Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Deuteronomio 31:6
Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu
Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
Romanos 8:38-39
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra
cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.
Josué 1:9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Isaías 54:17
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante
contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de
mí vendrá, dijo Jehová.
Apocalipsis 21:4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Mateo 18:20
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio
de ellos.
Apocalipsis 2:7
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré
a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
2 Crónicas 7:14
si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos,
y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Malaquías 3:10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Jeremías 39:17
Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de
aquellos a quienes tú temes.
Promesas de Dios
" Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y
la hace germinar y producir, y da semilla al quesiembra, y pan al que come, así será mi palabra que
sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que realizará lo que me place, y cumplirá aquello para
que la envié.
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis conducidos; los montes y los collados prorrumpirán en
cánticos de júbilo delante de vosotros, y todos losárboles del campo darán palmadas de aplauso."
(ISAÍAS 55:10-12.)
He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de
vosotros; y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra
que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente
que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal
del pacto entre mí y la tierra...
No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del
hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el
invierno, y el día yla noche." (GÉNESIS 9:8-10,12-13;8:21-22.)
" Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni
por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida; y el cuerpo, más que el vestido...
¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podeís ni lo más
pequeño, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad loslirios, cómo crecen; no trabajan; ni
hilan; más os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste
Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros,
hombres de poca fe? Vosotros, pues, no andéis buscando lo que habéis de comer, ni lo que habéis
de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
Porque todas estas cosas las buscan con afán las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que
tenéis necesidad de estas cosas. Buscad más bien el reino de Dios, y todas estas cosas os serán
añadidas."
" Porque así dice el Señor Jehová; Aquí estoy yo; yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las recogeré.
Yo apacentaré mis ovejas, y yo las haré reposar, dice el Señor Jehová. Yo buscaré la perdida, y haré
volver al redil la descarriada, vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil...
Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, sois hombres, y yo soy vuestro Dios, dice el Señor
Jehová." (EZEQUIEL 34:11,15-16,31.)
Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean
rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana."
(ISAÍAS 1:18.)
(JERMÍAS 29:13.)
" He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá."
(HABACUC 2:4.)
" Jesús le dijo: --Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me habéis conocido a mí, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora le conocéis y le habéis
visto." (JUAN 14:6,7.)
" Ellos dijeron: --Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa."
(HECHOS 16:31,)
" Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor
nuestro." (ROMANOS 6:23.)
" Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos
de toda maldad.
" Saldrá una vara del tronco de Isay, y un retoño brotará de sus raíces. Y reposará sobre él el
Espíritu de Jehová: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu
de conocimiento y de temor de Jehová. Y su deleite estará en el temor de Jehová. No juzgará
según las apariencias, ni decidirá por lo que sepa de oídas; sino que juzgará con justicia a los
pobres, y decidirá con equidad en favor de los mansos de la tierra." (ISAÍAS 11:1-4.)
NO ESTÁIS OLVIDADOS
" ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante
de Dios.
Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis
más que muchos pajarillos." (LUCAS 12:6-7.)
RÍOS Y MANANTIALES
" Los pobres y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová
los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En lasalturas abriré ríos, y fuentes en medio de
los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.
Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos silvestres; pondré en la soledad cipreses,
pinos y bojes juntamente, para que vean y conozcan, yadviertan y entiendan todos, que la mano
de Jehová ha hecho esto, y que el Santo de Israel lo creó." (ISAÍAS 41:17-20.)
No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humea; de acuerdo con la verdad hará
justicia. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en latierra justicia; y las islas esperarán
sus enseñanzas.
Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus
productos; el que da aliento al pueblo que mora sobreella, y espíritu a los que por ella andan:
Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto
al pueblo, por luz de las naciones, para que abras losojos de los ciegos, para que saques de la
cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas." (ISAÍAS 42:1-7.)
TODOS ME CONOCERÁN
" He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la
casa de Judá, no como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de
la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice
Jehová.
Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi
ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado."
(JEREMÍAS 31:31-34.)
" Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Ahora, pues, escucha, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor
tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú,
Jesurún, a quien yo escogí.
Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida;
derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre cuanto nazca de ti; y brotarán
entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.
Este dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro suscribirá con su mano:
A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel."
" Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Mas decís: ¿En qué hemos
de volvernos?
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me estáis robando. Traed todos los
diezmos al alfolí para que haya alimento en mi casa;
y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta quesobreabunde." (MALAQUÍAS 3:7-10.)
MIS OVEJAS
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie
las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos una sola cosa." (JUAN 10:27-30.)
