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Ponencia: 50 años de la fundación del CAP

Título: Discursos y Prácticas: Ciudad, inclusión social y


Gobernanza Democrática.

Nuestras ciudades han experimentado profundos cambios en los


últimos cincuenta años. El rápido proceso de urbanización al que
hacemos referencia nos obliga a reflexionar en esta ocasión
respecto del papel que han cumplido o están desarrollando los
Arquitectos y Urbanistas con la finalidad de apoyar en la medida
de lo posible y dentro de la reglas de juego de un sistema
económico que prioriza la reglas del mercado, algunas acciones
principalmente normativas necesarias para aliviar algunos de los
impactos negativos del aludido proceso.

Al respecto es importante hacer algunas reflexiones: El caso del


proceso de cambio ocurrido entre el accionar de la Sociedad de
Arquitectos y el inicio de sus actividades del Colegio de
Arquitectos-Nos preguntamos qué pasó con la avenida Tacna.

Una primera reflexión nos obliga a decir que la práctica privada


de los profesionales Arquitectos y Urbanistas mayormente ha
contribuido configurar en el tiempo y el espacio un escenario
territorial caracterizado por un cuadro de extrema concentración
de los aportes y técnicas en los espacios más dinámicos y
rentables de la ciudad. Esta práctica profesional se ha destacado
por impulsar y hacer realidad proyectos dirigidos a satisfacer las
necesidades de las clases más solventes.

Las ideas de la agrupación Espacio y la nueva realidad urbana:


Una de ellas se apoya en la visión de modernización urbana
aporte de arquitectos tales como Luis Miró Quesada y sus
seguidores.

Por otro lado nos referimos a las luchas urbanas de dirigentes e


inmigrantes provincianos por el derecho a la ciudad.
Una de estas prácticas apoyadas por las ideas de modernización
han estado direccionadas principalmente para atender las
demandas relacionadas al crecimiento económico del país, como
a las oportunidades de generar proyectos para atender los
requerimientos correspondientes a las inversiones resultantes de
las explotaciones, mayormente de los recursos naturales de la
nación.

Por el contrario, es importante hacer mención de que la práctica


profesional de los urbanistas y Arquitectos canalizada a través
de la acción del Estado, ha sido de tipo normativo de las
actividades públicas y en menor grado ha estado comprometida
en la tarea de revertir el escenario de rápida urbanización que se
caracteriza por acciones de depredación del medio ambiente y
por la privatización del espacio público.

Este escenario de acción pública está caracterizado por una


configuración espacial caótica e informal, surge por la acción de
amplios sectores sociales de nuestra ciudad quienes demandan
al Estado la democratización del acceso a la tierra urbana, luchan
por alcanzar un nivel aceptable de disfrute social, equitativo y
sustentable para garantizar un nivel digno de bienestar, como
parte del derecho de vivir, en la ciudad. Hoy podemos
preguntarnos cuál ha sido el aporte de los profesionales en el
campo del urbanismo y la Arquitectura...

En primer lugar, la iniciación del taller de asistencia técnica de la


universidad de Ingeniería- caso de participación de los
estudiantes de la facultad de Arquitectura en respuesta a la
solicitud de dirigentes barriales de la Pampa de Comas, Ermitaño
y Cuevas en el cono norte de Lima, iniciativa que después es
recogida tanto por el Colegio de Arquitectos y la Corporación de
la Vivienda

La esfera de responsabilidades de los profesionales en el campo


de la Arquitectura y el Urbanismo, frente al rápido proceso de
urbanización que ha caracterizado a nuestras ciudades a lo largo
y ancho del país se ha visto superada por la fuerza de los
sistemas económicos y por la debilidad del Estado para atender
las demandas de desarrollo, principalmente de la población
empobrecida del interior del país. Es así como la actividad
mayoritariamente de los profesionales se focalizó en las ciudades
importantes atendiendo un mercado inmobiliario en el cual la
práctica profesional se ha destacado por impulsar y hacer
realidad proyectos dirigidos a satisfacer las necesidades de las
clases más solventes.

