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“BREVE ANÁLISIS DE LOS ALCANCES DEL ARTÍCULO 1233° DEL CÓDIGO CIVIL PERUANO

DE 1984”

Art. N° 1233 del C.C. (1984) “La entrega de títulos valores que constituyen órdenes o promesas de
pago, sólo extinguirá la obligación primitiva cuando hubiesen sido pagados o cuando por culpa
del acreedor se hubiesen perjudicado, salvo pacto en contrario. Entre tanto la acción derivada de
la obligación primitiva quedará en suspenso”.

Antecedentes de la citada norma, el artículo 1248 del C.C del 1936, que señala: “La entrega de
pagarés a la orden, de letras de cambio u otros documentos, sólo producirán los efectos del pago
cuando hubiesen sido realizados, o cuando por culpa del acreedor se hubiesen perjudicado. En
tanto, la acción derivada de la obligación primitiva quedará en suspenso”; norma que a su vez
tiene su antecedente en el artículo 1170 segundo y tercer párrafo del C.C. Español que señala: “La
entrega de pagarés a la orden, o letras de cambio u otros documentos mercantiles, sólo producirá
los efectos del pago cuando hubiesen sido realizados, o cuando por culpa del acreedor se hubiesen
perjudicado. En tanto, la acción derivada de la obligación primitiva quedará en suspenso”.

Al respecto, cabe señalar dos aspectos puntuales:

● La sola entrega del título no constituye un pago en sí, es decir no produce los efectos
liberatorios del pago, y
● La entrega tampoco constituye novación de las obligaciones causales, salvo cuando estos
se hubieran pagado o cuando se perjudicaron por negligencia del acreedor.

Para que se aplique el supuesto de la norma, las ordenes o promesas de pago, deben tratarse de
títulos aceptados, girados o suscritos por terceras personas y transferidos por un deudor al
acreedor o bien aquellos títulos aceptados, girados o suscritos únicamente por el deudor y
transferidos al acreedor.

Cuando la norma habla de “entrega”, esta tiene que significar la tradición del título, no
únicamente una entrega física, sino, una entrega bajo los supuestos legales válidos para la
circulación de títulos.

La norma pretende los efectos de la tradición de un Título Valor en calidad de pago, más aún si se
encuentra dentro de las normas civiles que establecen las reglas del pago.

La norma supone 02 requisitos: el consentimiento del acreedor en recibir títulos que constituyen
órdenes o promesas de pago; y que, entre el acreedor y deudor no se haya estipulado que la
entrega extingue la obligación causal.

Asimismo, cabe señalar que la emisión de un Título Valor no constituye novación de la obligación
causal de la que deriva la cambial. Según la norma civil, al hacerse entrega de un título valor en
pago de otra obligación, convienen en el espacio dos obligaciones: La primera (cartular) no ha
novado a la segunda (primitiva), pues para que suceda ello, se requiere el asentimiento de las
partes o que la norma lo establezca así. “Cuando se paga el T.V. en simultaneo se extinguen 2
obligaciones que convivían”.

Para la norma civil, la obligación primitiva1 se mantiene en suspenso en tanto perviva la cartular;
sin embargo, la norma cartular, refiere la existencia de ambas relaciones jurídicas, la causal y la
cambiaria, pero con un ejercicio alternativo, es decir una u otra, no suspende la primera a favor de
la segunda.

Ley N° 27287 – Artículo 94°

“Acción Alternativa”: 94.1 Si las calidades del tenedor y del obligado principal del título valor
correspondieran respectivamente al acreedor y deudor de la relación causal, de la que se derivó la
emisión del título valor; el tenedor podrá promover a su elección y alternativamente, la acción
cambiaria derivada del mismo o a la respectiva acción causal. 94.2. Igual derecho le asistirá al
endosatario respecto a su inmediato endosante, siempre que el endoso fuere absoluto y derivase
de una relación causal, en la que uno y otro tuvieran las calidades de acreedor y deudor,
respectivamente. 94.3 Subsiste la acción causal correspondiente a la relación jurídica que dio
origen a la emisión y/o transmisión del título valor no pagado a su vencimiento, a menos que se
pruebe que hubo novación. 94.4 Si el tenedor opta por ejercitar la acción cambiaria, de acuerdo
con el artículo 18° podrá recurrir a cualquiera de las vías procesales que admita la ley procesal”.