YO GUIARÉ
" Y guiaré a los ciegos por camino que no conocían, les guiaré por sendas que no habían conocido;
delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas son las que he
decidido hacer, y no las dejaré sin realizar." (ISAÍAS 42:16.)
MI PAZ OS DOY
" No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo ya no me verá más;
pero vosotros me veréis; porque yo vivo, y vosotros también viviréis.
Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas,y os recordará todo lo que yo os he
dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.
(JUAN 14:18-19,25-28.)
SI ME PEDÍS...
" De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, también él las hará; y aun
hará mayores que éstas, porque yo voy al Padre. Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi
nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
" Por la fe, habitó Abraham como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando
en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la mismapromesa; porque esperaba la ciudad que
tiene fundamentos, cuyo artífice y constructor es Dios.
Conforme a la fe murieron todos éstos si haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y
creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eranextranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque
los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado
recordando aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.
Pero aspiran a una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de
ellos; porque les ha preparado una ciudad."
(HEBREOS 11:9-10,13-16.)
ME REGOCIJO
" Me regocijo en tu palabra como el que halla un gran botín." (SALMO 119:162.)
" Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la
bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán en compañía;
sus crías se echarán juntas; y el león comerá paja como el buey.
Y el niño de pecho jugará sobre el agujero del áspid, y el recién destetado extenderá su mano
hacia el escondrijo de la víbora. No harán mal ni dañarán entodo mi santo monte; porque la tierra
será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isay, la cuál estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes; y su morada será gloriosa."
(ISAÍAS 11:6-10.)
Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos en
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo." (MATEO 28:18-20.)
ÉL NOS LIBRARÁ
" Si es así, nuestro Dios, a quien rendimos culto, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de
tu mano, oh rey, nos librará.
Y si no, que sea de tu conocimiento, oh rey, que no hemos de rendir culto a tu dios ni tampoco
hemos de dar homenaje a la estatua que has levantado."
(DANIEL 3:17,18.)
JW
“Puesto que [Dios] no podía jurar por nadie mayor, juró por sí
mismo.” (HEB. 6:13)
¿SABE LA RESPUESTA?
¿Por qué estamos seguros de que las promesas de Dios se cumplirán
sin falta?
1. ¿En qué se diferencian las promesas divinas de las que hacen los hombres?
JEHOVÁ es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Como los hombres son
pecadores, no siempre son dignos de confianza; en cambio, “es
imposible que Dios mienta” (Heb. 6:18; léase Números
23:19). Lo que se propone para el bien de la humanidad siempre se
cumple. Por ejemplo, todo lo que dijo que haría al principio de cada
período creativo “llegó a ser así”, de modo que al final del sexto día
“vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy bueno” (Gén.
1:6, 7, 30, 31).
2. ¿Qué es el día de descanso de Dios, y por qué lo declaró sagrado?
2
Tras contemplar sus creaciones, Jehová anunció el comienzo de un
séptimo día. No se refería a un día literal de veinticuatro horas, sino
a un largo período de descanso durante el cual no ha creado más
cosas en la Tierra (Gén. 2:2). Y ese “día” aún no ha terminado (Heb.
4:9, 10). La Biblia no revela cuándo comenzó exactamente, pero fue
algún tiempo después de la creación de Eva, la esposa de Adán, hace
unos seis mil años. Ante nosotros se extiende el Reinado de Mil Años
de Jesucristo, el cual se encargará de cumplir el propósito de Dios al
crear la Tierra: que fuera un paraíso donde los seres humanos
vivieran para siempre siendo perfectos (Gén. 1:27, 28; Rev. 20:6).
¿Podemos estar seguros de que disfrutaremos de ese futuro tan
feliz? Claro que sí, pues “Dios procedió a bendecir el día séptimo y a
hacerlo sagrado”. Eso fue una garantía de que, sin importar los
imprevistos que pudieran surgir, el propósito de Dios se cumpliría
sin falta al finalizar su día de descanso (Gén. 2:3).
EL JURAMENTO, UN VALIOSO
RECURSO LEGAL
4, 5. ¿Qué recurso legal empleó a veces Abrahán?
4
En esa primera etapa de la historia humana, probablemente nunca
hizo falta certificar algo con un juramento. Las criaturas perfectas
que aman a Dios y lo imitan no necesitan jurar, pues siempre dicen
la verdad y confían por completo unas en otras. Pero todo cambió
cuando el ser humano cayó en el pecado y la imperfección. Con el
tiempo, la mentira y el engaño se hicieron comunes entre los
hombres, así que vieron necesario hacer juramentos para garantizar
la veracidad de asuntos importantes.
5
Abrahán empleó ese recurso legal al menos en tres ocasiones (Gén.
