría por fin la respuesta del quejo ni mucho menos. Voy tirando. De vez en
Immigration and Naturalization Service. cuando consigo escribir algo. Ahora en España
No obstante, de manera fragmentaria se ocupan algo de mí.
pero indicativa, podemos conocer otras
valoraciones suyas acerca de la posibilidad En otro párrafo de esta misma carta,
del retorno o de la incipiente transición Serrano Plaja muestra su aprobación ante
política en España. Apreciaciones que nos las primeras medidas adoptadas durante
advierten de la imposibilidad de cerrar la la transición, y se declara orgulloso de no
cuestión del regreso y pertenencia nacional haber participado en lo que considera un
por parte de alguien para quien las recla- silencio cómplice con el franquismo por
DOSSIER

213

parte de un amplio sector de la sociedad ner en música no sólo para “nuestros reaccio-
española que, a su juicio, estaba ahora por narios”. Y basta por hoy y perdona la brusca
ello deslegitimado para la protesta: terminación y échala a cuenta de mi puñetero
coranzocito.
Lo de España, hasta el punto donde yo lo
sé, me parece que va lo mejor posible, digan El laberinto burocrático de Serrano Plaja
lo que digan algunos impacientes. Por primera y su insuperable sensación de desarraigo fí-
vez al cabo de los años mil se puede decir que sico y existencial que le impiden reconocer-
uno es español sin sentir vergüenza. Por prime- se tanto en una orilla como en la otra halla-
ra vez España aparece entre las naciones como
rán su única compensación en el territorio
una más, no de las peores precisamente, etc. De
manera que muchos —¡muchos!— de los que del poema. Mediante el uso de un denso
han estado en España callándose la boca du- simbolismo, cada una de estas unidades de
rante cuarenta años y que ahora gritan tanto, sentido cristaliza en una serie de imágenes
podrían tener un poco más de pudor. Es cierto, y metáforas. Los álamos, la casa y la mesa
por ejemplo, que ni tú ni yo sabemos lo que familiares son acaso las más centrales y se
hubiésemos tenido que hacer de estar allí. Pero
el hecho es que no estábamos allí y por consi- manifiestan de modo muy logrado en sus
guiente ese silencio vergonzoso no nos atañe. últimas poesías hasta constituirse en una
morada cordial de la memoria. Martínez
En consonancia con su evolución ideoló- López (158-163) ha destacado la resolu-
gica, hacia el final de la otra carta de fecha ción al problema espacial que viene mar-
26 de mayo de 1978, Serrano Plaja empla- cándose en toda su experiencia como exi-
za a Soriano a una próxima conversación liado mediante la conquista del territorio
epistolar en la que físico, íntimo y religioso de la casa, entidad
simbólica que es también una conquista
volveremos a hablar de la situación de Es- segura y arraigada de las opciones estéti-
paña, de lo que tú me dices y yo veo, aunque cas, sin conflicto aparente con las tensio-
de lejos, de esa especie de habérseles subido la
nes políticas de toda su trayectoria. En este
democracia a la cabeza a todos —o casi todos.
Quiera Dios que la “borrachera” no pase a sentido, como destacara el poeta en una
mayores para no dar pretexto a que de nuevo carta dirigida a Aurora de Albornoz, puede
los generalitos vengan a joder la paciencia una con ello construir un hilo conductor que va
vez más —pero entretanto, los que están ha- desde sus opciones marxistas a cristianas:
ciendo tal cosa son esos nuevos “izquierdistas” “El que soy yo ahora, no puede —ni quie-
furibundos que, estoy seguro, te ponen a ti tan
re— desmentir al que fui” (Albornoz 1985:
rabioso como me ponen a mí por su irrespon-
sabilidad y alegría estúpida. Que si Machado 63). De ahí que, en lo fundamental de su
un día pudo hablar de “la trágica frivolidad de actitud moral, permaneciera en el bando
nuestros reaccionarios”, hoy eso, se podría po- elegido muchos años atrás, como apunta
214

ese “morir así a la izquierda” de La mano y tiempos, una síntesis conciliadora tras su
de Dios pasa por este perro (286). No obs- conversión religiosa que hará de la memo-
tante, más que, como interpreta Martínez ria un símbolo totalizador, la construcción
López, un punto de llegada a la solución de una nueva síntesis donde el yo solitario
verdadera de la asunción religiosa, ten- asume tanto la pérdida como el hallazgo
dríamos que hablar de una oscilación irre- que toda experiencia de exilio ha compor-
soluble entre el deseo de abolir la odiosa tado:
“propiedad privada”, que en el “Canto a la
Libertad” de El hombre y el trabajo (1938) Los álamos oscuros son dos filas
daba paso a las construcciones del hombre de álamos oscuros
nuevo alzadas por “Los albañiles”, y este que nos miran
son dos filas de sombras del camino
“castillo” o morada interior que las refe- que nos miran pasar
rencias a las señas particulares de su nue- así
vo domicilio californiano presentes en Los según se va
álamos oscuros no hacen sino acentuar. De del escorial de la memoria
nuevo las coordenadas espacio temporales al pueblo guadarrama del olvido
problematizadas en Versos de guerra y paz hieráticos y oscuros (313-314).
(1945) y Galope de la suerte (1958) cen-
tran el ámbito reflexivo de una identidad Se llega así a un espacio de diálogo, el
que ha vivido en el exilio el desarraigo y “mañana que es hoy / que ya casi es ayer”
la exclusión del tiempo de la nación y del (323), el de los álamos oscuros, símbolo
tiempo personal. de la memoria culpable y viva, que com-
En 1970, Los álamos oscuros sirvió de pensa los fracasados intentos de retorno a
título para una autobiografía lírica que, de- una España que no pudo encontrar ya sino
bido al incendio antes referido, sólo pudo como una topografía y un tiempo extraños
ser escrita en parte. Más adelante, la an- e irreconocibles. La soledad solo puede ser
tología de toda su poesía preparada por el acompañada ahora por el proceso reme-
propio Serrano Plaja y publicada póstu- morativo del sujeto y por el retorno a un
mamente llevaría asimismo por título Los pasado que se complementa con la visión
álamos oscuros, convirtiendo esa doble hi- actual de su definitivo lugar en este mundo;
lera de árboles de sus correrías infantiles el arraigo logrado, a pesar de todo, como
en El Escorial en el espacio simbólico de amargo y dulce fruto del exilio. Pero arrai-
la memoria, la reconciliación familiar y los go en una topografía que solo puede ser
años finales vividos en California. En estos poética o proyección de la memoria, que
últimos poemas, California-El Escorial ter- solo en la palabra halla representación,
minan siendo una confluencia de espacios pues únicamente en ese ámbito los tiempos
DOSSIER

215

y los espacios tienen ocasión de ser incor- Serrano Plaja en Minnesota”, en José Luis L.
porados en la construcción de una nueva Aranguren y Antonio Sánchez-Barbudo (eds.),
síntesis donde el yo solitario asume tanto Homenaje a Arturo Serrano Plaja. Madrid,
Taurus, 1985, pp. 195-199.
la pérdida como el hallazgo que toda expe-
riencia de exilio ha comportado: Hernández, Floreal, Morir en Bella-Vista. Zaragoza,
Prames-Las Tres Sorores, 1999.
y mañana que es hoy López García, José-Ramón, Vanguardia, revolución
que ya casi es ayer con pintas verdes y exilio: la poesía de Arturo Serrano Plaja. Va-
me voy quedando solo lencia, Pre-Textos, 2008.
con un bosque con menos
con unos cuantos álamos oscuros Martínez López, Enrique, “Serrano Plaja en Califor-
del escorial nia: poeta en las nubes”, en José Luis L. Aran-
de california (323). guren y Antonio Sánchez-Barbudo (eds.), Ho-
menaje a Arturo Serrano Plaja. Madrid, Taurus,
1985, pp. 149-191.

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mase la casa a Arturo Serrano Plaja” (1980), en
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seo”, en José Luis L. Aranguren y Antonio Sán- budo (eds.), Homenaje a Arturo Serrano Plaja.
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2010). Madrid, Verbum, 2011. ciós do Castro, 2007.
Grande Covián, Francisco, “Recuerdos de Arturo
216
DOSSIER

217

Los dos Unamunos de


Carlos Blanco Aguinaga1
to traditionalist interpretations, Blanco
Aguinaga tried to rescue a vision of an
mario martín gijón
Unamuno linguistically innovative, near
GEXEL-Universidad de Extremadura
to Socialism during a time and, facing the
legend of an exclusively agonic writer, a
contemplative and peaceful Unamuno.

Resumen: Al margen de su creación lite-


raria, Carlos Blanco Aguinaga (Irún, 1926
Cuando Carlos Blanco Aguina-
ga (Irún, 1926 – La Jolla, California,
– La Jolla, California, 2013) fue uno de los
2013) comienza la que sería una larga y
hispanistas más importantes de la mitad
fructífera trayectoria como crítico literario
Key words: Carlos Blanco Aguinaga,

literature, Spanish Republican Exile

del siglo XX, con una obra crítica en la que


con su tesis doctoral, enseguida publicada
Miguel de Unamuno ocupa un lugar capi-
como ensayo, Unamuno, teórico del len-
Miguel de Unamuno, Spanish

tal, lo que se explica dentro del aún poco


guaje (1954), la bibliografía sobre Unamu-
analizado tratamiento del legado unamu- no, dentro del exilio republicano, es todo
niano en el exilio republicano. Frente a menos escasa. Seguramente, en efecto, sólo
interpretaciones tradicionalistas, Blanco Cervantes y la triada de poetas mártires
Aguinaga quiso recuperar la imagen de un (Antonio Machado, Federico García Lorca
Unamuno innovador en el lenguaje, cerca- y Miguel Hernández) superan la atención
no al socialismo durante una época y no que la obra del díscolo escritor vasco sus-
solo agónico, sino capaz de una visión con- citara en escritores sumamente distintos.
templativa, muy lejana a su leyenda. Desde María Zambrano, que en el primer
Miguel de Unamuno, literatura española,
Palabras clave: Carlos Blanco Aguinaga,

año de su exilio comenzara un libro que


Abstract: Aside from his literary work, pretendía suplir la falta del “estudio reve-
Carlos Blanco Aguinaga (Irún, 1926 – lador, la mirada amorosa, la palabra que
La Jolla, California, 2013) was one of entre en diálogo con él”, del que adelantó
exilio republicano español

the most conspicuous Spanish literary algunos capítulos en la revista Nuestra Es-
scholars, with a critical work in which paña, pero que sólo se publicaría de forma
Miguel de Unamuno stands out, coinciding póstuma, pasando por los filósofos José Fe-
with the great but still barely analyzed rrater Mora, que en 1944 publica en Bue-
confrontation of the Spanish Republican nos Aires su Unamuno. Bosquejo de una
exile with Unamuno’s legacy. Contrary filosofía y Juan David García Bacca, que le

1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio republicano
de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
218

dedica un amplio capítulo en su libro Nue- ferente la obra del vasco, en ocasiones, pre-
ve grandes filósofos contemporáneos y sus cisamente, oponiéndose a la visión de sus
temas (1947), poniéndolo en pie de igual- mayores. En su discurso de recepción del
dad con Husserl o Heidegger, cuando no Premio Juan Rulfo en 2005, Tomás Sego-
por encima de ambos, al dramaturgo Jacin- via (Valencia, 1927 – México D.F., 2011)
to Grau con su libro, mezcla de biografía e recordaba que “el primer escritor que me
interpretación, Unamuno. Su tiempo y su deslumbró fue Miguel de Unamuno”,2 y la
España (1946), o al novelista y ensayista suya no fue, desde luego, una experiencia
Segundo Serrano Poncela, quien en El pen- única.
samiento de Unamuno (1953) nos ofrece Fue también el caso de Carlos Blanco
uno de los estudios más profundos sobre Aguinaga, que con nueve años había teni-
el escritor bilbaíno, interpretado en clave do que huir con su familia de Irún, tomada
existencialista. Mención aparte merecen la por los franquistas,3 instalándose por un
reivindicación de Unamuno como poeta tiempo en Hendaya, “muy cerca del Hotel
por Luis Cernuda, Juan José Domenchina Broca, donde, años antes, Unamuno había
o Jacinto-Luis Guereña o la constante fide- vivido lo más de su exilio francés”.4 En esa
lidad unamuniana de José Bergamín. ciudad, el padre de Carlos, socialista prie-
Por otra parte, la vigencia de Unamuno tista que había conocido al escritor bilbaí-
en el exilio no conoció fronteras de edad. no, será nombrado vicecónsul de la Repú-
Tan venerado por quienes lo trataron per- blica. A finales de agosto de 1939 la familia
sonalmente desde su exilio en París, como marchará a México, integrándose rápida-
Carlos Esplá, Eduardo Ortega y Gasset o mente en la comunidad de exiliados espa-
Francisco Madrid a quienes, por su juven- ñoles republicanos. El adolescente Carlos
tud, apenas pudieron conocerlo en vida, Blanco Aguinaga asistirá al Instituto Luis
como Antonio Sánchez Barbudo, todos su- Vives, fundado por los refugiados, y luego
pieron extraer de Unamuno, como de un al Colegio de México (inicialmente, como
venero incesante, estímulo para la propia es sabido, Casa de España). Gran amigo
obra y reflexión. Tampoco a la que se ha de Emilio Prados, sobre quien escribirá
conocido como la “segunda generación del muchos años después una espléndida no-
exilio” o de los “niños del exilio” dejó indi- vela,5 Blanco se revelará como un esplén-

2
Véase el discurso completo en: http://www.babab.com/no29/segovia.php
3
Véanse sus amenas memorias: Por el mundo. Infancia, guerra y principio de un exilio afortunado, Irún, Alber-
dania, 2007.
4
Ibid., p. 58.
5
En voz continua, Madrid, Alfaguara, 1997. El narrador y protagonista es el propio Prados.
DOSSIER

219

dido estudiante, lo que le hará merecedor litas, dado que conocían perfectamente la
de una beca de la Universidad de Harvard, última filosofía existencialista de Francia,
en 1944, para cursar estudios de filosofía, el cine neorrealista italiano o la última na-
en lo que será su primer contacto con el rrativa norteamericana.7
mundo universitario norteamericano. Será Esta visión más abierta y renovadora de
allí, pero no gracias a los profesores nor- la cultura podrá apreciarse también y sobre
teamericanos, sino al catalán Pere Grases todo en su obra crítica, comenzando por
(Vilafranca del Penedès, 1909 – Caracas, su tesis doctoral escrita bajo la dirección
2004), “inteligente y simpatiquísimo filó- de Raimundo Lida y publicada enseguida
logo” que Blanco Aguinaga “con los libros como ensayo, Unamuno, teórico del len-
que nos recomendaba (Machado, Unamu- guaje (1954), en lo que será su primer tra-
no, Sarmiento, Martí...) empezará a “pen- bajo académico relevante y el inicio de un
sar en serio en dedicarme a escribir o, tal fructífero diálogo con la obra del bilbaíno,
vez, al estudio de la literatura”.6 Pero de sobre la cual descubrirá nuevas perspecti-
temperamento aventurero, el irundarra in- vas. Como recordaría en sus memorias,8
terrumpirá su formación académica para Carlos Blanco Aguinaga escogió el tema de
trabajar como camarero, tornero y, sobre su tesis a pesar de que esto dificultaba que
todo, marino en un barco mercante por el pudiera recibir una beca en El Colegio de
Pacífico. En 1948 regresará a México, don- México que debía ser para “trabajar en co-
de será uno de los animadores de la revis- sas de América” y llegó al acuerdo con Lida
ta Presencia, que entre 1948 y 1950, y a de investigar oficialmente sobre “el lengua-
lo largo de ocho números, mantuviera un je taurino de México”, haciendo “de vez
grupo de jóvenes escritores exiliados, entre en cuando unas fichas, y siga con su Una-
los que además de Carlos Blanco se con- muno”.9 El irundarra recordaba, décadas
taron Tomás Segovia, Jomí García Ascot, después, que “en aquellos tiempos yo leía
Roberto Ruiz o Luis Ríus, quienes frente a Unamuno menos críticamente que aho-
al autarquismo intelectual de lo que se pu- ra”, lo que le llevó a enojarse con Indalecio
blicaba en España y un cierto misticismo Prieto, al que había visitado con su padre,
esencialista en cierta literatura del exilio, y que había comenzado a despotricar sobre
quisieron sentirse más abiertos y cosmopo- la posición política de su paisano.10
6
Por el mundo, pp. 217-218.
7
Véase el testimonio del propio Blanco Aguinaga, “Presencia: Breve nota personal sobre una revista juvenil del
exilio” en sus Ensayos sobre la literatura del exilio español, México, El Colegio de México 2006.
8
Carlos Blanco Aguinaga, De mal asiento, Madrid, Caballo de Troya, 2010.
9
Ibid., p. 37.
10
Ibid., p. 45.
220

El original enfoque de la tesis de Blanco (1895-1903)”, Unamuno, más pendiente


Aguinaga, Unamuno, teórico del lenguaje de lo social “se ocupa de la lengua como
(1954), parte del axioma de que para algu- instrumento social de un cierto momento
nos pensadores, entre los que se incluiría histórico” y se preocupa de la regenera-
el “escritor total” Unamuno, “una teoría ción de la lengua como parte de la rege-
de la lengua es una poética, y una poética neración nacional, mientras que a partir
es una teoría de la realidad”.11 Unamuno, del cambio de siglo, y sobre todo con la
que además fuera filólogo, estudioso de publicación de Del sentimiento trágico en
las lenguas castellana y vasca, “vive de la 1912, dentro de su vuelco sobre el destino
palabra y para la palabra”, habría querido del individuo, se pasa a una “teoría senti-
desentrañar el lenguaje para encontrar la mental, irracional, individual, poética, uni-
realidad sobre la que se funda y elaboró, versal, de la lengua”. Adelanta el irunda-
aunque de modo implícito “una teoría de rra que muchas de las ideas que expondrá
la lengua”, que Carlos Blanco se propuso han llegado a nosotros a través de otros
exponer. Pero este tema, según el crítico, pensadores como Croce o Bergson, pero
tendería puentes hacia el resto de los temas convenía resaltar el papel de “Unamuno
que, disentía en esto de Julián Marías, no como precursor ignorado del pensamiento
podían resumirse en el de la inmortalidad, moderno”.13 Partiendo del ensayo unamu-
sino que abarcarían, al mismo nivel que niano “Poesía y oratoria”, señala cómo
“la realidad personal y universal que era su Unamuno sitúa la palabra en el origen al
ansia de inmortalidad”, la concreta “rea- modo evangélico, de modo que “la palabra
lidad histórica, circunstancial, que era su es verbo engendrador y forma cambiante
España”, dos temas entre los que como los de lo que cambia” y de ahí la importan-
extremos de un péndulo oscilará Unamu- cia de su adecuación a los nuevos tiempos.
no, con fases de mayor preocupación por Contra resabios casticistas y contra “el
el problema del hombre de carne y hueso viejo castellano, acompasado y enfático”,
y otras por el “problema de España”, aun- Unamuno habría apostado por una lengua
que ambos se sostengan mutuamente y se más ligera y precisa, que se quiera vehículo
imbriquen de múltiples maneras.12 claro de comunicación, para renovar ideas,
Para Blanco Aguinaga, en su primera pues “el lenguaje y el pensamiento van in-
fase, que tratará en la primera parte de su disolublemente unidos, puesto que son en
ensayo, “Primeras ideas sobre la lengua el fondo una sola y misma cosa. No cabe

11
Unamuno, teórico del lenguaje, México, El Colegio de México, 1954, p. 9.
12
Ibid., pp. 9-11.
13
Ibid., pp. 12-13.
DOSSIER

221

pensar sino con palabras”, según expresa- versal. Nos hablará de la expresión de lo
ra en “La cuestión del vascuence” y en su espiritual íntimo”.16
ensayo “Contra el purismo”, aboga por la Aquí profundizará Blanco Aguinaga en
aceptación de neologismos y, como resume la segunda parte de su ensayo, “Realidad
Blanco Aguinaga, con su haber histórico de y poesía. El método de la pasión y la len-
filólogo, “comprende el origen bárbaro y gua”, que parte de la evolución de Unamu-
difícil de todo clasicismo”. Frente al futuro no desde su inicial pragmatismo spenceria-
Unamuno “apologista del misterio”, en sus no hacia un irracionalismo sustentado por
primeros años aspiraba a una claridad por su ansia de inmortalidad, pues en él “todo
la que envidiaba a la ciencia.14 lo que dice y hace surge de un mismo cen-
Por otra parte, con concepción román- tro motor, de su necesidad irracional de
tica, Unamuno apoyaba el estudio de la subsistir en la muerte, y todo Unamuno
lengua como modo de conocer “el espíritu en lucha es un constante anti-racionalismo
colectivo, el alma de los pueblos”, idea que que defiende su necesaria y volitiva actitud
mantendría toda su vida, y que le llevaría irracional […]. Hay que fijar como centro
a esforzarse por aprender idiomas como el unitario de todas sus teorías el sentimiento
danés y a lamentar, por ejemplo, no saber en agonía”.17 Unamuno, en consecuencia,
lenguas eslavas por impedirle esta igno- defenderá “una lengua que, respondiendo
rancia acceder al alma de teólogos como a las necesidades irracionales del indivi-
el checo Jan Hus. En sus primeros años, duo, sea ilógica en su estructura, y hasta
opuesto al casticismo, Unamuno habría barroca si fuere necesario”.18
llegado a defender que “una de las solu- Este viraje hacia una desconfianza en las
ciones para renovar el viejo y cansado cas- posibilidades cognitivas de la razón le lle-
tellano es “inundarlo” con “exotismo eu- va a preferir, como “método de su conoci-
ropeo””.15 Unamuno irá, con todo, hacia miento, el siempre vago y lleno de sugeren-
una concepción cada vez más íntima del cias método de la poesía. Sólo la poesía que
lenguaje, menos preocupada por la renova- para Unamuno es esencialmente irracional,
ción de la lengua nacional y más interesado puede llegar al espíritu”.19 De este modo,
por el “lenguaje en cuanto poético y uni- Blanco Aguinaga, siguiendo una poderosa

14
Ibid., pp. 37 y 42.
15
Ibid., p. 51.
16
Ibid., p. 71.
17
Ibid., pp. 80-84.
18
Ibid., p. 78.
19
Ibid., p. 90.
222

corriente dentro de los escritores del exi- Cinco años después, y ya desde la Uni-
lio, se vuelca sobre la obra poética de Una- versidad de Ohio, donde comenzará su
muno y afirma que “es así como la poesía periplo profesional estadounidense, Blan-
llega a ocupar el primer plano en la obra co Aguinaga publicará El Unamuno con-
de Unamuno. Toda su obra gira alrededor templativo (1959),22 sin duda su libro más
de este tema poético de la realidad interior, importante sobre el escritor vasco y cuyo
realidad en última instancia inefable”. El propósito en cierto modo iconoclasta de-
ensayista vasco pretende incluso dilucidar clara desde su prólogo, donde se queja de
en Unamuno una “teoría poético-agónica que, a pesar de que el nombre de Unamuno
del lenguaje” en la que “lo filosófico-poé- despertara “tantas y tan complejas reac-
tico es sentimiento y su expresión requie- ciones contradictorias y subjetivas”, todas
re en cada hombre un lenguaje propio”.20 ellas se habrían hallado hasta ese momento
Este lenguaje poético, sin embargo, se opo- supeditadas a “un solo patrón, objetivo,
ne a la armonía y a la musicalidad, y es más fijo, hace ya tiempo, legendario e inmu-
bien un grito desgarrado: table” y que se resumiría en que Unamu-
no, del que se habrían dicho tantas cosas,
Con este gritar en público llegamos a uno de “suele significar, fundamentalmente, una
los aspectos más interesantes y personales de la
sola: agonía”. La “leyenda de Unamuno”,
teoría del lenguaje de Unamuno. Es fundamen-
tal su insistencia en el grito, tanto teóricamente que equivaldría a términos como “agonía,
como en la práctica: la musicalidad de que nos irracionalismo gratuito, violencia”, habría
hablaba antes, se rompe en interjección ele- cerrado el paso a “otras posibilidades de la
mental porque el fondo del alma de Unamuno obra de Unamuno”, impidiendo formular
está desgarrado por una agonía dolorosa que otras interpretaciones a una obra “tan am-
sólo puede expresarse en el grito más primiti-
plia y compleja”. Esa difícil empresa es la
vo, aunque este grito rompa con las normas del
caparazón del pudor y, de paso, con las de toda que se propondría Blanco Aguinaga, par-
sintaxis “correcta” o versificación melódica.21 tiendo de la afirmación, hecha por el pro-
pio Unamuno, que muchas veces “dijo que
La modernidad de Unamuno estaría en palpitaba en él y en su obra un espíritu que
esta visión al límite del lenguaje, tocando no correspondía al de su lucha legendaria y
sus límites tanto poeta como en filósofo. paradójica; más aún, que era su opuesto”.

20
Ibid., pp. 102-103.
21
Ibid., p. 114.
22
El Unamuno contemplativo, El Colegio de México/Fondo de Cultura Económica, 1959. Cito por la más accesi-
ble segunda edición (Barcelona, Laia, 1975), sin cambios salvo la adición de una nota señalando la actualidad que
conserva el libro.
DOSSIER

223

Este espíritu opuesto habría sido detectado interpretación, sin embargo y como insiste
por Carlos Blanco a lo largo de años de asi- en varias ocasiones, Carlos Blanco no está
dua lectura unamuniana, en los que “cier- de acuerdo en absoluto.24 El irundarra re-
tos aspectos de la obra y de la personalidad sume la concepción divina del bilbaíno al
de don Miguel se fueron afirmando en mí afirmar que “Dios en Unamuno sólo tiene
a pesar de la leyenda y de la realidad más razón de ser en cuanto instrumento para la
evidente en que la leyenda se apoya”. Fren- creación de una inmortalidad a todas luces
te a su famosa virulencia y temperamento imposible”, imposibilidad que impele a la
agónico, un “cierto tono melancólico”, perpetua lucha por creer o, al menos, me-
“una nostalgia y ternura resignadas” que recer esa inmortalidad. Blanco Aguinaga,
parecían condecir poco con su imagen más que al contrario que otros exiliados seguía
conocida. Este otro Unamuno estaría espe- atentamente el desarrollo de la literatura
cialmente presente en sus primeras obras, bajo la dictadura franquista y con especial
como En torno al casticismo y Paz en la interés la obra de poetas inconformistas
guerra, habitualmente menos consideradas como Blas de Otero, veía la influencia del
que su obra posterior, pero a las que Car- Unamuno agonista en “el entusiasmo con
los Blanco dedicará particular atención, no que, hoy mismo, casan los jóvenes poetas
sin insistir en que “las raíces” de los temas de España la “reciedumbre” de Unamuno
y tonos que en ellas aparecen “recorren con la sobriedad de Machado y el socialis-
toda la obra de don Miguel durante más de mo de Neruda para oponerlos a las suti-
treinta años”.23 lezas de los “esteticistas” de la generación
La primera parte del libro se titula “Los poética anterior que rechazan”,25 lo que le
dos Unamunos” y se divide en dos capí- parecía legítimo y positivo, pero que con-
tulos: “El Unamuno agonista. Breve resu- tribuía a fijar como única una sola faceta
men” y “El Unamuno contemplativo”. En de Unamuno, uno solo de sus “dos hom-
el primero se compendia al Unamuno más bres” que había en él y de los que hablaba
conocido, resumiendo los hitos más impor- ya en 1897 en el prólogo a un libro de poe-
tantes de su biografía temprana e insistien- mas de su amigo Juan Arzadun.
do en su crisis religiosa de 1897, para lo A ese Unamuno se le dedica el segundo
cual se basa en Sánchez Barbudo, con cuya capítulo, dividido en varios epígrafes. En

23
Ibid., pp. 9-12.
24
Para su libro de 1959, Carlos Blanco Aguinaga tuvo muy en cuenta la ya abundante ensayística unamuniana
del exilio, sobre todo el “excelente libro” de Ferrater Mora, el de García Bacca y los trabajos de Sánchez Barbudo,
cuyo valor reconoce aunque disienta en su interpretación.
25
Ibid., pp. 31 y 38.
224

los primeros, “Unamuno ante sí mismo. La el siglo XIX, según el irundarra, se expo-
objetivación del problema de sus dos per- ne de manera más amplia este perfil con-
sonalidades” y “La voluntad de paz nacía templativo que, posteriormente, aparecerá
del cansancio de la agonía”, muestra con sólo ocasionalmente aunque subyacería a
abundancia de citas la conciencia que Una- toda su obra. Así, en su inicial En torno al
muno tenía de las “dos querencias contra- casticismo (1895), obra ambigua y descon-
rias” que se disputaban su corazón, hacia certante, pues si es principalmente un “li-
la lucha y hacia el sosiego. Ahora bien, bro polémico”, de intervención activa en la
en esta última Blanco Aguinaga distingue sociedad de su tiempo, en él aparece la idea
entre un deseo más circunstancial de paz de intrahistoria, que implica una voluntad
que nacería del simple cansancio y que por implícita de paz y de inconsciencia según
tanto, a su entender, no ha de considerar- Blanco Aguinaga. Dicho concepto resulta
se tan decisivo. Es esa petición de descan- clave en la indagación del autor, dado que
so que aparece en muchos de sus poemas, sería una “intuición esencialista […] de la
en inicios como “Quiero dormir del tiem- cual veremos originales todos los temas y
po, / quiero por fin rendido / derretirme subtemas, símbolos y metáforas peculia-
en lo eterno” o, de modo más llamativo: res al Unamuno contemplativo”.27 Éstos se
“Querría, Dios, querer lo que no quiero; verían de manera más nítida en la novela
/ fundirme en ti, perdiendo mi persona, / Paz en la guerra (1897), desde cuyo título
este terrible yo por el que muero / y que se expresa esa certidumbre unamuniana de
mi mundo en derredor encona”. A pesar de que, bajo el ruido y la furia de la Historia
que Blanco considera estos versos “anhelos subyace una “realidad última de unidad
meramente circunstanciales, producto del y paz”,28 que es la que vive de manera in-
cansancio”, similares a los que pueda sen- consciente Pedro Antonio Iturriondo, y de
tir alguien muerto de fatiga, versos como manera a la vez extática y racionalizada
los citados supondrían “la existencia de Pachico Zabalbide, cuya experiencia hacia
querencias extrañas a la voluntad del Una- el final de la novela Blanco Aguinaga anali-
muno más conocido”,26 querencias que re- za detalladamente, detectando tres fases de
corre en los siguientes epígrafes de modo enajenación, armonía y fusión de los con-
cronológico, dividiendo su tratamiento trarios, que casi al modo de unos ejercicios
entre “La primera época” y “Después de espirituales particulares, habría logrado
1900”, ya que en las obras escritas durante aislar Unamuno en su vivencia, de modo

26
Ibid., pp. 53-54.
27
Ibid., pp. 63-64.
28
Ibid., p. 72.
DOSSIER

225

que pudo, en su alter ego Pachico (cuya la Eternidad”, otras negativa, “en su ren-
identificación con el autor es “evidente” dición tranquila y resignada a la idea de
para Blanco), describir “con absoluta pre- la Nada y de la inutilidad de todo esfuer-
cisión” aquellos “pasos que llevan, a través zo”.31 A este otro Unamuno habría sido
del abandono gradual de las potencias, al difícil “reconocerlo, o recordarlo, entre
trance contemplativo en que el alma, ena- tanto grito y tanto ataque a la razón, a la
jenada, se entrega a la idea de lo eterno”. ciencia, a la civilización, a Europa” y entre
Frente a quienes consideraron Paz en la tanta “distorsión agónica” y más que en
guerra una novela realista de cuya técni- sus novelas posteriores, sería en muchos de
ca se separaría Unamuno posteriormente, sus poemas y en sus libros de viajes (en las
para Blanco es “una novela impresionista “visiones que están fuera del tiempo” en
en la cual la historia real es sólo el pretexto el monasterio de Guadalupe, en la manse-
para la expresión de una visión personal y dumbre nebulosa de los paisajes gallegos)
lírica de la realidad”.29 donde nos aparecería “un hombre suave
De hecho, la reivindicación de esta no- y resignado, amante de la paz y del vagar
vela y de En torno al casticismo, habitual- inconcreto del pensamiento” por el que
mente preteridas por la crítica en detri- Carlos Blanco siente una mayor afinidad
mento de su obra posterior, considerada que por el “energúmeno de la conciencia
más original, su ensalzamiento como “dos agónica”.32
obras básicas” de Unamuno resulta funda- En el segundo volumen de su ensayo,
mental para Blanco Aguinaga a la hora de considerablemente más extenso, se estu-
poner al mismo nivel “los dos Unamunos” dian los temas y símbolos principales del
e insistir en que “tan importante como la Unamuno contemplativo, con un enfoque
voluntad de límites y de conciencia en la por cierto muy distinto al de Carlos Clave-
vida y en la obra de Unamuno será éste que ría en Temas de Unamuno (1953),33 pues
podríamos llamar su espíritu de disolución, en el entonces catedrático de la Universidad
su tendencia a entregarse, satisfecho y libre de Murcia son cinco ensayos, de los cuales
de las trabas de lo temporal, a la disolu- solo se tocan en profundidad los temas de
ción de su propio yo”.30 Esta entrega sería Caín y la luna, centrándose los otros en
unas veces positiva, “a Dios y a la idea de asuntos como las influencias de Carlyle o

29
Ibid., pp. 89 y 99.
30
Ibid., p. 101.
31
Ibid., p. 121.
32
Ibid., pp. 121 y 136.
33
Carlos Clavería, Temas de Unamuno, Madrid, Gredos, 1953.
226

Flaubert en Unamuno.34 Blanco Aguinaga, Aguinaga. En efecto, y aparte de la impor-


en cambio, aborda en ocho capítulos los te- tancia del motivo de la maternidad en la
mas y símbolos (omite una distinción clara novelística unamuniana (hasta su trata-
entre ambos) que nos llevan al Unamuno miento en La tía Tula), “la madre” se re-
contemplativo, empezando por la impor- laciona en Unamuno con la preconciencia
tante “idea de la niñez”, tanto como época infantil y con una imagen de protección,
en la que Unamuno no había perdido la fe de “marasmo dulcísimo” como el que vive
católica como en tanto etapa de la vida en en su convalecencia el Ignacio de Paz en la
que podía entregarse a vagas ensoñaciones guerra, que varios de sus personajes evo-
que luego echaría en falta. La importancia can luego en su edad adulta, como Augus-
de la niñez en Unamuno viene dada tam- to Pérez, cuya madre no llega a hacer acto
bién, como apunta agudamente el irunda- de presencia en Niebla, pero cuyo recuer-
rra, porque en el bilbaíno fue muy fuerte do satura la memoria del protagonista, y,
la convicción de “la existencia de un yo sobre todo, en Amor y pedagogía, novela
sustancial anterior a toda experiencia”,35 menos lograda desde el punto de vista fic-
aunque ésta combatiera en él, como tan- cional pero en la que se exponen netamente
tas otras cosas, con la idea de un yo histó- las tesis de Unamuno: frente al intelectua-
rico. Esa convicción le lleva a la creencia lismo formalista de Avito, la calidez irra-
en unas “ideas madres” arraigadas desde cional de Marina, en cuyo nombre, aun-
el nacimiento y que persistirían inmunes a que curiosamente Blanco Aguinaga no lo
los reveses de la vida adulta. Otro tema es señale, se funden los temas de la madre y
“el refugio en la familia”, el hogar como el mar, como veremos otro de los símbolos
remanso de paz, tal como lo describe so- de quietud eterna del Unamuno contem-
bre todo en algunos poemas del Rosario de plativo. En dicha novela, al hablar de una
sonetos líricos, hogar cuyo corazón es su canción de cuna, se opone la “letra pater-
esposa Concha de Lizárraga, su “costum- na” y la “música materna”, lo que da pie
bre”, como la definiera en célebre fórmula a Blanco Aguinaga, que llama la atención
repetida en muchas ocasiones. sobre cómo “una vez más la gran precisión
La visión de la esposa como madre enla- conceptual y lingüística de Unamuno pre-
za con el tema que, junto al de la natura- ña de resonancias la frase al parecer menos
leza, desarrollará más por extenso Blanco importante”, para cuestionar el tópico del

34
En su reseña a dicho libro, Carlos Blanco Aguinaga había apuntado con razón que “así como Carlyle ejerce
sobre Unamuno una influencia real y formativa […] no creemos que Flaubert haya influido realmente en Unamuno”.
Ver: Nueva Revista de Filología Hispánica, VIII, 4 (1954), pp. 430-432.
35
El Unamuno contemplativo, p. 138.
DOSSIER

227

rechazo del bilbaíno a la música o de su pensamiento, la objetivación de intuiciones


dureza de oído, que no nacería sino de su propias”.37 Curiosamente, incluso en el río,
oposición consciente, desde su yo agónico, Unamuno sería capaz de dar la vuelta a la
a la atracción hacia lo indiferenciado y sin idea del panta rei y, poniendo a “Heráclito
límites de la música, como en su poema al revés”, percibir lo inmutable del río en
“Música”, que comienza: “¿Música? ¡No! su movimiento constante, como en el in-
No así en el mar de bálsamo / me adormez- cesante mar percibe la quietud total de su
cas el alma; / no, no la quiero; / no cierres fondo y su permanencia. En el fondo, en
mis heridas –mis sentidos”. Ejemplo evi- Unamuno subyacería la oposición hegelia-
dente de la lucha defensiva del Unamuno na entre Naturaleza e Historia enriquecida
agónico contra el contemplativo y resigna- por el concepto personal de la intrahisto-
do, pues como explica Blanco, “la música ria en el que, como analiza Carlos Blanco,
le atrae demasiado, le lleva con demasiada hay “implícitas posibilidades dinámicas”
facilidad al mundo de lo inconsciente que, expresadas por el propio Unamuno, en el
naturalmente, su conciencia aborrece”.36 pueblo que va haciendo la Historia más
Por otra parte, es sabida la oposición que que los políticos y generales, pero también
Unamuno establecía entre la letra muerta y subyace un sustrato potencialmente anti-
el verbo vivo, el espíritu. histórico, que se desarrollará en los últimos
En cuanto a la naturaleza, es para Una- años de Unamuno, cuando éste ya no habla
muno en primer lugar soledad y silencio “de intrahistoria, sino, bien a las claras, de
buscados de modo recurrente, ya fuera en no historia”,38 mitificando un pueblo ahis-
las alturas de la Peña de Francia o junto al tórico y, de paso, negándose a aceptar los
río Tormes, en cuya quietud se le revelaría cambios y manifestaciones del pueblo his-
la eternidad, sintiendo esas “horas ente- tórico. Ello ocurriría como reacción a su
ras de duración pura, horas de eternidad mala conciencia, precisamente durante su
y de silencio”, donde Blanco observa una mayor fama pública e internacional, logra-
asimilación de las ideas sobre la duración da en el exilio y la oposición a Primo de
de Bergson, que habría sido “para su ideal Rivera y Alfonso XIII, “por haberse entre-
contemplativo, un hermano, como lo fue gado a la Historia”,39 como mostraría de
Kierkegaard respecto a su agonía. Los dos manera sangrante en Cómo se hace una
significan, en los polos contrarios de su novela (1929).

36
Ibid., p. 199.
37
Ibid., p. 221.
38
Ibid., pp. 250-251.
39
Ibid., p. 260.
228

En las que son algunas de las mejores co Aguinaga niega que se pueda negar le-
páginas de su libro, Carlos Blanco analiza gítimamente la sinceridad de los múltiples
“la forma negativa en que [el concepto de testimonios, sobre todo en verso, de ese
intrahistoria] se desarrolla en los últimos sentimiento íntimo de Unamuno, alcanza-
años de la vida de don Miguel” y consigna do junto a la sensación de “derretirse, dejar
con algo de decepción cómo a su regreso morir la conciencia, fundirse con la natura-
del exilio, “escribe Unamuno sus hermo- leza” deponiendo su famoso yo agónico.42
sos pero parciales artículos sobre la “Cas- Los dos últimos capítulos tratan del sig-
tilla eterna” en los que, más que vivir en nificado simbólico del agua y la luz difusa,
el presente verdadero […] trata de recoger elementos ambos que sirven para describir
el pasado, de atesorarlo, de estancarse y la pérdida de límites y la difusión, asimi-
perderse en él”. Éste sería el aspecto menos lación en los elementos de una conciencia
atractivo del Unamuno contemplativo que, cansada de luchar. Además del mar, Car-
para Blanco, se impone en su última nove- los Blanco resalta la importancia del lago,
la, “San Manuel Bueno, mártir, una de las “símbolo de la Nada quieta” de implica-
obras más hermosas, más tristes y, desde ciones a veces de un desolado nihilismo y
el punto de vista de su problema personal, que encuentra, por supuesto, su mejor re-
más trágicas que escribió don Miguel; la presentación en el lago de Sanabria en San
novela en que se ve más claro el cansancio Manuel Bueno, mártir, “la obra en que el
de la agonía, uno de los motivos de su ten- Unamuno no agonista se nos aparece más
dencia a lo inconsciente”.40 claro en su falta de fe”.43 En cuanto a la
A continuación, Carlos Blanco analiza luz difusa, que Unamuno elogiara en un
los momentos en los que el silencio de la principio como propia de su Vizcaya natal,
naturaleza lleva a Unamuno, de natural burlándose en su En torno al casticismo de
panteísta, a sentir “la presencia de Dios, de quienes elogiaban la “claridad” castellana
un Dios puro y omnipotente al que nunca frente a las “brumas del Norte”, Carlos
logró llegar en su torturado pensar y leer Blanco recoge muestras de cómo posterior-
de solitario angustiado”.41 Oponiéndose mente en Unamuno alternaron la atracción
implícitamente a la tesis de Sánchez Bar- por la luz castellana, de contornos nítidos,
budo sobre un Unamuno que nunca logró con su nostalgia por la penumbra de las
recobrar la fe tras su crisis de 1897, Blan- iglesias, el otoño o la matizada luz de los

40
Ibid., pp. 252-259.
41
Ibid., p. 266.
42
Ibid., p. 274.
43
Ibid., p. 317.
DOSSIER

229

atardeceres, como por ejemplo en un pasa- puzcoano rebate sin dudas es la posición de
je de Andanzas y visiones españolas, donde Sánchez Barbudo, que llegara a hablar del
Unamuno evoca “aquella santa caída de la “Unamuno de novela y el de verdad”, dis-
tarde” que vivió “como un baño en algo tinción absurda para Blanco, que afirma la
etéreo” (353).44 También la luz de la luna, a existencia de “dos Unamunos, pues, con-
cuyo tratamiento unamuniano dedicó Car- trarios y alternantes, y los dos verdaderos”
los Clavería un capítulo entero de su estu- (371) y que, a diferencia de otros aspectos,
dio, que ilumina El Cristo de Velázquez, como sus ideas sobre el lenguaje o su acti-
de suavidad preferida por Unamuno a los tud ante el socialismo, no evolucionan en
Cristos agónicos que en otros momentos un determinado sentido, sino que coexisten
describe. y se fecundan mutuamente, contribuyendo
En el epílogo, titulado de nuevo “Los a la complejidad de su obra.
dos Unamunos”, Carlos Blanco Aguinaga Carlos Blanco Aguinaga, que pasaría
sintetiza y aclara su tesis principal, la de la por las universidades de John Hopkins de
existencia de un Unamuno contemplativo Baltimore, Wisconsin en Madison (donde,
que se deja atraer por la inconsciencia que curiosamente, coincidiría con Sánchez Bar-
le sugieren símbolos como el mar, la luz di- budo) o la University of Texas en Austin,
fusa o el sueño, todos ellos retrotrayéndole estableciéndose definitivamente en 1964 en
a la infancia o al estado prenatal protegido la University of California en San Diego,
por la madre. El irundarra reitera que su li- no cejaría en aquellos años en sus lecturas
bro no pretende llevar a cabo un revisionis- unamunianas y su ocupación constante
mo y presentar al “verdadero” Unamuno, con una obra que le atañía de modo muy
sino mostrar “una de sus dos personas” directo. En consonancia con su cada vez
(367), la mitad habitualmente desatendida mayor interés por la historia social, parale-
en un temperamento escindido y en evolu- lo a su compromiso político, Carlos Blanco
ción. Dando, sin embargo, la razón al ma- se interesó por la poco conocida etapa so-
yor interés que su otra mitad despertara (y cialista de Unamuno, a partir sobre todo de
recordemos las fundamentales aportaciones sus colaboraciones en el periódico bilbaíno
de García Bacca, Ferrater Mora o Serrano La Lucha de Clases, entre 1894 y 1897. El
Poncela, bien conocidas del autor), Blan- irundarra presentó sus primeras conclusio-
co concede que “quizá sea más importante nes en agosto de 1965 en una ponencia,
para la Historia del pensamiento moderno “El socialismo de Unamuno” en la ciudad
el agonista, pero los dos eran igualmente holandesa de Nimega, ante el numeroso
importantes para él” (368). Lo que el gui- público del II Congreso Internacional de

Ibid., p. 353.
44
230

Hispanistas, topándose con reacciones en- neas y compartidas por Rafael Pérez de la
contradas. Dicho trabajo sería publicado al Dehesa (1931-1972), notable investigador,
año siguiente en Revista de Occidente y, en cuya tesis Política y sociedad en el primer
una versión ampliada, en 1968, en los Cua- Unamuno, publicada en 1966,48 le había
dernos de la Cátedra de Miguel de Unamu- sido dirigida por José Luis López Aran-
no, en una época ya de mayor permisividad guren hasta que éste fue expulsado de su
en las publicaciones españolas.45 El ensayo cátedra por su oposición al régimen. Pérez
“El socialismo de Unamuno”, además, será de la Dehesa, de hecho, no lograría plaza
el germen en torno al cual crezca el libro en ninguna universidad española, vetado
Juventud del 98 (1970),46 uno de los más por ser de izquierdas, y terminaría, hasta
conocidos de Carlos Blanco Aguinaga, y su prematura muerte, impartiendo clases
que rescata los inicios izquierdistas de los en la Universidad de Berkeley, California,
escritores de la generación del Desastre, cerca de donde vivía Blanco Aguinaga, y
para demostrar que “en su juventud, du- manteniendo amistad con él y otros exilia-
rante los años claves que van de 1890 a dos. El propio irundarra reconoce que, en
1905”, estos escritores “se enfrentaron con el mencionado libro, su amigo “llega a con-
“el problema de España” desde perspecti- clusiones sobre el socialismo de Unamuno
vas sociopolíticas radicales que van desde que, en lo fundamental, no difieren de las
el federalismo intransigente hasta el mar- nuestras”, con la diferencia de que Blan-
xismo”,47 algo olvidado tanto por la deri- co Aguinaga pretenderá discernir “si fue
va posterior de estos escritores como por o no estrictamente marxista el socialismo
la reinterpretación casticista y nacionalista del joven catedrático de Griego”.49 Blanco
que se hiciera de ellos durante el franquis- Aguinaga sale al paso de la “tendenciosa”
mo. reseña que del libro de Pérez de la Dehesa
Las pesquisas de Blanco Aguinaga sobre hiciera Gonzalo Fernández de la Mora,50
el socialismo de Unamuno fueron coetá- intelectual orgánico del franquismo tecno-

45
Ver: Carlos Blanco Aguinaga, “El socialismo de Unamuno (1894-1897)”, Revista de Occidente, 41 (1966), pp.
166-184 y “El socialismo de Unamuno (1894-1897)”, Cuadernos de la Cátedra de Miguel de Unamuno, 18 (1968),
pp. 5-48.
46
Juventud del 98, Madrid, Siglo XXI, 1970; Barcelona, Crítica, 1978; sigo la tercera edición, Taurus, 1998.
47
Op. cit., pp. 31-32.
48
Política y sociedad en el primer Unamuno, Madrid, Ciencia Nueva, 1966.
49
Op. cit., pp. 75-76.
50
ABC, 5 de noviembre de 1966. Véase la monografía que, desde un punto de vista apologético, le ha dedicado
recientemente Pedro Carlos González Cuevas, La razón conservadora. Gonzalo Fernández de la Mora, Madrid,
Biblioteca Nueva, 2015.
DOSSIER

231

crático, que sería pocos años después Mi- lenguaje que veía al socialismo como algo
nistro de Obras Públicas. más cercano a una religión que a un mé-
Al igual que su casi colega en California, todo científico, y por el “resurgimiento de
Blanco Aguinaga se basa, por una parte, ciertas inquietudes religiosas que llegan a
en la correspondencia de Unamuno con el la larga a confundirse con su socialismo
filólogo Pedro Múgica, asentado en Alema- para acabar desvirtuándolo”.51 Durante
nia, y al que al hilo de cuestiones eruditas 1894, antes y después de su famosa carta,
fue pidiendo bibliografía marxista, y por se dará la mayor identificación de Unamu-
otra, como es lógico, en sus artículos para no con Marx, antes de empezar a alejarse
La Lucha de Clases y Der Sozialistische en 1895 por repugnarle el exclusivo mate-
Akademiker. Para la adscripción de Una- rialismo que profesaban los militantes del
muno al socialismo, Blanco Aguinaga re- PSOE, que comenzaban, según Unamuno,
gistra los antecedentes en su esfuerzo por a llamarle “místico”. Carlos Blanco, por su
“racionalizar” su fe que le llevaron a la parte marxista convencido, habla del “uto-
lectura de, por orden progresivo de impor- pismo del socialismo de Unamuno”, que
tancia, Kant, Hegel y Spencer, con lo que sin embargo, aún tras sufrir su cardinal
“cubre así Unamuno en cortísimo plazo, de crisis de marzo de 1897, seguía leyendo a
1880 a 1884, las tres etapas fundamentales Marx y el 15 de septiembre de 1898 decla-
de la filosofía europea oficial de entonces”, raba a Múgica que “cada día me interesa
y será Spencer quien marque con mayor más el socialismo.
impronta su pensamiento hasta 1894, año Para el irundarra, a pesar de lo breve de
en que se declara públicamente socialista la etapa declaradamente socialista de Una-
en una carta famosa del 11 de octubre de muno, no puede desdeñarse su aportación,
1894 en La Lucha de Clases, culminando en especial el tratamiento de “la deshuma-
un proceso de “evolución ininterrumpida” nización del hombre (y, claro está, de la
que puede seguirse en las cartas a Múgica, cultura) bajo el capitalismo” que habría
a quien en marzo de 1892 envidiaba por sido “la contribución mayor de Unamu-
vivir en Alemania, “en medio del torbelli- no al pensamiento socialista español de su
no de este nuevo y santo movimiento”, una tiempo”,52 expuesta sobre todo en sus artí-
fórmula en la que Blanco Aguinaga ve la culos del Sozialistische Akademiker, y don-
clave para el pronto alejamiento de Una- de ataca tanto el clasismo de la educación
muno del socialismo, por su incapacidad y cultura de su época como la incultura y
o falta de voluntad por despegarse de un deshumanización de la mayoría sobre el

Juventud del 98, pp. 87-88.


51

Ibid., p. 111.
52
232

que aquéllas se sustentaban, en un análisis Para Blanco Aguinaga, aparte de su in-


impecablemente marxista. Como resalta terés intrínseco, la etapa socialista de Una-
Blanco: muno era una prueba más a favor de una
visión distinta de la España finisecular, en
Ni los krausistas, ni los tradicionalistas de la línea de los trabajos de Tuñón de Lara,
fin de siglo, ni Ortega después […] podrían
en la que no solo habría liberales y tradicio-
haberse jamás enfrentado con el problema de
la deshumanización con la radical sencillez del nalistas, sino en la que la “agitación obre-
Unamuno marxista: lo que ocurre en el mundo ra” había alcanzado un grado de extensión
de la educación, de la cultura y del arte, ocurre, tan notable que explicaba perfectamente,
nos dice, como consecuencia de las contradic- al margen de circunstancias personales, el
ciones del sistema capitalista. A lo que añadirá hecho de que “un joven profesor de Grie-
más adelante que la alienación que es la deshu-
manización resulta de la división del trabajo y
go de la Universidad de Salamanca, nacido
de la transformación del valor de uso en valor en la industrial Bilbao, se declare marxista
de cambio.53 en 1894, abandonando por un tiempo sus
intereses de clase y escribiendo para un se-
La brevedad del compromiso socialista manario titulado, precisamente, La Lucha
de Unamuno, así, no fue óbice para que de Clases”.55 El caso de Unamuno, por otra
fuera capaz de expresarse con precisión en parte, se analiza en paralelo a los de Maez-
un lenguaje marxista, y Blanco Aguinaga tu, Baroja y Azorín, constatando similitu-
llama la atención igualmente sobre sus aná- des, en la que es la principal tesis del libro,
lisis del “problema del trabajo alienado”, que identifica la “juventud” del 98 con
algo “notable entre socialistas españoles de su etapa de compromiso político, pasada
su época”, dentro de lo que sería el “gran la cual comenzaría la etapa paisajista por
tema de Unamuno socialista: socialismo la que son más conocidos, y que equival-
como humanismo”.54 Lo que serían los dría a “un radical rechazo de la Historia”,
pródromos de su conocida crisis espiritual de modo que “la juventud del 98 termina
le llevaría, sin embargo, muy pronto a ha- precisamente cuando algunos de sus me-
blar otro lenguaje, que disonaba dentro de jores escritores dedican gran parte de sus
La Lucha de Clases y a su alejamiento de energías a la “invención” de paisajes y a la
los socialistas bilbaínos, que con todo fue peculiar literatización de la vida a que ello
cordial, colaborando durante algunos años conduce”. En el caso de Unamuno, seña-
en los especiales del Primero de Mayo. la Blanco que en los años de compromiso

53
Ibid., p. 113-114.
54
Ibid., p. 123.
55
Ibid., p. 132.
DOSSIER

233

socialista la naturaleza casi desaparece de se combina admiración con el reproche de


su obra y “aun después de la crisis reli- insuficiencia histórica habitual en el discur-
giosa tarda mucho Unamuno en llegar al so del exilio marxista y que ya vimos en
paisajismo de evasión”. El Unamuno con- su forma más depurada en Adolfo Sánchez
templativo, en definitiva, equivaldría en Vázquez. Así, Unamuno es presentado
buena parte al que huye de la Historia, y su como “escritor incansable […] ensayista,
evolución “mucho más compleja” que por novelista, poeta y dramaturgo” que “llena
ejemplo la de Azorín, tendría un resulta- con su fuerte estilo y personalidad cuarenta
do con todo similar. La excepción al grupo años de vida literaria española”.58 Se des-
del 98, y en ello aparece ya un cierto dis- tacan de él la brillantez con la que analizó
tanciamiento de la unamunofilia que había la “existencialidad de la conciencia” y se
sentido Carlos Blanco Aguinaga desde sus presenta Cómo se hace una novela (1927)
inicios académicos es la de Antonio Ma- “entre las primeras obras significativas del
chado, de quien se elogia el “excepcional existencialismo europeo no sistemático”
equilibrio” por el cual “las galerías inte- (236). Se le define, esto sí, al contrario que
riores no le aislaban del prójimo” y podía hiciera Sánchez Vázquez como “demasia-
conjugar sin contradicción “el paisajismo y do ligado al pensamiento de la burguesía
la atención a la realidad histórica”.56 Anto- progresista”, por lo que si no cayó en el
nio Machado, qué duda cabe, fue otro de fascismo de Maeztu, se deplora que “sus
los santos patronos del exilio, y que oponía ataques tardíos al socialismo revelan que,
menos dificultad que Unamuno a su asimi- a la larga, aquel joven inteligente y batalla-
lación por una visión progresista. dor socialista no pudo romper con sus orí-
Blanco Aguinaga, que como él mismo genes pequeño burgueses”.59 Una ruptura
diría, había terminado leyendo de manera que Carlos Blanco Aguinaga sí advertía en
“más crítica” a Unamuno, consolidaría esa Valle-Inclán y Machado, para los que irán
visión en la Historia social de la literatura en su madurez los fervores que dirigiera a
española que coordinó junto con Iris M. los distintos Unamunos que supo discernir.
Zavala y Julio Rodríguez Puértolas,57 y en Y sin embargo. Unamuno será siempre
las que se presenta a Valle-Inclán y Macha- una presencia entrañable. En su “novela
do, de manera muy hegeliana, como “la histórica” Viajes de ida, aún inédita, Una-
superación del 98”. Respecto a Unamuno, muno es una referencia constante en las

56
Ibid., pp. 281-301.
57
Historia social de la literatura española, vol. II. Madrid, Castalia, 1981.
58
Op. cit., p. 231.
59
Ibid., p. 236.
234

discusiones de los protagonistas exiliados


(Altares, Martos, Molina), a la vez que un
recuerdo entrañable en Beltrán, el padre
del protagonista, trasunto del propio Car-
los Blanco Aguinaga.60

60
Debo su conocimiento al propio autor, con quien tuve el honor de mantener correspondencia durante los años
previos a su muerte, y que me la dio a leer.
DOSSIER

235

El legado del
antifranquismo en
Estados Unidos a través Cuando Shirley Mangini (Pen-
de la hispanista Shirley silvania, 1946) empezó sus estudios
universitarios, lo hizo con la convicción de
Mangini1 dedicarse a la literatura hispanoamerica-
na. La persistencia de este interés la llevó a
convencerse de empezar la maestría sobre
Mar Trallero literatura latinoamericana y solicitar una
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma de
beca para investigar en Santiago de Chi-
Barcelona
le, la cual obtuvo. Por aquel entonces ya
había tenido un primer contacto con Espa-
Resumen: Shirley Mangini (Pensilvania, 1946) se ña, con su cultura e incluso con el poder
acercó a la guerra civil española, a la posguerra y franquista establecido. Desde la inocencia
al exilio republicano a través de testimonios direc-
de una estudiante norteamericana, ingenua
tos, ya fuera de profesores y colegas suyos en dis-
tintas universidades estadounidenses, o de amigos y católica, Mangini había venido a estu-
Keywords: Shirley Mangini, Ángel

diar a la Universidad de Madrid durante el


González, Manuel Durán, exile,

tras un viaje a España con el poeta Ángel Gonzá-


lez. Ello influyó significativamente en su decisión curso 1970-1971 y había compatibilizado
de dedicar su carrera al hispanismo, pero también estos estudios con un trabajo de secretaria
las relaciones con el exilio en Estados Unidos la
en la multinacional Westinghouse. A pesar
anti-Francoist, USA.

decantaron por una visión feminista que marcó


un antes y un después en la disciplina. de que su jefe directo fuera un americano,
otros superiores en la empresa eran espa-
Abstract: Shirley Mangini (Pennsylvania, 1946) ñoles muy relacionados con las altas esfe-
approached the Spanish civil war, the post-war and
ras del poder franquista, entre los cuales
the Republican exile through direct testimonies,
both from academics and colleagues in various destacaba el marqués de Villaverde, el yer-
American universities, and from friends after her nísimo Cristóbal Martínez-Bordiú. Mangi-
trip to Spain with the poet Angel Gonzalez. This ni entonces intuía que había un gobierno
Palabras clave: Shirley Mangini, Ángel

significantly influenced her decision to devote represivo, y a medida que transcurría su


her career to Hispanism, but her relations with
González, Manuel Durán, exilio,
antifranquismo, Estados Unidos.

vida en Madrid encontraba cada vez más


the exile in the United States also lead her to a
feminist vision that meant a turning point. escenas en la calle o en los pasillos de la
universidad que le despertaban inquietud y
que alentaban su espíritu crítico. Por ello
quiso acudir a las manifestaciones de 1970
contra el proceso de Burgos, aunque pater-

1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio republicano
de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
236

nalmente la acompañó su jefe norteameri- niño de la guerra que había sufrido una
cano, quien le indicó algo que Mangini ya gravísima represión en el seno de su familia
no olvidaría: «Esta gente no sabe gober- más inmediata. Huérfano de padre desde
narse; por eso tienen a Franco». los dieciocho meses y el menor de cuatro
La estancia en Chile, y por consiguiente hermanos, en 1936 su hermano Mano-
su trabajo de investigación, tuvo que abor- lo fue fusilado por soldados franquistas,
tarse abruptamente debido al inicio de la su hermano Pedro tuvo que exiliarse y su
violencia contra el gobierno de Salvador hermana Maruja quedó inhabilitada para
Allende, a raíz de la cual se cancelaron cla- ejercer su profesión de maestra. Su poesía
ses en la universidad y algunos estudiantes recoge la crítica al régimen —es un poeta
extranjeros becados decidieron regresar a comprometido—, además de otros mu-
sus países. Mangini regresó entonces a ter- chos elementos debido a su riqueza poéti-
minar su licenciatura en la Universidad de ca y a su evolución a través de los años.
Nuevo México, donde entonces conoció Mangini no tuvo nunca a González como
al poeta Ángel González que había sido profesor de modo formal, pero sí que de
invitado para dar unos cursos. Una vez su mano descubrirá a poetas y escritores
terminada su licenciatura, y todavía con críticos con el régimen, tendrá una visión
la idea de dedicarse a la literatura hispa- más completa de lo que significó el golpe
noamericana, Mangini se incorporó como militar de Franco y la guerra civil, y de lo
estudiante de maestría en la Universidad de que supone la perduración de la dictadura
Tejas. González la acompañó y la animó a hasta esos días. Empatizará con la historia
cambiar la orientación de sus estudios, la personal de Ángel González, tan marcada
persuadió de abandonar la literatura lati- por el terror y la represión franquista, y así
noamericana y le sugirió un nuevo tema con la de otras personas que igualmente
para su tesina, la obra de su amigo Jaime han sufrido en carne propia el triunfo del
Gil de Biedma. fascismo en la España de 1939. Asimismo
A Ángel González Mangini lo había conocerá personalmente a otros niños de la
conocido durante un acto celebrado con guerra, a antifranquistas y a hijos de exilia-
profesores en el cual asistieron algunos dos, llegados a Norteamérica cuando eran
estudiantes. Eran sus últimos meses de li- pequeños.
cenciatura en la Universidad de Nuevo Mé- En 1973 Mangini regresa a España, pero
xico, donde el poeta había sido invitado a en esta ocasión para acompañar a Gonzá-
impartir un curso, aunque posteriormente lez en un viaje que recorrerá distintos esce-
entraría a formar parte del profesorado es- narios importantes para el poeta. El viaje
table de la universidad. Si bien González supone un punto de inflexión en una ca-
no era propiamente un exiliado, sí era un rrera recién iniciada como investigadora.
DOSSIER

237

El conocimiento de primera mano de los blecer lazos de amistad con las principales
intelectuales iniciados durante la Repúbli- voces de la generación sobre la que traba-
ca o en el primer franquismo, además de jaba. Ello se evidenció en el hecho de que
aquellos cuya obra no puede comprender- sus trabajos se publicaron en revistas de
se sin el golpe de estado del 18 de julio de prestigio, así como el hecho de que al ter-
1936, provocan la fascinación de Mangini minar su doctorado le ofrecieron una pla-
y el interés por profundizar en sus escritos. za como profesora en Yale University. Allí
La convivencia con el grupo de antifran- coincidió con otro destacado miembro del
quistas tanto en Estados Unidos como en exilio intelectual republicano, el profesor
España provoca en Mangini un cambio de Manuel Durán. Niño también de la guerra,
enfoque en su tesina, la literatura hispano- Durán había salido con su familia hacia el
americana queda definitivamente apartada. exilio francés primero para luego asentarse
La lectura de los textos que publican los y cursar estudios en México, los cuales cul-
colegas de la generación de Ángel González minaría en París y en Estados Unidos, país
la motivan a cambiar radicalmente el tema donde se establecería finalmente como pro-
de su disertación, y acepta la sugerencia de fesor de literatura española en la Universi-
tratar al poeta Jaime Gil de Biedma, según dad de Yale. Mangini empezó en Yale un
ella misma «una de las personalidades más inmenso trabajo de investigación que cul-
cultas y originales en el contexto de la ge- minaría con el libro Rojos y rebeldes. La
neración a la que pertenece.»2 Su interés no cultura de la disidencia bajo el franquismo.
termina aquí, la continua y cada vez más Mangini continuó el estudio de la genera-
estrecha relación con esta generación de in- ción que conocía tan de cerca y que com-
telectuales, tanto en Estados Unidos como ponía el grueso de la disidencia intelectual
en España, enfatizan su voluntad de exten- durante los años de dictadura. La apari-
der su carrera en la investigación de tal ge- ción del libro en 1987 supuso visibilizar un
neración literaria. Por este motivo solicita fenómeno que se había recogido de forma
la admisión en el programa de doctorado fragmentada y parcial, pero que sin embar-
de la Universidad de Nuevo México, en go era fundamental para la comprensión
esta ocasión con el propósito de realizar su del compromiso y desarrollo cultural y
tesis sobre el novelista Juan Marsé. político en España durante los largos años
Mangini pudo contar con excelentes de la dictadura. El libro toma como pun-
profesores en su formación como hispa- to de partida el legado de los intelectuales
nista, además de tener el privilegio de esta- durante la República, que fue brutalmen-

2
Shirley Mangini, Gil de Biedma. Madrid, Júcar, 1992, p. 26.
238

te aniquilado por Franco y que condenó a profesora en el departamento de lengua y


éstos al exilio —también interior— cuan- literatura española, pero sus colegas —el
do no a la muerte y a la cárcel, referente propio Durán, como jefe del departamen-
para los que continuarán la labor cultural. to,— no la consideraban como tal, sino
Pero se centra en la generación siguiente, que como mujer le asignaban tareas pro-
en aquella que se denomina de posguerra pias de secretaria. En busca del reconoci-
o de los 50, pues sus carreras empezaron miento como colega y de una investigación
alrededor de esos años, en plena posguerra. en un ambiente menos misógino, Mangini
Otro aspecto que resulta novedoso en este se incorporó al Women’s Studies desde su
estudio es la inclusión de mujeres intelec- posición de profesora de literatura españo-
tuales. A pesar de que las mujeres siempre la. El rechazo de Durán y otros profesores
han estado presentes en la vida cultural y fue total, trataron de impedir que Mangini
política del país —y que destacaron preci- colaborara con Women’s Studies hasta el
samente en el periodo republicano a la vez punto de retirarle clases que impartía, una
que se reconocían derechos fundamentales en concreto sobre la generación del 98, con
que hasta entonces se les habían negado—, la posterior y obligada restitución debido a
la escasa o nula presencia en los trabajos las quejas de los alumnos por el detrimento
que versan sobre la generación de intelec- que les supuso el nuevo profesor —que era
tuales de la posguerra ha sido el denomi- estudiante de maestría en un colegio— en
nador común que ha provocado que se le comparación con la profesora que habían
restara importancia a su contribución en la tenido.
lucha por la libertad cultural y política en Mangini conoce a las mujeres de la gene-
España. Mangini, sin embargo, las inclu- ración. Su presencia en encuentros la ates-
ye aunque no las destaca, y les reconoce su tiguan los diarios de Rosa Chacel, donde
trabajo y su valía, del mismo modo que a Mangini aparece en alguna que otra ano-
sus compañeros. tación. Sabe, porque las ha leído y las ha
Hasta ese momento el enfoque que ca- trabajado, que poseen una obra destacable
racterizó la labor de investigación de Man- pero, pese a ello, se mantiene al margen.
gini fue principalmente masculino. Sus Se interesa más por estas escritoras, tam-
profesores y mentores siempre habían sido bién por las mujeres que las precedieron, y
hombres que la habían alentado a estu- encuentra un mundo fascinante y descono-
diar figuras masculinas del antifranquis- cido, dos elementos indispensables y valio-
mo, pero en Yale entró en contacto con sísimos para un investigador.
el grupo de Women’s Studies de la propia Mangini inicia entonces una investiga-
universidad. La toma de contacto con este ción que dará sus primeros frutos con la
grupo no fue casual. Mangini estaba de publicación del libro Recuerdos de la resis-
DOSSIER

239

tencia. La voz de las mujeres de la guerra con Recuerdos... se incide en el activismo


civil (edición española de 1997. Traduc- político de las mujeres, en esta nueva in-
ción de Theresa Kennedy). En él Mangini vestigación Mangini se centra en la labor
recoge la obra de mujeres combatientes intelectual por la cual se dieron a conocer
contra el fascismo en España, recopila sus a muchas mujeres en España, aunque el
textos, unos escritos ignorados en muchos franquismo las sepultó en la más absoluta
casos por permanecer inéditos todavía, u negación. De nuevo, en Las modernas de
olvidados por no pertenecer a los patrones Madrid. Las grandes intelectuales españo-
canónicos en boga. Se trata de autobiogra- las de la vanguardia (2001) nos encontra-
fías, memorias, diarios, testimonios que mos con un trabajo de recopilación de la
acreditan la participación de la mujer en la obra dispersa de las mujeres protagonistas
guerra civil española, su contribución a la de la vida cultural del primer tercio del si-
construcción de un mundo mejor y siempre glo XX, así como de profundización en su
opuesto al conservadurismo y al fascismo. papel decisivo en la modernización del país
Mangini da voz a todas estas mujeres, per- en general y de la cultura en particular.
mite que hablen a través de sus textos y, Se trata, por tanto, de dos obras suma-
como crítica, aporta el contexto y los co- mente importantes porque permitieron a
mentarios que procuran al lector compren- las investigadoras que la siguieron partir
der en toda su complejidad un panorama ya de un corpus riguroso que ponía sobre
amplio y diverso como fue la guerra civil y la mesa un mapa muy bien dibujado de la
el franquismo. El aporte de Mangini resul- contribución de la mujer en la lucha tanto
ta, por tanto, imprescindible. por el progreso social como cultural.
En Recuerdos... destaca la reivindicación Mangini, a través de los años, se ha
de un movimiento transversal, que aúna afianzado en su carrera como investiga-
tanto a mujeres de clase alta como aque- dora de la literatura y el arte español de
llas de clase baja, pero de arraigo fuerte- la primera mitad de siglo XX, y por ello
mente popular. Predominan textos de las podemos encontrar estudios detallados de
clases más desfavorecidas, mujeres obre- muchísimas de estas mujeres incluidas en
ras y campesinas, sin estudios, pero con los libros ya mencionados. De esta manera
dignidad, comprometidas y valientes. Sin encontramos artículos, capítulos de libro y
embargo Mangini igualmente se propone colaboraciones varias sobre Rosa Chacel,
mitigar el silencio que pesa sobre aquellas María Zambrano, Margarita Nelken, Vic-
mujeres precursoras del feminismo en Es- toria Kent, Carmen de Burgos, Remedios
paña, aquellas intelectuales que rompieron Varo, Mercè Rodoreda, Federica Mont-
los encorsetados preceptos para la mujer seny, Victoria Durán, Delhy Tejero. Pero
de principios de siglo XX en España. Si por encima de ellas destaca una en parti-
240

cular, a la que ha dedicado su último libro terriblemente marcada por la guerra y sus
publicado: la pintora Maruja Mallo. La consecuencias, el exilio y la dictadura. El
personalidad extravagante y alegre, jun- viaje a España con González le permitió
to con un trabajo riguroso y transgresor conocer de primera mano a buena parte de
que se manifestó sobre todo a través de la los integrantes de este grupo, tratarlos de
pintura, atraparon a Mangini, que llevó cerca y compartir con ellos pensamientos y
a cabo una investigación exhaustiva para reflexiones que se encuentran en sus obras.
desentrañar la vida y el sentido de la obra A través de este primer contacto se suce-
de Mallo, una mujer incómoda para unos y derán muchos más, entablará amistad con
fascinante para otros. muchas de las personas que forman parte
Sin embargo ello no significa que su foco de lo que se ha denominado exilio interior,
de atención haya recaído exclusivamente pero también éstos le permitirán conocer
en las mujeres, pues también ha dedicado otros exilios, como el mexicano, país don-
buena parte de su actividad académica a de residen muchos intelectuales que conti-
resaltar y comprender la obra de muchos núan aportando a las letras y a la cultura
intelectuales, hombres coetáneos a estas española lo que cuesta tanto de encontrar
mujeres pero que en cambio sí han podido en la oscura España franquista. A pesar de
gozar de cierto reconocimiento en la esfe- la pronta separación de Ángel González,
ra cultural una vez llegada la democracia a Mangini afianzará estas relaciones y pro-
España. Si bien su contribución al estudio fundizará así en la obra de una generación
de estas figuras no es nada desdeñable, sino a la que conoce y comprende de cerca.
todo lo contrario, no se desarrolla aquí No obstante, y para entender bien el
porque este trabajo se centra en su faceta porqué de su obra crítica, hay que situarla
más decisiva y con una repercusión mayor, en todo su contexto, y aquí cobra especial
la de su contribución a la reparación de la relevancia el trato que le dispensaron algu-
memoria histórica y literaria de las mujeres nos otros miembros de la diáspora repu-
del primer tercio del siglo XX español. blicana. Si bien es cierto que el exilio que
Al analizar la trayectoria de la hispanista supuso el final de la guerra civil se llevó
Shirley Mangini creo que puede muy bien consigo las ideas más modernas que empe-
observarse el valor fundamental del legado zaban a implementarse en España, ello no
antifranquista de los españoles que antes o significa que en los refugiados imperaran
después llegaron a los Estados Unidos. Re- siempre los valores de igualdad y justicia.
sulta evidente que la relación con el poeta Las medidas en cuestión de igualdad de
Ángel González la marcó indudablemente género en el período de la Segunda Repú-
a iniciar sus estudios sobre literatura espa- blica estaban en una fase muy incipien-
ñola y, en concreto, sobre una generación te, con una concesión del voto a la mujer
DOSSIER

241

muy reciente, con unas leyes como la del plegaban. Ello contribuyó decisivamente
aborto poco antes promulgadas y con cor- a que se despojara de esta mácula para
ta carrera pública de mujeres líderes como afrontar su campo de investigación.
la Montseny o la Pasionaria, que efectiva- Sólo la talla intelectual de Mangini pudo
mente podían constituir referentes. Salvo convertir en reto los obstáculos a los que
escasas excepciones, la misoginia por tanto tuvo que enfrentarse en sus inicios como
era una condición ampliamente compar- investigadora y profesora de literatura es-
tida entre los refugiados o antifranquis- pañola contemporánea. Los resultados han
tas, pese a mantener ideales progresistas y sido, y siguen siendo, una referencia indis-
manifestarlos como tales en otras esferas. cutible para los investigadores que han ve-
Esta discriminación por razón de género a nido detrás.
Mangini, lejos de amedrentarla, la alentó a
investigar sobre aquello que se le vetaba. El
trato que le dispensaban sus colegas posi-
bilitó que se cuestionara la visión tan mas-
culina que le ofrecían del antifranquismo
y contemplara otras facetas que, igual que
ella, habían sido discriminadas. El depar-
tamento de Women’s Studies en Yale Uni-
versity —aprobado en 1979, es decir, de re-
ciente implantación cuando Mangini entra
en él— le otorga la oportunidad de enfocar
su trabajo desde una visión más moderna,
más completa y más original. Dota a Man-
gini de la seguridad y el respaldo que le nie-
ga su propio departamento y comienza así
una investigación original y precursora de
otras muchas.
El antifranquismo y el exilio dejaron una
huella imborrable en el recorrido profesio-
nal de Shirley Mangini. Fue una huella con
una doble vertiente, pues si por un lado le
infundieron la pasión hacia una época y
una generación de hombres y mujeres en
España, por el otro lado la hicieron cons-
ciente del machismo que ellos mismos des-
242
DOSSIER

243

‘El Lirismo de la Materia


Bruta’: Pedro Salinas
ante La Gran Urbe risks that it involves and the relations that this
environment sets with individuals. In order to a
Norteamericana’ better understanding of his proposal, a revision
of his complete letters, poetry and narrative has
been carried out, with special attention to those
natalia vara ferrero texts which have been unpublished until recently.
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea

Resumen: El deseo de conocimiento que domina El hombre, el exilio y la gran urbe


la obra literaria de Pedro Salinas halla en su exilio
una de sus formulaciones creativas más interesan-
La urbe norteamericana fue uno
tes gracias a su contacto con la gran ciudad nor- de los grandes temas vitales y literarios
teamericana. La imagen ambigua de la gran ciu- que Pedro Salinas cultivó a lo largo de su
trayectoria exílica. El encuentro entre el
Key Words: Pedro Salinas, city, exile,

dad posmoderna se irá matizando continuamente


letters, essay, unpublished, archive.

a través de las poesías, narraciones y epístolas que escritor español y los paisajes urbanos de
postmodernity, poetry, narrative,

el autor escribió a lo largo de sus últimos quin- los EE. UU. no sólo propició algunos de los
ce años. El contacto con esta realidad poliédrica,
poemas más significativos de su obra (como
atrayente y turbadora, fue un magnífico estímulo
para un escritor sensible que se muestra atento a los recogidos en Largo lamento, composi-
su potencialidad simbólica, a los peligros morales ciones de Todo más claro y otros poemas
que encierra y a las relaciones que ese entorno es- como “Hombre en la orilla” y “Nocturno
tablece con el individuo. Con el fin de comprender de los avisos”, o la conocidísima variación
mejor su propuesta, se lleva a cabo la revisión de XII de El contemplado, la llamada “Civitas
su epistolario, su poesía y su narrativa, atendien- dei”), sino que también tuvo consecuencias
do con especial atención aquellos textos que han
en su trayectoria intelectual y personal a lo
permanecido inéditos hasta hace pocos años.
largo de los quince años que vivió en tie-
exilio, posmodernidad, poesía, narrativa,

rras norteamericanas. Más que adecuado,


Palabras clave: Pedro Salinas, ciudad,

epistolario, ensayo, inéditos, archivo.

Abstract: The will for knowledge which


characterises Pedro Salina’s work finds in exile resulta imprescindible saber que la relación
one of its most interesting creative formulations entre el autor y la gran ciudad norteameri-
thanks to his contact with the great North- cana había comenzado a fraguarse incluso
american city. The ambiguous image of the great con anterioridad a su desembarco en Nue-
postmodern city will continuously be modified va York en 1936, mucho antes de que lle-
through the poetry, narrations and letters that gase siquiera a pisar sus calles: la idea de
Salinas wrote in his last fifteen years of life. The
contact with such complex reality, which was
la gran ciudad estadounidense es previa a
at the same time attractive and disturbing, was su conocimiento real en Pedro Salinas, está
a great stimulus for a sensitive writer who pays basada en su intenso deseo de conocerla y
attention to its symbolic potential, to the moral en los datos que ha ido adquiriendo por
244

medios indirectos. Así lo demuestran los frecuentemente por Nueva York, pero tam-
argumentos esgrimidos en la carta enviada bién por Boston, Washington, Baltimore,
a Alice Bushee, misiva con la que el escritor San Francisco, Los Ángeles y Chicago) una
y profesor aceptaba pasar el curso 1936- relación ambigua y tempestuosa, incluso
1937 en un centro académico de Massa- podría describirse como pendular, pues al
chusetts y que se convertirá en la primera mismo tiempo que la multiplicidad urba-
parada de su periplo exílico: na ejercía sobre él una intensa seducción
vital e intelectual, que lo inducía a tratar
Muy distinguida señorita: de averiguar cuál era la verdadera reali-
La invitación que me hace en nombre del dad que ocultaba ese espacio, también era
Departamento de Español de Wellesley College la emisora de peligrosos cantos de sirena
me honra y me agrada sumamente. Hace mu-
por parte de una nueva dimensión tecno-
chísimo tiempo que espero una ocasión favo-
rable para ir a América, país por el que siento
lógica y deshumanizada que lo preocupaba
una vivísima curiosidad y simpatía. Ninguna enormemente. En el caso de la relación de
oportunidad mejor que esta de conocer los Salinas con la urbe norteamericana se hace
Estados Unidos […] Esté usted segura de que evidente que nos enfrentamos con signifi-
llevaré a Wellesley no solo mi mejor deseo de cados cambiantes, aunque estos se encuen-
realizar una labor profesional útil para ustedes, tren asociados a significantes invariables,
sino la mayor curiosidad espiritual por lo ame-
lo que resulta lógico si tenemos en cuenta
ricano, que tan poderosamente me atrae. […]
le agradecería me dijese algo de la proximidad
que en pleno siglo XX “las articulaciones
y facilidades de comunicación de Wellesley con simbólicas universales (esto es, a un signifi-
New York y otras ciudades importantes de la cante equivale un único significado) ya no
región (carta 8 de diciembre 1935, a Alice Bus- funcionan, porque hay que tener en cuenta
hee, escrita en el Palacio de la Magdalena de que la ciudad existe en un contexto social
Santander [2007 vol. III: 486-487]). e histórico que va evolucionando continua-
mente” [Barrantes Martín 2007: 17].
Poca duda nos puede quedar, tras la lec- La idea de la ciudad que percibimos en
tura de esta carta, de que el deseo de co- las cartas, poemas y narraciones del escri-
nocimiento de lo norteamericano y, sobre tor se formula a través de un entramado de
todo, de sus ciudades fue uno de los ele- signos estéticos, morales y existenciales que
mentos decisivos al decidir aceptar la oferta dejan claro que esa imagen urbana surge de
que le había hecho Wellesley College, una un enfoque subjetivo [Carreras i Verdaguer
prestigiosa institución de educación supe- 1998: 167 y 173] que se encuentra en cons-
rior para mujeres. Atento siempre a la rea- tante evolución. Su percepción es la de un
lidad circundante, Pedro Salinas tuvo con individuo profundamente sensible ante los
la gran ciudad norteamericana (encarnada estímulos de un entorno mudable, incon-
DOSSIER

245

trolable e inaprehensible, un contexto ur- dad del escritor, quien rodeado por doquier
bano que resulta enormemente atrayente y de una marea humana y material no con-
turbador. Así lo atestigua la primera carta sigue superar su asilamiento en el espacio
que remite a su esposa tras su desembarco compartido [Llorente 2015: 394]. Y aun
en Nueva York, en la que no duda en enu- así, ese lugar problemático se convertirá
merar y describir minuciosamente no solo en un poderoso imán que ejercerá su atrac-
las razones que despiertan su estupefacción ción sobre él durante los siguientes años.
ante la ciudad, sino también el efecto que Ciertamente, en Pedro Salinas se mani-
esta tiene sobre él: fiesta un espíritu urbanita, un cosmopoli-
tanismo convencido [Durán 1976: 163] y
¡Qué calor terrible! Todo el peso enorme de una atracción por los grandes núcleos de
New York parece aumentarse con el peso del
población que se había fraguado en el Ma-
calor. Es agotador. La ciudad me desconcierta
enormemente. Se pasa de un enorme lirismo de drid de su infancia, se había desarrollado
la materia bruta, a una rudeza de la materia en París durante el tiempo en que fue lector
bruta. No sé por qué he pensado en el motor de la Universidad de la Sorbona y se ha-
de explosión. […] New York se me antoja así: bía afianzado en sus visitas a otros grandes
procede por estallidos, por sacudidas. Violen-
núcleos europeos. Por esa causa, si bien se
cia, todo es violento. […] muy cerca del centro
callejuelas sucias, oscuras, y a cien pasos, tien- adaptó rápidamente al ambiente tranquilo
das maravillosas, los escaparates más hermosos y retirado de Wellesley College1, donde en-
del mundo. […] De un despotismo de la mate- contró paz y serenidad mientras veía con
ria solo comparable con las torres babilónicas impotencia cómo la guerra se desataba en
y las enormes estatuas asirias […] o las pirámi-
España y de donde salió con frecuencia
des egipcias. […] ¿Qué quiere decir New York?
Anoche parado frente a un inmenso rascacielos rumbo a urbe mayores para defender la
cúbico, me parecía estar ante la Esfinge. ¿Pero causa republicana, pronto comenzó a plan-
tendrá secreto? [2007 vol. III: 512-513] tearse cuál sería el espacio en el que podría
transcurrir su vida en caso de no poder
La ciudad, caracterizada por similitudes, volver a su patria. La respuesta la encon-
contrastes y oxímoros, acrecienta la sole- tramos en otra temprana carta enviada a

1
El contraste y el movimiento pendular entre estos dos espacios se observa perfectamente en una de las cartas
que remite a su esposa cuando lleva unos pocos meses en Wellesley, al relatarle su estancia unos días antes en la
Gran Manzana: “¡Con qué gusto se vuelve a Wellesley, después del tumulto de New York! ¡Las dos Américas! Y te
confieso que la América de New York me alumbra, me admira, pero me atrae mucho menos que la de Wellesley con
su paz y su vida serena. Yo, enamorado de las ciudades antes, me siento ahora más distante de ellas, no sé por
qué. […] Al lado de un rascacielos de 70 pisos, una casa vieja, de aspecto siglo XIX pretencioso y vulgar. Todo te
sacude, te zarandea” [20007 vol. III: 536].
246

su esposa, que está en Argelia con sus dos Resulta innegable, al repasar su abundante
hijos esperando reencontrarse con él, en la correspondencia, que la ciudad es el espa-
que reflexiona no sólo sobre las luces y las cio en el que se desarrollaba la vida que
sombras de la vida en la Gran Manzana, atraía, inquietas e inspiraba a Pedro Sali-
que había llegado a conocer bastante bien, nas: bibliotecas, teatros, exposiciones, mu-
sino también sobre su reacción ante ella: seos, conferencias, encuentros con amigos
y otros exiliados que se irán produciendo a
Aquí sigo, mi Marg, semi-perdido, semi-en- lo largo de los años en Washington, Boston
contrado, en New York. ¿Es posible encontrar-
y Nueva York, pero también en otras urbes
se en esta gran ciudad? ¿Es posible que vivan
gentes en ella? Y sin embargo esa es su úni- que el autor visitó para asistir a congresos,
ca razón de ser, y me gustaría que tuviésemos impartir conferencias o cursos o simple-
nuestra casa, aquí en New York. Precisamente mente para saciar su curiosidad de urbani-
esas fauces colectivas abiertas, esa monstruo- ta impenitente.
sidad de la ciudad, deben hacer sentir más in-
tensamente el hogar, la casa, lo interior. […] De El escritor, los relatos y las ciudades
vivir en América me gustaría vivir aquí mejor
que en otra parte. Pero, ¡hablo de vivir en Amé- Si el periplo geográfico e intelectual de
rica como si me fuese dable escoger! ¿Dónde Salinas por los EE. UU. resulta inseparable
voy a vivir, sino donde pueda? [27 de junio de
del foco estético y vital que encarnan los
1937, 2007 vol. III: 621]
grandes centros urbanos, difícilmente po-
La escogida no fue Nueva York final- dría no haber aflorado en su obra creativa
mente, sino Baltimore, gracias a la oferta ese interés. El contacto con una nueva rea-
realizada por la Universidad Johns Hop- lidad poliédrica fue un estímulo inigualable
kins, donde Pedro Salinas iba a compartir para un escritor sensible, curioso y aten-
departamento con el hispanista Leo Spit- to que conoció de primera mano la nor-
zer y donde no sólo iba impulsado por “la th-american way of life [Bou 1993: 443] y,
responsabilidad, de los intereses del espa- en consecuencia, vio cómo se acrecentaban
ñol, de la esfera de influencia, etc.” [2007 en su obra no sólo los interrogantes sobre
vol III: 809-810], como confiesa por car- esta nueva realidad sino también sobre la
ta a Américo Castro, sino también por la existencia humana en el marco urbano y
cercanía de capitales como Washington el futuro que este tipo de espacios parecía
y Philadelphia y de centros académicos augurar. La experiencia de la ciudad es el
como Princeton, donde el mismo Castro se elemento clave de poemas y cuentos pues,
encontraba y donde el diálogo intelectual como el escritor reconoció en una conoci-
podría ser mucho más interesante que en da conferencia, en su obra del exilio “ha
un lugar apartado como Wellesley College. sido más bien lo urbano y social lo que ha
DOSSIER

247

encontrado reflejo” [Salinas 2007 vol. II: tula El sueño de la razón produce monstruos.
1439]2. La representación de la urbe esta- Si se mira bien el rascacielos es precisamente el
“sueño de la razón”. Está hecho por motivos
dounidense adquiere un tremendo interés
racionales, para aprovechar el terreno, para ga-
en estos textos, pues en lugar de configu- nar espacio. Está concebido conforme a pura
rarse como un paisaje de fondo o ambiente razón, arquitectónicamente, sin detalles, sin
que influye directa o indirectamente en la decoración, solo lo racionalmente preciso. Es
acción, la ciudad aparece de forma sinópti- obra más de ingeniero que de artista. Y no obs-
ca y “se transforma en la protagonista de la tante, el resultado final es monstruoso, y la im-
acción” [Carreras i Verdaguer 1988: 181], presión que da, irracional. En un origen nada
menos fantástico, nada menos imaginativo que
un personaje complejo con entidad propia, el rascacielos. ¡Compárese, por ejemplo, con la
un puzle de fichas antagónicas y comple- catedral gótica! Y sin embargo lo que sale de
mentarias, un espacio con personalidad ese motivo utilitario es de una fantasía, de una
propia en peligro constante de ser des- imaginación, sin par. Es la fantasía de la canti-
personalizado y deshumanizado [Llorente dad y de la dimensión, sabes. Es tropezar con
2015: 415]. lo maravilloso sin querer. Crear una poesía, un
lirismo de las piedras, por puro azar [Salinas
En estos textos, el escritor perfila la rea-
lidad urbana atendiendo a la multiplicidad 2007 vol. III: 537]
que esta transmite, atento a la arquitectura,
Espacio mítico, fascinante e imprevisible,
los modos de convivencia, su potencialidad
Nueva York era para el escritor la “shock
simbólica y las maneras en que el indivi-
duo se ve afectado física y emocionalmente city por excelencia” [Amendola 2000: 54]
por su entorno. Nueva York, “ese oscuro y y esa cualidad la supo apreciar y cultivar
contradictorio objeto de deseo” [Amendo- magníficamente como narrador en una de
la 2000: 43], una de las ciudades nortea- sus novelas breves del exilio, probablemen-
mericanas que más impacto produjo en la te la más lograda y la que da título al volu-
obra del autor, configura en sus textos un men en el que fue publicada: “El desnudo
discurso urbano plagado de signos ambi- impecable”. Precedida por una significati-
guos, que tiene en el rascacielos uno de sus va cita de William Blake, “the nakedness
símbolos más destacados y paradójicos: of woman is the work of God”, esta novela
que tuvo primero un título, “Opus dei”,
Son, sabes, como monstruos geométricos. que el autor descartó con su habitual iro-
Recordé el famoso grabado de Goya, que se ti- nía para no dar pie a malentendidos, fue

2
Y añade: “Ustedes son grandes constructores de ciudades que surgen, así, de la noche a la mañana. Este as-
pecto urbano, las grandes ciudades y luego, el movimiento de las grandes ciudades, ese maravilloso moverse de la
gente de Nueva York, el modo de andar de las gentes, el subir y bajar las escaleras que dice: ‘esto es Nueva York’”
[Salinas 2007 vol. II: 1439].
248

considerada por Jorge Guillén “la pieza ce a la angelical Clara, una estudiante que
capital” del volumen; de hecho, el poeta muestra una sorprendente capacidad para
vallisoletano no dudó en comentarle a su la paleografía, es decir, para descifrar aque-
amigo su admiración en los siguientes tér- llo que parece indescifrable. El estallido de
minos: “Me parece la más honda, la más la Guerra Civil lleva a Clara a Nueva York,
grave de las cinco narraciones. No se pue- pues allí vive un tío suyo. Preocupado por-
de tratar con más elevación un tema tan que sus cartas no obtienen respuesta, Da-
puro –aunque tan manchado por la bajeza niel acude en su busca, desplazamiento que
humana. ¡Y qué desarrollo tan lógico y tan permite al escritor trazar un atormentado
imprevisto!” [Salinas y Guillén 1992: 577]. retrato de la ciudad y utilizar ese ambiente
“El desnudo impecable” es un relato de de corrupción moral para propiciar un sor-
aprendizaje que muestra cómo la supera- prendente desenlace.
ción de los prejuicios morales equivocados La gran urbe no va a ser solo el espacio
y el encuentro con un amor liberador per- del reencuentro de los protagonistas, tam-
miten al hombre despojarse de lo superfluo bién funciona como elemento simbólico
y alcanzar una dimensión vital más verda- imprescindible para que Daniel supere los
dera. El protagonista, Daniel, crece en un malentendidos que lo atan, las calles y los
entorno sumamente religioso y puritano, edificios son el tapiz donde leerá los signos
aislado del mundo, convencido del pecado que le permiten desentrañar lo superficial
que implica la desnudez femenina. Un largo y engañoso y encontrar la verdad esencial
y doloroso proceso de aprendizaje vital (la que se le había resistido. En la ciudad, sola
novela cumple con muchos de los rasgos de y sin recursos, Clara ha sido víctima del en-
un Bildungsroman canónico) deshará esa gaño de una proxeneta que comercia con
primera ecuación (desnudez=pecado), pero su desnudo sin que la joven lo sepa. Da-
será a través de un viacrucis moral y cog- niel la liberará, no sólo gracias a su tesón,
noscitivo en el que resultará determinante sino también a su capacidad para leer en
la participación de un personaje femenino el discurso urbano viejas narraciones que
caracterizado por la pureza y la inocencia. nos han explicado el mundo y su funciona-
Daniel descubre con espanto tras la muerte miento durante siglos y que parecen olvi-
de su estricta y puritana madre que es el dadas en la realidad posmoderna, aunque
dueño de varios teatros de Barcelona es- aún son capaces de comunicarnos mucho
pecializados en espectáculos de striptease. más de lo que nuestra mentalidad racional
Tras una traumática visita a uno de esos y cientifista cree (la clave la encontrará el
teatros, en la que descubrirá el sexo en cir- joven en la historia de Susana y los viejos
cunstancias penosas, el joven se refugia en que la acusan falsamente en el bíblico “Li-
Salamanca para estudiar Letras y allí cono- bro de Daniel”). La inocencia esencial de
DOSSIER

249

Clara y la búsqueda de conocimiento del resultado único de la materia sin alma, en


protagonista triunfan en un entorno hos- “El autor novel”, la narración que pone fin
til y adverso, caracterizado por la suciedad a El desnudo impecable y otras narracio-
de los suburbios y por rascacielos yermos. nes, se convierten en signos positivos de
Se trata de un espacio donde la materia y la fisiología urbana. De hecho, su ejemplo
la tecnología han impuesto su dictadura resulta determinante para un protagonista
y han eliminado cualquier rasgo humano, sumido en la indecisión, que debe tomar
“un mundo huérfano de dioses y de mi- una resolución con el fin de hacerse cargo
tos. Ni el ángel se posaría en sus azoteas, de su destino. Ahondando en la temática
ni buscaría el demonio guarida en sus só- cognoscitiva y de enfrentamiento con un
tanos” [2007 vol. I: 955]. Sin dimensión azar superior que plantea el volumen, este
espiritual alguna, las luces de los edificios texto plantea un doble enfrentamiento que
se vuelven “ojos vacíos, Argos de la nada” el protagonista debe afrontar para trazar
[2007 vol. I: 955], un no-lugar que repele su destino y alcanzar así su libertad. Por
la vida y por el que Daniel deambula como un lado, esa lucha afectará a la dimensión
un Orfeo posmoderno por la ciudad-infier- amorosa, pues Eusebio se ve obligado a de-
no en busca de su amada. La única opción fender su libertad de amar a quien él quie-
de futuro que queda a los amantes, una vez re sin temor a las amenazas externas. Por
liberados de las mentiras, es la partida ha- otro, mantendrá un enfrentamiento, a nivel
cia la vieja Europa, hacia lugares donde la vital, contra un ser sobrenatural, adalid de
tradición humanista ha permitido que en la fatalidad, que parece decidido a apode-
los espacios perviviera una dimensión vital rarse del control de su existencia e, incluso,
y humana. Nueva York, que ha hecho po- de su alma.
sible tanto el reencuentro como la lectura y El tema del relato, el desesperado enfren-
descodificación de esos discursos religiosos tamiento del protagonista con esas dimen-
y morales que habían atrapado a los prota- siones que parecen escapar a su control,
gonistas, es un espacio inhabitable porque favorece que ante sus ojos los rascacielos
su deshumanización parece estar a punto que va encontrando en el deambular por
de completarse. la ciudad se conviertan en “ejemplos de
Esta visión paradójica y pendular de los recta firmeza” [2007 vol. I: 1001]. Sus
rascacielos que anunciaban certeramente espacios, lejos de perfilarse como espacios
las primeras cartas del escritor, se formula inhumanos donde el hombre se encuentra
plenamente en sus narraciones del exilio. ausente, se proponen como potentes sím-
Si en “El desnudo impecable” se perfilan bolos de la voluntad de lucha contra las le-
como elementos autónomos desvincula- yes superiores de la fatalidad que amenaza
dos de su origen humano, convertidos en al ser humano:
250

Las ventanas encendidas ¿qué otra cosa po- mo, poseerse en plenitud de alma y albe-
dían significar sino la voluntad veladora de se­ drío, sin mancipación” [2007 vol. I: 1001
guir así, en pie, derechos, serenamente opues-
y 1002]. Así pues, las lecturas paradójicas
tos a la terrible fatalidad de todo lo que pesa,
de rendirse, de caer por tierra? Ellos se habían que Daniel y Eusebio realizan del discurso
al­zado más que ninguna otra fábrica del hom- urbano ponen de manifiesto que en El des-
bre, luchando con alturas a que nunca se atre- nudo impecable y otras narraciones no hay
vieran antes obras de piedra o de ladrillo. Y allí una única imagen y un único significado en
esta­ban, asentados en un querer de los hom- los elementos de la realidad urbana, sino
bres con­tra un poder, el de la condena de la
materia a su propio peso, nunca desafiado con que la “ciudad no es dual, sino progresi-
tanta gran­deza [2007 vol. I: 1001] vamente diversa” [Carreras i Verdaguer
1994: 141], lo que motiva que las visiones
La voluntad del ser humano y su mente que ofrezca a aquel que la mira y que “lee”
racional desafían al poder de las leyes de la su discurso de signos también lo sean.
naturaleza mediante la elevación de estas El valor de la vida es el nombre de un
estructuras imposibles. Incluso los aviones, fascinante proyecto inacabado de Pedro
que planean sobre los rascacielos, se con- Salinas que ha permanecido oculto en su
vierten en símbolo de los desafíos humanos archivo hasta su rescate en 2009. Esta no-
a los límites impuestos por las leyes natura- vela frustrada, de la que el escritor solo re-
les (“También ellos aleccionaban: también dactó algo más de doscientas páginas y ca-
otro arriscado, temerario, levantarse de racterizada por una prosa meditativa que
unas decisiones humanas contra supuestos se recrea en la riqueza de las descripciones
destinos que sentenciaban al hombre a no y en reflexiones hondamente morales, está
poder desprenderse del suelo de la tierra y protagonizada por una joven española que
le negaban los cielos de los pájaros” [2007 huyendo de la Guerra Civil recala en una
vol. I: 1001]). De estos dos ejemplos y del ciudad norteamericana. Se trata de una
beso de la amada es de donde extrae el pro- ciudad sin nombre del nordeste que tiene
tagonista el convencimiento y la seguridad como función principal función represen-
para alzarse contra los designios de la fa- tar la realidad de las urbes norteamerica-
talidad que se materializan en la figura de nas de los años cuarenta, una realidad que
Mr. Bruce: “Eusebio se dejaba ga­nar por el escritor conocía perfectamente y que se
los misteriosos –al parecer indiferentes– caracteriza por la progresiva alienación del
­mentores. Ya estaba preparado a aceptar individuo frente a su entorno urbano. En el
con toda su fuerza la lección”, una lección primer contacto de Gloria con su nuevo há-
que es una revelación sobre sí mismo, sobre bitat las calles, vacías de gente, se dibujan
su propio ser, pues para vencer a los demás como espacios inhumanos caracterizados
“necesitaba Eusebio adueñarse de sí mis- por el caos a causa de la corriente de tráfi-
DOSSIER

251

co que las inunda. La presencia masiva de dé suelta oyéndola gruñir de gusto, con hondos
los coches ha variado la esencia de los es- gruñidos metálicos el verse liberada, de nuevo
pacios y lo que eran zonas humanas se con- [2009: 124-125].
vierten en torrentes mecánicos. El narrador
de El valor de la vida configura el espacio La visión irracional y casi indomable
urbano en clave alegórica, partiendo de las del tráfico, un movimiento de naturaleza
fábricas que son las fuentes de donde sur- fluvial y bestial, hace evidente que los au-
gen los coches, unas máquinas casi incon- tomóviles han entrado en la mitología pos-
trolables que inundan las calles-río con un moderna de la que se alimenta la narrativa
caudal delirante y angustioso: exílica del autor. Este haz de metáforas y
símiles se sustenta gracias una lectura míti-
arrancadas bruscas, carreras frenéticas, pa- ca, que saca a la luz la realidad monstruosa
radas repentinas, pausas, respiros brevísimos, que se oculta bajo la racional y atractiva
y otra vez la espantada, ahogos y desahogos, apariencia de las máquinas. La hostilidad y
en corta sucesión, ritmo de asmático, angus-
el triunfo de la máquina precipitan la pér-
tia y anhelar de agonía. Los mismos hombres
que desencadenaron estas fuerzas, conocen su dida de esa humanidad que parecía impo-
amenaza, y alzan frente a ellas los designios nerse sobre el caos y los hombres pierden
del orden. Con miradas imperiosas de un solo su voluntad superior ante un movimiento
ojo, amarillo, verde, encarnado, se imponen a que los domina y los dirige, confusos y feli-
la arriada, detienen las embestidas furiosas del
metal. Oficiantes de encrucijada, héroes, ma-
ces, hacia la nada más absoluta:
gos, sacerdotes revestidos de cascos y blancos
manguitos, repiten con mecánica solemnidad las almas que se entregan a la torrentera y
ademanes rituales, alzan, bajan los brazos, los acrecen su corriente, están perdidas; se pier-
mueven a diestra y siniestra. Allí, afirmados en den, se disuelven en un algo místicamente ma-
el lecho mismo de la corriente se mantienen er- yor que ellas. Darse ese caudal es enajenar el
guidos, afrontan el recial de las aguas turbias alma, vendérsela a una empresa sin nombre y
donde flotan tantos colores, que al llegar a ellos sin objeto, fabulosa hazaña del vacío, persecu-
se abren en dos ramales, y les dejan intactos, ción heroica de la nada […] las voluntades re-
vencedores. Y basta con que eleven en el aire la vueltas, confusas, atropellándose en el caudal,
mano vestida de blanco, para que la bestia de heterogéneas y dispares, incapaces son de agre-
innumerables cabezas, se agache a sus pies, se garse en una alta voluntad común [2009: 125].
desbrave sumisa, se esté quieta aunque piafante
de impaciencia, trémula de afán de movimien- Como en ningún otro relato, lo que la
to, unos segundos, mientras él la mira acaricia-
imagen de esta ciudad anticipa y demuestra
doramente, paseando su mirada complacida de
dominador sin par, sobre las testas rojas, verdes, es que “what postmodernist fiction imita-
negras de la hidra, y sus melenas de luces; hasta tes, the object of its mimesis, is the plura-
que con un nuevo, leve permiso de la mano, la listic and anarchistic ontological landscape
252

of advanced industrial cultures” [McHale sin desmayo cumplían su misión, y la altura


1987: 38], algo de lo que el escritor era ple- les servía para dominarlo todo, y que nadie
se escapara de su vigilancia, de la obediencia
namente consciente al final de la década de
a las leyes de producción y el trabajo […] Y
los cuarenta. proclamaban, luminosamente, sus nombres a
Si El valor de la vida confirma nueva- todos los ojos, con ínfulas parejas a las de los
mente que en la obra exílica del autor el monarcas que presumen de sus apellidos secu-
paisaje urbano pasa a primer plano y pue- lares y sus antigüedades dinásticas. En el suelo,
de formularse como una amenaza [Nava- los siervos, al leer los nombres de sus señores,
rro Domínguez 1996: 208] para los perso- aceptaban su enfeudamiento con mezclado sen-
tir de vanidad por servir a tan poderosos amos
najes que lo habitan irreflexivamente, esta
y temor a tanta fría grandeza [2009: 172-173]
novela inacabada reitera que el rascacielos
es el símbolo que logró la mayor potencia
Esta relación se plasma en uno de los
conceptual en sus últimos años. En sus di-
hallazgos metafóricos más potentes de lo
vagaciones, el narrador contrasta lo que
urbano en narrativa saliniana, el de una re-
Gloria le ha contado sobre Cavaluenga, su
lación entre el rascacielos y el hombre que
pueblo de origen, y el paisaje que ambos
se concibe como servidumbre feudal, en la
observan desde un bar situado en la planta
que los individuos se someten a un poder
vigésimo quinta de un hotel, analizando las
superior que no emana de la divinidad sino
diferentes significaciones que tienen el pai-
del poderío económico, en manos de unos
saje que imagina y el que se extiende ante
pocos, y que extiende su reinado sobre to-
sus ojos. Esas edificaciones gigantescas se
dos. Lo urbano, por lo tanto, se convierte
alzan ante sus ojos y ante el mundo como
en un trasunto de unas nuevas reglas so-
símbolos del poder de lo material y del ca-
ciales y económicas, que hacen a un lado
pitalismo, imponiendo en su relación con
los hombres una superioridad que implica los valores antiguos para proponer unos
el sometimiento de los individuos al poder nuevos, que no pueden ser otros que los
que dominan al mercado en un mundo en
superior del capital y la economía:
el que la economía se constituye como el
Con toda su solidez, con tantísimas tonela- nuevo valor absoluto.
das que les pesaban los cuerpos, representaban El otro espacio destacado de la realidad
quizá vanidades, ufanías, humos, y su aplo- norteamericana que aborda El valor de la
mado equilibrio, delirante soberbia, delirio de vida y que tiene una especial significación
grandezas. […] se veían todos unidos en grupo
por lo revelador que resulta en relación
sobrecogedor para la vista, porque se sabían
pertenecientes al mismo piquete de guardias con la sociedad en la que se ubica, es la
giganteos, que el oro mantiene sobre sus mu- casa de Mrs. Harrison. Se trata de un lugar
chedumbres servidoras día y noche. Erectos y que escenifica una profunda incomunica-
DOSSIER

253

ción entre lo interior y lo exterior, entre la tección ante los peligros que, como pare-
racionalidad y el control absoluto que la cen apuntar los apuntes en los que Salinas
señora de la casa ejerce en sus dominios y trazó lo que podría ser el desenlace de la
que le permiten tener una existencia de paz novela, acechaban al personaje.
y sosiego del todo ajena a la vida real, a
todo lo que transcurre fuera, en las calles Poesías inéditas y deudas de un poeta
y avenidas, a lo que únicamente se le da Resulta innegable, tras la pormenoriza-
entrada mediante la lectura secreta de los da revisión de la narrativa exílica saliniana,
periódicos y a los que únicamente echa una que la gran ciudad norteamericana como
ligera ojeada, pues para su conciencia bur- tema literario y como objeto ontológico de
guesa de clase media “era el diario reino su proceso cognoscitivo fue inagotable en
de la contingencia, imperio de lo eventual, los últimos años de vida del escritor [Vara
crónica del desorden. Las cosas sucedían Ferrero 2015: 26]. Han contribuido a co-
sin saber cómo ni por qué, dónde y cuando rroborarlo las poesías inéditas publicadas
menos se esperaba; nada ocurría como era por Montserrat Escartín en 2013, unos
debido y según lo previsto” [2009: 140]. documentos que han enriquecido consi-
Se trata de un espacio ambivalente, des- derablemente la obra poética del autor, al
conectado del mundo, aislado por miedo mismo tiempo que han puesto de mani-
a las múltiples y amenazadoras faces de la fiesto la complejidad del proceso creativo
vida real, un lugar de aislamiento volunta- y de los criterios según los cuales decidía
rio que si bien la hace sentir “segura entre qué publicar. Nueva York, su grandeza y
las incertidumbres” [2009: 150], funciona su ambición constructora3, y, sobre todo
como denuncia de la mentalidad egoísta de su dictadura de lo tecnológico, encuentran
las clases medias norteamericanas, ajenas nuevos desarrollos en poemas como “Tú,
a los sucesos del mundo y satisfechas de su Nueva York, Nueva York”, matizando los
situación. La función real de este lugar es sentimientos de admiración y rechazo que
sustentar la crítica de este tipo de mentali- el poeta sintió ante la Gran Manzana y sus
dad castrante y limitadora, la que encarna miserias, encarnadas esta vez por el con-
Mrs. Harrison, una mentalidad que impide traste entre la comunicación humana, que
una vida plena, que impone una supervi- un avance como el teléfono hace posible
vencia a medias y que ofrece una falsa pro- (“Siervos ya de las distancias,/ tienden sus

3
En “Deuda de un poeta”, el escritor reconoce que para “un extranjero, para un español que llega a los Estados
Unidos, hay una serie de cosas que le impresionan en el acto como dotadas de una misteriosa y latente energía
poética. Por ejemplo, llega uno a Nueva York con la humildad que tiene que tener todo viajero, y lo primero que le
sorprende a uno son las edificaciones, los altos rascacielos” [2007 vol. III: 1437].
254

voces ansiosas/ buscándose así las almas,/ muestran que también otras ciudades ofre-
poniendo el anhelo vivo/ en las bocinas cieron al poeta vivencias que se plasmaron
siniestras, que les ofrecen las máquinas” en textos que no habíamos conocido hasta
[Salinas 2013a: 279-80]), y la distancia y ahora y que lo urbano tuvo una presencia
el aislamiento que, como contraste, evocan constante en sus creaciones exílicas. En
los últimos versos del poema. Imágenes estos poemas, el contacto con la realidad
desgarradas muestran a hombres y mujeres urbana parece funcionar como detonante
condenados por la prisa, la soledad y esas de la actividad escritural, pues es la expe-
mismas tecnologías que en lugar de refor- riencia de la ciudad la que impulsa la re-
zar su dimensión más vital resultan por el flexión o despierta la emoción del sujeto
contrario profundamente alienante y los poético. Así, uno de los poemas que inspira
separan de una existencia plenamente hu- San Francisco, por ejemplo, pone de ma-
mana: nifiesto no sólo el deseo cognoscitivo que
domina la obra del escritor, sino cómo este
Pero el tiempo está empujándolos, proceso sensorial e intelectual puede ver-
[los ordena], los desgarra, se obstaculizado por fenómenos naturales
y corren, ya separados, que resaltan la importancia que adquiere la
otra vez a sus teléfonos, búsqueda de claridad y esencialidad4. Con
a colgarse de sus hilos, una estructura que se desliza desde la acti-
a vivir no con los ojos,
tud de duda con la que el sujeto poético se
con el tacto, con el beso,
a vivir nos aparece en los primeros versos (“¿Islas,
en cajones de madera: puentes, ciudad?” [Salinas 2013a: 270]),
boca de sola palabra. [Salinas 2013a: 280-281] y que le hacen constatar que la imagen de
la ciudad que él percibía antes ha desapa-
Junto a esta obsesión por Nueva York, recido (“Pelotones de niebla/ se acaban
entre sus textos inéditos encontramos tam- de llevar/ de los ojos pasmados/ su dulce
bién pequeñas e inesperadas joyas poéticas realidad” [Salinas 2013a: 270), el poema
a las que debemos prestar atención, pues desemboca en la afirmación de la confianza
4
La niebla será el elemento que precipite la tragedia en la novela breve “La gloria y la niebla”, cuando los protag-
onistas no sean capaces de superar el exceso de idealización en su relación, y las apariencias y los anhelos vanos
los envuelvan y confundan como hace ese elemento meteorológico con los sentidos. En las cartas que escribió
durante el viaje que hizo a California se puede apreciar la fascinación que este fenómeno ejerció sobre él: “Uno de
mis amigos vive en un sitio maravilloso, a la entrada de la bahía con vistas al puente y a los acantilados. Desde allí se
ve el espectáculo único de San Francisco: el mundo material apareciendo y desapareciendo, juguete de la niebla. No
me canso de verlo. ¿Magia, sueño?” [2007 vol. III: 898]; “Desde anoche vivimos entre niebla. […] Estas neblinas son
frecuentes en San Francisco, aquí menos. Pero dan al mundo una especie de inestabilidad mágica. Las cosas están
y no están, de pronto. Las formas se velan y desaparecen. La mirada no puede tener confianza en nada, porque lo
que tenía delante hace un momento se ha borrado un instante después. Mundo, sueño” [2007 vol. III: 899].
DOSSIER

255

con la que el yo se reconforta a sí mismo y El anhelo de encontrar las claves de esa


con la que logra superar sus inseguridades realidad urbana que ha jugado a engañar
cognoscitivas (“¿Está todo detrás/ de ese los sentidos del poeta por medio de la nie-
informe negar/ gris y sordo, de niebla?/ Sí. bla, desemboca en una nueva afirmación
Espera y verás” [Salinas 2013a: 271]). Lo de la confianza de ese yo que no duda que
que se ha transformado en una irrealidad logrará desentrañar la verdad que se le ha
caótica no abandona el orden, la “lección resistido, la de la ciudad de San Francisco:
de rectitud” [Salinas 2007 vol. II: 1440],
que le había sido impuesto por la volun- Ahora, aunque nuevas nieblas
le disfracen el mundo,
tad humana al crear la ciudad (“Las calles
creerá, tras ellas
siguen rectas/ y llegan donde antes” [Sali- espera, sí, ella espera
nas 2013a: 271]). El escritor se hace eco en la vida, su verdad.
estos versos de una certeza que enunciará Ya no puede haber dudas. [Salinas 2013a: 272]
así en “Deuda de un poeta”, “el sentido
rectilíneo, geométrico, va unido al sentido La soledad del sujeto poético ante la ve-
recto: rectitud moral o intelectual” [2007 locidad y el sinsentido de la vida en la urbe
vol. II: 1440], una afirmación que pone de posmoderna, un no-lugar inhabitable, son
manifiesto el haz de sentidos que entreteje las claves meditativas del poema titulado
la imagen de la ciudad que va elaborando “Chicago”, otra de las composiciones in-
en sus poemas y que encontrará interesan- éditas halladas en el archivo del escritor
tes formulaciones, como ya hemos visto, en por Montserrat Escartín. Con una estruc-
relatos como “El autor novel”. Como nin- tura tripartita, el texto va desarrollando
gún otro elemento, estos edificios simboli- imágenes de la ciudad que parten de una
zan la humana voluntad de resistencia con- visión tópica, traza una imagen simbólica
tra las leyes superiores de la fatalidad, una y desemboca en un análisis del yo poéti-
certeza que lleva al narrador a preguntarse co que reflexiona sobre su posición indivi-
a sí mismo y a los lectores: “¿qué otra cosa dual ante ese entorno que contempla como
podían significar sino la voluntad veladora mero espectador. Los primeros versos di-
de seguir así, en pie, derechos, serenamente bujan una imagen negativa de la ciudad,
opuestos a la terrible fatalidad de todo lo la urbe de las orillas del lago Michigan no
que pesa, de rendirse, de caer por tierra?” es un locus amoenus ni puede ser el espa-
[Salinas 2007 vol. I: 1001]. cio de ninguna égloga5 (“A las orillas del

5
Como tampoco lo era en “Hombre en la orilla”: “Esta es la orilla. De piedra./ Geométrica. Ni égloga,/ ni reman-
so”, [Salinas 2007 vol. I: 628].
256

lago,/ ni doncellas, ni sauces,/ altos tallos/ comienza un monólogo en el que se opone


de cemento que nunca/ dan flor; dan anun- a los valores que parecen imperar en esa
cios” [2013a: 364]). Elementos naturales prisión urbana, para reivindicar el anoni-
que forman parte del tópico y del género mato, la soledad y la calma:
clásicos se superponen a los urbanos para
generar una lítote y para retratar aquello Yo solo, despacio,
que no es esa ciudad que observa. Si en la que no conozco a nadie,
ni me esperan.
obra más vanguardista del autor, la de los
Una sonrisa, brazos son
años veinte, la naturaleza había sido des- descanso –se me ofrecen
echada a favor de las vibrantes calles de la bajo sus ventanas
urbe6, en su obra del exilio las imágenes de de marchitas flores–.
la ciudad subrayan la carencia de cualquier ¡Qué buena soledad, es
rastro de vida natural en ese medio, pues la esa sola,
naturaleza ha sido sustituida por el dolor y necesaria comparsa
la pena de ordenadas realidades urbanas. que me quiere! [2013a: 366]
Por esa razón, la segunda parte del poema
retrata la vida en una metrópoli concebida Resulta evidente que la ciudad posmo-
como cárcel, que impone la dictadura del derna no sólo agudizó el deseo de conoci-
tiempo a ciudadanos convertidos en sim- miento del escritor, sino que también in-
ples pasajeros que corren por vagones y tensificó su compromiso con los hombres
calles de camino al trabajo. El cambio de y con los valores morales que parecían pe-
focalización sobre esa realidad circundan- ligrar en el mundo que empezó a perfilarse
te se abandona con la llegada de la última durante la Segunda Guerra Mundial. Pedro
parte de la composición, cuando el yo poé- Salinas, un enfermo del “mal de Flaubert”
tico situado frente a esa urbe dictatorial como lo calificó su amigo Guillén, no podía

6
“Delirios del chopo y el ciprés”, relato recogido en Víspera del gozo, alude a una naturaleza gozosamente urba-
na y artificial, una imagen propia de los años veinte que contrasta profundamente con la que elaboran estos poemas
del exilio americano: “Llevábamos ocho días de recorrer por único campo las asfaltadas praderas de la ciudad, y
sólo nos reposaban las luminosas sombras de las farolas, con su maravilloso follaje nocturno. Y como sentías nos-
talgia del suelo y los chopos de Castilla, te llevé al Museo. Tampoco allí pisaste tierra, sino pulidas maderas, de las
que el olor de aguarrás te fingía trasuntos vagos de extraños campos de hierba con perfume penetrante y artificial,
en haciendas australianas. No viste cielos; en su lugar, sabias cristalerías donde se templan y desbravan las luces de
los fogosos días. Y ningún horizonte más que las cuatro paredes agujereadas por los ventanillos de los cuadros, en
algunos de los cuales se habían olvidado de poner cristal y podía uno asomarse al asunto con medio cuerpo fuera.
Te llevé a la sala de retratos, y allí, en los ojillos de un personaje desconocido (traje negro, barba lacia, color terrosa),
estaba tu árbol de Castilla, alma tímida y vacilante, amorosa y llorosa como chopo de verano recién llovido, trémula
toda ante esto y aquello, luz, aire, humo, chopo” [2013b: 161-162].
DOSSIER

257

evitar percibir el sinsentido y la inhumani- BIBLIOGRAFÍA


dad que dominaban con especial intensidad
las calles de las grandes urbes americanas. Amendola, Giandomenico, La ciudad postmoder-
La trayectoria escritural e intelectual del na: magia y miedo en la metrópolis contempo-
ránea, Madrid, Celeste, 2000.
autor nos demuestra que fue agudamente
consciente de esos peligros, pero también Barrantes Martín, Beatriz, Ciudad y modernidad
pone de manifiesto que supo captar y des- en la prosa hispánica de vanguardia, Valladolid,
Universidad de Valladolid, 2007.
cifrar como pocos la caleidoscópica reali-
dad urbana de su tiempo, viendo más allá Bou, Enric, “‘Descubrimiento’ o ‘encuentro’: Pe-
de sus luces, sus prisas y sus miserias, pre- dro Salinas en las Américas”, La Torre, VIII, 32
(1993), pp. 437-456.
guntándose incansablemente cuál sería el
secreto que se ocultaba tras construcciones Carreras i Verdaguer, Carles, “Paisaje urbano y no-
que significaban mucho más que el triunfo vela”, Estudios Geográficos, XLX, 191 (1988),
pp. 165-187.
de la voluntad humana sobre la naturale-
za, sus leyes y sus límites. Qué duda cabe – “La ciudad de la Posmodernidad. Una aproxi-
que en su deambular urbano y en su escri- mación geográfica a través de la Literatura”,
tura, Pedro Salinas tuvo siempre en mente en José Carlos Rovira y José Ramón Navarro
(eds.), Literatura y espacio urbano: actas del
una sentencia aparentemente contradic- I Coloquio Internacional Alicante, Fundación
toria pero tremendamente certera, una de Cultural CAM, 1994, pp. 131-142.
las que abría las conferencias de la cátedra
Durán, Manuel, “Pedro Salinas y su ‘Nocturno
Turnbull, tituladas no por casualidad La de los avisos’”, en Andrew P. Debicki (coord.),
realidad y el poeta en la poesía española: Pedro Salinas, Madrid: Taurus, 1976, pp. 163-
“por fortuna, el mundo ya está hecho. Y 167.
sin embargo, al mismo tiempo, está siem- Llorente, Marta, La ciudad: huellas en el espacio
pre por hacer” [2007 vol. II: 409] habitado, Barcelona, Quaderns Crema, 2015.
McHale, Brian, Postmodernist fiction, New York,
Metheuen, 1987.
Navarro Domínguez, Eloy, “Entre el paisaje y el
símbolo: la ciudad norteamericana en la poesía
de Pedro Salinas”, Revista de Estudios Nortea-
mericanos, 4 (1996), pp. 203-215.
Salinas Pedro y Guillén, Jorge, Correspondencia
(1923-1951), ed. de Andrés Soria Olmedo, Bar-
celona, Tusquets, 1992.
Salinas, Pedro, Obras completas, vol. I, II y III, ed.
258

de Enric Bou y Andrés Soria Olmedo, Madrid,


Cátedra, 2007.
— El valor de la vida, ed. de José Paulino Ayuso,
Sevilla, Renacimiento, 2009.
— Poesía inédita, ed. de Montserrat Escartín, Ma-
drid, Cátedra, 2013a.
— Víspera del gozo y otros textos del Arte Nuevo,
ed. de Natalia Vara Ferrero, Madrid, Cátedra,
2013b.
Vara Ferrero, Natalia, Conocimiento y humanismo
en las narraciones de Pedro Salinas, Málaga,
Centro Cultural Generación del 27, 2015.
DOSSIER

259

Historia de un legado.
El hispanismo
norteamericano y el exilio locos del Norte que venimos a estudiar a
España, si bien en el caso de los exiliados
de 19391 españoles en Estados Unidos se trata de
españoles “guiris”, agringados, que desde
Estados Unidos estudian a España. El his-
Mesa redonda con la intervención de Mari Paz
Balibrea (Birkbeck, University of London), Jo-
panismo del exilio que nos ocupa aquí es
sé-Carlos Mainer (Universidad de Zaragoza) básicamente un nudo de intelectuales espa-
y Shirley Mangini (California State University, ñoles salidos por la fuerza de su país, que
Long Beach), moderada por Sebastiaan Faber tienen la suerte de acabar en Estados Uni-
(Oberlin College). dos —o quizá mejor dicho, la suerte de que
Estados Unidos les deje entrar. Españoles
exiliados que se insertan, mal que bien, en
un sistema universitario existente en el que,
en su mayoría, a veces por defecto, acaban
enseñando clases de lengua, literatura o
Sebastiaan Faber: Buenas tardes. lingüística españolas, aunque ellos mismos
Es un placer y un honor estar aquí para sean sociólogos, filósofos, escritores, poe-
moderar esta mesa de máximos expertos tas, músicos, etc. Su labor de enseñanza, de
de lo que llamamos nuestro campo: Mari investigación y publicación tenía, en ver-
Paz Balibrea, José-Carlos Mainer y Shirley dad, cuatro públicos, al menos en potencia:
Mangini. Creo que son tres personas idó- un público de estudiantes norteamericanos
neas para hablar de este tema desde tres (con los que acaban casándose a veces); un
ángulos muy diferentes, por lo que espero público de intelectuales españoles ya exi-
que la mesa sea interesante, amena y, qui- liados como ellos; la comunidad intelectual
zá, un poco “peleona”. Mi plan es realizar norteamericana, es decir sus colegas anglo-
una breve presentación y pedir a los tres parlantes del entorno estadounidense; y la
miembros de la mesa que realicen sus ex- comunidad intelectual de la España del in-
posiciones para dar paso a esta discusión. terior.
El hispanismo se puede definir como el Ahora bien, la trayectoria de este con-
estudio, generalmente universitario y desde tingente intelectual se podría escribir sim-
fuera, aunque no siempre, de las cosas de plemente en tanto que historia intelectual
España. Los hispanistas solemos ser guiris, en sí. Dado que nos concierne esta historia

1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio republicano
de 1939 [FFI2013-42431-P] financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
260

intelectual, podemos investigar estas vidas Pero quizá la referencia más importante
y obras sin otra justificación o móvil que el es tan obvia que se olvida: una cosa es en-
conocimiento puro: el saber por el saber. A señar a investigar sobre lo español —litera-
decir verdad, sin embargo, yo siempre sos- tura, cultura e historia—dentro de España,
pecho un poco de las intenciones desintere- donde no se necesita legitimación alguna
sadas en estos campos de humanidades en para justificar ese objeto de estudio, ya que
los que trabajamos, pues creo que si hay un es casi una cuestión de Estado. Y otra cosa
interés por investigar es porque hay algo en es hacerlo en un país como Estados Unidos,
ese campo de estudio, en ese objeto o figura donde el hispanismo se ve obligado, dentro
del pasado, que creemos que nos puede de- de las universidades, a competir con otros
cir alguna cosa en este presente. De ahí que muchos posibles campos, incluidos otros
pensemos fácilmente en ese pasado como campos que también se ocupan de áreas
un legado: algo que nos llega a las manos, hispanohablantes como las de Latinoamé-
que podemos asumir, que podemos hacer rica. Esa competencia institucional se da en
nuestro o que es nuestro por herencia le- todas las áreas: puestos, fondos, estudian-
gítima. Ya pensada como legado, la obra tes, planes de estudio. Por tanto, se pue-
de estas mujeres y hombres en el exilio es,
de imaginar el campo de actuación de los
por tanto, recuperable o reconocible tam-
exiliados republicanos en Estados Unidos
bién por diferentes agentes herederos: nor-
como un espacio de fuerte competencia, en
teamericanos, españoles, puertorriqueños,
el que hay que vender y promover su cam-
intelectuales o no intelectuales…
po para crear o justificar su presencia.
Al hablar de legados e impactos, por
tanto, me parece importante reconocer, en Para esta mesa redonda José-Ramón y
primer lugar, esa diferencia de contextos Fernando nos han preparado una lista de
que también corresponden a dos mundos casi dos folios de temas que nos darían
institucionales muy diferentes. Por un lado, para tres días de discusión, para un libro
un mundo universitario norteamericano o dos quizá, todos muy interesantes, pero
marcado por su gran tamaño (al estar for- imposibles de cubrir en esta mesa redonda.
mado por muchísimas universidades) y una Entonces se me ha ocurrido para empezar
gran dispersión geográfica, por una enorme la discusión pedirles a mis tres colegas en
diversidad institucional (en términos de ca- la mesa tres cosas. Primero, que nos expli-
lidad y de misión) y por una cultura relati- caran brevemente cuál es su experiencia
vamente democrática, incluso en los años personal, vivencial, biográfica, con el exi-
cuarenta. Y, por otro lado, un mundo uni- lio intelectual en Estados Unidos. Segundo,
versitario español necesariamente menor, que de esa extensa lista de temas que nos
más centralizado y, probablemente, bastan- facilitaron, resaltaran uno o dos de los que
te más jerárquico. especialmente les interese hablar en este
DOSSIER

261

contexto, aspectos que crean de mayor dis- todo lo contrario, la de encontrarse una en
cusión, clichés que consideren merecen ser el sur de California en un contexto comple-
cuestionados… Y tercero que explicaran, tamente inopinado para hallar una historia
sobre esos temas, en qué contextos sería de España que nunca me habían explicado
bueno repensarlos: en un contexto español y que alguien me explicaba en primera per-
puramente académico, en un contexto es- sona.
pañol más amplio o, simplemente, en un También quiero aclarar que el Departa-
contexto norteamericano. Porque si cabe mento de Literatura de la Universidad de
decir que el legado del exilio republicano San Diego en el que trabajaba Carlos era
en Estados Unidos es grande e importante, un departamento vanguardista, como la
allí también está olvidado o mal recordado. misma universidad, cuya propia creación
Dejo aquí mi intervención y le doy la pa- se había producido a principios de los años
labra a Mari Paz Balibrea. Mari Paz, para sesenta cuando se estaban generando al
empezar, ¿cuál es tu conexión personal con mismo tiempo todos los movimientos por
este exilio? los derechos civiles, etcétera. Es decir, hay
toda una emergencia que culmina en un
Mari Paz Balibrea: Mi experiencia tiene ámbito transnacional en mayo del 68, pero
que ver con mi propia marcha a Estados que ya está muy presente cuando se fun-
Unidos para estudiar mi doctorado, donde da la Universidad de San Diego. Allí llega
caí por casualidad en un departamento en Carlos Blanco a participar en un proyecto
el que había un exiliado republicano, Car- que tiene que ver con hacer una universi-
los Blanco Aguinaga. El impacto sísmico a dad diferente, incluso con hacer un campo
nivel particular de esa relación, que no es de la literatura muy diferente: allí había un
sólo a nivel unipersonal sino que tiene que Departamento de Literatura, no un depar-
ver con todo el contexto en el que se da, tamento de español, otro de italiano, etc., y
se relaciona con el hecho de que, a través todo el mundo estaba junto porque se tra-
de Carlos Blanco Aguinaga, sabré sobre taba de que se hablara en común, siendo
el exilio, del que, habiendo cursado una por otra parte una universidad muy politi-
licenciatura de Filología Hispánica en la zada. Carlos participaba centralmente. No
Universidad de Barcelona, no había oído sólo daba clases sino que, además, cuando
hablar nunca. Y además, una perspectiva se terciaba, salía y daba mítines. No habla-
que podríamos llamar marginal, exiliada, ba sobre España, hablaba sobre lo que es-
exílica, diferente… de la historia contem- tuviera pasando y ya sabemos lo que esta-
poránea española, diferente de la que yo ba pasando en esa época. Es decir, que para
traía por mi educación en España. Fue una mí todo eso era absolutamente nuevo. No
experiencia al mismo tiempo alienante y había encontrado jamás esa posibilidad de
262

aprendizaje que se da en el aula y fuera del Ínsula (entonces no lo era, simplemente se-
aula, fue algo muy importante en lo perso- cretario, el director era Enrique Canito), me
nal y sé que no lo fue sólo para mí. facilitó los primeros tomos de las Obras in-
completas de Max Aub que entonces publi-
José-Carlos Mainer: En mi caso hay que caba Joaquín Mortiz. Aparte de eso, había
remontarse un poco en el tiempo al que leído bastantes cosas de Max Aub. Había
se acaba de referir Mari Paz Balibrea. Mi logrado comprar algunas obras en librerías
tiempo es anterior, principios de los años de viejo de Barcelona, también vendidas
sesenta. Yo estoy estudiando la carrera, me clandestinamente en librerías de nuevo, y
gusta escribir y publicar algo, y lo prime- leído otros libros en la Universidad de Za-
ro que publico que tenga una índole va- ragoza, en cuya biblioteca estaban los pri-
gamente profesional es una reseña de un meros volúmenes de El laberinto mágico.
libro, aparecido en la colección El Puente, Entonces publiqué un artículo extenso en
de Francisco Ayala. En aquel entonces exis- Ínsula titulado “Incompleto Max Aub”,
tía el correo, las cartas que se mandaban a que también a Max Aub le entusiasmó. Me
Estados Unidos y que se recibían de allí y escribió una carta larguísima que lamenta-
que eran sobres especiales. Y a mí me es- blemente he perdido. Manolo Aznar me la
cribió Francisco Ayala, que supo, leyó mi pidió una vez para publicarla y puedo ase-
entusiasta reseña, le plugo y me escribió gurar que era una carta preciosa, en la que
dándome las gracias, lo cual inició, no sé Max Aub se burlaba un poco de mi entu-
exactamente si una amistad, aunque creo siasmo y me corregía bastantes de las cosas
que sí. Una amistad bastante estrecha que que yo había dicho. La he perdido aunque
también me deparó, muy poco tiempo des- conservo buena memoria de ella, y como
pués, en el año 1971, que cuando Ayala era una carta manuscrita, no hay copia en
firmó un contrato con Seix Barral para ini- el archivo de la Fundación Max Aub. Eso
ciar la publicación de lo que se podía leer fue un poco mi bautismo en estos temas.
de su obra en España, se me encargara, me Luego conocí a mucha gente, muchos de
encargaran él mismo y Carlos Barral, el ellos en el hogar de mi maestro José Ma-
prólogo que lleva la primera edición que nuel Blecua, en cuya casa, que yo recuer-
se hizo de Cazador en el alba y otras ima- de ahora, conocí a Vicente Llorens, por
ginaciones, obra de la época vanguardista ejemplo, cuyos libros, claro está, habíamos
anterior a 1930. Luego he escrito más co- leído porque estudiábamos en Barcelona
sas sobre Ayala pero en un tiempo que es y entonces se estudiaba allí la carrera bas-
menos histórico al que me refiero. tante bien. Creo que también conocí allí a
Me pasó algo parecido con Max Aub. Carlos Blanco Aguinaga, aunque no sabría
José Luis Cano, el formidable director de decirlo exactamente. Pero sí me acuerdo de
DOSSIER

263

Llorens, de Claudio Guillén, de muchísima bía liberado de cualquier sospecha política,


gente que pasaba por aquella casa. Y a al- evidentemente no quería volver a Estados
gunos otros a los que conocí en otro lugar Unidos. Y eso aunque allí estuviera un
al que también, por c o por b, llegaba gente hombre al que admiraba profundamente,
de fuera. Por ejemplo, a Joaquín Casaldue- Américo Castro, que había sido además su
ro, ya muy mayor, y a Sacha, su esposa, los maestro en años anteriores, y donde estaba
conocí en la Universidad de verano de Jaca, el propio Amado Alonso, para quien Lape-
donde estaba también Eugenio de Nora, sa haría una labor de esas absolutamente
que se había retirado hacía no mucho de su admirables, que fue poner en limpio y aca-
cátedra en Berna, y donde asimismo venía bar de escribir su libro sobre la historia de
don Rafael Lapesa, quien había estado en la pronunciación en español. Una cosa que
Estados Unidos en 1949 por primera vez. no se subraya a menudo, pero que es uno
Con el tiempo publiqué, hace no mucho, de los ejemplos de ejercicio de compañe-
una carta que Lapesa dirige a Amado Alon- rismo académico, de la concepción de esa
so y que es impresionante. En ella Amado tarea como una tarea colectiva, que, en el
Alonso le ha hecho mención de quéde- fondo, Lapesa había aprendido en los des-
se usted y trabaje aquí tranquilamente, y pachos del Centro de Estudios Históricos
Rafael Lapesa le dice que no, por patrio- desde antes.
tismo además. Escribe que tiene algo que Así que de esa manera, trabajando sobre
hacer en España, que ir a Estados Unidos el exilio y a la vez trabajando sobre otra
ha sido para él una experiencia extraordi- cosa que no tenía nada que ver pero sí te-
naria y que el primer curso que ha podido nía que ver, que era la reciente literatura
dar allí fue muy agradable, pero que evi- latinoamericana, me hice en poco tiempo
dentemente en España hay que hacer algo con una correspondencia bastante notable
por mantener la línea de continuidad del y marqué lo que iba a ser en gran medida, o
Centro de Estudios Históricos. Realmente, por lo menos en los primero años, mi por-
eso era lo mismo que, de algún modo, el venir y mi historial académico. Ese es mi
jovencísimo Lapesa, recluta entonces del testimonio, por así decirlo, de cómo entré
Ejército republicano, había hecho siendo el en contacto con el exilio republicano en Es-
último custodio de la sede de la calle Du- tados Unidos. Lo demás lo he ido sabiendo
que de Medinaceli del Centro de Estudios después, más o menos.
Históricos. Él había guardado las llaves,
había custodiado aquello mientras pudo. Shirley Mangini: Primero voy a aclarar
Las cosas no pintaron bien luego por ra- que, como sabemos todos, hay por así de-
zones obvias. Pero en 1949, un Lapesa que cirlo tres generaciones de exiliados. Los
ya había estrenado la cátedra y que se ha- exiliados como Paco Ayala, que es el úni-
264

co al que personalmente conocí de los que que la profesora Mar Trallero va a hablar
llegaron así a Estados Unidos al igual que sobre esta parte de mi vida en Estados Uni-
Juan Ramón Jiménez, etcétera. Luego están dos en su intervención para esta Jornada.
los hijos de estos primeros exiliados, como
por ejemplo Manuel Durán o Carlos Blan- SF: Muy bien. Teniendo en cuenta que
co Aguinaga, que salieron de México para estamos hablando de varias generaciones,
radicarse en Estados Unidos. Finalmente, de un país entero, de muchísimas figuras…
la emigración del franquismo tardío, que ¿Hay algún tema de este legado tan diver-
ya no son exiliados propiamente, y que so y complejo que os parezca que debe ser
para mí son una experiencia personal que especialmente repensado, que valga la pena
mantuve con Ángel González y la llamada recuperar, recordar o brindar un significa-
“generación del 50”, la de los niños de la do nuevo?
guerra del interior. Mi primera experiencia,
pues, fue con esta emigración del franquis- MPB: Creo que los participantes en esta
mo tardío, cuando conocí a Ángel Gonzá- mesa podemos dar respuestas muy distin-
lez, a José Ramón Marra-López, a Antonio tas, pues venimos de perspectivas muy di-
Ferres, este último uno de esos casos como versas y podemos aportar visiones bastante
los que antes mencionaba Sebastiaan, un diferentes. Yo incidiría más en el hispanis-
novelista que llega a Estados Unidos sin mo en Estados Unidos que en su vuelta a
haber enseñado nunca y que, de repente, aquí. Los mismos exiliados han tenido
tiene que empezar a impartir cursos de lite- bastante mala prensa dentro del concepto
ratura. A partir de ahí, voy a Texas, donde de hispanismo, como bien sabes tú, Sebas-
tendré como profesor a Ricardo Gullón y tiaan, que has escrito parte de la bibliogra-
contactaré con Ramón J. Sender, que esta- fía sobre este tema. Es decir, el trabajo que
ba viviendo en Nuevo México, o con Car- ellos hacen conformándose a unas ciertas
los Blanco Aguinaga, a quien ya conocía de líneas, el no quererse implicar en ninguna
mis visitas a España y a quien conocí mu- cuestión política, el incidir en estereotipos
cho más cuando me trasladé a California. que perpetuaban mitos sobre el materia-
Después conocí a Manuel Durán en Yale, lismo del Norte contra el espiritualismo o
quien fue mi jefe de Departamento; a Clau- humanismo del Sur…, por no hablar de la
dio Guillén, que estaba en Harvard al igual relación con América Latina que, de mo-
que Marichal, al que conocí mucho menos, mento, dejo de lado.
y a Nicolás Sánchez-Albornoz, que estaba Hablando no como alguien que haya tra-
en New York University… Creo, pues, que bajado como investigadora estas cuestiones
hay tres grupos sobre los que podríamos sino desde mi propia experiencia en mi re-
hablar, pero no me extiendo más puesto lación con Carlos Blanco Aguinaga, como
DOSSIER

265

persona que se formó también en Estados to, pues, no es el distanciamiento de la to-


Unidos y que tiene conocimiento del campo rre de marfil. Tenía una militancia concreta
hasta el día de hoy, me parece que no todo y eso lo trasladó de muchas maneras a su
el mundo encaja en esos parámetros, cues- trabajo tanto académico como literario. A
tión que me parece oportuno señalar y que pesar de eso y de que desde aquí se pueda
creo ha sido bastante silenciada. Por ejem- pensar tal cosa, después, cuando cambia-
plo, en Carlos Blanco Aguinaga había un ron los vientos y, por ejemplo, el estereoti-
profundo distanciamiento hacia lo nortea- po será que el hispanismo peninsular, como
mericano, pero no tenía nada que ver con, lo llaman en Estados Unidos, se metió en
digamos, Ariel y Calibán. Tenía que ver su ghetto al sentirse inmediatamente ame-
con Nuestra América de José Martí, pues él nazado y acorralado con la llegada de los
era antigringo de una manera muy política, latinoamericanistas, territorialmente inva-
de una manera muy concreta y basada en dido, arrinconado y finalmente eliminado
la historia. Y eso le venía de haberse criado cuando vinieron los estudios chicanos…,
en México, de que se había juntado y lue- en fin, eso no pasó así con Carlos Blanco
go casado con Iris Arévalo, una mujer muy
Aguinaga. Él abrazó todos estos cambios
feminista, muy concienciada políticamente
y no los rechazó nunca. Nunca se cerró al
y muy consciente del papel jugado por Es-
campo del latinoamericanismo. Él era lati-
tados Unidos en Latinoamérica. Entonces,
noamericano, él se sentía latinoamericano,
desde que va muy joven a Estados Unidos
él escribió los primeros artículos sobre Rul-
con una beca a Harvard, su experiencia
fo, él conocía personalmente a Cortázar o,
será la de alguien que, trayendo consigo lo
del exilio, una especie de margen que lleva- evidentemente, a Carlos Fuentes de toda la
rá puesto siempre, con quien se va a iden- vida. Ellos eran también su gente. Y de he-
tificar es con los negros, con los trabajado- cho, si ahora me preguntas por el legado
res. Y enseguida pasaremos a estar, no en la del exilio republicano, por el legado per-
primera vez que viaja sino cuando regresa teneciente al exilio republicano de Carlos
como profesor a Ohio, en el contexto de la Blanco Aguinaga, en él estaría la creación
caza de brujas. Todo eso que vive diaria- de los estudios chicanos en Estados Unidos,
mente generará su politización durante sus cuya importancia nadie que vaya allí podrá
años en la Johns Hopkins University, cuan- pasar por alto. Por eso me parece que casi
do reside en Baltimore a principios de los siempre se ha matizado muy poco, también
sesenta. Es entonces cuando, tras estallar la porque los casos apenas se conocen, en ese
crisis de los misiles y demás, empieza a leer desprecio hacia el llamado hispanismo pe-
a Marx, según cuenta en sus memorias, y ninsular como algo conservador y ensimis-
se convierte en marxista. Su distanciamien- mado.
266

JCM: Tomo como punto de partida lo guras fundamentales pero no los únicos, se
que has dicho de ese conservadurismo que tienen que marchar de allí y se incorporan
la labor de los exiliados aporta al hispa- rápidamente a Estados Unidos, digamos
nismo y voy a intentar darle alguna expli- por la cabeza. En el caso de los españoles
cación adicional a lo que creo es un hecho que se han mencionado ocurre algo pare-
puramente de época, de presión del propio cido: Francisco Ayala llegado de Puerto
país en el que se estaba. Estamos hablando Rico, que viene a ser territorio federal por
de los Estados Unidos de los años cincuen- otra parte, Vicente Llorens…, se desplazan
ta porque los exiliados que llegan, normal- también en situaciones de cierto privilegio.
mente lo hacen de rebote ya que apenas Sin embargo, en los años cincuenta y
arriban al país españoles exiliados del año a finales de esa década, también se van a
1939. Los primeros que llegan lo hacen ya incorporar muchos otros españoles que, y
a finales de los años cuarenta y en los cin- no por razones exactamente políticas sino
cuenta, habitualmente como un segundo por razones puramente profesionales, han
destino. Se incorporan a una universidad encontrado obliterado el desarrollo de su
que tiene unos parámetros muy definidos, carrera universitaria en España. En un mo-
en la que el hispanismo tiene un lugar muy mento en que las cátedras de literatura,
concreto, en la que ya hay hispanistas bri- por ejemplo, no creo que correspondieran,
llantes, por otra parte, y se producen libros si España tenía en aquel momento doce
importantes. Un espacio al que evidente- o catorce universidades, a más de doce o
mente se acomodan. catorce catedráticos, de los cuales ahora
Pero esto me ha hecho pensar en otra podríamos hacer la cuenta de quiénes eran
cosa que ha mencionado Shirley hace un exactamente. Posiblemente, siete eran unos
momento. Es una migración que se renue- acémilas de mucho cuidado, unos estúpi-
va en oleadas sucesivas porque, no nos dos totales franquistas, pero otros siete
engañemos, es ya una emigración profesio- eran estupendos. Entre estos otros siete
nal. Por eso no es exactamente un exilio. estarían Fernando Lázaro Carreter, por
Es más, en muchos casos, una emigración ejemplo, o Rafael Lapesa o Dámaso Alon-
que busca un estatus profesional distinto. so, que había recuperado su cátedra, y otra
En unos casos porque, por ejemplo, en Ar- mucha gente de valía indudable.
gentina el horizonte de trabajo del Institu- Sin embargo, qué podían hacer quienes
to que ahora se llama Amado Alonso, el como Gonzalo Sobejano, por ejemplo, ha-
Instituto de Filología, ve cortadas entera- bía iniciado una carrera académica en Ale-
mente sus posibilidades de desarrollo por mania; quienes como Ignacio Soldevila te-
el peronismo y, en ese momento, el propio nía que vivir de un sueldecillo que le daban
Amado Alonso y Raimundo Lida, como fi- en la Real Academia por hacer fichas para
DOSSIER

267

el Diccionario académico (algo que creo que hablaba hace un momento Mari Paz
que era, además, un enchufe que le había Balibrea. Una crisis de los estudios hispáni-
buscado Lapesa); u otras muchas personas, cos, indudablemente, porque a lo mejor no
como Paco Ruiz Ramón, que había esta- habían acertado plenamente con lo que po-
do incluso de lector de español en países dían ser o no se habían asomado a nuevas
nórdicos, personas que estuvieron en mu- técnicas, etc. y, sobre todo, porque en aquel
chísimos sitios y que acabarán en Estados momento lo latinoamericano se impone.
Unidos. Realizan una carrera profesional Posteriormente, unos y otros, latinoameri-
muy convincente, en algunos casos con te- canos y españoles, y esa mezcla curiosa de
mas que no hubieran podido desarrollar en cine, novela contemporánea, teatro, poe-
España, como es el caso de Ignacio Soldevi- sía, feminismo… que hoy se estudia bajo el
la, que había leído una tesis de licenciatura nombre común de estudios culturales, han
sobre Max Aub nada menos que dirigida contribuido a anegarlo todo y a establecer,
por Joaquín de Entrambasaguas, pero que en primer lugar, una globalización muy ge-
era evidente que no podía hacer una tesis neral de los estudios y, por otro lado, el que
doctoral sobre Max Aub en aquella Espa- ya no se pueda hablar de migraciones, ni
ña, lo que sí puede hacer en el momento en siquiera de migraciones intelectuales, por-
que llega a Canadá y trabaja allí. Es decir, que, claro, todas son rápidas, todas son
hay una generación que pudieron haber fugaces, etc. Y porque en todos los sitios
sido maestros, y debieron de hecho haberlo se acaba haciendo lo mismo, en definitiva,
sido, de los alumnos españoles que, más o incluido aquí.
menos, tenían mi edad, pero que no lo fue- Hablamos de unos años en los que yo he
ron porque no había un número suficiente querido recordar, aunque fuera por un mo-
de plazas. mento, a ese grupo importante de profeso-
En realidad, hasta que en el año setenta res que trabajó en Estados Unidos y que
no se promulga en España la Ley General hizo una carrera brillante allí. Y también,
de Educación que supone, entre otras co- por cierto, algunos norteamericanos que
sas, un crecimiento exponencial de la uni- acabaron desarrollando una carrera me-
versidad, no se amplían las posibilidades. dio española. Estoy pensado, por ejemplo,
Necesidad que se cubre fundamentalmente en Stephen Gilman, que escribe un primer
a base de profesorado contratado a precios trabajo sobre La Celestina que es la apli-
irrisorios, pero eran contratos y podías tra- cación de las tesis, de las mejores tesis, de
bajar en la universidad, que era en todo Américo Castro, al origen de La Celestina
caso lo importante. Hasta entonces no se y que, por otra parte, acaba siendo gal-
vuelve a producir, pero ya en otras condi- dosista, que es una tradición americana y
ciones, y creo que eso puede ser el final del que, evidentemente, era ya una tradición
268

americana. Galdós era ya un territorio, y en casi ninguna parte (José-Ramón ha pu-


en parte lo sigue siendo, del hispanismo blicado un interesante trabajo sobre su
norteamericano, pero que encuentra mati- trayectoria), que fue quien llevó a su ami-
ces y variedades nuevas en los años setenta, go Luis Cernuda a este centro durante un
cuando algún español que otro se incorpo- corto periodo. O Rosa Chacel, que llega a
ra también al galdosismo americano. Estados Unidos becada y que aunque nun-
ca impartirá clases, sí dará conferencias
SM: Ya que hablas de Stephen Gilman siendo una novelista poco conocida que
e hispanistas no exiliados, José Olivio Ji- empieza a tener cierta importancia a partir
ménez, a quien yo conocí mucho en Nue- de esta beca que le consigue Severo Ochoa
va York, no sabía que no era español, sino en Nueva York. O alguien como Victoria
que hacía muchos años que había llegado Kent, que nunca fue profesora, pero que
a Estados Unidos desde Cuba hasta con- también tuvo un gran impacto en el exilio
vertirse, en cierto modo y como él mismo con la promoción de la revista Ibérica en
lo decía, en un hispanista español. Lo que Nueva York. Es decir, existen contactos y
quería añadir es que cuando se habla de actividades que se produjeron alrededor de
exiliados o emigrados que tenían la inten- estas mujeres que coincidieron en esta ciu-
ción de llegar a Estados Unidos para ser dad, ejemplo de la existencia no recordada
profesores porque a lo mejor sus trabajos de otras mujeres exiliadas, como Solita Sa-
en otros sitios les resultaban aburridos y linas, que fue asimismo profesora universi-
restringidos, o el caso que ya mencioné de taria en Norteamérica.
Nicolás Sánchez-Albornoz, hijo de ilustres
exiliados que también hubo de marcharse SF: Creo que existe una conexión en-
de Buenos Aires y llegó a Estados Unidos, tre las tres intervenciones que acabáis de
nos encontramos con la existencia de va- hacer: la salida como apertura puramente
rias capas en muchos casos. Al igual que profesional que también muchas veces es
quienes fueron a Puerto Rico, como María una apertura ideológica o académica (Max
Zambrano, que nunca fue a Estados Uni- Aub, imposible de trabajar aquí en Espa-
dos pero que es un caso ejemplar de vida ña, sí se podía trabajar en Canadá). Me
errante por América y Europa a la que imagino que a muchos de los que salen,
menciono ahora para traer a colación el exiliados o no, después se les abren otros
caso de ciertas mujeres exiliadas en Esta- campos ni siquiera pensados: a fin de cuen-
dos Unidos escasamente recordadas. Como tas, están en otro medio y tienen ya otra
la profesora Concha de Albornoz, que im- dinámica e influencias intelectuales, otras
partió clases en  Mount Holyoke College, exigencias institucionales incluso. Hay,
en Massachusetts, y de la que no se habla pues, un desarrollo del campo en las varias
DOSSIER

269

generaciones que están en Estados Unidos midad, porque Ynduráin era muy cauto,
que crea otra genealogía intelectual, otra reconocía que él había sido discípulo de
serie de discípulos y disípulos de discípu- Unamuno en Salamanca, que se carteaba
los, árboles genealógicos de intelectuales y con José María Quiroga Plá, el yerno exi-
profesionales extensísimos por todo Esta- liado de Unamuno, y conocía a todos estos
dos Unidos. ¿Hasta qué punto hay después escritores; además, posiblemente de lo que
una retroalimentación de esas genealogías más presumía don Francisco Ynduráin era
hacia España? Porque lo que tú describes, del inglés que hablaba, digno de un britá-
Mari Paz, cuando vas a estudiar a San Die- nico, y entonces leía un montón de cosas.
go, se produce en 1990, y para entonces el Blecua, por ejemplo, otro que fue maestro
exilio no existía aquí y lo descubres en Es- mío directamente pero en este caso en Bar-
tados Unidos, ¿no? Entonces, obviamente celona, sí había estado en Estados Unidos
ha habido una falta de retroalimentación, invitado. Era conocido, apreciado, había
de vuelta de esa genealogía creada en Es- escrito conjuntamente con Ricardo Gullón
tados Unidos a España. ¿Hasta qué punto el primer libro sobre la poesía de Jorge
todavía hace falta hoy una reintegración de Guillén que se publica en España; no había
cuanto se realizó y vivió en Estados Uni- más que uno antes escrito por Casaldue-
dos y hasta qué punto sí se dio ese regreso ro, pero editado en Argentina, y que ellos
o aprovechamiento de lo producido allí? conocían y tenían, por otra parte. Es de-
Digo aquí, en la universidad española, en cir, que ahí había otro tipo de contactos,
los departamentos de Filología española, de retroalimentaciones, que en otros sitios
por ejemplo. eran más infrecuentes. Cuando a inicios
de los setenta realicé la adaptación de la
JCM: Bueno, hay un momento en que se Historia de la literatura española británi-
produce la modernización de los departa- ca de R. O. Jones, que había descubierto
mentos de filología española que, por su- Francisco Rico y que habíamos leído los
puesto, es variable, según las universidades dos y nos había parecido muy bien, enton-
y según las personas, porque a veces son las ces me encargué de hacer una adaptación.
personas las que importan mucho. Yo de- Bueno, en el último libro, en el de Gerald
cía hace un momento que leí por completo Brown, prácticamente (el pobre Gerald
los Campos de Max Aub y algunos otros Brown ya había muerto) tuve que escribir
libros suyos y muchísimos libros de Sender algunos trozos apócrifos que figuran entre
porque un catedrático de Zaragoza, no de- corchetes, pero que son efectivamente apó-
masiado aficionado a publicar pero hom- crifos. Bueno, pues yo recuerdo a colegas
bre inteligente y leído, Francisco Ynduráin, de la Universidad de Madrid que decían:
los había comprado. Y porque en la inti- “para qué queremos que se traduzca esto
270

del inglés si no tienen ni idea”. Es decir, España, ¿cómo veis ese posible regreso de
aquella historia era muy mal considerada lo desarrollado, por ejemplo, en Estados
en muchas universidades y, sin embargo, Unidos a la filología española?
tuvo mucho éxito y se convirtió en otras
bastantes universidades, sobre todo por- SM: Yo creo que eso lo preguntaría a los
que profesores jóvenes lo quisieron, en un que están aquí. Que lo diga yo, me parece
manual que todavía funciona hoy en día. no sé… [risas]. Yo lo que estaba pensando
Pero inicialmente, personas de una cierta acerca de esta historia de la literatura es-
edad y departamentos completos, la vieron pañola, por ejemplo, en la que ha hecho
como un intrusismo indeseable en el marco un trabajo tan importante José-Carlos, era
de una historia de la literatura española de en la iniciativa de Carlos Blanco Aguinaga
la que en aquel momento, la más eximia con Iris Zavala y Julio Rodríguez Puérto-
representación era el manual de don Ángel las, Historia social de la literatura española
Valbuena que, como todo el mundo sabe, (en lengua castellana), que fue para mí muy
don Ángel Valbuena estropeó concienzuda- importante porque me dije: “ah, bueno,
mente después de la edición de 1937 (que ahora esto lo veo más claro”. Y no sé hasta
es un libro espléndido) y lo convirtió en qué punto impactó en España.
aquella especie de bernardina que son las
sucesivas ediciones en tres volúmenes. JCM: Mucho.
La conclusión es que, como siempre,
había un limitado feedback, entre unas co- MPB: Mucho y malamente, algunos de
sas y otras, y que se daba esa retroalimen- los que están aquí podrían hablar bastante
tación de la que tú hablabas, Sebastiaan, de eso [risas].
pero siempre parcial, por supuesto. Hasta
que decididamente las cosas se abren y, en JCM: Sí, la verdad, yo hice una reseña
el fondo, nadie sabe cómo, porque de las bastante cruel del libro en Ínsula, así que
cosas solemos saber antes su realidad, las no me oculto [risas].
recientes, que su historia. La historia es el
pensamiento que elaboramos sobre la evo- SF: Podemos abrir un poco el debate al
lución y las razones de la evolución de las público.
cosas, pero en principio, incluso en lugares
como la universidad, a veces las cosas pa- Olga Glondys: Mi opinión es que cuesta
recen haberse producido espontáneamente, un poco recuperar otras narraciones hispa-
algo que no es cierto, claro. Pero pasó eso, nísticas en España, como se puede observar
sí, porque hubo efectivamente un cambio. en las dificultades que ha tenido la litera-
SF: Vosotras que estáis las dos fuera de tura latinoamericana para entrar a formar
DOSSIER

271

parte de los programas de los departamen- Y dentro de ese agujero negro hay una
tos universitarios españoles, como ocurrió, historia que quiero contar aquí porque yo
sin ir más lejos, en esta propia universidad la he vivido en parte en esta propia Univer-
hace algunos años. sidad Autónoma de Barcelona, donde yo he
dado la literatura hispanoamericana, dicho
JCM: El caso de la literatura latinoame- sea de paso. La absoluta cerrazón con res-
ricana en España, aspecto que no hemos pecto a una generación entera de profeso-
tratado, es un agujero negro en la histo- res chilenos, argentinos, uruguayos, etcéte-
ria de las humanidades españolas. Yo creo ra, que vinieron aquí y que no encontraron
que en buena parte no solamente debido a trabajo o que lo encontraron en situaciones
la ignorancia y vanidad, que las hay, sino laborales absolutamente lamentables. Per-
fundamentalmente debido a prejuicios pu- sonas que eran primerísimas figuras y que
ramente académicos. Es decir, en princi- hubieran podido cambiar en dos patadas
pio la literatura hispanoamericana, como el planteamiento bastante arcaico de la li-
se decía entonces, latinoamericana, como teratura latinoamericana entre nosotros
hoy decimos y prefiero también decir yo, fueron profesores ayudantes. Daban clases
es patrimonio de gente muy vinculada al o ni tan siquiera las daban. Manolo [Az-
régimen franquista, que conservan celo- nar Soler] podrá contar en qué condicio-
samente ese patrimonio, profesores que, nes conocimos a Luis Mario Schneider, que
además, sabían muy poquito, verdad, de era un profesor argentino inteligentísimo,
la cuestión. Y eso de algún modo segrega valiosísimo, que trabajó contigo [Manuel
como una sombra de sospecha sobre los Aznar Soler], que dio alguna clase en esta
estudios latinoamericanistas posteriores. Y Universidad Autónoma de Barcelona, pero
cuando en los años setenta se da el proceso muy poca cosa más. Ángel Rama, cuyo
de apertura en la universidad y las posibili- hermano Carlos estuvo aquí, fue también
dades de trabajar las cosas sin prejuicios se otro caso que pasó por España y pudo ha-
desarrollan, se encuentran con que no hay cer bien poquita cosa. Ahí sí que realmente
apenas americanistas en plantilla y que los hubo una situación en la que yo recuerdo
pocos que hay no encuentran trabajo por- incluso posiciones de sindicatos, no diré de
que todo se intenta aprovechar, pero por sindicatos de profesores, de sindicatos de
una pura función de supervivencia para los clase, que se alzaron contra la posibilidad
jóvenes estudiantes que han hecho el doc- de que aquí se anduviera contratando gen-
torado y antes la carrera dedicados solo a te o se sacaran plazas para gente que era de
la literatura española. Cosa que beneficia, fuera. Gente que estaban en una situación
por ejemplo, mucho a los de contemporá- muy penosa, reconocían, pero que bueno,
nea en aquel momento porque había más. aquí había españoles que tenían derecho
272

a hacer su carrera universitaria completa. sitio para los estudiantes nuevos. A los po-
Aquello fue un espectáculo lamentable que cos que nos opusimos a aquello, algunos
duró unos años… eso hasta nos llevó a dimitir directamente,
no nos sirvió de nada hablar del internacio-
MPB: ¿De qué años estamos hablando? nalismo obrero y de la conciencia de clase.
Comisiones Obreras de Enseñanza tomó
JCM: Estamos hablando, pues de los se- esa decisión absolutamente asesina. Y ade-
tenta, de los momentos de las dictaduras más asesina para la propia cultura, para la
del Cono Sur que duran hasta el ochenta propia ciencia. Aparte de para lo que, en
prácticamente, pero que vamos, a efectos principio, debería haber sido un sindicato
académicamente fuertes, de exilio académi- de clase.
co enorme, pues son fundamentalmente los También quería aprovechar mi interven-
setenta. En 1973 se produce el golpe de Es- ción para contar una cosa, puesto que veo
tado en Chile, en Argentina en 1976, pero a gente muy joven aquí. Entre los muchos
ya venía de antes, cuando en 1973 empieza fusilamientos que perpetró el franquismo,
a actuar la Triple A (Alianza Anticomunis- hay uno muy específico y sibilino en lo
ta Argentina)… Es decir, son unos pocos cultural contra el exilio. Cuando Homero
años porque ya a finales de los setenta, los Serís marchó de España exiliado, se dejó
americanos, hartos, empezaron a regresar todas las fichas bibliográficas que tenía en
de nuevo a sus países y en las universidades su despacho. Pues bien, José Simón Díaz
que había entonces algo podían trabajar, cogió todo ese fichero que era de Serís y lo
etcétera. Pero ese periodo fue siniestro. Y utilizó para los sucesivos tomos de su Bi-
éramos demócratas en aquel momento en bliografía de la Literatura Hispánica. Una
este país, para mayor vergüenza nuestra. importantísima cantidad de fichas que fi-
guran en sus libros son el resultado de un
María-Dolores Albiac Blanco: Yo tengo expolio, de un robo absoluto perpetrado
que contar, con vergüenza, absoluta, que por este personaje. Y otro fusilamiento
era, cuando las dictaduras de los Videla y es el que hemos visto los que cuando es-
los Pinochet, secretaria general de Comi- tudiábamos acudíamos a las ediciones de
siones Obreras de Enseñanza de Cataluña. Clásicos Castellanos, muchas de las cua-
Y en una asamblea, casi por unanimidad, les leíamos con una especie de tira de luto
se votó que no se diera plaza ni entrada en que ocultaba a los verdaderos editores de
la universidad ni en institutos a los profeso- la edición (como Tomás Navarro Tomás o
res, psiquiatras, filósofos… que habían ve- José Fernández Montesinos) entonces exi-
nido porque la primacía la debían de tener liados, pero cuyos estudios y prólogos se
los profesores españoles y había que dejar aprovecharon impunemente. Fue literal-
DOSSIER

273

mente el borrar la memoria de un exilio cuando llegó a esta universidad Claudio


intelectual que era lo que comentábamos Guillén, al igual que Carlos Blanco Agui-
antes, el claustro que perdió la universidad naga lo hizo entonces al campus de Vitoria
española, los maestros que debimos haber de la Universidad del País Vasco. Como di-
tenido y que no tuvimos. rector del Departamento, que entonces se
llamaba de Filología Hispánica y reunía a
Manuel Aznar Soler: Sobre el agujero los actuales de Filología Catalana y de Filo-
negro de la literatura latinoamericana, sim- logía Española, tuve que recibirlo y expli-
plemente quiero decir que lo que ha expli- carle las condiciones de trabajo y su sueldo
cado José-Carlos es rigurosamente cierto. que, comparado con el de Harvard, era
Como bien sabes por tus años como pro- miserable. Pero lo importante es que la lle-
fesor en esta universidad, José-Carlos, las gada de Claudio Guillén fue fundamental
clases de literatura latinoamericana siem- porque a él le debe nuestro Departamento
pre eran un problema porque no teníamos el haber sido el organizador de los estudios
profesor y cada curso había que contratar de teoría de la literatura y de literatura
a una persona por un sueldo miserable. comparada. Es un buen ejemplo de cómo el
Muchas veces se aprovechaban las estan- legado del exilio republicano influye posi-
cias de profesores de universidades extran- tivamente en un ámbito académico porque
jeras, como Jaime Alazraki o Leda Schiavo, la docencia e investigación de Claudio Gui-
que disfrutaban de un año sabático en Bar- llén me parecen decisivas para el impulso
celona y les divertía dar un curso aquí en en nuestro país de estos estudios.
contacto con nuestros estudiantes. Y, según
me contasteis, hasta Vargas Llosa impartió JCM: Y perdona, Manolo, antes de que
la asignatura uno de los primeros cursos. se me olvide. Tu intervención me ha hecho
Pero al margen de esta cuestión que ha recordar que, a principios de los setenta,
surgido en el debate, mi intervención se también tuvimos entre nosotros en la Au-
debe a que, volviendo más específicamen- tónoma de Barcelona a José Fernández
te al tema de esta mesa redonda, deseaba Montesinos, creo que durante dos años.
recordar un episodio ocurrido en este De- Dando lo que a él le apetecía pues traba-
partamento que coincidió con el tiempo en jaba en siglo xviii, lo seguía haciendo en
que fui su director durante un par de años, novela española (Galdós, etc.)… Fue cuan-
concretamente entre 1983 y 1985. Me re- do todavía la Autónoma tenía su sede en
fiero a la política impulsada entonces por el Sant Cugat del Vallés, antes de trasladarse
gobierno del PSOE para la recuperación de a Bellaterra.
cerebros, la mayoría de ellos exiliados en
universidades norteamericanas, como tam- SM: Quería comentar una cosa. Lola ha
bién recordará José-Carlos. Fue entonces hablado de Homero Serís, al que, claro, yo
274

no conocí nunca, pero que estuvo durante no tuvieran desarrollo? ¿Hasta qué punto
los años cuarenta en el Brooklyn College contribuyó esa inercia, ese papel como el
de Nueva York y luego en Syracuse Uni- jugado, por ejemplo, en el caso de lo la-
versity. Y me han contado que su labor fue tinoamericano que habéis señalado? Mu-
importantísima para lograr traer a Nueva chos de los que salen al exilio descubren
York a muchas personas de España. Por otras filologías y, según los testimonios de
eso me parece si cabe más lamentable ese sus discípulos, bastantes de ellos florecen,
“asesinato” suyo en su país al compararlo les va muy bien en estas otras estructuras.
con el hecho de que luego fuera un enlace ¿Hasta qué punto eso no se pudo reincor-
determinante para el exilio desde Nueva porar debido al papel que tiene en un país
York. su filología nacional?