La norma civil hace referencia al caso específico de la tradición con vocación de pago de una
obligación diferente a la cambiaria; mientras que la norma cambiaria, refiere al caso de dos
obligaciones (causal y cambiaria) (una siendo motivo de nacimiento de la otra). Sin embargo,
ninguna norma establece el ejercicio simultáneo de las 2 obligaciones.

Finalmente, queda claro que si el titulo valor entregado se perjudica por responsabilidad del
acreedor, también se extinguen las dos obligaciones (la contenida en el título y la primitiva).

1
PAGO CON TITULOS VALORES: ¿Riesgos para el deudor?

Luis. E. Vargas Loayza

Alcances sobre el artículo 1233 del Código Civil y la Ley de Títulos Valores

El C.C. en su artículo 1233° precisa que uno de los mecanismos para cumplir una obligación por
parte del deudor es mediante la transferencia de títulos valores.

La Ley de Títulos Valores – Ley N° 27287 indica en su artículo 1° que los títulos valores son “valores
materializados que representan o incorporan derechos patrimoniales” por lo que la transmisión
de estos sea a través de su entrega física, cesión de derechos o endoso, supone la transmisión de
los derechos patrimoniales (derechos de crédito) contenidos en ellos.

Teniendo en cuenta que los títulos valores no son dinero líquido, sino que llevan implícita una
expectativa de cobro, el artículo 1233° del C.C. indica que la obligación con el acreedor se extingue
sólo cuando el derecho de crédito contenido en el título haya sido cancelado.

El deudor no incurre en incumplimiento frente al acreedor (intereses moratorios, posibles daños, y


perjuicios o penalidades pactadas) puesto que la exigibilidad de la obligación queda
temporalmente suspendida hasta que deba pagarse el titulo transmitido.

El artículo 1233° del C.C. admite pacto en contrario, esto es, que la extinción de la obligación no se
sujeta al hecho de que se cancele el título valor, sino que la sola transmisión de este importa la
cancelación de la deuda y consecuentemente la extinción de la obligación.

“Exposición de Motivos: El objeto de la norma era resolver que la entrega de documentos no


producía los efectos del pago ni operaba novación, sino cuando ellos eran cancelados”

“Cuando se pacta en contrario a lo establecido en la norma, debería necesariamente significar que,


al margen de la cancelación del título valor, el deudor cumple con la obligación y queda liberado de
toda responsabilidad frente al acreedor, una vez transmitido el mismo”

El pacto en contrario al artículo 1233° ¿Libera realmente al deudor?

Existen dos problemas que el pacto en contrario al artículo 1233° del C.C. puede generar al
deudor.

PRIMERO: Que habiéndose pactado que la mera transmisión del título valor extingue la obligación
entre el deudor y acreedor, pueda interpretarse que existe novación entre la obligación que se
extingue y la obligación contenida en el título mismo. Surge la duda si la obligación contenida en el
mismo supone novación, y por ello el deudor mantiene una nueva obligación con el acreedor (la
contenida en el titulo) similar a la que se extinguió de mutuo.
Dicha interpretación desnaturaliza la posibilidad que brinda el artículo 1233° del C.C. para que el
deudor quede totalmente desvinculado del acreedor; e iría contra lo establecido expresamente en
el artículo 1277° del C.C. en cuanto indica que para que exista novación es preciso que la voluntad
de novar se manifieste indubitablemente en la nueva obligación.

Por ello, se cree que cuando el acreedor y deudor pactan que la sola transmisión del título
extingue la obligación, no existe voluntad del deudor de mantenerse vinculado al acreedor, sino
de poner fin a una relación obligacional, y en cuanto al acreedor, la voluntad de asumir el riesgo
de no poder cobrar el titulo con el que se canceló su acreencia.

SEGUNDO: El otro problema está vinculado directamente a la naturaleza autónoma del título valor
y con el principio de literalidad que rige a tales documentos. Al respecto, el tenedor (acreedor)
puede exigir válidamente los derechos contenidos en el título valor a quien aparezca como
obligado o a los endosantes, sin mayor prueba que el documento en sí mismo.