21:22-24; 24:2-4, 9). Una de ellas fue después de derrotar al rey de
Elam y sus aliados. Cuenta la Biblia que, mientras regresaba de la
batalla, el rey de Salem y el de Sodoma salieron a su encuentro.
El primero, llamado Melquisedec, era además “sacerdote del Dios
Altísimo”, y como tal bendijo a Abrahán y alabó a Dios por haber
concedido al patriarca la victoria sobre sus enemigos (Gén. 14:17-
20). Entonces, cuando el rey de Sodoma quiso recompensarle por
rescatar a su pueblo de los ejércitos invasores, Abrahán le contestó:
“De veras alzo la mano en juramento a Jehová el Dios Altísimo,
Productor de cielo y tierra, y juro que, desde un hilo hasta una correa
de sandalia, no, no tomaré nada de lo que es tuyo, para que
no digas: ‘Yo fui quien enriqueció a Abrán’” (Gén. 14:21-23).
7
¿Con qué propósito le juró Dios a Abrahán que sus promesas se
cumplirían? Con el de animar y fortalecerles la fe a las personas que
compondrían la parte secundaria de la “descendencia” prometida,
quienes serían herederos con Cristo (léase Hebreos 6:13-18; Gál.
3:29). Como explicó el apóstol Pablo, Jehová “intervino con un
juramento, a fin de que, mediante dos cosas inmutables [su promesa
y su juramento] en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos [...] fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta
delante de nosotros”.
Dentro de poco, Abrahán verá cumplirse las promesas de Jehová
8
Los cristianos ungidos no son los únicos que se benefician de ese
juramento. Jehová juró que mediante la “descendencia” de Abrahán
se bendecirían personas de “todas las naciones de la tierra” (Gén.
22:18). Entre ellas se encuentran las obedientes “otras ovejas” de
Cristo, quienes abrigan la esperanza de vivir para siempre en una
Tierra hecha un paraíso (Juan 10:16). Sea que tengamos la esperanza
de vivir en el cielo o en la Tierra, debemos “asirnos”, o aferrarnos, a
ella obedeciendo a Dios en todo aspecto de nuestra
vida (léase Hebreos 6:11, 12).
JURAMENTOS DIVINOS
RELACIONADOS CON LAS PROMESAS
A ABRAHÁN
9. ¿Qué juró Dios cuando los descendientes de Abrahán eran esclavos de los
egipcios?
9
Siglos más tarde, Jehová volvió a jurar que cumpliría las promesas
que ya hemos mencionado cuando envió a Moisés a hablar con los
descendientes de Abrahán, quienes por ese entonces eran esclavos
de los egipcios (Éx. 6:6-8). Dios dijo con referencia a aquella ocasión:
“El día en que escogí a Israel [...] alcé la mano en juramento a ellos
para sacarlos de la tierra de Egipto a una tierra que yo había espiado
para ellos, una que manaba leche y miel” (Ezeq. 20:5, 6).
10. ¿Qué promesa le hizo Dios a Israel tras liberarlos del yugo de Egipto?
10
Tras liberar a los israelitas del yugo de Egipto, Jehová les hizo este
otro juramento: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y
verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a
ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque
toda la tierra me pertenece a mí. Y ustedes mismos llegarán a ser
para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éx. 19:5, 6). ¡Qué
gran privilegio! Si eran obedientes, muchos miembros de esa nación
podrían tener la esperanza de que Dios los utilizara como un reino
de sacerdotes para bendecir al resto de la humanidad.
Posteriormente, explicándoles lo que había hecho por ellos en
aquella ocasión, Jehová les dijo: “Procedí a [...] hacerte una
declaración jurada y a entrar en un pacto contigo” (Ezeq. 16:8).
11. ¿Qué hicieron los israelitas cuando Dios los invitó a entrar en un pacto con él
como su nación escogida?
11
Jehová no obligó a los israelitas a jurar que le obedecerían,
ni tampoco a entrar en esa privilegiada relación con él. Fue por su
libre voluntad que dijeron: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos
dispuestos a hacerlo” (Éx. 19:8). Tres días después, Jehová les dijo lo
que tenían que hacer como nación escogida. Primero oyeron los
Diez Mandamientos, y luego Moisés les transmitió otros mandatos
(Éx. 20:22–23:33). ¿Qué hicieron? “Todo el pueblo respondió con una
sola voz y dijo: ‘Todas las palabras que ha hablado Jehová estamos
dispuestos a ponerlas por obra’.” (Éx. 24:3.) Más tarde, Moisés
escribió las leyes en “el libro del pacto” y las leyó en voz alta para
que toda la nación pudiera oírlas de nuevo. Al instante, el pueblo
prometió por tercera vez: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos
dispuestos a hacerlo, y a ser obedientes” (Éx. 24:4, 7, 8).