SF: Quiero intentar abordar otro tema JCM: Te voy a contestar porque además
que, al menos a mí, siempre me ha inte- he leído otras cosas tuyas referentes a este
resado: la idea de que las estructuras ins- problema y a esta forma de ver las cosas,
titucionales de por sí encarnan ideologías. incluso alguna referida a mí mismo. Es un
Por ejemplo, los planes de estudio, las je- hecho tan normal esa hegemonía, digamos,
rarquías en los departamentos, la forma en de la literatura española, pero no tanto
que la universidad se organiza en diferen- como literatura nacional sino como la lite-
tes campos de estudio encarnados en de- ratura más representativa (la más grande,
partamentos que siempre buscan su propia por otra parte) de todas las que hay en el
supervivencia, etcétera. Me ha interesado Estado, como es un hecho absolutamente
mucho tu comentario, José-Carlos, acerca normal que en una historia de la literatura
de esa sombra de sospecha que había sobre catalana no se mencionen a los escritores
los estudios latinoamericanos a causa del catalanes que escriben en lengua castellana.
franquismo.
¿Hasta qué punto se puede decir lo mis- SF: ¿Eso es normal dices?
mo en el caso la Filología Española como
campo académico, y además como un cam- JCM: Sí, me parece normal. Es decir, ten
po privilegiado dado que, claro, se trata de en cuenta que, al lado de la historia de la
la cultura nacional. ¿Hasta qué punto ese filología española, que por supuesto es la
peso institucional de la filología en España más larga porque entre otras cosas es la
ha hecho que genealogías alternativas como que tiene seguramente más expectativas de
la de los hispanistas en Estados Unidos, crecimiento, la que tiene mayor proyección
donde ese campo no tenía ese peso y por internacional, en este país se ha desarrolla-
tanto se pudo desarrollar de otra forma, do históricamente, y ya desde principios de
DOSSIER

275

siglo, la historia de las filologías catalana mo histórico, y una tradición que es funda-
y gallega, e incluso de la vasca, aunque un mentalmente conservadora en el caso del
poquito menos porque ha estado muy con- Institut d’Estudis Catalans y el desarrollo
dicionada, entre otras cosas, por lo clerical del catalanismo posterior, que sigue pre-
y por el cariz muy conservador de los estu- sente durante la posguerra.
dios de filología vasca. Pero los casos de la Ahora veía hace un momento el cartel de
filología gallega y de la filología catalana un homenaje merecidísimo que se ha dedi-
son distintos. La gallega tiene incluso un cado en esta universidad a Joan Amades,
pedigrí bastante progresista (el Seminario el gran folclorista catalán, que inició su
de Estudios Gallegos se funda en los años trayectoria y su compilación de tradiciones
veinte, si no recuerdo mal) que es enorme- populares catalanas antes de la guerra civil
mente importante y sigue vigente. Es más, y la siguió después durante la posguerra al
ambas siguen vigentes incluso después de igual que sus publicaciones. El máximo li-
la guerra civil, pasado un periodo, diga- bro de Joan Amades sale aquí a finales de
mos, de cautela, y se siguen publicando li- los años cuarenta en una edición preciosa
bros en gallego como se siguen publicando en papel biblia. Y lo mismo ocurre con el
libros en catalán. Inclusive en el caso cata- Diccionari català-valencià-balear, obra an-
lán, parece absurdo decirlo, con notables terior a la guerra que prosigue después de
precauciones por parte del Estado. Hay la guerra de la mano de las mismas per-
un aspecto que comentaba no hace mucho sonas. Otra cosa es, naturalmente, los que
con Josefina Gómez Mendoza, que está in- tenían otro tipo de responsabilidades po-
teresada en estos temas, y con algún otro líticas y que se exilian, pero lo otro sigue
profesor ya de edad, acerca de que no hay vivo. Y el problema es que sí que ha habido
una explicación clara de por qué el Conse- siempre una idea clara y paladina: la filolo-
jo Superior de Investigaciones Científicas, gía catalana era la filología catalana y para
que es esencialmente centralista, que crea ella, como es lógico, el problema de la exis-
su sede en Madrid, etcétera, por qué, decía, tencia de una segunda lengua en Cataluña
una de las primeras cosas que hace es crear y de una segunda lengua literaria pues es
una co-sede en Barcelona donde trabajan algo coetáneo pero de lo que no da cuenta.
personas de pasado catalanista evidente. Cuando hacemos una historia de la litera-
Conservador, por supuesto, faltaba más, tura española, en mi caso por ejemplo, se
pero es que la mayoría son conservadores. dan algunas explicaciones al propósito en
Por eso decía antes que hay una pequeña el prólogo. De hecho, lo que yo hago es
diferencia entre una cierta tradición no introducir la obra castellana de escritores
diré revolucionaria, pero sí por lo menos catalanes, algo que no es frecuente. Busca
de corte progresista en el caso del galleguis- el sitio donde se hable de los artículos pe-
276

riodísticos de Joan Maragall, que están to- las actuales Filología Catalana y Filología
dos escritos en castellano, incluido alguno Española. Y sí, la división fue puramente
tan famoso como el “Elogi de la Paraula”, política.
cuyo original es castellano. O el caso d’Eu-
geni d’Ors, cuya obra es castellana a partir JCM: Y la unión había sido obra y pen-
de un determinado momento. samiento del primer historiador de la litera-
tura catalana del siglo xx, que era Joaquim
SF: Es un tema que me interesa mucho Molas. Molas consideraba que los alumnos
porque en Estados Unidos esa tradición fi- debían hacer, y no a todos ellos les gustaba
lológica de separar tan rigurosamente los por igual, el primer ciclo de filología cata-
campos según la lengua en que se escriben lana y de filología española, y luego optar
las obras nos resulta bastante ajena. en el segundo ciclo por una o por otra. A
mí me parecía bien también, una idea es-
JCM: Claro, es normal en Estados Uni- tupenda que se hiciera así, pero lo rompie-
dos. ron los de filología catalana. Y en el fondo
reconozco que obedecían a una constante
SF: Me interesa saber si los que viven histórica perfectamente comprensible. Evi-
aquí lo perciben como algo lógico o, no sé, dentemente, no digamos en Estados Uni-
algo más bien burocrático. Como si el pro- dos, donde los estudios filológicos poseen
blema fuese más bien que una sola persona una naturaleza un poco distinta del modelo
no puede abarcarlo todo, una especie de francés, por ejemplo, que es el que tenemos
división laboral, o si fuera como una cami- en España, la suya es una perspectiva más
sa de fuerza que simplemente existe y que cultural. Aquí se ve como algo normal. La
es difícil que nadie cambie por los intere- filología catalana es un ámbito y la filolo-
ses y partidos creados… Creo que hace un gía española o castellana, como se prefiera,
tiempo, Manolo, habíamos discutido sobre es otro, y la filología gallega es otro.
el tema y me habías comentado que, por
ejemplo, inicialmente en esta universidad el Fernando Larraz: Yo entiendo que esto
Departamento de Filología Catalana y Es- proviene, como decía ahora José-Carlos,
pañola estaban unidos y que la separación de una tradición diferente. Aquí los es-
se produjo por decisión de ellos, quienes tudios literarios son estudios filológicos
prefirieron estar separados. principalmente, y es a lo que estamos acos-
tumbrados, con sus limitaciones y con sus
MAS: Sí, eso es verdad y José-Carlos ventajas. Y hay otros ámbitos, como la pe-
lo puede atestiguar. Yo fui director de un dagogía a la que se aludió hace un rato, en
Departamento compuesto entonces por la que predomina lo cultural sobre lo estric-
DOSSIER

277

tamente pedagógico y no sé si este choque es algo que podría haber escrito el propio
de prácticas académicas fue enriquecedor Spitzer. Son estudios spitzerianos de punta
para los exiliados o supuso un problema; o a cabo.
si para cada caso supuso algo distinto. Yo
os quería preguntar si este es uno de esos Mar Trallero: Volviendo al tema de la
casos que mencionabais antes, el de una separación entre las filologías catalana y
tradición académica española que se tiene castellana, creo que hay también una pro-
que conservar o modificar por parte de los blemática ligada a prejuicios. Y lo enlaza-
exiliados que llegan a Estados Unidos. ría con lo que antes mencionaba Shirley,
Y hay otros ámbitos, como la pedagogía los prejuicios que se dan cuando se habla
a la que se aludió hace un rato, en la que de literatura de mujeres frente a la de los
choque de prácticas académicas hombres, la de las exiliadas frente a la de
los exiliados. Se elabora un estudio sobre
SF: Para empezar, muchos de los exi- los exiliados y muchas veces, todavía aho-
liados que acaban enseñando filología en ra, no encuentras siquiera a María Zam-
Estados Unidos no son filólogos, son otra brano. No se estudia a fondo que las mu-
cosa, como el caso de Francisco Ayala al jeres, efectivamente, formaron parte del
que nos hemos referido, José Ferrater exilio y que no se puede entender el exilio,
Mora, Antonio Sánchez Barbudo… Auto- en toda su complejidad, si no se las incluye.
máticamente, esa gente acaba dando clase Porque o bien participaron desde el ámbito
de otra forma porque no están entrenados doméstico o bien participaron, al igual que
en un sistema filológico, digamos. sus compañeros, en el ámbito intelectual.
Creo que a esta cuestión tampoco se le ha
FL: Aunque también están los que sí pro- dado visibilidad en el estudio acerca de los
venían de esta tradición: Salinas, Montesi- exiliados en Estados Unidos. Y enlazaba
nos, Guillén, etcétera, y entiendo entonces los dos temas porque en Estados Unidos,
que habría una división entre estos dos ti- muchas veces, cuando se imparten cursos
pos de profesores. de literatura española se incluyen a autores
catalanes, que escriben en catalán…
JCM: A los más listos, algo se les pega
[risas]. Yo estoy convencido, por ejemplo, JCM: Pero traducidos al castellano.
que lo que hace Pedro Salinas, compañero
y amigo de Leo Spitzer (y sé que existe co- SF: Pero se enseñan.
rrespondencia entre los dos, escrita indis-
tintamente en francés y español), en sus li- MT: …Efectivamente, salvo en algunas
bros sobre Rubén Darío o Jorge Manrique universidades grandes, importantes y pres-
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tigiosas, el catalán apenas si existe en Es- ese flujo de exiliados latinoamericanos del
tados Unidos y se recurre a traducciones. que hablábamos y también con algo que
Pero, por ejemplo, Rodoreda, es el caso de a mí me interesa particularmente: ¿qué
una mujer y escritora catalana que se inclu- es lo que atrae a una persona no hispa-
ye en muchas clases, como creo que, sin ir na a estudiar el español o las culturas del
más lejos, tú has hecho, Shirley. mundo hispanohablante? Bueno, a partir
del año 1959 es la política, básicamente,
SM: Sí, la llamo Mercè porque no sé de- como también lo había sido a partir del
cir bien su apellido y en clase la llamamos año 1936 en relación con España. Muchas
Mercè [risas]. Ahora que estamos hablan- personas se convierten en hispanistas por
do de filologías distintas, me gustaría vol- la guerra civil española, porque de repente
ver a un tema al que antes se aludió y que España es una causa política justa, la gente
viví en primera persona. Tras el final de la se involucra, se enamora del país, aprende
guerra civil y luego de la segunda guerra su idioma, lee a sus escritores… Cuando
mundial, en casi todos los departamentos vence Franco, en cierto esto se muere. In-
de Estados Unidos lo único que había era cluso hay casos concretos, como el de Jean
filología española. Cuando yo empecé a es- Franco, una latinoamericanista de mucho
tudiar ya estaba presente el boom latinoa- renombre, que empieza como peninsula-
mericano. Por decir una fecha, hasta los rista pero que viaja a Guatemala, descubre
años setenta, los estudiantes de doctorado Latinoamérica y, claro, le resulta mucho
habían estudiado literatura española y sus más interesante que la España de Franco.
tesis eran sobre esta literatura. Pero en los Y así hay más trayectorias académicas. De
años setenta empieza a haber muchísima este modo, creo que en los años cincuen-
actividad de estudios latinoamericanos, se ta, sesenta y setenta aquello que atrae de
abre una gran brecha y se producen unas lo español, de aprender el idioma primero
luchas tremendas en las universidades es- y luego conocer sus culturas es la política,
tadounidenses, a veces hasta marcadas por y por entonces España tiene poco que ofre-
el odio. Fue un cambio radical, del día a la cer en ese sentido. Y también los exiliados
noche, que pude observar en las múltiples tienen poco que ofrecer en ese sentido, por-
universidades en las que estudié, trabajé o que la imagen que proyectan es una imagen
impartí conferencias. Los estudiantes pasa- de conservadurismo.
ron a estudiar y a escribir sus tesis sobre
literatura latinoamericana y a decir que no JCM: Y añade la calidad literaria de la
les interesaba para nada España. producción latinoamericana de los años
sesenta que, además, entra en el mercado
SF: Sí, tienes razón y tiene que ver con de Estados Unidos enseguida. ¿Quién no
DOSSIER

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conoce a Gabriel García Márquez, a Car- cultura en los Estados Unidos se orienta-
los Fuentes, antes a Jorge Luis Borges, que ba hacia Europa, era de un eurocentrismo
se traducen de inmediato? Claro, es que total. En parte porque proveníamos de fa-
es deslumbrante. A mí mismo me ocurrió, milias europeas, en mi caso de italianos,
tuve mis dudas acerca de qué hacer, a qué etcétera. Y entonces, Latinoamérica: ¿qué
ámbito dedicarme en aquellos mismos era eso? Hasta que no pasó lo de Cuba,
años. no sabíamos ni que existía. Así era. Estoy
hablando de pueblos, claro, no de Nueva
SF: Podrías haber sido latinoamericanis- York.
ta.
SF: Inicialmente, el español como lengua
JCM: Escribí un libro sobre eso [risas]. no es tomada en serio. Y todavía no lo es
a día de hoy muchas veces, la verdad, pues
SF: También hay otra hipótesis intere- se sigue viendo a efectos utilitarios, o como
sante. Si hay cierto españolismo entre los un idioma más fácil y más pragmático
exiliados hispanistas, un enfoque sobre comparado con el alemán o el francés. Hay
todo en lo español, puede ser también efec- una lucha por el prestigio que se libra a
to del exilio. Pues en realidad se trataba de partir de 1917 cuando, como resultado de
una generación muy cosmopolita: habla- la primera guerra mundial, el alemán desa-
ban francés, leían en alemán, pasaban lar- parece casi de un día para otro y al abrirse
gas temporadas en París, bastantes de ellos ese hueco salta el español. Hay maestros
se casaban con extranjeras y extranjeros… y profesores de alemán que se reeducan
Y, sin embargo, el acabar en un departa- para enseñar español. Y el español enton-
mento de Filología Española en Estados ces es el idioma del futuro porque te per-
Unidos hace que se conviertan en españo- mite comerciar con Latinoamérica, aunque
listas. Además, claro, de la existencia de siempre llegue, por razones de prestigio, a
un aislamiento cultural, una problemática través de España, que es el origen, que es
idiomática, etcétera. Como también ocu- Cervantes…
rrió en México, toda esa línea que repre-
sentan proyectos como España Peregrina y JCM: Por razones de prestigio y una gue-
que tiene que ver con el choque y desplaza- rra. Porque estoy pensando que la financia-
miento cultural y vital que supone el exilio, ción del proyecto de Juan Ramón Jiménez
así como con la necesidad de montar una de historia de la poesía latinoamericana,
estructura que de igual modo diera sentido incluida la española, tiene bastante que ver
a todo eso. con la política de Estados Unidos hacia La-
SM: Hay que recordar también que la tinoamérica entre 1940 y 1949, en que to-
280

davía coleaba. Que era la idea de tratar lo tes, que se pueden pedir ya que la ley esta-
mejor posible a los vecinos del sur no vaya dounidense es buena en el sentido de que
a ser que estos se vuelvan nazis. no te los pueden negar, aunque sí tacharte
bastantes cosas. Si se quiere hacer con un
MDAB: Una circunstancia muy tremen- poco de rigor, se tiene que pedir a varias
da de los españoles exiliados en Estados instancias (FBI, CIA, Departamento del Es-
Unidos fue que a partir del momento en que tado…), pues existen diferentes archivos.
empezó a fluidificar la relación diplomática Así podríamos después compaginar los ex-
con la España franquista, se les pone la vida pedientes franquistas con los expedientes
muy difícil administrativamente hablando norteamericanos y montar una nueva his-
porque son considerados rojos. Son repu- toria [risas].
blicanos, son gente de izquierda y, claro, Muy bien. Creo que lo tenemos que de-
con el macartismo empeora su situación. jar aquí. Muchísimas gracias a Mari Paz
Es un fenómeno que probablemente habría Balibrea, a José-Carlos Mainer y a Shir-
que estudiar más. En mi caso, hablando ley Mangini por haber participado en esta
con algunos exiliados en Estados Unidos mesa redonda sobre el hispanismo nortea-
o con gente de la familia de los García mericano y el exilio republicano de 1939.
Lorca o de los Giner, contaban que, con el
marcartismo, el exilio republicano español
pasó a ser sistemáticamente sospechoso. Y
me parece que es algo de lo que sabemos
bien poco. Hay noticias sueltas de lo que al
parecer fue una especie de hachazo, incluso
con expulsiones de la universidad.

JCM: Hay una víctima muy conocida:


Buñuel.

SF: Sí. O Rubia Barcia, amigo de Buñuel,


que acaba en la cárcel, ¿verdad? La histo-
ria de la vigilancia a los exiliados comienza
desde el momento en que entran a Estados
Unidos, no sólo con la guerra fría; el Co-
mité de Actividades Norteamericanas se
funda en 1938. Sería muy interesante es-
cribir un libro a partir de estos expedien-
DOSSIER

281

LAS HUELLAS DE
EL QUIJOTE EN EL
EXILIO REPUBLICANO
DE 1939
Homenaje a El Quijote

Don Quijote de Grigori Kozintsev (1957)


El Quijote suscitó entre los exiliados re-
publicanos de 1939 una reflexión amplia, don Quijote y Sancho Panza como símbo-
que se desarrolló en diferentes países de los nacionales. Al decir de Rafael Alberti,
acogida y que dejó su huella en disciplinas Cervantes pertenecía a los españoles “lea-
y géneros diversos. Don Quijote y Sancho les y errabundos”, y El Quijote, afirmaba
Panza acompañaron a los exiliados en su Ramón J. Sender, era “un libro exiliado”.
éxodo tras la derrota y se establecieron lue-
Para la construcción y expresión de este
go como punto de encuentro y referencia
fenómeno de reapropiación, la Segunda
central en la obra de los intelectuales y ar-
Parte de El Quijote, cuya publicación con-
tistas en el exilio. En cualquiera que fue-
memoramos en el 2015, constituyó para
ra el territorio de destino, los personajes,
los exiliados un referente principal. El fra-
los episodios de la novela y el libro en su
caso y gloria de don Quijote resulta para
totalidad, se constituyeron en símbolos de
Francisco Ayala punto de partida inelu-
la identidad cultural de los republicanos y
dible para cualquier reflexión sobre el ser
dieron pie a numerosas imágenes y recrea-
histórico y el destino de España, en tanto
ciones en ámbitos tan diversos como la fi-
que la batalla perdida en la playa de Bar-
losofía, la poesía, el teatro, la pintura o el
celona contiene para León Felipe el prelu-
cine.
dio de la derrota republicana. Portadora de
La celebración en 1947 del Cuarto Cen- episodios que habían resultado emblemáti-
tenario del nacimiento de Cervantes dio cos de la tradición republicana, la Segunda
motivo, en diferentes lugares del exilio, a Parte de la novela se presenta para el co-
numerosos homenajes y publicaciones en lectivo exiliado como una fuente de moti-
torno a El Quijote y marcó un hito en el vos e imágenes que sirven para articular y
proceso de valoración y reivindicación de significar algunos de sus valores y señas de
la novela. Los exiliados se proclamaron identidad. Sancho retoma su gobierno en
deudores legítimos de la obra de Cervan- el exilio, el retablo de Maese Pedro cobra
tes, al tiempo que rechazaron el intento vida en nuevos escenarios y la historia de
de la España franquista de apropiarse de Ricote el desterrado adquiere un significa-
282

do simbólico para los exiliados del 39.


A propósito de la conmemoración del
Cuarto Centenario de la publicación de
la Segunda Parte de El Quijote, la Uni-
versidad de San Luis, en colaboración con
el Grupo de Estudios del Exilio Literario
(GEXEL) de la Universitat Autònoma
de Barcelona y con la Asociación para el
Estudio de los Exilios Vascos, Hamaika
Bide Elkartea, recordó en unas jornadas
celebradas en Madrid el 30 y el 31 de oc-
tubre de 2015 los homenajes a la novela
de Cervantes que realizaron los exiliados
republicanos de 1939. Los contenidos de
estas jornadas, cuyos materiales publica-
mos a continuación, abordaron la lectura y
representación de El Quijote en géneros y
disciplinas diversas: ensayo, poesía, nove-
la, artes plásticas o escénicas.
verónica azcue
DOSSIER

283

“La gran aventura”, un


mito humanista desde
el exilio: León Felipe, happiness. Cástor Narvarte expresses the same
line of thought philosophically with his concept of
Cástor Narvarte y José “Homo Amans.” Taking as his point of reference

Martín Elizondo. the Felipesque allegory of human redemption,


José Martín Elizondo produced a painting with
the title “La gran aventura,” the same as that of
León Felipe. Three examples from exile—poetry,
josé ángel ascunce arrieta philosophy and painting—which start from Don
Universidad de Deusto Quixote’s exemplary life in order to reveal the
conceptual structure of the humanist myth of
man’s redemption in history and the world.

He seleccionado en este trabajo


Resumen: “La gran aventura” es el título del pri- tres figuras insignes del exilio republica-
mer libro de la obra de León Felipe ¡Oh, este viejo no español que tratan el tema de “La gran
Keywords: Exile; Quixote; “Gran

y roto violín! En este libro compendia alegóri-


aventura” como exposición de un sueño
Aventura”; utopian humanism

camente los pasos que debe dar el hombre en la


historia para alcanzar las cotas de la felicidad. En humanista que se propone y se desarrolla
estas mimas líneas de pensamiento se expresa filo- desde los espacios del exilio. El poeta León
sóficamente Cástor Narvarte con su concepto del Felipe crea un mito para ofrecernos una
“Homo Amans”. José Martín Elizondo, toman- lección de naturaleza universal. El filósofo
do como referencia la alegoría leonfelipesca de Cástor Narvarte analiza el mito para entre-
la redención humana, compone su cuadro con el sacar y ofrecernos una enseñanza. El pintor
título, idéntico al de León Felipe, “La Gran aven-
y dramaturgo José Martín Elizondo esceni-
tura”. Tres ejemplos del exilio, -poesía, filosofía
y pintura-, que parten de la vida ejemplar de don fica con líneas y colores la instantánea bá-
Quijote para revelar el entramado conceptual del sica del mito. Los tres, desde sus perspecti-
Palabras clave: Exilio, Quijote, “Gran

mito humanista de la redención del hombre en el vas de exposición, juegan con unos mismos
mundo y en la historia. valores para revelarnos la esencia profunda
aventura”, humanismo utópico

de una verdad, “La gran aventura”, prota-


Abstract: “La gran aventura” (“The Great gonizada, en los tres casos, por la historia
Adventure”) is the title of the first book in León
ejemplar de don Quijote y Sancho.
Felipe’s work ¡Oh, este viejo y roto violín! (Oh,
This Old Broken Violin!). In this book, Felipe
summarizes allegorically the steps that man 1º.- León Felipe (Tábara-Zamora, 1884
must take through history to reach the heights of – Ciudad de México, 1968)1. El escritor
1
Para una visión de la biografía de León Felipe remito al lector al estudio de Luis Rius León Felipe, poeta de barro
(Biografía). México, Colección Málaga, 1968.
284

zamorano publica su última gran obra, bre, este ha vivido los campos semánticos
¡Oh, este viejo y roto violín!, en 1968. Es de la “bacía” y del “yelmo”, pero ha sido
un viejo octogenario con un caudal de vida incapaz de ejecutar el último acto, la apo-
tan dilatado como intenso. Este título re- teosis final del “halo”. Por eso, el poeta
presenta la síntesis expositiva de su larga habla de un poema anti-mítico, de una his-
existencia y de su amplia tarea poética, en toria con un cierre desafortunado, porque
la que, además de vida y poesía, transmite no hay “halo”.
sus muchos caminos y sus múltiples sue- Para poder reconstruir todo el edificio
ños. Uno de ellos es precisamente la “Gran semántico que encierra la alegoría de “la
aventura: poema antiético”, título del pri- gran aventura” hay que partir del poema
mer libro de los nueve que conforman esta “Pie para el niño de Vallecas de Veláz-
obra. quez”, poema que aparece completo en la
El personaje poético se presenta en el es- obra de León Felipe, sin modificaciones ni
cenario del poema como un viejo violinista añadidos, pero en contextos diferentes, en
que con su roto y desafinado instrumento dos ocasiones. La primera de ellas, como
quiere entonar una última partitura: “La expresión de la poesía de su primera época,
gran aventura”. Pero una cosa es el deseo y se encuentra en el libro segundo de Versos y
otra muy distinta la realidad. Se siente im- Oraciones de Caminante (págs. 144-145);
posibilitado para entonar la gran composi- la segunda cita se concreta en su conocida
ción, porque simplemente en una pieza in- obra Ganarás la luz (Págs. 521-522), poe-
acabada, un texto irreal. La gran aventura sía de madurez. Y, en una tercera ocasión,
debía cantar la epopeya del hombre en su en el poema ¡Oh, este viejo y roto violín”,
caminar hacia la luz. Sin embargo, el poeta solo ofrece el epígrafe, dando por supuesto
no puede entonar toda la partitura, porque todo el contenido semántico del poema. De
dicha pieza es simplemente una sinfonía in- este dato se deduce que el tema principal
acabada” (Ascunce, 1987, pág. 427). en esta obra de vejez, biografía poética, se
La sinfonía de “la gran aventura” tenía centra en este breve epígrafe, que, a su vez,
que representar la portentosa historia de funciona como inscripción o sentencia de
la sublimación de hombre, escenificada en “La gran aventura”:
tres actos, cuyos respectivos títulos serían
“bacía, yelmo, halo” (pág 754)2. En esta Bacía, yelmo, halo…
alegoría, símbolo de la historia del hom- éste es el orden, Sancho. (Pág. 733)

2
Las citas están tomadas de León Felipe. Poesías completas (Edición José Paulino Ayuso). Madrid, Editorial
Visor, 2004.
DOSSIER

285

Este epígrafe poético, especie de ritornelo tido profundo de estos tres sustantivos co-
poético, da unidad y coherencia semántica munes que funcionan como símbolos ale-
a toda la obra del poeta zamorano. El poe- góricos de la gran lección poética?4
ta proclama en este díptico heptasílabo el “Bacía” es la pieza de metal de forma
triunfo del hombre sobre el mal y la imper- cóncava y alas planas con una hendidura
fección, cuyo símbolo personal es el “niño para apoyar el cuello con el objetivo de
de Vallecas de Velázquez”, caracterizado poder remojar las barbas. Es, por tanto, la
por su deformación física y por su margi- herramienta usada por los barberos para el
nación social. Por otro lado, la referencia a desempeño de su oficio. Como instrumento
la “bacía” y al “yelmo” hace referencia a la de una labor, tomando la circunstancia por
anécdota del “yelmo de Mambrino”, don- la causa, viene a expresar metonímicamen-
de los personajes discuten si lo que lleva el te la idea del trabajo. “Yelmo” es la pieza
barbero sobre la cabeza para resguardarse de la armadura que usaban los soldados
de la lluvia en un momento en el que bri- para poder resguardar la cabeza y el ros-
lla intensamente por los rayos de sol, es la tro de un posible ataque enemigo. Como
bacía del barbero, el yelmo del soldado o parte de la armadura viene a simbolizar la
el halo del bienaventurado: “Bacía, yelmo, idea de combate-pelea. Yelmo, desde una
halo… éste es el orden Sancho”. No hay perspectiva metonímica, tomando la cir-
duda de que por la relación nominal y por cunstancia por la causa, viene a significar
el inciso personal, aludiendo a la figura de lucha. “Halo” es la corona luminosa y do-
Sancho, el horizonte semántico de la obra y rada que rodea la cabeza de los bienaven-
del poema es básicamente quijotesco3. turados. Como idea de bienaventuranza
Tres sustantivos conforman el primer nos remite significativamente a la idea de
heptasílabo del epígrafe: “bacía, yelmo, paraíso, lugar de felicidad. Metonímica-
halo…”. Tres elementos nominales que mente, el término “halo” viene a expresar
designan los pasos sucesivos que tiene que la idea de gloria.
recorrer el hombre en “la gran aventura” El verso primero del díptico poético, “ba-
para hacer realidad la doctrina poética de cía, yelmo, halo…” revela de forma clara e
la redención humana. Pero, ¿cuál es el sen- inequívoca, por sus relaciones semánticas

3
Don Quijote, Prometeo y Cristo son los tres símbolos míticos fundamentales y permanentes en la obra de León
Felipe, base de la gran alegoría de la trasformación humana.
4
Para la visión del entramado simbólico alegórico de la poesía de León Felipe, es imprescindible el siguiente
título: José Paulino: La obra poética de León Felipe (Constitución simbólica de un universo poético). Madrid, Uni-
versidad Complutense, 1980. Igualmente, José Ángel Ascunce: León Felipe. Trayectoria poética. Madrid-México,
Fondo de Cultura Económica, 2000.
286

de carácter metonímico, los principios de el artífice de la conquista de ese universo


“trabajo, lucha, gloria”. ¿Qué querrá reve- paradisíaco.
lar el poeta con este heptasílabo? Si se pasa El personaje poético se dirige con su
de lo referente a lo connotado, se descubre voz al pueblo-humanidad para indicarle
sin excesivo esfuerzo el sentido profundo el auténtico camino-orden de la doctrina
del enunciado: la gloria-bienaventuranza, de la redención, de la salvación humana:
“halo”, sólo podrá alcanzar el hombre a “Bacía-trabajo, yelmo-lucha, halo-gloria”.
través de una lucha heroica y abnegada, Este transbordo de lo material-humano
“yelmo”, con la fuerza de la entrega y del a lo celeste-bienaventuranza es “La gran
trabajo, “bacía”. El trabajo se transforma aventura” de la humanidad en su camino
en medio-instrumento de lucha de supera- hacia la meta final de la perfección.
ción para alcanzar la gloria5. El hombre, Con el significado de “La gran aventu-
igualmente, se presenta como héroe que ra” hay que volver al poema del libro de
con las armas del trabajo tiene como mi- ¡Oh, este viejo y roto violín! El poeta en
sión la conquista de un nuevo mundo de nombre de la humanidad debía entonar la
perfección y armonía a través de una lucha epopeya del hombre en su caminar hasta
sostenida de maduración y de conquistas la conquista de la luz-halo. Sin embargo,
éticas. no puede cantar toda la partitura, porque
Cuando se pasa al segundo heptasíla- la pieza-aventura que está interpretando es
bo del díptico, “Este es el orden Sancho”, simplemente una sinfonía inacabada. Lo
queda ya diáfano el sentido profundo del que debía ser la gran composición de “La
enunciado, en el que “Sancho” funciona gran aventura” se ha reducido a un poema
como símbolo mítico de la idea de hombre, “Anti-mítico”. Pero antes de dejar ese viejo
sentido de humanidad. A su vez, Sancho, y desafinado violín, quiere representar ese
a partir de esta idea, da un paso semán- último acto con ese cierre trágico de lo an-
tico adelante en la doctrina poética. La ti-mítico. Para ello propone un escenario,
conquista de la perfección humana nunca unos personajes y una acción.
será obra individual sino tarea colectiva. El El escenario es la Castilla austera y mís-
hombre, sólo como humanidad, podrá ser tica sin árboles ni pájaros. Sobre esa mese-

5
En otros numerosos poemas de la obra de León Felipe aparece el concepto de “hermandad-solidaridad” como
razón imprescindible para la conquista de la meta final. Posiblemente el expresado clave de este sentido sea el
poema “Torres” (poema XXVI de Versos y oraciones de caminante-Libro segundo) donde se dice: “Hombres/ sobre
hombros/ de otros hombres; Hombres/ con hombros/ para otros hombres; Hombros,/ hombres,/ hombros…/ To-
rres./ Un día no habrá estrellas lejanas/ ni perdidos horizontes” (pág. 164). Esta es una idea reiterativa en la obra del
poeta zamorano.
DOSSIER

287

ta severa y seca cae un sol justiciero en un del inicio de la acción. El encalabrinamiento


cielo azul. Sólo hay un motivo, el camino del rucio y los movimientos epilépticos de
que avanza “hasta clavarse en el azul del Rocinante acrecientan la situación dramá-
horizonte” (pág. 739). En este escenario de tica. El suspense se cierne sobre los perso-
la Castilla mística, bajo la luz alucinante najes. En el horizonte, en ese punto imagi-
de ese sol justiciero, aparecen cuatro per- nario donde se unen y confunden la tierra y
sonajes: don Quijote y Sancho con las dos el cielo, aparecen figuras visionarias. ¿Será
cabalgaduras. Rocinante ese “viejo caballo Mambrino con el yelmo de oro o será un
sin estirpe [y sin] pedigree” (pág. 735) está ángel con el halo de la luz? Ambos persona-
llamado a participar en “el reino perpetuo jes quedan atónitos y en suspenso ante esa
de los gloriosos corceles de los héroes” visón. Don Quijote permanece quieto. Lo
(pág. 736). El rucio, como Rocinante, des- que contemplan es algo extraño, algo más
pués de tantas batallas y trabajos, tiene divino que terreno. Cuando esa quimera o
“reservado un sitial… en el zodiaco poé- alucinación pasa ante ellos, ambos perso-
tico de España” (pág. 736). Sancho, des- najes caen a tierra en medio del estrépito
pués de muchos caminos y mil derrotas, del fuerte ruido de un relámpago. Nuestros
transformado en un nuevo Quijote, como personajes se levantan aturdidos y no en-
su amo, se ha transformado en “hijo del cuentran sus monturas. También han des-
Sol,/ súbdito y tributario de la luz” (pág. aparecido sus armaduras. Se encuentran
734). Finalmente, se encuentra don Qui- semidesnudos, pero resplandecientes de luz
jote, auténtico protagonista de la acción. y con una corona de fuego en la cabeza.
Representa la figura de un “pobre rey en- La visión se ha hecho realidad. Quien ha
loquecido y nazareno” (pág. 741), que tras pasado junto a ellos ha sido el ángel de la
un largo camino de siglos y siglos de histo- paz con su halo de paz, quien ha cambiado
ria a través de todos los triunfos y derrotas los pertrecho de la guerra por la corona de
de la humanidad ha sabido realizar ver- la luz. Don Quijote llora, se santigua y reza
daderos milagros demiúrgicos, siendo su la oración del Padrenuestro. En medio de
mayor conquista el haber sabido transfor- las lágrimas y de los balbuceos, sólo se le
mar a una rústica aldeana en Dulcinea del oye decir las palabras “Venga a nosotros tu
Toboso, quedando “para siempre, clavada reino”. Mirando fijamente el firmamento,
como una estrella, en el cielo poético de la con esa nueva figura nazarena, se parece
historia” (pág. 742).Conocidos el tiempo, a “un Cristo viejo, un Cristo muy viejo y
el lugar, los personajes y la acción, puede feo…” (pag. 751). Don Quijote, como otro
comenzar la representación. Cristo, se convierte en símbolo mítico de
El ambiente es tenso e inquietante. La ejemplaridad que ofrece al hombre un ca-
tensión domina desde el mismo momento mino, una acción para lograr su meta final.
288

Don Quijote es un nuevo Cristo, pero ¿qué “Bacía… yelmo… y el gorro de payaso”
sucede con el resto de los mortales, con la (pág. 774). Con este final trágico conclu-
humanidad, con los “sanchos” del mundo? ye el drama humano de una posible “gran
El sueño se interrumpe ante la pregunta aventura” que se cierra en el fracaso, en un
de Sancho: “Y ahora, ¿dónde vamos, Se- simple “poema-anti-mítico”.
ñor?” (pág. 753). Mientras el héroe cer-
vantino contemplaba embelesado el fir- 42º.- Cástor Narvarte (Irún, 1919 – San-
mamento, soñaba con utopías humanistas tiago de Chile, 2011)6. Durante su larga
y con delirios de redención, pero cuando etapa de profesor en la Universidad de San-
tiago de Chile, donde obtuvo las cátedras
dirige la vista hacia la tierra ve otra ima-
de Introducción a la Filosofía y de Ética,
gen, una panorámica muy distinta. La rea-
mantuvo una gran actividad creadora tanto
lidad se impone sobre la ensoñación. La
en el campo literario como en el ensayísti-
representación que debía escenificar la es-
co. Su obra de crítica filosófica más impor-
cena final del “halo” no puede continuar.
tante fue Nihilismo y violencia. Ensayos
Se debía llevar a las tablas del mundo un sobre filosofía contemporánea, publicado
final radiante y feliz, pero en el presente y en 1981, en la Editorial Universitaria de
en las circunstancias históricas vigentes no Santiago de Chile. La obra se subdivide en
se puede mostrar el acto final de la apoteo- cinco libros dedicados respectivamente a
sis humana. Se necesita un nuevo escena- Unamuno, Kierkegaard, Hegel, Nietzsche
rio para escenificar la nueva temática del y Marx. De esta magna obra7 interesa la in-
“poema anti-mítico”. El espacio de repre- troducción dedicada a la “Determinación
sentación será ahora el circo, donde el poe- provisional de la noción de violencia” y el
ta-don Quijote, ese viejo Cristo feo, como libro primero con el título significativo de
personaje central de la obra, será el paya- “La violencia como pasión ética: el quijo-
so principal de la pista, el hazmerreír de tismo de Unamuno”. Como se desprende
la concurrencia, porque “¡No hay halo!” del mismo título, la personalidad y el idea-
(pág. 773) sino un simple “gorro de paya- rio de conducta de don Quijote vienen a
so” (pág. 774). Se impone un nuevo orden: ser, como era el caso en la poesía de León

6
No existe un estudio sobre la vida y la obra de Cástor Narvarte. Sólo existen algunos artículos que no tocan el
tema que nos interesa en este apartado.
7
Se volvió a editar con el mismo título en la Editorial Saturraran de San Sebastián, en el 2003, en dos volúmenes
de 414 y 478 páginas respectivamente. El primer volumen comprendía un largo prefacio de 50 páginas más los
estudios dedicados a Unamuno, Kierkegaard y Hegel; el segundo, los de Nietzsche, Marx más un capítulo cierre de-
dicado a unas “Reflexiones finales”. No hay duda de ser uno de los principales títulos de la filosofía del exilio español.
Las citas del presente trabajo están tomadas de esta versión.
DOSSIER

289

Felipe y como será el tema del pintor Eli- que aparece en la evolución del hombre en
zondo, el referente principal de las reflexio- el tiempo es su naturaleza de “homo sa-
nes del filósofo. piens”. Lo que caracteriza al hombre frente
Cástor Narvarte no habla explícitamen- al resto de los seres de la naturaleza es su
te de “La gran aventura”, pero a través de capacidad de reflexión y de conocimien-
sus expresados y del desarrollo de sus ideas to. El primer paso de la humanidad es la
plantea de manera nítida la alegoría de la adquisición de su capacidad reflexiva, que
sublimación del hombre a través de la his- propicia el salto de simple animal a perso-
toria. El filósofo irunés parte del principio na pensante. Nos hallamos ante el “homo
hegeliano de “que cada individuo es hijo sapiens”. Este sujeto pensante y reflexivo
de su tiempo y, por tanto, la filosofía es el con su capacidad intelectual empieza a do-
propio tiempo captado en el pensamiento” minar la naturaleza a través de la creación
(pág. 21). La misión del artista y del filóso- de útiles, de aquellos recursos que hacen
fo, por tanto, es captar, valorar e interpre- posible y más fácil su existencia. El hom-
tar su realidad temporal. De esta manera, bre se nos presenta como sujeto hacedor,
del mismo modo que la novena sinfonía de recibiendo el nuevo apelativo de “homo
Beethoven hace musicalmente a su tiempo faber”. Pero, este sujeto pensante y hace-
y el Miguel Ángel de Leonardo recrea plás- dor parece que dirige todo su potencial hu-
ticamente su tiempo histórico, la alegoría mano hacia la conquista de la naturaleza,
de “La Gran Aventura” debe reconstruir proclamando su superioridad sobre todos
también simbólicamente un tiempo histó- los seres, inclusive sobre el resto de sus se-
rico. El filósofo no puede quedarse en la mejantes. El “homo sapiens” transforma-
mera contemplación, sino que da un paso do en “homo faber” llega a la categoría del
adelante, paso transcendental, cuando asu- “homo bellinger”, en la que la violencia se
me la interpretación del hecho observado. constituye en su principal seña de identi-
Este nivel de comprensión y de definición dad (págs. 36-39). Para Cástor Narvarte el
de todo tiempo histórico es conocido con hombre actual está y vive en el tiempo del
la denominación de “horizonte cultural” “homo Hellinger”, en un tiempo y en un
(pág. 26). Se necesita recrear el horizonte universo regidos por la violencia.
cultural de la alegoría de “La gran aventu- La violencia es un fenómeno que se ma-
ra” para conocer en profundidad su senti- nifiesta en todas las instituciones y en to-
do y su lección ejemplar. dos los órdenes de la vida, que van desde la
El tiempo es un fenómeno evolutivo, pura diversión hasta la educación, pasando
cambiante por ser histórico; y es histórico, por la economía, la política y la religión.
por ser humano. Pero, ¿qué nos revela el La realidad del hombre es ser y vida en la
tiempo a través de la historia? Lo primero en la violencia. Pero, ¿qué es la violencia?
290

La violencia, según el pensador vasco, es Tras estas explicaciones es posible dar


una acción de fuerza-energía con sentido una definición más completa de la violen-
impositivo que se ejerce sobre el otro o so- cia. Esta es, por tanto, una acción de fuer-
bre lo otro con un inequívoco sentido de za, consciente-voluntaria y reflexiva, que
poder y dominio, que busca la destrucción el hombre realiza para imponerse sobre el
de algo como paso previo para la imposi- otro o lo otro como acto de dominio. Pero,
ción de otra nueva realidad. Sin embargo, ¿este principio de violencia es algo positi-
vo o algo negativo? La violencia presenta
según Narvarte, para que un acto se pueda
en esencia, al margen de intereses o de en-
valorar como hecho violento tiene que res-
mascaramientos, dos caminos enfrentados.
ponder a los principios de voluntad, con-
Existe una violencia gratuita e interesada
ciencia y reflexión. La violencia busca un que inexorablemente nos lleva a la nada y
fin que presupone en ese ejercicio de poder al cinismo. Sin embargo, existe otra violen-
o de dominio sobre el otro una meta, la im- cia que nos conduce al ser y al bien. Esta
posición de algo nuevo. Por lo tanto, la vio- es la “violencia ética” (pág. 47). Frente a
lencia es siempre un acto voluntario, cons- la violencia gratuita, que es la negación del
ciente y reflexivo. Sin estos principios no ser, la violencia ética es, como derivación
puede haber violencia. La naturaleza, física de lo ya afirmado, una acción de fuerza vo-
o animal, no puede actuar con violencia. luntaria, consciente y reflexiva que se ejer-
Los actos físico-químicos de la naturaleza o ce como acto de fuerza para alcanzar el ser
las conductas instintivas de los animales no y el bien.
pueden ser considerados como hechos de ¿Dónde se hallan el bien y el ser? No
violencia por carecer precisamente de estos hay duda. Son valores a adquirir por ser
elementos de reflexión, conciencia y volun- inalcanzables en la actualidad humana.
tariedad. Los animales actúan determina- Por eso, la violencia ética es un estado de
conquista, de progreso, de permanente ca-
dos, solo el hombre reaccione consciente y
mino, que proclama no tanto la realidad
voluntariamente. El hombre es el único ser
como la utopía. A su vez, si el bien-ser,
por esencia y exclusividad violento.
como valor absoluto, se identifica con los
Lo que la violencia como tal pone de ma-
principios del amor, la justicia, la felicidad,
nifiesto es el juicio de una conciencia que la etcétera, la violencia ética proclama la uto-
enrostra, de una voluntad que la rechaza o la pía de la perfección. Se ha entrado, sin que-
acoge, de un juicio que la condena o justifica, rerlo, en los espacios de la alegoría de “La
según el caso. Es uno de los rasgos que distin- Gran Aventura”.
gue sin remedio a los hombres de los patos o de Si relacionamos el pensamiento del fi-
los monos. (pág. 37) lósofo Castor Narvaste con los principios
DOSSIER

291

simbólicos del poeta León Felipe adverti- Otro tema al socaire del de la pasión éti-
mos, con sorpresa, que uno desde el len- ca es la polémica que se establece entre la
guaje filosófico y el otro con enunciados lí- realidad y la ficción, entre historia y poesía.
ricos, ambos proclaman la alegoría de “La ¿Qué es lo real y qué es lo ficticio? ¿Qué
Gran Aventura”. Las analogías semánticas es más real y más ético: la ficción que des-
son indiscutibles. La humanidad-Sancho cubre a la persona su destino, -caso de los
de León Felipe se identifica con el principio libros d caballería para Alonso Quijano-,
del “homo sapiens” de Cástor Narvarte. o el mundo real que niega el destino de
De igual manera, la “bacía” y el “yelmo” se la persona, como son los casos de curas y
hermanan íntimamente con los principios bachilleres para don Quijote? Los estímu-
del “homo faber” y del “homo bellinger”. los que lanzan al hombre a la acción y a
¿Acaso el sentido profundo de “halo” no la aventura son siempre reales por ser ver-
se identifica con las metas propuestas con daderos. Por eso, muchas veces la ficción
el concepto que propone el filósofo irunés es más activa y verdadera que la propia
en torno a la idea de “violencia ética”? realidad. Lo que vale es la fuerza-estímulo,
Ambos buscan la redención de la humani- independientemente de su naturaleza, que
dad a través de la fuerza del trabajo y de hace posible en el hombre la construcción
la lucha de superación. Cástor Narvarte, del mundo y la realización de la historia.
como León Felipe, proclama la alegoría de Don Quijote es un ente de ficción, mo-
“La gran aventura”. tivado por la literatura de aventuras, otro
En este contexto, para el pensador vas- ente de ficción, “poesía en la poesía”, que
co, Don Quijote, el sujeto que llega a ser lo busca a través de la pasión-violencia ética
que realmente quería ser, negando su con- la eternidad-fama y la justicia natural-bien
dición anterior de hidalgo bueno, se pre- de la república en el amor. ¿Amor, eterni-
senta como un lúcido aventurero en lucha dad, fama no pertenecen al mundo de los
permanente contra los malos encantadores valores absolutos? Cabría decir, como afir-
en busca del bien y del ser. Don Quijote man tanto Miguel de Unamuno como Cás-
representa el símbolo de la violencia ética tor Narvarte, que la historia de don Quijo-
hasta transformarla en pasión ética (pág. te es la historia de la búsqueda apasionada
72). Es más, siguiendo la doctrina una- de lo eterno, de lo divino, de la divinidad.
muniana, afirma que la “dimensión ética Se topa una vez más con el horizonte cultu-
constituye el mito ejemplar del quijotismo” ral del símbolo “halo”. Cástor Narvarte de
(pág. 75), porque “la categoría moral más forma indirecta, pero clara e inequívoca,
desinteresada, más pura, más universal, plantea la alegoría de “La gran aventura”,
más abnegada y la menos egoísta y menos de la transformación del hombre en un ser
vanidosa es la del quijotismo” (pág.75). de perfección y amor.
292

Pero todo ideal es deseo y nunca reali- imprecisos y simplemente lineales en su


dad. Por eso, se impone la acción ética, la forma, pero clara y diáfana en su signifi-
aventura quijotesca, para hacer realidad la cado. Son necesarios tres o cuatro elemen-
utopía. Queda perfectamente clara la lec- tos, -caballo, lanza, yelmo y rodela-, en sus
ción que ofrece el pensador vasco a través rasgos más esenciales, para caracterizar sus
de la historia ejemplar de don Quijote: la figuras. Bastan esos simples trazos, inde-
acción de fuerza que consciente, volunta- pendientemente de sus formas y colores,
ria y reflexivamente realiza el héroe para para saber y distinguir entre mil modelos
imponer un mundo de verdad y de justicia a los personajes cervantinos. Don Quijote
en nombre del amor concreta y explica la y Sancho son imágenes de una gran carga
lección alegórica de “La gran aventura”. impresionista genialmente logradas por
Vivimos ahora cara a la utopía pero ma- Cervantes.
ñana estaremos en la verdad de la utopía. José Martín Elizondo juega con estas
características de partida para proponer la
3.- José Martín Elizondo (Getxo-Viz- imagen de “la gran aventura”. Es un cua-
caya, 1922 – Toulouse, 2009)8. La gran dro de pequeñas proporciones, 34 de largo
aventura es el título de uno de sus últimos por 22 de alto, pintado en el 2008. El artis-
cuadros pintado después de la lectura de ta crea un collage, en el que, sobre un fon-
los poemas de León Felipe. Frente al cua- do de formas, líneas y colores, ubica dos
dro, hizo este comentario: es mi visión de siluetas de papel que representan a los dos
la gran aventura quijotesca. De esta mane-
ra, José Martín Elizondo se une al poeta
zamorano y al filósofo guipuzcoano en esa
lectura que se realiza desde el exilio sobre
la vida y el sentido de la historia vital de
Don Quijote. Sin embargo, a diferencia de
León Felipe y de Cástor Narvarte, J. Mar-
tín Elizondo recurre a los pinceles y a los
colores para expresar su personal visión
sobre el mensaje del héroe manchego.
Uno de los grandes logros del arte cer-
vantino fue crear una imagen descriptiva
de los dos héroes manchegos con rasgos La gran aventura. José Martín Elizondo. 2008.

8
Remito al lector interesado al imprescindible trabajo de Madeleine Poujol “José Martín Elizondo o el hacedor
de sueños”, “Prólogo” a José Martín Elizondo: teatro combatiente. San Sebastián, Editorial Saturraran, 2009, págs.
13-93.
DOSSIER

293

personajes cervantinos, creando un espacio físico, -patas de los caballos, cabezas de los
pictórico de composición geométrica. personajes, la lanza, el escudo, el yelmo-,
El espacio pictórico se divide en dos par- en volúmenes en blanco y negro represen-
tes. La parte superior representa un cielo tan las figuras de caballero y escudero. El
creado a base de tonalidades diversas de carácter impresionista del cuadro es pleno.
azul, desde el azul celeste al azul oscuro, Ambos personajes están quietos, mudos.
con manchas blancas, presentado todo él No hay sensación de movimiento. Domi-
a base de pinceladas fuertes. La parte infe- na la quietud-contemplación. Don Quijo-
rior recrea la tierra, siendo casi tres veces te mira hacia lo alto-cielo y Sancho parece
más grande que la parte celeste. Dominan observar a su amo o bien mira al lugar que
los colores ocres, punteados por líneas y di- contempla el hidalgo. Estamos ante la re-
bujos grises que oscurecen el tono ocre del producción pictórica del escenario creado
conjunto. Este proceso de oscurecimiento por León Felipe para escenificar la alegoría
se va intensificando según se desciende a la de “La gran aventura”. El escenario repre-
base del cuadro. Cielo y tierra se oponen, senta el campo de Castilla, una estampa de
imponiéndose los tonos ocres-tierra sobre tierra dura, austera y pedregosa, donde no
los azules-cielo. Son dos espacios limpios hay más motivo que unas líneas-caminos
sin otros elementos que dos líneas oscu- que se pierden en el azul del horizonte.
ras cruzadas en forma de cruz irregular en El cuadro representa, según la alegoría
aspa, que reafirman los cuatro puntos car- de León Felipe, el momento previo a la
dinales. Una línea va de norte a sur y la aparición del ángel de la luz. Los perso-
otra de este a oeste. La confluencia de am- najes, sobre sus respectivas cabalgaduras,
bas líneas refuerza la idea de universalidad. atónitos y desconcertados, contemplan su-
Las dos líneas en aspa que se pierden en puestamente la imagen visionaria que la
el horizonte representan caminos que pare- distancia difumina y confunde: ¿yelmo de
cen unir el cielo con la tierra. Mambrino o ángel de la paz? Todo es ex-
Sobre el páramo desértico de ocres-tierra pectación y suspense en un escenario lim-
se ubican las dos figuras cervantinas, don pio y libre de motivos que puedan confun-
Quijote y Sancho, sobre sus respectivas dir o equivocar. Se refuerza la imagen de
cabalgaduras, Rocinante y el rucio. Am- la contemplación en un clima de máxima
bos personajes en sus respectivas monturas tensión.
están representados por formas-volúme- Sin embargo, a pesar de la instantánea
nes de color, donde destacan tonalidades fija del momento previo a la solución del
de claroscuros, donde sólo se perciben las enigma, se percibe algo aciago y adverso,
formas externas de sus figuras sin precisión prefigurando el elemento anti-mítico de la
ni detallismo. No hay características físicas aventura. En el cuadro destaca un rasgo di-
en detalle. Sólo las siluetas y algún esbozo sonante con relación al modelo. Los cielos
294

claros y azules propios de la Castilla místi- y proclamar todo auténtico poeta-artista,


ca, según la visión del poeta, han cambiado todo héroe mítico.
por unos azules de tonalidades varias que Como afirmaba Miguel de Unamuno,
refuerzan una imagen turbia, tormentosa, modelo directo o indirecto de las tres obras
un tanto caótica, propiciada, a su vez, por analizadas, hay que descubrir el sepulcro
las pinceladas fuertes y por la confronta- de don Quijote para hacer real y operativa
ción de colores. José Martín Elizondo rom- la pasión ética que nos pueda llevar al bien,
pe con su modelo para ofrecernos un cie- al ser, a la felicidad. Es obligado reconver-
lo de gran fuerza expresiva pero confuso tir el “yelmo de Mambrino” o el “gorro
y turbulento en su composición. No es un de payaso” en el nimbo luminoso de luz,
cielo de gloria y triunfo, sino un cielo de su- en “halo” para hacer realidad la utopía de
frimiento y de Lucha. José Martín Elizon- “La Gran Aventura” o, como sostiene Eu-
do fusiona en su cuadro dos momentos del genio Imaz, otro gran soñador del exilio,
poema de León Felpe, collage semántico, el se hace necesario acabar con la utopía en
antes y el después de la visión, expectación nombre de la utopía.
y derrota, halo de luz y gorro de payaso.
José Martín Elizondo, como León Felipe BIBLIOGRAFÍA CITADA
y Cástor Narvarte, ofrece una aventura sin
“halo”, sin apoteosis final, en un contexto ASCUNCE, José Ángel: La poesía profética de
más propio para el sufrimiento que para el León Felipe. San Sebastián, Universidad de
goce. José Martín Elizondo ofrece también Deusto-Mundaiz, 1987.
en su cuadro una alegoría sin final feliz. - León Felipe. Trayectoria poética. Madrid-México,
Es la historia incompleta y trágica de “La Fondo de Cultura Económica, 2000.
Gran Aventura”. En este mundo y en esta LEÓN FELIPE: León Felipe. Poesías completas
parte de la historia no hay “halo”. Esta- (Edición José Paulino Ayuso). Madrid, Editorial
mos enclaustrados en un mundo de violen- Visor, 2004.
cia gratuita propia del “homo Hellinger” PAULINO, José: La obra poética de León Felipe
al ser incapaces de alcanzar las cotas del (Constitución simbólica de un universo poéti-
“homo amans”. Se ha impuesto un cielo co). Madrid, Universidad Complutense, 1980
tormentoso sobre el azul celeste. POUJOL, Madeleine: “José Martín Elizondo o el
Pero a pesar de circunstancias y limita- hacedor de sueños”, “Prólogo” a José Martín
ciones, en los tres casos, sigue viva y ope- Elizondo: teatro combatiente. San Sebastián,
rativa la lección ejemplar del héroe mítico, Editorial Saturraran, 2009, págs. 13-93.
don Quijote: la pasión ética que busca la RIUS, Luis: León Felipe, poeta de barro (Biogra-
eternidad en el amor por la vía de la jus- fía). México, Colección Málaga, 1968.
ticia. Esta es la lección que debe defender
DOSSIER

295

El Quijote que soñó en


Rusia Ángel Gutiérrez

verónica azcue
Saint Louis University, Madrid Campus
Key Words: Ángel Gutiérrez; Teatro de Cámara Chéjov;
Spanish Republican exile of 1939; stage adaptations of

Resumen: Don Quijote, adaptación escénica de


la novela de Cervantes del director teatral español
Don Quixote; contemporary Spanish theatre.

exiliado en la Unión Soviética Ángel Gutiérrez,


espectáculo creado y producido en España en la
década de 2000, constituye un ejemplo vivo del
impacto que el exilio republicano de 1939 tiene
todavía en nuestra cultura, particularmente, en
el ámbito del teatro. Este artículo analiza las ca-
racterísticas principales de esta versión: la lectura
humanista del mito que propone y su maestría en
el uso de técnicas y recursos teatrales, dos aspec-
tos que aparecen determinados por la excelente
formación que Ángel Gutiérrez recibió en el país
de acogida.

Abstract: Don Quijote, a theatrical adaptation of


Cervantes’s novel by Ángel Gutiérrez, a Spanish
Palabras claves: Ángel Gutiérrez; Teatro de Cámara
Chéjov; exilio republicano de 1939; adaptación escénica

director who had lived in exile in the Soviet Aunque creada y producida en
Union, appeared in Spain in 2003 and represents
España en el nuevo milenio, Don Qui-
an example of the enduring impact of Spain’s
republican exile of 1939 in Spanish culture, and jote, adaptación escénica de la novela de
particularly in the realm of theatre. This article Cervantes de Ángel Gutiérrez, espectáculo
analyzes the main characteristics of Gutiérrez’s representado con éxito por el Teatro de Cá-
adaptation: its humanistic conception of the Don mara Chéjov, supone, como toda la obra
de El Quijote; teatro español actual.

Quixote myth and its exceptional command of


de este excepcional director, un testimonio
theatrical techniques and resources, two aspects
of the play that reflect the training that Ángel y un ejemplo vivo del impacto que el exi-
Gutiérrez received in the Soviet Union. lio de 1939 tuvo y tiene todavía en nuestra
cultura, en particular, en el ámbito del tea-
tro. Las palabras del propio Ángel Gutié-
rrez (Pintueles-Asturias, 1931), evacuado a
la Unión Soviética en 1937, nos sitúan de
pleno en el origen y la peculiaridad de esta
versión, cuyas circunstancias de creación se
296

remontan a la historia de un niño de la gue- noce por primera vez la novela más repre-
rra y de su infancia desterrada en Rusia1: sentativa de su cultura de origen y el mito
español más universal lejos de su tierra y
El Quijote ya lo conocíamos desde la in- desconectado de su paisaje natural −de sus
fancia (…). Porque conocimos a María Luisa llanuras, sierras, molinos y ventas−, pero
González Vincens (…). Había estudiado y era
las condiciones particulares de su exilio en
compañera de Buñuel, de García-Lorca y Dalí.
Una suerte que la vida me regaló. Nos enseña- Rusia le permiten acercarse a la obra maes-
ba El Quijote, Jorge Manrique, Lorca, Macha- tra de Cervantes de un modo privilegiado:
do… todavía recuerdo los monólogos enteros de la mano de María Luisa González Vin-
de El Quijote, versos de Machado…, desde cens, intelectual española vinculada a la
entonces… “Sancho amigo, has de saber que tradición institucionalista y próxima a los
yo nací por querer del cielo en nuestra edad
artistas y autores de la Generación de la
de hierro para resucitar en ella la de oro o do-
rada”. Ya en España pude realizar mi sueño: República −había vivido en la Residencia
llevar a escena El Quijote, en mi Teatro Chéjov de Señoritas y era esposa de Juan Vincens,
de Madrid2. responsable de las bibliotecas de las Misio-
nes Pedagógicas−, que fundó la Catedra de
De modo breve, la evocación de Ángel Español en Moscú3. Frente al caso de los ni-
Gutiérrez revela claramente los aspectos ños educados en la España franquista, Án-
principales que singularizan y definen su gel Gutiérrez hereda por tanto una lectura
asimilación de los clásicos españoles y su y comprensión de El Quijote atenta y sensi-
acercamiento particular a El Quijote. Co- ble a la mirada heterodoxa y a la vertiente

1
Ángel Gutiérrez ha contado en numerosas entrevistas las circunstancias concretas de su exilio. Evacuado pri-
mero a Oviedo, fue llevado en un carguero francés a la Unión Soviética, país en el que residió 37 años y en el que
llegó a convertirse en un gran maestro y director teatral. En 1976 regresó a España y en los años siguientes fundó en
Madrid el Teatro de Cámara Chéjov (1979) y la Escuela de Arte Teatral (1989). Además de dirigir diversos montajes
de obras de autores clásicos y contemporáneos ha sido Catedrático de Interpretación en la Real Escuela Superior
de Arte Dramático de Madrid. Su trabajo ha sido reconocido y galardonado en los dos países en los que ha desa-
rrollado su actividad teatral, por ejemplo, con la Orden de la Amistad, concedida por el Presidente de Rusia, “por su
gran aportación a la preservación, desarrollo y difusión de la cultura rusa” (2008), o con el Premio a la Tolerancia, de
la Comunidad de Madrid, “por su contribución a la difusión de la cultura teatral en Madrid durante 30 años” (2010).
2
Ángel Gutiérrez, “Mi vida en el arte en Rusia”, en El exilio republicano de 1939 y la segunda generación, ed. de
Manuel Aznar Soler y José Ramón López García, Sevilla, Renacimiento, 2011, p. 99.
3
María Luisa González Rodríguez (Medina de Pomar, 1900-Madrid, 1998) estudió Filología en la Universidad de
Salamanca en los años 1919 y 1920 y se fue luego a Madrid a estudiar Archivos y Bibliotecas. Cuando estalló la
Guerra Civil huyó a Francia. A partir de 1939 se trasladó a Rusia, donde montó la Cátedra de Español en Moscú
con el Ministerio de Relaciones Exteriores para pasar después a ocupar la Cátedra de Español de la Universidad
Lomonosov. Entre 1956 y 1969 residió en China donde, junto a su marido, puso en funcionamiento las emisoras de
Radio Pekín para España y América Latina. También organizó en este país la Cátedra de Literatura Española de la
Universidad de Pekín. En 1969 regresó a Moscú y, finalmente, volvió a España en 1977.
DOSSIER

297

humanista de su autor a partir, además, de efecto, un lugar destacado en la adaptación


la enseñanza de una maestra, al parecer ex- escénica de la novela de Cervantes que Án-
cepcional y con cierta inclinación hacia el gel Gutiérrez empieza a soñar en Rusia y
teatro4. Las palabras del director exiliado que, muchos años después, logra realizar
traslucen además su conciencia identita- en España, en la década de 2000, con El
ria: revelan una actitud hacia El Quijote, Teatro de Cámara Chéjov, la compañía que
y hacia la literatura española en general, él mismo fundó en Madrid en 1979.
aprendida y trasmitida en la circunstancia Si las circunstancias del conocimiento
del exilio, que parece aferrarse a la lengua y la lectura de la novela de Cervantes que
materna y a la palabra de sus clásicos y tuvo Ángel Gutiérrez nos ayudan a com-
que siente como una misión la necesidad prender su particular asimilación de El
de mantener y trasmitir la cultura de ori- Quijote y de los clásicos españoles en ge-
gen. En última instancia, la referencia re- neral, la excelente orientación y formación
vela, sin duda, el impacto que las palabras que recibió en Rusia en el Instituto Estatal
de Cervantes dejaron en el joven, al tiempo de Arte Teatral de Moscú, donde tuvo por
que ponen de relieve la centralidad de un maestros a discípulos directos de Stanisla-
discurso concreto, el de la Edad Dorada, vski y de Nemirovich Danchenko, junto
quizás el más representativo o elocuente con su experiencia como director de teatro
del ideal utópico del caballero. La famo- en este país, definen además las caracterís-
sa evocación de la Edad de Oro que hace ticas de su versión de la novela de Cervan-
Don Quijote en el Capítulo XI, tendrá, en tes desde el punto de vista escénico5. La
4
Según los comentarios de la profesora rusa Yana Zabiyaca, María Luisa González era “una profesora excepcio-
nal, una persona extrovertida, extravagante que convertía cada clase en una representación de teatro de una actriz”
(“Una desconocida intelectual medinesa”, Diario de Burgos, 9 de marzo de 2014, http://www.diariodeburgos.es/
noticia/Z684A9873-B2B2-942A22A0F2E070F96AC2/20140309/ desconocida/intelectual/medinesa). Es probable
que la profesora inculcara en el joven, junto a la admiración por la palabra de Cervantes o la atracción por su pro-
tagonista, Don Quijote, una apreciación profunda del texto que incluía la percepción de su característica cualidad
dramática.
5
Ángel Gutiérrez obtuvo en el Instituto Estatal del Arte Teatral A. V. Lunacharski de Moscú la Licenciatura en
Dirección de Teatro con Mención de Honor. Además de ejercer durante 18 años como Catedrático de Interpretación
y Dirección en esta institución, dirigió en Rusia más de 40 espectáculos, entre ellos La casa de Bernarda Alba, en
el Teatro Stanislavski de Moscú; La fierecilla domada, en el Teatro Chéjov de Taganróg; o Carmen de Triana, en el
Teatro Romen de Moscú. Natalia Kharitonova, da cuenta de la trayectoria teatral del director en Rusia en su artículo
“El teatro del exilio republicano español de 1939 en la antigua Unión Soviética”, en Acotaciones, 24 (enero-junio de
2010), pp. 105-118, y le dedica también un apartado en su capítulo “Escena y literatura dramática del exilio republi-
cano de 1939 en la Unión Soviética”, en El exilio teatral republicano de 1939 en Europa, ed. de Mario Martín Gijón,
Sevilla, Renacimiento, 2015, pp. 153-185. Respecto a la actividad de Ángel Gutiérrez en Rusia, hay que destacar
también su participación en el ámbito de la televisión y del cine: además de dirigir varios documentales y cortome-
trajes, escribió también guiones, como el titulado A la mar fui por naranjas, sobre los niños españoles en la URSS, y
fue además actor protagonista de películas como El espejo, de Tarkovsky.
298

adaptación de Ángel Gutiérrez conjuga en muy destacado, la sencillez de la puesta en


efecto aquella visión ética y humanista de escena, que se sirve en todo momento de
Cervantes aprendida desde el exilio, paten- elementos y recursos mínimos7.
te sobre todo en la caracterización de Don Un poema de José Ángel Valente, Sobre
Quijote− centro absoluto de la representa- el tiempo presente, recitado por los acto-
ción−, con un modelo de hacer teatro que res/personajes que van entrando al escena-
pone en práctica la asimilación del método rio, da paso a la representación teatral y
Stanislavski en su acepción más “pura”, un enmarca la obra de Cervantes. El conteni-
aspecto sobre el que el director ha teorizado do, de carácter autorreflexivo, alude a la
en numerosas ocasiones6. Concibe además función del creador como un testigo com-
la representación teatral como un espectá- prometido de su tiempo y un agente tras-
culo total en el que se funden elementos di- misor de la historia. En los versos se con-
versos como la poesía, la música o el baile traponen además, de modo muy marcado,
y así, incorpora, por ejemplo, textos poé- dos campos semánticos: uno compuesto a
ticos de J.A. Valente, A. González o Pedro partir de imágenes de oscuridad y de muer-
Salinas; se vale de las piezas musicales de te; otro evocador de la luz y de la vida. A
Bach y Mozart o de las de los compositores pesar de la injusticia y de la tendencia del
rusos S. Prokofiev y D. Shostakovich e in- ser humano hacia la destrucción, el poema
cluye, además, canciones y bailes de corte se reafirma finalmente en la esperanza y en
popular. Junto a estas características hay la lucha por alcanzar un ideal8. La obra de
que mencionar también, como un rasgo Cervantes se presenta o define tanto en re-

6
Javier Villán, al referirse a Ángel Gutiérrez como a uno de los directores que más ha contribuido en nuestro país
a difundir las teorías de Stanislavski, explica este aspecto y cita las propias palabras del autor:
En
España, un aprendizaje mal asimilado de Stanislavski distorsionaba su imagen. Imperaba, o había imperado,
el llamado Método, vía Strasberg, que, como el tiempo ha demostrado, no era la mejor vía. Se interpretaba mal el
Stanislavski esencial; aquel cuya filosofía dramática, aplicada al actor, tiene cuatro fuentes principales: relajarse, pen-
sar, sentir y actuar: “cuando hablaba de Stanislavski me daba cuenta de que aquí se hablaba de otra cosa y de que
había un profundo desconocimiento. Stanislavski está en Peter Brook y en Grotowski, antirrealistas por excelencia,
y es el maestro de Meyerhold y es también la savia que nutre a Vagtangov. Primaba una tópica memoria emocional,
que el propio Stanislavski acabó corrigiendo”.
(“El teatro es una misión no una mercancía”, El cultural, 15 de diciembre de 2005, http://www.elcultural. com/
articulo_imp.aspx?id=16134.)
7
Ángel Gutiérrez se refiere a su adaptación escénica de El Quijote como a una versión concebida “de un modo
sencillo, desde la humildad y la pobreza de mi teatro”. Estas palabras pueden leerse en la introducción a la obra que
el autor presenta en un dossier realizado con motivo de una de las representaciones y que lleva por título “Realidad
y Poesía” (www.publiescena.es/media/pressdoc/ 31255/01_021.../ Dossier_Quijote1.pdf).
8
Dos de las estrofas finales del poema de José Ángel Valente, incluido en El inocente, sirven para destacar estas
características mencionadas: tendencia autorreflexiva, concepto comprometido del arte y contraposición de las
ideas de destrucción y muerte frente a las de vida y creación:
DOSSIER

299

lación a la lúcida perspectiva de su autor, do, lo componen los personajes del ámbito
observador de su época y creador al mismo familiar y cotidiano: el ama, la sobrina, el
tiempo de una palabra universal, como a barbero y el bachiller Sansón Carrasco, y
la visión utópica de su protagonista, Don los que aparecen en las ventas del camino:
Quijote, ejemplo representativo del espíri- el ventero, las mozas, Maritornes o Maese
tu de lucha y defensa de un ideal. El poe- Pedro. La figura de Dulcinea adquiere, por
ma da paso a la lectura directa en escena último, un papel destacado: no solo a través
del famoso comienzo de la novela: “En un de la evocación de Don Quijote, sino como
lugar de la Mancha…” y los propios acto- presencia física en el escenario. Por lo que
res empiezan a narrar la historia de Don al nivel estructural y formal de El Quijote
Quijote, mientras quedan establecidos los se refiere, la versión del director logra asi-
vínculos entre los diversos géneros: poesía, mismo contener en su molde dramático los
teatro y novela. diversos componentes y formas de expre-
La adaptación escénica de El Quijo- sión literaria que conforman el complejo
te que propone Ángel Gutiérrez destaca entramado de la novela; episodios de ac-
por su propósito totalizador. Mediante un ción, escenas de diálogos, representaciones
procedimiento sintético y sincrético muy teatrales, exposición de discursos e incluso,
acertado presenta, sin embargo, la historia desarrollo del nivel autorreflexivo. La pri-
completa del caballero, desde la descrip- mera escena incorpora ya en la representa-
ción de su condición y de las razones de su ción al libro y al narrador: los pasajes de El
enloquecimiento y hasta su muerte; mien- Quijote –objeto presente físicamente en el
tras contiene, a la vez, episodios represen- escenario−, son leídos y escuchados por los
tativos de la primera y de la segunda parte propios personajes y el texto y la palabra
de la novela. Junto a la pareja protagonis- de Cervantes adquieren, junto a la figura
ta, Don Quijote y Sancho –magistralmente del caballero, un protagonismo central. De
interpretados por Germán Estebas y José hecho, uno de los grandes aciertos y hallaz-
Luis Checa Ponce–, el elenco, muy reduci- gos de esta versión escénica es lograr poner

Escribo desde la sangre,/desde su testimonio,/desde la mentira, la avaricia y el odio,/desde el clamor del hambre
y del trasmundo,/desde el condenatorio borde de la especie,/desde la espada que puede herirla a muerte,/desde el
vacío giratorio abajo,/desde el rostro bastardo,/desde la mano que se cierra opaca,/desde el genocidio,/desde los
niños infinitamente muertos,/desde el árbol herido en sus raíces,/desde lejos,/desde el tiempo presente.
Pero escribo también desde la vida,/desde su grito poderoso,/desde la historia,/no desde su verdad acribillada,/
desde la faz del hombre,/no desde sus palabras derruidas,/desde el desierto,/pues de allí ha de nacer un clamor
nuevo,/desde la muchedumbre que padece/hambre y persecución y encontrará su reino,/porque nadie podría arre-
batárselo.
(“Sobre el tiempo presente”, Obra poética 1: punto cero (1953-1976), Madrid, Alianza Editorial, S.A., 1999, pp.
385-387.)
300

de relieve la cualidad sonora y dramática da en el Teatro de Cámara Chéjov, incluye


de la prosa cervantina, el carácter poético las escenas introductorias en casa de Don
de sus discursos o el componente oral y re- Quijote, la investidura del caballero en la
citativo de sus pasajes narrativos, pronun- venta, la aventura de los molinos, una es-
ciados por los actores con ritmo pausado, cena en torno a Maritornes, el discurso de
preciso y meticuloso. la Edad Dorada, el espectáculo de Maese
La acción representada se concentra en Pedro con el mono adivinador, el duelo en-
dos lugares principales: la casa del hidalgo tre Don Quijote y el Caballero de la Blanca
y las ventas del camino, pero incluye tam- Luna y la muerte de Alonso Quijano.
bién algunas escenas de exterior, entre las Junto a la selección de episodios repre-
que destacan, por encima de variaciones sentativos de cada una de las partes de la
particulares, la aventura de los molinos, el novela, hay que destacar además la tenden-
discurso de la Edad Dorada y la derrota y cia de la adaptación al “sincretismo”, me-
muerte de Don Quijote. La versión, que vie- dio del que se vale el director eficazmen-
ne adaptándose desde 2003 a circunstan- te para presentar su visión totalizadora, y
cias y ámbitos diversos −desde los estrenos recurso altamente creativo que propone la
en el Teatro de Cámara Chejov, localizado fusión y reorganización de determinados
en el Barrio de Lavapiés hasta 20129, o en pasajes y motivos de la obra. Un ejem-
el Teatro Español, en 2006; pasando por plo de este procedimiento lo constituye
las celebraciones de índole conmemorativo la adaptación del episodio del Yelmo de
o las representaciones de ámbito universi- Mambrino, dramatizado en esta versión
tario o de colegio−, presenta variantes en como escena doméstica: Maese Nicolás, el
cuanto a la selección de escenas o la ex- barbero del pueblo, acude a casa del hidal-
tensión del espectáculo10. En su forma más go con su instrumentaría para cortarle la
completa y extensa, tal como fue estrena- barba, pero Don Quijote, que se halla en

9
En 2012 la Comunidad de Madrid le retiró la subvención al Teatro de Cámara Chejov y la compañía tuvo que
abandonar finalmente su local de Lavapiés. El documental El último maestro, recientemente realizado por la perio-
dista Anais Berdié, contiene la historia de este desalojo.
10
La primera representación de que se tiene aquí constancia, documentada en un estudio sobre las represen-
taciones cervantinas del CDN, es de 2003. En el INAEM se conservan los videos de dos representaciones, una de
2006, en el Teatro de Cámara Chéjov, y otra de 2012, en el Teatro Español. A partir de 2012 la Universidad Interna-
cional de la Rioja, UNIR, se hace cargo de la Compañía Teatro de Cámara Chéjov y la versión se representa como
espectáculo para colegios en varios lugares de España. En 2015 se representó una versión reducida en la Univer-
sidad de San Luis, con motivo de las Jornadas “Las huellas de El Quijote en el exilio republicano de 1939”, cuyos
materiales se recogen en este dossier. Representada por Germán Estebas (Don Quijote), José Luis Checa Ponce
(Sancho Panza) y Laura Martínez (Dulcinea), incluía una breve introducción a la historia de Don Quijote, una escena
que evocaba sus arrebatos de lucha, el discurso de la Edad Dorada, la referencia a su derrota por el Caballero de la
Blanca Luna y la muerte de Alonso Quijano.
DOSSIER

301

ese momento embebido en su lectura de li- concretamente con la transformación que


bros de caballerías, confunde su bacía con inventa Sancho cuando, en el Capítulo X,
el famoso Yelmo de Mambrino y arremete convierte a una labradora del camino en
contra él. La escena, invención de Ángel la señora Dulcinea del Toboso. Así queda
Gutiérrez, funde capítulos y motivos diver- sintetizada en escena la doble cualidad que
sos de la novela: las referencias a las cos- caracteriza al personaje mientras se evoca
tumbres del hidalgo del Capítulo Primero uno de los sucesos más representativos de
y el episodio del Yelmo de Mambrino, del la Segunda Parte de la novela.
Capítulo XXI, acaecido, como sabemos, De acuerdo con el principio de pobreza
en medio de las llanuras de la Mancha y y sencillez al que se adhiere Ángel Gutié-
protagonizado por un barbero anónimo. rrez, el espacio escénico presenta dos nive-
Situada al comienzo de la representación, les, creados a partir de una estructura de
la escena nos presenta el ámbito cotidiano madera primitiva y básica: la disposición
de Don Quijote, nos introduce de pleno en de una tabla sobre dos escaleras visibles
su singular locura, evoca uno de los episo- en el escenario y situadas en los laterales;
dios más característicos de la Primera Par- mientras que el mobiliario se compone
te de la novela y da relieve a uno de sus apenas de una mesa, una silla y algunos
objetos más representativos, el “baciyel- objetos representativos, como el peto de la
mo”, genialmente renombrado por Sancho armadura, la lanza y el “yelmo/bacía” del
al reaparecer en la venta y convertirse, en caballero. El vestuario, de aire clásico e in-
el Capítulo XLV, en motivo de disputa de temporal, destaca por el buen gusto y resul-
todo un grupo. Imagen y símbolo central ta perfectamente válido para la caracteriza-
de la novela, este objeto, presente en el es- ción de los personajes y la evocación del
cenario desde el comienzo, remite a una de ambiente. La cuidada selección y combina-
las principales características del libro: su ción de los colores, el detalle y la precisión
desarrollo del perspectivismo y su aproxi- en la composición de los grupos y el uso de
mación dinámica hacia la interpretación de un ritmo pausado confieren de hecho a las
la realidad. Por medio de un procedimiento escenas cierta cualidad pictórica, al poner
similar, la presentación y referencia a Dul- de relieve la creación de cuadros sucesivos
cinea, introducida en la venta en la forma que recuerdan en su perfección las pinturas
de Aldonza Lorenzo, fusiona las evocacio- y grabados clásicos de tema quijotesco11.
nes de Don Quijote de la Primera Parte Los cambios de ambiente se efectúan de
de la obra con los sucesos de la segunda, modo sencillo, mediante la incorporación
11
Ángel Gutiérrez se ha referido en numerosas entrevistas a su vocación general por el arte en sus diversas
manifestaciones. Junto al teatro y el cine, el director ha desarrollado también su afición por la música y la pintura,
disciplina, esta última, a la que también se dedica.
302

de elementos simples: una tela blanca o meses, género notablemente presente en El


sábana que deja traslucir, por ejemplo, los Quijote y por el que Ángel Gutiérrez, que
trajines de Maritornes en la venta, o dos ha llevado también a escena La cueva de
astas de las que cuelgan sendas bandas o Salamanca, El viejo celoso o Los hablado-
estandartes a dos colores que, agitadas en res, tiene preferencia12. Tal como se apre-
espiral por dos actores situados en el nivel cia en varios entremeses de Cervantes, y
superior, sugieren las aspas en movimiento como es también el caso de El Quijote, es-
de los molinos de la Mancha a los que se pecialmente en la Primera Parte, el teatro,
enfrenta Don Quijote. El uso de la ilumina- como mera prolongación de la vida, surge
ción y el apoyo musical, recursos utilizados a menudo de modo más o menos espontá-
con gran maestría y verdaderas marcas del neo a partir del poder de sugestión que un
director, resultan asimismo cruciales para personaje, que es al mismo tiempo actor y
la puesta en escena. Como ejemplos con- director de escena, ejerce –o trata de ejer-
cretos de la utilización de la música en la cer- sobre un grupo. El concepto de teatro
representación, se pueden mencionar la in- que parece proponer Cervantes, lejos de
corporación de canciones populares como grandes artificios, tramoyas o escenogra-
acompañamiento a los sucesos de la venta fías complejas, tiene como base la palabra
o la de los compases enérgicos del Carmina y la imaginación. Chanfalla en El Retablo
Burana en el episodio de la acometida de de las maravillas, el estudiante de La cueva
Don Quijote hacia los molinos de viento. de Salamanca o Don Quijote, verdaderos
Con todo, la evocación de las situaciones y creadores y magos de la evocación, resul-
la magia del arte de la transformación escé- tan, en realidad, auténticos “directores de
nica parte, en primera instancia, de la pa- escena” que sugieren y recrean, mediante
labra y de la imaginación de Don Quijote. el poder de su palabra y su influencia sobre
Al margen del concepto “pobre” de tea- el grupo espectador, imágenes y situaciones
tro al que se adhiere el director y de las variadas. Es en gran medida la imaginación
posibilidades concretas materiales de que desbocada de Don Quijote: sus discursos,
dispone El Teatro de Cámara Chéjov para ensoñaciones y transformaciones, así como
la puesta en escena de la obra, la propuesta su habilidad o capacidad de seducir a los
de Ángel Gutiérrez se corresponde perfec- espectadores –dentro y fuera del escenario−
tamente con cierto concepto de teatro que el origen y la base de todo el espectáculo.
emana de la obra de Cervantes y que se ha- De hecho, un aspecto muy notable de
lla especialmente desarrollado en sus entre- la caracterización de Don Quijote en esta

12
El director llevo también a escena La Cueva de Salamanca de Cervantes en varios teatros de Rusia y en España
ha dirigido en varias ocasiones dos entremeses más del autor: El viejo celoso y Los habladores.
DOSSIER

303

versión es el alto nivel de conciencia que habilidad y sugestión de un personaje, en


parece poseer de su condición de prota- este caso, Maese Pedro. Por contraste, los
gonista de una historia extraordinaria, espectáculos y complicados montajes que
así como de su propia “teatralidad”. La los duques recrean también en la Segunda
genial interpretación de Germán Estebas, Parte de la novela, de historias y situacio-
expresa claramente la autocomplacencia y nes desconectadas de la cotidianeidad y ca-
satisfacción que siente el personaje al ejer- racterizados por la artificialidad y las gran-
cer su papel, ya sea cuando imagina cómo des escenografías, no tienen cabida en esta
será su historia escrita y recita en escena representación. Significativamente estos
el famoso pasaje del Capítulo II en el que personajes, centrales también en la obra de
Don Quijote, en su primera salida, recrea Cervantes, se hallan del todo ausentes en la
mentalmente las palabras que compon- adaptación de Ángel Gutiérrez, que conce-
drá el sabio que describa sus aventuras13, de gran importancia al elemento popular,
o cuando, por imitación de los caballeros incorporado sobre todo en las escenas que
enamorados, en medio de la noche y con tienen lugar en la venta. En este sentido,
gesto inspirado y devoto, dedica sus pen- la versión presenta cierta correspondencia
samientos y versos a su señora Dulcinea. con las adaptaciones escénicas de la nove-
En definitiva, la magia escénica es creación la y de las obras de Cervantes realizadas
de Don Quijote y la teatralidad surge de por los autores y directores en el exilio, que
sus palabras y de su ilimitada capacidad tienden, por lo general, a la recuperación
de transformar los sucesos cotidianos en de los moldes tradicionales, como el entre-
situaciones extraordinarias. Asimismo, se més o los espectáculos de títeres, y prefie-
incorporan espectáculos sencillos de ori- ren la ambientación de tipo popular14.
gen popular, como el episodio del mono El aspecto más destacado por la crítica
adivino, mérito y creación también de la ha sido, sin embargo, el carácter “moral”

13
Me refiero al famoso pasaje que comienza: “Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y
espaciosa tierra (...)” (Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, ed. de Martín de Riquer, Barcelona, Editorial
Juventud, 1985, p. 42), con el que, por imitación del estilo altisonante del lenguaje de los libros de caballerías, Don
Quijote imagina el modo en que será contada la historia de su primera salida.
14
Entre los autores exiliados que realizaron adaptaciones dramáticas de El Quijote se pueden destacar, por ejem-
plo, a León Felipe, que recreó en su obra Justicia el episodio de Sancho en la ínsula; a Álvaro Fernández Suárez,
autor de El retablo de Maese Pedro; a Pedro Salinas, cuya obra La estratosfera se inspira en El Quijote; o a Salvador
de Madariaga, que escribió una pieza titulada El 12 de octubre de Cervantes que gira en torno a la escritura de la
novela. Los dos primeros autores presentan versiones de episodios concretos basados en moldes populares -el en-
tremés y el teatro de títeres-, mientras que los segundos desarrollan adaptaciones libres ambientadas en el entorno
popular de la taberna. En mi artículo “Cervantes, Don Quijote y Sancho Panza en el teatro del exilio”, en Cervantes:
Bulletin of the Cervantes Society of América, Volume 35, nº2 (Fall 2015), pp. 161-192, ofrezco un panorama general
de las versiones dramáticas de la novela escritas por los autores desterrados.
304

de la pieza, así descrita, por ejemplo, por de Don Quijote, como modelo intemporal
Luciano García Lorenzo en su estudio pa- que adquiere nuevo sentido y debe adap-
norámico sobre las adaptaciones dramáti- tarse también al momento actual:
cas actuales de la novela15. El tratamiento
del personaje y la orientación general de la En este sombrío tiempo de barbarie y vulga-
ridad, tiene más importancia que nunca hacer
versión de Ángel Gutiérrez realza en efecto
presente la verdad y la belleza del hombre, de
el ideal ético que mueve a Don Quijote, su la poesía. Soy consciente de que esto no va a
componente espiritual, la independencia e parar el desastre, pero es una voz de esperanza,
integridad de su actitud o la entereza moral un grito de protesta contra la inmensa maqui-
con que se enfrenta a las circunstancias de naria del horror, la vulgaridad y la liquidación
su vida y de su muerte. Como un aspecto de la cultura. El hombre ha perdido ese afán
muy destacado la lectura de Ángel Gutié- heroico que le hacía desdeñar lo primero que
encontraba ante sí para ir a buscar algo más
rrez pone de relieve la lucidez que entraña
estable, más firme, y los más altos espíritus
la locura del protagonista, mientras incide vienen siglo tras siglo pugnando para que pu-
en la importancia de mantener y practicar, rifiquemos nuestro espíritu heroico, haciéndo-
a pesar de la cruda imposición de la reali- lo cada vez más cristalizado. Es un trabajo de
dad, la lucha activa por defender los ideales amor. “La profesión de mi ejercicio”, dice Don
y las convicciones. Un empeño y una cuali- Quijote, “no consiente ni permite que yo ande
de otra manera. La vida tranquila y el reposo,
dad que adquiere, para el director, sentido
allá se inventó para los cortesanos, la inquietud
poético y transhistórico. Así lo expresa el y las armas solo se hicieron para aquellos que
propio Ángel Gutiérrez en la presentación en el mundo se llaman caballeros andantes”.
de su versión, titulada precisamente “Rea- Y, en efecto, su ser es inquietud, movimien-
lidad y poesía”, en la que propone, ade- to, trascender de sí mismo. No es casi cuerpo,
más, una actualización de la lucha heroica es, en definitiva, espíritu16.

15
Luciano García Lorenzo, “Don Quijote en la escena española (2005). De la comicidad al testimonio político”, en
Actas del VI Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas, ed. de Alexia Dotras Bravo, Madrid, Centro
de Estudios Cervantinos, 2008, p. 18. El dossier para la adaptación de Ángel Gutiérrez, ya citado, incluye asimismo
una referencia de Javier Villar, de El Mundo, a la “grandeza moral del personaje” y a “su ética ejemplar que acaba
contaminando a Sancho” (www.publiescena.es/media/ pressdoc/31255/01_021.../Dossier_Quijote1.pdf).
16
Así puede leerse en el mencionado dossier, que se realizó con motivo de una representación reciente de la obra
(www.publiescena.es/media/ pressdoc/31255/01_021.../Dossier_Quijote1.pdf). La cita de Don Quijote corresponde
al Capítulo XIII de la Primera Parte de la novela. La referencia del director a los duros tiempos presentes, así como
su evocación de la alta misión de Don Quijote hacen pensar asimismo en el discurso de la Edad Dorada, que, como
expresión del sueño de justicia y del ideal utópico de Don Quijote, adquiere una gran relevancia en la versión al ser
recitado con gran inspiración por Germán Esteban ante un Sancho atónito, magistralmente interpretado por José
Luis Checa Ponce, que imprime en el personaje el gesto y la actitud exacta y que aparece, en toda ocasión, perfec-
tamente complementado con su amo.
DOSSIER

305

Entre tantas versiones soñadas desde el BIBLIOGRAFÍA


exilio, la de Ángel Gutiérrez, excelente mo-
delo de adaptación escénica de la novela de Azcue, Verónica. “Cervantes, Don Quijote y San-
Cervantes, logró regresar y hacerse real en cho Panza en el teatro del exilio”, en C e r-
vantes: Bulletin of the Cervantes Society of
su país de origen. Integrada ya plenamen-
América, Vol. 35, nº2, (Fall 2015), pp.
te en el sistema teatral español, constituye, 161-192.
sin duda, una pieza única y singular17 que
Cervantes, Miguel de. Don Quijote de la Mancha.
conjuga la lección humanista con la ex-
Ed. de Martín de Riquer.
traordinaria formación teatral que su autor
recibió en Rusia. Barcelona: Editorial Juventud, 1985.
García Lorenzo, Luciano. “Don Quijote en la esce-
na española (2005). De la comicidad
al testimonio político”, en Actas del VI Congreso
Internacional de la Asociación de Cervantistas.
Ed. de Alexia Dotras Bravo. Madrid: Centro de
Estudios Cervantinos, 2008, pp. 18-28.
Gutiérrez, Ángel. “Mi vida en el arte de Rusia”, en
El exilio republicano de 1939 y la
segunda generación. Ed. de Manuel Aznar Soler
y José Ramón López García. Sevilla: Editorial
Renacimiento, 2011, pp. 98-102.

---- . “Realidad y Poesía”. www.publiescena.es/


media/pressdoc/31255/01_021...
/Dossier_Quijote1.pdf. Consultado el 15 de julio
de 2016.
Kharitonova, Natalia. “El teatro del exilio republica-
no español de 1939 en la antigua
Unión Soviética”, en Acotaciones, 24, (enero-junio

17
El director exiliado en México Álvaro Custodio realizó también a su regreso a España una adaptación de la no-
vela titulada El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, versión escénica en seis jornadas y un epílogo. Esta fue
compuesta con el patrocinio del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música del Ministerio de Cultura.
Custodio tenía, al parecer, el proyecto de estrenarla en El Escorial o en México, pero nunca llegó a ser represen-
tada. Se conserva una copia mecanografiada inédita de la versión en el archivo de Rafael Lapesa, a quien el autor
dedicó la obra en octubre de 1987.
306

de 2010), pp. 105-118. desconocida/intelectual/medinesa. Consultado


el 10 de julio de 2016.
--- . “Escena y literatura dramática del exilio re-
publicano de 1939 en la Unión Don Quijote. Adaptación escénica de Ángel
Gutiérrez. Representada por el Teatro de
Soviética”, en El exilio teatral republicano de 1939
en Europa. Ed. de Mario Cámara Chéjov. Grabaciones de vídeo
conservadas en el INAEM.
Martín Gijón, Sevilla, Renacimiento, 2015, pp.
153-185. Imágenes del espectáculo Don Quijote. Teatro de
Cámara Chéjov.
Valente, José Ángel. “Sobre el tiempo presente”,
en Obra poética 1: punto cero (1953-1976). www.publiescena.es/media/pressdoc/312 1... /
Madrid: Alianza Editorial, S.A., 1999, pp.385- Dossier_Quijote1.pdf.
387.
Villán, Javier. “El teatro es una misión no una mer-
cancía”, El cultural, 15 de diciembre
de 2005: http://www.elcultural. com/articulo_imp.
aspx?id=16134. Consultado el 16 de julio de
2016.
s/a. “Una desconocida intelectual medinesa”,
Diario de Burgos, 9 de marzo de 2014:
http://www.diariodeburgos.es/
noticia/Z684A9873-B2B2-
942A22A0F2E070F96AC2/20140309/


DOSSIER

307

Contrapuntos del caballo


sin pedigree en León
Felipe y en Pablo Picasso De “Vencidos” a “La gran aventura”

Fallecido León Felipe el 18 de sep-


tiembre de 1968, en 1969 se publicó
josé maría balcells
póstumamente su libro de poemas inspira-
Universidad de León
do en la cabalgadura de don Quijote, libro
al que su autor puso el nombre que el hi-
dalgo manchego había elegido para su ca-
Resumen: La identificación de Rocinante
ballo, Rocinante. El proceso que se produ-
con el caballo sin pedigree utilizado por los jo en la poesía del zamorano hasta otorgar
picadores en las corridas de toros aparece a Rocinante el protagonismo que en dicha
en el poema “La gran aventura”, del libro obra se constata comenzaba desde mucho
¡Oh, este viejo y roto violín (1965) y se de- atrás en sus versos, teniendo como punto
sarrolla en Rocinante (1969). En esta obra de partida el poema “Vencidos”, de título
tan elocuente, y que pertenece a Versos y
Painting, León Felipe, Pablo Picasso,
Key words: XX Century, Poetry and

de León Felipe se identifica el hablante con


oraciones de caminante, cuya gestación se
este tipo de caballo taurino atribuyendo a alargaría durante una década, pues comen-
Tauromachy, Bull and Horse.

la pintura taurina de Picasso la identifica- zaba en 1920, finalizándose en 1930.


ción con la bravura del toro agrediendo al En la referida composición el rocín del
caballo. Quijote es visto como fiel compañero de
desventuras, y tan vencido como su jinete.
Abstract: In the poem “La gran aventura”, Y a los dos, a caballo y a caballero, el ha-
blante poemático desea unir sus pasos en la
from the book ¡Oh, este Viejo y roto vida, porque se siente muy próximo a los
violin! (1965), appears the identification of quebrantos que ellos han experimentado, y
Rocinante with a horse without a pedigree. en su compadecimiento le grita una y otra
pintura, León Felipe, Pablo Picasso,

That theme will be developed in the book vez a Alonso Quijano (…): Hazme un sitio en
Palabras clave: Siglo XX, Poesía y

tu montura
Rocinante (1969). Within that work by
Tauromaquia, Toro y caballo.

Leon Felipe the speaker is identified with y llévame a tu lugar;


that breed of horse and also attributed to hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado,
the taurine paintings of Picasso an empathy hazme un sitio en tu montura
with the bull´s brave stance when it attaks que yo también voy cargado
de amargura
the horse.
y no puedo batallar.1
308

A partir de Versos y oraciones de cami- Caballo sin prestigio


nante el pretexto del caballo de don Quijo-
En uno de los momentos iniciales de “La
te desaparece durante mucho tiempo en la
gran aventura” reconoce el hablante que
poesía de León Felipe, pues no se aborda
está de acuerdo con la altísima opinión que
en ninguna de las ocho obras que escri-
bió en las décadas de los treinta, cuarenta don Quijote tuvo de su jamelgo, al que con-
y cincuenta, es decir: Drop a Star (1935), sideraba por encima incluso de Bucéfalo y
La insignia (1937), El payaso de las bofe- de Babieca, los míticos caballos respectivos
tadas y el pescador de caña (1938), Espa- de Alejandro el Magno y del Cid Campea-
ñol del éxodo y del llanto (1939), El gran dor. Esa estimación coincidente se la hace
responsable (1940), Ganarás la luz (1943), saber al propio Rocinante, al que le dice:
Llamadme publicano (1950) y El ciervo “(…) tu gloria es superior a la de todos los
(1958). El asunto de Rocinante, así pues, ´pura sangre´ del mundo.”, añadiendo acto
no iba a ser recuperado ni en la preguerra seguido que “Tu estirpe, como quería tu se-
de España, ni mientras se produjo la con- ñor,/ arranca de ti mismo.”3
tienda bélica, ni a lo largo de bastantes Ocurre, sin embargo, que tal semejanza
años después, ya en el exilio, puesto que en el aprecio no solo no impide, sino que
habrían de transcurrir hasta siete lustros se compasa con el reconocimiento de con-
completos para que el escritor volviese a formidad con la descripción que del rucio
dejarse inspirar poéticamente por el rucio hace el narrador de la novela, el cual lo re-
de la magna novela cervantina. Rocinan- trataba, en el capítulo primero de la parte
te reaparecerá, en efecto, en el conjunto primera, en contrapunto con la imagen de
de 1965 ¡Oh, este viejo y roto violín!, y en él creada por el hidalgo manchego, como
concreto en su libro primero, al que tituló un rocín con “…más tachas que el caballo
“La gran aventura”, en el que el poeta se de Gonela, que tantum pellis et ossa fuit.”,4
reencuentra con don Quijote para vivir con aludiendo a la montura descarnadamente
él, como escribía Juan Rejano en 1964, ósea del renombrado bufón de la corte de
la gran aventura, la suprema aventura, la
los duques de Ferrara. En convergencia
que le faltaba al hidalgo manchego para su- con esa forma de presentarlo, el hablante
blimar su vida extraordinaria, su inigualable le reconoce al caballo que no tiene “pedi-
historia.2 gree…”, una falta de prestigio que facilita

1
León Felipe, Poesías completas, edición de José Paulino, Madrid, Visor, 2004, 88. (Todos los textos poéticos
de León Felipe que se aduzcan en este estudio se citarán por esta edición, a la que se hará referencia como PC).
2
Juan Rejano, “La gran aventura”, en Artículos y ensayos, 216.
3
PC., 735.
4
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, 37.
DOSSIER

309

que se identifique con él, con quien com- balgadura en los cosos taurinos. Y en ellos
parte igualmente haberse visto abocado a destaca porque ese cometido lo asemejaría
múltiples oficios tenidos por bajos. Y esa a los esclavos y a los cristianos arrojados al
aureola prestigiosa de la que carece va a circo romano para morir ante los especta-
contársela en el siguiente fragmento de ese dores que poblaban los graderíos, en una
texto al que, no sin acaso, puso el subtítulo muerte que a los creyentes en Cristo los
de “Poema anti-épico”: convertía en mártires. Y precisamente “con
arreos del martirio” es sacado a la arena
Te he visto amarrado a los oficios más villanos; el jaco, eso sí con “…un pañuelo escarlata
te he visto como un penco menestral, cegándole los ojos…”, según acabamos de
te he visto uncido en una noria;
leer en el poema.
te he visto en las madrugadas, arrastrando una
carreta de legumbres, A continuación se procede a identificar
y a veces, el mismo carro municipal de los des- a los enemigos de esa víctima de las plazas
perdicios. de toros, prescindiéndose del referido “sol
Y una tarde que te llevaron a nuestra ´Fiesta bra- enemigo”, y enfatizando tres: el público
va´ que blasfema, se burla y grita; el toro, y las
te vi en el ruedo amarillo garrochas, enemigo éste incomprensible si
como un esclavo o un cristiano
se toma la palabra en su literalidad, pues
del César en el circo…
Ibas disfrazado con los arreos del martirio. esta clase de vara terminada con una punta
Unas gualdrapas andrajosas de acero se emplea contra el toro, no con-
y un pañuelo escarlata cegándote los ojos… tra el caballo. Sin embargo, las garrochas
-¡para que no vieras la muerte!-, podrían ser enemigas del caballo si se tiene
Allí estabas bajo un sol enemigo, en cuenta que la tauromaquia regula que
entre cuernos y garrochas; el picador utilice su montura para herir al
entre blasfemias, burlas y alaridos…
(…)
cornúpeta, convirtiéndola en víctima en la
Yo te he querido siempre, Rocinante. medida en que se la hace cooperadora nece-
En ésta nuestra ´Fiesta brava´ saria de ese uso sangriento. Y ha de notarse
siempre he vertido una lágrima por ti…5 aquí, por tanto, que el toro no nos es pre-
sentado como víctima en la tauromaquia,
De este pasaje se desprende que, de en- pese a su cierta muerte en el ruedo, sino
tre los oficios más villanos a los que se ha como uno de la tríada de agresores, despla-
sometido al caballo, uno destaca por su zándose la adjudicación del rol habitual de
dimensión martirial, el de servir como ca- víctima desde el astado al jamelgo, pese a

5
PC., 735.
310

que en la época en la que se puede situar el llo que tal pañuelo le tapa, no los ojos, sino
contexto histórico del poema el caballo de tan solo “el ojo derecho…”.6 Leve modifi-
los varilargueros raramente podía morir, a cación, desde luego, pero nada ociosa, pues
causa del peto protector introducido en las con ambos ojos cegados el caballo no solo
corridas casi al término de la década de los no iba a ver la muerte, que procedería de
veinte. las acometidas del toro, sino que tampoco
vería por donde pisa. Y con un ojo cubier-
Rocinante en Rocinante to, no dos, sí sabe por donde va, y como
Al frente de su libro Rocinante explicaba ese ojo es el derecho se le impide distinguir
León Felipe que el arranque y el núcleo de a su oponente, a la muerte potencial, por-
esta obra fue en gran parte el poema al que que se le sitúa de modo que el astado pueda
nos estamos refiriendo, “La gran aventu- embestirlo justo por su lado derecho.
ra”, pues desarrolló muchas de las líneas En el fragmento cuarto del poema recrea-
del mismo hasta convertirlas en cantos y en do se constata otra modificación respecto
capítulos. En el breve prefacio indica tam- al texto de “La gran aventura”, pero de ín-
bién que había insertado algún que otro dole distinta a la recién comentada, ya que
comentario para el mejor entendimiento de consiste en ampliar el número de actantes
distintos pasajes. que agreden al caballo que montan los va-
Si se confrontan los versos de “La gran rilargueros añadiendo a los llamados mo-
aventura” que recién reprodujimos con nosabios, a los que vitupera como “sádicos
su ampliación en Rocinante se observará piojos rojos!”, dado que van vestidos habi-
que, manteniendo lo nuclear del discurso tualmente de ese color. Ellos conducen por
de años atrás, e incluso repitiendo literal- el ruedo al equino a base de latigazos. Y en
mente alguna que otra línea, por lo común este punto se introduce un dardo mordaz,
el texto ha sido recreado, introduciéndose en forma de elogio irónico, contra algunos
en algún supuesto un matiz conceptual que elementos característicos contrapuestos de
lo precisa. Lo ejemplificaremos aducien- la tierra de la Mancha. Aludimos a la in-
do aquel momento en el que, en “La gran citación al idealismo amoroso que pudo
aventura”, se lee que el caballo de los pica- suscitar Aldonza Lorenzo, la moza labra-
dores lleva un pañuelo de color escarlata dora del Toboso que será convertida por
que le ciega los ojos, y en cambio en su co- don Quijote en Dulcinea, y el crudo realis-
rrelato en el fragmento tercero de Rocinan- mo de los arrieros y del fresno con el que
te apreciamos que el poeta le dice al caba- se hacen, cuando no con madera de haya,

6
Íd., 903.
DOSSIER

311

las varas de los picadores. La contraposi- que se designa al espectador ignorante de


ción irónica se completa con la referencia las corridas, “mitad patán y mitad turis-
a los monosabios, atribuyéndoles a los de ta.” Y aquí permítaseme indicar que siendo
la patria chica de Aldonza, el Toboso, el cierto que el vocablo hizo fortuna en Méxi-
dudoso honor de ser los más renombrados co más que en España, de donde fue impor-
de España: tado, en realidad parece que a principios
del XIX, si no a fines del XVIII, esa voz no
(¡Oh tierra de la Mancha! es un mejicanismo,8 y ya se empleaba para
por tus varas elásticas de fresno, referirse a quienes eran tenidos por tontos,
por tus arrieros,
atribuyéndoles ser originarios de una villa
por tu Aldonza Lorenzo
y por tus monosabios
inexistente, la de Melón. Sobre tal base, un
eres también famosa en toda España. crítico taurino, Antonio Peña y Goñi, apli-
Ya desde los tiempos de Cúchares có el término a los aficionados a los toros
los mejores monosabios de la península que apenas saben nada pero se consideran
eran del Toboso: ¡sádicos piojos rojos!)7 sabelotodo. Y ese concepto donde hizo for-
tuna fue en México, verdaderamente.
No aparecía en “La gran aventura” el A esta clase de individuos de referencia
pretexto que desarrolla León Felipe en los les correspondería el calificado genérico
fragmentos quinto y sexto, el de Rocinante de villamelones a secas, porque en los to-
llevado a una plaza de toros concreta, la ros no puede dejar uno de encontrarse con
del distrito federal mejicano, la Monumen- “el gran villamelón, el sabio villamelón”,
tal Plaza México, el coso más grande del un tipo perteneciente a un grupo “de una
mundo por su aforo de cincuenta mil es- academia taurino-española-mexicana don-
pectadores, aforo recordado dos veces en el de están los grandes doctores que definen.”
texto poético del zamorano. A los asisten- Acto seguido León Felipe justifica que deba
tes a las funciones taurinas de ese anfiteatro generalizarse a todos los asistentes el vo-
los ridiculiza al calificarlos indiscriminada- cablo de villamelones, porque ninguno de
mente como “villamelones”, una palabra entre ellos se habría percatado aún de que
en la que diferencia dos categorías, y que le el espectáculo taurino es “el simulacro gro-
merece una extensa y burlesca nota. tesco y plebeyo de un poema épico mal he-
Señala en ella que se trata de una voz cho.”9 La generalización omnicomprensiva
mejicana utilizada en el país azteca con la y ridiculizadora de todos los espectadores

7
Íd., 904.
8
No la tiene por tal María Luisa Capella en su estudio La huella mexicana en la obra de León Felipe, 74-75.
9
PC., 905.
312

de dicha plaza se efectúa valiéndose el poe- mejicana en el que se produjo la identifica-


ta de la palabra “Toos”, en vez de “todos”, ción solidaria del hablante con el rucio, en
en un remedo coloquial que puede presu- el sexto dicho hablante finge que ha vuelto
ponerse caricaturesco. al mismo escenario de nuevo, espectador
A esta generalización que se lee en el entre tantos miles de villamelones, a quie-
fragmento quinto, y tan reveladora del nes incita a que miren al ruedo, porque en
antitaurinismo del zamorano, va a añadir el centro de ese anillo está don Quijote. El
otra, como si de una nota interna aclarato- hidalgo se encuentra ahí para defender a
ria se tratase. En ella generaliza a España el su caballo, no de todos los agresores refe-
calificado negativo de villamelones dicien- ridos, sino de uno en particular, el público,
do que “En realidad España no es más que los asistentes al espectáculo, a quienes reta
un ´glorioso pueblo´/ con más de 30 millo- y conmina a que bajen a la arena para ba-
nes de villamelones.”10 tirse con él, que está solo, mientras ellos
En la expresión “glorioso pueblo” se suman 50.000.
manifiesta una ironía considerable al con- El hablante no se limita a describir esa
traponerse el adjetivo “glorioso” con su pa- escena imaginaria, sino que entra y sale
recer según el cual la tauromaquia resulta, de la misma a conveniencia, en un juego
como antes ya se adelantó, “el simulacro ficcional entre dos niveles fictivos, el de la
grotesco plebeyo de un poema épico mal supuesta realidad exterior al poema, y el
hecho.” Repárese que la segunda generali- del propio poema. De él sale para poner-
zación es del todo indiscriminada, pues no
se del lado de don Quijote, afeándole a los
distingue entre los antedichos más de trein-
circunstantes que no se avergüencen de este
ta millones de españoles a los taurómacos,
hecho abusivo, y grita “¡Villamelones! ¡No
a los antitaurinos y a los indiferentes al es-
os da vergüenza!”11 Justifica que esta ex-
pectáculo, convirtiendo al total de habitan-
tes de España en partidarios del mismo, no presión no la haya empleado el caballero,
sin que se deduzca de su aserto el carácter sino él, pues no existía en su tiempo, ha-
antielitista de las corridas de toros, su na- biéndose valido Alonso Quijano de aquella
turaleza popular, pero de un popularismo otra con la que se dirigió a los yangüeses,
“plebeyo”, degenerado. “Hi-de-putas”. Pero nadie bajó al redondel
Si en el fragmento quinto se rememora para enfrentarse con el desafiante caballe-
un festejo taurino en el coso de la capital ro, y como no hubo contienda tan desigua-

10
Ibídem.
11
Íd., 906.
DOSSIER

313

lísima de la que dar cuenta, el escritor se antepuso el título de “La intrépida metá-
dispone a proseguir su poema para finali- fora demiúrgica”. En el cuarto de ellos se
zarlo en el fragmento séptimo. recupera el asunto taurino, aquí reiteran-
Cinco partes comprende la composición do, pero con más demora, el pretexto de
de Rocinante “Biografías paralelas”, en las agresiones recibidas por el caballo por
cuyo fragmento inicial el hablante le dice parte de uno de los cuatro enemigos suyos
al rucio de don Quijote que entre ambos ya conocidos, el monosabio, que utiliza va-
ras de fresno, como el picador, pero a dife-
hay varias semejanzas, de ahí el título del
rencia de éste no contra el toro, sino para
poema, entre ellas su común carencia de
golpear a la montura del jinete. Y como sea
pedigree.12 Pero ese aserto no obsta para que Rocinante es visto desde una perspec-
que en el siguiente fragmento se ensalcen tiva poética real, en el sentido de que real
las excelencias de Rocinante mientras se significa una realidad verdadera, el mono-
exponen sus propias miserias, remarcán- sabio encarna una realidad falsa y antipoé-
dose así algunos distingos que los separan, tica, la antipoesía de una Mancha que se
y en virtud de los cuales el caballo se valora contrapone y contrarresta la idealización
por encima de sí mismo Proseguirán más de una tierra incapaz de seguir, como hizo
comparanzas convergentes en los fragmen- el Quijote, un ideal ennoblecedor, una
tos tercero y cuarto, estableciéndose en el Mancha que es representada por un mono-
quinto una coequiparación entre los dos sabio autóctono sádico y sórdido que
como no la hubo antes en la obra de León
cree que tú no eres más que un rocín escuálido
Felipe: al que hay que sacudirle con vesania
en las canillas indefensas
Mi biografía es como la tuya. con las varas elásticas
Aquí en este libro van las dos juntas. de los altos fresnos de su pueblo
En realidad cuento mi vida para ponerlo frente al toro.14
como si contase la tuya
y cuento tu vida como si contase la mía.13
En el poema “Retrato” alinea León Fe-
Sigue a “Biografías paralelas” otro poe- lipe al rucio de don Quijote con Picasso,
ma desarrollado en fragmentos, al cual se a quien se ha considerado co-protagonis-

12
Buena conocedora de la vida y de la obra de León Felipe, María Teresa León identificaba al poeta con ese
caballo sin estirpe al conocer la muerte del zamorano. Cf. Memoria de la melancolía, 222.
13
PC., 914.
14
Íd., 918.
314

ta del libro Rocinante,15 y cuestiona que el pintor de España que mejor relincha en el
pintor malagueño pintase nunca al jamelgo orbe mundial, entonces se sigue que sería el
del ingenioso caballero manchego, porque adelantado en la lucha en pos de lo justo.
lo que habría pintado fue algo más impor- Sin embargo, como ese elogio está escrito
tante, su relincho, su relincho rabioso, un en clave irónica, ha de reconsiderarse, ser
relincho que varios poemas después, en el deconstruido y minimizado.
que lleva por título “¡Vamos a relinchar!”, Y el texto poético de referencia consti-
equivale a la lucha por la justicia. Y en tuye un mentís de tal alabanza, porque ese
esa lucha se involucra el dicente, codo con genio de la pintura, acaso por una cuestión
codo con el caballo y con el pintor mala- personal de carácter onírico y equino-freu-
gueño, de ahí que anime a esa lucha con diana, según dice León Felipe que le había
estas palabras: contado Juan Larrea,17 cuyo pensamiento
fue tan fecundo para él,18 puede estar lu-
¡Hay que aprender a relinchar! chando junto a Rocinante por la justicia
A Picasso le gusta mucho relinchar… al mismo tiempo que es insensible ante la
Y a mí también me gusta mucho relinchar…
injusticia que se comete contra el propio
Rocinante…¡Vamos a relinchar!16
Rocinante, injusticia que, en cambio, de-
“Picasso (o los dos tuertos)” nuncia la voz poética.
Esta diferente actitud respecto al caballo
Pero este ir de la mano los tres, Roci- está implícita en la alusión entre parénte-
nante, Picasso y él, compañeros de viaje en sis “a los dos tuertos” del título del poe-
el combate por la justicia valiéndose de la ma. Un tuerto sería Rocinante cuando es
fuerza del relincho, va a deconstruirse en el conducido al ruedo de los cosos taurinos
poema “Picasso (o los dos tuertos)”, dedi- con su ojo derecho tapado, y con quien se
cado al artista andaluz, de quien se dice con identifica la voz de León Felipe, que en su
ironía en la dedicatoria que es “el pintor virtud también se habría transmutado en
español que relincha mejor del mundo.” La sueños en el mismo tuerto, y el otro tuerto
lectura de esta dedicación deja flotando en sería Picasso, con un ojo tapado también,
el aire la idea de que si el relincho equivale pero el izquierdo. Y tapado no por un “ple-
a combate por la justicia, y Picasso es el beyazo monosabio de la Mancha”, como

15
Cf. Emilio Miró, “España en León Felipe: de la tierra al mito”, 61.
16
PC., 935.
17
Juan Larrea escribió el primero de los estudios monográficos sobre el cuadro “Guernica”. Apareció en Nueva
York en 1947, editado por Curt Valentín, con el título de Guernica: Pablo Picasso.
18
Acerca del influjo de Juan Larrea en León Felipe, se remite a la introducción de José Paulino a Ganarás la luz,
60-69.
DOSSIER

315

el caballo, sino por alguien distinguido so- que Picasso había asistido a diversas co-
cialmente, el parisino Rene Clair, en una rridas que tuvieron lugar en esa localidad,
referencia errónea, pues el verdadero refe- habiendo dado pretexto uno de los festejos
rente “es la conocida fotografía del pintor que presenció allí para la creación del lien-
Picasso at La Californie, Cannes, France, zo cubista de 1912 que lleva por título “El
realizada por Irving Penn en 1957.”19 Y no aficionado”, un lienzo en el que se puede
se descarte en modo alguno que la alusión leer, en su parte superior izquierda, la pa-
al ojo izquierdo tenga carácter político: labra Nimes, y en esa misma parte, pero en
Picasso, pese a ser un símbolo del comu- su extremo inferior, y en francés, “Le to-
nismo y de la izquierda intelectual, habría rero”. En esos festejos nimeños, en uno de
sido incapaz de entender la injusticia come- los cuales, varias décadas después, el torero
tida con Rocinante. mejicano Carlos Arruza, le brindó la muer-
Para justificar ese punto de vista dice te de un toro,20 y en tantas otras corridas
el hablante haber soñado la noche ante- como pudo presenciar en el Sur de Francia,
rior que le llevaban al anfiteatro de Nimes contemplaría el malagueño al jaco desde
como “caballo grotesco de sacrificio”, pues un prisma contrapuesto al del zamorano, y
en su visión onírica ya el caballo y poeta éste se lo recuerda al inicio del poema “Pi-
se identifican, culminándose en este poema casso (o los dos tuertos)”:
un proceso que se iniciaba desde la solida-
ridad con el jamelgo y continuó estable- Yo también sueño con el caballo…
ciendo semejanzas con él tras percatarse de y mis sueños los defiendo y los valoro
los parecidos que entre ambos había. de una manera diferente.
Después de haber imaginado al caballo Yo sueño con frecuencia que soy Rocinante…21
de don Quijote en el ruedo de la Monu-
mental Plaza México en el primero de los Y ahí está la diferencia fundamental, en
poemas del libro Rocinante, ahora la arena esa declaración de que a menudo sueña
taurina será francesa, la del coliseo romano que es Rocinante. León Felipe se identifi-
de Nimes, coso elegido expresamente por- ca con el caballo llevado a la fuerza donde

19
José-Ramón López García, “León Felipe ante Pablo Picasso, la metamorfosis quijotesca de Rocinante (1969)”,
458.
20
En correspondencia con el brindis, el pintor malagueño le dedicaría su dibujo “Corrida de los ángeles”, escribién-
dole una dedicatoria que, además de ser personal y de carácter taurino, era también política, ensalzando a los gober-
nantes mejicanos que acogieron a exilados procedentes de España. Decía así: “A Carlos Arruza, que me brindó su
magnífica faena hoy, aquí en Nimes, dándole las gracias más expresivas por la acogida que en México se le ha dado a
los refugiados españoles.” Uno de los españoles que se refugiaron en territorio mejicano fue precisamente León Felipe,
tío del torero azteca, el cual se comportó muy generosamente con él. Cf. Ángel Villatoro, León Felipe, 30-31.
21
PC., 942.
316

será agredido por la fusta del monosabio, con un ojo solo,


por los gritos de entusiasmo del público, con un ojo de cíclope,
con tu gran ojo solar
por las astas del toro, y por la espuela de
te daban el aire de un Gran Apolo tuerto.23
quien lo enfrenta al cornúpeta. Y Picasso
no solo habría sido insensible a esas agre- A la contraposición irónica de llamar a
siones, sino que en su caso se solapan dos Picasso “gran Apolo tuerto” sucederá en
agresores en uno, pues asiste complacido a los versos siguientes el victimismo, también
ese espectáculo sin compadecerse del caba- irónico, de contraponer un “viejo-poeta-ja-
llo de picar, y también jalea el poderío del melgo” a toda una celebridad mundial, a
toro que lo embiste, lo derriba y lo hiere. Y la que se pide incluso perdón por su vil
el caso es que, de haber conocido León Fe- insignificancia al decirle “¡Perdóname,
lipe que el artista hizo un día la confidencia maestro!” Y apunto que cabe no descar-
de que le hubiese gustado ser picador de
tar un empleo taurino de la voz “maestro”
reses bravas -esa figura le fascinó desde tan
en este supuesto, acaso potenciando, si no
pronto que fue asunto del primero de sus
es a la inversa, su magisterio en la pintura.
grabados, realizado a sus dieciocho años, y
Los dos están frente a frente en la plaza,
representando probablemente a un piquero
uno en el redondel como caballería, y con
conocido como El Zurdo-,22 acaso habría
el ojo derecho cubierto, rebajando esta vez
caído el zamorano en la tentación de au-
León Felipe el carácter cutre del pañuelo
nar a tres agresores en uno solo. El retrato
rojo que cubre el ojo, pues ese pañuelo se
que de Picasso se hace como asistente a las
ha convertido en “una sucia bayeta roja”,
gradas de Nimes resulta caricaturesco, ridi-
a la que se “hizo luego un nudo grotesco en
culizante a fuer de irónico, pues se le dice:
el cogote.”24
Allí estabas tú No sin reconfortar a Picasso recordán-
en tu Tendido de Sol dole que le está hablando nada más que de
con tu sombrero cordobés un sueño, en ese mismo ámbito onírico se
-que por cierto te sienta muy mal… produce una escena de manera súbita, la de
(quítate ese sombrero,
la embestida del toro al caballo, derribán-
pareces un vulgar cuatrero andaluz de la remon-
ta)-. dolo junto a su jinete, y además el cornú-
Pero tu atuendo y tu apostura -por otro lado- peta “desbarata la gualdrapa”, en alusión
tal como estás en el retrato de René Clair al peto protector de los jacos de picar, aquí

22
Cf. Dore Ashton, “La tauromàquia de Picasso”, 47.
23
PC., 942.
24
Íd., 943.
DOSSIER

317

elevado a la categoría de cobertura orna- retenía en su memoria el artista desde los


mental de las ancas equinas. Ya en el suelo, años en que, de niño, su padre le llevaba al
el poeta que sueña que es jamelgo, y que coso de La Malagueta, en su ciudad natal.
ese jamelgo es Rocinante, le describe al ar- Pero no debió ser a este dibujo al que
tista malagueño la cogida: apuntaba el poeta zamorano. Según mi cri-
terio, se señala en su texto a un aguafuerte
de 1921 con matiz de zinc, y sobre papel
me engancha por el lado indefenso del pescuezo,
casi por la quijada…
carbón, que se ha podido titular “Toro
y desnudo, atacando a un caballo”. Si uno confronta
completamente desnudo dicha creación con el pasaje del poema que
me lleva por el aire ya se ha trasladado, puede llegar a concluir
enarbolándome, que, basándose en ese aguafuerte como es-
sacudiéndome
como una bandera de triunfo,
tímulo de partida, el poeta dio luego entera
hasta debajo del mismo tendido de Sol libertad a su genio creativo para que plas-
donde estabas tú viendo el espectáculo.25 mase la escena que hemos leído.
Mi hipótesis se fundamenta en que, en
Ante semejante cogida, la pregunta que “Toro atacando a un caballo”, se ve cómo
puede asaltarnos es si el poeta tuvo in men- el cornúpeta clava un cuerno precisamen-
te alguna creación picassiana al describir el te en el cuello de su víctima, derribada en
lance y, si me interpelo a mí mismo, la res- el suelo. Bien es verdad que esta creación
puesta es positiva. Pero ¿a qué creación del picassiana no se da en un ambiente tauri-
pintor estaría apuntando? Si uno repasa las no. Sin embargo, no resulta menos cierto
obras picassianas en las que el toro cornea que se inscribe en el contexto temporal de
al jaco que monta el varilarguero, se com- la fascinación del artista por el ataque del
prueba que en 1917 firmaba el malagueño toro contra el caballo que comenzó a moti-
su “Caballo corneado” que se exhibe en varle desde 1917, y del que surgieron mu-
el Museo Picasso de Barcelona en gracia a chos dibujos y grabados durante la década
una donación de pintor hecha en 1970. Se de los años veinte, entre ellos la obra a la
trata de un dibujo realizado a lápiz grafito que nos estamos refiriendo. Y pudiera ava-
sobre tela con imprimación ocre. En él se ve lar esta idea, además, el que las creaciones
un caballo desnudo y todo huesos de cuyo aludidas revisten una manifiesta connota-
flanco derecho penden sus tripas a causa de ción sexual, refrendada en la doble referen-
la herida por asta. Escenas de este tipo las cia a la desnudez del caballo, connotación

Ibídem.
25
318

a la que ya se nos remitía el comienzo del poeta a Picasso que ese comportamiento
poema: suyo lo escuchó y lo estuvo viendo con su
Picasso… ojo izquierdo descubierto, tal vez ironizan-
ya sé que tienes un viejo pleito onírico con el ca- do de nuevo con ese ojo izquierdo del ma-
ballo;
lagueño que se entusiasmaba con el poder
y Juan Larrea me ha contado alguna vez
tus sueños equino-freudianos.26
del cornúpeta y no veía la tragedia de su
víctima, el caballo, una víctima, eso sí, que
el toro no propició, debido a que es un agre-
Y ese pleito onírico equino-freudiano se
sor forzado a serlo, y en este sentido puede
sustentaba en que en el toro se subsume el
interpretarse como otra víctima también,
elemento masculino, y en el caballo el fe-
al igual que lo serían simbólicamente toro
menino, de ahí que desde los años treinta la
y caballo en el ´Guernica´.28 En coherencia
dimensión de lucha erótica que esta pareja
con lo que se expresa en el poema “Picasso
encarnaba se transfiriese al cornúpeta y a
(o los dos tuertos)”, no extraña que en otra
la mujer que se desempeña como torera, composición del libro Rocinante, la titula-
como se constata en la serie de grabados da “Sobre el ´Guernica´ (Elegía)”, se niegue
que componen su “Minotauromaquia”, que el caballo del célebre lienzo sea el de
realizada en 1935, y en la que se concentra don Quijote,29 afirmando que en realidad
un universo simbólico picassiano integrado es un hermano suyo “bastardo”, vocablo
por el caballo, el toro, la mujer violada y empleado probablemente aquí en el sentido
los indiferentes espectadores.27 de desnaturalizado de su pureza originaria.
Leíamos antes, en el pasaje que se repro- A modo de reflexiones epilogales, desta-
dujo del poema, que el toro llevó al caballo camos la peculiaridad del enfoque de León
prendido de su cornamenta hasta el lugar Felipe al haber asemejado a Rocinante con
del tendido de Sol en el que Picasso estaba la montura de los picadores en los ruedos,
viendo la corrida en Nimes. Y ese hecho así como la de su identificación con el rocín
-continúa diciendo el texto de León Felipe- cervantino cuando se le obliga al desempe-
hizo que el pintor se levantase de su asiento ño de su cometido taurino. El zamorano
para aplaudir con entusiasmo, celebrando inscribe su perspectiva en una tradición
el poderío del astado. Le cuenta después el artística preexistente de denuncia de tales

26
Íd., 942.
27
Cf. Josep Palau i Fabre, Picasso, 16.
28
Véase Violeta Izquierdo Expósito, Picasso y los toros, 10.
29
Pese a negar el propio León Felipe que el caballo del “Guernica” sea Rocinante, tampoco ha faltado algún pre-
tendido exégeta del zamorano que sostenga lo contrario, desautorizando al poeta, es decir que el caballo del cuadro
encarna al de la novela cervantina. Cf. la Introducción de Jorge Campos a León Felipe, Antología poética, 17.
DOSSIER

319

jacos como víctimas marginadas e irrele- OBRAS CITADAS


vantes en las funciones taurómacas, lo que
acreditan lienzos del romántico Eugenio ASHTON, DORE (1987), “La tauromàquia de Pi-
casso”, en AAVV, Tauromàquia, Barcelona,
Lucas como “Suerte de varas” y “Plaza
Ajuntament, 47-67.
partida”, o los de los noventaiochistas José CAPELLA, MARÍA LUISA (1975), La huella mexi-
Gutiérrez Solana “La corrida de toros” y de cana en la obra de León Felipe, México, Alejan-
Ignacio Zuloaga “La víctima de la fiesta”.30 dro Finisterre.
Pero en las obras de dichos pintores el ca- COBALEDA, MARIATE (2002), El simbolismo del
toro. La lidia como cultura y espejo de humani-
ballo de picar era llevado a una sangrienta
dad, Madrid, Biblioteca Nueva.
muerte segura en la arena, situación que en
los años sesenta en que el poeta escribe los GARCÍA, MANUEL (2014), Memorias de posgue-
rra: diálogos con la cultura del Exilio (1939-
textos comentados ya hacía más de tres dé- 1975), Valéncia, Universitat de València.
cadas que no se estaba produciendo.
IZQUIERDO EXPÓSITO, VIOLETA (2007), Picasso
Por consiguiente, en los años sesenta
y los toros, Madrid, CEU. Universidad San Pa-
ya no pudo identificarse León Felipe con blo, Cuadernos de Tauromaquia 16.
el caballo de picar bajo el pretexto de su
LARREA, JUAN (1947), Guernica: Pablo Picasso,
función utilitaria de espeluznante víctima New York, Curt Valentín.
en la arena, una víctima horrísona, pues
LEÓN FELIPE (1981), Antología poética, introduc-
los jamelgos de los picadores se escogían ción de Jorge Campos, Madrid, Alianza.
entre los más inútiles para el trabajo, en-
------------------- (1999), Ganarás la luz, edición de
tre los más débiles y viejos. Y esos jacos se
José Paulino, Madrid, Cátedra.
mostraban al público en contraste flagran-
te con la pujanza de robusta juventud del ------------------- (2004), Poesías completas, edi-
ción de José Paulino, Madrid, Visor.
toro bravo. Ante esa vía cerrada, el poe-
ta zamorano hubo de buscar otro camino LEÓN, MARÍA TERESA (1970), Memoria de la
melancolía, Buenos Aires, Losada.
para la defensa del Rocinante llevado a los
cosos, y ese camino fue el de la denuncia LÓPEZ GARCÍA, JOSÉ-RAMÓN (2015), “León
de su situación de víctima menospreciada Felipe ante Pablo Picasso, la metamorfosis qui-
jotesca de Rocinante (1969)”, en AAVV. Artea
como tal, valiéndose a este fin de la actitud eta Erbestea
taurófila exultante de Picasso.
(1936-1960), Arte y exilio (1936-1960), Carolina
Erdocia Castillejo, ed., Donostia, San Sebas-
tián.

30
Se remite al epígrafe “Las víctimas de la fiesta”, en el libro de Mariate Cobaleda El simbolismo del toro. La lidia
como cultura y espejo de humanidad, Madrid, Biblioteca Nueva, 2002, 131 y ss.
320

MIGUEL DE CERVANTES (1980), Don Quijote de


la Mancha, edición de Martínde Riquer, Barce-
lona, Planeta.
MIRÓ, EMILIO (1984), “España en León Felipe: de
la tierra al mito”, en AAVV, El viejo poeta po-
bre prodigio León Felipe, Madrid, Los Libros de
Fausto, 37-63.
PALAU I FABRE, JOSEP (1981), Picasso, Barce-
lona, Polígrafa.
REJANO, JUAN (2000), Artículos y ensayos, edi-
ción, estudio introductorio y notas de Manuel
Aznar Soler, Sevilla, Renacimiento.
DOSSIER

321

El Quijote en la obra
crítica de Carlos Blanco
Aguinaga It is difficult to separate the critical work and
literary work of Blanco Aguinaga and in his
memoirs we find one of the heirs of Don Quixote,
Anastasio Blanco, his father, who symbolizes
maría bueno martínez
many of our exiles.

Resumen: Carlos Blanco Aguinaga ha sido uno


Key words: Carlos Blanco Aguinaga. Literature.

de los hispanistas más destacados de la segunda


mitad del siglo XX. Sus trabajos abarcan desde el En la primavera y el verano de
siglo de oro a la época contemporánea. 1979, Carlos Blanco Aguinaga (Irún
Uno de sus artículos más canónico es el dedicado –Guipúzcoa-, 1926-La Jolla-California-,
al estudio de la picaresca, donde distingue entre el 2013), siendo profesor de la Universidad
realismo dogmático que representan las novelas de California- San Diego, consigue un per-
Exile. Cervantes. Unamuno

picarescas, como las de Mateo Alemán y el real-


miso de dicha institución, que le permite
ismo objetivo de los textos cervantinos, tanto sus
instalarse en Madrid donde trabajará pre-
novelas picarescas como en El Quijote.
Los otros dos artículos en los que me centro son
parando la segunda edición de la Historia
dos estudios sobre la lectura que Miguel de Una- Social de la Literatura Española, tras el
muno hizo del texto de Cervantes. éxito alcanzado con la primera. La labor de
Es difícil separar la obra crítica y la literaria de Carlos Blanco consistía en ponerse al cor-
Blanco Aguinaga y en sus memorias nos encontra- riente de la narrativa más reciente. Realizó
mos con uno de los herederos de don Quijote, An- esta tarea hasta que se aburrió, como nos
astasio Blanco, su padre, que simboliza a muchos narra en De mal asiento, segunda parte de
de nuestros exiliados. sus memorias: “de leer novelas y –lo recu-
PALABRAS CLAVES: Carlos Blanco Aguinaga,

erdo exactamente- según desayunábamos


Abstract: Carlos Blanco Aguinaga has been one una mañana le dije a Iris: <<Voy a escribir
Literatura, Exilio, Cervantes, Unamuno.

of the most distinguished Spanish scholars of the una novela>>. Me miró como si de repente
second half of the twentieth century. His works me hubiese vuelto loco. Me reí, terminé mi
range from the golden age to contemporary times.
café, y me senté frente a la máquina de es-
One of his most canonical articles is dedicated to
cribir” (2007: 290).
the study of the picaresque, in which difference
between dogmatic realism representing the
Un guiño irónico sobre sus inicios liter-
picaresque novels, like those of Matthew German arios que nos lleva directamente al primer
and purpose of the cervantinos texts, both his capítulo de El Quijote: “Él se enfrascó
picaresque novels like Don Quixote realism. tanto en la lectura, que se le pasaban las
The other two articles in which I focus are noches leyendo de claro en claro, y los días
two studies about the reading that Miguel de turbio en turbio; y así, del poco dormir
de Unamuno made of the text of Cervantes. y del mucho leer se le secó el cerebro de
322

manera que vino a perder el juicio” (I Par- bajo que ha ocupado lo más y mejor de mi
te, 88). tiempo desde entonces. (2007: 291-292)
Aunque esta “locura” tiene antecedentes Si hay un mito indiscutible en la cultura
en su juventud en la que llegó a publicar en español, sin lugar a dudas, es el person-
algunos poemas y cuentos, como el propio aje creado por Miguel de Cervantes, don
autor nos narra: Quijote, como expresaba, en 1952, Blanco
Había por fin entendido que siempre Aguinaga en su artículo “Unamuno, Don
había querido escribir ficciones. Pero mis quijote y España”: “Cervantes, don Qui-
cuentos publicados en aquella juvenil re- jote, símbolos, mitos ya desde su principio,
vista nuestra de México, Presencia, habían eran –son- intocables para los españoles
sido siempre cosillas cortas, y pensaba que cualquiera que sea su bandera: progreso
no tenía aliento para más. Además, com- o tradición” (208). No es extraño que los
petían con mi poesía. Entre lo uno y otro exiliados se sientan herederos de este mito.
(más las casualidades: entrada de becario a En primer lugar, por su defensa de la lib-
El Colegio de México, por ejemplo), dejé ertad que leemos en el capítulo LVIII de
poemas y cuentos y me dediqué a la crítica la segunda parte: “La libertad, Sancho, es
literaria. Y he aquí, de repente, me volvían uno de los más preciosos dones que a los
aquellas ansias creadoras juveniles En tres hombres dieron los cielos; con ella no pu-
semanas terminé una novelita que titulé To- eden igualarse los tesoros que encierra la
dos los mañanas. “Va” de los amores casi tierra ni el mar encubre” (456, II Parte).
imaginarios de un español muy desubicado Así como su voluntad de ánimo, como cu-
con una joven americana de los años se- ando tras su encuentro con el Caballero del
senta que, aventurera y angustiada, vive Verde Gabán y la aventura de los leones (II
obsesionada por la letra de aquella gran parte, XVII), sentencia don Quijote: “Bien
canción de Janis Joplin, “Bobby Magee” podrán los encantadores quitarme la ven-
(“Daría todos mis mañanas por un solo tura, pero el esfuerzo y el ánimo será impo-
ayer”, o algo así). La novela tiene sus cosas sible” (152).
(y mis cosas: personajes siempre yendo y Valores que transmitirán a la siguiente
viniendo entre mundos diferentes), pero es generación. Una segunda generación del
mala, claro está, y lleva ya veinte y pico de exilio –en el caso mexicano llamada tam-
años pasando de una caja al fondo de otra. bién hispanomexicana-, a la pertenecía
(En compañía, por cierto, de otras tres o Carlos Blanco, que heredó un exilio pero
cuatro que, no siendo –en mi opinión- del también una cultura. De ahí el pensamien-
todo malas, no me he animado nunca a to del narrador de su relato “Carretera de
presentar a ningún editor). No podía yo sa- Cuernavaca”: “Todos heredamos pasados
berlo entonces, pero había iniciado el tra- en cierto modo ajenos” (1990: 141).
DOSSIER

323

Buscando alguna cita para esta introduc- en ella, no fueran el teléfono, la radio y
ción, me encontré con un verdadero he- el gramófono, sino la piel disecada de un
redero de don Quijote –si seguimos a Una- gorila que, clavada en una de las paredes,
muno cuando escribe: “Su linaje empieza parecía dominarlo todo. Y es que, poco
con él”-: Anastasio Blanco Elola1, padre antes de iniciar su negocio de transportes,
del crítico y novelista: mi padre había estado en la Guinea, por
Mi padre fue siempre -¡y cómo me lo encargo de una papelera guipuzcoana. La
repitieron a lo largo de los años mis tíos papelera (que no sé cuál era) pensaba com-
y tías!- un hombre trabajador, de ideas y prar una parte de la selva y, para ir sobre se-
emprendedor. Que luego, en el exilio de guro en cuanto al verdadero potencial ma-
México, sus ideas acabaran siempre en el derero de aquellos terrenos, había enviado
fracaso, no quita que en aquel momento allí a mi padre ¡a contar árboles¡ Mi padre,
optimista de la España inmediatamente hombre serio y responsable, se metió en la
posterior a la “Dictablanda” acertara al selva acompañado de un guía y algunos ha-
abandonar su trabajo de contable en una bitantes de la zona y, con la ayuda de un
empresa de transportes marítimos de Pas- aparatito de sumar y muchos cálculos de
ajes para dedicarse –con un préstamo- a metros y kilómetros cuadrados (creo que
crear una empresa de transportes Pasajes- lo más suyo fue siempre hacer números, le
Madrid. (2007: 31) encantaba), cumplió con su cometido. No
La primera parte está impregnada con sé cuánto tiempo anduvo por allí, pero sí
una de las ideas centrales en la interpre- recuerdo haberle oído contar que, como en
tación unamunesca del mito: lo fundamen- las películas (realidad e imaginario del co-
tal en don Quijote no es el resultado de sus lonialismo), usaba salacot y dormía en una
acciones, sino la intención con que éstas se tienda de campaña. Según contaba, parece
llevan a cabo. ser que una noche, golpeándose el pecho,
A partir de ahí, a lo largo de las memo- se acercó demasiado un gorila, que dio a
rias van apareciendo algunos de los proyec- mi padre un susto tremendo. El gorila de-
tos en los que intervino, sin que le faltara cidió volverse por donde había venido, mi
la aventura: padre acabó de contar árboles, cogió luego
Pero tal vez lo más importante de aquel- un barco y reapareció en Irún. Algunos
la habitación, sin duda lo más inesperado meses después, llegó la piel disecada del
para quienes entraban por primera vez gorila en un paquete enviado por el guía

1
.- Se puede consultar la entrada que la Cátedra del Exilio le dedica a este militante socialista para conocer su
trayectoria.
324

de aquella expedición, quien explicaba en ces todo en el país, decidió irse a Chiapas
una carta que, por fin, había dado caza al para iniciar un negocio de pesca.
animal, lo había matado y le enviaba la piel Pero no un negocio de pesca cualquiera,
a mi padre de recuerdo. Aquel viaje a la ¡faltaba más!, sino un negocio de pesca de
Guinea fue la primera ausencia notable de bacalao. ¿Bacalao en una costa tropical
mi padre y, sin duda, el cebo que le aficionó mexicana? Pues, sí. (2007:146)
a la aventura, a las aventuras que tanto le Compañero en esta aventura fue Mari-
ocuparon durante la Guerra y luego, en ano Manresa, patrón del Vita, que fue el
México. (2007: 44-45) yate que transportó a México gran parte
Episodio paterno que utilizó Blanco en el del dinero de la República y que Blanco
último cuento que yo he leído del novelista Aguinaga recrearía en uno de sus relatos
irundarra, “La historia de la piel del go- de Carretera de Cuernavaca y que le pro-
rila”, recogido en la Juan Carlos Hernán- porcionaría una gran aventura al propio
dez Cuevas (comp.), Grandes narradores autor:
del exilio español en México (México D.F.: El siguiente episodio de esta historia, que
Editorial Grupo Destiempos, 2012; pp. 40- es el de mi enganche en el carguero Kefalos,
48). empieza por ahí de la segunda semana de
En la casa de los Blanco se alternaban julio de 1948, a mis 21 años de edad. Según
épocas sin preocupaciones económicas con había ido avanzando aquel verano de mi
otras de penurias, ligadas estas últimas a vuelta a México, sentía que me encontraba
las aventuras empresariales del cabeza de bastante alejado de los amigos de la adoles-
familia, como la de transportar por avión cencia, todavía no del todo a gusto con los
cerdos desde Puebla a Oaxaca. Aventura le nuevos amigos, y lo suficientemente aburri-
llevó, incluso, a la cárcel durante tres días do en casa de mis padres como para querer
(2007: 144-145). salir a ver mundo. Puede parecer absurdo
Otra de las empresas de Anastasio Blan- ya que no poco mundo había visto para
co que no llegarán a buen puerto será su entonces. Cuando empieza la Guerra Civil
intento de iniciar un negocio de pesca: tengo nueve años y antes de mis diez, tras
Al cabo de no recuerdo ya cuánto tiem- la caída de Irún, ya estamos refugiados en
po, y seguro que pensando –como hizo Francia donde, como los demás chavales,
toda su vida- no sólo en la tradición pes- tengo que aprender otra lengua y tratar de
cadora de los vascos, sino en las grandes entender otro mundo; a mis doce años va-
posibilidades de la pesca en México, país mos a dar a México, donde todo vuelve a
con miles de kilómetros de dos costas que ser nuevo, radicalmente diferente; incluso
históricamente había vivido de espaldas al la lengua, siendo la misma; a los dieciséis
mar, así como en lo abierto que era enton- voy por primera vez a USA, a aquella es-
DOSSIER

325

cuela preparatoria para ricos de Ohio; que te vio nacer no sólo no hay ya regreso
antes de cumplir los dieciocho ya estoy posible, sino que no acabas de estar en el
en Harvard, desde donde, entre una cosa país al que llegaste refugiado. Pero no sólo
y otra, conozco casi toda la Nueva Inglat- es cuestión de quienes llegamos a México
erra, Indiana y Nueva York. Eso sin contar de niños. Porque tampoco lo más mayores
todo lo que había visto de Estados Unidos de nuestro exilio volvieron. De los intelec-
en los agotadores viajes de autobús y en mi tuales del exilio, por ejemplo, muy pocos
ida en autostop de Ohio a Tejas. ¿Qué más volvieron a España. Entre ellos, el primero
mundo quería ver? (2007:228) Gil Albert (ya en 1947), luego Bergamín,
Esta “salida a ver mundo” se la propor- más tarde Paco García Lorca, Jorge Guil-
cionó Mariano Manresa, que en una visita lén, Joaquín Casalduera y Ramón Gaya,
a la casa de sus padres les cuenta su próx- quienes murieron en España. De los no in-
imo viaje: “En aquel julio de 1948 estaba telectuales, la gente de a pie del exilio, gen-
Manresa por unos días en su casa porque
tes que fueron haciéndose la vida en Méxi-
el barco en que entonces navegaba, el Ke-
co con trabajos diversos así como mujeres
falos, de matricula panameña (Manuel
“amas de casa”, muy, muy pocos volvieron
Enterprises, S.A., Panama City, Panama),
a su tierra de origen. (319)
pero propiedad de quién sabe quién, alguna
Y, a continuación, se centra en el caso de
compañía americana seguramente, había
sus padres:
llegado de Nueva York a Tampico para,
supuestamente, cargar azúcar y proseguir Muchos, desde luego, hicieron alguna
viaje a Argentina, de donde había de volver visita a España, pero no para quedarse.
con un cargamento de carne” (2007: 231). Así, por ejemplo, mi madre, que visitó a su
Aunque en realidad el viaje tenía como familia de Irún por una semana en 1958. O
destino Israel y el cargamento algo menos mi padre que, estando Iris y yo en Vitoria,
dulce: armas. Aventura que recoge en su re- se nos apareció la primavera de 1982, pasó
lato “Contra-Bando(s)”. una semana en Madrid y fue luego a Irún
Una vez iniciado el camino del exilio, el en tren. Pero lo interesante de aquella visi-
retorno se vuelve casi imposible –no cuen- ta suya es que no fue de Madrid a Irún en
tan con una cama en la que morir como el Talgo, sino por la vía que él conocía de
el personaje cervantino- como reflexiona antes, Madrid-Valladolid-Venta de Baños-
Blanco Aguinaga en De mal asiento: Miranda y de ahí a Irún. Era para él la ruta
Y es que –según he entendido por fin “de toda la vida”, especialmente desde su
después de tantos años- parece ser que adolescencia, cuando su padre había sido
una vez que en tu niñez te llevan al exilio jefe de estación en Fuente Olmedo (pueblo
y vives lo más de tu vida lejos de la tierra de doscientos hogares cercano a Olmedo)
326

antes de pasar a serlo en Olazagutía. Le re- para México y allí murió poco después, sat-
cibimos Iris y yo en Irún y, mientras íbamos isfecha tal vez su nostalgia. Al cabo de un
a instalarle en una pensión, él, caminando par de años le siguió mi madre, ya perdida
ya con la ayuda de un bastón, nos contó de en las tinieblas de su Alzeimer. (319-320)
su viaje. Que al pasar frente a la muralla de Este viaje es para Anastasio Blanco la
Ávila, cuando el interventor llegó a pedirle coherencia narrativa, tan importante en
el billete se le ocurrió comentar que cuánto los exiliados, de su vida, que su hijo Carlos
había cambiado aquello; que el interven- buscará en toda su narrativa y en sus me-
tor le dijo que sí, claro, que en los últimos morias, cuya segunda parte acaba con un
años…; que fue cuando él interrumpió al “Epílogo” muy acorde con el tema de estas
interventor para decirle que él se refería a jornadas:
años anteriores a la guerra, cuando viajaba Pero el hecho es que todavía sigo aquí.
a menudo entre Irún y Madrid y que, sobre Un Aquí que, aunque puede por ahora situ-
todo, se refería a cuando era adolescente y arse geográficamente, entiendo que más
su padre jefe de estación. Según su relato,
que en el Espacio está en el Tiempo, un
tanto él como el interventor se entusias-
Tiempo que todavía no se ha cerrado con
maron con aquel recuerdo y el interventor,
mi muerte. Lo que me hace recordar que
sin más, le propuso llevarle a la máquina
en el capítulo XXII de la primera parte del
y presentarle al maquinista. Y que allá se
Quijote cuenta Cidi Hamete Benengeli que
fueron los dos. Y que cuando el interventor
al encontrarse don Quijote y Sancho con
le presentó al maquinista y mi padre oyó el
apellido, teniendo como tenía una memo- doce presos que eran llevados a galeras, y
ria prodigiosa, dijo que él, de chaval, había tras dialogar con varios de ellos, el Cabal-
conocido a un maquinista de ese apellido, lero de la Triste Figura se entera por uno de
amigo de su padre. “¡Pues era mi padre!”, los corchetes que el preso al que ahora se
le dijo el maquinista. Se emocionaron los está dirigiendo ha escrito un libro en el que
tres y mi padre, aunque apoyándose en su cuenta su vida. Literario y curioso siempre,
bastón, fue en la máquina hasta Venta de Alonso Quijano el Bueno pregunta directa-
Baños. “Eso ha valido toda mi visita a este mente al preso, quien le confirma que, en
país”, nos dijo. efecto, y según ha dicho el guardia, él es
Lo que no quita que lo pasara bien en Ginés de Pasamonte, “cuya vida está es-
Irún y que se diera una vuelta por Pasajes, crita por estos pulgares”. Don Quijote no
donde había trabajado antes de la guer- sale de su asombro y, saboreando ya tal vez
ra desde su adolescencia. Tras de lo cual futuras lecturas, pregunta que “cómo se in-
volvió a Madrid en el Talgo, tomó su avión titula el libro”
DOSSIER

327

– La vida de Ginés de Pasamonte –respondió el visitante Pedro Grases, inteligente y sim-


mismo. patiquísimo filólogo catalán, refugiado en
– ¿Y ya está acabado? –pregunta entonces el Venezuela, donde llegó a publicar lo más
siempre inocente Caballero. de la obra de Andrés Bello. Por gusto, por
–¿Cómo puede estar acabado, si aún no está leer en español y por oír un español “aca-
acabada mi vida? démico”, asistíamos a aquella clase Pepe
Massip, Manuel Aguirre, Federico Mora y
No puede haber mejores palabras para yo. Poco a poco nos fuimos haciendo ami-
cerrar, por ahora, este relato. (2010: 323) gos de Grases, con quien de vez en cuando
Con este final, Blanco Aguinaga, sigue la tomábamos café. […] Poca literatura espa-
lección que el observa en Cervantes para ñola había yo leído cuando salí por prim-
el que el novelar no significa: “adjetivar, era vez de México a los dieciséis años y ya
canonizar, decidir, juzgar, sino crear un estaba entonces muy metido en la Filosofía,
mundo, a imagen del que percibimos, que, pero en aquella clase y con los libros que
a partir de su creación, es libre de su cre- nos recomendaba Grases (Machado, Una-
ador, mundo fragmentario siempre, pero muno, Sarmiento, Martí…) empecé por
completo en cada fragmento; mundo que, primera vez a pensar en serio en dedicarme
como el nuestro se va haciendo fuera de a escribir o, tal vez, al estudio de la litera-
nosotros mientras nos hacemos en él y en tura. (2007: 217-218)
el entrejuego de cada uno de nosotros con Aunque a su vuelta a México, tras acabar
los demás” (1957: 342) sus estudios en Harvard, publicó algunos
Tras su primer semestre en Harvard es- cuentos y poemas, en los siguientes años su
tudiando las materias que le llevarían a ser vida estará centrada en la enseñanza y en
ingeniero, no pudiendo llegar a las notas la investigación. Y el resultado de todos es-
exigidas para mantener su beca y aconse- tos años, como señaló Claudio Guillén, en
jado por el Decano, en el siguiente se ma- 2003, en su discurso de ingreso en la Real
tricula en asignaturas de humanidades. Y Academia Española, “De la continuidad.
es a partir de esta decisión cuando entra en Tiempos de historia y de cultura”, donde
contacto con la literatura en español: dedicó algunos párrafos a algunos de los
Fue por entonces cuando llevé la prim- miembros de la segunda generación del
era clase de literatura en español, un curso exilio: “Carlos Blanco Aguinaga es el au-
sobre el Modernismo cuya primera parte tor muy conocido y apasionado de varios
dio William Berrien […] Pero la segunda libros y ensayos que hoy se nos aparecen
parte de aquel curso la dio como profesor como contribuciones decisivas, indispens-
328

ables, sobre Unamuno, por ejemplo, Cer- análisis se centra en “el sentido y forma de
vantes, Emilio Prados, es más, sobre siglos las novelas mismas, a la manera como un
de literatura española2”. mundo es reflejado por su novelista” (313).
De esta labor crítica mencionada por Como prototipo de novela picaresca
Claudio Guillén y, centrándonos en Cer- escoge el Gumán de Alfarache de Mateo
vantes, me acercaré a tres artículos sobre Alemán3 porque “en esta historia de la
el autor y su obra, El Quijote. Los estudios vida del pícaro por antonomasia se dan,
son: “Unamuno, Don Quijote y España” llevadas a un extremo absoluto que facil-
(1952); “Cervantes y la picaresca. Notas ita la claridad de análisis, los rasgos que
sobre dos tipos de realismo” (1957) y, por en otras picarescas aparecen fragmentari-
último, “De Nicodemo a Don Quijote” amente (314)”.
(1966). Los textos de Cervantes que utiliza para
Me voy a centrar primero en el segundo su análisis están: El Coloquio de los perros,
de estos artículos, “Cervantes y la picar- Rinconete y Cortadillo y La ilustre frego-
esca. Notas sobre dos tipos de realismo”, na, pero donde El Quijote siempre estará
en donde Carlos Blanco constata que si presente.
bien tanto la picaresca como los textos cer- La base de su estudio son las tres car-
vantinos son el origen de la novela mod- acterísticas fundamentales que definen la
erna, sobre todo en el mundo hispano, ya picaresca:
que significan la destrucción del mundo 1.- Se nos cuenta la historia de un
heroico o bucólico de la novela idealista, trotamundos desheredado de la fortuna
constituyéndose en las primeras novelas re- cuyo papel en la vida se reduce a ir satis-
alistas, representan dos tipos de realismo faciendo sus necesidades más elementales.
contrapuestos: el “realismo dogmático o de 2.- Sus aventuras están narradas siempre
desengaño” de la novela picaresca y el “re- en forma autobiográfica y
alismo objetivo” de los textos cervantinos. 3.- El pícaro es siempre un vagabundo
Para llegar a definir estos dos realismos, su solitario.

2
.- Se puede leer el discurso en la página de la RAE: Claudio Guillén (2003): De la continuidad. Tiempos de his-
toria y de cultura; p. 15.
3
.- Su primer trabajo, mientras realizaba sus estudios de maestría, fue precisamente sobre esta novela: “Escribí
entonces un trabajo sobre el Guzmán de Alfarache para Raimundo Lida, quien pronto sería mi más admirado y que-
rido maestro. El trabajo le gustó a Lida, me indicó cómo pulirlo un poco y lo envió a la revista Sur de Buenos Aires,
donde a los dos o tres meses salió publicado” (2010: 33). Revisando su bibliografía encontramos con un artículo
titulado “Guzmán de Alfarache y pecado original”, pero publicado en la revista Buenos Aires Literaria, Año I, Nº 8,
mayo de 1953.
DOSSIER

329

El personaje-novelista del Guzmán de al acontecer de la novela, encontramos en


Alfarache, conocedor absoluto de su pas- lo que se refiere al sobrenombre, es decir,
ado, empieza por narrar, no la historia de a la importantísima –para un hidalgo-
su vida, sino lo que Blanco Aguinaga llama cuestión de linaje. Si Berganza se atrevía a
“su prehistoria”, nos proporciona noticias “imaginar”, Cervantes se da por satisfecho
de su linaje. Frente a este inicio donde se con las “conjeturas verosímiles”. Frente a
nos narra la vida de los padres del pícaro, la novela de caballerías y frente a la novela
en Novela y coloquio que pasó entre Cipión picaresca, frente a la seguridad dogmática
y Berganza, Cervantes deja que Berganza y la técnica de definición de lo predestina-
inicie su relato hablando de su origen: “Pá- do, he aquí dos principios de novelas que,
receme que la primera vez que vi el sol fue veremos, son esenciales a la manera cer-
en Sevilla, y en su matadero…, por donde vantina porque, desde ellos, se abren todos
imaginara… que mis padres debieron ser” los portillos a la realidad imprevista que se
(328). Pero este inicio precisa de un comen- crea en la novela, donde los personajes se
tario de Carlos Blanco: “Paréceme, imagi- van haciendo y haciendo su circunstancia
nara, debieron de ser: el lector consciente mientras ésta, a su vez, los hace a ellos”.
del método convencional de la novela pi- (329)
caresca no puede menos de detenerse. La La forma biográfica es importante en la
precisión ‘realista’, el conocimiento de la picaresca porque al narrar su vida, siem-
verdad absoluta, parecen aquí haberse pre a posteriori, aunque está concebida a
sustituido por una realidad llena de posi- priori como ejemplo de desengaño, por
bilidades imaginativas. Nada es ya exacto” tanto el autor-narrador es “conocedor ab-
(328-329). Este inicio tiene un gran paren- soluto de su pasado en cuanto personaje,
tesco con la “prehistoria” de El Quijote4, interviene, induce, deduce, juzga y predica
sobre el que puntualiza el crítico: el rechazo de la misma historia que narra”
Por lo que se refiere al lugar de origen (1957:322). Lo que define a Guzmán es el
no hay, en rigor, vacilaciones propiamente símbolo del pecado, y por extensión el pe-
dicha en el Quijote, pero sí explícita impre- cado de todos los hombres. Al narrarnos su
cisión. Además, no ya imprecisión consci- “prehistoria” Guzmán es conocedor de que
ente, sino auténtica vacilación incorporada su vida estará determinada por ella, como

4
.- Aunque conocido por todos el inicio de la novela, quiero recoger los fragmentos que recoge Blanco Aguinaga
en su estudio: “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un
hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor […] Quieren decir que tenía el sobre-
nombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque
por conjeturas verosímiles se deja entender que se llamaba Quejana” /85-86)
330

los hombres estamos determinados por el Unamuno5 de don Quijote, ya desde su


pecados original, que tiene su prehistoria primer artículo dedicado exclusivamente al
bíblica al entrar en la Historia. Quijote: “Quijotismo”, de 1895, como ex-
Por eso la experiencia personal es tan presa Blanco Aguinaga: “Empieza a mod-
importante en la picaresca, donde se nos elar el don Quijote que luego será tan suyo
“ofrece una narración absoluta y cerrada, en interpretación sentimental” (204), que
presentada por un solitario desde un solo culminará en 1905 con la publicación de
punto de vista a un lector que, natural- La vida de don Quijote y Sancho “obra en
mente, no puede influir en la narración que, a la vez que se crea una imagen para
porque le es dada a posteriori y, por tanto, siempre, se descubre a sí mismo en ella,
queda excluida de ella toda posibilidad de haciéndose ante su conciencia y ante los
cambio” (332). demás –y ello, gracias a que penetra en uno
Los personajes de Cervantes siempre ll- de los sectores fundamentales de la obra de
evan su pareja y “en vez de un monólogo
Cervantes y se entrega a su descubrimiento
dogmático con el que destruye el diálogo
no como crítico, sino como creador” (92).
del mundo, Cervantes nos presenta un
En “Unamuno, Don Quijote y España”
diálogo haciéndose, la posibilidad de la
(1952) se centra en el famoso artículo pub-
ambivalencia” (332). El resultado de esta
licado el 26 de junio de 1898, en la revista
técnica es que los personajes y su mundo se
van haciendo ante nuestros ojos y nuestros Vida Nueva: ¡Muera don Quijote! Pero qué
oídos por el milagro de la palabra. Y es pretendía Unamuno con este grito, porque
Cervantes “novelista pesentacional, pinta como sabemos no para en este proceso de
la realidad como quien la ve, en toda su quijotización. La tesis de Unamuno es “que
complejidad, desde fuera, sin pretender España entierre el mito del Quijote busca-
conocerla absolutamente por dentro como dor de fama y gloria para renazca Alonso
el personaje-novelista de la picaresca, o el Quijano el Bueno, el silencioso, tranquilo
dramaturgo-teólogo o el satírico. Frente a símbolo de la intra-historia española”
la narración premeditada de vidas a pos- (208). A lo largo de sus obras podemos
teriori, presentación polifacética de vidas rastrear los argumentos expuestos en este
haciéndose en presente” (340-341) artículo en otros textos, y que debemos ser
Los otros dos artículos se centran en la conscientes de las contradicciones del pro-
lectura o, mejor dicho, recreación que hará pio Unamuno.

5
.- No debemos olvidar que precisamente será la obra de Miguel de Unamuno el tema de su tesis doctoral:
Carlos Blanco Aguinaga (1959): El Unamuno contemplativo. México D.F.: El Colegio de México. Anteriormente, en
1954, ya le había dedicado un estudio: Unamuno, teórico del lenguaje. México D.F.: El Colegio de México.
DOSSIER

331

Con La vida de Don Quijote y Sancho consciente intento de repetición del proce-
Unamuno predica: so muerte-renacimiento por medio del cual
La necesidad de lanzarse a la aventura decide, por fin, representar ante el público
contra todo lo que salga al paso. Se trata las consecuencias de su crisis […] evidente
como sabemos –y en ello ha venido insis- en su vida y en su obra” (98)
tiéndose sobre todo desde Ortega- de un Como destacó Mari Paz Balibrea en su
descomunal error “romántico” de don “Prólogo” a Encuentros en la diáspora.
Miguel (“error”, por otra parte, según se Homenaje a Carlos Blanco Aguinaga: “La
dice, característico de su generación) que trayectoria vital e intelectual de Blanco
consiste en haber tomado en las lecturas Aguinaga desborda los límites de la aca-
del Quijote la parte por el todo: donde demia o, quizá mejor, amplía éstos hasta
Cervantes manejaba con inusitada com- conseguir una unidad de trabajo y vida
plejidad y sutiliza el entrejuego de vidas y en la que influyen y se retroalimentan
puntos de vista, Unamuno sólo atiende a vocación literaria y crítica, convicciones
don Quijote y a su idea de la existencia. políticas y extraordinarias circunstancias
En vez de la novela sólo ve el personaje, históricas (9)”. En el acercamiento a sus
con quien se identifica y al que pretende de- trabajos críticos no podemos escapar de
volver la dimensión heroica que Cervantes, sus obras de ficción y de su propia vida.
precisamente, le niega. En esta época de Pero para terminar me gustaría contar
sofisticación crítica en que vivimos, con una pequeña anécdota en la que se produce
lo mucho que creemos saber ya sobre la un juego entre realidad y ficción, tan quijo-
ambigüedad, la ironía y el arte de novelar, tesco. La última novela que yo leí de Carlos
sabemos que este error se llama, precisa- Blanco Aguinaga fue precisamente la prim-
mente, quijotismo. (93) era que publicó, Ojos de papel volando
Y será esta obra de Unamuno, publicada (1984), un juego literario-detectivesco. El
en 1905, la que cierre el recorrido que real- motivo de esto es que era su única novela
iza Blanco a las obras claves publicada por que no tenía temática exílica, aunque, a
lo largo de la novela hay tres referencias a
el autor bilbaíno desde 1898 a 1905, en el
la II República y al exilio. Cuando decidí
artículo “De Nicodemo a Don Quijote”
leerla y llegué a la página 19, me encontré
(1966) donde “se encuentra Unamuno a
con el dialogo entre el detective y una fu-
sí mismo como se buscaba desde la crisis”
tura clienta:
Crisis que tiene lugar en el año 1897 y que
– Hola, jefe. Buenos días, señora. ¿Qué hago?
le llevará a identificarse con Don Quijote. – Pues mira, lo de siempre. Pero antes, por si
Para Blanco “el quijotismo de Unamuno es, acaso, llámale a María Bueno y dile que sea
pues, en el más estricto sentido, un claro y buena, que te dé algunos datos que nos puedan
332

ayudar con lo del fulano de la compañía de se- BIBLIOGRAFIA


guros. […]
–Vale, jefe. Con su permiso, señora. BALIBREA, Mari Paz (2002): “Prólogo” en En-
Me sorprendió ser un personaje noveles- cuentros en la diáspora. Homenaje a Carlos
co, aunque tenga poca vida en la novela. A Blanco Aguinaga. Mari Paz Balibrea (ed.). Bar-
la vuelta de la página, dialogan, de nuevo, celona: GEXEL.
jefe y secretaria: BLANCO AGUINAGA, Carlos (1952): “Una-
muno, Don Quijote y España”, Cuadernos
–Oiga, jefe, digo, no es que quiera despertarle, Americanos, 11 (6); pp. 204-216.
pero ¿quién es María Bueno? .- (1957): “Cervantes y la picaresca. Notas so-
–Nadie, Lola, nadie: inventos. bre dos tipos de realismo”, Nueva Revista de
Filología Hispánica, XI; pp. 313-342.
No solo un personaje novelesco, además
.- (1966): “De Nicodemo a Don Quijote” en
es ficción dentro de la ficción, puro invento. German Bleiberg e Inman Fox (eds.), Spanish
No acaba aquí este juego. Cuando Blanco Thought and Letters in the Twentieth Century.
Aguinaga publicó su libro de poemas D.F. Nashaville: Vanderbilt University Press; pp.75-
y alrededores (Veracruz, Instituto Veracru- 100.
zano de Cultura, 2007), como no lo pude .- (1990): Carretera de Cuernavaca. Madrid: Al-
conseguir, le escribí un correo para pre- faguara.
guntarle si había alguna manera de com- .- (2007): por el mundo. Infancia, guerra y prin-
prarlo. Amablemente me lo envió, pero el cipio de un exilio afortunado. Irún: Alberda-
nombre que aparecía en la dirección postal nia.
era: Blanca Bueno; ahora era yo quien se .- (2010): De mal asiento. Barcelona: Caballo de
preguntaba ¿quién es Blanca Bueno? Pura Troya.
ficción. Algún día creo que lo averiguaré. CERVANTES, Miguel de (1982): Don Quijote de
La Mancha. Edición de John Jay Allen. Ma-
drid: Cátedra. 2 Vols.
DOSSIER

333

El Quijote en la reflexión
y la pintura de Ramón
Gaya Es sabido que las obras mayores
de la literatura vienen a ser interpreta-
das y usadas por diferentes críticos y mu-
laura mariateresa durante chas veces por razones politicas de uno u
Universidad de Nápoles Federico II otro lado. El Quijote no escapa a este uso
y la historia de la crítica de la novela y de
las investigaciones sobre su autor reiteran
Resumen: En este escrito analizaremos de qué
manera el pintor, escritor y poeta Ramón Gaya, el camino de la historia de España. Así la
exiliado, dedicó varias de sus páginas a Cervantes. lectura de la novela de Cervantes por parte
Ramón Gaya, no sólo dibujó la figura del Quijote, de los nacionalistas españoles casi siempre
sino que en 1947 le dedicó el ensayo “Portalón de exalta los mitos enraizados en la hispani-
par en par”, publicado por primera vez en México dad mientras, por otro lado, los derrotados
y recogido más tarde en el volumen El sentimiento
por la guerra de 1939 reaccionan con hacer
de la pintura. Nuestra intención es estudiar cómo
el autor se enfrentó a la obra maestra de la litera- de la obra de Cervantes el simbolo de la
tura y a su autor. generación exiliada y son muchísimos los
escritores y artistas desterrados que recuer-
Keywords: exile, painting, art,

Abstract: In this paper we will discuss how the dan su tierra evocando la obra cervantina.
painter, writer and poet Ramon Gaya, exile, he Es curioso que, quizás, el primer autor
devoted several of its pages to Cervantes. Ramón
que conectó el Quijote con el exilio fuera
Gaya, not only drew the figure of Don Quixote,
civil war, Cervantes.

but in 1947 he dedicated the “Portalón de par en nada menos que Ernesto Giménez Caballe-
par”, first published in Mexico and later collected ro en 19321 cuando el exilio no estaba aún
in the volume El sentimiento de la pintura. Our en el horizonte de España. En un candente
intention is to study how the author faces the escrito Giménez Caballero, que llama el li-
masterpiece of literature and its author. bro de Cervantes “el libro más antinacio-
nal, peligroso, inmoral y trágico de Espa-
ña. (…) El libro más temible y corrosivo
Palabras clave: exilio, pintura, arte,

de España. El peor veneno de España.”,


lo declara además -y eso sí que resulta su-
mamente curioso- “El libro más desterra-
ble de España”. No escapa a la lectura del
guerra civil, Cervantes.

autor que el Quijote es sí un clasico de la


literatura pero sin duda un texto, como él

1
Recogido en Ursel Schaub, “El mito de don Quijote como estrategia de legitimación del golpe de estado del
36” en Christoph Strosetzki (ed), Visiones y revisiones cervantinas: actas selectas del VII Congreso Internacional de
la Asociación de Cervantistas, Alcalá, Universidad de Alcalá, 2011, p. 845-854.
334

escribe, corrosivo y demoledor, cuyo autor Europa. Curiosamente, por lo que atañe a
hace unas cuantas críticas a la sociedad y la pintura, pese a su gran producción pictó-
muestra una inquietante ironía hacia todo rica y a las obras que Gaya perdió durante
y todos. Y si, como subraya Ursel Schaub la guerra, se encuentran dibujos dedicados
en “El mito de don Quijote como estrate- a Cervantes y a su mundo, casi únicamente
gia de legitimación”, la lectura del libro en la decada de los años 90, excluidos uno
que Caballero volverá a proponer en 1944, de 1951 y otro, tal vez el más renombra-
en un diccionario de literatura, encajará en do, de 1937, que Gaya dibujó para “El II
la visión del regimen de los ganadores, eso congreso internacional de escritores para la
no significa que el articulo de la decada de defensa de la cultura”.
los 30 no toque la verdadera esencia de la En principio trataremos el aspecto cen-
obra cervantina. De hecho El Quijote re- tral de la actividad de creador de Gaya, la
sulta ser, para la generación de exiliados, de pintor e ilustrador, ya que no podemos
casi un simbolo de aquel destierro y nume- olvidar que este representa el eje principal
rosos son los autores que escriben sobre de su vida y de su obra. Nuestra investiga-
este tema. ción4 nos ha llevado a reunir algunas imá-
Por lo que nos concierne nos ocuparemos genes alrededor del tema de Cervantes y de
de analizar cómo el pintor, ensayista y poe- su obra que aquí proponemos. La primera
ta exiliado Ramón Gaya rindió homenaje2 y más conocida es la imagen que en 1937
a Cervantes con escritos, dibujos y pinturas Gaya dibujó para “El II congreso interna-
durante su larga vida. El autor murciano cional de escritores en defensa de la cultu-
dedica a Cervantes y a su obra varias ci- ra” que tuvo lugar en Madrid, Valencia,
tas a lo largo sus escritos sobre todo des- Barcelona y Paris. Es una de las imágenes
de el año 1947 hasta los primeros años de de Gaya más directamente conectadas con
la decada de los 50, y efectivamente casi su trabajo en la guerra civil pero inclusive
todas las citas pertenecen al exilio mexica- aquí es evidente el trato auténtico del au-
no3 que, como se sabe, empieza en 1939 y tor. La imagen propone la silueta de un es-
termina en 1956 con la vuelta de Gaya a critor que pone la pluma en la hoja donde

2
Utilizamos esta precisa palabra porque Gaya, sobre todo en pintura, ofreció a sus pintores o escritores favoridos
unos homenajes pintoricos que se reiteran en su arte. Véase José Muñoz Millanes, Los homenajes de Ramón Gaya,
Valencia, Pre-Textos, 2012.
3
Sobre este tema véase Laura Mariateresa Durante, “El exilio de Ramón Gaya en México”, Adalberto Santana y
Aurelio Velázquez (ed), Docencia y cultura en el exilio republicano español, Colección Exilio iberoamericano, Univer-
sidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, 2015, pp. 155-166.
4
Tenemos que agradecer la amable y cariñosa ayuda de Isabel Verdejo que cuida el archivo de textos y de imá-
genes de su marido Ramón Gaya.
DOSSIER

335

se dibujan varias banderas europeas. Pero ción de 1938, Gaya propone el más tipico
en el trasfondo, que se vislumbra desde una de los temas: Don Quijote, Sancho y el bu-
ventana abierta, y con trazo bastante más rro. Los tres parecen asomarse -¡otra vez!-
claro se perfilan los rasgos tipicos de don por el lado de un marco en un momento
Quijote y de Rocinante, bajo el sol. Se evi- de descanso. Gaya con pocas líneas retrata
dencia aquí en primer lugar como los clá- la silueta delgada del caballero con lanza
sicos –de la escritura en este caso pero no y escudo que con su huesudo dedo seña-
solo- son para Gaya una inspiración direc- la arriba -¿su propia cabeza o el cielo?- a
ta, como lo son siempre para cualquier ver- Sancho que lo escucha mientras el burro
dadero creador. Así emergen una y otra vez con su ojo de mirada totalmente humana
en su obra. En segundo lugar, al conocer la parece imponer su mansedumbre. Como
obra toda del pintor, parece sin duda suge- se decía esta es la representación más in-
rente el hecho que la imagen del Quijote, teresante y más directa que Gaya ofrece
se reproduzca en el cristal de la ventana en del tema del Quijote. Volverá a tratarlo no
el juego de la imagen y su doble. Como se directamente a través de dibujos o goua-
sabe, sobre todo, en los años de la madu- ches solo muchos años después. Es del año
rez, Gaya irá reproduciento varias veces el 1951 la acuarela dedicada a La Mancha en
tema del cristal y del agua que reflejan la que el pintor añade color y corporeidad a
imagen del objeto por ser el reflejo -sobre las líneas dedicadas al panorama manche-
todo en el elemento liquido- más aderente go e, indirectamente, al Quijote. De 1996
a la realidad como he escrito en otro lu- y 1997 son tres gouaches que proponen la
gar5. Del año 1938 y, a nuestro juicio el figura de Dulcinea del Toboso a lomos de
más entrañable, es el dibujo que Gaya ofre- una mula. En las tres emerge la desnudez
ció a la publicación Hora de España que que la pintura de Gaya muestra en el últi-
se reconoce por el trato esencial con que mo periodo. Las líneas y el color, que nada
el pintor retrata el tema, ofreciendo en po- revelan del rostro de la mujer, la retratan
cas líneas la esencia misma de lo retratado. como una muchacha saludable que cabal-
Esta misma especificidad vuelve a encon- ga descalza un burro con actitud de rústica
trarse en la pintura gayesca de los últimos seguridad que en uno de los gouaches -el
años en que el pintor con pocas pinceladas de 1997, Dulcinea II-, alcanza una postura
sintetiza la esencia de lo representado en de reina en su trono. Desafortunadamente
aquel proceso de borrar y quitar del que no tenemos ni otras imágenes ni literatura
trataremos después. Volviendo a la ilustra- crítica sobre este tema en Ramón Gaya.