El acelerado proceso de urbanización también significó un


intensivo cambio de uso del suelo rural al urbano, motivado por
causales relacionadas con algunas estrategias para salvar de la
reforma urbana las haciendas localizadas en la periferia de las
ciudades, y también proteger estas propiedades de posibles
invasiones de los pobladores inmigrantes del interior del país. Es
así como los urbanistas contribuyeron mediante el planeamiento
de las habilitaciones urbanas al rápido proceso de expansión
urbana de nuestras principales ciudades. También un efecto de
esta práctica ha significado tener una ciudad en donde se
evidencia profundos espacios de segregación espacial,
económica y cultural de un sector importante de la población
urbana.

La acción del Estado frente a los procesos de insurgencia urbana


ha sido ambivalente, por un lado favoreció el desarrollo de
políticas populistas frente a la presencia de pobladores
inmigrantes que demandaron por tierras donde asentarse en las
ciudades mediante normas que permitieran la generación de
asentamientos populares en tierras de propiedad del Estado en
donde se reconoció la propiedad legal de los pobladores. Este
proceso de expansión urbana demandó la generación de
proyectos progresivos de habilitación urbana, infraestructura y
servicios públicos que estuvieron a cargo de Arquitectos y otros
profesionales, contratados por instituciones públicas, tales como
la Corporación de la Vivienda, Junta Nacional de la Vivienda y
finalmente en el Ministerio de la Vivienda.

En la década de los años 50, del siglo pasado, los estudiantes de


la Facultad de Arquitectura de la universidad Nacional de
Ingeniería crearon el Taller de Asistencia Técnica con la finalidad
de apoyar los procesos de asentamiento popular que se estaban
gestando en el norte de la ciudad, particularmente en la Pampa de
Comas, El Ermitaño y en la Pampa de Cuevas, los estudiantes
contribuyeron dando apoyo técnico voluntario en las tareas
relacionadas a la definición de las futuras zonas residenciales
mediante el trazado a tiza de los lotes y calles, así como la
determinación de zonas donde se ubicarían los servicios
comunales.

Esta iniciativa después se institucionalizó con el nombre de


Oficina de Asistencia Técnica, inicialmente en la Sociedad de
Arquitectos y después fue acogida por el Colegio de Arquitectos.

Esta aludida dinámica de las organizaciones populares ha


conformado una colectividad popular que desbordó el marco
público institucional en los últimos 50 años. Esta capacidad e
ingenio popular basada en la incorporación al medio urbano de
nuevas conductas, creencias y estilos de vida que permitieron
desarrollar en el tiempo formas de autogestión popular.

Esta práctica autogestionaria ha demostrado la posibilidad de


generar empresas pequeñas y medianas de producción
especializada, como son las empresas de confecciones, artesanía
transportes y construcción, han contribuido decididamente en el
desarrollo económico, social y cultural de los asentamientos
humanos localizados en los distritos populares y hoy muchos de
ellos son integrantes de municipalidades distritales de nuestras
principales ciudades.

Pero también es importante hacer mención que hoy nos


preguntamos cuál debe ser el compromiso de las actuales y
próximas generaciones de profesionales para enfrentar el
desarrollo armónico de nuestras ciudades?

Han transcurrido ya 50 años de creación de nuestro colegio


profesional y nuestra institución guarda importantes experiencias
en el quehacer de la vivienda, de la urbanización, del diseño y del
urbanismo en nuestro territorio.

Sin embargo, al observar cada una de nuestras ciudades, vemos


que nuestra intervención en ellas es frecuentemente invisible,
una lucha por mostrara el valor de un planeamiento visionario,
frente a vigencia del mercado inmobiliario.

Si nos ponemos en parangón con nuestra civilización, que


ocuparon nuestro territorio, en cualquiera de nuestras culturas
pasadas o contemporáneas, ellas nos darán pauta de acción para
establecer una ruta crítica para el desarrollo armónico, justo
inclusivo y democrático de nuestras ciudades. Observamos al
celebrar los cincuenta años de vida de nuestra institución, un
legado de la historia de la cual gozamos y disfrutamos hoy como
escenarios de una ciudad y urbanismo de arraigo global, cuyos
aportes al planeamiento, al diseño, a la tecnología se perennizan
en el tiempo con una lectura que hoy ni siquiera hemos querido y
podido interpretar. Hemos sido cuna de civilizaciones que han
urbanizado la sociedad.

