Esta enfermedad se explica por una anomalía genética que impide sentir dolor,
calor o frío. Los enfermos tienen, además, alteraciones de la sudoración, lo que
causa episodios de fiebre. Afecta de forma grave al sistema nervioso. Al no sentir
los estímulos, los enfermos pueden autolesionarse con mayor facilidad.
Muchos de sus síntomas aparecen tarde. Además, no existe ninguna técnica
específica que permita diagnosticarla antes de su aparición. Afecta a una de
cada 100 millones de personas.
2. Progeria
6. Argiria