5
Laura Mariateresa Durante, Ramón Gaya. El exilio de un creador, Roma, Edizioni Nuova Cultura, 2013, p. 46-53.
336

Empezando a cotejar lo que el “pintor Desde las primeras lineas de “Portalón


que escribe”, como él amaba definirse, de par en par” es patente como lo que
anota sobre Cervantes es necesario detener- empuja a nuestro autor a escribir sobre el
se en el articulo más jugoso sobre el tema Quijote no es tanto la necesidad de añadir
que Gaya publica en la revista Las Espa- algo sobre el tema en si mismo sino y más
ñas, (n.5, 29 julio 1947), titulado “Diario bien la posibilidad de expresar su pensa-
de un pintor: Portalón de par en par”. Este miento sobre arte grande y arte pequeño,
mismo ensayo en el año 1959 estará inclui- o sea, sobre uno de los puntos centrales de
do en El sentimiento de la pintura, el pri- su reflexión sobre el arte. Subrayar la di-
mer volumen de Gaya, publicado antes en cotomía entre artista grande, o mejor, en-
Italia6, durante los años del exilio romano tre creador y artista “artístico” parece el
compartido con María Zambrano7, y po- verdadero objetivo de Ramón Gaya en este
cos meses después en Madrid8. Parece pues lugar como efectivamente en su obra ensa-
grande el interés que el autor tenía por este yística. Eso no significa que el autor se olvi-
ensayo que, sin embargo, tuvo algunas pe- de de escribir sobre la obra cervantina, más
queñas modificaciones9 desde la versión de bien Gaya deja el Quijote como ejemplo de
1947 hasta aquella de 1959-1960 -el volu- obra grande junto a las de Fidias, Shakes-
men se publicará en el año 1960-. peare, Tiziano, Velázquez, Mozart. Gaya

6
Ramón Gaya, Il sentimento della pittura (traducción de Leonardo Cammarano), Roma, De Luca Editore (Qua-
derni di pensiero e di poesía nº 3), 1960. En 2015 tuve el honor de editar la nueva edicción italiana del volumen:
Ramón Gaya, Il sentimento della pittura, Chieti, Solfanelli editore, 2015. (Traducción, notas e introducción de Laura
Mariateresa Durante)
7
Es interesante anotar que también Zambrano dedica a Cervantes además del ensayo “La reforma del enten-
dimiento español”, publicado en Hora de España (septiembre de 1937) y de citas en el Pensamiento y poesia en la
vida española (1939), algunos ensayos recogidos en en volumen España, sueño y verdad, que se publicó en 1965
y en El Sueño creador, publicado en el año 1986. Citamos aquí una carta (26 febrero 1964) que la autora escribe a
Reyna Rivas en aquellos años y en que Zambrano cita a Cervantes y a Velázquez juntamente: “¿Quién más español
que Cervantes o que Velázquez? Sus paisajes, sus personajes, su luz, sus sombras, su idioma hablado o pictórico
¿No salen de las más hondas raíces de lo español y no en abstracto sino en concreto? Don Quijote, ¿él, no viene
a ser en su substrato último como figura, un espantapájaros de las vides de esos que se alzan en las viñas de la
Mancha? Y el arte lo ha llevado a ser universal; arte ¿es pensamiento en último término y a veces en primero? Y el
paisaje de Velázquez […] ¿no es el del camino que va de Madrid a El Escorial y un poco el Guadarrama […]?” María
Zambrano-Reyna Rivas, Epistolario, Caracas, Monte Ávila, 2004, p. 103.
8
Ramón Gaya, El sentimiento de la pintura (Diario de un pintor), Madrid, Ediciones Arión (Colección Nuevo Ensa-
yo), 1960.
9
Véase Laura Mariateresa Durante, “La Venere sporca di Ramón Gaya” en Ramón Gaya, Il sentimento della pit-
tura, Chieti, Solfanelli, 2015, pp. 13-56.
DOSSIER

337

propone a menudo este mismo listado de de Leonardo, Las Soledades de Góngora,


obras maestras tanto en sus ensayos como La vida es sueño de Calderón, Las Walki-
en las cartas privadas, sirva de muestra la rias de Wagner” [Gaya, 2010:63]. Lo que
que envía a su amiga Rosa Chacel en que separa las primeras obras de estas últimas,
alaba su talento de escritora. Escribe Gaya es que estas han llegado a llenarse de cosas
en dicha carta: mientras que en el arte grande no está ence-
“Y tienes por la realidad ese respeto que rrado nada y reina el vacío, pero no el vacío
tanto me gusta; ni realismo ni fantasismo, de la nada sino aquel del nido, aquel quitar
porque el realismo pisotea lo verdadero, para dejar espacio al alma, como Gaya su-
y el fantasismo, pisotea todo. Cuando al- braya a menudo. Resulta entonces eviden-
guien tiene esa actitud respetuosa por la te, para qualquier lector de Ramón Gaya
realidad, ella entonces, como agradecida, que el interés del murciano es reflexionar
parece entregarle su misterio, no revelarle sobre el arte en general inclusive observan-
su misterio- que eso sería casi una inde- do, como hace en este caso, una muestra de
cencia-, sino entregarle su misterio intacto; literatura. Ensanchar entonces su “metafi-
ese es el misterio que hay en Fidias, en Van sica del arte”, como la definió Juan Gil-Al-
Eyck, en Cervantes, en Velázquez, o sea, en bert10, para incluir la literatura e, inclusive
todos aquellos que tuvieron el secreto de la en esa, destacar como al llenarla de cosas,
realidad, y supieron guardarlo, callarlo. El hechos, experiencias no se llega a una obra
realista lo habla todo, pero al fin no dice maestra. Por contra, se puede alcanzar una
nada, no puede decir nada, ya que la rea- obra grande solo quitando, borrando la
lidad, ofendida sin duda, le ha retirado su personalidad, el estilo, en fin, vaciándola.
sentido.” [Gaya, 1993:103-104] “El gran artista, en cambio, -escribe Gaya-
Hacemos hincapié en lo que más interesa lo resta todo y se resta, se despersonaliza
a Gaya, o sea, subrayar que Cervantes no porque siente que no sólo la carne es ene-
es realista ni recurre a la fantasía. Precisa- miga del alma, sino la persona, la persona-
mente este respeto hacia la realidad es, al lidad.”[Gaya, 2010:64] Y más abajo, repi-
parecer de Gaya, lo que poseen los artistas te: “el gran artista no quiere encerrar cosa
grandes, los creadores de veras. En contra- alguna, porque sabe que en todo aquello
posición a estos el mismo Gaya pone obras que puede ser apresado, aprisionado, ya no
que, a su parecer no son grandes como: está lo que él busca. Por eso una gran obra
“La Primavera de Botticelli, La Gioconda de arte no es nunca una conclusión, como

10
Juan Gil‑Albert, “Pensamiento y prosa de un pintor”, en VV.AA., Homenaje a Ramón Gaya,Editora Regional de
Murcia, Murcia,1980, pp. 67‑77.
338

se compromete a serlo una obra científica mexicano, de 1953, titulado “Don Quijo-
o filosófica, sino un principio, un principio te”, publicado por primera vez en 2010,
que escapa, que huye, que se liberta. Por- nuestro autor vuelve a cotejar Velázquez
que no sólo Don Quijote, sino toda gran y Cervantes. En este lugar se detiene so-
obra de arte brota siempre de una prisión, bre el tema de la locura que ejerce sobre
de la prisión que somos, y por eso tiene esa él una atracción peculiar y este, nos pare-
libertad, tiende hacia esa libertad.”[Gaya, ce, ser precisamente aquel lugar vacío del
2010:64] Atando cabos, Gaya supone que que en “Portalón abierto de par en par”
el Quijote representa para Cervantes lo Gaya citaba sin todavia explicarlo. Efec-
que su tan querido y citado Las Meninas es tivamente en el texto mexicano el autor
para Velázquez: una obra en que el mismo anota: “Alonso Quijano atraviesa la locura
autor se ha ido borrando, una obra contra como atraviesa Velázquez la realidad; uno
las obras. Una obra maestra sí pero -y hay y otro comprenden -o sienten- que realidad
que subrayarlo-, una manera de ir más allá o locura no deben ser evitadas, sino ven-
de la obra, casi de borrarla, eliminando el cidas, vencidas hasta lo último, apuradas
estilo y los rasgos de la personalidad del como un cáliz.”[Gaya, 2010:173] Un poco
autor. Sobre todo una obra que destaca por antes él mismo había añadido: “Es el an-
ser contra las obras. Y si Las Meninas es sia de todo español, alcanzar la cordura,
una obra contra la pintura misma, como es decir, el espíritu último, pero eso sí -y
Gaya subraya en otros lugares, el Quijote aquí viene lo verdaderamente castizo-, sin
no es un libro contra los libros de caballe- evitarse, sin escamotearse nada, atravesán-
ría, como parece, insiste el autor, sino un dolo todo, aunque ese todo incluya la locu-
libro contra los mismos libros. A su pare- ra misma, como le sucede a Don Quijote.”
cer se trata entonces de un texto abierto Y para describir más detenidamente este
tanto de ser definido “un gran portalón paso por la locura, el escritor añade que
abierto de par en par, no al paisaje, ni a es: “un lugar que podría llamarse, también
los seres, ni a las ideas, ni a las fantasía, purgatorio, que no es un lugar de estar, de
sino abierto de par en par al vacío, región quedarse, sino de ir de paso, de ir de vue-
dificil para el hombre.”[Gaya, 2010:64] lo.”[Gaya, 2010:173-174] Ahora bien, a
En sintesis, esta abertura al vacío, un tipo nuestro parecer, este preciso tema del atra-
de vacío del que trataremos más adelante, vesar, del cruzar la locura y apurarla para
junto a la similitud entre Cervantes y Ve- conquistar una nueva cordura, citando
lázquez, nos parecen los caracteres más pe- además al purgatorio, evoca el viaje a los
culiares del pensamiento de Gaya sobre la inferos que otra exiliada amiga de Gaya,
obra cervantina, caracteres que vuelven en María Zambrano, describe de otra manera
otros escritos. Precisamente en otro texto, en su obra filosófica. Pero mientras la pen-
DOSSIER

339

sadora asimila y elabora el tema y lo encaja en 1960 en El sentimiento de la pintura ver


como deductio ab inferos en la reflexión de las cercanías de Venecia es lo que recuerda
una de sus más renombrados ensayos, Cla- a Gaya su patria chica, Murcia, el pintor
ros del bosque11. Gaya, a pesar de retomar aún en México, al tratar de Cervantes y del
este tema, lo deja como una sugerencia no paisaje manchego, se deja llevar decidida-
totalmente asimilada en su pensamiento. mente por una descripción poética tan her-
El tema de la locura de don Quijote como mosa y verídica que traiciona su nostalgia.
lugar de paso para la conquista de la cor- Nada más al citar a Cervantes: “No puede
dura sigue siendo en la escritura de Gaya decirse que Cervantes haya descrito el pai-
algo como un pensamiento flotante sin to- saje manchego en su obra, sino más bien
davia llegar a consolidarse. Lo atestiguan que lo ha dejado entrar, aposentarse allí,
las muchas veces en que el pintor cita la circular libremente por entre sus páginas.
locura como tránsito para llegar a una pe- Nunca paisaje alguno ha vivido tan a gusto
culiar cordura que, de esta manera, llega a como el que alienta en el Quijote;” Gaya
ser conquistada. Eso se encuentra además se deja llevar por los colores y las sensa-
en un fragmento de 1952 en que Gaya des- ciones de haber vuelto a España a pesar de
cribe a la amiga pintora Soledad Martinez que tendran que transcurrir años antes de
y su locura con estas palabras: “Sole se ha que vuelva finalmente a su tierra. Escribe
encontrado (como Don Quijote) en el ex- entonces en este texto de 1950 dedicado a
tremo de su locura –de su misma locura- La Mancha: “Las nubes, con tanto espacio
con su cordura, con una especie de esencia abierto, pueden moverse y ordenarse figu-
de su locura.” [Gaya, 2010: 518]. rando rocas, valles, barrancos, ríos, cum-
Otra reflexión que parece brotar de bres, es decir, todo un lujoso panorama que
los escritos de Gaya sobre Cervantes y su abajo, en cambio, no existe; otras veces, el
mundo, es la nostalgia de España que ya cielo gusta de quedarse liso, terriblemente
anotamos en otro lugar12 y que emerge de azul, de un azul terco, de una presencia tan
algunos escritos de Gaya exiliado en Italia y evidente y material que satisface con cre-
sobre todo en el periodo mexicano. Pero si ces nuestras ansias de figura, de realidad

11
“Dice el anciano Tobit a su Señor cuando salta su cántico ante el Arcángel Rafael: “Quoniam tu flagelas et sal-
vas, deducis ad inferos et reducis”. Y parece imposible verter al español una tal frase sin que pierda ninguna de sus
significaciones, una especialmente: la deducción a los ínferos, que no es ciertamente lo mismo que la conducción
a ellos” (...) “se impone el vislumbre de que a los ínferos se baje por por deducción, y que ellos mismos sean algo
deducido. Y que por consiguiente, la vuelta de ellos sea una inducción sin que deje de ser al par una re-ducción”,
María Zambrano, Claros del bosque, Seix Barral, Barcelona, 1986 (1ª ed. 1977), p. 41.
12
Laura Mariateresa Durante, op.cit., 2013, p.33.
340

palpable. Porque allí donde los elementos Laura Mariateresa Durante, “La Venere sporca di
son mínimos, la riqueza de estos elemen- Ramón Gaya” en Ramón Gaya, Il sentimento
della pittura, Chieti, Solfanelli, 2015, pp. 13-56.
tos se extrema, se realiza hasta el máximo.
Una rebanada de pan rociada de un poco Miriam Moreno, El arte como destino (pintura y
de aceite puede ser aquí mucho más que escritura en Ramón Gaya, Granada, La Veleta,
matar el hambre o saborear algo que nos 2010.
gusta; puede ser como si tocáramos una José Muñoz Millanes, Los homenajes de Ramón
desnudez muy casta, la zurbaranesca des- Gaya, Valencia, Pre-Textos, 2012.
nudez de lo español.” [Gaya, 1992:295-6] Ursel Schaub, “El mito de don Quijote como es-
trategia de legitimación del golpe de estado
BIBLIOGRAFÍA: del 36” en Christoph Strosetzki (ed), Visiones
y revisiones cervantinas: actas selectas del VII
VV.AA., Homenaje a Ramón Gaya, Murcia, Editora Congreso Internacional de la Asociación de
Regional de Murcia,1980. Cervantistas, Alcalá, Universidad de Alcalá,
2011, p. 845-854.
Nigel Dennis- Isabel Verdejo (ed.) Ramón Gaya,
Isabel Verdejo, Nigel Dennis (ed), Ramón Gaya,
Obra completa, Valencia, Pre-Textos, 2010.
cartas a sus amigos, Valencia, Pre-Textos,
Ramón. Gaya, Obra completa, Tomo II, Valencia, 2016.
Pre-textos, 1992.
María Zambrano, Claros del bosque, Barcelona,
Ramón Gaya, Cartas de Ramón Gaya, Murcia, Seix Barral, 1986 (1ª ed. 1977).
Museo Ramón Gaya, 1993. María Zambrano-Reyna Rivas, Epistolario, Cara-
Ramón Gaya, Algunas cartas, Valencia, Pre-tex- cas, Monte Ávila, 2004.
tos, 1997.
Ramón Gaya, Ramón Gaya de viva voz. Entrevis-
tas (1977-1998), Valencia, Pre-Textos, 2007.
Laura Mariateresa Durante, Ramón Gaya. El exilio
de un creador, Roma, Edizioni Nuova Cultura,
2013.
Laura Mariateresa Durante, “El exilio de Ramón
Gaya en México”, Adalberto Santana y Au-
relio Velázquez (ed), Docencia y cultura en el
exilio republicano español, Colección Exilio ibe-
roamericano, Ciudad de México, Universidad
Nacional Autónoma de México, 2015, pp. 155-
166.
DOSSIER

341

El homenaje a Cervantes
en la revista Realidad
(1947): la construcción offer an excellent opportunity to reflect on the
cultural and political uses of the Cervantes legacy
de una tercera vía al in a particularly dramatic moment of the history

margen de la guerra of Spain. We analyze the homage of 1947 from an


appreciation of two opposing spaces: Francoism
político-cultural entre el and Exile, and reconstruct the main aspects of
those celebrations in the Argentine political con-
Franquismo y el Exilio1. text. We finally analyze the homage to Cervantes
of the magazine “Realidad”, edited by Francisco
Ayala and Lorenzo Lururiaga in Buenos Aires,
olga glondys
which represents a first attempt to build a third
GEXEL-CEFID-UAB
way beyond the political and cultural war be-
tween the Franco regime and the Exile.
Key words: Cervantes--Cultural Politics--

En sus estudios de la simbolo-


Resumen: Los actos de homenaje a Miguel de
gía nacionalista de España, Javier Mo-
Exile--Francoism--Liberalism

Cervantes promovidos por el exilio y el régimen reno Luzón señala que todo nacionalismo
franquista en el año 1947, que marcaba el IV cen- necesita relatos míticos que proporcionen
tenario de su nacimiento, constituye una excelente «sentido y continuidad a las comunidades
ocasión para reflexionar sobre los usos culturales nacionales», y que la recreación mítica de
y políticos del legado cervantino en un momento Cervantes y de sus criaturas –confundidas
particularmente dramático en la historia de Espa-
o no con él— «ha constituido todo un éxi-
ña. Analizamos el homenaje del año 1947 desde
una apreciación de dos espacios enfrentados: el
to, tal vez el de mayores repercusiones para
Franquismo y el Exilio, y reconstruimos los prin- la moderna identidad española» [Moreno
cipales aspectos del mismo en el contexto político Luzón, 2012: 13]. Sin duda, también en los
culturales--Exilio--Franquismo—Liberalismo

argentino. Nos detenemos finalmente en el home- estudios del exilio conviene tener en cuenta
naje de la revista Realidad, dirigida en Buenos Ai- esa construcción del significado nacional
res por Francisco Ayala y Lorenzo Luzuriaga, que del Quijote, presente en la tradición cultu-
Palabras clave: Cervantes--Políticas

representa un primer intento de la construcción ral desde el siglo XIX [Aznar Soler, 2005;
de una tercera vía al margen de la guerra políti-
co-cultural entre el Franquismo y el Exilio.
Mainer, 2006]. A este respecto, la conside-
ración del tratamiento otorgado, en 1947
Abstract: Acts of homage to Miguel de Cervan- —IV centenario del nacimiento de Miguel
tes promoted by Exile and the Franco regime in de Cervantes—, al recuerdo del clásico y de
1947, marking the fourth centenary of his birth, su obra más célebre constituye una excelen-

1
Esta investigación ha sido realizada gracias al contrato Juan de la Cierva-incorporación del Ministerio de Eco-
nomía y Competitividad del Gobierno de España.
342

te ocasión para reflexionar sobre los usos la imagen exterior del régimen y vencer el
culturales y políticos del legado cervantino aislamiento internacional de España tras el
con los que prestigiosos intelectuales espa- final de la Segunda Guerra Mundial [Mo-
ñoles del exilio pretendieron disputarle al reno Luzón, 2012: 18; Sánchez Moltó,
Franquismo tan glorioso legado. Vicente, 2014: 510]. La cultura era, pues,
utilizada por la dictadura con un claro sen-
El homenaje del 1947 desde dos tido de propaganda política, destinada a
espacios enfrentados: el Franquismo y alcanzar repercusión especialmente en los
el Exilio. países de América Latina [Delgado Gó-
mez-Escalonilla, 1992].
En el año 1947, la celebración franquista
Frente a esa flagrante pretensión de
tuvo por objetivo reforzar la interpretación
usurpación cultural y política de Cervantes
del Quijote como una obra exponente de
y su obra, desde el exilio se erigió una vi-
las características propias de la “raza” his-
sión político-ideológica rival, que puso un
pánica, a la vez que revestir la noción de
gran empeño en tratar de salvaguardar el
época, de unión entre las armas y las letras,
legado cervantino en el propio territorio
de un falso tono militarista que dejaba en-
moral y político de la diáspora. Así, me-
trever el nexo, aún evidente a aquellas altu-
diante la celebración de diversos actos de
ras, del régimen con el Fascismo. Así, en un
homenaje en todo el hemisferio occidental,
discurso del ministro José Ibáñez Martín,
los exiliados republicanos trataron de dis-
plagado de referencias a la Cruzada anti-
putar la mejor tradición cultural y moral de
comunista, se afirmaba el apoderamiento,
su patria a las autoridades franquistas. En
por el Gobierno de Franco, del legado cer-
los duros tiempos de la represión contra la
vantino en los siguientes términos:
“Anti-España”, la pugna cultural cobraba
Toda la ideología del Quijote —el mejor aquí una forma manifiestamente política y
código de la convivencia humana— integra y trascendental.
forma una cantera inmortal, que es, dígase lo En este preciso sentido cabe inter-
que se quiera, el espíritu permanente de Espa- pretar un llamamiento de la célebre revis-
ña. Este tesoro, que se nos entregó como un ta Las Españas —fundada en México por
legado de honor, fue el que defendimos, arreba- José Ramón Arana y Manuel Andújar—,
tados de patriotismo, con las armas de nuestra
Cruzada, y que ahora, en promisorios alertas,
que, en julio de 1947, presentaba una am-
mantiene sin declives el Gobierno de Franco plia colección de artículos sobre la obra y
[Ibáñez Martín, 1947: 22]. el pensamiento de Cervantes [Piñero Val-
verde, 2005; Garrido Gallardo, 2008]. En
La celebración franquista del centena- un texto titulado «Allá y Aquí», la Redac-
rio tenía como fin ulterior “normalizar” ción dirigía la siguiente pregunta a toda la
DOSSIER

343

diáspora: «¿Hará la emigración lo que pue- el camino del destierro, a Francia, a las
de y debe para rendir a Cervantes el tribu- Américas, alzándose contra cualquier tipo
to, no protocolario ni académico sino fer- de injusticia, contra cualquier dificultad, en
viente y orgulloso, que merece y que en la su lucha por «rescatar la España eterna».
Patria se le hurta?» [Las Españas, 5: 20]2. Respondía al llamamiento de Las
En la presentación de la publicación —ti- Españas, en Francia, el Boletín de la Unión
tulada «Cuarto Centenario de Don Miguel de Intelectuales Españoles (núms. 36-37).
de Cervantes»— se proclamaba, además: Dedicado «a todos los que dentro y fuera
«Cervantes es actual en nosotros porque de España mantienen viva la llama de la
supo vivirse en el vivir del pueblo, de su cultura española, sin abdicar su dignidad
pueblo. Porque se entendió entendiéndolo, humana», recogía los discursos pronun-
porque se soñó sonándolo. De ahí su pre- ciados en un acto —coorganizado por la
sencia inconmovible en cuanto sigue vivo, Asociación de Universitarios Españoles
y su eterno lanzazo a esas sombras de odio (ADUE) con el patrocinio del Gobierno de
y muerte que flotan sobre España» [Las Es- la República— celebrado en La Sorbona de
pañas 5: 1]. En un claro paralelismo con el París el 12 de septiembre de 19473. Según
destino del exilio, el texto se cerraba con Serge Salaün, el Boletín «ofrece un escapa-
una imagen de un Quijote que emprendía rate característico de lo que fue la actividad

2
Redacción, «Cuarto Centenario de Don Miguel de Cervantes», p.1; «Noticias del Cuarto Centenario de Cervan-
tes», p. 2; «Carta abierta de Pedro Salinas», p. 2; «Cervantes o la comprensión» de Luis Nicolau D”Olwer, p. 3; «La
España de Cervantes», de Enrique González Martínez, p. 3; «Contribución a la bibliografía biográfica del autor del
Quijote», de Agustín Millares Castro, p. 4; «Apostillas» de Juan José Domenchina, pp. 5 y 15; «Don Quijote deste-
rrado», de Daniel Tapia, pp. 5 y 14; «Soledad de Cardenio», de Benjamín Jarnés, p. 5 y 14; «El día más feliz de Don
Quijote», de Luis Santullano, pp. 7 y 14; «El retablo de maese Pedro», de Jesús Bal y Gay, p. 7; «Sobre el quijotismo
de Sancho Panza», de José Enrique Rebolledo, p. 8; «Los valores renacentistas en la obra de Cervantes», de Julio
Luelmo, p. 8 y 13; «Sancho Panza», de Jean Camp, p. 9; «El Quijote en Fotografía», de Honorato de Castro, p. 9;
«Portalón de par en par», del pintor Ramón Gaya, p. 10 y 13; «Alonso Quijano el Bueno», de Juan Gil Albert, p. 10
y 13, dibujos de García Ascot de los Trajes en la España de Cervantes, p. 10; «Aún hay Sol en las Bardas», de José
M. Gallegos Rocafull, p. 11; «Aldonza y el viento», cuento de Paulita Brook, p. 12; Redacción, «Allá y Aquí», p. 20,
acompañado de un grabado de Josep Renau, además de la reproducción del entremés Los habladores, de Cer-
vantes, p. 6 y otros fragmentos de la obra cervantina esparcidos a lo largo del número.
3
Tras la presentación de la Redacción, «IV Centenario de Cervantes», p. 1, incluye «En el IV Centenario de Miguel
de Cervantes», del presidente de la UIE, José Mª Quiroga Plá, pp. 2-3; «Don Quijote, caballero de la acción», del
presidente de la Asociación de Universitarios Españoles, Francisco Félix Montiel, pp. 4-6; «Don Quijote y Cataluña»,
del presidente de Cultura Catalana, José Quero Morales, pp. 7-8; «Cervantes y la Libertad», de M. León Mousinac,
en representación de la Unión Nacional de Intelectuales de Francia, pp. 9-10; «Miguel de Cervantes, hombre», del
profesor Marcel Bataillon del Colegio de Francia, pp. 11-12; y «Don Quijote y la República», de Álvaro de Albornoz
y Liminiana, presidente del Gobierno de la República en el exilio, pp. 13-14; y «La España de Cervantes», de E. G.
Nadal, p. 15. Seguía un poema de José Herrera Petere, «Invocación a Don Quijote», p. 3, de gran belleza estética y
riqueza conceptual.
344

intelectual y creadora de estos desterrados acción»—, Francisco Félix Montiel, presi-


que no pudieron o no quisieron cruzar el dente de la ADUE, insistió vehementemen-
Atlántico» [Salaün, 1998: 207]. Así, con te en la circunstancia del exilio en la que se
comparaciones entre la postura heroica insertaba el homenaje:
y digna de Cervantes en su cautiverio en
Argel y el destino de los republicanos, el Se sabe que nuestra presencia en distintos
escritor Quiroga Plá se refirió a campos países del mundo no es un simple azar. El des-
de concentración, cárceles y «calamidades tierro no es para nosotros un castigo ni una
evasión: es una actitud definida de repulsa y
por [los] que los mejores de entre nosotros,
de lucha. España vive bajo una tiranía fascis-
los hombres de nuestro pueblo, han pasa- ta. En España no hay libertad de conciencia: ni
do con tesón nobilísimo» [Boletín, 36-37: expresión del pensamiento. No hay libres in-
3]. La comunidad espiritual existente en- vestigadores científicos: no hay independencia
tre Cervantes y los vencidos, basada en los para los artistas, para los hombres de letras.
valores de la Justicia y la Libertad —dos Nos entristece considerar lo que no se hace, lo
que se pierde, lo que hay de tinieblas, de vacío
conceptos con los que Quiroga cerraba su
y de silencio en España. Pero nos duele como
texto—, nada tenía que ver con la agresi- una injuria lo que pretende hacer las veces de
va usurpación nacionalista realizada por cultura nacional, lo que hay de estafa y de sub-
el Franquismo. Finalmente, con lucidez versión: el alzamiento de las medianías, el asal-
inusual para la época, el escritor advertía to faccioso de la incompetencia en el campo de
contra la tentación de utilizar a Cervantes la creación intelectual, el golpe de estado en las
en la rivalidad político-cultural explícita aulas y en los laboratorios. (...) Y he aquí lo
que quiero subrayar, que nosotros, intelectua-
con el régimen franquista: «Sería absurdo,
les españoles, nosotros, obreros, campesinos,
sería necio, y por añadidura desleal, incu- pueblo de España, rendimos a Cervantes en el
rrir por nuestra parte en la indecente prác- extranjero el homenaje que allá en nuestra pa-
tica que consiste en apropiarse [de] grandes tria es imposible rendirle [Boletín, 36-37: 4].
figuras del pasado y abanderarlas en nues-
tras filas, [en] darles, como hoy se dice, el Para Montiel, la utilización pública de
“carnet” de un partido, [en] plantarles, Cervantes y de su obra por el Franquismo
como hierro de ganadería, el marchamo de era escandalosa y había que denunciarla
una idea o concepción política moderna» como propaganda realizada con «el obje-
[Boletín, 36-37: 4]. tivo de aparecer ante propios y extraños
No obstante, en aquellos dramáti- como un régimen atento a los problemas
cos años lo más común era una reivindi- de la cultura», en el mismo momento en
cación emocional del legado de Cervantes que la dictadura asesinaba a sus exponen-
por parte de la diáspora. Así, en el siguien- tes. Pero no solo se trataba de una propa-
te texto —«Don Quijote, caballero de la ganda vulgar, sino de una falsificación en
DOSSIER

345

toda regla de la significación, el sentido y Este artículo había aparecido previa-


la sustancia de la obra cervantina; en suma, mente en otro importante monográfico cer-
de un «gran estraperlo del régimen especu- vantino del periódico España Republicana
lando esta vez con los más respetables in- (27 sept. 1947), de Buenos Aires, ya anali-
tereses de nuestra cultura nacional» (p. 5). zado en detalle por María Teresa Pochat.
Esta reivindicación de la adscrip- En su estudio, la investigadora propuso,
ción “republicana” de Cervantes, y la iden- además, un útil esquema de los principales
tificación del exilio con los “valores” que su puntos ideológicos en los que se apoyaba
obra representaba —en respuesta a lo que la construcción republicana del legado cer-
se consideraba una usurpación franquis- vantino. Entre los principales señalaba: la
ta—, estuvo presente igualmente en otros «autoridad moral de los republicanos para
homenajes realizados aquel año, como el rendir homenaje a Cervantes»; el «dolor
de la revista del exilio francés, Libertad, del destierro como factor de comprensión
Para España, por la República, en su n° 15 de la figura de Cervantes»; el «paralelismo
(29 de octubre de 1947)4. Llama la aten- entre la España de Cervantes y la España
ción especialmente el artículo de Manuel actual», con clara vocación e intenciona-
Blasco Garzón que ahondaba en la identi- lidad de crítica a la España franquista; el
ficación de los exiliados con Cervantes, un «paralelismo entre la vida de Cervantes y
«desterrado en su tierra», y terminaba con
la del pueblo español», con especial insis-
este párrafo, harto significativo: tencia en construir un Cervantes cercano
al «pueblo» español y, a la vez, su mejor
Cuando está deshecho por la metralla ex-
tranjera el lugar sagrado en que se enclavara retratista; «valores que se comparten con
la pila bautismal de Cervantes, y Alcalá de el autor del Quijote», que son «los más
Henares, su patria, sirve de teatro a la expre- altos valores por los cuales debe luchar el
sión del odio que se derrama en las sentencias hombre: libertad, justicia, generosidad y
de unos tribunales de excepción, nosotros, benevolencia», y, finalmente, «Vindicación
los hombres del exilio, volvemos a honrar de la figura de Sancho», como representan-
a Cervantes y recordando su obra inmortal,
hacemos de su dolor consuelo para el nues-
te del saber y de la justicia popular. Como
tro y de su gloria, esperanza para nuestras también señaló Pochat, el esfuerzo de los
vidas, que se iluminan en el destierro con la diversos colectivos del exilio para homena-
locura de la honra [Libertad, 15: 3]. jear a Cervantes estaba destinado a contri-

4
Los textos que se publicaron fueron «Hommage a Cervantes», de Jean Sermet; «¿Cervantes vivo?» de Marcel
Bataillon; «El mensaje actual de Cervantes», por Camilo Ligniéres; «Cervantes y la España del destierro», de Manuel
Blasco Garzón; «El más grande de los españoles» de Augusto Barcia, y finalmente, «La niñez de Don Quijote», de
Unamuno, ensayo que había formado parte del libro La Enormidad de España, ed. Séneca, París.
346

buir a aunar «una visión político-ideoló- El homenaje a Cervantes en el contexto


gica de la cultura, como salvaguardia del político argentino
patrimonio intelectual que detentaba la II
No obstante, dichos esfuerzos podían
República, y que la diáspora, con la con-
verse dificultados en el caso de los países
siguiente desaparición de las instituciones
que eran gobernados por aliados políti-
y el marco simbólico que lo sustentaban,
cos de Franco. Así, con los mismos fines
puso seriamente en peligro» [Pochat, 2006:
políticos orientados a la legitimación de
634-637].
su poder y a apoyar su alianza con la Es-
Ahora bien, no por ser rivales, las po- paña franquista, el general Perón también
líticas culturales del Franquismo y las del presidió un relevante acto de homenaje a
exilio republicano pueden considerarse Cervantes. Realizado el 12 de octubre de
equiparables. A diferencia de la propagan- 1947 con motivo del Día de la Hispanidad,
da cultural del régimen, los homenajes ren- en la Academia Argentina de Letras, contó
didos por los republicanos, al margen de su con la asistencia, además de representan-
innegable superioridad intelectual y artísti- tes de la citada academia, de ministros del
ca, difícilmente podrían ser caracterizados Gobierno argentino y diplomáticos, entre
como una ofensiva propagandística o un ellos el propio embajador de España, José
agresivo apoderamiento político del legado María de Areilza. Lo más relevante del
cervantino. Al contrario, eran, ante todo, acto fue el discurso pronunciado por el ge-
una manera de defender el legado cervan- neral Perón —difundido por radio y pos-
tino de la manipulación perpetrada por la teriormente editado—, en el que defendió
dictadura en nombre de un deber patriótico «a la Madre Patria», y glorificó y alabó la
que los intelectuales exiliados seguían con- Conquista española como una manera de
siderando ineludible para con sus compa- incorporar las Américas a Occidente y res-
triotas. Finalmente, su emocional adhesión catar las almas de los indios convirtiéndo-
a la mejor tradición humanista española les al Cristianismo. En dicho cuadro, Perón
era también un intento de “eternizar”, a presentó el Quijote como «la expresión
hacer perdurar, el legado intelectual y cul- más acabada del genio y la grandeza de la
tural de la República en una situación de raza», y proclamó su esperanza de que el
destierro. Al no disponer de las estructuras capital cultural y ético reunido por los pue-
de Estado, se trataba de contribuir a una blos hispanos, con el Quijote como su ex-
cierta abstracción de los valores republica- presión más lograda, ese «espíritu señoril
nos con el objetivo de situarlos entre los y cristiano que inspira la Hispanidad», ilu-
grandes mitos de la cultura liberal y pro- minaría al mundo cuando se disiparan «las
gresista española. nieblas de los odios y de los egoísmos» [Pe-
DOSSIER

347

rón, 1947: 30]. De esta manera, Perón se ñol, con asistencia de la delegación argenti-
pronunciaba en contra de la leyenda negra na del Gobierno de la República en el Exi-
de la Conquista, confeccionada, según él, lio y el Patronato Hispano Argentino de
por los imperios europeos para «fomentar Cultura. Contando con intervenciones de
así, en nosotros, una inferioridad espiritual notables republicanos, la dirección artísti-
propicia a sus fines imperialistas» [Perón, ca de los espectáculos teatrales cervantinos
1947: 34]. La unión panhispánica, funda- corrió a cargo del dramaturgo Alejandro
da de acuerdo con los valores del militaris- Casona, quien, según recogía el semanario
mo, el cristianismo, la virilidad y la pureza, España Republicana, el día 11 de octubre
estaba llamada a resistir los imperialismos de 1947, una vez más estableció una clara
del Norte, corruptos tanto política como unión espiritual entre Cervantes y los repu-
moralmente. blicanos:
Numerosos demócratas argentinos, a
menudo alentados por los exiliados espa- Este Cervantes que la España leal siente hoy
ñoles, dieron respuesta a esa política tran- más suyo que nunca, porque también él supo
satlántica de mutuo apoyo entre ambas dic- de la soledad y el cautiverio, porque profeti-
zó la injuria de estos galeotes de la diplomacia
taduras. A este propósito, dos documentos
que hoy tiran la cobardía de sus piedras contra
—«La crónica del Centenario», publicado el primer pueblo que luchó por ellos y porque
por la revista Realidad en el monográfico, comenzó a escribir en una cárcel de España el
y el folleto Reseña de los homenajes ren- libro que había de hacer inmortal a España en
didos en Buenos Aires a Miguel Cervantes la cultura del mundo.
Saavedra: con motivo del IV centenario de
su nacimiento (1547-1947) (Ediciones del Entre otros numerosos actos en la misma
Instituto Cervantino, 1948), además de los línea, mencionaremos el ciclo de conferen-
datos que aportan María Teresa Pochat y cias organizado por el Ateneo Iberoameri-
Vicente Sánchez Moltó, permiten percibir cano y el Hogar Andaluz; la constitución
la gran dimensión que tuvieron las diferen- de un Instituto Cervantino, bajo la direc-
tes celebraciones de homenaje a Miguel de ción del exiliado Aurelio García Elorio,
Cervantes en Argentina. Por lo que se refie- el día 7 de octubre de 1947; otra serie de
re al ámbito republicano, llama la atención conferencias en el Salón Van Riel, en la que
una serie de espectáculos teatrales, concier- pudieron dictar las suyas Ricardo Baeza,
tos y conferencias que, bajo el significativo Ezequiel Martínez Estrada, Claudio Sán-
lema «Homenaje de la España leal», fue chez Albornoz, Jacinto Grau, José María
realizada, durante el otoño de 1947, por Monner Sans y León Felipe, además de las
la Agrupación de Intelectuales Demócratas que se celebraron en el salón de la edito-
Españoles y el Centro Republicano Espa- rial Kraft, entre las que destacó «El pensa-
348

miento de El Quijote visto por un aboga- Miguel de Cervantes. Su revista, fundada


do», pronunciada, el 29 de septiembre de en colaboración con los intelectuales ar-
1947, por el jurista republicano afincado gentinos Eduardo Mallea, Carmen Gán-
en Argentina Niceto Alcalá Zamora, autor dara y Francisco Romero, de vocación
de un importante libro sobre la obra ca- universal y con una amplia nómina de co-
pital de Cervantes5. Finalmente, debemos laboradores internacionales, difícilmente
citar el relevante homenaje organizado por podría englobarse en la categoría estricta
la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni- de la prensa del exilio. Realidad no hacía
versidad de Buenos Aires, así como el ciclo ninguna ostentación de los valores repu-
organizado por Radio Splendid, en el que blicanos y la parte dedicada a los temas
intervinieron exiliados y personalidades españoles estaba cuidadosamente equi-
argentinas como José Venegas, Francisco librada con secciones dedicadas a otros
Ayala, Pablo Rojas Paz, Jorge Luis Borges, países y problemas. La principal ambición
Clemente Cimorra, Rafael Dieste, Francis- de sus promotores era contestar preguntas
co Madrid, Valentín de Pedro, Margarita urgentes surgidas a raíz de la crisis de la ci-
Xirgu y Guillermo de Torre. Aparecieron, vilización vivida tras el final de la Segunda
además, numerosas ediciones de libros y Guerra Mundial. De orientación liberal,
varios artículos dedicados a Cervantes en prooccidental y antitotalitaria, Realidad
diversos periódicos, incluido también el había nacido en una época en la que el
más influyente, La Nación. comunismo soviético ya representaba una
enorme amenaza militar y moral.
El homenaje de la revista Realidad
La publicación honró a Cervantes en su
Los exiliados españoles Francisco Ayala Vol. 2, de septiembre-octubre de 19476.
y Lorenzo Luzuriaga, principales artífices Abría el homenaje Américo Castro, quien
y directores de facto de la singular revista señalaba que el tema capital del Quijote es
bonaerense Realidad (1947-1949), deci- «la interdependencia, la ‘interrealidad’, del
dieron igualmente rendir un homenaje a más allá humano y del proceso de incorpo-
5
Niceto era autor del libro del título homónimo, publicado por Kraft, que intentó poner a circular en España, sin
resultados, puesto que la obra fue objeto de una salvaje censura y prohibida (Motlló: 519-521)
6
Contó con artículos de Américo Castro, «La estructura del Quijote», pp. 145-170; Marcel Bataillon «Matrimonios
cervantinos» pp. 171-182; Francisco Ayala, «La invención del Quijote», pp. 183-200; Joaquín Casalduero, «La com-
posición del segundo Quijote», pp. 201-219 -recordemos que era autor de un libro que aparecía aquel mismo año,
Sentido y forma de de «Los Trabajos de Persiles y Sigismunda» por la Editorial Sudamericana-; Francisco Romero,
«Don Quijote y Fichte», pp. 220-233; Jorge Luis Borges, «Nota sobre el Quijote», pp. 234-236; Max Singlenton,
«El misterio del Persiles», pp. 237-253; Harry Levin, «Don Quijote y Moby Dick», pp. 254-267; Edwin B. Knowles,
«Cervantes y la literatura inglesa», pp. 268-297; Jorge Romero Brest, «El Quijote y sus ilustradores», pp. 297-306;
Guillermo de Torre, «Cervantes, anecdótico y esencial», pp. 306-310; y Julio Caillet-Boix, «El Persiles, versión barro-
ca», pp. 310-312, sobre el nuevo libro de Joaquín Casalduero.
DOSSIER

349

rárselo a la vida de uno»; la percepción, en menaje literario más bello que haya tenido
los mismos planos, de los diferentes órde- Cervantes en esta ocasión», a la vez que
nes de las cosas: las realidades elementales mencionaba el planeado homenaje de Ín-
y tangibles, los fenómenos de cultura, los sula, revista unida a Realidad en una só-
valores, las abstracciones, etc., que cons- lida amistad intelectual [Glondys, 2013]8,
tituían el rasgo más elemental del hombre pero excluyendo toda mención a la situa-
hispánico. Para el destacado especialista, ción política.
una fusión de «idealismo» y «realismo» se Pese a esta manifiesta apoliticidad, en
visualizaba en los personajes, repartida a ocasiones aparecían algunas referencias
partes iguales entre ambos, y en toda la fi- aisladas a la crisis político-social vivida
losofía de la obra subyacía el pensamiento en la época. Así, Francisco Ayala se pro-
moral de Cervantes, la «idea estoica-judai-
nunciaba contra la tradición de «adorar
ca-cristiana de alzarse el hombre sobre la
en el Quijote una especie de misterio —
roca de su voluntad y sobre la conciencia
con su culto, sus exégetas, interpretacio-
de la libertad íntima» (p.161)7. De ma-
nes esotéricas, ministros y sectarios—» y
nera similar, la mayoría de los textos del
monográfico eran estrictamente filológi- establecía que el cautiverio de Cervantes
cos y muy cultos, sin contener apenas re- podía «parangonarse con la no menos ex-
ferencias a la situación política vivida ni tendida experiencia de los prisioneros de
en España ni en Argentina. Igualmente, la guerra en nuestro siglo», mientras que el
crónica del homenaje en España destacaba episodio del morisco Ricote aludía «a si-
la serie de artículos que venía publicando tuaciones tan inmediatas y frecuentes por
Azorín, calificándola de «quizá (...) el ho- entonces como lo son en nuestros días las

7
Castro era experto máximo en la interpretación del Quijote. Recordemos que tan pronto como en 1925 apare-
ció publicado su ensayo El pensamiento de Cervantes (Madrid, Hernando, 406 pp.), y en el año 1942 publica «Lo
hispánico y el erasmismo. Los prólogos al Quijote». Buenos Aires, Facultad de filosofía y letras de la Universidad de
Buenos Aires, Instituto de Filología, 1942, 126 pp. Sobre este tema, consúltese Caudet, 2005; Mainer, 2006: 96-
106.
8
Vínculo con Ínsula: hacen también el homenaje ese mismo año. Dedicados al Quijote nos encontramos con los
artículos: «La palabra escrita y el Quijote» de Américo Castro, «La composición del Quijote», de Joaquín Casalduero,
«Un Quijote inglés» de William J. Entwistle y «El Quijote de don Antonio de Sancha» de A. Rodríguez Moñino. La
Galatea: «Galatea o el Perfecto y Verdadero Amor» de Samuel Gigil Gaya y «Relección de La Galatea» de Francisco
Yndurarín. Sobre el Persiles: «Cervantes y lo Maravilloso Nórdico» de Jean Babelon e «Interés del Persiles» de Matil-
de Pomés. De la poesía cervantina: «Garcilaso y Cervantes» de José Manuel Blecua, «La poesía lírica de Cervantes»
de Joseph M. Claube y «La Epístola a Mateo Vázquez» de A. Zamora Vicente. Del teatro: «Cervantes y La cueva de
Salamanca» de M. García Blanco y «Una posible fuente de un fragmento de la comedia La xasa de los celos, de
Cervantes» de Francisco López Estrada. Por último, dos estudios sobre la influencia de Cervantes: «Cervantes en la
obra de Mark Twain» de Stephen Gilman y «Cervantes en la Novela Moderna» de Jaime Ibáñez.
350

del deportado o del refugiado político» Singleton, discípulo de Américo Castro y


(p.195)9. Llama la atención, asimismo, profesor de la Universidad de Wisconsin,
la alusión del filósofo Romero a la unión «un notable representante de la nueva ge-
entre Quijote y Fichte «como un símbolo neración de hispanistas norteamericanos»;
doble y supremo de la soberanía y libertad «Don Quijote y Moby-Dick», de Harry
del alma» (p. 233). Borges, por su parte, se Levin, profesor de Literatura en la Univer-
pronunciaba de manera irónica contra los sidad de Harvard, y «Cervantes y la Litera-
ministros que se aprovechaban del Quijote tura Inglesa» del joven profesor del Queens
para hacer de la obra «un confuso museo College (Nueva York), Edwin B. Knowles.
de arcaísmos, de idiotismos y de refranes» A nuestro modo de ver, tan acusada pre-
(p. 234). Finalmente, Guillermo de Torre, sencia de colaboradores estadounidenses
en su ensayo bibliográfico, señalaba los era una manera indirecta de aludir al evi-
siguientes paralelismos entre la época de dente compromiso prooccidental de la re-
Cervantes y la posguerra mundial: «En lo vista, que, por aquellos dramáticos años,
referente a la hipocresía religiosa, léase in- solía cobrar la forma de la adhesión explí-
tolerancia política; por lo que concierne al cita a la alianza atlántica.
servicio secreto de la Inquisición, piénsese En suma, la singularidad de este home-
en la Gestapo, la OVRA o la OGPU; en naje cervantino, consistente en su tono eru-
lo atañedero a los judíos y a los moros, dito y apolítico, y en su marcado carácter
póngase los “no arios”, y el paralelo será transatlántico, reflejaba a la perfección la
claro» (pp. 309-310). orientación liberal y elitista, así como la
En conclusión, bien que los artículos, en vocación prooccidental, de la propia re-
general, no salen de sus estrechas discipli-
vista. El citado número monográfico con-
nas de especialización —filología, filosofía,
trastaba indudablemente con el registro
crítica artística, etc.—, no falta alguna re-
emocional empleado por la prensa repu-
ferencia aislada a la situación política o al
aprovechamiento propagandístico por par- blicana, que abundaba en comparaciones
te del Franquismo de la obra de Cervantes. explícitas entre el destino de los vencidos
Con todo, lo que llama especialmente de la Guerra Civil y el de Cervantes y sus
la atención es la abundante presencia de personajes, además de abiertas denuncias
textos de autores estadounidenses, tales de la represión vivida en España y del dra-
como: «El misterio del Persiles», de Max ma del exilio.

9
Respecto a la producción de Francisco Ayala sobre El Quijote, consúltese las páginas de Mainer, 2006: 126-133.
DOSSIER

351

Conclusiones el tratamiento cultural de Cervantes y su


obra maestra, al margen de las dos clásicas,
Los intelectuales de la diáspora conside-
ya señaladas por Moreno Luzón. En efecto,
raban como su deber patriótico disputar-
si la primera postura sería la que podríamos
le al Franquismo los mitos eternos de la
calificar de conservadora-profranquista y
cultura nacional, y —tal como ya expuso
la segunda de progresista-prorrepublicana,
Ramón J. Sender [Cuadernos, 4, 1954]—
es posible distinguir, asimismo, una terce-
erigirse en dueños espirituales e intelectua-
ra, ejemplificada precisamente por la orien-
les de la mejor tradición de su patria, que, tación de la revista Realidad, asentada en
desde su exilio, se sentían obligados a pre- un liberalismo desideologizado, conscien-
servar y cultivar para las futuras generacio- temente “apolítico” en el discurso cultural,
nes. La rivalidad del Exilio con la dictadu- y en el que tenían una fuerte presencia los
ra en el territorio de los grandes mitos del valores occidentales. De hecho, cabe dudar
imaginario patriótico no respondía sino a de que el Peronismo interpretara el proyec-
un nuevo, aunque sin duda particularmen- to cultural de Realidad como apolítico. En
te dramático, episodio de un conflicto de realidad, su marcado liberalismo y las re-
legitimidades que había estado presente en ferencias constantes a la cultura occidental
la cultura española desde el comienzo del y la anglosajona constituían una manera
siglo XIX. Se trataba, en realidad, de un poco combativa, pero nada opaca para el
nuevo capítulo de la vieja disputa por el régimen argentino, de desafiar el proyec-
uso político de los símbolos culturales que to de su, tan querida, Unión panhispáni-
había estado enfrentando, desde hacía ya ca, promovida precisamente en oposición
más de un siglo, a los ambientes liberales y a Occidente y su macropotencia, EE. UU.
progresistas, y a los conservadores. Choca- Ciertamente, podía haber distintas mane-
ban dos visiones del clásico: de un lado, la ras de realizar oposición política, y la ele-
de «un Cervantes católico y conservador, gida por Realidad era, tal vez, la más ele-
fiel a la monarquía y soldado heroico en gante.
la batalla de Lepanto contra los turcos»; Dicho liberalismo aparentemente apo-
de otra parte, la de un «Cervantes liberal y lítico —expuesto, por primera vez, en las
progresista, comprometido con la libertad páginas de Realidad—, resultaría desarro-
y con la justicia y muy crítico frente a las llado posteriormente por La Torre, Revista
anquilosadas convenciones sociales de su de la Universidad de Puerto Rico (1953-),
tiempo» [Moreno Luzón, 2012: 13]. dirigida también por Francisco Ayala, y por
No obstante, podríamos aventurar la te- Cuadernos del Congreso por la Libertad
sis de que determinados grupos del exilio de la Cultura (1953-1965), publicaciones
español introdujeron una tercera opción en que, desde los años cincuenta, enlazaron
352

con el interior disidente y contribuyeron a pp. 183-200.


construir —intelectual, política y cultural- Borges, Jorge Luis, «Nota sobre el Quijote»,
mente— un antifranquismo de orientación pp. 234-236.
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DOSSIER

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354
DOSSIER

355

El exilio de 1939,
Cervantes y El Quijote
en los campos editoriales Parece un lugar común pero
inexcusable referirse a Pierre Bourdieu
argentino y mexicano para señalar la relevancia que tienen los ca-
tálogos editoriales en la conformación de
una identidad cultural. En un célebre texto
titulado “Una revolución conservadora en
Fernando Larraz
la edición”, incluido en Intelectuales, polí-
Universidad de Alcalá – GEXEL/CEFID
tica y poder, Bourdieu comenzaba afirman-
do que la primera muestra de poder de un
Resumen: El trabajo se propone examinar las edi- editor sobre un texto es, además de servir
de puente para que su autor pueda acce-
Key Words: Cervantes, Publishers, Don Quixote,

ciones que se hicieron de las obras de Cervantes


der a “la existencia pública”, transferirle
y, singularmente de El Quijote en las editoriales
en el mismo acto de la edición un “capital
en las que participaron los exiliados republicanos: simbólico”: una prelectura que guarda re-
Losada, Atlántida, Poseidón, Emecé, en Argen- lación con el capital que el editor ha ido
tina; Séneca, Hermes y Altolaguirre, en México. acumulando a través de su historia y de su
Con ello se intenta aportar una perspectiva de la subsiguiente catálogo1. En esa transferen-
relevancia que la obra de Cervantes tuvo para los cia, el texto —y con él, su autor—recibe
de manera inmediata una interpretación
exiliados, en tanto les permitía racionalizar su
apriorística de su contenido: se está dando
particular situación.
un significado que será indisociable del sig-
nificado intrínseco del texto mismo.
Editions

Abstract: This paper aims to analyse the editions Parece difícil que un texto como El Qui-
of Cervante’s works –particularly of Don jote y un autor como Cervantes que, a la
Quixote– in those publishing companies where altura de 1939, habían sido objeto de una
Palabras clave: Cervantes, editoriales,

republican exiles took part: Losada, Atlántida, recepción tan larga, variada y prolija pu-
Poseidón, Emecé, in Argentina; Séneca, Hermes dieran todavía ser resignificados a través
y Altolaguirre, in Mexico. This will offer a de una nueva edición. Pero la historia de
la derrota republicana y su subsiguiente
Don Quijote, ediciones.

perspective on the importance that Cervante’s


exilio había conformado un nuevo hori-
works had for exiles, since it allowed them to
zonte de lectura que iba a ser integrado en
reasoning their particular situation. el campo editorial del exilio, que, a decir
nuevamente de Bourdieu, es ese “espacio

1
Pierre Bourdieu, Intelectuales, política y poder, Buenos Aires, Eudeba, 2012, p. 235.
356

social relativamente autónomo —es decir, lo que hacen los editores) son mercancías
capaz de retraducir, según su propia lógi- fabricadas y puestas a la venta en un mer-
ca, todas las fuerzas externas, económicas cado y, por tanto, sí están subordinados a
y políticas, especialmente—, en el cual las una legislación, al precio y disponibilidad
estrategias editoriales encuentran su prin- de materias primas, a una manufactura, a
cipio”2. un mercado, etcétera. Nada de eso puede
En efecto, la particular idiosincrasia de darse en el no lugar del exilio. ¿Cómo de-
la labor del editor como mediador cultural cir, por ejemplo, que Losada, que participó
y no solo como agente económico permi- activamente en las ferias de libro argenti-
te analizar los catálogos editoriales como nas, en la Cámara del libro argentina, en el
algo más que meros muestrarios comercia- mercado argentino en suma, era una edito-
les. Y nos permite plantear preguntas tales rial de exilio?
como el valor simbólico que, para un pro- Si acaso, el punto intermedio entre la in-
yecto cultural —y una editorial lo es— en materialidad del texto y la materialidad del
una coyuntura concreta como la del exi- libro está en los catálogos editoriales. Es
lio, podía tener la selección de determina- allí donde se objetiva eso que se ha dado en
dos títulos en detrimento de otros. El caso llamar estrategia o política editorial y que
concreto de Cervantes y el exilio permitirá tiene que ver con la identidad que determi-
plantearnos qué significación tuvieron las nados grupos adquieren a través del acto
presencias o ausencias de Cervantes en los de lectura. Es el catálogo el que nos permi-
catálogos editoriales de los exiliados, así te preguntar qué tipo de cultura (¿de exi-
como las características concretas de sus lio?) se objetivó a través de los libros. Y es
ediciones. allí por tanto donde se visibilizan las con-
En varias ocasiones he cuestionado la tradicciones más agudas del exilio, princi-
pertinencia de la etiqueta “Editoriales del palmente el dilema entre la fidelidad a una
exilio”. Adscribir empresas editoriales a cultura derrotada pero siempre preparada
una cultura del exilio me resulta sumamen- para reinsertarse en la Península y la su-
te problemático, mucho más problemático pervivencia en los contextos sociales de los
que hacerlo, por ejemplo, con un corpus de países de acogida. Dicho de otro modo, el
obras literarias producidas por los exilia- siempre presente riesgo de convertirse en
dos. Esto se debe a que mientras los textos una subcultura destinada a la extinción por
(que es lo que hacen los autores) son inma- el trabajo del tiempo.
teriales y por tanto no están sujetos a un Si hay un símbolo literario nacional cuya
espacio ni a un tiempo, los libros (que es identificación proporciona un alto gra-
2
Ibidem, p. 242.
DOSSIER

357

do de legitimidad a una causa, ese es Don ejemplares cervantinas. Cierto que por en-
Quijote. Símbolo, para lo que nos intere- tonces, Losada y Urgoiti se habían marcha-
sa, susceptible de significar no pocos de los do ya de la editorial y esta, bajo un control
valores republicanos concretos: el antidog- más estricto de los agentes franquistas de la
matismo epistemológico, la razón no utili- editorial, estaba sometiendo a su catálogo
taria, la fidelidad a un ideal anacrónico… a una progresiva adecuación a las premisas
hasta el punto de que José Luis Abellán lo culturales del franquismo: a Cervantes le
haya llegado a convertir, en Los secretos de habían antecedido en la colección la prime-
Cervantes y el exilio de don Quijote, sím- ra plana de la intelectualidad católica euro-
bolo del exilio mismo3. pea: Chesterton, Morand, Berdiaeff, junto
La incorporación de Cervantes y El Qui- con los iconos franquistas Julio Camba y
jote al acervo editorial del exilio comienza Ramiro de Maeztu y el fascista Knut Ham-
por la colección de bolsillo Austral, de Es- sun.
pasa-Calpe Argentina. Esta editorial difí- Pocos meses después, en dos volúmenes
cilmente podría ser identificada con el exi- impresos en diciembre de 1938 y enero de
lio pues dependía del consejo de dirección 1939, fundado ya su sello editorial, Losada
radicado en la zona franquista durante la lanzaba su propia edición de Novelas ejem-
guerra. Sin embargo, la imposibilidad de plares de Cervantes. Eran los números 7 y
publicar por la circunstancia bélica en la 8 de “Las cien obras maestras de la Litera-
Península había llevado a los propietarios a tura y del Pensamiento Universal”, colec-
dar poderes a sus representantes en Buenos ción dirigida por Pedro Henríquez Ureña,
Aires, Gonzalo Losada y Julián Urgoiti, en que, como en los demás volúmenes que la
cuya larga trayectoria editorial mostrarían integran, acompaña la edición, revisada, de
en más de una ocasión su identificación notas e introducción. Esta colección aspi-
con la causa democrática y republicana4. raba a constituir un canon de la literatura
Ellos dos y Guillermo de Torre, que había occidental, con una inclinación evidente
salido de España al poco tiempo de iniciar- hacia autores españoles, y legitimado por
se la guerra, como director de la colección, el prestigio intelectual de Henríquez Ureña.
pusieron en funcionamiento Austral, cuyo Se trataba, a decir del catálogo de Losada,
número 29, aparecido el 20 de julio de de “hermosos volúmenes de 300 páginas,
1938, era una colección de cinco novelas encuadernados en tela, con inscripciones

3
José Luis Abellán, Los secretos de Cervantes y el exilio de don Quijote, Alcalá de Henares, Centro de Estudios
Cervantinos, 2006.
4
Fernando Larraz, “Política y cultura: Biblioteca Contemporánea y Colección Austral, dos modelos de difusión
cultural”, Orbis Tertius, vol. 14, 15, 2009, www.orbistertius.unlp.edu.ar/article/download/OTv14n15d01/5007.html
(última visita: 12 de junio de 2016).
358

doradas y cantos pintados. Sobrecubierta ránea —la rival de Austral en el mercado


en colores”, que se vendía por 3 pesos el argentino—, es una nueva revisión del tex-
volumen. Dejando aparte el tinte comercial to original de Cervantes, que se llevaría a
del nombre de la colección, se trata de un las tablas y que sería estrenada en Montevi-
excelente esfuerzo por ofrecer ediciones fi- deo, en octubre de ese mismo 1943, por la
lológicas cuidadas y encargadas a menudo compañía de Margarita Xirgu. Se mantie-
a especialistas, en la que resonaban algu- nen sin embargo, varios de los rasgos que
nos ecos de la labor filológica de la época habían caracterizado la versión de 1937:
de esplendor del Centro de Estudios His- los soldados romanos, por ejemplo, apare-
tóricos, aunque con un afán divulgativo cen vestidos con el uniforme de las tropas
que contrastaba con la colección “Textos mussolinianas. La edición va acompañada
literarios”, dirigida por Amado Alonso, de dibujos de la maqueta y figurines que
en la que se ofrecían cuidadas ediciones de Santiago Ontañón diseñó para la puesta en
textos clásicos de la literatura española e escena. Marcelino Jiménez León ha anali-
hispanoamericana y en la que estaba pro- zado las profundas diferencias entre la pri-
yectado un Quijote que no llegó a publi- mera versión y la publicada, concluyendo
carse porque Alonso marchó a los Estados que se trata de una adaptación nueva: “Al-
Unidos y el proyecto se agostó. Sí se pu- berti —explica— ha realizado un proceso
blicó en cambio el que puede considerarse de depuración, logrando en 1943 mayor
texto nacional argentino y por tanto, co- perfección dramática”5.
rrelato del Quijote, el Martín Fierro, con el En cuanto al Quijote, la primera inter-
que se decidió inaugurar significativamente vención editorial de un exiliado en el cam-
la colección. po editorial argentino fue la versión que
También en Losada se publicó la libre Clemente Cimorra dio al texto cervantino
adaptación que Alberti había realizado de para la edición infantil en la colección roja
la Numancia durante la guerra, una adap- de la Biblioteca Billiken, dedicada a ofrecer
tación que, según su propio testimonio, fue versiones infantiles de las grandes obras de
una manera de “actuar literariamente” en la literatura universal. La colección perte-
favor del bando republicano. Aquella se es- necía a la editorial Atlántida y su objetivo
trenó en 1937 en el Teatro de la Zarzuela era, según rezaba la propaganda, “divulgar
de Madrid. La versión que en 1943 publicó en forma digna y asequible a todos, el con-
Losada dentro de su Biblioteca Contempo- tenido de las obras maestras de la litera-
5
Marcelino Jiménez León, “Rafael Alberti y la Numancia de Cervantes”, en Antonio Bernat Vistarini (ed.), Actas
del IV Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas (Lepanto, 1/8 de oct. de 2000), tomo II, Palma de
Mallorca, Universitat de les Illes Balears, 2001, 1177-1200, p. 1193.
DOSSIER

359

tura universal”. La colección, que llevaba “Biblioteca Emecé de Obras Universales”,


el mismo nombre que la famosa revista una de las más significadas de la editorial
infantil que editaba también Atlántida, Emecé, que hasta 1942 había estado diri-
estaba dirigida desde su fundación por el gida por los exiliados Arturo Cuadrado y
exiliado Rafael Dieste, que había conoci- Luis Seoane. En dicha colección, en 1946,
do al fundador y director de la editorial, el se publicó una nueva edición de las No-
uruguayo Constancio Vigil por mediación velas ejemplares, esta vez con prólogo de
de Maruja Mallo6 y se incorporó ese mis- Jorge Luis Borges, quien comenzaba a co-
mo 1939 a la editorial. Tanto Dieste, como laborar con la editorial, donde pocos años
su mujer, Carmen Muñoz, que colaboró después publicaría sus obras completas. La
activamente en las tareas de dirección edi- “Nota preliminar” de Borges abstraía la
torial favorecieron la incorporación de nu- obra cervantina de cualquier contexto de
merosos exiliados a tareas editoriales. La producción y más bien servía para alertar
edición de Cimorra reescribe el texto, redu- contra el exceso de veneración por el escri-
ce el texto cervantino a 142 páginas, mo- tor, cuyo valor –El Quijote aparte– relati-
derniza el lenguaje y lo adapta al público vizaba llamativamente. En Emecé apareció
infantil e incluye dibujos de Aniano Lisa, años después, en 1957, cuando ya prácti-
pintor y dibujante argentino de origen es- camente no había memoria de la impronta
pañol, ilustrador habitual de la editorial. del exilio republicano en sus primeros años
Tuvo un gran número de reediciones. de historia, una edición de lujo del Quijote
Cimorra escribió asimismo una biogra- ilustrada por Salvador Dalí, una quizá de
fía de Cervantes que apareció publicada en las más importantes, desde el punto de vis-
la editorial José Ballesta, de Buenos Aires. ta artístico, del siglo xx.
Añádase, para ilustrar el cervantismo de Poseidón, una editorial fundada por el
Cimorra, que había pertenecido al direc- exiliado catalán Joan Merli incorporó a su
torio de Pensamiento Español, revista del catálogo una edición de entremeses cervan-
exilio porteño que, durante sus primeros tinos intitulada El hospital de los podridos
14 números ilustró sus portadas con mo- y otros diez entremeses. Hizo el número 2
tivos del Quijote. En ese directorio, acom- de su colección Pandora, en 1943, anuncia-
pañaban a Cimorra en la dirección litera- da en sus reclamos publicitarios como “Lo
ria de la revista Francisco Ayala y Ricardo más interesante de la literatura universal”,
Baeza. Este último dirigió la colección una recopilación de “novela, biografía, clá-

6
Ana Pelegrín, “Una aproximación a los libros infantiles en el exilio español (1939-1977)”, en: Ana Pelegrín, María
Victoria Sotomayor, Alberto Urdiales (eds.), Pequeña memoria recobrada: libros infantiles del exilio del 39, Madrid,
Secretaría de Estado de Educación y Formación, 2008, p. 18.
360

sicos, policiales, viajes y aventuras y tea- aquella que puede llamarse con más pro-
tro”. Tan dispar como esta relación fueron piedad “editorial del exilio”, se publicó
los autores y libros en ella publicados. Sin tempranamente una de las ediciones más
duda, se concebía como una colección ex- relevantes de El Quijote en el siglo xx. Fue
tensiva de bolsillo, con diversas secciones, a el número 3 de la colección “Laberinto”.
un reducido precio de entre 1,50 y 2 pesos, Los primeros habían sido las Obras de An-
similar al de la Biblioteca Contemporánea tonio Machado, con prólogo de Bergamín,
de Losada o la Austral de Espasa—Calpe. y Laurel. Antología de la poesía moderna
El libro de Cervantes estaba presentado en en lengua española, tan célebre como dis-
la portada como “Retablo de vívidas figu- cutida, editada por Xavier Villaurrutia,
raciones, arrancadas del pueblo de Casti- Emilio Prados, Juan Gil Albert y Octavio
lla; sátira amable y regocijada de los de- Paz. “Laberinto” era una de las cinco co-
fectos humanos; lenguaje cuyo realismo y lecciones que lanzó la editorial; consistía, a
lozanía perduran ejemplarmente a través decir de su propaganda, en “pequeños vo-
de los siglos”.  lúmenes de 600 a 1000 páginas cada uno,
No deja de ser llamativo la ausencia de impresos en papel biblia y cuidadosamente
implicación directa de los exiliados en las encuadernados en piel”, si bien la prolija
ediciones argentinas de El Quijote, que edición de El Quijote se extendía hasta
fueron muchas a lo largo de los años cua- casi las 1500 páginas. El colofón fecha la
renta y cincuenta y, en no pocos casos, de- impresión de la tirada el 28 de noviembre
bidas a cervantistas españoles, como Juan de 1941 y según reza la portada está he-
Suñé Benages (en la edición de El Ateneo cho bajo la dirección tipográfica de Emilio
de 1942) o Julio Cejador (en la edición de Prados y “con notas de los más prestigio-
Joaquín Gil de 1944). Ello contrasta con lo sos cervantistas seleccionadas por Agustín
que ocurría en México y el contraste ilustra Millares Carlo, que ha dirigido y verifica-
a su vez las diferencias entre la implicación do esta nueva edición”. Lo cierto es que
editorial del exilio en uno y otro contexto hay notas de algunos editores previos de
y, por extensión, la diferencia con que los la obra pero la mayoría son originales de
exilios argentinos y mexicanos compren- Millares Carlo. La edición fue costeada, de
dieron su labor cultural en relación con los manera excepcional, por el presidente de la
países de acogida. nación7, cuyo apoyo era reconocido en la
En México, en la editorial Séneca que primera página, donde se podía leer: “El
dirigía José Bergamín, probablemente señor presidente de la República de México

7
Gonzalo Santonja, Al otro lado del mar. Bergamín y la Editorial Séneca, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 1996, p.
93.
DOSSIER

361

D. Manuel Ávila Camacho ha patrocinado Porto, quien se rodeó de un nutrido grupo


esta nueva edición del Quijote; Editorial de intelectuales republicanos exiliados en
Séneca le dedica su publicación como re- México. UTEHA había sacado ya una edi-
cuerdo y homenaje de gratitud española”. ción lujosa de la obra cervantina, ilustrada
La calidad de la edición del texto y de los por Doré y con intereses más artísticos y
materiales de edición, el prestigio de Mi- comerciales que filológicos. La edición de
llares Carlo y la implicación de la máxima 1956 redujo el formato e incorporó algu-
autoridad del Estado mexicano dotó a esta nas notas de Millares Carlo.
edición de un valor muy especial, acorde Otro ilustre filólogo del exilio que par-
con la honda significación política que que- ticipó en una edición mexicana de El Qui-
ría otorgársele. Al tenor de los datos que jote fue Américo Castro, que prologó la de
publicó Gonzalo Santonja, El Quijote fue 1960 de la editorial Porrúa, en su célebre
el cuarto libro más vendido de la historia colección de divulgación “Sepan cuan-
de la editorial, solo superado por las otras tos…”. Lo más importante es que el pró-
dos obras ya mencionadas de la colección logo lleva por título “Españolidad y euro-
“Laberinto” y por Poeta en Nueva York de peización del Quijote”, incluido en su libro
Lorca; casi 2500 ejemplares vendidos has- Hacia Cervantes (1960), que supuso una
ta 19478. Hay que tener en cuenta que fue revisión de las ideas que un cuarto de siglo
también la edición más cara de todas las antes había expuesto en El pensamiento de
que hizo Séneca. Según varios testimonios, Cervantes (1925). Otra edición que marcó
Millares había trabajado en esta edición un hito en las lecturas de El Quijote fue
durante dos años, prácticamente desde su la que, en 1947, sacó a la luz la editorial
llegada a México, y le había asistido su tío Hermes. Hermes había nacido como con-
José Franchy y Roca, también exiliado en secuencia de la expansión de Sudamerica-
México. En su prólogo decía haber seguido na, una editorial de Buenos Aires originada
las que consideraba ediciones más autori- por Victoria Ocampo y a cuyo frente se
zadas: las de Cejador y, sobre todo, la de puso muy tempranamente el editor catalán
Rodríguez Marín. Antonio López Llausàs. En plena época do-
Millares Carlo aún hizo otras dos edicio- rada de la edición argentina, López Llausàs
nes más de El Quijote durante su exilio. abrió casas filiales de Sudamericana en
La primera de ellas para la editorial UTE- Barcelona (Edhasa) y Ciudad de México
HA, dirigida desde su fundación en 1938 (Hermes). La particularidad de esta edición
por el emigrante español José Rodríguez es que detrás de ella está la personalidad de

8
Ibidem
362

Ramón Gómez de la Serna, quien acortó por Max Aub. Aub había vivido también
la obra cervantina según su personal cri- de cerca, en plena guerra, la versión de la
terio. Ramón abría la introducción con obra cervantina por Alberti, había impul-
estas palabras: “Hacía tiempo que tenía el sado su estreno francés y había escrito so-
proyecto de hacer fácil y legible el Quijote bre ella en Hora de España y, después, en
conservando sin una sola transformación o 1956, en la revista La Torre. Y, por último,
añadidura el puro estilo de Cervantes”. Y, otro exiliado de segunda generación como
en efecto, se dedica a eliminar todo aquello Rius, Arturo Souto Alabarce, se encargó de
que, según él es superfluo y farragoso en la introducción a la edición de las Novelas
el texto cervantino y aleja a lectores que ejemplares en la colección “Sepan Cuan-
disponen de poco tiempo: digresiones, eru- tos…” de Porrúa en 1970.
diciones, diálogos, reiteraciones… Entre las muchas lecturas que puede ha-
El exilio mexicano publicó también otras cerse de la actividad cultural del exilio, no
obras cervantinas. Manuel Altolaguirre, se debe olvidar la necesidad que tuvieron
por ejemplo, publicó en su editorial Isla, en de resignificar, a partir de su experiencia
1945, una selección de cuatro Entremeses histórica, el significado de algunos hitos
como primer volumen de un proyecto de que habían concretado su identidad cultu-
edición del Teatro Completo de Miguel de ral. En este sentido se estableció una dura
Cervantes que no tuvo continuidad por la competencia con la cultura de la España
efímera vida de esta editorial. La edición, peninsular para proyectar hacia el exterior
en rústica, lleva el siguiente colofón: “Este –y sobre todo, hacia América Latina– los
libro se terminó de imprimir en la séptima disímiles significados de la identidad nacio-
imprenta de Manuel Altolaguirre. 16 de nal. En la España peninsular, las revistas de
enero de 1945. Ciudad de México”. En la Falange lo expresaron con contundencia:
editorial de la Universidad Nacional Au- “la España peregrina pretende arrebatar-
tónoma de México, Luis Rius publicó una nos la capitanía cultural del mundo his-
sobresaliente edición en dos volúmenes de pano, ganado para la Patria por nuestros
las Novelas ejemplares, a las que había de- mayores”, decía Torrente Ballester9; y Dio-
dicado su tesina de maestría. Un particular nisio Ridruejo lo expresaba con igual con-
sello editorial impulsado por otro ilustre tundencia: “No sólo con el enemigo sajón
editor e impresor exiliado, Alejandro Finis- tenemos que luchar, sino con esa parte de
terre, Ecuador 0º0’0’’ hizo una edición en España que como España actúa, aunque no
1966 de El cerco de Numancia prologada lo queramos, aunque su espíritu sea adver-

9
Gonzalo Torrente Ballester, “Presencia española en América”, Tajo, 10, 1940, p. 5.
DOSSIER

363

so. No es gallardo conformarse diciendo


que, sean ellos o nosotros, lo esencial es que
España deje oír su voz; porque lo que noso-
tros queremos es que sea la voz de España
proclamada por nuestras lenguas la que se
oiga a lo largo de los Andes y de la Sierra
Madre”10. Así pues, estaba en juego de qué
voz se oiría enunciar El Quijote a través de
la página impresa. La misma ideología de
cierta parte del franquismo había desecha-
do a algunos de los clásicos modernos y
contemporáneos por su dudosa ortodoxia:
Galdós y Unamuno; no podían reivindicar
a García Lorca y a Miguel Hernández; y lo
intentaron en vano con Antonio Machado
y con Juan Ramón Jiménez. Cervantes –y
la legitimidad “nacional” que de él podía
emanar– fue pues el más claro autor na-
cional en disputa y de ahí la importancia
que pudo tener El Quijote para reivindi-
car un lugar en la historia, la continuidad
de una tradición rota. En este contexto, el
mero pie de imprenta se convirtió también
en una fuente de identificación o de extra-
ñamiento con ese icono cultural.

Dionisio Ridruejo, “La política cultural hispanoamericana”, Escorial, 11, 1941, pp. 325-330, p. 329.
10
364
DOSSIER

365

Arturo Serrano Plaja y


su visión comparatista de
Don Quijote tes. “Don Quijote” visto desde “Tom Saw-
yer” y “El Idiota”, publicado en 1967, una
clara visión comparatista entre estos tres
esther lázaro personajes. Esta comparación entre el hi-
GEXEL-CEFID-UAB
dalgo, el huérfano americano y el príncipe
Keywords: Arturo Serrano Plaja. Don Quijote. Tom

Myshkin, el idiota de Dostoyevski, va en-


focada a probar, como se verá a continua-
Sawyer. The Idiot. Cervantes. Mark Twain.

ción y siempre según el autor exiliado, que


Resumen: Arturo Serrano Plaja publica en 1967 se trata del mismo tipo de personaje, lo que
Dostoyevsky. Comparative literature.

Realimo “mágico” en Cervantes. “Don Quijote”


visto desde “Tom Sawyer” y “El idiota”, un en-
él llama «una ‘familia’ de personajes litera-
sayo en el que, por un lado, justifica lo mágico en rios que se sitúan como aparte de los temas
la novela cervantina y, por otro, traza una compa- clásicos»1, y en la que don Quijote sería el
ración con rasgos comunes entre el personaje de abuelo y los otros dos sus descendientes.
Cervantes, el de Mark Twain y el de Dostoyevski,
y considera a los dos últimos descendientes del La magia de don Quijote
primero. Para justificarlo, expone cuatro argu-
mentos principales comunes en los tres protago- En el libro ya citado, el autor argumenta,
nistas. Esos argumentos son los que se recogen y por una parte, el aspecto mágico que se in-
se comentan en este texto. cluye en el realismo de la obra cervantina.
Este realismo mágico que da título al libro,
Abstract: Arturo Serrano Plaja publishes in 1967 como ya apuntara José Ramón López Gar-
Realismo “mágico” en Cervantes. “Don Quijote”
Sawyer. El Idiota. Cervantes. Mark Twain. Dostoyevski.
Palabras clave: Arturo Serrano Plaja. Don Quijote. Tom

visto desde “Tom Sawyer” y “El idiota”, an


cía, «nada tiene que ver ni con el realismo
essay where, on one hand, justifies the magic in mágico que Franz Roh acuñase en Europa
Cervantes’ novel and, on the other, compares the en los años veinte […], ni con el posterior
common traits between the Cervantes’ character, realismo mágico popularizado desde distin-
the Mark Twain’s character and the Dostoyevsky’s tas poéticas narrativas latinoamericanas»2.
character, and considers the last two descendants
Serrano Plaja atribuye esa magia al juego,
of the first. To justify it, he exposes four common
main arguments in the three main characters. al mero juego infantil donde los niños, en
These arguments are set out and commented in cierto modo, actúan, hacen teatro, y con
this text. decir “yo soy un caballero y tú eres mi es-
Literatura comparada.

cudero” ya se convierten en ello, por arte


Arturo Serrano Plaja expone en de magia; o convierten un trozo de madera
su libro Realismo “mágico” en Cervan- en una espada capaz de matar si te toca y

1
Serrano Plaja, Arturo, Realismo “mágico” en Cervantes, Madrid, Gredos, 1967, pp. 112-113.
2
López García, José Ramón, «Realismo y magia de don Quijote: la tradición cervantina vista por Arturo Serrano
Plaja», Laberintos, 5 (2005), p. 188.
366

dejarte eliminado del juego por aquello de las situaciones que hagan peligrar la reali-
“tú estás muerto”: «¿[…]hay magia más dad mágica que ha creado.
mágica que la infantil?»3. Serrano Plaja apoya su tesis en un de-
Para Serrano Plaja, don Quijote, a lo lar- tallado y minucioso análisis de la novela
go de toda la obra, no hace más que jugar cervantina en busca de ejemplos que justi-
a ser cosas: caballero andante, enamorado fiquen su teoría y que, ciertamente, leídos
(de Dulcinea), e incluso a ser Hernán Cor- a la luz de la hipótesis del autor, parecen
tés durante su exploración del Toboso. Y perfectamente plausibles.
cuenta, además, con su compañero de jue-
gos que le sigue la corriente, Sancho Panza. La visión comparatista de Serrano Plaja
La otra parte del ensayo de Arturo Serra-
¿Se puede decir más en claro qué es lo que
no Plaja es la más puramente comparatis-
hace don Quijote? Representa su papel. Mas
ya se sabe que la única manera de hacer bien ta entre el Caballero de la Triste Figura, el
tal cosa es ‘entrar en el personaje’. O, dicho de niño americano «atiborrado de lecturas»7
otro modo, jugar. En español decimos ‘hacer y el príncipe ruso, «[un] “idiota” dotado
un papel’. Pero en francés, por ejemplo, dicen de gran lucidez»8. Todos los argumentos
‘jouer le rôle’. Y en inglés, un actor ‘plays a
que da el autor son positivos, es decir, apo-
part’. En ambos casos, jugar. Y los niños […]
representan mejor que nadie cuando juegan.4 yan y justifican la relación directa entre los
tres personajes, así como también entre las
Pero «cuando digo que don Quijote figuras de Sancho Panzo y Huck Finn en el
‘juega’, o cuando ahora pretendo que ‘re- caso de Mark Twain, para el que se sirve
presenta’, no trato de sugerir que sea un tanto del libro Las aventuras de Tom Saw-
farsante»5, porque don Quijote «sabe»6, yer como de su continuación, Las aventu-
expresión que el autor utiliza muy recu- ras de Huckelberry Finn, por considerarlos
rrentemente durante el libro con el verbo dos partes de una misma obra, ya que com-
en cursiva para indicar que el supuesto loco parten personajes, aunque el foco se centre
manchego no es tal, sino que es perfecta- en el “escudero” en la segunda parte.
mente consciente de su juego y que actúa Aunque Serrano Plaja aporta varios ar-
en consecuencia a esa conciencia, evitando gumentos secundarios que justifican la re-

3
Serrano Plaja, Arturo, op.cit., p. 31.
4
Ibid., p. 165.
5
Ibid., p. 165.
6
Ibid., p. 124.
7
Ibid., solapa.
8
Ibid., solapa.
DOSSIER

367

lación entre los personajes pero que sólo se seguramente no se limitaría a pedir ayuda
dan en dos de los tres elementos compara- al cura para evitar las salidas del hidalgo.
dos, se ha preferido centrar el análisis de su Del mismo modo, Tom tiene una libertad
visión presentando los cuatro argumentos con su tía que no tendría con su madre, por
principales. El autor los expone en su en- la autoridad directa que ejercería sobre él y
sayo de manera original, ya que no habían que, en cambio, tía Polly no supone, ni por
sido nunca señalados anteriormente, y, es- ser familia directa ni por el carácter que le
tos sí, coinciden en los tres protagonistas. atribuye Twain. Esta característica familiar
El primero de estos argumentos tiene común en los tres personajes es la que hace
que ver con las relaciones familiares de los posible que puedan permitirse jugar, ir en
personajes, ya que, como bien advierte Se- busca de aventuras o tener un alma cándi-
rrano Plaja, ninguno de ellos cuenta con da e infantil, en el caso de los dos adultos
familia directa y los lazos familiares que se que no se comportan como tal.
les atribuyen no les suponen un grado de Porque este es el segundo argumento de
responsabilidad ni de obediencia elevado. Serrano Plaja: el comportamiento infantil
En el caso de Mischkin «−soltero y solo− si de los personajes y su justificación, porque
tiene familia es vaga y lejana, con lo cual él mismo reconoce en relación con don
[…] ni tiene responsabilidad familiar ni so- Quijote que «un hombre adulto, maduro,
bre él se ejerce autoridad de tal naturale- que juega, que sigue jugando, si acaso no
za»9. En cuanto a los otros dos, don Quijo- está loco, tampoco parece ser el prototipo
te y Tom, la relación es aún más estrecha ya de seriedad que todo aquello que nos ro-
que en ambos hay una relación tío-sobrina, dea suele postular como normal respecto a
en el caso del primero, y sobrino-tía en el ciertas edades»12. Por tanto, los respectivos
del segundo, cosa que hace de don Quijo- autores necesitan dar al lector una razón
te un «adulto sin responsabilidad familiar del comportamiento «excéntrico» de sus
directa»10 y de Tom un «niño sin madre personajes para que éste resulte verosímil.
que ejercite autoridad directa sobre él»11. Cervantes lo resuelve postulando «una ‘lo-
Porque, si el primero tuviera mujer e hija, cura’ inexistente»13, ya que anteriormente
iba a serle más difícil eludir sus responsa- Serrano Plaja se encarga de desmentir esa
bilidades para con ellas y además su mujer locura con su teoría del juego mágico in-

9
Ibid., p. 114.
10
Ibid., p. 114.
11
Ibid., p. 114.
12
Ibid., p. 40.
13
Ibid., p. 114.
368

fantil; Dostoyevski lo hace atribuyendo a ambos personajes. Por tanto, con esta alma
Mischkin «la positiva enfermedad nerviosa hermoso-pura, justifica la «posibilidad de
que justifique […] ciertos rasgos de dicho ser ‘niño’ siendo adulto»18 y es uno de los
personaje»14 y su «infanti-adultez»15, como argumentos principales de esta compara-
la de don Quijote; y Twain es el único que ción porque se complementa perfectamente
no necesita una justificación para dar ve- con la otra parte de su teoría, la del juego,
rosimilitud a las actitudes de Tom Sawyer y lo usa recurrentemente en los ejemplos
porque, desde el punto de vista de Serrano que da a lo largo de toda la segunda parte
Plaja, Twain corrige el modelo, es decir, co- del libro para ejemplificar su tesis.
rrige la figura de don Quijote al refundirla El cuarto y último argumento principal
en Tom y así «le exime de cualquier ano- que expone es que los tres personajes com-
malía, ya que, por su propia condición de parten «lo que podríamos llamar un sen-
niño, su juego abierto abre el camino a la timiento de justicia al margen de la ley»19.
magia sin más ni más»16. Para desarrollar esta idea, Serrano Plaja se
Otra característica de los dos infan- sirve de un concepto que bautiza como ‘ul-
ti-adultos y del niño, que supone el tercer traje al alma’ y que atribuye a Dostoyevski
argumento, es el poseer lo que Serrano Pla- y, por tanto, se manifiesta principalmente
ja llama un alma ‘hermoso-pura’, sacando en Mischkin –y en toda la obra del autor
ese concepto de Dostoyevski, imprescindi- ruso, matiza−, pero que se hace extensible
ble para considerar niños a los dos adultos a los otros dos casos. Este ‘ultraje al alma’
de la ecuación ya que «lo ‘hermoso-puro’ engloba todo aquello que resulte una ofen-
es aquello que todo niño tiene o ha teni- sa, un ataque, un ultraje… todo aquello
do alguna vez de hermoso y de puro»17. A que afecte al alma. Y lo ejemplifica con el
Tom Sawyer se le presupone por ser niño, y siguiente fragmento:
a Mischkin y a don Quijote se les atribuye
Michskin dice haber visto en Francia la eje-
por su falta de malicia, por el candor de
cución de Legros, quien llegó al patíbulo “llo-
la mayoría de sus acciones y ahí Serrano rando y tan blanco como el papel”: “[…] ¿No
Plaja añade en la justificación el valor cris- es un horror? ¿Quién llora de miedo? Yo no
tiano que tienen para él dichas acciones en pensaba que pudiera llorar de terror, no un

14
Ibid., p. 114.
15
Ibid., p. 115.
16
Ibid., p. 115.
17
Ibid., p. 46.
18
Ibid., p. 47.
19
Ibid., p. 115.
DOSSIER

369

niño, sino un hombre que jamás había llorado, El ultraje al alma es algo que también
un hombre de 45 años. ¿Qué es lo que en tal sienten don Quijote y Tom Sawyer, cada
momento pasa en lo hondo de las almas, qué
uno desde sus respectivos papeles. En el
espasmos le infunden? ¡Una afrenta al alma, y
nada más…!”. […] hay que tener presente que
caso de don Quijote, Serrano Plaja lo ejem-
el dolor principal […] es posible que no esté plifica con el episodio más claro para ello:
en las heridas, sino en que sabes de fijo […] la aventura de los galeotes, uno de los capí-
que dentro de una hora, luego dentro de diez tulos más conocidos de la obra cervantina.
minutos, luego dentro de medio minuto, luego El autor lo expone de la siguiente manera:
ahora, ahora mismo, el alma se te escapará del
cuerpo y ya dejarás de ser hombre. […] Ma- [Los galeotes] no sólo van custodiados, sino
tar a quien mató es castigo incomparablemente que van con cadenas al cuello y con todas las
mayor que el mismo crimen. El asesinato en precauciones notadas. Sancho, nada más ver-
virtud de una sentencia es más espantoso que los, se da cuenta de lo que pasa y pronuncia
el asesinato que comete un criminal.”20 la frase célebre: ‘gente forzada del rey’, que es
como el detonante para que estalle don Quijote
Mischkin lo afirma así por el hecho de y pronuncie, a su vez, la célebre frase, tantas
que una sentencia no deja lugar a la espe- veces comentada: ‘¿Cómo gente forzada? […]
ranza ante la muerte porque es algo que ¿Es posible que el rey haga fuerza a ninguna
gente? […] Esta gente, aunque los llevan, van
ocurre «de fijo». A lo largo de la novela
de por fuerza, y no de su voluntad […] aquí en-
rusa, su protagonista vuelve una y otra vez caja la ejecución de mi oficio: desfacer fuerzas
sobre la idea de la pena de muerte, «una y socorrer y acudir a los miserables’. A lo que
afrenta, absurda, innecesaria, inútil»21, y Sancho replica, poniendo en su debido lugar a
no deja de explicar su punto de vista, por la justicia justa: ‘la justicia, que es el mesmo
Rey, no hace fuerza ni agravio a semejante gen-
inadecuado que pueda resultar en según
te, sino que les castiga en pena de sus delitos’.
qué círculos. Tal y como está planteado, o […] Ambos, amo y criado, han definido con
así lo interpreta Serrano Plaja, exactitud las dos posiciones: justicia social, o
justicia basada únicamente en la ley, y justicia
el ultraje al alma está como latente en el pro- que es algo más que justicia: amor, caridad.
ceso de transformación de la justicia en ley. O […] Don Quijote pasa revista a todos los pre-
mejor: en cuanto la justicia degenera en ley. O, sos y, tras ello, el hidalgo expone lo que bien
dicho de otro modo, en el desequilibrio, tal vez podríamos llamar su propia teoría del ultraje
inevitable, entre la noción de justicia vista des- al alma. Veámosla: ‘De todo cuanto me habéis
de el plano social, en oposición a la conciencia dicho, hermanos carísimos, he sacado en lim-
individual.22 pio que, aunque os han castigado por vuestras

20
Ibid., pp. 70-71.
21
Ibid., p. 72.
22
Ibid., pp. 74-75.
370

culpas, las penas que vais a padecer no os dan del ultraje al alma. […] El hecho de llevar ca-
mucho gusto, y que vais a ellas muy de mala denas, en sí mismo, puede no ser deshonroso ni
gana y muy contra vuestra voluntad. […] por- afrentoso ni, en último término, constituir ul-
que sé que una de las partes de la prudencia es traje al alma, siempre que las cadenas se lleven
que lo que se puede hacer por bien no se haga voluntariamente. Cuando envilecen y atentan
por mal, quiero rogar a estos señores guardia- o ultrajan de algún modo al alma es cuando se
nes y comisario sean servidos de desataros y llevan por fuerza y contra la propia voluntad.23
dejaros ir en paz; […] porque me parece duro
caso hacer esclavos a los que Dios y natura- Serrano Plaja todavía expone una segun-
leza hizo libres. Cuanto más, señores guardas, da parte de este episodio cuando remarca
que estos pobres no han cometido nada contra la culpabilidad, la mala conciencia de don
vosotros. Allá se lo haya cada uno con su pe-
Quijote ante los comentarios del cura acer-
cado; Dios hay en el cielo, que no se descuida
de castigar al malo, ni de premiar al bueno, ca de la liberación de los galeotes, y le sirve
y no es bien que los hombres honrados sean eso para relacionarlo con la mala concien-
verdugos de los otros hombres, no yéndoles cia también de Tom Sawyer en su episodio
nada en ellos’. ¿Acaso no parecen todas ellas de aplicación del ultraje al alma, que se co-
[…] palabras escritas a partir de la teoría del mentará a continuación.
ultraje al alma? [−se pregunta Serrano Plaja.
En el caso del niño americano y su fiel
Como ya se sabe, don Quijote arremete contra
los guardias, que huyen despavoridos, y libe-
amigo Huck, el autor nos dice que, si bien
ra a los galeotes]. Ahí podría haber terminado «no [late] la teoría, sí el sentimiento de ese
este capítulo. […] Pero don Quijote es un alma ‘ultraje al alma’ […], que también ellos
puro-hermosa. […] en esta ocasión, se le sube son niños […] y, por consiguiente, almas
la gloria a la cabeza a causa de algo que, a su puro-hermosas por definición»24. Toma el
modo de ver, contiene implícita su teoría del ejemplo del libro Las aventuras de Huckel-
ultraje al alma. Como se recuerda, tras liberar
berry Finn, del cual su aventura principal
a los galeotes, les propone que vuelvan a car-
gar con las cadenas y catan a presentarse ante es ayudar a escapar a un esclavo negro,
Dulcinea del Toboso. […] ¿Puede haber algo Jim, por iniciativa de Huck, «el Sancho
más ridículo que esa quijotesca proposición? americano»25, ayudado luego por Tom.
Pues ella es, creo, la clave del alma quijotesca.
[…] Por lo tanto, considerar el capítulo de los Huck siente simpatía humana –fraternal−
galeotes disociando la liberación misma de la por Jim; mas […] ocurre que Huck sabe que
propuesta quijotesca de volverse a encadenar Jim es propiedad de Miss Watson. Por lo tan-
voluntariamente es, creo, deformar algo esen- to, ayudar a Jim a fugarse es ‘robar’. […] se
cial, ya que ahí reside la concepción cervantina trata de una justicia que, desde su perspectiva,

23
Ibid., pp. 88-93.
24
Ibid., p. 99.
25
Ibid., p. 101.
DOSSIER

371

también se opone a la ley. […] Si, por un lado, detecte Serrano Plaja en primicia, sino que
Huck siente la necesidad interior de fraterni- se había notado ya antes−, es la estrecha re-
dad cristiana […], por otro, tiene mala con-
lación de cómo afectan tanto a Tom como
ciencia social.26
a don Quijote sus lecturas y el recrear en
Y cita del libro de Twain, con palabras la realidad lo que leen en ellas. Por eso, se
en primera persona que pertenecen a Huck: encuentras diálogos como el que sigue, ini-
ciado por Tom Sawyer:
Procuré convencerme con razones de que
yo no era culpable porque o había ayudado a −Toma […] una camisa.
Jim a fugarse de su legítimo propietario; pero −¿Y para qué la queremos, Tom?
no conseguí convencerme, porque se levantaba −Para que Jim escriba el diario de su vida.
mi conciencia y me decía: Tú sabías que él era −¿Qué diario ni qué abuela?... Jim no sabe es-
un fugitivo que buscaba la libertad, y podías cribir.
haber remado hasta la orilla, denunciándolo a −Aun aceptando que no sepa escribir, ¿es que no
cualquiera.27 peude hacer señales en la camisa si nosotros le
preparamos una pluma aprovechando una cu-
chara vieja […] o un pedazo de fleje de algún
Y, de hecho, cuando se le presenta la barril?
ocasión de hacerlo, miente para proteger a −Yo creo, Tom, que podríamos hacerle una mu-
Jim y evitar que den con él. A partir de ahí, cho mejor arrancándosela a un ganso; además
se requiere de la presencia de Tom Saw- sería mucho más rápido.
yer –don Quijote− para aportar el toque −¿Dónde has oído tú, zopenco, que los presos
tengan gansos? […] Siempre fabrican ellos sus
ridículo que hace que sea comparable con
plumas del trozo más duro, resistente y difícil
el Quijote, ya que Tom, por sus lecturas, […] Semanas y semanas, meses y meses de tra-
igual que el hidalgo manchego, sabe trazar bajo les cuesta darle forma. […]
un plan libertador «tal y como sabe que se −¿Y con qué vamos a fabricar la tinta?
han de hacer esas cosas. Esto es, con to- −Son muchos los que la fabrican del moho del
das las de la ley. Es decir, en este caso, con hierro, diluido en sus propias lágrimas; pero eso
lo suelen hacer las mujeres y la gente ordinaria;
todas las ilegales, precisamente»28. Cuando los personajes de más categoría emplean su pro-
están los dos muchachos ideando el plan, pia sangre. Eso es lo que puede hacer Jim.29
Tom no deja de plantearlo en términos no-
velescos, ya que uno de los puntos comu- Serrano Plaja apunta aún otra conexión,
nes más directos −aunque no es algo que a su ver capital, entre esta liberación del

26
Ibid., pp. 101-103.
27
Ibid., p. 103.
28
Ibid., p. 106.
29
Ibid., pp. 107-108.
372

esclavo y la de los galeotes: el sentimiento nos cuestionable, en unas partes más que
de sorpresa e incluso de desilusión hacia su en otras, pero lo que resulta innegable es
amigo que siente Huck cuando Tom acce- lo bien argumentada que está. Aquí se han
de a ayudarle, aun sabiendo que se trata señalado sólo los rasgos comunes entre los
de un esclavo perteneciente a la señorita tres personajes que maneja durante el tex-
Watson, y el propio Huck exclama: «Tom to, pero llega a exponer muchos otros que
Sawyer perdió muchísimo en mi aprecio. relacionan a don Quijote con uno de sus
No quería ni creerlo. ¡Tom Sawyer, ladrón “descendientes”. El ensayo Realismo “má-
de negros!»30 Serrano Plaja argumenta lo gico” en Cervantes es una lectura curiosa y
siguiente: aporta una visión distinta de la novela cer-
vantina que, por ser tan universal, se deja
¿Acaso no hay en esa caída en la estimación leer con muchos ojos y pueden descubrirse
que sufre Huck respecto a Tom la misma mar-
en ella infinidad de lecturas distintas.
ca, exactamente la misma marca que vimos
impresa en el final del capítulo de los galeo-
tes? ¿No vimos allí al pobre Sancho asustado, BIBLIOGRAFÍA:
diciendo que quien hizo tal disparate fue pre-
cisamente su amo? ¿Acaso, en ese momento, López García, José Ramón, «Realismo y magia de
don Quijote no ha caído también en el aprecio don Quijote: la tradición cervantina vista por Ar-
de Sancho?31 turo Serrano Plaja», Laberintos, 5 (2005), pp.
184-196.
Estos tres episodios de sentimiento de
Serrano Plaja, Arturo, Realismo “mágico” en
justicia al margen de la ley dan claro ejem- Cervantes. “Don Quijote” visto desde “Tom
plo de ese argumento que plantea Serrano Sawyer” y “El idiota”. Madrid, Gredos (Biblio-
Plaja de manera original. teca Románica Hispánica. Campo abierto, VII),
De hecho, toda su visión comparatista y 1967.
mágica del Quijote no deja de estar llena de
originalidad. Obviamente, no carece de as-
tucia al seleccionar los ejemplos, numero-
sos a lo largo del ensayo, especialmente en
toda la segunda parte, para llevarlos a su
terreno y usarlos a su favor para corrobo-
rar su tesis. Su visión puede ser más o me-

30
Ibid., p. 110.
31
Ibid., p. 111.
DOSSIER

373

Los ballets Don Quijote


en el exilio republicano
de 19391 with the Spanish stereotype, it has been versioned
in many ways, choosing some of its most well-
known episodes. However, the Spanish republican
exile of 1939 circumstances has marked and
idoia murga castro shaped the ballet version presented between the
Universidad Complutense de Madrid forties and sixties. This paper analyses those Don
Quixote ballets where republican exiled artists
worked in its choreography, music or set and
Resumen: El ballet Don Quijote es una de las costume design in the different refugee territories:
obras más frecuentemente incluidas en el reper- Don Quijote (Palacio de Bellas Artes in Mexico,
Keywords: Don Quixote, ballet, dance history,

torio clásico desde el siglo XVII, siendo la versión 1948), Le chevalier errant (Paris Opera, 1950),
del coreógrafo Marius Petipa sobre partitura de Don Quixote (Royal Opera House, London,
Léon Minkus, estrenada en 1869, la más célebre. 1950) and Don Quixote (New York State Theatre,
Spanish republican exile, set design

Identificada con el estereotipo español, ha sido 1965).


versionada de varias formas, escogiendo algunos
de sus capítulos más conocidos. Sin embargo, las
circunstancias del exilio republicano español de
1939 marcaron de diferente manera las versio- Sin cumplirse una década desde
nes que del ballet se presentaron entre los años la publicación de su primera parte en
cuarenta y sesenta. Esta comunicación analizará 1605, El ingenioso hidalgo don Quijote de
aquellos ballets Don Quijote en los que intervi- la Mancha de Miguel de Cervantes ya fue
nieron exiliados republicanos en la coreografía, la adaptado como argumento para un ballet
música o la escenografía en los distintos territorios
de cour, una obra datada en 1614 y titula-
de acogida: Don Quijote (Palacio de Bellas Artes
de México, 1948), Le chevalier errant (Ópera de da Ballet de Dom Guichot et des chats et
Palabras clave: Don Quijote, ballet, historia de la

París, 1950), Don Quixote (Royal Opera House, des rats, de la Collection Philidor. Desde
danza, exilio republicano español, escenografía

Londres, 1950) y Don Quixote (New York State entonces hasta la actualidad, la novela más
Theatre, 1965). célebre de la literatura española ha inspira-
do casi dos centenares de obras escénicas,
Abstract: The ballet Don Quixote is one of the
lo que demuestra la vigencia de los temas
most frequent works included in the classical
repertoire since the 17th century. Marius Petipa’s recogidos por Cervantes y la versatilidad
version with Léon Minkus’ score, premiered in de un argumento de impacto mundial en
1869, is its most famous choreography. Identified los siguientes cuatrocientos años.2 A lo lar-

1
Este artículo se enmarca en el proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+i 50 años de arte en el Siglo
de Plata español (1931-1981) (HAR2014-53871-P).
2
Así lo determinó la investigación emprendida por Beatriz Martínez del Fresno (2007a: 287) sobre la escena
europea entre 1614 y la actualidad.
374

go de ese tiempo, las adaptaciones de Don (1783-1784), S. Gallet (1784, partitura de


Quijote han permitido plantear distintas V. A. Canavasso), D. Rossi (1789), A. Pi-
reflexiones acerca de las identidades nacio- trot (1792), F. Terrades (1794). Durante
nales, los estereotipos, la construcción de el siglo XIX aumentan las versiones: L. J.
imaginarios y los usos que de todo ello se Milon (1801), E. Hus (1801), G. Monticini
ha podido hacer desde la plataforma tea- (1803), Ph. Taglioni (1807, con música de
M. Umlauf), J. B. Francisqui (1800/1808),
tral en contextos históricos y culturales
Ch. L. Didelot (1808), F. Lefebre (1808,
muy diferentes.
1811-1812), J. H. d’Egville (1809, partitu-
De ese modo, como ha señalado Clara
ra de F. M. A. Venua), F. Hullin-Sor (1824),
Rico Osés (2007: 618, 626), aquellas pri-
A. Cortesi (1827), B. Vestris (1828, 1837,
meras obras cervantinas nacieron con un 1844-1845), A. S. Blache (1834), F. Hullin
cierto carácter crítico hacia los españoles, (1835), Auguste Bournonville (1837, mú-
que habitualmente eran tachados de orgu- sica de J. W. L. Zinck), P. Taglioni (1839,
llosos, bravucones, fanfarrones y groseros. música de W. Gährich), S. Taglioni (1841),
El hidalgo manchego se convirtió en un E. Renz (1848), G. Golinelli (1855, con
plano antihéroe caricaturizado con el fin partitura de Strebinger), Marius Petipa
de desprestigiar al enemigo de Francia. Las (1869 y 1871, música de Ludwig Minkus)
versiones del siglo XVIII, ampliamente es- y A. Gorski (1900, con la obra de este últi-
tudiadas por Beatriz Martínez del Fresno mo compositor) (Moal, 2008: 529; Martí-
(2007b: 633, 637), se concibieron en algu- nez del Fresno, 2007a: 289-297).
nos casos todavía con fragmentos declama- Todas ellas revelan la fascinación por la
dos, en un género que hoy bascularía en- temática española asociada con lo exótico,
tre nuestro ballet y nuestra ópera, aunque llevada a su punto álgido durante el ro-
la mayoría ya se desarrolló a partir de la manticismo, al tiempo que se sentaban las
pantomima y la danza. Destacan así, en- bases sobre las que se construiría todo un
tre otros, las versiones de C. Ballon (1720), imaginario de tintes pasionales y violentos,
F. Colin de Blamont (1740), J. Bodin de heroicos y orgullosos, que conformarían su
Boismortier (1743), F. Hilverding (1753, estereotipo. De la misma manera, resulta
con música de J. Starzer), J. G. Noverre revelador apreciar que sus puestas en esce-
(1758/1760/1766, con música de J. Starzer, na como ballet, aunque a veces están cen-
y 1773, con partitura de Antonio Salieri), G. tradas en una selección de las aventuras del
Salomoni (1765), É. Lauchery (1767, con hidalgo, se suelen concentrar en episodios
música de Schaefer y Grenier), T. Régnard como el de Micomicona, el Caballero de
de Pleinchene (1778), C. Lepicq (1779), los Espejos, las mujeres barbudas o Clavi-
Noverre y J. Dauberval (1780), P. Franchi leño, aunque fue el de las bodas de Cama-
DOSSIER

375

cho y Quiteria (segunda parte, capítulos los pasos, gestos y actitudes asociadas con
XIX-XXI), el que acabaría constituyendo el estereotipo de lo español. Los movimien-
el corazón de las coreografías más destaca- tos fuertes y vigorosos, la altura de las pier-
das, como las de L. J. Milon (Les noces de nas, la elevación en los grandes saltos, la
Gamache)3, Marius Petipa (Don Kikhot)4 y posición de los brazos y el uso del abanico
A. Gorski (Don Kikhot)5. La ambientación están más cercanos a la personalidad de la
cervantina era así la excusa perfecta para Carmen de Mérimée que a la Quiteria de
enmarcar una serie de divertimentos pro- Cervantes.
pios del ballet d’action, mezclando danza
y pantomima, inspirados en una determi-
nada idea de ese “misterioso país al sur de
los Pirineos”. El argumento cervantino fue
adaptado de manera libre y se integraron
tópicos españoles desde la mirada extran-
jera; aparecieron toreros y gitanos, guiños
al andalucismo y juegos con las flores en
el pelo, los abanicos y los mantones. Con
la presencia de Kitri (Quiteria), verdadera
protagonista del ballet, se aprecia la com-
binación del lenguaje académico clásico,
procedente de la escuela rusa de ballet, con

3
Ballet-pantomima en 2 actos. Música arreglada por E. C. Lefebvre. Estrenada el 18 de enero de 1801 en la
Ópera de París. Elenco: Chevigny (Quitera), A. Vestris (Basilio), J.-P. Aumer (Don Quijote) y Lebel (Sancho Panza). La
obra sería interpretada en 1841 con L. Petipa en el papel de Basilio (Moal, 2008: 530).
4
Ballet en 4 actos y 8 cuadros. Libreto de Marius Petipa, composición de L. Minkus, escenografía de Pavel Is-
sakov, Fedor Cheniane e Ivan Changuine, y figurines de Gorokhovy y Felix Simoné. Estrenado el 14 de diciembre de
1869 en el Teatro Bolshoi de Moscú. Elenco: Anna Sobechtchanskaia (Kitri), S. Sokolov (Basil), Pauline Karpakova
(Dulcinea), Wilhelm Wanner (Don Quijote), Vassili Gueltzer (Sancho Panza) y Dmitri Kouznetsov (Camacho). En 1871
Petipa adaptó esta versión para el Teatro Mariinski, que llevaría a Moscú en 1887. (Moal, 2008: 530). En el caso de
Petipa, fueron fundamentales sus experiencias a raíz de su estancia en España, entre 1844 y 1847, como ha estu-
diado en profundidad Laura Hormigón (2010).
5
Ballet en 4 actos y 7 cuadros con prólogo. Música de L. Minkus, Anton Simon y Edouard Napravnik; libreto
de M. Petipa revisado por Gorski; escenografía de A. Golovine, C. Korovine y Nicolas Klodt von Jurgensburg; fi-
gurinismo, Korovine. Estrenado el 6 de diciembre de 1900 en el Bolshoi de Moscú. Elenco: Lubov Roslavleva (Kitri
y Dulcinea), V. Tikhomirov (Basil), Sofía Fedorova (Bailarina de las calles y Mercedes), M. Mordkin (Espada), Maria
Gratchevskaia (La reina de las Dryades), A. Ermolaiev (Don Quijote) y Nicolai Domachov (Sancho Panza). Esta ver-
sión será la base de todas las danzadas en Rusia con posterioridad: 1923, F. Lopoukhov; 1940, R. Zakharov y K.
Foleizovski; y 1943, V. Tchaboukiani. (Moal, 2008: 530; Martínez del Fresno, 2007b: 655-656).
376

En la primera mitad del siglo XX, me- obras en relación con el fenómeno del exi-
dia docena de coreógrafos versionaron la lio al término de la Guerra Civil española.
novela española: Laurent Novikoff sobre La mayoría de los estrenos del ballet Don
Petipa (Don Quixote, Londres, 1924), Quijote en este nuevo contexto se sitúan a
Aurel Milloss y Godofredo Petrassi (Le mediados del siglo XX, como consecuen-
portrait de Don Quichotte, París, 1947), cia del impulso que el cuarto centenario
Julian Algo (Camachos bröllop, Helsinki, del nacimiento de Cervantes, celebrado en
1948), Tatjana Gsovska y Spies (Don Qui- 1947, dio en todos los puntos de acogida
jote, Berlín oriental, 1949). A ellos se su- de exiliados republicanos. Como ha sido
man aquellos que trabajaron con creadores estudiado desde otras disciplinas (Cabañas
provenientes del exilio republicano español Bravo, 2014), el protagonista cervantino se
de 1939, cuyos casos analizaremos a con- convirtió en el arquetipo del errante idea-
tinuación: Guillermina Bravo (Don Quijo- lista incomprendido, combatiente a favor
te, Ciudad de México, 1948), Serge Lifar de las causas utópicas pero justas y referen-
(Le chevalier errant, París, 1950), Ninette te clave desde entonces en todo el ambiente
de Valois (Don Quixote, Londres, 1950) y cultural del exilio de 1939 como reclamo
George Balanchine (Don Quixote, Nueva de apoyos internacionales (Murga Castro,
York, 1965). 2014: 274-276). Un referente que, como
Entre los rasgos comunes que ha señala- veremos a continuación, también encontró
do Beatriz Martínez del Fresno (2012: 737) un espacio sobre los escenarios a través de
sobre el ballet Don Quijote en el siglo XX la danza.
destaca la ampliación de los capítulos de
la novela en los que se inspiran los argu- Don Quijote (Palacio de Bellas Artes de
mentos, el protagonismo de Don Quijote, México, 1948)
Sancho y Dulcinea, la conclusión del ba- La primera de las producciones surgidas
llet con la muerte del hidalgo manchego y en este marco del exilio respondió a la ini-
la recurrente inclusión de un fragmento de ciativa de conmemoración del cuarto cente-
ballet clásico –ballet blanco–. En ellos nos nario cervantino propuesta por la Unión de
apoyaremos como punto de partida para Intelectuales Españoles en México, el foco
llevar a cabo nuestro análisis, sobre los que de acogida de refugiados más importante
añadiremos una serie de ideas que sugiere de América.6 Así, esta versión de Don Qui-
la contextualización de las mencionadas jote se estrenó en el Palacio de Bellas Artes

6
La UIE también organizó un acto en México con la intervención de Mariano Ruiz Funes y la dirección artística de
Rodolfo Halffter, Adolfo Salazar y Cipriano Rivas Cherif. Además, se llevaron a cabo otra serie de iniciativas (Boletín
de la Unión de Intelectuales Españoles, 1947: 14).
DOSSIER

377

(Novo, 1948)– se estructuraba en tres ac-


tos y dos entremeses, que recogían distintos
episodios del hidalgo y su escudero y los
planes de aquellos que querían sacar a Don
Quijote de su locura. Se contaban así, entre
otros, los célebres enfrentamientos ante los
borregos, los molinos y el Caballero de los
Espejos, el encuentro con los duques y sus
intentos de rescatar a Dulcinea del encan-
tamiento de Merlín a lomos de Clavileño.7
Cada uno de los actos se encomendó a un
el 6 de agosto de 1948. En rigor, se trataba compositor y un escenógrafo diferentes. De
de una adaptación para teatro infantil, con este modo, el primer acto fue obra de Jesús
fragmentos de danza y teatro. Fue obra del Bal y Gay en la parte musical y de Julio
entonces jefe del Departamento de Teatro Castellanos en la parte plástica; el segun-
y Literatura del Instituto Nacional de Be- do, de Carlos Chávez y Carlos Marichal;
llas Artes, el escritor Salvador Novo, con la y el tercero, de Blas Galindo y Julio Prieto
colaboración de Clementina Otero de Ba- [Fig. 1]. Encontramos, por tanto, al músi-
rrios. Coordinó la pieza Concepción Sada, co gallego Bal y Gay y al pintor canario
impulsora en México del Teatro Infantil, Marichal entre el resto de creadores mexi-
que se había fundado en 1942 promovido canos involucrados.8 Eduardo Hernández
por la Asesoría de la Unión Nacional de Moncada dirigió la Orquesta Sinfónica del
Autores y la Comisión Pro Teatro Infantil, Conservatorio.
dependiendo de la Secretaría de Educación Jesús Bal y Gay (Lugo, 1905 – Madrid,
Pública. Entre los objetivos de este teatro 1993), reputado compositor, fue el pri-
estaba la formación de nuevos públicos mero de los músicos exiliados en entablar
fomentando la asistencia al teatro desde la una amistad con Carlos Chávez. Este ha-
niñez. bía sido el impulsor a inicios de 1947 del
El libreto –publicado al año siguiente Instituto Nacional de Bellas Artes, en cuyo

7
Programa de mano, Don Quijote, Palacio de Bellas Artes, México D.F., Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA),
agosto de 1947. INBA.
8
El vestuario fue confeccionado por Josefina Piñeiro. Trabajaron también en la puesta en escena de la obra Con-
cepción Sada, como coordinadora, Ricardo Zedillo, como electricista, Marcelino Jiménez, como jefe de tramoya y
Francisco Pérez, como utilero. Programa de mano, Don Quijote, Palacio de Bellas Artes, México D.F., INBA, agosto
de 1947. INBA.
378

Producción Teatral del INBA. Su diseño


para el segundo acto de este Don Quijo-
te [Fig. 2] representaba un paisaje con ele-
mentos antropomorfos en árboles y rocas,
perfecto para enmarcar las escenas en las
que Don Quijote ve gigantes y monstruos
en lugar de molinos y ganado. Formalmen-
te llama la atención su vinculación con re-
cursos de la ilustración infantil, con la que
el público estaba familiarizado.
La coreografía fue obra de Guillermina
marco se integró una Sección de Investiga-
Bravo y Guillermo Martínez del Campo y
ciones del Departamento de Música que se
la interpretaron los alumnos de la Escuela
encomendó al creador gallego (Carredano,
Nacional de Danza. También intervinie-
2005: 386). A su vez, tanto Chávez como
ron actores de la Escuela de Arte Teatral
Galindo se habían incorporado al grupo
del Instituto, creada ese mismo año por
Nuestra Música en 1946, demostrando la Novo (Ortiz Bullé, 2007: 193). Aunque
afinidad creativa que surgió entre el colec- por el momento las fuentes localizadas nos
tivo de compositores mexicanos y espa- impiden hacernos una idea clara sobre las
ñoles. La pieza Don Quijote de Bal y Gay características de la coreografía, podemos
está fechada el 1 de enero de 1947, descrita pensar que se trataba de una pieza moder-
como “música incidental para marionetas, na. Guillermina Bravo, bailarina clave de
para orquesta de gran formato”. En agosto la historia de la danza mexicana, era here-
de ese año, Eduardo Hernández Moncada dera del legado de la coreógrafa estadouni-
dirigiría la adaptación para ballet, ya “far- dense Waldeen, una de las introductoras de
sa en tres actos y dos entremeses” (Villa- la Modern Dance en México. Bravo había
nueva, 2005: 83). dirigido la Academia de Danza Mexicana
Carlos López Marichal (Santa Cruz de junto con Ana Mérida hasta su marcha
Tenerife, 1923 – Puerto Rico, 1969), que se para fundar el Ballet de la Ciudad de Mé-
enfrentó a la Guerra Civil española siendo xico, futuro Ballet Nacional de México
un adolescente, pasó por Bélgica y Marrue- (Dallal, 1995: 107).
cos antes de establecerse temporalmente en La obra tuvo tanto éxito que se progra-
México, donde trabajó en el campo de la maron setenta y cinco representaciones,
ilustración y la docencia, para volcarse más con una asistencia media de dos mil niños
adelante en la escenografía, especialmente por función (Arias Bal, 2005: 149), lo que
a raíz de su ingreso en el Departamento de da un total de 150.000 espectadores. El crí-
DOSSIER

379

tico exiliado Armando de María y Campos


dedicó grandes elogios a esta representa-
ción en una extensa crónica de la que ex-
tractamos algunos fragmentos:

Yo vi al Presidente Alemán seguir con in-


terés y regocijo las escenas del último acto de
Don Quijote, desde su palco de Bellas Artes,
el viernes último. […] La representación había
sido un éxito desde que el actor que caracteriza
al mago Cide Hamete Benengeli había apare-
cido, disfrazado de mago de la Edad Media, a
prevenir a los niños qué era lo que iban a ver y
a escuchar. El primer acto, con sus cantos y bai-
les, en las afueras de la Venta, había distraído
tendidos de todos.
de verdad a los niños, y si el primer entremés
Cuando concluía el segundo entremés –fe-
–o bocadillo teatral– no lo entendieron mu-
liz hallazgo de Novo, hilo de continuidad en la
cho, porque poco les importaba que el Ama,
acción, para explicar y aun para justificar la de
la Sobrina, el Cura y el Barbero discurrieran
los varios episodios o pasajes de una obra lar-
el medio de que volviera al redil el estrafalario
ga, nutrida de sucesos, no hecha para represen-
Don Quijote, durante todo el segundo acto se
entregaron los niños a los más ruidosos regoci- tarse de acuerdo con las tradicionales unidades
jos viendo cómo Don Quijote confundía a los de lugar, tiempo y espacio, no siempre por di-
alegres y bailarines borreguitos con ejércitos fíciles y aun inútiles, respetadas– entró en su
dispuestos al combate, cómo imaginaba a unos palco el señor Presidente, tan viva y realmen-
enormes molinos de viento, pavorosos gigan- te interesado por que México cuente en breve
tes, a los que pretendía vencer, siendo él arroja- con un teatro digno, escrito y representado por
do con caballo de madera y todo por los aires y mexicanos. […]
dando con sus huesos y armadura en tierra, sin Salvador Novo usó de una técnica cinemato-
escarmentar, y cómo luchaba con el Caballero gráfica para encerrar en tres actos –los dos en-
de los Espejos, al que vencía […]. tremeses son como “apartes”, para explicar al
Durante el breve intermedio, la alegre par- público el porqué de muchas cosas que ocurren
vulería comentaba los lances y dichos de Don en la escena– lo esencial de la gran novela, para
Quijote y Sancho, que habían entendido por- que los niños, y aun los grandes, tengan una
que [sic] los dos personajes, y en general todos visión concreta, teatral, del sin par “Quijote”.
los muchos que desfilan por la escena, hablan Nada que pudiera ayudarle en su propósito
un lenguaje raro y fácil a la vez a los niños, por- dejó de utilizar: música […], bailes –a cargo de
que se expresan con los mexicanismos de uso la Escuela Nacional de Danza–; ¡70 actores! –
frecuente, que nada importa tanto en el teatro todos de la Escuela de Arte Teatral del Instituto
como oír que los personajes usen un lenguaje de Bellas Artes–, orquesta […], luces, vestua-
natural, común y corriente, si quieren ser en- rio, trucos como el del caballo de Don Quijote
380

y el asno de Sancho; y así logró una ágil, tra-


viesa y no por ello menos respetuosa versión
teatral de Don Quijote, mucho más difícil por-
que no fue hecha para públicos eruditos, que
saben de memoria párrafos de la novela y no
desconocen paso de las aventuras del Caballero
de la Mancha, sino para niños que nunca antes
de ahora habían oído hablar de Don Quijote
y de su ideal, con el que ya estarán identifica-
dos para siempre, gracias a la forma, en verdad
deslumbrante, y difícilmente sencilla, con que
uno y otro, personaje concreto, ideal palpable
y abstracto a la vez, les fueron revelados. (Ma-
lizaban la victoria del maquinismo sobre el
ría y Campos, 1948: 135-137).
espíritu; los galeones, el triunfo de la bru-
Le chevalier errant (Ópera de París, talidad sobre la bondad; la fiesta se refería
1950) al Siglo de Oro; mientras que la escena de
los comediantes aludía a la confusión entre
El siguiente de los ballets inspirados en realidad y ficción.9 Lifar interpretó al hidal-
el Quijote en el contexto del exilio nos lle- go manchego, al que acompañaban cuatro
va de vuelta a Europa, a los escenarios de bailarinas como encarnaciones de Dulci-
la Ópera de París, donde el 26 de abril de
nea: Lycette Dansorval, Micheline Bardin,
1950 se estrenó Le chevalier errant. Este
Christiane Vaussard y Españita Cortés. Se
coreodrama libremente inspirado en la no-
incluyeron fragmentos cantados, responsa-
vela de Cervantes fue un encargo original
bilidad de Charles-Paul Rouquetty.
de Ida Rubinstein a Jacques Ibert en 1935,
en el que se vinculaba la danza con el tea- El diseño de telones y trajes de este ba-
tro. Sin embargo su estreno no se materia- llet fue encomendado al artista murciano
lizaría hasta quince años más tarde, gracias exiliado Pedro Flores (Murcia, 1897-París,
a la intervención de Serge Lifar, director del 1967). En su trayectoria todavía no conta-
coliseo y responsable de su coreografía. Su ban grandes intervenciones escenográficas,
libreto, escrito por Elisabeth de Gramont aunque fue a partir de finales de los años
sobre un poema de Alexandre Arnoux, se cuarenta cuando lo encontramos como au-
dividía en dos actos y cuadro cuadros: Los tor de distintas piezas de Federico García
molinos, Danza de los galeotes, La Edad Lorca y Manuel de Falla estrenadas en Bél-
de Oro y Los comediantes. Cada cuadro se gica y Francia (Murga Castro, 2012: 312).
basaba en una alegoría: los molinos simbo- No en vano, su trabajo en los decorados
9
Así lo apuntaron Germaine Prudhommeau y Marie-Françoise Bouchon en Moal, 2008: 530.
DOSSIER

381

y el figurinismo de Le chevalier errant se colores oscuros y el tono grave son señas


inició en 1947, como constata la corres- de identidad con las que Flores quiso crear
pondencia de su amigo, el pintor británico un vínculo que supo explotar en sus años
Darsie Japp.10 En ella se hace mención a de exilio. El resultado fue alabado por la
una cierta competencia para la atribución dirección de la Ópera, como se aprecia en
del encargo final de la escenografía entre parte de su correspondencia:
varios artistas, una circunstancia que com-
prendemos al encontrar los proyectos es- J’ai reçu votre lettre et les maquettes que
cenográficos propuestos para el mismo ba- vous m’avez adressées.
llet por Pedro Pruna, un artista que desde Je les ai examinées avec M. Jacques IBERT
la España de Franco trataba de quedarse et tout de suite je veux vous dire la joie que
con el encargo gracias a las influencias en nous avons eus à les voir. Je trouve la maque-
tte des Moulins magnifique ainsi que les deux
su amigo Jacques Rouché, el director de la
tableaux des Galères, celui de la Place publique
Ópera Garnier. et le rideau. Pour l’Âge d’Or, il faudra que nous
Flores llevaba varios años trabajando so- en parlions. Ce que vous avez conçu ne corres-
bre la temática cervantina, como demues- pond pas tout à fait à l’esprit du tableau.
tra la obra presentada a numerosas expo- Certaines des maquettes demanderont de lé-
siciones de los años cuarenta. Asimismo, gères modifications. Mais l’important est que
fue, junto con Joaquín Peinado, Hernando du point de vue pictural elles soient ce que nous
Viñes y Lalo Muñoz, ilustrador del folleto attendions.
especial del Boletín de la Unión de Intelec-
tuales Españoles (1947: 10) para conme-
morar el cuarto centenario del nacimiento
de Cervantes.
Sus propuestas para la puesta en escena
de este gran ballet, con más de dos telones
de boca, cinco telones de fondo y cincuenta
figurines, traslucen unos gustos que bus-
can conectar con el imaginario de la gran
historia del arte español [Figs. 3-8].11 Los
trazos de gesto fuerte, algo deshecho, los

10
Carta de Darsie Japp a Flores, Vence, 10 diciembre 1947. Citado en Hervás Avilés, 1997: 362.
11
Los bocetos y figurines se conservan en la Bibliothèque-Musée de l’Opéra, Bibliothèque Nationale de France,
mientras que el vestuario, confeccionado por Barbara Karinska, forma parte de los fondos del Centre National du
Costume de Scène et de la Scénographie de Moulins.
382

1º/ Le rideau : Il ne faut pas oublier que le de la novela de Cervantes para ballet, esta
danseur qui interprétera le rôle de Don Quicho- vez con la partitura íntegra de un músico
tte sera tel que Don Quichotte se voit lui-mê- exiliado: Roberto Gerhard. El proceso para
me, c’est à dire au tableau des Moulins un mag-
nifique guerrier, à celui des Galères une sorte
la materialización del proyecto había sido,
d’archange et à l’Âge d’or un personnage dans no obstante, muy extenso, pues la primera
le genre d’un adonis. Il faut donc faire allusion versión de la partitura de Gerhard data de
à cette fiction dans le rideau de scène. Peut-être 1940, poco después de su establecimiento
pourriez-vous profiter à côté du « Chevalier à en Cambridge, y se cuentan hasta cinco
la longue figure » le personnage qu’il sera en intentos de llevar la obra a los escenarios
scène. Si le tableau est ainsi trop chargé, vous
con diferentes compañías. 13 Sin embargo,
pourriez peut-être supprimer une ou deux figu-
res de muses qui entourent le poète. el ballet no llegaría a estrenarse hasta una
2º/ Pour le tableau des Moulins, je pense década más tarde, cuando por fin, gracias
qu’il doit parfaitement convenir à notre mise a la intervención de Constant Lambert y a
en scène et je préfère, pour ma part, votre ma- la fama que Gerhard ya había logrado en
quette au deuxième projet joint à votre lettre. el medio inglés, la Royal Opera House y el
3º/ Pour la Galère, tout en conservant les
Sadler’s Wells Ballet encargaron al catalán
couleurs et la gréement, il faudra modifier son
dessin car elle est praticable. Les rameurs doi- una nueva versión de su música en un acto
vent y être installés et la mise en scène demande y cinco escenas. La coreografía fue monta-
qu’elle soit posée sur la scène comme si la pou- da por Ninette de Valois e interpretada por
pe était dans la salle. D’ailleurs, je vous ferai el Sadler’s Wells Ballet, bajo la dirección de
faire un petit dessin par MOULENE, lorsqu’il Robert Irving. Los papeles protagonistas
sera rentré.12 recayeron en Margot Fonteyn como Dulci-
nea y Robert Helpmann como Don Quijo-
Don Quixote (Royal Opera House, te. La escenografía y el figurinismo estuvie-
Londres, 1950) ron diseñados por Edward Burra.
El 20 de febrero de 1950 el escenario Leticia Sánchez de Andrés, en su recien-
londinense de la Royal Opera House en te y extenso estudio sobre Gerhard, ha de-
Convent Garden alumbró otra adaptación tallado la importancia y presencia que el

12
Carta del administrador del teatro de la Ópera de París a Pedro Flores, París, 25 agosto 1949. Reproducido en
Hervás, 1997: 413.
13
Probablemente, el encargo inicial partió de Harold Rubin, para el Arts Theatre Ballet. Más tarde, Gerhard ne-
goció con Marie Rambert para que el Ballet Rambert interpretara la música con coreografía de Frank Staff, Andrée
Howard o Elsa Brunelleschi. También contactó con Edwin Evans y Ninette de Valois para involucrar al Sadler’s Wells
Ballet en 1942, pero la Segunda Guerra Mundial obligó a otras prioridades. En 1946, el compositor catalán intentó
sin éxito implicar a Antony Tudor. Posteriormente, destaca la iniciativa de Cecilia Blatch, directora del Metropolitan
Ballet, de estrenar la partitura original con coreografía de Frank Staff y decorados de Guy Sheppard (Sánchez de
Andrés, 2013: 395, 398-399, 403).
DOSSIER

383

Quijote tuvo en la trayectoria del músico ballet clásico. Entre las críticas pudieron
catalán, receptor de las lecturas de las Ge- leerse opiniones como la siguiente: “the
neraciones del 98 y el 14, así como el papel débâcle was of Miss de Valois’s making…
que el icono cervantino tuvo en sus años neither madness nor fantasy was evoked by
en el exilio. A través de su ballet, Gerhard the choreography”.14 El alejamiento del es-
trasluce el desencanto y el desarraigo como tereotipo español y la presentación de una
refugiado, al igual que las contradicciones elaborada partitura que requería de la com-
y la complejidad de su identificación cata- pleta atención del público –de un público
lanista junto a la tipificación como músico preparado, incluso especializado– llevaron
español, con los tópicos que se daba por a que el ballet tuviese una recepción fría en
sentado cualquier creador exiliado debía
las giras que el Sadler’s Wells Ballet realizó
asumir (Sánchez de Andrés, 2013: 384,
por Gran Bretaña y Estados Unidos, lo que
386, 393).
condenó de alguna manera al olvido de la
La música fue aplaudida, aunque los
pieza de Gerhard.
sectores más críticos no vieron con bue-
nos ojos una partitura menos tradicional,
Don Quixote (New York State Theatre,
menos “bailable”. Al menos consideraron
1965)
que la “música de Roberto Gerhard (…) es
siempre atractiva y generalmente se presta La última de las producciones de danza
bien a la danza. Tiene un sabor español sin en la que encontramos a un artista republi-
recurrir a los estereotipos de los ritmos de cano exiliado es la versión de Don Quixote
las danzas nacionales” (Hussey, 1950: 31. que estrenó George Balanchine en el New
Citado en Sánchez de Andrés, 2013: 416). York State Theatre con el New York City
La propuesta escenográfica de Edward Bu-
rra gustó tanto al público como a la crítica,
que reseñó que, a pesar de que se había ale-
jado del surrealismo al que les tenía habi-
tuados, había conseguido recrear la atmós-
fera adecuada para el ballet. Sin embargo,
la labor de Ninette de Valois como coreó-
grafa no obtuvo el mismo respaldo y se cri-
ticó la alta concentración de acción y mí-
mica frente a una economía de movimiento
fluido que pudo chocar a los amantes del

Musical America, 1 noviembre 1950. Citado en Lebrecht, 2000: 119.


14
384

ducciones de tres actos, una puesta en esce-


na realista y un amplio cuerpo de baile. En
plena Guerra Fría, la presentación de este
tipo de ballets, que además se llevaban de
gira entre Estados Unidos y la Unión So-
viética desde principios de los años sesenta,
era toda una declaración de intenciones.
Así, siguiendo la mencionada tendencia,
esta adaptación se dividía en prólogo, tres
actos y seis escenas. Intervenían a lo largo
de la obra casi ochenta bailarines sobre el
escenario. Entre ellos destacaron Richard
Ballet el 28 de mayo de 1965. Se trata de Rapp (Don Quijote –aunque en el preestre-
una pieza de gran relevancia internacional no Balanchine actuó como protagonista–),
por la significación de la compañía esta- Suzanne Farrell (Dulcinea) y Deni Lamont
dounidense bajo la dirección del coreógra- (Sancho Panza).
fo de procedencia rusa, que quedaría en el El argumento recogía numerosos episo-
repertorio de la compañía hasta 1978. Con dios de la novela de Cervantes, localizados
partitura de Nicolas Nabokov, su esceno- en el estudio de Don Quijote, la Mancha,
grafía fue encomendada al artista catalán la plaza de un pueblo, el palacio, sus jardi-
exiliado Esteban Francés, que contó con nes, los molinos y, de nuevo, el estudio del
ayuda de Peter Harvey. protagonista. A diferencia de otras obras
Balanchine era ya en los años sesenta basadas en el Quijote con la intervención
quizá la personalidad más importante de la de los exiliados, el ballet de Balanchine sur-
danza estadounidense, cuya edad de oro ha- gió, como ha determinado Beatriz Martí-
bía impulsado gracias a su establecimiento nez del Fresno, antes de la Segunda Guerra
en América después de años de experiencias Mundial, a raíz de una sugerencia del esce-
en el marco de compañías tan relevantes nógrafo Pavel Tchelichev en 1937 (Martí-
como los Ballets Russes de Diaghilev. Tras nez del Fresno, 2012: 739). Aunque hubo
superar una etapa muy vanguardista en los otro intento de materializar el estreno del
años cuarenta, colaborando con pintores, ballet en los años cincuenta con diseños de
músicos y coreógrafos punteros –muchos Eugène Berman, no fue hasta 1964 cuando
de ellos, exiliados europeos–, Balanchine Balanchine y Nabokov abordaron conjun-
evolucionó hacia un tipo de ballets más en tamente la configuración del nuevo ballet.
la línea de lo que estaban proponiendo las Balanchine recordaba cómo se interesó por
grandes compañías soviéticas: superpro- el hidalgo manchego, una fascinación que
DOSSIER

385

se inició con la lectura de Don Quijote, pri- El coreógrafo ampliaba esta explicación
mero en ruso, luego en inglés y en francés. sobre las motivaciones de llevar a cabo un
ballet sobre el antihéroe cervantino aña-
The idea of doing a ballet about the Don diendo que su interés siempre se centró en
has always seemed to me natural and inevita- la búsqueda del ideal, algo por lo que vivir,
ble, something I would want to do whenever
sacrificarse, una causa a la que servir. Se-
time and opportunity came. Other ballets to
Don Quixote I had perhaps seen but scarcely
gún Balanchine, todo hombre es de algu-
remembered. The Petipa ballet, with music by na manera un Don Quijote. Todo hombre
Minkus, was in the repertory of the Maryinsky necesita de la inspiración. Así como para
when I was a boy (I danced in this production el personaje cervantino la inspiración era
in 1916, when I was twelve), but it was not a Dulcinea, una mujer en la piel de muchas
serious work and not one of my favorites [sic]. otras, para él mismo, todo hombre tendía
Twenty years ago I discovered that my friend hacia su ideal: “You live only one life and
the composer Nicolas Nabokov had a similar
you believe in something and I believe in
enthusiasm for Don Quixote. He had written
an orchestral suite on the Don and Dulcinea
that” (Balanchine, 1968: 124).
which I liked. We then spoke of doing a fu- Los numerosos diseños de Esteban Fran-
ll-scale ballet on the subject one day, but it was cés muestran la concepción más extendida
some years before this came about. (Balanchi- de la puesta en escena para ballet que para
ne, 1968: 121). mediados de los años sesenta exigía Ba-
lanchine para su compañía, una línea muy
Balanchine advertía que el problema con alejada de aquellos primeros experimen-
el que se topó fue con qué escenas quedarse tos vanguardistas en el seno de la Ballet
y cuáles dejar de lado: Society de mediados de los años cuarenta
(Murga Castro, 2015: 130-140). Su evo-
Don Quixote’s anguished search for human lución estética había estado marcada por
perfectibility, the intricate shifts from fantasy
to reality that take place in his mind, are vi-
la decadencia del surrealismo, el ascenso
vidly expressed through his adventures and the de los lenguajes pop, la influencia de los
dream of the Lady Dulcinea, who appears in medios de masas y la proyección del rea-
many guises to him. Guises these always are lismo socialista desde posiciones soviéticas
–the Magdalen, the Virgin Mary, the Shepher- en medio de la Guerra Fría. Francés huye
dess Marcela, the Lady of the Silver Moon– de los tópicos de la españolada y presen-
and although he gives his whole life for her, he
ta un imaginario español que tiene que
never really sees her. He is, if you like, a kind of
secular saint whom no one believes in. Finally,
ver más con su trabajo escenográfico para
his death brings him face to face with himself, Tyl Ulenspiegel, basado en el dominio en
seemingly defeated, but having lived as he be- Flandes y la austera corte castellana, casi
lieved. (Balanchine, 1968: 121). la España negra, volcado aquí al mundo
386

para poner en escena una obra cargada


históricamente de estereotipos y de un de-
terminado imaginario español de herencia
posromántica.
Sin embargo, ninguna de las cuatro se si-
tuaría en el ámbito de lo que denominaría-
mos la “españolada”. Sí que apreciamos,
en los telones y trajes de Flores o de Fran-
cés, cierto vínculo con la atmósfera de la
conocida como escuela española de pintura
y la herencia artística que entronca con el
cervantino arraigado en la atmósfera man-
Siglo de Oro. También en la música de Bal
chega [Fig. 9]. Para Beatriz Martínez del
y Gay y de Gerhard se encuentran referen-
Fresno (2012: 748) se trata de “una Espa-
cias a “lo español”, que dialogarían con un
ña cristiana, oscura e inquisitorial cuyas
trasfondo complejo de dialécticas sobre “lo
referencias folclóricas e históricas aparecen
nacional” en el exilio. No obstante, que-
estilizadas y representadas a través de un
dan lejos de aquella versión rusa de Petipa
pastiche convencional”.
que es, paradójicamente, la que más veces
Conclusiones se sigue representando en la actualidad, co-
laborando así con el afianzamiento de un
En definitiva, el recorrido planteado por
determinado imaginario de lo español liga-
estos cuatro ballets sobre Don Quijote en
do a la danza.
los que encontramos la participación de
Las obras se estrenaron en cuatro de los
creadores exiliados alumbra algunas cla-
focos de acogida de exiliados más impor-
ves interesantes para valorar el grado de
innovación que estas versiones aportaron tantes: México, París, Londres y Nueva
a una de las obras más veces adaptadas York. En sus escenarios lograría así man-
en la historia de la danza. En primer lu- tenerse viva la llama de la cultura española
gar, es evidente que en los cuatro proyec- del idealismo y la lealtad, que resistiría lo
tos, ideados por algunos de los coreógrafos adverso del destierro, el apropiacionismo
más destacados del siglo XX, como fueron franquista, la inestabilidad del errante, sus-
Guillermina Bravo, Serge Lifar, Ninette de tentándose en las artes y las letras más bri-
Valois y George Balanchine, se contó con llantes a través de su obra más universal.
la participación de músicos y escenógrafos
españoles como garantía de autenticidad
DOSSIER

387

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Fig. 2. Don Quijote vence al Caballero de los
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Fig. 3-8. Pedro Flores. Bocetos para Le cheva-
lier errant, 1947-1950. Bibliothèque-Musée
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Fig. 9. Esteban Francés. Boceto para Don
Quixote, 1965. Col. Estate Esteban Francés.
DOSSIER

389

Lo que le sucedió a María


Zambrano: Dulcinea
discuss from this point of view the ideal image of
Dulcinea contradicted by the carnal Aldonza.
isabel navas ocaña
Universidad de Almería
El Quijote es una presencia cons-
tante en la obra de María Zambrano,
especialmente en los años de exilio. De
Resumen: El Quijote es una presencia constante hecho, en 1942, en una conferencia sobre
en la obra de María Zambrano, especialmente en las «Mujeres de Galdós», pronunciada en
los años de exilio. Son muchos los ensayos que le
el Centro Español de México, le dedica ya
va a dedicar a Cervantes a lo largo de su carre-
al Quijote unas palabras, que le servirán
ra y en ellos reflexionará con frecuencia sobre el
Key Words: Cervantes, María Zambrano,

amor, a propósito de la figura de Dulcinea. Uno como preámbulo al análisis de la novelís-


de estos ensayos, titulado significativamente «Lo tica galdosiana. Pero será en 1947, con
que le sucedió a Cervantes: Dulcinea», plantea ocasión del centenario del nacimiento de
Exilio, Don Quijote, Dulcinea.

la inexistencia del amor como tema fundamental Cervantes, cuando Zambrano produzca
del Quijote y considera desde esta perspectiva la algunos de sus ensayos cervantinos más
imagen ideal de Dulcinea que Cervantes forja y al emblemáticos. En este año publica en la re-
mismo tiempo desmiente con la carnal Aldonza. vista puertorriqueña Asomante «La mira-
da de Cervantes» y en la revista argentina
Abstract: Don Quijote is constantly present in Sur «La ambigüedad de Cervantes». Son
Zambrano’s works, especially in the years of
los primeros hitos de una larga serie que se
exile. Along her career, Zambrano wrote many
essays about Cervantes, in which she reflects on
vería incrementada apenas unos meses des-
love, always about the character of Dulcinea. One pués con «Le regard de Cervantes», versión
of this essays, significantly entitled «Lo que le en francés para la parisina La Licorne del
Palabras Clave: Cervantes, María Zambrano,

sucedió a Cervantes: Dulcinea», raises the lack of conocido como «La ambigüedad de Don
love as the most important topic in Quijote, and Quijote»1. De las mismas fechas, concreta-

1
Como ha señalado Enrique Baena, «”La ambigüedad de Don Quijote” sale de la imprenta por primera vez en
Exilio, Don Quijote, Dulcinea.

traducción al francés. Bajo el título “Le regard de Cervantes” (La mirada de Cervantes”), traducido del español por
Yvette Billod, se publica en París, en la revista La Licorne. La igualdad de rótulos entre esta traducción y el primer
artículo, de Asomante –por lo general desconocido en la bibliografía actual-, ha inducido a la confusión de que “Le
regard de Cervantes” era su traducción. Y ello, a pesar de que la revista Aurora. Papeles del “Seminario María Zam-
brano” publicó en 2001 la traducción nuevamente al español, realizada por Carmen Revilla, del artículo en francés de
La Licorne. Cotejadas la versión original en francés, así como su traducción reciente al español, y el texto preparado
por Zambrano que se publica por vez primera en España, sueño y verdad, en la primera edición citada de 1965,
existen variantes que afectan no al concepto vertido sino a su expresión, en el párrafo inicial y en el final» (2005: 37).
Las similitudes y diferencias entre estas versiones no son sino «una metodología de trabajo que en Zambrano no es
infrecuente a la hora de reeditar sus textos, adaptando los umbrales de sus ensayos a las distintas publicaciones
donde van a ser acogidas, es decir, trayendo a esa actualidad sus contenidos, en función también de su propia
evolución intelectual y de pensamiento (Baena, 2005: 37-38).
390

mente del 22 de diciembre de 1947, es «La el Quijote como el símbolo de lo español,


liberación de Don Quijote», editado por «nuestro más claro mito», dice aquí Zam-
la Revista de Educación en 2004. En 1955 brano, «nuestra imagen ejemplar», «la ci-
aparecería en Ínsula «Lo que le sucedió a fra sagrada» (1947b: 140)2. Y además, lo
Cervantes: Dulcinea», que junto con «La que también será una nota común a las
ambigüedad de Cervantes» y «La ambigüe- escritoras del 27, situarse en la línea de la
dad de don Quijote» formaría parte del vo- interpretación que Ortega ha hecho sobre
lumen España, sueño y verdad (1965). De la novela cervantina en Meditaciones del
1965 es también «La novela: Don Quijote. Quijote y distanciarse de la célebre Vida de
La obra de Proust», perteneciente a El sue- don Quijote y Sancho de Miguel de Una-
ño creador. Y a todo esto hay que añadir muno3.
«La reforma del entendimiento», artículo Zambrano parte de una interrogación
que vio la luz en Hora de España en 1937,
fundamental: ¿cómo es posible que esa
en el que Zambrano hace un apasiona-
«imagen ejemplar», esa «cifra sagrada» de
do llamamiento a la convivencia pacífica
lo español que es don Quijote haya «des-
de los españoles valiéndose de las figuras
cendido al mundo para llevar vida noveles-
de Don Quijote y Sancho, tan distintas y
sin embargo capaces de vivir en armonía ca?» (140). Este «conflicto», este «equívo-
(Nam, 2005). También hay referencias a co» que caracteriza, según Zambrano, a lo
Cervantes y al Quijote en Delirio y Destino español, lo anuncia ya Ortega en sus Medi-
(1989), en concreto en «Adsum», el primer taciones y está también presente en la Vida
capítulo del libro, y en el relato «La de Dul- de Don Quijote y Sancho de Unamuno, dos
ce Nombre». Y por supuesto, Cervantes es textos que Zambrano considera «una espe-
el protagonista indiscutible del discurso de cie de “Guía” para el conflicto que entraña
María Zambrano con motivo de la conce- el ser español» (140). ¿Cómo resuelven o
sión en 1988 del Premio Cervantes. intentan resolver este conflicto Unamu-
El ensayo sobre «La ambigüedad de no y Ortega? Unamuno, dice Zambrano,
Cervantes» (1947b) plantea ya lo que va «irrumpe en el centro mismo del libro para
a ser nota dominante en la interpretación rescatar como de una gruta encantada a su
que de la obra cervantina hagan buena protagonista y convertirlo en personaje de
parte de los escritores del 27: considerar tragedia. Extrae de la novela la tragedia

2
Cito por la edición de Ana Rodríguez Fischer para Anthropos (1989).
3
Puede consultarse al respecto la monografía de Fernando Pérez-Borbujo Tres miradas sobre el Quijote: Una-
muno-Ortega-Zambrano (2010), así como «El Caballero de la Locura y su ambigüedad: Don Quijote entre Unamuno
y Zambrano» (2010) de Elena Trapanese, y «Los Quijotes de Zambrano y sus maestros» de Ángel Martínez de Lara,
incluido en la tesis doctoral María Zambrano en la referencialidad cervantina (2013).
DOSSIER

391

contenida en ella, y el equívoco queda des- En «La liberación de Don Quijote» (2004)
hecho» (140). No obstante, Zambrano se insiste en esta idea de manera muy gráfica:
pregunta a renglón seguido: «Mas ¿estará
esto permitido? Si se nos reveló en un modo La idea de una España transhistórica apa-
nuestro personaje ejemplar, nuestra cifra rece plena de belleza en el libro de Unamuno y
atraviesa cada vez más obsesivamente toda su
sagrada, ¿podemos desdeñar el lugar de la
obra posterior, tal es la consecuencia de extraer
revelación, la novela en que está inmerso?» a Don Quijote del ámbito de la novela de Cer-
(140). Zambrano describe muy bien «la di- vantes y rescatarle de su ambigüedad, transfor-
vergencia en la interpretación del Quijote, mándolo en personaje de tragedia: el sacrificio
la de Ortega y la de Unamuno, dirigiéndose total de la realidad histórica de España (2004:
la una al libro y tras de ella al autor; la 109).
otra, exclusivamente al personaje» (140).
Si «el intento de Unamuno continúa a Don Y en cuanto a Ortega, en «La mirada de
Quijote, al personaje; el de Ortega a Cer- Cervantes» (1948) Zambrano explicita en
vantes, al autor» (141). Y ella opta decidi- qué consiste ese conocimiento amoroso:
damente por Ortega, por las «razones de
No es a Don Quijote a quien Ortega preten-
amor» orteguianas, y en lugar de «seguir
de liberar, sino al destino de España prisionero
representando en el mundo nuestro perso- en él, encantado con él y por él. En consecuen-
naje, seguir viviendo nuestro ensueño an- cia, lo que hace Ortega, lo que nos propone,
cestral», como parece pretender Unamuno, no es liberar al personaje, sino un acercamiento
se decanta por «disolver este ensueño en la a la mirada del autor, y aun al lugar, al cen-
luz de conocimiento, bien que amoroso», tro del que esta mirada nace. La disolución de
la ambigüedad, según se desprende de toda la
aun reconociendo que «nuestra vocación
obra filosófica de Ortega, se logra sólo por el
de españoles» «oscila» «entre lo uno y lo conocimiento. (…) el pensamiento desencanta
otro» (141). De hecho, en «La ambigüedad el mundo que rodea al héroe, extrayendo de su
de don Quijote» (1965a), señala que esta presencia y de su imagen la razón encubierta
pretensión unamuniana convierte a España (1948: 135).
en una entidad ideal, no histórica, en una
Dulcinea: «Identificarnos con él (con Don Como se habrá advertido, Zambrano
Quijote), como Unamuno quería, significa confía en Ortega, confía en la filosofía or-
lanzarnos contra la historia, hacer de Espa- teguiana para sacar a España-Dulcinea del
ña una entidad transhistórica o metahistó- atolladero, confía en la interpretación or-
rica, una España-Dulcinea» (1965a: 147)4. teguiana del Quijote, en su indagación de

4
Cito por la edición de Ana Rodríguez Fischer para Anthropos (1989).
392

la figura de Cervantes, de las razones de siano que piensa, «no ha abandonado», sin
Cervantes. embargo, «sus pretensiones de ser un dios
Y de hecho, toda la reflexión de Zam- o de ser como dios» (143). Sólo que ahora
brano sobre la novela, que viene a conti- en lugar de obedecer el «mandato o la fata-
nuación, parte de las teorías orteguianas lidad de los dioses», ha de «inventarse a sí
sobre el género, tal como habían quedado mismo», «confundirse con su sueño, anu-
expuestas en Meditaciones del Quijote: «la lando la conciencia de su realidad» (143).
novela como una degeneración del relato Y todo esto es obra del propio sujeto.
épico, que al hibridar con la crónica o el Según Zambrano, Cervantes es iniguala-
relato histórico, se vuelve leyenda o nove- ble en la expresión de este moderno con-
lería» (Pérez Borbujo, 2012: 52). flicto en el que se debate el ser humano:
Zambrano, al igual que Ortega, conside- «Parece imposible el superar la perfección
ra la novela como el género por excelencia cervantina en la ambigüedad» (143)8. Y
de lo humano, libre al fin de la «servidum- añade que el sujeto moderno que se entrega
bre a los dioses», y el género además en el a su sueño de ser dios, como don Quijote,
que domina lo real: «una verdadera nove- conserva, también como el personaje cer-
la nos mantiene siempre en este mundo» vantino, la conciencia de su acto delibera-
(1947b: 141). Pues bien, en este mundo de do:
lo real y lo humano, propio de la novela y
de la modernidad5, lo heroico resulta am- ¿Acaso don Quijote estaba convencido de la
realidad de su ser inventado? ¿No entrevé, en
biguo6 y es motivo de burla7. Como apun- medio de su delirio no inspirado por los dioses,
ta Zambrano, ese moderno y «cartesiano que los brillantes ejércitos no son sino modes-
mundo de la conciencia», ese sujeto carte- tos carneros y que los molinos están allí detrás

5
La novela es, según Zambrano, el «género moderno por excelencia» (1947b: 141).
6
«(…) las acciones antes heroicas han venido a ser ambiguas» (1947b: 141).
7
«(…) al aparecer en el mundo humano, los héroes míticos tienen que volver a recorrer el mundo, decaídos,
haciendo la máxima penitencia que puede serle impuesta a un héroe: servir de burla» (1947b: 144); «Pero el mundo
actual es el mundo de lo humano, donde ningún ensueño mítico puede vivir sin tornarse equívoco y sin servir de
burla» (1947b: 145).
8
Francisco Gutiérrez Carbajo cree que la respuesta a esta problemática de la ambigüedad está en «la transmu-
tación de lo real» que José Antonio Maravall plantea en Utopía y contrautopía en el Quijote: Cervantes opta por «una
doble transformación de la realidad en el Quijote: aquella que le hace a su protagonista sufrir el efecto de que las
cosas no se le aparezcan como real y verdaderamente son. Y aquella otra, mucho más profunda, que él lleva a cabo
para crear las condiciones de libertad necesarias al objeto de llevar a término su acción heroica (Maravall, 1976: 150;
apud Gutiérrez Carbajo, 1984: 129). Y en lo que a Dulcinea se refiere, «primero es lo que se desea…, y luego viene
el que las cosas sean tal como queremos», como advierte Maravall (1976: 163); de ahí que Don Quijote le diga a
Sancho: «Píntola en mi imaginación como la deseo» (apud Gutiérrez Carbajo, 1984: 130).
DOSSIER

393

de los gigantes como un artificio fotográfico tan común a todos los seres y cosas como la
podrá hoy realizar? (143) ausencia; que no dejaba ausencia ninguna, por
tanto respiro. (…) Y aquella mujer, Aldonza,
Y aquí es donde aparece la figura de nada tenía de sombra, ni de alas; su risa, nada
de rumor; todo era preciso, estaba, estaba sí,
Dulcinea, como máxima expresión de esa
siempre; más que existir, estaba, y no había
conciencia: «¿Cree en la realidad corpórea modo de acostumbrarse a esa presencia. (…)
de Dulcinea? ¿No elude acaso el ver cara a ella seguía estando ahí, con la brutalidad del
cara su presencia? ¿No la pone como con- hecho, sin más, como un hecho irreductible,
dición en un extremado platonismo, el que pues que nunca se despojaba de nada; una fiera
se mantenga ausente?» (144). sin caverna» (138).
Pero en donde desarrollará más amplia-
mente su concepción del personaje, su in- Cervantes entonces sintió que tenía que
terpretación de la figura de Dulcinea, será contar los hechos10, y eso le permitió «sen-
en el artículo «Lo que sucedió a Cervantes: tirse libre, libre de su amor» (139): «la li-
Dulcinea», publicado en la revista Ínsu- teratura se había presentado a su alma y
la en agosto de 1955, un texto muy her- vivía en ella bajo figura de mujer» (138)11.
moso que nos presenta a Cervantes como Habla Zambrano de una «imagen blanca»,
un enamorado, que había nacido así, que «una condensación de luz», «forma blanca
«enamorado ya desde siempre no tuvo que a veces se precisaba en figura de mu-
tiempo de elegir su ídolo», a quien por ello jer», que no es sino «la verdadera imagen
ninguna mujer «había sacado de su dis- del amor en su inexistencia» (139), de la
tracción, de su ensimismamiento» (1955: verdad también en su inexistencia. Y la
138)9. El amor era para él un «horizonte inexistencia del amor y de la verdad sólo
ideal» (138). Pero «ya casi a la vejez», dice podrá ser revelada en el reino por excelen-
Zambrano, se encontró con «una realidad cia de lo inexistente, que no es otro que el
tangible», con Aldonza: del arte, el de la literatura:

Y aquella mujer, Aldonza, tenía más reali- La inexistencia del amor en forma de mu-
dad que ninguna de las que había visto y entre- jer inexistente. No podía ser suya ni de nadie;
visto; era arisca, irreductible, exenta; nunca se sólo tenía que aparecer, que mostrarse, que ser
ausentaba; diríase que estaba privada de algo llevada a la inexistencia del arte, lugar donde

9
Cito por la edición de Ana Rodríguez Fischer para Anthropos (1989).
10
«Había pasado por la vida suspendido sobre ella, y ahora se le apareció algo peor que el abismo del vacío: el
desierto de los hechos. Y desfalleció sintiendo que tenía que contarlos, sin que se le pasara ninguno» (1955: 139).
11
Como ha indicado Maria Luisa Maillard, «No estamos ante un análisis del libro, ni del personaje,
sino ante un intento de desentrañar la génesis misma de la creación (1997: 124).
394

se es revelado sin ser poseído, en un remedo llevar de este extremismo, él, maestro en medir
humano de la comunión. El hombre puede re- sutilmente, denuncia cuán fuerte debió de ser
velar tan sólo la verdad pura, en su inexistencia su dolor para dejarse ir a tan fiera venganza,
y en una especie de renuncia a existir también esa saña que le impidió mostrar la verdad más
él (139). dolorosa y sin ventura; que basta simplemente
con haber forjado la imagen, llevándola cuanto
Aldonza-Dulcinea se convierte así no es posible al «topos uranios» de lo incorrupti-
sólo en la encarnación de la literatura, sino ble –desencarnándola para lograr esa incorrup-
en la llave que le permitirá a Cervantes ac- tibilidad- para que la persona que la ha hecho
nacer en nuestra alma, la desmienta y aparezca
ceder a la verdad, y esa verdad no es otra
como más corruptible, más presa en los grillos
que la inexistencia del amor. Y sobre el de la condición carnal y temporal que ninguna
amor va a reflexionar también en Delirio otra. Basta amar de verdad a alguien para que
y Destino, en concreto en el primer capí- sepamos de lo corruptible, de nuestra condi-
tulo, en «Adsum», y lo hará valiéndose ción (1989: 30).
de la figura de Dulcinea. La conclusión de
Zambrano aquí es similar: si la hemos visto En El sueño creador, en un ensayo de-
reflexionar sobre la inexistencia del amor, dicado a Cervantes y a Proust, proclama
sobre la revelación que Cervantes tiene que el amor de don Quijote es un «amor
de ello gracias a la rotundamente carnal soñado», y que Dulcinea sólo «existió
Aldonza, ahora va a insistir en la imagen plenamente (…) dentro del amor de Don
ideal de Dulcinea que Cervantes forja y al Quijote» (1965b: 151)12. Y añade que Don
mismo tiempo desmiente con Aldonza. El Quijote «encontró así la identidad de la
amor de nuevo sale malparado: persona amada, pero no su trascenden-
cia» (151). Para lograr esta trascendencia
El amor se descubre en la abstracción que «hubo de liberar a Dulcinea de la cárcel de
es capaz de forjar. La imagen de Dulcinea ¿te- ese su sueño, haciéndola visible para todos
nía algo que ver ya con ella misma? Por eso
Cervantes que debió de amar mucho –llegando al modo de una Beatriz, mediadora que a
su desgracia quizá hasta a ser correspondido todos llega; haciéndola descender, sin man-
– la hizo inexistente y la sustituyó por su con- charla, hasta el caído; alzándola hasta la
tradicción o desmentido más tosco en Aldonza visibilidad de la gloria» (1965b: 151).
Lorenzo. No era en verdad necesario; hubiera Y quizás por todo ello en «La ambigüe-
sido lo mismo y más doloroso siendo Dulcinea,
la mujer que correspondiese como correspon- dad de don Quijote» (1965a), parece Zam-
de el ser real, que se ama a la imagen sagrada brano rebelarse contra el papel que le ha
abstraída de él… Y el que Cervantes se dejara tocado en suerte a Dulcinea:

12
Cito por la edición de Enrique Baena de Cervantes (Ensayos de crítica literaria).
DOSSIER

395

(…) Dulcinea sonríe melancólica, sola, allá No se ha escrito tal vez obra alguna que
lejos, irónica, ella también, pues. ¿Acaso no esté más cerca de ser la Tragedia de la Liber-
amaría Dulcinea a don Quijote, ella? Y ávida tad –nuestra Tragedia- que la historia ambigua
de amor viviente se consumía a solas. ¿Era ella del Caballero de la Mancha. Y la ambigüedad
la amada o la quimera? quizá resida solamente en esto: en que el pensa-
¿No estará en Dulcinea el secreto? ¿No está miento filosófico no podrá alcanzar, sin aliarse
ella acaso encantada también? ¿Separada, ab- con la Poesía, el secreto último de la libertad
soluta, reducida a esencia, a idea, llevada al terrestre, la fusión de la Libertad con lo que pa-
mundo de la quimera, ella, que es viviente rea- rece ser su contrario: amor, obediencia» (2004:
lidad? ¿Qué le sucedió en verdad a don Quijote 110)13.
con Dulcinea? ¿Qué le sucedió a Cervantes?
(1965a: 147-148). Ahora bien, las consecuencias de esta
ensoñación de Don Quijote, de su ideali-
Y no duda en afirmar que «sea cual fuera zación de Dulcinea, de la ausencia de mu-
esta historia», es decir, sea cual sea la histo- jeres reales en la novela cervantina, son en
ria de Dulcinea, la historia del pueblo espa- opinión de Zambrano, muy graves, y han
ñol, «esta historia no se acaba». Al contra- determinado el papel, ciertamente limi-
rio, «reaparece una y otra vez la quimera tado, de la mujer en la vida española. De
–salvar al mundo de su encanto-, mientras «masculinismo extremo» tacha Zambrano
Dulcinea sola y blanca se consume» (148). el empeño de Cervantes en prescindir de las
En «La liberación de don Quijote» mujeres reales, en negarles su individuali-
(2004), atisba sin embargo una posibili- dad, en reducirlas a ser «sueños del varón».
dad de salvación, y lo hace a partir de la Zambrano le hace estos reproches a Cer-
conjunción de Filosofía y Poesía, que es vantes en una conferencia, ya mencionada
el principal postulado del pensamiento de aquí, sobre las «Mujeres de Galdós», que
María Zambrano: tuvo lugar en el Centro Español de Méxi-

13
Mucho más explícita en relación con la tragedia española será en el discurso que María Zam-
brano escriba con ocasión de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes en 1988, un discurso
en el que comienza hablando precisamente de cómo en el exilio, en la ciudad mexicana de Morelia,
«a la misma hora que Madrid –mi Madrid- caía bajo los gritos bárbaros de la victoria» ella hablaba
a sus alumnos de la idea de libertad, porque era la «forma natural de acordarme de España y del
ya melancólico, resignado y esperanzado fracaso. Era la forma de situarse en aquella hermandad
de una cultura que anunciaba la España del fracaso: la más noble tal vez, la más íntegra. La que
forzosamente tuvo que fracasar, porque había ido más allá de su época, más allá de los tiempos.
Y es que posee la historia un ritmo inexorable que condena al fracaso a todo aquello que se le
adelanta o que le desborda» (1989: 155-156; edición de Enrique Baena de Cervantes (Ensayos de
crítica literaria).
396

co en 194214, y se los hace para subrayar jer en este novelista sin par conserva todavía un
en contrapartida la relevancia de Galdós, a puesto genérico, sin individualidad. Son tipos,
tanto más sumidos en lo genérico cuanto más
quien considera «el primer escritor español
altas y bellas: las mozas de mesón, las fregonas,
que introduce valientemente las mujeres en las venteras, son las que más se aproximan a lo
su mundo» (1942: 130). Zambrano es aquí ilustre, al privilegio ilustre de la existencia indi-
mucho más tajante, evidencia mucho más vidual. Y esto, sin comentario, que yo sepa, es
a las claras su disconformidad con Cervan- grave, sumamente grave y delator para la idea
tes, con la Dulcinea cervantina, que en los de lo que ha sido la mujer en la vida española.
ensayos que le dedicó en exclusiva. Ni en Apenas se le ha dado la individualidad; son ti-
pos, tipos genéricos. Y la que alcanza estatura
«Lo que sucedió a Cervantes: Dulcinea», ni heroica casi siempre es una de estas dos cosas:
en «La ambigüedad de don Quijote», ni en reina o madre, o ambas cosas juntas (1942:
«Adsum», es tan explícita ni tan contun- 129-130).
dente su discrepancia con el tratamiento
que Cervantes da a las mujeres: Por lo demás, en Delirio y Destino, Ma-
ría Zambrano incluiría un hermoso rela-
Nuestro más genial novelista no se detuvo, to titulado «La de Dulce nombre» (1989:
aparte de que su figura genial es masculina –
263-267), cuya protagonista, una joven de
Don Quijote es la pura masculinidad-, no hay
ninguna mujer real de gran talla. La máxima singular belleza que se recluye voluntaria-
realidad de la mujer en el universo de Cervantes mente en una torre inaccesible y que pare-
está en la ideal Dulcinea, es decir, en un sueño. ce hechizada, está inspirada en la figura de
No es la mujer real, sino la que Don Quijote Dulcinea, y en él aparece además «un co-
inventa, masculinismo tan extremo que por no
ofrecer espacio a la mujer, al no poder prescin-
brador de alcabalas», que no es sino Cer-
dir de ella, la inventa. Caso que no es privativo vantes. Se trata de una recreación de Cer-
de Don Quijote, sino de todo el idealismo amo- vantes y del personaje de Dulcinea, muy en
roso de la Edad Media. Ahora sí, lo específico la línea de las recreaciones noventayochis-
de Don Quijote, mejor dicho de Cervantes, es
tas de Azorín y de Unamuno.
que en pleno Renacimiento, cuando la mujer
cobra una existencia verdadera, cuando sale de Rosa Chacel también le dedicó algunas
los sueños del varón y vive por cuenta propia, páginas a Cervantes de su libro La confe-
y la idealidad amorosa toma otro camino, Cer- sión (1970). Y al igual que en el caso de
vantes no dibuja ninguna mujer real de impor- María Zambrano, la Vida de don Quijote
tancia. No nos presenta ninguna heroína. Aun-
que no llegase a la inmarcesible estampa del
y Sancho de Miguel de Unamuno será para
Caballero. Ninguna «dama», ningún personaje ella un referente con el que dialogar y del
femenino de importancia; es la verdad. La mu- que disentir:

14
En la revista mexicana Rueca se publicaron algunos fragmentos de esta conferencia, que se ha vuelto a editar
en la revista Asparkía en 1994. Cito por la edición de Asparkía.
DOSSIER

397

Unamuno, en su Vida de don Quijote y LXXXIII, titulado «De los agüeros que
Sancho, quita de en medio a Cervantes y se tuvo don Quijote al entrar de su aldea, con
apropia a don Quijote: es la mayor gloria que otros sucesos que adornan y acreditan esta
Cervantes pudo alcanzar. Yo, en estos mínimos grande historia», que precede a la muerte
párrafos, también trato de apropiármelo, pues del hidalgo, le va a prestar Rosa Chacel
el sistema unamuniano es el seguro. Pero yo no especial atención, considerándolo «delica-
logro ver a mi don Quijote más que dentro de damente poético», «poéticamente puro»,
Cervantes (1970: 86)15. «virginal» (82). Cuando están ya entrando
en la aldea, ven a dos muchachos riñendo y
Chacel sostiene que el Quijote pertenece uno de ellos dice «No te canses, Periquillo,
al género confesional, que es confesión: que no la has de ver en todos los días de
tu vida». Don Quijote entonces lo interpre-
El Quijote es, confesión –indirecta, sin ta como un mal agüero: «¿No ves tú que
duda- y es voluntad última porque brota de aplicando aquella palabra a mi intención
una conclusión: para creer y amar hay que es- quiere significar que no tengo de ver más a
tar loco. Esto es lo que confiesa Cervantes ter- Dulcinea? (II, 73: 1201). Y de mal agüero
minantemente; a esto llega, después de haber es también la liebre que viene huyendo de
pasado por pruebas atroces, que le dejaron en galgos y cazadores y que se refugia entre las
esto y, claro está, esto es lo que quiere dejarnos. patas del rucio de Sancho. Don Quijote ex-
Su última voluntad consiste en afirmar su des- clama: «¡Malum signum! ¡Malum signum!
creencia. Para esto crea un arquetipo de fe y de Liebre huye, galgos la siguen: ¡Dulcinea no
nobleza, acumulando en él todas las excelen- parece!» (1201). De esta forma, dice Cha-
cias humanas, sin omitir más que la razón, y le cel, «Cervantes le lanza (a don Quijote) sin
lanza a ser coceado por el mundo. No hay que piedad a la más fuerte aventura, la de dejar
olvidar que el mundo que rodea a don Quijote su universo quimérico y entrar en el mundo
es el mismo que rodeó a Cervantes. Es decir donde las cosas pueden ser», es decir, las de
que Cervantes confiesa haber vivido ese mun- «afrontar la realidad» (1970: 85). Chacel
do y nos lo enseña crudamente para demostrar se interroga sobre el sentido de este «mi-
que, en su convivencia, es forzoso perder la fe núsculo episodio de la liebre» (85), y obser-
o la razón (1970: 82). va que «Don Quijote es en ésta (aventura)
absolutamente pasivo», que «la liebre pasa
De hecho, Cervantes le devuelve la cor- corriendo y don Quijote no la persigue, no
dura a Don Quijote sólo al final, poco hace un solo movimiento hacia ella» (85).
antes de morir. Precisamente al capítulo Sancho, a quien Chacel describe aquí como

Cito por la edición de Ana Rodríguez Fischer para Anthropos (1989).


15
398

«dueño y señor de la realidad», la coge y mo: la corporeidad del ideal que plantea
la pone en brazos de su señor, mientras le Zambrano en Adsum, la animalización de
dice: «Presupongamos que esta liebre es Dulcinea en figura de liebre de la que habla
Dulcinea del Toboso… yo la cojo, la pongo Rosa Chacel. Para entender estas reflexio-
en poder de vuestra merced, que la tiene en nes no hay que perder de vista el intenso
sus brazos y la regala» (: 85). Se produce debate que en los años de preguerra y desde
en este momento la confluencia del ideal y las páginas de la Revista de Occidente aus-
de la realidad, de la criatura angelical que pició el maestro de ambas, Ortega y Gas-
es Dulcinea con la criatura terrenal que es set, sobre la inferioridad de la mujer, sobre
la liebre: lo masculino y lo femenino, y sobre la figu-
ra de Don Juan, un debate que tuvo como
Don Quijote, en ese momento, funde hipos-
táticamente su excelso ideal con la frágil criatu- protagonistas al propio Ortega, a Gregorio
ra del color de la tierra, en ese momento sabe lo Marañón, al psiquiatra suizo Carl Jung, al
que es poseer a Dulcinea. Pero poseerla quiere filósofo alemán George Simmel, y también
decir aquí, simplemente tenerla en su poder: a Rosa Chacel, quien rebatió de forma muy
nada de los ósculos seniles que el maestro Una-
muno le imagina anhelando y que en su casta
inteligente con su «Esquema de los proble-
línea resultan repelentes. Poseerla, tenerla en su mas prácticos y actuales del amor» (1931)
poder significa comprender –conocer- lo que es los argumentos esencialistas de estos «mi-
una vida, lo que es un corazón que late entre sóginos informados», como los llama Shir-
sus manos, junto al suyo –a una liebre no se
ley Mangini (2001: 97-112).
le puede acariciar (regalar) como a un perrito,
sobre las rodillas, atusándole el lomo; hay que ¿Qué les sucedió, pues, a María Zam-
vencer su esquivez reteniéndola fuertemente brano, a Rosa Chacel, con el Quijote?, nos
abrazada- y que se agigante en su cálida ani- interrogamos remedando la pregunta que
malidad, aboliendo todo ideal» (85-86). Zambrano se hiciera sobre Cervantes hace
más de sesenta años. Y la conclusión es la
Como ya se habrá advertido, Chacel
misma a la que llegó Zambrano. Lo que
coincide con Zambrano en proclamar a
les sucedió a ella, a Chacel y a Cervantes
propósito de Dulcinea la incompatibili-
no fue sino Dulcinea. Lo que les reveló a
dad del amor y la corporeidad, y lo hace
los tres la verdad del amor, que no es otra
de una manera más radical, más drástica
que Zambrano: convirtiendo a Dulcinea en que su ficción, que su inexistencia, fue esa
una liebre, poniendo el énfasis en la ani- mujer inexistente. En Dulcinea estaba, en
malización del personaje. Por lo demás, efecto, el secreto.
las reflexiones sobre el amor de Chacel y
de Zambrano, están transidas de pesimis-
DOSSIER

399

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402
DOSSIER

403

Don Quijote en tres


relatos de El laberinto
mágico de Max Aub Premisa
Al igual que la mayoría de los
grandes escritores de lengua española,
alessio piras
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma de
Max Aub dedicó muchas palabras al Don
Barcelona
Quijote. Su importancia en las letras uni-
versales era, para él, inequivocable: según
el escritor exiliado Cervantes crea, sin dar-
se cuenta, la primera novela moderna. Es,
Keywords: Max Aub, Miguel de Cervantes, Don

Don Quijote, el texto que inaugura un gé-


nero que según Aub podría acabar con el
Resumen: El Don Quijote es una presencia Ulises de Joyce:
constante en los temas y las estrategias de El
laberinto mágico de Max Aub. El escritor exiliado Es curioso darse cuenta que, al final de la
Quijote, El laberinto mágico

recupera algunos de los artificios de la novela época que abre el Quijote, otro escritor basa
cervantina, o cita directamente algunos de sus también en Giordano Bruno su obra capital
fragmentos, integrando el Don Quijote en su – aunque sólo sea para la novela –, un con-
prosa laberíntica sobre la guerra civil española, tra-Quijote; hablo de James Joyce, de Ulises y
el exilio y los campos de concentración. En este de Finnegan’s Wake. No por eso equiparo el
artículo quiero exponer los resultados del análisis valor literario de ambas obras, pero no hay
de tres ecos donquijotescos en tres relatos de El duda que con el Quijote nace la novela mo-
laberinto mágico: “Manuscrito cuervo. Historia derna que con Ulises parece acabar. Es decir, la
de Jacobo”, “Enero sin nombre” y “Manuel novela tal y como la entendemos hoy: la novela
el de la Font”. Mi objetivo es demostrar cómo realista, por lo menos, lo que hemos tenido por
Max Aub retoma, descontextualiza y re-elabora real de Galileo a Einstein, de Cervantes a Joyce,
Palabras clave: Max Aub, Miguel de Cervantes,

el Don Quijote para darle nuevos horizontes de de 1600 a 1950. (Aub, 1999a: 81)
significado, evidenciando su actualidad a la hora
de interpretar la realidad española.
Los escritos que Aub dedica a la novela
Don Quijote, El laberinto mágico

Abstract: The main goal of this article is to study de Cervantes forman parte, junto a otros,
the presence of the novel Don Quijote in three del pequeño volumen De Max Aub a Cer-
short stories by Max Aub, that are part of the
cycle El laberinto mágico. I want to demonstrate vantes, publicado en 1999 y que reúne el
how Aub uses, de-contextualizes and recycles legado crítico del escritor exiliado sobre el
the Cervantinian novel with the result of giving autor del Quijote. Estos textos, además de
it new meanings and remarking its relevance for poner en evidencia la agudeza interpretati-
interpreting the Spanish reality of the Civil War va de Max Aub, se transforman en una in-
and the exile. dispensable herramienta a la hora de trazar
las líneas generales que marcan los ejes más
404

importantes de la obra narrativa de Aub, una uve alta de una baja se juega el parti-
empezando por El laberinto mágico. do de toda novela. Hay en esta reflexión
Con respecto al ciclo sobre la guerra ci- el eje central de toda la escritura narrativa
vil española no se debe subestimar el valor laberíntica aubiana, que pretende revelar
ideológico y ético que Aub confiere a la lu- la historia de los vencidos y dar vida a la
cha que se reconstruye en sus páginas, es rebelión contra las fuerzas que la han con-
decir la republicana y antifascista contra el denado al olvido.
fascismo. Sin embargo, el horizonte aubia- Pero, ¿qué es que transforma Don Qui-
no en El laberinto va mucho más allá de las jote en novela? ¿Cuál es el elemento que da
fronteras geográficas y temporales trazadas sustancia a la ficción y al mismo tiempo la
por el conflicto español: de hecho, el ciclo hace real espejo del mundo? La respuesta
desemboca en los campos de concentración que da Max Aub es muy clara: «[…] lo que
y en la II guerra mundial, o sea que la ba- transforma el Ingenioso Hidalgo en novela
talla llevada a cabo en España se mueve en es la aparición de su escudero. Sancho da al
otros territorios con tensiones similares. Es Quijote su tercera dimensión y fundamen-
El laberinto una tentativa universalizante: ta la novela moderna» (Aub, 1999a: 85).
de la literatura como medio de transmisión O sea, el elemento que cimenta la ficción es
de la memoria histórica que la Historia es- el personaje que encarna el hombre común
crita por los vencedores tiende a borrar, y porque es Sancho, y a través de Sancho,
de la guerra civil española que, a pesar de que la ficción donquijotesca comunica, se
ser considerado un conflicto doméstico, enlaza, con el mundo real. Al igual que el
tiene una componente internacional que escudero, los miles de personajes que se al-
le confiere un carácter universal y la trans- ternan en las páginas de El laberinto dan
forma en el ensayo y prólogo del segundo al lector el sentido pleno de la realidad que
conflicto mundial. están leyendo y viviendo. Vicente Dalma-
En el texto “Vuelta y vueltas al Quijote”, ses, Asunción, Paulino Cuartero, Julián
Aub elige la novela cervantina y su autor Templado, y todos los personajes del ciclo
como paradigmas de la literatura mundial son la tercera dimensión de El laberinto:
por el hecho de ser inteligibles por todo ser si es verdad que la literatura es ante todo
humano: revelan al lector su mundo cir- creación de personajes, entonces El laberin-
cunstante y le incitan a la rebelión. Las dos to tiene un plus inmejorable. Y si Sancho,
acciones consecuentes al acto de leer son solo, tiene la capacidad de representar al
revelar y rebelar y cualquier libro que no le hombre en todos sus matices, Aub descom-
estimule ambas simplemente no es literatu- pone al ser humano y lo refleja en todas sus
ra (Aub, 1999a: 75). En el hilo que separa contradicciones en su universo laberíntico.
DOSSIER

405

La necesidad de Aub de escindir y crear Además de entablar un diálogo crítico


múltiples personajes que reunidos tengan con la novela cervantina, Aub establece
la misma fuerza literaria de un Sancho Pan- en El laberinto por lo menos tres relacio-
za se debe a la época y a la contingencia, nes (inter)textuales evidentes en los relatos
que requieren sueños e ilusiones colectivas, “Manuscrito cuervo. Historia de Jacobo”,
a la vez que personalidades profundamente “Enero sin nombre” y “Manuel el de la
matizadas: el Renacimiento contra el siglo Font”, que se analizarán a continuación.
XX. Estas relaciones se manifiestan en tres ma-
El Quijote se respira en cada página de neras distinta: la cita directa, la recupera-
El laberinto: las ideas y el idealismo repu- ción de estrategias literarias y la identifica-
blicano luchan para triunfar y están siem- ción entre Max Aub y el mismo Cervantes,
pre al borde del fracaso. La imaginación de o bien uno de sus personajes.
la utopía tiene que batallar contra el rea-
lismo fascista, contra la insensatez del ser 1. El hallazgo del manuscrito.
humano en cuanto especie capaz de llevar “Manuscrito cuervo. Historia de
sí misma al borde de la autodestrucción. La Jacobo”
derrota final y su amargo sabor se pueden
percibir en la espera en la que el narrador En “Manuscrito Cuervo. Historia de Ja-
deja a Asunción al final de Campo de los cobo”, Aub recupera la estrategia del ha-
almendros y se repercute en todos los rela- llazgo casual de un manuscrito en lengua
tos para encontrar su clímax en La gallina extranjera, que en el Quijote encontramos
ciega, ideal última entrega del ciclo aubia- en el IX capítulo de la primera parte, cuan-
no. do Cervantes revela que un día en Alcaná
Hablando de Don Quiojote, Aub sostie- de Toledo compró un viejo cartapacio en
ne que «toda obra literaria está escrita en la calle que estaba escrito en una lengua
contra de los poderosos, en contra de Dios oriental que no podía comprender; empe-
o en favor del hombre. [...] Toda literatura, zó, entonces, a buscar a un «morisco alja-
si es, es rebelde o elegíaca. Toda literatura, miado» (Cervantes, 2009: 86) que leyera
si es, es crítica» (79-80). No hace falta dar los caracteres arábigos del texto y cuando
muchas vueltas para ver claramente en esta lo encontró se dio cuenta de que la historia
afirmación el pilar alrededor del cual Aub narrada era la de Don Quijote:
construye su castillo narrativo. Es esta una
Cuando yo oí decir «Dulcinea del Toboso»,
declaración en la que subyace una ética de quedé atónito y suspenso, porque luego se me
la escritura y una escritura ética, cuyo mo- representó que aquellos cartapacios contenían
delo es Don Quijote. la historia de Don Quijote. Con esta imagina-
406

ción, le di presa que leyese el principio, y ha- trategia de la maleta que contiene papeles
ciéndolo así, volviendo de improviso el arábigo de un autor desconocido. En el capítulo
en castellano, dijo que decía: Historia de don
Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete
XXXII de la primera parte de Don Qui-
Benengeli, historiador arábigo. (id.)1 jote, el caballero de la triste figura y su es-
cudero se encuentran en la venta de Juan
En su relato, Aub crea una cadena narra- Palomeque el Zurdo. Ahí el ventero enseña
tiva muy similar a la del Quijote, en cuanto a sus huéspedes unos libros que guarda en
que la narración empieza con un prólogo una maleta y cuando está a punto de llevár-
en el que el editor J. R. Bululú, supuesto selos, el cura lo detiene porque quiere ver
internado del campo de concentración de unos papeles que forman la Novela del Cu-
Vernet d’Ariège, revela haber encontrado rioso Impertinente, cuya lectura ocupará
el manuscrito del cuervo Jacobo y haberlo los capítulos inmediatamente sucesivos al
editado después de encargar a Aben Máxi- XXXII. De modo que Palomeque declara:
mo Albarrón de su traducción.
Este juego intertextual ha sido abundan- Pues bien puede leella su reverencia, porque
temente estudiado por parte de la crítica le hago saber que algunos huéspedes que aquí
la han leído les ha contentado mucho, y me la
aubiana,2 que ha evidenciado los puntos
han pedido con muchas veras; mas yo no se
comunes entre las dos obras y propuesto la he querido dar, pensando volvérsela a quien
una interpretación homogénea en un doble aquí dejó esta maleta olvidada con estos libros
sentido: el hallazgo de J.R. Bululú supone y estos papeles […] (Cervantes, 2009: 326)
un vínculo intertextual con el capítulo IX
de la primera parte de Don Quijote, y es El cura inmediatamente da la razón al
una manifestación de la imposibilidad de ventero, pero le advierte de que si la novela
narrar el horror de los campos de concen- le gustara «me la habéis de dejar trasladar»
tración. Voy ahora a poner en tela de juicio (id.).
ambas hipótesis. En Manuscrito cuervo, J.R. Bululú no
En primer lugar, creo que más correcta- sabe quién ha puesto el texto de Jacobo en
mente Aub retoma en esta ocasión la es- su maleta, que es un manuscrito y necesita,

1
Como es bien sabido, los nueve capítulos que preceden serían el resultado de las investigaciones de Cervantes
en los anales de la Mancha. A partir de ahora, en cambio, toda la historia de don Quijote procede del texto de Cide
(señor) Hamete (Hamid) Benengeli (probablemente de «berenjena»), veáse Cervantes (2009: 87n). La estrategia de
presentar una ficción como si fuera copia o traducción de un texto encontrado era bastante común en la época de
Cervantes y tenía como objetivo el de conferir mayor verosimilitud a la narración.
2
Véanse los trabajos de De Marco (1996), Pérez Bowie (Aub, 1999b: 11-41), Naharro Calderón (Aub, 1999b:
183-255) y Monti (2007).
DOSSIER

407

además de ser copiado (y posteriormente su atención y la del lector, centrando el


editado), también ser traducido3: mensaje de su texto en un aspecto de los
campos de concentración diferente del ha-
Ignoro quién colocó aquel cuaderno en mi bitual: ya no es el horror y la barbarie el
equipaje. Yo no tenía relaciones personales enfoque, sino más bien la sinrazón del pro-
con Jacobo. Estas páginas dieron vueltas por
yecto concentracionario.4
el mundo, en un ídem, al azar de mis azares,
y si las doy ahora a la imprenta es únicamente
Más que la imposibilidad de narrar, la
como curiosidad bibliográfica y recuerdo de un estrategia de corte cervantino confiere al
tiempo pasado que, a lo que dicen, no ha de relato aubiano una nueva perspectiva dis-
volver, ya que es de todos bien sabido que se tanciada y fría sobre el fenómeno de los
acabaron las guerras y los campos de concen- campos. Ésta da pie a una lectura quizás
tración. (Aub, 2006: 203) menos pasional, pero seguramente efectiva
en evidenciar las contradicciones y la falta
El texto que va a editar Bululú, y que de lógica en la estructura social humana.
sigue el prólogo, está narrado en primera La escritura se convierte, por lo tanto, en
persona por el mismo cuervo Jacobo. La arma crítica, que revela al lector y le es-
presencia de un narrador que pertenece al timula la rebelión, y lo hace a través de
universo animal marca una distancia entre una ironía inconsciente: Jacobo, en cuanto
el lector y la realidad descrita. Además, la narrador, tiene la postura de un científico,
novela que custodia Palomeque narra la su discurso pretende ser serio y pretende
historia de un curioso impertinente, cuya sustentarse en la lógica racional de un ser
figura remite de manera por lo menos su- superior. En estas pretensiones se realiza el
gestiva al mismo Jacobo: el cuervo reúne choque necesario para que se manifieste la
las dos cualidades resumidas en el título de ironía, que provoca la risa. Gracias a ella
la novella. el lector logra encontrar un punto de luz
En segundo lugar, en “Manuscrito cuer- en las tinieblas del siglo XX y analizar el
vo”, al igual que en Don Quijote, hay dos fenómeno de los campos con la necesaria
niveles narrativos: uno real y otro ficticio, distancia como para percibir no tanto su
ambos percibidos por el lector. Es la con- horror, como más bien su sinsentido.
ciencia de la convivencia entre estos dos Además, las referencias a España y a su
niveles que confiere a Jacobo la misma au- guerra civil contenidas en el relato, jun-
toridad que la que tiene un testigo huma- to con la presencia en Vernet de muchos
no. Aub logra, en esta manera, desplazar brigadistas internacionales, permiten al

3
El verbo trasladar, de hecho, tiene en Don Quijote un significado similar al que hoy tiene el verbo copiar.
4
Véase mi precedente y más extenso trabajo sobre el relato (Piras, 2015).
408

lector una reflexión más universal sobre el vantes, cautivo, a su vez, entre 1575 y
ser humano. La ironía permite ampliar el 1580 en Argelia, así como Aub lo estuvo
horizonte de lectura y de interpretación. entre 1941 y 1942. Para darse cuenta de la
El relato está vertebrado por la estrategia importancia de esta coincidencia biográfica
donquijotesca recreada por Aub: el ma- basta con leer las palabras que Aub escribe
nuscrito incomprensible y que necesita una a la hora de prologar una edición mexicana
traducción es una metáfora de los mismos de la Numancia:
campos de concentración, en cuanto que
símbolos inabarcables de toda una época [Cervantes] No se rindió en Argel, ni en pri-
dominada por un innecesario sentimiento sión española, ni le abatió jamás la desventura;
autodestructivo del ser humano. La deshu- siempre tuvo por norte la honra de ser escritor
bueno, y si siempre se es, en parte, a quienes
manización implícita en el proyecto con-
hacemos, Cervantes fue, en mucho, su propio
centracionario provoca la incomprensión Quijote. (Aub, 1999a: 51)
y la inimaginación de los campos: lugares
que nadie se puede figurar y que nadie pue- Como señalan Lluch y Llorens en las
de plenamente describir. La ironía jaco- Obras Completas aubianas, el escritor re-
biana es, en definitiva, la herramienta que laciona su experiencia con la de Cervantes
permite a Max Aub traducir y explicar a y, en este caso, con la historia del cautivo
los hombres toda una coyuntura histórica contenida en el Quijote, identificándose
y sus dramáticas consecuencias. tanto con el escritor manchego como con
el protagonista de una de las historias rela-
2. La cita directa. “Enero sin nombre” tadas en la primera parte de su obra.