12. ¿Qué hicieron Jehová y su pueblo escogido con el pacto que habían celebrado?
12
Jehová empezó a cumplir de inmediato su parte del pacto de la
Ley. ¿De qué manera? Estableciendo una tienda para su adoración y
un sacerdocio. De ese modo, los seres humanos pecadores podrían
acercarse a él. Por su parte, los israelitas olvidaron enseguida su
dedicación a Dios. Con su actitud, “causaban dolor aun al Santo de
Israel” (Sal. 78:41). Por ejemplo, mientras Moisés estaba recibiendo
más instrucciones en el monte Sinaí, ellos pensaron que los había
abandonado, así que se impacientaron y comenzaron a perder su fe
en Dios. Como resultado, fabricaron un becerro de oro y
proclamaron: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra
de Egipto” (Éx. 32:1, 4). Entonces se pusieron a celebrar lo que
denominaron una “fiesta a Jehová”, inclinándose y haciendo
sacrificios ante la imagen. Al ver aquello, Jehová le dijo a Moisés: “Se
han desviado apresuradamente del camino en que les he mandado
ir” (Éx. 32:5, 6, 8). Por desgracia, de ahí en adelante Israel adoptó la
mala costumbre de hacer votos para luego romperlos (Núm. 30:2).
DOS JURAMENTOS MÁS
13. ¿Qué juramento le hizo Dios al rey David, y qué relación tiene con la
Descendencia prometida?
13
Durante el reinado de David, Jehová hizo otros dos juramentos
para bendecir a todos sus siervos obedientes. En primer lugar le juró
a David que su trono duraría para siempre (Sal. 89:35, 36; 132:11, 12).
Esto significó que la Descendencia prometida provendría de su
linaje, y por eso se la llamaría “Hijo de David” (Mat. 1:1; 21:9).
De hecho, aquel rey se refirió con humildad a su futuro descendiente
como su “Señor”, reconociendo que el Cristo ocuparía un puesto
superior al suyo (Mat. 22:42-44).
14. ¿Qué juramento hizo Jehová respecto a la Descendencia prometida, y cómo nos
beneficia?
14
En segundo lugar, Jehová inspiró a David para que predijera que
ese singular Rey también sería el Sumo Sacerdote de la humanidad.
En Israel, los reyes y los sacerdotes eran figuras totalmente
separadas. Los sacerdotes provenían de la tribu de Leví, y los reyes,
de la de Judá. Pero en cuanto a su ilustre heredero, David profetizó:
“La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta
que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies’. Jehová
ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo
indefinido a la manera de Melquisedec!’” (Sal. 110:1, 4).
En cumplimiento de esta profecía, Jesucristo, la Descendencia
prometida, ya reina en los cielos. Además, es el Sumo Sacerdote de
la humanidad, y en ese papel ayuda a las personas arrepentidas a
disfrutar de una buena relación con Dios (léase Hebreos
7:21, 25, 26).
15
Cuando rechazaron a Jesucristo, los israelitas como pueblo
perdieron su posición privilegiada ante Dios y la posibilidad de
convertirse en “un reino de sacerdotes”. Jesús les aseguró a los
líderes judíos: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será
dado a una nación que produzca sus frutos” (Mat. 21:43). La nueva
nación llegó a existir en la fiesta de Pentecostés del año 33 de
nuestra era, cuando se derramó el espíritu de Dios sobre unos ciento
veinte discípulos de Jesús que se encontraban reunidos en Jerusalén.
Como grupo, se los llegó a conocer como “el Israel de Dios”, al que
no tardaron en unirse varios millares de cristianos de todas las
naciones del mundo conocido de aquel tiempo (Gál. 6:16).
16
A diferencia del Israel literal, la nueva nación espiritual de Dios
no ha dejado de producir buenos frutos gracias a su continua
obediencia a Dios. Uno de los mandatos que cumplen sus miembros
tiene que ver con los juramentos. En tiempos de Jesús, mucha gente
juraba en falso o sobre cuestiones de poca monta (Mat. 23:16-22).
Sin embargo, Jesús les enseñó a sus seguidores: “No juren de
ninguna manera [...]. Simplemente signifique su palabra Sí, Sí,
su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo” (Mat.
5:34, 37).
17
¿Quiso decir Jesús que siempre está mal jurar? Y más importante, ¿qué implica
que nuestro sí signifique sí? Examinaremos estas preguntas en el siguiente artículo.