Hoy, que disfrutamos de tecnologías más avanzados, nuestros


profesionales se orientan de manera deliberada a hacer una
ciudad de parcelas que son hitos que no pueden de armonizar
con las acuciantes demandas de importantes sectores de nuestra
sociedad, ni responden cabalmente al apoyo de importantes
sectores de la actividad económica, social y política de nuestro
país, se quiere desarrollar las ciudades, sembrando cemento,
urbanizando el territorio sin un apropiado conocimiento del
sector social al que pertenecemos y hoy observamos en nuestras
ciudades la evidencia, de que en cuanto mayor acumulación
económica se genera más separación, más segregación de la
población en razón de sus origen étnico, situación económica y
en razón de sus ideas.

El proceso de producción de nuestras ciudad ha significado y


sigue significando, debido a la influencia de los sistemas
económicos imperantes, principalmente, el de economía liberal
de mercado, ha significado un proceso de producción que se ha
caracterizado por una fuerte segregación socio-espacial de la
población, determinando un patrón de la estructura típica de
nuestras ciudades la cual nos indica que la clase de mayor renta
vive en las mejores áreas, mejor servidas de infraestructura,
mejor localizadas, mientras que las clases de menor poder
adquisitivo vive en la periferia, generalmente de forma ilegal o en
las áreas centrales de la ciudad residiendo en los tugurios, no
obstante que existen normas legales y planeamiento, esta
situación demanda la necesidad de una reforma urbana mediante
la cual se establezcan incentivos financieros por parte del Estado
central, modificaciones al sistema de propiedad de aquellas
zonas en franco proceso de envejecimiento y deterioro de áreas
residenciales, infraestructura y servicios públicos inadecuados.
El mencionado proceso de renovación urbana requiere de un
conjunto de medidas de tipo descentralista impulsadas desde el
gobierno central que permitan nuevas formas de financiamiento,
así como el fortalecimiento de la capacidad de gestión municipal
para dar solución al problema de la vivienda mediante
concesiones y la participación de empresas privadas promotoras
de vivienda para las familias de bajos ingresos.

Creo yo que nos hemos olvidado de ver la ciudad como seres


humanos, dado la fuerza con que empuja el neoliberalismo , la
presión por la ganancia empresarial, la persistencia de una clase
aristocrática camuflada de integrante, que toman el poder
público para mantener el egoísmo de una ciudad hecha a su
medida . Nuestros asociados profesionales contribuyen a ello,
alejándose la posibilidad de aportar por la creación de nuevos
modelos urbanos de vida.
En la ciudad no todo se define a través del mercado, la ciudad es
mucho más grande que ello involucrando todos sus colectivos y
solo será atendido, abordado por lo público, el Estado local. La
ciudad es un proceso producido por ese colectivo donde no todo
es mercado.

Así mismo, en la ciudad no hay un solo mercado de bienes y


servicios y no todos los mercados urbanos son compatibles o
complementarios. El mercado será incapaz de producir equidad e
inclusión, tampoco genera gobierno e imparte justicia, Por tanto,
no debemos caer en la tentación de la codicia y la acumulación
de los valores de la ciudad, en solo algunos agentes que dominan
en determinados mercados.

Estamos tan preocupados por el impacto a la población urbana


proveniente del cambio climático, escases de agua dulce, caos en
el transito, accidentabilidad, violencia urbana, competitividad,
escases de inversiones, caídas de las bolsas…etc. etc. Tantas
agendas según interés de partes existen, pero poco, casi ningún
interés se pone para desarrollar una actitud de cooperación y
trabajo conjunto para atender los problemas urbanos de manera
conjunta.

Hay que reconocer que el problema urbano, y problemática es un


tema de personas que requiere de mirarnos, frente a frente en una
realidad dinámica de profundos cambios que demanda de
importantes esfuerzos para cautelar su desarrollo más humano.
Saludo a nuestro colegio profesional, para que estos 50 años nos
lleven a reflexión del quehacer en nuestras ciudades, y de
nuestra responsabilidad frente a los desafíos de este siglo,
debemos contar con profesionales comprometidos, que
desplieguen capacidades en el campo de apoyo a una gestión de
gobierno responsable de las ciudades en todas sus áreas.

Gracias.

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