El cuento Enero sin nombre, donde Aub El verso citado es el undécimo y perte-
relata las primeras fases del exilio catalán nece al primero de los dos sonetos que el
de 1939, tiene como epígrafe las siguientes hermano de Pedro de Aguilar recita en la
palabras: «Con ser vencidos llevan la victo- venta de Palomeque:
ria» (Aub, 2006b: 145), que proceden del
capítulo XL de Don Quijote. Almas dichosas, que del mortal velo
Se trata de un verso perteneciente a un libre y exentas, por el bien que obrastes,
soneto compuesto por Pedro de Aguilar, desde la baja tierra os levantastes
compañero del cautivo cuya historia se re- a lo más alto y lo mejor del cielo,
y, ardiendo en ira y en honroso celo,
lata en los cap. XXXIX, XL y XLI de la de los cuerpos la fuerza ejercitastes,
primera parte de la novela cervantina. La que en propia y sangre ajena colorastes
experiencia del cautivo tiene puntos de el mar vecino y arenoso suelo:
contacto con la biografía del mismo Cer- primero que el valor faltó la vida
DOSSIER

409

en los cansados brazos, que, muriendo, anonadar cualquier tipo de derrota. «Con
con ser vencidos, llevan la victoria; ser vencidos llevan la victoria»: una victo-
y esta vuestra mortal, triste caída
ria que, como una paradoja, se concretiza
entre el muro y el hierro, os va adquiriendo
fama que el mundo os da, y el cielo gloria. en el mismo momento en que se evidencia
(Cervantes, 2009: 407-408) el fracaso.
La presencia de esta cita al comienzo de
Los últimos tres versos se pueden rela- “Enero sin nombre” requiere revisar la re-
cionar por el lector contemporáneo, y por lación que para Aub existe entre el Quijote
Aub, con la derrota republicana: se habla y la Numancia, porque es a través de ella
de «mortal caída» y de «fama que el mun- que hay que entender el concepto resumi-
do os da, y el cielo gloria». Se puede inclu- do en el verso «con ser vencidos, llevan la
so detectar una analogía entre esta cita y victoria», y que tanta relación tiene con el
las de la tragedia cervantina La Numancia tema del relato del que es epígrafe. Escribe
presentes en Campo abierto y Campo de Max Aub:
los almendros.5 A través de la historia del
cautivo y la cita de este tan significativo No hay obra en el teatro europeo -en su
verso al comienzo de un relato sobre el exi- tiempo- con la que pueda compararse la Nu-
lio de tal envergadura, Aub traza un hilo mancia. Nótase en ella cierto reflejo, o premo-
nición de la grandeza del propio Quijote, por-
que une a los numantinos, los españoles
que los numantinos ponen en acción los que
derrotados por los turcos y los republica- podían haber sido sueños del gran caballero.
nos: todos fracasaron, pero a pesar de esto Toda Numancia es quijotesca, es decir, españo-
resultan victoriosos. la. (Aub, 1999: 61-62)
Comentando el soneto del Quijote,
Mata Induraín (2007: 170) escribe que los Aub se mueve del texto teatral al Quijo-
soldados a los que se refieren los versos: te, de este a su protagonista y de don Qui-
«han sido vencidos en combate, pero en úl- jote a España. Así resulta no tan atrevido
tima instancia resultan vencedores porque afirmar que también los republicanos po-
su recuerdo perdurará en el mundo». De nen en acción los que podían haber sido
la misma manera la derrota en las trinche- sueños del gran caballero. Además, como
ras y las ciudades del bando republicano los numantinos, los republicanos deciden
abre las puertas a la victoria moral. No que nunca se someterán a su enemigo fas-
hay dudas de que la causa que defendían, cista. Si los ciudadanos de Numancia de-
o sea la libertad, tenía un valor capaz de ciden morir para no caer en manos de los

5
Véase Piras (2013).
410

romanos, los republicanos, por su parte, Ya la alternancia de dos narradores, uno


optan en gran mayoría por el exilio: destie- en primera persona y otro en tercera, que
rro y muerte tienen, por lo tanto, el mismo supone la fórmula del relato en el relato,
significado simbólico. De hecho, el exilio es un recurso que remite al Don Quijote,
es para muchos republicanos una condi- donde la narración principal se interrumpe
ción de muerte en vida, un limbo atem- muchas veces para dejar espacio a la lec-
poral desde el cual no pueden ni quieren tura y/o narración de otras historias.6 Di-
salir. Su temporalidad está completamente cho esto, en la porción de relato que nos
direccionada hacia atrás. Solo ven el pasa- interesa el protagonista da cuenta de cómo,
do, sufren en el presente y no conciben un en los años de la II República, logró cierto
futuro porque este sería irremediablemente poder político y judicial en su ciudad natal.
condicionado por la muerte de Franco. El protagonismo asumido por Manuel
en los años de la República, según Solde-
vila (1973: 117n), “nos vale una serie de
3. El tema de la justicia. “Manuel el de
escenas de justicia popular sanchopances-
la Font”
ca, culminadas por una especie de juicio
El tercero de los ecos cervantinos está de Dios particularmente curioso, al que se
contenido en el relato Manuel, el de la somete un presunto culpable”.
Font, que se puede dividir idealmente en En concreto Manuel relata dos casos ju-
tres partes. La primera está dominada por diciales cuyas sentencias (injustas) fueron
un narrador en tercera persona que intro- pronunciadas durante el bienio en que en
duce al personaje principal (en este caso España gobernó la CEDA (1934-36).7 Al
Manuel), contando su historia pasada. A ganar las elecciones el Frente Popular en la
continuación el protagonista se convierte primavera de 1936, Manuel asume el cargo
en el narrador mismo de una parte de su de juez y da un vuelco a las dos sentencias
vida y en la tercera vuelve el narrador en restituyendo justicia a los condenados in-
tercera persona que, en este caso, revela justamente. Ambos casos tienen elementos
que personajes como Manuel logran pros- de comicidad y enfrentan temáticas sexua-
perar en cualquier circunstancia. les e incluso escatológicas. Las soluciones

6
Véase por ejemplo la Historia del cautivo, o bien La novela del curioso impenitente, de las que hablamos en los
apartados precedentes de este mismo artículo.
7
Recordamos que en el episodio de la Ínsula Barataria -ínsula que no existe y que se ha individuado con un
pueblo en la provincia de Zaragoza- Sancho tiene que resolver tres pleitos que tienen que probar su ingenio. El pri-
mero hace parte de la categoría de los pleitos risibles, el segundo tiene que ver con un préstamo de escudos nunca
devueltos y en el tercero hay una mujer supuestamente violada. Véase sobre este episodio Cervantes (2004).
DOSSIER

411

a las que llega el narrador no son siempre lato puede también leerse dentro de una de
fruto de conductas ortodoxas por lo que se las temáticas más comunes en el Laberinto,
refiere a la presencia de pruebas e indicios. o sea, la crítica de la desorganización entre
Remiten más bien a una justicia popular, las fuerzas republicanas.
basada en la sabiduría del pueblo, iletra- Sin lugar a dudas, Aub se enfrenta aquí
da. Es a partir de este aspecto, tan evidente con el tema de la justicia, fundamental tan-
en el episodio protagonizado por Sancho to para él como para Cervantes. La razón
Panza, que Soldevila (1973) ha interpre- de fondo que nos hace dudar de Manuel
tado este relato como una ulterior mani- como nuevo Sancho Panza es que para él
festación de la presencia de Don Quijote sus sentencias eran justas por el simple
en el Laberinto mágico. No obstante, Aub hecho de que las había pronunciado él,
nunca cita abiertamente, en este cuento, el representante del Frente Popular. Sancho
capítulo cervantino, ni hace a él particula- no ejercitaba sus funciones en nombre de
res referencias. un partido político (que evidentemente no
El momento más importante del cuento existían en el siglo XVI), sino que se apela-
está en la última parte de la narración de ba a un sentido instintivo de justicia. Ma-
Manuel. En ella, el protagonista da cuenta nuel a lo mejor reivindica el mismo instin-
de una trampa judicial que desvelaría todo to, pero su personaje se perfila más como
el carácter engañoso del comité republica- el de un pícaro que en toda ocasión logra
no durante el bienio de gobierno derechis- sobrevivir. Este último aspecto es particu-
ta, o sea antes de que llegara él. Sin em- larmente evidente, como decía, en el mo-
bargo, la sentencia de Manuel, a pesar de mento en que el relato subraya la capaci-
ser equilibrada, ha llegado sin demasiados dad de supervivencia de Manuel.
indicios ni pruebas y ni siquiera a través En resumidas cuentas, tanto Cervantes
de una confesión del imputado reconocido como Aub se muestran interesados en el
culpable. Además, la figura del protago- tema de la justicia y, por lo tanto, un pa-
nista narrador se presenta como la de un ralelismo entre los dos autores es legítimo.
sinvergüenza, o sea todo lo contrario de Aún más si se toma en cuenta el papel de
lo que era Sancho, que sí, era un hombre modelo que asume el autor del Don Qui-
simple, pobre e inculto, pero en el episo- jote para el escritor exiliado. La afinidad
dio de la Ínsula Barataria demuestra que es con el tema de la justicia se debe, en ambos
un juez imparcial y justo. Creo que lo más casos, a motivos autobiográficos, que en el
acertado sobre este aspecto de Manuel, el caso de Aub y de sus vivencias en los años
de la Font lo escribió Javier Sánchez Zapa- 40 del siglo XX, son particularmente com-
tero (2009a: 635), quien afirma que el re- plicados, debido a la posición ambigua del
412

Estado francés frente al nazismo en los pri- Sépase que frontera es algo muy importante,
meros años de la Segunda Guerra Mundial. que no existe y que, sin embargo, los hombres
defienden a pluma y pico como si fuese real. Es-
Conclusiones tos seres se pasan la vida matándose los unos a
los otros o reuniéndose alrededor de una mesa,
Si queremos llegar a una conclusión de sin lograr entenderse, como es natural, para rec-
esta breve investigación, se puede afirmar tificar esas líneas inexistentes. (Aub, 2006: 229)
con relativa tranquilidad que el Quijote
fue para Max Aub no solo un modelo, sino Las fronteras como invento. Elemento
también una fuente de artefactos, técnicas innatural que ha provocado los más im-
narrativas, citas y temas. portantes estragos de los últimos milenios.
De los tres ecos que acabo de estudiar, Las palabras de Jacobo son evidentemente
el que más despertó mi interés de investi- vigentes hoy y retornan como advertencia
gador literario fue el que está contenido en cada vez que un barco de inmigrantes se
Manuscrito cuervo. Por eso voy a centrar hunde en el Mediterráneo, cada vez que
mis conclusiones en él. centenares de seres humanos se agobian y
El artefacto cervantino vertebra todo el asfixian a las puertas de la Unión Europea
relato y le confiere un significado particu- por un pase por la libertad. Europa que,
lar que lo distingue en el gran océano de la por cierto, ha eliminado las fronteras en su
narrativa concentracionaria del siglo XX. interior y contextualmente ha erigido un
El resultado que obtiene es doble: por un muro invisible e invalicable a su exterior,
lado permite a Max Aub una visión más matando sueños y esperanzas de miles de
distanciada, y mediada, del horror de los nosotros.
campos; por otro lado, da al lector la opor-
tunidad de mirar a este mismo horror des- BIBLIOGRAFÍA
de una perspectiva diferente. La lectura de
Manuscrito cuervo permite ampliar el aba- Aub, Max. De Max Aub a Cervantes. Edición de
nico de los temas que abarca normalmente Manuel Aznar Soler. Segorbe: Fundación Max
un relato, o un diario, sobre los campos de Aub, 1999a.
concentración. La sinrazón descrita y ana- Aub, Max. Manuscrito cuervo. Historia de Jacobo.
lizada con actitud científica por el cuervo Edición de José Antonio Pérez Bowie. Segor-
Jacobo es una sinrazón que nos toca a to- be: Fundación Max Aub, 1999b.
dos, también ahora en el siglo XXI y con la Aub, Max. Obras completas vol. IV-B [incluye: Re-
ventaja temporal de más de setenta años de latos II. Los relatos de «El laberinto mágico»].
historia intermedia. Solo bastaría con pen- Edición de Lluis Lorens Marzo y Javier Lluch-
sar en las palabras que Jacobo dedica a las Prats. Valencia: Generalitat Valenciana, 2006.
fronteras: Cervantes Saavedra, Miguel de. Don Quijote de
DOSSIER

413

la Mancha. Edición de Francisco Rico. Madrid:


Punto de Lectura, 2009.
De Marco, Valeria. “«Historia de Jacobo»: la im-
posibilidad de narrar”. Max Aub y el laberinto
español. Edición de Cecilio Alonso. Valencia:
Ayuntamiento de Valencia, 1996, pp. 559-565.
Mata Induraín, Carlos. “Los dos sonetos a la pér-
dida de la Goleta («Quijote» I, 40) en el contexto
de la historia del capitán cautivo”. RILCE: Revis-
ta de filología hispánica 23.1 (2007): 169-183.
Monti, Silvia. “Il campo di concentramento come
zoo umano: Storia di Jacobo di Max Aub”. «Le
loro prigioni»; scritture dal carcere. Edición de
Anna Maria Babbi y Tobia Zanon. Verona: Fiori-
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Piras, Alessio. “De Cervantes a Max Aub: un juego
intertextual como clave de lectura del laberinto
español”. El viento espira desencanto. Estudios
de literatura española contemporánea. Edición
de Miguel Soler Gallo y María Teresa Navarrete
Navarrete. Roma: Aracne, 2013, pp. 123-133.
Piras, Alessio. “El cuervo de Vernet d’Ariège: no-
tas sobre Manuscrito cuervo de Max Aub”.
Ficciones Animales/Animales de Ficción en la
Literatura Española e Hispanoamericana. Edi-
ción de Marco Kunz y Gabriela Cordone. Berlin:
LIT-Verlag (LIT-Ibéricas), 2015, pp. 441-451.
Sánchez Zapatero, Javier. Memoria y compromi-
so: Max Aub en el contexto europeo de la lite-
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ción. Tesis doctoral defendida en la Universidad
de Salamanca el día 18 de marzo de 2009.
Soldevila Durante, Ignacio. La obra narrativa de
Max Aub (1929-1969). Madrid: Gredos, 1973.
414
DOSSIER

415

“Olor de santidad: una


novela cervantina de Lui-
sa Carnés, inédita” “Olor de santidad: a cervantine novel by Luisa
Carnés, unpublished”

Abstract: This article is an analysis of the novel


neus samblancat miranda
Olor de santidad (Smell of Sanctity) by Luisa
Universitat Autònoma de Barcelona (GEXEL-
Carnés Caballero (Madrid 1905 - Mexico 1964).
CEFID)
Luisa Carnés went into exile in Mexico in 1939.
Because of her early departure and premature
“Y el que es vencido hoy ser vencedor mañana.” death, she left a legacy of unpublished works to
which this novel belongs.
Quijote, II, 74
The novel is divided in four books. One of its
A mis compañeros de Gexel. most important features is the quixotism centered
A Pere y Cristina que supieron dejarlo todo… on the main character, Pepe Santos, who is often
Keywords: Novel. Unpublished. Cervantes.

compared to Cervantes’ hero. Carnés began


writing Olor de santidad the summer of 1931
Resumen: Este artículo analiza la novela de la in Algeciras. She continued in Madrid during
escritora Luisa Carnés Caballero (Madrid 1905- the years of the II Republic and later in Mexico
México 1964) titulada Olor de santidad. La obra in the 40s, probably between 1944 and 1947.
Placed between the old and the new world,
Civil War. Women’s exile.

forma parte del legado de textos inéditos que Lui-


sa Carnés, exiliada en México en 1939, debido a Carnés combines two fundamental aspects of her
su temprana ausencia, dejó al morir. narrative from both sides of the Atlantic Ocean.
On the one hand, an evocation of what has
El relato está divido en cuatro libros y uno de sus
been lived –of memory. On the other hand, her
rasgos primordiales es su quijotismo centrado en
social commitment intertwined with the presence
el personaje protagonista de la obra, Pepe Santos,
of History, of the flow of History. Hence, from
a quien se compara a lo largo de la novela con el
Mexico, Carnés recalls in this novel the figure of
hidalgo cervantino. Olor de santidad se comienza
Don Quixote, linked to that of the republican
a escribir en Algeciras, en el verano de 1931, se
militant, defeated and exiled, but also defender
continuará en Madrid durante los años de la II
Cervantina. Guerra Civil. Exilio femenino.

of justice and freedom. A “winner of tomorrow”.


República y posteriormente en México, en la dé-
cada de los años 40; presumiblemente, entre 1944
y 1947. Entre el viejo y el nuevo mundo, Carnés
Palabras clave: Novela. Inédita.

aúna en su obra dos aspectos clave de su narrati-


va, a uno y otro lado del Atlántico, la evocación
de lo vivido —la memoria—, y el compromiso
social, entramado y entrañado con la presencia
de la Historia, del devenir de la Historia. De este
modo, desde México, Carnés evoca en esta novela
la figura de Don Quijote, unida a la del militante
republicano, vencido y exiliado, aunque también
defensor de la justicia y de la libertad y en conse-
cuencia “vencedor mañana.”
416

Como sabemos, Luisa Carnés periplo, la escritora había viajado acompa-


Caballero llega al estado de México el ñada de su hijo y de ese preciado tesoro
24 de mayo de 1939 procedente de Nueva que todo escritor guarda en su equipaje: su
York. Había viajado hasta allí desde Fran- obra escrita, su material inédito. En el caso
cia, en el buque Veendam, en una expedi- de Luisa Carnés, la autora guardaba sus
ción de carácter excepcional autorizada memorias De Barcelona a la Bretaña fran-
por el General Lázaro Cárdenas y auspicia- cesa. Suma de “episodios de heroísmo y
martirio”, como indica el subtítulo, escritos
da por la Junta de Cultura Española.1 Jun-
entre Barcelona y Bretaña y posteriormente
to a ella su hijo Ramón Puyol. Su mano, de
reelaborados y fechados en septiembre de
ocho años de edad, “se acomodaba en la
1939 en México4. A su lado, las páginas de
mía —recordará la autora— como un pá-
una nouvelle, una novela corta, titulada La
jaro en su tibio y redondo nido”2.Tres días
Aurelia, que posteriormente formaría parte
más tarde, la noche del 27 de mayo, llega- de un volumen de cuatro piezas cortas titu-
rá a la ciudad de México. Huida de una lado La camisa y la virgen, nombre de una
Barcelona asediada y confinada después de ellas. Incluía también su bagaje una no-
en un centro de internamiento en Bretaña, vela, Olor de Santidad, dedicada “A la fra-
Le Pouliguen, Luisa Carnés había podido ternal memoria de Miguel Puyol, [hermano
embarcar finalmente en Boulogne sûr Mer de su compañero Ramón Puyol] periodis-
rumbo hacia Nueva York y posteriormente ta andaluz, asesinado en Algeciras por el
había viajado por carretera hacia el sur de mismo plomo que asesinó a García Lorca
Estados Unidos hasta llegar a México y en- en Granada”5. Las tres obras citadas, a
trar en esa “tierra madrina”3 por el puesto excepción del manuscrito correspondiente
fronterizo de Nuevo Laredo. En su largo a sus memorias, reeditado en 2014 por el

1
Mayor información sobre este viaje en Plaza, Antonio, “Intelectuales hacia México: El viaje del Veendam. Un
episodio simbólico en la historia del exilio republicano de 1939”, en El exilio republicano de 1939 y la segunda ge-
neración, Sevilla, Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL) de la Universitat Autònoma de Barcelona, Editorial
Renacimiento, p. 839.
2
“Salmos del adolescente desterrado”, en Carnés Luisa., El eslabón perdido, ( Ed. A. Plaza), Sevilla, Renacimien-
to, Biblioteca del Exilio, 2002, p.306.
3
“Salmos del adolescente desterrado”, El eslabón perdido op. cit., p. 307.
4
Análisis de las memorias en Samblancat Miranda, Neus, “Un canto a la libertad: De Barcelona a la Bretaña de
francesa de Luisa Carnés”, en Laberintos, Revista de Estudios sobre los exilios culturales españoles, 17,Valencia,
Generalitat Valenciana, Biblioteca valenciana, 2015, pp. 236-244.
5
Olor de santidad, copia mecanografiada inédita, 134 pp. Archivo personal de Luisa Carnés Caballero. Debo la
posibilidad de su consulta a la gentileza y generosidad del Dr. A. Plaza, auspiciada por la familia Puyol Carnés.
DOSSIER

417

profesor A. Plaza6, y de uno de los capítu- tropas nacionalistas, será fusilado en sep-
los de la nouvelle La Aurelia, publicado en tiembre de ese año. La obra mencionada
la revista Romance en México en septiem- [Olor de Santidad] aparece citada en otros
bre de 19407, forman parte, junto a otros libros de la autora con el título de Fusila-
materiales escritos ex novo en el exilio, de miento de don Quijote”,10 sin que parezca
ese legado de textos inéditos —algunos de desechable el titubeo entre Fusilamiento de
ellos revisados u otros “para publicar”8—, don Quijote o de Alonso Quijano11.
que Luisa Carnés Caballero, debido a su
temprana ausencia, a los 59 años de edad,
Dedicatoria
dejó al morir.
Su novela Olor de Santidad forma parte La dedicatoria de Luisa Carnés a Miguel
de ellos. En la obra la autora, por medio de Puyol inicia un itinerario de lectura subra-
un largo flash back, nos narra las vicisitu- yado por la presencia de la memoria, esa
des de un periodista escritor, Pepe Santos, memoria “fraternal” que alude a los aspec-
andaluz y quijote, que de forma similar a tos biográficos de la novela y a la par a la
la escritora, hace de su palabra comprome- circunstancia histórica que se denuncia a
tida su vida. El modelo más cercano, sin través del doble asesinato “por el mismo
embargo, parece ser que fue Miguel Puyol plomo” de Miguel Puyol y de García Lor-
Román,9 hermano de su compañero Ra- ca.
món Puyol Román, persona muy estimada Una vez más Luisa Carnés aúna en su
por Luisa Carnés. Según anota el profesor novela Olor de Santidad o el Fusilamiento
A. Plaza, depositario del manuscrito de de Don Quijote dos aspectos clave de su
Carnés, “durante el periodo republicano, narrativa, a uno y otro lado del Atlántico,
Miguel Puyol se convierte en el propietario la evocación de lo vivido —la memoria—,
y director del periódico El Noticiero de Al- y el compromiso social, entramado y en-
geciras. Detenido en julio de 1936 por las trañado con la presencia de la Historia, del

6
Carnés, Luisa, De Barcelona a la Bretaña francesa. Episodios de heroísmo y martirio de la evacuación españo-
la. [Memorias]Seguido de La hora del odio [Novela] (Edición, introducción y notas, A.Plaza), Sevilla, Renacimiento,
Biblioteca del Exilio, 2014, 320 pp.
7
Plaza, A., El eslabón perdido op. cit., p.71.
8
Como sería el caso de Olor de santidad anunciada “para publicar” en las páginas interiores de la edición de la
novela, Juan Caballero, México, D.F. Atlante, 1956
9
El eslabón perdido, op. cit., p. 29, nota 29.
10
El eslabón perdido, Ibídem., p. 29, nota 29.
11
Así aparece anotado por el profesor Plaza en un folio que acompaña el manuscrito original.
418

devenir de la Historia. En la senda cervan- estará “al servicio de la ciudad” o mejor,


tina12, aunque con “péñola” propia, Car- según la intención del protagonista de la
nés narra como un poeta que recoge sus obra, “al servicio del pueblo”14.
tramas de la Historia. De igual modo, en
su exilio mexicano, a estos dos aspectos Prefiguración y escritura: Algeciras,
sumará el tema del desarraigo, de la nos- Madrid, México.
talgia o emoción de lo perdido— de nuevo Según el profesor A. Plaza, “Olor de San-
la memoria— desde una mirada personal y tidad fue escrita en el periodo 1931-1936,
colectiva, una vez más la Historia. a caballo entre Algeciras y Madrid”15 y
añade: “Entre 1944/45 debió [Luisa Car-
Modelo
nés] terminar de revisar [en México] Olor
Al igual que su modelo real, el impresor de Santidad, también titulada antes Fusila-
y periodista, Miguel Puyol, el personaje miento de Alonso Quijano”16. Pensamos,
de ficción, Pepe Santos, calificado de “im- sin embargo, que dicha afirmación puede
presor y mártir”13, en el cuarto libro de la matizarse, pues si el periodo de prefigura-
obra, y comparado a lo largo de la novela ción de la obra, o los apuntes tomados por
con el hidalgo cervantino Alonso Quijano, la escritora, remiten, naturalmente, a los
y con su personaje, Don Quijote, fundará años de su estancia en Algeciras, desde el
en Algeciras un periódico titulado El No- verano de 1931 al de 1932,17 el periodo de
ticiero. Diario de Arlancira. Periódico que redacción se situaría a su regreso a Madrid,

12
A este respecto, dice Iliana Olmedo autora de Itinerarios de exilio. La obra narrativa de Luisa Carnés, Sevilla,
Renacimiento, Biblioteca del exilio, 2014, 352 pp. “Me acuerdo que Puyol [hijo de Luisa Carnés y Ramón Puyol] me
comentó el día que fui a su casa que uno de los autores de cabecera de Carnés era Cervantes, pero no me acuerdo
si lo dijo así, tal cual, en la entrevista o sólo me lo comentó al final, cuando estuvimos tomando café. En todo caso
si lo dijo cuándo lo estaba grabando y lo transcribí viene en la respuesta que me dio acerca de las lecturas favoritas
de Carnés, donde menciona también a Galdós y aparece en el apéndice de la tesis. De otro lado, la propia Carnés
en entrevista publicada en El Nuevo Día. Diario de la provincia de Cáceres (Cáceres), 29 de abril de 1930, p. 5 a la
pregunta del entrevistador Fidel Cabeza sobre los autores clásicos españoles que le interesan contesta: “De ellos,
Cervantes”. La entrevista recoge las numerosas lecturas de la autora.
13
Olor de Santidad, obra mecanografiada inédita, op. cit., p. 122.
14
Ibídem.,p. 117.
15
El eslabón perdido, op. cit., p. 29, nota 29. . Este primer periodo de cinco años aparece señalado por la autora,
a mano, en la parte superior del cuarto y último libro: “1931-1936 (cinco años)”.
16
Según nota manuscrita del profesor Plaza en un folio que acompaña la obra.
17
Pensemos que la familia Puyol Carnés se traslada a Algeciras tras el nacimiento de su hijo, Ramón Puyol Carnés
, el 12 de junio de 1931 y retorna a Madrid el verano de 1932. De hecho la novela Tea rooms, publicada en 1934,
consigna la fecha de finalización de la misma en su última página en donde Carnés anota: Madrid, agosto 1932-fe-
brero 1933.
DOSSIER

419

pero no de manera inmediata, sino en tor- rooms. Mujeres obreras (Novela reporta-
no a una fecha posterior a octubre de 1935, je), aparecida en marzo de 193421. A nues-
o, como mínimo, a marzo del año anterior. tro juicio, a partir de esta fecha, marzo de
Esta matización viene avalada por las re- 1934, la escritora comenzaría a redactar en
ferencias que Carnés incluye en el primer firme su novela Olor de Santidad.
libro de la novela— el que narra el tiempo No sabemos hasta qué punto, el estalli-
presente de la historia— a la invasión de do de la guerra afectaría a la composición
Abisinia por las tropas de Mussolini, co- y escritura de los cuatro libros de Olor de
menzada el 3 de octubre de 1935 y también Santidad, lo que sí conocemos es que Luisa
por el último artículo escrito por Santos, Carnés viaja con ella a México. Una vez
fechado el 22 de mayo de 1934. Parece allí, acabará de escribir sus memorias fe-
posible que así fuera, ya que Carnés tor- chadas en París, abril - México, septiembre
na de Algeciras en el verano de 1932 con de 1939 y unos años después finalizará su
esa “palabra narrativa,” en palabras de relato sobre la guerra civil española, titula-
José Carlos Mainer, citando a Luis Mateo do, La hora del odio, fechado en México
Díez, que “cabría definir como un estadio en 1944. Esta narración que en parte con-
previo al lenguaje escrito: una suerte de ar- tinúa sus memorias, pues Carnés recuerda
ticulación ideal del relato que contiene ya en ella su periodo de reclusión en un centro
su magia contagiosa”.18 En Madrid, Car- de internamiento en Bretaña, comienza a
nés dejaría germinar su novela algecireña, dibujar la figura del guerrillero,22 encarna-
aunque algunas de sus impresiones o de sus do en la novela en dos de los personajes fe-
imágenes las recoge en varios cuentos, apa- meninos decididos a volver a España para
recidos en la revista semanal Crónica19 o en continuar la lucha clandestina y formar
Estampa20 y se dedicaría a redactar la obra parte del maquis —tema que desarrollará
que va a ser su gran éxito de preguerra, Tea ampliamente en su novela posterior pre-

18
Mainer, José Carlos, “La novela, una atmósfera”, reseña literaria de la obra de Luis Mateo Díez, Los desayunos
del Café Borenes, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2015, 176 pp. El País, Babelia, 26.09.15, p. 7
19
Bronca andaluza o ¡no paza ná! (11 de diciembre) 1932
20
Contrabando ( 17 de diciembre) 1932 También El único sistema (21 de octubre) 1933 El eslabón…, op. cit., p.
30, nota 31
21
Contamos con dos reediciones de la novela. La primera aparecida en 2014 con un prólogo del profesor A.
Plaza, publicada por la Asociación de Libreros de Lance de Madrid, en 2014, 224 pp. La segunda en 2016, editada
por Hoja de Lata , Xixón, Asturies, con un epílogo-estudio del profesor A. Plaza, 248 pp.
22
Y continúa dibujando, además, la figura del intelectual vergonzante aparecido ya en las memorias, como por
ejemplo en el capítulo en el que la autora entrevista a “una fortificadora de Madrid”, “Un canto a la libertad: De Bar-
celona a la Bretaña de francesa de Luisa Carnés”, op. cit., p. 241.
420

miada en 1947, Juan Caballero—. En el En la línea de esa memoria que resiste


periodo que media entre la finalización de el paso del tiempo y convoca lo perdido,
La hora del odio y el comienzo de redac- es curioso señalar como en su novela Juan
ción de Juan Caballero, Carnés retomaría Caballero, publicada en 1956, aunque
plausiblemente la revisión y corrección de escrita, como hemos señalado, en el pe-
su novela, Olor de Santidad, hipótesis de riodo probable en el que la autora releía
trabajo de estas páginas. o había acabado de revisar Olor de San-
Son años de escritura inédita y conti- tidad, Nati [Natividad] sea el nombre de
nuada en los que parece que la pluma de
ficción elegido en México por la escritora
Carnés, a tenor de los títulos y subtítulos
para nombrar a la amada del guerrillero
elegidos, —La hora del odio. Narración de
la guerra civil española o De Barcelona a la Juan Caballero, nombre que remite al de
Bretaña francesa. Episodios de heroísmo y su propia hermana. Así mismo, el apellido
martirio de la evacuación española—, de- de Natividad, “Blanco”, también recuer-
sea no olvidar, de luchar con su pluma. da el nombre de la novia rondeña de Pepe
Santos, Blanca, con quien el personaje se
Estructura desposará y tendrá un hijo. Además, en
Olor de Santidad consta de cuatro libros Juan Caballero, aparece la localidad de
de desigual extensión de los cuales, a nues- Algeciras bajo el topónimo literario de La
tro juicio, los más elaborados son los dos Aljama, lugar de nacimiento de los prota-
primeros ubicados en Andalucía y Madrid. gonistas, Juan Caballero y Natividad, lu-
En el primero, como decíamos, Luisa Car- gar en donde el guerrillero “silbaba en el
nés recrea el periodo de su estancia en Al- cine los desfiles nazis…”24, lugar de donde
geciras, junto a su hijo Ramón Puyol y su
escapa para dirigirse a Gibraltar. Ambas
compañero.23 El uso del topónimo de Alge-
ciras va a prevalecer a lo largo de casi todo novelas incorporan, además, una serie de
el relato, a excepción del libro tercero en el modismos andaluces25. Y una luz, la de las
que se simultaneará el nombre de Algeciras doradas mañanas de La Aljama/Algeciras,
y el de Arlancira. con olor a madreselva.26

23
“La familia Puyol-Carnés permaneció en Algeciras entre 1931 y 1932. La ausencia de oportunidades laborales
en la ciudad andaluza indujo a Luisa a retornar a su ciudad natal en el verano de 1932” Tea rooms. Mujeres obreras.
Epílogo de Antonio Plaza, Xixón Asturies, Hoja de lata, p.220
24
Carnés, Luisa., Juan Caballero, México, Novelas Atlante, 1956, p. 154
25
Carnés, Luisa., Juan Caballero, op. cit., menciones a La Aljama y Gibraltar en pp. 38-39, 41, 113, 117. Modis-
mos andaluces en pp. 93, 154, 118.
26
Carnés, Luisa., Juan Caballero, op. cit., p. 157.
DOSSIER

421

Lo cierto es que en la solapa de la pri- su afectación y soltería recuerdan los ras-


mera edición de Juan Caballero en 1956 gos de “Las tres Manolas” lorquianas que
se anuncian bajo el epígrafe “para publi- aparecen en Doña Rosita la soltera o el len-
car” dos obras: Olor de Santidad (Novela) guaje de las flores. De las tres muchachas la
y Cuentos españoles y mexicanos. Obras mayor, María del Carmen, enamorada en
que no se publicaron nunca en vida de la silencio de Pepe Santos, será la encargada
escritora, aunque sí se anunciaron, hecho de comparar al protagonista a lo largo de
que indica el respeto y la consideración que la novela con Don Quijote, desde el mo-
sentía la autora por ellas y, en consecuen- mento de su llegada a Algeciras.
cia, el esfuerzo de revisión, de “culminar “Y los ojos de la mayor de las Marías se
una obsesión”, en palabras de Mateo Díez, embobaron de curiosidad ante aquel mu-
que ambas obras requerirían de cara a su chacho andaluz y “Quijote” que acababa
futura publicación.27 No creemos, por lo de apearse de su “ Rocinante” invisible”28.
tanto, que esté tan desencaminado pensar, La autora prepara con cuidado el retrato
a luz de esa invención-evocación que es la de José Santos, personaje que como Alon-
memoria, que el recuerdo del periodo pasa- so Quijano, el bueno, va a estar imbuido
do junto a su familia en Algeciras, sumado de literatura. Alto y flaco, de dedos afila-
al de su hermana Nati, alentara en la me- dos amarilleados por la nicotina, “hom-
moria de Luisa Carnés en el momento de bre honesto y de impulsos vivos”29—dirá
composición de Juan Caballero, recuerdo Carnés— que llega a Algeciras en el año de
avivado por la revisión de esas cuartillas, 1912. Educado en Gibraltar, a la muerte de
tituladas Olor de Santidad, anunciadas su madre es internado en un colegio inglés.
“para publicar” en 1956. Al terminar el bachillerato, ante la suge-
rencia de su padre de emprender estudios
Biografía, Quijotismo y novela. superiores, el joven rehúsa.
Tornando al primer libro, Carnés re- “Soñaba con ser escritor —anotará Car-
cuerda en él su trabajo en la sombrerería nés. Empezó dedicando versos a las herma-
de su tía Petra Caballero y construye tres nas o primas de sus amigos; luego fundó el
personajes femeninos llamados “Las tres boletín escolar: “La Pizarra”, del que fue
Marías”—sombrereras las tres—, que por director, redactor, administrador y reparti-

27
De nuevo en la línea que señala José Carlos Mainer, citando a Luis Mateo Díez, en “La novela, una atmósfera”
reseña literaria de la obra de Luis Mateo Díez, Los desayunos del Café Borenes, op. cit., El País, Babelia, 26. 09. 15,
p. 7
28
Carnés, Luisa., Olor de Santidad, copia mecanografiada inédita, op. cit., p. 23
29
Olor de Santidad, op. cit., p. 21 El calificativo “honesto” está añadido a mano, indicio de una relectura posterior.
422

dor, todo en una pieza. De “La Pizarra”, ban con el contrabando; las gentes de La
pasó Pepe a las crónicas de costumbres, Atunara, poblado de pescadores extendido
muy elogiadas por el director del interna- a la espalda del Peñón, en la costa de Espa-
do, y de las seis hojas del periódico escolar ña, [en La Línea de la Concepción], mise-
a uno de los diarios que se editaban en Gi- rables, escrofulosos, amenazados por tem-
braltar”30. porales devastadores. Frente a los niños
A partir de este momento Carnés des- de La Atunara, hambrientos y comidos de
cribe con caricia topográfica las callejuelas costras, buscando en la arena de la playa el
gibraltareñas, como pocos años después pescado de desperdicio, nació su rebeldía.
hará en sus memorias al describir las ca- Viendo la angustia de los viejos jabegotes,
lles y refugios de la bombardeada ciudad que tiraban de la red cada día, sudorosos
de Barcelona,31 caricia a la que unirá en su y pálidos, mientras del puerto de Gibraltar
descripción el exotismo del lugar y la con- partían lujosos barcos, nació en Pepe San-
cienciación social, diana constante de su tos un afecto tierno por todos los hombres
retrato. del trabajo.”32
“Sus primeros temas —continuará Car- La sinestesia “afecto tierno” por los
nés— señalaban la belleza de la posesión, hombres del trabajo funda el compromi-
que un día fuera de España: sus calles ac- so cordial, moral y social de la escritura
cidentadas, sus comercios hindúes y ára- de Pepe Santos, estableciendo la autora
bes, sus tipos extraños. Sus protagonistas ese trazo común a lo largo de su narrativa
fueron en un principio las bailarinas de “entre el escritor y el pueblo”33, trazo que
los cafés, las costureras españolas, las gita- había ensayado antes de partir, recordemos
nas vendedoras de encaje, las turistas y los que el subtítulo de Tea rooms es “Mujeres
cochecitos malteses, a los que ligaba casi obreras”, y que continuará en su biografía
siempre sus historias de amor. Su atención novelada sobre Rosalía de Castro, publica-
—sigue la autora— fue captada más tarde da en 1945 en México y en su única novela
por los obreros españoles, que para reme- aparecida en vida de la autora, Juan Ca-
diar la necesidad de sus hogares se ayuda- ballero. Como señala Iliana Olmedo, “en

30
Olor de santidad, op. cit., p. 19. En p. 12 del texto original Carnés escribe: “Cuánto le agradecía María del
Carmen a Pepe Santos sus sentimientos nobles. Leía con entusiasmo los artículos que publicaba el joven en un
periódico de Gibraltar y se decía : “¡Es don Quijote de la Mancha!” Y en p. 13, Carnés anota: María del Carmen, la
hija mayor de la mercera, miraba a Pepe Santos desde su silla de tijera […] y pensaba una vez más: “¡Es don Quijote
de la Mancha!”.
31
“Un canto a la libertad: De Barcelona a la Bretaña francesa de Luisa Carnés”, op. cit., p. 241, 243.
32
Olor de Santidad, op. cit., pp.19-20
33
El Eslabón perdido, op cit., p. 57, nota 109
DOSSIER

423

el exilio mexicano se modifica el entorno como Arturo Gil, por ejemplo, amigo de
de Carnés pero no sus inquietudes, pues si infancia de Pepe Santos, cuya actividad
bien la condición de exilio transforma su comercial durante la Gran Guerra con los
sentido político dirigiéndolo hacia el anti- “boches” y con Gran Bretaña le produce
franquismo […] su compromiso e idea de pingües beneficios. Doble comercio que
la literatura, entendida siempre como pro- Santos, “Quijano, Puyol, Carnés”, denun-
ductora de cambios, quedan intactos”34. cia en su novela titulada Los buitres: sátira
Como si de una novela bisagra se trata- en contra de aquellos que, en palabras de
ra, Carnés en Olor de Santidad contrapo- Pepe Santos, declarado pacifista, “engor-
ne dos mundos, el viejo, el que se extiende dan con carne de muerto”36. Este primer
hasta la Gran Guerra y el nuevo, el que libro denuncia, además, el contrabando
surge después de esta y lo hace hábilmen- de mercancías, traídas de Gibraltar y el
te al describir las tertulias que Doña Con- matuteo y connivencia de las autoridades
cha, hermana del padre de Pepe Santos, y algecireñas, cuya permisividad favorece al
madre de Las Tres Marías, organizaba en comercio de Doña Concha. Con gracejo y
su comercio, de presuntuoso nombre, “Al humor, aspecto que no es tan frecuente en
buen gusto”, y nombrar los temas que se la narrativa de la futura colaboradora de
trataban en ellas tan alejados de los que se Ultramar, este primer libro nos habla tam-
tratarán después. bién del tipismo, gitanería y sorprendido
“En las tertulias de Concha la mercera turismo, sobre todo británico y estadouni-
se hablaba de modas, de belleza, de con- dense, que llena las calles de Algeciras. Mo-
fituras, de problemas familiares, de todo mento en el que Carnés pone en juego sus
menos de política, porque sus tertulianos dotes periodísticas, su pluma de reportera,
eran tertulianas, y aún desconocía la mujer y con ironía imita el hablar de las turistas
española en aquella época las inquietudes inglesas, ridiculizando su errónea pronun-
sociales nacidas en la post-guerra del 18 en ciación de la “erre”37 y anticipándose en su
las mujeres europeas”35. mofa divertida a la novela de Ramón José
De otro lado, la mención de la primera Sender, La tesis de Nancy38. Forma de ha-
guerra mundial permite a Carnés denunciar blar que imitará Pepe Santos.
el enriquecimiento de algunos personajes, Entre el viejo y el nuevo mundo, Olor

34
Olmedo, Iliana, Itinerarios de exilio. La obra narrativa de Luisa Carnés, op.cit., pp.13-14
35
Olor de Santidad, op. cit., p.3
36
Olor de Santidad, Ibídem., p.13
37
Recurso que también utiliza en Tea rooms cuando describe el modo de hablar de las jóvenes clientas extranje-
ras que frecuentan el salón de te. Tea rooms. Mujeres obreras, Ed. Hoja de Lata, 2016, op. cit., p. 138.
38
Obra publicada por el autor en 1962.
424

de Santidad supone una aproximación a siento cohibido; creo que les ofendo con
nuevos géneros y, en concreto, al género mi presencia inútil, con mis manos sin ca-
del reportaje turístico en el que la escritora llos, con mis pasos “civilizados”. De buena
fundirá el exotismo del lugar: Gibraltar, Al- gana me descalzaría como ellos, para im-
geciras, Málaga, Ronda, Ceuta o Marrue- primir mi huella en la arena mojada, mi
cos y la literatura de viajes; a ello sumará afirmación de vida. Tiraría con ellos de la
en su segundo libro, ubicado en Madrid, soga endurecida por la sal, hasta que san-
y compuesto por 13 cartas y un telegrama graran mis dedos y mi frente se cubriera de
urgente, el género epistolar. ese sudor que sólo he visto en la frente de
Con todo, Carnés privilegia en su obra el estos hombres del trabajo…” 40
tema social, eje de su narrativa, y como ha- Escrito a mano, el final de este primer
bía hecho en su cuento publicado en octu- libro anuncia la salida del periodista hacia
bre de 1933, titulado “El único sistema”39, Madrid, como así lo hizo la autora tras
criticará la vida farisaica del municipio dos veranos de estancia en Algeciras, como
blanco del Campo de Gibraltar: Algeciras Don Quijote, a la hora del alba, [Pepe]
y dirá:“Algeciras es un caimán, del que hay Santos — señalará Carnés— “emprendía
que huir, si no se quiere ser devorado por su salida al alba esperanzada…” Y marca
él”, a la par que con pluma de intelectual el flash back temporal añadiendo también
vergonzante, ensalzará la figura de los hom- a mano. “Desde entonces habían transcu-
bres del mar, encarnando en ellos un nuevo rrido veinte años”41.
amanecer, exento de injusticia social. Y va a ser de nuevo la voz adolescente
“Son los hombres del trabajo— murmu- de María del Carmen, la que proyectará
ró— Tienen el secreto del amanecer y es- su mirada enamorada ante la partida de
tán en posesión, también, del alba del nue- Santos: “No, no puede haber un amor más
vo día, sin injusticias. Creo que igual que dulce y fiel que el mío”, se dijo María del
arrancan su secreto al mar, podrían si se lo Carmen […] Su hermana María de las An-
propusieran, arrancar al futuro las nuevas gustias —continuará Carnés— anotaba en
formas de vida con que muchos soñamos. la agenda las facturas pagadas durante el
Tal vez les dé esa fuerza el yodo, o el con- día, a la vez que murmuraba:
tacto de alguna misteriosa madrépora, o
su propia hambre de siglos, aplacada con –¡Da
– horror oír las noticias de la guerra! Están
vino rojo en las tabernas. Yo, ante ellos, me matando como a chinches a los pobres abisinios.

39
El eslabón perdido, op. cit., p. 30, nota 31
40
Olor de santidad, op. cit., p. 61
41
Olor de santidad, Ibídem., p. 62
DOSSIER

425

¡Y dice Mussolini que los está civilizando!... al que se añadirá un telegrama urgente fe-
¡Civilizar con bombas!... ¡No lo comprendo, la chado en noviembre de 1917. En la penúl-
verdad!...”42 tima carta enviada, la número doce, Carnés
pone en boca de Santos su inquebrantable
El segundo libro se inicia con una cita
compromiso político y social y su firme ale-
procedente del libro de Job43 que enfatiza
gato a favor de un mundo nuevo, al escribir
la fortaleza del justo y su bien obrar y se
a su cuerdo y realista amigo en el Campo
centra en los dos años de estancia en Ma-
de Gibraltar lo siguiente:
drid de Pepe Santos de octubre de 1915 a “Mi situación en el periódico, se hace
noviembre de 1917. Basado en el género más sólida. Mis artículos despiertan cada
epistolar, este segundo libro retrospectivo, vez más interés. He comenzado a escribir
frente a las noticias de la guerra de Abi- un libro [ ¿el propio Olor de Santidad, en
sinia, se compone de más de una decena pirueta cervantina, tal vez Tea rooms?] en
de cartas enviadas por Santos a su amigo el cual, sin excluir el carácter novelesco,
y confidente, Herminio Medina, persona- imprimo mi renovado concepto de la vida,
je contrapunto del idealista Santos— su particularmente de la vida española, claro.
Sancho, amigo—, a quien éste comunica Creo que los escritores no podemos perma-
su lucha por la vida en la gran ciudad y la necer al margen de la transformación lenta,
nostalgia de su afecto. Desde Madrid, en pero decidida, que se opera en nuestro país.
su primera carta fechada el 10 de octubre Apuntalar a un mundo podrido que se des-
de 1915, Santos le dice a Medina: […] “ las morona, no me parece propio de jóvenes,
maletas y baúles que muestran en su par- y no estoy de acuerdo con quienes lo ha-
te superior los “simones”, me traen aires cen así, tratando de volver la espalda a los
marineros, haciéndome sentir la nostalgia, problemas capitales de hoy y fundamenta-
no de un lugar “de cuyo nombre” —como les para el progreso de España. Cerrar los
Cide Hamete— no quiero acordarme, sino ojos a la realidad social de nuestros días es
de alguien que hay en tal sitio, con quien traicionar, en mi concepto, nuestro destino
estoy en deuda de gratitud”.44 Este episto- de hombres y escritores. Además, es inútil
lario se prolongará hasta octubre de 1917, tratar de hacer del día noche y de la noche

42
Olor de santidad, Ídem., p. 62
43
Luisa Carnés escribe a mano bajo el epígrafe Segundo Libro: “Como quiera, el justo proseguirá su camino, y el
que obra bien se fortalecerá más en el bien obrar” Job, Cap.XVII . Los versículos no están anotados, pero correspon-
den al 9 y 10. “Pero el justo se afirma en su camino/ y las manos puras cobran fortaleza”, en Nueva Biblia Española
(traducción dirigida por Luis Alonso Schökel y Juan Mateos), Madrid, Ediciones Cristiandad, 1975, p. 1342.
44
Olor de Santidad, op.cit., p. 65
426

día. El desarrollo social va siempre hacia dos primeros libros y los dos últimos. En
arriba, [tachado en marcha progresiva] y el tercer libro Pepe Santos, como claro eco
nada ni nadie —mucho menos la falsa li- autobiográfico de Miguel Puyol, fundará
teratura— podrán detener la marcha arro- “El Noticiero”. Diario de Arlancira; en el
lladora del hombre en su anhelo natural de último y cuarto libro, Carnés retomará la
superación, de bienestar y de cultura…45 figura de Alonso Quijano, “visto por un ce-
rámico sevillano” acometiendo a “unas as-
Mi libro pretende registrar, en forma de pas con una lanza oxidada, derramándose,
novela, el fenómeno social y político de finalmente, en diminutos cristales sobre el
nuestra España en la etapa presente de su erguido césped”48, en una clara proyección
historia. del final de Pepe Santos en su imprenta su-
mido “en un dulce sopor sin principio ni
No sé si lo conseguiré.”46 fin”49.
El tercer y cuarto libro se ubicarán en
Conclusión.
Algeciras. Ambos son mucho más breves
y, sobre todo el tercero, contiene algunas Si nos atenemos, a la fecha de revisión
en México de Olor de Santidad, en torno a
erratas ostensibles respecto al nombre de
los años medios de la década del cuarenta,
los personajes o a los hechos ocurridos.47 no podemos olvidar que en 1945, Carnés
Todo ello indicaría la necesidad de una publica en la colección de biografías, Vidas
nueva revisión de la obra, a pesar de las Españolas e Hispanoamericanas de edito-
varias correcciones ya realizadas, mues- rial Rex, cuyo primer número es la bio-
tra del interés de la autora por el logro de grafía novelada sobre Cervantes de Ben-
la palabra justa, y a la par su titubeo a la jamín Jarnés50, su biografía sobre Rosalía
de Castro, esa española que, en palabras
hora de titular la propia novela o de nom- de Carnés, “sin salir de España, supo con-
brar a los personajes y lugares. Su labor tar y llorar el dolor de los desterrados” y a
de reescritura también podría dar cuenta partir de ella la autora va a construir “una
del lapso temporal transcurrido entre los poética exiliada basada en la memoria, la

45
Palabras similares a las que pone en boca de Juan Caballero la autora en su novela homónima:
“—Pero no es posible detener la marcha del mundo…aunque por ahora nos está tocando perder. “, en Juan
Caballero, op. cit., p. 161
46
Olor de Santidad, op. cit., p. 109.
47
Fecha del nacimiento del hijo de Pepe Santos, nombre de su esposa, uso del topónimo Arlancira.
48
Olor de santidad, op. cit., p.129
49
Olor de Santidad, Ibídem., p. 134.
50
Olmedo, Iliana, Itinerarios de exilio. La obra narrativa de Luisa Carnés, op.cit., p.220
DOSSIER

427

nostalgia y la melancolía generada por la que para sobrevivir y continuar luchando


mudanza y el paso del tiempo”51. ha de trasladarse a esa “tierra madrina” de
Cuando en torno a esas fechas, Carnés México.
revisa Olor de Santidad en México, y una Cuando Luisa Carnés al retirarse de su
década más tarde anuncia su publicación, trabajo, disponía de un cuarto para ella sola
no únicamente no elimina el paralelismo en el que poder leer y escribir, sin horarios,
entre Pepe Santos y Don Quijote, sino que alejada de la obligación del artículo apala-
en una vuelta de tuerca más Luisa Carnés brado o del cuento semanal, su prematura
al dedicar la novela a Miguel Puyol, asesi-
e inesperada muerte le impidió publicar su
nado por el mismo “plomo que asesinó a
novela, como pasó con tantos otros textos
García Lorca en Granada”, le rinde tribu-
to, tributo que es también un homenaje a suyos, aún inéditos, aún exiliados, y fijar
esa España republicana y fiel, leal y legal, el título final de la misma: ¿Olor de San-
que comienza a desmoronarse en 1936 y tidad o el Fusilamiento de Don Quijote?
que con su dedicatoria y su posible título, ¿o tal vez de Alonso Quijano?, aunque sí
Fusilamiento de Don Quijote, pone en pie le permitió “el tiempo airado”52 construir
y rescata del olvido. Desde México, y tal un personaje, que al igual que Pepe San-
vez después de comprobar que el fin de la tos, “viviera entre sueños literarios”53, el
segunda guerra mundial no iba acompaña- exiliado y quijotesco profesor de literatura,
do del retorno deseado, Carnés rememora César Alcántara, protagonista de El esla-
la figura de Miguel Puyol y de esos años al- bón perdido, defensor de los valores repu-
gecireños pasados junto a su hijo recién na- blicanos y símbolo de su continuidad en el
cido y su compañero, de esos años eferves- exilio mexicano.
centes en Madrid, y del mismo modo que Como “el soldado que nos enseñó a
cuando escribe su biografía novelada sobre hablar”54, Carnés sabía que suele suceder,
la poetisa gallega la convierte en símbolo como aviso Sancho, “que el que es vencido
del exiliado, cuando revisa Olor de Santi- hoy ser vencedor mañana”55.
dad permite a su protagonista Pepe Santos
—Quijano— convertirse en símbolo de esa
España caída, pero también de esa España

51
Ibídem., p.230
52
Garcilaso de la Vega, Poesías castellanas completas ( Ed. Elías L. Rivers), Madrid, Castalia, 1969, soneto XXIII,
verso 10, p.59.
53
Olor de Santidad, op. cit., p. 120.
54
León, María Teresa., Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá
de Henares, 2013, 244 p.
55
Cervantes, Miguel de., Don Quijote de la Mancha (Edición, introducción y notas de Martín de Riquer), Barcelo-
na, Planeta, 1980, (II, 74, p. 1136).
428

OBRAS CITADAS MAINER, José Carlos., “La novela, una atmósfera”, El


País, Babelia, 26.09.15, p. 7.
CABEZA, Fidel., “Luisa Carnés, la novelista más joven MATEO DÍEZ, Luis., Los desayunos del Café Borenes,
de España” [Entrevista] El Nuevo Día. Diario de la Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2015, 176 pp.
provincia de Cáceres (Cáceres), 1.129 (29 de abril
NUEVA BIBLIA ESPAÑOLA (traducción dirigida por Luis
de 1930), p. 5. Reproducido en La Correspondencia
Alonso Schökel y Juan Mateos), Madrid, Ediciones
de Valencia, 21.198 (27 de mayo de 1930) p. 3.
Cristiandad, 1975, 1978 pp.
CARNÉS, Luisa., Olor de santidad, obra inédita, copia
OLMEDO, Iliana., Itinerarios de exilio: la obra narrativa
mecanografiada, Archivo personal de Luisa Carnés
de Luisa Carnés, Sevilla, Biblioteca del Exilio, Rena-
Caballero.
cimiento, 2014, 352 pp.
–––––––––—., Juan Caballero, México, Novelas Atlante,
PLAZA, Antonio., “Intelectuales hacia México: El viaje
1956, 172 pp. del Veendam. Un episodio simbólico en la historia del
–––––––––—., El eslabón perdido, Sevilla, Biblioteca del exilio republicano de 1939”, en El exilio republicano
Exilio, Renacimiento, (Ed. de A. Plaza) 2002, 307 pp. de 1939 y la segunda generación, Sevilla, Grupo de
(Incluye “Salmos del adolescente desterrado”). Estudios del Exilio Literario (GEXEL) de la Universitat
Autònoma de Barcelona, Editorial Renacimiento, pp.
–––––––––—., Tea rooms. Mujeres Obreras (Novela re- 830-844.
portaje), (Prólogo de A. Plaza), Madrid, Asociación
de Libreros de Lance de Madrid, 2014, 224 pp. [ 1ª SAMBLANCAT, Neus., “Un canto a la libertad: De Bar-
Ed. Madrid, Juan Pueyo,1934, 221 pp.] celona a la Bretaña de francesa de Luisa Carnés”,
en Laberintos, Revista de Estudios sobre los exilios
–––––––––—., Tea rooms. Mujeres Obreras. (Epílogo de culturales españoles, 17, Valencia, Generalitat Valen-
A. Plaza), Xixón, Asturies, Hoja de Lata, 2016, 248 ciana, Biblioteca valenciana, 2015, pp. 236-244.
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SENDER, Ramón José., La tesis de Nancy, Madrid,
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morias] seguido de La hora del odio. Narración de la Atenea, 1962.]
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cimiento, (Edición, introducción y notas de A. Plaza),
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–––––––––— ., Rosalia de Castro, raíz apasionada de
Galicia, México, Rex, 1945, 123 pp.
CERVANTES, Miguel de., Don Quijote de la Mancha
(Edición, introducción y notas de Martín de Riquer),
Barcelona, Planeta, 1980, 1183 pp.
DE LA VEGA, Garcilaso., Poesías castellanas completas
(Ed. Elías L. Rivers), Madrid, Castalia, 1969, 214 pp.
LEÓN, María Teresa., Cervantes, el soldado que nos
enseñó a hablar, Alcalá de Henares, Universidad de
Alcalá de Henares, 2013, 244 p.
DOSSIER

429

El episodio de “la cabeza


encantada” en la obra
José Bergamín1 En las siguientes páginas comen-
taremos la influencia de ciertos pasajes
de la Segunda parte del Quijote en algunas
mª teresa santa maría obras del escritor exiliado José Bergamín
(GEXEL-UNIR) (1895-1983), en relación con la difícil fron-
tera entre la burla y la verdad, la realidad y
Las cosas como son. ¿Cómo son las cosas? la ficción, la cordura y la locura.
(“Molino de razón”, en La cabeza a pájaros)
José Bergamín utiliza el llamado episo-
dio barcelonés de Don Quijote y Sancho
frente a don Antonio Moreno, que aparece
en los capítulos LXI y LXII de la Segun-
da parte del Quijote, como hilo temático
Key Words: Quijote, Cervantes, Bergamín,

para su libro Aforismos de la cabeza par-


lante. Lo componen aforismos escritos en-
Resumen: La influencia de Miguel de Cervantes
tre 1963 y 1983, a caballo entre el exilio,
en la obra de José Bergamín resulta muy destaca-
da y remarcable. Se observa en su poesía, ensayos, su regreso definitivo a España y su muerte.
aforismos y destaca de manera especial en su pie- Como comprobaremos, vuelve a esa rai-
Melusin, enchanted head

za teatral Melusina y el espejo o Una mujer con gambre cervantina que ya encontramos en
tres almas o Porqué tiene cuernos el diablo (1949- el primer apartado, “Molino de razón”, de
1952), donde la presencia de la cabeza encantada su segundo volumen recopilatorio de afo-
de Conrado Meluso recuerda en muchos detalles rismos, La cabeza a pájaros (1925-1930),
y elementos el episodio de don Antonio Moreno,
cuyo título, por lo demás, también posee
narrado en los capítulos LXI y LXII de la Segunda
parte del Quijote. cierto aire quijotesco.
Resulta interesante, por tanto, esta elec-
Abstract: We can see Miguel de Cervantes´s ción, no solo por la infinidad de juegos,
Bergamín, Melusina, cabeza encantada

influence in José Bergamín’s thoughts and books: contrastes e ideas que logra organizar a
Palabras clave: Quijote, Cervantes,

his poetry, aphorisms and essays. But the most partir de este eje temático, sino porque ya
important influence we can find is in Melusina y el encontramos una “cabeza encantada”, la
espejo o Una mujer con tres almas o Porqué tiene
de don Conrado, en Melusina y el espejo
cuernos el diablo (1949-1952). In this dramatic
play Bergamín remembers the plot of the chapters
y alusiones a diferentes obras de Cervantes
LXI Y LVII of the Second Part of El Quijote, en otros textos del autor exiliado. Tras este
where Cervantes describes the adventure with don elemento se esconde también la proximidad
Antonio Moreto and his enchanted head. y amplio conocimiento por parte de José

1
Este artículo se incluye dentro del proyecto de investigación La historia de la literatura española y el exilio repu-
blicano de 1939 (FFI2013-42431-P), cuyo investigador principal es Manuel Aznar Soler.
430

Bergamín hacia esas “burlas que se hacen versas imágenes del molino: “EL molino es
veras” (Quijote, Segunda parte, capítulo un cabezota, testarudo, porque no quiere
XLIX), con que concluye el episodio de la que su enorme hélice le levante del suelo”
ínsula de Barataria para Sancho Panza. o “EL molino tiene la cabeza a pájaros,
Ambos elementos – la cabeza encantada como hay que tenerla: a pájaros y a estre-
y la idea de los burladores burlados - tienen llas” (Bergamín 1981: 87). Pero, fiel a su
en común ese concepto que hereda nuestro criterio de volver o reflexionar todo “a lo
escritor del Siglo de Oro, donde realidad y divino”, convierte las aspas del molino en
ficción, poesía e historia, pueden ser uno. los dos maderos de la cruz cristiana en otro
par de aforismos: “HE tomado en mi vida
¡Con don Quijote hemos topado! una cruz que da vueltas como las aspas del
Una de las primeras alusiones quijotes- molino. Y muelo razonablemente mi trigo
cas en textos de José Bergamín nos aparece haciendo aspavientos de loco” (Bergamín
en su segundo libro de aforismos, La cabe- 1981: 87) y “MI vida está señalada con
za a pájaros. No es casualidad que dicho una cruz; por la señal de la cruz la recono-
volumen, que incluye los que escribió entre ceréis como por las aspas cruzadas el moli-
1925 y 1930, se abra con una dedicatoria no” (Bergamín 1981: 88).
a quien fuera su maestro y también acom- Estas dos constantes, el acompañamien-
pañante en su ruta para descubrir a Don to de Unamuno en su viaje con don Quijote
Quijote y a Sancho, “A Don Miguel de y la dimensión religiosa, continuarán sien-
Unamuno, místico sembrador de vientos do uno de los ejes fundamentales de la com-
espirituales”. Ni tampoco resulta intrans- prensión de la obra cervantina por parte de
cendente que el primer apartado del mis- Bergamín. Así, en su ensayo “Como sobre
mo se titule “Molino de razón”. Los temas ascuas” comenta la Vida de don Quijote y
de estos primeros pensamientos certeros y Sancho de Miguel de Unamuno y destaca
acertados de nuestro escritor versan sobre que, en su opinión:
cuestiones muy diversas, pero siempre gi- Todo en el libro admirable de su vida parece
ran en torno a la imagen del molino y a las equilibrarse, de veras y de burlas, en esta tragi-
diferentes consideraciones que entresaca o cómica pugna del heroísmo y la santidad. Por
deriva del que fuera “gigante” para el per- eso en este pasaje, que Unamuno llama abismá-
sonaje cervantino. Así, sirve para definir la tico, vemos decidirse por boca del mismo Don
Quijote esta diferencia, cuando encarándose
locura que el propio Quijote experimentó
con los santos nos afirma: “Que la diferencia
– “ANTE la locura del hombre, la razón que hay entre mí y ellos es que ellos fueron san-
del molino es un gigantesco aspaviento tos y pelearon a lo divino y yo soy pecador y
loco” (Bergamín 1981: 87) -; u ofrecer di- peleo a lo humano. Ellos conquistaron el cielo
DOSSIER

431

a fuerza de brazos, porque el cielo padece fuer- Por tanto, no puede resultar extraño que
za, y yo hasta ahora no sé lo que conquisto a una de las primeras obras que publicará
fuerza de mis trabajos” (Bergamín 1976: 202-
Séneca, la editorial que Bergamín dirigió
203).
en México sea, precisamente, El ingenio-
Porque, desde luego, Bergamín se lleva so hidalgo don Quijote de la Mancha. Así,
a Cervantes y a su Quijote cuando se exi- constituye el tercer número de la colección
lia. Se ha comentado en diversas ocasiones Laberinto. Su edición fue llevada a cabo
la vinculación de la visión “peregrina” de por Millares Carlo y se acabó de imprimir
su exilio como herencia de Lope de Vega, en noviembre de 1941. También vamos a
pero también se esconde en ese “peregrina- encontrar referencias y alusiones a Cer-
vantes en varios escritos de José Bergamín,
je” no solo el recorrido vivencial realizado
como en Disparadero español, III: El alma
por don Quijote y Sancho, sino también
en un hilo (1940) o en El pasajero, pere-
esa imagen de la peregrina que aparece en
grino español en México (1943) durante
el tercer libro de La historia de los trabajos
su etapa mexicana (verano 1943: 80-81 y
de Persiles y Sigismunda2 y que Bergamín
87-88 y otoño 1943: 13-14); o en varias de
no solo recordará en el recorrido que lle-
las diferentes conferencias que impartió en
vará a Melusina a las puertas del convento,
1947 en Montevideo bajo el título genérico
sino como epígrafe glosado en uno de sus
de “El rostro y la máscara de la poesía en
poemas:
“Una peregrina tan peregrina que iba sola”
la literatura española” (Martínez y Cagnas-
CERVANTES so 2004: 9-83). Pero, además, don Quijote,
como figura, personaje y símbolo, irrum-
Soy peregrino en mi patria, pirá en varios ensayos posteriores, como
y tan peregrino en ella, en “La peripecia del autómata”, “Sancho
que voy solo, y voy andando Panza en el purgatorio”, “Como sobre as-
sin casi pisar su tierra.
cuas” (Bergamín 1976: 147-162, 181-196
Su tierra “que toda es aire”
y 197-217) o en “Don Juan y Segismundo”
para mí, como si fueran (Bergamín 1979: 36-41).
mis pasos los de un fantasma De entre todos estos pensamientos des-
que pasa sin dejar huella. (P, III, p. 100) tacamos las respuestas que dio Bergamín

2
La frase entera, tomada del capítulo sexto del Libro Tercero de Los trabajos de Persiles y Sigismunda, dice así:
“Seis leguas se habrían alongado de Talavera, cuando delante de sí vieron que caminaba una peregrina, tan pere-
grina que iba sola, y escusóles el darla voces a que se detuviese el haberse ella sentado sobre la verde yerba de un
pradecillo, o ya convidada del ameno sitio, o ya obligada del cansancio” (Cervantes 2001). Por otro lado, Bergamín
vuelve a unir a Lope y a Cervantes en este poema pues en el quinto verso la frase que “toda es aire” forma parte de
un romance, “Deseos de un imposible”, que Lope de Vega incorporó en La desdicha por la honra (Vega 2014).
432

en sus conferencias en Uruguay a la pre- Aforismos de la cabeza parlante (1983)


gunta de por qué hay que leer y cómo hay
Al inicio del libro de recopilatorio de
que leer el Quijote. En primer lugar, dice aforismos, ya nos señala y recuerda Berga-
nuestro escritor, hay que empezar por “ser mín este episodio que da título a todo el
aficionados a la literatura, y no a la literali- volumen:
dad, como lo fue Cervantes, para entender
y amar un libro tan puro como el Quijote” LA mejor burla quijotesca de Cervantes fue
(Martínez y Cagnasso 2004: 18). En segun- la que nos dio hacia el final de las andanzas
del Caballero desbaratado; cuando nos relata
do lugar, en su opinión, Cervantes siempre el episodio de aquella cabeza encantada y sus
humaniza a sus personajes “aunque fuesen enigmáticas respuestas. Y ninguna réplica tan
de pícaros (todo lo contrario del moralista burladora como la que dio el extraordinario de
que, por antipatía los abstraía). La ejem- Don Quijote, de si fue verdad o fue sueño lo
que él dijo que le pasó en la cueva de Montesi-
plaridad de Cervantes […] era una limpia
nos. Respondió la cabeza parlante: hay mucho
ejemplaridad poética, porque siempre iba que decir: de todo tiene. (Bergamín 1983: 9)
transcendida de los mismos seres humanos
que reproducía, creando un mundo que era No todo el volumen recoge pensamien-
un mundo poético, no moral” (Martínez y tos sobre cabezas encantadas, pero al igual
Cagnasso 2004: 45). Y esa visión poética, que hemos visto en uno de sus libros ini-
su confusión con la realidad, el concepto ciales con aforismos, sí encontramos esa
de “arte espejo” que imperaba en la época capacidad de dar vueltas sobre este moti-
avalan esa confusión con la realidad, “el vo, de girar sobre una imagen para ofre-
engaño a los ojos” “contrario al espíritu cernos su interpretación o valoración desde
diferentes puntos de vista. De esta forma,
contemporáneo de Proust, Thomas Mann,
esas ideas de “engaño a los ojos”, poesía
Joyce o Picasso; o la aparición del cine que
y literalidad se agrupan de nuevo en torno
nutre la necesidad de leer novelas del hom-
a un pensamiento muchas veces repetido
bre de hoy” (Martínez y Cagnasso 2004:
por Bergamín, aunque procede de Lope de
17). Vega: la poesía como compañera insepa-
Con estas tres premisas que Bergamín rable o cara de la misma moneda que la
destaca en el Quijote - literatura, poética historia:
y “engaño a los ojos” - vamos a comen-
tar no solo su libro Aforismos de la cabeza ¿SERÁ verdad o no lo que nosotros deci-
mos que nos pasa o nos ha pasado en nuestra
parlante, sino una de sus piezas de teatro,
vida? ¿Y decir lo que pasa, no es la historia?
Melusina y el espejo o Una mujer con tres ¿Será verdad o no la historia humana? Aunque
almas y Porqué tiene cuernos el diablo. la pregunta quijotesca no supone en sí la posi-
DOSSIER

433

bilidad de la mentira, sino la del sueño. Si de es decir, uniendo la versión cristiana: “LAS
verdad decimos lo que pasa, con solo decirlo, cabezas encantadas del pensamiento – del
ya lo hacemos verdad, poéticamente: aunque
pensamiento cristiano del mundo – res-
nunca hubiera pasado. Lo que pasa, pasa por
decirlo. La historia pasa de verdad cuando se ponden a nuestras preguntas con palabras
escribe, que es cuando se lee: cuando se hace veraces, que no suelen desencantarnos: las
leyenda. ¿Porque pasa o porque se queda? Que palabras que mentirosamente nos desen-
así se escribe la historia: cuando se hace verdad cantan son las de las cabezas vacías y en-
de mentira, de mentiras. Pues hacer verdad de cantadoras”; con la bíblica: “HAY cabezas
mentira, hacer de mentira verdad, ¿no es la his-
cortadas, que son, o fueron, separadas del
toria del pensamiento humano o el pensamien-
to humano de la historia? (Bergamín 1983: 10) corazón, cabezas danzantes. Aunque nos
las ofrezcan en bandeja de plata, no debe-
Pero también José Bergamín recoge di- mos hacer caso de sus profecías” (Berga-
versos motivos literarios relacionados con mín 1983: 13).
la cabeza parlante o encantada quijotesca. Y otra vez cierra esos círculos concén-
En primer lugar, relaciona – como se ha tricos, recurriendo a la cita del principio, a
hecho en los últimos años – las figuras de la alusión al episodio de la Segunda parte
Cervantes y de Shakespeare, a partir tam- del Quijote. Un episodio que enlaza otra
bién de un elemento de la historia, la del vez con la religión cristiana y con la consi-
episodio americano al otro lado del mar: deración del Papa como cabeza visible. de
la Iglesia:
¿Habrá una América, como una Europa, po-
pular y divina, y otra nacional o diabólica? La ¿MASCARADA cristiana? ¿Y, por qué no?
primera sería la de la palabra – inglesa o espa- La Iglesia es máscara divina. Cabeza visible de
ñola – en el tiempo: la segunda, la del “silencio la Iglesia de Cristo, el Papa: cabeza encantada
eterno de los espacios infinitos”, como el mirar y vacía. Lo malo es cuando en vez de recoger,
de las purísimas estrellas, invocadas en un mo- resonadora, la voz de Dios, se conforma con
mento trágico, por Shakespeare: o como el mu- transmitirnos, tramposamente, sigilosamente,
tismo vacío de la burladora cabeza encantada. la voz de cualquier allegado o pariente familiar
(Bergamín 1983: 12) de la casa: como en el encanto sin encanto de la
cabeza parlante que le prohibió la Inquisición
Dos motivos de este último aforismo al muy cristiano quijotesco don Antonio More-
llaman la atención y vuelven a vincularse no3. (Bergamín 1983: 21-22)
con dos temas importantes en la manera de
pensar y vivir de Bergamín. Por un lado, Otras disquisiciones e “ideas liebres”
la religión, con esa capacidad para aunar sobre cabezas cortadas, sin cuerpo, siguen
motivos de diferentes épocas y vertientes, salpicando los aforismos de este libro. De

3
cf. Riquer 1998, sobre la explicación y comentario a todo este pasaje de la II parte del Quijote.
434

nuevo, como detalle o imagen para ilustrar en contraposición al empeño de “tener ra-
un momento de la Historia, pues “PARA zón”. Con ese estilo lleno de paradojas,
poder quitar la peluca de la cabeza a los múltiples significados de una misma pa-
hombres del siglo XVIII hubo que quitarles labra o expresión y juegos de palabras, la
también la cabeza; guillotinarlos. La gui- literatura se confunde con la realidad, el
llotina fue consecuencia natural y lógica de personaje con el hombre en este aforismo
la peluca” (Bergamín 1983: 31). Pero tam- bergaminiano que valora y ofrece una vi-
bién nos encontramos ideas que Bergamín sión crítica y ajustada de Cervantes y de su
repite o desarrolla en otros escritos suyos, obra, pero también de casi toda la litera-
anteriores o posteriores a este. Así, aparece tura española, al mismo tiempo que sirve
la idea de la guerra como rostro enmasca- para definir al otro gran maestro de nues-
rado (Bergamín 1983: 48-49), “LA mejor tro escritor exiliado, el otro don Miguel. Y
máscara es el rostro” heredada de Nietzs- así, afirma Bergamín:
che (Bergamín 1983: 53); o la imagen de
la calavera como metáfora y de la muerte: TENER verdad no es lo mismo que tener ra-
zón. Puede ser todo lo contrario. Es lo que nos
LA muerte que sentimos viva es la de nues- enseña Cervantes, en “el Quijote”. Para poder
tro cuerpo, que, aunque no la podamos ver, tener verdad hay que dejar de tener razón. Esta
viene con nosotros desde la cuna; nace con no- ética, poética y política de la burla, puede pa-
sotros desde la cuna: nace con nosotros y nos recernos la esencia o quinta-esencia del pensa-
miento irracional cervantino: el eje o núcleo o
va madurando dentro. Es a flor de piel que nos
médula de toda la poesía mejor española: la de
acaricia la vida es la que nos madura el esque-
Cervantes y de Lope, como la de Quevedo y
leto como su fruto natural: la muerte que se
San Juan y Santa Teresa y Calderón: lo que tan
nos ríe en los huesos. En cambio, a la muerte
puramente vio, sintió, pensó, vivió, exprimió
en el alma solo la podemos soñar; porque ni
o expresó Unamuno. Don Miguel no quería
la podemos mirar oscuramente en nosotros ni
razonar el goce ni gozarse en la razón, ni doler-
verla fuera. Solamente la podríamos ver con los
se de ella, ni razonar tampoco el sufrimiento.
ojos vacíos, con las órbitas de la calavera; con
“Verdad y vida, pues, y no razón y goce”, me
la risa esquelética, descarnada, del que ya no
escribía diciéndome: “Son mi divisa”. Que fue
somos, cuando aún pudieran vernos, mirarnos
también su hado; su más libremente aceptado
de ese modo, desde fuera, otros ojos llenos de
destino de hombre, de nada menos que todo
lágrimas. (Bergamín 1983: 65-66)
un hombre; al aprender a serlo hasta dejar de
serlo; dejándolo de ser por sacrificar la pasión,
Pero, sobre todo, recoge, dos reflexio- a la vida; la razón a la verdad: como Don Qui-
nes sobre el Quijote que resumen muy bien jote. Como Cervantes. (Bergamín 1983: 55-56)
el arte de torear la literatura y la vida por
parte del escritor exiliado. La primera de Por último, y como reflejo o antesala
ellas gira sobre la idea de “tener verdad” para la obra dramática, Melusina o el es-
DOSSIER

435

pejo, donde se vuelve a recordar en varias las cuatro fases de la luna esos tres rostros
escenas el episodio de la cabeza encanta- de la luna?
da, Bergamín saca a colación al final de su Porque una de las cuestiones que más
libro de Aforismos de la cabeza parlante, destaca en esta obra teatral es su concep-
otra figura que, como la calavera, ha sido ción como juego, entretenimiento o, como
interpelada o interrogada a lo largo de la indica el propio autor al principio de la
humanidad. Se trata de Trivia, esa repre- obra, que se trate de una “Figuración ber-
sentación clásica de la luna llena, faz o ca- gamasca en tres actos, divididos en doce
beza sin cuerpo, visible o invisible, miste- cuadros”. Sobre el término “figuración” y
riosa y llena de verdades. Como “la mujer su concomitancia con el teatro, nos ha de-
con tres almas” que protagoniza y encarna jado escrito Bergamín en La decadencia del
Melusina, Trivia también posee esas tres analfabetismo:
caras y aúna en su figura lo divino y lo hu-
mano: “QUE la luna llena esté siendo, a la el pueblo, cuando se representa a sí mismo,
vez, creciente y menguante, y que sea esta saca a relucir sus figuraciones más puras, espe-
culando poéticamente su pensamiento en ellas;
última dimensión temporal, la de su inme-
y ésta es la historia del teatro popular, por lo
diato futuro, para poder hacerse de nuevo, que se llamó el espejo de las costumbres. El tea-
o de nuevas, visiblemente, era la enigmá- tro es una especulación superficial de imágenes,
tica sabiduría antigua que colocaba en el reflejo de la vida imaginativa popular, reflejo
cruce de los caminos la triple faz lunática de figuras y formas: una especulación fabulosa
y divina de Trivia” (Bergamín 1983: 75). y fantástica del pensamiento (...) graduándose
en tragedia o comedia según curve la línea de
Melusina y el espejo (1949-1952) su superficie especular de un modo o de otro.
(Bergamín 1961: 28-29)
Lo primero que llama la atención de esta
obra, atípica en el teatro del exilio, pero tí- Y un poco más adelante añade que “el
pica de la producción literaria de José Ber- teatro representa las figuraciones poéticas
gamín, es, al margen de sus triple títulos, su por la palabra; y no por la letra” (Berga-
característica de “Figuración bergamasca mín 1961: 29). Si de figuras o reflejos de
en tres actos, divididos en doce cuadros”4 las obras cervantinas se trata, no podemos
(MYE 756). ¿Tres actos como la triple faz dejar de hacer notar que ya en otras piezas
que posee Trivia? ¿Doce meses como los teatrales anteriores aparecen alusiones no
que tiene el año o porque multiplican por solo a Don Quijote sino también a otras

4
Citaremos, para una mejor localización del texto, la edición de Melusina y el espejo que aparece en Santa María
2001: 756-851 [170-265], poniendo la abreviatura del título, MYE, seguida de las páginas correspondientes.
436

obras suyas. “Figuraciones pasajeras: Mu- cia de grandes personajes burladores – Ar-
saraña del Teatro. Poesía a voz en grito: lequín y el Diablo – mejor se lo permitían.
Tablas y diablas no son más que imagina- En efecto, el posible dramatismo y la refe-
ción” será también el título de un ensayo rencia a otras cabezas cortadas que nos ha
suyo sobre dramaturgia que aparecerá en dejado la Biblia y la literatura – san Juan
el tercer número de El pasajero, peregrino Bautista, Medusa – se convierte en un ele-
español en América. mento más de burla cervantina dentro de
Y junto con estas figuraciones quijotes- esta “figuración bergamasca”. Y es que la
cas, podemos encontrar, ciñéndonos a la Se- Escena VI, con la que acaba el Primer Acto
gunda Parte que en 2015 hemos conmemo- de Melusina y el espejo, finaliza con la si-
rado, que en el Primer Acto de Tanto tienes guiente acotación:
cuanto esperas los músicos que irrumpen
sobre el escenario (TTM: vv. 11-154) re- (Mientras esto se dice, MELUSINA ha sa-
producen las cuatro estrofas del poema 105 cado de entre sus velos la cabeza cortada de
que escribió Lope de Vega – “Ven, muerte, Conrado, asiéndola de los pelos para mostrar-
tan escondida” (Lope de Vega 1990: 205- la. Ante ella, el DIABLO se precipita de la bal-
conada, cayendo sobre el ataúd y poniéndose
206) –, a partir de la glosa de unos versos la cornamenta sobre la cabeza, sigue monta-
de Santa Teresa que procedían, a su vez, de do sobre el féretro, como llevando en andas,
una canción del comendador Juan Escrivá triunfalmente. Entretanto, el ESPEJO-ARLE-
(Del Castillo). Y, precisamente, Cervantes QUÍN, trata en vano de situar su cristal ante
inmortalizó también dicha canción ponién- el rostro de MELUSINA, que ésta escuda con
dola en boca de la condesa Trifaldi en el la cabeza cortada. Sigue la música y el cortejo
adelante, y en el balcón la misma actitud de
capítulo XXXVIII de la segunda parte de
MELUSINA, con la cabeza asida de los pelos,
Don Quijote (Cervantes 1993: 852). O que mostrándola, respaldada por las tres Máscaras,
uno de los subtítulos de la misma, “El cielo con la de la MUERTE abajo y teniendo el ES-
padece fuerza”, procede del capítulo LVIII PEJO-ARLEQUÍN a su lado, mientras el telón
de esa misma segunda parte y que el propio cae lentamente). (MYE 204)
Bergamín explica y desarrolla en su ensa-
yo “Como sobre ascuas” (Bergamín 1976: Observamos, de esta forma, que José
202-203). Bergamín sabe reagrupar la tradición ju-
Así que no nos puede extrañar que Ber- deocristiana con la clásica y con la literatu-
gamín conociera y recurriera al motivo ra popular europea. A la imagen de Holo-
de la “cabeza encantada” también en su fernes decapitado por Judith o la cabeza de
teatro y en una de sus piezas dentro de la san Juan que solicitó Salomé a Herodes, se
dramaturgia del exilio donde el ambiente une la que cortó Jasón de Medusa - recor-
carnavalesco, las burlas y veras, la presen- demos que el marido de Melusina se llama
DOSSIER

437

“Conrado Meduso”, nombre significativo 1994: 1294-1303) y que el propio Berga-


por el juego de palabras con “Cornado” y mín recuerda en el capítulo segundo de la
con “Medusa” -; pero también esa imagen serie televisiva Los ángeles exterminados,
de Melusina, como Ondina u otras prota- de Michael Mitrani (Mitrani 1975). Pero,
gonistas de cuento medievales, con la parte sobre todo, esta escena segunda del Segun-
de arriba de su cuerpo – la de la cabeza y do Acto de Melusina se encuadra dentro de
tronco – en forma humana, mientras que el esa figura profundamente cervantina, por
resto del cuerpo es como el de una sirena la broma de que fueron objeto Sancho y
o un monstruo. Y esa vinculación con la Don Quijote, tal como recordaba el propio
“verdad” poética o literaria, que no con la Bergamín y con el aire de “veracidad” que
“razón”, ya viene dada por la forma en que pese a todo este episodio contiene.
la protagonista bergaminiana, con un “un Así, comenta Martín de Riquer que “el
sable de cartón” (MYE 202), que ha dejado asunto de la cabeza parlante entraba de
junto al lecho el personaje de Diablo-Poli- lleno en la polémica sobre la adivinación.
chinela, se supone que corta la cabeza de Basta acudir a las autoridades de la época
su marido, Conrado Meduso, previamen- para reconocer la gravedad del tema: Gre-
te muerto. Y remarcamos ese “se supone” gorio de Valencia (Commentarium theolo-
pues en ningún momento se explica en una gicorum, París, 1609) lo zanjaba calificán-
acotación o se pone en boca de algún per- dolo como pecado que llevaba implícito en
sonaje que dicha acción sea llevada a cabo. último término un pacto con el demonio,
Y continúa la vinculación con el “cuen- sólo lo consideraba venial (teniendo en
to” cervantino con la presencia de “El cuenta la doctrina de la Summa de Santo
barbero Juan”, otro personaje tópico de Tomás) si era explícitamente declarado un
la literatura del Siglo de Oro español, con juego inocente (II, 62, 1135, n. 11º). Por
fama de mentirosos o ladrones, y del relato eso interesa sobremanera a Cervantes pre-
de Don Quijote, tal y como aparece en los sentarnos desde el principio a don Anto-
capítulos VI y XXVI-XXVII de la Primera nio Moreno como “discreto y amigo de
Parte (Santa María 2014); así como con el holgarse a lo honesto y afable”, y por eso
recuerdo a la historia de la hermosa Ruper- mismo su ingenioso sobrino, la voz fingida
ta, que se incluye dentro del capítulo XVI de la cabeza, dirá para salvar su ortodoxia:
y XVII del tercer libro de Los trabajos de “yo no juzgo de pensamientos”, pues tal
Persiles y Sigismunda de Cervantes, don- extremo solo corresponde a Dios. A otro
de la protagonista, tras el asesinato de su nivel, todos estos juegos le sirven a Cervan-
marido, jura venganza llevando consigo la tes para ridiculizar la creencia en la astro-
espada y la cabeza del difunto (Cervantes logía y supersticiones afines. Con todo, las
438

cuestiones teológicas que suscitaban episo- amorosos del Primer Acto se casen, queda
dios como el de la cabeza formaban parte acentuado por diversos elementos de la
del bagaje cultural de un hombre culto del obra, además de la citada referencia al epi-
siglo XVI” (Riquer 1998: 223)5. sodio cervantina.
Y como si fuera don Antonio Moreno, se En primer lugar, por la ambientación
presenta Melusina en la escena segunda de en época de carnaval de la pieza – aunque
la Segunda Jornada de la obra bergamasca precisamente toda esta jornada transcurre
con estas palabras: ya el Miércoles de Ceniza; por otra parte,
con la presencia ya citada del barbero, ese
MELUSINA. Os he reunido aquí para que
personaje de mala fama y carácter poco fia-
escuchéis por la boca viva de Conrado, cuya
cabeza está presente, cuál es su última volun- ble de cuyo carácter engañoso nos advierte
tad; que ha de ser cumplida por vosotros a ries- el mismo demonio: “DIABLO. (al oído de
go de vuestra propia vida. Podéis comprobar la Cabeza) No hagas caso del fraile: es de
vosotros mismos que no hay engaño en esto, pega. Hazme caso a mí. Yo soy quien te
preguntando a la Cabeza de Meluso lo que envió el peluquero” (MYE 228). En tercer
queráis, y acercándoos a ella para ver que lo es, lugar, el ambiente de oscuridad y disimulo
en efecto, su cabeza misma, tal como la cono-
que se necesita para que el engaño o burla
cisteis en vida... (MYE 226)
sea efectiva. Así, al principio de la escena,
Términos que nos recuerdan vivamente Melusina indica a Minutisa: “Hay mucha
el citado capítulo LXII de la Segunda parte luz aquí. Corre las cortinas” (MYE 224).
del Quijote, “que trata de la aventura de la De igual forma, en el Quijote se vuelve
cabeza encantada, con otras niñerías que a recurrir a Cide Hamete Benengeli – otra
no pueden dejar de contarse” y donde se convención literaria para explicar cómo es-
nos describe con minuciosidad el motivo de taba fabricada la cabeza encantada que uti-
esa “cabeza, que tiene propiedad y virtud lizó Antonio Moreto para su burla, dónde
de responder a cuantas cosas al oído le pre- quedaba colocada y la forma en que “Por
guntaren” (Cervantes 1993: 1024-1034). todo este hueco de pie, mesa, garganta y
Por tanto, el carácter burlesco de toda esa pechos de la medalla y figura referida se
escena de la cabeza parlante o encantada encaminaba un cañón de hoja de lata muy
de Conrado en Melusina y el espejo, cuya justo, que de nadie pudiera ser visto” (Cer-
finalidad es la venganza de la protagonis- vantes 1993: 1246-1247). En este caso,
ta al ordenar que las tres parejas de rivales don Antonio cuenta con la ayuda – no de

5
Para más información sobre este episodio, ver también la nota complementaria 1135.11 (en Riquer1998: 629-
630 y 1001, 1012, 1032, 1099 y 1120).
DOSSIER

439

un barbero – sino de su sobrino que fue estratagema para que sea su propia mujer
quien respondió de modo “discreto” (Cer- quien le engañe:
vantes 1993: 1247). Pero lo curioso del
asunto es que precisamente este episodio CABEZA. No me hagas líos. Lo que yo
de la novela finaliza con el descubrimiento te pido es que me ayudes para conseguir que
Melusina se enamore de otros y engañe de ese
y aborrecimiento por parte de don Quijote
modo mi amor. Sin ella enterarse, por supues-
de la pretendidamente real Segunda parte to, pues, si lo supiera, ya no me engañaría.
del ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha de Avellaneda (Cervantes 1993: BARBERO. Comprendo, señor. El señor
1250-1251). quiere hacerse el tonto. Es lo habitual.
Y otra vez, volvemos a esa dualidad en- CABEZA. Y he pensado en que tengo tres
tre verdad y razón a la que aludía Bergamín amigos, magníficos amigos, que son los indica-
dentro de sus comentarios sobre el Quijote. dos para el caso; pues los tres aman a Melusi-
Porque Moreto no busca venganza como na. (MYE 226)
Melusina o burla como los duques que ur-
dieron la Barataria para Sancho, sino que Y de nuevo, este diálogo y la ocasión
su intención resulta mucho más generosa, nos remiten a otro pasaje del Quijote, al
tal y como describe Cervantes a don Anto- relato sobre el “curioso impertinente” que
nio al principio de este capítulo: se cuentan en los capítulos XXXIII-XXXV
de la primera parte del Quijote (Cervantes
Don Antonio Moreto se llamaba el huésped
1994: 375-423). Pero, además, este jue-
de don Quijote, caballero rico y discreto y ami-
go de espejos, de dar vuelta a los tópicos,
go de holgarse a lo honesto y afable, el cual,
cuentos o tradiciones se impone una vez
más en la “figuración bergamasca” pues
viendo en su casa a don Quijote, andaba bus-
será Melusina y no la cabeza de Medusa
cando modos como, sin su perjuicio, sacase a
quien ofrezca la supuesta respuesta a una
plaza sus locuras, porque no son burlas las que
pregunta que en ningún momento lanzan
duelen, ni hay pasatiempos que valgan, si son
las tres parejas de invitados. En efecto, Me-
con daño de tercero. (Cervantes 1993: 1237).
lusina comienza diciendo:
No es así en el caso de la obra de Berga-
MELUSINA. Os he reunido aquí para que
mín donde no solo la protagonista busca escuchéis por la boca viva de Conrado, cuya
con esas “bodas mortales” venganza, sino cabeza está presente, cuál es su última volun-
que la propia Cabeza de Medusa se plantea tad; que ha de ser cumplida por vosotros a ries-
la posibilidad de que no sea él el engaña- go de vuestra propia vida. Podéis comprobar
do y carnudo, sino que tiene que urdir una vosotros mismos que no hay engaño en esto,
440

preguntando a la Cabeza de Meluso lo que es lo más inverosímil que podemos imaginar-


queráis, y acercándoos a ella para ver que lo es, nos; porque no tiene truco ni engaño alguno;
en efecto, su cabeza misma, tal como la cono- porque es, sencillamente, si misteriosamente,
cisteis en vida... verdad. (MYE 226)

Y Conrado va ir saludando a todos: Será Melusina, y no Conrado, quien ex-


“(Los seis se acercan sucesivamente a la plique lo que tienen que hacer: “Lo que
Cabeza, que les va saludando por sus nom- Conrado ha pensado es una cosa muy
bres conforme llegan.)” e incluso llegue a sencilla y muy feliz para vosotros. Consis-
afirmar: “Ya veis que no estaba borracho, te simplemente en que os caséis...” (MYE
sino muerto; tan muerto como lo estoy 226). Y Conrado se limitará a corroborar
ahora; aunque mi cabeza os hable todavía, con gestos: “MELUSINA. ¡No asustaros!
para poder deciros lo que he pensado, y que ¿Verdad, Conrado, que ése es tu pensa-
espero que vosotros cumpliréis, si no que- miento? (La Cabeza hace signos afirmati-
réis veros en la difícil situación mía, que es vos)” (MYE 226).
una tortura que no os deseo...”. Por lo que Y el engaño de Melusina se pone de ma-
no resulta extraño que algunos lleguen a nifiesto por parte del propio Conrado:
sospechar que se trata de un engaño:
FEDERICO. ¿Esto es un chantaje, Melusi-
CLAVEL. (en voz baja a MARAVILLA y ES- na? Pero no puedo adivinar tu intención.
TRELLA)
MELUSINA. Pregúntasela a Conrado. CA-
BEZA. (para sí) ¡Como si lo supiera yo! (bos-
¡Qué cosa más rara! ¡Y el caso es que está
teza) Lo que Melusina os propone me parece
más guapo así! Debe tener el cuerpo debajo de
muy razonable. Es lo que yo pensaba... hace
la mesa; Melusina es una escamoteadora endia-
tiempo... lo que sigo pensando ahora”. (MYE
blada, ¡ya os lo decía yo! (…)
227)
ESTRELLA. (lo mismo) No digáis. A mí
esto me da muy mala espina. Veréis cómo es Mientras que Melusina urde otro juego y
una trampa de los dos para asustarnos y que burla, el de la gallinita ciega para emparejar
hagamos lo que ellos quieren. a sus seis marionetas y la Cabeza reconoce:
“CABEZA. Tu venganza me parece exce-
ALBERTO. ¿Qué piensas de esto, Federico?
lente, Melusina: sobre todo por la idea de
FEDERICO. Que Melusina es más lista de las bodas. Pero no acierto a comprenderla,
lo que yo pensaba. Ya lo veis. Todo esto ha sido ni adivino lo que te propones” (MYE 228).
invención suya. Pero no puedo ni figurarme lo
que se propone.
Será en el Acto Tercero donde Melusina,
GUSTAVO. A mí me parece que todo esto como la Ruperta cervantina, lleve la cabe-
DOSSIER

441

za de Meduso consigo. Pero, en este caso, El corazón de la novela, de la novelería, del


como ya ha conseguido su venganza, nos novelar, es siempre cuento – la novela, dijimos,
siempre tiene corazón de cuento para ser no-
encontramos que le acompaña Minutisa
vela, para poderlo ser -; y ese cuento es el que
“cargada de bultos y paquetes, entre los siempre se repite, igual y diferente siempre, al
cuales, la sombrerera, donde se supone que que leemos y releemos sin cesar, el cuento que
va la Cabeza de Meloso” (MYE 242). Pero nunca se acaba. ¡Y qué bien nos lo contó Cer-
donde aparecerá, ante la mirada atónita de vantes en su Don Quijote! Como en sus No-
velas ejemplares, como en su Persiles y Sigis-
las monjas, una calavera:
munda.
(La ABADESA se acerca a la caja, sacando El cuento de nunca acabar. Olvidar de puro
de ella una calavera que toma en sus manos.) saber, para recordar. Leer para releer: para li-
¿Este recuerdo les sorprende? Es el mejor men- garnos y religarnos, religiosamente, a los otros,
saje que podía venirnos del mundo en este día... al mundo: a la vida, a la verdad. Para no estar
(Entran en escena en este instante, MELUSINA solos” (Bergamín 1957: 16-17)
y SOR ASUNCIÓN). Vengan, hermana y com-
pañía, a ver el amigo que nos ha llegado a visi-
tar como mensajero divino... (MYE 246)
BIBLIOGRAFÍA

BERGAMÍN, José, Disparadero español, III: El


Conclusiones alma en un hilo, México, Séneca, Árbol, 1940.
El pasajero, peregrino español en América, 2 (ve-
Entraríamos aquí en la consideración rano, 1943), México, Séneca.
que la imagen de la calavera y del esquele-
El pasajero, peregrino español en México, 3 (oto-
to tiene en toda la obra de José Bergamín,
ño 1943), México, Séneca.
algo que no viene al caso pues lo que he-
mos intentado demostrar en estos minutos Melusina y el espejo o Una mujer con tres almas
o Porqué tiene cuernos el diablo, Escritura,
es la fuerza raigambre cervantina que po-
Montevideo, 8 (diciembre 1949), pp. 28-53; 9
demos encontrar en la obra del escritor exi- (noviembre 1950), pp. 21-46; y Montevideo,
liado. Los Aforismos de la cabeza parlante Escritura (diciembre de 1952). Otras ediciones:
y su pieza dramática Melusina constituyen Otras ediciones: “Mélusine et le miroir (Comédie
un buen ejemplo de cómo don Miguel y su fabuleuse en 3 actes traduite par Alice Ahrewei-
literatura acompañaron a nuestro autor ler)”, Soleil, Argel, 7-8 (15 febrero 1952), pp.
41-82; y en El teatro en el exilio de José Berga-
durante el exilio.
mín, II. Tesis doctoral de Mª Teresa Santa María
Conviene así acabar esta intervención Fernández, UAB, 12 de julio de 2001, pp. 756-
con las palabras que Bergamín dedica a 851 [170-265]. Recuperado en mayo de 2016
don Miguel en su artículo “Leer y releer”: de: http://hdl.handle.net/10803/4880
442

La corteza de la letra, Buenos Aires, Losada, RIQUER, Martín de, “Lecturas” de Martín de Ri-
1957. quer al capítulo LXII de la segunda parte del
Quijote”, en Miguel de Cervantes, Don Quijote
La decadencia del analfabetismo y La importancia
de la Mancha, Volumen complementario, Bar-
del demonio, Santiago de Chile /Madrid, Cruz
celona, Instituto Cervantes / Crítica, 1998. Re-
del Sur [Ariel, Barcelona] (Renuevos de Cruz y cuperado en mayo de 2016 de: http://cvc.cer-
Raya, 2), 1961. vantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/
El pensamiento perdido, páginas de la guerra y del parte2/cap62/nota_cap_62.htm
destierro. Madrid: Adra, 1976. SANTA MARÍA FERNÁNDEZ, Mª Teresa, El tea-
José, Calderón y cierra España y otros ensayos tro en exilio de José Bergamín. El teatro en el
disparatados, Barcelona, Planeta, (Col. Ensayo exilio de José Bergamín. Tesis doctoral dirigi-
4), 1979. da por Manuel Aznar Soler. Barcelona, UAB,
12 de julio de 2001, dos volúmenes. Recupe-
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drid, Cátedra, 1981. net/10803/4880
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los-trabajos-de-persiles-y-sigismunda--0/html/
DEL CASTILLO, Hernando, Cancionero general,
s.l., 1511.
MARTÍNEZ, Rogelio y CAGNASSO, Alicia (eds).
Crónica del exilio de José Bergamín en Uru-
guay. Montevideo, Ediciones Bergamín, tomo
II, 2004.
MITRANI, Michel, Los ángeles exterminados, dos
capítulos de una serie sobre Bergamín emiti-
dos por la televisión francesa en 1975 y que se
proyectaron dentro de “La noche temática” de
TVE2 el 30 de junio de 1996.
DOSSIER

443

Identidad, política e
historia en Don Quijote,
rey de España y las Cortes Gutiérrez, result from a reinterpretation of Don
Quixote’s figure as driving force for social change
republicanas durante la and political commitment. This change on the
Guerra Civil, de Matilde paradigm of analysis of Cervantes’ character was
previously displayed in her book Don Quijote,
de la Torre1 Rey de España (1928), especially relevant to
understand Matilde de la Torre’s comprehension
of the essence and limits of quixotism in Spanish
history and politics.
francisca vilches-de frutos
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Centro de Ciencias Humanas y Sociales
Instituto de Lengua, Literatura y Antropología Mito, Historia y Política: un tejido
inextricable
Don Quijote, convertido en mito
(Watt 1996), ha sido protagonista y ob-
Resumen: Muchas de las reflexiones sobre la iden-
tidad española, los condicionamientos del poder jeto de múltiples reflexiones en las creacio-
y la responsabilidad de las actuaciones de los nes de algunos de los escritores y escrito-
políticos contenidas en Las Cortes republicanas ras más relevantes de los siglos XIX y XX,
Keywords: Quixotism, Spanish

durante la Guerra Civil, un volumen memorialís- lo que ha permitido comprender mejor la


tico escrito en México por la diputada y escritora
Republican Exile, Identity.

historia y la política española y americana


Matilde de la Torre Gutiérrez, responden a una en distintos períodos y, por supuesto, en el
nueva interpretación de la figura de Don Quijote,
momento actual. Como apuntó José Carlos
asociada al cambio social y al compromiso polí-
tico como motores de progreso. Este cambio de Mainer en su “Nota preliminar acerca de
paradigma en el análisis del personaje cervantino los exilios”, que antecede a su libro Mora-
se había concretado ya en su libro Don Quijote, dores de sansueña (Lecturas cervantinas de
Rey de España (1928), fundamental para enten- los exiliados republicanos de 1939): “No
der la esencia y los límites que para Matilde de existe Historia si el ayer que evocamos no
la Torre ha tenido el quijotismo en la historia y nos dice algo que podamos incardinar en
Palabras clave: Quijotismo, Exilio

política española.
Republicano Español, Identidad

nuestra experiencia de hoy” (Mainer 2006:


11). Sin embargo, en esta evolución la valo-
Abstract: Several reflections on Spanish identity,
conditions imposed by power, and the responsibility ración de sus aportaciones al acerbo cultu-
of politicians depicted in Las Cortes republicanas ral ha variado en función de la ideología de
durante la Guerra Civil, memory book written in sus intérpretes y de los vaivenes de la His-
Mexico by deputy and writer Matilde de la Torre toria. Eso sí, reconociendo la universalidad

1
Este ensayo se ha realizado en el marco del proyecto de investigación “Escrituras, imágenes y testimonio en las
autoras hispánicas contemporáneas (1915-2015) (FFI 2015-63745).
444

del mito, como señaló Arturo Barea (1897- republicanos se consideraba una “criatura
1957) en La loca cordura de Don Quijote, cervantina”. Como manifestara en aquella
publicado en inglés en la revista semanal intervención:
de la BBC, The Radio Times (12-02-1954),
“para popularizar una adaptación teatral No es la posteridad –viene a decir aguda-
de Don Quijote, la cual fue emitida en cua- mente Proust– quien descubre, encumbra o
sanciona la virtud de una obra, es la obra mis-
tro partes por la cadena británica” (Town-
ma, según sea de fecunda, quien engendra su
son, 2000: 153): propia posteridad. Así nosotros, posteridad
del Quijote, no somos acreedores del libro
Don Quijote tiene muchas capas y admite por haberlo puesto en el predicamento que lo
muchas interpretaciones que varían según la tenemos, antes le somos deudores de una par-
época, el lugar y el lector. […] Desde el siglo te de nuestra vida espiritual, somos criaturas
pasado, los españoles estamos inclinados a cervantinas, y el poeta podría mirarse en noso-
identificar nuestra doble herencia, la de una tros como el patriarca complacido en su linaje
empecinada y exaltada fe ante la evidencia (Azaña, 1930: 17-18).
contraria por un lado, y la de un sentido co-
mún igualmente empecinado y egocéntrico por Entre estas “criaturas cervantinas” que
otro, con las figuras míticas de Don Quijote y
reflexionaron sobre el genial libro de Cer-
Sancho. […] Con todo esto, si la etiqueta de
´universal´ alguna vez fue cierta, el Don Quijo- vantes, algunas de cuyas figuras y obras se-
te es un libro universal que no pertenece a un rán abordadas en este volumen de la revista
país determinado, sino a la humanidad entera Laberintos, destaca la escritora y diputada
(Barea, 2000: 155). socialista Matilde de la Torre Gutiérrez
(1884-1946), cuyas obras D. Quijote, Rey
Manuel Azaña (1880-1940), recordan- de España (1928) y Las Cortes republica-
do a Marcel Proust al asociar la posteri- nas durante la Guerra Civil, escrita a co-
dad de una obra a su influencia en distintas mienzos de la década de los cuarenta, ya
personas y generaciones, a su manera de en su exilio mexicano, permiten compren-
comprenderla, y a su impronta en la con- der mejor la evolución del pensamiento del
figuración de la identidad propia y de la republicanismo de 1939 y su contribución
colectiva, alumbró en su interesante confe- al proceso de identidad colectiva española.
rencia La invención del Quijote, impartida La manera de interpretar el texto cervanti-
en 1930 en el Ateneo de Madrid, una idea no fue diferente, al igual que para el resto
que me gustaría plantear como leit-motiv de sus compañeros, a la propugnada mayo-
de este ensayo: él, como otros exiliados ritariamente por la generación precedente.2

2
Sobre la interpretación del quijotismo republicano, véanse el monográfico de Laberintos. Revista de estudios sobre
los exilios culturales españoles (2005); Rodríguez Fischer, 1989; Aznar Soler, 1999, 2005; Abellán, 2003; García Sán-
chez, 2005, y Mainer, 2006.
DOSSIER

445

Don Quijote para el exilio republicano Quizás dos de los textos noventaiochistas
de 1939 donde mejor se plasma esta “encarnación
Luis Cernuda (1902-1963) en su ensa- mítica y mística de lo español” apuntada
yo “Cervantes”, escrito poco después de por Cernuda sean la Vida de D.Quijote y
finalizar la Guerra Civil, pero publicado Sancho (1905) y Del sentimiento trágico
tres años después en la prestigiosa revista de la vida (Don Quijote en la tragicomedia
inglesa Bulletin of Hispanic Studies, de Li- europea contemporánea) (1912), de Mi-
verpool, ponía de relieve ya una de las di- guel de Unamuno (1864-1936). En efecto,
ferencias más relevantes entre la manera de en su primera obra, que recoge como pró-
entender la figura del Quijote por parte de logo el ensayo El sepulcro de Don Quijote
la Generación del 98 y de la suya: su con-
que el propio Unamuno hizo preceder en la
dición de héroe, símbolo de una sociedad
segunda y tercera reimpresión ante la cons-
nueva que lucha por forjar una realidad
tatación de “la completa miseria“ que se
basada en la justicia y la verdad, frente a la
cierne sobre el país ante el nuevo milenio
consideración de su figura como “encarna-
ción mítica y mística de lo español”, mayo- (Unamuno, 1945: 13), defiende “el anhelo
ritaria en los escritores que le precedieron:3 de inmortalidad“, “la eternidad de lo infi-
nito“, la creencia de Dios como “Concien-
No es un vano soñador; el soñador se aparta cia del Universo“ como motor del heroís-
de la realidad porque le hiere o le aburre. Don mo humano, quijotesco:
Quijote es mucho más: es un héroe, ya que sólo
los héroes se lanzan a esa dura tarea de forjar, ¿Qué te arrastró, Don Quijote mío, a tu lo-
para provecho y goce nuestro, una realidad que cura de renombre y fama y a tu ansia de sobre-
satisfaga los puros y altos deseos de justicia,
vivir con gloria en los recuerdos de los hom-
verdad y amor. […] El caballero andante, al
bres, sino tu ansia de no morir, tu anhelo de
tropezar con la burla de un ambiente anacróni-
co y hostil, se convierte en héroe de la sociedad inmortalidad [...] Muerte y vida son mezquinos
nueva, y los monstruos con que lucha no son términos de que nos valemos en este prisión del
ya criaturas mitológicas, sino los males mismos tiempo y del espacio; tienen ambas una raíz
con que oscura y trágicamente luchan los hom- común y la raigambre de esta raíz arraiga en
bres todavía: la fuerza, la violencia, la mentira la eternidad de lo infinito: en Dios, Conciencia
(Cernuda, 1943: 189-190). del Universo (Unamuno, 1945: 265 y 277).

3
“No es exagerado decir que una considerable parte de la obra literaria de esa generación está dedicada a la exé-
gesis del Quijote. Parece casi ocioso preguntarse después de ellos por Don Quijote. Ahora bien: ¿es su Don Quijote el
mismo que nosotros vemos? O mejor: ¿es su Don Quijote el mismo que vive eternamente en el libro de Cervantes? […]
Para la gente de 1898, en cambio, Don Quijote es un símbolo: encarnación mítica y mística de lo español” (Cernuda,
1943: 177-178).
446

En efecto, como señalara otro ilustre eterna ultraterrenal por el ideal del progre-
republicano, Segundo Serrano Ponce- so, de la razón y la ciencia:4
la (1912-1976), en su capítulo sobre “El
Quijotismo: Filosofía vital“, publicado en […] os hablé de la esencia del catolicismo. Y a
1953 en su exilio mexicano en la prestigio- desencializarlo, esto es, a descatolizar a Euro-
pa, han contribuido el Renacimiento, la Refor-
sa editorial Fondo de Cultura Económica,
ma y la Revolución, sustituyendo aquel ideal
para el filósofo salmantino ”no hay progre- de una vida eterna ultraterrena por el ideal del
so sin finalidad final del vivir, es decir, sin progreso, de la razón, de la ciencia (Unamuno,
inmortalidad del alma y creencia en Dios” 1951: 995).
(Serrano Poncela, 1953: 250). Para Una-
muno, cuando se produzca “el despertar Más cercanía a los planteamientos del
del sueño de la vida“ se apreciará el error exilio republicano español de 1939 lo ofre-
de considerar que la lógica tenga algún va- ce José Ortega y Gasset (1883-1955) en sus
lor “fuera de este miserable mundo en que Meditaciones del Quijote (1914), donde se
nos tienen presos el tiempo y espacio, ti- analiza su carácter simbólico,5 se apunta la
ranos del espíritu“(Unamuno, 1945: 276). necesidad de ruptura con una tradición que
Años después, en 1912, en el capítulo ha supuesto el aniquilamiento de España,6
“Don Quijote en la tragi-comedia europea se defiende la conveniencia de arbitrar fór-
contemporánea“, recogido a modo de con- mulas para intentar acercarse a un mode-
clusión de su obra Del sentimiento trágico lo de España que pudo ser,7 y se reivindica
de la vida, reitera su afirmación sobre la los nobles valores que sustentaba la lucha
contribución a la descatolización de Euro- del héroe quijotesco.8 Esta posibilidad de
pa de la sustitución del ideal de una vida transformación a una sociedad mejor llevó

4
“Aparéceseme la filosofía en el alma de mi pueblo como la expresión de una tragedia íntima análoga a la trage-
dia del alma de Don Quijote, como la expresión de una lucha entre lo que el mundo es según la razón de la ciencia
nos lo muestra, y lo que queremos que sea, según la fe de nuestra religión nos los dice“(Unamuno, 1951: 1014).
5
“No existe libro alguno cuyo poder de alusiones simbólicas al sentido universal de la vida sea tan grande” (Or-
tega y Gasset, 1990: 167).
6
“¿No es un cruel sarcasmo que luego de tres siglos y medio de descarriado vagar, se nos proponga seguir la
tradición nacional? ¡La tradición! La realidad tradicional en España ha consistido precisamente en el aniquilamiento
progresivo de la posibilidad España. No, no podemos seguir la tradición. España significa para mí una altísima
promesa que solo en casos de extrema necesidad ha sido cumplida. No, no podemos seguir la tradición; todo lo
contrario: tenemos que ir contra la tradición, más allá de la tradición” (Ortega y Gasset, 1990: 172).
7
“En un grande, doloroso incendio habríamos de quemar la inerte apariencia tradicional, la España que ha sido,
y luego, entre las cenizas bien cribadas, hallaremos como una gema iridiscente, la España que pudo ser” (Ortega y
Gasset, 1990: 172).
8
“[…] es un hecho que existen hombres decididos a no contentarse con la realidad. Aspiran los tales a que las
cosas lleven un curso distinto: se niegan a repetir los gestos que la costumbre, la tradición, en una palabra, los ins-
tintos biológicos les fuerzan a hacer. Estos hombres llamamos héroes. Porque ser héroe consiste en ser uno, uno
mismo. […] El héroe anticipa el porvenir y a él apela. Sus ademanes tienen una justificación utópica. Él no dice que
sea, sino que quiere ser. Así la mujer feminista aspira a que un día las mujeres no necesiten ser mujeres feministas”
(Ortega y Gasset, 1990: 226-227 y 239).
DOSSIER

447

a Rosa Chacel, otra republicana ilustre, a sólo fueran honrados–, y así se rebela contra
añorar en su libro La Confesión (1971) la las injusticias del mundo, sale a luchar contra
existencia de personas que puedan actuar la miseria, las iniquidades, las componendas,
los abusos, la arbitrariedad, la mala fe. […] Así
como modelos, que demuestren la posibili- resume –y rezuma– el más ardiente deseo del
dad de ese cambio: hombre y asume –de hecho– el trabajo mismo
del escritor (Aub, 1960: 106-107).
Lo que añoro es una casta de tipos, frater-
nalmente típicos, cuyas huellas en nuestro sue- Es el mismo entusiasmo entrevisto por
lo nos inciten a seguirlas o a esquivarlas. [...] Manuel Altolaguirre (1905-1959) en su
El verdadero precursor –el creador poético– es
ensayo “Don Miguel de Cervantes”, publi-
el que nos pone ante la evidencia de algo que
tal vez no fue nunca todavía, pero que, simple-
cado originalmente en la revista Clavileño
mente con dejarse ver, demuestra que es posible (1946), donde apunta el poder de transfor-
(Chacel, 1971: 178-179). mación y superación de Alonso Quijano
para aquellas personas que, alejadas ya de
El Quijote cernudiano, como el de su tierra y de un tiempo permeado por la
los republicanos exiliados españoles de utopía del cambio, como el que protagoni-
1939, está imbuido de una generosidad, zaron también los republicanos españoles,
entusiasmo y curiosidad que permite siguen sintiendo su patria:
transformar la realidad9 y luchar contra
las injusticias. En esta misma línea de Ahora que estamos fuera de su tierra y lejos
pensamiento no es difícil entender que de su tiempo, hagamos homenaje cordial a su
gran obra. Donde ella esté nosotros sentiremos
Max Aub (1903-1972), en su Prólogo España. La obra de Cervantes despliega ante
para una edición popular del Quijote mis ojos sus llanuras, ante mi sed desata largas
(1960), publicado en la revista Papeles fuentes, esconde en mis oídos sus misteriosas
de Son Armadans, reivindique la lectura armonías. Ella es lección constante de razones
de los libros de caballerías y vislumbre de amor. Por ella nace siempre un afán en noso-
a Alonso Quijano como baluarte de la tros de querer ser mejores (Altolaguirre, 1986:
rebelión contra las injusticias, contra las 304).
que luchó con su vida y su obra:
En definitiva, como puso de manifies-
A Alonso Quijano se le revela la verdad por to María Zambrano (1904-1991) en dos
la lectura de los libros de caballerías –por eso de sus textos más interesantes sobre estas

9
“A través de las flaquezas que reímos en Don Quijote comenzamos a vislumbrar en el maduro hidalgo un alma
juvenil, donde arde puro y vivo el fuego del entusiasmo apasionado. No le aburre nada, ni le cansa la vida; en todo
halla alimento para su magnífica curiosidad, a diferencia de aquellas gentes que le rodean y le vencen. […] Hay en
él algo de niño y de poeta, y es uno de los caracteres más generosos que jamás existieron en ficción o en realidad.
Aquí estamos frente al único aspecto de don Quijote que hoy se reconoce” (Cernuda, 1943: 181-182).
448

cuestiones, “La ambigüedad de Cervan- ñola contenidas en Don Quijote, Rey de Es-
tes”, publicado en 1947 en la revista Sur, paña y Las Cortes republicanas durante la
de Buenos Aires, y “La ambigüedad de Don Guerra Civil pueden ser explicadas desde la
Quijote”, recogidos ambos en su volumen influencia que ha tenido el quijotismo en la
España, sueño y verdad (1965), Don Qui- configuración de la identidad española. Su
jote constituye “nuestro más claro mito” defensa del quijotismo y de sus valores, per-
(Zambrano, 1982: 16), y representa la de- mite explicar también esa ingente labor me-
fensa de la justicia y la libertad, algo de lo morialística que llevaron a cabo los políticos
que se vieron privados en su largo exilio: y escritores del exilio republicano de 1939.
La vida de Matilde la Torre Gutiérrez
[…] Don Quijote está poseído, enajenado por (Cabezón de la Sal, Cantabria, 14.03.1884 –
la pasión de libertad y aun de liberar. La liber- México DF, 19.03.1946), política, escritora,
tad es su pasión, que se entrecruza con la pasión
maestra y periodista, revela su firme creen-
de la justicia. Justicia que será siempre libertad
(Zambrano, 1982: 35-36). cia en la importancia de la cultura y la polí-
tica en la consecución de una sociedad más
igualitaria y justa. Promotora y directora de
Matilde de la Torre: una “criatura cer- iniciativas educativas y culturales como la
vantina” fundación de la Academia Torre, en Cabe-
zón de la Sal, donde se seguían los principios
Una de estas “criaturas cervantinas“re- pedagógicos de la educación integral, en la
cordadas por Manuel Azaña es Matilde de línea de la Institución Libre de Enseñanza,
la Torre, cuyo libro Don Quijote, Rey de y como el Grupo de Danzas y el Orfeón
España (1928) se presenta como pionero “Voces Cántabras”, con los que impulsó
del discurso del exilio republicano de 1939, el folklore cántabro, tuvo desde 1921 una
explícito también, como se va a ver a conti- presencia continuada como articulista en
nuación en su obra Las Cortes republicanas distintos medios periodísticos (La Atala-
durante la Guerra Civil, escrita hacia 1941 ya, El Cantábrico, El Diario Montañés, El
e inédita hasta 2015, fecha en la que se pu- Pueblo Cántabro, La Región, La Voz de
blicó en la editorial Fondo de Cultura Eco- Cantabria, Norte, El Socialista…) (Calde-
nómica. Muchas de las reflexiones sobre los rón 1984; Sáiz Viadero 1970, 2007).10 Afi-
límites del poder y la responsabilidad de la liada al Partido Socialista Obrero Español
clase política a lo largo de la historia espa- a instancias de Fernando de los Ríos traba-

10
Fue autora también de varias novelas y colecciones de relatos y de ensayos, entre los que habría que destacar:
Jardín de damas curiosas (1917), Don Quijote, rey de España (1928), El Ágora (1930), El banquete de Saturno. No-
vela social (1932), Mares en la sombra. Estampas de Asturias (1940) y La Montaña de Inglaterra (1979).
DOSSIER

449

jó activamente como promotora de las Ca- ñola en el exilio (1945-1962), lo que supu-
sas del Pueblo Campesinas, vinculadas a la so su distanciamiento de Indalecio Prieto
UGT, y como conferenciante para recabar (1883-1962), hombre fuerte del socialismo
el voto de las mujeres. Fue elegida diputada español, que llegaría a ser Presidente del
del Partido Socialista Obrero Español por PSOE (1948-1951) (Mateos 2005, 2008;
Oviedo en las elecciones generales de 1933 y De la Granja 2013). Enterrada en el Pan-
1936. Durante la legislatura de 1933-1936 teón Español con todos los honores, fue
formó parte de la Comisión de Marina del expulsada del partido (23-04-1946) junto
Congreso de los Diputados, del Comité Na- con Juan Negrín (1892-1956), Jefe del Go-
cional de Mujeres Contra la Guerra y el Fas- bierno republicano (1937-1945) (Tuñón de
cismo, y del Comité pro presos, una inicia- Lara 1996; Jackson 2004; Azcárate 2010),
tiva destinada a lograr la conmutación de y Ramón Lamoneda (1892-1971), Secreta-
la pena capital de algunos de los líderes que rio General del PSOE, entre otros (Viñas
participaron en la revolución de octubre de 2010). Fueron readmitidos honoríficamen-
1934 y la mejora de las condiciones de los te a título póstumo en el PSOE en el 37
detenidos en las cárceles. En la legislatura Congreso Federal (2008).
1936-1939 participó en las Comisiones de Estructurado en 15 capítulos, uno de los
Pensiones, de Marina, de Defensa Nacional cuales, el decimotercero, da nombre al libro,
(suplente), de Hacienda y Economía, de Ins- Don Quijote, Rey de España,11 constituye un
trucción Pública (suplente) y de Justicia (su- análisis de la gestión de la “conquista ame-
plente). Fue Directora General de Comer- ricana“ y de su influencia en la economía,
cio y Política Arancelaria en el Gobierno de la política y la identidad española, teniendo
Largo Caballero entre septiembre de 1936 presente en todo momento la influencia del
y mayo de 1937. Exiliada primero en Mar- Quijote, al que considera el verdadero Rey
sella y más tarde en México, protagonizó de España. Entre sus objetivos se encuentran
allí algunas acciones de relevancia como evaluar y denunciar las consecuencias de las
su oposición a la convocatoria a sesión de distintas medidas políticas acometidas desde
Cortes (10-01-1945) realizada por Diego el siglo XVI por la corona en la configura-
Martínez Barrio (1883-1962), Presidente ción de la identidad española, más asociada
de las Cortes Republicanas y más tarde desde entonces al disfrute de los amplios re-
Presidente de la Segunda República Espa- cursos derivados del flujo monetario y de la

11
Llevan como título En la linde (1); La Regeneración (2); El cristal de Ganivet (3); El Crisol de Europa (4); El absentismo
espiritual (5); Los caminos del error (6); La Ley de la Necesidad (7); El error de calidad (8); El error de finalidad (9); La Furia
española (10); La Madre Tierra (11); El erial de la Patria (12); Don Quijote, Rey de España (13); El Caballero de la Blanca
Luna (14), y El Quijotismo industrial (15).
450

amplia extensión de territorios, más que del exilio, critica esa interpretación del quijo-
esfuerzo, y advertir sobre el retraso español tismo, que se asoció a “la derrota, la humi-
frente al europeo.12 Para Matilde de la Torre llación internacional y la inferioridad polí-
la publicación del Quijote tuvo una influen- tica“ (De la Torre, 1928: 107) por parte de
cia negativa en la identidad española al ofre- la España noventaiochista, perpleja ante el
cerse como explicación al fracaso, pues sur- resultado de la guerra de Cuba. A su pare-
ge en un momento en el que, siendo España cer, sus principales artífices no entendieron
la nación más grande en Europa, muestra la esencia del quijotismo. Don Quijote re-
ya signos claros de debilidad y desafección presenta la lucha por la defensa del progre-
ciudadana ante la mala administración de so cívico, de la lucha activa por un ideal,
los recursos públicos. La escritora cántabra no la estampa del fracaso. En defintiva, el
considera que el Quijote fue la expresión de ideal del republicanismo español. Pionera
un pueblo alejado de la esperanza, de un co- en ese discurso, escribe:
lectivo que intenta justificar lo que no com-
Don Quijote, arma al brazo en plena Man-
prende: cha, en plena llanura donde aparentemente no
hay nada, es el vigía del progreso cívico aunque
El pueblo está relajado en su ánimo y des- para los españoles sea la estampa del fracaso.
orientado en sus creencias. […] Entonces surge El error español está en no advertir que allí,
en España un grito de muerte; un grito genial, donde aparentemente no hay nada, está en rea-
pero que encierra en sí mismo el irremediable lidad todo el secreto de la ciudadanía en de-
desconsuelo de un pueblo que sin haber reali- venir; están los elementos imponderables que
zado “su camino” comienza a estar de vuelta mantienen vivo el sentimiento de la hegemonía
del Ideal. posible, certero el instinto de la defensa, pronta
Entonces se escribe el Quijote. la acción al ataque (De la Torre, 1928: 104).
La terrible influencia de este suceso, (enton-
ces insignificante) en la idiosincrasia española En el capítulo décimo quinto y último de
es mortal; porque este libro tremendo fue des- Don Quijote, Rey de España, titulado “El
pués la “interpretación errónea” del sentido cí-
Quijotismo industrial“, trata de explicar
vico, encauzada a justificar lo no comprendido.
El Quijote es la explicación que España da las razones de la universalidad del Quijote,
al mundo entero del porqué de su fracaso (De un símbolo por su defensa de la justicia, la
la Torre, 1928: 99). igualdad y el derecho, unos valores que, si
bien en la época de Felipe III y Felipe IV
Como sucederá con posterioridad en el podrían suponer una utopía, son reivindi-
discurso del republicanismo español en el caciones legítimas en esa España de 1928

12
“No se detiene a considerar que la Europa entera lucha con las mismas dificultades de las que saldrán necesaria-
mente los remedios de una industria floreciente que compensará la ingratitud de la tierra“ (De la Torre, 1928: 93).
DOSSIER

451

que anhela ya, tres años antes, la llegada que es ella sola la impulsadora del progreso en
de la República: absoluto. Quijotes de la ciencia son todos los
hombres que desgastan rápidamente su vida
Don Quijote no sólo no fracasó en lo que su sobre los microscopios en los laboratorios.
acción pretendía, sino que siendo su ideal uni- Quijotes son los exploradores que regalan a la
versal, está en camino de la realidad. Pese al li- civilización nuevas tierras; y los artistas que in-
bro de Cervantes (pese más bien a los interpre- terpretan la Naturaleza y embellecen la vida...
tadores del libro de Cervantes), si Don Quijote Cuantos han aportado algún elemento nuevo a
hubiese vivido más años hubiera visto realiza- la felicidad del hombre han obrado por quijo-
do gran parte de su programa. Las conquistas tismo estricto y, a semejanza del héroe español,
político-sociales han restringido los abusos de solo han hallado palos, caídas e ingratitudes
los poderosos del tal manera que, siquiera teó- (De la Torre, 1928: 123).
ricamente, en estricto derecho, el pobre está de-
fendido contra el rico, la debilidad amparada, Desde esta perspectiva, no resulta ex-
las injusticias reparadas, los entuertos endere- traño encontrar la asociación del fracaso
zados [...] Y es porque el “quijotismo”, lejos español al alejamiento del quijotismo. La
de ser hoy día privativo de un héroe particular,
búsqueda de un ideal, de una utopía está
es ambiente en el mundo entero. Es porque los
ideales de Don Quijote son ahora universales. en la base del progreso de la civiización,
Todo el mundo aspira al establecimiento de como escribe al comparar a los dos figuras
una justicia igualitaria, absoluta y esclarecedo- cervantinas, la de Don Quijote asociada al
ra del derecho. No hay más aspiración que ese ideal, y la de Sancho a la ambición:
mismo derecho interpretado en su alcance ab-
soluto. [...] La idea de la Justicia podría ser una España no ha fracasado en su cometido his-
utopía en tiempos del Duque de Lerma: Hoy es tórico a causa de haber sido un pueblo “qui-
difícil el atropello impune de las personas y las jotesco” sino todo lo contrario. España ha
cosas. (De la Torre, 1928: 121- 122). sido relegada en el concierto europeo al lugar
inferior que hoy ocupa, por haber abandona-
De ahí que no sorprenda encontrar en do las locuras de Don Quijote para seguir la
este texto esa idea pergeñada por Manuel menguada ambición de Sancho Panza. […] No
Azaña en su conferencia impartida en el considera el español que el Ideal, lejos de ser
Ateneo de Madrid, su reivindicación del garantía de fracasos, es la razón de ser de los
quijotismo asociado al progreso, a aque- pueblos fuertes; que el Ideal triunfa siempre so-
bre todos los obstáculos y a través de todas las
llos valores que les convierten en “criaturas contradicciones.
cervantinas“. Matilde de la Torre realiza Si la filosofía pesimista del Quijote fuera un
una decidida apuesta por los héroes quijo- hecho universalmente comprobado, el progre-
tescos, a pesar de las dificultades encontra- so no existiría (De la Torre, 1928: 103 y 105).
das e ingratitudes suscitadas:
Frente a la “españolización” de Europa
El “quijotismo” es una fuerza tan universal defendida por gran parte de los noventaio-
452

chistas, Don Quijote, Rey de España finali- del Vallés, de Barcelona (30-09-1938). Es-
za con una apuesta decidida por la europei- crito en su exilio mexicano con el objetivo
zación de España, una vía que, consciente de contribuir a la defensa de la legalidad
por otra parte de la importancia de His- y legitimidad del Parlamento y del Go-
panoamérica en el futuro de la España pe- bierno republicanos, ofrece reflexiones de
ninsular, le acerca a ese territorio que tanta inusitada actualidad sobre la democracia,
influencia tuvo en su devenir: la configuración de un Estado moderno
sustentado en la igualdad y la solidaridad
Para verificar la verdadera conquista de entre sus pueblos y culturas, y el papel re-
América, lo que no urge, no es hispanizar a
gulador de los organismos internaciona-
América sino europeizar a España. Sentir y
practicar el quijotismo desinteresado del pro- les ante los conflictos bélicos y el avance
greso por el progreso mismo, del avance por el de movimientos políticos dictatoriales. Su
placer de avanzar; de producir, no para vender lectura permite acceder, además, a sugesti-
enseguida sino para alcanzar la perfección… vos retratos de líderes políticos republica-
“Querer” ser el primero por el placer orgulloso nos como Juan Negrín, Indalecio Prieto y
de “ser el primero”, aunque parezca el interés
inmediato… ¡Porque lo demás se nos dará por
Dolores Ibárruri Pasionaria, así como a sus
añadidura! (De la Torre, 1928: 125). relaciones con los diputados pertenecientes
a los partidos políticos que configuraban
Quince años después de la publicación de la Cámara española en aquel entonces. Su
Don Quijote, Rey de España, Matilde de relato incluye también anécdotas y detalles
la Torre escribió un libro memorialístico,13 de la vida cotidiana de los parlamentarios,
Las Cortes republicanas durante la Guerra algunas no exentas de humor, y sobre las
Civil, que ha permanecido inédito hasta su consecuencias de los estragos de la guerra
reciente publicación en Fondo de Cultura en la vida de la población civil y de las ciu-
Económica (2015),14 donde ofrece sus re- dades. Consciente de la imposibilidad del
cuerdos como diputada en las sesiones de las Gobierno republicano de ganar la contien-
Cortes republicanas a las que asistió duran- da, transmite, sin embargo, un mensaje de
te la Guerra Civil: las que tuvieron lugar en optimismo y esperanza a las generaciones
Madrid (1-10-1936), en la Lonja de la Seda, posteriores, un “futuro” para España.
de Valencia (30-09-1937), y en Sant Cugat Su defensa de la democracia, del sistema

13
Sobre la importancia de la voz autobiográfica para el conocimiento de las políticas y escritoras republicanas,
véase Nieva-de la Paz, 2006.
14
Aunque no contiene fecha de redacción, el análisis del texto y su contraste con otro anterior, Mares en la som-
bra (1940) permite su datación en los comienzos de la década de los cuarenta, ya instalada en México (Vilches-de
Frutos, 2015).
DOSSIER

453

parlamentario y del Gobierno surgido de una situación política en la que va la suerte de


las urnas, baluarte de la defensa de la liber- la patria. Nosotros somos el “Poder Legal Li-
bremente Constituido”.
tad, la igualdad y los valores de una ciuda-
Nuestra procedencia es divina: “venimos
danía progresista, así como de las actuacio- de las urnas sacrosantas”. La voluntad popu-
nes de las figuras republicanas progresistas lar suscitada por la iracundia suicida de las
más destacadas de Parlamento español en- Derechas represoras de Asturias nos reiteró el
tre 1936 y 1938, permiten entroncar Las mandato supremo. Somos, pues, los legislado-
Cortes republicanas durante la Guerra Civil res amparados por la Constitución. Y venimos
aquí, bajo la artillería de los rebeldes, a dar
con las ideas sobre el quijotismo pergueña-
cumplimiento al rito constitucional (De la To-
das por Matilde de la Torre en su volumen rre, Cortes…: 71).
de 1928: el progreso asociado al avance en
las conquistas político-sociales, que en esta Para Matilde de la Torre es el régimen re-
obra de comienzos de los años cuarenta se publicano el más idóneo para defender los
asocia a los acciones impulsadas desde el valores universales que sustentan la demo-
régimen republicano; la reivindicación de cracia. De ahí su interés por acreditar la le-
las conductas heroicas, identificadas en el galidad y la legitimidad de las instituciones
texto con las figuras de los parlamentarios políticas republicanas (Gobierno y Cortes)
republicanos que lucharon para mantener como baluarte de la defensa de la libertad,
el Derecho y sus valores en medio del caos la igualdad y los valores de una ciudadanía
de la guerra, y la fuerza de la palabra para progresista. En este contexto se explica su
la creación de un ambiente psicológico pro- reivindicación de las conductas heroicas de
picio al éxito, que este libro memorialístico los parlamentarios republicanos que lucha-
se concreta en alusiones a la política de re- ron para mantener estos valores en medio
sistencia del Jefe de Gobierno republicano, del caos de la contienda, bajo la presión
Juan Negrín. de la intervención constante de las poten-
En el primer relato, el dedicado a la se- cias fascistas –Alemania, Italia, Portugal– y
sión de Cortes de Madrid puede atisbarse ya la inhibición de Francia y Reino Unido, a
su acérrima defensa de la democracia como los que responsabiliza del desenlace de la
sistema político, un poder legalmente cons- contienda, amparados en las directrices del
tituido que sustenta la moralidad en Políti- ´Comité de No Intervención´, sin tomar
ca, necesaria para el mantenimiento de una conciencia de sus consecuencias para el
nación, como escribe en su primera parte, mantenimiento de la democracia:
la dedicada a las Cortes celebradas en Ma-
drid: Esos países “amigos” no se dan cuenta de
que lo que estamos defendiendo aquí no es una
Pero la legalidad subsiste como la base de causa política, ni siquiera una causa nacional
454

española a secas: lo que se ventila en esta gue- siga justificando una política de resistencia,
rra de España es el problema íntegro y total del a pesar de la falta de recursos humanos y
mundo (De la Torre, Cortes…: 178). económicos con los que se enfrenta el régi-
men republicano:
La política de resistencia propugnada
por el Jefe del Gobierno de la Segunda ¿Es que en los días de julio teníamos mayo-
República, Juan Negrín, en contra de la res elementos que ahora? ¿Había fusiles para la
rendición, halla eco y justificación en sus quinta parte de los soldados? ¿Había siquiera
páginas, a pesar de su elevado coste en vi- soldados? No. No teníamos más armas que la
das humanas, habida cuenta de que, como razón escueta; el amor a la libertad, el instinto
de la conservación que se impuso como fuero
afirma, es el último recurso frente al afán ciudadano a ultranza (De la Torre, Cortes …
de dominio de los más crueles: : 185).

La guerra es la guerra, con sus golpes fa- Esta reivindicación de la lucha por el
llidos inclusive (y principalmente); porque la
ideal republicano, asociado a la defen-
guerra ya sabemos que es una gran calamidad
humana. Pero, si el considerar que la guerra sa de la igualdad, justicia y libertad, base
causa muertes y lisiaduras bastara para justi- de la democracia, permite comprender la
ficar la pérdida de la libertad social, el mundo atención prestada a los dirigentes políticos
sería dominado siempre por los más audaces, republicanos más importantes. Para la di-
por los más crueles, en suma. Y desde luego,
putada socialista Juan Negrín representa
por los más tiranos, que son los más insolentes.
Esto lo sabe bien el pueblo del mundo entero, al héroe quijotesco, valiente ante la adver-
que es el que sufre las guerras en su carne. Por sidad, capaz de mantener una política de
ellos, pese a todas nuestras teorías pacifistas, el resistencia, justificada por la esperanza en
pueblo tiene necesidad “todavía” de tomar las una reconciliación nacional que prescinda
armas y de saber morir con ellas en la mano de discrepancias políticas y se base en la
para evitar el yugo eterno sobre sus hijos (De la
defensa de la identidad española:
Torre, Cortes…: 123).
Creo en el porvenir de España. Lo he di-
Hay que recordar aquí que Matilde la cho siempre. Si no creyera en ese porvenir, no
Torre es una “criatura cervantina” que con ocuparía el cargo que ocupo ni, arrostraría tan
su vida y sus escritos aboga por los valores tremendas responsabilidades […] Geográfica-
ciudadanos de la libertad e igualdad, inclu- mente, militarmente, ocupamos una posición
so cuando la guerra ya se ha perdido y se sin par en Europa […] En estas condiciones, se
podrá hacer una España poderosa. Pero solo
encuentra en su exilio mexicano escribien-
será a base de reconciliación, absolutamente
do este texto memorialístico. De ahí que en necesaria. Una España a la que todos los espa-
su tercer relato, el dedicado a la sesión de ñoles tienen derecho después de este bautismo
Cortes celebradas en Sant Cugat en 1938 de sangre que nos ha depurado y nos redime de
DOSSIER

455

todas la faltas y errores que podamos haber co- lamento ante la política emprendida por
metido […] Si se llega a que todos los españo- Juan Negrín, critica la tibieza de la actitud
les se den cuenta de cuáles son sus obligaciones
de sus compañeros de la minoría socialista
como tales españoles, prescindiendo de discre-
pancias políticas, y cumplen su deber “como y del resto de los partidos, lo que le lleva a
españoles”, todos los sacrificios que se han comparar el espectáculo presenciado con el
hecho, todas las pérdidas de vidas y de bienes espectáculo de las corridas de toros:
materiales no habrán sido inútiles ni estériles.
Y España resurgirá y estará como no ha estado De cualquier modo, a mí me sucede con el
nunca en su grandeza. Esto es lo que anhelo y espectáculo gubernamental del Gabinete Ne-
con nuestro esfuerzo hemos de lograrlo todos. grín lo mismo que cuando por rara ocasión voy
He dicho (De la Torre, Cortes … : 187). a los toros: que me asombran los toreros. El
público, más inteligente que yo o solo más exi-
A pesar de la confrontación política con gente, unas veces los aplaude y otras les llena
su correligionario, Indalecio Prieto, y de de injurias. Todo esto me parece a mí abusivo
la pertenencia a otro partido político, en y fuera del precio que pagué por la localidad.
Los toreros, por “maletas” que sean, resultan a
el caso de Dolores Ibárruri “Pasionaria”, mis ojos los hombres más valientes del mundo.
Matilde de la Torre elogia abiertamente de ¡A ver si no! ¡Que cada uno de esos gritadores
ambos su valentía, y su lucha por esos idea- baje al ruedo y veremos lo que pasa! Seguro
les, que les convierte en héroes quijotescos. que habrá muchos, como yo, que solo bajarían
Así, se refiere a “Pasionaria” como “la metidos en una buena jaula de hierro y aún
así… ¡pobre suelo de la jaula! (De la Torre,
brava Pasionaria” (De la Torre, Cortes…:
Cortes… : 142).
129), esa “Brunilda morena” (De la Torre,
Cortes…: 162), admirada por sus correli- También la diputada cántabra aborda la
gionarios del Partido Comunista: fuerza de la palabra en la creación de un
clima social propicio al éxito. Una y otra
De cualquier modo Pasionaria hace bien en
mantenerse en el pedestal que su partido le ha vez a su importancia en la política del Go-
levantado. Nadie lo tiene más ni mejor mereci- bierno republicano. Así, por ejemplo, refi-
do. Por méritos de antigüedad en la lucha, de riéndose al discurso de Juan Negrín escribe:
valor personal, de disciplina en la política (De
La Torre, Cortes…: 164). ¿Cómo puede marcharse? Es el realizador
infortunado del verbo “resistir”. Un verbo de
Como en su libro de 1928, Matilde de acción tan difícil que se le ven ya los ribetes del
la Torre reflexiona también sobre las con- imposible. Pero Negrín es un espíritu traspape-
lado de la vieja historia y que rebrinca a veces
secuencias del heroísmo quijotesco: la so-
con el acicate de las heroicas imposibilidades
ledad y la ingratitud. Al recrear la sesión […]. Ahora bien, yo, átomo invisible de este
celebrada en Sant Cugat del Vallés, donde Partido Socialista Español he votado la con-
se solicita un voto de confianza del Par- fianza en la minoría y la votaré esta tarde en
456

las Cortes. Y la volveré a votar siempre que al Las Cortes republicanas durante la Gue-
frente de los destinos de esta España republica- rra Civil constituye sin duda una valiosa
na esté un hombre cualquiera que pronuncie,
aportación al conocimiento del protago-
mantenga y defienda el verbo “RESISTIR” (De
la Torre, Cortes…: 143 y 145). nismo de esas “criaturas quijotescas”, los
diputados y diputadas republicanos, entre
Pero, como se señalaba con anterioridad, los que se contaba la autora, donde se rei-
a pesar de la conciencia del fracaso del Go- vindica los valores de la justicia, la igual-
bierno republicano al perder la contienda, dad, la libertad y la verdad defendidos por
el deseo de Matilde de la Torre es transmi- el héroe quijotesco que trata ya en su pio-
tir un mensaje de optimismo y esperanza nero texto de 1928, Don Quijote, Rey de
a las generaciones venideras, un “futuro” España, donde reflexiona sobre el verdade-
para España: ro significado planteado de los valores qui-
jotescos, elaborando un discurso pionero
Y luego, si “esto” pasa…, si “esto” se ven- que sería después compartido por el con-
ce honrosamente; si la libertad que nos trajo
junto del exilio republicano de 1939.
vuelve algún día…. ¿Cuáles voces resonarán
aquí? ¿Qué se pedirá y que se negará a quiénes
y por quiénes? Y esas tribunas, ahora silencio-
OBRAS CITADAS
sas, volverán a poblarse de gente curiosa, más ABELLÁN, JOSÉ LUIS. “Don Quijote como sím-
bien ansiosa en su murmullo compacto y leve bolo del exilio”, en Alicia Alted y Manuel Llusia
de ciudadanía (De la Torre, Cortes…: 100). (eds.), La cultura del exilio republicano español
de 1939, I, Madrid, UNED, 2003, I, pp. 545-
554.
Entronca así con la idea ya expresada en
1928 sobre la lucha entre la pulsión creadora ALTOLAGUIRRE, MANUE,“Don Miguel de Cervan-
y la inercia conservadora, con la conciencia de tes”, en Manuel Altolaguirre,Obras completas, I,
patrimonio como herencia para generaciones ed. de James Valender, Madrid, Bellatrix/Istmo,
venideras: 1986, pp. 304-308.
AUB, MAX. “Prólogo para una edición popular del
Quijote”, Papeles de Son Armadans, Palma de
Porque Don Quijote es la fuerza creadora y Mallorca, 47 (1960), pp. 105-126.
Sancho la retranca conservadora.
Y si es verdad “todavía” que los valores que AZAÑA, MANUEL. La invención del Quijote, Ma-
representa Sancho implican un bienestar pre- drid, Ateneo, 1930, biblioteca2.uclm.es/bibliote-
cario y una conformidad franciscana, no son ca/ceclm/libros/quijote/5-72.pdf).
por eso la felicidad. La felicidad no es nunca de AZCÁRATE, PABLO DE (ed.). En defensa de la
“hoy”. Es siempre el patrimonio del mañana y República. Con Negrín en el exilio, Barcelona,
no llegaremos a conocerla nosotros… Ni quizá
Crítica, 2010.
los que vengan detrás (De la Torre, 1928: 123-
124). AZNAR SOLER, MANUEL.”Don Quijote y el qui-
DOSSIER

457

jotismo republicano en Entre alambradas, de MATEOS LÓPEZ, ABDÓN. Indalecio Prieto y la


Eulalio Ferrer Rodríguez”, en Esther López So- política española, Madrid, Editorial Pablo Igle-
brado y José Ramón Sáiz Viadero (eds.), El exi- sias, 2008.
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WATT, IAN. Myths of Modern Individualism: Faus-
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University Press, 1996.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

459

Compromiso antifascista
y teatro de resistencia en
el epistolario inédito de el que literatura e ideología caminan muy
Álvaro de Orriols próximas. Entre los esfuerzos que caracte-
rizan el itinerario artístico de nuestro autor
en esta época, se encuentra la recuperación
antonio espejo trenas
en Francia de uno de sus proyectos dra-
máticos más sobresalientes, que asume la
forma de un auténtico dietario en la corres-
Al igual que ocurre con tantos pondencia que recogemos en las siguientes
otros protagonistas del exilio republi páginas.
cano de 1939, la correspondencia de Álva- Si recapitulamos todos los acontecimien-
ro de Orriols1 representa un material im- tos escénicos orriolsanos anteriores al final
prescindible para la reconstrucción de una de la Guerra Civil, hemos de destacar ne-
trayectoria marcada fatalmente por la sole- cesariamente el estreno de España en pie.
dad y el olvido. Ni los rigores de la clandes- Tras su presentación en el Teatro Apolo de
tinidad durante la ocupación nazi ni la ig- Barcelona el 10 de abril de 1937, la obra
nominiosa expulsión del Partido Socialista adquiere un carácter multitudinario al su-
en abril de 1946, ocasionada por su lealtad perar allí los doscientos montajes. De in-
a Juan Negrín, hacen mella en un decidido mediato da lugar a una extensa gira por
compromiso con los valores populares y el Cataluña y llega hasta Madrid, donde me-
movimiento antifascista español, atestigua- rece el elogio del presidente de la Junta de
do en numerosas iniciativas que le llevan Defensa, José Miaja.2 Incluso propicia una
a desempeñar un determinante papel en el campaña benéfica a favor de la República
ámbito de la resistencia democrática desde que es organizada en París por el llamado
su refugio forzoso en Bayonne. La perso- Grupo Teatral Franco-Español, durante el
nalidad del escritor catalán concentra, en sí invierno del mismo año.3
misma, una múltiple experiencia que des- Es comprensible, por tanto, el empeño de
cribe un horizonte ético irreprochable en don Álvaro por perpetuar un hito artístico

1
Este trabajo no hubiera sido posible sin la generosidad y entrega de Mercedes de Orriols Colorado, quien, de
manera entusiasta, abrió las puertas del archivo familiar para satisfacer todos nuestros requerimientos.
2
«El general Miaja y los periodistas», en La Libertad. Diario Republicano Independiente, 11 de diciembre de
1937.
3
«Une pièce espagnole à Paris» (20 de noviembre de 1937); «España en pie» (15 de diciembre de 1937), en Ce
Soir. Grand Quotidien d’Information Indépendant.
460

personal que significaba también la posibi- treno de Rosas de sangre en el Teatro Fuen-
lidad de un teatro adecuado a las necesida- carral, que había presenciado «una noche
des históricas de la época, una herramienta entre bastidores».5 Transcurre el tiempo, y
de combate apropiada frente a la victoria aunque en un primer instante el plan queda
militar franquista o la miserable traición abandonado por falta de sostén económi-
de las potencias aliadas tras el conflicto co, el 30 de mayo de 1946 Monge vuelve
mundial. Sin duda, constituye una de sus a contactar con nuestro autor, asegurando
primeras preocupaciones, y así lo explicita que hace todo lo posible para «proceder in-
mediatamente al ensayo» del drama.
el 3 de junio de 1946 cuando escribe que
Poco a poco, se suceden los preparativos,
«lo que ha faltado en los medios de nuestra
llegan a imprimirse carteles promocionales
emigración es la preocupación y el estímu-
y programas de mano, pero finalmente al-
lo de llevar a las tablas este gran elemento
gunos sobrecostes innecesarios y la ausen-
propagandístico que es el arte teatral, para cia de un presupuesto realista parecen con-
con él crear un renacer de nuestro entusias- denar el espectáculo al fracaso.
mo republicano y presentar al mundo exte- Así mismo, a finales de abril de 1946
rior la gran verdad de nuestra Causa». el autor establece contacto con el Grupo
El arranque de tal proyecto nos sitúa en Artístico Iberia, coordinado por los anar-
las postrimerías de la primavera de 1945. quistas expatriados A. Feijoo y J. Montiel,
El 10 de junio, Orriols remite una carta a representantes de la federación local en
Teodoro Monge Villa, director de una com- Toulouse del Movimiento Libertario Es-
pañía radicada en la ciudad de Toulouse4 y pañol en Francia. En aquella ocasión, el
responsable de la Delegación Española de dramaturgo presenta el drama como «un
S.I.A., a quien ofrece el montaje de ¡Espa- reportaje escénico de nuestra guerra civil y
ña en pie! en términos categóricos. La res- un anatema contra el horrendo crimen de
puesta no puede ser más esperanzadora, e la sublevación franquista» y propone a la
incluso Monge le comenta, en la distancia, compañía «que la representación de esta
«la buena impresión» que le produjo el es- obra en los escenarios […] prestaría actual-

4
Tanto la presencia de Monge como la del grupo Iberia en la escena teatral de la capital francesa están referidas
en el excepcional trabajo Los Amigos del Teatro Español de Toulouse. Historia de un grupo teatral español en el exilio
francés (1959-2009) de Manuel Aznar Soler (Sevilla, Renacimiento, 2010, p. 29).
5
La relación de algunos lances precisos sobre la primera pieza del taller político orriolsano se incluye en uno
de los seis artículos que Orriols suscribe en El Socialista Español entre 1948 y 1949, una verdadera poética de su
concepción del teatro de masas. Cabe recordar que fueron editados por Manuel Aznar Soler en el número doble
X-XI de esta misma publicación (pp. 228-240).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

461

mente un gran servicio a nuestra Causa». Al conjunto de las diecinueve cartas vin-
En el mismo lugar, don Álvaro reconoce culadas a la correspondencia con Monge y
que ha podido recuperar un ejemplar im- las ocho conservadas de la relación con el
preso y ofrece diversas posibilidades para grupo Iberia, hay que añadir un documen-
concretar el montaje, lo que demuestra la to más que atañe a esta cuestión. Se trata
actividad previa del autor como director de la epístola remitida el 3 de diciembre de
de escena de sus propias creaciones. Otro 1946 a Miquel Santaló i Parvorell, a la sa-
elemento que atestigua su prestigio en el zón ministro de Instrucción Pública de la
panorama del teatro social español se en-
cuentra en la demanda, por parte de los
componentes de la formación anarquista,
de la colección literaria «Teatro del Pue-
blo», donde se edita por primera vez el
drama antibélico ¡Máquinas!6
Después de un rápido intercambio epis-
tolar, se fija provisionalmente el 19 de julio
de 1946 para el debut en Toulouse, aplaza-
do debido al imprevisto generado por un
malentendido en la concesión de los permi-
sos, bajo el que se esconde el enfrentamien-
to real del grupo con la formación dirigida
por Teodoro Monge. Algo más tarde, en
una misiva de 23 de agosto que remite Juan
Teixidó, secretario de la M.L.E., se acuerda
una nueva fecha para la presentación de la
obra, hacia finales de octubre. Por desgra-
cia, el proyecto deviene en infructuoso tras
modificar, de nuevo, la cita de la première
para el mes de noviembre.

6
La breve serie impresa, subtitulada como «Biblioteca Popular del Hogar Proletario» y alumbrada por Edicio-
nes Boreal en la Barcelona en guerra, tiene a ¡Máquinas! como primer volumen. El resto de títulos de la colección
también se refieren a destacados estrenos políticos del momento, caso de Águilas negras o los misterios de los
conventos de Arturo Cortada (número 5), Asturias por la libertad de F. Trigueros Engelmo (número 4), Don Quijote
libertado de A. V. Lunacharsky (número 2), La canción de Riego de José Antonio Balbontín (número 3) y Lenin de
José Bolea (número 6).
462

República, donde el dramaturgo se lamen- las doscientas representaciones en el Teatro


ta por la ausencia de apoyo del gobierno en Apolo de Barcelona. [Al margen izquierdo:]
el exilio a su propuesta. No le será a usted desconocido el éxito clamo-
roso que obtuvo.
Sobreponiéndose a esta perspectiva des-
Por tratarse de una obra que refleja a lo vivo
alentadora, Álvaro de Orriols encontraría toda la sinrazón y barbarie de la sublevación
una justa recompensa a su heroica actitud franquista, apoyada por el nazi-fascismo eu-
con el estreno el 20 de julio de 1948, en el ropeo, creo que su representación en los esce-
Teatro Apollo de Boucau, de su pieza anti- narios de Francia sería de una enorme eficacia
fascista Romance de Madrid,7 a la postre [tachado:] [como propaganda de nuestra jus-
el único montaje en casi cuarenta años de ta Causa republicana, y en pro de la España
destierro. Sirva la publicación del sucinto oprimida por Franco y sus esbirros falangis-
y significativo material epistolar que sigue tas].
La obra —teniendo en cuenta los dobles,
como reiterado homenaje a su legado hu-
pues entran bastantes personajes— puede ser
mano y literario. representada por un cuadro que disponga de
once hombres y siete mujeres, comparsería
Epistolario de Álvaro de Orriols y Teo- aparte.
doro Monge Poseo sólo un ejemplar de España en pie,
pero si su representación le interesa, le facili-
taré una copia en cuanto me lo indique.
I Deseando que mi proposición sea de su agra-
Camarada Teodoro Monge do, quedo esperando su grata respuesta, suyo
Director de la Compañía Teatral de SIA y de la Causa
Estimado compañero:
Por el Boletín de la CNT me entero del éxito [Firmado:] Álvaro de Orriols
con que actúa en Toulouse la Compañía por Bayonne, 10-6-1945
usted dirigida. Mr. Teodoro Monge
Soy el autor de varias obras político-sociales, Director de la Compañía Teatral
algunos de cuyos títulos le serán a usted sin Delegación Española de SIA
duda conocidos: Rosas de sangre, Los enemi- Bourse du Travail
gos de la República, Máquinas, Retaguardia, Place Saint-Germain
España en pie…
Esta última, estrenada durante nuestra gue- Toulouse
rra, se mantuvo cerca de cuatro meses en el
cartel del Teatro Pavón de Madrid y pasó de

7
Es reciente la edición de esta obra en la «Biblioteca del Exilio», junto a la versión escénica de Campanarios, a
cargo de Diego Santos Sánchez (Sevilla, Renacimiento, 2015).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

463

II de verdadero compromiso y una de ellas, Por


encima de la ley, podría posponerla a España
[Sello:] Compañía Dramática en pie por ser yo el autor.
Teodoro Monge No necesitaba, aunque lo estimo, nombrar-
me sus obras, pues recuerdo perfectamente la
Montauban, 29 de junio de 1945 buena impresión que me produjeron los dos
[sic] actos o cuadros —no recuerdo bien— de
A Álvaro de Orriols, Bayona su obra Rosas de sangre que presencié una no-
che entre bastidores en el Teatro Fuencarral de
Estimado compañero: Ayer fue en mi poder Madrid, cuando la estrenó la compañía Alco-
su carta de 10 del actual, debido su retraso a riza y con motivo de ir yo a saludar a varios
que, con una parsimonia desesperante, la han compañeros que allí actuaban.
remitido de Toulouse a ésta. Quiero organizar una gira artística por Tar-
Quedo agradecido sinceramente a su ofreci- bes, Pau, Oloron y Bayona, en cuyo caso ten-
miento, y no le digo que me la mande segui- dría el gusto de saludarle personalmente, pero
damente porque, como verá por el programa sin embargo le tendré al corriente del resulta-
que le adjunto, no cuento con el suficiente per- do de las gestiones que le indico para pedirle
sonal para ella, pero precisamente uno de es- o no su obra.
tos días tengo que realizar unas gestiones para Afectuosamente le saluda, quedando suyo y
darle impulso a nuestra actuación y aumentar de la causa antifascista
el cuadro, caso de que las gestiones a que alu-
do den favorable resultado. [Firmado:] Teodoro Monge Villa
Una vez conseguido dicho objeto, tendría un
S/C Teodoro Monge Villa
45, Rue Saint Louis
Montauban (T. et G.)

III
[Carte Postale]

Destinataire
Monsieur Álvaro de Orriols
33, Boulevard Jean Jaurès
Bayonne (B.P.)

verdadero placer y un legítimo orgullo en re- Expéditeur


presentar su obra en los teatros de Francia. Monsieur Monge, Teodoro
Aunque, como observará, la lista de estrenos 45, Rue Saint Louis
es algo larga, solamente las dos señaladas son Montauban (T.G.)
464

Sr. D. Álvaro de Orriols su buen deseo.