Pese al pacto entre el deudor y acreedor respecto a que la sola transmisión del título valor
extingue la relación que los unía, dicho documento mantiene sus atributos debido a su naturaleza
conteniendo derechos patrimoniales autónomos. Por tanto, resulta factible que se puede accionar
contra el obligado principal del título valor y el endosante.

Por otro lado, surgen dos interrogantes respecto de esto último; la primera ¿porqué si el deudor
pacto que la obligación con el acreedor se extinguía con la sola entrega del título valor, éste se
encuentra nuevamente vinculado con aquél a través de dicho documento?; en cuanto a esta
cuestión, la Ley de Títulos Valores no establece que el deudor que transmite el titulo valor como
instrumento de pago y que pactó que la sola entrega extingue la obligación, queda
automáticamente liberado de toda obligación frente al acreedor y no procede en su contra acción
cambiaria de regreso.

Recomendaciones Prácticas:

● Plantearse una defensa estrictamente vinculada al hecho de que la novación sólo puede
existir cuando ha sido expresamente pactada.
● Evidenciar el pacto en contrario, en el título valor mismo, mediante hoja adherida al
mismo. (esta hoja no tiene como objeto condicionar el endoso) sino completar los
alcances de este.
NATURALEZA DE LA ACCIÓN CAMBIARIA

Cándido Paz – Ares

II. El supuesto de hecho de la obligación cambiaria

2. El contrato de entrega y la obligación cambiaria “inter partes”

(Teoría Dualista) La obligación cambiaria no surge de un acto unilateral, sino de un negocio


contractual. Para que alguien quede obligado cambiariamente no basta con la simple redacción y
suscripción de la letra, sino que es necesario, además – la redacción y suscripción son actos
preparatorios- la concurrencia de un contrato, el cual es denominado contrato de entrega; ello
por, que se sustancia cuando el deudor entregando la letra declara obligarse, y el acreedor,
recibiéndola, declara aceptar la promesa del suscriptor.

Ante cualquier circunstancia que denuncie que ese contrato se ha formado deuna manera
incompleta o de una manera viciada da lugar a la invalidez de la obligación cambiaria.

El contrato de entrega es obligatorio y dispositivo. Es obligatorio porque constituye una obligación


cambiaria a cargo del deudor que entrega la letra; y es dispositivo por que transmite la propiedad
de la letra y los derechos derivados de ella. Pudiendo ser solo obligatorio o dispositivo.

3. La apariencia y la obligación cambiaria “inter tertios”

La constitución de la obligación cambiaria tiene un fundamento contractual inter-partes y un


fundamento unilateral inter tertios2; en este último supuesto, la obligación surge de la apariencia
que suscita el documento.

Ejemplo: Existiendo un contrato de entrega que no se ha celebrado válidamente, la circulación de


la letra no convalida la ineficacia de la situación anterior; pues la obligación cambiaria derivada del
contrato de entrega sigue siendo invalida. Sin embargo, si el tercero adquiriente es de buena fe y
ha recibido el título confiando en la regularidad de la obligación incorporada, surge a cambio del
deudor cambiario.

El supuesto de hecho aparencial, se sustenta en dos principios: De Publicidad y de Imputación; es


así que, la firma del documento genera la apariencia jurídica (publicidad) de que el derecho
suscrito ha surgido libre de defectos, y de tal apariencia ha de responder el suscriptor en la medida
que la creación de dicha apariencia le sea imputable (imputación).

Para que exista responsabilidad si requiere de cuatro requisitos:

2
Frente a terceros -inter tertios- la obligación cambiaria surge del contrato de entrega en los supuestos
normales (es decir, de la cadena ininterrumpida de contratos de entrega válidos) pero, en los supuestos
patológicos (cuando alguno de los contratos de entrega no se ha celebrado correctamente) surge de un
supuesto de hecho más simplificado que es, cabalmente, el supuesto de hecho de la apariencia.
a) situación objetiva de apariencia: situación que tiene tal fuerza con relación al tercero que el
derecho permite a éste fiarse de ella sin necesidad de una investigación exhaustiva.

b) situación de terceros: Tercero que haya adquirido la letra en virtud de un negocio de tráfico.

c) Buena fe en la adquisición: El tercero ha de ignorar los vicios del contrato de entrega.

d) la imputación: La imputabilidad surge de la firma voluntaria de la letra. La apariencia hace así


nacer un crédito que no habría nacido de acuerdo con la teoría del contrato, a resucitar un crédito
que, de acuerdo con la doctrina del negocio jurídico, se habría extinguido.

