proyectación arquitectónica. Tema base: La presente propuesta de investigación es un estudio crítico sobre la realidad del «elefante blanco» y su concepto más allá de una definición ideológica. ¿Cuál es su enigma o acertijo? ¿Qué se esconde y hay detrás de un elefante blanco? Alcanzar una definición conceptual y de manera lateral una tipología dentro del sistema de ciudades, como síntoma de vacíos de un enigma a resolver, en cada caso, según su escala inmanente: su concepto tipo, (MONEO, «On tipology»; Oppositions, 1978). Y sin más, el «elefante blanco» [proceso, medio y fin] como proyecto arquitectónico, en tanto su razón de ser en términos ideológicos, históricos y formales; e ideológicamente a través de un proceso desde el cual sucede —a través de su forma como medio de representación y vivencia del espacio, construido o no—, como el motivo con el que se le sobrevive, e incluso se le soporta. Por otro lado, Anatomías del elefante blanco es una experiencia particular en el oficio de la arquitectura, y en la conformación de procesos y modos de vida: desasimiento indiferente hacia el entorno, componentes estéticos y estilísticos que se hilvanan en la modernidad casi siempre contrariamente en una traza de sensibilidades, sutiles o agresivas, determinando con ello la calidad con la que se vive, recorre o habita. Y en el conglomerado: tejidos sociales y urbanos enteros que se someten ante la naturaleza misma del elefante. Anatomías del elefante blanco es con todo ello una disertación filosófica, cuya raíz puede alcanzarse en las fronteras o las grietas que se cicatrizan en el tejido de la ciudad. No obstante, dialogo y reflexión alrededor de la teoría de Rem Koolhaas sobre el problema de la talla (Acerca de la ciudad), existen sin lugar a dudas parteaguas para dimensionar la voracidad que construye al elefante. (Pero ya el mismo Koolhaas lo describe como un fenómeno que da pie a esta investigación, «debido a que no existe una teoría sobre la grandeza no sabemos qué hacer con ella, no sabemos dónde ponerla, no sabemos cómo usarla, no sabemos cómo planearla»). De ahí que desacreditada desde ya como problema intelectual, la realidad del elefante blanco «opera en un régimen de complejidad que moviliza toda la inteligencia de la arquitectura y sus campos afines». La presente propuesta de investigación eleva pues el valor del «elefante blanco» como un problema intelectual de la modernidad y ensaya un nuevo modo de escribir la arquitectura, estrechando con ello la relación humanista y de siempre entre el constructor y el artesano, entre literatura y arquitectura.