Carta Encíclica del papa León XIII (emitida el 4 de agosto de 1879); no debe
confundirse con la carta apostólica del mismo título escrita por Pío IX. Su propósito era
revivir la filosofía escolástica según la mente de Sto. Tomás de Aquino. Comienza con la
consideración de que la iglesia, aunque oficialmente maestra solamente de la verdad
revelada, ha estado siempre interesada en el cultivo de todas las ramas del conocimiento
humano, especialmente la filosofía de la que depende en gran manera el correcto cultivo
de otras ciencias.
Pero el papa declara que la condición actual del pensamiento le obliga a hacer
algo por el estudio de la verdadera filosofía, porque muchos males presentes se deben a
la falsa filosofía, en tanto en cuanto el hombre está naturalmente guiado por la razón y
por ello allí a donde la razón lleva, la voluntad va fácilmente.
León XIII resalta que Sto. Tomás, como príncipe de los teólogos y filósofos
escolásticos, como prueba el reconocimiento de las universidades, de los papas, de los
concilios generales, y hasta fuera de la Iglesia, uno de los cuales presumió de que si las
obras de Sto. Tomás no existieran el lucharía contra la iglesia y la derrotaría.
De ahí el llamamiento del papa a los obispos del mundo cristiano para que
cooperen en la restauración y difusión de la sabiduría (sapientia) de Sto. Tomás y repite
sapientiam Sancti Thomae dicimus, porque, como él explica, no reclama que se revivan
las sutilezas excesivas de algunos escolásticos ni las opiniones que las investigaciones
posteriores han hecho aparecer. El propósito de León XIII es que la filosofía de Sto.
Tomás reviva así como su espíritu investigador pero sin tener que aceptar cada opinión y
argumento que se encuentre en las obras de los escolásticos.
Acta Leonis XIII, 283-285 (1879); WYNNE; Great Encyclical Letters of Leo XIII, 34-
37 (tr., New York, 1903) http://ec.aciprensa.com/wiki/Aeterni_Patris#.UxURS-N5OwQ