Es una pena que, por dificultades de tipo
Muy estimado compañero: económico, no hayamos podido lograr su re-
presentación en los teatros de Francia, pues
Como le ofrecí en la mía, tengo el deber creo que habríamos realizado una gran labor
de participarle que no he podido resolver el republicana y patriótica en beneficio de la
asunto económico para aumentar y mejorar Causa.
la compañía. Hablé con el C.V. y me dijo que En cuanto a los gastos no crea usted que hu-
lo único que podían hacer era encargarse de bieran sido tan extraordinarios como usted
la compañía con el mismo presupuesto. Así es supone. Lo principal era disponer de las figu-
que ahora será SIA la que se encargue de nues- ras que ya le indicaba para el reparto.*
tra actuación. [Manuscrito, al margen izquierdo:] [* Y algo
Crea que me contraría grandemente no po- de comparsería, desde luego; pero para esto
der hacer su obra, pues hubiera sido buena no hubieran faltado españoles que se presta-
propaganda y dinero. Sin embargo, hay que ran].
comprender que para montarla con decencia La peluquería no crea usted que es mucha:
había que gastar bastantes miles de francos, una cabeza de mujer rapada, una coronilla de
empezando por la peluquería especial. cura y dos o tres pelucas de viejo. El vestuario
Cuénteme como un admirador y amigo, sa- lleva algo más: tres o cuatro trajes de guardia
ludándole fraternalmente civil, un oficial y varios moros regulares, tres
sotanas y algunos monos milicianos.
23-8-45 El decorado se puede reducir a: interior (za-
guán) en la casa del Padre Andrés, plazuela
[Firmado y franqueado:] Monge de pueblo, interior de barbería de pueblo, za-
Montauban – Tarn-et-Garonne guán de un cuartel de milicias y un panora-
23.VIII.45 ma de Madrid visto desde la Casa de Campo.
Este decorado se hubiera encontrado aquí, y
IV tal vez hubiera bastado pintar un aplique de
la puerta en que aparece crucificado el Cristo
Bayonne, 28-8-1945 Rojo, y una ferma con la villa de Madrid para
el último acto, ferma necesaria para sacar los
Sr. D. Teodoro Monge efectos del bombardeo.
Montauban (T.G.) Desde luego, la representación no era impo-
sible. Durante nuestra guerra (allá por el año
Estimado compañero: 1938) la obra fue representada en París por un
Cuadro español, con asistencia de personali-
Recibí su atenta carta del 29 de junio, y que- dades políticas francesas de todo el país, y no
dé a la espera de las noticias que usted me debió salir la obra tan mal presentada cuando
anunciaba y que hoy me llegan con su pos- alguna de dichas personalidades me escribió
tal, en la que me anuncia el resultado de sus a España felicitándome y afirmándome que la
gestiones y la imposibilidad de representar mi representación había constituido un exponen-
obra antifranquista España en pie, como era te magnífico de la verdad de España.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

465

En fin, siento, amigo Monge, que las circuns- que, entre lo que tenga la sastrería que me sir-
tancias no nos sean en esta ocasión favorables ve y algo que se hiciera, saldríamos adelante.
y no podamos compartir con la obra el triunfo Con la peluquería sucedería igual, aunque es
que yo con ella le hubiera deseado. poca y no es inconveniente.
En espera de que, en ocasión más propicia, Aquí, la cuestión, amigo Orriols, es salir
podamos llegar a un acuerdo en ésta o en otra adelante en este empeño artístico, al par que
de mis obras, le envío un cordial apretón de patriótico en el sentido de propaganda repu-
manos y quede usted atento amigo y compa- blicana y antifranquista, que tanta falta nos
ñero hace, para hacerle ver al mundo palpablemen-
te la razón de nuestra causa.
Álvaro de Orriols Llevo un año luchando por defender una pe-
queña cantidad de francos que puso a mi dis-
posición un amigo francés y, ahora que ya la
V compañía tiene algún nombre en Francia, creo
no me será difícil buscar unos diez mil francos
[Sello:] Compañía Dramática que calculo me harían falta para los primeros
Teodoro Monge gastos de su obra, a la que quiero hacer una
propaganda que llame la atención.
Montauban, 30 de mayo de 1946 Le ruego me conteste lo antes posible si pue-
do contar con la obra para proseguir las ges-
Sr. D. Álvaro de Orriols tiones o paralizarlas, pues si no es con su obra
Bayona no quiero arriesgarme a molestar a nadie para
nada.
Distinguido amigo: Después de largo tiem- Fraternalmente le saluda su compañero y
po sin comunicarme con usted, cojo la pluma amigo
para anunciarle que estoy haciendo cuanto me
es posible para contar con el personal necesa- [Firmado:] Teodoro Monge Villa
rio y proceder inmediatamente al ensayo de
su obra España en pie, si aún continúa usted P.D. Le adjunto ese par de artículos publi-
con la buena voluntad de ponerla a mi dispo- cados por mí, a ver si está de acuerdo con mi
sición. criterio, aunque han suavizado un poco cier-
En la actualidad cuento con los once hom- tos términos empleados por mí en el original.
bres; lo más difícil es el personal femenino por
la inconveniencia de los desplazamientos; sin VI
embargo, tengo siete y me parece que podré
encontrar el resto. Si en vez de haber caído en 3 de Junio de [194]6
esta población hubiésemos vivido en Toulou-
se, Burdeos, etc., hace tiempo tendría solven- Sr. D. Teodoro Monge
tado este principal inconveniente. Montauban
El decorado, entre las gestiones que usted
hiciera y lo que se pintara, procuraríamos pre- Mi estimado amigo:
sentarlo bien. Luego nos queda el vestuario
466

Recibí su atenta carta del 30 pasado que fuera a un tiempo el grito angustiado del
paso a contestar para comunicarle que veré Pueblo español frente a la indiferencia de las
con sumo agrado que pueda usted coordinar democracias aliadas. Celebraré que su entu-
los elementos necesarios para llegar a la rea- siasmo personal pueda realizar una labor que
lización de su propósito de representar en los hasta ahora han descuidado Partidos y Sindi-
escenarios de Francia mi obra antifranquista cales, pues aunque con retraso la obra llegaría
España en pie. en momentos decisivos para el porvenir inme-
Precisamente creo que lo que ha faltado en diato de nuestra Causa.
los medios de nuestra emigración es la preocu- Accidentalmente he entrado hace poco tiem-
pación y el estímulo de llevar a las tablas este po en relación con el Grupo Artístico «Ibe-
gran elemento propagandístico que es el arte ria» de Toulouse, que me indicó que estaba
teatral, para con él crear un renacer de nues- dispuesto a representar mi obra. Les autori-
tro viejo entusiasmo republicano y presentar cé para ello y hace unos días que les remití
al mundo exterior la gran verdad de nuestra el ejemplar para que empezaran los ensayos.
No he tenido aún respuesta de ellos, y no sé
si han empezado a ensayar o han tropezado
con dificultades técnicas de montaje o reparto.
Espero noticias de un momento a otro, pero lo
pongo en conocimiento de usted para que no
le choque si llegaran a usted noticias de que la
obra se estaba ensayando en Toulouse.
Esto, de todos modos, no es obstáculo para
que usted pueda representar la obra libremen-
te en sus tournées por Francia, y desde lue-
go puede usted realizar las gestiones que crea
oportunas para la realización de su propósito,
en la seguridad de que puede contar con la
obra. En cuanto usted me lo indique, sacaré
una copia mecanografiada de ella y se la remi-
tiré acto seguido.
Le adjunto hoy una cuartilla con el reparto
de la obra, teniendo en cuenta los «dobles»
que pueden admitir. Desde luego sería prefe-
rible que Tía Rufa y Tía Jenara no doblaran.
Pero dadas las dificultades que hay que re-
solver aquí en Francia, la cosa tiene arreglo,
procurando que la caracterización diferencie
bien el «doble». En este caso la obra podrá re-
presentarse con siete mujeres y once hombres,
aparte un niño que apenas habla dos palabras.
Causa y la razón de nuestra resistencia, con- Cualquier niño puede representar ese papel.
densadas en una manifestación escénica que Me alegraré infinito que pueda usted realizar
TEXTOS Y DOCUMENTOS

467

su propósito y que podamos al fin ver la obra personal completo, quiero tener copiados los
representada en Francia, con lo que creo he- papeles, lo más tarde el día 16, para empezar
mos de prestar un buen servicio a la Causa de los ensayos a toda máquina y ver la forma de
España y su República. tenerla en condiciones de ser representada, si
Estoy completamente de acuerdo con usted no falla ninguno de los resortes que hay que
en lo que escribe en los dos artículos que me tocar, para la semana que empieza el lunes 8
envía. El proletariado no se ha dado aún cuen- del próximo mes.
ta del valor enorme que para él tiene la crea- Ya no pienso retroceder en hacer todo cuan-
ción y sostenimiento de un verdadero Teatro to pueda para llevar a efecto el montaje de su
de Masas enfocado hacia la defensa y propa- obra, por ser un proyecto que acaricio desde
gación de sus ideales y reivindicaciones socia- el mes de junio del pasado año, [en] que us-
les. Yo llevo ya un puñado de años tratando ted me la ofreció, pero si hubiese sospechado
de enfocar mi labor en este sentido y tratando que la tenía ya el grupo de aficionados «Ibe-
de crear esa escuela teatral en España. Hay ria», me hubiese abstenido de pedírsela, pues
que confiar en que, cuando volvamos a la Pa- no quiero que se puedan tergiversar las cosas
tria, encontraremos un terreno abonado para cuando cabe darse lugar a enredar la política
impulsar esa creación renovadora, que buena o las conductas personales con el arte.
falta nos hace a todos después de esos años de Estas palabras que no tienen importancia no
teatro anodino, reaccionario y burgués que se las comprenderá hasta que hablemos perso-
adueñó de nuestras tablas. nalmente, pues quiero [que] asista a la prime-
Crea usted que, en mi rincón de este destie- ra representación.
rro, en este sentido trabajo… y espero. Cuento ya con ocho o nueve mujeres y no
Reciba con estas líneas el testimonio de mi hará falta que «doblen» Tía Rufa y Tía Je-
amistad y un afectuoso y cordial apretón de nara, que supongo serán dos características o
manos.
genéricas.
Siento que el niño no tenga papel más im-
Álvaro de Orriols portante, porque tengo una hija de ocho años
que tiene buenas aptitudes artísticas y ha tra-
VII bajado con nosotros bastantes veces con buen
éxito.
[Sello:] Compañía Dramática En fin, si le es posible mandarme dos copias
Teodoro Monge —una para el regidor de escena— me ahorra-
ría un trabajo ímprobo, pues lo tendría yo que
Montauban, 5 de Junio de 1946 hacer a mano por no haber máquina disponi-
ble.
Sr. D. Álvaro de Orriols Afectuosos saludos de mi familia y usted re-
Bayona ciba el afecto fraternal de su amigo
Mi estimado amigo: Recibida hoy su grata
de 3 del corriente, me apresuro a contestarla a [Firmado:] Teodoro Monge
vuelta de correo para que, a marchas forzadas
[sic], me envíe España en pie, pues teniendo el
468

VIII Como verá usted por la lectura, la obra lleva


algo de comparsería. Esto es inevitable en esta
12 de Junio de [194]6 clase de obras de Teatro de Masas. Sin em-
bargo, ya observará que he tratado con cui-
Sr. D. Teodoro Monge dado este punto, procurando que las escenas
Montauban de comparsería vayan apoyadas por el movi-
miento y dicción de los actores, lo que facilita
Mi estimado amigo: el montaje de la obra, sobre todo en tournée,
donde hay que manejar cada día elementos
Con esta fecha termino la copia mecanogra- nuevos y no se pueden improvisar ensayos.
fiada de mi reportaje escénico España en pie, Durante nuestra guerra, la Compañía Salvat
que ya le anunciaba en mi carta anterior que hizo una gira con la obra por toda Cataluña, y
supongo que habrá recibido, junto con una no tropezó con inconvenientes sobre este pun-
copia de las acotaciones de los decorados, y to. Más me preocupa, sobre esto, la cuestión
que le mandé al objeto de que pudiera usted ir económica; pero supongo que no le faltarán
adelantando trabajo. elementos voluntarios en las poblaciones don-
Por dificultades de hallar papel de calco con de actúe, proporcionados por los mismos Par-
la urgencia debida (aquí, tanto éste como el tidos y Sindicales, más tratándose de una obra
papel de cuartillas escasean bastante), no he de propaganda en defensa de la República.
podido sacar una segunda copia para el regi- En cuanto al número de comparsas, eso lo
dor de escena, pero le envío una copia manus- dejo a su discreción de
crita que tenía —y usted, que ha de mon-
que hice antes de tar la obra. Dentro
disponer de má- de lo imprescindible,
quina—, que creo procure usted sujetar-
está bastante clara
se, más que a la letra
y servirá para la
del libro, a sus posi-
misión a que va
bilidades escénicas y
destinada. Esta-
de guardarropía, pues
ba escrita en dos
todo hay que tenerlo
cuadernos, y la he
en cuenta en esta situa-
arreglado en for-
ción anormal de nues-
ma de que queden
dos actos comple- tro destierro.
tos en el cuaderno Otro asunto: himnos
primero, y otro y ruidos interiores.
acto suelto en el Todo esto lo hacíamos
cuaderno segun- en España por medio
do, para que le sea más manejable al regidor. de discos y altavoz. No
Ambas copias se las remito por correo certi- sé si hallará usted medio de disponer el apa-
ficado, y espero llegarán a su poder al tiempo rato y de los discos de aviones y de combate
que estas líneas. de ametralladoras. Si esto no fuera posible,
simplifique lo que pueda, salvando los efec-
TEXTOS Y DOCUMENTOS

469

tos imprescindibles. Pero, sobre todo, procu- y de la «unión sagrada» de todos, que tanto
re que no falten una orquestina o un altavoz defiendo en la obra, y que es el único camino
para ejecutar el «Himno de Riego» a la caída que nos habrá de llevar a la victoria.
del telón del último acto. Este efecto final, con Le advierto que soy socialista y pertenezco a
el himno en la sala y las banderas en el escena- la UGT, pero durante la guerra civil he convi-
rio, puede ser un momento de gran emoción vido dos años con mis compañeros del Sindi-
republicana. cato de Espectáculos de la CNT y me he lleva-
En el cuadro del bombardeo resultan de un do con ellos perfectamente. Y soy tan ecléctico
gran efecto teatral los reflectores en la noche, cuando cojo la pluma para cantar al pueblo,
y las humarreras [sic] que asoman en los edifi- que en un libro de «romances» de nuestra gue-
cios siniestrados de la ciudad. Conviene que el rra cuya edición preparo, no he tenido incon-
escenógrafo cuide bien eso. Puede usted supri- veniente en incluir un «Romance de Durruti»
mir en cambio la bengala. En Barcelona se su-
que es tal vez uno de sus mejores versos. Pero
primió por dificultades técnicas, y no se echa-
todos nuestros compatriotas no son así de
ba en falta. Resultaba, en cambio, muy teatral
comprensivos. Y así nos luce el pelo.
el derrumbamiento del edificio de destrucción,
No quiero terminar estas líneas sin comuni-
pero puede usted suprimirlo si el logro de este
carle que soy también dibujante y que tendré
efecto le reporta dificultades. No afecta en
mucho gusto en hacerle a usted un dibujo que
nada al desenvolvimiento de la escena.
resulte llamativo para la confección de los pro-
Se me ha ocurrido una idea, y tal como se me
gramas.
ha ocurrido se la expongo: Creo sería de muy
Cuando me acuse usted recibo de la obra no
buen efecto para la presentación de la obra el
deje de indicarme si le place la idea. En este
colocar, bien a cada lado del escenario, bien
caso indíqueme a cuántos colores puedo ha-
sobre la concha del apuntador, las dos ban-
deras republicanas española y francesa, como cerlo, teniendo en cuenta el coste actual de es-
signo de confraternidad de ambos países, y tas cosas de imprenta. Hubiera ido muy bien
en atención a que vamos a sacar al escenario la presentación con la bandera republicana,
nuestras propias banderas. También sería útil pero esto representa una tirada a «tres» co-
invitar a autoridades y personalidades france- lores.
sas a la representación, a los fines de propa- Si esto le resultara muy caro, dígame si po-
ganda de nuestra Causa. dría confeccionar el dibujo a base de «dos»
Otra advertencia muy importante: Si nota- colores. Habría que prescindir de la bandera,
ra usted en la obra alguna frase que pudiera pero, a base de la figura del Cristo Rojo, se
suscitar algún roce de tipo político en el pú- podría hacer una cosa bastante efectista. Es-
blico, no tenga inconveniente en advertírmelo. pero sus noticias.
La obra se estrenó así en España; la CNT la Entre tanto, y reiterándole mi deseo de que
montó en Barcelona, y la UGT en Madrid, con alcance con la obra un gran triunfo, le envío
el beneplácito de todos. Pero aquí la gente se un fraternal apretón de manos, de su siempre
ha hecho tan susceptible que hay que tenerlo buen amigo
todo en cuenta, y es preferible sacrificar hoy
una frase en beneficio del conjunto de la obra Álvaro de Orriols
470

IX «reparto», a un solo color y por el otro lado


[sic]. Consulte usted esta solución con el im-
Bayonne, 17 de Junio de 1946 presor y vea si le puede reportar alguna ven-
taja.
Sr. D. Teodoro Monge Si así y todo la tirada a dos colores resulta-
Montauban ra muy cara, he procurado hacer los dibujos
en forma que puedan emplearse «a un color».
Mi estimado amigo: El Cristo Rojo está trabajado a «rojo» y «ne-
gro», colores que en el fotograbado a línea
Supongo en su poder los ejemplares de la dan «negro» los dos. En cuanto al miliciano
obra, así como la carta que los acompañaba. lo he hecho a «negro» y «azul», con lo que
En ella le hacía una sugestión [sic] respecto a bastará decirle al fotograbador que al color
hacerle unos dibujos para los programas, y le azul le aplique la «retícula», y así el «azul»
consultaba sobre los colores que en ellos se pasará a «gris» en la impresión.
podrían emplear. De todos modos, por poco que usted pue-
Después de echada la carta lo pensé mejor. da, creo que los programas ganarían mucho a
Entre pregunta y respuesta se iba a perder mu- dos colores, pues las letras quedarían también
cho tiempo, pues el hacer los dibujos requiere más llamativas. Sólo hay que sacar fotogra-
el suyo, y luego el fotograbador alarga la cosa bado del dibujo [sic]; todas las letras, incluso
unos días más, con lo que —en caso de inte- las grandes titulares, han de ir de imprenta,
resarle mi idea— ya no daría tiempo de tener teniendo en cuenta solamente que guarden la
la propaganda lista para la presentación de la combinación de colores.
obra. En fin, en sus manos pongo mi idea y mis
Me puse, pues, al trabajo, y hoy le remito dibujos para que usted haga con ellos lo que
dos formatos de programa en los que van los crea oportuno y reforme la redacción de los
dibujos y algunas ideas de los temas que pue- programas en lo que le parezca conveniente.
den tocarse para hacer el ambiente de la obra. Adjunto le remito también una foto mía, no
Ya me dirá usted lo que le parece. muy buena, pero que creo hará su papel.
Los dibujos los he hecho a dos colores. Esto Espero que la aparición en Francia de una
quizá aumente algo el coste de impresión, obra antifranquista, ya popularizada en Es-
pero observe usted que lo he hecho en forma paña, ha de despertar gran interés; pero es
que resulte bastante arreglado. Para ello he muy importante fabricarlo un poco con una
procurado que el nombre del teatro, la loca- propaganda atrayente y que se salga un poco
lidad, la fecha, etc., queden en el interior. De del anuncio corriente. Los dibujos entran por
esta manera, la plana del dibujo queda siem- los ojos y le dan más relieve al estreno, lo que
pre igual para todas las localidades. puede ir en beneficio de la obra.
De este modo usted puede encargar una ti- He escogido para los dibujos dos temas que
rada larga de programas solamente impresos me parecen los más destacados de la obra.
por el lado del dibujo [sic], y a dos colores. Uno, el Cristo Rojo, porque simboliza la bar-
De este modo no tendría usted más que coger barie de la agresión franquista (le advierto que
la cantidad de programas que necesitara para el hecho es cierto y que yo he hablado en Bar-
cada localidad, y hacer imprimir en ellos el celona con los milicianos que desclavaron de
TEXTOS Y DOCUMENTOS

471

su puerta al crucificado, en uno de los pueblos que están hechos, me gustaría conservarlos.
del frente de Aragón), y porque me parece que Ya he visto en el «Noticiario» de L’Espagne
en este Cristo Rojo queda simbolizado el pro-
Républicaine la noticia referente a la tournée
pio pueblo español crucificado por las hordas
de Franco. que usted prepara con la obra. Mis amigos
El otro dibujo, el del miliciano, puede te- de esta localidad se han enterado enseguida,
ner también la eficacia de despertar en miles y algunos han venido a «darme la noticia».
y miles de refugiados excombatientes los días
gloriosos de nuestra lucha heroica por la Li- Como ve usted la gente se entera enseguida
bertad. de las cosas. En cartas sucesivas veremos de
Por eso creo que sería conveniente hacer la ponernos de acuerdo para movilizar bien eso
propaganda con ambos dibujos, haciendo
de la prensa. Necesitamos que no falten co-
programas mitad y mitad. En la forma que
yo le propongo hacer la impresión esto no au- mentarios y críticas de estrenos en las distin-
mentaría el coste, pues una vez hechas las por- tas localidades, para que de un modo regular
tadas, al ir a dar una velada a una población aparezca en los periódicos el noticiario de su
no habría más que darle al impresor mitad y
actuación, y la obra se vaya abriendo camino
mitad de la propaganda, para que él rellenara
el interior de ambas mitades con el texto del por los escenarios de Francia.
«reparto». Estaba terminando esta carta cuando se ha
Lo que sí le agradeceré es que, una vez estén presentado en casa, a hacerme una visita, el
hechos los fotograbados, conserve usted los
dibujos. Cuando ya estén hechos los progra- dibujante Argilés. Al saber que le escribía me
mas y no los necesite, le estimaré que me los ha dicho que era amigo de usted y me ha ro-
devuelva. Tal vez, cuando volvamos a España, gado que le incluyera en mi carta unas líneas
me puedan ser útiles para alguna propaganda,
suyas de saludo. Así lo hago, y tengo el gus-
si alguien vuelve a reprisar [sic] la obra y, ya
to de comunicarle a usted que al hablarme de
sus actuaciones por Toulouse, me ha hecho de
usted, como persona y como artista, unas au-
sencias [sic] formidables.
Y sin más por hoy, y en espera de sus no-
ticias e impresiones respecto a los ensayos y
demás, reciba un cordial apretón de manos de
su atento amigo y compañero

Álvaro de Orriols
472

X no sé si para la primera representación podré


llevarla a afecto, por ser tan justo el dinero de
[Sello:] Compañía Dramática que dispongo y haber encargado ya un cliché,
Teodoro Monge precisamente también del Cristo Rojo y un
formato casi igual al suyo.
Montauban, 19 de Junio de 1946 En la hoja que le adjunto verá el decorado
que yo le pedía en el primer presupuesto, en
Sr. D. Álvaro de Orriols lo que ha quedado y del que yo dispongo para
Bayona aplicarlo en las primeras representaciones. El
caso es presentar la obra lo más pronto po-
Mi estimado amigo: Recibí la obra el pasado sible y con la mejor decencia, dentro de las
sábado, no habiéndole contestado a vuelta de escasas disponibilidades. En Toulouse no hay
correo, acusando recibo, por esperar contesta- casas [para] alquilar obras de decorado y en
ción del escenógrafo sobre mi demanda para París o Marsella, que seguramente habrá, me
que pintara lo que yo calculaba más necesario es imposible ir por el eterno inconveniente: el
para presentar la obra con la autenticidad y dinero.
decencia que requiere su interesante e históri- Después, si la primera representación lo per-
co argumento. La leí de un tirón a mi señora mite y si no a la segunda se pintará el resto,
y mi hija, que quedaron encantadas; yo que, puesto que si la suerte nos acompaña quiero ir
con la franqueza que usted usa conmigo —y a París, Burdeos y Marsella.
estimo en lo que eso vale—, le participo que Cuando hablemos, ya le contaré todas las pi-
soy completamente apolítico, me gusta ex- ruetas y sinsabores que me cuesta el llevar al
traordinariamente la forma en que enfoca el escenario su obra. Cuando conozca mi carác-
problema de nuestra lucha, aparte la técnica ter, enemigo de pedir nada a nadie, compren-
y efectos teatrales y literarios, que yo me con- derá mejor todo el interés que estoy poniendo.
sidero con insuficientes dotes para juzgarlos, Soy opuesto en absoluto a todo sectarismo,
pero que aunque sólo sea por la experiencia tanto religioso, político o social, por lo cual
adquirida, sin lisonja, revelan a un autor que coincido con usted en que con cualquier frase
sabe y puede hacer mucho. pudiera alguien sentirse molesto, por lo cual,
Volviendo al escenógrafo, éste me hizo un aprovechando su permiso, suprimiré algunas
presupuesto que ascendía [a] 40.000 francos, frases —muy pocas— para no crear suscepti-
de los que me veía en la imposibilidad de res- bilidades ni herir amor propio mal entendido.
ponder. Reduje mis pretensiones y ya hemos Hoy tengo citada a la compañía para dar
quedado de acuerdo en que hará lo que le en- lectura a la obra, hacer el reparto y empezar
cargo en 18.400 francos, que tengo que entre- seguidamente los ensayos, y de todo le iré po-
garle en tres plazos. Es un escenógrafo espa- niendo al corriente. Como he tenido que hacer
ñol, pero conoce Madrid muy poco y me ha varios viajes a Toulouse para la cuestión del
pedido una maqueta para la vista panorámica, decorado, que es donde lo hacen, retrasé un
y en la imposibilidad de hallar una postal o di- poco la copia de papeles.
bujante que conserve en su retina la silueta del Tendré en cuenta las notas de su carta del 12
Madrid heroico, nadie mejor que usted para y coincidimos en todo, se pondrán las bande-
hacerla, pues nos han gustado mucho los di- ras que se puedan e invitaremos a las autori-
bujos, así como la idea de los programas que dades francesas.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

473

Cuando supe que se estaba organizando la Trasto de edificio destrozado (interior)


Agrupación Profesional de Periodistas le dije Ha quedado reducido
a Fernández Escobés que me diera alguna Dos rompimientos para la plaza
orientación para ingresar en ella, puesto que Embocadura en óvalo
en Marruecos fui redactor-corresponsal de Telón horizonte
varios periódicos, he colaborado en distintas Vista panorámica
publicaciones de España y en algunas de Amé- Aquí pintarán:
rica y durante la guerra fui director del Diario La trinchera
de Tarragona, cuyo nombramiento y carnet, El tanque
firmado por orden público, están en mi poder; El refugio
además fui subsidiado como periodista por La ferma de tierra
la Legación de Méjico y Fernández Escobés Algunos otros pequeños apliques para dar ca-
me dijo le escribiera a París a don Abelardo rácter
García Gandía, pero este señor, a pesar del Yo dispongo:
tiempo transcurrido, no contesta; ¿tiene usted
Casa blanca que, con apliques, se transforma-
relación con él? Me he acordado de esto por
rá en casa del Padre Andrés, Barbería y Cuar-
el membrete de su carta en la que veo es secre-
tel.
tario Emilio Criado y Romero, paisano mío y
amigo, pero no es cosa de escribirle allá. Por ahora, me es imposible el presentarla de
En espera de la maqueta que me pide el pin- otra manera.
tor y con saludos de mi familia y compañeros, _____
le envía un abrazo su amigo y compañero
La sastrería dispone de doce fusiles y vere-
[Firmado:] Teodoro Monge mos la forma de comprar algunas metralletas.
Haremos los correajes y los tricornios. [En]
También pensaba pedirle algún cliché suyo, El uniforme para los civiles aplicaremos unos
pero al enviarme su foto —que agradezco— de sastrería, así como el fez para los moros
es que no tiene y veré la forma de que de ella y gorros de miliciano. Lo más difícil que veo
hagan uno. son las guerreras caqui. Trataremos de bus-
_____ carlas donde quiera. Las sotanas también en
[En hoja aparte:] Primer pedido la sastrería.
Dos rompimientos para la plaza de edificios
destruidos XI
Telón de casa blanca con arcos y portalón
(Cuartel) [Sello:] Compañía Dramática
Embocadura en óvalo para el recuadro Teodoro Monge
Trasto de trinchera
Tanque
Montauban, 8 de Julio de 1946
Telón de horizonte y campo ondulado
Trasto de refugio con boca en un terraplén
Vasta panorámica Sr. D. Álvaro de Orriols
Ferma de tierra en rampa Bayona
474

que, supongo, le habrá manifestado a usted.


Mi estimado amigo: No he contestado antes Los correajes los estamos haciendo nosotros
a la suya del 25 último por ver si le podía dar de lona y luego irán pintados. También hay
algún detalle interesante. que hacer los tricornios. Hasta ahora lo que
Nada; seguimos normalmente los ensayos más difícil veo de encontrar son los uniformes
y hace unos días recibí los dos clichés, junto caqui para los regulares. En fin, si se consigue
con el suyo, que me han hecho en Toulouse. ir superando dificultad tras dificultad, a ver si
Los dos de los programas van a dos colores está todo preparado para empezar en la sema-
y, aunque caros, llamarán la atención, porque na del 28.
los dibujos están muy bien. Al escenógrafo le Saludos de mi familia y compañeros de tra-
gustaron mucho, y el original que usted ha bajo, con un abrazo de su amigo
puesto también es interesante.
A las dificultades propias de la falta de am- [Firmado:] Monge
plios medios económicos para la confección
del decorado hay que tener en cuenta la ca- Supongo habrá visto el anuncio en CNT.
rencia absoluta de madera para embarbillar; Haga lo que pueda en ese sentido, pero sin
tenemos que llevarla nosotros, así que el deco- concretar fecha.
rado hay que hacerlo con vistas a que sea col-
gado y armar lo menos posible. Sin embargo, XII
la ferma de Madrid —que yo también había
[Sello:] Compañía Dramática
previsto aparte del telón— irá armada para Teodoro Monge
que surta el efecto apetecido.
La próxima semana tengo que volver a Tou- Montauban, 5 de Agosto de 1946
louse para ver si queda ya concretada la forma
de llevar el espectáculo, pues quiero que, aun- Sr. D. Álvaro de Orriols
que sea adelantando el dinero por mi sindical, Bayona
aparezca en el exterior libre de toda injerencia
Mi muy estimado amigo: En contra de mi vo-
partidista. Hasta la fecha, las conversaciones luntad he ido demorando la contestación a su
sostenidas a este respecto van por buen cami- interesante carta de 16 del pasado y que yo leí
no y todos convienen en que así debe ser para a la Compañía para darles ánimos, alegrándo-
el mejor resultado económico. se todos de los buenos propósitos que le ani-
Ya le contesté al amigo Argilés sobre su rasgo man. Por mi parte, sinceramente le manifiesto
que toda mi vida sentiría una gran amargura
altruista, pero hacía sólo dos o tres días que le
si no lograse salir adelante con el empeño de
había entregado al escenógrafo el primer pla- realizar la tournée con España en pie y cuyo
zo de 6.400 francos. Después de agradecérse- proyecto constituye, ahora, mi obsesión.
lo le doy algunos detalles para su satisfacción Poco a poco voy logrando los medios eco-
TEXTOS Y DOCUMENTOS

475

nómicos para seguir adelante, y solamente es- cha de ingreso en la Agrupación Profesional el
pero una contestación del Consejo Nacional señor García Gandía.
de la Federación Española de Deportados, que Las dos poesías nos gustan mucho y yo las
patrocinará nuestras tournées, para mandar recitaré muy complacido, pues opino que
hacer la propaganda y, entonces, ponernos de será, después de la obra, como el broche de
acuerdo para intensificar la de prensa. oro que cierre la tremenda acusación con-
El decorado que hacían en Toulouse ya está tra ese… Franco. A la niña también le gusta
terminado y mañana o pasado estará en mi mucho «Muñeca roja» y la recitará en algún
poder. También he escrito a dicha Federación intermedio. A propósito; le manifiesto que,
de Deportados para que hagan gestiones sobre no encontrando un niño adecuado, ella, re-
los trajes caqui en el sentido que usted me in- duciéndole la edad a diez años, saldrá a ha-
dicaba. Si esto no diera resultado buscaríamos cerlo. Ya sé que es aumentar un poco más la
la forma de comprarlos de segunda mano. Los crueldad fascista, ¿pero es que les detenían a
correajes, ya tengo hechos ocho o diez y em- aquellos energúmenos catolizantes edades ni
pezaré a pintarlos en cuanto los tenga todos. sexos? También dirá la niña del primer acto.
Los ensayos van bastante adelantados, aun- Estoy deseando tener esos detalles que me
que algo lentos, porque ya sabe que aquí ca- faltan para hacer los programas y remitirle un
recemos de valores artísticos en quienes se les buen puñado. Por cierto que, a pesar de te-
pueda exigir positivo y rápido rendimiento. ner hechos los dos clichés, va tan alambicado
Tanto mi familia como yo tenemos deseos el dinero que, ahora sólo podemos tirar los
de conocer el proyecto que acaricia y que no carteles y los programas con el Cristo. Como
dejará de ser interesante. Ya sabe que yo estoy aquí va a ser imposible conseguir el teatro
dispuesto a todo lo que sea viable dentro del para fecha próxima, mirando a no tener que
arte y por el arte. hacer desembolso anticipado de viajes, pues
De la obra he suprimido muy escasas frases y nos llevaría un autocar, pienso hacer la obra
ni de la barbería ni de la muerte de Roldán he por primera vez en Albi, capital del Tarn, que
suprimido nada; así que estoy de acuerdo con tiene un buen Teatro Municipal y donde ya
su pensamiento. hemos actuado. Además pueden movilizarse,
Supongo que ya habrá zanjado lo del grupo con una buena propaganda, varias poblacio-
«Iberia», pues frases pronunciadas por ele- nes cercanas donde hay importantes núcleos
mentos de él y que hasta mí han llegado así de españoles.
me lo hace suponer. Por lo tanto, le ruego me
diga si hay algún inconveniente para hacer allí
la obra, caso de que se presentara la ocasión
o que se busque ésta. Sospechaba que no ha-
bía de gustarle al mencionado grupo que yo
hiciese su obra; nunca le gustó que yo hiciese
teatro en Toulouse. ¡Bueno!...
Siento haber ignorado la fundación en Méxi-
co de la Agrupación de Periodistas y Escrito-
res pero, en fin, como esto será circunstancial
y se arreglará en España, ya me mandó la fi-
476

Cuando escriba a Criado Romero, si no tiene párrafo dice así: «Nuestra Delegación de Con-
inconveniente, envíele un afectuoso saludo de sejo en Toulouse nos informa que, por carta
mi parte. ¡Si yo hubiera caído en un país de recibida del autor de España en pie, éste les
habla española con su obra y alguna otra!... manifiesta que nadie puede representar la cita-
¡Pero aquí!... da obra en aquella capital, ya que la exclusiva
No creo, de ahora en adelante, tener que de la misma la tiene el grupo “Iberia” de la F.L.
demorar tanto mi grata correspondencia con del M.L.C.N.T.»
usted para tenerle al tanto de todo. A usted, amigo Orriols, le debe parecer lógico
Agradezco su sinceridad sobre lo que dice que yo me encuentre perplejo, no ante la noti-
referente al asunto económico. Después de cia de que dicho grupo tenga la exclusiva para
conocerle, aunque sólo sea a través de sus sin- representar su obra en Toulouse —que de la
ceras misivas, yo conceptué una indelicadeza redacción del párrafo que copio flota la duda
insinuarle nada a este respecto, pues compren- de si esa exclusiva es general— sino que sea
día que no debía hallarse en condiciones de a la Federación de Deportados a quien usted
aportar dinero a la empresa. se lo reafirme, cuando yo esperaba que me lo
Si continúa por ahí el amigo Argilés, dele re- dijese a mí. Si usted les ha manifestado esto [es]
cuerdos míos. porque haya tenido noticias de que dicha Fede-
Afectuosos saludos de mi familia y de los ración de Deportados tenía encargo de hacer
compañeros, junto con un fraternal apretón gestiones para encontrarme un teatro en la ex-
de manos de su amigo presada ciudad; le diré que sólo eran trabajos
previos para ir ganando tiempo en caso de que
[Firmado:] Monge dicho grupo desistiera de hacer la obra, como
45, Rue Sant Louis así parecía desprenderse de un párrafo de su
Montauban carta del 16.
Que a mí no se me ha olvidado que yo tenía
XIII que esperar la decisión de usted lo prueba el
que yo le decía en mi citada carta del 5: «Por
[Sello:] Compañía Dramática lo tanto, le ruego me diga si hay algún incon-
Teodoro Monge veniente en hacer allí la obra».
No creo que el hecho de que yo hiciese esas
Montauban, 29 de Agosto de 1946 gestiones sea causa de enfado por su parte,
único motivo, a mi entender, de su prolongado
Sr. D. Álvaro de Orriols silencio, pues a mí me dolería grandemente que
Bayona me creyese capaz de haber cometido la ligereza
de poner su obra en Toulouse, sin contar antes
Mi estimado amigo: El día 5 del actual le con usted.
escribí a usted, contestando a la suya del 16 Yo tengo un concepto muy elevado de la éti-
de julio; extrañado de su silencio me disponía ca personal y, en lo que pueda tocar al grupo
a coger la pluma para preguntarle si ocurría «Iberia», estoy procediendo con una exagerada
alguna novedad, cuando esta misma mañana delicadeza para evitar roces molestos, cosa que
recibo de París una carta del Consejo Nacional no han hecho conmigo, y de ello se convencerá
de la Federación de Deportados, cuyo primer el día que podamos hablar personalmente.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

477

Yo le ruego, para continuar adelante con el indiqué algo de esto en mi carta anterior, pero
entusiasmo que hasta aquí, me diga lo que ocu- hasta ahora no he tenido suerte en el asunto.
rre, esperando que este pequeño incidente no Otro motivo de mi demora ha sido el esperar
habrá hecho variar en nada su posición res- la aparición en L’Espagne Républicaine de un
pecto a mí. artículo de Mario Aguilar ocupándose de Es-
Le saluda fraternalmente con un apretón de paña en pie. Ha prometido hacerlo y no creo
manos, su amigo y compañero que tarde mucho en ocuparse del asunto. Ese
comentario de Aguilar hubiera, seguramente,
[Firmado:] Monge facilitado mis gestiones, y a usted le hubiera
dado un buen «empujón» para resolver las
Es probable que la temporada de vendimias dificultades con que tropieza para alcanzar la
nos haga retardar un poco el comienzo de la representación de la obra.
Tercer motivo de mi demora ha sido el poder
tournée. contestarle a usted categóricamente sobre su
indicación de representar la obra en Toulouse,
XIV en el caso de que el Grupo «Iberia» hubiera
desistido de hacerlo. Como yo no había vuelto
Bayonne, 30 de Agosto de 1946 a tener noticias de ellos y no sabía en qué es-
tado se hallaba el asunto, les escribí rogándo-
Sr. D. Teodoro Monge les me dijeran sus proyectos para, en caso de
Montauban que renunciaran al estreno, poder yo disponer
libremente de la obra. Por carta que he recibi-
Mi estimado amigo: do, en respuesta a esa mía, me entero de que
el 21 del actual han repartido papeles y han
Acabo de recibir su atenta de ayer 29 co- empezado los ensayos.
rriente, que me ha causado verdadera sorpre- Supongo, pues, que la carta que han presen-
sa, pues no estoy enterado en absoluto de lo tado a la Delegación del Consejo en Toulouse
que usted me comunica respecto a la Delega- debe ser la antigua carta mía en que les autori-
ción de Consejo en Toulouse de la Federación cé a representar la obra en la citada población;
de Deportados. pues ni yo me he dirigido a dicha Delegación
No le he escrito estos días pasados para con- ni conocía su existencia.
testar a su carta del 5 actual por razones dis- Esto aclarado, comprenderá usted que yo
tintas, aunque relacionadas con la obra, y que no podía molestarme porque usted hiciera
a renglón seguido le voy a exponer. sondeos para la representación de la obra en
En primer lugar le diré que he estado ha- Toulouse en el caso de que el Grupo «Iberia»
ciendo gestiones para ver de hallar un «caba- desistiera del estreno. De haber ocurrido esto
llo blanco» que quisiera financiar, no ya sólo así, yo hubiera tenido mucho gusto en auto-
nuestras representaciones en Francia de Es- rizárselo a usted, pues la cosa era completa-
paña en pie, sino una verdadera campaña de mente natural.
propaganda republicana teatral a base de esa Crea, amigo Monge, que me tiene verdade-
obra y otras dos de palpitante actualidad, que ramente disgustado el incidente, pues estimo
creo que en estos momentos hubieran pres- en lo que valen sus esfuerzos por montar mi
tado un gran servicio a nuestra Causa. Ya le obra, pero confío en que —vencidas estas di-
478

ficultades iniciales— acabará usted por hacer En mi poder su carta del 2 actual y el pa-
por Francia una magnífica tournée. quete con los programas impresos que me han
Por si ello le facilita sus gestiones cerca del parecido muy bien y muy llamativos. Lástima
Consejo Nacional de Deportados, le adjunto que su coste no permita distribuirlos con más
una carta para él, en la que procuro aclarar profusión. Me parece también muy bien lo de
las cosas, para que mi autorización al Grupo los cien carteles; si le sobra alguno, resérveme-
«Iberia» para representar la obra en Toulou- lo, pues me gustaría conservarlo.
se no sea interpretada como una concesión de Con los programas que me envía voy a ini-
«exclusiva general». ciar mis gestiones para preparar a su actua-
Espero que con dicha carta podrá usted acla- ción una buena propaganda, tanto de prensa
rar las cosas ante el Consejo Nacional de De- como en diversos sectores de nuestra emigra-
portados de París, y se le facilitarán sus gestio- ción en Francia. Cuando sea el estreno, lo mis-
nes cerca de él, en el caso de que esté dispuesto mo que en las sucesivas representaciones, no
a apoyar o financiar sus proyectos de tournée deje de mandarme algunos programas de los
por Francia. sencillos, así como algún comentario particu-
Nada me dice de cómo andan los ensayos. lar de cómo ha sido acogida la representación,
¿Recibió usted ya los decorados? ¿Ha podido para que con ello yo pueda hacerle algo de
resolver lo de los trajes caqui? ambiente por ahí. Esto aparte, usted no deje
Siento el retraso que me indica para el co- de «marear» directamente a cuantos amigos
mienzo de la tournée. Como hombre abstemio tenga usted en la prensa de la emigración para
que soy, nunca me hubiera imaginado que las que se ocupen de la obra.
vendimias pudieran ejercer influencia en los Siento lo que me dice del escenógrafo. Cele-
destinos de mi obra. En fin: roguémosle a braré su mejoría y que usted pueda resolver
Baco que la cosecha sea buena para que vayan lo del decorado que ha quedado sin terminar.
luego los vendimiadores a dejarse los benefi- Me parece una solución lo de vestir a los mo-
cios en la taquilla. ros como me indica. Creo que, observándoles
Sin otro particular por el momento, y ro- el fez y la faja roja, el efecto quedará logrado.
gándole transmita mis afectuosos saludos a su No tengo noticias que mandarle por el mo-
familia y demás compañeros, reciba un cor- mento. En espera, pues, de las suyas, y con
dial apretón de manos de su siempre amigo y mis saludos a su familia y compañeros, reciba
compañero un cordial apretón de manos de su buen ami-
go y compañero
Álvaro de Orriols
Álvaro de Orriols
XV
Bayonne, 8 de Octubre de 1946 XVI
[Sello:] Compañía Dramática
Sr. D. Teodoro Monge
Teodoro Monge
Montauban
Montauban, 13 de Octubre de 1946
Mi estimado amigo: Sr. D. Álvaro de Orriols
TEXTOS Y DOCUMENTOS

479

Bayona
Mi estimado amigo: A su interesante carta de 8 del actual, no he contestado a vuelta de correo
por hallarme fuera a ver si podía organizar por aquí cerca un par de funciones con el fin de re-
caudar fondos para comprar los pantalones caqui y terminar las demás cosillas que faltan para
poder comprometerme en Albi, pero no he logrado nada viable, así que, como le decía en mi
anterior, no sé por donde tirar.
El plan artístico que me expone en la suya me parece que sería admirable tanto por las obras,
si son verdaderamente imparciales —que, tratándose de usted, así lo creo— como por la enorme
labor antifascista a favor de la España esclavizada que podíamos hacer en Francia y, en el plan
económico, aun más en el Marruecos francés que, sin contar con el gran número de exiliados,
hay una crecida colonia española y un buen tanto por ciento de moros que hablan español. Yo
lo he recorrido ya con compañía de dramas y de zarzuela y nos defendimos muy bien.
Para llevar a la práctica el proyecto que me indica, yo tendría que reformar la compañía —tres
o cuatro elementos, porque algunas figuras no quieren perder su empleo y otras, sus familiares,
les impiden o no les autorizan las largas ausencias que nos harían falta—; así que, caso de que
le parezca bien la forma que le indico, habría de contestarme lo antes posible para yo ponerme
en relación con los sustitutos y ver si ganábamos en calidad que, honradamente, así lo espero.
Sería cuestión de tardar quince o veinte días más en empezar para aceptar a los nuevos.
Lo del nombre de la compañía también lo creo oportuno, así pues a los programas y carteles
sólo habría que añadir: Compañía República, dirigida por tal; y en sitio visible y destacado:
Dirección artística, Álvaro de Orriols. La empresa no creo oportuno que figure, porque así se
podrían rehuir mejor algunos impuestos a favor de ella misma.
Caso de que yo no hubiese podido empezar por mi cuenta, los cien carteles y mil programas
podrían servir para los dos o tres primeros negocios de la nueva empresa, por eso lo cuento
como gasto no reintegrable, así como clichés, sala de ensayos y transporte del decorado de
Toulouse [a] aquí.
En hoja aparte, va el presupuesto de gastos con los cálculos que yo puedo hacer y que no son
más que aproximados, creyendo que, en la realidad, más bien tenderán a disminuir. Sobre el
decorado, ya nos pondríamos de acuerdo sobre la forma de reintegrar su importe, si quedara
para nosotros; esto no es obstáculo ninguno.
Viniéndose usted aquí creo [que] podríamos realizar el plan artístico más rápidamente.
En espera de sus gratas noticias, reciba saludos de mi familia y compañeros, junto con el apre-
cio de su buen amigo y compañero
[Firmado:] Monge
P.D. Los sueldos de compañía van reducidos a lo estrictamente necesario para vivir de
hotel en hotel, teniendo en cuenta que seremos veintidós o veintitrés personas.
Aparte, le envío programas y carteles.
480

[En hoja anexa:] Presupuesto aproximado de gastos para empezar

Débito de compañía a reintegrar inmediatamente 20.400


Compra de pantalones caqui para los «moros» 5.000
Preparación de la primera tournée de 25 o 30 funciones 6.000
Primer viaje a Carcassonne o Albi, por ejemplo 6.000
Anticipo de dos sueldos a la compañía 28.300
Compra de 5 ametralladoras 500
66.200

De estos 66.200 francos, son reintegrables a la empresa:

De los 20.400 del débito de compañía 13.882


Anticipo de sueldos a la compañía 28.300
Total a reintegrar 42.182
Capital efectivo empleado 24.018

Forma de reintegrar a la empresa los sueldos de compañía. Al pagar la semana, descuento de


un sueldo a cada artista, y los 13.882 restantes a descontar a prorrateo en catorce funciones.
Calculando un ingreso bruto de 50.000 francos en un teatro como el Municipal de Perpignan:

Teatro con todos los impuestos, incluso derechos de autor 10.000


Compañía, sastrería y peluquería 16.350
Tanto por % de viajes (1) 4.000
Propaganda 4.000
34.350
Beneficio líquido para la empresa 15.650
No sé si alguna empresa querrá ir al tanto por %. Hasta ahora, siempre nos ha costado un
tanto fijo el local. Deben buscarse los teatros municipales, que son más económicos.
Aunque el total de los viajes es por cuenta de la empresa de compañía, pongo tanto por %
porque unas veces costará más y otras menos; según la distancia que haya de la plaza que deje-
mos a la que vayamos.
Si algún detalle se me olvida o tiene alguna duda por la forma de exponerlo, no tiene más que
decírmelo.

[Firmado:] Monge
TEXTOS Y DOCUMENTOS

481

XVII XVIII
Toulouse, 5 de Junio de 1950

Graulhet, 29 de Marzo de 1948 Sr. D. Álvaro de Orriols

Sr. D. Álvaro de Orriols Mi estimado y buen amigo: Sin noticias de


Bayona usted desde hace mucho tiempo, tengo el de-
ber de comunicarle que, estando próximo mi
Mi querido amigo: Por razones económicas, viaje a la Argentina para reunirme con mi her-
y para estar junta toda la familia, hace unos mana, residente allí hace muchos años, le re-
días que hemos trasladado nuestra residencia cuerdo que conservo cuidadosamente su obra
a esta villa industrial [de] encurtidos. España en pie.
Al venir aquí, también hemos tenido en No sé, a mi llegada a aquel país, si podré
cuenta el acercamiento a Toulouse, aunque, dedicar mis actividades al cultivo de mi profe-
por ahora, toda actividad artística ha cesado sión artística, debido a la falta de medios eco-
por falta de ambiente en que moverse. nómicos que en la actualidad me encuentro;
Parece advertirse cierto nerviosismo en los por lo tanto, usted me dirá si quiere que le
medios exilados, empezando por el Gobierno, devuelva los ejemplares de su obra o si, por el
que se rumorea su traslado a Venezuela para contrario, le parece bien que me la lleve por si
próxima fecha. pudiera hacer algo para su estreno allí, aun-
que ya sabe usted el rumbo de la política que
Mirando el panorama del belicismo exten-
actualmente impera.
dido por Europa y la garra monárquico-fran-
No descuidaré el envío de los dibujos.
quista sobre nuestra desgraciada España, la
Esperando sus gratas noticias, reciba afec-
miseria que allí campea, harán que el arte
tuosos saludos de mi familia, dándoselos de
teatral tenga un desarrollo precario durante
nuestra parte a la suya, junto con un fraternal
varios años, por lo cual quizá me decida a
apretón de manos de su amigo
probar fortuna en el nuevo continente.
Y usted, ¿sigue contrario al embarque?
[Firmado:] Teodoro Monge
Como ésta no tiene otro objeto que comuni-
carle la nueva dirección, no me extiendo más. 1, Rue Bertrand de Born
Saludos afectuosos de mi familia para la XIX
suya, junto con un abrazo de su amigo y com-
Toulouse, 17 de Junio de 1950
pañero
[Firmado:] Monge Sr. D. Álvaro de Orriols
Bayona
Dirección
3, Rue Dr. Bastié Mi muy apreciado e inolvidable amigo: Su
Graulhet (Tarn) grata en mi poder, me apresuro a enviarle por
correo aparte, los dibujos que tantas veces la-
mentaré no haber podido popularizar con la
482

propaganda de su obra, debido a la podrida hacer al llegar a la Argentina para ganar el


cuña de la envidia que se metió por medio, sustento, pues si bien llevo la ventaja de no te-
desbaratando mis planes artísticos. Los del ner que preocuparme de la casa por disponer
«Iberia» podrían decir algo sobre esto. de la de mi hermana —calle Ramsay 1815,
Tenga la absoluta seguridad que la carta a Buenos Aires—, el rumbo que tome depende
que alude no llegó a mi poder puesto que, de las circunstancias favorables o adversas
como todas las suyas, habría sido contestada que encuentre en el ambiente en que empiece
con mucho gusto. Y no le extrañe que no la a moverme. Mis esfuerzos, naturalmente, ten-
recibiera, porque desde la salida de Sète has- derán a ejercer mi profesión, pero haré toda
ta nuestra venida a Toulouse cambiamos dos la resistencia posible a depender de otro para
veces de residencia. Luego estuve unos cuatro no anularme y esto, sin dinero, es muy difícil
meses de spiquer [sic] de la «Radio CN1, al conseguir; usted lo sabe bien.
Servicio de la Liberación de España», hasta Respecto a su encargo, tenga la firme con-
que fue desautorizada. Por eso tuve ocasión fianza de que haré cuanto esté a mi alcance
de hablar en tres ediciones sobre el estreno de para complacerle. Lo creo un deber.
su obra última. La fecha de embarque no la sé, suponien-
Nos vamos allá… He resistido durante de- do será a últimos de éste o primeros del que
masiado tiempo a la tentación de alejarme de viene, pues ya sólo depende del tiempo que
los escenarios patrios, donde me forjé, si no tarden en proporcionarnos plaza en el barco.
un nombre artístico ni una fortuna, sí una ex- Tenemos visado el pasaporte, inclusive.
periencia del arte teatral y una pequeña aureo- Reciba saludos afectuosos de mi familia para
la de actor serio y formal. Ya sé que estas cua- la suya, con un abrazo sincero y fraternal de
lidades en los tiempos que corremos no valen su amigo
gran cosa y más bien son un lastre que habría [Firmado:] Teodoro Monge
que arrojar de sí, si uno tuviera menos años;
pero cuando se nace con una forma de ser, con P.D. Acepte ese pequeño recuerdo del exilio.
un carácter o temperamento contra-profesión
—podríamos decir—, aunque uno se dedique
a la escena, no sabe hacer comedias fuera de Correspondencia con el grupo artístico
ella, siendo este inconveniente el que más me
ha perjudicado para el aprovechamiento de «Iberia»
mi carrera artística.
¡Cuánto nos alegraría saber que su sacrifi-
cio intelectual para adentrarse en la literatura I
francesa había sido recompensado artística y
económicamente! De todas formas, ese éxito 29 de Abril [194]6
local alcanzado en la lectura de su obra lo
conceptúo un paso firme para llegar al triun- Compañeros A. Feijoo y J. Montiel
fo. Créame que me emociona la alegría de sa- Directores del Grupo Artístico «Iberia»
ber sus éxitos. Toulouse
Vuelvo a repetirle que no tengo, por ahora,
ni idea remota de qué es lo que tendré que Estimados compañeros:
TEXTOS Y DOCUMENTOS

483

Llega a mis manos un programa del festival esta razón que hoy me dirijo a ustedes ofre-
que celebraron ustedes ayer en Toulouse con ciéndoles mi obra por si creen oportuno re-
la presentación de Abajo las armas. Me habían presentarla, cosa que vería con sumo agrado.
hablado ya de ese Cuadro Artístico y hoy, por La representación de España en pie en las
el citado programa, me enteré con satisfacción circunstancias actuales representaría un noble
de que continúan actuando, y encuentro en él esfuerzo en pro de la República, pues volvería
las señas para dirigirme a ustedes. a despertar en la conciencia de la Emigración
Supongo conocerán ustedes mi labor teatral todo el dolor de un pasado que hemos vivido
en España, especialmente la que se relaciona intensamente, y volvería a despertar también,
al teatro político: Rosas de sangre, Los ene- con el pasado, el imperativo de la fe, de la
migos de la República, Cadenas, Máquinas, unión de todos y de la Resistencia para salvar
España en pie, etc. a España y volver a ganar la Libertad.
Es de esta última que les quiero hablar. Creo, sinceramente, que ha faltado una obra
Indudablemente recordarán ustedes el gran- de esta índole en las representaciones que la
dioso éxito que alcanzó en España durante Emigración política española ha celebrado
nuestra guerra. Se le dieron unas doscientas aquí en Francia. Y ustedes, con su magnífico
cincuenta representaciones en el Teatro Apolo Cuadro Artístico, pueden llevar a los escena-
de Barcelona (las últimas en el Teatro Espa- rios de Francia el grito angustiado del Pueblo
ñol) por la Compañía de Salvador Sierra. La español.
Compañía Salvat hizo una tournée con ella La obra tiene tres actos, divididos en seis
por todo Cataluña, y en el Teatro Pavón de cuadros y un entrecuadro a mitad del tercer
Madrid estuvo en cartel cerca de cuatro me- acto. Puede simplificarse bastante su montaje.
ses, a teatro lleno. Ya saben ustedes que este Aunque en ella entran bastantes personajes,
número de representaciones constituye en Es- hay muchos papeles cortos, y se pueden «do-
paña un verdadero acontecimiento artístico. blar» perfectamente. La obra puede represen-
Como detalle complementario puedo añadir tarse holgadamente con el reparto siguiente:
que, en poco más de tres meses se agotaron, 6 mujeres 11 hombres Un niño de 14 años
sólo en Cataluña, cinco ediciones de la obra. (que apenas habla) [sic]
España en pie es un reportaje escénico de Sus decorados son un zaguán de una casa de
nuestra guerra civil y un anatema contra el pueblo; una plazuela del mismo pueblo; un
horrendo crimen de la sublevación franquista. interior de barbería pueblerina; un cuartel de
En el transcurso de sus cuadros puede verse lo Milicias en Madrid; y un exterior de campo,
que fue la lucha del pueblo español, masacra- del frente de Madrid, en los alrededores de la
do por las hordas de Franco ante la indiferen- capital.
cia de las entonces llamadas democracias. Es Por casualidad he podido recuperar un ejem-
la razón de nuestra lucha y la reconstitución plar de la obra. Si les interesara mi proposi-
escénica del crimen que el mundo actual no ción, tendré mucho gusto en remitirles una
debiera olvidar. copia mecanografiada. Con ella les enviaré un
Creo que la representación de esta obra en reparto de los «dobles» a fin de facilitarles su
los escenarios de Francia prestaría actualmen- distribución.
te un gran servicio a nuestra Causa, y es por Entre tanto, y en espera de su grata respues-
484

ta, queda de ustedes y de la Causa atento ami- los posibles [sic] para hacerse acreedores de
go y compañero la confianza que el autor de España en pie ha
q.e.s.m. puesto en ellos.
álvaro de orriols También le agradeceríamos que si está en sus
posibilidades el podernos facilitar otras obras
S/C: Álvaro de Orriols del Teatro del Pueblo, se lo agradeceríamos en
33, Boulevard Jean Jaurès gran manera.
En espera de sus gratas noticias, queda suyo
Bayonne (B.P.)
y de la causa.
Por el Grupo Artístico «Iberia»
II El Secretario
Movimiento Libertario Español
en Francia – CNT [Firmado y sellado:] Juan Teixidó
Federación Local Federación Local de Toulouse
M.L.E. en Francia
Grupo Artístico «Iberia»
Dirección; Grupo Artístico «Iberia»
Bourse du Travail, Salle nº 4
Toulouse, le 4 de mayo [sic] 1946 Place St. Sernin
Compañero Álvaro de Orriols
Toulouse (Hte. Gne.)
Bayonne
Estimado compañero:
En nuestro poder la suya muy atenta, la que III
[sic] ha causado muy grata impresión entre 9 de Mayo [194]6
los compañeros de este Grupo Artístico y le
agradecen en gran manera la atención que con
nosotros ha tenido, al ofrecernos su obra Es- Grupo Artístico «Iberia»
paña en pie. Bourse du Travail, Salle nº 4
Su ofrecimiento, pues, ha sido bien recibido Toulouse
y le agradeceríamos que a la mayor brevedad
que le sea posible, nos quiera enviar una copia Estimados compañeros:
de su obra España en pie, pues en principio
tenemos acordado el representarla en la fecha Ayer recibí su atenta carta del 4, que paso
a contestar para manifestarles mi satisfacción
del 19 de julio, ya que creemos que es una fe-
por la grata acogida que ha hallado entre us-
cha muy apropiada para darle un mayor real- tedes la idea de representar mi obra España
ce a dicha obra. Además haremos los posibles en pie.
[sic] para poderla representar en uno de los Me han hablado muy bien del acierto y las
mejores teatros de Toulouse. facultades de su Grupo Artístico, y estoy do-
Desde luego podemos decirle que por parte blemente satisfecho, pues creo que lograrán
del Grupo «Iberia» se procurará hacer todos ustedes un gran éxito personal con la obra, y
TEXTOS Y DOCUMENTOS

485

todos nosotros realizaremos con su presenta- IV


ción en el destierro una labor verdaderamente
patriótica en pro de la verdad de España y de 15 de Mayo [194]6
la Causa republicana que defendemos.
Hoy mismo me pongo al trabajo para en-
viarles la copia mecanografiada, que espero Grupo Artístico «Iberia»
obrará en poder de ustedes dentro de la se- Bourse du Travail, Salle nº 4
mana próxima. Me parece muy bien la fecha Toulouse
del 19 de julio para el estreno de la obra en
Toulouse, por el simbolismo que encierra. Por Estimados compañeros:
otra parte, la obra lleva bastante movimiento,
y así dará tiempo a cuidar bien la presentación Cumpliéndoles lo ofrecido en mi carta del 9
y los ensayos; especialmente aquellas escenas actual les remito por correo certificado, y con
de masas que requieren la intervención de la fecha de hoy, el ejemplar mecanografiado de
comparsería, y que en ensayos precipitados se España en pie.
pueden difícilmente conjuntar. Me alegraré de que obtengan con ella el éxi-
Respecto a la pregunta que me hacen sobre to que les deseo. Siento no poder colaborar
otras obras de Teatro del Pueblo, debo decir- personalmente con ustedes en el montaje y en-
les que no poseo ninguna. De las mías me ha sayos de la obra. De todos modos, cualquier
sido imposible hallar ningún ejemplar, a pesar duda que surgiera a este respecto, no tengan
de que hice una llamada pública, hace meses, ustedes reparo alguno en consultarme lo que
en las columnas del periódico CNT. Pienso sea, que yo procuraré darles todas las acla-
que el que posea algún ejemplar no se decide a raciones que precisen para facilitar su mejor
desprenderse de él. Tal vez si ustedes insistie- presentación.
ran, podrían encontrar alguna de esas obras, Por el momento, y en unas cuartillas adjun-
tas, les mando unas notas relativas a los de-
pues están publicadas.
corados. Con ellas van también unas adver-
Rosas de sangre o El Poema de la República
tencias para el segundo apunte, que creo le[s]
y Máquinas son dos obras que irían muy bien
serán de utilidad.
para ser representadas en la actualidad, si se
Nada más por el momento. No dejen de
pudieran encontrar.
mandarme noticias e impresiones sobre la
En todo caso yo he trabajado bastante en el
marcha de los ensayos y de cuanto relaciona-
destierro y tengo cosas nuevas que preparo do con la obra crean ustedes de interés.
con miras a nuestra vuelta a España. Una vez Reiterándoles mi deseo de que logren con
estrenada España en pie, y si nuestro exilio se mi drama el triunfo que su Cuadro Artístico
alarga por desgracia, ya tendremos ocasión de merece, reciban todos el cordial saludo de su
estudiar la representación de alguna de ellas.
Entre tanto, y hasta el envío del ejemplar, siempre atento amigo y compañero
quedo de ustedes y de la Causa, atento amigo álvaro de orriols
y compañero

álvaro de orriols [Manuscrito:] Suprimido


486

[Tachado:] Nota: Bourse du Travail, Salle nº 4


Soy dibujante también y tengo la costumbre Toulouse
de ilustrar mis obras. En esta ocasión tendría
el gusto de dibujar el programa. Si la idea les Estimado compañero:
parece bien, díganmelo. E indíquenme si se
podría hacer en color, pues creo que estaría Extrañadísimo de no haber recibido ninguna
muy obligado —dada la índole de la obra— respuesta suya a mi carta del 15 pasado mayo,
que apareciera en él la bandera republicana, ni acuse de recibo del ejemplar de mi obra Es-
intercalada al dibujo. paña en pie que, con la misma fecha, les envié
por correo certificado, y sin ninguna noticia
de ustedes a pesar del mes transcurrido, todo
V me hace suponer que han tropezado con difi-
cultades para el montaje de la obra y que han
renunciado a su representación.
21 de Junio [194]6 Le agradeceré, pues, que a vuelta de correo se
sirva remitirme mi ejemplar mecanografiado,
Compañero Juan Teixidó pues no dispongo de mucho tiempo para hacer
Secretario del Grupo Artístico «Iberia» nuevas copias y lo tengo en mucha estima.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

487

Sin otro particular, y con mi atento saludo pero ciertas dificultades técnicas lo impidie-
para todos ustedes, queda de usted amigo y ron entonces. Últimamente, hallándose él en
compañero condiciones de volver sobre el intento, me ha
q.e.s.m. comunicado su deseo. Yo le he mantenido,
naturalmente, mi anterior autorización para
álvaro de orriols
representar mi obra en Francia, aunque ya le
S/C: 33, Bd. Jean Jaurès - Bayonne advertí que ustedes estaban autorizados para
representarla en Toulouse, por lo cual el estre-
VI no en esa plaza estaba reservado a su Grupo
Artístico.
27 de Junio [194]6 Por lo que se refiere a otras poblaciones de
Francia comprendan ustedes que tanto mi in-
Al compañero Juan Teixidó terés como mi deber de patriota están en di-
Secretario del Grupo Artístico «Iberia» fundir con mi obra la verdad de España a los
Toulouse cuatro vientos, y colaborar con mi pluma y en
la medida de mis fuerzas al mejor triunfo de la
Estimado compañero: Causa, en beneficio de la República. Sería en
mí absurdo y antipatriótico el limitar el área
Recibí su carta del 22 actual, a la que paso de sus representaciones.
a contestar. Me extrañó, efectivamente, no re- Espero, pues, que logren ustedes resolver
cibir ninguna noticia de ustedes acusándome pronto las dificultades de local para empezar
recibo de la obra y, más que nada, su prolon- los ensayos, y me alegraré de que obtengan un
gado silencio, ya que desconocía las causas. gran éxito con el estreno.
Supuse, pues, que —fuera por dificultades de Les ruego, únicamente, que me tengan al co-
montaje, o por otras razones— habían ustedes rriente de sus planes respecto a la obra y de la
desistido de representar la obra. marcha de sus trabajos para su presentación.
Me entero por su carta de las causas del Consúltenme así mismo, con entera libertad,
retraso y de las gestiones que realizan para si tuvieran alguna duda sobre cuestiones de
encontrar local para los ensayos. Si ustedes montaje. Y, desde luego, pueden ustedes con-
siguen interesados en representar la obra yo, servar el ejemplar si les es útil.
desde luego, les mantengo mi autorización. Sólo en el caso de que renunciaran por al-
Pero no puede extrañarles que, como autor de guna causa a la representación de la obra, sí
la obra y como profesional, tenga interés en les agradecería que me lo devolvieran, pues no
conocer la marcha de los ensayos y otros deta- dispongo de copias ni de mucho tiempo para
lles de su presentación, ya que mi firma juega hacerlas, y es conveniente siempre el conser-
en el resultado, y es ésta tal vez la primera y varlas.
única obra antifranquista que va a aparecer Sin más, y con mi saludo a todos los compa-
hoy en los escenarios de Francia. ñeros, queda suyo y de la Causa republicana,
Respecto a la noticia publicada por L’Espag- atento amigo y compañero
ne Républicaine he de decirles que hace ya un
año tratamos el compañero Teodoro Monge álvaro de orriols
y yo sobre la posibilidad de presentar la obra,
488

N./ No dejen de decirme si continúan con el la Causa Antifascista.


proyecto de presentar la obra el 19 de julio Por el Grupo «Iberia»
o, cuando menos, la fecha aproximada del es- El Secretario
treno. [Firmado y sellado:] Juan Teixidó
Federación Local de Toulouse
VII M.L.E. en Francia

Grupo Artístico «Iberia»


VIII

Toulouse, a 23 de Agosto de 1946 Grupo Artístico «Iberia»


Toulouse, a 7 de Octubre de 1946
Álvaro de Orriols Álvaro de Orriols
Bayonne Bayona

Compañero, salud: Estimado compañero, salud:

En mi poder la suya muy atenta de fecha 21 En nuestro poder la suya de fecha 27 de


del corriente a la cual le doy contestación. agosto y la última que nos ha enviado, a las
Tengo que comunicarle que en la reunión ce- cuales paso a darle contestación.
lebrada por este Grupo el día 21, de este mes, Procuraremos darle una solución satisfacto-
se acordó el representar su obra y el lunes 26 ria a lo que nos comunica sobre las canciones
vamos a efectuar el reparto de caudales. Pen- «La Internacional» y «Los Hijos del Pueblo»,
samos ponerla en escena la última semana del como «El Himno de Riego».
mes de octubre, el martes, en el Teatro Nove- Nada de lo que nos solicita está en nuestro
tes [sic] de Toulouse, uno de los mejores tea- ánimo de cortarlo, sino que al contrario y va-
tros de Toulouse. Si hemos acordado ponerla mos a sugerirle lo siguiente; en la barbería, al
en el mes de octubre es para darnos tiempo a final, cuando hay el reparto de armas y pre-
encontrar el pintor decorador que nos haga cisamente por las palabras de desunión que
los decorados para la misma, pues éste es el pronuncian los mozos, si le parece bien, pues
problema que se nos presenta; no obstante, [sic] cuando se reparten las armas, nosotros le
confiamos [en] salir adelante. sugerimos que los dos mozos, en este momen-
Con la franqueza que nos caracteriza, tengo to, se saquen del pecho escondidos un brazal
que manifestarle que este Grupo acordó que de la CNT y otro de la UGT, se lo pongan y
todas aquellas palabras que dicen «camara- se den un apretón de manos, representando en
das», nosotros diremos «compañeros»; como este momento la unidad de los obreros para
algunas otras las cambiaremos, pues como la lucha. Después, a nosotros nos parece que
comprenderá nosotros somos un Grupo de Li- las palabras finales de Flora, Juan Roldán…,
bertarios. Esperamos pues, para ello, que nos podrían ser reemplazadas por Libertad, Liber-
dé su conformidad. tad.
Sin más a comunicarle por la presente y en Ya nos dará, pues, su opinión sobre esto.
Sobre la representación de la obra, como
espera de sus gratas noticias, queda suyo y de
TEXTOS Y DOCUMENTOS

489

comprenderá tropezamos con algunos incon-


venientes en los ensayos, sobre todo al no dis-
poner de un local adecuado para las escenas
de conjunto, pero no obstante nosotros segui-
remos adelante hasta dar [con] la representa-
ción y con el éxito que se merece la obra y que
está acostumbrado nuestro Grupo Artístico.
Le agradeceríamos que nos enviara un es-
quema del decorado de Madrid, pues el pintor
que hemos encontrado es francés y nos pide
una orientación.
A pesar de todo, nosotros tenemos el pro-
yecto de dar la representación en noviembre,
ya que nos hemos visto obligados a tener que
preparar un festival para últimos de este mes.
Cuando tengamos los trabajos adelantados,
ya le tendré al corriente más a menudo.
Sin más a comunicarle, por la presente queda
en espera de sus noticias, con un cordial salu-
do antifascista
Por el grupo «Iberia»

[Firmado y sellado:] Juan Teixidó


Federación Local de Toulouse
M.L.E. en Francia
490

Mi José Bergamin

único Estado que había enviado ayuda a la


Conocí personalmente a José República.
Bergamín, en Barcelona, el año 1963, Ese era el tema en el que siempre topába-
en casa de la familia Maragall. Había vuel- mos con el poeta. Pasqual y yo no ocultá-
to del exilio y solía ir acompañado de Ar- bamos nuestras simpatías por
turo Soria, antiguo dirigente de la FUE (Fe- El POUM (Partido Obrero de Unifica-
deración Universitaria Española) durante ción Marxista) que en Cataluña hizo causa
la II República. común con los anarquistas con su consig-
La casa de Jordi Maragall, el último hijo na “Primero la revolución para ganar la
del poeta catalán Joan Maragall y padre guerra” frente al Partido Comunista, que
del futuro Alcalde Olímpico de Barcelona mantenía la necesidad de derrotar al fas-
y presidente socialista de la Generalitat de cismo antes de revolucionar nada, pues tal
Catalunya, Pasqual Maragall, era por aquel empresa
entonces un centro de reunión y debate po- rompía la unidad interclasista de los re-
lítico de un grupo de estudiantes y de publicanos. Los jóvenes interlocutores de
jóvenes profesores universitarios, la mayo- Bergamín, dada nuestras ideas revolucio-
ría de izquierdas.Concretamente, algunos narias, acusábamos a los comunistas de
como Pasqual, alumno mio en la Facultad contrarrevolucionarios durante la guerra
de Económicas, dirigía en la clandestinidad y, sobre todo, en nuestros años 60 en los
el grupo socialista revolucionario Front que Santiago Carrillo había lanzado la
Obrer de Catalunya (FOC) fundado por consigna de la Reconciliación Nacional.
mí y un equipo de cristianos el mismo año Nosotros sabíamos por las lecturas clan-
del retorno de Bergamín en 1958. destinas de los historiadores Thomas, Bre-
Ni que decir tiene que nos apasionó ha- nan,Malefakis y otros, que la tensión entre
blar y discutir con Bergamín , más que de Stalin y Trotsky se dirimía en España entre
literatura, de política. Y más que de su PC y POUM. Y que el dirigente de dicho
largo exilio, de su experiencia republicana partido Andreu Nin había sido asesinado
y durante la guerra civil. En sus recuerdos en secreto tras una gran campaña de fal-
era muy selectivo y en ocasiones prefería no sedades en la que se acusaba al POUM de
hablar . Alegaba que la cuestión era muy estar al servicio de Franco.
compleja y que sería muy larga su “verda- Bergamín se sumó a esta campaña con
dera” explicación. En general su posición un prólogo al libro de un destacado in-
era , por supuesto, republicana y antifas- telectual comunista, Espionaje en España.
cista, claramente favorable a la estrategia Cada vez que surgía el tema ,Bergamín se
resistente del Gobierno Negrín y entusias- cerraba en banda y repetia que no se re-
ta admirador de Stalin por ser la URSS el tractaba de nada en absoluto.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

491

Años más tarde, cuando Bergamin tuvo blicana” era una monstruosa blasfemia y
que exiliarse de nuevo en Paris con la ayu- que él no podía seguir teniendo tratos con
da de Malraux, fuimos a visitarle Pascual blasfemos. Supongo que palidecí y, sin más
Maragall y yo. Era inevitable que surgie- palabras por las dos partes, me levanté y
ran nuevas diferencias de criterio político, me fui.
a pesar de la gran cordialidad existente . En ese preciso momento se me reveló
Bergamín seguía más dogmático que nunca el más profundo carácter de Pepe Berga-
respecto a su visión de la República y de mín: no tenía ni idea de la realidad política
la Guerra Civil y estaba convencido de que porque era natural y sobrenaturalmente un
España acabaría teniendo su III República POETA.
cuando el pueblo español se alzara contra El poeta - el propio nombre lo indica-
Franco. En esto coincidía con el PCE ca- es un creador que parte de su imaginación.
rrillista, en su fijación sentimental de una Sus imágenes son su auténtica realidad
“reposición “ de su República de juventud. frente a la realidad de las cosas.Por tan-
Muerto el dictador y retornado Berga- to,son su VERDAD. y su deber natural es
min a Madrid le visité varias veces en su decirla,escribirla.
ático de la Plaza de Oriente. Y hablámos Por eso,Bergamín veía toda realidad
de literatura y música; en realidad, de todo. historica,social,cultural,política como li-
Después me invitaba a comer,siempre ge- teratura poética y, al describirla, creaba
neroso pese a su parva economía, en el res- leyendas,que literalmente quiere decir “co-
taurante de debajo de su casa, el popular sas que han de ser leidas” para que sean
El Alabardero, Su cordialidad no podía ser de verdad. Frente a tal visión poética, to-
mayor. Y yo gozaba con su conversación y talmente personal, ¿qué se puede objetar o
su amplísimo saber. discrepar?
Yo había publicado entre 1975 y 1976 La identificación del personaje Berga-
dos libritos de divulgación política ¿Qué
mín con su pensamiento poético es total.
es la República? Y La lucha por la demo-
El mismo lo reconoció:
cracia en España. Se los envié a Bergamín
dedicados. No me llegó respuesta alguna. Amigo que no me lee,
Al cabo de un tiempo fui a verle a Madrid. Amigo que no es mi amigo,
Estaba a punto de comer en El Alabarde- Porque yo no estoy en mí
ro. Me senté frente a él. Estaba seriamen- Mas que en aquello que escribo.
te frio. No me dio tiempo de hablar.Con
su voz casi inaudible me vino a decir que Quien dice “no me lee” dice también
había leído mis libros y que mi defensa de “no me cree”, “no acepta mi imagen crea-
la que yo llamaba una ·”monarquía repu- da, mi leyenda” “.No puede ser mi ami-
492

go personal porque yo no soy más que mis la forma política de una monarquía parla-
imágenes, que mis leyendas” mentaria o republicana,igual que Inglate-
No se trata de un dogmatismo sectario, rra o los países nórdicos de Europa?
intolerante con la discrepancia. En las ma- Ese tipo de monarquía se diferencia de
terias fundamentales para él, es decir,en su la clásica en que la democracia exige que
pensamiento tan vario y agudo,o se estaba el Jefe del Estado carezca de poderes , pues
acorde con él o no se podía mantener una éstos pertenecen al pueblo soberano. Que
relación personal de tipo correligionario - reciba el título de Rey no impide que la de-
amistoso. El caso de su entrañable Rafael mocracia sea, si es auténtica, una verdade-
Alberti,convertido en diputado a Cortes ra “cosa pública” res publica o de toda la
constituyentes de la Monarquía y, por tan- ciudadanía. Pero todo eso son blasfemías o
to,” traidor” a su vieja amistad con Berga- retruécanos de malabarista para Bergamín.
mín, habla por sí solo. Para él no había más república que la suya
Algún amigo que conocía mi anécdota de juventud ni más España que la España
antes citada se maravillaba del trato com- tan bellamente imaginada en sus sueños.
prensivo y en general afectuoso que le de- ¿Murió Bergamín porque dejó de soñar
dico a nuestro poeta en el libro con motivo en su España soñada o murió España el él
de su centenario. “Bergamín a vista de pá- al no semejarse al sueño de su poeta?
jaro” Poco tiempo antes de su muerte, el pro-
La razón es que un hombre que, además pio Bergamín se planteaba esa duda con
de todos sus valores literarios, estas palabras:
vive, como poeta que es,completamen- “¿Será que esta España histórica (…)
te en sueños, no se merece una critica en tiene que dejar de ser histórica.REAL
nombre de la realidad, por mucho que nos para hacerse exclusivamente poética?
parezca más verdadera que su ensoñación. (…)Una vez que el franquismo,continua-
¿Cómo iba yo a esgrimir mis cono- do por la democracia falsa que sostiene la
cimientos profesionales de politólogo y falsa izquierda de un Estado aterrorizante
constitucionalista frente a las razones que y uniformador, haya acabado con toda al-
solo el corazón bergaminiano tenía para ternativa popular posible, ¿qué nos queda-
considerar las mias propias de un leguleyo rá? ¿Nos quedará esa España eterna que
formalista al servicio de la “confusión rei- decíamos poética,irreal,inexistente porque
nante” en la España de 1978? no fue ni será ni es ya siquiera nada de lo
¿Qué hubiera pensado de su joven ex_ que parecía?”
amigo si por esas casualidades hubiera sa- ¡Lo que le parecía al poeta Bergamín,
bido que fue el redactor de los articulos claro está¡
que la Constitución dedica a la Corona en Bergamin no llego a vivir el terrorismo
TEXTOS Y DOCUMENTOS

493

de ETA,pero se fue a morir a Euskadi cu- “José Bergamín entre literatura y


bierto con una ikurriña por sus amigos de política”.
Herri Batasuna porque para él era ya lo El genial Bergamín, gran malagueño,
único que se parecía a su España soñada. se pasó de la guasa al aforismo
¿Hubiera soñado en una Euskadi libre y y del dicho castizo al conceptismo,
soberana separada de España? hecho un Gracián gracioso y madrileño.
En el fondo de su alma, más allá de su
pasión por una España soñada y poética,- La vida que vivió fue siempre un sueño.
Al cielo de Pascal, tremendo abismo,
José Bergamín soñaba que le quisieran.
el grito puso en él y el cristianismo
Una vez, al evocar uno de sus exilios,el clavó la cruz en su inmortal empeño,
Uruguay, dijo:
“Uruguay es una España idealizada, una Fue creyente en amor y en el demonio.
España que no ha existido nunca.Una Es- Poeta redentor y testimonio
paña en la que REALMENTE le quieren a de la España guerrera y peregrina.
uno”.
Fantasma enmascarado de esqueleto,
Bergamin acaba reconociendo el fracaso En la rima, la copla y el soneto
de su sueño poético, indisoluble a su nece- Su sibilina voz se hizo divina.
sidad de amor, de cariño.
Ante tan sincero y emocionante final de
una vida, una obra y un sueño tan noble,
yo, en mi libro dedicado a él, no podía de-
jar de mostrar mi cariño y mi amor a su
vida y a su extraordinaria aportación a la
lengua y cultura de las Españas a través de
su ensueño.
Como pequeña muestra de tales senti-
mientos, le he dedicado un soneto que figu-
ra entre los silencios en homenaje a nuestro
poeta del volumen
494
TEXTOS Y DOCUMENTOS

495

MÉXICO Y LA
REPÚBLICA
ESPAÑOLA* Curiosamente, vale recordarlo, de quie-
nes más diatribas, agresiones y oposición
fueron objeto los españoles que se habían
enfrentado al totalitarismo, entonces triun-
josé m. murià. fante en Europa, fue de sus mismos com-
patriotas que habían llegado desde mucho
Consideraciones generales.
antes a vivir a nuestro país: los definidos
como “antiguos residentes” y también lla-
La inmigración republicana española en mados gachupines. Estos, casi sin excep-
México, entre fines de los años treinta y de ción eran partidarios del fascismo español
los cuarenta del siglo XX, aunque también y del general Francisco Franco.
conllevó la llegada de gente de muy pocos
recursos culturales, bien puede decirse que Pero cabe recordar que no estuvieron
poseía una ilustración o instrucción pro- solos, pues se les sumó de manera incon-
medio no sólo muy superior a la que suele dicional la ultraderecha mexicana, a pe-
tener la mayoría de los migrantes, sino in- sar de que ésta, afortunadamente para los
cluso –y ello es muy importante– por enci- recién llegados, a la sazón se hallaba muy
ma de la media mexicana de entonces. maltrecha después de la traición de que
En consecuencia, sin ánimo de minimi- habían sido víctima los belicosos cristeros
zar la dureza de la situación que vivieron por parte de la alta jerarquía eclesiásti-
al abandonar todo lo que abandonaron y ca nacional, que primeramente los alentó
los peligros que arrostraron antes de venir y hasta patrocinó para que se levantaran
a dar hasta México, ni menospreciar los en armas y luego los dejó “colgados de la
méritos particulares de cada quien por ha-
brocha”. También deben tenerse en cuen-
cerse de un sitio digno aquí, cabe insistir en
ta las fallidas intentonas, a la buena y a la
que ser inmigrantes en nuestro país debió
mala, que se produjeron durante los años
resultarles menos duro que para otros, de
cultura más diferente a la mexicana y mu- treinta de construir en México un estado
cho menos instruidos. teocrático. Todo ayudó a que en los alrede-
Pero si hay de migrantes a migrantes, se- dores de 1940, cuando vino la mayoría de
gún sus diferentes recursos culturales, tam- refugiados políticos, su energía fuera míni-
bién hemos de aceptar que hay de destinos ma, pero aun así no dejaron de hacer sentir
a destinos. Cabe reconocer y proclamarlo su inquina, tanto a ellos como al ideario
a voz en cuello que México fue un país es- demócrata y liberal que constituía lo más
pecialmente querendón para los europeos valioso de su equipaje.
que vinieron en busca de refugio durante la Sin embargo, a pesar de su oposición
época referida. colectiva, en el terreno individual, muchos
496

empresarios españoles bien establecidos, que fueron recibidos, los refugiados se des-
que públicamente manifestaron su repudio, envolvieron como peces en el agua y con
en privado procuraron cubrir vacantes im- muy pocos escollos; bien puede decirse que
portantes de sus nóminas con recién llega- contribuyeron en muy buena media a ese
dos que, rojos o no, solían ser empleados llamado “milagro mexicano” de los años
de alta calificación, probidad y rendimien- cincuenta, que se basó precisamente en la
to y, sobre todo, los creían merecedores de pujanza alcanzada entonces por la clase
su confianza. media nacional y también nacionalista, a
Quiero mencionar que, hace casi cuatro cuyo fortalecimiento habrían de contribuir.
décadas, promoví una búsqueda expresa Cierto es que, a la dureza del destierro,
en la documentación judicial en pos de es- los republicanos españoles, en su inmensa
pañoles refugiados que hubieran llegado a mayoría, pronto pudieron restarle la penu-
cometer delitos mayores en México y debo ria de la pobreza. “Las penas con pan son
proclamar que me sobraron dedos para menos”, dice un adagio español, que bien
contarlos. podría aplicarse en este caso, máxime que
De cualquier forma, dada la solidez las noticias recibidas sobre la cruda vida
cultural que predominaba entre los recién en España durante muchos años después
llegados, vale decir también que los “an- de la Guerra –aun para los triunfadores–
tiguos”, con todo y su dinero, no tuvieron eran muy poco halagüeñas; cuantimás si
la capacidad suficiente como para coop- se trataba de quienes formaban parte del
tarlos y convencerlos de los que llamaban contingente de los vencidos que siguieron
sus “cristianas verdades”. De tal manera, residiendo en España y sobrevivieron –mu-
los españoles republicanos que hallaron chos de milagro– a la ulterior masacre ven-
refugio en México vivieron su vida al mar- gativa.
gen del Casino Español, del Club España Debemos considerar también el valor
y demás recintos donde se aglutinaban los agregado de lo seguro que les resultaba
tradicionalistas y hacían valer con su dine- nuestro país a los exiliados, gracias a la so-
ro su vocación por la dictadura de Franco, lidaridad tanto oficial como mayoritaria de
definido como “Caudillo de España por la la población.
Gracia de Dios”, y su repudio a los regí- Hasta donde sé, ni en su propiedad pri-
menes democráticos, lo mismo que –vale vada ni en sus personas físicas, y menos
decirlo también– su menosprecio por la en sus instituciones y actividades públicas,
gente común y corriente de nuestro país, nunca se dio el caso de que los republica-
especialmente los indígenas y los mestizos. nos españoles, por esa particular condi-
En cambio, en otros medios, además de ción, hubiesen sido víctimas de atentado
las enormes muestras de solidaridad con alguno. Ni siquiera se daba el caso de que,
TEXTOS Y DOCUMENTOS

497

para realizar sus reuniones y manifestacio- menos de dos meses después, con la mayor
nes públicas, aun las de mayor contenido tranquilidad que las circunstancias permi-
político, se hubiera tenido que contratar tían, en el Hôtel du Midi, del propio Mon-
elementos de seguridad. Cuando los había, tauban.
éstos pasaban totalmente desapercibidos Se dice que Azaña murió en Francia,
y corrían siempre por cuenta del gobierno ¡pero es falso! En el balcón de la recáma-
mexicano. ra donde falleció quien fue el presidente
Puede subrayarse esto, pues no fue lo de la República Española, la que ondeaba
mismo en otros países a los que algunos re- era nuestra bandera tricolor, pues el recin-
publicanos acudieron en busca de refugio. to había sido declarado, junto con cuatro
No se diga Francia, de donde fueron se- habitaciones vecinas, extensión legal de la
cuestrados muchos españoles por policías embajada de México en Francia. La con-
franquistas –con la connivencia de colegas clusión es incontrovertible: murió en Mé-
franceses– y regresados a España para ser xico. Asimismo fue nuestro lábaro el que
ejecutados. Entre ellos se cuenta ni más ni cubría su féretro cuando fue llevado al se-
menos que el mismo presidente del gobier- pulcro, pues la bandera de los republicanos
no de Cataluña, don Lluís Companys, fu- españoles fue estrictamente prohibida por
silado por los franquistas el 15 de octubre el gobierno de Vichy.
de 1940. El propio presidente de la Repú- También fue vetado que hubiese
blica Española, Manuel Azaña, fue objeto manifestación masiva con motivo del sepe-
de un intento de secuestro en la pequeña lio, so pena de disolverla por la fuerza, pero
ciudad de Montauban, el 15 de septiembre los refugiados desobedecieron. Fue una ba-
de 1940, pero el hecho fue evitado por el rrera de pechos mexicanos la que encabezó
arrojo del embajador de México, Luís I. el duelo, dio protección a la familia del di-
Rodríguez, acompañado del capitán Anto- funto y disuadió a los gendarmes franceses
nio Haro Oliva, agregado militar, y de un de agredir al cortejo. Eran los empleados
jovencito que iniciaba su carrera diplomá- de nuestra embajada y de nuestro consula-
tica, de nombre Alfonso Castro Valle. do.
Si Azaña se salvó entonces fue debido a Otro personaje importante del gobierno
que Rodríguez y Haro Oliva se mostraron republicano salvado por Rodríguez fue el
más dispuestos al uso de su arma que los doctor Juan Negrín, quien logró llegar a
esbirros españoles, a quienes su gobierno Inglaterra junto con su familia, portando
les había encomendado la sucia tarea. La un pasaporte mexicano, como si fuera un
retirada de éstos sicarios, quienes fueron ciudadano más del águila y la serpiente.
los mismos que secuestraron a Compan- Cuento con el caso de otro refugiado –
ys, fue poco airosa, aunque Azaña murió éste del montón– quien por sugerencia ex-
498

presa de la Gestapo al Cónsul General de lugares como Santo Domingo –cuando se


México, supuestamente no debería embar- llamaba Ciudad Trujillo–, en Caracas, aún
carse en Marsella hacia la salvación aquel en tiempos del presidente Carlos Andrés
14 de abril de 1942, junto con su hijo y su Pérez, y por supuesto en Buenos Aires y
esposa embarazada. Una hábil chicanada Montevideo, durante la hegemonía de Juan
logística del cónsul, en el último momento, Domingo Perón en el Cono Sur de nuestro
permitió el embarco del perseguido y que continente.
éste llegara a la postre sano y salvo a Ve- ¡En México, no! a pesar de que intento-
racruz, en compañía de los suyos. Esto no nas del gobierno franquista no faltaron. La
está documentado como lo anterior. Sola- policía mexicana se encargó de alertar o de
mente recogí versiones orales. plano nomás proteger con gran eficacia y
El funcionario mexicano se llamaba sigilo a los posibles afectados, incluso sin
Gilberto Bosques, uno de los mejores ex- que nadie se diera cuenta. De ello también
ponentes de aquella digna diplomacia que puedo aportar alguna experiencia muy cer-
llegamos a tener y presumir. Él mismo me cana y directa.
contó su versión en 1987, cuando tuve el Dicho de otra manera: gracias a la
privilegio de organizarle un homenaje en protección del gobierno mexicano, los re-
la Secretaría de Relaciones Exteriores. La fugiados o exilados en México tenían la
del sujeto que, gracias a él, logró salvar su certeza de que el fascismo español o ale-
vida, la tuve directamente. Puede decirse mán y hasta el italiano “les hacía lo que el
que crecí con ella. viento a Juárez”.
Hago mías, pues, las palabras de Bruno Duele reconocer que ahora parecen
Schwebel, un judío que también logró esca- olvidarlo o tratan de diluirlo algunos espa-
par a México en el mismo barco: ñoles que se dicen progresistas e incluso re-
sultan ser descendientes directos de quienes
Si no hubiera sido por la postura antifascis- hallaron refugio en México para salvar sus
ta del Gobierno de México, así como por la vidas o al menos su libertad, poder edu-
iniciativa personal del señor Bosques para sal- car a sus hijos sin el temor a todo y hasta
var a la mayor cantidad posible de gente cu-
yas vidas estaban amenazadas por el fascismo,
realizar en su mayoría actividades muy cer-
probablemente mi familia y yo no hubiéramos canas a su preferencia o, al menos, de su
sobrevivido. competencia. Pero el caso incontrovertible
que no debe olvidarse es que México fue,
Refugiados que fueron víctimas, ya vi- simple y llanamente, el mejor país para el
viendo en el exilio, de agresiones y atenta- asilo de los demócratas peninsulares, no
dos por parte de los españoles de la Espa- sólo por la calidad de vida que les ofreció,
ña fascista aquella, los hubo en diferentes sino porque a esta República nuestra vino
TEXTOS Y DOCUMENTOS

499

a dar el mayor número de ellos, después mo, en 1975, después de las ejecuciones
de Francia; en suma más que a todos los que cometió el gobierno español en Bur-
países de América juntos. gos, fue solamente la voz del presidente
Conviene hacer un recuento, aunque sea México, Luís Echeverría Álvarez, la que se
fugaz, de los hechos más visibles que dan fe alzó en la ONU para pedir la expulsión de
de la solidaridad oficial de México con la aquella España tan expulsable.
República y la democracia española, esgri- Me remonto más en el tiempo. Se habla
miendo la Doctrina Estrada y aquel dere- poco del Acuerdo México-Francia (del go-
cho de autodeterminación de los pueblos a bierno de Lázaro Cárdenas del Río con el
que se refiere el apotegma de don Genaro, de Henri-Phillipe Petain) celebrado el 22
el ilustre internacionalista mazatleco que de agosto de 1940, cuando Francia esta-
ha enorgullecido al continente entero. ba ya invadida por los alemanes. Se trata
Dejemos a un lado, por archisabido, el de ese documento que declaró a todos los
haberse negado México a reconocer y es- refugiados españoles bajo la protección de
tablecer relaciones diplomáticas con el go- la bandera mexicana y susceptibles de ser
bierno de Franco, por ser éste resultado de recibidos en nuestro país. Esto, que se dice
un alzamiento o un golpe militar en contra tan fácil, significó que más de ciento cin-
de un régimen legalmente constituido. No cuenta mil personas salvaran su vida o, por
olvidemos que al fascismo hispano le fue- lo menos, recuperaran o conservaran su
ron abiertas las puertas de su triunfo por libertad.
cuenta del contubernio de dos potencias Después de la famosa lista de Oskar
europeas con las que México les declararía Schindler, formada por unas 1,100 perso-
la guerra el 22 de mayo de 1942: la Alema- nas, que fue inmortalizada por el cine con
nia nazi y la Italia fascista. una película de dos horas, lo que podría
Cuando España fue finalmente admitida muy bien denominarse “la lista de Cárde-
en la ONU, en 1955, por obra y gracia de nas” o “de Rodríguez”, ¿qué duración de-
Estados Unidos y la complicidad de otras bería tener?
potencias “democráticas”, el señor director Se trata de una de las mejores y más glo-
general de la UNESCO, un gran mexicano riosas páginas de la historia universal de la
de nombre Jaime Torres Bodet, presentó diplomacia que fue protagonizada, no por
inmediatamente su renuncia. expertos de ella, sino por hombres emana-
Recordemos, de fechas anteriores al he- dos de la Revolución Mexicana con un co-
cho, los argumentos esgrimidos por nues- razón muy grande y unos pantalones muy
tros representantes ante la ONU para que bien fajados.
el gobierno franquista fuera declarado in- También, vale decirlo, hubo alguna he-
admisible a la dicha organización. Asimis- roína entre ellos. Pongo de ejemplo a la
500

profesora Palma Guillén, a quien poca tos esgrimidos por Isidro Fabela y compa-
gente menciona ya, egresada de la Escuela ñía en la Sociedad de Naciones, con sede en
Normal de Maestros. Doña Palmira formó Ginebra, es redundante, pero no lo es re-
parte de la representación permanente de ferir el número también indeterminado de
México ante la Liga de Naciones con sede bajas que tuvieron los más de 400 volunta-
en Ginebra. Después contribuyó sobrema- rios mexicanos que estuvieron en campos
nera a evitar que el distinguido historiador de batalla de la península Ibérica, obvia-
y economista Lluís Nicolau D’Olwer fuese mente luchando del lado de la libertad.
regresado a España, pero le cobró caro el Aparte de los más conocidos, como Juan
favor casándose con él… Miguel de Mora y David Alfaro Siqueiros,
Recuérdese que el gobierno de Franco menciono solamente a tres: Carlos Gallo,
declaró que no reconocía la existencia de Ricardo Solórzano y Manuel Zavala, fusi-
españoles refugiados en Francia, con lo lados en la población gallega de El Ferrol,
cual quedaban éstos sin protección alguna en 1937. Eran alumnos avanzados de la Es-
y empezaron a ser llevados a los inicuos cuela Preparatoria de Jalisco, la misma en
campos de trabajo de los nazis alemanes, la que yo estudiaría dos décadas más ade-
que en buena medida, también eran de ex- lante y hasta sería profesor de ella algunos
terminio. años después.
Al firmarse el dicho “Acuerdo”, acep- Bien puedo decirles a mis amigos y co-
tado por Hitler y el Ducce porque flirtea- etáneos españoles de ahora que, mientras
ban ambos con nuestro petróleo, muchos ellos, para estudiar el bachillerato, reco-
prisioneros fueron devueltos y se detuvo rrían los claustros con la cabeza gacha y
la sistemática persecución mientras Méxi- atemorizada ante las efigies de Franco y
co permaneció neutral. A partir de ese 22 José Antonio Primo de Rivera, yo podía
de agosto de 1940 se incrementaron las alzarla en la escalera de aquel ex convento
gestiones para sacar de Francia al mayor de San Felipe de Guadalajara, convertido
número posible de republicanos. Se llegó a por la Revolución Mexicana en centro de
una cifra muy difícil de precisar, pero lla- enseñanza media, ante la placa que alude al
ma mucho la atención que ahora la traten hecho, para recordar a aquellos tres márti-
de encoger. Fue una cantidad enormemente res mexicanos y también al pútrido árbol
superior a los 10 ó 12 mil que hoy sabios genealógico de sus asesinos.
españoles y españolistas reconocen formal- En aquella casa nos dejaban pensar y
mente. Esta cifra corresponde únicamente argumentar lo que quisiéramos. Podríamos
a catalanes y se supone que éstos formaron decir que en ella la única prohibición inte-
tan solo el 20% del total. ¡Saquen cuentas! lectual expresa que había era la de prohibir.
Hablar de las denuncias y los argumen- Ojalá no lo olviden nunca quienes gozaron
TEXTOS Y DOCUMENTOS

501

de tal privilegio y ahora respaldan a quie- acuerdos secretos de Franco con Estados
nes lo que más han hecho desde siempre es Unidos, habidos durante los primeros años
precisamente prohibir. cincuenta, no percibieron bien la situación
hasta que el presidente Eisenhower de ese
Consideraciones sobre el exilio país, irónicamente quien había sido el Co-
Otra alteración que se quiere hacer aho- mandante en Jefe de los Aliados en Europa,
ra a la distancia, en España, es la de pres- visitó oficialmente España en diciembre de
cindir del término refugiados. Seguramente 1959, para ofrecer una gran ayuda econó-
les parece poco digno… Sin embargo, así mica y militar a cambio solamente de que
como primero pudieron considerarse des- se reblandeciera un poco la dictadura y, eso
terrados, pues se quedaron sin tierra, des- sí, permitiera el establecimiento de bases
pués, tal como se indicó en sus documen- militarse en sitios estratégicos de la Penín-
tos migratorios, dado que procedieron a sula que habrían de fortalecer al llamado
buscar refugio ante el peligro que corrían “mundo libre” en aquella “Guerra Fría”.
sus vidas o al menos su libertad, su condi- Quedó diáfano que Franco, quien gozaba
ción precisa fue la de refugiados políticos. a la sazón de cabal salud, habría de seguir
Con el paso del tiempo su condición legal y gobernando mucho tiempo más
moral habría de ir cambiando y sobrevino Fueron los primeros años sesenta
el exilio. Pero habría se producirían otras de decisiones individuales para los repu-
mutaciones más blicanos españoles que seguían residiendo
Vale señalar, y eso es muy importante en México. Hubo quienes consideraron
para entender algunas formas de compor- que el exilio había terminado, puesto que
tamiento de aquellos hombres y mujeres a ciertas personas se les ofrecieron garan-
que se establecieron en México, que nun- tías para su regreso a España. Para bien o
ca, ni en los peores arranques de pesimis- para mal, la humanización de la dictadu-
mo del más pesimista de ellos, llegaron a ra no avanzó mucho y, con frecuencia, se
sospechar que su condición de exiliados produjeron muestras claras de regresión y
habría de durar tanto tiempo. Jamás llega- endurecimiento, de manera que la noción
ron a suponer que el triunfo de los aliados de exilio nunca desapareció por completo;
demócratas sobre el Eje totalitario habría pero lo cierto es que continuar viviendo
de comportar que el gobierno franquista en México implicaba dejar de pensar en el
sobreviviera. Fue un proceso asaz doloro- pronto regreso.
so el ir aceptando lentamente que su exilio Incluso cabe recordar que, cuando se
llegaría a ser tan largo y, para muchos, in- empieza a producir el retorno de algunos
cluso definitivo. exiliados, la mayoría de ellos había pasado
Como de momento no se sabría de los ya cuando menos dos décadas en nuestro
502

país que, obviamente, no transcurrieron de y poco a poco, de una manera casi natu-
balde. ral, llegaron a caer en la cuenta de que no
Aunque algunos vivieron como ence- eran ya exiliados y menos desterrados: no
rrados en ellos mismos, especialmente en habían perdido una tierra, sino que habían
la capital, relacionándose socialmente sólo ganado otra. Paulatinamente fueron dán-
entre sí, siempre en la espera ansiosa del re- dose cuenta de que, además de pertenecer
torno; esto es, preocupándose poco por la al solar en que habían nacido y crecido –no
realidad mexicana y hasta en muchos casos en lo que éste se había convertido–, ahora
repudiándola, a lo largo de ese tiempo, aun formaban más bien parte del sitio en el que
en contra de su voluntad, su naturaleza su- vivían y, sobre todo, presumiblemente ha-
frió y gozó de cambios importantes, de la brían de morir.
misma manera que se había transformado No hay que perder de vista la importan-
–y mucho– también la realidad social espa- cia que adquiere el lugar donde uno cree
ñola y que ésta era ya muy diferente de la que será sepultado.
que dejaron atrás en 1939. De ahí que, en- Fue el más señalado de los refugiados,
tre quienes emprendieron el regreso, hubo el doctor José Gaos y González Pola, entre
muchos que no tardaron en desandar el ca- cuyos discípulos tengo el enorme privilegio
mino hacia México. de contarme, quien acuñó el término de
Otros persistieron en su encierro mexi- transterrado, sin más pretensión que la de
cano, el cual acabó por dejar de ser un definirse a sí mismo, precisamente porque
destierro para convertirse en una suerte de había pasado de una tierra a otra. Gaos
entierro. no hubiera aceptado jamás pertenecer a la
Los hay que todavía hoy viven en esta España de su tiempo mexicano, de manera
condición que los padres legaron a los hijos que, sin dejar de ser lo que era, un espa-
y éstos a sus nietos, quienes curiosamente ñol republicano, se fue interiorizando en el
aceptaron pasivamente vivir en esa suerte México que lo acogió, lo dejó trabajar y le
de entelequia, al margen del país en el que reconoció sus enormes méritos de maestro,
residían y mucho más lejos aun del sitio al filósofo, historiador de las ideas y defensor
que creían pertenecer. de los principios fundamentales y primige-
Pero hubo otros que, desde el principio, nios de la descolonización intelectual.
sin dejar de pensar en lo suyo, defender su Mejor manera de retribuir los beneficios
condición y anhelar el regreso, se interesa- recibidos de México no podía haber, por
ron por el mundo diverso y rico que este eso se consideró a Gaos algo así como el
país les ofrecía con los brazos tan abiertos. emblema o la insignia de los exiliados es-
Se interiorizaron en él, se enriquecieron pañoles.
con las experiencias de la realidad diferente Pero, como él mismo decía, no todos los
TEXTOS Y DOCUMENTOS

503

españoles que permanecieron en México medio siglo… para mi sigue siendo un re-
después de los años sesenta podían consi- cuerdo muy doloroso y continuo echándo-
derarse “transterrados”, por más que mu- lo de menos.
chos quisieron apropiarse del término por
el prestigio que tenía su acuñador. ¡No! No La pintura, el dibujo y la escultura, el cine y
todos los exiliados fueron transterrados: la fotografía, la literatura y la historia, las artes
gráficas, etc., recibieron a la postre muy buenos
aquellos que siguieron encerrados en ellos
aportes de aquellos refugiados. No voy a entrar
mismos, saliendo lo menos posible de sus en detalle, pero cabe insistir en que los mejo-
ghetos y procurando conservarse imper- res exponentes de aquella migración fueron los
meables a la mexicanidad, en realidad po- que acabaron siendo auténticos transterrados.
drían considerarse enterrados –eso lo digo
yo- pues sus vidas difícilmente trascendie- En virtud de que los tales franquistas
ron o trascienden los límites de la propia sostuvieron que los exiliados constituían
tumba en que residieron o residen. Se trata un conglomerado de auténticos forajidos
de un sector de población que, lamentable- que había huido de España para escapar del
mente, resultó estéril tanto para España pago de sus hórridos delitos, con el tiempo
como para México. tuvieron que explicar como era posible que
Es precisamente el otro sector, el de los tales delincuentes hicieran aportaciones tan
transterrados, quienes aportaron y mucho importantes a la cultura mexicana, y ¿por
a la vida mexicana –pienso ahora, más que qué no? también universal; ¿cómo era po-
nada en la vida cultural– e, irónicamente, sible que hubiera mejores exponentes de la
cuando se presentaron las ocasiones, le rin-
cultura española fuera de España que den-
dieron también buenos frutos a la España
tro de ella? La respuesta con el tiempo fue
más o menos democrática de la actualidad.
precisamente tacharlos de “renegados”.
No me interesa esforzarme en calcular el
porcentaje de éstos en el contexto general ¡Nada más falso! Fueron hombres y
de la inmigración. Resulta difícil pues in- mujeres cuya salida de España dejó pro-
cluso no es clara la división de unos y otros. fundos espacios vacíos –que se rellenaron
Más bien se trata de actitudes, “ideas del con cancerberos de la peor ralea– y, tal y
mundo”, posturas que con frecuencia coin- como eran, se irían interiorizando en la
cidían en diferentes proporciones en un realidad mexicana y comprometiendo ca-
solo individuo o a veces se hacía manifiesta balmente con ella, la aprehendieron cuanto
una sobre la otra. pudieron –la hicieron también suya– y, por
¿Cuál hubiera sido el rol de mi Maestro consecuencia, la enriquecieron sobrema-
Gaos después de la muerte de Franco? No nera aportando su idiosincrasia, su idea
lo sé: murió el 10 de junio en 1969, con del mundo y experiencia vital anterior, sin
apenas 68 años de edad. Ha pasado casi perder nunca de vista, como sí sucedió con
504

muchos de los enterrados, que les había to- *Este texto sin varias adendas, reducciones
cado la gran suerte de venir a dar a este y correcciones fue leído en la Universidad de
país, que resultó ser la mejor panacea para Guadalajara, con motivo de una conmemora-
su desdicha y añoranza. ción del 70º aniversario del alzamiento fascis-
ta y tres años después, en la Academia Mexi-
Para México, en cambio, significó la ri-
cana de la Historia para recordar el fin de la
queza de la agradecida presencia de una guerra con el triunfo de los sediciosos. Se hizo
España asaz diferente y, por supuesto, a la sombra del recuerdo de don Mateo Tuñón
enormemente mejor que la traída por con- Albertos. Por ello puede considerarse dedica-
quistadores, colonizadores y gachupines. do, con amor, a su memoria.
Entre españoles transterrados y mexica-
nos progresistas, pues, quizás hasta sin pro-
ponérselo, precisamente en ese país nues-
tro, que es mejor de los que muchos creen o
nos quieren hacer creer, juntos alcanzaron
el inmenso logro de que la derrota republi-
cana comenzara a convertirse en la victoria
de la dignidad que sobrevino a la postre,
aunque ahora, 80 años después de aquella
debacle de la democracia, no solo autori-
dades de aquí y de allá pretendan disimular
los grandes méritos que alcanzaron enton-
ces nuestros Estados Unidos Mexicanos.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

505

Algunos textos inéditos


de Arturo Perucho
escritos en México y su and commented the correspondence he had
with Lucienne Gache while crossing the Atlantic
breve reencuentro postal and until they could finally meet in Mexico, as
well as the correspondence with Alfonso Reyes
con Vicente Llorens and his friend Vicente Llorens Castillo, and the
Castillo correspondence between the latter with Max Aub
and with the Mexican widow of Perucho’s second
correspondence, Lucienne Gache, Alfonso Reyes, Vicente
Key words: exilio, Arturo Perucho, journalist, México,

marriage.
Communist Party of Spain, autobiographical writing,

Josep Palomero Perpiñán, París, México


Acadèmia Valenciana de la Llengua
El jueves 26 de enero de 1939 las
tropas franquistas entraron triunfales
Resumen: En este artículo me he propuesto divul- en Barcelona. En la estampida, Arturo
gar las circunstancias del exilio de Arturo Peru- Perucho, como miles y miles de fugitivos,
cho y su evolución en el periodismo de México, se dirigió también a Francia, la única es-
Llorens Castillo, Max Aub.

así como su expulsión del Partido Comunista de peranza de salvación, y hasta el sábado 4
España. También doy a conocer su escrito auto- de febrero, día en que cayó Gerona, de-
biográfico “Historia de un fracaso” y las primeras
sensaciones sobre el país de acogida que plasmó
bió deambular por las inmediaciones de la
en el texto “Sorpresa y alegría de México”, ambos frontera.
inéditos, más las notas que tomó para dictar la Aunque en París le esperaba Lucienne,
conferencia “La influencia de la cultura hebrea en quien ya se había reunido con la familia y
España”. Asimismo, he reproducido y comenta- colaboraba con la legación mexicana que
do la correspondencia que mantuvo con Lucienne auxiliaba a los evacuados republicanos,
Alfonso Reyes, Vicente Llorens Castillo, Max Aub.
Palabras clave: exilio, Arturo Perucho, periodismo,

autobiográfico, correspondencia, Lucienne Gache,

Gache durante la travesía del Atlántico hasta que preparándose para gestionar el peor de los
lograron reunirse en México, así como las que
escenarios, su primer objetivo no era llegar
cruzó con Alfonso Reyes y su amigo Vicente Llo-
rens Castillo, y las éste con Max Aub y con la viu- a París, sino a Perpiñán. Desde enero de
México, Partido Comunista de España,

da mexicana del segundo matrimonio de Perucho. 1937 se encontraban allí su madre, su her-
mana y la hija de esta, de tres años de edad,
Abstract: In this article I have sought to disclose internada por problemas respiratorios en el
the circumstances of the exile of Arturo Perucho, Hospital Bernadette Soubirous –la pastor-
his evolution as journalist in Mexico as well as his cilla de las apariciones de Lourdes–, aten-
expulsion from the Communist Party of Spain. I dido por monjas clarisas.
also reveal his autobiographical writing “History
El domingo 5 de febrero, ante la magni-
of failure” and the first feelings about the country
of refuge reflected in the text “Surprise and joy tud del desastre, las autoridades francesas
of Mexico”, both unpublished, plus the notes he abrieron la frontera para facilitar la entra-
took to dictate the conference “Influence of Jewish da de refugiados y soldados. Fue el último
culture in Spain”. Similarly, I have reproduced día que Perucho durmió en territorio espa-
506

ñol: “Paso la noche en el Pirineo español” del sere. El día siguiente, 4 de abril, em-
–anotó en su agenda–. El lunes 6 de febrero barcó en el Flandre. 1 Trece días después,
cruzó la frontera del Pertús y, en medio de el 17 de abril, la Flandre hizo escala en La
aquel descomunal éxodo, evitó que le in- Habana y el jueves 20, después de dieci-
ternaran en un campo de concentración y siete días de navegación, llegó a Veracruz.
durmió al raso entumecido de frío. Los pasajeros desembarcaron el sábado 22
Tras varios intentos de llegar a Perpiñán, de abril de 1939. Para Perucho, que tenía
lo consiguió cinco días después, y pasó treinta y siete años y albergaba esperanzas
unos días en compañía de las mujeres de su de volver algún día a España, empezaba el
familia, a las que acompañaba su tío Alfre- exilio definitivo.
do, hermano soltero de su padre. Julia, la
hermana de Arturo, era viuda y tenía una A bordo del Flandre
hija, Nuria, nacida en Barcelona el 26 de Al cabo de doce días de singladura, Pe-
mayo de 1936. Tenía siete meses cuando, rucho escribió a Lucienne una carta meca-
el 30 de noviembre de 1936, una de las nografiada que debió franquear en la esca-
numerosas patrullas de la fai que habían la de La Habana, en la que le contaba sus
sembrado el terror en Barcelona, fusiló a impresiones del puerto de San Nazaire con
su padre, Lluís Llauradó Vallespinosa, un un gran sentido del humor; habla de los ju-
joven abogado de 36 años, republicano y díos polacos que también han embarcado,
catalanista, en el Campo de la Bota. y menciona las tres cuestiones que más le
El jueves 16 de febrero Perucho fue en obsesionan. En primer lugar se refiere a su
tren de Perpiñán a Tolosa y de aquí a París, salud y su estado de ánimo. Perucho, que
donde pasó seis semanas con Lucienne, su de hecho era de constitución débil, había
esposa y compañera. El 3 de abril se diri- adelgazado tanto los últimos meses de la
gió al puerto de Saint Nazaire, en Bretaña, guerra que en París no había conseguido
base de la Compañía General Transatlánti- recuperar peso. En segundo lugar, se mues-
ca. Lo hizo solo, ya que Lucienne se quedó tra preocupado por la reconstrucción de la
en París, seguramente ocupada en asuntos vida conyugal. En tercer lugar expresa el

1
Esta expedición, la primera que zarpó de un puerto francés con refugiados españoles, no la gestionaron los
organismos republicanos (sere o jare) que, con ayuda de la legación mexicana, evacuaron pocas semanas después
miles de refugiados hacia América. La lista, incompleta, de los 194 españoles que llegaron a Veracruz el 20 de
abril de 1939 en el Flandre la facilita Rubio (1977: 1059-1061). De Perucho se indica que “no consta profesión”. Es
probable que, ante la presión alemana, en esta primera expedición se embarcaran personas especialmente com-
prometidas. De hecho, como refiere el mismo Perucho, entre el pasaje total de 312 personas viajaba un numeroso
grupo de judíos polacos. (Serrano Migallón 2010: 92).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

507

enorme sentimiento de culpa que le embar- porque el nivel del agua es insuficiente. Ponen
ga el hecho de haber dejado a su suerte, en en marcha las compresas [sic] (operación que se
Francia, a su madre y a su hermana. lleva un par de horas) y el agua sube hasta el
punto de que tampoco se puede salir porque el
agua ha subido demasiado y el barco no sabe
Carta de Arturo Perucho a Lucienne saltar. En vista de esto, los técnicos toman la de-
Gache cisión de dejar que la marea resuelva el proble-
[franqueada en La Habana, aproximada- ma por sí sola (para lo cual maldita falta la que
mente el 16 de abril de 1939] hacia el canal) y queda así demostrado que las
Querida Luci: Acaba de ocurrir un aconteci- construcciones, los depósitos de agua, las com-
miento extraordinario. Al cabo de doce días puertas y todo lo demás han sido construidos
de aislamiento del mundo (pues nuestro único con el solo objeto de epatar a los pasajeros de
contacto con él ha sido un periodiquito fascis- buena fe y alma sencilla.
toide con que nos obsequia todas las mañanas la Cuando ya se han puesto de acuerdo el nivel
Compañía Transatlántica) hemos visto una isla, del mar y el del canal, viene la segunda difi-
una de las Lacayas, 2 que viene a decirnos que cultad, consistente en lograr que se pongan de
hay algo más que agua azul como la tinta para acuerdo los remolcadores que tiran del barco.
estilográfica sobre la corteza de nuestro compli- Realmente, hay algo irreconciliable entre estos
cado planeta. remolcadores: mientras unos ponen todo su
¡Qué trabajo cuesta escribir! A medida que empeño en tirar del barco hacia adelante, otros
nos acercamos al trópico se le van a uno las ga- hacen cuanto pueden por evitar que se haga a
nas de hacer nada. El aire es purísimo, el mar la mar. El capitán, desde el puente, grita y se
está tranquilo como un lago y el sol calienta que desgañita para reducir sus diferencias, y una vez
es un placer: todo lo necesario para tumbarse convencidos los remolcadores de que su deber
en una hamaca y que trabajen los pobres. Aun- más elemental es tirar hacia delante, surge la di-
que no por esta causa, desde el punto de vista ficultad número tres: los tractores que, desde tie-
del rendimiento práctico, el viaje ha sido un de- rra, ayudan a poner el buque en marcha no son
sastre, porque apenas he podido escribir unas todos de la misma opinión ni mucho menos. Se
cuantas cuartillas. ve a simple vista que se ha establecido entre ellos
El primer día, no hubo modo de hacer nada una rivalidad peligrosa, la cual da como resul-
por culpa del famoso puerto de Saint-Nazaire. tado que el navío se atraviesa en el canal y hay
Entre nosotros: eso no es un puerto ni cosa que que volver a empezar. Tengo el convencimiento
lo parezca, sino un tubo en el que se embotella de que esto es ya cosa tradicional allí, por lo que
el barco y del cual no hay manera de salir. Tiene los habitantes de Saint-Nazaire acuden en tropel
todos los perfeccionamientos modernos, y yo al muelle cada vez que zarpa un trasatlántico, y
creo que es esto precisamente lo que dificulta se divierten que es un gusto. 3
enormemente las cosas. Cuando parece que vas Todos estos incidentes tienen, en cambio, una
a zarpar, te dicen que hay que esperar un poco compensación en la belleza de la costa de Bre-

2
Se trata de Las Bahamas.
3
A pesar de las terribles circunstancias que acaba de vivir, Perucho describe con gran sentido del humor la
salida del Flandre del puerto de Sant Nazaire.
508

taña… para los viajeros que no se han marea- y divisamos el paisaje magnífico de la costa de
do antes de salir del canal. No obstante, como Florida, hasta Palm Beach: un espectáculo im-
todos han pagado, las cosas están organizadas presionante.
para que nadie deje de gozar de las delicias del Por fortuna, no todo han sido molestias du-
mareo. Y apenas se sale del puerto, hay prepa- rante el viaje. Los camaradas cubanos y mexi-
rado un bonito y ameno temporal que empieza canos son unos amigos excelentes, y con ellos
en la costa bretona, se prolonga con admirable organizamos el día 14 un acto conmemorativo
espíritu de continuidad por el golfo de Vizcaya de la proclamación de la República, que resultó
y acompaña cariñosamente al viajero hasta pa- brillantísimo y puso el resuello en el cuerpo a los
sadas las Azores, o sea durante cinco brevísimos fascistoides de primera clase y a la oficialidad
días. del buque. Enviamos telegramas al Presidente
Es absolutamente falso que el mareo sea no- Cárdenas y a Negrín, y hoy han llegado los ra-
civo y menos aun desagradable. Es, por el con- dios de contestación.
trario, una de las cosas más sabias y oportunas El Flandre va lleno de judíos polacos que se
con que me he tropezado en mi vida. De no ser curan en salud y se largan a Cuba. Son todos
por el mareo, los viajeros de tercera clase se ve- practicantes y, por tanto, reaccionarios aunque
rían obligados a digerir la bazofia que comen en antifascistas. El primer día, presididos por su ra-
el barco, y esto produciría estragos terribles en bino, cantaron antes de comer una cosa pareci-
sus estómagos. Gracias al mareo, no se produce da al “Frére Jacques” en hebreo, y se comieron
este lamentable caso y todo el mundo conserva lo nuestro. 5
limpio el estómago e intangible la salud. Tiene Desde hace una semana el tiempo es magnífico.
también otra ventaja, y es que, en vez de respirar He conquistado justa celebridad en el comedor
el aire pútrido del mar, se ve uno hundido en y he engordado visiblemente. 6 Me siento sano y
el cómodo y saludable ambiente del dortoir, 4
fuerte como nunca y dispuesto a emprender de
de cuyas excelencias no quiero hablarte porque
nuevo la lucha por la vida en cuanto eche pie a
esta carta me costaría un dólar. El caso es que, a
trancas y barrancas, hemos devorado una can- tierra. Estoy seguro de que la lucha será dura,
tidad enorme de meridianos y paralelos, que los pero tengo también la seguridad de triunfar en
relojes ya no saben qué hora es, y que estamos a ella. He aprovechado estos días de buen tiempo
la vista de los Estados Unidos. En este momento para dar los últimos toques a mis conferencias,
nos hallamos frente a los rascacielos de Miami y he trabajado un poco en la novela. 7 Pero no

4
Fragmento irónico, muy propio de Perucho, en que explica que, gracias al mareo, los pasajeros del Flandre, en lu-
gar de “respirar el aire pútrido del mar” pueden inhalar “el cómodo y saludable ambiente del dortoir”, o sea, del dormitorio
colectivo.
5
Perucho alude a aquella canción francesa del s. xvii que hace referencia al toque de maitines del que estaba
encargado un monje del monasterio que quizá se había dormido: “Frère Jacques, / Dormez-vous? / Sonnez los
maitines! / Ding, daing, dong!”. Este párrafo acaba con un toque de humor sobre la voracidad de los judíos polacos.
6
En una fotografía en la que aparece a bordo del Flandre, así como en las primeras que se hizo al llegar a Mé-
xico para los documentos de inmigración, Perucho presenta un aspecto escuálido.
7
Cabe la posibilidad de que no se trate de una nueva novela, sino de la traducción al castellano de Ícaro, que
Perucho terminó en México en noviembre de 1939.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

509

hay aquí comodidades para trabajar en serio y, mi vida actual. Es desesperante no poder hacer
por otra parte, necesitaba este saludable reposo nada por ellas. Si se te ofreciera alguna opor-
que me ha proporcionado el Atlántico. Ahora tunidad, no dejes de aprovecharla. 10 Gamboa
estoy como nuevo. He sacudido la baja moral 11
debe estar enterado de si se prepara algo de
de la derrota y me dispongo a volver a empezar carácter general para la emigración a América
dondequiera que sea. 8 de los refugiados. Te adjunto una carta para
Es lamentable que no hayamos podido hacer ellas. Si están todavia en Francia, envíasela; si
juntos el viaje. Durante toda la travesía me ha hubieran regresado a España, escríbeles por tu
obsesionado la idea de traerte conmigo cuanto cuenta para decirles con toda prudencia que es-
antes, para que podamos reanudar esta vida toy bien. 12
nuestra en la que, si ha habido días difíciles, ha Y tú, ¿cómo estás? Todos los días he ido rec-
habido también una comprensión, una lealtad y tificando el meridiano para poder imaginar con
una felicidad que vale por todos los tesoros de la exactitud dónde te encontrabas a cada hora, y
tierra. Si las cosas salen bien en La Habana (so- así he ido reconstruyendo nuestra vida durante
bre lo cual tengo algunas dudas, dada la difícil los dos meses que hemos pasado en París. ¡Qué
situación que en Cuba existe) nuestro problema lejos me parece ahora todo eso, ante el deseo de
se resolverá automáticamente y en seguida. Si tenerte otra vez a mi lado! Hay que reconstruir
no, habrá que llegar a Méjico y ganar peso a nuestro hogar deshecho por la guerra, cueste lo
peso, penosamente, el importe de tu viaje. Pero que cueste. Y estoy dispuesto a lograr que sea
lo conseguiremos también. 9 pronto, muy pronto.
Excuso decirte que, no obstante la agradable ¿Has vendido la máquina de escribir? El apara-
novedad que para mí representa un viaje como to fotográfico no lo vendas por menos de 1.500
el que estoy haciendo, no me faltan motivos de francos, salvo en el caso de que necesites dinero.
preocupación. La suerte que puedan correr mi Recuerdo constantemente a los papás y a
madre y mi hermana amarga todas las horas de nuestros amigos. Todos han sido de una bon-

8
En este pasaje Perucho se muestra vital y optimista, dispuesto a luchar por la vida después de la catástrofe.
9
De estos comentarios tan sinceros, deducimos que Lucienne no se había embarcado por falta de recursos
para pagar el pasaje. Perucho alude, de pasada, a la situación política de Cuba bajo la presidencia (1936-1940) de
Federico Laredo Moreno, el segundo presidente después de la dictadura de Gerardo Machado.
10
Tras haber visitado a su madre y a su hermana en Perpiñán, Perucho había perdido todo contacto con ellas,
de las que había estado toda la vida pendiente, y transmite su desasosiego a Lucienne para que gestione su eva-
cuación a México.
11
El diplomático mexicano Fernando Gamboa (México DF, 1909 – 1990), pintor y promotor cultural, había asistido
en compañía de su esposa, la americana Susana Steel Leibowitz, al Segundo Congreso Internacional de Escritores
para la Defensa de la Cultura (Valencia, Madrid, Barcelona, París, 1937) como miembro de la legación de México, ya
que presidía la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de su país. Residente en Francia, por encargo de la pre-
sidencia de la República de México, en 1939 organizó el transporte hacia Veracruz de los vapores Sinaia, Ipanema,
Mexique y De Grase. Lucienne participó en la organización de las dos primeras expediciones y embarcó en el Mexique.
12
No se ha conservado ninguna de las cartas que Perucho envió a su familia.
510

dad extrema conmigo, y a todos debes darles quedó sin los 150 francos que él había pro-
mis saludos más cordiales. En próximas cartas metido que le enviaría cuando embarcase
explicaré a papá todo cuanto pueda saciar su en Saint-Nazaire, puesto que era de supo-
constante curiosidad por las cosas exóticas, y ner que la moneda francesa no le sería de
a mamá cómo son las enchiladas. 13
utilidad en México, aunque quizá conside-
Arturo
[Mecanografiada] [Archivo de Angelita Pe- ró que podría servirle a bordo del Flandre.
rucho Torres] Lucienne, quien además, había enviado a
su suegra los últimos 50 francos de que dis-
También son muy interesantes las tres ponía, lo lamenta. Y, en fin, al comentarle
cartas que Lucienne envió a Perucho des- que había tenido una infección bucal deri-
de Perpiñán, mediante las cuales hemos vada de una muela en mal estado, Lucienne
podido saber que la pareja tenía criterios reprocha a su marido que no se haya deci-
divergentes respecto a algunas cuestiones, dido aun a arreglarse la dentadura.
como el propósito de Perucho de no dejar Finalmente, gracias a los comentarios
a su suerte en el sur de Francia a su madre, que hace de los compañeros y conocidos
su hermana y su sobrina. Pero Lucienne se que el sere ha rescatado de los campos de
muestra resuelta a no viajar a México ni a refugiados y que están inscritos en las listas
reunirse con su marido en el caso de que de los próximos embarcos, hemos podido
ellas tres embarquen, aunque está dispues- reconocer a algunos de ellos.
ta a ayudarles, a pesar de no avenirse, y a
ser ella quien se sacrifique. Carta (1) de Lucienne Gache a Artur
En relación con este caso tan delicado, Perucho
Lucienne trata a Perucho de irresponsable y Jueves, 11 de mayo 1939
le recrimina el hecho de que, a pesar de que Mi querido Arturo:
asegura que se ha preocupado continua- ¿Cómo explicarte el hecho de no haberte
mente por ellas, en su opinión no ha sido escrito todavía ni haber contestado todavía a
tus cartas del barco y de Veracruz? 14 La ver-
así. A través de Lucienne sabemos también
dad es que estoy preocupadísima. Una serie de
que, en medio de aquellas circunstancias cosas en las que no pensaba cuando estába-
tan dramáticas, Perucho no se portó tan mos juntos se me ocurren ahora y sobre todo
bien como su esposa esperaba, ya que se un hecho capital que, por cierto, es el centro

13
Estos entrañables comentarios de Perucho con respecto a los padres de Lucienne contradicen y desmienten
las afirmaciones de Sampelayo: “Los padres de Lucienne no le querían admitir en su casa”. (Sampelayo 1975: 118-
119).
14
Lucienne se refiere a dos cartas de Perucho. De hecho, él debió enviarle al menos tres, pero solamente nos ha
llegado la primera, escrita en el barco.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

511

de mi preocupación. Pero de esto ya hablare- trabajo pero muy interesante y que hago con
mos después. mucho gusto, y de momento esto me resuelve
Quiero, en primer lugar, decirte cómo me la situación económica, que era aproximada-
alegré al leer tus cartas, de verte animadísimo mente tan brillante como la tuya. Hablando
y lleno de esperanzas, que es la única mane- de esto, no necesito decirte que esperé en vano
ra, si no de triunfar, por lo menos de estar en tu carta de Saint-Nazaire con los 150 francos
condiciones de salir adelante y de luchar con- que quedaste en mandarme. Esto empezó por
tra los tropiezos y las dificultades. El primero indisponerme bastante porque, contando con
de ellos fue el no encontrarse Marinello 15 en ellos, mandé a tu madre en la carta que me
Cuba o no haber recibido lo que esperabas de dejaste para ella los 50 francos que me que-
Capuz. 16 Por otra parte, me extraña no haber daban. Claro que, conociéndote, no debia
recibido todavía carta de México, ya que se haberme extrañado o, mejor dicho, no debía
ha recibido ya carta de la capital de gentes que haber contado con esto.
salieron contigo en el Flandre. Pero, en fin, no Adjunto te mando las últimas cartas que he
le doy a esto más importancia de la que pue- recibido de tu familia. Ya verás por la segunda
da tener y espero que muy pronto sabré algo. que están decididas a ir a México 18 y siendo
Por mi parte, estoy trabajando actualmente y que tú, en todas tus cartas, alentaste este de-
desde más de 15 dias en la Legación de Mé- seo y me pediste a mí que las ayudara en este
xico 17 en el asunto de los refugiados. Mucho sentido, no dejaré de hacerlo, o mejor dicho,

15
Juan Marinello Vidaurreta (Jicotea, Cuba, 1898 – La Habana, 1977), profesor, escritor y político comunista de
la generación universitaria de los años treinta. Cursó los estudios primarios en Vilafranca del Penedés, de donde era
su padre, que se dedicaba al negocio del azúcar en Cuba, a donde regresó la familia cuando se calmó el proceso de
independencia de la antigua colonia. Doctorado en Derecho y licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de
La Habana, amplió estudios en la Universidad Central de Madrid en 1921 y 1922. De regreso a La Habana, participó
en la fundación de algunas revistas literarias. Opuesto a la dictadura del general Gerardo Machado, sufrió prisión
y se exilió en México, donde fue profesor de la unam. En 1937 asistió, con Nicolás Guillén, al Segundo Congreso
Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, donde debió trabar amistad con Perucho, el cual cubría las
sesiones del congreso en Valencia para Film Popular. Aunque fue ministro en los primeros gobiernos de Batista, el
cual se alió con los comunistas, acabó separándose y se declaró partidario del castrismo. Fue rector de la Univer-
sidad de La Habana y embajador permanente de Cuba en la unesco. Estudioso de la literatura hispanoamericana,
divulgó en especial la obra de José Martí.
Como indica Lucienne por habérselo comentado Perucho en la segunda carta –que no tenemos– Marinello, que
viajaba bastante, no se encontraba en Cuba. De hecho, existe una fotografía fechada en Nueva York en 1939, sin
más especificaciones, en que aparece con el actor y cantante Paul Robeson, que formó parte de la Brigada Lincoln
en la guerra civil y estuvo animando los heridos en el Hospital de sangre que las Brigadas Internacionales tenían en
el Hotel Voramar y en las villas requisadas de la playa de Benicásim (Castellón).
16
Puede tratarse del escultor José Capuz Mamano (Valencia, 1884 – Madrid, 1964), quien en 1933 fundó, con otros,
la Associación de Amigos de la Unión Soviética.
17
El ministro de la legación de México en Francia era Narciso Bassols (de noviembre de 1938 a noviembre de
1939), posteriormente sustituido por Luís I. Rodríguez (de diciembre de 1939 a febrero de 1942). Desde Perpiñán
colaboraba estrechamente el cónsul de México, Eugenio Bosques.
18
Debe tratarse de la carta en la que Julia Perucho participa a Lucienne que “Si el aviso para marchar tarda un
poco, podremos salir bien”, en referencia a la evacuación a México de ella, su madre y su hija.
512

estoy haciendo ya las gestiones necesarias, a modo que antes de prever mi viaje a México
pesar de que estoy convencidísima, como te tendrás que haber resuelto completamente la
lo dije desde el primer momento, que es una existencia de tu madre, de tu hermana y de
solemne estupidez y, más, un crimen. ¿Has la niña que completa el cuadro encantador
pensado seriamente durante unos minutos en que se te ofrece como horizonte. No sé cómo
lo que representa para ti la responsabilidad de reaccionarás ante esta determinación, que es
hacer venir a una tierra tan lejana y tan inse- irrevocable, pero por si acaso reaccionases in-
gura, en las circunstancias actuales, a tres mu- justamente, quiero contestarte de antemano
jeres, y de mantenerlas indefinidamente? Tú, que por cariño o por necesidad ineludible soy
que desde que te conozco has sido incapaz de capaz de hacer los mayores sacrificios, pero
hacer el más mínimo esfuerzo para ayudarlas, cariño no tengo, hacia tu familia (y a pesar
¿te vas a encargar, en las condiciones más du- de esto hago por ellas lo que puedo por sim-
ras y más difíciles que hayas encontrado en tu ple humanidad) y no hay ninguna necesidad
vida, de asegurarles aunque sea lo imprescin- ineludible de obrar como obráis, por lo tanto
dible? 19 que se sacrifiquen los demás. 20
Y este es precisamente el objeto de mi preo- Comprenderás ahora por qué no tenía nin-
cupación. Te aseguro que me sabe muy mal, guna prisa en escribirte… Además, no te digo
especialmente en un momento en que com- todo esto para que vuelvas atrás, sería ya de-
prendo que mi obligación es animarte y alen- masiado tarde. Hay un barco que sale el 20
tarte en la dura lucha que vas a sostener, ha- de este mes. 21 No he querido que salgan en él
blarte en este tono pesimista. Pero, por otra para dejarte un poco de tiempo, por lo menos
parte, no me cabe la menor duda que mi obli- para orientarte, pero desde luego saldrán en el
gación es también hablarte muy claro, ya que siguiente, del que no se habla todavía, y se ig-
no puedes o no quieres mirar las cosas con nora por completo la fecha. Pero ya te avisaré.
un poco de sentido común. Y lo que te quie- Dejando ya por terminado este asunto, ha-
ro decir es lo siguiente: por razones bastante blemos de otra cosa.
desagradables y que no es preciso recordar- He recibido ayer una nota de Veri, 22 que se
te, no toleraré nunca vivir con tu familia, de encuentra en un refugio no muy lejos de París,

19
Lucienne reprende severamente a su marido, al que acusa de tener poco sentido común y de ser un irres-
ponsable por haber forzado que su madre, su hermana y su hijita emigren a México, y le recrimina que no las haya
ayudado nunca. Se trata de una consideración sincera pero probablemente bastante injusta, puesto que en su
correspondencia, a menudo Perucho se muestra muy preocupado por ellas.
20
En el supuesto de que, de acuerdo con el deseo de Perucho y gracias a sus gestiones, la suegra y la cuñada
de Luicienne llegaran a embarcar para México, ella se muestra absolutamente determinada a quedarse en Francia.
Deberían detestarse mutuamente, como manifiesta sin tapujos –“cariño no tengo, hacia tu familia”– y le subraya que
asuma resolver la vida de estas mujeres allá, con las que ella se niega a convivir.
21
Lucienne se refiere al Sinaia, que zarpó de Sète el 25 de mayo de 1939.
22
Lamentablemente, al tratarse de una carta llena de referencias personales, no es posible anotar ninguna infor-
mación a partir de los hipocorísticos o tan solo de los apellidos con que Lucienne comenta a Perucho la fortuna de
sus amigos comunes, cuya personalidad resulta imposible de identificar.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

513

en Soissons. Por fin, Enrique salió del campo23 Ha salido hace pocos dias un grupo de in-
y está en Londres, pero en muy mal estado de telectuales hacia México, entre ellos [Josep]
salud. Está haciendo gestiones para ir con él y Renau, Emilio Prados, [Rodolfo] Halffter el
espera conseguirlo pronto. Ella está bien y el músico y no sé quién más. 24
niño perfectamente, gordo y anda solo. Por la legación veo naturalmente a mucha
Menéndez [¿Álvaro?] también salió del cam- gente: grupo que saldra el 16 con Marta,
po. Está actualmente en Narbonne, limpián- [Manuel Domínguez] Benavides, 25 después de
dose de tota la arena que indigestó, y engor- la operación espantosa que le hicieron en la
dando. boca, etc.
Lucinda ya se fue a Nueva York. Le di la di- Elena [Vázquez Gómez] está actualmente en
rección de “Pancho” para que te escribiera a una clínica donde la operaron hace unos 15
tu casa porque me ha prometido hacer todo días. Una intervención bastante grave y de-
lo posible para conseguirte colaboraciones en licada pero de la cual parece que se repone
revistas. En fin, ya te dirá ella misma lo que muy bien y con la mayor normalidad. Cada
piensa y qué hay de posible de esto. vez que la veo me pregunta por ti y te manda
Mayer también me escribió de Nueva York. muchos saludos, así como Teresa [Proenza].
Está encantado. Me pidió una dirección para Ya no viven en la Rue de Vaugirard. La nueva
poderte escribir porque él también piensa ser- dirección es 7, Rue de la Cavalerie. 26
te útil en este aspecto. Hace cosa de dos o tres semanas he tenido

23
Enrique Díez Canedo (Badajoz, 1879 – México, 1944), poeta, traductor y crítico literario. Fue embajador en Uru-
guay y Argentina durante la República. Lucienne se refiere a uno de los numerosos campos de concentración en que el
gobierno francés confinó a los expatriados españoles.
24
La Junta de Cultura Española y el gobierno de México organizaron la expedición del vapor holandés Vendamm, en
el que embarcó un grupo de unos cincuenta artistas e intelectuales españoles, como los mencionados Renau, Prados,
Halffter, Bergamín, Manuela, Rosa y Josefina Ballester, Luisa Carnés, Miguel Prieto, Ricardo Ugarte, Josep Carner, Eduar-
do Ugarte, el mexicano Juan de la Cabada, etc.
25
Manuel Domínguez Benavides (Puenteareas, 1895 – México, 1947), periodista, escritor y político socialista, autor
de una biografía novelada del financiero Joan March (El último pirata del Mediterráneo, 1934), en México fue secretario de
redacción de la revista Reconquista de España.
26
Teresa Proenza era hermana de Cachita Proenza, quien será la madre adoptiva de Max Rojas Proenza, el hijo
de Perucho y Lucienne.
Teresa Proenza y su compañera sentimental Elena Vázquez Gómez habían venido a España a combatir en la
guerra civil contra el fascismo, donde Elena resultó herida y operada en una clínica de París, como cuenta Lucienne.
Después de volver a México, Teresa fue secretaria de Diego Rivera y amiga íntima de Frida Kahlo. Elena, por su
parte, fue secretaria del presidente Lázaro Cárdenas. (“Raquel Tibol: Mi vida cambió con Diego y Frida”. Vanguardia,
14-12-2013:
http://www.vanguardia.com.mx/mividacambiocondiegoyfridaraqueltibol-1903414.html)
En 1953, Frida Kahlo regaló en Teresa Proenza la acuarela titulada La risa con esta dedicatoria: “Para Elenita y
Teresita cono todo mí amor, Frida Kahlo (la Lucas que tanto las quiere)”. Una dedicatoria semejante se encuentra en
la parte alta de la pared del dormitorio anexo al estudio de la casa-museo de Frida Kahlo en Coyoacán, pintada de
color rojo por la misma artista: “Casa de Irene Bohus, cuarto de María Félix, Frida Kahlo y Diego Rivera, Elena y Teresita,
Coyoacán, 1953, Casa de Machila Armida”.
514

muchas inquietudes por la salud de mi padre, te aprecio mucho, sufro cuando te rebajas,
que estuvo durante varios días bastante mal voluntariamente o por debilidad, del nivel in-
de salud. Después ha sido mi madre, que sigue telectual, moral e incluso físico que es el tuyo.
todavia delicada. Luego he sido yo, que por Con todo cariño,
culpa de una muela que se infectó tuve una Lucienne
sinusitis maxilar, y me obligó además a una [Hológrafa] [Archivo de Angelita Perucho
visita diaria al dentista. ¡Todas las suertes a la Torres]
vez! ¿Tienes siempre el proyecto de arreglar-
te la boca? ¿Cuándo comprenderás que es en
interés tuyo que insisto de esta forma? Pero si
no lo quieres comprender una vez más, peor Carta (2) de Lucienne Gache a Artur
para ti. 27 Perucho
Desde que te fuiste no he visto una sola vez a
Gérard Papiot
Colino, 28 porque entre el dentista y el trabajo
de la legación no me queda tiempo. Además, brasserie
es posible que salga mañana a Perpignan con p.c. perpignan 16.194
Fernando [Gamboa], Suzana [Steel Leibowitz, Perpignan, le 22 mayo 1939
esposa de Gamboa] y otra gente de ahí, para
Mi querido Arturo,
preparar todo lo necesario para el barco.
Más que nada deseo que tengas mucha suer- Como lo preveía en mi carta anterior, es-
te y que las cosas te vayan lo mejor posible, toy hace cerca de 15 días en Perpignan con
los Gamboa, trabajando en la preparación de
incluso si no debo participar en ello. De lejos,
la primera expedición en masa de refugiados
como de cerca, me alegraré de todo lo bue- españoles hacia México. 29 El trabajo es algo
no que te corresponda, lo mismo que lamento de espanto, de dia y de noche en los campos
con verdadero dolor todo lo que veo en ti y y refugios, pero estoy encantada porque me
fuera de ti que no sea lo que yo quisiera. Por- interesa extraordinariamente. Aquí he encon-
que te quiero mucho, exijo mucho; y porque trado a muchos amigos y conocidos, muchos

27
Por este detalle particular, sabemos que Perucho tenía problemas de dentadura, como ya había mencionado en
algún articulo: “Con este programa no hay que decir la nochecita que he pasado desde las doce; me han tenido ustedes
sentado en la cama esperando a que empezaran a dolerme las muelas.” («El tubo de la risa» “Aprendan ustedes a ca-
sarse”, El Pueblo, 3-10-1935). De hecho, una vez en México sí que tomó una decisión al respecto, como refiere Simón
Otaola: “Son unos zapatos que no los podría usar Arturo Perucho porque le obligaría a escupir su dentadura postiza.”
(Otaola 1999: 334).
28
Manuel Fernández Colino, cineasta cubano, uno de los fundadores de Film Popular y, años después, vinculado a
Prensa Latina. Elena Poniatowska lo menciona:
“En la imprenta alguien la llama: ‘María’ y no hace caso, hasta que Fernández Colino la toca en el brazo:
–Nos conocimos en el hospital obrero, ¿te acuerdas, María? Soy Manolo.” (Poniatowska 2004: 605).
29
En el Sinaia, la primera expedición fletada por sere y la legación mexicana, embarcaron 1.620 refugiados. En París,
el sere estaba “instal·lat al domicili del Comité Central du parti Communiste Français.” (Benguerel 2008: 319).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

515

gratos y otros menos. Entre los amigos Carlos dos, porque no cabrían. Entre los demás: Tu-
y Manolo Giménez Bello, etc. Los padres de bán, Culebra, 35 Felipe Bargán, etc.
Lucinda, y su hermano, y Álvaro Menéndez, 30 Para hablar de otra cosa, vuelvo a tu carta.
salen también en él. A este último no lo he vis- Me alegro muchísimo de las buenas noticias
to porque tuve que ir a París 2 dias para llevar que en ella me das. El hecho de tener inmedia-
documentos al ministro y regresar al instante. tamente resuelta la cuestión material es para ti
una gran cosa y debe animarte en poner todo
Gracias a esto tengo un rato libre para poder-
tu esfuerzo en salir adelante. No podré leer tus
te escribir. Ya te contarán los amigos lo que es artículos porque Teresa [Proenza] se va para
este trabajo y por qué no te escribo todavía. Cuba pasado mañana, la vi un momento ayer
Entre los emigrantes: Víctor Colomer [Nadal] en la estación donde vino para despedirse de
31
y Rodríguez Salas, 32 el “gran autor dramá- mí. 36 Elena [Vázquez Gómez] se va también
tico” Mora, 33 el “mejor director de películas” con ella a México, en convalecencia de su ope-
Mantilla, 34 etc. No te los puedo enumerar to- ración. La ví también un momento en la lega-

30
Debe tratarse de un dibujante, pero no tenemos más referencias que esta: “Hierro recopiló una decena de historie-
tas de Heliodoro. La publicación, abierta y libre, incluyó en la última página un quién es quién de Hierro, donde menciona-
ba a Álvaro Menéndez, J. Vela Zanetti y a Peinador, quien se caricaturizaba a sí mismo.” (Barrero: 2005)
31
Víctor Colomer i Nadal (Corbins, 1896 – México, 1960). En enero de 1939 fue el último alcalde de Barcelona, en
funciones. Exiliado en México, fue expulsado del psuc (pce), y en 1958 fue uno de los fundadores del Moviment Socialista
de Catalunya.
32
El político Eusebi Rodríguez Salas (Tarragona, 1885 – ¿? 1952), militante del psuc, en diciembre de 1936 fue
nombrado comisario de orden público de la Generalitat de Catalunya, desde cuya posición se enfrentó con Dionisio
Eroles, jefe de las Patrullas de Control del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, que asesinaron im-
punemente a miles de personas entre julio de 1936 y mayo de 1937. Esta confrontación desembocó, el 3 de mayo
de 1937, en el intento de ocupación de la Telefónica por milicianos de la cnt y la fai, con el apoyo del poum, acción
que desencadenó los Hechos de Mayo de 1937. Rodríguez Salas, exiliado en México, fue expulsado del partido el
1942.
33
Juan Miguel de Mora Vaquerizo (México, 1921), hijo de padre mexicano y de madre española, en 1936 fue
a París a completar estudios. Durante la guerra civil vino a España a luchar a favor de la República, primero en el
Quinto Regimiento en Madrid y más tarde en el XV batallón de las Brigadas Internacionales, con el que participó en
la Batalla del Ebro. Después de la guerra volvió a su país, donde ejerció el periodismo en diversos medios, así como
la docencia del sánscrito en la unam, lengua de la que ha sido traductor. Autor de una extensa obra literaria, de joven
ya debía escribir algún que otro texto dramático, como Lucienne menciona.
34
El cineasta Fernando Gutiérrez Mantilla, promotor en 1936 de la productora-distribuidora del pce Cooperativa Obre-
ra Cinematográfica, pronto neutralizada por la potente Film Popular. Mantilla participó, con Carlos Velo, como codirector
y guionista en los documentales Almadrabas (1935), Finis terrae –Galicia (1936) y, en solitario, en La ciudad y el campo
(1935), Julio de 1936 (1936), ¡Pasaremos! (1936) y Por la unidad hacia la victoria (1937). Marchó a México en el Sinaia, en
el que también viajaban Pedro Garfias, Tomás Segovia, Ramon Xirau, José Gaos, Eduard Nicol, Adolfo Sánchez Vázquez,
Julio Mayo, Manuel Andújar, Benjamín Jarnés, etc.
35
El periodista Manuel Culebra Muñoz (La Carolina, 1913), presidente de la Juventud Radical Socialista de Málaga y
Madrid. Afiliado a la JSU, fue concejal del Ayuntamiento de Lleida. También embarcó en el Sinaia.
36
Se trata de la Gare de Lyon: “A la nit érem a la gare de Lió. Paris-Lyon-Mediterranée. Altra vegada vidres pintats de
blau, als vagons.” (Benguerel 2008: 320).
516

ción, donde vino de visita. Está bien, pero muy Te mando la última carta recibida de tu her-
cansada todavía y necesitando mucho reposo. mana. Pienso enviarla a México en el próximo
Ya la verás antes que yo, porque no sé cuán- embarque, que será dentro de muy pocos días.
do regresará. Por lo tanto, si puedes, no dejes Te aviso para que puedas preparar algo para
de mandarme recortes de periódicos, que no recibirlas. 41
necesito decirte cómo me interesa seguirte en Todavía me quedan muchas cosas que decir-
todas las actitudes de tu vida. El articulo que te, pero en este momento me vienen a buscar
me mandaste en tu última carta todavía no he para ir a Port Vendres, desde donde sale el
acabado de traducirlo, de lo cual no te extra- barco.
ñarás, debido al jaleo en que estoy metida. 37 Esta carta te llegará antes que el barco, que
Las palabras cruzadas son efectivamente un tardará unos veinte días hasta Veracruz, pero
poco complicadas. En un rato que tuve libre los amigos te traerán noticias frescas mías. De
en el campo de Barcarès 38 me dediqué a re- salud, estoy muy bien, aguantando de modo
solverlo con la ayuda de [Emilio] Rodríguez irreprochable el trabajo enorme que tengo que
Mata 39 (para líquidos) pero el resultado no es realizar.
muy brillante. Lo más lamentable de todo es Muchos besos y abrazos,
que nadie sabe quién es el cura revoluciona- Lucienne
rio (que no es Hidalgo) ni los mexicanos mis- [Hológrafa] [Archivo de Angelita Perucho
mos. Habíamos formado el propósito Mata Torres]
[Emilio Rodríguez Mata] y yo de hacerte un
rompecabezas de estos con el nombre de los Carta (3) de Lucienne Gache a Artur
amigos que salen en el Sinaia, pero el rato de Perucho
ocio ha sido muy corto y no se ha repetido,
de modo que la cosa ha quedado en el aire. Perpignan 29 mayo 1939
Sin embargo, supongo que nos agradecerás la Mi querido Arturo:
intención.40 Después de haberte escrito mi última carta

37
De las palabras de Lucienne deducimos que, de los dos, era ella quien más se ocupaba de traducir al francés.
38
Como explica Lucienne, los trabajadores de la legación mexicana visitaban los campos de concentración de
refugiados, como en este caso el de la playa de Barcarés, a unos 60 km. al norte de Perpiñán.
39
Se trata del ingeniero industrial Emilio Rodríguez Mata (Salamanca, 1903 - ?), que había completado estudios
en el Instituto Politécnico de Berlín, casado con Aurora Arnáiz Amigo (Sestao, 1913 – México, 2009), la primera
catedrática de la historia de México (de Teoría General del Estado).
40
En este párrafo Lucienne explica a Perucho que ella y Emilio Gutiérrez Mata (desconozco qué significa la
expresión “para líquidos”), se habían propuesto esbozar un crucigrama para que, al resolverlo, Perucho acertara los
nombres de las personas conocidas que partían en el Sinaia, pero que al final lo han dejado. Bromea, al referirse
a un “cura revolucionario (que no es hidalgo)” –escribe en minúscula–, ya que fue “el cura Hidalgo” –el mexicano
Miguel Hidalgo Costilla– quien protagonizó “el Grito de Dolores” el 16 de septiembre de 1810, con el que empezó
el alzamiento popular mexicano contra las autoridades coloniales. Por este detalle deducimos que Lucienne tenía
buenas referencias de la historia de México.
41
Da la impresión de que, finalmente, Lucienne ha consentido incluir a la familia de Perucho en el pasaje del próximo
barco a México, el Ipanema.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

517

he recibido la tuya, o sea, la segunda desde tomando el sol y el aire porque hacia un día
tu llegada a México. A pesar de que no sea precioso. El día siguiente lo pasamos traba-
ya tan optimista como la primera, me ha ale- jando en Perpignan; pero los días siguientes,
grado mucho su contenido y las noticias que como faltaban pocos para reanudar el trabajo
me das. relativo a la segunda expedición, nos los die-
Yo sigo en Perpiñán. No me acuerdo si mi ron de vacaciones y nos hemos ido, yo y las
última carta era antes o después de mi viaje a dos compañeras que trabajan conmigo y una
París, viaje cortísimo, ya que consiste en dos inglesita del Comité Británico, 45 de lo más
noches de tren y un día en París. Pero esto me simpática que puedas imaginar, nos hemos ido
permitió despedirme (por pura casualidad) de a una playa cerca de aquí, Canet, donde nos
Teresa [Proenza] y Elena [Vázquez Gómez], hemos dado la vida padre, tiradas todo el día
que salían el día siguiente, la primera para en la arena, tomando baños de sol, durmiendo
Cuba y Elena para México. 42 De modo que y comiendo como salvajes. 46 Claro que nos
no tardarás mucho en verlas por allá. Me ale- hacía mucha falta, porque hemos trabajado
gro mucho que sus respectivas familias sean durante cerca de dos semanas de una forma
tan simpáticas como ellas mismas. ¡Es tan indescriptible, sin tiempo para comer ni para
bueno tener amigos de verdad! 43 dormir. Pregúntalo a los camaradas que nos
Hace unos días, salió de Cette el primer bar- han visto al pie del cañón. Si me vieras ahora
co de refugiados a México. 44 El espectáculo no me conocerías, ¡estoy hecha una negra!
fue de los más emocionantes que jamás pre- En el barco ha salido Rallo, pero los herma-
sencié. Estaba cansadísima porque pasamos nos Giménez, Carlos y Manolo, se han que-
toda la noche trabajando en el muelle del dado por culpa de la mujer de Manolo, que
puerto para entregar la documentación a los armó un lio con una carta fuera de propósito
1.500 refugiados que embarcaban en el barco. que escribió a Gamboa. Supongo que saldrán
Pero por la mañana, cuando ya fue terminan- en el próximo, que será aproximadamente el
do todo el trabajo, me quedé en el barco hasta 5 de junio. 47 Voy a ver si puedo hacer que tu
el momento de la salida, despidiendo a todos familia salga también en éste. Estoy esperando
los amigos –que son muchos– que se iban y que Gamboa regrese de París para hablar con

42
La escribió después de su viaje a París, como había mencionado lo que dice a continuación, que en la esta-
ción se encontró casualmente con Teresa Proenza y Elena Vázquez Gómez.
43
De este comentario se deduce que Perucho, nada más llegar a México, se puso en contacto con las familias
de Elena Vázquez Gómez y de Teresa Proenza.
44
Se trata del Sinaia.
45
El Comité Británico de ayuda a los refugiados aportaba fondos para cubrir el pasaje a México de los espa-
ñoles, como se indica en este telegrama que el secretario de Gobernación envió al presidente Cárdenas: “Legación
México confirmó salida “Sinaia” veinticuatro mayo, aclarando que Comité Británico sólo cubrió una parte del costo em-
barcación, pagándose el resto a cuenta fondos españoles. Anuncia que documentación recibirémosla cinco presente
mes… A bordo viene señora Sara Gamboa, comisionada para facilitar clasificación y preparar desembarque. Salúdolo
respetuosamente. Secretario Ignacio García Téllez. (AGN, G 3, F. P., S. LC. Exp. 546.6/212).” (Carbó: 2001).
46
Canet es, de hecho, la playa de Perpiñán, de la que dista unos doce kilómetros.
47
El Ipanema zarpó el 12 de junio de 1939 desde Pavillac (Burdeos) con unos 900 refugiados a bordo.
518

él de esto. En cuanto se haya decidido algo, te Por familia he sabido que Arturo ha llegado
avisaré enseguida. 48 ya a Méjico y mucho celebraré tengas noticias
Me pides en tu última carta que te mande de haberse instalado.
tus libros. Pero tenia la seguridad de que te Deseo que toda tu familia goce de perfecta
los habias llevado tú, y como sólo había unos salud y excuso decirte que lo mismo deseo
ejemplares, me parece que no tengo ninguno para ti.
de ellos. De todos modos, cuando vaya a París Con mis saludos para los tuyos recibe un
lo miraré y, si tengo, te los mandaré. abrazo de tu tío que te quiere
Alfredo
Estoy siempre impaciente de recibir noticias
Hospital de Breuil
tuyas y con deseos de que te vaya todo muy Albi (Tarn)
bien. Creo que de ti depende en parte y quisie- [Hológrafa] [Archivo de Nuria Llauradó Pe-
ra que no dejes de esforzarte en conseguirlo. rucho]
Muchos besos de Luci.
[Hológrafa] [Archivo de Angelita Perucho
Torres]
Carta de Julia Perucho a Lucienne
Gache
Carta de Alfredo Perucho 49 a Lucienne Mougins, 15 de junio 1939 50
Gache Querida Lucienne:
Albi, 5 de junio 1939 No me ha sido posible escribir antes
Apreciable Lucienne: porque hace un mes que estoy otra vez
Como quiera que hace tiempo que no sé en el Hospital con la mamá enferma,
nada de ti y con objeto que no lo tomes a olvi- que ha estado bastante más grave
do, te escribo estas cortas líneas por las cuales que las otras veces. Si el aviso para
verás que aún existo. marchar tarda un poco, podremos
A consecuencia de dormir en el suelo adqui- salir bien porque ya está mucho mejor.
rí una nefritis y me evacuaron a un Hospital Estamos muy intrigados con lo que
de Perpignan, y ahora estoy en esta Casa de nos dice: que será posible que nos vea
Reposo de donde espero salir fuerte y en con- antes de nuestra subida [al barco], y
diciones de continuar esta aventura que algún espero que en su próxima me diga
día ha de terminar. cómo será esto. 51

48
Como sabemos, al final la familia de Perucho no marchó a México.
49
Alfredo Perucho Lloret era el hermano menor de Pascual, el padre de Arturo, y estaba en Perpiñán con Angelita
Badia, su cuñada, y con Julia Perucho, su sobrina. Convaleciente de una nefritis, escribe a Lucienne desde una casa
de reposo de Albi esta afectuosa carta en la que le pide noticias de su sobrino.
50
Mougins, ciudad próxima a Cannes, dista unos 450 km de Perpiñán. La única explicación del hecho de que
se encuentren allí es que, a causa de persistencia de la enfermedad, la madre de Perucho fuera hospitalizada algún
sanatorio de esta población de los Alpes Marítimos.
51
Como se desprende de este comentario, Lucienne, a pesar de que le venía a contrapelo, había puesto al
corriente a su cuñada de los preparativos del viaje de ellas a México que, finalmente, no realizaron por los problemas
de salud de su madre, como indica Julia Perucho en esta carta.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

519

[Hológrafa, incompleta] [Archivo de tomar el tren hacia la capital, en dos carros es-
Nuria Llauradó Perucho] peciales agregados al Interoceánico, y ser reci-
bidos en la estación por “diversas representa-
Primeras impresiones de la sociedad ciones oficiales y de trabajadores organizados
que les darán la bienvenida más cariñosa (El
mexicana Nacional, 23 abril 1939).
Al cabo de pocos días de haber desem- (…) Esta “avanzada de izquierdistas espa-
barcado en Veracruz, Perucho viajó en tren ñoles” –como le llamó Excélsior– que había
desembarcado del Flandre, continuó llegando
a México D. F., que le impresionó grata- a la capital el día 24. (…) Entre todos ellos
mente: «Llego por la noche a México – destacaban, además de los de Pozas y Dicenta,
anotó el domingo 23 en su agenda– aluci- los nombres de la escritora Belén de Zárra-
nado por lo sorprendente del paisaje y del ga, del doctor Manuel Márquez (quien había
pueblo». La llegada al país de acogida de sido por varios años médico de a bordo del
vapor Habana), de los escritores Antonio Ro-
los primeros exiliados españoles causó una
bles (Antoniorrobles), Arturo Perucho y José
enorme expectación en la sociedad y en la Bolea, del arquitecto José Luís Benlliure, del
prensa mexicanas: actor Ángel Garasa.
A principios de abril, El Nacional del día El propio Excélsior, que por una parte esta-
5 reseñó la salida del transatlántico francés ba interesado en atacar al gobierno cardenista
Flandre del puerto de Saint Nazaire hacia Mé- y se había manifestado siempre en contra de
xico con “varios centenares” de refugiados es- la República y todo lo suyo, por la otra, aho-
pañoles deseosos de rehacer su vida. Algún so- ra, no pudo menos que reconocer que por lo
bresalto debió causar el anuncio de la llegada menos algunos de los refugiados que llegaban
de un número tan vago y tan abultado de re- tenían prestigio en España, y que “su valiosa
fugiados, y la agencia del vapor se apresuró a aportación a la vida cultural mexicana esti-
desmentir el 12 esa noticia, especificando que mamos en alto grado”. El anónimo reportero
traía “solamente” 169 pasajeros, y que todos del periódico declaró lo anterior al reseñar, el
ellos tenían en orden sus documentos, además 1 de mayo, la llegada a México de Benlliure,
del dinero requerido por la ley de migración Robles, Perucho y Bolea.
(Excélsior, 13 abril 1939). Al entrevistarlos, Excélsior (del 1 de mayo de
(…) El Flandre arribó a Veracruz el 20 de 1939), planteó algunas de las constantes que
abril, con 39 refugiados españoles y sus fami- se repetirían en grados múltiples a la llegada
liares, haciendo un total de 77 personas. Al de otros refugiados y a lo largo de su proceso
día siguiente se inició el desembarco del pa- de integración a la sociedad que los acogía.
saje, coincidiendo casualmente con la conme- (…) Perucho y Bolea, por su parte “cultivan
moración de la defensa del puerto contra los diversos géneros y coinciden en uno al que
invasores estadounidenses en 1914. Entre ce- han dado siempre un tono elevado y digno: el
remonias oficiales y celebraciones populares, periodismo. Son, además, universitarios”. La
los refugiados debieron tener una impresión solidaridad del anónimo reportero que realizó
muy alegre de la puerta de entrada a México. la entrevista descubrió, en parte, su base: se
(…) El día 23 los primeros refugiados debían trataba de colegas periodistas.
520

(…) Arturo Perucho, a su vez, fue descrito “Hemos venido a trabajar silenciosamente,
como novelista y periodista que incursionaba, a aportar en la modesta medida de nuestras
también, en el “cinema”. Vivió algún tiem- fuerzas cuanto nos sea posible a la vieja y
po en París, asistió a numerosas sesiones de noble cultura mexicana y, sobre todo y ante
la Sociedad de Naciones, dirigió un periódico todo, a aprender mucho de ustedes.”
en Barcelona y fue “lector” de español en la Al negarse en redondo a hablar de política,
Universidad de Marburgo, en Alemania. Trajo los cuatro intelectuales recibidos por Excél-
a México la representación de la Fédération sior con tantos elogios –que ellos reciproca-
Internationale des Journalistes, adscrita al ban elogiando a México–, no estaban actuan-
Instituto de Cooperación Intelectual de la So- do únicamente impulsados por la prudencia.
ciedad de Naciones. Su novela más conocida Al igual que otros muchos refugiados, inclui-
es Ícaro o la impotencia, dirigió el noticiero dos muchos que habían hecho de la política
“España al día” y escribió numerosos comen- su vida, venían genuinamente hartos de ella,
tarios para filmes documentales españoles. sobre todo hartos de política guerrera. Que-
Perucho también dejó volar sus elogios a Mé- rían olvidarse de lo vivido durante la trágica
xico; dijo, “textualmente”: guerra española; en pocas palabras, reanudar
“México es acción, vitalidad, esfuerzo: lo su trabajo, comer, vivir. 52 (Matesanz 1999:
que yo creo que debe haber en toda literatura 379-383).
digna de este nombre. Por eso ejerce sobre mi “Sorpresa y alegría de México”
ánimo una poderosa fuerza de atracción. La Con toda certeza, el primer texto que Pe-
larga lucha del pueblo mexicano por desbro- rucho escribió en México es este que tituló
zar el camino glorioso de su futuro es un tema “Sorpresa y alegría de México”. Se trata de
literario hondo y sano que me atrae y me alu-
una reflexión hológrafa e inédita, de una
cina. Su colorido, su magnífica diversidad, su
energía indomable, me han impresionado en gran plasticidad, con muchas tachaduras y
lo más sensible de mi ser.” borraduras, que ocupa cuatro folios. Está
Para finalizar, el reportero intentó que los redactado en español, como todos los que
cuatro intelectuales recién desembarcados ha- escribirá y publicará a partir de ahora.
blaran de política. Pero apenas esbozado el Viajar con una guía debajo del brazo, a la ma-
intento, los cuatro, unánimes, casi a coro, nos nera anglosajona o alemana, no es viajar. La
cortan la palabra: guía elimina la sorpresa, que es la esencia viva

52
La prudencia de los exiliados es muy comprensible, tanto por su desconocimiento del país de acogida como
por los prejuicios de la sociedad mexicana hacia la antigua metrópolis: “Había prejuicios tradicionales que se funda-
mentaban en la idea de una historia lineal de México, un país sin rupturas que nacía con el mito guadalupano y podía
ser identificado con valores como el criollismo, el mestizaje, el catolicismo y la promoción de los valores nacionales.
A esto se añadían las antiguas manipulaciones históricas sobre la conquista y la colonia y las contemporáneas como
el mito de la revolución roja, atea y anticristiana con que se identificaba a la República española. El prejuicio étnico
iba generalmente acompañado de prejuicios políticos y religiosos que asociaban mecánicamente a los refugiados
con el comunismo y a este último con el ateísmo y la destrucción de las instituciones de México.” (Serrano Migallón
2010: 96).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

521

de los viajes. Para viajar bien, percibiendo toda Ya La Habana me había ofrecido dos días an-
la intensidad de este placer, hay que ignorar el tes una sorpresa azulada, entre osadías de ras-
país a que uno se dirige; hay que ofrecerle alma cacielos y supervivencias coloniales; pero los
y ojos vírgenes, para que se nos entre por ellos azules habaneros no pueden competir con los
y se nos grabe en ellos para siempre con su fi- de Veracruz, personales y varios. En Veracruz se
sonomía auténtica. El viajero debe andar por el admira, junto al azul marino robado a la magni-
mundo con ánimo de descubridor. Quien pide ficencia del Golfo, ese otro azul chabacano y en-
auxilio a guías prosaicas y concretas, podrá ser ternecedor que sólo sirve para animar fachadas
un turista, pero jamás un viajero. de peluquerías. Y ese otro, claro, infantil, que
Gracias a este inteligente sistema logré descu- promete helados sabrosos. Y ese otro, desteñi-
brir, hace años, que el alemán tiene del auto- do, pobre, adherido a las puertas frustradas y
móvil y de la manera de pilotarlo un concepto ágiles de las cantinas. Y el azul fuerte y caluroso
totalitario, en absoluto diferente del que tienen de los patios tropicales. Y el azul tornasolado
los demás pueblos de la tierra, porque él lo trata del asfalto blando, en que incide la luz…
como si fuera de una pieza, violentamente y sin Las ciudades azules son ciudades felices, ciu-
amor. Y fue así, también, como adiviné que la dades en las cuales la vida se diluye en una gra-
pasión de los alemanes por la Naturaleza –”Zur dación de tonos suaves, sin contrastes duros, sin
Natur!”– les llevaría al paganismo actual, a ese violencias y sin excesos. Si Veracruz ha padeci-
desprecio por los valores humanos típico del do y padece a veces ciertas conmociones, esto se
nazismo, tan pronto se dieran allí condiciones debe sin duda a que no es aun bastante azul, a
económicas que crearan un clima propicio. Si que sus azules no neutralizan suficientemente la
hubiera ido a Alemania con un “Baedecker”, persistencia de sus rojos congénitos. Me habría
sólo habría averiguado cuáles son los trenes más quedado en Veracruz, hundido en su embria-
cómodos y la fecha exacta en que comienza la guez, si Veracruz no tuviera una estación y en
temporada wagneriana, más otras cosas igual- ella locomotoras impacientes. La dejé con dolor,
mente faltas de interés. 53 porque amo siempre la ciudad en que no conoz-
Así, pues, vine a México sin guía y rechacé, co a nadie y en la cual no abandono afectos ni
antes de emprender el viaje, cuantas indicacio- recuerdos, que son el lastre de los viajes puros.
nes quisieron hacerme mis amigos mexicanos en Y fui hacia otras sorpresas, envuelto en la mul-
París. Y arribé a Veracruz con el alma y los ojos titud polifónica y colorista del tren: hacia pobla-
albos, apenas desvanecidas las impresiones que dos de cañas, protegidos por los amplios som-
dejaron en ellos piruetas de delfines y rondas lú- breros de palma; hacia la sonrisa florida con que
gubres de tiburón. Córdoba seduce a los viajeros; hacia las alturas
Y lo primero que me entró por los ojos hasta amenazadoras y épicas del Orizaba… [p. 2]
lo profundo del alma fue que Veracruz era una Temía encontrar demasiados cactus. En Euro-
ciudad azul, bañada en azul, con todas las ga- pa, el cactus es el tópico en que se malogra el
mas del azul, hasta con azules inéditos e inespe- prestigio literario de México, lo mismo que Pa-
rados en sus casas chaparras. [p. 1] rís se malogra en historias de fáciles adulterios

53
A la primera oportunidad, Perucho desaconseja humorísticamente que el viajero consulte la Guide Bleu y,
sobre todo, el Baedecker. Se trata de un recurso habitual, que reitera en varios artículos.
522

y España en un folletín de navajas, panderetas y vierte el genio de un pueblo o de una ciudad.


naranjas. Por fortuna, en mi trayecto, los cactus “Dime cómo te desorganizas y te diré quién
están bien clasificados y su temida abundancia eres”–debiera ser el aforismo establecido, en
no impidió que mi vista se perdiera en la gran- un mundo menos entregado al lugar común que
diosidad de valles innumerables. el nuestro.
Porque cuando se llega de la angosta Europa, De Madrid maravilla precisamente lo que
asombra lo vasto de los horizontes americanos. desagrada a los ingleses y a los americanos,
Al comienzo se siente uno demasiado pequeño que pasan por él sin comprenderlo: la ley
en esta inmensidad verde. Sólo el hábito y la re- oculta que rige su desbarajuste íntimo. Y lo
flexión nos dicen luego que formamos parte de que da fisonomía y personalidad a México es
este paisaje, y nos dan plena consciencia de que su contenido contradictorio. Que haya, jun-
nos agitamos en él por derecho propio, porque to a tranvías magníficos, indios sentados en
su aire es nuestro aire y su infinito el nuestro. el suelo en autobuses anacrónicos entre miles
En otros países, las montañas son como un de automóviles; tiene para el futuro histórico
estorbo, y hay que culminarlas si se quiere gus- mucha más importancia de la que son capaces
tar el sabor de las grandes perspectivas. En el de sospechar quienes viajan con guía. Porque
México que conozco hasta ahora, no. El tren se las contradicciones acaban por estallar algún
enrosca dolorosamente, con quejidos de acero, día y, como en las armas de fuego, el estallido
en las grandes montañas acostadas, y siempre es siempre hacia adelante. [p. 4].
hay ante los ojos panoramas inacabables en los
que la contemplación se esparce en llanuras sin Lucienne llega a México
límite.
En la agenda de Perucho no figura ningu-
Es esta vastedad lo que nos amplía el alma y
nos tienta la ambición: alma ancha para com- na otra anotación hasta que el 26 de julio,
prender mejor, y ambición sin freno para en- al cabo de tres meses de haberse instalado,
cerrar este gran pueblo dentro de nosotros, en indica que regresa a Veracruz porque al día
nuestro amor y en nuestra sangre. siguiente “Llega Luci en el Mexique.” Ha-
Advertir que se comprende y que se asimila un biéndose reunido definitivamente, pasaron
pueblo es alborozarse con sus sorpresas y ale-
los cinco días siguientes en Veracruz, arre-
grarse con su alegría. [p. 3] Es nacer de nuevo a
la felicidad de una patria voluntaria y libre. Sen- glando papeles y ocupados en otros come-
tirse otra vez ciudadano, cuando han sido sega- tidos. El miércoles 2 de agosto escribe la
das bajo nuestros pies viejas raíces profundas… última anotación en su agenda para cons-
La ciudad de México sorprende y atrae por tatar que sus vidas arrancan de un punto
sus contradicciones. Donde hay contradicción de partida nuevo hacia un futuro incierto:
hay esperanza, y México es, por eso, una ciudad
“Llegamos a México D.F.”. Aproxima-
prometedora. ¡Horribles poblaciones aquellas
en que todo es perfecto y todo funciona bien! damente un mes después, ante las nuevas
¡Espanto inolvidable de La Haya y de Gine- perspectivas que les ofrecía la vida, Lucien-
bra –ordenadas, metódicas, limpias, implaca- ne se quedó embarazada.
bles como la clínica de un dentista! No: es en el
desorden y en la desorganización donde se ad-
TEXTOS Y DOCUMENTOS

523

Max Rojas Proenza tan siquiera le pasó por la cabeza inscribir


al recién nacido en el registro civil. Enton-
El martes 4 de junio de 1940 nació su
ces, forzado por las circunstancias, tomó la
hijo. Sin embargo, como consecuencia del
dolorosa decisión de dar en adopción a su
parto, al cabo de dieciocho días, el 22 de hijo a un matrimonio amigo que no había
junio, Lucienne falleció de fiebres puer- tenido descendencia, los cuales le criaron
perales. Arturo, a punto de cumplir 39 como padres adoptivos. 54 El 2 de enero
años, se quedó solo y a la deriva, en un de 1943, dos años y medio después de su
país extraño, sin familia ni recursos. Com- nacimiento, lo legitimaron con sus apelli-
pletamente desorientado, y teniendo solo dos, Rojas Proenza, si bien le siguieron lla-
documentación provisional –la Carta de mando como le habían puesto sus padres:
Naturalización mexicana, núm. 1165, no Max, en memoria de Máximo Gorki –y no
la obtuvo hasta el 22 de abril de 1941–, ni de “Max Rieger”! 55

54
Jorge Juan Máximo Rojas Proenza (México DF, 4-06-1940 – 24-04-2015) estudió Filosofía en la unam. Entre
1994 y 1998 fue director del Instituto del Derecho de Asilo-Museo Casa de León Trotsky de Coyoacán. Fue un re-
conocido poeta, autor de varios libros, entre los que destaca Cuerpos (Conaculta: 2011), en el que reunió algunos
títulos anteriores. Obtuvo la Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer 2009 por el libro Cuerpos uno: Memo-
ria de los cuerpos (2008).
Max Rojas asumía con indiferencia la filiación biológica de Arturo Perucho, porque se consideraba hijo legítimo de
los padres que le criaron y le educaron, cuyos apellidos llevaba con orgullo. El único recuerdo que conservaba de su
padre es el de un día, cuando tenía seis años, en que yendo por la calle con Jorge Rojas, su padre adoptivo, trope-
zaron con el periodista Perucho, con quien Rojas se detuvo unos momentos para saludarlo. En los días siguientes,
aquel señor le hizo llegar un regalo, La enciclopedia de los niños.
El 1961, cinco años después de la defunción de Perucho, su viuda, Nené Torres, casada ya con Alejandro Yáñez,
citó a Max, que ya tenía 21 años, para hacerle saber que tenía tres hermanastras, hijas de su padre, lo cual le produ-
jo cierta turbación durante un período de tiempo. Entonces le entregó el pasaporte y algunas fotos de Lucienne, su
madre, más una carta de Arturo dirigida a él, escrita probablemente pocos días antes de morir, que su hijo no quiso
leer y la hizo pedazos. Su hermanastra Angelita Perucho es de la opinión que heredó el talento literario de su padre.
Max Rojas falleció el 24 de abril de 2015, a los setenta y cuatro años.
Vid. Mónica Gameros: “Max Rojas, el poeta del caos”:
http://www.sputnikdos.com/2015/04/max-rojas-el-poeta-del-caos.html
Y en facebook: Homenaje Max Rojas en Bellas Artes: martes, 2 de junio a las 19:00 en UTC-05
Sala Manuel M. Ponce, Palacio de Bellas Artes en México, D. F.
https://es-es.facebook.com/pages/Max-Rojas/235951143083171
La nieta de Max Rojas –la primera hija de su hija Marcela–, nacida en 2015, se llama Lucinda en recuerdo de la
malograda Lucienne.
55
Tras los Hechos de Mayo de 1937, en los que se enfrentaron en Barcelona los comunistas prosoviéticos y
los milicianos anarquistas y trotskistas, los cuales sufrieron posteriormente una dura represión, en 1938 apareció el
libelo Espionaje en España que, atribuido a un desconocido Max Rieger, se vendió como una traducción hecha por
el matrimonio Perucho, los cuales eran acreditados traductores de unas cuantas monografías marxistas.
524

La familia de Jorge Rojas, el padre adop- abrió un día la puerta de su casa para
tivo de Max, eran mestizos de origen cu- atender a un mozalbete que venía a entregar
bano que se habían refugiado en Veracruz un ramo de flores que, en realidad, ocultaba
huyendo de la Guerra de la Independencia un explosivo. Al estallar, el chico murió y
de Cuba. Hacia 1930 Jorge fue a estudiar Juana Luisa, entre otras heridas, sufrió la
a La Habana. En 1933, durante uno de los amputación de una mano. Este atentado,
peores períodos finales de la dictadura de obra de los machadistas, determinó que las
Machado, debió abandonar el país y, des- cuatro hermanas se exiliaran, y tras pasar
pués de pasar un tiempo en Nueva York, por Guatemala, Colombia y Ecuador,
vino a México, donde trabajó como direc- decidieron establecerse en México: “Entre
tivo de la Compañia Cubana de Aviación. los cubanos exiliados políticos residentes
Jorge Rojas y Caridad Proenza (Cachi- en México que se reunieron para exhumar
ta), que ya se conocían, fueron detenidos los restos de Julio Antonio Mella, en agosto
juntos por la policía en el acto de despe- de 1933, se encontraba Caridad Proenza
dida de los restos de Julio Antonio Me- de Rojas. Cachita, como cariñosamente
lla, que ella misma había contribuido a la llamaban quienes más la querían,
exhumar junto a Juan Marinello y Josefa amó a México como a su propia patria.
Vidaurreta. Este homenaje se celebró en el Después de ver allanada su casa, detenidas
Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional las hermanas, herida gravemente la más
Preparatoria, anexa a la unam. Mella había pequeña, y amenazada de muerte ella, por
sido incinerado en el Panteón Francés de la el tirano Gerardo Machado; disfrazada,
capital azteca y sus cenizas fueron traslada- logró llegar hasta la embajada de México en
das a Cuba el 29 de septiembre de 1933. 56 Cuba, donde la firme actitud del embajador
Cachita era la tercera de las cuatro permitió su salida. Pasó por Centroamérica,
hermanas Proenza. Cuando aún vivían en y llegó al Distrito Federal el 26 de julio de
La Habana, la menor de ellas, Juana Luisa, 1933; en esta ciudad vivió más de medio

56
El carismático líder estudiantil Julio Antonio Mella, fundador del primer Partido Comunista Cubano, fue ases-
inado el 10 de enero de 1929 en la calle Abraham González de México DF por sicarios de Machado, estando en
compañía de su pareja, la fotógrafa vanguardista italiana Tina Modotti. En el parque de la Colonia Tabacalera, en la
Delegación Cauchtémoc, donde se encuentra su busto –esculpido en bronce por Alberto Lezcay, junto a otro del
comandante Ernesto Che Guevara–, cada 10 de enero se celebra un acto en su memoria en que la señora Lourdes
Patiño, impulsora del homenaje, distribuye claveles rojos entre los asistentes. (Vid. “Homenaje en México a Julio
Antonio Mella en el 86 aniversario de su asesinato”, Cuba Diplomática:
http://www.cubadiplomatica.cu/mexico/RelacionesBilaterales/tabid/12397/ctl/Details/mid/20260/ItemID/47495/
Default.aspx
(Recurso consultado el 2-03-2015).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

525

siglo.” (Capull Reyes: 2005). Como hemos Pablo, destartalado e inolvidable!–, 57 conocía
visto, Lucienne menciona a la segunda de las a Bach, tenía una idea bastante clara de nues-
tros clásicos, y había iniciado [p. 1] mi comer-
hermanas Proenza, Teresa, en las cartas que cio con el álgebra de Euler, que mi abuelo Ed-
escribió a Perucho desde Perpiñán. mundo traducía del alemán por pasatiempo.
Otro texto que Perucho debió escribir al Además –cosa rara entre nosotros–, escribía
poco de llegar a México es el titulado “His- con una sintaxis tolerable.
toria de uno fracaso”, un escrito sin fecha Me sorprendí al saber por los demás “que
prometía”, porque yo no había prometido
de siete páginas, autobiográfico, hológrafo, nada, y lo único que en verdad me interesaba
al parecer incompleto y hasta ahora desco- era matar pájaros cuando estaba en el campo
nocido, en el que narra en primera persona y romper cristales a pedradas cuando residía
que de joven tuvo una fuerte vocación mu- en la ciudad.
Con gran sorpresa mía, resulté un muchacho
sical, causa del enfrentamiento con su pa- brillante. Aprendí sin estudiar apenas. Y no he
dre, a propósito de los estudios de Medici- olvidado nada de lo que aprendí, ni siquiera
na o de Derecho que él trató de imponerle. disciplinas como las matemáticas o la fisiolo-
gía, con las que ya no he vuelto a tener trato.
Historia de un fracaso Fui siempre un gran lector desordenado. No
recuerdo, en cambio, haber estudiado nunca.
Confesiones de un hijo de este siglo Ese penoso esfuerzo de retención mental, que
Me educaron para que fuera hombre de estu- llamábamos empollar en nuestra jerga estu-
dio y reflexión, de archivo, de biblioteca o de diantil, no se había hecho para mí: nunca creí
laboratorio. De niño me dieron cuanto podía que fuera necesario leer dos veces un mismo
afinar mi sensibilidad y aguzar mi instinto de texto para enterarse de su contenido.
observación: un ambiente familiar amable, un Evidentemente, mi padre estaba orgulloso de
piano y largas temporadas en el campo. su hijo. Ya entonces, comenzó [p. 2] a incurrir
Entré con pie derecho en el Instituto de se- en el único vicio que no le he perdonado toda-
gunda enseñanza. Cursé con provecho el Ba- vía: el de especular con mi porvenir sin contar
chillerato: mi madre me había dado con su le- conmigo. Pensó hacer de mí un médico, que
che el conocimiento de la lengua francesa y los habría de ser necesariamente famoso; o, dadas
secretos de la música; mi padre tenía amplia mis visibles veleidades literarias, acaso un le-
cultura literaria y me había transmitido, al trado que, claro está, descollaría en estrados y,
menos, su vocación y su buen gusto; mi abue- por añadidura, en la literatura y en la política.
lo materno era un excelente matemático, que Este era, sin duda, el camino más andadero,
sabía de todo y lo sabía bien. porque en aquel tiempo todos estudiaban Me-
El día, pues, que pisé con mi pie derecho el dicina como treinta años atrás se habían pues-
umbral del Instituto –¡viejo convento de San to de acuerdo para hacerse abogados.