Que nuestra reflexión constante en torno a las Escrituras nos impulse a seguir
siendo obedientes a Dios. Entonces él se complacerá en concedernos bendiciones
eternas, en armonía con sus inestimables juramentos.
¡Promesas, promesas!
2. Y se mantienen fiel hasta el fin. “No perdáis, pues, vuestra confianza, que
tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún
un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por
fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los
que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación
del alma” (Hebreos 10:35-39).
Las Promesas de Dios
Neptaly Molina 21 mayo, 2016 Bosquejos Biblicos 1 Comentario 20,710 Vistas
Introducción:
Todo el que lee la Biblia atentamente dirá que su mensaje es vivo y completo, porque su autor es
Dios mismo. Él nos interroga, nos muestra nuestras verdaderas necesidades, y nos hace promesas
que las satisfacen. Estos son algunos ejemplos: En la palabra de Dios, hay más de tres mil promesas,
que Dios cumple.
1) El perdón: “…Venid luego, dice el Señor, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana…” (Isaías 1:18).
“…Yo, yo soy el que borro tus rebeliones… y no me acordaré de tus pecados…” (Isaías 43:25).
2) La vida eterna: “…Y yo les doy vida eterna…”, dijo Jesús (Juan 10:28). “…El que oye mi palabra, y cree
al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida…” (Juan
5:24).
3) Una seguridad: “…Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para
que sepáis que tenéis vida eterna…” (1 Juan 5:13).
4) Una relación con Dios: “…Mas a todos los que le recibieron (Jesús), a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…” (Juan 1:12).
5) La paz del corazón: “…La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo…” (Juan 14:27).
6) La apacible espera de un futuro feliz: “…Aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…” (Tito 2:13).
7) Promesa, como la del Padre, iba a cumplirse: “…Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días…” (Hechos 1:4-5).
8) En forma de “…lenguas repartidas, como de fuego…” (Hechos 2:3), el Espíritu Santo, persona divina,
descendió a la tierra y se posó sobre cada uno de los discípulos. Seguidamente su poder se manifestó
en ellos: tuvieron la capacidad para expresarse en idiomas que no conocían. Así Dios remedió en
gracia la maldición de Babel y confirmó a todos que la bendición divina iba a extenderse por toda la
tierra (Génesis 11:1-9).
9) La fiesta judía de pentecostés atraía cada año a Jerusalén una considerable muchedumbre de
israelitas esparcidos por todas las naciones. Esa concurrencia ofreció la oportunidad para tener la
primera gran reunión de evangelización. ¡Cuántos motivos de admiración para esa multitud! Cada
uno pudo oír hablar en su propia lengua “las maravillas de Dios.”
10) Y los que las presentaban eran unos “galileos” sin mucha instrucción (comp. 4:13 y Juan 7:15). No
es necesario pertenecer a una elite ni haber realizado ciertos estudios para ser siervo del Señor.
Depender de él y someterse a la acción del Espíritu Santo son las principales condiciones requeridas.
¡Que cada uno de nosotros pueda cumplirlas! Tres mil personas fueron convertidas y bautizadas
después de esa primera predicación. Es es una sorpresas fantásticas.
11) ¿Qué estoy buscando? ¿Cuál es mi proyecto de vida? se ajusta a las promesas de Dios.
Recordemos lo que Cristo dijo: “…Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón…”
(Mateo 6:21). Lo que amamos, nuestro “…tesoro…”, nos ata y nos transforma. Si amamos el mundo y
sus placeres, quizá todo vaya bien durante algún tiempo. Pero nuestra sed de felicidad no estará
verdaderamente satisfecha, y perderemos nuestra vida. Respondamos más bien a la invitación de
Dios, vayamos a Jesucristo, quien nos dará una paz, un gozo y una esperanza que traspasan todo,
incluso la muerte.
12) El desafío para nosotros, cristianos, es vivir en el mundo sin dejar que el mundo viva en
nosotros. Y decidirnos creer en las promesas de Dios. Si buscamos primero el reino de Dios, es decir,
la presencia del Señor en toda circunstancia, podremos vivir felices, sin estar ligados por los valores y
las prioridades del mundo. Así, nuestra vida en este mundo será realmente benéfica para nosotros y
para nuestro entorno, y honrará al Señor.
Conclusión:
Así, nuestra vida en este mundo será realmente benéfica para nosotros y para nuestro entorno, y
honrará al Señor.
Llamado:
Estamos llamados a creer las promesas de Dios. ¿Qué estamos haciendo, para a justar nuestras vidas
a las Promesas de Dios?