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Los principios constitucionales de derechos humanos en el servicio público

Módulo 1. Derechos humanos: conceptos básicos y antecedentes históricos

Tema 4. El Principio de igualdad y no discriminación

El derecho a la igualdad y no discriminación, están consagrados en el artículo primero de la


Constitución mexicana, así como en los tratados internacionales y regionales de derechos
humanos que ha firmado México. El derecho a la igualdad obliga a las y los servidores públicos a
que los derechos humanos sean respetados y garantizados sin discriminación por motivo alguno,
incluidos el sexo, la raza, el color, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el
origen nacional, étnico o social, la pertenencia a una minoría nacional, la posición económica,
el nacimiento, la edad, la discapacidad, la orientación sexual o la condición social o de otro tipo,
(Nowak, 2005) entre otros motivos prohibidos de discriminación.

De igual manera, la igualdad y no discriminación como principio, es base fundamental del Estado
de Derecho. Como señalaron los Estados Miembros en la Declaración de la Reunión de Alto Nivel
sobre el Estado de Derecho, al decir, que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y
privadas, incluido el propio Estado, están obligadas a acatar leyes justas, imparciales y equitativas,
y tienen derecho a igual protección de la ley, sin discriminación (ONU, 2017).

Cabe destacar que los principios de igualdad, universalidad y no discriminación no son


impedimento para reconocer que existen ciertos grupos a los que históricamente se les ha
negado de forma fáctica o legal, con intención o sin ella, el acceso al pleno goce de derechos, por
lo que las personas que forman parte de ellos necesitan protección particular, es decir, requieren
de derechos específicos. Esta es la razón de ser de los numerosos instrumentos internacionales
de derechos humanos específicamente diseñados para proteger los derechos de grupos contra
formas de discriminación incluidas las que afectan a niñas, niños, jóvenes, mujeres, migrantes,
personas refugiadas, desplazadas, a los pueblos indígenas, las personas en reclusión, personas
por su origen, cultura o religión o la que está basada en la orientación sexual y el género, por
mencionar algunos (Nowak, 2005).

Lo anterior, al ser la igualdad y la no discriminación un principio esencial entre las obligaciones


Estatales para lograr la efectividad de los derechos humanos para todas las personas, se hace
necesario que se lleven a cabo trato y acciones diferenciadas para que personas y grupos en
situación de desventaja social accedan y participen en igualdad de condiciones frente a las demás,
dicho de otra manera, para reducir las brechas de desigualdad que los sistemas económicos,
políticos y culturales crean y perpetúan a través de prácticas institucionalizadas y enraizadas en la
cultura. Esto se logra impulsando lo que comúnmente se llama acciones afirmativas que incidan
en el logro de la igualdad sustantiva, necesaria para alcanzar una vida digna (ONU-DH, 2016) y
que en la LFPD se contemplan en los Capítulos III y IV: MEDIDAS POSITIVAS Y COMPENSATORIAS A
FAVOR DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES y DE LAS MEDIDAS DE NIVELACIÓN, MEDIDAS DE
INCLUSIÓN Y ACCIONES AFIRMATIVAS, correspondientemente.

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En la Declaración de la Reunión de Alto Nivel sobre el Estado de Derecho, los Estados Miembros
también reconocieron la importancia de lograr que las mujeres, sobre la base de la igualdad del
hombre y la mujer, disfruten plenamente de los beneficios del Estado de derecho. Los Estados
Miembros se comprometieron a utilizar las leyes para defender la igualdad en el goce de
sus derechos y conseguir su participación plena y en condiciones de igualdad, incluyendo las
instituciones de gobernanza y el sistema judicial, y renovaron el compromiso de establecer marcos
jurídicos y legislativos adecuados para prevenir y combatir todas las formas de discriminación y
violencia contra la mujer y asegurar su empoderamiento y pleno acceso a la justicia (ONU, 2017).