57
Mediante la Ley Pidal (1845) se creó el Instituto General y Técnico Luís Vives de Valencia –aunque no tomó
carta de naturaleza hasta 1869–, que ocupó el edificio del Colegio de San Pablo, el máximo de la provincia jesuítica
de Aragón y el primero que tuvo la Compañía en España.
526

Esta idea se fue perfilando en el ánimo de mi lidad verbal, mi afición a escribir y mi buena
padre y llegó a tener matices realmente refi- memoria, me dotaban particularmente para
nados: veía mi futuro con una prolijidad de la abogacía. Contra esto argüía yo que debe
detalles tan falsos como la premisa de la cual estudiarse lo que no se sabe, porque estudiar
derivaban. Apenas recibido de licenciado, me lo ya sabido es malgastar tiempo y dinero.
haría doctor; después me recluiría durante un Decidido que había de ir a la Universidad y
año en la casa de campo de mis tíos 58 para no al Conservatorio, prefería estudiar una ca-
estudiar a fondo la ley hipotecaria y ampliar rrera científica, puesto que la literatura y la
mis conocimientos de Derecho Civil; con tal elocuencia eran negocio mío.
preparación, lograría pronto una jugosa nota- El día en que, recibido de bachiller, hube que
ría [p. 3] –veinte o treinta mil duros al año– y optar entre las cinco facultades del régimen
después podría dedicarme sin riesgo a esperar universitario español, el problema de mi futu-
que cayera en mi bufete un pleito sensacional ro estaba planteado en los siguientes términos:
que, naturalmente, ganaría ante el Tribunal las carreras que ofrecían unas posibilidades [p. 5]
Supremo y, con él, fama y fortuna. económicas –las preferidas por mi padre– me
El plan era perfecto; sólo su basamento era desagradaban, porque ya entonces sentía yo el
frágil. Porque yo no quería ser ni abogado, ni
desprecio por los bienes terrenales que ha ca-
notario, ni rico. Yo sólo quería tocar el piano,
racterizado siempre mi existencia; las carreras
ya que esto era, a mi entender, lo único que
que yo hubiera estudiado con gusto, ya que no
hubiera hecho bien en la vida. Como mi padre
se mostró irreductible a mi intención, pues me se me permitía hacer estudios de música, era
hacía el agravio de creer que acabaría tocando “quijotadas”, al decir de mi progenitor. Argu-
en un cine –entonces los cines necesitaban de mentaba así:
pianistas que hicieran menos densa la obscuri- –¿Qué lograrás con ser un gran matemáti-
dad y menos inaguantable el persistente siseo co? Cuando más, un pobre sueldo de profesor
de los proyectores–, adopté la primera actitud universitario.
rebelde de mi vida: prometí que nunca ni por –Sí –respondía yo–. Pero viviré a gusto y tal
nada leería un solo artículo de la ley hipoteca- vez consiga realizar un trabajo científico im-
ria. Han transcurrido treinta años desde en- portante.
tonces, y no he quebrantado mi promesa ni –¡Bah! “¡Quijotadas!” Si quieres ser hombre
con el pensamiento. [p. 4] de ciencia, hazte médico. Al menos podrás ga-
Su pugna duró tanto como el Bachillerato: nar bien tu vida.
seis años justos. A lo largo de esos seis años Yo insistía en mis puntos de vista:
agoté mi capacidad de argumentación y hube, –Si estudio Medicina será para dedicarme
al fin, de darme por vencido, no obstante que exclusivamente a la investigación.
mis razones eran de fuerza. –¿No abrirás un buen consultorio?
Trataba él de convencerme de que mi faci- –No, no lo abriría. Me tienen sin cuidado los

58
Perucho mantuvo bastante relación con la población de Xàtiva, de donde procedía su familia paterna. No solo
colaboró en dos de los principales semanarios locales de la época, El Progreso y El Demócrata, sino que también
hizo conferencias y pasó algunas temporadas en la casita de campo que sus familiares tenína en el paraje de Bix-
quert, donde el joven estudiante se retiraba a preparar exámenes, como explica en algunos artículos.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

527

embarazos, las blenorragias, los tumores, el ti- nes hológrafas que, de hecho, tienen poco
fus de mi clientela… Hay millares de médicos interés porque responden al perfil de un en-
que se dedican a esas cosas, Casi ninguno, en cargo. Valgan los siguientes ejemplos:
cambio, hace nada en nuestro país por el pro- Del cultivo de las artes industriales y mecá-
greso de las ciencias. nicas; de la práctica del comercio en que de
–“¡Quijotadas”, puras “quijotadas!” Soy yo muy antiguo se emplearon; del arte de saber
[p. 6] quien conoce la vida; no tú, que acabas allegar dinero, sacaban los judíos españoles la
de salir del cascarón. Harás lo que yo te diga y tolerancia de los cristianos. Colaboraron con
me lo agradecerás mientras alientes. ellos en la Reconquista, deseando serles útiles,
No era una insinuación; era una orden. Co- y lograron devolver la libertad a sus hermanos
nocía lo suficiente a mi padre para saber que prisioneros de guerra. (Un esclavo judío cos-
nunca lograría convencerlo. Liberal y com- taba 1.000 sueldos). Organizaron el avitualla-
prensivo de ordinario, se volvía obcecado, miento de los ejércitos cristianos, y facilitaron
inconmovible, cuando se trataba de lo que él el éxito de sus empresas a Alfonso vi, Alfonso
creía mi bien. vii, Fernando iii, Jaime i, etc. Así alcanzaron
Me di por vencido. Cedí. Pero en el momen- las guardas del poder y lo engrandecieron en
to mismo de ceder, formé el plan que había Aragón, Castilla y Portugal. Reyes y próceres
de permitirme –así lo creí entonces– llegar a les confiaban la administración de sus hacien-
la misma meta por otro camino. Seguiría la das y durante dos siglos estuvieron en sus
carrera que me exigiera menos esfuerzo y, al manos las riquezas de toda España (s. XII y
margen de mis estudios oficiales, por mi pro- XIII) y prosperó la Reconquista. El cultivo de
pia cuenta, estudiaría música. Cuando hubie- la medicina les abrió todas las puertas, incluso
ra hecho mi licenciatura, libre ya de la incom- las de los prelados. Crecían sus riquezas y ob-
prensiva tutela, me consagraría enteramente a tenían importantes privilegios. Lograron una
mi arte preferido. constitución especial en todas las monarquías
La realización de este proyecto requería más cristianas; pudieron adquirir toda suerte de
voluntad de lo que yo imaginaba entonces. [p. heredades; gozaron de una absoluta libertad
7] civil y religiosa, sometidos únicamente al po-
Según parece, nada más llegar a México, der real; tenían magistrados hebreos… Así se
Perucho trabajó como profesor de español formaron las famosas “juderías” de Aragón,
o de Derecho, o de ambas disciplinas, en Castilla, Portugal y Navarra. Se regían por le-
yes propias. Solo perdían estos privilegios en
el Instituto Superior del Magisterio, ya que caso de herir, dañar o injuriar a cristianos, o
con esta referencia publicó Elementos de en los casos de fe. Amparados por Jaime I y
Derecho Internacional Americano (1940). por Alfonso X, emprendieron grandes tareas
También dio algunas conferencias sobre la científicas. Fueron útiles al Estado, con su sa-
literatura y cine, y por lo menos impartió biduría y su dinero. [p. 9].
(…) La expulsión.– La Reconquista había
una el 27 de noviembre de 1940 sobre la
creado una casta feudal, encabezada por la
influencia de la cultura hebrea en España. Iglesia. Los reyes, en marcha hacia las grandes
Para prepararla, consultó bibliografía es- monarquías absolutas, luchaban contra ella.
pecífica y rellenó 13 páginas de anotacio- Los judíos eran un germen de burguesía an-
528

tifeudal. Por eso los reyes les ayudaban y la Lo de ayer [se refiere a la celebración en Pa-
Iglesia los perseguía. Pero una vez consuma- rís del Independence Day] fue algo así. Mucha
da la unidad nacional, triunfante ya la gran legión americana, mucho La Fayette y mucho
monarquía, los reyes no necesitaban su apo- Washington, mucho afecto internacional. Y lo
yo político, pero sí el de la Iglesia. De ahí su que es peor: palabras sin sentido, que es lo que
expulsión. Comenzó por los de Andalucía y en lenguaje corriente llamamos tonterías.
poco después (31 de marzo de 1492) vino la Porque ¿acaso no es una gran tontería que
expulsión general. Plazo hasta julio y, entre Francia llame “nuestros amigos” a los ame-
tanto, protegidos. Enormes pérdidas econó- ricanos? ¡Como si no hubiera pasado siglo y
micas. Protestas contra la expulsión (Zurita). medio desde la época de Washington! Y sobre
Escenas desgarradoras. [p. 12]. todo, ¡como si en ese siglo y medio no hubiera
El contenido y el propósito de esta con- pasado nada!
ferencia era meramente divulgativo, por lo La intervención norteamericana, que precipi-
que no tienen cabida juicios personales, ni tó el triunfo aliado ya decidido en la primera
mucho menos contrarios a los judíos. No batalla del Marne, no fue un gesto romántico
obstante, resulta chocante encontrar deter- sino una sencilla operación de banca inteli-
minadas opiniones suyas que, aunque hu- gentemente planteada. Los Estados Unidos se
manifestaron como un conglomerado de ju-
morísticas, que sí que parece que lo fueran.
díos con un hombre de buena fe al frente. Y
Las vertió en determinados artículos que esto, tal vez para disimular, para poder exigir
escribió durante su estancia como lector luego un interés más crecido.
de español en el transcurso de 1930 en la (AP: «Carnet parisien», “Nuestros amigos
Universidad de Marburgo, ciudad situada los americanos...”, Diario de Barcelona, 10-
a unos 90 km. al norte de Frankfurt. 59 07-1929)
En algunos de sus artículos de entonces A la nit és quan hom s’adona de la quantitat
sobre Alemania, Perucho ridiculizó de vez fantàstica de jueus i d’anuncis lluminosos que
hi ha a Frankfurt. Aquests són, sens dubte, els
en cuando la figura del judío interesado
dos espectacles més formidables del Frankfurt
y avaro, o bien se refirió a los judíos con nocturn. Jo crec que el que no hi ha a aquesta
displicencia y a veces con un cierto resabio ciutat són alemanys de debò; tothom deu tenir,
racial, como podemos comprobar en los si- almenys, unes quantes gotes de sang israelita.
guientes fragmentos: (AP: «Notes de viatge», “Franckfurt, de dia

59
Dicha oportunidad se la proporcionó su amigo Vicente Llorens Castillo quien, licenciado en 1926 en la Uni-
versidad Central, mediante una beca de la Junta de Ampliación de Estudios, ejerció como lector de español en la
Universidad de Génova (1926-27) y pasó a continuación a la Universidad de Marburgo (1927-1928). Sin embargo,
aconsejado por Leo Spitzer, abandonó esta plaza para ocupar otra equivalente en la Universidad de Colonia (1929-
1933). Entonces Perucho encontró la ocasión propicia para sustituirle, y dejó de nuevo Barcelona para instalarse en
abril de 1930 en aquella universidad alemana, como lector del Departamento de Románicas, donde impartió clases
de español y de catalán.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

529

i de nit”, La Publicitat, 4-05-1930) Berlín, que fa tiratges molt elevats. Com a


Un altre fet, de mena ben diferent, que pot ob- dada documental, puc dir que fou fundada
servar-se a les llibreries d’ací, és la desproporció per un jueu que féu la guerra (des de les ofici-
de preu entre els llibres barats i els llibres cars. Hi nes militars) i que, al mateix temps, féu el seu
ha edicions populars d’obres antigues i moder- agost, car va reunir una grossa fortuna.
nes, completes i acuradament impreses, que sols Com totes les coses dels jueus alemanys –que
costen noranta pfennigs. Les mateixes obres, són els més jueus del món–, aquesta publica-
en una edició de les que ací són corrents, cos- ció, malgrat del seu caràcter literari, fa polí-
ten de quatre a dotze marcs. Al contrari del tica, i en fa amb una subtilesa i una mala fe
que s’esdevé a Catalunya, no existeix ací el lli- perfectament reprovables. Així, per exemple,
bre de preu enraonat. O us regalen el volum o sota una aparença pangermanista, ha fet el joc
us en fan pagar un ull de la cara. dels francesos durant l’ocupació de Renània;
Hi ha, a més, un fenomen original. Si el lli- ha fet el joc de la dictadura espanyola molt
breter és jueu, ven els llibres a preu més elevat discretament, i ara... no sé ben bé quin joc es
que el de venda. Sobretot, si el client no té ex- porta entre mans.
periència ni ganes de fer escàndol. (...) Hi ha, en fi, la ironia jueva, de mala llei,
(AP: «Lletres d’Alemanya», “Llibreries”, La i per damunt de tot la injustícia de dir certes
Publicitat, 5-06-1930) coses, tot sabent que són inexactes.
D’antuvi, el mestre podria remarcar que a (AP: «Lletres d’Alemanya», “Propaganda
Berlín hi ha no res menys que 2.800.000 abo- en contra nostra”, La Publicitat, 31-07-
nats al telèfon; és a dir: molts més que a París, 1930)
proporcionalment a la població. Això serviria
de base per a fer un discurs patriòtic sobre la Por otra parte, debemos al escritor Se-
puixança germànica, i per a convèncer els nois bastià Juan Arbó una de las pocas infor-
de la necessitat que Alsàcia i Lorena tornin a
maciones personales que tenemos de Pe-
pertànyer al Reich.
Després podria donar una lliçó sobre publi- rucho de la época en que, siendo director
citat comercial, sense més que fer veure als de Treball, se había instalado de nuevo en
deixebles que una certa empresa, probable- Barcelona. Juan desliza, porque así debió
ment jueva, ha recorregut al truc d’adoptar haberlo oído, que pudiera ser que Lucienne
l’estrany nom de “Aaaazi” amb la sola inten- Gache Peyres fuese de origen judío: 60
ció d’ocupar el primer lloc en la guia...
Era un barrio de torres, las Tres Torres,
(AP: «Lletres d’Alemanya», “Un experi-
ment”, La Publicitat, 9-07-1930) con jardín, de gente rica, y no sé cómo fue
Der Querschaitt (que, en sentit figurat, sig- que se construyeron allí aquellas tres o cua-
nifica “La Ullada”) és una famosa revista de tro casas pequeñas –comparadas con las de

60
Sobre el linaje de origen judío “Peyres”, en francés existen unas cuantas variantes: Peyrière, Peyrere, Lapey-
rere, Peyrières, Peyrieras y otras formas similares como Peyrier, Peyrié, Lapeyre o La Peyre.
530

hoy– de pisos reducidos, bonitos, como el do –y en este tiempo– de locura, cosa, en


nuestro, aunque sin grandes, ni pequeñas, verdad, difícil. (Juan Arbó 1982: 228-229)
comodidades. Estaba en el último piso, el
tercero, y tenía un largo balcón enfrente y
una hermosa vista sobre la parte baja de la Periodista en Ciudad de México (1939-
1956)
ciudad; desde allí se veía el mar y los cam-
pos del Prat perdiéndose por el fondo, ha- La tertulia de “El Aquelarre”
cia la derecha, hacia nuestras tierras. 61 Era Desde que puso los pies en México, Pe-
una de las cosas que más me gustaban del rucho se alejó de los círculos y ambientes
piso de Vergós. que frecuentaban los exiliados catalanes y
(…) Este piso, que ocupé de soltero, lo valencianos. De hecho, ni siquiera se dio de
debí a un matrimonio amigo: un escritor, alta en la Casa Regional Valenciana, aun-
o periodista, conocido, director entonces que sí que se hizo socio del Ateneo Español.
de Treball, periódico comunista, llamado 62
Tampoco publicó ningún artículo en las
Perucho. revistas las valencianas Senyera y Medite-
Estaba casado con una francesa, creo rrani ni llegó a colaborar con las catalanas
que judía, muy bondadosa; era comunista, del exilio mexicano. En más de una ocasión
convencida, casi una fanática y mucho más prometió a Vicenç Riera Llorca un artículo
que su esposo; no tenían hijos, se mudaron para La Nova Revista, pero siempre logró
de piso y me cedieron éste. escabullirse:
Después tuvieron que irse los dos; creo
Fa uns dies vaig estar a la Casa de València per
que fueron a la URSS; se perdieron, como
tal de veure una exposició de fotos del País Va-
tantos, en la vorágine, y también de ellos lencià. Vaig parlar amb Enric Cerezo, 63 que es
me acordé muchas veces y deseé que los va mostrar entusiasmat amb els darrers núme-
hubiese protegido la suerte; en este mun- ros de LNR; em va dir que li havien fet venir ga-

61
Al mencionar “nuestras tierras”, Juan se refiere al sur de Cataluña, puesto que había nacido en Sant Carles de
la Ràpita y había crecido en Amposta.
62
En la biblioteca del Ateneo Español de México hay algún libro suyo, firmado, que debió depositarlo en algún
momento, como el Manual antológico de literatura latina, de Agustín Millares Carlo, ediapsa, México (adquirido por
Perucho en 1945). También hay un ejemplar de la miscelánea ¿Adónde va la República?, en la que publicó el artículo
“Cataluña bajo la dictadura”, resumen de su libro homónimo, publicado en catalán.
63
El abogado y político socialista Enric Cerezo i Senís (Valencia, 1908 – México, 1985), después de la guerra civil
se exilió en Marruecos, desde donde en 1942 se trasladó en el Nyassa a México, donde colaboró con la Casa Regional
Valenciana i publicó en Levante, Senyera y Mediterrani, de la cual fue gerente, así como en La Nostra Revista y Quaderns
de l’Exili.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

531

nes d’escriure un article sobre la divisió territo- Por eso cuando entra en «El Hórreo» y se
rial de València; crec que el farà. No espero que acerca a la tertulia yo le doy una bienvenida
faci com Artur Perucho, que em va prometre un jubilosa:
article cada mes –el primer me l’havia d’enviar –¡Ya llegó la alegría del botellón!
dos dies després de la conversa que vam tenir a Con Perucho, la tertulia cobra nuevos bríos
porque él es una especie de animador de bur-
casa seva, en la qual vam arribar a concretar els
bulentos aquelarres.
temes que tractaria– i en dos mesos no ha donat No hace más que sentarse en la mesa cordial
senyals de vida. Des que surt LNR em promet del Aquelarre y empiezan a explotar las anéc-
un article cada vegada que em veu i ja feia qua- dotas, los últimos chismes literarios, los más
tre anys que no el creia; però aquesta darrera recientes hallazgos.
vegada em va arribar a enganyar –és clar que Perucho no se enfada nunca. Perucho no está
el primer enganyat és ell, perquè ho promet de triste nunca. Perucho habla, ríe, anecdotiza.
bona fe– en veure’l tan entendrit amb les teves Yo no he visto a Perucho en plan trágico, en-
paraules. (Fuster 1993: 102): señando la punta del dramón, sacando punta
con navaja a una tragedia griega. Es igual que
En contraposición con su actitud de re- cuando lo conocí en el año 1932 en una libre-
ría de la calle de Preciados que estaba, para
traimiento y alejamiento del sector polí-
nosotros, bien atendida por el gordito Chena.
tico del que provenía, sí que se relacionó Igual de enjolgorizado, de optimista, de con-
con algunos grupos de exiliados españoles versador. Sin tiempo para tomar la vida en se-
de expresión castellana. Muy distinta a la rio, sin tiempo para envejecer.
impresión que se había hecho de él Riera Perucho es el nacido para dulcificar el tono
Llorca –según el cual el enmudecimiento agrio de la vida, para suavizar su perfil ríspi-
do, para espantar a la sombra y a sus fantas-
de Perucho fue debido al exceso de trabajo mas escondidos.
y a la lucha por la supervivencia–, la des- Si carga su drama, bien soterrado lo debe lle-
cripción que de él nos ha legado Otaola lo var para que no se lo note nadie, ni su brazo
muestra como una persona vital, radiante derecho, que no dará a torcer.
y optimista. La tertulia “El Aquelarre” se Arturo Perucho es el encargado de ir repar-
tiendo por la vida su rico anecdotario y a pe-
reunía los viernes por la noche en el restau- sar de su entusiasmo y apresuramiento no da
rante El Hórreo, situado en Dr. Mora, 11, abasto. La gente pide más y él no puede mul-
Cuauhtémoc, junto a la Alameda Central: tiplicarse.
El último en llegar a la tertulia es Arturo Pe- La anécdota le sube y baja por la sangre
rucho. Siempre llega tarde pero contento, ra- como un refuerzo al riego cordial para ir ti-
diante, estrepitoso. rando vivo y gracioso por la vida. Una anéc-
Saluda a la romana y grita: dota singular pinta a Perucho de cuerpo y
–¡Jai… bol! alma, así de entero. Esa que se refiere a una
Sus «jaiboles» son de ron con cola-cola y sin fiesta celebrada en la Embajada Británica en
hielo. México.
De Perucho dicen cosas, cositas, cosazas. Perucho, vaso en ristre, se enzarzó en una
Se dice que ya se retiró de las copas para de- tozuda discusión con los ingleses, con unos
dicarse a… las botellas. ingleses que quedaron supervivientes de la
532

fiesta. Hacía mucho tiempo que todo había Las tornas cambiaron en junio de 1941, con
terminado y Perucho, terco, seguía en sus tre- la invasión alemana de la urss. La Internacio-
ce, duro y a la cabeza. nal Comunista enunció entonces la línea po-
Sus amigos –Tort y Pina 64– tratan de arran- lítica de “Unión Nacional” (un), consistente
carle de aquel lugar, pero están apañados. en la creación de amplios frentes interclasistas
Es Tort el que se le acerca muy diplomático, donde se coaligaran todas las fuerzas cuyo ob-
muy ceremonioso y le dice, al oído: jetivo principal fuera la derrota del fascismo.
–Hombre, Perucho, ¿no crees tú que ya estos La adaptación a la situación española por par-
señores estarán deseando marcharse?... te del pce apareció expuesta por primera vez
Y el gran Perucho, imponente de gesto y ade- en un manifiesto del Comité Central publica-
mán, que replica: do en agosto de 1941. El objetivo era unir a
–¡Ca!... Yo no me voy de aquí hasta que es- toda la nación –desde la clase obrera a la bur-
tos señores no nos devuelvan Gibraltar. (Otaola guesía nacional– para evitar que Franco entra-
1999: 292-293). ra en la guerra al lado de Hitler. Para ello, no
se dudaba en hacer un llamamiento a sectores
Abandono del pce que, habiendo figurado en las filas del fran-
Perucho, una vez adaptado al ambiente quismo (carlistas, jefes, oficiales y clases del
ejército, sectores conservadores y católicos,
mexicano y tras el drama afamiliar, parece
grupos capitalistas españoles ligados al capi-
que durante un período se volcó hacia una tal anglo-americano) estuviesen dispuestos a
cierta vida de bohemia, bastante crítica y defender la causa de la independencia nacio-
mordaz con la jerarquía del pce. Esta ac- nal. (...) En medio de todo esto, el estupor de
titud le reportó la expulsión del partido, las bases se traducía en un sordo malestar y
que debió producirse entre 1942 y 1944 a en el abandono o exclusión de la militancia
activa, proceso paralelo a los despropósitos de
causa de las discrepancias políticas por las una dirección que tan pronto creía inminente
que, probablemente también fue expulsada una insurrección popular contra Franco como
Margarita Nelken en la misma época: 65 invitaba al pronunciamiento de “un militar

64
Francisco Pina Brotons (Orihuela, 1900 – México DF, 1971). En los años veinte y treinta vivió en Valencia, donde
publicó el ensayo Pío Baroja (Sempere, 1928) y colaboró asiduamente en El Pueblo, y más tarde en Cuadernos de
Cultura, Orto, Nueva España y Tensor. Afiliado al pce y funcionario del Banco de España, se trasladó a Barcelona al
comienzo de la guerra civil, de donde pasó a Francia antes de repatriarse a México, donde publicó sobre todo crí-
tica cinematográfica en El Nacional, Novedades y Siempre. Tradujo obras de André Gide, Henri Faucconier, Ethelreda
Lewis, Marcel Prenant, Pierre Louis y Jean Cassou.
65
“Una revisión de las disidencias y expulsiones puede servir como hilo conductor de la dinámica interna. De
ella se deduce la dificultad para mantener cohesionado el grupo dentro de las directrices marcadas. La autoridad
de la dirección en Moscú se ejercía para mantener una imagen externa de disciplina inalterable. Uno de los primeros
casos notables fue el de Margarita Nelken, acusada con los cargos habituales: enemiga del partido y del pueblo,
sabotaje a la política de Unión Nacional, calumnia a la dirección, desprecio a la clase obrera, división y difamación.
El cargo más grave es el intento de crear una corriente en un partido tan celoso de su unidad, fortaleza y disciplina.
(Carrión Sánchez 2004: 319-320).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

533

con redaños que desenvainara su valerosa es- Es muy probable que también se
pada” contra el dictador. Destacados dirigen- apartara de la organización del partido
tes, como Margarita Nelken, abandonaron el como consecuencia de los desengaños y las
partido en desacuerdo con esta línea política.
amarguras de la vida, como ha recordado
Otros, como José del Barrio, del PSUC, fueron
expulsados. (Hernández Sánchez 2014).
Sampelayo:
Antes de abandonar el partido, Perucho Muere la mujer de parto, y aparece en Mé-
colaborava, de hecho, en la revista España xico, ya en entredicho por las gentes del Parti-
Popular, como ha constatado María Mag- do. Colabora en Mundo Obrero, busca donde
dalena Ordónez: publicar reportajes del tema o la materia que
sea. 67 El caso es vivir. “Perro de estercolera”
El Partido Comunista de España, semanal- le llama Adrián Vilalta. 68 Acaban expulsán-
mente, editaba España Popular, 66 en donde dole del partido, atacado “de la funesta manía
aparecían los nombres de reconocidos co- de pensar”, y emprende una nociva vida de
cantina, que habría de acabar con él tras una
munistas, entre los que figuran Jesús Izcaray,
corta enfermedad del corazón, dejando cinco
Arturo Perucho, Encarnación Fuyola, Luís
hijas y una mujer en el camino de la vida. 69
Suárez, los fotógrafos Cándido y Francisco
(Sampelayo 1975: 119).
Souza Fernández, «Hermanos Mayo», ade-
más de personalidades de otras disciplinas
como Juan Rejano, Wenceslao Roces, José Ig- En cualquier caso, la expulsión de Pe-
nacio Mantecón, José Renau. (Ordónez 2011: rucho debe enmarcarse en el conjunto de
120): enfrentamientos internos que vivió la dele-

66
“Se llevaron a término algunas iniciativas para evitar un fraccionamiento de la organización o el desarrollo de
una política propia de los comunistas españoles residentes en México. Entre estas actividades se crearon comités
de ayuda a los presos en España, se conformaron asociaciones de mujeres antifascistas o se impulsó, en cola-
boración con otros republicanos, la Unión de Intelectuales Españoles en México de 1947. Una de las tareas más
destacadas fue la producción editorial de la prensa orgánica. España Popular se fundó en febrero de 1940. Este
semanario de gran formato estaba destinado a transmitir las noticias y opiniones a la militancia de base. Se ocupaba
sobre todo de la situación en España y en la URSS y en menor medida del resto de la emigración en México.” (Car-
rión Sánchez 2004: 324-325).
67
Lamento no haber podido consultar los ejemplares de Mundo Obrero publicados en México. Queda pendiente
también consultar los ejemplares de España Popular “del pce, que contó con las plumas de Jesús Izcaray, Arturo Perucho,
Encarnación Fuyola, Luís Suárez y los hermanos Mayo” (Serrano Migallón 2010: 173) y de Las Españas.
68
Adrià Vilalta i Vidal (Barcelona, 1906 – México DF, 1968). Hermano de los periodistas Emilià y Antoni Vilalta
(padre de la actriz mexicana Maruxa Vilalta). Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona y fue funcionario de la
Generalitat de Catalunya. Afiliado al psuc, en 1938 se exilió en México, donde colaboró en el diario Excélsior y en la
revista Estampa. Trabajó en varias instituciones bancarias mexicanas.
69
Las hijas biológicas de Perucho fueron tres, aunque cuatro si tenemos en cuenta a Nina, hija de su esposa
Nené, a quien siempre trató como si fuera hija suya.
534

gación del pce de México, en los que los or- desahogo en críticas acerbas a la Delegación
todoxos no permitieron la más mínima di- del Partido.
sensión a los críticos ya que, según Jorge de
Hoyos Puente (2011) “la pluralidad de inter- Una firma de referencia en el periodis-
pretaciones en torno a la guerra civil causó mo mexicano
esta fractura en los distintos imaginarios del Perucho, pues, evitó cualquier compro-
exilio republicano afincado en México.” Así miso político y se dedicó fundamentalmen-
como fue expulsado Perucho, también fue- te a ejercer el periodismo, campo en que
ron purgados otros militantes comunistas logró situarse bastante bien. 70 También en
destacados, como la ya mencionada Mar- México se prodigó en los cinco ámbitos
garita Nelken, situación que lamentaba Je- que le resultaban familiares: política inter-
sús Hernández en 1944, citado por Carrión nacional, crítica cinematográfica, análisis
Sánchez (2004: 309-336): de la cultura, divulgación de la literatura
y la música, y artículos de circunstancias.
En toda la República mejicana no sobrepa- Como otros periodistas emigrados, encon-
saran el número de 800 los militantes que te- tró su lugar en la prensa del país de adop-
nemos. De ellos más de 150 han sido expulsa- ción:
dos del Partido. Se excluye a la gente por las
cosas más nimias y con la mayor naturalidad. Adondequiera que vuelva uno el rostro en-
Coincide todo esto con el hecho de que la ma- cuentra señales del exilio republicano, aun a
yoría de los viejos cuadros del Partido están siete décadas de su comienzo. Eso ocurrió y
relegados, en tanto que toda una serie de mi- ocurre en el campo de la prensa. Llegaron a
litantes que nadie sabe quienes son ni cuándo México periodistas ya formados o en ciernes,
han llegado al Partido, son los funcionarios y los más de ellos practicantes de periodismo
hombres de confianza de la Delegación del C. partidario, que debieron deponer no sólo por-
C. [Comité Central] en México. (...) Enmarca- que les estaba prohibido expresar opiniones
do en esta situación nos encontramos con un en política mexicana, sino porque debieron
ambiente increíble de corrupción en la esfera emplearse en publicaciones con frecuencia aje-
superior del Partido. El Partido vive minado nas y hasta adversas a su credo, como requi-
y corroído por un malestar que encuentra su sito para sobrevivir. No hubo diario o revista,

70
“Era una comunidad profundamente politizada y con el sentimiento común de haber perdido injustamente
su pasado y su futuro; tenían la sensación de haber tenido razón y de no haber sido escuchados sino desalojados
violentamente de la sociedad a la que pertenecían y en la que podían ejercer democráticamente su derecho a trans-
formarla. Esta idea se convirtió en una mística particular y produjo distintos patrones de conducta, de acuerdo con
la época y con la experiencia internacional que se vivía.” (Serrano Migallón 2010: 208).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

535

de los que formaban el panorama periodístico sólo en 1936, cuando el presidente Cárde-
nacional, donde no fuera dable registrar la nas ejerció una explícita política de recon-
presencia de periodistas transterrados. (Gra- ciliación nacional, por cuyo efecto volvie-
nados Chapa 2009). ron a su patria los mexicanos a los que
las diversas fases de la Revolución habían
Así pues, fue coordinador de informa- arrojado al exilio.
ción internacional de Tiempo –donde, la-
A partir de la elección de Ávila Cama-
mentablemente, los artículos no iban firma- cho se hizo clara la reinserción de Guz-
dos–, semanario fundado por el periodista mán en la vida pública mexicana. Fue en-
mexicano Martín Luís Guzmán, con quien tonces, en abril de 1942, cuando fundó la
Perucho debió relacionarse antes de la gue- revista Tiempo, “semanario de la vida y
rra, cuando este vivió en Madrid, así como la verdad”. […] Guzmán formó su plan-
ta de redacción casi exclusivamente con
con el escritor Alfonso Reyes:
periodistas españoles, que en los primeros
años tuvieron cargos de dirección: Ovidio
Martín Luís Guzmán se hizo maderista Gondi (cuyo apellido era un seudónimo,
al estallar la Revolución, y por ello, cuan- resultado de combinar los dos verdade-
do al intento de restaurar el orden derri- ros, González Díaz) era jefe de redacción;
bado siguió la guerra de facciones, salió el secretario era Julio Sanz Sainz; el coor-
de México. Vivió un primer y breve exilio dinador de información extranjera, Artu-
en España, entre 1915 y 1916, y retornó ro Perucho. Eran jefes de secciones Vicen-
para sumarse a las filas villistas. te Guarner y Otto Mayer-Serra. (Granados
Chapa 2009).
(...) En 1925, el periodista y narrador
se refugió de nuevo en Madrid, donde se
dedicó al periodismo. Reunido en la capi- También fue corrector de estilo de El Na-
tal española con su amigo Alfonso Reyes, cional 71 –el periódico más leído por los re-
compartieron un seudónimo y una voca- fugiados españoles– y se ocupó de la crítica
ción periodística naciente, la de la crítica de cine del suplemento cultural de este pe-
cinematográfica, con el nombre de Fósfo- riódico y de Excélsior. Escribió, asimismo,
ro. Guzmán trabajó en diversos diarios, en el suplemento cultural de Novedades,
entre ellos El Sol, dirigido por Ortega y
Gasset, y atestiguó el advenimiento de la y mantuvo dos columnas en Atisbos: «El
Segunda República. Once años perma- ángulo agudo», que firmaba con el seudó-
neció ausente de México, adonde volvió nimo Domingo Siete y «Atisbos literarios»,

71
En 1941 El Nacional se convirtió en el diario oficial del partido (Partido Nacional Revolucionario desde 1929,
Partido Revolucionario de México desde 1938, Partido Revolucionario Institucional desde 1946) que ocupó la presi-
dencia de la nación desde el año 1929 hasta el 2000, al pasar a ser, por decreto presidencial, el órgano periodístico
del Estado, dependiendo de la Secretaría de Gobernación.
536

firmada con su nombre, donde publicó en trimonio con alemanas. Esto parece que no
total 334 artículos entre 1951 y 1956. agrada a las autoridades militares de los esta-
Veamos una muestra de sus colabora- dos Unidos, las cuales ven en ellos no sé qué
peligros. Yo no veo en tales casamientos más
ciones de «El ángulo agudo», en la que sin que los peligros inherentes a toda clase de en-
abandonar el tono humorístico y desenga- laces conyugales. En cambio, sospecho que en
ñado que cultivó en esta época, el antiguo ellos reside la fórmula para el establecimiento
comunista menciona con desdén “cada de una paz inconmovible y permanente.
ruso de esos de la hoz y el martillo” y,
quien fuera un tenaz defensor del papel de Después de pensarlo con el detenimiento y la
profundidad que me caracterizan, he llegado
la Sociedad de Naciones, “la hasta ahora a la conclusión de que cada norteamericano y
ineficaz Organización de las Naciones Uni- cada inglés deben casarse con una alemana o
das”: una rusa bien roja; y cada ruso de esos de la
hoz y el martillo, con una inglesa o una nor-
Desde la época de las anfictionías griegas, si teamericana.
no desde mucho antes, la Humanidad sueña
con un medio de evitar las guerras. Porque las Des este modo se conseguirían resultados
guerras son cosa abominable que nadie quiere sorprendentes. La guerra quedaría circuns-
y todos hacen, sin saber por qué. Hay verdade- crita al ámbito doméstico en vez de asolar
ras pirámides de papel impreso con toda clase continentes enteros como hasta ahora; y no se
de lucubraciones en torno a este problema. Y haría ya con las terribles armas atómicas, ni
también cientos y cientos de teorías. Hasta ese con los trágicamente anunciados rayos mor-
ameno y sencillo filósofo que es Kant, escribió tíferos, ni siquiera con cañones, aeroplanos,
un ensayo sobre la paz. Y hasta el profundo ametralladoras y fusiles. Todo se reduciría a
pensador y candidato más o menos tripartito unos cuantos millones de platos rotos, bate-
Lombardo Toledano, habla de la paz en casi rías de cocina maltrechas y algún que otro ro-
todas sus breves y ligeras oraciones. dillo quebrantado.

Pero el caso es que no hay modo de vivir en Brindo gratuitamente mi idea a la hasta
paz. Los sistemas han quebrado siempre; las ahora ineficaz Organización de las Naciones
ideas han volado cual pluma al viento, como Unidas. Me daré por bien pagado con que me
canta el duque de Mantua en Rigoletto. Y la erijan alguna que otra estatua por ahí…
Humanidad anda periódicamente a catorra-
zos, cañonazos, bombazos, etc., sin que haya (Domingo Siete: “Para garantizar la paz”,
nadie quien lo remedie. Atisbos, 3-06-1952)
Ahora, sin embargo, comienza a brillar un Data de esta época la carta que Alfonso
rayo de esperanza. Un cable procedente del
Berlín norteamericano asegura que los solda- Reyes, con una prosa ampulosa, agradecía a
dos norteamericanos que allí se encuentran, Perucho la elogiosa reseña de una obra suya
muestran invencible tendencia a contraer ma- que publicó el 30 de marzo de 1952 en la
TEXTOS Y DOCUMENTOS

537

Revista Mexicana de Cultura, suplemento Perucho publicó regularmente, además,


cultural de El Nacional: en las revistas Auge, Mañana, Revista de
América, Artes de México, Nuestra Música,
Carta de Alfonso Reyes a Arturo Peru- Novelas de la pantalla y Mirador –revista
cho
de información bibliográfica promovida por
México, D.F., 29 de marzo de 1952
Joan Grijalbo, 73 en recuerdo del histórico
Sr. Don Arturo Perucho
C/c. El Nacional semanario barcelonés que, tras haber sido
Ignacio Mariscal, 25 incautado por el psuc, él mismo había diri-
México, D. F. gido. Perucho puso en marcha el proyecto,
Mi querido amigo: pero solo pudo sacar el primer número, ya
Me pone usted entre los cuernos de la más es-
pantosa aporía que pudiere soñar Zenón: nada que falleció antes de que apareciera el se-
le cuesta a mi modestia declarar que usted se gundo–. 74 Alfonso Reyes le agradecía el en-
equivoca en todos los generosos elogios que me vío del primer número de Mirador:
dedica. Pero ¿cómo conciliar esto con la estima-
ción altísima que me merece su juicio? Yo creo Carta de Alfonso Reyes a Arturo
que estamos ante un fenómeno parecido al de la Perucho
mística: credo quia absurdum. 72 Dejémoslo así.
Traslado la especie de la inteligencia a la emo-
México, D.F., 11 de agosto de 1955
ción y, lleno de emoción y de gratitud, le mando
Sr. D. Arturo Perucho
un estrecho abrazo.
Mariano Azuela, 228, depto. 1,
Alfonso Reyes Col. Santa María, México 4, D. F.
Av. Industria 122, Mi muy recordado y fino amigo:
México 11, D.F. Mucho le agradezco su afectuosa carta del
8 de julio (¿no será del 8 de agosto?) que aca-
AR/jat. ba de llegar a mis manos, así como el número
1º de su revista Mirador, a la que deseo larga
[Mecanografiada] [Archivo de Angelita Pe- y próspera vida. Gracias por la reproducción
rucho Torres]

72
Reyes se refiere a una sentencia de la obra de Tertuliano (s. II) en De Carne Christi.
73
Joan Grijalbo i Serres (Gandesa, 1911 – Barcelona, 2002). Editor y político. Militante del psuc desde 1936,
colaboró en Treball. Entre 1937 y 1939 fue director general de Comercio de la Generalitat de Catalunya. En 1939
se exilió a Francia, donde fue jefe de correspondencia del sere, y pasó después a México, donde en 1946 fundó la
Editorial Grijalbo. Volvió a Barcelona en 1970 y en 1974 fundó Ediciones Júnior, en 1976 el Editorial Crítica y en 1979
Grijalbo-Dargaud, dedicada a la edición de cómics, como Asterix.
74
Mirador, revista de información bibliográfica, 2 (1956): “Nuestra revista vuelve a la luz con este su segundo número
tras una prolongada ausencia que tuvo su principal motivo en la larga enfermedad y en el sentido fallecimiento de su
director inicial, Arturo Perucho.”
538

del artículo del Lic. Manuel Torre y por su Carta de Vicente Llorens Castillo a
amabilísimo comentario marginal. Gracias Max Aub
por su buena amistad y por su simpatía.
Dejando aparte lo que a mí se refiere y tanto princeton university
princeton new jersey
me conmueve, su revista me parece muy rica
Department of Modern Languages and Li-
en útiles informaciones. Lo que me importa
terature
ahora es que su salud se restablezca del todo 20 de noviembre de 1954
75
y puede usted continuar su generosa labor. Querido amigo Max:
Por mi parte, mi salud anda dando trastazos. Te agradezco mucho los envíos que me has
¡Qué le vamos a hacer! ido haciendo de tus obras. Sólo ahora puedo
Las dos manos de su afectuoso y agradecido corresponder modestamente a tu atención. El
amigo otro día encargué al Colegio de México que te
Alfonso Reyes. remitieran el libro que acaban de publicarme.
76
Av. Gral. Benjamín Hill nº 122
México 11, D.F. Quizá sepas ya por algún amigo común las
dolorosas circunstancias de mi vida en estos
AR/ja. últimos años. Mi constante depresión de áni-
[Mecanografiada] [Archivo de Angelita Pe- mo es lo que me ha impedido casi siempre vol-
ver a entablar relación, al cabo de los años,
rucho Torres] con viejos amigos como tú.
De mi destino profesional, que es el que
Fue por entonces cuando Vicente Llo- menos me importa, no puedo quejarme; del
rens Castillo se puso en contacto con Max otro… No pocas veces envidio la suerte final
de [Ramón] Iglesia [Parga] 77 y de [Eugenio]
Aub interesándose por Perucho, a quien Ímaz [Echeverría], 78 compañeros míos uni-
creía muerto en Argentina: versitarios. ¡Qué lejos estábamos de pensar,

75
De esta exhortación de Reyes se deduce que Perucho ya tenía problemas de salud en agosto de 1955.
76
Se trata de su estudio Liberales y románticos. Una emigración española en Inglaterra (1823-1834), publicado
por el Colegio de México (1954), que “convirtió a Vicente Llorens en maestro de la historia cultural y literaria españo-
la, en una autoridad científica de prestigio internacional.” (Aznar & Galiana 2006: 71).
77
Ramón Iglesia Parga (Santiago de Compostela, 1905 – Madison Wisconsin, 1948). Historiador y traductor. Licen-
ciado en Historia por la Universidad de Madrid, fue lector de español en la Universidad de Gotemburgo (1928), des-
de donde colaboró en La Gaceta Literaria. Casado con la antropóloga Raquel Lesteiro y exiliado en México después
de la guerra civil, se encargó la cátedra de Historiografía del Centro de Estudios Históricos del Colegio de México.
Posteriormente se trasladó a Estados Unidos. Fue profesor de la Universidad de California-Illinois, donde falleció en
plena juventud, circunstancia a la que alude Llorens.
78
Eugenio Ímaz Echeverría (San Sebastián, 1900 – Veracruz, 1951). Filósofo y traductor. Licenciado en Derecho y
en Filosofía y Letras por la Universidad Central de Madrid, fue lector de algunas universidades alemanas. Colaboró
en Revista de Occidente, Cruz y Raya, etc. Después de la guerra civil se exilió en México, donde participó en la cons-
titución de la Junta de Cultura Española, de la que fue secretario, bajo la dirección de José Bergamín. Fue profesor
de la Universidad Central de Venezuela (1948) y de la unam. También trabajó en el Fondo de Cultura Económica y
participó en España Peregrina (1940) y en Romance (1940-1941).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

539

allá en la última etapa de Garcia Prieto 79 –por del mundo, los olivos y cipreses de Fiesole
quien siento creciente admiración a través del cantados por Papini, 81 no hay más español
tiempo y la distancia–, que nuestra promoción que yo en el pueblo. De tarde en tarde pasa a
académica iba a acabar donde ha acabado: en verme algún viejo amigo como [José F.] Mon-
un escalafón a extinguir –esto es el destierro– tesinos 82 o [Jorge] Guillén. 83 En Nueva York,
o extinguido antes de tiempo! adonde tengo que ir los sábados para ganarme
Te agradeceré unas letras de vez en cuando; el sustento, he visto a alguna gente conocida.
aunque tardío, no soy mal corresponsal. En Pero mi soledad es muy dura, sobre todo en
Puerto Rico [José] Medina [Echavarría] 80 y mi casa, de la que no salgo más que a mi tra-
yo te recordábamos con frecuencia. Aquí no bajo, al cuidado siempre de mi mujer, muda y
tengo con quien recordarte. Desde la jubila- paralítica antes de llegar a la vejez. 84
ción de [Américo] Castro, que ahora está dán- Desde que se fue a Chile no he vuelto a saber
dole al Barroco en el paisaje menos barroco de [José] Medina [Echavarría], tan constan-

79
Llorens se refiere al período del último gobierno constitucional de la Restauración, anterior a la dictadura de
Primo de Rivera, presidido por Manuel García Prieto (del 7 de diciembre de 1922 al 1 de septiembre de 1923).
80
José Medina Echavarría (Castellón de la Plana, 1903 – Santiago de Xile, 1977). Cursó bachillerato en el Instituto
Luís Vives de Valencia y Derecho en las universidades de Valencia y Murcia, de la que más tarde fue catedrático
de Filosofía del Derecho, así como oficial letrado del Congreso de los Diputados. Exiliado en Puerto Rico, México,
Colombia y Chile, fue profesor en diferentes instituciones académicas como la unam, El Colegio de México y las
universidades de Puerto Rico y Chile.
81
Américo Castro (Cantagalo, Brasil, 1885 – Lloret de Mar, 1972) fue profesor de Literatura Española de la Uni-
versidad de Princeton durante más de veinte años. En 1954 se le adjudicó una beca Guggenheim para estudiar el
Barroco en Italia: “Mi situación es ésta: me habían ofrecido dar dos cursos en NY University el próximo otoño, y antes
me habían escrito de Seattle, Washington. A todos dije que no por estar deseando consagrarme exclusivamente a la
redacción de mi nueva obra sobre «La crisis de la conciencia europea en el siglo xvi y el problema del Barroco». Me han
concedido una beca Guggenheim para ir a Europa o para trabajar sobre ese asunto donde y como convenga más a mis
investigaciones.” En Fiesole (Florencia) Castro vivía en la Piazza Mino 28, y tenía previsto quedarse hasta el 11 de abril
de 1955, pero tuvo que someterse a una intervención quirúrgica en París en enero de aquel mismo año y Carmen,
su esposa, sufrió un accidente doméstico grave, por lo que se quedaron más tiempo del previsto en Europa. (Marino
1989: 136).
Llorens cita al escritor florentino Giovanni Papini por tal como este, en su obra, se refirió de vez en cuando al paisa-
je de la vecina población de Fiesole, como: “Campagna toscana magra ed asciutta, fatta di pietra serena e di pietra forte,
di fiori onesti e popolani, di cipressi risoluti, di quercioli e di pruni senza moine.” (Un uomo finito, 1913, ed. 1925, p. 43)
82
José Fernández-Montesinos Lustau (Granada, 1897 – Berkeley, 1972), profesor de Literatura Española y crítico
literario. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, fue discípulo de Américo Castro en el Centro
de Estudios Históricos, lector en varias universidades y profesor en la de Berkeley (1946-1972). Antes de la guerra
civil colaboró asiduamente en la Revista de Filología Hispnica y en la Nueva Revista de Filología Hispánica.
83
Jorge Guillén Álvarez (Valladolid, 1893 – Málaga, 1984). Poeta. Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad
Central de Madrid, donde se doctoró (1924). Fue catedrático de Literatura Española en las universidades de Murcia
(1925) y Sevilla (1928). Después de la guerra civil se exilió en Estados Unidos, donde fue profesor de Literatura en el
Wellesley College de Massachussets.
84
Llorens hace referencia a su estado de ánimo, debido a la grave enfermedad degenerativa que sufría su es-
posa, Lucía Chiarlo, con la que se había casado en 1936, y que se agravó durante su estancia en Princeton (1949-
1956): “La llegada a Princeton coincide con un recrudecimiento de la enfermedad de su esposa, que trastorna su plan de
trabajo, obligado a atenderla personalmente.” (Ranch Sales & Alonso 1998:485).
540

te en su correspondencia mientras estuvo en Hace tiempo que sé de las tristes circunstan-


Puerto Rico. cias de tu vida y, por eso mismo, no me atrevo
No hace mucho me enteré de que Arturo a referirme a ellas. Todas las referencias a Ra-
Perucho habia muerto en la Argentina. 85 ¿Es món [Iglesia Parga] y a Eugenio [Ímaz Echeve-
cierto? Yo lo hacia en México, donde debió rría], me parecen absurdas: ninguno de ellos
residir bastantes años. tenia tanto dolor que compartir como tú. A
Escribe. Un cordial abrazo de todos nos llegará y en el destierro, como al
V. Llorens pobre Juan Chabás. 87 Mientras tanto, deja
Mi dirección: rastro.
64 College Road Según me dice [José] Medina [Echavarría],
Princeton, N.J. piensa venir a pasar las vacaciones a fines de
[Hológrafa] [Fundación Max Aub] este mes, aquí. Le diré que te escriba.
Max Aub se apresuró a anunciarle que Me escribió un joven Rust de Sweet Briar
Perucho seguía con vida: College, pidiéndome los enésimos datos para
la enésima tesis. Ya me cansé de enviar un co-
Carta de Max Aub a Vicente Llorens reograma y unas declaraciones que hice hace
Castillo un par de años, cuando empezó el deshielo de
la gloria y, si tengo ganas, aprovechando las
Max Aub vacaciones, progeniaré otras. Te lo digo por-
Euclides 5
Col. Nueva Anzures que en su carta me dice que le aseguras que yo
México, D.F., 2 de diciembre de 1954 era una buena persona.
Sr. Vicente Llorens La noticia referente a Perucho es completa-
64 College Road mente falsa: está aquí, hablé con él por teléfo-
Princeton, N.J. no esta mañana, le dí cuenta de tu pregunta y
Querido Vicente: quedó en escribirte. No ha cambiado nada. 88
Como comprenderás, tenia desde su apari-
ción tu excelente libro, entre otras razones por Escribe y una abrazo de
ser tan próximo, en cuanto al tema, al de mi MA/aw.
Antología de la Prosa del xix, que no sé si co- [Mecanografiada, s/f, copia en papel carbón
nozcas. 86 del original] [Fundación Max Aub]

85
Esta suposición, completamente inverosímil, indica que los viejos amigos exiliados estaban muy desinforma-
dos y desconectados entre sí; tanto, que desconocían mutuamente su paradero.
86
Se refiere a su Antología de la Prosa del siglo xix (1952, México, Antigua Librería Robredo).
87
Juan Chabás Martí (Denia, 1900 – La Habana, 1954). Periodista, escritor y profesor. Licenciado en Derecho y
doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad Central de Madrid, amplió estudios en la Universidad de Génova.
Fue miembro de Izquierda Republicana y posteriormente del Partido Comunista. En el exilio, después de pasar por
la República Dominicana y Venezuela, se instaló definitivamente en Cuba, donde fue profesor de la Universidad de
Oriente.
88
Este comentario (“No ha cambiado nada”) se refiere, naturalmente, al hecho de que, en el exilio, y a pesar del
cúmulo de calamidades por las que debió pasar, Perucho conservaba un espíritu optimista y un carácter alegre y
emprendedor, como lo presentó Otaola en La librería de Arana.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

541

Una vez Aub les puso en contacto, Peru- contrar tu pista al cabo de quince años largos.
cho cumplió con el encargo y escribió a su Hace ocho o nueve me dijeron que estabas en
amigo Llorens la única carta que conserva- la Universidad de Santo Domingo y te escri-
bí. Como no recibí respuesta, imaginé que ya
mos de esta correspondencia, gracias al ar- no estabas allí o que no habías estado nunca.
chivo de este último. Es muy emotiva por Todo contribuyó a prolongar nuestra incomu-
cuanto ambos, que habían sido muy ami- nicación, incluso un error del Fondo de Cul-
gos desde su etapa de estudiantes en Va- tura Económica, que olvidó enviarme tu libro
lencia y posteriormente, tras la guerra civil editado por el Colegio de México, el cual me
hubiera dado una pista segura. Afortunada-
sus caminos se habían separado hasta que mente, coincidí con Esplá 90 en un banquete,
se produjo este breve reencuentro postal. y él me dijo que estabas en Princeton. Te es-
En la respuesta de Perucho –la última car- cribo, pues, en cuanto dispongo de un poco
ta suya que conservamos– hay una frase de quietud… y de ambas manos, pues me he
terrible con la que resume a su amigo el pasado un mes sin disponer de ellas por culpa
de una aparatosa caída, que por poco me deja
profundo desengaño con que la tragedia de manco.
la guerra civil y el exilio habían marcado Llegué a México antes que el grueso de la
su vida: “Estos dieciséis años de México han emigración republicana, exactamente el 21 de
sido, para mí, una experiencia vital de valor abril de 1939. Lucienne se quedó en París y se
inconcebible, no sólo por lo que me ha he- reunió conmigo unos meses más tarde, cuan-
cho aprender cuanto por lo que me ha hecho do yo hube organizado un poco mi vida aquí.
rectificar y olvidar.” Ojalá no hubiera venido, porque murió el 40,
de infección puerperal, dieciocho días des-
pués de haber nacido nuestro hijo. Su muerte
Carta de Arturo Perucho a Vicente Llo- me hundió moralmente. Además, el pequeño
rens Castillo hubo de criarse con un matrimonio amigo,
mirador
que prácticamente lo ha hecho suyo; como
ellos son cubanos y viajan bastante, me paso
Revista de Información Bibliográfica apdo. largas temporadas sin ver a Max. Un desastre
postal 28568 méxico 17, d. f. sobre otro, en fin de cuentas. Pero el mucha-
México, D.F., 16 de octubre de 1955 cho vive, ha crecido y es ya un hombrecito.
Querido Vicente: 89 Solo a mi lado, quién sabe si yo hubiera lo-
Una casualidad ha hecho que vuelva a en- grado sacarlo adelante. Lo intenté en los días

89
Observemos que, en el exilio, ambos amigos, que eran valencianohablantes, se escriben en castellano.
90
Carlos Esplá Rizo (Alicante, 1895 – México, 1971). Político, periodista y escritor, amigo de Perucho. Miembro
del pura, formó parte de la plantilla de El Pueblo. Durante la dictadura de Primo de Rivera se exilió en París, donde
fue corresponsal de El Liberal, Heraldo y El Sol. En 1929 participó con Sánchez Guerra en el complot que contra la
dictadura se llevó a cabo en Valencia y publicó Unamuno, Blasco Ibáñez y Sánchez Guerra en París (1940). Durante
la República fue ministro de Propaganda en el segundo gobierno de Largo Caballero. En 1939 se exilió en Francia,
Argentina y México, donde fue secretario de la jare y colaboró en La Nostra Revista.
542

siguientes a la muerte de Lucienne y hube de y con algunas aleatorias. 95 He formado una


renunciar. buena biblioteca, en la cual hay unas cuantas
Salido de aquella pesadilla y restañadas poco estanterías sobre historia, literatura y temas
a poco las heridas, ví que aún habia sol en las diversos de México. Toco la guitarra. Hago
bardas 91 y me casé de nuevo, con tan buen fotografías. Y veo pasar los días, contento y
tino como la vez anterior. Todo ha ido bien dichoso, que es lo más que, a estas alturas,
en mi vida privada. Mi mujer es excelente; su puedo pedirle a la vida. Inicié la publicación
único defecto es tener bastantes años menos de una revista bibliográfica, que tuvo mucha
que yo. ¿O acaso el defecto será mío? Aun- aceptación; pero el editor, Juan Grijalbo, en-
que, en todo caso, habría que llamarle exceso treverado de aragonés y de catalán, hizo un
y no defecto, porque yo voy por los cincuenta viaje por Europa y eso retrasó la salida del se-
y tres… Bien: lo importante es que soy feliz gundo número más de lo debido. Si el hombre
y que veo crecer a cuatro hijas, una morena no se enfría, seguiremos publicando Mirador,
como su madre, y tres rubias como si fueran pues tengo material preparado, lo menos para
suecas. He aquí la retahíla de sus nombres: otros dos números.
Alejandrina, Angelita, Catalina y Eréndira. Con más de un año de retraso, el Fondo me
He cumplido, pues, mi deber; si bien no he envió tu libro 96 hace un par de semanas. Lo
plantado ningún árbol desde que era chico y estoy acabando de leer. Es magnífico. ¿Has
pasaba los veranos en Burriana, 92 he escrito, podido encontrar en los Estados Unidos el
en cambio, varios miles de artículos, cuentos y material necesario, o pudiste salvarlo de nues-
otras cosas, igualmente superfluas, de las que, tro desastre?
por fortuna, el público no hace caso ningu- Tengo tantas cosas que contarte… Pero el
no. 93 (De mis cuatro libros “de allá”, ni me tiempo apremia y, además, necesito saber, an-
acuerdo; pertenecen a otra etapa de mi vida, tes, si has recibido esta carta. Espero, pues, a
como si los hubiera escrito antes de pasar las que me contestes. Estos dieciséis años de Mé-
primeras viruelas). 94 xico han sido, para mí, una experiencia vital
Tengo un trabajo de publicidad cinemato- de valor inconcebible, no sólo por lo que me
gráfica, que me permite ir tirando; lo com- ha hecho aprender cuanto por lo que me ha
pleto con unas cuantas colaboraciones fijas hecho rectificar y olvidar.

91
Perucho recurre a una cita de El Quijote para indicar que, después de la muerte de Lucienne, logró recuperar la
esperanza: “–Aún hay sol en las bardas –dijo don Quijote–, y mientras más fuere entrando en edad Sancho, con la espe-
riencia que dan los años, estará más idóneo y más hábil para ser gobernador que no está agora.” (El ingenioso hidalgo
don Quijote de la Mancha, cap. III, 1605).
92
A Vicente Llorens, también valenciano, no hacía falta explicarle dónde estaba la población natal de Perucho.
93
Como suele suceder en el caso de los periodistas y de otros profesionales con vocación de escritores que
deben ganarse la vida al margen de la creación literaria, Perucho considera superflua su obra periodística.
94
Perucho transmite a Llorens el convencimiento de que su vida anterior al exilio la dejó en España, y que los
libros que entonces escribió forman parte de un pasado olvidado.
95
Además de las secciones fijas y de los artículos esporádicos, Perucho se refiere a las críticas de películas que
publicaba habitualmente en la sección “Proyección de México” en la Revista Mexicana de Cultura, suplemento domini-
cal del periódico El Nacional, y en otros medios semejantes.
96
Como ya sabemos, se trata del libro de Llorens Liberales y románticos. Una emigración española en Inglaterra
(1823-1834), publicado por el Colegio de México (1954).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

543

He seguido con interés los trabajos de Spit- profesional, en la década de los cuarenta
zer, principalmente en la Nueva Revista de Fi- se abrió camino en las emisoras de radio
lologia Hispánica; de Auerbach me llegó un
xeq y xeb, 98 donde creó el popular persona-
libro. Es una suerte que pudieran librarse a
tiempo del salvajismo nazi. 97 ¿Sabes algo de je de El insepulto. 99 Perucho también puso
nuestros amigos alemanes, particularmente sus conocimientos musicales al servicio de
Hanish y Mengel? Qué tiempos aquellos y qué la investigación de los bailes tradicionales
alegre y libremente se vivía en Alemania!... y la danza moderna en México. Así, pu-
¿Cómo está Lucía? Si bien, como deseo, dale
un abrazo de esos de gladiador. La he recor-
blicó más de un trabajo en Nuestra Músi-
dado mucho. ca –revista trimestral dirigida por Rodolfo
Un fuerte abrazo de tu amigo de siempre, Halffter–, como el titulado “Ballet moder-
Perucho no en México (Datos para la història)”, 100
No me escribas al apartado, sino a mi casa (o en el que analiza la labor fundacional que,
“a la casa de usted”, como dicen los ceremo-
niosos mexicanos):
en el campo del ballet moderno mexicano,
Mariano Azuela (antes Alamo), 228 depto. 1 llevó a cabo desde 1939 la bailarina nor-
México 4, DF. teamericana Ana Sokolov. Cuando regresó
[Mecanografiada, firma hológrafa] [Biblioteca a Nueva York, la relevó Waldeen, de quien
Valenciana, Fondo de Vicente Llorens Casti- explica su historia artística y sus aportacio-
llo]
nes. También analiza la labor del Ballet de
Investigador de la cultura mexicana la Ciudad de México que, si bien encuen-
tra meritoria, no la considera innovadora.
Gracias a su extraordinaria simpatía Como conclusión, presenta la nueva Aca-
personal, afán de superación y capacidad demia de la Danza Mexicana –creada en

97
El profesor Leo Spitzer (Viena, 1887 – Forte dei Marmi, 1960), alumno de doctorado de Meyer-Lübke, fue
profesor de la Universidad de Marburgo (1925) y de la Universidad de Colonia (1930). Tras el acceso al poder del
nazismo, en 1933 abandonó Alemania y, tras pasar por la Universidad de Estambul, se estableció en Baltimore,
donde discurrió el resto de su vida académica en la Universidad Johns Hopkins.
Por su parte, Erich Auerbach (Berlín, 1892 – Wallingford, Connecticut, 1957), romanista alemán de origen judío,
también fue profesor de la Universidad de Marburgo. Exiliado a causa del nazismo, fue profesor de la Universidad de
Estambul, de la Universidad de Pensilvania, de la de Yale y del Institute for Advanced Study (Princeton).
98
La emisora xeq, fundada por el empresario de telecomunicaciones mexicano Emilio Azcárraga en México DF,
había empezado sus emisiones en 1938. La emisora xeb, en cambio, había empezado a emitir en 1923 y en la dé-
cada de los treinta se consolidó como una de las empresas de comunicación más importantes del país.
99
Lamentablemente, en mi visita en septiembre de 2010 a la Fonoteca Nacional de México (en Francisco Sosa
383, Colonia Barrio de Santa Catalina, Coyoacán), la empleada que me atendió me aseguró que en los archivos
sonoros de la Fonoteca Nacional no figuraba ninguna grabación de los programas radiados en los que participó
Perucho.
100
“Ballet moderno en México (Datos para la historia)”. Nuestra música. Ediciones Mexicanas de Música, II, 8,
octubre 1947, pp. 177-191.
544

febrero de 1947 por el Instituto Nacional Arturo Perucho y Badia, con experiencia
de Bellas Artes, a iniciativa del maestro previa en el campo cultural y cinematográfi-
Carlos Chávez– y señala hacia dónde debe- co, llega en 1939, escribe en revistas de arte
y música, trabaja en el campo de la edición
ría dirigir su actividad.
y redacta guiones para la radio y televisión.”
Crítico cinematográfico (Romaguera 2001: 51).

Perucho tuvo relación con algunas pro- También participó en algunos proyectos
cinematográficos del productor valencia-
ductoras cinematográficas, como la de Je-
no, gerente de Películas Nacionales S.A.,
sús Grovas 101 y Oro Films, de Juan Bustillo
Blas López Fandos, amigo suyo, a quien
Oro. 102 Asimismo, colaboró como publicista Juan Bautista Climent Beltran 104 recordaba
en Ars-Una, compañía de publicidad dirigi- en unos episodios anteriores a la etapa del
da por Carlos Pani y el cineasta Salvador Eli- exilio: 105
zondo Pani: 103 La aportación de Perucho, junto a la de

101
Jesús Grovas Segura (México DF, 1902 – 1967), productor y empresario cinematográfico, asociado hacia 1937 con
Juan Bustillo Oro y Salvador Elizondo, gerente de Cinematográfica Grovas.
102
Juan Bustillo Oro (México DF, 1904 – 1988), director, guionista y productor de cine, “uno de los directores mexica-
nos más solicitados y taquilleros de los años 1930-40.” (ddaa 2011: 174-175).
103
Salvador Elizondo Pani (México DF, 1903 – 1976), productor y guionista de cine. “Entre los años 1935 y 1959 es
productor en varias casas productoras como Cinematográfica Latinoamericana, Clasa Films, Reforma Films, Diana Films
y Cinematográfica Filmes.” (ddaa 2011: 439).
104
“Blas López Fandos era un estudiante, modesto empleado de un juzgado civil, cuando empezó a destacarse
como orador en las campañas electorales. Le vimos entonces en un pueblo cercano al mío, Bolbaite, en un cafetín
con aspecto de club revolucionario, de pie sobre una tarima, protegido del frío por el abrigo y una bufanda, donde
asomaba su pequeña figura de ojos claros con gafas, y voz grave de sochantre, hablando a los campesinos que le
escuchaban expectantes. Días después, vino a participar en un mitin a mi pueblo, Navarrés, atrayendo al auditorio
con su prédica protestaría contra la explotación social. Al terminar el acto le acompañé a la cena que dieron los
organizadores, y ante el buen apetito con que daba cuenta de unas chuletas de cordero, le dije, bromeando ambos:
Blas, ¿cómo podrías hablar ahora de las multitudes hambrientas? Durante la guerra civil fue secretario del presidente
de la Audiencia de Valencia, Rodríguez Olazábal, quien ya en el exilio se refería con afecto al talento malogrado de
uno de los impulsores de la cinematografía en México.” (Climent 1992: 109).
105
“Al asumir la presidencia Ávila Camacho, Blas López Fandos, muy apreciado por la profesión, fue nombrado direc-
tor de Películas Nacionales –organismo oficial dedicado a la producción y distribución de las películas mexicanas–. Como
productor cinematográfico en México, López Fandos fue guionista: Tierra muerta (Productores Unidos Mexicanos, 1949,
Dir. Vicente Oroná Uran). Y productor: El proceso de Cristo (Estudios América, 1965, Dir. Julio Bracho), la quinta película
del cine mexicano que trató sobre la vida de Jesús de Nazaret. Obtuvo un gran éxito de taquilla pero fue mal recibida por
la crítica. Algunos la tacharon de “risible” y “blasfematoria” (Jorge Ayala Blanco, Novedades 27-03-1965). López Fandos
no llegó a verla terminada porque falleció de un infarto dos semanas antes de que terminase el montaje, a principios
de octubre de 1965. Casado con la valenciana Amparo Latorre, profesora del Colegio Madrid, también fue impulsor y
presidente del Valencia CF de México.” Vid. también Gonçal Castelló (2010: 386) sobre el viaje que López Fandos hizo a
Madrid en 1962.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

545

otros periodistas españoles –además de los ha acudido a la literatura húngara para extraer
cineastas, como Buñuel y tantos más–, re- de ella el argumento de una película. Lajos Zi-
lahy le ha dado Algo flota sobre el agua, como
sultó decisiva para modernizar la crítica ci- Ladislao Fodor le dio antes La diosa arrodilla-
nematográfica en México: da. Reconozcamos, para empezar, que el hallaz-
go ha sido más certero ahora que entonces, y los
La moderna crítica cinematográfica nace en resultados bastante mejores.
México, pasados ya los atisbos de los pione- Algo flota sobre el agua adolece de lentitud en
ros, con el concurso de españoles en el exilio, sus comienzos, pero adquiere después un rit-
gente de talento como Álvaro Custodio, Artu- mo aceptable y un interés creciente, como co-
ro Perucho y Francisco Pina. (Pina: 2010) rresponde a los méritos de la obra literaria en
que la cinta se origina. Fue un acierto del señor
Aunque sus críticas cinematográficas es- Lowenthal haber confiado la dirección a Alfre-
do Crevenna, realizador que ha permanecido
tán pendientes de recopilarse, las citas si- injustamente inactivo, si no recuerdo mal, desde
guientes pueden servirnos como referencia que hizo Adán, Eva y el diablo. En su labor ac-
de su labor: tual ha demostrado que conoce bien su oficio
y que tiene un sentido claro del cine y de sus
En La perla se enfrenta Steinbeck con un medios de expresión. Esperemos que nuestros
tema tan viejo como la humanidad: la fuer- petrificados productores salgan de su rutina y se
za disolvente del dinero, utilizada en la lite- acuerden de él con más frecuencia.
ratura desde que el drama de los nibelungos La fotografía de Agustín Martínez Solares es
se convirtió en teatro. (…) El argumento de espléndida; los diálogos son más adecuados de lo
Steinbeck es original y de gran intensidad dra- que suelen serlo en nuestras películas, aunque a
mática. Pese a su brevedad, ha permitido ela- veces un tanto altisonantes.
borar un guión de primera calidad, al cual no En cuanto a la interpretación, destaca en pri-
perjudica en absoluto la forzada lentitud del mer lugar Amparito Morillo, actriz que ha ido
desarrollo cinematográfico, antes bien permi- creciendo persistentemente desde su buena ac-
te al director y al fotógrafo hacer gala de una tuación en La barraca; Elsa Aguirre, que derro-
de sus cualidades más estimables: destacar los cha juventud y belleza a granel, no es todavía
valores plásticos. una actriz completa, pero lleva camino de ser-
Desde las primeras escenas advertí que John lo si estudia seriamente y no se conforma con
Steinbeck ha tenido el tacto y el acierto de ser una bella estatua. Arturo de Córdova actúa
rehuir el tipismo para destacar solamente los bien, seguro y sobrio, pero no es el actor que
valores humanos de los personajes y de la tra- requería el personaje que le ha cabido en suerte.
ma en que intervienen. Así, dejado lo típico a Algo flota sobre el agua, es, en suma, una
un conocedor tan profundo de la vida rural de las buenas películas salidas últimamente en
mexicana como el Indio Fernández, la pelícu- nuestros estudios, y creo que seguirá llevando
la tiene, de una parte, un asunto dramático y mucho público al cine Mariscala.
vigoroso, y de otra, los elementos netamente (AP: “Algo flota sobre el agua”, Cartel, 11-
autóctonos que Emilio sabe utilizar en todas 09-1948)
sus producciones. Rogelio [el actor, director y escritor cine-
(AP: “El cine”, El Nacional, 22-09-1947) matográfico mexicano Rogelio A. González
Una vez más, el productor Rodolfo Lowenthal Villareal, apodado El Conejo], que se había
546

destacado como productor radiofónico, aspi- con la participación de destacados personajes


ró a sobresalir también como argumentista de de la vida cultural de nuestro país. Grandes
cine y lo consiguió. Es trabajador e inteligen- estudiosos y amantes del cine de la talla de:
te. Salió adelante. Vendió argumentos y más Álvaro Custodio, Jomi García Ascot y Fran-
argumentos. Ganó fama. Se vio solicitado a cisco de P. Cabrera en las conferencias sobre
menudo por varias compañías... “Historia del cine”; Samuel Ramos, Manuel
(AP: “Se apaga la luz”, El Nacional, 1-02- Álvarez Bravo, Celestino Gorostiza y Anto-
1951) nio Castro Leal, en el curso de “Estética del
cine”; José E. Iturriaga, “Sociología del cine”.
Sus opiniones llegaron a ser referentes Octavio Paz imparte el curso “Cine poético”;
José Retes, habla sobre “Cine documental”,
en el ambiente cinematográfico mexicano, dentro de la mesa redonda Los géneros del
como lo demuestra que en marzo de 1954 cine; además se organiza el curso sobre “El
participase en el primer Seminario sobre público”. Mientras que “El cine como expre-
Cine que se impartió en la unam, junto con sión artística y las tendencias actuales”, son
disertadas por Luís Buñuel, Celestino Goros-
nombres tan prestigiosos como Octavio tiza, Mauricio Magdaleno, Octavio Paz, Juan
Paz o Luís Buñuel: de la Cabada, Edmundo Báez, Joaquín Mac
Gregor, Jomi García Ascot, Manuel Álvarez
Durante las rectorías de Nabor Carrillo Bravo y Arturo Perucho. (Medina Ávila 2013:
(1953-1957) e Ignacio Chávez (1958-1966) 108-109).
la unam desarrolla una intensa política de di-
fusión cultural donde venturosamente el cine Crítico discográfico
tiene cabida. El Seminario sobre cine se llevó
a cabo en marzo de 1954 en el Auditorio José Fernando Díez de Urdanivia, 106 en dos ar-
Martí, de la Facultad de Filosofía y Letras, tículos de su sección “Música opinión” de El

106
Fernando Díez de Urdanivia (Ciudad de México, 1932). Su padre colaboraba en El Universal y llegó a ser jefe de
la sección editorial de Excélsior (1948) y de Novedades (1957). Fue cofundador de Heraldo de México (1965). En
1951 Fernando empezó a trabajar como periodista en Excélsior, donde se formó con algunos periodistas de raza,
como Carlos Setién. En la década de los cincuenta escribió sobre todo artículos de literatura en el suplemento de
Excélsior “Diorama de la Cultura”, fundado por Miguel Ángel Ceballos y Pedro Frank de Andrea. Fue aquí donde
hacia 1953 empezó a publicar crónicas musicales. Conoció a Arturo Perucho hacia 1954 o 1955 en casa de Otto
Mayer-Serra. Ellos dos ya se conocían de Barcelona. Los sitúa juntos en la redacción de la revista Nuestra Música,
que estaba en la calle Río Nasa, 77, de Ciudad de México. Esta revista la hacían entre Fernando Díez de Urdanivia,
Carlos Chávez, Luís Sandi, Rodolfo Halffter y Arturo Perucho.
Recuerda que Perucho era mucho divertido y extraordinariamente simpático “con madera de mastín para aguantar
a Otto”. Ambos trabajaron juntos en Tiempo, semanario creado y dirigido por Luís Martín Guzmán, de quien dice que
tenía un carácter muy difícil, y que cuando Perucho se peleó con él, puso fin a su colaboración con el semanario.
Cuenta que en cierta ocasión estaban reunidos para escribir un artículo sobre música pero que no se les ocurría
nada. Había una botella de ron Batey sobre la mesa y de vez en cuando echaban un trago. Como seguían sin redac-
tar una línea, Perucho observó que aún no habían bebido bastante, así que se sirvieron más y siguieron intentándolo.
(Entrevista personal con Díez de Urdanivia en su casa de Cuernavaca: 11-09-2010).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

547

Universal, 107 menciona a Perucho, a quien para correr” (p. 41-42); “Ritmos y bailes
conoció el año 1954 y con quien mantuvo africanos”, “Sones Mariachi” (p. 38); “Re-
una estrecha relación, ya que, junto con Otto cuerdos de Jorge Negrete” (p. 39-40); “Es-
Mayer-Serra y Rodolfo Halffter, formaban tirpe francesa”, “Xango”, “Los últimos
la redacción de 33 1/3, “La primera revista días de Viena”, “Joyitas”, “Al estilo anti-
musical dedicada al disco de larga duración, guo”, “Al estilo moderno”, “Danzas espa-
en la que Perucho colaboró asiduamente con ñolas” (p. 63-66); “Edith Piaf en México”,
artículos sobre música y discos.” 108 “También en México hay pianos chuecos”,
Lo hizo en dos secciones habituales: “¿Tejano en Montparnasse?”, “Fiesta na-
“Música de ayer” –con artículos sobre politana”, “Potpourri internacional” (p.
“Marlene Dietrich”, “Los cuentos de Ho- 59-62); “Estrellas de Telefunken”, “Can-
ffmann”, “Jacques Offenbach” y “Renais- tos de la montaña”, “Operetas vienesas”,
sence”– y en “Música popular y ligera”, “Pianistas”, “Arias sin canto” (p. 73-77),
en la que publicó gacetillas informativas entre muchos más.
como: “Del Danubio al Sena”, “Ensalada He aquí una muestra: 109
americana”, Fenómeno de Jamaica”, “Em-
Estrellas de Telefunken.- La segunda serie de
botellado de origen”, “Sardanas” y “Noche
“El disco ilustrado” (Telefunken, LA, 6125,
memorable” (p. 44-45); “Cantos chinos”, 10”) –la 1ª no la he podido conseguir jamás
“Rapsodia de Cuba”, “Boleros célebres”, por estar constantemente agotada– contiene
“Valses para hombres solos”, “Marchas 23 melodías de éxito interpretadas por los

107
Fernando Díez de Urdanivia: “Música y cultura, atropelladas”: “Hace 45 años, Otto Mayer Serra usaba chistes
reitalicarentes para su sección Batuta y apuntador, donde despedazaba con humor negro a tirios y troyanos, a veces con
la ayuda de Rodolfo Halffter y Arturo Perucho. Se burlaba constantemente de los iletrados que inventaban imposibles
ortografías para los apellidos de músicos.” (El Universal, 17-09-2002).
También lo menciona en “Murió Rómulo Ramírez Esteva”: “Rómulo perteneció a la especie hoy extinguida de los
promotores de cultura que trabajaban por amor. Mis recuerdos más remotos de Ramírez Esteva lo asocian a Otto
Mayer-Serra, Rodolfo Halffter, Arturo Perucho, Miguel García Mora, Ernesto de la Peña, Gabriel del Río y toda aquella
raza de hombres de arte que vivían en ella, por ella y para ella, de forma que hoy casi no se ejerce ni se entiende.”
(El Universal, 19-11-2002)
108
“Entre los números 1 y 59 de la revista figuran 35 colaboraciones de Arturo Perucho, casi todas referidas a distintas
modalidades de música popular.” (Información de Fernando Díez de Urdanivia, quien revisó la colección de 33 1/3 de la
Biblioteca de las Artes de Ciudad de México, facilitada por correo electrónico el 29-01-2011).
109
Lamento no poder aportar las fechas de publicación de los ejemplares de 33 1/3 en que se publicaron estos
artículos de Perucho. El primero apareció en el número 1 de la revista, en 1952, y publicó otros en los números 2,
4, 6, 7, 8 (dos colaboraciones), 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 (dos colaboraciones), 20, 21, 22, 23, 29,
30, 31, 32, 33, 34, 39, 41, 42, 43, 44, 45 y en el número 46, el último. (Según consulta llevada a cabo por Fernando
Díez de Urdanivia en la Biblioteca de las Artes).
548

artistas populares más destacados y famosos Últimamente también ha hecho una película
con que cuenta esta marca. Por ello es éste (Perdonen, me llamo Cox).
uno de los discos más variados e interesantes
de cuantos hemos escuchado durante bastante
tiempo. Hay en él artistas y piezas para todos Nueva familia mexicana
los gustos: sentimentales, nostálgicas y rítmi-
camente alegres. Las voces y los arreglos son Fue en la emisora xeb donde conoció a
tan expresivos que cada canción se hace en- la actriz radiofónica Maria Teresa (Nené)
tender, incluso, de los que no tienen idea de la Torres Montero, quien destacaba por sus
lengua alemana.
Seguramente, uno de los mejores de estos in-
condiciones artísticas como una joven pro-
térpretes es Horst Winter, que tiene a su cargo mesa de los programas dramáticos radia-
la 1ª y la última canciones de la cara I. Aunque dos. Veinticuatro años menor que él, Nené
se le haya llamado el “Bing Crosby” alemán tenía ya una hija, Alejandrina (Nina), fruto
y se le considere berlinés castizo, lo cierto es
de una relación anterior. Del matrimonio
que nació en Silesia. Después de estudiar se-
riamente piano y violín, se apasionó pronto de Perucho con Maria Teresa Torres na-
por el clarinete y el saxofón, y derivó hacia la cieron tres hijas: Angelita (1949), Catalina
música popular. Poco antes de la última gue- (1951) y Eréndira (1953). 111
rra, formó su propia orquesta de baile, en la
cual, por cierto, tocaba un pianista gran ami- Enfermedad y muerte
go nuestro: Otto el chueco. 110
Durante la guerra cayó prisionero de los Víctima de una hipertensión maligna,
americanos; en su cautiverio se dedicó a di- Arturo Perucho falleció en Ciudad de Mé-
vertir a los soldados cantando para ellos, y así xico el 10 de mayo de 1956. Su tumba fue
se dio cuenta de otra faceta de su talento: su
buena voz. Después de la guerra, formó otra una de las primeras que inauguraron el
orquesta en la que dirigía, tocaba el saxofón Panteón Español. Todavía no había cum-
y el órgano Hammond, y cantaba. Desde en- plido 54 años.
tonces, su popularidad es inmensa en toda Atisbos publicó su obituario dos días
Alemania, Austria y Suiza. En 1954, realizó
una verdadera proeza: contratado para el
después de su muerte, en que destacaba que
Carnaval de Munich, tocó con su orquesta un “en México encontró… oportunidad para
total de 6.237 piezas en un lapso de 326 hs. revisar serenamente doctrinas y actitudes”:

110
Perucho se refiere con simpatía a su amigo Otto Mayer-Serra (Barcelona, 1904 – México DF, 1968), el cual era
muy buen pianista, ya que había sido alumno de Hermann Scherchen en el conservatorio de Berlín (‘chueco’: des-
afinado). Hijo de una judía portuguesa, su segundo apellido real era Llorens, pero unió el apellido Serra a su Mayer
alemán como gratitud hacia la familia catalana que le adoptó. (V, número 44, p. 60).
111
Tras cuatro años de viudedad, Maria Teresa Torres se casó de nuevo en 1960 con Alejandro Yáñez, publicista
de cine en El Nacional y Excélsior, entre otras publicaciones. Dicho matrimonio tuvo un hijo en 1962. Yáñez falleció
en 2010.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

549

Atisbos contó con la valiosa colaboración de Fumaba pipa y cigarrillos obscuros, bebía
Perucho, no solamente como humorista, sino ron, tocaba la guitarra, cantaba y le acaricia-
también como crítico. Sus “Atisbos literarios” ba la cola al gato que ronroneaba alrededor
fueron siempre el juicio honrado de cuantas de sus piernas. También me invitaba a dormir
obras nacían al mundo de las letras. Pero, so- la siesta con él o a trabajar en su biblioteca,
bre todo, contamos con su amistad, con las donde por las tardes entraba el sol a través
muestras de su carácter bondadoso y afable. de las persianas. Le gustaba tomarnos fotos,
Arribado a nuestras tierras después del trágico también era buen fotógrafo. Fue escritor y pe-
turbión de la revolución española, en México riodista incansable. Hasta el último momen-
encontró no sólo calor de hogar sino –ines- to cumplió con su trabajo, hasta donde los
crutables caminos de la Providencia– opor- médicos lo permitieron. Otra guerra perdida:
tunidad para revisar serenamente doctrinas y la hipertensión no dio tregua, otra vida más
actitudes. Si su muerte nos entristece porque que se va antes de tiempo. Tiempo para seguir
perdimos un amigo leal, nos conforta el pen- prodigando su inteligencia y su cultura. Tiem-
samiento de que un hombre bueno como él po para ver crecer a sus hijas. Tiempo para
debe haber encontrado la paz en la infinita aprender tantas cosas que nos pudo haber en-
misericordia divina.
señado.
(s/f : “Falleció Arturo Perucho”, Atisbos, 12-
05-1956)
Su amigo, el músico y musicólogo Otto
Mayer-Serra, analizó la aportación de Pe-
La revista Claridades lo recordó en el rucho a la crítica musical mexicana en el
primer aniversario de su muerte: obituario que le dedicó:
Acaba de cumplirse un año del fallecimiento Un recorrido a paso ligero sobre las colabo-
del notable escritor y periodista, muy conoci-
raciones que Arturo Perucho hizo para la re-
do por sus crónicas cinematográficas, Arturo
Perucho, querido y admirado en esta casa de vista discográfica 33 1/3 permite comprobar
Claridades, donde tuvo grandes simpatías y su profesionalismo y nos brinda la grata opor-
amistades, que le recuerdan con cariño. Ar- tunidad de evocar el México de mediados del
turo Perucho era de conversación amena y siglo xx y algunos de los artistas nacionales y
cáustica y de pluma ágil y fecunda. En las extranjeros que brillaron personalmente o en
columnas de El Nacional y en otras publica- el disco.
ciones, dejó muestras de cómo hay que hacer
crítica de cine. En el primer aniversario de su Con la actriz Marlene Dietrich y su estilo
muerte, va un sentidísimo recuerdo para este surgido de la melopeya no fue muy tolerante:
compañero español caído en la trinchera del “En la actualidad existen muchas artistas de
periodismo honesto. cine y de centros nocturnos que han hecho un
(s/f : “1er. Aniversario de la muerte de Artu- arte triste mediante el subterfugio de cantar un
ro Perucho”, Claridades, 10-05-1957) poco más que recitando sobre la música. No sé
si este arte triste lo inventó Marlene Dietrich
En los recuerdos de la hija mayor, su pa- hace más de un cuarto de siglo, pero ella fue
dre: quien lo divulgó e impuso en todo el mundo”.
550

Después habla de las grabaciones que se hicie- grete estuvo ligado inseparablemente a los del
ron célebres “gracias a la voz aguardentosa de compositor Manuel Esperón y del letrista Er-
Marlene”. En una reseña sobre “Los Cuentos nesto Cortázar. Otro mexicano elogiado por
de Hoffmann” dice: “El amplio talento y la Perucho fue al actor-compositor Joaquín Par-
finísima sutileza de Offenbach, apoyados en davé, tan famoso en sus papeles cómicos del
la gracia proverbial de los libretistas Meilhac cine como en sus canciones evocadoras: “Uno
y Halévy, hacen de La Belle Heléne una obra de los artistas populares más valiosos y queri-
representativa de su época, incluso en hondos dos que ha tenido México”. Hay mucho más,
aspectos históricos”. pero se debe terminar mencionando al pianis-
Muchos son los compositores e intérpretes ta Guillermo Álvarez, inventor de la “cómoda
mexicanos abarcados por sus comentarios. de alambres”, que era un instrumento arregla-
Vale citar a los yucatecos Ricardo Palmerín, do a la manera de pianola vieja, con un sonido
Pepe Domínguez y Domingo Casanova. Ha- inolvidable.
bla de la orquesta de Juan García Medeles in- No podía Perucho ser ajeno a la entraña his-
terpretando obras de los famosos José Sabre pánica. Llama al guitarrista Carlos Montoya
Marroquín y Gabriel Ruiz. Naturalmente, de “el Segovia del flamenco”; se solaza con las
Agustín Lara en el caso del pianista Fred Mc- arias de zarzuelas y puntualiza un hecho his-
Donald acompañado por ritmos, y de María tórico que pocos conocen: “la zarzuela toma
Grever en la voz de Néstor Chaires. Los tra- su nombre de un diminutivo cariñoso de la
dicionales valses mexicanos como Dios nunca zarza, arbusto espinoso que vegetaba en los
muere y Alejandra, entre otros, son interpre- Jardines del Buen Retiro, pegados al antiguo
tados por la orquesta de baile de Daniel Pérez Palacio Real de Madrid, donde se inició este
Castañeda, en un disco del estilo que ha sido género”. Elogia una grabación de El Retablo
superado recientemente por grabaciones más de Maese Pedro de Falla dirigida por Ernesto
fieles a la forma original en que se tocaban. Halffter y rinde pleitesía a la realizada por el
Santanderino de origen, Emilio Tuero, llama- inolvidable Ataúlfo Argenta –”el mejor direc-
do “el barítono de Argel” por razones nada tor de orquesta con que cuenta la nueva gene-
claras, hizo furor en los años 40 como intér- ración española”–, donde intervienen Ausensi
prete de tangos. Perucho dice que aunque los y la Lorengar. También hace recordar Gigan-
adapta a su estilo propio, lo hace muy bien. tes y Cabezudos, esa obrita espléndida de Fer-
El hoy legendario mariachi de Pepe Villa toca nández Caballero.
en un disco la famosa Guadalajara y el son Por los campos de los artistas populares de
La Negra “sin la distorsión ni la innecesaria todo el mundo, Perucho se pasea a sus anchas.
estridencia de que adolecen muchos de los Le pega duro a Dorothy Kirsten, “la elegante
mariachis actuales”, señala el comentarista. y admirada Butterfly”, por haber seguido los
Un disco homenaje, que apareció a raíz de pasos de Ezio Pinza y ser, sin que se supiera
la muerte del famosísimo Jorge Negrete, de entonces, precursora de los “tres tenores” y
quien Perucho dice que “sus interpretaciones otros cantantes de ópera que se abarataron.
no eran las de un ranchero cualquiera, sino “Los centavos que la radio y cierta clase de
las de un señor del campo”. El nombre de Ne- discos menores le puedan proporcionar, no
TEXTOS Y DOCUMENTOS

551

justifican en modo alguno una claudicación”. Un apartado final nos lleva a los intérpretes
Al referirse al carioca Ary Barroso, abogado cuyo nombre se hizo leyenda y otros que di-
y cronista deportivo que consolidó su fama fícilmente se recuerdan, como el “Paganini de
musical con dos canciones inmortales: Bahía la armónica” Larry Adler, quien lograba “de
y Brasil. Los discos que se llamaron genérica- su limitado instrumento sorprendentes efectos
mente “Ecos”, del pianista George Feyer, del de sonoridad”. Entre los que fueron estrellas
que ya pocos se acuerdan, nos llevan a reco- de gran magnitud, sostenidos por el cine, está
rrer calles de París, de Italia y de Viena. Entre “el chansonier de encanto excepcional, Mau-
las grabaciones de música étnica, que por en- rice Chevalier, ¡y qué orador!”. Menciona al
tonces iban teniendo auge, Perucho comentó formidable actor Fernandel y habla de “la sor-
un disco de la olvidada marca Remington con presa que nos da Danielle Darrieux, cantando
repertorio vodú, del grupo de Port-au-Prince admirablemente”. Dos verdaderas divas de la
encabezado por Emy de Pradines, que “lo de- canción popular son lo más adecuado para
pura y eleva a alturas insospechadas”. Tam- concluir estos párrafos: Amalia Rodrigues, de
bién habla de la voz de Yma Sumac, que “va “voz acariciadora y vibrante” que sigue en las
de los terremotos a los pájaros”, y de “Can- marquesinas con Abril en Portugal, y la excel-
ciones de Canaán” interpretadas por los israe- sa Edith Piaf, que “alterna el canto, el recitado
líes Hillel y Aviva, “de manera sensacional por y el grito doloroso, logrando con ello un estilo
su calidad artística”. En esta línea, celebra el
personal, incomparable y único”.
disco póstumo de Antal Kocze, “el rey de los
(Otto Mayer-Serra: 33 1/3, 49,1956)
gitanos”, que “nos acerca al tipo folklórico en
que se solía inspirar Bartok”.
“No fui muy amable con Lina Renaud cuan- Max Aub (1998: 277) le dedicó unas
do salió su primer disco. Ha llegado la hora de líneas en sus Diarios (1939-1972):
rectificar”, expresó Arturo en una nota poste-
rior, aunque le había dicho “cancionera muy 10 de mayo
nueva y guapa”. En cambio, con la “danubia- Entierro de Arturo Perucho. Debí conocerlo
na” Liane no pudo más que volcarse en elo- en 1915; con su voz profunda y rasgada y su
gios y considerarla, de cierta manera, sucesora acento parecido al mío. 112 Era extraordina-
de la Dietrich. De Vera Lynnn dijo que era “la riamente simpático y auténticamente gracio-
primera gran cancionera inglesa” y también so. Estudiamos juntos el bachillerato, éramos
exhortó “¡a bailar con la orquesta de Edmun- buenos amigos. Luego nos vimos, aquí y allá,
do Ros!”, el director dominicano. primero bastante, luego de tarde en tarde. Se

112
Adolf Pizcueta (1990: 52), uno de los principales impulsores del valencianismo y gran amigo de Perucho, dictó
unas memorias incompletas a Francesc Pérez Moragon, en las que aportó una breve pero interesante semblanza
de su amigo Perucho a raíz de la visita que le hizo en Barcelona entre los últimos meses de 1937 y los primeros de
1938, en la que menciona esta característica articulatoria suya:
“–Doncs aquí estic, entre el fill de p. de Lenin i el fil de p. d’Stalin –em contestà assenyalant-me els dos retrats
penjats a la paret a una i altra banda. Ho deia, amb la seua pronúncia característica, mentre fumava una cigarreta.”
552

lo llevó la prensa. Vivió a su gusto, trabajan- drés Henestrosa (2007: 292-293):


do poco, bebiendo mucho y dejándose querer
de mujeres maduras. Le gustaban. No que le Al volver de los Estados Unidos, a fines de
ayudasen a vivir –era fundamentalmente hon- 1938 [sic: per 1939], me encontré por prime-
rado–, no: le gustaban mayores. Divertido, ra vez con Arturo Perucho en un acto público
alegre, con los chistes en retahíla, naturales. organizado por los oaxaqueños residentes en
Con la guerra se hizo comunista; luego, con esta ciudad, y en cuyo programa aparecía con
el pacto germano-soviético, lo dejó. 113 Pero un discurso. Acababa de llegar de España por
siguió igual, despreocupado. Le recuerdo en la que había luchado y perdido todo, excepto
Barcelona, algún tiempo, con una alemana la esperanza de volver a su regazo para vivir
vieja, gorda y gran cocinera. Aquí en México y morir, si las circunstancias de su destierro
se casó –por quinta, sexta vez?– con una mu- cambiaban. Su nombre no me era desconoci-
chacha magnífica, tuvieron cuatro hijos 114 y do: lo había encontrado en periódicos madri-
él –además– infinitas borracheras bonachonas leños que el azar puso en mis manos, en años
que le mantenían feliz y al borde los chistes. anteriores. Mi constante, invariable simpatía
Ahora, a la primera paletada de tierra, su por la mejor de las Españas, aquella que siem-
hija mayor: catorce, quince años, grita: – pre luchó por las grandes causas y que ya se-
Papá! Y se desmaya, un grito falso, extraño, ñalaba Benito Juárez como amiga de México,
agudo, entrañable, terrible. Y su mujer, a su desde hace más de cien años, nos convirtió en
vez, de vuelta, se desploma. La cargan como viejos amigos, aunque acabáramos de cono-
un fardo. cernos. Y el hecho mismo de encontrarlo li-
Uno menos. gado a mi tierra, dio a nuestro trato, desde el
Sabía de cine y de música. E infinitos chistes primer instante, sabor de cosa vieja.
sobre san Pedro, a quien se los estará contan- El sentimiento de fraternidad humana que
do ahora. presidió sus actos y trascendía su conducta lo
llevaron a defender aquí, lo que defendió allá:
Otros amigos también le han menciona- con singular inteligencia y con nunca desmen-
do con afecto en sus memorias, como An- tida valentía. No hace un año aún, durante un

113
El Tratado de no Agresión entre Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores del Tercer Reich y su homólogo
Mólotov, que lo era de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, firmado en Moscú el 23 de agosto de 1939,
desencadenó una profunda crisis entre los militantes comunistas exiliados, como observa Max Aub refiriéndose a la
posición de Perucho, quien no debió ser expulsado, sino que abandonaría el partido por voluntad propia.
114
Perucho se casó solo dos veces. En 1935 la primera, en Madrid, con Lucienne Gache, con la que mantenía
relaciones desde que la conoció en París en 1929, siendo corresponsal de Diario de Barcelona. La segunda, en
México, con Nené Torres. Su hija mayor, Angelita, nacida en 1949, tenía tan solo siete años cuando su padre falleció,
y no catorce o quince como le atribuye Aub en esta descripción francamente hiperbólica, en la que también menci-
ona sus relaciones con otras mujeres de las que no dejó constancia en las cartas suyas que se han conservado.
115
Rafael Sánchez de Ocaña Fernández (Madrid, 1898 – México DF, ?). Miembro del Partido Reformista, durante
la Primera Guerra Mundial fue director de El Noroeste de Gijón. Se trasladó a México en enero de 1931, donde fue
editorialista de El Nacional y catedrático de francés en la unam. Trabajó en el entorno de Indalecio Prieto y en el Ga-
binete de Prensa Española en México. Publicó Confesiones de un desvelado (1943).
TEXTOS Y DOCUMENTOS

553

homenaje a otro ilustre español, Rafael Sán- Luego supe que estaba enfermo, pero nunca
chez de Ocaña, 115 Arturo Perucho, llevado de de gravedad. Porque uno rehúye la idea de la
sus amigos, llevado de ese sentimiento de uni- muerte cuando se refiere a un ser querido. Y
versal simpatía, pidió a un enemigo político otro día me encontré con la noticia no sólo
suyo, que se encontraba presente en la mesa, de su muerte, sino de su sepelio al que para
que dirigiera unas palabras al escritor motivo mayor dolor no pude asistir. Con los años, me
del homenaje. Y cuando el aludido le manifes- he ido haciendo fácil al llanto. No pude, así,
tó que él no lo consideraba su adversario en el contener una lágrima, que ahora quiero dejar
campo de las ideas, Perucho replicó: “Usted sobre su tumba.
no se considera mi enemigo, pero yo sí lo soy
de usted.” Doce días después de su defunción, su
Muchas veces nos encontramos en fiestas y
viuda participó a Vicente Llorens el falle-
en la redacción de El Nacional, nuestro pe-
riódico. Todavía un mes antes de su doloroso cimiento de su amigo y le desvelaba que
tránsito, coincidimos en una fiesta de paisa- había ocultado a las hijas la muerte de su
nos míos que, como supondrá el lector, estaba padre: 116
teñida de música y canto, que parece carac-
terizar las reuniones istmeñas. Si se recuerda Carta de María Teresa (Nené) Torres a
que nuestras canciones tienen un ala española
Vicente Llorens Castillo
o, para ser más precisos, andaluza, se podrá
entender cómo Arturo Perucho se sumaba a México, 22 de mayo 1956
nosotros como un conterráneo más, a tal ex- Sr. Llorens:
tremo que ese día tomó la guitarra y cantó Tengo la pena de comunicarle que el día diez
dos coplas de “La Llorona”, improvisadas so- de mayo, minutos antes de las seis de la maña-
bre la marcha. Era mi gusto hablar con él de na, falleció mi esposo Arturo Perucho, víctima
nuestras dos patrias: de España y de México, de una hipertensión maligna que en dos meses
por igual queridas por él y por mí. El tema en acabó con él a pesar de todos los esfuerzos
esa canción fue la de los españoles que han que se hicieron para salvarlo. 117
estado en México, pero principalmente de Ra- Se fué cuando más feliz se sentía. Ud. lo sabe
món María del Valle-Inclán, el otro español por la carta que le puso, fué todo un hombre
de gloriosa manquedad. Lápiz y cuaderno en hasta el último momento, su única angustia
manos, apuntó algunas de las anécdotas y su- fué tener que dejarnos a sus hijas y a mí; su
cesos de la vida del Marqués de Bradomín en mayor tristeza, no haber escrito nada que va-
México, a pesar de todo aún no agotados. liera la pena; bueno, nada de lo que él hubiera
No lo volví a ver, sino de paso por la calle. querido hacer.

116
Por lo menos la mayor de las tres, Angelita, se enteró del fallecimiento de su padre a través de una compañera
del Colegio Madrid, con el consiguiente impacto emocional.
117
La hipertensión maligna es una hipertensión arterial progresiva, caracterizada por lesiones arteriales graves y,
clínicamente, por la existencia de una presión arterial muy alta, hemorragias y exudados retinianos. Conlleva compli-
caciones múltiples y suele acarrear la muerte.
554

Las pequeñas no saben que su padre ha Carta de Maria Teresa (Nené) Torres a
muerto, creen que está en España, curándose. Vicente Llorens Castillo
Escríbanos ud. si alguna vez puede hacerlo,
cuéntenos cosas de Arturo, mis hijas y yo se lo
México, D. F., 11 de Junio 1956
agradeceremos mucho. Sr. D. Vicente Llorens
Saludos a Lucía. Princeton, N. Y.
Gracias. Muy estimado Vicente:
Deseando de todo corazón que al recibo de
Maria Teresa Perucho (Nené) ésta su esposa se encuentre mejor de salud, le
Mariano Azuela 228-1 contesto su cariñosa carta, la cual está llena
México 4, D. F. de bondad hacia Arturo y nosotras; no tiene
ud. idea del bien que me ha hecho. Pues me
[Hológrafa] [Biblioteca Valenciana, Fondo de
demuestra que la fe y el cariño que mi marido
Vicente Llorens Castillo] sentía por ud. era muy justificado.
Me pregunta ud. por la situación en que que-
Desconocemos la respuesta de Llorens, damos y no me queda más remedio, ya que
aunque no resulta difícil imaginar los tér- es ud. nuestro amigo, que contarle la verdad.
Hemos quedado en una situación bastante
minos en que debió expresarle su estupor y apurada, debido a que lo único que poseíamos
trasladarle sus condolencias. era el trabajo de Arturo.
Tres semanas después, y dado que Peru- De la obra literaria de Arturo, desgraciada-
mente, no tengo gran cosa que decirle, pues
cho seguramente mencionaría a su esposa materialmente no le alcanzaba el tiempo para
la gran amistad que les unía, Maria Tere- nada suyo, con tanto como tenía que traba-
sa Torres, angustiada, escribió de nuevo a jar para que fuéramos tirando. Escribió algu-
nos cuentos, ensayos, novelas policíacas y su
Llorens pidiéndole consejo sobre qué valor Mirador, el cual lo hacia íntegramente solo.
podían tener los libros de su marido y qué Dejó muchos materiales con los que pensaba
podría hacer con ellos. Gracias a esta carta ponerse a trabajar este año; notas, apuntes,
proyectos, etc. Su gran pena era morirse sin
hemos podido saber cuál era, en general, el dejar escrito nada de lo que él deseaba hacer.
contenido de la biblioteca que había for- La biblioteca es bastante grande y hay desde
mado en México, así como su pesadumbre luego una gran parte es sobre literatura, histo-
ria de la literatura española, tesoro de la len-
por “morirse sin dejar escrito nada de lo que gua castellana, literatura mexicana en el siglo
él deseaba hacer.” Como en el caso anterior, XX, Quevedo obras completas, Shakespeare
la respuesta de Llorens no se ha conserva- obras completas, Lope de Vega, Cervantes,
Clásicos del siglo XX, obras completas Me-
do. néndez Pelayo, Antología de poetas líricos
castellanos, Historia de los heterodoxos espa-
ñoles, Orígenes de la novela, Historia de las
TEXTOS Y DOCUMENTOS

555

ideas estéticas de España, Estudios de crítica [Hológrafa] [Biblioteca Valenciana, Fondo de


histórica y literaria, etc. 118 Vicente Llorens Castillo]
Yo creo que sobre literatura es una de las
bibliotecas particulares más completas, pues Al cabo de cinco semanas del falleci-
hay infinidad de cosas interesantísimas.
miento de su padre, Alfonso Reyes escribió
Sobre Historia de México también tenemos
mucho, de poesía, arte y de todo lo que se una carta de condolencia a sus hijas en la
necesita para conocer un país, y Arturo sa- que se muestra conmovido por su pérdida
bía más de mi patria que yo misma, Historia y las anima a no olvidarlo y a seguir su
Universal, libros de arte, de cine, fotografía, ejemplo. 120
revistas, boletines de archivos, colecciones de
revistas que ya no se encuentran y muchísimas
cosas más. De todo esto no tenemos catálo- Carta de Alfonso Reyes a las hijas de
go; algunos de sus amigos me aconsejan que Arturo Perucho
la venda y es porque unos están interesados,
y como ven que no sé el valor de todo esto,
tratan de aprovecharse. Ud. qué me aconseja? México, 19 de Julio de 1956
Anticipadamente le diré que tener que des- Para las hijas de D. Arturo Perucho
prenderme de la biblioteca será para mí como Mariano Azuela 228-1
volver a perder a Arturo. México 4, D. F.
No queriendo quitarle más su tiempo, me A Alejandrina, Angelita, Catalina y Eréndi-
despido de ud. ra; a las mayores, para desde ahora comuni-
Nené carles mis sentimientos; a las menores, para
P. D.– Estoy tratando de ponerme a trabajar cuando llegue el día oportuno.
en algo que no me robe todo el tiempo, pues Sabrán ustedes que su padre, el llorado ami-
no quiero descuidar demasiado a las pequeñas. go don Arturo Perucho, vino a la nueva Espa-
Entre los amigos y yo queremos conseguir becas ña, como antes se llamó nuestro México, con
para las 3 más pequeñas. 119 el afán de buscar aquí una España nueva, ante

118
Perucho tenía algunos libros con dedicatorias amistosas y simpáticas. Entre otros, los de Alfredo Cardona Peña
(“A Arturo Perucho, presidente de la simpatía española y, además, escritor y amigo.”: Recreo sobre las barbas), Arrigo
Cohen Anitúa, Efraín Huerta (“Para Arturo Perucho, bravísimo genio maligno, pero amigo.”: La rosa primitiva), Francisco
Pina (“Para el notabilísimo escritor y periodista Arturo Perucho, único hombre con el que he dormido en una noche de
peligro... porque no había más que una cama y porque caían bombas alemanas.”: Charles Chaplin), Juan Rejano, Mario
Gill (“Para el compañero Arturo Perucho, exiliado por los anarquistas de España.”: Sinarquismo), Otto Mayer-Serra (“A
mi buen amigo Arturo Perucho [dedicatoria impresa] quien, en estas páginas, encontrará mucho menos de lo que sabe
sobre la materia.”: Breve diccionario de la música), Guadalupe Amor y Simón Otaola (“A Nené Perucho, homenaje a la
dedicación periodística, el temple humano en momentos de excesivo rigor de la adversidad. Con la simpatía y admiración
de Otaola. México DF, Julio de 1957”: El lugar ese...), etc.
119
Se trata de las becas para seguir escolarizadas en el Colegio Madrid, donde estaban matriculadas.
120
Esta carta es la última de las 188 de diversos corresponsales que hemos exhumado de distintos archivos
públicos y particulares.
556

la catástrofe de la República, que allá, en su BIBLIOGRAFIA


patria de origen, dio al traste con las esperan-
zas de tantos buenos españoles. Aub, Max (1998): Diarios (1939-1972). Edición de
Nunca fue extranjero en México ni nadie lo Manuel Aznar Soler. Barcelona, Alba Editorial.
tuvo por tal. Traía consigo las credenciales de
su simpatía y su hombría de bien, sus nada Aznar Soler, Manuel y Galiana Chacón, Juan P.
frecuentes prendas de talento y cultura. Dar- (2006): Vicente Llorens. El retorno del desterra-
le la mano era siempre algo como una fies- do. València, Biblioteca Valenciana.
ta amistosa. Ser su amigo era un privilegio. Barrero, Manuel (2005): “Viñetas republicanas en
Honrado y valiente, trabajó entre nosotros en la Guerra Civil Española”, Tebeosfera, 2ª épo-
la radio, en el periodismo, en las casas edito- ca, 8:
riales, y dondequiera que hay campo para las
labores de la inteligencia, con una actividad http://www.tebeosfera.com/documentos/textos/
sorprendente, hija de su resistencia natural vinetas_republicanas_en_la_guerra_civil_espa-
(¡qué hombre de buena madera!) y también de nola.html
ese implacable optimismo que las desgracias Benguerel, Xavier (2008): Memòries (1905-1940).
políticas no lograron nunca mermar y que es Barcelona, L’Avenç.
condición de los ánimos mejor templados y de
las virtudes más acendradas. Pero su virtud no Capull Reyes, Adys M.: “Cachita Proenza: la cu-
era esa virtud austera e inhumana que suele bana que hizo la más acuciosa investigación
andar mezclada con el orgullo, sino una virtud sobre Manuel Mercado”. Cubarte, 15-09-2005.
sencilla y alegre, llena de buen humor y buen http://archivo.cubarte.cult.cu/periodico/print/arti-
gusto, rasgos que lo acompañaron hasta sus culo/13039.html
últimos momentos. Merecía haber sido más
feliz, haber disfrutado más años de su hogar Carbó, Margarita (2001): “Alrededor del 10 de junio
y ver crecer y prosperar a su pequeña prole. llegará a Veracruz el vapor Sinaia“. Scripta Nova:
Que sirva de consuelo a sus hijas el saber que Revista electrónica de geografía y ciencias socia-
fue un hombre de talla superior, un luchador les. Número extra 5, 94.
fiel a sus convicciones, un patriota sin miedo, Carrión Sánchez, Pablo Jesús (2004): “La delega-
un escritor de genialidad auténtica y verda- ción del PCE en México (1939-1956). Origen y
dera vocación, un hombre franco y de buena límite de una voluntad de liderazgo de la oposi-
compañía, un alma limpia, un amigo que no ción”. uned, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V,
olvidaremos nunca sus amigos. Historia Contemporánea, 16, pp. 309-336.
Lo es de ustedes, y muy cordialmente,
Alfonso Reyes Castelló, Gonçal (2010): Final de viatge. Memòries
[Mecanografiada] [Archivo de Angelita Pe- d’un gandià: amics, coneguts i saludats. Gandia,
rucho Torres] Ajuntament de Gandia, ceic Alfons el Vell.
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nola-desde-mexico-durante-la-guerra-mun- Ranch Fuster” en El exilio literario español de
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Otaola, Simón (1952): La librería de Arana. Historia y
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558
TEXTOS Y DOCUMENTOS

559

ACORDES EN EL
ALMA.
Notas de las Memorias de Utilizando el título de sus Me-
Carlos Palacio García. morias como él mismo las nombra, mi
proyecto es dar a conocer de Carlos Pala-
(Alcoy 1911-París 1997) cio, las importantes personalidades que co-
noció a lo largo de su trayectoria artística y
humana, pues una de las cosas que perso-
Resumen: Carlos Palacio García, nacido en Al- nalmente he echado en falta es un índice de
coy (1911), estudió en el Conservatorio de Ma-
drid piano y violín, además de Composición,
nombres, en su libro de memorias, Acordes
con los mejores profesores de la época, como en el alma1; así como en sus diarios titu-
por ejemplo Bartolomé Pérez Casas. lados de Otoño y de Invierno. Intentaré
La obra musical de Palacio está en gran parte recordar a estas personalidades conoci-
vinculada a los años de la República y a la Gue- das internacionalmente, así como a otras
rra Civil. Viajó a Rusia en diversas ocasiones
que también tienen su interés, tanto por su
por invitación de varias asociaciones de músi-
cos, entre ellos los más importantes interna- personalidad, como por el sentimiento de
cionalmente. Su Himno “Compañía de acero” amistad que dejaron en él.
fue considerada la “Marsellesa” de España. Su Para llevar a cabo esta intención, he creí-
obra musical (no solamente la revolucionaria) do que lo mejor era seguir los lugares que
ha sido apreciada como de gran calidad y per- las circunstancias obligaron a recorrer a
sonalmente fue un hombre extraordinariamen-
te culto y sensible. Carlos Palacio, y por donde se desarrolló
su existencia. Esto no será difícil de conse-
Abstract: Carlos Palacio García was born in Alcoy guir, a través de sus memorias.
(1911. He studied in Conservatory the Madrid
piano, viola the rest teachers and musicians of Su añorado pueblo
these years, for example Bartolomé Pérez Casas.
Palacio’s musical work is mostly cinked to the
En primer lugar Carlos Palacio nació
Spanish Republic and the spanish en Alcoy, y la descripción de este lugar en
Civil war. He travelled to Russia several times sus memorias es un alarde de añoranza y
because of the invitation of some importants melancolía, Y además, allí se encuentran
musicians. His Himn “Compañía de acero” was ciertas personas que tienen importancia in-
considered as important as “the Marsellesa” telectual; pintores, músicos y poetas, que
in Spain. His musical work (not only the
Palacio describe con una precisión exacta.
revolucionarian music) has been valued and
known as great and cuality as the bests musicians’ Alcoy es un pueblo con gran persona-
personally, he was extraordinarly sensitive and lidad. Su asentamiento topográfico muy
cult person. montañoso, ya de por sí es interesante, y

1
Publicado en el Instituto Juan Gil-Albert. Diputación de Alicante (1984)
560

sus fábricas de textiles o metalúrgicas con El padre de Carlos, con su mismo nom-
sus grandes chimeneas, le daban gran per- bre, era más bien introvertido. Era un buen
sonalidad paisajística. Esta circunstancia fotógrafo, con un sentido artístico muy
provocaba en ocasiones movimientos re- acentuado, manejando el objetivo de su
volucionarios de los trabajadores; muchos máquina de fotografiar, en un piso que ro-
anarquistas o de otras tendencias y por tuló como “ESTUDIO DE FOTOGRAFÍA
otro lado, también los trabajos artesanales, CARLOS PALACIO Y Cia.” Y su hijo
sobre todo de las mujeres, que elaboraban comenta en sus memorias: “Alcoy en esa
unos dulces que eran famosos en todas época – corría el año 1915 – era un pueblo
partes (Sobre todo las peladillas, que riva-
apasionado por el teatro y sobre todo, por
lizaban con mucho éxito a las almendras
la opereta vienesa. Había compañías líricas
garrapiñadas de Toledo).
que durante meses actuaban a diario, en el
Allí existía, cuando Carlos era todavía Teatro Circo y a muchos de sus cantantes
un niño, el Teatro Circo, que alternaba con y coristas los veía yo a menudo en el estu-
el cine, donde había un trío de piano, violín dio de fotografía…” Mi padre decía: Estas
y viola, que amenizaba las sesiones donde compañías, económicamente, nos salvan
se proyectaban las películas mudas. En ve- los inviernos…”
rano era teatro. Eran los tiempos del pelo
a lo garzón, la falda larga y el gramófono. Carlos Palacio también habla de vecinos
Y en las conversaciones los nombres de los del pueblo que no les da importancia por-
políticos Dato y Canalejas (este diputado que le parecen irrelevantes. Sin embargo,
por Alcoy) estaban en los labios de todos: su padre a menudo le recordaba que cuan-
En el teatro – dice Carlos - “Yo, más atento do era muy niño, un célebre alcoyano lo
a la música que a la película, sus sonidos tuvo en sus brazos e incluso lo besó con
parecían explicarme y descubrirme mejor ternura:
el mundo que me preparaba para vivir”…
“Este hombre no sabía, y yo menos que
También escuchaba otros sonidos que le
él, que un día, después de años de soledad
emocionaban. Las campanas de las iglesias
de San Francisco, de Santa María, de San y de angustia [yo] dirigiría su Himno ante
Agustín, y de San Roque; del convento de millares de alcoyanos. Este hombre se lla-
las Esclavas Siervas de María, guardaban maba Gonzalo Barrachina”
sonidos que le parecían deliciosos, ya gra-
ves, ya cristalinos que, según la hora, flo- Efectivamente, Gonzalo Barrachina Se-
taban y se extendían perdiéndose según el llés, era una persona que llegó a tener pres-
lado por donde soplaba el viento. tigio dentro del mundo musical español.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

561

Fue compositor y periodista. Nacido en mi desgraciado dibujo al original. Estoy se-


Alcoy el 20 de septiembre de 1869, estudió guro que había descubierto las pocas apti-
composición y oboe, en el Conservatorio tudes que yo tenía para dibujar. Su silencio
de Madrid, obteniendo el premio en este era más expresivo que las palabras”.
instrumento y composición en 1897. Era Algún tiempo después, Carlos Palacio,
también escritor conocido. Su obra más que estudiaba ya música y composición,
importante como compositor, para Alcoy, visitó a Cabrera en su casa de Alcoy, lle-
fue su Himno. Falleció en Madrid donde vando una sencilla composición titulada
residía en 1916. Pero todavía se canta su
“Al son de la gaita” y el pintor le señaló
himno en las grandes solemnidades en la
un piano que había en su estudio donde
actualidad.
habían puesto sus nombres, grandes músi-
Otro personaje, también amigo de su pa-
cos: el gran Rubinstein, el insigne pianista
dre, era el pintor Fernando Cabrera Cantó,
que de este también recuerda Palacio algu- polaco Brailowski , incluso Ignacio Pade-
nas cosas. Dibujante y acuarelista nació y rewski, concertista de fama mundial y Pre-
murió en Alcoy (1866 – 1937). Había es- sidente del Consejo de la República Polaca
tudiado pintura en San Carlos (Valencia). en 1919. Todos estos grandes músicos ha-
Visitó Italia y en París obtuvo un premio. bían tocado en aquel instrumento…
Tiene obras en el Museo del Prado y su bi- Su obra “Al son de la gaita”, era tan in-
bliografía es muy extensa e interesante. Era genua e infantil que, perdida entre pape-
muy culto y muy aficionado a la música. les, Carlos ya no la encontró más y no lo
sentía…
Carlos Palacio que se había matriculado
en la Escuela de Artes y Oficios de la calle Él no se daba cuenta, pero desde su niñez
Santa Rita de Alcoy, que dirigía el pintor quería abarcarlo todo. La poesía, la litera-
alcoyano José Mataix, trataba de aprender tura en prosa, y la música lo deleitaba has-
por lo menos a dibujar. Una noche, entró ta el punto que cuando pasaba por debajo
Don Fernando Cabrera que era ya ancia- de algún balcón donde sonaba un instru-
no, y se paró en cada lugar donde había mento, sobre todo un piano, cosa corriente
un alumno trabajando. Al llegar a Carlos entonces, se quedaba parado escuchando
se paró también; miró primero el original, extasiado.
después lo que Carlos había fijado en el pa-
pel y finalmente en él. Trazó unos breves y Cierto día, visitó a su padre un señor que
nerviosos trazos con el carboncillo: “…que era simplemente un comerciante de Elche.
tuvieron la virtud de aproximar un poco En la casa de Carlos había piano y este se-
562

ñor se sentó en él y comenzó a tocar perfec- sentación: “Por la Cuarta de Apolo pasará
tamente. Esta circunstancia le incitó defini- todo el Madrid de finales del siglo XIX y
tivamente a estudiar música, comenzando principios del XX”(…)
el solfeo con Don Miguel Francés, que era
persona de difícil carácter. Tanto que al A mediados del s. XX se levantó sobre
poco tiempo se suicidó tirándose desde un las ruinas del teatro Apolo un edificio ban-
de los altos puentes alcoyanos. cario; y la zarzuela, pese a que aún vivían
De todas formas a Carlos el solfeo no le libretistas y compositores famosos, fue des-
gustaba. Pensaba, equivocadamente, que apareciendo. Al público le dio por la Re-
cantar y medir las notas no tenía nada que vista…
ver con la música que a él le gustaba.
Pero como se lo exigían, buscó a otro La primera visita que hicieron al llegar a
profesor que era el pianista del modesto Madrid fue al escritor y poeta Don Gonza-
trío lo Cantó Vilaplana (Alcoy, 1859 – Madrid,
que tocaba en el Teatro Circo. Luego co- 1931). Este señor, conocido de su padre,
menzó sus lecciones de armonía con Don había gozado de gran popularidad en los
Gregorio Casasempere Moltó, que gozaba días grandes de la zarzuela, por sus libre-
de mucho prestigio en Alcoy. Don Grego- tos sobre todo para el maestro Chapí, y se
rio, cuando terminó las primeras lecciones comportó de una forma muy generosa con
de armonía, y viendo las cualidades que te- Arniches, con el maestro Alonso y otros
nía Carlos para la música, le aconsejó que más. Sin embargo ahora vivía humildemen-
se fuera a Madrid. Efectivamente su padre te. A Gonzalo Cantó el Maestro Alonso le
lo acompañó hasta la capital; entonces ya invitaba a comer todos los domingos en su
había comenzado su adolescencia… lujosa mansión del Paseo de la Castellana.
Don Gonzalo, que era soltero habitaba
Madrid en una modesta casa en la calle Santa En-
Madrid le deslumbró por su grandiosi- gracia, con una sobrina, madre de muchos
dad, y describe la ciudad con gran sensibi- hijos: “Tenía una surtida biblioteca en una
lidad, incluido su cielo, que tanto impresio- habitación que era a la vez su despacho y
naba a Velázquez. dormitorio”(…) Este señor Cantó, les dio
Cuando llegaron – según cuenta – aún una carta para Don Miguel Santonja, que
existía “La Cuarta de Apolo”, representa- también era alcoyano y primo suyo, y ade-
ción de zarzuela que tenía lugar en dicho más catedrático de armonía en el Conserva-
teatro y famosa porque después de las doce torio de Música y Declamación de Madrid.
de la noche, aún se daba la última repre- Al día siguiente, padre e hijo, fueron a verle
TEXTOS Y DOCUMENTOS

563

a su domicilio en la calle Malasaña, cerca años después, en 1948, durante una estancia
de la Glorieta de Bilbao, enfrente del Tea- mía en Madrid, fui a visitarles y me acogieron
tro Maravillas; dedicado este teatro sobre con la seriedad y amabilidad, que los caracte-
todo a la revista y cuando Carlos escribe rizaba. Pérez-Casas dio a conocer por primera
sus memorias, existía todavía. Miguel San- vez al público madrileño y al español “La Con-
tonja estaba casado con una hija del pintor sagración de la Primavera”, de Igor Strawinsky.
Rosales, y como tantos músicos alcoyanos
había abandonado un día su pueblo natal Carlos Palacio describe muy bien como
para instalarse en Madrid. Por su recomen- eran las clases de Pérez-Casas:…”Don Bar-
dación Carlos se examino en el Conserva- tolomé procedía como los médicos que uno
torio de la materia de solfeo, e ingresó en la a uno reciben a los pacientes, en la intimi-
clase de armonía del profesor Santonja. Al dad del gabinete. Después, cuando ya había
año siguiente pasó a la clase del eminente “auscultado” a sus “pacientes”, me rogaba
profesor Don Bartolomé Pérez –Casas. que escribiera para todos los alumnos en la
pizarra el “bajo” dado, una vez escrito se
Bartolomé Perez – Casas levantaba de la silla, tomaba la tiza que yo
Este prestigioso profesor había sido di- le presentaba, con la mano derecha, metía
rector de la Banda Privada de Alabarderos la izquierda, como si quisiera escamotearla
del rey. También era el fundador y direc- de la vista de sus discípulos entre la camisa
tor de la Orquesta Filarmónica de Madrid. y el pantalón y con una maestría revelado-
Oriundo de Lorca (Murcia), gozó mientras ra de largos años de experiencia, escribía el
vivió, de un grande y merecido prestigio. tiple, es decir, la primera voz en la pizarra,
que cada uno de nosotros en casa, debería-
Pérez – Casas fue nombrado director de la mos completar escribiendo las dos partes
Orquesta Nacional Española, cuando se creó anteriores, el contralto y el tenor”(…) Así
en 1938, dando su primer concierto en Barcelo- pude estudiar partituras de Wagner, Ricar-
na, cuando el Gobierno de la República se tras- do Strauss y Debussy” (...). Carlos estudia-
ladó desde Valencia a la ciudad condal. Mien- ba conjuntamente el piano y el violín.
tras tanto, él también estaba en Valencia donde
vivíamos mis padres y yo, y nos visitaba con Cuando la clase de armonía terminaba,
cierta asiduidad puesto que mi padre Eduardo en aquel viejo edificio del antiguo Conser-
Ranch, le proporcionaba de su buena bibliote- vatorio, en la calle Conde de Plasencia,
ca, libros de todas clases, literatura o música, situada detrás del Ministerio de la Gober-
que devolvía religiosamente. Algunas veces los nación, hoy llamado del Interior – según
recibía yo, pues venia con su esposa. Muchos cuenta Carlos Palacio – este esperaba a
564

Don Bartolomé todos los días y lo acompa- trato en la revista “AHORA”, donde apa-
ñaba hasta su casa. Atravesaban la Puerta recía el premio que Carlos había ganado en
del Sol para tomar enseguida la calle Ma- el Conservatorio, le ofreció ser el director
yor, hasta la Plaza de Oriente, donde en de la orquestina de su teatro, pero él no
una de sus callejuelas vivía el profesor, de- aceptó, prefiriendo ser un músico anónimo
jándole en la puerta de su casa. El mismo mientras estuviese en un teatro dedicado a
recorrido se repitió durante tres años. Por las superficiales revistas: “para cosquillear
cierto que en la misma plaza vivía el ilustre el sexo”(…)
pianista, José Cubiles.
Juan Botella Asensi Y Oscar Esplá
Palacio, al terminar los estudios de armo- Carlos conocía personalmente a un im-
nía, se presentó a un concurso del Conser- portante personaje de la época: Juan Bo-
vatorio y obtuvo e primer premio. En aquel tella Asensi. Este señor alcoyano, era gran
tiempo, vivía en una casa de huéspedes, la amigo de su padre porque habían sido
primera que conoció y que, según dice, de- compañeros de estudios, y ambos se tutea-
bía parecerse a la que describe Pérez Lugin ron toda su vida. Y Carlos hijo, admiraba
en “La Casa de la Troya”:..“Éramos varios a este hombre que llegaría a ser ministro
pupilos, cuyos rostros y caracteres al cabo en uno de los gobiernos de la República.
de tantos años, cuando escribo estas líneas, De origen humilde, su fuerza de voluntad
no se han borrado de mi memoria”(…) le llevó ser abogado, y estuvo encarcelado
durante la monarquía. Carlos le visitaba
de vez en cuando en su bufete, que tenía
Entonces llegaron los días de muchos su-
en la calle del Príncipe, frente al teatro de
cesos. Ya habían sido fusilados en Jaca los
la Comedia: “Una vez, esperando que me
militares republicanos Fermín Galán y José
recibiera, vì salir de su despacho a Don
García Hernández, y poco después, el 14
Álvaro de Albornoz, abogado también de
de abril de 1931, se proclamó la Repúbli- prestigio que fue a su vez ministro de Justi-
ca…“Ante la llamada de todo un pueblo cia en el primer Gobierno republicano. Era
que la soñaba”-. Se cantaba “La Marselle- un hombre pequeño, nervioso, con un no
sa” y el “Himno de Riego”. se qué de volteriano en su rostro, al que un
sombrero de anchas alas le daba un ligero
Carlos Palacio, aunque no había termi- aire de bohemio” (…)
nado de estudiar su carrera musical, necesi-
taba ganarse unas pesetas y tocaba el violín Juan Botella era lacónico en extremo,
en la orquestina del teatro Maravillas. Pero pero según dice Carlos Palacio, se le en-
cuando el empresario del teatro vio su re- contraba siempre en momentos de apuro,
TEXTOS Y DOCUMENTOS

565

sobre todo si eran alcoyanos. En cierto mo- muchos cafés. Pero a él le gustaban más
mento, Botella cambió de lugar su bufete, otros lugares donde tocaban algunas agru-
trasladándose a la Gran Vía. Una mañana, paciones de músicos de las buenas orques-
estando allí Carlos, le presentó a otro ami- tas, cuando no tenían que tocar en ellas.
go suyo, Oscar Esplá, el compositor alican- Continuaba en el Conservatorio estu-
tino. Ambos sentían el uno por el otro una diando la asignatura de Composición. Los
admiración mutua. profesores que la daban eran Joaquín Tu-
Esplá les comentó que bajo los auspi- rina y Conrado del Campo. Pérez-Casas le
cios del Ministerio de Instrucción Pública, recomendó a del Campo. Y su profesor de
que regía Marcelino Domingo, acababa de violín era el maestro Arbós, que por lo vis-
formarse una comisión integrada por los to su larga y recortada barba le confería un
compositores: Salvador Bacarisse, Rodol- aspecto de dios olímpico. El director del
fo Halffter, y su hermano Ernesto Halffter, Conservatorio entonces, era Don Enrique
Julián Bautista, Gustavo Pittaluga; el mu- Bordás que ya era muy mayor y el trabajo
sicólogo Adolfo Salazar, y la presidencia, en aquel centro musical le desbordaba. Don
Oscar Esplá. A requerimiento de Botella el Conrado del Campo era un gran profesor,
presidente le ofreció a Palacio un puesto en y como compositor estaba muy influencia-
la orquesta que se estaba formando. do por los compositores alemanes. Tenía a
Carlos se lo comentó a Pérez-Casas, gala repetir que él no imponía ningún crite-
pero este le aconsejó que no se moviera, a rio a sus alumnos, y esto hizo que salieran
pesar de que él iba a ser uno de los direc- de sus clases, músicos tan diferentes como
tores del organismo mencionado. Este in- Bacarisse, y Guerrero o Ataúlfo Argenta.
cluía un teatro lírico subvencionado. Pero El único inconveniente que encontraba Pa-
don Bartolomé tuvo razón en su consejo, lacio a Don Conrado era que, a pesar de
porque las ilusiones de todo esto, de mo- su gran cultura, se había quedado estan-
mento se disiparon y España se quedó sin cado en Wagner y no acababa de sentirse
un capítulo importante de su vida artística atraído por los compositores del siglo XX,
y musical. como Ravel, Strawinsky, Prokofiev, Hin-
demit Shostakowich, Eisler, y otros, que a
Después del breve periodo de vacaciones sus alumnos les atraían mucho más. Según
veraniegas, que siempre las pasa en Alcoy, Palacio: “ Don Conrado del Campo, a mi
Carlos al regresar a Madrid, se suma a di- juicio, no sabía valorar ni situar en lugar
ferentes peñas de intelectuales. Conoce a exacto de la historia de la música a los
Valle Inclán y a Emilio Carrere. El ambien- compositores contemporáneos”…
te es alegre en la capital; el tango con Car- Sin embargo, técnicamente lo considera-
los Gardel había inundado las gramolas de ba un buen maestro.
566

El piano de Chapí la isla. Llorens logró trabajar en la univer-


sidad, y Casal formó una buena orquesta y
En una de las visitas que Palacio hizo a
compuso un Himno nacional, que no sabe-
Don Gonzalo Cantó, coincidió con un nie-
mos si aún se tocará. Ambos estuvieron allí
to del músico de Villena, Ruperto Chapí,
hasta que por circunstancias muy largas de
pues Cantó era muy amigo de los hijos y
explicar todos los españoles republicanos
nietos del famoso músico. Uno de esos nie- tuvieron que salir de la isla, marchando
tos, Enrique Casal Chapí con quien Carlos cada uno por su lado. Casal volvió a Es-
trabó buena amistad, lo llevó un día a su paña enfermo, y cuando Llorens vino a su
casa: “Me cogió del brazo y me llevó a un tierra, se acercó a Madrid para visitarlo, y
ancho pasillo. Se paró ante una puerta que lo encontró en un estado de carencia eco-
abrió con tanta dulzura y delicadeza que nómica total, además de una enfermedad.
yo pensé si en el interior habría un niño Casal Chapí era un artista y compositor de
enfermo o durmiendo. Entramos. La luz talento, que había obtenido antes de irse de
de un crepúsculo primaveral se apode- España, el Premio Nacional de Música el
ró de la estancia. Había un piano negro, 18 de julio de 1936.
vertical, cuyas teclas el tiempo comenzaba
ya a invadir de amarillo.-“ Es el piano de Sus amigos en Alcoy
mi abuelo Ruperto.- me dijo. Difícilmente
pude contener la emoción…en ese piano : “Alcoy era para mi, en aquel tiempo, ce-
nacieron “La revoltosa”, “El puñao de ro- rrado recinto de delicias. Vasto solar de es-
parcimientos amistosas y familiares (…) Aquí
sas” y otras”
vivían mis padres y hermanos, aquí poseía
amigos entrañables con quien al atardecer, di-
Pero aquí tengo que hacer yo un aparta- suelto ya el fuerte sol alcoyano, paseaba por
do. El nieto, Enrique Casal Chapí también sus puentes, donde más de una vez, por en-
era un buen músico y puedo continuar su cima de sus montañas veíamos encenderse el
historia. Republicano y de izquierdas Casal alba(…)
tuvo que exiliarse de España el año 1939,
al ganar el franquismo, coincidiendo con Sus mejores amigos entonces eran: Jordi
otra personalidad valenciana, el historia- Valor y Serra2 Alfonso Carbonell3 José San-
dor Vicente Llorens Castillo. Ambos es- tacreu, linotipista de “El Noticiero Regio-
taban en la isla de Santo Domingo cuya nal” donde publicaba artículos y cuentos.
capitalidad se llamaba entonces Ciudad Santacreu durante la guerra organizó el
Trujillo, el nombre del dictador que regía Batallón Mateotti de Castelló de la Plana.

2
J.Valor y Serra,(Alcoy, 1908-1984) Maestro Nacional, muy culto y con un conocimiento exaustivo del catalán
y otros idiomas. En Barcelona era amigo de Verdaguer, Maragall,y Guimerá. Escribió varios libros en castellano y
TEXTOS Y DOCUMENTOS

567

Fue el primer Secretario del Partido Comu- - el gran artista soñador-


nista de esta ciudad, marchando con este marcha a mi lado, muy despacio
Batallón a defender al Madrid sitiado en como un fantasma del amor
La gran ciudad yace dormida
el frente de defensa y pudo visitar a Car- Gatos poetas
los Palacio que entonces ya trabajaba allí duermen la mágica ciudad
en Madrid, en la radio de “El Altavoz del cual una
Frente”. Luego estuvieron varios años sin virgen exenta de maldad
verse, hasta que ambos coincidieron en Nos despedimos. Sopla el viento frío
Moscú en 1965. En Rusia años después, del bello amanecer…
Visión divina…¡El pensamiento
Falleció Santacreu. lleva una imagen de mujer!.
También era amigo suyo Pascual Pla y
Beltrán, que aunque nacido en IBI fue lle-
vado por su madre viuda a Alcoy. Carlos lo Un personaje interesante que en aque-
describe así: “Hijo de un hogar disperso y llos tiempos iba por Alcoy era José Alcina
difícil era analfabeto cuando yo le conocí. Navarrete, librero. Oriundo de Valencia,
Más tarde llegó a ser un gran poeta. De es- había vivido muchos años en Barcelona,
palda estrangulada poseía en cambio unos donde hizo amistad con el anarquista Án-
ojos bellísimos y grandes, de agua negra gel Pestaña, que entonces era dueño de una
donde acorralada, parecía haberse refugia- pequeña relojería. Alcina conoció también
do la belleza que la naturaleza negó a su allí, al que años después sería Ministro en
cuerpo: era jorobado”. el primer gobierno de la República de 1931
Carlos Palacio copia de memoria, un Marcelino Domingo, que era muy ami-
poema que Pla y Beltrán publicó en su pri- go de Pestaña. Pero Alcina Navarrete no
mer libro que la crítica literaria ignoró. Su se quedaba quieto en un lugar… Llevaba
título La cruz de los crisantemos. Era el siempre consigo una cierta cantidad de li-
año 1929 y está dedicado a Carlos: bros que llevaba de pueblo en pueblo para
Solo el ruido inanimado venderlos. Por Alcoy pasaba muchas veces
y todo el mundo lo quería. Montaba en las
de la tristeza
vaga adormilado plazas “su librería” y los obreros alcoya-
lleno de mística grandeza nos lo conocían todos. A fuerza de hacer
Carlos Palacio propaganda para vender algún volumen se

catalán. Vivió varios años en Benissa durante el franquismo como “depurado”. Estuvo luego en otros pueblos como
docente hasta que ya jubilado marchó a su pueblo donde falleció.
3
A. Carbonell Miralles. Decano del periodismo alcoyano, ha cedido al Archivo Municipal de Alcoy toda la corres-
pondencia que mantuvo con el maestro Jordi Valor, entre 1928 y 1948.
568

movía de buena mañana como alucinado, nal que jamás vio realizado, murió fusila-
parecía que estaba hablando con Homero, do en una cárcel de Valencia en los años
filosofaba con Sócrates y hablaba con Cris- 40 o 41, rechazando al cura cuando le iba
to… También trataba de escribir algo, pero a dar los últimos sacramentos diciéndole:
con una letra tan convulsiva que luego ni él “Sois como cuervos, venís cuando presen-
mismo podía descifrar… tís la muerte”. Ya no dijo nada más en este
Alcina Navarrete, fue el que le dio a mundo.
Carlos Palacio, para su primer viaje a Ma-
drid, una carta de presentación dirigida al Con Juan Gil- Albert en Alcoy
escritor Emilio Carrere, que lo acogió muy Carlos Palacio comenta como conoció
bien, pero conocedor de la letra del escritor a este interesante poeta paisano suyo. Los
valenciano le dijo: “Guarde la carta, díga- dos primeros libros que Gil-Albert publicó
me usted lo que dice”… tenían por título, Vibración de estío y Fas-
cinación de lo irreal4. Carlos no los conocía
Emilio Carrere (Madrid 1881 – 1947) todavía porque era muy joven aún, tenia
era además de narrador, poeta y periodista. 17 años, y tampoco conocía a Juan perso-
Había sido hijo de madre soltera. Pertene- nalmente.
cía en su estilo al llamado “decadentismo La primera vez que lo vio de lejos en Al-
modernista”. Su padre era un conocido coy, fue en la calle de San Lorenzo cuando
abogado que se llamaba Senén Canido Par- lo vio salir de la antigua papelería llamada
do. La madre falleció al mes de dar a luz y “La Rata”. Vestía un traje de una blancura
incólume; era verano y la tarde alcoyana
Emilio se crió con la abuela materna. El pa-
desfallecía de calor. Pocas semanas des-
dre les ayudaba de lejos, pero al morir dejó
pués, llevado por su amigo Pla y Beltrán
a su hijo una importante suma de dinero,
comenzaron a visitarle en su casa veraniega
que el hijo dilapidó enseguida. Al acabar de El Salt. Allí saludaban a la madre del
nuestra guerra, se hizo furibundo franquis- gran poeta y Carlos se encontraba muy a
ta y el 11 de noviembre de 1943 fue nom- gusto con todos ellos. La madre de Gil-Al-
brado cronista de la Villa de Madrid. bert era encantadora y su hermana y su
En cambio José Alcina Navarrete, anti- marido también los atendían ofreciéndoles
católico convencido, hombre que – según refrescos. La casa estaba algo apartada del
Palacio – había vivido pobremente con su pueblo y ellos iban a pie. También estaba
elocuencia, anunciando un mundo frater- el marido de la hermana, el doctor Venan-

4
Estos dos primeros libros de poemas, los dio a conocer Eduardo Ranch al público, en un par de diarios con
el anuncio: Nuestra joven literatura. Los Gil – Albert y mi familia eran muy amigos, incluso yo tenia a mistad con él y
con sus sobrinas casi hasta la actualidad.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

569

cio Aura Riera, que muy pronto tendría un viuda de un militar, pero él no dio ningún
triste final cancerígeno. A veces se añadían paso hacia ella porque ya estaba inmerso
también otros amigos de Carlos; Rafael en otras preocupaciones. Había otros pu-
Casasempere y su hermano Gregorio, mú- pilos en esta pensión que estaban intelec-
sicos los dos y cultos: Carlos dice: “Juan tualmente muy lejos de sentir la vida como
Gil-Albert nos leía sus poemas como yo no él la deseaba. El único que le llamaba la
he oído leer a nadie” atención era un mulato que siempre llega-
ba después de haber cenado, y no se trata-
Ese verano de 1928 terminó, y Palacio ba con nadie. Llevaba siempre periódicos,
volvió a Madrid, dejando atrás melancó- revistas o libros…
licamente a su pueblo y a sus amigos. A Un día Carlos, fue a la redacción de
su llegada a Madrid fue a saludar a Don “Mundo obrero” para entregar una de sus
Juan Botella Asensi, el intimo amigo de su críticas musicales, que ya hacía algún tiem-
padre, que como hemos dicho vivía enfren- po que había comenzado a redactar. Con
te del teatro de la Comedia. En este teatro sorpresa vio al mulato sentado en la mesa
amenizaba los entreactos otro alcoyano, el de los redactores y escribiendo. De pronto
pianista Boronat, y el elegante café del tea- se levantó y salió al pasillo donde entra-
tro era frecuentado por muchos ba en ese momento Rafael Alberti, a quien
artistas y escritores. Allí le había presen- Carlos ya conocía, y le preguntó si sabía
tado a Carlos meses atrás, don Gonzalo quien era aquel redactor que le había sa-
Cantó a Don Jacinto Benavente. ludado afectuosamente; Alberti le contestó
que se trataba del escritor peruano César
Una tarde, al bajar de casa del Sr. Botella
Falcón.
vio sentado en el café a otro conocido de
Esa noche Palacio se hizo amigo del pe-
su niñez Eugenio Noel5, que trató, ya ha-
ruano: “A partir de entonces entre Cesar
cía años, de convencer a su padre para que
Falcón y yo había la bella complicidad de
se hiciera fotógrafo en una ciudad grande,
una misma causa compartida”.
pero su padre no quiso de ninguna mane-
El problema con Falcón es que había
ra. Carlos no le dijo nada, pasó de largo y
traído del Perú una feroz hambre sexual
marchó a su domicilio.
que desahogaba en España jalonando su
Palacio vivía entonces en su nueva pen-
camino de mujeres abandonadas.
sión de la calle Benito Gutiérrez. La due-
ña era una bonita mujer llamada Elena, A Falcón se le conocen innumerables

5
Eugenio Noel; antitaurino y antiflamenquiano, los dos temas que se afianzaron tanto años después, ejercía el
periodismo como republicano en “España Libre” de Rodrigo Soriano. Pasado algún tiempo moría pobremente en un
hospital de Barcelona. Al enviar el cadáver hacia Madrid, se retardó bastante el vagón del tren, al meterlo equivoca-
damente en una vía muerta al pasar por Zaragoza. Finalmente pudo ser enterrado en el cementerio civil de Madrid.
570

mujeres, muchas de ellas trabajaron en la Carlos Palacio, continua con sus Memo-
“Compañía de Teatro Proletario” creada rias, y cuenta como conoció poco después
por él. Una de ellas Enriqueta O’Neill de al poeta chileno Pablo Neruda, que en esa
Lamo (Madrid 1909 – Barcelona 1972) época de guerra estaba de cónsul de Chile
además de actriz era escritora, traducto- en Madrid y Alberti le buscó la vivienda
ra, guionista e incluso periodista. Muy in- en la llamada “Casa de las flores” porque
teligente. Siendo muy joven trabajó en el efectivamente, todas las terrazas y balcones
teatro en la Compañía de César Falcón y que daban a la calle de Hilarión Eslava nº
se unieron intensamente. Pero al separarse 2. formaban un conjunto floral muy her-
luego, Enriqueta mantuvo el apellido de su moso. Vivía con su esposa María Antonie-
primer marido aunque se volvió a casar y ta Agensar Vogalzans, que describe como
entonces nació Lidia Falcón, que de mayor muy alta, esbelta y… lenta. Era holandesa
fue abogada y feminista muy conocida. y no sabía español pero estaba aprendiendo
Al terminar la guerra en 1939, César Como la ciudad estaba bajo la presión de
desapareció y Enriqueta marchó a Barce- las bombas, la casa tuvo varios desperfec-
lona para que no la conociera nadie. Por tos7. Neruda vio en Madrid hombres mu-
su talento y formación encontró trabajo en jeres y niños destrozados por los bombar-
deos: “Venid a ver la sangre por las calles”,
la Delegación de Prensa y Propaganda del
gritó al mundo entero. El subjetivismo de
Ministerio de Educación Nacional, donde
sus 20 poemas de amor y una canción des-
con el tiempo conoció a José Bernabé Oli-
esperada, tocaba a su fin abriéndose a un
va, escritor y periodista de “La Vanguar-
nuevo humanismo militante (…) años más
dia” y fundador de “La Hoja del Lunes”,
tarde recibiría en Chile el carnet de militan-
de la capital catalana. A su hija Lidia, la
te del Partido Comunista. (Ahora, ya bien
encarcelaron por el “delito” de propagan- entrado el año 1976, cuando escribo estos
da ilegal en 1972, entonces Enriqueta deci- recuerdos [dice Carlos], en el Chile san-
dió acabar con su vida. griento y profanado, duerme su sueño de-
Lástima, porque era rebosante de creati- finitivo y verdadero8, pero su poesía sigue
vidad. Bajo el seudónimo de Regina Flavio, combatiendo y golpeando, galopando so-
escribió un sinfín de novelas, traducciones bre corceles luminosos, ganando corazones
y artículos, aludiendo a toda clase de te- a la causa que fue suya e iluminó su vida.)
mas, incluso como musicóloga, colaboraba
en el boletín del Liceo.6

6
Ver Elisa Siurana y Silvia Cuevas-Morales. Hay en Google varios blogs con la historia de toda la familia.
7
En esta Casa de las Flores, también vivió Emilio Carrere hasta que falleció. La casa fue restaurada después de
la guerra y en 1982 fue declarada Monumento de Interés Nacional.
8
Carlos se refiere a la etapa del dictador Pinochet.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

571

El Frente Popular francés Charles Koehlin, cuyo título era


“Thaelman”, nombre de un antiguo car-
A la llegada en 1936 del triunfo del Fren-
gador del puerto de Hamburgo, eminente
te Popular, Carlos Palacio continuaba sus
personalidad política, primer secretario
estudios en el Conservatorio que se había
del Partido Comunista Alemán encerrado
desplazado a la calle del Conde de Plasen-
cia. Seguía con las clases con Don Conrado entonces en una cárcel hitleriana. Efecti-
del Campo. Habían entrado dos profeso- vamente Hitler ya había llegado al poder
res más: Oscar Esplá alicantino, y Eduardo (llegó a Presidente del Gobierno alemán en
Martínez Torner, Carlos iba a las clases de 1933).
los dos. Esplá conocía muy bien la música Uno de los condiscípulos de Carlos Pa-
contemporánea, además conocía a músicos lacio en el Conservatorio era un muchacho
extranjeros incluidos los soviéticos. de Jaén “alto y ancho de espaldas” que se
Martínez Torner daba clases de folklo- llamaba Joaquín Villatoro. Había estudia-
re. Estuvo en Valencia el año 37 cuando el do ya en parís con Paul Dukas, autor de El
Gobierno Republicano estaba en esta ciu- aprendiz de brujo. Villatoro se trataba con-
dad y como formaba parte del Instituto de tinuamente con los obreros madrileños, en-
Estudios Históricos de la Institución Libre tre los que gozaba de gran prestigio. Com-
de Enseñanza, escribió un trabajo sobre puso la música para un poema de Rafael
el folklore de esta zona, basándose sobre Alberti, dedicado también a Ernest Thael-
todo en El Ball de Torrent y el Misterio de man que obtuvo mucho éxito. Villatoro
Elche. introdujo a Carlos Palacio en los medios
Para los compositores como Carlos Pa- sociales y proletarios que tan bien conocía,
lacio el folklore estaba desfasado y no lo y Carlos se sintió atraído por la grandeza
tomaban como base de sus composiciones de su ideal político.
musicales9.
Un día, en el aula de Conrado del Cam- Comenzaban en aquella época, a ser co-
po, uno de los alumnos llevó unas partitu- nocidos las dos personalidades que se le-
ras que al profesor no le interesaron y las vantaban con sus encendidos mítines con-
califico de “política”. Según explica Car- tra el nazismo: Romain Roland y Henry
los Palacio, se trataba de una magnífica Barbusse. En cierta ocasión Carlos Palacio
canción de masas del teórico compositor fue a escuchar a Barbusse en el Teatro Es-

9
El musicólogo Adolfo Salazar, reprochaba a Falla su carácter populista, admirablemente trabajado por otra
parte - dice Palacio – pero considerando que su obra adquiere un valor más rico cuanto más se aleja de la concien-
cia popular, como en el Concierto para clavicémbalo y orquesta, título que ya anuncia elocuentemente el concepto
cultista que lo inspira.
572

pañol: lo recuerda alto y seco: “La Gue- Los dos se encontraban en los conciertos
rra del 14 en la que fue gaseado dejó en su muchas veces, pero la timidez de Carlos le
cuerpo la huella indeleble…Su mensaje se impidió acercarse a él. Además Federico
dirigía al mundo entero”… iba mucho a Granada, a pesar de que sus
amigos le instaban a quedarse discretamen-
Palacio ya había dimitido como violi- te en Madrid. Por fin se decidió a dejarle
nista en el teatro Maravillas de las revistas una nota en casa de Federico al final de la
y, como se ha dicho antes, se dedicaba a calle de Alcalá, con su número de teléfono.
la crítica musical en el periódico “Mundo Esto tuvo un efecto positivo y García Lorca
obrero”… y como músico dirigía los “Co- le llamó a la pensión y hablando afectuosa-
ros Proletarios” formados por obreros. mente surgió un proyecto de colaboración.
Pero nunca lograría a llevarse a término
Para estos coros y sintiéndose composi- este proyecto, porque días después de esta
tor comprometido, compuso junto a otros conversación el asesinato de Lorca se había
amigos, Rafael Espinosa y letra de Arman- consumado…Y es significativa la frase de
do Guerra el Himno a Luís Carlos Prestes, Carlos Palacio ante este crimen: “Los que
primer Secretario del Partido Comunista bien le conocieron hablan de su tremen-
del Brasil condenado a muchos años de da risa que contagiaba a todos, hasta los
cárcel en su país. Su madre, ya anciana, es- más secos por dentro. Tendrán razón, pero
taba en Madrid entonces buscando ayuda
yo nunca he podido aceptar esta versión.
para la libertad de su hijo, como lo había
Siempre he creído que la verdadera cima
hecho por otras naciones. Prestes estuvo
de su alma, como la de todos los grandes
prisionero más de diez años, y para enton-
artistas, no era la de la alegría…
ces su madre ya había fallecido; pero mien-
tras estuvo en Madrid, una noche se le hizo Dolores Ibarruri
un Homenaje en La Plaza Monumental
que estaba abarrotada. Esa noche habla- La “Pasionaria” forma parte del gru-
ron José Díaz, primer secretario del partido po que prologan las Memorias de Carlos
y la “Pasionaria”. En la tribuna estaban Palacio, - junto a Buero Vallejo, Juan Gil
Rafael Alberti y María Teresa León, a su – Albert y Juan Ruiz Tarazona. Y visita-
lado Doña Leocadia Prestes a quien Carlos ba a veces los coros que dirigía Carlos que
Palacio entregó personalmente la partitura muchas eran canciones rusas, antifascistas,
de dicho Himno. y el Himno a Carlos Prestes, que tenía mu-
cho éxito. Pero sobre todo cantaban can-
A su vez Palacio deseaba ponerle música ciones soviéticas como “Bandera Roja”
a algún poema de Federico García Lorca. “La joven Guardia”, “Caballería Roja”
TEXTOS Y DOCUMENTOS

573

y, naturalmente “La Internacional”. José 2ª Parte. Guerra en España


Díaz, primer secretario del Partido, asistía
El principio de este apartado pertenece a
a los ensayos más de una vez, pero no con
la descripción de los acontecimientos en le
la asiduidad de Dolores, que se interesaba
Cuartel de la Montaña en Madrid. Carlos
por todo lo que hacían, les daba algún con-
Palacio estaba allí. Comenzaron enseguida
sejo e incluso a veces cantaba con ellos.
los bombardeos de la ciudad. Las prime-
ras patrullas de voluntarios, sin la menor
“Nadie podía ignorar que en el mundo exis-
preparación militar, partían hacia los focos
tía un nuevo país nacido de la Revolución que
que se encendían. La ciudad “alegre y con-
se llamaba Unión Soviética. Nada pues tenia
fiada” en otro tiempo, se vestía ya de mili-
de extraño que el coro proletario cantara
ciano. Era el 19 de julio. El Cuartel quedó
canciones de los buenos músicos como Tavi-
sembrado de cadáveres.
denko, Pokrass o Dunayewski”

Por otro lado, Carlos conocía a Rodolfo Palacio quiso tomar un fusil y marchar
Halffter, que escribía sus crónicas musica- al frente que estaba en los alrededores de
les en el periódico El Sol. Los dos jun- Madrid pero no pudo. Entonces como se
tos tenían que componer las ilustraciones había formado en la ciudad la Alianza de
musicales para una obra teatral titulada La Intelectuales Antifascistas en el palacio de
Chinche, obra de un dramaturgo y poeta Herrera Espínola marchó hacia allí. Era
de mucho prestigio llamado Maiakowski. principios de octubre.
La estaba ensayando la compañía de teatro Palacio quiso dedicarse a enardecer a las
que dirigían Jacinto Grau buen dramatur- tropas republicanas poniendo música a las
go, y su antiguo compañero de pensión, el letras que le entregaba Luis de Tapia, naci-
famoso peruano César Falcón, en el teatro das al fragor de los combates, veían la luz
Rosales. La música era de los dos, pero el pública en un libro y en partituras de dos
que tocaba el piano durante la representa- hojas para repartir entre los soldados.
ción era Carlos Palacio. El autor de la obra, Luego reunió a todos los compositores
Maiakowski, se había suicidado hacía ya y poetas que se encontraban en la capital.
tiempo, pero nadie sabía la motivación. La Y hay que tener en cuenta que Palacio
obra, futurista, fue un gran éxito. En el año era todavía un joven estudiante de compo-
1939 Halffter fue uno de tantos exiliados sición, pero como no tenía fusil se dedicó
españoles. La obra, futurista, tuvo un gran a aquella tarea, que al principio pensaba
éxito. que no podría hacerlo, pero lo hizo. Reu-
nió nada menos que a Salvador Bacarisse,
a su amigo Halffter, a Julián Bautista, Je-
574

sús Castro Escudero, José Moreno Gans, ban los Coros Proletarios por Altavoz del
Rafael Espinosa, Enrique Casal Chapí; y a Frente. Las canciones que componían él y
los musicólogos Eduardo Martinez Torner Brecht en el Berliner Ensemble, las cantaba
y Adolfo Salazar. el pueblo alemán en los años más duros de
De todos ellos salieron Canto a la mari- la dictadura nazi.
na, En los frentes, Canto a Valencia, A La Eisler le comentó a Palacio que estaba
Pasionaria, y Carlos creó COMPAÑÍAS poniendo música a dos poemas del poeta
DE ACERO. Pero había que popularizar- Herrera Petere: Quinto regimiento y No
las y esto no era fácil. Entre él y su amigo pasarán. La primera llegó a ser una de las
pianista Rafael Espinosa lograron formar melodías más populares de nuestra guerra.
un coro de unos cuarenta cantores, resi- La segunda no tuvo tanto éxito. Hablaron
duos de la masa coral que el valenciano de todo esto en aquel encuentro y cuando
Rafael Benedito había dirigido en el Cole- se despidieron, abrazándose, fue para no
gio Escuela de la Institución Libre de En- verse más. Cuando acabó la guerra euro-
señanza y entonces, con la colaboración pea, el autor del Himno de la República
de Radio Madrid, comenzaron a trasmitir Popular Alemana, moría en julio de 1971
estas canciones por mediación de Altavoz en la parte del Berlín proletario. Eisler, que
había sido discípulo de Schönberg conocía
del Frente. La canción que más éxito tenia
bien las nuevas tendencias musicales y a ve-
entonces, era la que compuso Carlos Pala-
ces las utilizaba en sus composiciones, sin
cio Compañías de acero, que llegó a tener
embargo había puesto su arte al servicio de
repercusión internacional.
los obreros y de su sentimiento cultural.

El gran compositor Hans Eisler (8-7- Precisamente en los días precursores de


1898,- 6-9-1971) los combates decisivos para la capital de
España llegó a Madrid un conocido escri-
Eisler vino a España para ayudar a la tor norteamericano:”cuyo nombre siento
República. Colaborador de Bertold Brecht haber olvidado”- dice Carlos – pero todo
y ambos antinazis. Al llegar a España lo hace pensar que se trataba de Ernest He-
primero que hizo Eisler fue llamar a Car- minway.
los Palacio al teléfono, y por mediación Y habló con él con mucha atención,
del Quinto Regimiento comunicaron que porque el escritor le incitaba a que se co-
Eisler estaba allí y que lo esperaba en el nocieran todas las canciones que se escu-
cuartel madrileño. Era autor de un himno chaban por la radio.:¡Hay que movilizar la
que se hizo famoso en Europa titulado LA canción! ¡Se lucha con el fusil, con ame-
COMINTERN, que precisamente lo canta- tralladoras con bombas de mano y…con
TEXTOS Y DOCUMENTOS

575

canciones! ¡Yo podría contar muchos casos lanzó una gran carcajada y le aclaro quién
de mi experiencia personal. En situaciones era León Felipe, no “Don”.
desesperadas, cuando la palabra ha agota- Carlos lamentó lo ocurrido y aún cuan-
do todo su poder, la canción es la fuerza; la do no coincidió nunca con aquel, leyó sus
carga de energía que levanta la moral de- poemas y le admiró y respetó siempre.
caída. Y en su brevedad e intensidad, puede
ser más explícita que un largo discurso!”… Carlos Palacio comenzó a sentirse muy
solo. Muchos amigos se habían marchado
Obedeciendo al norteamericano, Pala- a Valencia. Los niños que se quedaban en
cio organizó un acto musical dedicado ex- Madrid eran los más pobres En la Navi-
clusivamente para los milicianos, en el cine dad de 1936 El Altavoz del Frente publicó
Capitol madrileño. Palacio hacía repetir a Siete canciones infantiles, para canto y pia-
su público las letras impresas entregadas a no con bonitos dibujos de Puyol y la mú-
la entrada del cine. Así, repetidas con él al sica era de varios: Castro Escuder, Moreno
piano varias veces, hasta que al final canta- Gans,
ban todos a coro y a pleno pulmón en un Halffter , Espinosa, Bacarisse más una
verdadero clamor. del mismo Carlos Palacio. Las letras eran
de Enrique Arredondo, escritor y actor hu-
El equívoco con Leon Felipe morístico cubano (8 – 4 – 1906,15 – 11 –
Uno de esos días Rafael Alberti lo citó 1988) Que también escribía cuentos.
en la sede de la Alianza de Intelectuales. El
muchacho que guardaba la entrada le pidió Pero Madrid estaba asediado y por las
a Palacio la documentación. Como Carlos noches se quedaban intentando dormir en
no llevaba nada, el centinela no le dejaba el local del Altavoz del Frente, mientras
pasar. Él le decía que llamara a Alberti, que caían los obuses franquistas. Como no se
estaba dentro, pero el chico no podía dejar podía hacer nada coherente en El Alta-
su puesto. En ese momento entraba un se- voz… Carlos decidió marcharse a Valencia
ñor y el joven lo llamó diciéndole: “Don también. Solamente Rafael Espinosa quedó
Felipe ¿conoce Vd. a este señor?. El señor al frente de los coros que continuaron can-
se acercó y dijo que no lo conocía y penetró tando hasta el final de la guerra.
con prisa en el salón.
Entonces Carlos salió muy enfadado y
Valencia 1937
murmurando llamaba “burgués” a aquel Las canciones que se habían hecho céle-
señor porque iba muy bien vestido. Más bres en Madrid no tuvieron el mismo éxito
tarde se lo contó al músico Bacarisse, y este en Valencia ni después en Barcelona. So-
576

lamente en algún acto oficial se cantaban lipe, Serrano Plaja, Enrique Souto, Ramón
algunas que habían sido premiadas por el Gaya, Moreno Villa, José Bergamin, Sán-
Consejo Nacional de la Música. Entre estas chez Barbudo; el compositor norteamerica-
estaban Canto a la flota Republicana, de no Lan Adomian y el musicólogo alemán
Rafael Casasempere, su amigo de estudios, antifascista Otto Mayer. También estaban
y otra de Carlos Palacio Vuestros cuerpos el escritor valenciano Maximiliano Tous y
se queman de cara al sol. La letra de estas muchos más. Rafael Alberti y María Tere-
dos era del poeta José Ramos. sa León, eran huéspedes apresurados. Don
Estando ya en Valencia, la Comisión de Antonio Machado no salía de su naranjal
Agitación y Propaganda (Agitprop) envió a de Rocafort, donde le visitaban muchos es-
Carlos a Murcia y luego a Cartagena para critores, jóvenes, sobre todo.10
formar otro Altavoz del Frente. Y un per-
sonaje que iba a dar mítines desde esta emi- Alianza de intelectuales en Valencia
sora era Vicente Arroyo, que pertenecía al
Según nos dice Palacio, alrededor de las
Comité Central del Partido comunista. Al
2 de la tarde o poco después, a la hora del
regresar a Valencia Carlos encontró la ciu-
café, la Alianza de Intelectuales, una de
dad más desbordada de gente que cuando
se fue. El histórico café IDEAL ROOM era cuyas sedes estaba situada en la calle de
el centro de reunión de muchos personajes; Gobernador Viejo, también se reunían los
músicos, escritores, políticos…Algunos lle- evacuados de Madrid junto con los valen-
gados de Madrid, otros de la misma Valen- cianos, (el otro era el hotelito de la calle de
cia que se reunían allí todos los días a char- la Paz):“Yo visitaba los dos salones. De la
lar: Salvador Bacarisse, Julián Bautista, el Alianza me placía un saloncito muy poco
maestro Pérez-Casas, el maestro Izquierdo frecuentado, donde pasaba algunos ratos
director de la Orquesta Sinfónica de Valen- solo, sentado en un cómodo sillón, frente
cia, y el maestro Ayllón director, durante a un cuadro que representaba una góndola
más de 30 años de la Banda Municipal de que se desliza bajo un puente veneciano…
Valencia; Pablo Sorozabal, Rodolfo Halff- mirándolo, mirándolo me adormilaba”
ter Enrique Casal Chapí; El dramaturgo Por esa época Valencia era también bom-
Jacinto Grau, los poetas Miguel Hernán- bardeada, sobre todo por las noches o muy
dez (cuando no estaba en el frente), el va- de madrugada, y además las sirenas que no
lenciano Juan Gil – Albert su paisano; Pla y dejaban de sonar noche y día. Palacio pa-
Beltrán, Pedro Garfias, Manuel Altolagui- saba las noches inquieto. Un día estando
rre, Luís Cernuda, Emilio Prados, León Fe- medio dormido en aquel sillón oyó unos

10
Esta relación de personajes está escrita así por el propio Carlos Palacio.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

577

pasos y se encontró cara a cara con André cuando la guerra española contra Napo-
Malraux: “Apenas pronunciamos unas pa- león. Esta canción entusiasmaba a Pedro
labras de saludo, no recuerdo si en español Garfias. Este y Carlos iban de vez en cuan-
o en francés…De toda su persona emana- do al frente del Ejército de Levante. Una
ba una fuerza poderosa pero algo fatigada. tarde se encontraron en la calle de la Paz
Llevaba puesto el uniforme de aviador… en una conocida horchatería y allí se pu-
Sin duda él buscaba en España (esto lo sieron de acuerdo para componer algunas
comprendí más tarde) la conciencia viva, la canciones conmemorando la revolución
emanación auténtica de un gran combate, de octubre. Su título, muy revolucionario:
el nuestro, que lleno de palpitación huma- ¡Peleamos,Peleamos! No llegó a propagar-
na reflejaría luego en su libro L’Espoir”. se en España, pero poco después sonaba en
Carlos aquí hace una aclaración a la lista la Plaza Roja de Moscú…
de personajes aludida : (“Debo añadir dos Pedro Garfias, murió en el exilio en
presencias más, que olvidé en su tiempo: el 1967, como tantos españoles. Palacio nos
escritor mejicano Octavio Paz y el cubano dice que Garfias era uno de los poetas más
Marinello)11 notables de su generación (la del 31). Los
versos que le había entregado en la horcha-
En aquel saloncito de la Alianza en Va- tería valenciana es la letra de la canción:
lencia, había un piano donde durante unos
¡Peleamos, peleamos!
días, el compositor neoyorkino de origen Por el torno que canta nuestras horas
ruso, (había nacido en Ucrania, y más tarde por la tierra que labran nuestras manos
murió en Méjico), llamado Lan Adomian, por el limpio sudor de nuestras frentes
compuso sus cuatro magníficas canciones ¡Peleamos, peleamos!
que escritas demasiado tarde, el pueblo no
Por los viejos que lloran nuestra ausencia
las cantó nunca. por la esposa que añora nuestros brazos
Sin embargo, Carlos Palacio escribió por los hijos que esperan nuestra vuelta
la música para una letrilla del siglo XIX, ¡Peleamos, peleamos!

