Un pathfinder se define como aquel elemento (o gas) relativamente móvil que está en asociación
estrecha con el elemento que está siendo buscado, pero que puede ser encontrado más
fácilmente debido a que forma un amplio halo, o porque puede ser detectado más fácilmente
por métodos analíticos. Existen dos razones básicas para elegir el uso de los pathfinder en una
exploración geoquímica:
1) Son más móviles que el elemento buscado, de tal manera que forman un halo más extenso y
amplio, por ejemplo el uso de mercurio o arsénico como pathfinder para oro.
2) Los métodos analíticos utilizados para los pathfinder son más simples, menos caros y más
sensibles que los métodos utilizados para analizar el elemento del cuerpo mineral.
Un buen ejemplo es el uso de los elementos fácilmente analizables como el cobre, níquel o cromo
como pathfinder para el platino. La selección de un pathfinder requiere que el elemento o
elementos usados ocurran en el ambiente primario en estrecha asociación con el elemento que
está siendo buscado, o que sea derivado de él por descomposición radioactiva, tal como el uso
del radón como pathfinder para el uranio. Es también esencial que exista una relación directa e
interpretable entre la distribución geoquímica del pathfinder y la mineralización. En algunos
casos, el elemento pathfinder puede estar en la ganga de un depósito, en otros casos puede
haber penetrado en la estructura de la mena mineral (sustituyendo a ciertos elementos). En el
caso de menas polimetálicas, incluso alguno de los elementos mena puede ser el pathfinder para
el yacimiento.