En México, como ya se mencionó, el artículo primero constitucional contempla el derecho a la


igualdad y la no discriminación. En el mismo sentido, el 11 de junio de 2003 fue publicada en el
DOF la Ley Federal Para Prevenir y Eliminar la Discriminación, en la cual se prevé la creación del
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, cuyo objeto es (art. 17 de la LFPD):

I. Contribuir al desarrollo cultural, social y democrático del país;

II. Llevar a cabo, las acciones conducentes para prevenir y eliminar la discriminación;

III. Formular y promover políticas públicas para la igualdad de oportunidades y de trato a favor
de las personas que se encuentren en territorio nacional, y

IV. Coordinar las acciones de las dependencias y entidades del Poder Ejecutivo Federal, en
materia de prevención y eliminación de la discriminación

UN Photo/ David Davis Chiapas, México

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México ha adoptado una política pública, a través de su Programa Nacional para la Igualdad y no
Discriminación 2014-2018, en el que plantea los siguientes objetivos:

Objetivo 1.
Fortalecer la incorporación de las obligaciones de igualdad y no
discriminación en todo el quehacer publico.

Objetivo 2.
Promover políticas y medidas tendientes a que las instituciones de la APF
ofrezcan protección a la sociedad contra actos discriminatorios

Objetivo 3.
Garantizar medidas progresivas tendientes a cerrar brechas de desigualdad que
afectan a la población discriminada en el disfrute de derechos.

Objetivo 4.
Fortalecer el conocimiento de la situación de discriminación en el país para
incidir en su reducción.

Objetivo 5.
Fortalecer el cambio cultural en favor de la igualdad, diversidad, inclusión y no
discriminación con participación ciudadana.

Objetivo 6.
Promover la armonización del orden jurídico nacional con los estándares más
altos en materia de igualdad y no discriminación.

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Ver Programa Nacional para la Igualdad y no Discriminación 2014-2018.

Si bien se han dado pasos importantes en este tema, es necesario visibilizar aquellas situaciones
que dificultan todavía la igualdad y la no discriminación de aquellos grupos que históricamente
han sido ignorados y/o discriminados, cambiar nuestro trato, así como impulsar políticas públicas
y programas que ayuden a disminuir las brechas de desigualdad y las condiciones inmerecidas
que a ciertos grupos de población les tiene cada vez más alejados del goce efectivo de sus
derechos humanos, provocando que en conjunto, nuestro país no logre alcanzar las metas que
se propone. Sólo tomando conciencia de que aún existen grandes brechas de desigualdad y
discriminación por las razones ya mencionadas, se podrán hacer los cambios que se requieren
para avanzar en los derechos humanos para todas las personas. Esto es importante verlo en el
sentido de las obligaciones que tienen las y los servidores públicos en relación con el respeto de
los derechos de todas las personas.

Fuentes de consulta

Cámara de diputados del H. Congreso de la unión. Ley Federal Para Prevenir y Eliminar la
Discriminación [Versión electrónica]. Última reforma publicada en el DOF el 21/06-2018.
Consultado de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/262_210618.pdf

Conapred. (2014). Programa Nacional para la Igualdad y no Discriminación 2014-2018. Consultado


el 30 de julio de 2017 de https://www.conapred.org.mx/userfiles/files/Pronaind%202014-2018_
WEB_ACCSS.pdf

Nowak, M. (2005). Derechos humanos: Manual para parlamentarios. Suiza: OACNUDH-Unión


Interparlamentaria.

ONU-DH. (2016). 20 claves para conocer y comprender mejor los derechos económicos, sociales
y culturales. México: OACNUDH. Consultado 30 de julio de 2017 de http://www.hchr.org.mx/
images/doc_pub/20ClavesDESC_web_2017.pdf

ONU Mujeres. (s. f.). Incorporación de la perspectiva de género. Consultado el 30 de julio de 2017
de http://www.unwomen.org/es/how-we-work/un-system-coordination/gender-mainstreaming

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