11
Juan Marinello (Jicotea,1898 – La Habana, 1977) poeta, ensayista y pedagogo. Con su familia residiendo en
España, cursó sus primeros estudios en Cataluña, tierra de su padre. Cuando marcharon a Cuba se licenció en
derecho civil y público. Volvió a España becado y doctorándose en la Universidad Central de Madrid. En Cuba fundó
el Instituto Hispano Cubano de Cultura. En 1927 publicó su mejor libro de poemas Liberación. Era simpatizante del
Partido Comunista y estuvo en la cárcel varias veces con Batista. El año 1937 viajó otra vez a España tomando parte
en Madrid y en Valencia del Congreso de Escritores por la Defensa de la Cultura. Fue profesor universitario y tras la
Revolución de 1959 fue nombrado Rector de la Universidad de La Habana e implantó la Renovación Universitaria.
Sus avatares son inmensos, sus viajes muy abundantes, su biografía muy extensa además autor de muchas publi-
caciones en verso y en prosa.
578

Por el sol y el azul de nuestro cielo gustó tanto que se la había enseñado al
por las piedras sagradas que heredamos cantante Erns Busch, el cual entusiasmado
por el suelo cansado de dar flores
le pidió al poeta Weinert que le adaptara la
¡Peleamos, peleamos!
letra, cambiando las alusiones a Prestes por
otras más adecuadas.
Estando Carlos Palacio, aun en Valen-
cia, conoció a dos personalidades extran-
Carlos les preparó un recital a los dos
jeras también muy interesantes, alemanas:
brigadistas, en el Conservatorio valencia-
el actor, cantante y tribuno Erns Busch y
no, la noche del 21 de agosto de 1937. El
el poeta Erich Weinert.. Exiliados ambos
idioma no planteó ningún problema. Entre
de la Alemania nazi vivían habitualmen-
1938 hasta final del 39 trabajaba como en-
te en Moscú, y vinieron a España con las
cargado de las emisiones de Radio Valen-
Brigadas Internacionales para ayudar a la
cia, cuyos locales existen todavía, estaban
República. A los dos se les escuchaba por en la calle Don Juan de Austria, frente al
las emisoras clandestinas por toda Alema- desaparecido teatro Apolo y Carlos depen-
nia incluso en Austria y en Suiza. Donde día del Comisariado del Grupo de Ejérci-
hubiera un proletario de lengua germana tos, y la redacción delegó en Carlos, cuan-
allí se conocía a los dos brigadistas. En do se supo el triste fallecimiento del poeta
Madrid ellos daban recitales por los frentes Antonio Machado , desgraciadamente exi-
o por locales y siempre acababan cantando liado con su madre y un hermano, en un
el himno de Carlos Palacio Compañías de pueblecito del Pirineo francés, Colliure…
Acero… Carlos tuvo que ir a visitar a Jacinto
Comieron algunas veces juntos los tres, Benavente para que se sumara a otros in-
en el café EL SIGLO, que estaba situado telectuales que firmaron un escrito de con-
en la plaza de la Reina esquina con Paz. dolencia. Pero este no estaba en casa y tuvo
Lo que ocurría entonces es que para Carlos que volver al día siguiente para recoger el
era una tortura no poder hablar con sol- escrito que debía firmar el dramaturgo, y
tura el idioma alemán, cosa que le ocurrió que defraudó a todos los demás escritores.
varias veces a lo largo de su vida… Algún ( A mediados de marzo del 39, cuando las
tiempo después, Carlos se enteró de que tropas de Franco entraban en Valencia, el
el himno que cantaban más a menudo era famoso dramaturgo fue de los primeros en
el suyo, que había compuesto en honor presentar sus respetos al general Aranda).
del mártir brasileño Carlos Prestes, y que
cuando esta melodía llegó a Moscú, al im- El nombrado Comisariado de los Ejér-
portante musicólogo Grigori Shneeson le citos estaba situado en Paterna, pueblo
TEXTOS Y DOCUMENTOS

579

muy cerca de Valencia y estaba dividido nieblas por estar los faroles de las calles
en diferentes secciones. En la de Cultura muchos apagados, otros pintados de azul
trabajaban, además de Palacio, el pintor oscuro, y los balcones y ventanas con las
y dibujante Eduardo Vicente; los dibujan- persianas o las cortinas espesas tapadas,
tes Ballester, Carreño y Contel, el escritor solamente se veían los reflectores buscando
Ángel Gaos y el poeta Miguel Hernández. aviones, iluminaban el cielo mediterráneo,
Con se recibió la visita en Paterna de un perso-
este poeta, compartía Carlos Palacio el naje llamado Eusebio Cimorra que era el
lecho y el pan durante los últimos meses ayudante del comisario del Grupo de Ejér-
de la guerra :”A veces jugábamos al futbol, citos. Les avisó de que la situación de la
pero Miguel no jugaba nunca. Se le nota- guerra era grave. Negrin ya había subido
ba ausente y enfrascado en otros pensa- al gobierno. Era médico, y ante la falta de
mientos. No recuerdo haberle visto nunca alimentos, aconsejaba a los españoles que
reír”… tomaran lentejas. Se las llegó a titular “Píl-
Por las noches se reunían y hablaban de doras de resistencia del Dr.Negrin”. Era un
todo tan extensamente que la conversación político inteligente. Al sublevarse en Ma-
se alargaba hasta más de la media noche. drid el Coronel Casado, pidió la lealtad en
Precisamente, Carlos comenta que el torno a él. Casado cometió la equivocación
compositor norteamericano Lan Adomian, intentando sin resultado negociar la paz
estaba poniendo música a unos poemas de con Franco. En nombre de Casado fueron
Miguel y a otros de Pla y Beltran. La pieza detenidos todos los que estaban trabajan-
musical de Miguel surgió como un himno do en Radio Valencia, y junto con Carlos
dedicado al Madrid atormentado y la letra Palacio y sus compañeros del estudio fue-
era adaptada por Margarita Nelken. Toda ron conducidos a Prisiones Militares donde
esta música consta en la colección Cancio- Palacio estuvo detenido durante doce días.
nes de Lucha, el libro que se salvó gracias a Al salir, intentó marcharse al extranjero
la buena disposición del impresor y se editó desde Alicante, a donde marchaban miles
en facsímil en Valencia el año 1980. Lásti- de personas: - “La carretera de Valencia a
ma que no consta más que la letra. Alicante era una inmensa caravana de se-
Todas las canciones que se cantaron en res derrotados en huida. Yo caminé hasta
aquellos años, están recopiladas en este li- Játiva y desde allí me dirigí a Alcoy .Por
bro por Carlos Palacio. Las llamaban Can- el camino, hecho a pedacitos, dejé volar al
ciones de la Libertad. aire las hojas de mi pasaporte. La guerra ya
había terminado. La República había deja-
Una noche, sumida Valencia en las ti- do de existir”
580

Destierro interior a Carlos le gustaba hablar con ella, mien-


- “Entré en mi casa, fugitivo de un mundo tras escuchaban la radio muy baja de tono,
de horror, una noche de marzo de 1939 y allí, porque en alguna ocasión salía radio Mos-
en el nº 12 de la calle de San Lorenzo, escondi- cú, con marchas y canciones que él conocía
do, permanecí hasta 1946…Una larga noche muy bien. Además, por otro lado, los que
de siete años ante mí. Algunos combatientes habían sido sus amigos de juventud, o los
habían conseguido coger el barco en Alicante
habían fusilado o estaban exiliados. Sola-
que los llevaría a Orán,12otros habían caído
en la trampa, y fueron conducidos a la prisión mente uno, Rafael Casasempere le llevaba
del castillo de Alicante- que se denomina El libros y le contaba cosas del pueblo.
Benacantil,- Yo había elegido mi castillo.” Así
comienza Carlos su exilio interior. Una noche fue a anunciarle que le ha-
bían dicho unos camaradas que fuera a una
Durante los siete años que Carlos estu- reunión clandestina en las afueras del pue-
vo refugiado en su casa, nadie de sus fa- blo y le dijo a Carlos que debía ir con él.
miliares, solamente sus padres y hermanos Todos ellos estaban en las mismas condi-
sabían que estaba allí. Era todavía soltero. ciones suyas. Carlos no lo dudó. Salieron a
Salía de su casa únicamente por la noche las cuatro de la madrugada hacia el barrio
cerrada, con frío o con calor. de Algezares. Cruzando un riachuelo y un
Su padre al poco tiempo, tuvo que ope- pequeño cerro, lugares que a Carlos le re-
rarse del estómago, teniendo que extirpar- cordaban su infancia, finalmente anduvie-
le parte de de este órgano. Eso hacía que ron después de unos pasos, por una senda
comiese muy poco y además cenara muy estrecha, hasta llegar a un campo ancho.
pronto. Sus hermanos no tenían horas fijas Al final de la senda les esperaba un ca-
para la comida, debido a sus horarios de marada y aún caminaron unos diez minu-
trabajo. Por lo tanto solamente comían y tos hasta llegar a una casa aislada, donde
cenaban juntos Carlos y su madre, gene- estaban reunidos un grupo de camaradas
ralmente los últimos. Los hermanos eran que les esperaban. Entre ellos estaba Vicen-
poco comunicativos y su padre se acostaba te Llorca Viñes, Secretario del Partido Co-
pronto. Él, encerrado todo el día en su ha- munista de Alcoy. A otros no los conocía
bitación, para que nadie le viera porque eran de otros pueblos de los alre-
provocaba , que la comunicación con su dedores. Se discutía acaloradamente – nos
madre se hiciera más íntima. dice Carlos Palacio – y no habían perdido
Casi analfabeta pero con una buena cla- la esperanza del triunfo del Ejército Rojo.
ridad de ideas y una intuición muy aguda, Se agarraban a una fe sin la cual les hubiera

12
¿El Stanbrook?
TEXTOS Y DOCUMENTOS

581

sido imposible vivir tanto tiempo en una tenían un piano, Carlos compuso una de
habitación clandestina. sus piezas más interesantes de su bagaje
La segunda vez que se reunieron ya fue musical. Era una canción de cuna que titu-
en casa de Vicente Llorca que también ha- ló “Cancion para un niño sin sueño”.
bía sido comisario y a su vez vivía oculto. Cada vez que volvía a Valencia, donde
Se cruzó entre ambos una simpatía y un le esperaba Emilia en la casa donde vivían,
afecto que duró siempre, entre otras cosas tocaba muchas canciones para los anti-
porque Carlos se enamoró de la hermana guos amigos, sobre todo Pla y Beltrán que
de Vicente, llamada Emilia Llorca. residía en esta ciudad con sus dos herma-
nas. Al poeta esta pieza le entusiasmó. Él
Emilia era viuda con un hijo que nació mismo se la dio a conocer al director de
después de fallecido su padre. Ella y Carlos orquesta Daniel de Nueda, que era enton-
Palacio se casaron en Valencia y como todo ces director de la Orquesta Municipal va-
el mundo sabe, tuvieron que casarse por la lenciana, y que también le gustó mucho la
iglesia porque si no era así no les daban el pieza. Tanto es así que el día 23 de octubre
Libro de Familia, imprescindible para mu- de 1950 la incluyó en un concierto entre
chas cosas. La hermana de Emilia estaba obras de Arrámbarri, Debussy, Mozart, y
casada con un antiguo comisario de bata- Bela Bartok…
llón que había estado condenado a muer-
te, después conmutada por prisión gracias A pesar de este éxito y de que no deja-
a un tío sacerdote. Gracias a este señor y ba de componer otras piezas, ya no pudo
a un antiguo amigo, alto empleado de co- dar a conocer más cosas aunque hubo – se-
rreos y camarada de Carlos, consiguió que gún dice él – dos personas que le demos-
le facilitaran una tarjeta de identidad pos- traron cierto interés por su música. Eran
tal con el número 22.935, que le permitió los maestros Ayllón (durante treinta años
ejercer un trabajo de viajante de productos director titular de la Banda Municipal de
químicos cuyo dueño resultó que era un Valencia) y Ricardo Lamote de Grignon,
compañero de la guerra y de cuando estu- músico catalán, hijo a su vez del creador
vo en las prisiones militares. Así pasó cua- de la Orquesta Municipal Valenciana.13
tro años, de 1946 a 1950, como huésped Ricardo Lamote le dijo por carta, que la
apresurado y fugaz de muchos pueblos y música que le había remitido para que le
ciudades de España. diera su parecer, había visto en ella, mucha
Durante una visita entre San Sebastián sensibilidad y le veía capaz de hacer cosas
y Bilbao, en hoteles que sin ser grandiosos muy buenas…por ejemplo su Preludio del

Estos músicos eran amigos de Eduardo Ranch, sobre todo los Lamote, antes de que regresaran a Barcelona.
13
582

Alba, le serviría magníficamente para una “La Bicicleta Voladora” la componían


futura suite. además de Pla y Palacio, Gil de Rama-
También Ataulfo Argenta, que años les, Emilio Carreño, Enguídanos, Mariano
atrás había sido condiscípulo de Carlos Campos, los hermanos Iranzo, y de vez en
en el Conservatorio de Madrid, le habló cuando acudía desde Madrid el pintor Juan
muy bien de sus composiciones y quedó Alcalde, y Ricardo Zamorano otro pin-
en que le ayudaría a estrenarlas. Argenta tor… Se reunían habitualmente en el café
había quedado viviendo en la zona nacio- Gorila de la calle de Ruzafa. Los sábados
nal, aunque era de joven un muchacho de se juntaban a cenar en casa de Carlos, y
ideas liberales. Pero las circunstancias de luego pasaban a la habitación del piano
la época franquista, favorecieron su situa- donde cantaban canciones soviéticas que
ción: Arbós había fallecido ya, Pérez-Casas no eran conocidas, como Ante la vida de
había caído en desgracia, y otros en el exi- Dimitri Shostakovich, que despertaban en
lio…No dice nada Carlos de que se hubie- ellos viejos recuerdos. Pero llegó un mo-
ran estrenado sus obras en sus memorias, mento que se dieron cuenta de que aquello
por aquellos años. no podía durar. En el fondo tenían deseos
de marcharse de España.
Emilia y Carlos vivían en la calle Cuba Efectivamente todos, como pudieron,
nº 45 de Valencia, ciudad donde se encon- salieron al extranjero: Pla y Beltrán fue a
traban muchos de sus amigos de Alcoy, y Caracas donde murió pocos años después.
entre todos ellos formaron una “agrupa- Los hermanos Iranzo a Perú, Gil de Rama-
ción cultural” que le pusieron por nombre les a Chile, Mariano Campos a París, el
“La Bicicleta voladora”, nombre tomado otro pintor, Zamorano regresó a Madrid.
de un relato de Pla y Beltrán. En realidad se Solamente Emilio Carreño al que llamaban
sentían como si tuvieran la boca sellada y presidente de La Bicicleta, quedó en Valen-
las plumas de escribir selladas y encerrados cia. El dibujante Juan Alcalde, regresó de
en nuestra propia patria. A Pla y Beltran Caracas,donde marchó con Pla. Afortuna-
unos fascistas lo sacaron de la cama una damente,Carlos Palacio después de algunas
madrugada y lo subieron a un coche. Lo peripecias marchó solo a París, con una
llevaron a las afueras de la ciudad lo co- beca para ampliar sus estudios musicales a
locaron frente a un paredón pero después través del Colegio Francés. Allí encontró a
de apuntarle, no dispararon. No fue más Juan Alcalde. Y siempre estuvieron juntos
que un odioso simulacro. En sus ojos había
El exilio en París
dolor y angustia a través de sus largas y
oscuras pestañas. Palacio encuentra a París una ciudad
maravillosa, con teatros abiertos a todas
TEXTOS Y DOCUMENTOS

583

las inquietudes artísticas. Era el 26 de fe- Darius Milhaud Y Arthur Honegger


brero de 1950, hacía cinco años que había
Como Carlos no quería dejar de perfec-
terminado la segunda guerra mundial. A
cionar sus estudios musicales tuvo la idea
pesar de que no tenía a su familia con él,
por otro lado, sin censura para la creación de ir a visitar al compositor Darius Mil-
tenía la sensación de haber estado allí toda haud, y se llevó una gran sorpresa cuan-
la vida. El Ministerio de Cultura financiaba do lo encontró inválido en silla de ruedas.
sus gastos y cubría sus necesidades tanto Milhaud vio las composiciones de Palacio
materiales como intelectuales. Era Presi- y le gustaron mucho. Estuvieron charlando
dente de la República, el socialista Auriol. un buen rato. Y antes de que se fuera Car-
los, y con el deseo de ayudarle y orientarle,
Carlos frecuentaba uno de tantos cafés aconsejo que fuese a ver al también com-
Dupont que había en París y el más fre- positor Arthur
cuentado por españoles era el del Barrio Honegger, pero este también estaba en-
Latino. Allí hizo amistades, a otros ya los fermo y lo dirigió su propia esposa, Ma-
conocía. Así pasaron cuatro meses. Pero dame Honegger-Vaurebourg, profesora en
una vez caducada la beca comenzaron sus
la Escuela Normal de Música.
problemas; había que buscar vivienda y lla-
En su clase, Carlos tenía compañeros de
mar a la familia.
Por mediación de un conocido, encon- muchos países. Pasó el curso y fue apro-
tró una “Chambre de bonne” que era una bado, dándole un diploma que tardo en
habitación destinada a las criadas en el úl- recoger, pues Honegger se puso tan enfer-
timo piso de un buen edificio, con un retre- mo que falleció y su esposa debió tardar en
te común, en un pasillo, pero con agua ca- volver a sus clases.
liente. Con todo el encanto que tenía París
sus fachadas estaban oscuras debido a la Carlos y su familia buscaron otro alo-
pátina del tiempo. Algunos años después, jamiento un poco menos sucio que donde
Andre Malreaux nombrado Ministro de vivían y
Cultura, lo hizo limpiar.
lograron otra vivienda que ampulosa-
Carlos llamó a su mujer y esta acudió
mente se llamaba Hotel Nancí. Su traslado
enseguida con su hijo Luis, llevándose una
gran desilusión al ver el domicilio; pero no coincidió con la guerra de la independencia
tardó en amoldarse a todo después de ha- de Argel contra Francia y estaba lleno de
ber pasado por una España inflexible, con argelinos que poco a poco se fueron mar-
hermanos y familiares, escondidos o en la chando. Sustituyendo su invasión por otra
cárcel. conocida por ellos: la española.
584

Salvador Bacarisse y Oscar Esplá dad de sus recuerdos. Carlos Palacio traba-
jaba en lo que le salía; componía sin piano
Carlos Palacio, sabía que Bacarisse vivía
y así pasaron los meses hasta que Emilia se
en Paris también desde 1939 y se propuso
dio cuenta de que estaba embarazada. La
ir a verle. Un día fue a su casa y Bacarisse
noticia tenía dos perspectivas; por un lado
se abrazó a él y hasta lloró. En esta casa
se alegraban pero también les preocupó la
se reunían muchos españoles de renombre.
cuestión económica. A la llegada del parto
Carlos conoció allí a Jorge Semprún que
fue ingresada en el Hospital de la Piedad,
había estado confinado en uno de los cam-
pero hubo que ponerle anestesia y cuando
pos nazis. Se reunían todos los sábados y
despertó, tanto los médicos como las enfer-
en esta casa se encontró con Oscar Esplá
y esposa; con el compositor valenciano Vi- meras estaban a su lado cogiéndole las ma-
cente Garcés y también fue, en cierta oca- nos afectuosamente. Sabían que eran una
sión, la violinista castellonense Josefina Sal- familia de españoles que no deseaba vivir
vador. En sus conversaciones sobre España con el franquismo. Para ellos Franco era el
se la evocaba desde posiciones muy diver- hombre que estrechó la mano de Petain en
sas. Para Carlos era una pesadilla recordar Montpellier y a Hitler en la frontera. Esto
su patria, en cambio para Bacarisse era el los franceses no se lo perdonaron jamás,
retorno soñado. Oscar Esplá confiaba en incluso en la prensa de la derecha y en los
su futuro y cuando poco después regresó medios políticos de derechas, Franco siem-
hacia Alicante, ocupó puestos de gran res- pre fue impopular en Francia14.
ponsabilidad musical. En cambio el pobre Cuando llegaron a su casa, los vecinos le
Bacarisse murió en París un mes de agosto trajeron a Emilia para el niño, tanta ropa
despoblado, como todos los agostos y sin y tantos objetos necesarios que Carlitos,
españoles que le acompañaran a la última pudo crecer y vivir felíz .
morada.
La carta desde Rusia
Lhôpital de La Pitié Un día, inesperadamente, le llegó a Car-
El hijo mayor de Emilia, Luis, hacía al- los Palacio una carta firmada por uno de
gún tiempo había querido marchar a Alcoy sus antiguos amigos de Alcoy, que le lle-
con sus abuelos. Tenía ya catorce años y gaba desde Moscú. Era de José Santacreu,
era un buen chico. Al regresar vivían los que hacía más de 21 años que no sabía
tres juntos y felices a pesar de la precarie- nada de él. Entre el saludo y la alegría de

14
Como Emilia había ejercido muchas veces de comadrona, tal vez por eso o por simpatía, no les cobraron nada
en este Hospital.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

585

encontrarlo le decía que en Moscú, duran- bién poetisa, que era cubana. Carlos se sen-
te muchos años se habían cantado en con- tó al piano y comenzó a tocar los poemas
ciertos y por los mejores coros y grandes musicados por él. Blas escuchaba atento la
solistas su Himno Compañías de acero, y música; como ensimismado y sin embargo
que incluso se retransmitían por la radio… Carlos dice que –“…nunca le sentí más fe-
Esto le emocionó extraordinariamente. liz ni más metido en mi corazón que esa
Carlos le contestó enseguida, iniciándo- tarde en París”… Repitieron la visita va-
se una correspondencia que duró hasta la rias veces y le regalaba más poesías” (…).
muerte de su amigo. Pero en Carlos, ade- Algún tiempo después, Carlos recibió
más de la tristeza le quedó un deseo pro- desde Madrid, una carta suya diciéndole
fundo de conocer aquella nación rusa. Su que se apuntara con todos los requisitos
querido libro de canciones siempre estuvo necesarios, a la Sociedad de Autores de Pa-
junto a él… rís, igual que él es de la de Madrid. Palacio
Pasaron varios días y una tarde se les lle- incluye la carta, manuscrita, en sus Memo-
nó la casa de los amigos que se habían por- rias, y rememora sus visitas, sentado junto
tado tan bien con ellos. Se les había ocurri- a él en el piano. Y este asunto sobre Blas
do bautizar al niño…con champagne. de Otero lo remata con una frase llena de
Otro amigo español que vivía cerca de nostalgia: “Y después, nada. Un hombre
ellos Antonio Galván, les había entregado como tantos en mi vida que iba a perdérse-
el mismo día que Carlitos vino al mundo, me entre las tinieblas espesas que ya no se
un hermoso poema titulado Canción para disipan jamás”
un niño que nace en el destierro. Carlos le
puso música porque había alquilado un Grigori Shneerson
piano y esa tarde la cantó una amiga ante Durante una primavera parisina, Carlos
un silencio apasionante mientras la bella se encuentra con otro de sus buenos ami-
voz de una amiga, Graziella, cantaba la gos, que curiosamente se conocen entonces
nana… personalmente por primera vez. Las can-
ciones de ambos se habían cantado en las
Blas de Otero “Angel ligeramente trincheras de España en 1936;Grigori era
humano” autor del Himno de la Brigada XI, pero a
Carlos había puesto música a varios poe- pesar de una correspondencia ya iniciada
mas de Blas de Otero, y una tarde el poe- entonces y nunca interrumpida, no se co-
ta fue a visitarlo al Hotel Nancy. Al tener nocían en persona.- “Alto y corpulento,
ya piano, Carlos podía componer con más de toda su persona emanaba un poderoso
asiduidad.(…) Blas fue con su esposa, tam- rescoldo de activa juventud a pesar de su
586

avanzada edad”. Era el musicólogo más una larga detención en la cárcel de Alican-
conocedor de la cultura musical europea y te, había sido puesto en libertad. Carlos se-
el más abierto al mundo, Viaja a menudo y guía componiendo y tratando de buscar un
no se considera extranjero en los bulevares domicilio nuevo, puesto que el Hotel Nan-
de Paris, Varsovia, Berlín, Roma, o Tokio. ci, estaba amenazado por derribo, dada su
Carlos le habla de su vida de compositor vejez…Con letra de su amigo Antonio Gal-
en España y Grigori Shneerson le escucha ván escribió la música de la Canción para la
atentamente. Sentados en un café del Ba- Huelga General Política. La retransmitían
rrio Latino, se intercambian sus historias. por Radio España Independiente y a diario
Shneerson había nacido en 1901 en la se oía en Alcoy, en Madrid, en Asturias:
lejana región de Siberia a orillas del río Ye-
nisei, porque su padre había sido un revo- En el balcón del Pueblo
La Huelga es la flor
lucionario desterrado desde 1894 a 1905,
Todos jardineros
en el pueblo de Vitebsk. Pero a su padre iba
Contra el dictador…
a visitarlo nada menos que Marc Chagall.15
Grigori Schneerson estaba muy solicita- Los mineros de Asturias se manifesta-
do por los músicos y compositores france- ron con una flor en el ojal; habían escu-
ses pero cuando se fue, llevaba tras de sí chado la canción.Pero la huelga fracasó y
tan buen recuerdo de Carlos Palacio que le muchos hombres fueron a prisión incluso
abrió de par en par las puertas de la Unión torturados.
Soviética…
La única persona que Carlos tenía cerca,
al margen de su familia, era su amigo, que
él considera como un hermano el pintor
Cosas que ocurrían entonces (1962) Juan Alcalde. Es además, el que enriquece
En este año, España comenzaba a agi- con sus dibujos las memorias de Carlos.
tarse; los estudiantes se manifestaban; se Vivían en el mismo piso y allí puso músi-
producían huelgas por doquier, especial- ca Carlos a doce poemas de Alberti. Con
mente en la cuenca minera de Asturias. Su las puertas abiertas Alcalde escuchaba las
suegro, Vicente Llorca Viñes, después de composiciones de Carlos y en cierta oca-

15
M.Chagall volvió a Rusia en 1912 pero rechazaron su estilo de pintura y marchó a Alemania (1924) A la llegada
del nazismo, su condición de judío le obliga a marcharse y sale en un peregrinaje por Francia y Estados Unidos.
Regresó a Francia definitivamente al concluir la Segunda Guerra Mundial. Murió en Saint – Paul – de – Vence (1985)
En su pintura asimiló las dos vanguardias señeras, fauvismo y cubismo. Hay mucho de Chagall en el museo de la
baronesa Thyssen.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

587

sión este le vio con el pincel en la mano la policía le había quitado el pasaporte se
pero por su rostro resbalaban emocionadas fue con la familia de su madre a Alcoy. Allí
lágrimas… conoció a una bonita muchacha, Regina,
A Carlos lo visitaban muchos españoles, y alguien les proporcionó la huida a Ca-
y curiosamente uno de los que le visitó fue racas, donde estuvieron varios años hasta
nada menos que Julián Grimau. Por lo vis- que después de muchas dificultades, logra-
to, -según él mismo dice – le visitaba a me- ron pasaporte y marcharon a París. Tenían
nudo…Su inteligencia, su cabeza y su es- una niña que hacía las delicias de su abuelo
peranza era volver a España…Grimau era Carlos. Más tarde nació otra niña, Karina.
alto, espigado, y una eterna colilla parecía Luis tuvo ocasión de hacerse técnico elec-
consumirse, como olvidada, en la comisu- tricista y lo destinaron a Lión.
ra de sus labios. En su descripción Grimau El otro hijo, Carlos, directo de Emilia
aparece como un político nato, mezcla de y Palacio, tenía distinto carácter al de su
timidez y de elocuencia. Más tarde, Carlos hermano. Desde muy pequeño tenía una
veía a su viuda de vez en cuando y esta le gran vitalidad. Le atraían las calles, los ni-
decía que Julián había sido terriblemente ños y hasta los perros y gatos del barrio lo
torturado. Detenido en Madrid y a disposi- conocían y lo querían. Luis había sido más
ción del coronel Eymar, Julián Grimau fue serio y tranquilo. Ninguno de los dos fue
condenado a muerte. El mundo entero se músico. El padre se daba cuenta que nin-
guno de los dos tenía aptitudes para serlo.
movilizó en su favor y el mismo Papa so-
Carlos hijo, ingresó en un banco de Francia
licitó su indulto. Todo fue en vano. El 20
y con el tiempo llegó a ser secretario con-
de abril de 1963 se le condujo al pelotón
table. Si que había logrado su padre incul-
de ejecución a las afueras de Madrid. Gri-
carle la afición a la lectura, con los grandes
mau dio la mano a su defensor, el capitán
escritores franceses, desde los históricos,
Rebollo, cuya emoción era visible… y dis-
como Balzac hasta los más modernos como
pararon…pero Julián no murió enseguida,
Georges Simenon. Se casó con una mucha-
el teniente, descompuesto y temblándole la cha muy bonita llamada Ghislaine y tienen
mano, tuvo que disparar tres veces el tiro una niña llamada Nina, que a su abuelo
de gracia. le llama la atención la fuerte personalidad
que tiene la niña.
Los hijos Luis y Carlos y otros
personajes en París En aquel tiempo Carlos perdió a otro
EL hijo mayor, Luis, que marchó a Espa- amigo, Justo López de la Fuente. Viviendo
ña con una maleta llena de panfletos y ha- clandestinamente en España había sido ca-
bía sido arrestado, al salir en libertad, como pitán de las Compañías de acero, y al fren-
588

te de sus soldados cantaban el himno de vos: primero era la obra de Brecht Galileo,
Carlos. Un lunes de 1967 Justo moría en el y quien iba a encarnarlo era su antiguo
hospital penitenciario de Madrid: “España amigo cuando vivía en Madrid durante la
ha perdido a uno de sus mejores hijos y yo guerra. Se trata de Ernest Busch16, de las
un amigo entrañable”. Brigadas Internacionales. Habían pasado
Como habían cambiado de domicilio, bastantes años y lo encontró muy enveje-
los amigos españoles se esparcieron por cido, pero emocionados, los dos se abra-
todo París. El intimo amigo y pintor Juan zaron fuerte y largamente. Se citaron en el
Alcalde y su esposa Concha, vivían en un camerino para después de la función donde
hermoso estudio, cedido por el Ayunta- estuvieron hasta muy tarde. Pero cuando
miento parisino, a orillas del Sena que de- Palacio entró en el camerino había allí otra
coraron de forma muy bella. Hubo otro persona y al felicitar al actor en español, el
amigo Paco Ferrer, que había fallecido ha- presentárselo Busch, este personaje miró a
cía ya algún tiempo y tenia su tumba en Carlos con unos ojos penetrantes: era Mar-
el cementerio de Pantin; Concha y Emilia cel Marceau, el mimo genial y Carlos lo
iban a poner flores rojas de vez en cuando describe así: “Era un hombre de mediana
sobre su lápida. Cerca de ella, una hilera de estatura, delgado, con una voz impersonal
sepulturas españolas habla de exilios bru- casi desgarrada: la voz de un hombre que
talmente interrumpidos. no la necesita para expresarse. Este hom-
bre tan extraordinario era capaz de descri-
Ernest Busch y Marcel Marceau bir sensibilizada toda la vida en su esencia.
En uno de los veranos de esta década Escuchar su silencio, era comprender la
de los sesenta, el teatro Sara Bernhardt, vida desde una dimensión más elevada”…
acogía al famoso conjunto teatral alemán, El mimo, los invitó a cenar en su casa,
de prestigio mundial, fundado por Bertold y no disimulaba la admiración que sentía
Brecht:¡ por Busch. Este, que estaba marcado por la
guerra de España se puso a cantar después
de la cena, las viejas canciones evocación
El berliner ensemble. de los combates que había vivido. Con su
Se representaban dos obras que a Carlos gran voz, Busch cantó Los cuatro genera-
Palacio le interesaban por muchos moti- les, y Canto nocturno en las trincheras.

16
Ernest Busch. Cantante y actor alemán (Kiel 22 –enero- 1900) ( Bernburg (Berlín) (8 o 9 de junio de 1980) Ac-
tuaba además en otra obra de Brecht El círculo de tiza caucasiano. Etc. Militante en el Partido Socialista Unificado
de Alemania, y perseguido por Hitler, se marchó a Rusia. Estuvo en Madrid con las Brigadas Internacionales durante
la guerra española. Obtuvo diversos premios entre ellos el Premio Lenin de la Paz en dos ocasiones (1970 – 1971)
TEXTOS Y DOCUMENTOS

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Después de nuestra guerra, él, con otros zado y Busch se dirigió hacia su casa pero
compañeros de las Brigadas pasó los Piri- al llegar cerca del portal vio a su esposa
neos y fue ingresado en una de aquellas ba- Eva que le hacía señales. También hacía
rracas a orillas del Mediterráneo. Muchos dos días que había salido de un campo de
detenidos morían. concentración nazi. Hitler se había pegado
Cuando los alemanes invadieron Fran- un tiro y el Ejército Rojo estaba en Berlín.
cia, reconocieron al gran tenor y lo envia- La 2ª Guerra Europea estaba a punto de
ron primero a París y luego a Alemania, acabarse.
siempre detenido en diversas cárceles hasta
el campo de Moabit al norte de Potsdam.
Pocos días después comenzó un terrible Un encuentro insólito
bombardeo sobre el campo, y él se desper- Busch se marchó de París porque actua-
tó esa noche en la cama de un hospital. Al ba en otra ciudad, pero Marcel Marceau
darse cuenta los alemanes de que no estaba quedó allí e incluso invitó a Carlos Palacio
muerto, lo cuidaron pero luego lo juzga- y a su amigo el pintor Alcalde, para ir al
ron y lo condenaron a la pena de muerte. teatro Sara Bernhardt para ver el ensayo
Esto ocurría a finales de 1944. Estando en del Ballet Nacional de Cuba (que había
la cárcel, oyó el fragor de la artillería y el creado la gran bailarina Alicia Alonso) de
runruneo de los tanques. Los mismos car- paso por París. Habían quedado citados
celeros les abrieron las puertas y les empu- en la puerta del teatro y pese a que era
jaron diciéndoles que se fueran corriendo solamente un ensayo, había mucha gente
porque llegaban los rusos. Casualmente para entrar, y casi se llenó el teatro. Pero
Busch encontró allí a otro brigadista y jun- no hacía más de diez minutos que se había
iniciado el ensayo, cuando se oyó un ru-
tos salieron corriendo. Por el camino que
mor cada vez más alto. Había muchos cu-
cogieron al azar, les detuvo un soldado
banos y vieron que hasta los componentes
soviético pero les dejó marchar por consi-
del ballet bajaron a reunirse con los de las
derarlos “exprisioneros”. Por fin llegaron butacas. De pronto entró en la sala alguien
cerca de Berlín y allí volvieron a cogerlos conocido y la gente, incluidos los bailarines
y los llevaron al edificio del Estado Mayor, se arremolinaron alrededor del recién lle-
donde un comandante ruso, muy cansado, gado. Era el Che Guevara.
les interrogó. Busch le dijo que eran anti- Al decírselo a Marcel, este miró el reloj
fascistas liberados por los soviéticos….El y diciendo que se le hacía tarde, se marchó.
comandante mirando al actor fijamente le Carlos Palacio achacó esta actitud, a
dijo “Le he oído cantar en Moscú”. Podían que la ultraderecha francesa, que ya de por
marcharse. sí no lo aceptaba, podría influir en hacerle
Entraron en la ciudad de Berlín, destro- fracasar.
590

Alrededor del Che, que atendía amable- ses atrás, la radio había dado un programa
mente a todos los que se acercaban incluso a base de música de Carlos Palacio exclu-
al quedarse por un momento cara a cara sivamente y le desea que no deje nunca de
con Palacio, este se presentó a si mismo trabajar en sus composiciones musicales.
y presentó a su amigo y al bailarín Lebé En la carta no dice nada más, pero días
deTriana, que era el primer bailarín de la
después, firmada por Tijon Jrennikov,
ópera de París.
máximo responsable de la Unión de Com-
Che Guevara apretó las manos efusiva-
mente a todos y pronunció unas palabras positores y musicólogos de la URSS; com-
de agradecimiento con innegable acento positor célebre él también y diputado al
argentino: “Era moreno, no muy alto, de soviet supremo, le remitía a Carlos una in-
hablar pausado y sin afectación alguna. vitación, extensible a Emilia y su hijo Car-
Rodeado de desconocidos me daba la im- litos, para visitar la Unión Soviética. Car-
presión de que hablaba con viejos amigos”. los y su familia no lo dudaron, y además se
Guevara ocupaba entonces un ministerio cumplía así el deseo de conocer aquel país,
de La Habana. Pero soñador de nuevas re- sobre todo cuando se enteró de que su mú-
voluciones, no tardó en abandonar aquel sica se conocía allí.
puesto y se internó en la selva de un país
que le sería adverso. A su llegada a Moscú, se asombran de
El Che Guevara, en su puesto, con uni- la gran cantidad de gente que hay por las
forme de campaña y pistolas al cinto, leía a calles; en las bocas de los metros y en las
sus guerrilleros el Canto General de Pablo plazas. Ven los centenares de cúpulas que
Neruda y había asistido al ballet de Alicia
emergen por detrás de la muralla del Kre-
Alonso en París.
mlin y ven también el río Moskova: “ancho
3ªParte. Unión Sovietica y lento, recorre los caminos de la historia”.

Con fecha de 1º de mayo de 1964, Pa- Ya instalados en el Hotel Pekin, desde el


lacio ha recibido una carta de su antiguo balcón ven en medio de la plaza la estatua
amigo José Santacreu, desde Moscú, donde del gran poeta Mayakovski.17 Luego supie-
le dice que su composición musical Com- ron que muchos poetas jóvenes se reúnen
pañías de acero se oye muchas veces por alrededor de su estatua y siempre hay flores
las emisoras rusas e incluso un par de me- frescas en su pie.

17
Vladimir Vladimirovich Mayakovski. Una figura relevante de la cultura rusa. Poeta y dramaturgo, además de
revolucionario; nació en Baghdati (Georgia) (19- julio-1893) Falleció en Moscú (14 –abril – 1930). Fue el iniciador del
futurismo ruso.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

591

A la mañana siguiente fueron los tres ron amigos y días después la traductora, les
a visitar al musicólogo, ya conocido por invitó a su casa, y Carlos aún quedó más
Carlos en París, Shneerson, que vive en una asombrado de su cultura española, y cuan-
mansión llamada “La Casa de los 150 Pia- do vio en una hermosa biblioteca libros de
nos”. Cervantes, de Blasco Ibáñez, Alberti, Gar-
Es un enorme y lujoso edificio puesto a cía Lorca…Todo esto invade de nostalgia
disposición de los compositores y musicó- y de tristeza a su “corazón de español”.
logos de la “Unión de Compositores”.
Allí vivían nada menos que Shostako- La fiesta- homenaje seguía, y Shneerson
vich, Jachaturian, y Rostropovich. Además se sentó al piano y aunque Carlos decía
de famosos violinistas como Kogan y pia- que no cantaba bien, se dejó llevar por las
nistas conocidos, como Richter y algunos circunstancias y entonó una patética can-
más. ción ¡Peleamos, Peleamos!, con la letra de
Pedro Garfias, que le había dado, tiempo
Lo que no sabían la familia Palacio es atrás en la horchatería de Valencia…
que la Unión les tenía preparado un home- Durante muchos años los exiliados es-
naje; y cuando entraron en un gran salón pañoles en la Unión Soviética, entonaban
estaba atestado de gente. Gregori Schneer- esta canción que sonó en calles, bosques y
son tomó la palabra. Entre los asistentes estepas.
estaban los traductores de sus primeras
canciones de 1936, y Grigori insistía en su
Cuando al fin terminó todo el acto- ho-
música sobre los poemas de Alberti:
menaje, visitaron todo el edificio acompa-
“expresión clara de un nuevo Carlos Pa- ñados por Tijon Jrennikov, primer secreta-
lacio”. rio de la casa y al llegar a su despacho les
El compositor Segismundo Katz, co- despidió ofreciéndoles toda la ayuda que
menzó a su vez, a darle las gracias: “Por la necesiten.
ayuda que sus viejas canciones de guerra,
habían supuesto para los compositores so- Al día siguiente, la familia Palacio,
viéticos al escribir las suyas durante la gran acompañados por Nina, secretaria de la
guerra patria”… Unión de Compositores, y de la intérpre-
Carlos estaba asombrado y emocionado te Carmen, van al Kremlin, para visitar las
cuando escuchaba estas alabanzas, que en- habitaciones que habitó Lenin. Días des-
tendía a través de la muchacha que le ha- pués fueron al mausoleo donde se encuen-
bían asignado como traductora. Se hicie- tra expuesto el catafalco en mármol.
592

Al día siguiente regresan a París pero sobre todo los bajos, con la palabra reite-
Carlos sabe que se acerca el centenario del rada LENIN. A partir de este preámbulo
nacimiento de Lenin y no quería perma- ya todo salió con facilidad y con el ritmo
necer al margen…Entonces su amigo San- adecuado. Era el mes de mayo de 1969.
tacreu, desde Rusia le manda un hermoso
poema de Blas de Otero dedicado y titula- El 13 de enero (1970) cumplía Carlos los
do LENIN… 60 años: “Tuve una gran alegría al abrir un
Carlos deseaba componer una gran telegrama que me venía en francés desde
cantata, y aquel poema le parecía muy bre- Moscú. Y al leer el nombre de Shostako-
ve, pero aún así le entusiasmó el poema y vich
se puso a trabajar en su puesta en música. mis manos temblaban de emoción…”
Esto le costaba bastante y no lograba que Pero no era solo este gran compositor
surgiera la música que tuviera la altura del ruso quien le felicitaba aquel día: Sachatu-
hombre que para él, significaba Lenin… De rian, (no se olvide que es el autor de Es-
pronto surgió la inspiración… La familia partaco) y otros interesantes compositores,
Palacio vivía entonces en la Rue du Jour, que no nombra, le felicitan y le desean mu-
precisamente bajo del campanario de la cho éxito en su “trabajo tan noble e inte-
Iglesia de Saint Eustache, y allí las campa- resante”.
nas tocan todos los días a las 7 de la ma- Cuando terminó de leer el telegrama se
ñana y a las 5 de la tarde. A Carlos le re- apaciguó un poco el sentimiento que te-
cuerdan las campanas de Alcoy, cuando las nía por su exilio. Por lo menos su trabajo
escuchaba en su niñez. musical había en el mundo quien lo apre-
Una mañana, al comenzar a sonar se ciaba. Pero España, su patria, continuaba
puso ante el piano y acompañando el soni- cerrada para él.
do trataba con sus manos imitar su ritmo,
mientras pensaba en Lenin. Cuando las Carlos hizo otra visita a Moscú y en esta
campanas enmudecieron, él continuó sus ocasión visitó un club de españoles. Lo re-
acordes al piano y comenzó así la Cantata cibieron también en un salón inmenso, con
de Lenin… Que comenzaría con un coro gran escenario y un piano. Hay allí decenas
de voces de mujeres con la boca cerrada. de españoles: “hijos adoptivos de este gran
Y luego el poema de Blas de Otero (Una país que los acogió después de la derrota de
hoguera en la nieve). Pero luego pensó, la República Española”. Están también sus
que los coros femeninos no correspondían hijos que hablan el español perfectamente.
al mundo que estaba estudiando y enton- Hoy ya son hombres, incluso ya casados
ces proyectó una entrada totalmente dife- con mujeres rusas.
rente…Una tromba de un coro masculino, Acompañado al piano por su amigo el
TEXTOS Y DOCUMENTOS

593

musicólogo Shneerson, Carlos canta las co- Cuando llegan, Soloviov invita a Carlos
plas de “Juan y Pedro”, con letra de Anto- a entrar en su despacho y conversan ambos
nio Galván. Es la evocación de la cárcel de sobre la importancia de la música, sobre
Burgos, donde tantos españoles murieron o todo de las canciones:”porque es precisa-
estuvieron más de 20 años encerrados. mente la canción, la que abre a la mayoría
Al finalizar, todos puestos en pie, cantan de la gente al mundo de la música”
las Compañías de acero. Se despide emo- El ruso le comenta lo que ocurrió el 21
cionado, porque al día siguiente marcha a de junio de 1941, cuando los nazis llegaron
Leningrado. casi a las puertas de Moscú, y la canción
Leningrado, en realidad San Petersbur- jugó un papel importante en la lucha con-
go, tienen que ir en tren, y asombrosamen- tra los invasores…
te, por el altavoz del vagón suena ¡una jota Según Carlos Palacio, Soloviov- Sedoy es
aragonesa!. la personalidad más notable de la canción
rusa durante la segunda guerra y postgue-
Desde Leningrado marchan a un pueblo, rra, sin concesión al mal gusto, accesible y
Repino, cerca del mar, para visitar al presi- conmovedor en sus canciones y operetas,
dente de la Unión de Compositores Andrei tierno y heroico, alegre y melancólico, ha
Petrov que vive en una dacha [Chalet] en conquistado el corazón de su pueblo Vassili
el campo. Petrov está trabajando curiosa- Pavlovich Soloviov-Sedoy…
mente en tender un puente musical entre
el jazz afroamericano y la música sinfóni- Carlos y su acompañante vuelven a Le-
ca. Su opinión era que había que destruir ningrado, que por ser el día de la Aviación
todo antagonismo entre la música culta y hay una gran exhibición de fuegos artifi-
la popular, porque tanto una como la otra ciales. Al día siguiente tienen que ir a Kiev.
tienen la misma misión: educar la sensibili- Por primera vez en su vida, su mujer
dad del pueblo. su hijo Carlitos y él, van a subir en avión.
El regreso a Leningrado es más bonito. Hasta ahora siempre han ido en tren o en
Marchan en un coche por una carretera pa- coche.
ralela al mar. Van comentando que al día
siguiente tienen que volver a Repino para Kiev a fuego (1965)
visitar a Soloviov-Sedoy, que también tiene Igor Drago, responsable de la Unión de
dacha en el mismo pueblo. Compositores de Ukrania, les espera en el
A la mañana siguiente repiten el viaje del aeropuerto. En un coche recorren los 25
día anterior para visitar al compositor que kilómetros que les separan de la capital.
por lo visto es conocido internacionalmen- Atraviesan bosques intrincados y verdes
te por su canción “Noches de Moscú.” praderas. Carlos no deja de pensar en las
594

encarnizadas batallas que allí se produje- hasta perder la noción del tiempo. Luego
ron contra los nazis. van descendiendo hasta el río Dniéper. Es-
En cambio cuando llegan a Kiev ya ano- perando en la orilla está el gran barco de
checiendo, encuentran una ciudad empa- Platón Maiboroda. Es un barco de pesca,
pada de una alegría contagiosa, con sus las aguas del Dniéper, tantas veces teñidas
calles y avenidas inundadas de gente jovial, de sangre, escenario de dramáticos comba-
comunicativa y un idioma que parece un tes contra los nazis, parecen dormidas y
canto: “con un cielo tan prodigiosamente suavemente se dejan cortar por la quilla de
azul como el cielo levantino de mi Alcoy la barca hasta llegar a una inmensa dacha
natal…” a pocos kilómetros de Kiev. Entramos en
Al día siguiente por la mañana les reci- ella y un compositor Vitali Sechkin, inter-
ben los famosos “Coros Dunka”, que les preta con el violonchelo el Alegro bárbaro
ofrecen una gran recepción, y por la tarde de Bela Bartok. Igor Drago se lo lleva por
les reciben los compositores, que le dan a el campo hasta un pozo y le dice que tiene
conocer su obra musical. Oscar Sandler, que sacar agua de él. Después le dice que
célebre autor de operetas, se sienta en el existe una leyenda ucraniana que dice que
taburete del piano y de pronto se vuelve el que saca agua de este pozo , volverá a
hacia Carlos y le pregunta “¿A usted. Le Kiev: “(Dos años después, yo estaba otra
gusta la opereta?”. Carlos significadamen- vez en Kiev”) Regresan a la dacha y Vitali
te le contesta: “ A mi me gusta la música” Sechkin, que también es pianista ytoca un
Sandler le ha comprendido..La esposa de Nocturno de Chopin. Después se establece
este se acerca a su esposo y canta una me- un diálogo muy interesante sobre las obras
lancólica canción ucraniana muy bella. No musicales que se editan en Rusia. Igor Dra-
hay mucha gente en la sala. go dice que en un mes se vendieron 15000
No se dice expresamente pero es en ve- ejemplares de unas canciones de Platón
rano cuando ocurre todo esto y muchos Maiboroda. En pocos días se agotaron los
músicos están en el campo, le dice la musi- 500 ejemplares de la partitura de la ópe-
cóloga y traductora Maiboroda, en invier- ra Arsenal, del hermano de Platón Georgi
no estos salones están atestados de gente. Maiboroda. De un álbum para niños de
Un detalle que observa Carlos es que Tchaikovski, tienen que editar cada año
hasta los mejores compositores ucrania- 50000 ejemplares, y se quedan cortos…
nos dedican una parte muy pequeña a la ¿Qué ocurre en España?. En España se
música sinfónica en su actividad creativa. editaba por aquellos años, muy poco. Si al-
Por lo visto tienen más éxito con la música guien se detiene ante lo escaparates de la
popular. importante editorial de música como
Salen a dar un paseo y se sientan en un La Unión Musical Española de Madrid
bar donde mezclan canciones y vodka, no se ven más que algunas piezas para
TEXTOS Y DOCUMENTOS

595

piano de Albéniz, Falla, Mompou y pocos sicamente muy interesante. Con ella había
más18. Después de 40 años de franquismo, un grupo de gente, sobre todo mujeres y se
España es un país subdesarrollado musical- hizo una reunión muy agradable, incluido
mente; por lo cual la vida de un compositor Champagne y canciones, todos cantaban
es muy difícil, su mensaje no llega más que unas canciones que a Carlos le parecían
a una minoría. Carlos continua diciendo tristes. De pronto Yudoyan lo llevó a una
que Francia tampoco está exenta de dificul- amplia galería, desde donde se divisaban
tades. La obra para piano de Maurice Ra-
las grandes avenidas llenas de gente joven,
vel, ha sido editada en la Unión Soviética,
ya era la hora del crepúsculo y como a
pero no en Francia. En el libro de Arthur
Carlos le hacían sufrir aquellas canciones,
Honegger “Je suis compositeur “, trazaun
triste cuadro de la música en Francia. Los se marcharon.
400 ejemplares de “Première Arabesque” Al día siguiente salieron en coche hacia
de Debussy para piano editados en 1891 Dilidjan, la ciudad de creación y reposo de
no se agotaron hasta 1903,…Preludios de los compositores armenios.. Pasaron por
Messiaen, compuestos en 1928, no comen- muchos pueblos hasta que por fin llegaron
zaron a venderse, muy lentamente, hasta a una hondonada donde estaba situada
1946. Han sido necesarios 18 años para Dilidjan, y donde les esperaban muchos
que Messiaen haya vendido algunos ejem- compositores. En un amplio salón de una
plares de sus deliciosos preludios. gran dacha brilla el cognac de Armenia y
el champaña moscovita abiertos en su ho-
Armenia con fondo musical nor. Carlos brindó por ellos y por sus hijos.
Carlos ha viajado ahora hasta un pueblo Más tarde Carlos se llevó una gran sorpre-
de Armenia, Ereván, que él se imaginaba sa. En un chalet próximo se encuentra en-
casi como una aldea. Pero se encuentra con fermo, invitado por Shostakovich, el gran
grandes construcciones modernas y largas compositor inglés Benjamin Britten. Se dijo
avenidas. A la hora de llegar, medio día y que Inglaterra no era país de músicos, sin
con calor, le recoge por la tarde Adik Ju- embargo existió un gran músico, Purcell.
doyán, responsable de la Unión de Com- Todos los paises han tenido épocas de
positores Armenios, les acompaña hasta el esterilidad musical. Carlos le explica a
domicilio del escritor Savunts. Este no esta- Yudoyan, que hubo unos años en España
ba, pero los recibió su esposa, poetisa y fí- que la única música que se escuchaba y se

18
La Unión Musical Española, de Valencia, hace años puso una sucursal en Nuevo Centro (Ademuz) pero el año
2015 la histórica de la calle de la Paz , ha tenido que trasladarse a la otra acera por no poder cumplir con los gastos
habituales de alquiler local.
596

tocaba era la italiana hasta principios del tenerlos les hablaba sin parar, contándoles
siglo XIX. Allí estaban Rossini, Pacini, Be- cosas de España y de París, pero por lo vis-
llini Donizetti y sobre todo Verdi. Solamen- to los armenios no tienen hora y le pedían
te en la Jácara o en la Seguidilla es decir canciones al piano.
en los modestos géneros musicales, parece Lo hizo finalmente como pudo y luego,
haberse refugiado el sentimiento nacional. casi a empujones los sacó de la dacha. De
Afortunadamente a mediados del XIX con pronto se quedó asombrado al oír que se
Bretón y Chapí un aire fresco comenzó a habían quedado alrededor de la casa y que
soplar en España. Francia también sufrió se habían puesto a cantar su canción Com-
su época de declive de la música francesa. pañías de acero,
Adik Judoyán se quedó algo perplejo
por lo que le decía Palacio y se extrañó Tiflis (Georgia) tumba de José Díaz
mucho Ramos
(y a mi me deja perpleja) porque en la Ahora están en la capital de la Georgia
Unión Soviética se estrenaron 150 óperas soviética. Hace un calor pegajoso y hay
en 1979 y desde 1917, 20.000. Carlos se muchos carritos de helado pululando por
consuela pensando que tal vez no todas se- todas partes.
rán obras maestras…
Al día siguiente los Palacio quisieron Igual que les ocurre por las otras ciuda-
descansar en su dacha. Al anochecer, acom- des que han pasado, son acogidos por la
pañados por la intérprete salieron a dar un Unión de Compositores. Es curioso pero en
paseo. La noche de agosto era muy bella en principio les proponen ir a un lugar que les
aquel lugar. De pronto comenzaron a ver sorprende aunque a Carlos le interesa mu-
grupos de gente que se dirigían hacia donde cho. Van a la parte alta de Tbilisi (Tiflis en
ellos regresaban. Le preguntaron a la inter- castellano), al viejo cementerio donde está
prete y esta les contesto muy segura, - van enterrado un español, José Díaz19, que se
a su dacha a visitarlos a ustedes- y según había significado mucho, antes y durante la
le dijeron luego, el homenajeado tenía que guerra española. Tuvo una infancia difícil
sentarse al piano y dar a conocer algunas y estuvo muchas veces en la cárcel. Carlos
de sus composiciones… Carlos para entre- Palacio rememora la convicción profunda

19
José Díaz Ramos. (Sevilla, 3 junio 1895) (Tiflis 20 marzo 1942) Panadero de oficio. Perteneció al PCE y a la CNT.
Diputado por Madrid en 1936. Afectado por un cáncer de estómago, marcho a la URSS en 1938 para operarse en
Leningrado. Tras el fracaso de la República Española, ya no regresó a España. En 1942 debido a los dolores tan
intensos se suicidó tirándose por la ventana. Estaban con él su mujer y su hija.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

597

que tenía Díaz de que la lucha del pueblo que constituyen una gran aportación a la
español, era en realidad la lucha por la li- ciencia de la música. A Carlos le parece que
bertad de todos los pueblos del mundo. El tiene razón Strawinski en esto, más que
23 de octubre de 1936, José Díaz arengaba buscar nuevas formas, coincidiendo con su
desde el Monumental Cinema de Madrid anfitrión Machavariani…
al pueblo trabajador para que luchara por En cambio Carlos, que en este viaje tam-
esa libertad. Pero las circunstancias crucia- bién a conocido al director del Conservato-
les de la guerra siguieron la línea equivo- rio de Tiflis Sulkhan Tsintzadze, que tam-
cada. Luego de la guerra este fracaso, más bién es compositor; pero este le dice que
su enfermedad cancerosa, le empujaron a en sus composiciones no ha usado jamás
Rusia con su mujer y su hija. una melodía popular. Ha compuesto entre
otras cosas, unos cuartetos de cuerda, gé-
Música: el vanguardismo y la tradición nero dificilísimo con su pureza de estilo y
Bajan a Tiflis desde el antiguo cemente- su claridad artística, por lo tanto, no puede
rio. En la ciudad hace un calor sofocante. utilizar fácilmente los principios del folclo-
Por la tarde van a saludar al primer re.
secretario de la Unión de Compositores Carlos lo comprende porque siempre ha
Georgianos, célebre compositor y diputado pensado que hasta cierto punto, la influen-
al Soviet de la URSS. Les espera en el um- cia del folklore en la obra musical, como
bral del edificio y le acompaña su compa- no sea de una forma indirecta, le resta cali-
ñera que es arquitecta. Pasaron a un salón dad y eficacia a la obra musical.
ancho y fresco, es la dacha donde viven. Como están todavía en casa de Macha-
Hay allí una paz muy agradable y les han variani, Carlos y su familia deciden mar-
preparado una cena en su honor. Al llegar charse porque se ha hecho bastante tarde.
a los brindis y los discursos el más largo y Machavariani quiere acompañarlos hasta
emotivo es el del dueño de la casa a quien el hotel, pese a las negativas de Carlos pero
Carlos ya considera su amigo, el compo- él se ha empeñado y los convence dicien-
sitor Machavariani. Este se lleva a Carlos do: “¿Como no voy a acompañar a unos
hasta el piano y en unos papeles que hay amigos que vienen a visitarme por primera
encima del instrumento le lee un párrafo vez?”…
escrito por el músico Igor Strawiski donde
dice que, una de las más intensas emocio-
Regreso a casa
nes que ha sentido en su vida, fue escuchar Ya en París, Carlos revisa las muchas no-
las polifonías vocales que se escuchan por tas que ha escrito, en su carnet de apuntes,
las aldeas de Tbilis. Son tradiciones vivas durante todo este viaje y entre ellos hay
598

unos párrafos sobre el folklore que resu- Otra vez Moscú


me así: “El folklore es como los hongos: a
En esta ocasión, Carlos Palacio en prin-
unos alimenta a otros envenena”
cipio marcha a visitar a Aram Jachaturian.
Es por la tarde y Aram no está en casa, pero
Al regresar a la capital francesa, a mi
lo recibe su esposa Nina Marakova20, que
modo de ver, se encuentra mucho más rela-
es también compositora. Nina interpreta
jado y no puede evitar un elogio de París:
al piano una obra musical suya dedicada
“Amo a esta ciudad en la que vivo más de
a Mariana Pineda, la heroína republicana
30 años. No es mi patria, pero ha tenido
que describe versificada Federico García
para mi, dulzuras de amante y crueldades
Lorca, sacrificada por amor y por la liber-
que ya he olvidado. Aquí me nació un hijo,
tad. Historia que también es popular en
aquí he sufrido, aquí he escrito música lle-
la Unión Soviética. Carlos aprecia la fina
na de amor por un país, el mío, que para
sensibilidad de la compositora. Cuando lle-
mi fue durante muchos años tierra prohi-
gó su marido, estuvo con ellos en la dacha
bida… Me acogió como exiliado y cobijó
donde vivían, y en otras ocasiones en los
mis sueños y mi nostalgia de español…
diversos congresos de compositores.
las puertas de sus fronteras se me abrieron
amigas…”. (Desgraciadamente, mientras Carlos es-
Esta es la ciudad de quien una dama ilus- cribe sus memorias en París, se enteró de
tre, madame de Staël pudo describir un día: que Nina Marakova había fallecido y re-
“París es la única ciudad del mundo donde memora a todos los amigos que también
se puede vivir aún no siendo feliz” se han ido)
En su agenda de notas, Carlos escribe
Desde Paris tiene contactos con otras unas letras en homenaje a Nina: (Herma-
personalidades de la cultura; españoles na, no olvidaré nunca aquella tarde, como
como Alberti, que se cartean con cierta no olvidaré tampoco el país de grandes y
asiduidad. Además el poeta le remite un sencillas mujeres como tú que creen en la
dibujo, desde Roma, para que lo inserten bondad de la humanidad…) Carlos guarda
el libro Canciones de España. El dibujo se una fotografía que le dio Nina Makarova
puso en la portada. Shneerson escribió el hecha en la Habana, donde está ella al pia-
prefacio. no y a su alrededor están Fidel Castro, Mi-
koyan, Che Guevara, Dorticos :”Así te veré
siempre, Nina Makarova, entre héroes”

20
Palacio pone el apellido de Nina de distinta manera al escribirlo. Unas veces Marakova y otras Makarova. No
sabemos el motivo.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

599

En este mismo viaje, un día lo llamó por lenc y hasta el catalán Federico Mompou.
teléfono Lina Llubera, viuda de Prokofiev, Después cuando en 1929 el poeta ruso
diciéndole que le esperaba a tomar el té, y Maiakovski estuvo en Paris, su marido Ser-
que no trajera intérprete porque hablarán gio Prokofiev pasaba largas horas con él.
en español. Cuando Carlos va a visitarla, Se conocían de Moscú. Y a menudo el poe-
Lina, efectivamente habla el español pero ta declamaba sus versos mientras Sergio in-
mezclado con acentos de otros idiomas. Le terpretaba al piano alguno de sus poemas.
habla mucho de su marido que, afectado En 1930, los Prokofiev conocen a Fede-
por una hemorragia cerebral está enterrado rico García Lorca en La Habana, que les
en un monasterio llamado Novo-Devichy, cautivó, según Lina…
construido por el padre de Iván el Terrible.
Y no lejos de él ya yacen Scriabin y Chéjov. También están invitados a casa de Aram
Lina es madrileña de la calle Bárbara de Kachaturian y su esposa Nina Marakova.
Braganza. Ha estado en Nueva York don- Kachaturian que le enseña a Carlos su es-
de conoció a Sergio Prokofiev, y sin parar tudio; plagadas las paredes de fotografías:
de hablar le comentó de su matrimonio Aram con Hemingway, con Strawinski,
en Alemania. De los tempos tan difíciles con la reina de Bélgica, con el presidente
del compositor. América era un país poco Nasser, con el Papa y ¡con un grupo de to-
propicio para comprender una personali- reros!...Habla sin parar y le cuenta toda su
dad tan avanzada como la de su marido. historia, desde su nacimiento.
También estuvieron en París y Lina se emo-
cionaba recordando a todos los personajes
Carlos Palacio, aún volvió otra vez a
que había conocido allí: Picasso, Strawins-
Rusia porque había compuesto una parti-
ki, Ravel, Casella. Incluso el norteamerica-
no Gerhswin le visitó una vez para ense- tura en honor al buque histórico Aurora.
ñarle un concierto para piano que, según Esta vez viaja solo. Es invierno y por pri-
Lina, encantó a su marido mera vez ve las nevadas de aquel país. “El
Aurora” había tenido gran protagonismo
Conocieron a Henri Pruniers, redactor durante los “diez dias”. El barco cuyas sal-
de una revista musical muy importante.21 vas el año 1917 al dar la señal del asalto
Conocieron a los compositores Auric, Sau- al palacio de Invierno debían cambiar la
guet, Rubinstein pianista, a la bailarina faz de la Rusia secular. A Carlos le habían
rusa Ana Pavlova, a Cocteu. Otros com- invitado los músicos moscovitas y los le-
positores: Honegger, Villa Lobos (autor de ningradenses a que dejara la partitura en
las Baquianas Brasileiras), Tasman, Pou- el mismo barco que aún se encontraba va-

Esta Revista consta, junto a otras muchas, en el Biblioteca Ranch


21
600

rado en el puerto de Leningrado22, como ras y no recuerdo haberle visto reír nunca”
museo de aquellos días. La partitura está En las sesiones del Congreso, en la tribu-
allí guardada, junto a uno de los primeros na presidencial y en los descansos en la sala
ejemplares de “La Internacional”. Carlos donde se celebraba el congreso, también
piensa que dormirá en este barco el sueño veían a Dimitri Shostakovich, que andaba
de los siglos. Pero este aún no fue su último con dificultad. Estaba afectado por una pa-
viaje a Rusia… rálisis general progresiva.
En cierta ocasión, Carlos y Emiliia junto
Estamos en la década de 1970, y se ha- a unos amigos cubanos y Tania, la intérpre-
bía convocado otro congreso de composi- te, ven de cerca de Shostakovich, que esta-
tores, uno de tantos a los que había asistido ba él solo sentado en un sofá. Acordaron
Carlos en los viajes anteriores y esta vez iba no hablarle mucho, solo saludarlo y decirle
con Emilia. En el avión que despegó desde quienes eran. Le fueron dando la mano y el
el aeropuerto de Burget, Carlos marcha ha- maestro las apretaba con fuerza y amisto-
cia Moscú y junto a él van compositores samente. No podía levantarse del asiento,
famosos franceses: André Jolivet y George ni siquiera lo intentó, pero se dio un ma-
Auric, además del violoncelista Rostropo- notazo en el muslo izquierdo para dar a
vich, que acababa de dar unos conciertos entender lo que pasaba, en la otra mano
en Francia y volvía a su país. Esta vez era llevaba un bastón que utilizaba mientras
invierno y el aire corta como un cuchillo. vivió..
Una mañana, en un descanso del congreso
que se realizaba en la histórica Casa de los La primera vez que Carlos lo vio de lejos,
Sindicatos, le presentaron al compositor fue en París por los años cincuenta. Acaba-
turco Doctor Bulent que deseaba saludar a ba de tocar la orquesta su ҬSeptima Sin-
André Jolivet. Este y Carlos se conocían ya fonía, dedicada a Leningrado, y el público
por haberse encontrado en otros congresos bajo la impresión que le había producido
y además Jolivet vivía en Paris, pero no era la obra, permaneció un momento sumido
una amistad profunda. André pertenecía a en un silencio absoluto. De pronto, como
una esfera social más alta que la de Car- una tormenta que se va desatando furiosa,
los, pero a veces en estos viajes, lejos del comenzaron unos aplausos delirantes, casi
círculo parisino, las diferencias sociales se frenéticos, demostrando la admiración por
suavizaban. Además al parecer, este músico la obra del compositor ruso. Salió Shos-
tenía problemas familiares, pues Carlos lo takovich al escenario y ante su presencia
encontraba: “envuelto en secretas amargu- los aplausos se intensificaron, y cuando in-

22
Todavía está allí, como museo
TEXTOS Y DOCUMENTOS

601

tentaba encontrar la puerta de salida que a saludar al escenario. Abrazó al director


no encontraba, lo vio perdido y Carlos sin- de la orquesta Iouri Oukhov. Esta Cantata
tió una gran piedad por él. estrenada en París, era la culminación de
toda su vida y de toda su obra musical que
Estonia, Letonia (Riga) siempre había dedicado a los oprimidos de
Siguiendo el Congreso, Carlos Palacio se este mundo.
asombra de la afición que tienen a al músi-
ca los estonios. Uno por cada habitante in- Meses después, el 23 de diciembre del
terviene en un conjunto coral. Cada cinco mismo año, fallecía su amigo André Jolivet.
años se realiza la Fiesta de las canciones, Los funerales se celebraron en la Basílica
verdadera y gran fiesta nacional. Durante parisina de Santa Clotilde, donde estaba el
este acontecimiento se juntan en la antigua órgano que en su día tocaba Cesar Frank.
Tallininn miles de cantantes, bailarines y De pronto alguien con un violonchelo en la
músicos cuyos trajes nacionales alegran los mano se acercó a unos pasos del féretro y
ojos, por su riqueza multicolor. tocó una triste melodía. Era Rostropovich.
La del año 1969, para celebrar el cen-
tenario de la primera Fiesta, se dieron cita A todo esto, la salud de Carlos no era del
30,000 artistas y acudieron 200,000 espec- todo buena. Tenía un oído que iba de mal
tadores en peor. Visitó a varios otorrinos Toma-
Después van a Riga capital de la Leto- ba las medicinas que le recetaban pero los
nia soviética. Había recepciones, óperas y zumbidos no lo dejaban y además perdía
conciertos. audición. Pese a ello, le levantó la moral
Desgraciadamente en el homenaje que le una carta desde Viena firmada por su pai-
habían preparado a Carlos, en el que esta- sana, la pianista Trinidad Sanchis en la que
ban los cubanos y el director del Conserva- le decía que iba a incluir en cada concierto
torio de la Habana más Roberto Sanchez que iba a dar por España, varias piezas
director de la Ópera también de La Haba- de su álbum España en mi corazón. Esto
na, en un hermoso restaurante a orillas del le produjo una enorme satisfacción puesto
Báltico, Carlos sufrió una bajada de ten- que después de 31 años de exclusión y olvi-
sión y le dio una lipotimia, los médicos le do de toda su música en su país comenzaba
atendieron muy bien pero le aconsejaron a sonar su nombre y su obra.
que se quedara allí más días de los que te- En esos años ya vivían en otro lugar de
nían previsto. Luego regresaron a París, y el París la Rue de Gravilliers, donde no tienen
24 de junio de 1974 se estrenaba en el tea- ratas ni goteras, y además tienen un tele-
tro Sara Bernhardt su “Cantata a Lenin”, visor en color que les ha regalado su hijo
que obtuvo un gran éxito. Tuvo que salir Carlos. Tiene hasta cuarto de baño perso-
602

nal; tiene su piano y ha puesto retratos de porcionado como guía, a un muchacho jo-
amigos sobre todo tiene una fotografía de- ven, Iván que por haber estado viviendo en
dicada por el mismo Marcel Marceau:”A Cuba habla bien el español.
Carlos Palacio, con el corazón en la mano” Está varios días inmerso en canciones,
Carlos pasa por momentos de recuer- guitarras, coros, orquestas, órganos, ópe-
dos que le producen sentimientos melan- ras…
cólicos, que los comenta así: “En fin este Tiene tanto que contar, que se limita a
es mi barrio, esta es mi casa situada en el exponer que la música en Bulgaria es tan
centro de París. Soy un enamorado de las necesaria como el pan. Por ejemplo, hay
grandes ciudades, porque es solo en su co- seis salas de conciertos que estaban dedica-
razón donde puedo encontrar la tranquila das cada día a la audición de música búlga-
soledad que necesito para vivir, componer ra de todos los tiempos.
En la sede de la Unión de Compositores
y sufrir. Pegado estoy, agarrado con el alma
de Sofía hablaron de muchas cosas entre
y los pies a esta París que me quitó mucho
ellas de Jorge Dimitrov. Y para las perso-
pero aún me dio más. Aunque no conse-
nas que no recuerden quien era este perso-
guirá borrarme el recuerdo de España. Y
naje, diremos que fue el acusado de haber
cuando esté en Alcoy o en Madrid tampoco quemado el Reischstag de Berlín. Siempre
estoy seguro de no sentir la quemadura de se ha dicho que había sido un subnormal.
los días sufridos y gozados en este París de Pero de eso nada. Su mausoleo está en So-
mi alma y mis dolores”. fía porque era búlgaro y del partido comu-
nista. Dio la casualidad de que entonces
Sofía: tumba de Jorge Dimitrov estaba en Berlin.
Carlos aún sigue viajando y esta vez es Carlos describe aquello con una clari-
a Bulgaria, que al parecer, por lo que dice, dad meridiana. El testigo acusador que se
le causa un gran impacto: “He estado en presentó en la pantomima del juicio era
Bulgaria. Se grabó tan profundamente lo Goering, para acusar al búlgaro. Pero este
vivido en mi espíritu que al evocarlo se que de anormal no tenía nada, le contestó
me transforma en un presente vigoroso de con toda claridad: “Quiero repetirte, ante
acorde en Do Mayor, como si lo estuviese el mundo entero, lo que ya te he dicho: el
viviendo todavía”. asesino, el incendiario, el autor del crimen
Invitado oficialmente por la Unión de del Reischstag eres tu”. Tenia tanta razón
Compositores Búlgaros a quien agradece que fue absuelto.23
sinceramente su invitación. Le han pro- A sus 67 años falleció en medio de su

23
Luego los nazis lograron acusar a un pobre muchacho que efectivamente tenia alteradas las facultades men-
tales y lo mataron incluso sin juicio, como todo el mundo sabe.
TEXTOS Y DOCUMENTOS

603

pueblo. Detrás de él una vida intensa de lu- mado Alejandrino, que era portugués pero
chador incansable, y honesto colaborador había defendido la Republica en nuestras
de la Bulgaria socialista. Delante, el frescor filas, le había proporcionado el acceso al
y la esperanza de esta juventud que baila y primer piso del Hotel du Midi donde el
desfila ante los ojos de Carlos Palacio. cuerpo de Don Manuel Azaña, yacía en
Iván,el traductor de Carlos le enseñó este hotel de Montauban. Eran los prime-
muchos lugares hermosos de Sofía, como ros días de noviembre de 1940. El gobier-
una bahía espléndida de un azul medite- no de Vichí, permanecía en una neutrali-
rráneo de gran extensión y el lugar más dad más aparente que real. Esta historia
amado por los pájaros migratorios. Otro se la contaba Alcalde a Carlos Palacio,
lugar que le enseña es Dobroudja, situada puesto que cuando sucedía esto, el pintor
en el confín noreste de Bulgaria y fue el ori-
era muy joven tan solo 22 años sin más ri-
gen de la actual Bulgaria. También le ense-
queza que un lápiz en sus manos. Alcalde
ña alguna iglesia, restaurantes, mercados e
era muy buen dibujante y deseaba hacer
incluso van a algún concierto. Sofía, desde
un homenaje al presidente Azaña.. Todo el
el monte
Vitoscha casi oculta entre sus pinos, cas- libro de memorias de Palacio está salpica-
taños y abedules, vestida de una gran be- do de dibujos hechos por él y todos tienen
lleza vegetal, es la ciudad más verde que personalidad artística. Pero la imagen de la
Carlos ha visto en su vida, según dice. cabeza de Azaña, realizado con un fino tra-
Iván lo lleva a un amplio campo de tiro zo como si lo hubiese dibujado sin levantar
donde durante la ocupación nazi, fusilaron el lápiz del papel, resulta impresionante, y
allí a un grupo de búlgaros, entre ellos seis debajo de este dibujo ha trazado lo que se
personajes que les habían hecho frente, en- puede ver por la ventana de esa misma ha-
tre ellos el poeta Nicolás Ionkov Vatzarov, bitación y que vería también Azaña, estan-
que mientras esperaba la ejecución dedicó do vivo. Al pueblo de Montauban lo había
un poema a su esposa, que debieron encon- convertido el Gobierno francés, en el cen-
trar luego: “Poema del adios” Cuando le tro oficial de exiliados españoles inválidos.
contaba esto, Iván le dijo entristecido, que Al pié de los muros vetustos de la catedral,
ese día había muerto la poesía. Carlos le se ven perfectamente en el dibujo, una cola
contestó que la poesía no muere nunca, es de mancos, cojos, ciegos, etc., y esa cola,
invulnerable. Los tiranos no podrán nunca dibujada por Alcalde con una simplicidad
destruirla… escalofriante, por lo que significa; todos
iban a ver el féretro de Azaña…
Últimos párrafos En el cortejo hacia el cementerio, ese
El amigo de Carlos el pintor Juan Alcal- océano de héroes que un día fueron claros
de, por mediación del teniente coronel lla- y luminosos y que ahora no eran más que
604

criaturas mutiladas detrás del Presidente, taespesa, donde tiene el dormitorio que le
algúnos lloraban con el orgullo herido…: han preparado para él, con su mesa escri-
Antonio Machado había dicho: “Manuel torio y su sillón, para que pueda aislarse
Azaña quedará en la historia como una y continuar escribiendo. Cuando deja de
significación universal y como enseñanza escribir, al caer la tarde sube a una terra-
inolvidable”. za. En el interior está el comedor y se reú-
Ninguna marcha fúnebre había sonado ne con toda la familia, incluso su madre,
por las calles de Montauban. Ni una sola ya muy anciana, pero que guarda la men-
campana de sus iglesias dobló esa tarde por te muy lúcida. Aunque es casi analfabeta,
el difunto ha tenido siempre esa intuición de muchas
mujeres con estas características.
Mataespesa de Alpedrete
Muy cerca de este pueblo, a varios ki-
Carlos Palacio acaba sus memorias, las lómetros, se encuentran Ávila y Segovia.
cuales había comenzado en un pueblecito Desde la misma terraza, aunque invisible
llamado Irai, pueblo francés durante un ve- se asienta El Escorial, y también está al al-
rano de la verde Normandía antes de morir cance de su vista la sierra de Guadarrama.
Franco. Ahora quiere terminarlo – según Era el 9 de abril de1977, y aquella paz
dice – en las faldas de la sierra madrile- se interrumpe cuando viven con alegría y
ña, a 40 kilómetros de Madrid: “En esta emoción la legalización del Partido Comu-
Mataespesa de Alpedrete, oliendo a Es- nista. Su cuñado Roberto los hizo subir
paña, aspirando el perfume de sus verdes al coche con su hermana Isabel y fueron
raíces, de sus plantas, sorprendiéndola en a Madrid para unirse a toda la gente que
un despertar tardío después de 40 años de también había salido a celebrarlo, tocando
tinieblas. (…)No hay nada tan difícil para sin parar las bocinas
mí como poner un punto final y decisivo
a unas memorias que son como el símbolo De vez en cuando tiene noticias de mú-
de mi vida. (…) Por eso amo las memorias sicos que van a tocar música suya. Uno de
de Pablo Neruda. Las termina en su lecho ellos, una mujer, la soprano María Muro,
de muerte. (…)También Marcel Proust nos le telefonea para decirle que ha grabado
confía sus últimas vivencias y pensamien- ya, para Radio Nacional de España, sus
tos momentos antes de entrar en las som- 12 canciones con poemas de Alberti y que
bras definitivas de la muerte,(…) también grabó hace días, precisamente la
víspera de las primeras elecciones libres de
Carlos Palacio, está, cuando escribe esto España, su cuaderno Levántate España,
en casa de su hermana y su cuñado, en Ma- sobre poemas de Blas de Otero y Carlos in-
TEXTOS Y DOCUMENTOS

605

dica que los dos cuadernos están editados berto García, tenía que dirigir las bandas
en Moscú. (Blas de Otero ha vivido en Bil- de música durante las fiestas tradicionales
bao y en Madrid, los años de la postguerra, de “Moros y Cristianos” Carlos tenía que
pasando muchas carencias y apuros econó- dirigirlas todas juntas24para tocar el Him-
micos) no compuesto, como se dice al principio,
También le ha llamado Fernando Pu- por Gonzalo Barrachina, que había falleci-
chol, concertista de piano y Catedrático do años atrás. Este Himno : “Se integra en
del Conservatorio Nacional de Música, de el paisaje espiritual de mi infancia y adoles-
Madrid. Este le dice que ha grabado para cencia.¿Podría superar la prueba de amor
Radio Nacional las 13 piezas para piano de que se me venía encima?”…
España en mi corazón, y se propone hacer Cuando se asomó al balcón del Consis-
lo mismo con las 10 del segundo cuaderno torio se asombró y se estremeció. Una in-
con el mismo título y que en breve debe mensa multitud llenaba, no solo la Plaza
aparecer en Moscú. de España, sino todas las calles y balcones.
Estando en Madrid, Puchol le invitó a Junto a él también estaba su íntimo ami-
asistir en el Conservatorio, el final del con- go el pintor Juan Alcalde y su esposa Con-
curso de piano. Cada alumno tenia dere- cha.
cho a presentar una obra de su elección, y En el despacho, particular del alcalde,
como pieza obligada la Tercera Sonata de estaba solo con él Camilo José Cela que
Prokofiev. Carlos le preguntó a su amigo conoció esa tarde y le comenzó a hablar de
Puchol :”¿Qué porvenir espera en España una forma nerviosa… Cuando Cela se le-
a estos muchachos?”. “Ninguno, le con- vantó para ir al balcón Carlos le preguntó
testó Puchol tajante. Si quieren hacer algo, “¿Puedo llamarte Camilo?” y el escritor le
deben salir de aquí”. Entre ellos había pia- contestó “Naturalmente. Lo que no pue-
nistas notabilísimos. des llamarme es Genaro”. (No sabemos si
es que Carlos le estuvo llamando así en su
Alcoy y su himno nerviosismo, o es una respuesta muy Cela).
Una luminosa tarde de abril (1978) Car- Por fin amablemente le hicieron bajar a
los Palacio estaba en su pueblo Alcoy, con la plaza y subir al podio ya preparado. Los
Emilia, con su madre y sus hermanos, para más de cien músicos ya estaban en su sitio:
tomar parte de un gran acontecimiento. “Solo faltaba yo. Mi buen amigo Gregorio
Por invitación oficial del alcalde don Al- Casasempere Juan, me entregó la batuta

24
La banda Serpis, Primitiva, Unión Musica l, y Nova (5) más 21 de todos los pueblos de alrededor (total 26)
Centenares de músicos. Noticia de actualidad.
606

que yo le había confiado hacía poco por- tía como un inmenso corazón humano…
que no sabía como llevarla, y me pareció Unos compases antes de terminar el Him-
que pesaba como un universo. No sé ni no, lancé la batuta por los aires y ese ges-
como subí al podio con cierta dificultad…y to provocó el delirio. En mi vida, viajero
allí quedé mirando, mirando. Era mi Al-
por muchos países, protagonista de tantos
coy. Había vivido escondido en este pue-
blo y ahora lo tenía a mis pies. Enfrente acontecimientos, no hay nada tan humana-
de mi las montañas de mi niñez, las que mente emotivo como lo que viví esa tarde
llevé siempre confundidas con la sangre de bajo el cielo transparente de abril. Mis siete
mis arterias…Ya sobre el podio sabía que años de sufrimiento en Alcoy quedaban ol-
debía atacar el primer compás…¿Qué me vidados para siempre”.
retenía?...Recuerdo la casa de Trinidad
Sanchis la pianista, en la parte más alta de
Hasta aquí, mis notas sobre Acordes en
Alcoy, cerca del cementerio viejo y a Car-
el alma, pero era preciso que se supiera
los, su marido, concertista de violín. Tan-
tos nombres…La multitud congregada en como y donde falleció Carlos Palacio.
la plaza esperaba y los músicos clavaban Afortunadamente en el año 2011 se le
en mi sus miradas (…)eran mi pueblo y sin hizo un homenaje en Alcoy, con motivo
embargo me parecía desconocido como si del centenario de su nacimiento 1911. Y
lo viera por primera vez; cafés que yo había tuvo este acontecimiento mucha resonan-
frecuentado habían dado paso a prosaicos cia en los periódicos locales valencianos
establecimientos de alimentación. El pa-
por lo tanto encontré en ellos el dato que
sar de los días había marchitado la pureza
de mis recuerdos infantiles.¡Cuanta gente buscaba: Carlos Palacio y su esposa Emi-
había en la Plaza de Esaña! Esto lo pen- lia Llorca fallecieron en París. Él en 1997.
saba con los brazos en alto y la batuta en Pero por lo visto los restos de ambos los
la mano. Por fin dio la entrada. El Himno trasladaron más tarde a su querido Alcoy.
había comenzado: “La avalancha de tubas
y trombones, brillando al sol declinante Su obra Compañías de Acero, la consi-
de abril se había desatado como un hura-
deran como La Marsellesa española.
cán, como si mil surtidores injustamente
retenidos tanto tiempo, desataran furiosos
sus sonoras aguas invisibles. La primave- Julio 2016
ra acababa de instalarse en la plaza, como amparo ranch
un gigantesco pájaro luminoso; Alcoy la-
TEXTOS Y DOCUMENTOS

607
608

Memoria gráfica del


exilio
EN BUSCA DE del siglo XIX en 1823, precedido del de los
afrancesados en 1813-1814. Mientras estos
LOS EXILIADOS marcharon a Francia, aquellos lo hicieron
ESPAÑOLES EN a Inglaterra y, de forma especial, a Londres
o las islas del Canal. Dos siglos después,
LONDRES1 hemos andado tras su pista, en pos de sus
Crónica de un viaje huellas en estas tierras.

tras las huellas de la La razón de la pesquisa


emigración liberal de El dominico Fr. Jaime Villanueva, na-
cido en Xàtiva en 1765, estudió Huma-
1823 nidades en Orihuela, tomó el hábito de
la Orden de Santo Domingo en 1783,
fue Lector de Teología en el Colegio de
Santo Domingo de dicha ciudad y de
Filosofía en el de San Onofre de Valen-
cia. Desde 1802 colaboró con su her-
germán ramírez aledón mano Joaquín Lorenzo en la recogida
Universitat de València de documentos y visitó más de ciento
cincuenta archivos conventuales y dio-
cesanos de la antigua Corona de Ara-
A fines de enero de 2015 lleva- gón para su Viaje literario a las Iglesias
mos a cabo un breve periplo por la ciu- de España, publicado en su mayor par-
dad de Londres en busca de los restos mor- te años después de su fallecimiento en
tales del dominico Fr. Jaime Villanueva, del Londres el 14 de noviembre de 1824.
diputado y abogado Melchor Marau y de Fue miembro de la Real Academia de
la presencia de otros valencianos, como el la Historia, prior del convento do-
librero Vicente Salvá, el capellán real y es- minicano de Ontinyent (1808-1809),
critor Joaquín Lorenzo Villanueva, el fraile acompañó a su hermano Joaquín Lo-
Ascensio Nebot, el militar Antonio Carua- renzo, elegido diputado por Valencia,
na o los hermanos Bertrán de Lis, que for- a las Cortes de Cádiz en 1810, donde
maron parte de aquel gran exilio político fue primer redactor del Diario de Se-

1
Una primera versión de este trabajo se publicó en Levante-EMV del 13-9-2015, pp. 24-26, bajo el título “En
busca de los exiliados valencianos en Londres”, centrado más en describir una crónica de viaje, realizado junto al Dr.
Antonio López Alemany entre el 26 y 31 de enero de 2015.
LLOCS DE LA MEMÒRIA

609

siones de Cortes. De Cádiz pasó a Se-


villa, Menorca, Mallorca y Valencia, en
cuyo convento de las Magdalenas ganó
fama de buen predicador. A pesar de las
contrariedades sufridas a lo largo de su
vida, su ideario liberal se afirmó, por lo
que hubo de exiliarse a Inglaterra jun-
to a sus otros dos hermanos (Lorenzo Vista altual de Candem Town
Tadeo, magistrado, y Joaquín Lorenzo,
canónigo de Cuenca y ambos diputa- Dentro de ese millar hubo un nutrido
grupo valenciano: Vicente Salvá, librero,
dos durante el Trienio), donde murió al editor y diputado; Ascensio Nebot “el Frai-
año escaso de llegar, no sin antes haber le”, franciscano y guerrillero; Melchor Ma-
contribuido a la fundación y redacción rau, jurista y diputado; el canónigo alican-
de uno de los periódicos más influyen- tino Antonio Bernabeu; los hermanos de
tes del exilio liberal, Ocios de españoles Jaime, Joaquín Lorenzo y Lorenzo Tadeo,
magistrado de la Audiencia este último y
emigrados. diputados ambos; los hermanos Vicente y
Manuel Bertrán de Lis, activos hombres
Lugares de la memoria: de St. Pancras
de negocio y de la política del momento; el
Old Church a Somers Town.
franciscano Juan Rico, protagonista princi-
Jaime llegó, pues, a Londres junto a pal de los hechos de mayo de 1808 y dipu-
otras mil familias de exiliados: diputados, tado; los diputados y sacerdotes Bernardo
Falcó y Jaime Gil de Orduña; el presbítero
militares, funcionarios, eclesiásticos, in-
Joaquín Franco o los militares José Apari-
telectuales. Todos ellos huían del absolu- ci, hijo del diputado Pedro Aparici, y Anto-
tismo fernandino. La mayoría residió en nio Caruana. Y otros que no eran valencia-
el barrio de Somers Town, hoy conocido nos pero vivieron en nuestra tierra como el
del mismo modo en el corazón de Camden médico catalán Mariano Batlles que llegó
Town al norte de la capital británica y don- a ser rector de la Universitat de Valencia
(1839 y 1854), el también médico valliso-
de décadas antes habían vivido emigrados
letano Mateo Seoane, precursor del higie-
franceses, sobre todo clérigos, huidos de la nismo o el asturiano José Canga Argüelles,
revolución. que había sido entre otras cosas miembro
610

de la Junta de Valencia, luego diputado y


ministro.
Algunos de ellos murieron en el exilio:
Bernabeu (1825), Marau (1828), los her-
manos Jaime (1824) y Joaquín Lorenzo Vi-
llanueva (1837). Joaquín falleció en Dublín
y allí vimos su tumba hace ya años; pero
de los enterrados en Londres nada se sabía
hasta ahora. No pudieron volver a su tie-
Vista de la iglesia y cementerio de St Pan-
rra natal, a su patria. Hemos ido en busca
cras en un grabado de 1827, época en que
de sus restos mortales. Hemos partido de
vivieron en Londres los exiliados españo-
la idea de que fueron enterrados en algu-
les.
nos de los antiguos cementerios ubicados
en aquella zona del norte de Londres y que Nos dirigimos, pues, al oratorio de St
hoy son parques, aunque conservan sus lá- Giles, donde se encuentra la antigua pa-
pidas y túmulos funerarios: St. James’ Gar- rroquia de St Pancras (St. Pancras’ Old
dens, St Martin’s Gardens o Highgate Ce- Church), en la calle del mismo nombre,
metery, pero pronto nos centramos en los la más antigua de Londres y cuna de la
St Pancras and St Giles’ Cemeteries, cuyos cristiandad en las Islas Británicas. La pa-
terrenos están ocupados hoy en buena par- rroquia fue trasladada en 1822 a Euston
te por la estación de ferrocarril St Pancras Road, bastante cerca de la sede actual de la
International, lugar de partida y destino British Library, junto a la estación del mis-
de los trenes que atraviesan el canal de la mo nombre, en un templo nuevo que hace
Mancha. esquina con Upper Woburn Place.

Vista actual de la vieja iglesia de St Pancras Vista actual de la iglesia de St Pancras en


Old Church y del cementerio (hoy parque). Euston Road.
LLOCS DE LA MEMÒRIA

611

James Elton, un joven sacerdote de unos 35


años que amablemente nos explicó la histo-
ria de la parroquia, la destrucción de parte
de los archivos parroquiales hoy deposita-
dos en los London Metropolitan Archives,
así como las razones de la desaparición de
la mayor parte del cementerio eclesiástico
(churchyard cemetery).

Cementerio, hoy parque, de St Pancras


(vista parcial)

El viejo quedó abandonado, sufrió nu-


merosos actos vandálicos hasta su defi-
nitiva restauración y recuperación para
el culto, iniciada en 1978 y finalizada en
2007. Los paneles a la vista informan so- Construcción del ferrocarril y estación de
bre el templo y el parque que lo rodea, St Pancras (grabado de 1866)
tachonado de grandes lápidas apiladas y
túmulos de muy diverso tamaño y forma
con inscripciones funerarias, huella visible Primero el deterioro del entorno, poco
del antiguo cementerio. Por ellos supimos y habitable, denunciado ya en los años cua-
luego vimos que allí descansan los restos de renta del siglo XIX, más tarde por la cons-
la pionera del feminismo, Mary Wollstone- trucción de la estación de ferrocarril de St
craft, o del insigne arquitecto John Soane,
Pancras (1866-1867) y por último a cau-
del compositor Johan Christian Bach (uno
de los hijos del gran Bach) o que fue el sa de la ampliación realizada en los años
escenario de infancia y de varias novelas 2001-2007. Nos mostró y adquirimos un
de Charles Dickens, que vivía cerca. Nos documentado estudio sobre los trabajos ar-
encontramos al salir, cuando ya no esperá- queológicos, de excavación e identificación
bamos más información, con el párroco Fr. de las tumbas llevado a cabo por un exten-
612

so equipo de investigadores.2 Lo mismo se


está haciendo desde marzo de 2015 para
construir el cruce de ferrocarriles en Liver-
pool Street, excavación (conocida como
Crossrail Project) que ha sacado a la luz el
Bedlam burial ground, con más de tres mil
enterramientos que hasta ahora permane-
cían ocultos.3
El estudio citado sobre St Pancras con-
tiene un listado detallado de las tumbas
identificadas, entre las cuales no aparece Alzado en 3D de las huellas dejadas por
ninguna de los personajes que íbamos bus- las obras de las estaciones de ferrocarril
cando. Pero el resultado era lógico. Cons- de 1866-67 y 2001-2007 con ubicación de
tan centenares de tumbas no identifica- las exhumaciones realizadas
das, otras fueron arrasadas por la primera
construcción de la estación ferroviaria en
1866-67. El cementerio dejó de ser lugar de
enterramientos en 1854, y durante los tres-
cientos años que funcionó albergó, según
se estima, unas 88.000 tumbas, de las cua-
les 32.000 en el periodo final (1831-1854).
Era el lugar donde reposaban los restos de
los católicos junto a los de otras iglesias o
creencias, así como de la Iglesia Reformada
de Inglaterra. Así se explica también que
con toda seguridad allí fueron enterrados
nuestros paisanos, que acabaron sus días
lejos de su tierra, pobres y en lugar desco-
nocido. Ello se deduce del obelisco que hoy Monumento funerario sufragado en 1879
preside el parque-cementerio de St Pancras, por la baronesa Burdett-Coutts en memo-
levantado en 1879 por iniciativa de la ba- ria de los enterrados en St Pancras

2
Philipp A. Emery y Kevin Wooldridge, St Pancras burial ground. Excavations for St Pancras International, the
London terminus of High Speed 1, 2002-3, Londres, Gifford-Ramboll, 2011.
3
En línea: http://www.crossrail.co.uk/ y, especialmente, http://www.crossrail.co.uk/sustainability/archaeology/
archaeology-exhibition-bison-to-bedlam/ (consultadas en junio 2016).
LLOCS DE LA MEMÒRIA

613

ronesa Burdett-Coutts, una de las mujeres formado por numerosas lápidas en torno a
más ricas de la Inglaterra victoriana y gran un árbol en memoria de quienes allí repo-
filántropa, conocida como la “reina de los saban hasta la construcción de la estación
pobres”, para recordar aquellos personajes en el XIX. El escritor Thomas Hardy, ayu-
que allí reposaban y cuyos restos fueron dante del arquitecto Arthur Blomfield, le
trasladados o destruidos por las obras de la dio su nombre.
estación. En sus cuatro caras se muestran La búsqueda en los archivos de Londres,
una oración en memoria de quienes allí cuyos registros parroquiales comienzan
reposaban, los nombres de ilustres emigra- para el caso de St Pancras en 1837, tam-
dos franceses que huyeron de la revolución poco nos resolvió el enigma, ni la prensa
de 1789, junto a otros personajes ingleses, disponible en buena parte en Internet, así
italianos, portugueses, norteamericanos, como las bases de datos que proporciona la
españoles, entre los cuales hemos encon- web Ancestry,5 la mayor del mundo anglo-
trado el del cónsul general de España, José sajón, a la que nos suscribimos para inten-
Alonso Ortiz, fallecido en 1813, el comer- tar obtener esta información. No aparece
ciante José Cayetano de Pernales (1825) y el registro de defunción de ninguno de los
su esposa (1823) o la cordobesa Doña Ma- citados.
ría Manuela Rapalo, enterrada en 1839.
En una de las caras del monumento, la El enigma en parte desvelado. Una
frase con que comienza este listado es muy visita a Somers Town
elocuente: “This Dial is however especially Quedaba por ver el espacio físico
dedicated to the memory of those whose donde vivieron aquellos años de exilio
graves are now unseen, or the record or los liberales españoles de la “ominosa
whose names may have been obliterated”.4 década” (1823-1833). Somers Town,
Entre ellos están, sin duda, nuestros paisa- aquel conjunto de calles encerrado hoy
nos. Tal vez no contaron con dinero para entre Eversholt Street, Euston Road,
pagarse un ataúd digno como muchos de Pancras Road y Midland Road, y, espe-
los que documentan los estudios de Emery cialmente, en torno a las calles Phoenix
y Wooldrige, menos aún un túmulo o una
Road, Polygon Road y Chalton Street,
lápida como las que se amontonan en el co-
todas ellas dentro de Camden Town, el
nocido como The Hardy Tree, en el parque
distrito urbano en el que se enmarcan,
de St Pancras, una especie de monumento
nos proporcionó abundante informa-

4
Traducción: “Este monolito, sin embargo, está especialmente dedicado a la memoria de aquellos cuyas tum-
bas son ahora invisibles [ilegibles], o el registro de cuyos nombres puede haber sido borrado”.
5
http://www.ancestry.com/
614

de que la antigua capilla quedara en ruinas.


Ese fue lugar de reunión y oración para los
exiliados españoles, italianos o polacos,
todos ellos católicos, en unos años en que
la libertad de estos estaba muy limitada,
por ser emigrados liberales que huían de
su país bajo gobiernos absolutistas, y por
ser católicos, ya que la emancipación de los
católicos británicos, cuestión que afectaba
especialmente a los irlandeses en el Reino
The Hardy Tree (el árbol de Hardy) en la Unido, no se alcanzó hasta 1829.
actualidad
Otro lugar para la memoria: Salvá y
la Spanish and Classical Library de
ción sobre aquellos lugares que pisaron Londres
nuestros lejanos predecesores. Acudi- Vicente Salvá viajó al exilio en octubre
mos a la Biblioteca municipal en el cen-
de 1823 por razones políticas, huyendo
tro social de Camden, donde consulta-
de la persecución del absolutismo fernan-
mos la revista Camden History Review,
de la cual extrajimos abundante infor-
mación. Hoy es Somers Town un barrio
relativamente moderno, de clase media
y trabajadora, con casas de dos a tres
plantas en su mayoría, típicas del ur-
banismo inglés de las new towns de la
posguerra de 1945.
Lo interesante es que el bibliotecario nos
indicó amablemente cómo llegar a St Alo-
ysius Parish (San Luis Gonzaga), hoy pa-
rroquia en la esquina entre Phoenix Rd y
Eversholt St, pero antes pequeño oratorio
abierto al culto en 1808, fundado por reli- Plano del distrito parroquial de St Pancras
giosos franceses huidos de la revolución en con Somers Town, el Polygon y St Aloysius
su país en 1796. Justo al lado hay un Cole- en el centro. Plano de Thomson, 1804.
gio Católico y el edificio moderno de la pa-
rroquia fue levantado en 1966-68, después
LLOCS DE LA MEMÒRIA

615

las Cortes, figurando en el ala de los exal-


tados. En 1822 ingresó en la masonería de
rito escocés con el nombre de Esquines.
Acompañó a las Cortes a Sevilla y Cádiz
al invadir la Península los “Cien Mil Hijos
de San Luis”, y votó por la suspensión de
Fernando VII. Quienes votaron a favor de
esa propuesta de incapacitar al monarca,
fueron luego perseguidos y condenados a
muerte. Solo el fallecimiento del monarca
en octubre de 1833, permitió a la mayoría
St Aloysius (a la derecha de la imagen) y el de ellos volver a su patria desde el exilio.
Polygon hacia 1850 (grabado de la época) Salvá permaneció en Gibraltar algo más
de un año, desde octubre de 1823 hasta fi-
nes de 1824, momento en que embarcó ha-
cia Londres, junto a su esposa y tres hijos
mayores, Pedro (Perico, como se le conoce
en la familia), Petra y Ángela. Ya en Lon-
dres, abrió a las pocas semanas de su llega-
da la Spanish and Classical Library, para
lo cual tal vez contó con la ayuda de otros
emigrados que ya estaban en la capital bri-
tánica, como Andrés Bello. Era la primera
librería española en la capital británica y
estaba situada en el nº 124 de la céntrica
Vista actual de la misma iglesia reconstrui- y renovada Regent Street. Su propio nom-
da en 1966-68, en Phoenix Rd. bre indicaba su objetivo que mostró en la
primera circular enviada a futuros clientes:
dino. A lo largo del Trienio Liberal fue Biblioteca Española y Clásica, no “Libre-
elegido miembro del Ayuntamiento de Va- ría”, que sería aquí una traducción inco-
lencia (1820-1822), capitán de la Milicia rrecta. Pretendía, pues, difundir los clási-
Nacional de la ciudad, diputado a Cortes cos españoles y los nuevos valores de la
por Valencia en varias legislaturas (1820- literatura española en sus diversas lenguas,
1823) y Secretario del Congreso, donde así como hacer accesible a los bibliófilos in-
defendió las prerrogativas parlamentarias gleses libros españoles hasta entonces casi
y el principio de que la soberanía residía en inaccesibles. Para ello contaba con la ayu-
616

da inestimable de su socio y cuñado, Pe- de la circular que imprimió y envió en di-


dro Juan Mallén, en Valencia, desde cuya ciembre de 1824, donde se muestra una
librería se enviaron numerosos y valiosos apelación a los otros libreros de la ciudad
libros para su venta en el mercado del libro como posibles clientes también, nos hace
antiguo en Londres.6 El sentido lastimero pensar que tal vez entró en contacto con el
conger, la asociación de libreros londinen-
ses que acordaban aspectos comerciales o
coediciones. En efecto, como ha señalado
Taylor, Salvá contó con impresores como
Charles Wood o Marcelino Calero para
las contadas ediciones que llevó a cabo en
Londres.7 De hecho, de los dos Catálogos
que publicó en Londres en inglés, el de
1826 fue impreso por Calero, mientras el
de 1829 estuvo a cargo de A. Harrow, cuyo
taller estaba en el 14 de Portland Street,
en el Soho. Franqueada, pues, la puerta
del mundo de los libreros, en febrero de
1825 se anunciaba en los Ocios de Espa-
ñoles Emigrados.8 Hacía un llamamiento
a los bibliófilos ingleses, que participaron
durante ese año de varias almonedas, y al
comercio británico que controlaba desde
hace poco el tráfico con la América hispana
independiente. Pero el apoyo principal vino
del acaudalado e influyente librero y editor
Foto 13. Anuncio de la librería de Vicente francés Martin Bossange (1766-1865), un
Salvá en Londres. pionero en el comercio internacional del li-

6
Hemos abordado estas cuestiones en “Las librerías de Vicente Salvá en Londres y París (1825-1849). El pri-
mer proyecto comercial de una librería española en el exterior”, en Pasiones bibliográficas. Vint anys de la Societat
Bibliogràfica Valenciana Jerònima Galés, Valencia, SBV-Imp. Romeu, 2014, pp. 123-135; ver Carola Reig, Vicente
Salvá. Un valenciano de prestigio internacional, Valencia, Inst. Alfonso el Magnánimo, 1972, pp. 131-140.
7
Barry Taylor, “Los exiliados españoles y portugueses y los impresores londinenses, 1803-
1833”, en D. Muñoz y G. Alonso (eds.), Londres y el liberalismo hispánico. Madrid, Iberoamerica-
na-Vervuert, 2011, pp. 275-279.
8
Se refiere al anuncio publicado en los Ocios, III, nº 11, febrero 1825, pp. 152-154.
LLOCS DE LA MEMÒRIA

617

en cuanto llegó a París. Precisamente este


objetivo comercial es lo que le hizo buscar
una plataforma distinta de Londres, des-
de donde el editor alemán, nacionalizado
británico, Rudolf Ackermann, establecido
en su Repository of Arts en el nº 96 del
Strand, vía urbana de gran actividad, mo-
nopolizaba el comercio de libros en caste-
llano para el mercado hispanoamericano
desde 1823.10 Aun así, publicó en Londres
Regent Street 123, en un grabado de 1828. las Obras póstumas de Nicolás Fernández
de Moratín y las Obras líricas de su hijo
bro, a través de la sociedad Bossange, Bar- Leandro, a quien conoció en Valencia du-
thés & Lowell, asentada en Londres desde rante la estancia de este con ocasión de la
ocupación francesa. También editó el Ro-
1816.9
mancero de Depping y ayudó en la correc-
Como hemos dicho, Salvá publicó en
ción y ampliación, junto a su amigo Mateo
Londres dos Catálogos de los libros que Seoane, del Diccionario español-inglés de
vendía a un público ávido de cosas de Es- Newman y Baretti.
paña y a los americanos recién emancipa- En la capital inglesa colaboró con El Re-
dos de España y Portugal. El primero fue pertorio Americano de Andrés Bello, y fue
editado en 1826 y el segundo en 1829, profesor del Ateneo Español Londinense,
pero apenas desarrolló su faceta de editor, colaborando como consejero en la English
algo que llevó a cabo de forma más intensa Foreing Biblic Society para la publicación

9
Esta sociedad editó en enero de 1843 un Catalogue général des livres français, italiens, espagnols tant anciens
que modernes. Poco después, la sociedad fue abandonada por Bossange y quedó como Barthés et Lowell, que
editó un nuevo Catalogue con el mismo título en 1857. En todos esos años, dicha librería se encontraba en 14, Great
Malborough Street.
10
Sobre las relaciones con Ackermann y su influencia en los proyectos editoriales de Salvá, véanse nuestros
trabajos, “El epistolario inédito de Vicente Salvá. Preocupaciones filológicas e intereses comerciales”, en Filología
española y exiliados en la primera mitad del siglo XIX (Cádiz, noviembre 2015, en prensa) y “Vicente Salvá en Londres
(1824-1832): libros, negocios y política. Notas de un epistolario inédito”, en The Spanish book in London during the
XVIth to XIXth century (Londres, mayo 2016, en prensa); y el estudio de Fernando Durán, Versiones de un exilio. Los
traductores españoles de la casa Ackermann (Londres, 1823-1830), Madrid, Escolar y Mayo, 2015, pp. 21-66. La
labor editorial de Ackermann ha sido estudiada con rigor y amplitud por la profesora mexicana Eugenia Roldán Vera,
The British Book Trade and Spanish American Independence. Aldershot-Burlington: Ashgate, 2003 y antes por el
profesor John Ford, “Rudolph Ackermann: publisher to Latin America”, en Bello y Londres. Segundo congreso del
Bicentenario, Caracas, Fundación la Casa de Bello, 1980, t. I, pp. 197-224.
618

do, enemigo acérrimo de los dos valencia-


nos a quienes atacó de forme inmisericorde
en sus Opúsculos Gramático-satíricos.
Marchó en 1830 a París donde fundó con
Bossange la Librería Hispano-America-
na.11 Mientras, dejó a su hijo Pedro a car-
go de la librería de Londres que liquidó
definitivamente en 1832. Editó numero-
sas obras de escritores españoles, y redac-
tó una Gramática de la lengua castellana
según ahora se habla (París, 1831), y un
El autor ante la fachada actual del nº 124 Nuevo diccionario de la lengua castellana
de Regent Street, locales ocupados por (París, 1846), que mejoraba notablemente
una firma comercial de moda. la última edición del Diccionario de la Real
Academia. También corrigió y aumentó el
Diccionario Latino-Español de Valbuena,
un Diccionario Francés-castellano y nume-
rosos tratados de Derecho y recopilaciones
legislativas, obras todas ellas que le dieron
cuantiosos beneficios y prestigio como lexi-
cógrafo y editor. Como literato se le debe la
poesía Lo somni (1831), escrita en valen-
ciano y cuya versión sin errores esperamos
Placa que da nombre al edificio actual publicar pronto, por lo que debe tenérsele
del 124 Regent St.V por precursor de la Renaixença, pues se an-
de una Biblia en catalán, que al final tra- ticipó a las poesías de Aribau y Villarroya.
dujo Josep Melcior Prat en pugna con el Otras obras suyas fueron la novela Irene
y Clara (1830), y La bruja o cuadro de la
valenciano Joaquín Lorenzo Villanueva. Corte de Roma (París, 1830),12 furibundo
Ambos eran amigos de Salvá, pero no An- ataque a la curia papal. Regresó a Valencia
toni Puigblanch, otro emigrado exdiputa- en 1834 y en 1836 fue nuevamente elegido

11
Sobre esta librería parisina y sus diferentes ubicaciones, véase nuestro artículo, “Memoria gráfica del exilio. Las
librerías españolas en París (1830-2007)”, Laberintos, 17 (2015), pp. 423-427.
12
Obra tal vez de J. L. Villanueva, reeditada en 2005 por la Societat Bibliogràfica Valenciana, con estudio prelimi-
nar nuestro, así como el artículo “Literatura para el combate anticlerical: La Bruja o Cuadro de la Corte de Roma, de
Vicente Salvá (1830)”, Spagna contemporanea, 2005, nº 28, pp. 47-80.
LLOCS DE LA MEMÒRIA

619

diputado a Cortes y secretario de las mis-


mas, militando en las filas del incipiente li-
beralismo progresista.
Cuando Salvá llegó a Inglaterra fue
pronto acogido por otros emigrados que
habían llegado antes y se instaló con su
familia en el barrio de Somers Town, en
torno a la actual estación de King’s Cross
al norte de la capital inglesa. Su vivienda
estaba en Camden Street, donde vivió la fa-
milia hasta fines de 1830, en que se trasla-
dó al nº 65 de Clarendon Street. En Somers
Town se alojó, como ya hemos señalado,
Indicador del metro hacia Camden Town
y señal del barrio de Somers Town

la mayor parte del exilio español y en este


barrio compartieron tertulias, paseos, tra-
bajos, anhelos y penas. La actividad de Vi-
cente Salvá en los años de Londres, a los
que aquí nos referimos, combina el interés
por las cosas de España, la vida política,
los negocios y la lectura y escritura como
desafíos intelectuales. Su hijo Pedro, que
tan sólo contaba doce años de edad cuando
llegó a Inglaterra, se hizo cargo, con ape-
nas veinte años, de la librería de Londres
tras la marcha de su padre a París a fines de
abril de 1830.
Mantuvo estrecha relación comercial
Retrato de Vicente Salvá a los 50 años con los mejores libreros del Londres de
(París, 1836) aquellos años,13 expertos en subastas como

Formaban una sociedad o conger, como ha señalado Barry Taylor (ver nota 7).
13
620

su tienda de Regent Street y por las cartas


que comentamos. Frecuentaron su librería
eminentes bibliófilos, como Lord Fitzroy,
Sir Thomas Grenville, del cual conserva la
British Library el ejemplar de la Gramática
dedicado al aristócrata inglés por el propio
autor y editor. También fue la propia Bri-
tish Library cliente del librero Salvá. Fue
miembro del Ateneo Español en Londres
fundado en 1829, donde se educaba a hijos
de exiliados españoles; mantuvo estrecha
relación con John Bowring, un hispanista
promotor del Comité de Ayuda a los emi-
grados españoles, en el que actuaron como
asesores el sacerdote y exdiputado valen-
ciano Joaquín Lorenzo Villanueva y el tam-
bién exdiputado Antonio Alcalá Galiano,
Evans;14 Henry George Bohn, un destaca-
primer catedrático de Lengua Española en
do editor y librero que acabó comprando la Universidad de Londres desde 1828 y
su librería;15 o Bernard Quaritch16 o libre- profesor del Ateneo Español antes citado.
ros-editores e impresores, entre los que Las reuniones de dicho Comité de Ayuda
destacaba Rudolf Ackermann o Marcelino tenían en lugar en la British Coffee Hou-
Calero, quien “vino a servir de comple- se, en Cockspur Street, junto a Trafalgar
mento a la empresa de Salvá”.17 Todos ellos Square.
se pasearon, algunos con frecuencia, por

14
Robert Harding Evans (1778–1857), hijo del afamado librero Thomas Evans, se dedicó al comercio y subastas
de libros antiguos, además de editor y autor. Fue el más destacado de los expertos en subasta de libros valiosos
y pocas subastas de bibliotecas notables entre 1812 y 1847 dejaron de pasar por sus manos. Las quejas de Salvá
sobre sus retrasos en los pagos son constantes, pero colaboraron estrechamente en esta actividad: “Escribe una
esquela a Evans, diciéndole que deseo saber el resultado de la venta y cuándo podré contar con el dinero” (carta de
Salvá a su hijo. París, 11 junio 1830).
15
J. Feather, A History of British Publishing. London: Routledge, 2005, p. 106. C. O’Sullivan, Translation within the
margin: The Libraries of Henry Bohn. En: Milton, John, Bandia, Paul (eds.), Agents of Translation. Amsterdam: John
Benjamins Publishing Company, 2009. Su imperio editorial, que finalizó tras su muerte en 1884, comenzó en cierta
manera con la adquisición del fondo de Salvá en 1830.
16
Quaritch fue librero, cuya casa continúa activa hasta hoy: http://www.quaritch.com/
17
V. Llorens, Liberales y románticos, Valencia, Castalia, 1979, p. 62.
LLOCS DE LA MEMÒRIA

621

Una reflexión final


Mientras se han buscado y sacralizado
los restos de Cervantes, se analizan los des-
pojos de Prim para averiguar las causas de
su muerte, se disputan los huesos de Colón
o se bucea en los tesoros escondidos bajo
el mar, quedan en el más absoluto de los
olvidos los de aquellos que emigraron hace
casi dos siglos para no sufrir persecución y
nunca pudieron volver a su patria. Hemos
traído a este plácido lugar de la Memoria
de Laberintos, las vicisitudes de algunos de
ellos, que con tanto ahínco y pericia inves-
tigó hace más de seis décadas el profesor
Vicente Llorens Castillo y luego una estela
de investigadores que han ido perfilando y
completando este panorama: Manuel Mo-
reno Alonso, Rafael Sánchez Mantero, Fer-
nando Durán López, Mª Teresa Berruezo,
Juan Luis Simal o Eugenia Roldán, entre
otros muchos.
A esos exiliados dedico estas páginas
de Lugares de la Memoria, tal y como la
“reina de los pobres” —aquella aristócrata
inglesa del siglo XIX— expresó en su dedi-
catoria del monolito que preside el cemen-
terio, hoy parque, de Saint Pancras.
622

Una deuda inexcusable cia se reactualizó en mi caso cuando, hacia


1984, los herederos del poeta Juan Lacom-
ba se deshicieron de su biblioteca familiar
Francisco Pina Brotons Artículos y ensayos.
y el librero Manolo Martínez, en su tienda
Edición, intr., y notas de Manuel Aznar Soler. de la calle La Nave, me proporcionó un
Alicante, Instituto de Estudios Juan Gil-Albert, ejemplar dedicado por Gil-Albert de Cómo
2015. pudieron ser (1929) donde Francisco Pina
en un prólogo a la vez enérgico y discreto
adivinaba la aparición de un «estilista per-
A quienes el rigor de los tiempos nos im- sonal y genuino; un dominador de la pala-
puso el raro privilegio de descubrir la lite- bra, bella, evocadora y sucosa». Años des-
ratura española de anteguerra husmeando pués el rompecabezas fue cobrando forma
en puestos de libros viejos, el enigmático con la aparición de El Gachupín (1992),
nombre de Francisco Pina Brotons estu- crónica memorial de la aventura mexicana
vo durante mucho tiempo oscurecido por de Pío Caro Baroja (1953-1956), dedicada
un enigma que tardamos en explicarnos. a Francisco Pina cuya amistad constituye
¿Cómo era que no se hacía referencia a uno de los pilares argumentales del libro.
la persona, obra o destino del autor de un Dos decenios transcurrieron desde enton-
ensayo biográfico pionero sobre Pío Ba- ces hasta que la aportación documental de
roja con óptica izquierdista y dedicado a Aitor L. Larrabide y Juan J. Sánchez Bala-
la clase obrera (1928)? No era menor el guer en su libro Los amigos exiliados de
silencio que pesaba sobre un ensayo que Miguel Hernández (Orihuela, Fund. Cultu-
ponía en contraste a los del 98 con la si- ral Miguel Hernández, 2012, pp. 261-346)
guiente promoción de intelectuales como allanara el camino para la selección anto-
Escritores y pueblo (1930) publicada en los lógica de Artículos y ensayos introducida
renovadores «Cuadernos de Cultura» del y anotada por Manuel Aznar Soler con la
anarquista Marín Civera, cuyos ejemplares quese da un paso importante para saldar la
dispersos íbamos descubriendo aquí o allá deuda pendiente con la memoria del autor.
con curiosidad, mucho antes de que las li- En realidad la trayectoria biográfica y
brerías virtuales en internet hicieran accesi- profesional de Pina no deja de ser un mosai-
bles – ma non troppo– otros títulos de Pina co falto todavía de muchas piezas. El pro-
publicados en Mèxico. La frecuentación de fesor Aznar Soler en su estudio introduc-
las hemerotecas nos permitió saber que ha- torio la ha recompuesto en lo posible sin
bía sido redactor y buen articulista de El tomarse licencias para llenar gratuitamente
Pueblo, pero su figura seguía en las penum- con hipótesis las lagunas documentales, ci-
bras de un irrespetuoso olvido. Su presen- ñéndose escuetamente a testimonios perio-
RESEÑAS

623

dísticos de amigos de su exilio mexicano o en El Pueblo, simpatiza con Félix Azzati y


a declaraciones autobiográficas del escritor se siente atraído por su hija Paz cuyo re-
que incitan a ahondar en la investigación. cuerdo aún persistía en los años del exilio
Nacido con su siglo en Orihuela (1900) se según testimonia Pío Caro en El gachupín
puede decir que la educación de Francisco (2ª ed. Pamplona, Pamiela, 1995, p. 70).
Pina en el Colegio jesuita de Santo Domin- Sus artículos en el diario valenciano versa-
go si, por un lado, fomentó precozmente ban sobre teatro (Valle-Inclán, Pirandello,
su vocación literaria, por otro despertó su Wilde…), sobre el Baroja «social», «inso-
vena crítica y su rebeldía ante la desigual- ciable» y «antisociable», y sobre Gabriel
dad social y la presión clerical de aquella Miró en cuya defensa polemizó con su pai-
ciudad episcopal. sano el erudito archivero de la Real Aca-
Fácil es suponer que la vida laboral de demia de la Historia, Justo García Soriano
Pina estuvo erizada de dificultades. «Lu- (1884-1949). García Soriano acababa de
chando mucho puedo decir que he vivido publicar en 1927 un libro sobre Carrillo
siempre con arreglo a mi temperamento. Sotomayor y los orígenes del culteranismo
No sirvo para mandar ni para ser man- que dio pábulo a la devastadora campaña
dado; desprecio con la misma fuerza a los de Luis Astrana Marín contra las «impos-
amos y a los esclavos» escribía en su artícu- turas vanguardistas», que no por casuali-
lo «¿Servirá esto?» (El Noticiero Regional dad vinieron a coincidir con las maniobras
de Alcoy, 21-4-1929). Se emancipó a los clericales contra el ingreso en la RAE del
dieciocho años y, hacia 1921, trató de si- escritor alicantino a quien Astrana acusa-
tuarse en Madrid como traductor sin éxito, ba de cultivar un «estilo leproso», signo
pero a principios de 1923 estaba de nuevo de degeneración literaria, y a cuya «mano
en Orihuela desde donde remitió una in- oculta» atribuía la decisión de conmemo-
cendiaria crónica anticlerical al semanario rar oficialmente el Centenario del poeta
El Motín (27 de enero) dando cuenta de cordobés causa de la nefasta moda gongo-
las actividades republicanas de la Casa de rina. Pina no pudo mantenerse al margen
la Democracia de la localidad. Después, de la ola cuando esta llegó a Orihuela y se
según declaración propia, trabajó como enfrentó a García Soriano con energía til-
oficinista en una capital de provincia, pre- dándolo de «fósil» y «desleal» en una serie
sumiblemente Murcia (suposición mía que de artículos aparecidos en El Pueblo en los
quizás permitiría explicar su colaboración primeros días de octubre de 1927.
en el Suplemento Literario de La Verdad En 1929, ya al filo de la treintena, se ins-
(21-9-1924) impulsado por José Balles- tala en Madrid para ocupar la secretaría
ter Nicolás y Juan Guerrero Ruiz). Entre de la nueva Editorial España que dirigía
1926 y 1930 reside en Valencia, colabora Luis Araquistáin. Conoce a José Díaz Fer-
624

nández, colabora en Nueva España, La Barcelona donde fue nombrado consejero


libertad, Estampa y Leviatán, sin perder el del Banco de España: «una de las tantas
contacto en Valencia con Marín Civera en bromas pesadas con que nos sorprendía la
cuya revista Orto aparece varias veces su contienda en medio de su rígida severidad»
firma en 1932, entre ellas la primera crí- porque –justificaba en sus Apuntes de un
tica cinematográfica suya localizada has- desterrado– «no he tenido nunca predilec-
ta ahora sobre ¡Viva la libertad! de René ción por los temas económicos […] pero,
Clair, que considera un filme anarquista. de pronto me vi obligado a administrar –
Por aquellas fechas obtuvo un puesto de con otras personas que si sabían su come-
trabajo administrativo en la Junta Cons- tido– los bienes caudalosos de la nación».
tructora de la Ciudad Universitaria ma- Tras la caída de Cataluña cruzó la frontera
drileña. Frecuentó el Ateneo y las tertulias francesa en febrero de 1939. Por suerte su
del café Regina y de la Granja del Henar condición de consejero del Banco de Espa-
donde trató a Valle-Inclán junto a Ricardo ña le valió para salir pronto del campo de
Baroja, el portugués Novais Teixeira , Luis St.-Cyprien, donde coincidió con Francis-
Bello, García-Bilbao, Gutiérrez Abascal, co Camacho documentalista republicano
Domenchina y Sindulfo de la Fuente, los durante la guerra, director de la versión
tres últimos futuros compañeros en el des- muda de Zalacain el aventurero (1929) y
tierro mexicano. del largometraje sonoro El cura de aldea,
La guerra civil lo llevó a la Comisión de sobre la novela de Pérez Escrich (1935).
Trabajo Social del 5º Regimiento en cuyo Tras permanecer cuatro meses en Fran-
periódico Milicia Popular firmó con su cia, con el auxilio del SERE, llegó a Vera-
apellido algunos artículos. En 1936 man- cruz a bordo del Mexique en julio de 1939.
tuvo correspondencia con Max Aub a pro- Establecido en la Capital Federal, se sos-
pósito de su adaptación teatral de la novela tuvo con traducciones del francés y cola-
Soborno del soviético Tarasov-Rodionov boraciones en la prensa diaria (El Popular,
que había sido traducida en 1930 por Ta- El Nacional, Novedades) que se fueron
tiana Enco de Valero y José María Quiroga orientando paulatinamente hacia la crítica
Pla para la Editorial España. Imprevisible- cinematográfica en un contexto donde, a
mente, Tarasov había de caer en desgracia, su llegada, el séptimo arte era mirado con
acusado de trostkismo, siendo ejecutado en desprecio desde sectores cultos. Su labor
la URRS en septiembre de 1938. crítica y su entusiasta cinefilia, estrecha-
Pina volvió a Valencia en 1937 para des- mente vinculada a referentes literarios, le
empeñar imprecisas funciones económicas fueron ganando el respeto de jóvenes críti-
relativas a su empleo en la Junta de la Ciu- cos y cineastas mexicanos en un momento
dad Universitaria, antes de trasladarse a en que la industria cinematográfica azteca
RESEÑAS

625

intentaba crear su sello nacional emulando Mexico y pronunciando una conferencia


el modelo funcional de la «fábrica de sue- sobre Juan Antonio Bardem en el Ateneo
ños» de sus vecinos del Norte. Desde 1951 Español (1956). Aunque del director de
las crónicas semanales de Pina en los suple- Cómicos le interesaba ante todo su modo
mentos culturales de Novedades y de Siem- realista de captar ambientes y personajes
pre– dignificaron el género y contribuyeron vivos, no dudaba en valorar –contra la
a la formación de una generación de críti- opinión generalizada de la crítica– detalles
cos que confluyó en la revista Nuevo Cine estéticos como «la incomparable maestría»
(1961). En su biografía de Chaplin «genio con que utilizaba los primeros planos de
de la desventura y de la ironía» (El Aque- rostros «para subrayar ciertos diálogos que
larre, 1952, ampliada en Grijabo,1957) no merecen ese privilegio» (p.142). Pero su ac-
sólo revelaba –según José de la Colina– el tividad profesional más oscura y constante
trasfondo ideológico del genial cómico sino en relación con el cine fue la de sostener, a
el suyo propio. «Pina veía el cine desde un partir de 1940, una serie popular de «nove-
punto de vista principalmente moral: a cada lización» anónima de películas –La Novela
obra le pedía ser, sobre todo, una posición semanal cinematográfica– que reproducía
espiritual ante la vida. Desdeñó siempre el con éxito el precedente de la colección ho-
film frívolo, el film que no contuviera una mónima comercializada en toda España
visión del mundo personal y valedera para por el editor barcelonés Francisco-Mario
los espectadores». Con el mimo Colina, Bistagne desde 1922 a1932. Recordaba
con García Ascot, Carlos Fuentes, Eduar- Colina en 1972, que en esta labor divulga-
do Lizalde y Emilio García Riera solía re- tiva no se limitaba a transcribir literalmen-
unirse en el cine-Club del Institut Français te los argumentos: «cuando un personaje le
para debatir los problemas del cine mexi- era simpático, con una angélica infidelidad
cano. «Pina ya escribía en serio sobre cine el redactor le añadía virtudes ideológicas
en una época en que nosotros, adolescentes y morales. Durante muchos años, cuando
aún, tratábamos de formarnos una cultu- iba yo a visitarlo, encontré a Pina dictando
ra cinematográfica» –afirmaba Colina en a una taquimecanógrafa alquilada por una
el primer número de Nuevo Cine (abril de tarde aquellas tramas de filmes que le pro-
1961). curaban el vegetal yantar.» [p. 41] En el úl-
El periodista oriolano, aparte su interés timo tramo de su vida –murió en México a
por Buñuel, también se mantuvo muy aten- finales de 1971*– dedicó dos nuevos libros
to a los indicios renovadores del cine rea- al séptimo arte –El Cine japonés (1965) y
lista español a mediados de los años 1950, Praxinoscopio. Cosas y hombres del cine
escribiendo sobre este asunto en el Boletín (1970).
de la Unión de Intelectuales Españoles de Francisco Pina se integró en el grupo que
626

frecuentaba la Librería de Arana que acabó cine –Chaplin y René Clair–; Gabriel Miró
constituyendo a fines de 1949 la eutrapéli- –cuatro artículos de diversa motivación
ca tertulia-editorial del Aquelarre, que se pero con frecuentes referencias oriolanas–;
reunía los viernes para cenar en el restau- las reseñas de los dos libros primerizos de
rante El Hórreo. Fueron sus fundadores Si- Gil-Albert (La fascinación de lo irreal; Vi-
món Otaola –otro hombre de cine–, Arana, bración de estío) y de Sender (Mr.Witt en el
Pina y Enríquez Calleja a quienes se fueron Cantón); una sentida necrológica de Félix
agregando, entre otros, Mariano Grana- Azzati y, por último, tres artículos de con-
dos, León Felipe, Manuel Andújar, Pedro tenido propiamente político, sobre la re-
Garfias, Juanino Renau, Arturo Perucho, volución soviética, la lucha china contra el
Anselmo Carretero, Rivero Gil y el joven imperialismo y la organización de un casi-
José de la Colina. A ellos se unió Pío Caro no republicano en Valencia. Tan sólo figura
Baroja a su llegada a México en 1953, pre- un breve texto de los publicados en Milicia
sentado precisamente por Francisco Pina. Popular durante la guerra.
La cuidadosa selección de textos que De sus treinta dos años de exilio mexica-
componen esta antología da una idea muy no se incluyen nueve artículos que, aparte
proporcionada de los principales asuntos sendas reseñas dedicadas a libros de Otao-
literarios recurrentes en la atención de Pina la (Unos hombres) y de Sender (Mosén Mi-
como periodista y como ensayista, orde- llán), versan acerca del cine de Buñuel y del
nados cronológicamente. A su producción nuevo realismo español. Tras ellos se inser-
anterior al exilio (1923-1937) correspon- ta completo El Valle-Inclán que yo conocí
den ocho artículos publicados en El Pue- y otros ensayos, editado por la Universidad
blo y otros ocho en publicaciones diversas Autónoma de México en 1969. En este
de Orihuela, Murcia, Valencia y Madrid, a libro Pina vuelve sobre gran parte de los
los que se suma el mencionado prólogo a temas literarios que le preocuparon en su
Cómo pudieron ser y el texto íntegro de su juventud: Valle, Miró, Galdós y Baroja. So-
fundamental ensayo Escritores y pueblo, bre este último revisa y actualiza seis capí-
compuesto en simultaneidad con El nuevo tulos de su citada biografía de 1928, y aña-
romanticismo de Díaz Fernández con el de otro nuevo sobre el novelista y la Guerra
que bien merecería un estudio comparati- civil española, enriquecido con testimonios
vo. Los asuntos predominantes son el tea- personales. Siguen interesantes apreciacio-
tro contemporáneo –Valle-Inclán, Shaw–; nes sobre Gómez de la Serna, Antonio Es-

*
Al comentar esta reseña con nuestra compañera de redacción Amparo Ranch nos precisa que Pina se
suicidó, según recuerda Pío Caro Baroja (El Gachupín. En busca de la juventud perdida, Pamplona, Pamiela,
p. 314).
RESEÑAS

627

pina, Cela, y un minucioso comentario a ensayo Escritores y pueblo con respecto a


propósito del libro de Claude Couffon Ori- los artículos colindantes. Chirrían particu-
huela et Miguel Hernández (Paris, 1963) larmente los erráticos despropósitos con-
que reaviva intensamente el recuerdo de su centrados en el pie del grabado de la página
ciudad natal y recrea con minuciosidad los 31, donde los nombres de algunos de los
últimos momentos del poeta en el Refor- amigos de la Librería de Arana sufren in-
matorio de Adultos de Alicante siguiendo merecidas alteraciones que amenazan con
los datos de primera mano que le facilita- despistar a lectores confiados: Ortaola por
ba el libro del investigador francés. Más Otaola; Goya por Gaya; Rolea por Bolea y
directos y testimoniales son sus «Apuntes Rivera por Rivero. No obstante, tales mi-
de un desterrado» que ofrecen una insólita nucias no ensombrecen el hecho de que con
visión memorial de sus primeros pasos en este libro, primero de Francisco Pina que se
el exilio y de su breve estancia en el cam- publica en España desde 1930, comienza a
po de Saint-Cyprien con distanciamiento saldarse una deuda inexcusable.
no exento de cierta socarronería barojiana
Cecilio Alonso
pero siempre emotivo y sensible a la catás-
trofe republicana española. En Francisco
Pina prevalece un firme concepto progre-
sista de «vanguardia verdadera» y de com-
promiso democrático que no remite en su
madurez mexicana. Sus ideales de ilustra-
ción y cultura populares están traspasados
por un halo de independencia intelectual,
próxima al idealismo ácrata, que no oculta
su respeto por el Partido Comunista, al que
estuvo afiliado durante la guerra, pero que
no se somete metodológicamente a ningu-
na disciplina ideológica partidista.
Un sólo pero cabría poner al encomiable
trabajo de recuperación que entraña esta
oportuna edición. Hubiera sido deseable
que el maquetista del volumen visualizara
con mayor precisión el límite entre los tex-
tos correspondientes a la producción espa-
ñola y a la mexicana de Pina, así como que
hubiera prestado mayor diferenciación al
628

Personas, artistas y 1947-1970, editado en Rennes por el Cen-


tre d’études hispaniques, hispano américai-
máscaras nes et luso-bresiliennes de l’Université de
Haute Bretagne (1973). La edición bilingüe
que aquí reseñamos respeta, en líneas gene-
antonio otero seco, Écrits sur Dalí et Picasso. rales, el orden cronológico de aparición y
Édition bilingue. Dessins de Mariano Otero. va dirigida preferentemente a lectores fran-
Rennes: La Part Commune, 2016. 237 p. ceses por cuya razón de cada artículo se
ofrece primero la traducción con las notas
pertinentes, seguido de la versión original
De Antonio Otero Seco (Cabeza del castellana en cursiva sin notas. Son deta-
Buey, Badajoz, 1905-Rennes, 1970) nos lles que describimos a riesgo de resultar
llega un nuevo volumen, tipográficamente prolijos, para patentizar el sumo cuidado
gemelo del que la misma editorial bretona con que está resuelto el diseño del libro, en
publicó en 2013 con textos suyos sobre cuya confección también han intervenido
García Lorca (véase Laberintos, 15 (2014), sus hijos Mariano y Antonio: el primero
concebido con idéntica voluntad de reavi- con siete dibujos originales a toda página
var la memoria del autor. En esta ocasión –cinco de ellos recientes– al frente de cada
se trata de siete ensayos críticos de varia par bilingüe; el segundo con oportunas no-
extensión sobre Picasso y Dalí dispuestos tas a pie de página en la versión francesa
con alternancia temática para propiciar el de algunos textos completando la eficaz
contraste entre ambas figuras. Vieron la luz anotación de la traductora Michèle Lefort.
originariamente en español, entre 1958 y El volumen se abre con una semblanza
1967, en publicaciones americanas como de Otero Seco realizada por quien fue su
El Tiempo (México), Cultura Universitaria y amigo durante muchos años el periodista
El Papel literario (Caracas), Asomante y La madrileño, depurado y represaliado por
Torre (Puerto Rico), Ibérica (Nueva York), el franquismo, Antonio Piñeroba Azpi-
y reproducidos por algunas otras. ri (1904-1988), quien recuerda lugares y
Cuatro de los artículos coleccionados se periódicos frecuentados por ambos en el
centran en Picasso y otros dos en el pin- Madrid de la ante guerra, donde los perio-
tor de Cadaqués; el restante, más extenso distas convivían en tertulias o en gabine-
y ambicioso, los reúne a ambos con Le tes de prensa sirviendo a opuestos medios
Corbusier y André Breton, en el contexto ideológicos sin perjuicio de su amistosa
estético del surrealismo. Estos estudios fue- camaradería. El exilio convirtió la directa
ron recogidos, sin traducir al francés, en el relación de Piñeroba con el «infatigable y
volumen Obra periodística y crítica I, Exilio: ameno conversador» que había sido Ote-
RESEÑAS

629

ro Seco, en confesión epistolar de por vida Dalí, constante cultivador de la auto mitifi-
que por momentos adquiere tonalidades cación en sus escritos literarios, sin obtener
sombrías al reflexionar sobre el exilio: respuesta estimable por parte de Picasso.
«Cuando, después de haber luchado con El primer artículo de 1958 parte de una
todos los molinos habidos y por haber, vas noticia de actualidad sobre la que afilar su
a restañarte las heridas espirituales, te das ironía: la inauguración del mural de Pi-
cuenta de que no has mejorado. El panora- casso para la sede de la UNESCO en París
ma espiritual de este limbo terrible que es que suscitaba polémicas. Unos echaban al
la emigración se te hace infierno en cuanto vuelo las campanas con fraseología oscura
te descuidas. No perder, es ganar una bata- y admirativa; otros protestaban horroriza-
lla digna del Gran Capitán. La vida es tan dos porque Picasso quería enmendarle la
dura, tan llena de amargor diario, tan pró- plana al Creador, pintando caras con tres
diga en cenizas, que la mayor parte de la ojos. El presidente de la Royal Academy
gente aspira no a ganar batallas sino a que de Londres se rasgaba las vestiduras ante
no se le planteen.» (p. 30). el «histrionismo» de un farsante. Incluso
En este melancólico contexto cobra más Julian Huxley –todo un ex Director Gene-
realce la sobriedad, no exenta de humor, ral de la UNESCO– antiguo admirador del
con que Otero Seco aborda el parangón en- artista malagueño, mostraba su desilusión
tre dos artistas universalmente conocidos – ante una pintura que le parecía «frívola
triunfadores y ricos–, erigidos en símbolos e irreverente». Tras la maquinaria argu-
polarizados de opuestas tendencias esté- mental, Otero resuelve su discurso con un
ticas e ideológicas en el arte y en la vida. hábil quiebro que rompe el sistema para
¿Exiliados o ciudadanos del mundo? Claro poner en evidencia las contradicciones de
que la actitud picassiana de fidelidad a los los detentadores del Poder cultural y, de
valores de la Segunda República y su per- paso, insinuar oblicuamente su respeto por
manente oposición al franquismo lo definen la libertad e independencia del gran pintor:
formalmente como un exiliado, aunque su «¿Y a todo esto qué dice Picasso?» Picasso
eje vital y creativo se situara en un espacio no decía nada porque estaba muy ocupado
supranacional, y de español sólo pudiera en buscar tiempo para ponerse al día y en
acreditarlo su partida de nacimiento y su organizar corridas de toros en Vallauris, en
curiosidad por la tauromaquia. En cambio, honor de Minos y las cerámicas cretenses,
Dalí se convirtió en un ciudadano del mun- bebiendo vino de bota al margen de todo
do sin escrúpulos, adaptado al franquismo convencionalismo, sin dignarse a acudir a
como el guante a la mano. Otero en estos Oxford para recibir la investidura de Doc-
ensayos, viene a ser el árbitro de una celosa tor honoris causa. «Acaso –concluye el ar-
rivalidad, sostenida obsesivamente por un ticulista– en este desprecio picassiano a las
630

ceremonias oficiales y a sus pompas vanas, se torna en sarcasmo al tratar de Dalí, aun
esté la clave de esas dos protestas.» Cabe sin regatearle condición de gran artista.
advertir, si se trata de desentrañar el senti- Subyace un juego de roles en el que este
do global de estos escritos, que en este des- se otorga a sí mismo la corona de genio y
dén olímpico ante quienes otorgan los ho- admite conscientemente el papel de bufón
nores institucionales al artista, radica uno de la burguesía que ríe sus excentricidades
de los factores básicos del respeto que Ote- personales sin atender gran cosa a su pintu-
ro sentía por Picasso, un pintor que hubo ra. El moralista de izquierdas proletarizado
de vivir una juventud, llena de privaciones que es Otero Seco, lo hace objeto de su sá-
materiales y de grandes dudas estéticas tira, salvando el valor artístico de su obra:
antes de revolucionar el arte de la pintura «Dalí, aparte y a pesar de sus bufonadas
devolviéndola al plano con el cubismo. En es un gran pintor y un extraordinario di-
cambio, frente a él Dalí, que por edad llegó bujante, en primera línea entre los grandes
tarde para intervenir en aquel movimien- artistas de nuestro tiempo» (p. 64).
to decisivo para el futuro del arte, aparece Los artículos tercero y cuarto (redac-
como la mente calculadora y provocativa – tados ambos en 1964) plantean de modo
Avida dollars– de un travieso hijo de buena complementario la polivalencia inter-ar-
casa, cuyas ideas están en consonancia con tística del pintor doblado de escritor, caso
lo que se ha llamado «poesía visual», es nada infrecuente en España, desde Pacheco
decir una pintura conceptual. No obstante, a Ricardo Baroja a Gutiérrez Solana o el
al de Cadaqués se le daba mejor el dibujo, exiliado Ramón Gaya –añadiríamos no-
como muy bien insinúa Otero Seco en va- sotros como caso eminente por la lucidez
rias ocasiones, en alguna de ellas con cierta y abundancia de sus reflexiones. Entre la
oblicuidad: «gran dibujante y buen pintor necesidad interior y la propaganda, la «li-
–pero “tampoco”…» (p. 175). En realidad teratura de pintor» constituye un verdade-
Dalí se limitó a desarrollarse como pintor ro subgénero literario de variado espectro.
en el «espacio virtual» de la pintura post A esta cofradía se sumaba Picasso, autor
cubista desechando la exploración del es- de la pieza escénica en seis actos, Le Dé-
pacio natural que había regido el arte pic- sir attrapé par la queue, compuesta en el
tórico desde el Renacimiento. París de 1941, en el contexto de la ocupa-
Bajo este supuesto la causticidad au- ción nazi y de la carestía alimentaria, dada
menta en el segundo artículo (diciembre a conocer en la intimidad (1944) bajo di-
de 1964) donde se contempla la paranoia rección de Camus con la participación de
bien administrada de Dalí, «el atrabiliario Sartre, Queneau y Simone de Beauvoir.
bufón del simpático pincel». La profunda Una pieza en torno a «los placeres de alco-
simpatía que Otero muestra hacia Picasso, ba y comedor» cuya crudeza verbal alcan-
RESEÑAS

631

za momentos de un surrealismo delirante. Referéndum de la ley Orgánica con la que


Para Otero Seco, en su nota de lectura, el el régimen nacional sindicalista trataba de
hecho de que esta farsa en 1964 todavía mudar de piel, y en París se rendía home-
no se hubiera representado en Francia «por naje a Picasso en su 85 cumpleaños. Otero
miedo a escandalizar a los espectadores» constataba el paradójico despertar de la
era una prueba elocuente de la ilimitada conciencia política española que también
libertad provocativa de Picasso que había tomaba a Picasso por bandera: al tiempo
iluminado deliciosamente sus vacaciones que en Barcelona se prohibían conferencias
«con fulgores insospechados». También y homenajes en Madrid una manifesta-
Dalí, con su Journal d’un génie participaba ción de estudiantes solicitaba al Gobierno
de esta doble condición de pintor-escritor de Franco que exigiera a Estados Unidos
pero bajo la sospecha de que los factores la devolución del Guernica. Bien sabían
de su provocación –paranoia, sadismo, es- aquellos estudiantes que tal devolución no
cándalo, exhibicionismo y bufonada– eran era posible porque legalmente el gobierno
«otros tantos instrumentos de trabajo al de Franco no tenía títulos de propiedad
servicio de una insaciable sed de riqueza.» para reclamar una pintura que no le per-
En su Journal… estaba Dalí «entero y ver- tenecía. En realidad, los estudiantes trata-
dadero» porque sus aparentes confesiones ban de poner a los mandatarios españoles
íntimas sobre las miserias del movimiento entre la espada y la pared, para evidenciar
surrealista o el regodeo en las descripcio- que la España Oficial se desinteresaba de
nes sexuales y escatológicas sólo eran –in- un artista reconocido universalmente, pero
sistía el autor– producto de la paranoia adversario del franquismo. En aquella con-
bien administrada, del cálculo impudoroso fusa coyuntura en que crecían las contra-
«de quien está acostumbrado a saltarse a dicciones, la figura de Picasso –a los ojos
la torera las más infranqueables barreras de Otero Seco– salía reforzada y legitimada
morales» (p. 92). Si Picasso, incluso en ante las jóvenes generaciones que ponían
pleno éxito de mercado, pudiera moverse en evidencia el contrasentido de la preten-
a impulsos de una necesidad interior, de un dida liberalización de un régimen obligado
mandato íntimo del conocimiento al ensa- a practicar cara al exterior una política
yar la escritura –cuando no pintaba, como contraria a la que practicaba de puertas
él decía–, Dalí lo haría por un artificioso adentro.
impulso exterior, la propaganda. El sexto estudio, el más extenso y aca-
El quinto ensayo de la colección, «Pi- démicamente elaborado –publicado en La
casso sí pero no», es el de alcance político Torre, la revista de la Universidad de Ríos
más claro. Está firmado en diciembre de Piedras, en San Juan de Puerto Rico (1965)
1966, mientras en España se celebraba el vuelve sobre el carácter obsesivo con que
632

Dalí se ocupa de Picasso en su Journal d’un como hizo con Le Corbusier en su Lettre
génie tratando de establecer retorcidos la- ouverte (1950). A moro muerto gran lanza-
zos freudianos que Otero tilda de «incu- da: «verdadero ensañamiento de pim-pam-
rable complejo picassiano». Dalí nunca pum siniestro» (p. 196). El ajuste de cuen-
superó el hecho de que Picasso, y no él, hu- tas con el surrealismo y con Breton, que no
biera inventado el cubismo. No soportaba aceptó la provocativa inclinación de Dalí a
haber llegado tarde. Una obsesión sin base la mística hitleriana cultivada como pose
porque el debate sobre Picasso se produ- para dar sentido religioso al «sadismo» su-
ce más bien en torno al proceso interior, rrealista, es el último argumento que Otero
genético, que lo lleva a dicho invento, sin Seco desarrolla para sancionar la tortuosa
invadir su vida privada, mientras que Dalí trayectoria moral del controvertido pintor
«ha hecho descansar su circunstancia más ampurdanés.
en sus excentricidades, en sus piruetas casi El texto que cierra el volumen –«Cuatro
siempre de dudoso gusto y extra-artísticas, mujeres con Picasso al fondo», datado en
que en su indiscutible maestría pictórica. julio de 1967– revisa descriptivamente, con
[…] Dalí será conocido mañana por su pin- variable simpatía, unas miradas femeninas
tura. Pero hoy por hoy –concluye Otero– imprescindibles que se ocuparon de expli-
no es así porque ha plantado demasiados car al Picasso hombre, más que a su obra y
árboles frondosos que no permiten ver el que en parte han impuesto secuelas tópicas
bosque verdadero.» (pp.175-177). Dalí de su misoginia, imprevisibles para el Ote-
no era un loco, sino un gran simulador, re- ro de los años 1960, como la película de
flexivo y equilibrado que no daba un paso James Ivory, Sobrevivir a Picasso (1996).
en falso. En este artículo se asientan, con Son, por un lado, los libros de sus amantes,
mayor densidad documental, recuerdos Fernande Olivier (Amélie Lang) –Picasso
personales y anécdotas presenciales, las et ses amis, 1924, dulce y melancólico– y
ideas básicas esbozadas en los anteriores el de Françoise Gilot (Vivre avec Picasso,
acerca de la distinta valoración humana y 1965, agrio, despechado, abominable). Por
artística de ambos pintores, aunque el ri- otra parte, el de su amiga Hélène Pamelin –
guroso juicio moral no entenebrece su ob- Picasso sur la place, 1959, la amistad con-
jetividad estética. Para Otero Seco Dalí se templativa, agudamente observadora– y el
había detenido en la etapa del exabrupto de su biógrafa Antonina Vallentin –Picas-
propio del alborear del surrealismo a tra- so, 1957, de finísimas sutilezas espirituales
vés de un repertorio fraseológico enquis- y hallazgos de interpretación–.
tado y cerrado en un círculo vicioso. A A medio siglo de distancia, el esfuerzo
veces con el mal gusto de hacer objeto de de Antonio Otero Seco por mantenerse
sus dardos a personalidades desaparecidas, equidistante entre la objetividad crítica y
RESEÑAS

633

la innegable simpatía que sentía hacia Pi-


casso, se mantiene muy vivo en estos escri-
tos comparatistas, tanto por la versatilidad
funcional de su estilo literario como por la
coherencia intelectual con que compatibi-
liza criterios de moral socio-política con
argumentos técnicos para sostener el valor
testimonial de la pintura en unos confusos
momentos en que los conceptos pictóricos
se debatían entre el descrédito de la reali-
dad y de su representación natural sin ol-
vidar la especulación monetaria de los pro-
ductos artísticos.
Cecilio Alonso yGabriel Alonso Marín
634

La otra cara del exilio carencias de la orfandad desde muy niña,


no quiso embarcar dejando a sus pequeñas
bajo la responsabilidad de familiares que
presumiblemente iban a sufrir los efectos
Isabel Beltrán Alcaraz, Stanbrook. Vivencias de un
de la represión franquista.
exilio, Valencia, L’Eixam edicions, 2016. 157 p.
Se trata de un relato expuesto con espon-
tánea expresividad, fruto de una portento-
En el entorno de las evocaciones cívi- sa memoria factual aunque no exenta de
cas del penoso viaje del Stanbrook desde fragilidad y de dispensables imprecisiones
cronológico-espaciales propias de los re-
el puerto de Alicante rumbo a una ilusoria
cuerdos escritos a considerable distancia
libertad, en marzo de 1939, hay que regis-
de los hechos. Pero nunca decaen su vera-
trar la reedición de las emotivas memo-
cidad ni su poder de convicción sustentado
rias de Isabel Beltrán Alcaraz (Cartagena,
en una apretada información de mínimas
1915-Elche, 1991), escritas en la distancia
circunstancias de la vida familiar, amistosa
entre 1970 y 1978, publicadas en vida de la
y vecinal. La autora atiende a la dimen-
autora en un rarísimo volumen –comparti-
sión intrahistórica del destierro bajo una
do con Manuela Maciá y Carlos Cebrián– óptica femenina sensitiva, inteligente y re-
que, con el título de Ciclos. Narraciones, flexivamente resignada a la sinrazón histó-
vio la luz bajo el sello «Ediciones inaudi- rica de la guerra civil española donde se
tas» (de la ilicitana Asociación Cultural habían desorbitado las pasiones «en uno
Adagietto, 1989). Sus hijas Helia y Alicia – y otro lado, al disfrazarse de idealistas los
también forzosas pasajeras del Stanbrook– más malvados instintos de los hombres»
ya nos dieron hace unos años la visión con- (p. 13). No es preciso insistir en que su
junta de su despertar a la vida en el exilio metódica ecuanimidad no restó firmeza a
(Desde la otra orilla. Memorias del exilio, las ideas que siguieron defendiendo de por
Elche, Ediciones Frutos del Tiempo, 2006). vida ella y su marido, Nazario González
[Ver Laberintos, 16, 2014]. Ahora es Helia Monteagudo, combatiente en defensa de la
quien nos ofrece una cuidadosa revisión del República y ugetista fundador de las juven-
texto de su madre, bien documentado en tudes de Acción Republicana en Elche.
la parte gráfica y pulcramente editado por Las primeras páginas del libro, de pa-
L’Eixam Edicions, que nos permite acceder tética intensidad, giran en torno a un
a la fuente memorial básica de la familia Stanbrook imaginado como buque-madre
González Beltrán en su exilio republicano «preñado hasta la bandera […] que en-
en Argelia durante el primer decenio de la sancha su vientre para dar cabida y pro-
posguerra. Isabel, que había conocido las tección a su cría». Complementariamente,
RESEÑAS

635

la abnegada figura del capitán, Archibald mentos en los almacenes de racionamiento.


Dickson adquiere la dimensión protectora Pero nadie daba nada a nadie» (pp. 23-24).
de «un gran padre de todo aquel ejército Los malos augurios y voces de alarma,
desolado de hombres y mujeres con destino infundadas o no, los temores a ser inter-
desconocido» (p. 23), que reparte ánimos ceptados por barcos fascistas con base en
y advertencias para evitar que los movi- Baleares, acentuaban la desesperación has-
mientos de aquella masa humana pudieran ta el suicidio. Un hombre enloqueció en la
impedir que el buque llegara a su destino. bodega repleta de una masa de gente allí
Pero la autora, siguiendo su propósito de encerrada que, a la luz proyectada de una
no incurrir en sublimaciones unilaterales o linterna, ofrecía un cuadro trágico con
modélicas, recuerda que a bordo no todo sus figuras alargándose alternativamente
era solidaridad. En la cubierta y en las bo- «como del Greco» pero amontonadas «al
degas dominaba un bronco instinto de su- estilo de Goya» (p. 24). Entre estas aluci-
pervivencia entre más de tres mil personas nantes imágenes, brotaban improvisadas
cuyo objeto inmediato era salvar la vida y amistades femeninas de unas horas que
evitar los efectos no deseados de la derrota. propiciaban, mientras sus hijos dormían,
A las angustias del bombardeo a la salida confesiones íntimas y escalofriantes relatos
del puerto, el 28 de marzo, se sumaban las sobrevenidos, como el de la caída republi-
porfías y tretas por el acomodo en el escaso cana de Málaga (febrero de 1937), que re-
espacio disponible, reducido aún más por novaba el temor por los que habían queda-
el desigual volumen de los enseres que ha- do en España «a merced de otros hombres,
bían conseguido subir a bordo. Gran parte carne de lucha por naturaleza, que habían
de personas iba con lo puesto pero no fal- perdido la moral y el sentido de lo humano,
taban figuras cubiertas de pieles aferradas para sólo ser instrumentos de guerra.» (pp.
a un maletín con alhajas a las que fiaban 32-33). La llegada a Orán parecía un sueño
su futuro. La desproporcionada disposi- liberador pero, en rigor, fue el comienzo de
ción de provisiones y el desentendimiento una cadena de pesadillas a la que era nece-
egoísta de muchos llegaba a hacerse inso- sario sobreponerse para subsistir en aquel
portable en aquel hacinamiento forzoso de angustioso éxodo. La incertidumbre de la
veinticuatro horas, subjetivamente eternas: inicial separación, con la evacuación de las
«Repartí a mis hijas los pocos restos de la mujeres y de los niños, tuvo para la fami-
cena en la primera hora de la mañana, No lia González Beltrán el beneficioso efecto
me quedaba nada más que comer. Había de evitar la disgregación y los campos de
mucha gente con sacos de comida, panes, concentración, al encontrar muy pronto el
bacalaos enteros, conservas. Gentes de aval y acogida de unos familiares estableci-
campo o con posibilidades para obtener ali- dos de Argelia.
636

Parte muy extensa de estas memorias bajo en carpas con empresarios abusivos,
describe la vida doméstica desarrollada anécdotas relativas a las actuaciones infan-
en lugares varios y en sucesivas viviendas, tiles o a sabrosas «morcillas» que garanti-
algunas sin luz eléctrica, ocupadas casi zaban el éxito de una comedia... A veces
siempre con el signo de la provisionalidad las limitaciones de la compañía obligaban
y el desahucio –el carro de los enseres per- a drásticas refundiciones con reducción de
manentemente dispuesto–, bajo las suspi- personajes para poderlas adaptar al elenco
cacias de irritables propietarios pero con disponible. El curso de la guerra y la ocupa-
la cariñosa comprensión vecinal de la que ción alemana añadió sobresaltos. La Ges-
Isabel Beltrán ofrece demorados apuntes tapo irrumpía a mitad de función y –pese
llenos de ternura y gratitud, recordando la a disponer de documentación en orden– se
humilde amistad que hacía más llevaderas hacía preciso eludir sus inspecciones para
tantas carencias. Tan persistentes, variados impedir que su condición de refugiados es-
y dispersos son en el relato estos motivos pañoles los llevara a la cárcel o a un campo
que sería vano empeño tratar de resumirlos de trabajos forzados.
aquí. El teatro hubo de alternar entonces con
Como ya tuvimos ocasión de apreciar en la fabricación casera de jabón –nocturna
las citadas memorias de sus hijas, durante y clandestina, en el mismo cuarto donde
la primera mitad del destierro fue tabla de dormían los niños– mezclando grasa del
salvación familiar –tanto en lo relativo a la matadero y sosa cáustica. «Los sábados y
integración social como en el aspecto eco- domingos, teatro por los pueblos, y entre
nómico– la intermitente dedicación al tea- semana, jabón», resume Isabel (p. 65). En
tro, oficio al que se entregaron durante seis los momentos más adversos actuaron en
años con ilusión de aficionados y creciente Tiaret donde estaba confinado el último
exigencia profesional en la recompuesta alcalde socialista de Elche, Manuel Rodrí-
«troupe» teatral de Antonio Pineda. Su re- guez Martínez, junto a otros exiliados, que
pertorio de comedias, zarzuelas y varieda- pasaban momentos difíciles bajo amenaza
des, iba destinado a la numerosa población de repatriación forzosa: «Recuerdo la in-
de habla española distribuida por las diver- yección de ánimo que fue para todos ellos
sas localidades del Oranesado. De esta ac- nuestras actuaciones teatrales. ¡Cómo les
tividad escénica quedan dispersos en este gustaba las canciones de fin de fiesta que
libro datos de primera mano sobre ensa- les hacía llorar pensando en la terreta!». La
yos (pp. 47-48), tipo de público, reparto autora recuerda con emoción el agradeci-
diario de beneficios (p. 49), incorporación miento del ex alcalde para quien el paso de
al grupo de nuevos exiliados españoles, los cómicos por aquella ciudad «fueron los
búsqueda de locales para representar, tra- mejores días desde hacía mucho tiempo»
RESEÑAS

637

(p. 74). Terminada la guerra todavía parti- sin llevar ninguna insignia que significara
ciparon en una temporada de comedias –su nada, tendían la mano a los desvalidos a
primera temporada de «teatro de verdad»– cambio de nada, o de muy poco, porque no
en el Folies Bergère y en otros locales de se trataba de vanidad ni consigna, era sim-
Orán, antes de salir a flote con un modesto plemente amor hacia el prójimo. […] En
taller de alpargatería, con todos los permi- cambio hubo gente, exiliados allí, que no
sos legales, que los convertía en residentes nos ayudaron ni un ápice en comparación.
de pleno derecho. Pese a este giro favorable Esa es la diferencia. Por eso yo no creo en
en la economía, la nostalgia familiar y los esos títulos que los hombres lucen en la so-
primeros brotes del nacionalismo argeli- lapa. Tampoco creo en sus palabras, creo
no, les empujó a regresar a Elche en 1949, más en esos callados hechos humildes y
amparados en su insignificancia y en los oportunos, sin pancarta, esa pequeña gota
necesarios avales (p. 152) lo que no dejó que cae en el espíritu cuando este está tris-
de suscitar las reacciones ideologizadas te en soledad. La soledad acompañada del
de quienes consideraban que todo regre- desencanto. Sin embargo, los pocos dones
so anticipado era una forma de claudica- recibidos nos ha hecho vivir siempre agra-
ción. Sin duda estas discrepancias dejaron decidos, porque teníamos tanta fe, que nos
huella en el ánimo de la autora, pues sus parecían cosas grandes por llegar desde
secuelas se dejan ver en algunos resquicios nuestros camaradas.» (pp. 147-148).
de su relato. Si se entiende por ideología La autora sentía la objetividad y el sen-
la autojustificación interesada de las más tido común como virtudes femeninas y se
diversas prácticas sociales, a Isabel Beltrán mostraba comprensivamente decepcionada
la experiencia del exilio parece haberla lle- por las estériles disputas de los hombres
vado a la conclusión de que el empecinado alentados por las noticias radiofónicas que
idealismo masculino de los republicanos hacían pensar en un pronto regreso a la
españoles había trasladado al destierro el Península : «Ahora, ahora, ahora… Y así
modelo de irreductibles disensiones inter- un año tras otro, con una esperanza, nada
nas que los había conducido a la derrota más que la ilusión perdida. Añoraban una
durante la guerra civil. Sin personalizar, República que no supieron cuidar. Los re-
le infundían poca confianza los dirigentes publicanos por su ingenuidad, los demás
del exilio y, en cambio, se manifestaba in- partidos porque la utilizaban como un
equívocamente mucho más próxima a las trampolín para alcanzar sus metas políti-
gentes humildes con las que convivió en la cas, y todo ello sobre un pueblo inmaduro
Oranía sin distinciones étnicas, religiosas y falto de preparación para hacer realidad
o políticas, lo que deja en este libro algu- lo que fue una esperanza, la de que se ter-
nas notas llenas de gratitud. «Gentes que minaran privaciones e injusticias. Y todas
638

las polémicas, todos los coloquios giraban Carlos Barciela y Carmen Ródenas, eds.,
sobre lo mismo, pero cada cual arrimando Chemins de fer, chemins de sable. Los es-
el ascua a su sardina. Y yo como especta- pañoles del transahariano. Pról. de Alicia
dora paciente, hacía mis cuentas y mis ob- Alted Vigil. Alicante: Publicaciones de la
servaciones bajo el punto de vista que mi UA, 2016. 125 p.
falta de fanatismo me permitía ver. Pero
unas palabras con objetividad era como
hacer estallar una bomba que les hacía Una oportuna investigación fotográfica
aferrarse más a esa lógica que tantas veces ha sido el origen de un libro de notable ni-
falla, cuando no se quiere ver la realidad vel científico y alto compromiso intelectual
porque es triste para nosotros.» (p. 122). que, combinando intención divulgativa y
No hemos de terminar sin insistir en rigor conceptual, viene a sumarse a la cre-
la importancia de la óptica femenina y el ciente curiosidad sobre una de las parcelas
independiente sentido de realidad que se más oscuras del exilio republicano español,
desprende de la naturalidad con que están el del Norte de África.
concebidas estas memorias con sabor tes- La profesora Carmen Ródenas, de la
tamentario, impregnadas, pese a todo, de Universidad de Alicante, emprendió entre
nostalgia de un exilio marcado por el amor, 2006 y 2014 la documentación gráfica de
la maternidad y un trabajo extenuante. los vestigios más duraderos del frustrado
proyecto del ferrocarril transahariano cuyo
Cecilio Alonso
primer tramo discurría por la frontera entre
Argelia y Marruecos. Esta circunstancia,
cada vez más frecuente, de la imagen como
fuente desencadenante del discurso histó-
rico textual ha dado pie a la confluencia
de los cuatro densos artículos, recogidos en
este volumen que –asumiendo inevitables
reiteraciones documentales– se aproximan
al asunto desde la reconstrucción general
del contexto neocolonial franco-español de
la primera mitad del siglo XX, hasta la des-
cripción pormenorizada del infortunio de
los exiliados españoles internados en cam-
pos de trabajo durante los años de la se-
gunda guerra mundial, como mano de obra
forzosa en el quimérico proyecto de cons-
RESEÑAS

639

truir un ferrocarril que pusiera en comu- En tal contexto se explica que el impe-
nicación Argelia con las colonias francesas rialismo francés de 1940 recurriera a los
del África Occidental. Como anticipa Ali- vencidos de la Guerra Civil española para
cia Alted en su prólogo este libro invita al promover uno de los episodios más inútiles
lector a un viaje a través de la historia y de y crueles de la política gala entre 1940 y
la memoria a partir de los indicios visuales 1944 cuya clarificación hoy ofrece respues-
que Carmen Ródenas ha fijado mediante el tas a la «cuestión moral que conlleva una
ojo de su cámara para ir al encuentro de colonización que superó las capacidades
un pasado sepultado bajo la arena, donde humanas y materiales del colonizador.»
no sólo yace el desproporcionado castigo (p. 19). En el Norte de África, ante los in-
sufrido por buen número de refugiados es- contenibles flujos de refugiados españoles,
pañoles y judíos –víctimas del odio racial y reinó la misma improvisación con que la
de la xenofobia–, sino también para apre- Administración francesa había actuado
ciar «hasta donde pueden llegar la miseria ante la masiva llegada de vencidos por la
y la maldad humanas en situaciones límite, zona pirenaica. Los refugiados estaban su-
como las que se produjeron en los campos jetos al control que permitía la detención
de trabajo y castigo construido en los már- de «extranjeros indeseables» y en abril
genes del trazado ferroviario». 1939, días después de la derrota republica-
Las líneas generales de este «sueño co- na, Édouard Daladier ya había decretado
lonial francés» son situadas por el profe- la instauración de Compañías de Trabaja-
sor Albert Broder en el marco indisociable dores extranjeros bajo autoridad militar
de la crisis moral derivada del conflicto para asegurar su participación en servicios
de 1914-18, y de los prolongados efectos estratégicos no combatientes como coope-
económicos de la Gran Depresión en Eu- ración «para el despliegue de la guerra». El
ropa, que puso en evidencia la pérdida del Gobierno de Vichy, en septiembre de 1940,
control de las élites dirigentes sobre el com- transformó las CTE en Grupos de Trabaja-
portamiento de la sociedad. A la amenaza dores Extranjeros (GTE) en régimen de tra-
de la pérdida de conquistas democráticas bajos forzados con objeto de garantizar su
alcanzadas en los cien años precedentes, se manutención. Junto a republicanos espa-
sumaba una preocupación existencial de ñoles que no habían obtenido el estatus de
las masas en relación con sus respectivas refugiado político, formaron parte en ellas
culturas nacionales que agudizaba brotes judíos con tarjeta de residencia, antifascis-
de racismo y xenofobia, por desgracia, aún tas y excombatientes deportados de la Le-
latentes a principios de nuestro siglo XXI, gión Extranjera, brigadistas internaciona-
pese al señuelo de la construcción europeís- les y miembros de PCF. Pronto se contaba
ta. con una veintena de campos de interna-
640

miento entre Marruecos y Argelia, gestio- anticolonialista, sustentada en las obser-


nados por la administración colonial, en vaciones de Jeremy Bentham relativas al
condiciones alimenticias e higiénicas muy desmembramiento del imperio español en
severas, en campos improvisados, cercados América a comienzos del siglo XIX, trans-
por alambradas, sin edificaciones de obra, feribles, con toda propiedad a la situación
instalados en tiendas militares o marabouts hispano-marroquí posterior a 1909 , (pp.
(p.28). En 1941, firmado el decreto de 38-39), denunciada con riesgo de su vida
construcción del transahariano, los «equi- por el entonces socialista M. Ciges Apari-
pos disponibles» se transfirieron a la nueva cio en diversas campañas de prensa que le
Sociedad del ferrocarril Mediterráneo-Ní- costaron el exilio –véase su libro Marrue-
ger, con sede en Argel, que se comprometía cos. Entre la paz y la guerra (1911)– aun-
a abastecer los campos móviles situados a que, ciertamente, entre sus fundamentos
lo largo de la línea. A partir de entonces los teóricos no figuraba el filósofo y jurista
CGT quedaban a disposición de dicha So- británico. Ciñéndonos a las responsabili-
ciedad encargada de gestionar la mano de dades de la Segunda República en relación
obra, entre la que los españoles, a juicio de con Marruecos, el africanismo militar y el
su director, parecían dar los resultados más sostenimiento de las fuerzas armadas en la
satisfactorios «por lo que sería útil hacerles zona de protectorado, –pese a los prece-
un contrato a jornada completa con sala- dentes anticolonialistas del Partido Socia-
rio, ropa y días de descanso». (p.31) Sin lista y de la Izquierda durante el reinado
embargo las condiciones, en lo que pudiera de Alfonso XIII– los sucesivos gobiernos
tener de favorables para los internados, no republicanos agravaron los errores conce-
se cumplieron por la falta de progreso en diendo inicialmente excesiva autoridad al
las obras y la no dotación de infraestruc- poco después golpista general Sanjurjo, o
turas. En 1943, cuando se abandonaron llamando a Franco para reprimir la Revo-
prácticamente las obras, los republicanos lución de Asturias con fuerzas coloniales
españoles que seguían realizando trabajos en 1934. Con tales precedentes el peso
en la línea al sur de Colomb-Béchar ha- de Marruecos iba a ser decisivo en julio
bían instalado 62 kms. de raíles sin que se de 1936, como prueba el atinado análisis
produjera ningún tráfico. «A partir de este y la documentación aportada con agilidad
momento tendrían libertad de movimiento expositiva por el autor con la base de una
y abandonarían las obras» (p. 32). extensa y actualizada bibliografía.
Complementariamente el profesor Car- La segunda parte del libro –ilustra-
los Barciela aborda la cuestión de la políti- da con viñetas de Los surcos del azar, de
ca española en la zona norte del protectora- Paco Roca (Bilbao, Astiberri, 2013) atien-
do marroquí desde una perspectiva crítica de específicamente a la suerte corrida por
RESEÑAS

641

quienes lograron escapar de la represión republicanos refugiados en las colonias


interior pero se vieron atrapados en una francesas del Magreb a lo largo del periodo
inesperada pérdida de libertad propiciada 1936-1943. (p.67).
por la especie de cordón sanitario, admi- Sobre dicha estimación, obtenida me-
nistrativo y político establecido por las au- diante el análisis de diversas fuentes, el
toridades coloniales francesas. En tal sen- autor registra las sucesivas decepciones
tido el texto de Juan Martínez Leal es una vividas por la mayor parte de estos refu-
sustanciosa aportación –enriquecida con la giados tras llegar a destinos que presu-
abundante literatura testimonial produci- mían plataformas de libertad. Inesperado
da en los últimos años– que se abre con la calvario que se iniciaba con la cuarentena
referencia al plan de evacuación diseñado de las embarcaciones en los puertos de
por Negrín, frustrado en gran medida por arribada, el fichado y clasificación de los
el abandono de la base naval de Cartage- pasajeros hambrientos y llenos de miseria;
na por la flota republicana, que privó a la que tropezaba con la resistencia inicial de
Republica de sus últimos medios de eva- las autoridades francesas a garantizar el
cuación, propiciando «un éxodo caótico y abastecimiento alimentario y las mínimas
tumultuoso» que se dirigió a Alicante con- condiciones higiénicas. Pese a la interven-
vertida en última puerta hacia el exilio (pp. ción de los diputados de izquierdas y de la
60-61). Desde allí fueron saliendo duran- prensa reforzando a los Comités de Ayuda,
te el mes de marzo varios buques –más de el desembarco fue extremadamente lento.
1.700 pasajeros en el Marionga Ronwyn y Respecto a la posterior ubicación de los
en el Africa Trader–, sin contar los cente- exiliados, el autor asume la insuficiencia
nares que lo hicieron a bordo de numero- de la terminología habitual de campos de
sas barcas de pesca que zarparon de otros «concentración o de internamiento», cuya
puertos de la provincia. El tremendo epi- generalización es imprecisa por la cam-
sodio del Stanbrook –fletado por la Fede- biante naturaleza de los mismos y por la
ración Socialista Provincial– fue colofón y pluralidad de denominaciones que recibie-
símbolo de aquella desesperada evacuación ron estos recintos –desde campos de inter-
de gente común, lejos del carácter selectivo namiento o centros especiales de reunión
que tuvieron los 500 pasajeros transpor- a centros de prisioneros, de encarcelamien-
tados desde Valencia a Orán el 28 por el tos, de trabajos forzados o disciplinarios.
mercante Lezardrieux (28 de marzo), o los Las minuciosas investigaciones de Eliane
numerosos responsables políticos y milita- Ortega Bernabéu – expuestas on-line desde
res, evacuados por vía aérea. Martínez Leal 2010*– que corrigen muchos testimonios
estima, con la consiguiente aportación de formulados por memorias con frecuencia
datos, entre diez o doce mil los españoles muy distanciadas de los hechos, el término
642

‘campo de concentración’ no tuvo uso en paña, correspondencia censurada, disputas


el Magreb. Ello decide a Martinez Leal a con enfrentamientos entre internados de
definirlos en función a) de sus caracterís- distintas tendencias ideológicas y, sobre
ticas, b) de su finalidad y c) de su régimen todo, sueños de fuga, pero también activi-
disciplinario. Así en los primeros meses del dades deportivas, educativas y culturales
exilio, hasta el comienzo de la guerra mun- gestionadas por los propios refugiados,
dial, abundaron los campos de alojamiento, con un altruismo que sólo las convicciones
acogida y clasificación. Después se produ- democráticas podían generar.
jo la diversificación con el trabajo forzoso Pero los campamentos que se formaron
asignado a los extranjeros integrados en las en torno a la construcción del Transaha-
CTE con el objetivo teórico de que los refu- riano, distribuidos en tramos de 15 a 20
giados prestaran sus trabajo durante perio- kilómetros –Colomb Béchar, Beni Abbés,
dos equivalentes al tiempo que los ciudada- Bouarfa, Kenadsa– estaban formados por
nos franceses cumplían en el servicio de las simples tiendas expuestas a la extremosi-
armas. Se trataba de unidades dependien- dad del clima en pleno desierto que hacían
tes del Ministerio de Defensa, al mando de la subsistencia insoportable. Se solía tra-
militares reservistas cuyo principal centro bajar a destajo y el incumplimiento de la
de formación estaba en Camp Morand, de tarea diaria daba lugar a frecuentes casti-
donde salían «para desempeñar tareas agrí- gos corporales o a las inhumanas prácticas
colas, en canteras y minas, construcción de del cuadrilátero y el tombeau mediante las
carreteras y fortificaciones (especialmente que se trataba de minar la resistencia físi-
en Túnez) y sobre todo, hacia los campos ca y mental de los disconformes en algu-
de trabajo del desierto para la construcción nos casos hasta la muerte. En los campos
del ferrocarril Transahariano» (pp. 73-75). disciplinarios o de castigo, los trabajadores
Camp Morand a 150 kilómetros al Sur deportados por su condición étnica o polí-
de Argel ocupaba el espacio de un antiguo tica, era tratados como auténticos penados
campamento de la Legión Extranjera. Era con trato vejatorio y torturas que los hacía
un recinto alambrado dividido en seis ba- comparables a los campos nazis. Uno de
rrios de doce barracones que albergaban a ellos fue el de Djelfa, donde estuvo Max
cincuenta internos cada uno con nombres Aub con otros españoles, brigadistas y ju-
irónicamente particularizados. Disponían díos. Pero el más siniestro fue el de Had-
de servicios comunes, dispensario, cocina, jerat-M’Guil, donde la brutalidad y atro-
espacio abierto para juegos y un mínimo cidades de su director y ayudantes dieron
sistema administrativo con ‘alcaldes’ desig- lugar en 1944, tras la liberación, ya bajo
nados entre los internos. La larga estancia control aliado, a que un Tribunal militar
creaba rutinas, ansiedad de noticias de Es- les impusiera cuatro condenas de muerte.
RESEÑAS

643

El último texto coleccionado en este li- gobierno francés neutralizaba cualquier


bro, está firmado por Carmen Ródenas, acción útil. Para mayor sarcasmo algunos
autora de la serie fotográfica que justifica responsables de los campos chantajeaban a
el conjunto. La autora explica en primera los trabajadores instándoles a alistarse en
persona su camino desde la fotografía a la la Legión Extranjera bajo amenaza de que,
historia: «Desde las imágenes y las sensa- si no lo hacían, serían acusados de fascistas
ciones hacia los porqués, los motivos y ra- ante los americanos. Por otra parte, está
zones de aquella terrible experiencia». De documentada en la correspondencia oficial
la documentación oficial procedente de la conservada la división de los internados al
comisión aliada para la liberación de los ser consultados por los miembros de la Co-
internos en los campos de trabajo forza- misión en 1943: por ejemplo, en Bouarfa
do del Sahara, derivan por un lado el bai- los republicanos asesorados por sus líderes
le de cifras para determinar el número de políticos, habían decidido adoptar deci-
personas que se encontraban en los cam- siones colectivas, antes de aceptar visados
pos creados por el gobierno de Vichy. Por individuales para México y otros países
otro la «exasperante lentitud con la que americanos, en espera del curso que toma-
se completó el proceso de liberación.» La ra la situación española tras la derrota del
profesora Ródenas intuye que, en general, Tercer Reich. Precisamente de este campo
faltó voluntad para resolver con rapidez salió un impresionante escrito colectivo
aquella angustiosa situación. También era sin fecha (pero posterior a diciembre de
la primera vez que las fuerzas aliadas «se 1942 fecha en que se disolvió oficialmen-
encontraban con el desafío de liberar a te la sección disciplinaria), con intención
miles de hombres concentrados, y no fue de que llegara a manos del cónsul general
fácil.» (p. 82). El análisis de la documen- americano, exponiendo con gran dignidad,
tación aportada descubre que intereses las reivindicaciones de los refugiados civi-
de estrategia política y militar se antepo- les españoles lamentando que todavía tras
nían al drama personal de los refugiados. la llegada de las fuerzas angloamericanas
En lugar de la reintegración inmediata al estuvieran recibiendo un trato vejatorio de
mundo libre, sólo se les ofrecía la elección peligrosos criminales, pese a haberse consi-
obligatoria entre diversas opciones que en derado siempre amigos de Francia y de ha-
definitiva los mantenía atados a trabajos berse alistado al comienzo de la guerra en
relativos a la infraestructura bélica de los los batallones de la Legión, luchando por
aliados o a la propia compañía del Tran- un país que no era el suyo pero que con-
sahariano. La competencia por la priori- sideraban como su patria de adopción. (p.
dad de jurisdicciones entre los organismos 93). Pero en Djelfa, donde quedaban 376
decisorios, fuerzas armadas aliadas y el españoles en marzo de 1943, la mayoría de
644

socialistas y republicanos estaba dispuesta y nos sigue reclamando en el desierto. El


a enrolarse en las fuerzas británicas, mien- abandonado ferrocarril transahariano des-
tras la minoría comunista prefería esperar. tila todavía sensaciones y sonidos ocultos,
La prensa española por aquellas fechas retumbes del pico y la pala extrayendo tie-
guardaba silencio y si alguna vez aludían al rra, piedras y arena. Nunca han dejado de
maltrato de los obreros del Transahariano oírse las voces de los españoles en ese de-
se omitía paladinamente que la mayor par- sierto…a poco que escuchemos» (p. 103).
te de ellos eran españoles.
Cecilio Alonso
Las 21 espléndidas fotografías de las
desoladas ruinas del Mér-Niger, entre las * Sobre este asunto puede verse en red Eliane
alucinantes dunas del desierto, captadas Ortega Bernabeu, «Los campos de concentración
por Carmen Ródenas entre 2006 y 2014, en el Norte de África de 1939 a 1944» en <http://
exiliorepublicanoennortedeafrica.blogspot.com.
en Mengoub, Figuig, El Mharech y Sahara
es/2010/06/recopilacion-de-eliane-ortega-bernabeu.
(Marruecos), fueron expuestas en la sala html>, y su conferencia en la Casa Árabe de Madrid
«El Club del Museo de la Universidad de (22-4- 2015), en <http://www.memoria-antifran-
Alicante» en la primavera de 2015. Se quista.com/los-campos-de-concentracion-de-repu-
reproducen en este volumen asociados a blicanos-espanoles-en-argelia-un-trabajo-de-elia-
ne-ortega/>
pies explicativos procedentes del Diario
de «Gaskin» –el aviador republicano An-
tonio Gassó Fuentes– editado por su hija
Laura en 2014, sugiriendo una secuencia
de imágenes rica en asociaciones simbóli-
cas al contrastar estos vestigios icónicos de
ignominiosa arqueología ferroviaria con
testimonios escritos in situ por uno de los
refugiados más conscientes del destino tes-
timonial de su escritura.
Carmen Ródenas termina desviando
emotivamente el foco de atención de su
estudio desde las imágenes fotográficas a
sus referentes históricos: para ella no son
las fotos lo que importa, sino la historia de
aquellos hombres infatigables cuyo prota-
gonismo «nos ha sido arrebatado, embar-
gado, secuestrado. Ellos son los olvida-
dos… Sin embargo, su trabajo queda en pie
RESEÑAS