II. Abstracción de la obligación cambiaria

4. Sentidos de la abstracción

La obligación cambiara es abstracta en sentido funcional: Para aludir a negocios con causa plural o
variable. Carece de una causa típica que lo individualice. La entrega de una letra de cambio puede
realizarse por distintas causas: Donandi, credendi, solvendi, de caución. Negocios funcionalmente
abstractos (cesión de créditos, expromisión, etc.).

El negocio cambiario es abstracto en el orden procesal: el acreedor cambiario puede pretender del
deudor la satisfacción de la pretensión sin tener que probar la validez de la causa. El demandante
no ha de probar que la emisión o transmisión de la letra se debió a un negocio causal concreto,
correspondiendo al demandado probar que el negocio carece de causa.

En el sentido de que es una obligación autónoma respecto a la obligación causa: El negocio


cambiario hace nacer una nueva obligación distinta a la causal.

La letra es un título abstracto con sentido material: las vicisitudes de la relación causal no afectan a
la relación cambiaria. La validez y eficacia del negocio cambiario son independientes de la validez y
eficacia de la causa.

5. El carácter abstracto de la obligación cambiaria

La obligación cambiaria es una obligación rigurosamente causal, cuando se establece frente a


terceros que no han sido parte en el negocio subyacente causal, la obligación se comporta como
una obligación abstracta; pero se trata de una abstracción personal, la misma que se produce
como consecuencia de la pluralidad subjetiva propia de la letra de cambio.

Cada participante en el giro cambiario queda sometido a los vicios o ausencia de la propia causa
de la atribución, pero puede desentenderse de estos en las relaciones que no es parte. La causa de
las otras relaciones entre los otros participantes en el giro cambiario constituye para el tercero
una circunstancia externa al negocio fundamental en virtud de la cual está legitimado o justificado
para reclamar al deudor la prestación.

e
6. Obligación Cambiaria y Obligación Causal (y Acción Causal)

● Acción Cambiaria: Obligación Cambiaria que surge del negocio cartular. Rige en el derecho
especial del Título Valor.
● Acción Causal: Obligación derivada de negocio subyacente, sometida a la disciplina general que
corresponda (compraventa, préstamo, arrendamiento).

Cuatro Excepciones:

● La excepción de entrega de título: El titulo cambiario se entrega normalmente pro


solvendo (finalidad de pago o cumplimiento de la obligación subyacente). El acreedor que
recibe el título no pueda ejercitar la acción causal entre tanto no haya intentado la
satisfacción de su interés en los cauces que el título le proporciona. La entrega del título
hace inexigible el crédito causal. La exigibilidad de la obligación ex causa se somete a
una condición suspensiva, que cabalmente consiste en la necesidad que el acreedor
reclame previamente por medios cambiarios.

● El derecho a retener la prestación y a rescatar el título: El acreedor únicamente puede


pretender la prestación ex causa contra la devolución del título. Mientras no lo restituya,
el deudor está legitimado para retener la prestación. (impedir que el deudor se vea
expuesto al riesgo de un doble pago).

● La excepción de realización del título: El convenio ejecutivo en que se fija que el título se
entrega pro solvendo de la obligación causal necesariamente ha de interpretarse en el
sentido de que la acción causal perece cuando el acreedor, con ayuda del título, queda
definitivamente satisfecho.

● Las excepciones de perjuicio y prescripción del título: El concepto de perjuicio debe


entenderse como la pérdida de la acción cambiaria de regreso ocasionada por la infracción
de los deberes de diligencia impuestos al tener. El deudor ex causa puede oponerse a la
acción causal esgrimiendo la excepción de perjuicio del título cambiario.

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