Noviembre 2018
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Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que
fue le impida ser lo que es o lo que será.
Miguel de Unamuno
Una de las problemáticas más desoladoras que se vive actualmente en nuestra país es
indudablemente el abandono al adulto mayor, el cual cursa a esta edad (mayor de los 65 años), la
última etapa del ciclo de la vida y entre más longevo es decir más anciano, más vulnerable es su
condición en la sociedad, se aumentan las posibilidades de ser no solo abandono por su familia
sino también violentado, excluido y sumido a un rincón de la casa sin vos ni voto.
Además, en esta etapa se presentan importantes cambios en la vida de los adultos mayores en
diferentes ámbitos, tanto social, como económico y físico. En cuanto a este último elemento, la
vejez está marcada por el deterioro, la disminución de facultades y la aparición de forma
recurrente de enfermedades crónico-degenerativas, al tiempo que, los roles desempeñado en la
sociedad así como en la familia marcan un descenso gradual en la toma de decisiones.
En la antigüedad el rol del adulto mayor era una figura de sumo respeto, era el que tomaba las
decisiones importantes del hogar, el que pasaba el legado de su familia de generación en
generación ya que era el poseedor de una gran sabiduría adquirida con el paso de los años, en
cambio hoy en día esa imagen ha tomado un contexto diferente, pasando al olvido ya que
vivimos en una sociedad acelerada que crece a pasos agigantados en cuanto a tecnología e
innovación que tiende a la modernidad y que avanza cada día más a la superación intelectual y
económica y que se mide por lo que cada uno pueda producir, deteriorando así el rol del adulto
mayor en la sociedad ya que este en la mayoría de los casos ha finalizado su época laboral y por
ende no se tiene en cuenta su opinión en la familia.
En un siglo el país pasó de 4´355.470 habitantes a 42´090.502, de los cuales más del 6%
(2´617.240) es mayor de 65 años, siendo en este grupo, el 54.6% mujeres (3´190.262, cuando se
toman los mayores de 60 años) Aunque las áreas rurales se caracterizan por mayores tasas de
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El envejecimiento, también constituye una etapa de la vida muy compleja ya que después de
los 65 años las capacidades funcionales de los seres humanos disminuyendo de forma gradual,
ocasionando cambios muy significativos tales como: biológicos entre los cuales se encuentra
patologías crónicas como la hipertensión, la diabetes, insuficiencia renal, enfermedad
cerebrovascular, isquemias de miembros inferiores, disminución de la capacidad visual y
auditiva discapacidad física con reducción de la movilidad, Alzheimer, demencia senil,
osteoporosis y artrosis.
La dependencia del adulto mayor de un cuidador por sus limitaciones físicas debido al evidente
deterioro en su salud, está también la dependencia económica y la pobreza extrema que se
identifica en esta población ya que la gran mayoría no cuenta con bienes o una pensión para su
sustento. Un estudio ‘Misión Colombia envejece’ revela que en Colombia la relación entre la
tasa de pobreza en el total nacional y la que corresponde a los mayores de 65 años, aparte de
representar más del doble de diferencia (19,51 %tasa nacional y 44 % de las personas mayores
de 65 años), es la más alta de todos los países de América Latina.
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En este orden de ideas la población adulta mayor ha aumentado progresivamente en las últimas
décadas y con características especiales de pobreza, disminución de funcionalidad y
enfermedades crónicas los ubica en una dependencia parcial o absoluta de sus familiares más
cercanos, como son los hijos o los nietos quienes asumen en un principio el cuidado directo,
sin embargo la mayoría de los casos lo hacen desde una mirada de sobre carga,” como un
estorbo” y en otros no suplen siquiera las necesidades básicas del adulto mayor, como es
brindarles un hogar cálido, una buena alimentación y un trato digno.
En segunda estancia es el estado quien asume el cuidado del adulto mayor por medio de
hogares geriátricos siempre y cuando estos no tengan familia o esta no posea los recursos
necesarios para su sustento, pero vemos que esta norma no siempre se cumple ya que cada vez
aumentan más las cifras de adultos mayores abandonos por sus familias que si poseen los
recursos económicos para sostener el adulto mayor y si no tiene los ingresan a estos lugares pero
de forma definitiva, sin visitas periódicas en un abandono total e inhumano.
La principal causa del abandono al adulto mayor es que la persona adulta mayor ya no posea
una vida laboral útil y comience a generar gastos en la familia. Situación que causa tensión y
trasforma el trato de sus hijas e hijos, amistades y parientes cercanos. Al sufrir una fractura con
las personas más cercanas, el anciano tenderá a replegarse o desplazarse a un rincón de la casa.
Reduciendo aún más su núcleo social y la interacción con los demás, provocando cuadros
depresivos y aislamiento.
Otro caso frecuente de abandono, ocurre cuando la familia se apodera de los bienes materiales
del adulto mayor, aprovechando su fragilidad, falta de memoria o dependencia. El abandono es
ejecutado cuando al dueño original se le ignora, o se le agrede (física o verbalmente) y en
ocasiones se le desplaza de la familia llevándolo a asilos o albergues en contra de su voluntad.
El Instituto Colombiano de Medicina Legal reporto en agosto del presente año sobre 877
ancianos víctimas de graves agresiones físicas. En al menos la mitad de los casos, el agresor fue
un hijo; y en 110 casos fue un nieto. Otros, familiares y personas cercanas aparecen como
responsables en el resto de ataques. En Bogotá, cada día que pasa un anciano es abandonado por
sus familiares en los hospitales públicos. Hoy, hay 285 abuelos que sobrevivieron a la
enfermedad, pero por los que ya nadie responde. Las consecuencias de esta problemática contra
el adulto mayor, genera otro agravante, ya que la agresión física o psicológica continua puede
llevar a los ancianos a estados de depresión profundos, cifras que en los últimos años ha venido
aumentando en forma acelerada; e incluso ha llevado al adulto mayor a pensar el suicidio. En el
2014 se registraron 262 casos de personas mayores que terminaron con su vida, muchos de ellos
por la vía del ahorcamiento. Las estadísticas del año pasado muestran también 63 episodios de
abuso sexual y cerca de 500 homicidios contra esta población.
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BIBLIOGRAFIA.
https://www.dane.gov.co/files/censos/presentaciones/poblacion_adulto_mayor