645

Operación Stanbrook. Homenaje a la que salió el día 29, sólo llevaba treinta y
memoria republicana. Tavernes Blanques, dos evacuados a bordo. Como consecuen-
Valencia, L’Eixam Edicions, 2016. 169 p., cia, las veinte mil personas que acudieron
con el CD Operació Stanbrook. Viatge tarde a Alicante en busca de la salvación
a l’exili algerià 75 anys després. (Versio- quedaron atrapadas en el recinto portuario
nes en valenciano y castellano). Trad. y entre la mayor desesperación. De todo ello
asesoramiento linguístico de EmparJuan queda buena constancia en el volumen que
Navarro comentamos, promovido por la Associació
Stanbrook de València, impulsada por el
escritor y editor Rafa Arnal con el entu-
El corajudo Homenaje que la Comisión siasta apoyo de Laura Gassó, Pilar Bonet,
Stanbrook rindió a la patética odisea del David Coronado, Empar Juan, Rosa Brines
último buque que pudo zarpar del puerto y el eficaz diseñador del libro Toni Paricio.
de Alicante en marzo de 1939 rumbo al Abundantes ilustraciones en color, la ma-
exilio –del que Empar Juan ofreció cumpli- yor parte inéditas, confieren al libro carác-
da cuenta en el nº 16 de LABERINTOS–, tiene ter de álbum o memoria gráfica que tiende
hora su mármol en este volumen que es a su un emotivo puente entre el dramático viaje
vez crónica, testimonio y documentación histórico de 1939 y el conmemorativo que
histórico-gráfica para sostén de la memoria tuvo lugar en 2015, realzado por el juego
colectiva y conocimiento del que ha llegado de «Correspondencias» fotográficas entre
a convertirse en uno de los símbolos más protagonistas y supervivientes, que se vi-
desgarradores de la derrota republicana. sualiza entre las páginas 72-79.
Como es sabido la travesía desde Alicante El núcleo memorial del volumen se sus-
a Orán estuvo llena de sobresaltos. El Stan- tenta en el cuidadoso resumen de Laura
brook era un carguero, muy alejado de las Gassó, coordinadora del mismo, que con-
condiciones para la travesía marítima que textúa el episodio mediante fuentes de sus
reunían los trasatlánticos fletados por el propias investigaciones y diversos testimo-
SERE o por otras entidades que zarparon nios escritos y orales sobre la travesía, pro-
de puertos franceses hacia América a lo lar- cedentes de pasajeros –hermanas González
go de 1939. El buque británico que capita- Beltrán y su madre Isabel Beltrán, Jiménez
neaba Archibald Dickson fue ocupado ma- Margalejo, Felipe Cabezas, Muñoz Con-
sivamente en instantes angustiosos, con las gost, entre otros–, sin caer en sublimaciones
fuerzas italianas de ocupación a las puertas ni eludir los aspectos más degradantes deri-
de la ciudad en la noche del 28 de marzo. vados del hacinamiento, la batalla campal
Ningún otro barco pudo zarpar después por el agua pronto agotada, los temores
con un pasaje tan numeroso: el Maritime, de ser interceptados durante la travesía,el
646

hambre crónica de los refugiados varones de testimonios –Teresa Bailón Romero y


en los días de cuarentena en el puerto de María Egea Muñoz–, da fe de las precarias
Orán, los parásitos… En la tierra de promi- condiciones de vida que se vieron forzadas
sión africana, el rechazo, campos y cárce- a soportar bajo administración francesa
les para quienes no habían sido reclamados durante largos años. Por último la autora
por amigos o familiares. Más de cinco mil recuerda a quienes quedaron en el puerto
fueron concentrados inicialmente en Camp de Alicante sin poder embarcar transcri-
Morand y a partir de 1940 la mayor par- biendo testimonios de José Bonet Sanjuán,
te obligados a trabajar en condiciones de confinado con el Doctor Peset en el Campo
semi-esclavitud en la construcción del fe- de Albatera, antes de ser devuelto a Valen-
rrocarril transahariano o en zonas mineras cia para ingresar en prisión; las noches de
de Marruecos, Argelia, Libia o Túnez. La terror de Esperanza Márquez Chaparro
autora que, como es sabido, editó el diario oyendo los tiros de quienes se quitaban la
de su padre Antonio Gassó «Gaskin» que vida en los muelles; o el recuerdo agrade-
sufrió varios de estos campos (LABERINTOS, cido del comandante Lluís Marcó i Dach a
16, 2014) aporta una exhaustiva relación las mujeres de Alicante que ofrecían lloran-
de los ubicados en estos cuatro países. Es do chuscos y lentejas cocidas a los deteni-
particularmente patético el testimonio de dos que transitaban por la ciudad conduci-
Deseado Mercadal Bagur, internado en el dos a la estación de ferrocarril camino del
campo minero de Kenadsa durante nueve campo de Albatera.
años, en la frontera con Marruecos, que La singladura histórica del Stanbrook
publicó sus Memorias (Mahón, ed. Men, terminó el 18 de noviembre del mismo año
1983) con el fin de llenar una infamante 1939, al ser torpedeado por un submarino
laguna en el conocimiento de una de las alemán a la entrada del puerto de Amberes.
páginas más olvidadas del éxodo republi- El volumen se completa con un texto de
cano, quizás más olvidada por producirse Rafa Arnal sobre los servicios prestados
en lugares recónditos, donde la brutalidad por el Stanbrook durante la guerra espa-
empleada no tuvo nada que envidiar a la ñola y la mítica figura del capitán Dickson
de los campos de concentración alemanes. cuya emotiva carta al director del Sunday
(p. 34). Dispatch dando cuenta de su actuación se
Laura Gassó presta atención a la disgre- reproduce íntegra. Al tiempo que se honra
gación de las familias y a la suerte de las la memoria de los tripulantes, desapareci-
mujeres y de los niños, internados en cen- dos. David Coronado ofrece una sucinta
tros de acogida y trasladados a campos o relación de otros barcos que contribuyeron
puestas en precaria libertad siempre bajo a la evacuación republicana en los últimos
vigilancia de los gendarmes. Una selección días de la guerra, y Pilar Bonet explica el
RESEÑAS

647

sentido del homenaje de 2014 y ofrece una Cecilia G. de Guilarte: Los nudos del qui-
puntual crónica del viaje a Orán en mayo pu (Edición y prólogo de Manuel Aznar
de dicho año así como de posteriores ac- Soler). Sevilla, Editorial Renacimiento,
tividades de la Asociación en particular la Biblioteca del Exilio, 2015.
participación en varios homenajes a Ama-
do Granell, oficial de la 9.ª Compañía de
la 2.ª División Blindada que, integrada Cecilia G. de Guilarte (Tolosa, 1915-To-
por republicanos españoles, fue la prime- losa, 1989) despertó a la creación literaria
ra unidad militar aliada que entró en París desde muy joven. Desde niña supo que
(agosto 1944), y adhiriéndose a la visita a quería ser escritora. Antes de la guerra ha-
Cardiff organizada por Comisión Cívica bía alcanzado cierto nombre en el mundillo
de Alicante para la Recuperación de la Me- de las letras como periodista y como narra-
moria Histórica, con objeto de honrar al dora de historias breves publicadas en la
capitán Archibald Dickson. Novela Ideal de Barcelona y en La novela
El libro se completa con la lista alfabéti- vasca de San Sebastián. Este prometedor
ca de los pasajeros del Stanbrook en 1939, futuro se rompió con el estallido de la Gue-
y la de los noventa y cinco que se traslada- rra Civil. Sin embargo, no fue óbice para
ron a Orán en el viaje conmemorativo de que continuara con su vocación literaria, al
2014. convertirse en una de las primeras corres-
Cecilio Alonso ponsales de guerra del periodismo español,
cubriendo el Frente Norte para la CNT y
movimientos anarquistas. Esta labor de
periodismo ha sido recogida por Julen Le-
zamiz y Guillermo Tabernilla en la obra
Cecilia G. de Guilarte. Repórter de la CNT.
Sus crónicas de guerra (Bilbao, Ediciones
Beta, 2007).
Su suerte fue pareja a la de tantos repu-
blicanos que tuvieron que exiliarse para
evitar males mayores, siendo su destino
final México (1940) con paso previo por
Francia, donde colaboró en el periódico
francés Le Sud-Ouest de Bayona. En el
exilio mexicano, país por el que siempre
tuvo un gran cariño y respeto por haber
significado para ella una verdadera tierra
648

de promisión, tierra de trabajo y país de manzanas y Un barco cargado de…, am-


libertad, mantuvo una fuerte actividad cul- bas crónicas publicadas en la Editorial Sa-
tural y literaria. En la ciudad de México turraran por Maravillas Villa en el 2001,
fue redactora jefe de la revista El Hogar escribe series de ciencia ficción como la
(1941-1949), colaboradora habitual de la serie Lo que nos cuenta el mayor Keyhoe
revista Rumbo y de otras publicaciones y y otras series sobre la cultura precolombi-
periódicos, así como guionista de diversos na. Entre 1967 y 1977 se hizo cargo de la
programas de la radio nacional como La página de crítica literaria. En este tiempo
Mujer. Cuando la vida la llevó a la capi- se reeditan en Bilbao ciertos títulos apare-
tal del Estado de Sonora (1950) se invo- cidos en México y Argentina y se publica
lucró activamente en la vida universitaria por primera vez su novela La soledad y sus
y cultural del lugar. En la universidad fue ríos (Madrid, Magisterio Español, 1975).
nombrada jefe del departamento de Exten- Cecilia muere el 4 de julio de 1989.
sión Universitaria y directora de la revista
Universidad de Sonora. Impartió clases de Los primeros años después de su muerte
Historia del Arte y de Historia del Teatro. son de silencio y olvido hacia la persona y
Durante este periodo de estancia mexicana hacia su obra. Sin embargo, poco a poco se
escribió y publicó una importante nómina va reconociendo su valía y empiezan a sur-
de reconocidos títulos que abarcan la na- gir publicaciones y estudios que la van sa-
rrativa, el teatro y el ensayo. Entre estos cando del anonimato. Actualmente es una
sobresalen Nació en España (1944), La figura plenamente recuperada y presente
trampa (1958), Sor Juana Inés de la Cruz. propiamente en todos los estudios sobre la
Claro de luna (1958), El Padre Hidalgo. cultura del exilio republicano español y del
Libertador (1958), Cualquiera que os dé exilio vasco. Las últimas pruebas de este
muerte (1969), Juana de Asbaje, la monja camino de rehabilitación crítica son la tesis
almirante (1970), etcétera. doctoral de Blanca Gimeno El discurso fe-
menino en la obra literaria de Cecilia G. de
En 1963 regresó a España, después de Guilarte (Valladolid, 2013) y la publicación
un grave accidente en el que se temió por en 2015 de la tercera novela de su trilogía
su vida. Su adaptación a la situación del sobre el Exilio, Los nudos del quipu, edi-
retorno fue difícil. La España-País Vasco tada y prologada por Manuel Aznar Soler,
era muy diferente a la que ella había ima- catedrático de la Universidad Autónoma
ginado. Como terapia emocional optó por de Barcelona y director del grupo GEXEL,
el trabajo. Al poco tiempo entró como co- publicada por la editorial Renacimiento de
laboradora del diario La Voz de España, Sevilla.
donde, además de escribir varias narracio-
nes seriadas como Los años de las verdes Los nudos del quipu, con Cualquiera que
RESEÑAS

649

os dé muerte y La Soledad y sus ríos, con- novelas se entrecruzan, como igualmente se


forman el cuerpo narrativo de la trilogía entrelazan las vidas de las tres protagonis-
del exilio. Son tres relatos narrados desde tas. La unidad temática y de personajes de
el prisma del personaje femenino central. los tres novelas es patente. Es lógico hablar
Las protagonistas son Francisca Amaya de una trilogía de guerra y exilio y, por las
Iraola en Cualquiera que os dé muerte; características de las existencias de las tres
Karle Uribe en La Soledad y sus ríos y Ana protagonistas, de desencanto interior, solo
María Izaguirre en Los nudos del quipu. suavizado gracias a la amistad y al poder
Las tres protagonistas, amigas en la juven- redentor de la escritura.
tud, proceden de una misma localidad de
Guipúzcoa, lugar innominado, cercano a Tal como ofrece Manuel Aznar Soler
San Sebastián. Viven sus primeros años en en su estudio prologal, el original de Los
diferentes pisos de la misma casa. Son mu- nudos del quipu consta de dos borradores
jeres de la misma edad. Las tres han nacido mecanografiados con dos principios dife-
entre 1915 y 1920. Tienen entre veinte y rentes llenos de correcciones manuales. El
veinticinco años, cuando finaliza la guerra. primer borrador de la novela es del 20 de
Las tres pertenecen, con pequeñas diferen- junio de 1968 y el segundo borrador de ju-
cias, a clases sociales bajas-medias, clases lio de 1972. El editor ha tenido que optar
trabajadoras. Tienen una misma educación por una de estas versiones, el manuscrito
y unas parecidas expectativas de vida: tra- de 1972, con muchas interrogaciones difí-
bajo, matrimonio, familia. Poseen una in- ciles de explicar de manera lógica. Da la
fancia y juventud muy similares marcadas impresión de que por parte de la novelis-
por las mismas leyes de herencia, medio, ta faltó una última lectura correctora que
educación y vida. Las tres presentan una perfilase con exactitud las plurales caras
vocación literaria, real en Los nudos del del relato. Se observa esto, en ese inicio del
quipu, más que posible en La Soledad y relato, donde sobran o faltan secuencias
sus ríos y prometida en Cualquiera que os para dar una explicación lógica y convin-
dé muerte. A pesar del protagonismo indis- cente a la historia narrada, nombres, rela-
cutible de Francisca Amaya en Cualquiera tos, etcétera. El lector tiene la sensación de
que os dé muerte, tanto Karle como Ana que faltan o sobran ciertas secuencias para
María toman parte directa del desarrollo hacer inteligible y lógico este arranque. Sin
temático de la obra. Las tres se presentan embargo, superado este principio, el relato
y se hacen en esta primera novela de la tri- fluye con agilidad, coherencia y garra hasta
logía del exilio. Las tres vuelven a aparecer su conclusión.
en la última novela de Los nudos del qui-
pu como referencias o como protagonistas El título de Los nudos del quipu hace re-
parciales del relato. Los tres relatos de las ferencia al sistema de escritura que utiliza-
650

ban los incas para fijar su historia, “Los in- Ana María, como sucede con Francisca
cas consignaban en estos nudos los hechos Amaya en Cualquiera que os dé muerte y
más importantes del imperio… Digamos con Karle en La Soledad y sus ríos, vive,
que es su historia” (pág. 295), pero tam- primero, en su adolescencia y primera ju-
bién revelan los hechos más importantes de ventud, la incertidumbre esperanzada de
la vida de la protagonista, quien enlaza en un futuro incierto pero prometedor, encon-
las cuerdas de su quipu, regalo de su amiga trando muchos de estos datos en la primera
Janet, nudo tras nudo sus experiencias ex- novela del ciclo; en su juventud, segundo,
tremas como anticipo de lo que más tarde experimenta la trágica agonía de la guerra
será la escritura de su historia personal. con la destrucción de todas sus expectati-
Los nudos del quipu narra la historia vas de vida, que determinarán su agónico
de Ana María Izaguirre desde 1944 con la futuro; tercero, en la juventud-madurez,
llegada de su suegra y cuñada hasta 1959, percibe la promesa de una vida en la nue-
cuando, en compañía de Lupita, la hija va tierra de asilo, donde prueba de manera
bastarda de su marido Pepe Luis, escri- trágica el derrumbe total de su débil espíri-
be la historia de su propia vida. El relato tu; finalmente, en tierras de exilio, sufre y
anhela el sueño nostálgico del retorno, que
está contado, como también es el caso de
en el caso de Ana María ya no será posible
Cualquiera que os dé muerte, in extrema
por las ataduras emocionales y familiares
res, desde la perspectiva del final del rela-
que la sujetan a su nueva tierra de residen-
to, adelantando al principio de la novela lo
cia. El relato de Los nudos del quipu es
que será el cierre de la narración. El rela-
una historia trágica de una vida rota por la
to presenta una estructura circular cerrada guerra, desarraigada en el exilio y marcada
que comprende quince años de exilio. Sin por la añoranza del retorno. Se nos ofrece
embargo, este tiempo narrado se amplia la vida de una esperanza truncada, de ago-
considerablemente, como sucede en el caso nía y dolor, destinada a espacios de profun-
de La Soledad y sus ríos, con el empleo sis- do desencanto y de fuerte vacío emocional.
temático de cuñas prolépticas y analépticas
de recuperación que posibilitan el rescate Ana María es una mujer contradictoria,
de un pasado clave para entender el presen- de carácter muy débil, que vive el desmo-
te existencial de la protagonista. La histo- ronamiento emocional, en la que, según
ria al ampliarse cronológicamente adquiere va pasando el tiempo, las expectativas son
una mayor complejidad, ya que ofrece pis- menores y las ilusiones van menguando.
tas plurales para conocer el pasado de los Cuando muere su marido en un acciden-
personajes y las influencias de este pretérito te de coche, su matrimonio desde tiempo
sobre los sujetos narrativos de las distintas atrás es una relación rota sin posibilidad
generaciones, padres e hijos. de solución. La frustración personal, el si-
RESEÑAS

651

lencio y las lágrimas son sus compañeros es la fuerza salvadora por su capacidad de
inseparables en el viaje de su existencia. conjurar los silencios y las contradiccio-
Todo lo que sueña se convierte en algo vo- nes interiores. Los nudos del quipu, con
látil y huidizo, incapaz por su falta de ca- su estructura circular cerrada, revela en su
rácter de promover nuevos proyectos que historia el hundimiento emocional y la sal-
la permitan redimirse. Sorprendentemente, vación espiritual de una mujer, Ana María
llega a aceptar la “casa chica” para prote- Izaguirre, gracias a la amistad y al amor y,
ger la “casa grande”. Sus dos hijos, su po- muy especialmente, al poder protector de
sible consuelo, primero, se comportan de la escritura.
manera egoísta al negarle la posibilidad de
redimirse en un nuevo amor, y después se El catedrático Manuel Aznar Soler es el
ausentan. El mayor de los dos, Santi, aban- encargado de la edición y del prólogo de
dona la casa materna para enrolarse en la esta obra que había permanecido inédita y
revolución cubana; René, el menor, decide con serios problemas de edición hasta este
hacerse sacerdote, marchando a un semi- momento. Gracias a su apuesta aparece
nario de España. De forma implacable, la esta obra, tercer título de la trilogía de Gui-
ausencia y el vacío emocional determinan larte sobre el exilio, en la Editorial sevilla-
la vida de Ana María, cuya expresión lími- na Renacimiento dentro de la loable colec-
te es el intento de suicidio. En este estado ción “Biblioteca del Exilio”. Un título más
de postración emocional sólo le queda su que prestigia esta colección que, con tanto
cuñada y buena amiga, Luz; la hija bastar- esmero y esfuerzo, trabaja por recuperar la
da de Pepe Luis, Lupita, a la que acepta memoria cultural de la España peregrina y
como hija natural más por exigencia de su que está dando a conocer las mejores obras
hijo menor que por deseo personal o por de la literatura del exilio.
decisión propia; el apoyo y el cariño del
doctor Mihaly, quien le ayuda a superar Manuel Aznar Soler nos ofrece un aná-
su fuerte bache existencial con su amor y lisis breve en espacio pero profundo en
su comprensión; y, finalmente, la escritura, contenidos y en propuestas y significados.
la redacción de su autobiografía, que sir- Parte de una consideración general sobre
ve para exteriorizar sus propios demonios la marcha de los estudios críticos en torno
personales. Ana María se salva a través de a la figura y obra de la escritora tolosarra,
la escritura al funcionar, en primer lugar, haciendo hincapié en aquellos estudios más
como examen de conciencia que pone en representativos de la bibliografía de Ceci-
orden todos los detalles de una vida y, en lia G. de Guilarte. Le sigue una corta pero
segundo lugar, como forma de asumir to- juiciosa biografía, en la que con pocos pá-
dos los problemas interiores y aclarar las rrafos ofrece una semblanza muy completa
contradicciones personales. La escritura y profunda de la personalidad y de la obra
652

creativa de Cecilia. Finalmente, se centra pasa a explicar la simbología de la obra a


en el estudio de la obra de Los nudos del partir del título del relato, los nudos del
quipu, la parte más novedosa e interesan- quipu, y las técnicas narrativas que domi-
te del prólogo. En este apartado estudia nan el entramado estructural de la obra.
la historia del manuscrito inédito con sus Finalmente el prologuista y editor se centra
problemas de composición y, como con- en los personajes y en la temática de la obra
secuencia, de edición. Manuel Aznar Soler para ofrecer una visión completa y convin-
es muy consciente de los problemas críti- cente de conjunto.
cos que ofrece la obra, especialmente por
sus dos versiones y por los aparentes des- Como afirma Manuel Aznar Soler, la
ajustes iniciales de su estructura. ¿Sobran protagonista de la historia es Ana María,
anécdotas o faltan secuencias en este arran- rodeada y matizada por toda una serie de
que de relato? Es una pregunta que intenta personajes de rica psicología y con vidas
responder desde la lógica interna textual, más o menos dramáticas en el corazón del
aduciendo una posible explicación que exilio español de México. Centrándonos en
aclara en buena parte el problema, pero el personaje de Ana María, la novela cuenta
sin justificar convincentemente el hecho de “la historia de una víctima de las trampas
estas incoherencias aparentes o reales del del amor, del asesinato de su vocación lite-
texto. La tesis de Aznar es el posible jue- raria por un matrimonio prematuro e infe-
go narrativo de la creación de una ficción liz” (p. 18), “capaz de sacrificar su felicidad
segunda sobre la ficción primera, el relato personal por la de sus hijos” (p. 21). Sólo al
de Ana María Izaguire como cierre de la final de la historia, cuando muere su marido
novela de Cecilia Guilarte, - literatura so- y se libera de sus obsesiones emocionales, es
bre la literatura-, haciendo que la historia capaz de aceptar su vida y narrar su historia
de Ana María presente ciertas desviacio- como “manera de liberación de su pasado
nes, plenamente lógicas desde la óptica de amargo” (p. 23). Pero Los nudos del quipu
esta segunda ficción, con respecto al relato no sólo es la penosa historia de Ana María,
de Cecilia, ficción primera. Esta tesis viene sino también la historia del exilio español
a demostrar que el arranque de la novela del 36 en el México de este tiempo. Son de
es el relato de Ana María, quien cuenta su esta manera círculos concéntricos temáticos
propia existencia, desgranando uno a uno que se van superponiendo desde lo personal
los misterios semánticos del nudo del qui- biográfico hasta lo social histórico del exilio
pu de su propia existencia. La tesis está del 36 y del México de mediados de siglo.
basada en textos lógicos y aceptables del
mismo relato. Es una justificación textual Salvo esos posibles deslices del arranque,
sobre los problemas formales de la novela. que, muy bien pueden ser incomprensión
Solucionados estas interrogaciones de base por parte del crítico, Los nudos del quipu,
RESEÑAS

653

muy en la línea de las otras dos novelas


de la trilogía del exilio, Cualquiera que os
El último Arteta. Vida y
dé muerte y La Soledad y sus ríos, es un creación en el exilio
relato de fuerte atractivo narrativo, ofreci-
do con un estilo sugestivo, con una gran
riqueza de imágenes que otorga al relato González de Durana, Javier, Guerra, exilio
un tamiz poético de gran atracción, con un y muerte de Aurelio Arteta (1936-1940),
léxico muy rico, destacando especialmente Sevilla, Punto Rojo libros, 2016 pp. 298,
los idiolectos mexicanos: en una palabra, ISBN 978-84-167999-28-2
relato de gran interés que no deja indife-
rente al lector. Pienso que ha sido un gran
acierto incluir esta novela en la “Biblioteca En la última exposición de la obra de Ar-
del Exilio” como exponente claro y digno teta en el Museo de Bellas Artes de Bilbao,
de la literatura de la España peregrina y un celebrada en 1999, se hacía referencia a la
buen tanto para la Editorial Renacimiento actividad del artista durante la Guerra Ci-
por su valentía y decisión de asumir esta vil y su posterior exilio en México hasta
colección y estas obras en sus fondos. Por su fatídica muerte en 1940, a causa de un
último, quiero expresar mi más sincera accidente de tranvía. Durante la guerra, su
gratitud para el editorialista y prologuista, vida en Madrid no fue nada fácil, se pone al
Manuel Aznar Soler, por la elección de la servicio de la República y uno de sus hijos
obra y por su acertado, esclarecedor y su- es movilizado y posteriormente confinado
gerente prólogo. Pienso que trabajos como en un campo de concentración gaditano.
el presente enriquecen el catálogo de nues- La pintura de Arteta constituye una su-
tras obras de la España peregrina y el senti- peración del tan manido costumbrismo
do de la Biblioteca del Exilio. vasco ya que, sin renunciar al imaginario,
a través de una estética vanguardista, con-
José Ángel Ascunce Arrieta vierte a sus personajes, caseros o arrantza-
Universidad de Deusto les, en alta arquitectura pictórica, con los
postulados de la modernidad como bande-
ra. Una modernidad que siguió aplicando a
los temas mexicanos durante el exilio, pues
México fue un destino para muchos inte-
lectuales españoles que tuvieron que mar-
charse, como Luis Buñuel, Josep Renau y
Mauela Ballester, Rodríguez Luna, Enrique
Climent, Remedios Varo o Kati Horna, en-
tre otros.
654

El trabajo de Javier González de Durana pescadores. También colabora en el álbum


se centra en la última etapa de la vida del en Homenaje al General Miaja, editado por
pintor vasco, incluida la guerra y el exilio la Aliança d’intel-lectuals per a la Defensa
como un todo existencial, pero que divide de la Cultura, en este caso, con una litogra-
su vida, al igual que la de otros muchos fía de ambiente bélico y asiste al debate en-
leales a la República, en un antes y un des- tre Josep Renau y Ramón Gayá, acerca del
pués de la contienda. Su compromiso fue valor expresivo de los medios mecánicos y
de carácter intelectual y humanitario, sin la utilización del arte por la política.
adscripciones políticas, pero no por eso Su primer contacto con los intelectuales
menos solidario. mexicanos se produce en el Segundo Con-
Durante la república y durante la Gue- greso Internacional de Escritores de Valen-
rra Civil, Arteta vive en Madrid y participa cia. Sin embargo su producción creativa,
activamente en actividades culturales, sin en este momento, es escasa y estuvo más
abandonar su pintura. Esto último le pro- centrada en el dibujo, dibujos de niños y
porciona éxito y satisfacciones, ya que en madres, y en obra gráfica como el cartel
1932 consigue la medalla de primera clase titulado “Valencia homenaje a Euskadi”.
en la Exposición Nacional de Bellas Artes En 1938 el artista y su mujer se instalan
con Hombres del mar. En plena guerra se en Barcelona y de acuerdo con el Gobierno
incorpora a la Asociación de Amigos de Vasco, autorizó que se utilizara La huida
la Cultura, cuya sede estaba en Valencia, para ser impresa litográficamente con el
ciudad en la que se establece junto con título Pasaron por Guernica los invasores.
otros intelectuales, científicos y profesio- De su salida por la frontera hacia Francia,
nales que, amparados por el Gobierno, se existe un dibujo inédito y publicado por
pretende que actúen de portavoces ante el primera vez por González de Durana, posi-
mundo. En Valencia se firman manifiestos blemente tomado de una escena vista entre
y hay una actividad cultural muy activa, los refugiados que huían desde Barcelona.
centrada en la Casa de la Cultura, ubicada En su etapa de refugiado en Francia,
en el antiguo Hotel Palace en la Calle de aunque en ningún momento lo fue de for-
la Paz, donde residían. En la misma calle ma oficial, no detuvo su actividad, a pesar
había dos cafés, el Vodka y el Ideal Room de las condiciones adversas. En sus obras
que también eran sitios de reunión de los realizadas en esta época se reflejan, de
intelectuales republicanos, aunque estos forma más o menos directa, sus entornos
dos últimos sólo fueron frecuentados por vitales. Destacable es una obra hecha por
Arteta muy de tarde en tarde. En la ciudad encargo del Gobierno Vasco, titulada Tríp-
del Turia participa en publicaciones como tico de la guerra y en la que alude de for-
Nueva Cultura, dirigida por Josep Renau y ma indirecta al bombardeo de Guernica.
para la que Arteta realiza unos dibujos de Esta pintura tiene un especial significado
RESEÑAS

655

por dos razones. Por una parte porque no saporte para él y su familia, tuvo que pasar
se deja llevar por un exceso panfletario y por campos de internamiento para republi-
por otra porque responsables culturales del canos españoles, en concreto en el de Le
Gobierno Vasco como José María Ucelay Bacarés y Les Harás, donde realizará dibu-
(Director General de Bellas Artes) y Julián jos de personas y lugares. Sin embargo, su
Tellaeche (responsable de Museos), inten- trayectoria cívica y artística anterior al es-
taron sustituir el Guernica de Picasso por tallido de la Guerra Civil, no parecía que le
la obra de Arteta en el Pabellón Español, colocara en un lugar comprometido hasta
cosa imposible porque el tríptico aún no el extremo de ponerse bajo la protección
estaba terminado en la primavera de 1937 del Gobierno republicano. Nunca se ha-
e igualmente imposible, una vez instala la bía significado políticamente, ni personal
pintura picassiana en el pabellón. ni artísticamente. Es a partir de su marcha
Tampoco deja de enviar pinturas a expo- a Valencia, bajo la protección del Quinto
siciones internacionales como la de Pitts- Regimiento y su relación con personajes
burg de 1938, a la que manda Evacuación republicanos relevantes lo que fomenta el
de un pueblo que fue expuesta en el Car- temor por su vida y la de su familia, tenien-
negie Institute, junto con piezas de Picasso, do en cuenta que sus dos hijos luchan en el
Miró, Dalí y Valentín de Zubiaurre, entre bando republicano. Se sabe que ambos pa-
otros. Al mismo tiempo, retrata a miem- saron temporadas con sus padres en plena
bros de familias enteras como la de Marino guerra y que finalmente en mayo de 1939,
Gamboa que le pagaba una mensualidad embarcaron con sus padres hacia Veracruz
para que pintara lo que quisiera. Así se en el vapor Sinaia.
explica, que Gamboa poseyera no sólo los Una vez instalado con la familia en tie-
retratos de su familia, sino también piezas rra mexicana, Arteta tiene que enfrentarse
como el Tríptico. Pero su actividad retra- a los dos peligros que entrañaba se extran-
tística no se detiene aquí, ya que algunos jero: el olvido y el recuerdo. Y entremedias,
personajes muy relevantes de la economía la nostalgia que pulula entre uno y otro.
y la política vasca como Ramón de la Sota, En este contexto, tuvo que reinventarse en
acuden a Francia para ser retratados por este nuevo país y comenzar desde cero en
Arteta. una ciudad en la que no era conocido. En
Los acontecimientos en España aconse- este sentido, la comunidad vasca y españo-
jaban hacerse con un pasaporte para salir la funcionaron como espacios de acogida
hacia el otro lado del Atlántico, ya que los y contacto entre personas que no se cono-
golpistas iban ganando la guerra y su cola- cían. Los Arteta tuvieron varios domicilios
boración con la República hacía imposible en lugares como avenida Juárez, calle río
la vuelta a casa. Pero esto tampoco fue un Nilo, Calzada de Tacubaya o Calle Vicen-
camino de rosas. Una vez conseguido el pa- te Suárez y se relacionaron habitualmente
656

con amigos mexicanos o vascos radicados qué consistió su producción mexicana? A


en México, entre los que cabe destacar esta pregunta sí, encontramos respuesta en
a Fernando Gamboa, Arsuaga, Ricardo el trabajo de Javier González de Durana
Gutiérrez Abascal (Juan de la Encina) o a través de una descripción documentada
Indalecio Prieto. Su actividad expositiva y minuciosa de su actividad en la capital
también fue reducida en su nuevo país, mexicana. En primer lugar, está documen-
centrándose, más bien, en los encargos de tada la práctica ausencia de Arteta en las
retratos de la burguesía que cada vez eran exposiciones de artistas españoles refugia-
más numerosos. dos, pero también descubrimos a un artis-
Con respecto a las circunstancias de su ta que vive de su trabajo, a partir de los
muerte en un accidente de tranvía, cuando retratos de personajes relevantes tanto exi-
viajaba con su mujer a Coyoacán en no- liados como autóctonos. En ningún caso
viembre de 1940, el texto de Javier Gonzá- abandona los temas vascos, reiterando su
lez de Durana descubre detalles que hasta imaginario, aunque con diferencias forma-
ahora no eran conocidos y como conse- les, a partir de una evolución postimpresio-
cuencia no se habían publicado. El motivo nista con apariencia de pintura mural. Pero
de su viaje, si bien era a un lugar donde su trabajo no se para ahí. Por una parte,
residía un grupo de artistas mexicanos im- existe un intento de muralizar el trabajo de
portante como Diego Rivera y Frida Kahlo, Arteta, adaptando su iconografía al nuevo
no tenía como objetivo encontrarse ellos. contexto, y por otra, existen algunas obras
Era simplemente un viaje de placer con en las que la mexicanización de su pintura
su mujer para ver la compra de un terre- se hace evidente, perdurando los persona-
no en Xochimilco donde ya les esperaban jes de extracción campesina y humilde, de-
sus hijos. La descripción del accidente y su dicados a sus ocupaciones. Sin embargo, en
exhaustiva documentación abren luces y esta evolución se observan cambios forma-
sombras sobre el accidente, algunas de difí- les, antes comentados, y que se concretizan
cil clarificación. en diversas geometrizaciones y un interés
No cabe duda que este accidente truncó por el color casi rozando la abstracción, en
su trayectoria profesional en México, pero pinturas como Plegaria, impensable en el
a pesar de todo su producción pictórica en Arteta anterior.
este corto espacio de tiempo fue: intensa, Xesqui Castañer López
melancólica, circunstancial y abruptamen- Profesora titular de Historia del arte
te interrumpida cuando empezaba a tomar Universitat de València
un rumbo inédito, acorde con el nuevo es-
cenario que hubiera podido llegar a amar
tanto como amó su País Vasco natal, tal
y como se describe en el texto. Pero, ¿en
RESEÑAS

657

Jorge Semprún: memoria moria colectiva y cultural. Aquí apa-


rece uno de los ejes de esta investiga-
cultural y escritura. ción: el estudio de la memoria ha de ser
abordado desde distintas perspectivas,
a saber, la individual, la social, la políti-
LEUZINGER, Mirjam, Jorge Semprún. ca y la cultural. Será ésta última la que
Memoria cultural y escritura. Vida virtual inspira el interés por su proyección en
y texto vital, Madrid, Ed. Verbum, 2016. la literatura a través de este interrogan-
te ¿cómo recordar?, ya que la literatura
produce tanto universos ficticios como
Fruto de la tesis doctoral, dirigida ficciones. Considerando los componen-
por el profesor José Manuel López de tes heteróclitos que alimentan la memo-
Abiada y defendida en la Universidad ria, el eje de esta investigación atiende a
de Berna en 2014, este sugerente título lo pluridisciplinar, a la intertextualidad
es el resultado de un trabajo tan labo- y la intermedialidad con el fin de ilus-
rioso como encomiable. El libro que se trar y demostrar dicha imbricación.
reseña destaca por ser un trabajo aca- En la segunda parte analítica se exa-
démico, riguroso y bien estructurado, minan la confluencia de las tres me-
atrayendo la atención del lector sobre morias –autobiográfica, sociohistórica
un tema crucial en la producción sem- y artística–, aspecto que se desarrolla
pruniana: la memoria cultural. Ahora en cinco capítulos, correspondientes
bien, en este aspecto se pone de relieve a cinco novelas del autor: La segunda
el componente cultural que configura muerte de Ramón Mercader (1969), La
la memoria y, en particular, su aspecto algarabía (1981), La montaña blanca
pictórico, que deviene pieza esencial en (1986), Netchaiev ha vuelto (1987) y
la narrativa de Jorge Semprún. Este as- Veinte años y un día (2003). Se trata
pecto, según la autora, se torna en ele- de obras de ficción que, en cierta me-
mento fundamental para caracterizar dida, complementan aspectos tratados
la heterodoxia del autor, por imbricar en la obra autobiográfica; si bien, no
lo pictórico con la intertextualidad que se incluyen dentro del corpus sobre la
fragua su narrativa. experiencia concentracionaria y políti-
Este volumen se articula en dos par- ca de Jorge Semprún. Por otra parte, la
tes: la primera constituida por dos capí- indicación de la fecha de su aparición
tulos en los que se expone la fundamen- es un indicio de la contextualización de
tación teórica relativa a las diferentes ciertos hechos fundamentales del siglo
concepciones y percepciones de la me- XX, dado que la prosa sempruniana
658

homenajea tanto las peripecias del siglo apreciados por el autor, lo proyectan
de su vida como el componente cultural al exterior como ventanas abiertas al
que lo marcó. En este sentido, el arte mundo presente y pasado. La memoria
y, en particular, la pintura devienen un cultural de Semprún es el ingrediente
eje narrativo, cuyas irisaciones acogen fundamental para configurar la estéti-
otras prolongaciones artísticas y litera- ca y la estética de su obra, en la que
rias, de manera que la heterogeneidad sobrevuela la sempiterna aspiración
de la memoria cultural se proyecta en inalcanzada o inalcanzable, es decir, la
la heterogeneidad estética de la poéti- imperiosa necesidad de volver a la es-
ca sempruniana. Además, el recurso a critura, reanudar la mirada y retornar a
identidades prestadas inspira la pro- los múltiples juegos referenciales.
yección de relatos posibles en los que En este estudio es destacable el inte-
confluyen memorias verdaderas y ma- rés y ahondamiento de la autora por el
nipuladas, ficticias, legendarias y refe- tema de la memoria en la producción
renciales. sempruniana, a través del componen-
En este telón de fondo, aparecen de te cultural que la vehicula. Además, la
forma recurrente dos espacios parti- impronta de ciertas obras pictóricas en
cularmente apreciados por el autor: el el hilo narrativo así como el hueco que
museo y la biblioteca. Ambos lugares abre a otros ecos culturales, como son
vehiculan la memoria sempruniana, por las alusiones librescas, constituye en sí
cuanto se tornan un espacio identitario, una novedad, por cuanto incide y lla-
libre y vital; allí, la mirada y el silencio ma la atención sobre la porosidad de la
omnipresentes están íntimamente rela- prosa de Jorge Semprún, en la que me-
cionados con su geografía sentimental. morias verdaderas y memorias manipu-
La conclusión de este denso estudio ladas deviene el pretexto para abrir un
es ilustrativa de uno de los objetivos de espacio a la reflexión analítica. Por otro
la autora, poner de relieve la imbrica- lado, el espacio como vínculo estable-
ción vida y obra en la producción sem- cido con el arte, la realidad y la vida
pruniana. El título Vida virtual y texto abandona su componente material para
vital, lejos de ser una antinomia, por cubrirse de connotaciones simbólicas,
las connotaciones que desprende el bi- de forma que la mirada retrospectiva se
nomio vida virtual, incide en el impulso envuelve con la mirada al futuro. Si el
vital que la inspira, de forma que la ob- pasado está mediatizado por la mirada
servación, el silencio y la tranquilidad presente, la ardua tarea es, pues, ¿cómo
que envuelven tanto al museo como a recordar y cómo transmitir ese pasado?
la biblioteca, dos de los espacios más La conclusión de este volumen da
RESEÑAS

659

una explicación muy satisfactoria de la Inmaculada REAL LÓPEZ, El retorno


estética sempruniana acerca del multi- artístico del patrimonio del exilio Edito-
perspectivismo y de la heterogeneidad rial Síntesis, Madrid, 2016. Páginas 304
narrativa, y de la que se infiere la rees- ISBN:9788490772539
critura tan característica en Jorge Sem-
prún.
El glosario y la exhaustiva bibliogra- Una de las grandes controversias a las
fía que cierran el presente volumen dan que se enfrentan las investigaciones sobre el
cuenta del minucioso trabajo de la au- exilio republicano español es al panorama
tora, tanto analítico como descriptivo. de dispersión que, a nivel nacional e inter-
Ambos aspectos son tratados con tanto nacional, acontece este capítulo histórico.
esmero como finura, con el fin de guiar Por tanto, emprender un análisis desde una
al lector en la lectura y apreciación de amplia perspectiva, como es el patrimonio
una perspectiva tan novedosa como del exilio, conlleva a tener que afrontar
original en la producción sempruniana. esta dificultad a la vez que, supone la opor-
También merece destacar la valentía tunidad de contactar con numerosas ins-
de la autora por centrar su estudio en tituciones conservadoras de estos legados
la obra de ficción de Jorge Semprún, y documentales y artísticos. Así nos lo hace
en las que la verdad de las mentiras se saber su autora, Inmaculada Real López,
despliega en un juego de luces tan ce- en el amplio listado de fuentes consultadas
gador como ilustrativo. En definitiva, que reflejan la exhaustiva labor de análi-
una obra a tener en cuenta dentro de sis y acopio de información que la misma
los estudios semprunianos y, como se recoge en este trabajo. En El retorno artís-
ha dicho, una excelente contribución a tico del patrimonio del exilio se presentan
los múltiples significados que encierra las conclusiones de la Tesis Doctoral que
el término memoria. realizó Inmaculada Real y que tenía como
objetivo establecer los procesos de recu-
Beatriz Coca Méndez
peración desde el ámbito historiográfico e
institucional del patrimonio del exilio. Un
estudio con el que se consigue abrir una
puerta nueva, a través de una metodología
pluridisciplinar y un planteamiento inno-
vador, sobre las investigaciones del exilio
republicano. Hasta entonces cuando se ha-
blaba del arte del exilio se solía enfocar con
carácter monográfico, en torno a una disci-
660

plina o los lugares de destino, sin embargo, los museos monográficos, es decir, aquellos
plantearlos desde las políticas del retorno que surgieron para salvaguardar la memo-
era una asignatura pendiente que se aborda ria y la colección de los artistas desterra-
por primera vez. dos. El número elevado de estos espacios
El contenido del volumen se estructura y su distribución geográfica quedan refle-
en base a las principales etapas del viaje jados en un mapa museístico por primera
de vuelta que emprendieron artistas tan vez, con el objetivo de dar visibilidad a la
destacados como Ramón Gaya, Eugenio representativa presencia que adquieren a
Granell, Victorio Macho, Josep Renau, nivel nacional. Sin embargo, estas coleccio-
Castelao o Luis Seoane, entre otros. No nes se muestran de forma individualizada
sólo se presta gran atención a las fechas de ante una gran ausencia de proyectos con-
estos “retornos artísticos”, es decir, al via- juntos que favorezcan la reintegración y la
je del artista con su obra a la España del contextualización de los mismos. A la vez
interior, sino también a los primeros espa- que, tampoco son objeto de análisis desde
cios donde fueron acogieron sus legados. la disciplina museológica, lo que determina
De este modo, la autora ha podido indicar un mayor desconocimiento sobre su exis-
qué momentos fueron los más prolíferos y tencia. Alguna de las instituciones a las que
qué lugares fueron los más proclives para hace referencia este libro es la Fundación
su exhibición. Asimismo, a lo largo de este Apel.les Fenosa, la Fundación Luis Seoane,
trabajo se van vertiendo datos tan rele- la Fundación Eugenio Granell, el Museo
vantes como, por ejemplo, la información Ramón Gaya, el Museo de Arte Contem-
manipulada que se pone de manifiesto en poráneo Esteban Vicente o el Museo Ro-
los primeros catálogos de exposición, don- dríguez Luna, entre otros.
de cuando se hacía referencia a los lugares
de residencia de los exiliados se justificaba Laura Mariateresa Durante
que su traslado se debía a motivos profe-
sionales y nunca ideológicos. Esta una de
las numerosas consecuencias por las que
el conocimiento de estos artistas exiliados
haya sido tan tardío, pues las políticas de la
memoria franquista había conseguido im-
poner el silencio y desconocimiento sobre
los mismos.
Real López ha investigado no sólo el
regreso de este patrimonio del exilio sino
también su institucionalización a través de
RESEÑAS

661

KHARITONOVA, Natalia, Edificar la cul- lores republicanos para organizar su vida,


tura, construir identidad. El exilio español preservar la lengua y cultura de origen, y
de 1939 en la Unión Soviética. Barcelona: consolidar el bagaje cultural de la comuni-
Biblioteca del Exilio, 2014, 253 p. dad y su transferencia a nuevas generacio-
nes, bajo la guía del PCE y PCUS (p. 12).
Y de estas premisas parte la estructura del
Mª M. Garrido Caballero1 libro que se divide en:
(Universidad de Murcia) Una clara introducción de objetivos, me-
todología y agradecimientos, seguida de
unas notas preliminares, en las que se ca-
El estudio de Natalia Kharatinova cum-
racteriza al exilio republicano español en
ple con la función de rescatar del olvido
a parte del diverso colectivo de exiliados la Unión Soviética, elaboradas en función
republicanos a través de sus manifestacio- de la historiografía que domina la auto-
nes culturales en la URSS, desde la déca- ra, así como fuentes documentales sobre
da de los treinta hasta 1970. Se trata de la acogida. Es oportuno detenerse en esta
un trabajo bien documentado, con fuentes última cuestión, ya que desmonta algunos
procedentes de archivos españoles y rusos, tópicos sobre una buena planificación del
entre estos, destaca el Arxiu Nacional de Estado soviético. A diferencia de los niños
Catalunya y RGALI e información extraí- evacuados en el transcurso de la guerra
da de memorias y testimonios recabados, civil española, custodiados por el Comisa-
que complementa los estudios del colecti- riado de Instrucción Pública, los exiliados
vo de españoles en la URSS y ahonda en el desde 1939 contaron con otros organismos
exilio cultural. Con un estilo claro, conciso de apoyo como la MOPR, que aplicó una
y depurado, nos adentra en una temática ayuda selectiva y restrictiva para aquellos
compleja y bien resuelta, sintetizada en el españoles que cumplían con los requisitos,
propio título, con el uso del concepto so- aunque ni las aportaciones ni las indicacio-
viético “edificar la cultura”, se alude a la nes recibidas resultasen siempre satisfac-
educación, pero también, a los centros cul- torias, caso de Arconada, que desconocía
turales y, en sentido más genérico, la apli- adónde debía dirigirse al llegar a la URSS
cación de las políticas culturales del Estado y la lentitud en los trámites burocráticos
soviético, marco de referencia para “cons- previos. También se evidencia a través del
truir una identidad” entre los exiliados en ejemplo de la casa reposo de Monino, con
la URSS, es decir, asumir una unidad de va- deficiencias en la atención a los exiliados,

1
Reseña adscrita a las temáticas de los Proyectos REF. HAR2015-69220-REDT y HAR2014-58043-P
662

destacadas en controles administrativos de de clubes soviéticos. En los sesenta, se crea


la gestión, tanto en la labor política y edu- el Centro Español de la Unión Soviética
cativa, como incluso en la falta de higiene, (CEU), a propuesta de la dirección del PCE
disciplina y fraude económico que llevó al en el exilio. A raíz de los cambios legales
director a ser cesado. Desde el principio se propiciados en la URSS tras la desestalini-
pone énfasis en las actividades culturales zación, pudo constituirse como asociación
con los exiliados, vinculadas a reforzar la de filiación voluntaria sin contar con la
identidad española junto con la ideología aprobación del pertinente organismo social
comunista, aportándoles la Breve historia o estatal, por tanto, este centro contó con
del Partido Comunista Bolchevique y fo- más autonomía, y fue sostenido por la cuo-
mentado la asistencia a toda manifestación ta de socios y donaciones. No obstante, en
cultural que mostrara la ‘edificación socia- ambas instituciones hay dirección política
lista’ (pp. 22-23). y cultural, siendo complementarias muchas
Le siguen dos capítulos, en el primero de de sus actividades culturales, conferencias,
ellos, Los republicanos españoles exilados representaciones, etc., es más, lograron
en los centros culturales propios, la auto- avivar el sentimiento de pertenencia de los
ra aborda las actividades desplegadas en exiliados a un colectivo. .
casas de niños, más conocidas por la his- En el capítulo segundo, El exilio español
toriografía, con material didáctico sovié- republicano en las instituciones culturales
tico traducido al castellano y un esfuerzo soviéticas, se muestran ejemplos de la par-
porque éste fuera el idioma principal en las ticipación de algunos exiliados en las edi-
aulas (p. 34), siguiendo el modelo educati- ciones de Lenguas Extranjeras y Progreso,
vo de la URSS, es decir, aportándoles una así como en la revista Literatura interna-
educación política, estética, laboral, mo- cional, que de 1942 a 1945 contempló más
ral, deportiva y cultural. A continuación, contenidos de temática española y en 1946
la autora traza la historia de dos institu- pasó a denominarse Literatura soviética.
ciones socioculturales representativas de Fruto de los cambios acontecidos a raíz del
los exiliados: El Club español, promovido XX Congreso del PCUS y el deshielo de
por José Antonio Uribes en la posguerra, Jrushchov, se renovaron las publicaciones,
cumplió una función de integración del también en su diseño. Respecto a la edición
colectivo, y con este fin se desplegaron ac- de obras y textos publicados en las revistas
tividades culturales con marcado acento mencionadas, plasmaban contenidos de ca-
español, cuyo coste corrió a cargo de los rácter político y propagandístico, y poste-
Sindicatos, en la fábrica de aviación nº 30 riormente se diversificaron algo más, con-
de Moscú, que ulteriormente se denomi- templando otros criterios e intereses de los
naría Club Chkalov, siguiendo el modelo lectores de los países receptores. Respecto
RESEÑAS

663

a la labor de los exiliados en la traducción, recuerdo y luchar contra la dictadura fran-


no sólo se desarrolló del castellano al ruso, quista.
dando a conocer obras españolas, sino del Las conclusiones (pp. 238-246) a las que
ruso al castellano, recibiendo reconoci- llega a la autora enfatizan la continuidad
miento por esta labor algunos retornados durante décadas de las prácticas culturales
a España, como Isabel Vicente, premio Na- de la comunidad exiliada. La interacción
cional de Traducción de 1985 por su ver- entre la sociedad de origen y la receptora
sión de los Cuentos populares rusos, com- por medio de la cultura fue intensa, a través
pilados por A. N. Afanásiev (p. 203). de la actividad desplegada en exposiciones,
La última parte, el anexo, está articula- conferencias, celebración de efemérides es-
da en torno a la figura de tres escritores de pañolas y soviéticas, sobre todo, desde el
compromiso ideológico comunista: César “Club español” y el Centro Español de la
Arconada, de cuya obra es especialista la Unión Soviética (CEU). De hecho, gracias
autora, se dedicó más a adaptar obras clá- a la labor desarrollada se construyó una
sicas, como la pieza teatral El sombrero de identidad colectiva que fue salvaguardada
Tres picos, que a una labor creativa, y des- y transferida a las generaciones siguientes,
tacó como redactor en la edición española y todavía es una realidad en el Centro Es-
de Literatura Soviética. Isidoro Acevedo, pañol de Moscú. No sólo ello, sino que los
militante comprometido que desarrolló la exiliados participaron en las ediciones en
novela social de avanzada con Topos, y lenguas extranjeras, en editoriales sovié-
una labor de ayuda social desde Socorro ticas de fama mundial, contribuyendo al
Rojo Internacional, en la URSS publicó ar- desarrollo de la traducción, la propaganda
tículos, y escribió una obra todavía inédita, del modelo soviético y del hispanismo. Al
Historia del movimiento obrero. El poeta tiempo que se corrobora que en la URSS
Julio Mateu Martínez trabajó para Radio no generaron una cultura singular, sino que
España Independiente, y vio potenciada su sobrevivió el legado cultural español, inte-
carrera literaria en la URSS, formando par- grado en las formas habilitadas por la po-
te de la Unión de Escritores Soviéticos en lítica cultural soviética. Un elemento carac-
1962. Su poema Dos patrias refleja el sen- terístico de sincretismo desarrollado por
tir del colectivo de exiliados. Tres autores el colectivo español en la URSS como el
cuyas trayectorias coinciden en representar “rusiñol” (adaptaciones lingüísticas), y las
la nostalgia de España, mantener vivo su experiencias de afinidad o confrontación

2
Alted, A., y Aznar, M. (Eds.), Literatura y cultura del exilio español de 1939 en Francia. [Sala-
manca]: AEMIC; GEXEL, 1998.
664

respecto al modelo político y sociocultural


soviético, pueden ampliar y completar más
Los nombres del exilio
las imbricaciones entre ‘edificar cultura’ y
‘construir la identidad’ en el laberinto de
En tierra ajena. Exilio y literatura desde la
‘voces’ del exilio.
“Odisea” hasta “Molloy”
En síntesis, estamos antes una obra esen-
cial para conocer la panorámica de activi-
dades culturales desplegadas y las condi-
josep solanes
ciones de trabajo político-cultural de los Acantilado, 2016, Barcelona
exiliados españoles en la Unión Soviética 336 páginas
que, como la propia autora señala en su
estudio, ha de ir completándose para ahon-
dar en el drama humano del exilio de 1939. Escribe Josep Solanes i Vilaprenyó (Pla
de Santa María, Tarragona, 1909-Valencia
del Rey, Venzuela, 1991) que “el exiliado
es el paradigma del hombre. Se considera
a los exiliados como hombres por excelen-
cia, y son muchos los pueblos que hacen
remontar su linaje hasta algún real o fabu-
loso exiliado” (Solanes, 2016: 28). La ra-
zón de que así sea es que en la condición
de exiliado se manifiestan las cualidades
que permiten al ser humano resistir ante
un conjunto de circunstancias que atentan
directamente contra su esencia. Nos encon-
tramos ante un interdisciplinario e ilumi-
nador estudio –“un auténtico precursor de
los trabajos de Claudio Guillén o de María
Zambrano” (Solanes, 2016: 16), al parecer
de Mónica Miró Vinaixa, autora del pró-
logo de la edición– en el que se aúna la ex-
periencia personal del autor, aunque sean
escasas las ocasiones en las que se refiere
a sus propias vivencias, con su experiencia
como psiquiatra y con toda una vida de
estudio alrededor de las consecuencias de
la guerra en la salud mental de los indivi-
RESEÑAS

665

duos que las padecen. El volumen que edita cia, donde trabajó en varios hospitales psi-
Acantilado es el fruto de la tesis doctoral quiátricos, hasta que se instaló en 1949 en
de Josep Solanes, a la que dedicó una gran Caracas, contratado por el Ministerio de
parte de su vida y que finalmente presentó Sanidad y Asistencia Social de Venezuela.
y defendió en la Universidad de Toulouse Fue presidente de la Sociedad Venezolana
Le Mirail en 1980. de Psiquiatría y miembro de honor tanto
Solanes i Vilaprenyó había manifestado de la citada sociedad como del Centro de
su interés por la cultura desde su época de Investigaciones Neurológicas de Caracas.
estudiante universitario, cuando colaboró, Todas esas experiencias están en el en-
entre otras revistas, en Hèlix, y en su co- sayo que se recupera ahora y que, tantos
lofón, el Butlletí de l’agrupament escolar años después de haber sido escrito, conser-
de l’acadèmia laboratori de Ciències Mèdi- va su vigencia y dirige al lector a lo largo
ques. Juan Ramón Masoliver jugó un papel de un discurso rigurosamente articulado
determinante en esas dos iniciativas, que y minuciosamente argumentado. Desde
llevó a cabo junto al grupo de estudiantes un enfoque fenomenológico, siguiendo de
del mítico Pati de Lletres de la Universidad manera especial los postulados de Eugène
de Barcelona, entre los cuales se encon- Minkowski, se define de qué modo las cir-
traba Solanes i Vilaprenyó. Es uno de los cunstancias del exilio condicionan la iden-
nombres que no faltaba cuando Masoliver tidad de las personas que lo experimentan,
rememoraba los años de formación de una para llenar de determinados significados y
generación quemada por la guerra. En el sensaciones su vida. El exiliado como mo-
grupo también se encontraba Pere Grasses, delo para el ser humano es el punto de par-
quien, como Solanes i Vilaprenyó se exilió tida porque muchas leyendas han situado a
en Venezuela, donde de la misma manera un exiliado en el origen de una sociedad o
desarrolló un papel destacado en la vida linaje. Como recuerda Solanes, Jehová dice
cultural, social y científica del país ameri- a Moisés “Mía es la tierra. No sois para
cano. mí sino extranjeros y peregrinos” (Solanes,
Al inicio de la guerra civil, Solanes i Vi- 2016: 29). De la misma manera, el autor
laprenyó ya ejercía como psiquiatra en el señala que “la idea de no estar en nuestra
hospital Pere Mata de Reus (Tarragona). casa sobre esta tierra se encontraría en reli-
Se alistó como médico en el frente de Ara- giones muy diferentes a las judeocristianas,
gón y llegó a ser capitán en los Servicios y ciertamente no queda inexpresada en la
Psiquiátricos Militares del IV Cuerpo del literatura profana: algunos de sus reflejos
Ejército Republicano. Entonces, su inves- pueden incluso descubrirse en la prosa
tigación se dirigía al análisis de los síndro- científica” (Solanes, 2016: 30).
mes postraumáticos en tiempos de guerra. En el ámbito de una representación casi
Al terminar la contienda se exilió en Fran- metafórica, con frecuencia el exilio se ha
666

vinculado con imágenes fitomórficas (las nos, las sensaciones y pensamientos que in-
raíces de los árboles, por ejemplo) o zoo- tegraban cada uno de los términos. Todos
mórficas (las migraciones de los pájaros). esos componentes no son exclusivos de las
En los ejemplos que el autor aporta sin personas que, forzadas, cambiaron de país,
hacer exhibición de erudición, se pone de sino que los matices y síntomas del exilio
manifiesto la intensa investigación llevada son muchos y variados.
a cabo. Citas de Victor Hugo, Ovidio, Tho- Lo mismo sucede cuando el autor mues-
mas Carlyle, Shakespeare o Bonaventura tra de qué manera se viven el destierro
Carles Aribau ilustran lo que se afirma. (desespacio) y el destiempo. Aprendemos
Con el siguiente paso, nos acercamos a que la geografía es cualitativa, es decir que
las dificultades con que se ha encontrado deviene en psicogeografía, porque, siguien-
quien ha querido nombrar de una manera do al científico Paul Claval, se compone
definitiva a ese fenómeno que obliga a un de “espacio vivido” (Solanes, 2016: 177);
individuo o un colectivo a abandonar su y que el escritor Ernesto Volkening, gra-
país. La disposición de los capítulos (que cias a la psicogeografía, dio con el sexto
Solanes considera “libros”) es importante continente. Sabemos que cada explicación
porque define el itinerario que el autor ha tiende trayectos nuevos entre un fenómeno
querido establecer para acercarse al objeto y una idea, así se enriquece el mundo que
de estudio. Después de fijar las diferentes conocemos. De este modo, cada autor cita-
representaciones más o menos legendarias do amplía y matiza un poco más el mapa
o arquetípicas que se han hecho del exilio, del exilio de que disponemos.
se detiene a reunir las diferentes palabras Solanes habla en primera persona cuan-
que se han utilizado a lo largo del tiempo. do describe la “adhesividad de las fronte-
Sabemos entonces que Quiroga Pla prefe- ras”: “El espacio destinado al exiliado es
ría que le llamasen desterrado, que Ovidio aquel cuyos límites uno mismo arrastra.
decía que estaba relegado, que Unamuno La noción de frontera deja de ser objetiva,
escribía a veces despatriado, que José Gaos pasa a corresponder a un sentimiento: el de
inventó la palabra transterrado, que un im- ser mantenido a raya por linderos de los
portante grupo de españoles se identificó que no puede uno apartarse y que menos
con el título de la revista España peregrina todavía puede franquear. Son en efecto lí-
o que Francisco Umbral habló de desciela- mites que no quedan atrás cuando se aban-
dos. Sería difícil que Solanes aportara algo dona el país para internarse en tierra ajena,
nuevo a todos los estudios sobre el exilio sino que, móviles, adherentes, le siguen a
que han ido proliferando a lo largo del todas partes” (Solanes, 2016: 121). Así, los
tiempo, pero su legado es valioso porque límites del destierro parecen ser diseñados
el análisis de cada palabra trasciende el de- particularmente, como un traje cortado a
bate filológico para demostrar los fenóme- medida.
RESEÑAS

667

Numerosas obras nos enseñan que el sobreviviente, el coriolanista que se integra


exilio puede ser una sala de espera, como en las filas de quienes antes fueron sus ene-
escribió Unamuno, o un desierto en el que migos, el cósmico que no se siente de nin-
se hace de noche, hace frío o los días se gún sitio en particular porque sabe que tie-
llenan de horas inútiles. El tiempo y el es- ne derecho a toda la Tierra o el José bíblico
pacio se necesitan para configurar el exilio. que triunfa y manda en un país extraño
León Felipe escribió que el calendario está conforman el reparto. Ejemplos de todos
muerto y que el tiempo es redondo. Preci- los casos se encuentran en la literatura y en
samente, el equilibrio en la relación entre el recorrido de Solanes.
el tiempo y el espacio determinará la salud Muchos de los exiliados no consideran
mental del desterrado, a quien Solanes si- otra resolución posible para su estado de
túa en un territorio siempre ambiguo en- destiempo y de desespacio que el retorno,
tre lo sano y lo patológico que en algo se aunque el propio Solanes i Vilaprenyó mu-
parece al limbo. Porque la nostalgia fue rió en Venezuela. “No debería uno tener
una enfermedad: este libro nos recuerda que regresar del exilio con el mismo ver-
que etimológicamente, puede ser el dolor bo con que se regresa, por ejemplo, de una
por el retorno. De nuevo, el psiquiatra nos merienda en el campo” (Solanes, 2016:
muestra de qué manera la nostalgia es un 271). Así se inicia el último libro de este
dolor dulce que sirve para enlazar el pre- estudio. Si fue complicado convenir una
sente con el pasado que se dejó atrás, en palabra para definir a las personas forza-
otro país y en otro tiempo; y se cultiva para das a abandonar su país, también lo ha
así mantener viva la esperanza del retorno sido concretar una palabra que parezca
y de recuperar lo que se dejó al marchar. La poner fin a la anomalía. Solanes prefiere
constante conexión con lo que fue modifi- el desexilio de Benedetti al des-exilarse de
ca la experiencia del discurrir de los días María Zambrano, porque la filósofa espa-
y la transforma en redrotiempo (de nuevo ñola dotó de cierto contenido denigrante al
citando a Unamuno) o en trastiempo (en verbo con que definía aquello que hacían
palabras de Eugenio Montejo) que también quienes regresaban traicionando sus prin-
puede verse como el Viaje a la semilla de cipios: dejaban de ser exiliados y de poseer,
Alejo Carpentier. por tanto, la superioridad moral de quien
Después de definir los nombres y las tuvo la fuerza suficiente para abandonar su
coordenadas en las que se desarrolla la país y mantenerse lejos de él.
vida del desterrado, Solanes presenta los El salvaje, el astronauta, el espeleólogo y
personajes que pueden interpretar aquellos el exiliado son –de nuevo– personajes que
que han cambiado de lugar, porque lo que regresan desde su ausencia, de ese tiempo
parece ineludible es que el nuevo país y la que no han compartido con los demás, y
nueva vida exigen jugar un nuevo rol. El se incorporan a una realidad que ha segui-
668

do desarrollándose sin ellos. Solanes no


ha añadido el testimonio de Max Aub en
DOS EXILIOS Y
La gallina ciega, pero sí otras experiencias UN LIBRERO: LA
igualmente dramáticas, e incluso alguna
cómica. Especialmente ilustrativas le pare-
CORRESPONDENCIA
cen al respecto las palabras de Ionesco: “Si DE SALINAS Y
yo hubiera permanecido aquí –se dice este
autor visitando los lugares de su infancia–, GUILLÉN CON LEÓN
las cosas hubieran podido morir, es decir, SÁNCHEZ CUESTA
cambiar naturalmente, sin que me aperci-
biera de ello: sin pesadumbre, sin estriden-
cias” (Solanes, 2016: 304).
Pedro Salinas / Jorge Guillén. Epistolario.
En su conjunto, los ejemplos y descrip-
Correspondencia con León Sánchez Cues-
ciones ofrecidos en este volumen no sólo
ta. 1925-1974. Edición de Juana María
nos sirven para trazar el rastro del exilio
en la historia de la literatura universal, sino González. Madrid: Publicaciones de la
que asistimos al examen de los síntomas Residencia de Estudiantes, 2016, 479 pp.
que configuran la condición de exiliado.
Muchos de esos males no afectan sólo a
desterrados o transterrados, sino que se Los epistolarios, ya sean de gente cono-
trata de patologías que cualquier ser hu- cida o de personas anónimas, resultan ser
mano puede sufrir en circunstancias muy una valiosa herramienta para conocer las
variadas, lo que explicaría la empatía y la vivencias de sus artífices, sus circunstancias
identificación con los autores y personajes personales, sus contextos históricos. Cuan-
que ofrecen su testimonio. Por esa misma do se trata de cartas entre personalidades
razón, la obra de Josep Solanes es impres- literarias −como las que nos ocupan−, su
cindible para comprender el drama del valor para enriquecer los matices de sus
exilio en toda su extensión a lo largo del obras, de sus relaciones, de su visión del
destiempo y del desespacio. mundo, y contrastarlas con sus textos es-
critos para publicar supone un hallazgo
Sònia Hernández
tanto para historiadores de la literatura,
críticos y filólogos, como para lectores cu-
riosos que quieran conocer más de cerca,
de manera más íntima, al autor en cuestión.
Por ello, queda del todo justificado el
proyecto I+D «Epístola», financiado por el
Ministerio de Economía y Competitividad,
RESEÑAS

669

desarrollado por la Fundación Francisco silencio se percibe cierta tensión que pron-
Giner de los Ríos en colaboración con la to la añoranza borrará para dejar paso a
Residencia de Estudiantes, y cuya coordi- cartas de tono muy familiar, en las que se
nación está en manos de José-Carlos Mai- da cuenta, por un lado, de la vida que el
ner, investigador principal del proyecto. librero lleva en Argelia durante la primera
Como resultado de estas investigaciones, la posguerra, y de cómo será luego, a partir
Residencia de Estudiantes ha publicado ya de 1949, instalarse y adaptarse en Madrid
un buen número de epistolarios relativos a para él, su mujer (hermana de la de Sali-
autores de la Edad de Plata de nuestra lite- nas) y su hijo; y, por el otro, de cómo fue el
ratura. Este volumen doble, con los episto- exilio norteamericano de Salinas, quien va
larios de Pedro Salinas y Jorge Guillén con dando noticias de muchos otros exiliados
León Sánchez Cuesta, ha sido el último en republicanos que se encuentran también
aparecer, y supone el número 12 de la co- allí, y se puede ver muy bien cómo se vivía
lección. en la colonia española exiliada en Estados
El primer epistolario consta de 100 car- Unidos, además del sentimiento de eterna
tas que Salinas y el librero de la generación nostalgia, que manifestará asimismo Gui-
del 27, quien terminaría siendo su cuñado, llén. También hablan de cómo crece la fa-
se intercambiaron entre 1925 y 1951. Aun- milia, de los nuevos miembros que se incor-
que la correspondencia no es completa, y poran o que nacen, de las visitas que hacen
se detectan más ausencias de epístolas por algunos a España y que tanto les alegran,
parte de Salinas, el contacto puede seguir- de las defunciones de familiares y amigos…
se fácilmente y el contenido de las cartas Sánchez Cuesta se encargará de las cues-
no incluidas se deduce de las respuestas de tiones legales, de cuentas e inmuebles, que
Sánchez Cuesta en la mayoría de casos. ocupan aún a Salinas en España como apo-
Durante esos más de veinticinco años derado suyo, le servirá también de puen-
de intercambio epistolar se puede apreciar te entre el exilio y el interior, y de enlace
cómo lo que al principio era más una rela- editorial para que puedan publicarse en
ción comercial, pasó a una amistad sincera la España franquista algunos de los libros
y, en este caso, también a una relación fa- del poeta, cuando este finalmente accede a
miliar, hecho que tendrá mucho peso en el ello. Porque Sánchez Cuesta sigue de cerca
epistolario, sobre todo tras la guerra civil la obra de su cuñado, a quien pide sin cesar
español. Este conflicto supone un período que le mande lo que escribe y que le cuen-
de silencio entre ambos, a causa de sus dis- te en qué trabaja, hecho que motiva que
tintas ideologías, ya que Sánchez Cuesta las cartas de Salinas estén repletas de datos
se posicionó con los nacionales durante la sobre sus procesos de escritura, sobre lo
contienda, y en las primeras cartas tras ese que le gusta y le disgusta, sobre opiniones
670

acerca de su propia obra. Sólo en las últi- da, hasta su fallecimiento mismo, ocupa
mas cartas hay un tema que interese más al una parte importante en los últimos años
librero que la obra del poeta: su salud. La de intercambio epistolar.
preocupación de Sánchez Cuesta se refleja Sin embargo, uno de los puntos más
muy bien en la última etapa de este episto- interesantes de esta correspondencia sea
lario, y cómo, desde la distancia, procuró todo lo relativo a la polémica entre Jorge
hacer cuanto pudo por mejorar el estado Guillén y Juan Ramón Jiménez, que acabó
de su cuñado y amigo hasta sus últimos con la amistad entre ambos. Las cartas de-
días. jan constancia del relevante papel que jugó
El epistolario entre Jorge Guillén y el Sánchez Cuesta, amigo de ambos, como
librero consta de 193 cartas entre 1924 y intermediario en el conflicto para intentar
1974. En estas, se sigue mejor que en las solucionarlo. Al estar contado, además, en
anteriores los acontecimientos históricos y detalle en las cartas, se puede conocer de
literarios que marcaron las primeras déca- primera mano cuáles fueron las impresio-
das de sus vidas, como la preparación del nes íntimas de los poetas en esa disputa.
célebre centenario de 1927 por el que se La correspondencia entre ambos se cie-
bautizó a su generación, o la proclama- rra con la nota de condolencia que la fami-
ción de la Segunda República, que Sánchez lia Sánchez-Bonmatí manda a los Guillén
Cuesta describe a Guillén en una de las car- cuando este muere, en 1984. El librero ha-
tas. Tiene en común con el anterior el largo bía fallecido ya seis años antes.
silencio, durante años, tras la guerra civil y Pero si algo tienen de particular estos
el exilio del poeta, y que también sus pasos dos epistolarios, como se apuntaba antes,
por las distintas plazas universitarias que es que no sólo escribían a Sánchez Cuesta
ocupó –como los de Salinas− pueden ras- a título personal, sino también comercial.
trearse por el remite de las cartas y por los Desde las primeras cartas, las listas de li-
pedidos que le hace al librero, aspecto que bros que le piden son innumerables, sobre
merece mención aparte. todo por parte de Jorge Guillén. A través
Uno de los temas recurrentes en su epis- de esos pedidos pueden reconstruirse las
tolario es, además, Pedro Salinas. Tanto en lecturas de los autores desde los primeros
vida del poeta como, y sobre todo, después años veinte hasta los libros que pedían,
de su muerte. El seguimiento que de la mis- como en caso de Salinas, para sus nietos.
ma hacen Sánchez Cuesta y Guillén a partir También aquellos que necesitaban para
de 1951, todo lo que organizan en conme- la universidad donde trabajaran, ya fuera
moración, desde actos hasta ediciones pós- para la biblioteca de la institución o para
tumas de sus obras, así como las noticias preparar sus clases o sus conferencias. La
que se dan del estado de Margarita, la viu- labor de Sánchez Cuesta como distribui-
RESEÑAS

671

dor, además, permite también conocer los las correspondencias a partir de la recopi-
entresijos de las suscripciones a revistas, lación epistolar en distintos archivos.
tanto propias –como Los Cuatro Vientos, En su introducción, dedica varias pá-
de Guillén− como ajenas. Esta particulari- ginas a la figura de León Sánchez Cuesta,
dad intrínseca de la correspondencia con el una personalidad de una relevancia toda-
librero madrileño comporta que, en oca- vía poco estudiada, y, tras comentar los dos
siones, no fuera él sino su hermano Luis epistolarios a modo de introducción, dedica
quien contestara a esas cartas comerciales, también un amplio e interesante apartado
en ausencia de León por viajes o por enfer- a los pedidos, a las lecturas particulares o
medad. La especificidad y el mayor interés por trabajo de ambos escritores. Este análi-
de este epistolario, como ya se vio con la sis de los libros que piden se complementa
publicación de la correspondencia entre el con los apéndices a cada epistolario, en los
librero y Gabriel Celaya en la misma colec- que González adjunta una lista detallada
ción Epístola, residen precisamente en este de esos libros, con los datos bibliográficos
doble valor de Sánchez Cuesta, a quien le correspondientes.
escriben como amigo pero también como El volumen se complementa con un pró-
aquel que les proporciona las lecturas. logo de Andrés Soria Olmedo; con una ge-
Los dos epistolarios en cuestión han sido nealogía de la familia Bonmatí, tan presen-
editados, fruto de su tesis doctoral, por te en las cartas por tratarse de la familia
Juana María González García, actualmente política tanto de Salinas como de Sánchez
profesora en la Universidad Internacional Cuesta; con un índice tanto cronológico
de La Rioja e investigadora en proyectos como onomástico; y con el listado de fuen-
del CSIC y del Grupo de Estudios del Exi- tes bibliográficas y documentales necesa-
lio Literario (GEXEL-UAB). Su minucioso rias para la elaboración de esta edición.
trabajo se deja ver desde las primeras pági-
Esther Lázaro
nas, tanto en el estudio introductorio como
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma
en la transcripción y en la oportuna ano-
de Barcelona
tación de las epístolas, de las que además
proporciona mucha información como ob-
jeto en sí: el membrete si lo hubiere, si apa-
rece o no firma autógrafa, si es manuscrita
o mecanografiada, si contiene correcciones
posteriores,… Se ocupa de nuevas datacio-
nes en caso de que hubiera errores en las fe-
chas de las cartas para que aparezcan en el
correcto orden cronológico, y reconstruye
672

EL INTERCAMBIO personales, sus pasiones, sus miedos, sus


obsesiones, sus circunstancias a medida
EPISTOLAR DE MAX que fueron pasando los años, incluso los
AUB CON LA ESPAÑA viajes que realizaba y sus motivaciones, por
ejemplo. Es, en su totalidad, un epistolario
DEL INTERIOR plagado de información de relevancia.
Aunque en el volumen que publicó en
1992 la Fundación Caja Segorbe bajo el
Sánchez Zapatero, Javier, Max Aub: título de Epistolario del exilio (1940-1972)
Epistolario español. Prólogo de José- había cierta visión de conjunto por tratar-
Carlos Mainer. Kassel: Reichenberger, se de una antología que recogió un total
2016, 240 pp. de treinta y dos cartas de distintos autores
dirigidas a Aub, o viceversa, los trabajos o
las ediciones epistolares aparecidos poste-
Tanto la figura como la obra de Max riormente han solido tratar de alguna en
Aub han suscitado en los últimos años concreto, como, por ejemplo, las más re-
numerosos trabajos, investigaciones y edi- cientemente publicadas, entre Aub y Vicen-
ciones, alrededor de sus múltiples facetas te Aleixandre o entre Aub y Dario Puccini.
literarias y culturales. La accesibilidad a Faltaba, pues, un estudio de la correspon-
sus fondos, gracias a la labor de archivo dencia en su conjunto, una visión unitaria
que efectúa la Fundación que lleva su nom- del grueso de las más de diez mil cartas que
bre y que custodia su legado, así como su la componen, que pusiera de manifiesto los
labor por preservar y difundir la obra del ejes comunes entre ellas, los temas recu-
exiliado, ha permitido también que, en los rrentes en el imaginario aubiano epistolar.
últimos quince años, se publicaran algunos Esa visión de conjunto es de la que se
de los epistolarios que se mantenían total ocupa Javier Sánchez Zapatero en este li-
o parcialmente inéditos hasta la fecha. Y bro. El autor, profesor de la Universidad de
es que Max Aub se carteó con fruición du- Salamanca y que ya dedicó su tesis docto-
rante toda su vida, y tenía por costumbre ral a Aub, de la que surgió el libro Max Aub
hacer copia de las cartas que mandaba, así y la escritura de la memoria, publicado en
que, grosso modo, seguir el hilo de la co- la editorial Renacimiento en 2014 –y rese-
rrespondencia con sus numerosos contac- ñado en el número 17 de esta misma publi-
tos epistolares resulta relativamente fácil. cación por Max Hidalgo−, realizó un in-
Muchos de estos epistolarios esconden da- vestigación en el archivo de la Fundación,
tos de gran valor para comprender mejor gracias a la obtención de una de las becas
tanto su vida como su obra, sus relaciones que ésta misma concedía, en la duodécima
RESEÑAS

673

edición de las Becas de Investigación «Ha- correspondencia –ya que no se conocerían


blo como hombre», en 2009. El libro ahora personalmente hasta el viaje de Aub a Es-
publicado, Max Aub: Epistolario español, paña en 1969− Vicente Aleixandre (a pro-
es fruto de ese proyecto, en el que Sánchez pósito de la correspondencia con el poeta,
Zapatero pudo consultar de forma directa se echan en falta las referencias a la edición
el extenso epistolario de Aub. del epistolario entre ambos, en vez de las de
No obstante, el autor decide centrarse las cajas del archivo de la Fundación). Pero
sólo en las relaciones epistolares con la Es- también con autores de las nuevas genera-
paña del interior para analizarlas en este ciones mantuvo el exiliado corresponden-
estudio. Divide las misivas en tres grandes cia, como, por ejemplo, con Gil de Bied-
grupos, a saber: el primero, las cartas inter- ma o Ana María Matute. En estas cartas
cambiadas con personalidades literarias y puede verse el interés de Aub por conocer
culturales; el segundo, los contactos con el la actualidad de la literatura española del
mundo editorial y las gestiones para que interior, pero también su predisposición a
sus libros pudieran aparecer publicados ayudar a todos aquellos que se lo pedían a
en España; y, por último, la corresponden- publicar en México los textos que la censu-
cia con el ámbito académico, entendiendo ra no permitía que vieran la luz en su país,
como tal todo aquel que se acercara a Aub o a formar parte de la nómina de colabora-
con un interés investigador hacia su obra. dores de publicaciones periódicas mexica-
En el primero de estos grupos se incluyen nas para, así, poder ganar algo de dinero,
cartas de temática más variada, desde los tan escaso en la España de posguerra.
comentarios de su obra propia y ajena has- Otros de los temas recurrentes en este
ta los consejos que pide a los amigos que grupo epistolar es el intercambio de libros,
han vuelto a España o que viajan allí de tanto los que Aub manda para saber la
visita sobre si vale la pena el regreso o no opinión de las lecturas clandestinas que de
y de qué forma. En este capítulo, pues, se ellos hacían sus contactos, como los que
da cuenta de los intentos de Aub por es- pedía que se le mandaran ante la imposi-
tablecer y mantener vínculos entre las dos bilidad de encontrarlos en México y por su
orillas, y se resigue la gestación y edición afán de mantenerse al día. De este modo,
de su revista Los Sesenta como ejemplo las cartas se convierten en una suerte de
de ese afán de pervivencia y contacto. Se catálogo de crítica literaria, en el que se co-
da cuenta también del contenido de epis- mentan obras de lo más variadas por auto-
tolarios relevantes con españoles de (más res dispares, incluso por lectores anónimos
o menos) su generación que se quedaron que le mandan sus impresiones, casi siem-
en el país tras la guerra civil, como su vie- pre elogiosas, de sus libros. También sobre
jo amigo Dámaso Alonso o su amigo por teatro reflexiona Aub a menudo en varias
674

de las epístolas, con corresponsales como Pero no sólo de contactos con publica-
José Monleón o Nuria Espert. ciones periódicas trata el segundo capítulo
Su interés por la península no reside sólo del volumen, sino también de sus gestiones
en el panorama literario, sino que pregun- con distintos editores, desde Barral hasta
ta con regularidad por la situación política Aymà, para mover sus obras en el mercado
española, así como sobre la cuestión de la español, así como del interés de los editores
vuelta. A través de la relativa privacidad por introducir al autor, admirado por mu-
de la correspondencia, muchos expresaban chos, y restituir su nombre en el panorama
su descontento y hasta su oposición polí- literario. También la recepción de las obras
tica al régimen. Y también hubo autores que fueron apareciendo desde la publica-
claramente de «los otros», como Dioni- ción de su primer libro en la España fran-
sio Ridruejo o Juan Fernández Figueroa, quista –El zopilote y otros cuentos mexica-
con quienes Aub se carteó e incluso llegó nos, publicado por Edhasa en 1964− puede
a discutir de política, de la guerra, de las rastrearse en el epistolario. Del mismo
nefastas consecuencias de su victoria para modo, puede apreciarse también la luci-
la sociedad española, huérfana en tantos dez de Aub al ser consciente de su eterna
sentidos. condición de exiliado y de las dificultades
El segundo grupo se centra en los con- que irán siempre asociadas a su nombre a
tactos editoriales de Aub, abundantes dado la hora de ser publicado en España.
el expreso deseo del autor, como se deja ver Mención aparte merece la extensa co-
en tantas afirmaciones epistolares, de pu- rrespondencia que mantuvo con su agente
blicar y ser leído en España. Parte del dra- literaria Carmen Balcells desde ese mismo
ma del exilio fue siempre el escribir para un año 1964, compuesta por más de dos-
público que no tenía acceso a esos textos cientos documentos, de la que también da
y que además desconocía por completo al cuenta Sánchez Zapatero, destacando, por
autor. De ahí la necesidad del exiliado de un lado, la pronta amistad que se estable-
romper esa barrera física y política, de ha- ció entre los dos, así como las riñas más o
cerse presente en el país como fuera. Aub menos serias entre ambos por la insistencia
creyó conseguirlo con sus colaboraciones de Aub en conocer el estado de sus asuntos
habituales en revistas como Ínsula o Pape- editoriales o por el volumen de cartas que
les de Son Armadans, en las que publicó llegaba a escribir sin que le diera tiempo
a partir de 1961 y 1958, respectivamente. a la agente a responderlas todas. Aub fue
Su desencanto al comprobar, tras su viaje uno de sus mejores clientes.
a España, la poca difusión de esas publi- El tercero de los capítulos se centra en
caciones queda también reflejado en sus las cartas que Aub recibía tanto de estu-
epistolarios. diantes como de profesores universitarios,
RESEÑAS

675

doctorandos, o hasta periodistas, interesa- como señala el autor del libro que nos ocu-
dos en conocer más sobre él y su obra, a pa, que no se llegó a tomar demasiado en
menudo con el propósito de realizar inves- serio el proyecto.
tigaciones sobre aspectos concretos o sobre Sánchez Zapatero complementa las citas
la literatura en el exilio. A través de estos de las cartas con anotaciones de los dia-
contactos con el mundo académico, se ini- rios de Aub, y pone en diálogo los distin-
ciaron verdaderas amistades, como la que tos epistolarios del autor, que revelan las
mantuvo durante años con Ignacio Solde- coincidencias temáticas expuestas en el li-
vila Durante, aunque también le sirvieron bro. Gracias al gran número de citas, pue-
a Aub para conocer el estado precario de de apreciarse el estilo conciso y directo del
la enseñanza universitaria en la España autor, a pesar de que, como resulta lógico,
franquista. El interés que suscitaba su obra aparecen más fragmentos de cartas dirigi-
era acogido por el autor con entusiasmo, a das a él que del propio Aub. Esta visión
pesar de la pesadumbre que le producía el en conjunto del contenido del epistolario
ver lo poco que le conocía ese público para español revela la importancia que tienen
quien siempre había escrito. las cartas dentro de la obra aubiana y lo
Sánchez Zapatero dedica también en estrechamente relacionadas que están con
este apartado varias páginas a reseguir la el resto de esta.
recepción entre los exiliados del primero li- La edición –en la que se echa en falta una
bro aparecido en España que trató íntegra- última revisión a fin de eliminar algunos
mente de la literatura en el exilio republica- deslices ortotipográficos− se complementa
no, La narrativa española fuera de España, con un prólogo de José-Carlos Mainer, con
estudio de José Ramón Marra-López, pu- un siempre útil índice onomástico, y con la
blicado en 1963, y la impresión que causó reproducción de diez cartas de las comen-
tanto dentro como fuera del país. Asimis- tadas en el libro, además de la bibliografía
mo, apunta el lugar que ocupó Aub en otros utilizada.
libros de historia literaria aparecidos en la
Esther Lázaro
década de los sesenta a través de las im-
GEXEL-CEFID-Universitat Autònoma
presiones reflejadas en las cartas enviadas
de Barcelona
tanto con los respectivos autores de esos
estudios como con otros corresponsales. El
proyecto de biografía que llevó a cabo el
periodista valenciano Rafael Prats Rivelles
en 1970 generó también varias cartas don-
de Aub daba cuenta de datos biográficos, a
pesar de que el tono de sus cartas denota,
676

Escenografía en el exilio La frase, no obstante, era asimismo por-


tadora de la principal esencia de un arte
republicano de 1939. como la danza, por su propia naturaleza
efímera, que como el resto de sus fugaces
allegadas escénicas había hecho «volar» la
Arias de Cossío, Ana María; Murga imaginación de los artistas plásticos más
Castro, Idoia: Escenografía en el exilio importantes del primer cuarto del siglo xx.
republicano de 1939. Teatro y danza, La llegada de los pintores al teatro, como
Sevilla, Biblioteca del exilio, 2015. llamó Denis Bablet a este fenómeno en Les
revolution scéniques du XX siècle (1975),
había subido sobre las tablas de los prin-
Con cita a uno de losdramaturgos más cipales coliseos de todo el mundo los len-
importantes de la historia del teatro espa- guajes de la vanguardia y la modernidad,
ñol, Las artes hice mágicas volando fue el acostumbrados a los decorados realistas
verso de Lope de Vega elegido como lema propios de la centuria decimonónica, rea-
de la compañía de danza La Paloma Azul, lizados por los técnicos de los talleres tea-
presentada en México en 1940. En la se- trales. Esta invasión entre bambalinas fue
lección de la referencia a «el fénix de los bien acogida en un contexto inclinado a
ingenios», como fue conocido también el la ruptura con lo precedente, el desarrollo
escritor del Siglo de Oro, pudieron tener de teorías derivadas de los presupuestos
cierta responsabilidad otros dos talento- wagnerianos de la «obra de arte total» o
sos compatriotas: Rodolfo Halffter y José la aparición de su consumación con fórmu-
Bergamín que, junto a la coreógrafa nor- las de enorme éxito como los Ballets Rusos
teamericana Anna Sokolow, se encargaron de Sergei Diaghilev, el teatro expresionista
de la dirección del proyecto. Compositor de Max Reinhardt y el de ensayo de Oskar
musical y escritor respectivamente, como Schlemmer en Alemania o las marionetas
el animal mítico, buscaban renacer en una del Teatro dei Piccoli de Vittorio Podrecca.
nueva tierra donde aún se sacudían las pa- España, no sin cierto retraso, tampoco fue
vesas de un conflicto bélico que se había ajena a estas transformaciones patentes en
saldado con la victoria del bando suble- las iniciativas de Gregorio Martínez Sierra
vado y la consiguiente imposición de una y María Lejárraga con su Teatro del Arte,
dictadura que llevó a la salida forzosa del asentado en el Eslava, o figuras de la ta-
país a numerosos intelectuales que, como lla de Cipriano Rivas Cherif, vinculado a
ellos, habían sido afines al régimen político la compañía italiana de Prodecca y a otras
anterior: la ii República. españolas enormemente experimentales
como El Mirlo Blanco, El Cántaro Roto o
RESEÑAS

677

la de Margarita Xirgu, actriz y empresa- ejemplos de los que las autoras de este libro
ria junto a la que gestionó el Teatro Espa- se han servido sobre las páginas del mismo.
ñol. Ambas sedes teatrales alumbraron los Ana María Arias de Cossío e Idoia Murga
estrenos de las obras de Federico García Castro, doctoras en Historia del Arte, pro-
Lorca, llamado a convertirse en el icono de fesoras en dicha disciplina en la Universi-
toda una generación, la del 27, tanto por dad Complutense de Madrid y especialistas
su faceta literaria, como por su labor al en plástica escénica han puesto sus conoci-
frente del grupo teatral La Barraca, codi- mientos al servicio de un libro enmarcado
rigida con Eduardo Ugarte. En el mundo dentro de la serie Escena y literatura dra-
de la danza aparecieron los Ballets Espag- mática en el exilio republicano de 1939, en
nols de Antonia Mercé «La Argentina» y la que se han expuesto los resultados de los
la Compañía de Bailes Españoles de En- proyectos de investigación: la Escena y li-
carnación López Júlvez «La Argentinita», teratura dramática en el exilio republicano
también comprometidas con una puesta en de 1939 (HUM2007-60545) dirigido por
escena al servicio de artistas más o menos Manuel Aznar Soler, Tras la República:
consolidados, pero en todo caso viajados redes y caminos de ida y vuelta en el arte
o incluso aleccionados en dichas parcelas español de 1931 (HAR2011-25864) y 50
gracias a las becas promovidas por la Junta años de arte en el siglo de Plata español
de Ampliación de Estudios (JAE). Antoni (1931-1981) (HAR2014-53871-P), condu-
Clavé, Salvador Bartolozzi, Manuel Fonta- cidos por Miguel Cabañas Bravo. Para ello
nals, Santiago Ontañón, Alberto Sánchez, han reemprendido los pasos de muchos de
Maruja Mallo o Victorina Durán son solo estos intelectuales y artistas en pos de una
algunos de los nombres que se repitieron reconstrucción que, como ellas mismas han
en estos círculos y que durante años per- admitido, no ha ambicionado tanto la ex-
manecieron, como sucedió con buena parte haustividad, como el esbozo de un pano-
del elenco citado sobre estas líneas, prácti- rama complejo. La dificultad derivada de
camente silenciados en los alejados confi- la fugacidad de un tipo de manifestaciones
nes de su tierra natal. El olvido se había artísticas como estas, en muchos casos des-
convertido en una condena impuesta tan aparecidas, destruidas o dispersas, se ha
injusta como su principal causa: el aludido erigido como el principal adversario para,
exilio. por fortuna, unos cada vez más proliferan-
Sin embargo, ello no significó que allen- tes estudios de la disciplina, a la que en este
de mares y montañas su valía no fuese caso se ha unido el originado por la propia
meritoria de un llamamiento a la partici- distancia.
pación interdisciplinar en ideas como la de Sinceridad ante unos hándicaps perfec-
la compañía mexicana, tan sólo uno de los tamente sorteados a lo largo de dos partes
678

diferenciadas: una dedicada al teatro, la que extiendía la continuidad de ese perío-


firmada por Arias de Cossío, y otra corres- do. Una malla argéntea en la que emergían
pondiente a la danza, a cargo de Murga nombres consumados, pero también otros
Castro. Ambas ilustradas con algunas de menos conocidos como los artistas Carlos
esas difficile à trouver fuentes gráficas (fo- Marichalar, Miguel Prieto o Elvira Gascón;
tografías, bocetos, figurines…) tan necesa- así como las bailarinas Maruja Bardasano,
rias como apoyo visual a un lector sumergi- hija de los artistas plásticos Juana Francis-
do en el periplo, algunas veces tan azaroso, ca Rubio y José Bardasano, o Ana María y
que siguieron sus protagonistas. Un viaje al su Ballet con el que giró las dos Américas y
destierro cuyo recorrido ha sido planteado para la que Salvador Dalí también realizó
en las dos partes con un presupuesto aná- uno de sus atrezos.
logo: de lo cercano a lo lejano, de Europa Desde luego, cada hoja ha servido como
a América, de París a Buenos Aires, previo constatación de un éxodo que aunque gene-
paso por Reino Unido, la Unión Soviética, ró resquebrajamiento, jamás este se volvió
Estados Unidos u otros países de Latinoa- una grieta. Prueba de ello fueron los casos
mérica como México y otras regiones del de figuras como la ya citada Xirgu, activa
Cono Sur. Así, sus resultados se han tor- con su compañía en distintos puntos, crea-
nado una suerte croquis sobre el subyacen dora de una escuela dramática y transmiso-
diferencias el impacto de una y otra disci- ra del legado lorquiano entre generaciones
plina en función de cada punto geográfi- de actores sudamericanos. Rivas Cherif,
co. Al mismo tiempo, esto les ha permitido por su parte, aún tuvo tiempo para inno-
plantear la fortuna de otras posibles vías var con sus lulubús. Otros como Alberto
de estudio como el cine, disciplina a la que Sánchez corrieron peor fortuna y se erigie-
algunos artistas como Manuel Fontanals ronn como uno de esos casos en los que el
dedicaron la mayor parte de sus esfuerzos. éxito patrio no se correspondió tanto con
Esta articulación también ha logrado vis- el de su exilio, en este caso ruso. Pero lo
lumbrar la reiteración de ciertos nombres verdaderamente llamativo ha sido compro-
comparecientes en distintos focos como bar que con todo e independientemente del
consecuencia de una movilidad provocada dónde, el cuándo y el cómo, cada particu-
bien por un cúmulo de huidas generadas lar de este estudio ha conseguido poner a
en última instancia por el estallido de la ii sus protagonistas en relación con las expe-
Guerra Mundial, bien por las giras y/o los riencias más punteras de los ambientes de
contactos establecidos entre ellos. En suma, sus destinos. Desde el realismo social ruso,
la generación de una nueva trama tejida so- a los movimientos artísticos de reivindica-
bre esa urdimbre entrelazada durante la lla- ción local e indígena en América latina o el
mada Edad de Plata de las artes españolas influjo de la Modern Dance estadouniden-
RESEÑAS

679

se, por citar algunos ejemplos, la vanguar- manidas como el toro o la flamenca, estas
dia internacional dio refugio y trabajo a las reminiscencias eran también una manera
manos de unos artistas cuyas mentes, por de mantener las conexiones con una tierra
otra parte, nunca dejaron de lado su país que nunca dejó de ser su verdadera mora-
de origen. En este sentido, una de las apor- da. Como testimonio, la cita de Victorina
taciones más interesantes del estudio tam- Durán presente en libro con motivo de su
bién ha sido la utilización del imaginario de negación a la obtención de una carta de
lo español por parte de estos exiliados. La ciudadanía argentina, era clara: «soy espa-
puesta en escena de obras de teatro español ñola y en momentos bien difíciles para mi
por parte de los dramaturgos, los reperto- patria y […] no he dejado de serlo». La es-
rios de danza española de las bailarinas o cenógrafa, que residió en Argentina hasta
la existencia de ballets clásicos consagra- mediados de los sesenta, consiguió volver
dos ambientados en el país, eran motivos a España. Muchos otros no volvieron a
suficientes para favorecer unos trabajos contemplar con vida su verdadero país. La
escenográficos muchas veces basados en el mayoría aún permanecen desterrados de la
tópico. A estos se sumaron otros como el memoria. Por eso, como decía Walter Ben-
suscitado por el rechazo de la intelectuali- jamin, «quien quiera acercarse a lo que es
dad internacional a la contienda peninsular su pasado sepultado tiene que comportarse
a través de puestas en escena con leitmotiv como un hombre que excava» («Excavar
local como protesta u homenaje a sus vícti- y recordar», Imágenes que piensan, 2010).
mas. Más tarde, las distintas celebraciones Por lo mismo, las autoras de este libro, que
del iv Centenario del Nacimiento de Cer- ha conseguido sacar a la superficie tantos
vantes (1947) fueron otra de las ocasiones estratos, aún nos proponen tomar las palas
para legitimar esta iconografía que se cons- y «seguir ahondando… para dar a la histo-
tituía como oposición análoga y contraria ria de nuestras artes en vivo la importancia
a la utilizada por las políticas culturales de que se merecen».
la dictadura franquista, también consciente
Raquel López Fernández.
del valor de todo lo concerniente a la espa-
ñolada como vía de propaganda de lo que
terminó por conocerse bajo el eslogan del
Spain is different.
Pero más allá de las tensiones y reivin-
dicaciones entre la verdadera o la falsa
España y sin menospreciar el factor eco-
nómico que podía mover a los artistas a
recurrir a la representación de figuras tan
680

Ramón Gaya. Il que sufrían los desterrados y de la paradoja


de que sus libros se publicaran en primera
sentimento della pittura. edición no solo en otro país diferente de
España, sino más bien traducidos a otro
Traducción, notas e idioma diferente del castellano. Por lo tan-
introducción de Laura to, Il sentimento della pittura en la edición
de Durante se puede considerar cómo la se-
Mariateresa Durante. gunda edición del texto original traducido
en su tiempo por Leonardo Cammarano
Chieti, Edizioni Solfanelli: y que contiene, además del ensayo que da
2015. título a la colección, otros textos redacta-
dos y publicados en revistas por Gaya a lo
largo de su exilio mexicano en los años 40:
«Homenaje a Velázquez» (en El hijo Pró-
Publicado por vez primera en 1960 en
digo); «El silencio del arte» (en Cuadernos
italiano por la editorial De Luca, vuelve en
Americanos) y «Portalón abierto» (en Las
una nueva y actualizada edición en el mis-
Españas). Otro elemento que confiere a la
mo idioma la breve colección de ensayos Il
colección un aire prototípico es la nostal-
sentimento della pittura de Ramón Gaya,
gia y el conflicto interior que caracterizan
pintor murciano exiliado en México hasta la experiencia del exilio de Ramón Gaya.
1956 y, después, en Italia hasta su regreso Si, por un lado, en los tres ensayos publi-
definitivo a España en los años 70. cados en México resulta evidente cuánto y
Estudio introductorio, traducción y no- cómo el pintor rememore su vida española
tas han sido realizados por Laura Maria- y el arte europeo frente al mexicano que no
teresa Durante, investigadora de la Uni- logra hacer suyo, en «El sentimiento de la
versidad Federico II de Nápoles, que ha pintura», una nueva patria artística parece
dedicado al mismo pintor varias páginas haber ocupado el vacío que se fue crean-
entre las cuales el volumen Ramón Gaya. do a lo largo de los años americanos: Italia
El exilio de un creador, publicado en 2013 y, en particular, Venecia, que Gaya eleva a
por la editorial romana Edizioni Nuova ciudad de la Pintura por excelencia.
Cultura. Esta idea vertebra la casi totalidad del
Publicado en 1960 gracias a los contactos estudio introductorio de Laura Mariatere-
en el ambiente cultural de Roma de Ramón sa Durante, la cual conduce el lector en el
Gaya (María Zambrano, Elemire Zolla y, entramado de un recorrido exílico peculiar,
sobre todo, Elena Croce), El sentimiento sobre todo si se considera que Gaya formó
de la pintura es un ensayo casi prototipo parte de la gran comunidad de republica-
del exilio republicano español de 1939. Su nos acogidos por México al final de la Gue-
historia editorial nos dice de la exclusión rra Civil Española.
RESEÑAS

681

La introducción de la investigadora ita- de continuidad entre las dos ediciones ita-


liana se divide idealmente en tres partes. lianas de Il sentimento della pittura y las
En la primera, Durante recorre los aconte- españolas, en particular las que se han pu-
cimientos biográficos y artísticos más sig- blicado en las Obras completas. El apara-
nificativos de la vida de Ramón Gaya, em- to bibliográfico y las anotaciones al pie de
pezando por su precoz talento descubierto la página, en cambio, restituyen al lector
por José Bergamín, su otro tanto precoz un cuadro completo del actual estado de
crítica a las vanguardias, su compromiso la cuestión en el estudio y difusión de la
con el bando republicano y su primer exi- obra de Ramón Gaya, de su exilio y de su
lio mexicano. En esta última fase, la autora relación con México e Italia.
pone en evidencia los contrastes que Gaya El eje temático que rige el discurso crí-
mantuvo con Diego Rivera y el grupo de los tico de Laura Mariateresa Durante en su
muralistas mexicanos a lo largo de los años estudio introductorio es el contraste entre
40, contrastes que le llevaron a un cada vez México e Italia, los dos países del exilio de
más encerrado aislamiento, aunque siem- Gaya. El destierro gayesco se configura, de
pre mantuvo su propio espacio en la co- hecho, en contracorriente con respecto a
munidad exiliada. Sin embargo, el lector se una abrumadora mayoría de exiliados que
dará cuenta de las dificultades sufridas por encontraron en México un nuevo hogar.
Gaya en estos años y de su constante refe- Para Gaya el país americano representó sí
rencia nostálgica a un arte más auténtico un lugar dónde salvar la vida, pero no fue
y de matriz europea. En la segunda parte este un lugar dónde salvar su arte. Los años
de la introducción, Durante se centra en la mexicanos se caracterizan por una profun-
polifonía del arte de Gaya, que no incluía da nostalgia y un sentimiento de lejanía
solo la pintura, sino también la poesía en de la pintura que Gaya consideraba más
prosa y el ensayo, todas facetas del mismo auténtica: la Pintura, que en su ensayo lle-
impulso creativo y de la misma sensibilidad va siempre la primera letra en mayúscula.
artística. En fin, la autora italiana aporta Capital fue el viaje que el pintor realiza en
un útil comentario y una breve historia crí- 1952 a Venecia y capitales son las prime-
tica del volumen, recopilando las primeras ras palabras de Il sentimento della pittura,
reseñas de 1960 en Italia, escritas por Zo- cuando Gaya declara que en la ciudad la-
lla, Cristina Campo y Pietro Citati. gunar, a pesar de no haber nunca estado,
No obstante, no disponemos de infor- había vuelto. Una vuelta, la del pintor, a los
maciones sobre qué versión del texto ori- lugares en los cuales la Pintura había naci-
ginal de Gaya se basó la traducción, ni sa- do y se había hecho tal. Un acercamiento a
bemos si y cómo Durante cotizó la versión España que vale una vuelta a un paisaje fa-
de 1960 a la hora de verter los originales miliar, a un entorno re-conocido y a su arte
en italiano. Estas informaciones serían in- más íntimo. Establece Gaya una especie de
teresantes a la hora de establecer una línea pueblo de los pintores que tienen todos raí-
682

ces en Venecia, todos son venecianos, to-


dos proceden del genio de Tiziano y de las
Sobrevivir en el exilio: la
aguadas calles de la ciudad italiana. Y es el experiencia liberal
agua el elemento que el pintor utiliza para
trazar la relación íntima entre Venecia y la
Pintura. Al lector más atento no se le es- Durán López, Fernando. Versiones de
capará que el mismo elemento del agua es
un exilio. Los traductores españoles de la
una presencia constante en los escritos de
otro exiliado republicano español en Italia, casa Ackermann (Londres, 1823-1830),
Rafael Alberti. Agua que, inevitablemente, Madrid, Escolar y Mayo, 2015. 217 pp.
remite al mar Mediterráneo que une las
costas italianas a las costas españolas, a sus
paisajes y a su arte.
La insistencia de Durante sobre este ele-
mento de contraste entre México e Italia, A fines del pasado año 2015 se presen-
y el acento que pone la investigadora en la taba en el marco del Congreso Filología
acogida por parte de la comunidad inte- española y exiliados en la primera mitad
lectual romana de Ramón Gaya (una aco- del siglo XIX, celebrado en la Universidad
gida cálida y dulcemente íntima por ami- de Cádiz, este nuevo libro del profesor
gos como María Zambrano y su hermana Fernando Durán López. Aborda aquí el
Araceli, Elemire Zolla y su mujer Cristina trabajo como traductores de un nutrido
Campo, Elena y Alda Croce), dan al inves- grupo de emigrados políticos de la “omi-
tigador que lea este texto un indicio sobre nosa década”, que fueron ayuda inestima-
la importancia, aunque apartada y arrin-
ble para un hombre de negocios de origen
conada, aunque silenciosa y casi olvidada,
sajón, Rudolph Ackermann, comerciante,
de Italia en el marco del exilio republicano
de 1939 (y de otras diásporas españolas del editor, impresor, quien desarrolló un flore-
pasado). ciente negocio con la venta de novedades
tecnológicas, inventos primerizos, láminas
AlessioPiras y estampas con vistas de Londres, libros
GEXEL-CEFID-Univeristat Autònoma de de ilustraciones, muebles y tejidos, entre
Barcelona otras muchas cosas1.Y entre esas cosas, la
edición de libros dirigidos al recién nacido
mercado hispanoamericano, que necesita-

1
De este editor se ocupó John Ford en “Rudolph Ackermann: publisher to Latin America”, en Bello y Londres.
Segundo congreso del Bicentenario, Caracas, Fundación la Casa de Bello, 1980, t. I, pp. 197-224; y Ackermann,
1783-1983: the business of art, Arthur Ackermann Publishing Limited, Londres, 1983 (256 pp.).
RESEÑAS

683

como cuatro soportes de una misma aven-


tura editorial e intelectual en Reino Unido
de un selecto grupo de autores, que dedi-
caron su tiempo de pane lucrando a la tra-
ducción a la lengua castellana de libros y
periódicos destinados al público lector de
la América emancipada. Ya desde la pri-
mera página nos avisa con claridad meri-
diana cuál es el cometido de su investiga-
ción: “El objeto de este libro es presentar
la semblanza colectiva de un puñado de
escritores que, recalados en Londres des-
pués de 1823 huyendo de la tiranía que
acababa de extinguir a sangre y a fuego la
constitución liberal en España, alumbraron
allí uno de los episodios más atrayentes de
la historia de la traducción en el mundo
hispánico durante el siglo XIX: el catálo-
go editorial de Rudolph Ackermann para
Hispanoamérica” (p. 9). Partiendo de esa
base y un somero análisis de ese primer
gran exilio liberal, el primer capítulo está
dedicado a los lazos entre literatura y exi-
ba de cierto tipo de productos editoriales lio, marco necesario para distinguir, como
que pronto supo ver Ackermann. Para ello hace el profesor Durán, entre Literatura
“en” el exilio y “desde” el exilio. Quienes
necesitaba de autores/traductores, más lo
trabajaron para Ackermann representan,
segundo que lo primero, aunque el profe-
pues, la actitud de ver el exilio no como un
sor Durán reivindica la parte de autoría
fin literario en sí mismo (donde prolifera la
que aquellos españoles exiliados ofrecieron poesía y la autobiografía), sino como una
en sus trabajos con fines comerciales. Era respuesta imaginativa con mayor diversi-
esta la razón de existir de esas ediciones, dad de estilos y temas, donde abundan las
aunque algunos de quienes trabajaron para ficciones narrativas, el ensayo y la prosa de
el editor anglo-alemán tuvieran pretensio- ideas. Hicieron, pues, literatura “desde” el
nes literarias de más alto vuelo. exilio. Siguiendo la tesis de Claudio Gui-
El libro ha sido concebido por el autor llén, el exilio aunque no exento de drama
684

y desarraigo, conduce a explorar otros te- de moral (1825) y el Catecismo de los lite-
rritorios no sólo físicos, sino espirituales, ratos (1828) o las traducciones de obras de
literarios, mentales, en un proceso de cos- autores cuáqueros y la edición del periódi-
mopolitismo relativista que es un constante co Ocios de españoles emigrados (1825-
diálogo entre culturas nacionales, en este 1827), tuvo un peso más que notable, por
caso la inglesa y la hispana, teniendo en cuanto buena parte de la ayuda financiera
cuenta la presencia notable y el destino casi que hizo posible la difusión de las nuevas
único de aquellas traducciones: la América ideas políticas, religiosas y educativas para
emancipada. la América independiente procedían del
Tras esta consideración, el autor nos mecenas Vicente Rocafuerte, cuya religio-
guía por la historia de la aventura editorial sidad estaba muy cerca de la filojansenista
de Rudolph Ackermann, cuyos proyectos y anticurialística que profesaban Villanue-
para Hispanoamérica se desarrollan en el va y tantos tardoilustrados y liberales de
breve periodo de unos ocho años (1823- primera hora en España y América. Sin
1830). Después de 1830, la marcha de duda, por encima de todos ellos en lo lite-
buena parte de sus colaboradores hacia rario y en sus estrechos vínculos con el edi-
París o hacia América, hizo inviable la con- tor sajón, Blanco, a quien tantos estudios
tinuidad, más aún con las numerosas edi- ha dedicado el profesor Fernando Durán.
ciones pirata de sus Catecismos o libros de Y en este capítulo es digno de destacar el
divulgación que se copiaban en un marco enfoque que un historiador de la literatura
legal donde la protección de la propiedad da a aquel trabajo: más allá del análisis es-
intelectual (o propiedad literaria, como trictamente literario, filológico o crítico de
se llamaba entonces) era inexistente fuera las obras de los citados escritores, inserta
de las propias fronteras del país sede del el proyecto editorial de Ackermann en su
editor. Por estas páginas desfilan los más función comercial. Por ello, el autor inicia
destacados colaboradores a sueldo de Ac- este segundo capítulo con una frase demo-
kermann. En orden de importancia: Blan- ledora: “El primer actor de este drama no
co White, Mora, Mendíbil, Urcullu, y “los es una persona, es el capitalismo” (p. 21).
demás”, como los denomina el profesor Para los escritores que trabajaron para el
Durán López (Villanueva, Pastor, Núñez editor alemán, es una historia de supervi-
Arenas, o los anónimos traductores/adap- vencia y desplazamiento forzoso; para el
tadores de otros sin identificar hasta hoy). editor, una empresa comercial que tenía
Tal vez convenga señalar por nuestra parte como objetivo un emergente mercado que
que aunque Joaquín Lorenzo Villanueva se abría tras la emancipación y que le llevó
no fuera por cantidad un colaborador asi- a invertir en sus empresas hasta el punto
duo, su influencia a través del Catecismo de que la crisis financiera de 1825-1826 le
RESEÑAS

685

afectó de forma más que notable. Acker- Museo universal de Ciencias y Artes (1825-
mann era un hombre de empresa, un hom- 1826) y el Correo literario y político de Lon-
bre de negocios; Blanco, Mora, Urcullu, dres (1826). A través de ellos y de la mano
Villanueva, etc., unos paniguados necesita- sobre todo de Mora más que de Blanco
dos de dinero para sobrevivir en el exilio. —este último con más prevenciones ante
Ese enfoque hace de este ensayo una pie- estos encargos comerciales—, el editor del
za que encaja con maestría lo literario con Correo literario reafirmaba su agenda ame-
lo social y lo económico, sin que se pueda ricanista, pedagógica y liberal. Pero hay
desligar una cosa de la otra. algo más, como insiste el profesor Durán,
Bajo el título “Traductologías”, inicia el cual es “la clave capitalista y consumista de
autor el tercer capítulo que dedica al aná- este negocio de transferencias culturales, y
lisis del catálogo hispánico de Ackermann sobre la dependencia que los escritores exi-
que divide en nueves categorías o grupos, liados mantienen respecto a las miras e in-
división que responde a razones de impor- tereses de su empleador. La base que presi-
tancia literaria y coherencia textual y de de la actividad periodística de Ackermann
contexto. No es un estudio exhaustivo pero —y por tanto de sus plumíferos a sueldo—
suficiente por su extensión (de hecho, es el es la misma de los catecismos y otras de las
capítulo con mayor número de páginas del publicaciones divulgativas de la empresa”
libro, casi cien) para hacerse una idea cabal (p. 80). Porque en esencia se trata de hacer
de lo que significó aquella empresa litera- entender a los nuevos americanos emanci-
ria y comercial centrada en la traducción. pados que el progreso moral y social llega
Fernando Durán sigue una ruta que le lleva a través del progreso material y de las bue-
de los periódicos editados por Ackermann nas formas de las “naciones modélicas” y
hasta la poesía, pasando por los Catecis- civilizadas. A esa misión se encaminan los
mos, los No me olvides, los Mundos mi- catecismos, inspirados en los del editor in-
niados, la novelística de Walter Scott o la glés Pinnock,2 o los No me olvides, obra
literatura para mujeres o infantil. El editor de Mora (1824-1827) y Mendíbil (1828-
anglosajón patrocinó la publicación de tres 1829), que siguen, adaptan y recrean los
periódicos en español: las Variedades o Forget me no de Shoberl que a su vez se
el mensajero de Londres (1823-1825), el inspiraban en modelos alemanes. Dirigi-

2
De los Catecismos ya se ocuparon Mª Teresa Berruezo, La lucha de Hispanoamérica por su independencia en
Inglaterra. 1800-1830, Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1989, pp. 582-590; y de forma especial, por su fun-
ción educativa como libros para la formación de las nuevas generaciones americanas, los estudios de la profesora
mexicana Eugenia Roldán, entre los que destaca su libro The British Book Trade and Spanish American Indepen-
dence, Aldershot-Burlington: Ashgate, 2003.
686

dos a un público femenino, era un regalo huyendo de la competencia de Ackermann


de buen gusto para las fechas navideñas, y cuando esta comenzaba a declinar.3 Pero en
donde más sustancia literaria encuentra el otros aspectos, menos materiales, sí hubo
autor del estudio que comentamos. Tam- resultados aunque magros en “estos tra-
bién era una traducción de su modelo in- bajos de patriotismo y exilio”, como fue
glés, la Descripción abreviada del mundo, “recomponer la identidad hispánica rota
donde domina lo curioso, pintoresco y exó- y remudar sus bases civilizatorias y mode-
tico, cuyos primeros adelantos se pudieron los”, que en brillante expresión del autor
leer y ver en las Variedades de Blanco Whi- era “obra titánica lejos del alcance de un
te. Y las “cosas de América”, presentes en puñado de traductores y periodistas tira-
todo lo que editaba Ackermann, ya que al dos en un país ajeno y que sudaban su pan
fin y al cabo, hacia ese mercado se dirigía amargo escribiendo para un empresario
su producción en castellano. atento a la cotización de la Bolsa” (p. 161).
El cuarto y último capítulo del libro de Fueron ayunos de aspiraciones revolucio-
Fernando Durán se dedica al estudio de narias, practicaron una cierta neutralidad,
aspectos transversales, que él denomina pero no debe entenderse esta postura como
“Puntos de comparación”. Cuatro son esos liberal conservadora, ya que fueron firmes
puntos: éxitos y fracasos; hispanoameri- defensores de las libertades civiles y enemi-
canismo; tolerancia y el supuesto roman- gos del absolutismo y el clericalismo, pero
ticismo de estos escritores. En el primer bien cierto es que practicaron un elitismo
punto hace un balance de resultados de la intelectual y de clase, de raíz ilustrada, con
empresa, que se salda con una derrota en cierto paternalismo social que se acomo-
lo material frente a los editores franceses, daba a la circunstancia. El otro “punto de
mucho más influyentes en el nuevo merca- comparación” se refiere a reformular tras
do americano. Es por ello que un filólogo la independencia, una identidad común de
y lexicógrafo, además de librero y editor, los pueblos hispánicos, sobre la base de la
tan destacado como Vicente Salvá optara anglofilia y un liberalismo de raíz anglosa-
por irse en abril de 1830 a París, buscan- jona y republicana. Era el sueño de una ge-
do la cercanía del mundo editorial galo y neración de criollos de formación ilustrada

3
Cuestiones que hemos abordado en nuestros trabajos, “Las librerías de Vicente Salvá en Londres y París
(1825-1849). El primer proyecto comercial de una librería española en el exterior”, en Pasiones bibliográficas. Vint
anys de la Societat Bibliogràfica Valenciana Jerònima Galés, Valencia, SBV-Imp. Romeu, 2014, pp. 123-135; “El
epistolario inédito de Vicente Salvá. Preocupaciones filológicas e intereses comerciales”, en Filología española y exi-
liados en la primera mitad del siglo XIX (Cádiz, noviembre 2015, en prensa) y “Vicente Salvá en Londres (1824-1832):
libros, negocios y política. Notas de un epistolario inédito”, en The Spanish book in London during the XVIth to XIXth
century (Londres, mayo 2016, en prensa).
RESEÑAS

687

e ideas liberales, donde estaban Miranda, del exilio londinense, de la mano de Blan-
O’Higgins, Bolívar, Bello, Rocafuerte, Riva co y sus próximos, tesis que desmonta el
Agüero, Moreno, Irisarri o Ignacio Núñez, autor de este ensayo al considerar que los
casi todos ellos residentes en Londres du- supuestos elementos “románticos” se con-
rante algún tiempo. Como afirma el pro- centran en impresos para Ackermann que
fesor Durán, el catálogo de Ackermann, se dirigían al mercado americano de habla
“con el acicate de Rocafuerte y el trabajo hispana y que casi todo se reduce a Blanco
asalariado de los emigrados, es la mani- y Mora, pero no a otros emigrados. La te-
festación literaria, cultural, de esa conver- sis del profesor Durán sobre esta cuestión
gencia” entre exilio liberal y la diplomacia no es que volvieran del exilio ya “romanti-
americana por la emancipación y el derro- zados”, sino que “su identidad literaria es-
camiento de Fernando VII. La “tolerancia” pañola —clasicista— no podía subsistir sin
es otro de los puntos de encuentro, donde más en un contexto transnacional radicado
una religiosidad nueva de corte filojanse- en Inglaterra” (p. 175). Simplemente adap-
nista y en la que Villanueva es el autor de taron sus escritos a otros códigos porque
cabecera de estos editores/traductores, pre- se escribía en otro espacio y se dirigían a
tende trasladarse a las nuevas naciones de otro público.
la otra orilla del Atlántico. El objetivo no No se ha de menospreciar los apéndices,
era “evangelizar” de nuevo América, sino además de la bibliografía, con los que se
introducir una moral y una práctica reli- cierra el libro. De los cinco apéndices, cua-
giosas marcadas por la tolerancia; en ese tro son textos de Mora y uno de Mendíbil
aspecto, Villanueva servía de valedor, por (poema “Mi libro”), especialmente intere-
cuanto su catolicismo no podía ser puesto santes son los dedicados a la tarea del tra-
en duda por nadie dada su conocida tra- ductor y al comercio de libros en América
yectoria.4 El último punto de este capítulo del Sur, publicado en 1829 en El Mercurio
se dedica a la controversia sobre si el Ro- chileno.
manticismo entró en España de la mano Del profesor Fernando Durán poco va-

4
Nos hemos ocupado de estas cuestiones en varios trabajos: “Joaquín Lorenzo Villanueva, un clérigo en la en-
crucijada de la revolución liberal”, en E. Callado (coord.): Valencianos en la Historia de la Iglesia, III, Valencia, Facultad
de Teología San Vicente Ferrer, 2009, pp. 315-354; “El clero español en el exilio londinense”, en Muñoz, D.; Alondo,
G. (eds.), Londres y el liberalismo hispánico, Iberoamericana Vervuert Verlag, Frankfurt-Madrid, 2011, pp. 35-58;
“Joaquín Lorenzo Villanueva and Ireland (1823-1837): a Catholic liberal between faith and politics”, en E. García
Hernán y M.C. Lario, The Irish presence at the Cortes of Cadiz. Politics, Religion &War, Valencia, Albatros, 2013, pp.
243-264. También los estudios de Gregorio Alonso, entre ellos, “Learning from the enemy: protestantism and catho-
lic tolerance in the exiles’ experience”, en Londres y el liberalimo…, pp. 59-73; y La nación en capilla. Ciudadanía
católica y cuestión religiosa en España (1793-1874), Granada, Comares, 2014.
688

mos a decir aquí, pues es bien conocido en- el rigor de sus análisis. Por todo ello, su
tre quienes dedican sus esfuerzos a la histo- lectura está más que recomendada, no sólo
ria de la literatura española del tránsito de para los especialistas en los asuntos o el pe-
los siglos XVIII al XIX, a la autobiografía riodo que trata, sino para cualquier lector
como género, a la que dedicó su tesis,5 a interesado en temas de la cultura española
los autores del exilio liberal y, de forma, en el exilio.
especial, a Blanco White, sobre el cual ha
publicado una biografía y numerosos es- Germán Ramírez Aledón
Universitat de València
tudios monográficos.6 Miembro desde su
fundación del Grupo de Estudios del siglo
XVIII y del consejo de redacción de la re-
vista Cuadernos de Ilustración y Romanti-
cismo. Su producción es tan abundante que
ocuparía un espacio inapropiado en esta
breve reseña. Para ello remitimos al lector
a su web7 y al espacio en www.academia.
edu,8 donde se pueden descargar muchos
de sus trabajos. La cantidad no supone mi-
noración en lo más mínimo de la calidad.
Como ocurre en el libro que reseñamos, el
estilo narrativo de Fernando Durán es ágil,
incisivo, crítico y permeable, lo que hace
su lectura un deleite en el que la erudición
no amodorra la conciencia del lector y el
estilo, en ocasiones socarrón o de un hu-
mor sutil,9 no entorpece la profundidad y

5
Vidas de sabios. El nacimiento de la autobiografía moderna en España (1733-1848), Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (Anejos de Revista de Literatura, 65), Madrid, 2005 (513 pp.) y Un cielo abreviado. Intro-
ducción crítica a una historia de la autobiografía religiosa en España, Fundación Universitaria Española (Espirituales
españoles. Serie C, Monografías, 27), Madrid, 2007 (378 pp.).
6
José María Blanco White, o la conciencia errante, Fundación José Manuel Lara (Colección Biografías), Sevilla,
2005 (646 pp.).
7
https://fernandoduranlopez.com/
8
https://uca-es.academia.edu/FernandoDur%C3%A1nL%C3%B3pez
9
Una pequeña muestra de ello son las palabras de presentación en su web, de la que entresacamos esta inge-
niosa alusión académico-biográfica: “Hice la tesis con Alberto González Troyano, buen amigo y gran maestro, que
además me introdujo en el consumo de manzanilla”.
RESEÑAS

689

Los rehenes del Alcázar interés y, como él mismo explica, hasta su


indignación, a raíz de la lectura de El mito
de Toledo, de Luis de la cruzada de Franco, libro de su amigo
Quintanilla americano H.R. Southworth publicado en
1963 por la misma editorial que más tarde
daría a la imprenta su trabajo, y por ese
motivo cuando, a comienzos de los años
J. R. Saiz Viadero
sesenta, emprendió la tarea de redactar sus
memorias le dedicaría veinte páginas de
Vamos a aclarar uno de los mitos un manuscrito que, sin embargo, no vería
reivindicado como gloria militar de los que, la luz hasta haber transcurrido más de un
atropellando su honor y juramento, cubrie- cuarto de siglo desde el fallecimiento del
ron España de sangre. pintor (2).
En 1967, su monografía sobre el asedio
L. Q. al Alcázar de Toledo por fin verá la luz en la
Cuando Luis Quintanilla Isasi (Santan- Editorial Ruedo Ibérico, de París, editada
der, 1893-Madrid, 1978) finaliza la redac- con el subtítulo de Contribución a la histo-
ción de su libro Los rehenes del Alcázar de ria de la guerra civil española (3), abriendo
Toledo tiene ya setenta y un años, reside en esta publicación una importante polémica
el exilio parisino desde hace algo más de un respondida en forma de diatriba oficialis-
lustro y no se encuentra, precisamente, en ta desde algunos sectores periodísticos de
la mejor etapa de su muy a menudo incier- la España franquista. De alguna manera,
ta existencia. Quintanilla cumplió con uno de sus propó-
No es la primera vez que memorísti- sitos, aunque un libro del que tanto se ocu-
camente se enfrenta a este episodio de la pó parte de la prensa española no pudiera
historia de la Guerra Civil española y no adquirirse en España debido a la prohibi-
lo hace como historiador –no está capaci- ción expresa mantenida por el ministerio
tado para ello-, ni siquiera como cronista. regido por Manuel Fraga Iribarne.
Su función va mucho más allá de ambas Y después hubiera permanecido en el ol-
facetas porque conoce de primera mano vido de no ser por la historiadora Esther
cuanto allí sucedió, al haber sido testigo y López Sobrado, biógrafa encargada de re-
partícipe del asedio efectuado por parte del cuperar la figura de Luis Quintanilla, que
Ejército republicano pero “cotejando a la junto a otras muchas de las creaciones del
vez los cuatro textos de los encerrados en pintor ha sabido rescatar de esa situación
la Academia” (1). de ignorancia para darlo a conocer en la
El tema había suscitado nuevamente su España tardodemocrática, cuando ya el
690

nombre y la obra de su autor había logrado ciado en el verano de 1936 se trata de una
figurar en la historia del Arte y la Historia falsificación monumental de ese pasaje de
en general, si bien fuera todo ello a título la Guerra Civil española? De la lectura de
póstumo (4). este libro parece deducirse que nos encon-
De esta manera, el trabajo pionero de tramos ante el más relevante de los muchos
este creador polivalente y a la vez polifa- mitos que el franquismo construyó en ple-
cético no tiene necesidad de luchar contra na guerra civil y se encargó de perpetuar
la fantasmagoría de un mito que ha sobre- incluyéndolo en el inventario épico de su
vivido a sus coetáneos en el imaginario po- régimen, sin posibilidad de respuesta por
pular, pero que en la actualidad solamen- parte de los vencidos. Y cuando un cuarto
te sirve para algunas de las explicaciones de siglo después de finalizado el conflicto
retardatarias ofrecidas durante las visitas armado aparece desde el exilio una versión
efectuadas a la ciudad de Toledo y, tam- distinta, ésta es vituperada y condenada
bién, para las rememoraciones que perió- al ostracismo. Todo ello para asombro de
dicamente pueden producirse mediante la quienes soportamos la única versión tolera-
emisión televisiva de la producción cine- da en el transcurso del sadismo intelectual
matográfica italiana que relata la visión de con que se desarrolló nuestra educación
los hechos desde la óptica oficial de la épo- sentimental, y para quienes en la actuali-
ca inmediatamente posterior a los mismos dad tengan la curiosidad de asomarse a un
(5). La España franquista y la Italia fascista conocimiento más real de aquellos hechos,
unidas en la reconstrucción de una autode- narrados desde una óptica distinta (6).
nominada epopeya y la creación visual de Unos hechos que, como se deduce de la
un mito. lectura de este libro, el franquismo tergi-
La reedición de este libro de Quintani- versó, elevándolos a la categoría de epope-
lla tiene ya sobre sus páginas el paso y el ya para su beneficio ideológico, a la hora
peso de medio siglo pero conserva íntegra de construir el mito de la Cruzada; pero,
la frescura original del relato de su autor, lo además, para beneficio personal del perso-
cual invita a adentrarse en sus contenidos naje militar que aparece retratado por la
más allá de la polémica que acerca de los historiografía del Régimen cual moderno
hechos narrados todavía pudiera suscitar- Guzmán el Bueno que no duda en sacrificar
se, bien sea por la exactitud de cualquiera la vida de su propio hijo con tal de cumplir
de sus aseveraciones o por la tarea de des- con lo que él considera su deber militar, pa-
mitificación que sobre los propios hechos triótico por lo tanto.
el autor de la narración lleva a cabo. Los pormenores de tal manipulación,
¿Cuánto de lo divulgado sobre los dos y de la consiguiente creación del mito, ya
meses largos que se mantuvo el asedio ini- han sido debidamente analizados por el
RESEÑAS

691

investigador asturiano Etelvino González gobierno español, publicado con el gráfico


López, quien como una consecuencia de título de “La ficha de un perillán”.
sus estudios nos proporciona varias pa- También, y no deja de ser menos impor-
ternidades principales: los periodistas Luis tante puesto que facilita la lectura del libro,
Bolín y Joaquín Arrarás, entre los españo- la editora ha sabido subsanar las limitacio-
les, y los franceses Massis y Brasillach entre nes de la edición anterior dividiendo en
los extranjeros (7). cinco capítulos su contenido, atendiendo
Quedará siempre el interrogante sobre para ello a algunas de las sugerencias for-
el papel que jugó el asedio al Alcázar de muladas en su día por personas muy próxi-
Toledo y la presencia de los rehenes, que mas al propio Quintanilla.
no defensores, en la marcha de la guerra Los cronistas en el exilio, alejados de los
civil española durante los primeros meses. archivos españoles e incluso de su propia
Los intereses contrapuestos de los defenso- documentación, suelen incurrir en errores
res de la legalidad republicana y los suble- e imprecisiones que hoy en día ya serían
vados, unidos sin embargo en su deseo de imposibles de cometer debido a la exis-
convertir al Alcázar en un símbolo funda- tencia de las redes sociales. Es el caso de
mental para las estrategias de uno y otro algún ligero desliz apreciable en esta obra
bando. de Quintanilla, que ha sido señalado por
¿Qué ofrece esta reedición de Los rehe- Etelvino González y que no se ha recogido
nes del Alcázar de Toledo en relación con en esta reedición, como ocurre con la refe-
la versión primera? Además de una sustan- rencia al equívoco producido con la fecha
ciosa introducción de veintidós páginas a
cargo de Esther López Sobrado en la que de ejecución del joven Moscardó.
nos informa puntualmente acerca de la
personalidad de Luis Quintanilla, desco- NOTAS
nocida para la casi totalidad de los espa-
ñoles cuando el libro vio la luz primera en (01) Carta de Quintanilla a Jiménez de Asúa
1967, contiene también una documenta- de fecha 29/11/1967, citada por Etelvino Gonzá-
ción gráfica de gran importancia, así como lez.
unas pocas pero sustanciosas notas junto (02) Luis Quintanilla: “Pasatiempo”. La vida de
a un apéndice documental en el cual figu- un pintor (Memorias), Ediciós do Castro, 2004,
ra transcrito casi completo el artículo que pp. 374-393. Edición, estudio introductorio y
Indalecio Prieto escribió estando en el exi- notas de Esther López Sobrado.
lio mexicano, relatando el historial y el ca-
(03) Ediciones Ruedo Ibérico, París 1967.
rácter del periodista Manuel Aznar, abuelo
del que después llegará a ser presidente del (04) Editorial Renacimiento, Sevilla 2015.
692

(05) L’assedio dell’Alcázar (Sin novedad en el


Alcázar), dirigida por Augusto Genina en 1940.
José Bergamín, El duende
(06) Cuando doy fin a estas notas leo la noticia mal pensante. Aforística
de que, por orden superior, finalmente ha sido
cancelada la presentación del libro Los héroes
musarañera (1924-1983).
del Alcázar de Toledo, versión pro-franquista de Granada, Editorial
Manuel Casteleiro de Villaba, programada por el
Museo del Ejército en el Alcázar toledano. Cuadernos del Vigía,
(07) “Luis Quintanilla frente al Alcázar” en 2015, 189 p. Edición,
El exilio republicano en Cantabria. 60 años
después, edición de Esther López Sobrado y J. R. selección y prólogo
Saiz Viadero, Centro Asociado de la UNED en
Cantabria, Santander 2000, pp. 179-193.
de Gonzalo Penalva
Candela.

Resulta este libro una grata sorpresa por


dos motivos. En primer lugar, porque nos
ofrece la oportunidad de encontrarnos de
nuevo con el Bergamín aforístico, escritor
de ese género próximo a la filosofía al que
se aficionó de joven y que le acompañó
hasta su muerte. Y, en segundo lugar, esta
atinada y apropiada selección de pensa-
mientos nos demuestra, una vez más, por
qué el profesor Penalva guarda en su ha-
ber el ser uno de los dos grandes expertos
y recuperadores de la figura de este gran
olvidado autor, junto a la del ya fallecido
investigador inglés Nigel Dennis.
El excelente prólogo aporta los datos
más relevantes y precisos para que descu-
bramos la génesis de este libro y la prefe-
rencia de Bergamín – junto con la de otros
autores coetáneos o admirados por él – por
un tipo de texto que, aunque considerara
RESEÑAS

693

en algunos momentos menor, resulta im- ción cronológica, y que tienen nombres tan
portantísimo, como comenta Gonzalo Pe- “bergamascos” como “Aforústica y epi-
nalva, para entender al escritor y a su obra. gromética” para los “Primeros aforismos”;
Y es que en sus primeros “aforismos está “El duende y la palabra” para aquellos que
el germen de todo su pensamiento y a ellos escribió como “Peregrino español en Amé-
vuelve constantemente el autor de Beltene- rica”; “Burladera de pensamientos” con el
bros”. Esos pensamientos que acompañan que recoge los que escribió a su vuelta, es
a nuestro escritor antes, durante su exilio y decir, como “El peregrino en su patria”;
a su vuelta a España han conformado ese y, por último, “La España tenebrosa” con
prestigio como creador de aforismos. Por que da título a aquellos que revelan los
tanto, no resulta extraño que la editorial “Últimos pasos del fantasma”.
Cuadernos del Vigía otorgue un premio ¿Y de qué nos habla Bergamín de estos
anual al mejor libro de aforismos bajo el aforismos que, como fantasma resucitado,
nombre, precisamente, de José Bergamín y vuelve a traernos en un libro que él mis-
que, además, hayan propiciado incluir en mo hubiera aprobado como gran editor y
la colección que auspician un volumen de amante de las ediciones cuidadas que era?
homenaje hacia el escritor exiliado. Pues de lo que escribió y habló a lo largo
Sin embargo, la importancia de esta de toda su vida: de lo divino y lo huma-
estupenda antología estriba, en nuestra no. Así, encontramos aforismos que versan
opinión, en que Gonzalo Penalva recopi- sobre música, literatura, toros, religión,
la aquellos aforismos “perdidos”, que no falta de fe, crítica literaria, existencialismo
llegaron a entrar a formar parte de otros y, política, entre otras muchas cosas. Este
libros aforísticos de Bergamín, como pue- “mal pensante” escritor supo incluir afo-
den ser los de sus primeros años - El cohete rismos en otros géneros literarios que culti-
y la estrella, La cabeza a pájaros, El arte vó – poesía o teatro -, pero en estas “ideas
de birlibirloque - o las selecciones postre- liebres” es donde mejor condensa y repien-
ras, como Aforismos de la cabeza parlante sa conceptos que va repitiendo a lo largo
(1983) y Las ideas liebres (1998). Pero, de los años. En otros, sin embargo, glosa
además, esa labor seria y crítica en la selec- pequeñas citas o frases hechas o bien las
ción de los aforismos que incluye va ligada recrea con juegos de palabras que necesitan
a ese cariño por la figura y la obra del escri- ser leídos más de dos veces para poder ex-
tor madrileño, que se demuestre en varios traer parte de todo el jugo conceptual que
detalles. llevan dentro.
En este sentido, cabe destacar los epí- El José Bergamín aforista ayuda a pen-
grafes con los que separa los diferentes sar, a que formulemos nuestro propio pen-
apartados, marcados por una organiza- samiento crítico e incrédulo a los clichés
694

y posturas unívocas, pero a la vez da que Gonzalo, por seguir siendo nuestro maes-
pensar, pues volvemos a encontrarnos con tro en el arte de cazar a ese siempre esquivo
sus dudas e inquietudes, no solo vitales, pájaro bien pensante que es Bergamín! Se
sino literarias, Y sus reflexiones no pue- puede pensar bien o mal, pero si piensas
den dar gusto a todos, porque siempre, hasta el fin nunca te equivocas. Palabra de
hasta el final, serán el reflejo y la voz de Duende mal pensante.
un inconformista. Porque Bergamín murió
cristiano, taurino e incrédulo, desterrado, Mª Teresa Santa María Fernández
republicano y crítico respecto a la alabada GEXEL-UAB / UNIR
por todos Transición. Y, sin embargo, por
encima de todos estos aforismos aquí reco-
gidos y de los que encontramos en las otras
publicaciones ya citadas, subyace la idea de
que la mejor libertad que puede tener el ser
humano es la libertad de pensar, de crear
sus propios aforismos.
Si Penalva nos recuerda en su prólogo
la importancia que tienen estas reflexiones
certeras y breves en la sociedad de los cien-
to cuarenta caracteres, Bergamín condensa
en varios de sus aforismos la importancia
de aunar extremos, sin renunciar a la esen-
cia particular de cada uno. Porque, tal y
como dice en uno de los dardos o cohetes
que lanzó en su día y que se incluyen en
este volumen, con ese bendito don suyo
para recoger diversas citas de otros autores,
mezclarlas y dar un producto con un sabor
original y nuevo: “DESDÉN, PACIENCIA
Y BUEN HUMOR (D’Annunzio) La ironía
– escribe Barrès – es la única garantía de la
libertad. De una libertad quijotesca”.
Se pueden decir más cosas, pero no me-
jor y de una manera más breve y experta.
¡Gracias, don Pepe, por su ironía y su don
de pensamiento y palabra! ¡Gracias, don
RESEÑAS

695

De la resistencia y manera de dar esperanza a las que morían


y a las que perduraban en el infierno: ex-
la deportación. 50 plicar al mundo qué había sucedido en los
testimonios de mujeres campos de la muerte nazis. Por esta razón
compró una grabadora y se propuso reco-
españolas. rrer toda Francia, si era necesario, para re-
coger el testimonio de sus compañeras. El
resultado, el libro De la resistencia y la de-
neus català portación. 50 testimonios de mujeres espa-
Barcelona: Memorial Democràtic, 2015 ñolas, cuya reedición en 2015 ha supuesto
431 páginas la persistencia de Català en su reivindica-
ción de la memoria de estas mujeres.
El libro recoge las historias extraordina-
Cuando Neus Catalá salió del campo de
rias de mujeres españolas que participaron
Holleischen, liberada por las tropas ameri- en la resistencia francesa contra los nazis.
canas, y consiguió llegar donde residía su Para muchas de ellas supone una simple
familia, todo lo que halló fue incredulidad continuación de su lucha en España. Tie-
e incomprensión. Su marido, deportado nen claro que el fascismo debe combatirse
también a un campo de exterminio, ya no ahora en Francia y que una victoria sobre
regresaría, como tampoco podría regresar los alemanes supondrá, sin duda, una vic-
ella a España, pues incluso con la victoria toria sobre Franco. Su regreso a España
aliada, Franco se mantendría como dicta- aparece condicionado al triunfo sobre el
dor. Neus se encontró, a pesar de su super- nazismo. Sin embargo algunas pocas mu-
vivencia y de su aparente victoria, inmersa jeres residen en el país vecino desde mucho
en un escenario desolador. Sorprendente- antes de la sublevación militar en España,
mente su primera reacción fue la de perca- son emigradas económicas o nacidas ya en
tarse que no tenía ni una sola imagen de su Francia de familias emigradas. Es el caso
condición de deportada, razón por la cual de Jesusa Bermejo —que quedó sola al cui-
fue de inmediato al fotógrafo local con el dado de ocho criaturas, sin nada que lle-
traje que había usado en Ravensbrück y varse a la boca y aún así dejó de trabajar
posó para que nunca olvidásemos quién para colaborar más activamente en la Re-
era y qué había vivido. sistencia—, de Mercedes Bernal —que fue
Neus Catalá persistió en ese primer im- detenida y torturada en repetidas ocasio-
pulso, dejar testimonio de lo que había nes, y regresaba a la celda siempre en ca-
ocurrido. Las mujeres en Ravensbrück ha- milla y destrozada pero con la dignidad de
bían realizado una firme promesa —era la quien ha dado su silencio por respuesta—,
696

o de María Llenas —que pronto reivindica aquellas que participaron activamente en


en su testimonio el reconocimiento de la la lucha contra el nazismo, aunque no fue-
contribución de la emigración económica ran finalmente deportadas. La cuestión de
española en Francia a la causa republica- la deportación aparece, por tanto, como un
na—. elemento provocado por el azar, por unas
Las mujeres españolas deportadas a Ra- circunstancias ajenas a la voluntad de la
vensbrück llegaron todas por su condición resistente. Si bien es preciso reivindicar la
de resistentes, les asignaron el triángu- condición de deportadas, no lo es tanto por
lo rojo y su estancia en el campo fue una destacar la participación en la lucha contra
continuación de lucha contra el fascismo. el fascismo, sino por atestiguar unos he-
Cada día que lograban sobrevivir suponía chos totalmente deplorables que deben re-
una victoria contra los nazis, quienes las cordarse para que no vuelvan a repetirse.
querían muertas. Pero también se conside- Por esta razón tanto valor tienen las que
raba una victoria cuando, años más tarde e fueron finalmente detenidas y deportadas
interpeladas por Catalá, una de las compa- como las que escaparon de tal desdicha.
ñeras lograba recordar el nombre de otra Unas prosiguieron la resistencia en el cam-
que no había podido resistir para dar su pos, las otras la continuaron fuera de ellos,
propio testimonio, o que podía aportar al- pero unas y otras persistieron en la lucha
gunos datos que podían en un futuro iden- por la libertad y contra el fascismo.
tificar a otra víctima española de la depor- El medio centenar de testimonios eviden-
tación. Con tal propósito Lola Casadellà cian la diversidad de mujeres que comba-
recuerda y señala: tieron en las filas de la Resistencia. Catalá
Allí encontré a Coloma Serós, a Rita Pé- siempre ha señalado esta diversidad como
rez, a una chica de Torregrosa; parece ser prueba de superación partidista y consa-
que había otras que trabajaban de noche. gración a unos valores supremos como la
Cuando podía escaparme, corría a las ba- libertad, la igualdad y la fraternidad. De
rracas de cuarentena; encontré a una chi- esta manera encontramos resistentes como
ca anarquista que me dijo que trabajaba Carmen Asensi, valenciana residente en
para los ingleses, otra de Unión Nacional, Nimes desde antes de la Gran Guerra, que
y, corriendo por los bloques, otra española ante la pregunta “¿eras católica antes?”,
medio loca, hablando sola; era una asturia- responde segura de sí misma:
na capturada cerca de Leningrado. Estaba
—¡Lo era y lo soy! Cuando estalló la guerra
encinta cuando la cogieron, y al dar a luz
en España, aparte mi patriotismo y mis sen-
mataron a su bebé. (p. 169) timientos humanos, no tenía las ideas muy
Es a causa de esta condición común claras; lo que me despertó y me guió hacia el
de resistentes que Català decide incluir a campo a escoger fue el ver un día en un perió-
RESEÑAS

697

dico francés una fotografía en la que apare- te desde la parcialidad. La aproximación a


cían algunos curas que desde un campanario la Segunda Guerra Mundial se ha llevado a
descargaban una ametralladora hacia el pue-
cabo de un modo incompleto, silenciando
blo. ¡Ah!, exclamé, ¿han olvidado por azar los
mandamientos de la ley de Dios? [...] el quin- la participación de las mujeres, olvidando
to, el quinto no matar. ¿No matar, y estos cu- un campo dedicado exclusivamente a mu-
ras están matando al pueblo? Ah, no, no creo jeres en el mapa concentracionario nazi.
en nada, todas las estampas las rompí. ¡Una Esta ausencia en el relato histórico se ha
Virgen luminosa la tiré al suelo y la rompí,
pobrecita Madre de Dios! arrastrado cada año de forma más laceran-
te, una ausencia irreparable para muchas
Entonces me hice comunista y seguí siendo mujeres que murieron sin ser reconocidas,
católica y creyente. Pero sólo he conservado al cuyo dolor se nos transmite como sus tes-
niño Jesús (p. 99-100).
timonios, y lo asumimos ahora como un
dolor colectivo. La resistente y deportada
Como de la misma forma hallamos otras
como Pilar, con consciencia política desde Carmen Buatell termina su testimonio con
muy joven —”[e]n España empecé a mili- estas palabras:
tar en la CNT cuando tenía quince años” He trabajado mucho enferma, pues du-
(p. 347)— y con una experiencia de lucha rante muchos años apenas me daban nada
desde la guerra civil. de pensión. Nunca me han querido reco-
Esta diversidad también se pone de re- nocer mi calidad de resistente, pero lo soy,
lieve en la manera que cada una tiene de y de las primeras, como era mi deber. (p.
transmitir su propia historia. La aparente 149) A ello Català añade:
transcripción literal de cada testimonio —
la presente edición corrige erratas y cons- [Al año de morir, es reconocida.
trucciones semánticas incorrectas— indica,
Carmen Buatell, esposa Argellés, nacida en
sin decirlo, la variedad de origen, de for- Sants, Barcelona, fallecida en junio de 1976
mación, de condición económica de cada en Perpiñán.
una de las mujeres. Si bien no se trata de un
libro con pretensiones literarias, sí consti- Primera mujer torturada en Marsella en oc-
tuye un gran documento para el análisis de tubre del 41 por hechos de Resistencia por la
una época, para la reconstrucción histórica Gestapo de Vichy.
de unos hechos que siempre se han presen-
Todos los de su grupo han sido reconocidos
tado desde una perspectiva falocéntrica. resistentes y condecorados, menos Carmen.
Precisamente el libro de Català demuestra ¿Porque era republicana española? ¿Se hizo
que la construcción del relato de la historia todo cuanto fue necesario para reparar una
de Europa en este periodo en concreto par- injusticia semejante?] (p. 149)
698

La reparación a la que alude el comentario presentación a cargo de Manuel Vázquez


añadido vino de la mano de Neus Català Montalbán. Ambos escritos se recogen en
en 1984, cuando pudo finalmente ver pu- la presente edición, así como los de Anna
blicado su trabajo de tantos años, la re- Sallés, presidenta de la Amical de Ravens-
copilación de las historias de las mujeres brück, Luis y Margarita Català, los hijos
españolas resistentes y, en muchos casos, de Neus, Meritxell Borràs i Solé, entonces
también deportadas y que ahora se reedita. consellera de Governació i Relacions Insti-
Pero cabe destacar, y de manera muy re- tucionals, y Jordi Palou-Loverdos, también
marcable, que ya en 1977 Montserrat Roig entonces director del Memorial Democrà-
había acometido una primera reparación al tic de la Generalitat de Catalunya.
incluir a mujeres en su libro Els catalans als
camps nazis, el cual tuvo un efecto revulsi- La inclusión de los nuevos escritos se expli-
vo en el relato de la deportación en general ca por tratarse de una reedición institucio-
en España. Roig inició la investigación sin nal, que surge en el marco de las iniciativas
saber de la presencia de mujeres en los cam- y actos que se desarrollaron durante el año
pos nazis, y fue de forma casual, al asistir a —2015— dedicado a Neus Català por la
una reunión de ex deportados invitada por Generalitat de Catalunya. La conmemora-
uno de ellos, que conoció a Neus Catalá y ción coincidió con el año de su centenario,
a otras compañeras. Igualmente tuvo tiem- durante el cual tanto el Mamorial Demo-
po de entrevistarse con ellas, buscar do- cràtic, como el Institut Català de les Dones,
cumentación y acudir a otras fuentes que y sobre todo la Amical de Ravensbrück lle-
hablaran de la deportación femenina. Sin naron el calendario de actividades entre las
embargo, el rigor y la excelencia de Roig cuales destacó en algunas la presencia de
la llevaron a declarar pocos años más tarde la propia Neus, hoy ya retirada de la vida
que era necesario un estudio en profundi- pública en la residencia de su pueblo natal,
dad de las mujeres en los campos nazis. Els Guiamets, desde la cual sigue atenta-
mente la actualidad política y vela, nunca
La primera edición de De la resistencia y cederá en ello, por la memoria de sus com-
la deportación. 50 testimonios de mujeres pañeras de lucha contra el fascismo y por
españolas contó con la colaboración de un la libertad.
buen amigo de Català, el editor Miquel
Horta, que por aquel entonces dirigía la La reedición que nos ocupa mejora el texto
editorial Adgena. Entonces el prólogo lo publicado por primera vez en 1984. Más
firmó Manuel Fernández Nieto, pero en la allá de la corrección de erratas y construc-
edición del mismo libro que hizo la editorial ciones semánticas, el material gráfico que se
Península en 2000 también se incluyó una incluía se presenta ahora ordenado, lo cual
RESEÑAS

699

contribuye en mayor medida a enriquecer


el texto, y en parte modificado. Se han su-
primido algunas fotografías —aquellas que
en 1984 tienen mucho sentido para mos-
trar las atrocidades de los campos cuando
se desconocía todavía qué había ocurrido
en ellos, pero que quizás ahora ya están
más al alcance del público en general—, y
se han sustituido por otras con una mayor
relación a la particularidad de las mujeres
españolas que aquí atestiguan.

Celebramos, por tanto, la reedición de un


documento todavía hoy imprescindible
para comprender un fenómeno tan dolo-
roso y aterrador como el holocausto, así
como sirve también para homenajear la
memoria de todas aquellas mujeres que lu-
charon contra el fascismo y que, a causa
de ello, sufrieron la brutalidad nazi. Neus
Catalá escribió en sus conclusiones: “Si al-
guien se interesa por estas vivencias será la
mejor condecoración que se nos otorgue.”
(p. 424) Sí, Neus, nos interesáis mucho, y
como demuestra el carácter institucional
de esta reedición, se trata de un interés co-
lectivo de la sociedad catalana actual.

Mar Trallero
GEXEL-CEFID, Universitat Autònoma
de Barcelona
700

Teatro de José Ricardo la editora de la Colección Las 4 Estaciones


de la Biblioteca de Autores Malagueños
Morales Contemporáneos (BAMC), y el profesor
Manuel Galeote, responsable de la edición
y del estudio introductorio, rendían al úl-
MORALES, José Ricardo, Teatro. Manuel timo dramaturgo del exilio con motivo de
Galeote (ed.), Málaga, Fundación Málaga, su cien cumpleaños, que tuvo lugar el 3
Las 4 Estaciones, 2015, 173 pp. de noviembre de 2015. No creo que haya
habido mejor reconocimiento para José Ri-
cardo en su centenario que la edición y la
Esta mañana me levanto, me lavo y me digo: divulgación de su obra. Sobre todo, por-
“Voy al teatro. Eso de Las horas contadas que hablamos de un autor cuya trayectoria
promete”.
dramática, desplegada durante los setenta
Y aquí me tienen viendo el espectáculo: una
sala con gente. y siete años de destierro en Chile, no ha
No es muy nuevo, aunque siempre resulta sido acogida por el discurso canónico ni
variado. por los escenarios, lo que lo llevó a consi-
derarse un autor “condenado a la postumi-
Las horas contadas (1966) dad”. No obstante, la propuesta dramática
de Morales, que nace desde la distancia del
destierro, no deteniéndose ni en España ni
El pasado mes de enero, en la casa de su en Chile, gana universalidad y actualidad
destierro de Santiago de Chile, José Ricar- ofreciendo un discurso de carácter trans-
do Morales (Málaga, 1915 – Santiago de nacional que, hoy día, comienza a desper-
Chile, 2016) me hizo un regalo del que se tar el interés de la crítica. No son casua-
sentía, como él mismo me confesó, agra- les, por lo tanto, las palabras de Ricardo
decido y feliz: se trataba de un libro que Doménech en El teatro del exilio (2013) al
cabía en las palmas de sus manos cuyo as- señalar que, cuando llegó la democracia a
pecto (diseño sobrio, muy cuidado: porta- España, el teatro del exilio republicano de
da y contraportada en azul eléctrico, lomo 1939 estaba obsoleto, ya fuere porque mu-
y solapas negras, letras blancas) le confería chos de sus representantes habían muerto
una singularidad especial. Su título, Teatro; -Salinas, Aub, Casona o Camps-, o porque
su autor, José Ricardo Morales. Se trataba los que quedaban hacía tiempo que habían
de uno de los ejemplares que le habían he- dejado de escribir teatro, además de que las
cho llegar desde Málaga hacía apenas unos diferentes líneas estéticas perseguidas por
días: el menudo libro de Teatro no era otro los exiliados “parecían agotadas tras haber
que el homenaje que la Fundación Málaga, llegado a su cima bastantes años atrás”; sin
RESEÑAS

701

embargo, añadía: “Solo había una excep- para algunos de nosotros, entre los que me
ción indiscutible: José Ricardo Morales” encuentro, vida y obra quedaron converti-
(2013: 217). das en una muy cordial dedicatoria, mere-
cida con creces por la tierra adoptiva, que
Además de la esmerada presentación, vino a ser así nuestra tierra adoptada”(Mo-
esta edición malagueña contiene una serie rales 2015: 167)- y expone la relación en-
de detalles reseñables. En primer lugar, cabe tre la condición de desterrado y la tarea del
destacar tanto la acertada selección de las escritor señalando que este es considerado
imágenes como su notable impresión a co- como una suerte de exiliado, pues la dis-
lor. Entre ellas, encontramos la portada del tancia que mantiene con respecto al mundo
primer número de la revista chilena Teatro que lo rodea y la constante extrañeza con
(1945), cuya ilustración de José Venturelli, la que lo observa son su estado natural,
-dos actores sobre un escenario-, es repro- aunque matiza: “Sin embargo, la situación
ducida asimismo en la cubierta; el cartel es muy distinta cuando, en lugar de la ex-
original de Carlos García González para el trañeza que requiere su oficio, experimen-
Ciclo José Ricardo Morales del Centro Dra- ta el extrañamiento forzoso del destierro”
mático Nacional, celebrado durante el mes (Morales 2015: 171). La inclusión de este
abril de 2014; las cubiertas de la edición texto en la edición resulta acertada porque
madrileña de Teatro en libertad (1983) y contiene numerosas claves para la interpre-
de las chilenas Teatro mítico (2002) y Tea- tación de las obras seleccionadas.
tro (1971), esta última con diseño editorial
del exiliado Mauricio Amster y grabado de El estudio introductorio ofrece una ori-
Simone de Chambelland, la esposa del dra- ginal perspectiva de análisis del teatro de
maturgo, y una fotografía de José Ricardo Morales: Manuel Galeote hace hincapié en
Morales el día de su cien cumpleaños junto el modelo de lengua literaria propio para el
a Pedro Martín-Almendro, exdirector de drama creado por el dramaturgo, que com-
la Fundación Málaga. Por otra parte, esta prarte con el lenguaje científico la caracte-
obra incluye “Un testimonio. Una dedica- rística de la univocidad. Según el estudioso
toria”, un texto publicado originalmente malagueño, Morales depuró el estilo y la
en la Revista universitaria de la Pontificia expresión lingüística de tal manera que sus
Universidad Católica de Chile en 1989 en obras son aptas para ser leídas y represen-
el que Morales orienta al lector acerca de tadas en cualquier parte, es decir, ya desde
su trayectoria vital e intelectual al tiempo Bárbara Fidele (1948), su teatro tendió a la
que reflexiona sobre la condición de exilia- universalización de la lengua literaria:
do, la importancia de la memoria, subraya
la gratitud al país de acogida -“De ahí que Por tanto, desde una perspectiva diacrónica
702

(histórico-lingüística), diatópica (dialectal), dianas” (2015: 29). Es en este punto donde


diastrática (sociolingüística) o diafásica (esti- confluyen las obras que componen esta edi-
lística), sin entrar en mayores profundidades, ción: La cosa humana (1966), Oficio de ti-
podemos concluir que JRM se obligó a experi-
mentar también con la lengua de su teatro ex- nieblas (1966), Las horas contadas (1967)
perimental. Su dramaturgia fija la estructura y Edipo reina o la planificación (1999). La
preceptiva en una lengua común, compartida coherencia en la selección de las piezas se
con el mayor número de hablantes, neutra y reafirma porque todas ellas contienen una
sin connotaciones involuntarias o no previs- reflexión metateatral, es decir, juzgan la
tas. Experimentaba con el diseño de una len- técnica teatral convencional ya sea a partir
gua renovada, internacional, libre de marca-
ción dialectal, ni americana ni europea, para de la reescritura de los mitos fundacionales
que no interfiriese en la recepción de su teatro como el de Edipo, con la presentación de
(Morales 2015: 33). una obra antiteatral cuya escenificación es
a oscuras, a través de un monólogo donde
Así, su lengua del drama, tejida a par- se establece una inversión de roles entre el
tir del uso constante de juegos lingüísticos, actor y el espectador o por medio de la dra-
-motor del inteligente humor y la ironía, matización de un manual de instrucciones
siempre en constante actualización-, condu- en una sociedad en la que el hombre no es
cirá al lector o espectador hacia el conteni- más que una mercancía.
do mismo de la obra exponiendo una reali-
dad perturbada, desordenada, incoherente
en la medida en que ya lo es, centrándose Si bien la publicación de sus obras com-
en temas como la cosificación del hombre, pletas, teatro y ensayo, logró llevarse a cabo
la sociedad regida por el utilitarismo, los en 2009 -editadas por la Institució Alfons
abusos del poder, la incomunicación, la bu- el Magnànim y a cargo de Manuel Aznar
rocratización de la vida o el sinsentido de Soler- la plena incorporación de este autor
la tecnolatría, esa fe ciega en la tecnología, en el ámbito cultural hispano solo podrá
en pos del progreso. La denuncia de Mora- alcanzarse a través de un estudio profuso
les también va dirigida hacia la banalidad y riguroso de su obra. Afortunadamente,
de los estereotipos idiomáticos, materiali- nos encontramos en un nuevo proceso de
zada en todos aquellos que, inmersos en el revitalización de su dramaturgia que, espe-
sistema capitalista “por las trivialidades y remos, salte del ámbito académico a los es-
los pensamientos livianos”, utilizan frases cenarios para que su teatro, como decía el
vacías, palabras baúl, muletillas, etc., de tal mismo Morales, “además de actual, tam-
modo que el dramaturgo “nos enseña a no bién sea actuante”. Para que esto ocurra,
aceptar las verdades sin razonamiento, ni cobra especial importancia una edición
las supersticiones ni las trivialidades coti- como esta, pues brinda la oportunidad al
RESEÑAS

703

público español de acercarse a la obra de


uno de los dramaturgos más geniales de
nuestro siglo xx que, debido a la exclusión
a la que lo abocó el destierro, sabía muy
bien que “sin el debido conocimiento de la
obra efectuada no cabe reconocimiento de
ninguna especie.”

El homenaje de Málaga a José Ricardo


Morales, además, llegó a tiempo. Antes de
dejarnos para siempre el pasado 17 de fe-
brero, José Ricardo había encontrado al-
gún rato para leer y revisar los ejemplares
de Teatro que había recibido. Advierte Ma-
nuel Galeote en su introducción de las po-
sibles erratas del libro y añade que prefirie-
ron ahorrar el esfuerzo al autor de corregir
pruebas debido a su edad. El ejemplar que
José Ricardo me regaló tiene señaladas to-
das las erratas, errores e imprecisiones con
bolígrafo azul. Y es que la lucidez, la rigu-
rosidad y la perspicacia no lo abandonaron
nunca, por ello se sintió feliz y agradecido
por esta última edición de su teatro.
Yasmina Yousfi López
GEXEL-CEFID-UAB
704

Representaciones de Mar insistente referencia al patrón benaven-


tiano de Los intereses creados, esperan la
de Almendros, de Juan remota posibilidad de embarcar hacia la
Luis Mira Candel en salvación mientras desgranan recuerdos
felices, ilusiones frustradas, sentimientos,
Alicante compromisos y malos presagios. Al «op-
timismo de pacotilla» sucede la «bofetada
con la verdad» que dimana de la angustia
El 18 de marzo del presente año se puso y la desesperación que se apodera de los
en escena en el «Auditori de la Mediterrà- derrotados sin esperanza.
nia de La Nucia» la versión completa de El autor, Juan Luis Mira, ha destacado
la obra de Juan Luis Mira Candel, Mar de que la obra juega con los sentimientos y
los almendros inspirada libremente en el que no sólo sirve para revivir la memoria
penúltimo volumen del Laberinto aubiano. del pasado sino momentos de nuestro pre-
Esta pieza, que obtuvo el premio «Ciudad sente histórico en Europa y en el próximo
de San Sebastián» (2000) fue publicada el Oriente. De ahí su actualidad y su opor-
año siguiente pero no se había represen- tunidad. En su criterio, es importante pre-
tado desde 2002. Las funciones, a cargo sentarla «de una forma muy sencilla: con
de la Asociación Cultural TEADA, ligada cinco actores, una pequeña escenografía
al Máster de Arte Dramático dirigido por que son las maletas del viaje, que son la
John Sanderson en la Universidad de Ali- metáfora de la huida, un escenario natural
cante, se repitieron dos veces por semana como es el Puerto, y un público que será
durante el mes de julio de 2016 dentro del el protagonista de esta historia. No es una
proyecto municipal Alacant, ciutat de la historia que hable únicamente del Stan-
memòria, en la explanada del Muelle 14, brook, sino que utiliza el Stanbrook como
sobre el mismo recinto portuario donde se pretexto para hablar de muchas cosas: de
frustró trágicamente la evacuación republi- teatro, de héroes, de gente que buscaba la
cana de 1939. esperanza, de una injusticia, del papel de la
Con la imagen escénica latente de que cultura, de tantas cosas en las que yo creo
todo el puerto era «el enorme coro de y que introduje a partir del Campo de los
una sola pregunta: ¿cuándo vendrán los Almendros de Max Aub».C.A
barcos?», la ficción dramática de Mar de
Almendros está protagonizada por una
compañía de comedias –«Teatro de hoy»–
cuyos miembros, doblados simbólicamente
de personajes de la Comedia del Arte, con
VARIA

705

Guillermina Medrano Unidos, tuvieron la entereza y los recursos


personales suficientes para reconstruir con
y Rafael Supervía. brillantez su trayectoria laboral, personal
De Washington a la y social, allá donde se asentaron. Aunque
mudaron las circunstancias y los territo-
Biblioteca Valenciana rios, su identidad política no sufrió cam-
bios. Se mantuvieron en todo momento,
fieles al ideario liberal, democrático y re-
Jornada Laberintos I publicano que abrazaron en la década de
1920 en su Valencia natal.
A lo largo de su dilatada trayectoria la-
José Ignacio Cruz boral, social y política, acumularon una
Universitat de València importante biblioteca y un archivo de gran
interés, especialmente el correspondiente al
amplio periodo de exilio. La mayor parte
El 15 de noviembre de 2016 se celebró en del mismo fue donado a la Biblioteca Va-
el salón de actos de la Biblioteca Valencia- lenciana-Nicolau Primitiu, en cuyo Depar-
na-Nicolau Primitiu de Valencia la Jornada tament d´Exili se encuentra depositado.
Guillermina Medrano y Rafael Supervía. En la Jornada se analizó sus interesantes
De Washington a la Biblioteca Valenciana. trayectorias desde diversas perspectivas. El
Los protagonistas del evento, Guillermina profesor Sergio Valero, de la UV centró su
Medrano y Rafael Supervía tuvieron una mirada sobre Rafael Supervía en la confe-
vida repleta de giros forzados, sobresaltos rencia titulada Rafael Supervía: un azañista
y obligados cambios. Maestra ella, aboga- detrás de una maestra. Por su parte, Manuel
do él; militantes republicanos y cargos pú- Aznar Soler, profesor de la UAB y miembro
blicos en la Valencia de antes de la Guerra de GEXEL, aportó una mirada sobre las
Civil (Guillermina Medrano fue la primera relaciones del personaje, en su parlamento:
mujer concejal en la historia del Ayunta- Epistolario Rafael Supervía-Vicente Llo-
miento de Valencia); durante la contienda rens.
apoyaron sin desmayo la causa republica-
na ocupando diversas responsabilidades En lo que respecta a la figura de la maes-
tanto en España como en el extranjero. tra Guillermina Medrano, fue tratada por
Exiliados tras la derrota de 1939, prime- el profesor José Ignacio Cruz con una in-
ro brevemente en Francia, luego durante tervención titulada: Guillermina Medra-
varios años en la República Dominicana no. Las múltiples facetas de una maestra
y finalmente desde 1945 en los Estados republicana. La profesora Antares Ruiz
706

del Árbol Cana de la UNIR se centró en la


etapa en los Estados Unidos con el texto:
De la incertidumbre al éxito. Guillermina
Medrano en los Estados Unidos.

Para contextualizar convenientemente


la reconstrucción de los itinerarios perso-
nales, políticos, profesionales y sociales de
Guillermina Medrano y Rafael Supervía en
la etapa del exilio, el profesor Vicent Sanz
Rozalen de la UJI disertó sobre El exilio re-
publicano español en la República Domi-
nicana, mientras que la perspectiva de los
años de vivencia en USA fue tratada por
la profesora María Elizalde de la UAB con
su trabajo El exilio republicano español en
los Estados Unidos. Como ya se indicó, la
mayor parte del archivo y de la biblioteca
personal de Guillermina Medrano y Ra-
fael Supervía se encuentra depositados en
la Biblioteca Valenciana-Nicolau Primitiu.
Su donación resultó clave para la creación
en el seno de la misma de una sección es-
pecífica. Sobre ese aspecto se centró Eve
Ferriols directora técnica de la Biblioteca
Valenciana con la intervención La Biblio-
teca del Exilio.
VARIA

707

El archivo de Bernardo parte de la Junta Central de Acción Repu-


blicana Española y fue Vicepresidente del
Giner de los Ríos donado Partido de Unión Republicana. Ministro de
los Gobiernos presididos por Casares Qui-
al Ateneo Español de roga, Giral, Largo Caballero y Negrín, que
México fue el último de la República, representan-
do a su partido.

José Ignacio Cruz Como lo proclamaba su apellido, Ber-


(Universitat de València) nardo Giner de los Ríos era, además, un
Santiago Muñoz institucionista de los pies a la cabeza. Hijo
(Biblioteca Valenciana ) de Hermenegildo Giner de los Ríos, profe-
sor innovador, liberal, republicano y uno
de los introductores del krausismo en Es-
El pasado 14 de marzo de 2016 el Ateneo
paña, al que ayudó a difundir traduciendo
Español de México recibió la donación del
algunos de sus textos más importantes.2
archivo personal de Bernardo Giner de los
Y sobrino de Francisco Giner de los Ríos,
Ríos. Arquitecto de profesión y político por
considerado el alma de la Institución Libre
las circunstancias, ya que ocupó diversas y
de Enseñanza (ILE) por décadas. Bernar-
destacadas responsabilidades públicas. Fue do, fiel a su estirpe, estudió en el colegio
diputado en dos legislaturas de las Cortes dependiente de la ILE, fue uno de los 15
de la II República y ministro de diversa estudiantes con que se estrenó la Residen-
carteras, Transportes, Comunicaciones, cia de Estudiantes y, ya titulado, dio clases
Marina Mercante, Obras Públicas, duran- de historia del arte en la entidad en la cual
te toda la Guerra Civil. Finalizada esta, su se había formado. La identidad institucio-
fidelidad al ideario moderado, reformista y nista resistió guerras y exilios y, en tierras
democrático que había profesado hasta ese mexicanas, Bernardo Giner de los Ríos
momento, le llevó a formar parte del pe- presidió el grupo de la ILE que se recons-
queño núcleo de idealistas que se empeñó truyó en aquel país.
en mantener las instituciones republicanas
en el exilio, contra viento y marea.1 Formó Estudió ingeniería en Madrid y pos-

1
ÁLVAREZ REY, Leandro, (2010), Los diputados por Andalucía en la Segunda República, 1931-1936, Tomo II,
Sevilla, Centro de Estudios Andaluces, pp. 179-191.
2
López casiMiro, Francisco (2011). «Don Hermenegildo Giner de los Ríos y Vélez Málaga. Una lucha contra el
clientelismo (1ª parte)». Isla de Arriarán: revista cultural y científica (Málaga: Asociación Cultural Isla de Arriarán) (37):
175-199. 
708

teriormente arquitectura en Bolonia. Antonio Flórez, y en el cual se integra-


Como arquitecto estuvo estrechamente ron Leopoldo Torres Balbás, Joaquín
vinculado al movimiento regeneracio- Muro, Jorge Gallegos, entre otros. El
nista que desde diversos ámbitos pug- brillante trabajo de esta Oficina quedó
naba por mejorar el sistema educativo plasmado en el diseño y construcción
español. Dos décadas, las de los años de edificios escolares de estilo funciona-
20 y 30, de fuerte impulso a la arqui- lista, inspirados en el ideario de la ILE
tectura escolar desde instancias admi- y en el movimiento higienista. Se trata-
nistrativas y con una clara tendencia a ba de inmuebles pensados por y para la
impulsar la arquitectura del movimien- docencia, para que ésta, en un giro in-
to moderno, de carácter funcionalista, novador en lo pedagógico y avanzado
y de la que Bernardo Giner de los Ríos en lo social, se impartiera en espacios
fue uno de sus más claros valedores. bien acabados, amplios, adaptados a
Así, desde 1920 formó parte de los ar- las necesidades infantiles y abiertos al
quitectos del Ministerio de Instrucción entorno. Todo un espléndido contra-
Pública que construyeron escuelas pú- punto a lo que suponía, aún en aque-
blicas en toda España, especialmente en llos momentos, el contenido y el conti-
la provincia de Segovia, al estar desti- nente de la escuela tradicional. Buenos
nado en esa provincia. ejemplos de esa tarea son los Grupos
En 1929 organizó, en colaboración Escolares madrileños Menéndez Pela-
con F. Quintanilla, y siendo arquitecto yo, Calvo Sotelo, Nuestra Señora de la
municipal del Ayuntamiento de Ma- Almudena o Pardo Bazán, la mayoría
drid, la Oficina de Información sobre de los cuales siguen albergando activi-
la Ciudad, preparatoria del Concurso dades educativas y culturales en la ac-
Internacional de reforma y extensión tualidad, casi nueve décadas después de
de Madrid, publicando un libro de su inauguración.3
recopilación de datos para uso de los
concursantes, interviniendo después En el exilio Bernardo Giner continuó su
en el Jurado que falló dicho concurso andadura profesional, tanto en República
en 1930. A partir de la década del 30, Dominicana, como Arquitecto Jefe de la
Bernardo Giner formó parte del equipo Oficina del plano de la capital Ciudad Tru-
reunido en torno a la Oficina Técnica jillo, durante los años 1939 a 1940, has-
de Construcciones Escolares que dirigía ta su llegada a México, que entre otros, y

3
Rodríguez Méndez, F. J (2007), La Institución Libre de Enseñanza y la arquitectura escolar, Historia de la Edu-
cación, 25, pp. 467-491.
VARIA

709

volviendo a enlazar con su trayectoria en que el Ateneo, sin abandonar su faceta de


España relacionada con la arquitectura es- centro cultural y nodo principal de la red
colar, construyó los edificios escolares del de socialización de los exiliados republica-
Colegio Madrid, una de las instituciones nos y sus descendientes, se ha convertido
educativas ligadas al exilio español, y que en un centro de documentación de referen-
hoy están estrechamente enraizadas en la cia sobre el exilio español en México. Así,
sociedad civil mexicana. custodia un archivo, el cual se verá incre-
Bernardo Giner de los Ríos falleció en mentado con esta donación, que cuenta
1970 en México, siendo una figura am- con casi un millar de expedientes en los que
pliamente reconocida en el universo de los se conservan valiosos documentos en todo
exiliados republicanos españoles en aque- tipo de soportes. Y en lo que respecta a la
llas tierras, lo cual tuvo su mérito ya que biblioteca, tiene catalogados más de cuatro
en dicho colectivo no fueron infrecuentes millares de textos sobre el tema del exilio,
las divisiones y los debates internos. Es es- además de un buen número de libros so-
pecialmente recordada la conferencia que bre otro tipo de temáticas.5 Ese conjunto
pronunció en 1951 en el Ateneo Español documental, al que habría que sumar las
de México, en la que Bernardo Giner de los revistas, la obra pictórica, etc.., forman un
Ríos puso en valor el significado de la ar- conjunto patrimonial de indudable valor y
quitectura de la Residencia de Estudiantes. una referencia ineludible para cualquier es-
Conferencia que fue el germen de su libro pecialista en la materia.
Cincuenta años de arquitectura española
1900-1950, aportación destacada y refe- El contenido del archivo de Bernardo
rencia obligada aún hoy en día sobre esa Giner de los Ríos, está compuesto por car-
temática.4 tas –muy abundantes y dirigidas a personas
destacadas del mundo del exilio español y a
Ahora, más de cuatro décadas después, mexicanos con los que se relacionó- docu-
su familia ha entregado las ocho cajas que mentos, fotografías, artículos de prensa. Se
contenían su archivo al Ateneo Español de trata de un acervo integral que recoge todas
México, es lugar donde pronunció tan des- las facetas de Bernardo Giner de los Ríos,
tacada conferencia. Nada más lógico, ya por lo que también se encuentran allí pro-

4
Giner de los Rios, B., Cincuenta años de arquitectura española 1900-1950, México, Patria, 1952. Una muestra
de la importancia de este ensayo es que ha sido reeditado en diversas ocasiones.
5
Ateneo Español de México, Archivo, México, Ateneo de México en España-Embajada de España, 2006 y Leo-
nor Sarmiento, “Historia del Ateneo Español de México, A. C.”, José Ignacio Cruz y María José Millán La Numancia
errante, exilio republicano de 1939 y patrimonio cultural, Valencia, Biblioteca Valenciana, 2002., pp. 105-1T20.
710

yectos arquitectónicos. Especial relevancia


tienen las semblanzas que fue redactando
sobre sus conocidos exiliados con ocasión
de su fallecimiento. Una clara muestra de
la voluntad de conserva la memoria de esa
Numancia errante, en expresión de Luis
Araquistain, de la que a Bernardo Giner de
los Ríos le tocó formar parte.
Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles

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