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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Humanismo: “La tercera fuerza de la psicología”,

Gutiérrez García Lizeth

Resumen

El presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer los fundamentos básicos de
la tradición humanista también llamada tercera fuerza en la psicología por ello en
éste se muestra el surgimiento de la terapia humanista, terapia que actualmente
tiene una gran eficacia y toma en cuenta aspectos importantes como las
emociones, la subjetividad y la experiencia. De igual forma, se plantea lo
relevante que es que una persona se conozca a sí misma. Esta tradición tiene un
surgimiento formal en el siglo XX, una época donde se suscitan diversas
revoluciones en el mundo y con ello el surgimiento de ideas nuevas.

Palabras clave: Psicoterapia, origen, principales exponentes, tercera fuerza, enfoque centrado en la persona.

La tradición existencial humanista es llamada la tercera fuerza de la psicología ya que surgió como

movimiento de representantes que compartieron la preocupación por una interpretación de la

existencia humana en el mundo que enfatiza su específico y problemático carácter. Como

movimiento consciente de sí mismo, fue un fenómeno del siglo XX, abarcando a Martin

Heidegger, Karl Jaspers, Jean-Paul Sartre (González, 2006)

Ya que la sociedad demandaba una terapia más humanitaria, ya que cabe destacar que las primeras

fuerzas que dieron origen a la psicología fue del conductismo que se caracterizaba como radical,

ya que, consideraba únicamente estímulos y respuestas. Pavlov da origen al condicionamiento

clásico, nacido a consecuencia de sus estudios sobre la fisiología de la digestión (reflejos de

salivación en perros) y Skinner, centrando la mayor parte de su trabajo en describir leyes generales
que rigen la conducta voluntaria de los organismos; esa conducta que ocurre en un momento

determinado, pero que podría no haber ocurrido al no estar encadenada a algún estímulo elicitante,

esto en palabras del propio Skinner, la conducta voluntaria aparece “sin la intervención de un

estímulo antecedente observable” (Skinner, 1938/1974, p. 20). Siendo éstos, dos autores que

dieron pie al conductismo.

La segunda fuerza el psicoanálisis destacaba como su exponente principal a Freud quien decía

que la vida psíquica es activada por energía de dos tipo de fuerza pulsional (en su primera teoría

de las pulsiones fueron la pulsión sexual y la pulsión de autoconservación), estudia el inconsciente

en donde se reprimen deseos, que llegan al consciente en la terapia por medio de un chiste, juego

o incluso de lo que no se puede expresar en palabras, encontrando un sentido de lo que se dice y

lo que no se dice (Zachmann, sf).

Es por ello que la terapia tenía un sentido determinista conforme a lo que se intentaba realizar

dentro de ella, ya que cada fuerza surgió con el objetivo de resolver una problemática que en ese

entonces la sociedad demandaba, en el caso del psicoanálisis era buscar una cura para la histeria

ya que los médicos no tenían explicación de lo que ocurría en las mujeres y porque ese tipo de

comportamiento, que el conductismo no podía tener respuesta ya que solo esta tradición se reducía

en estímulos y respuestas básicamente.

Conforme al paso del tiempo y por la época bélica de ese entonces, la sociedad demandaba un trato

más humano por eso es importante saber que es lo que se realiza y cómo se realiza la terapia

humanista, y cuáles fueron las aportaciones de los diferentes exponentes de esta tradición y

finalmente cómo es que una terapia en donde se ve a la persona como ser humano responde a las

problemáticas que actualmente se está derivando en la sociedad en la que nos encontramos

inmersos. Es por esta razón que el objetivo del presente trabajo es presentar la historia del
humanismo, sus principales exponentes, así como sus técnicas de intervención esto con el fin de

profundizar los conocimientos que el estudiante tiene con respecto a dicha tradición.

1. El origen del humanismo

La psicología puede considerarse una rama del conocimiento que se encarga, principalmente, de

estudiar y comprender el comportamiento, tanto humano como animal, en sus diferentes contextos

y ambientes. Sin embargo, es importante considerar lo siguiente:

Primeramente, no existe como tal una definición única de la psicología, pues dentro de ella se

encuentran diversas vertientes, enfoques y tradiciones que abordan y explican el comportamiento

del ser humano, así como sus variadas formas de aplicación, y que cada una de ellas define al

comportamiento y la psicología misma, desde su marco teórico de referencia. Por ello, no se puede

considerar a una sola psicología como tal, sino que dentro de ésta, se haya distintas formas de

comprender y explicar aquellos fenómenos psicológicos que se presentan. Lo anterior, ha sido,

tanto un punto enriquecedor de la psicología, como una desventaja, pues a lo largo de la historia

de esta rama del conocimiento se han presentado puntos de convergencia y dualidades, pues en

sus inicios, quería hacerse de la psicología, una forma de comprender al hombre desde el método

científico y positivista de la época, comprobando, replicando y generalizando cualquier supuesto

teórico y epistemológico que se postulara en la psicología, como menciona Navarro (2007).

Sin embargo, a pesar de que enfoques como el psicoanálisis o el conductismo, resaltando el

segundo enfoque mencionado respectivamente, se acercaron a las exigencias de la ciencia

experimental, fueron las circunstancias históricas en gran medida las que exigieron otras

prioridades respecto al quehacer y aportes de la psicología a la humanidad en general, y es así,


como surgen otras formas de concebir a la psicología, que brindan otras respuestas a los fenómenos

psicológicos de la época, como lo señalan Tobías y García (2009).

De igual forma, dichos autores señalan que la corriente humanista es considerada como la Tercera

fuerza, ya que busca desde otros postulados y prácticas la explicación de la conducta, de la

existencia y de cualquier aspecto en general del hombre. Por ello, es importante contextualizar lo

siguiente; a diferencia del conductismo y el psicoanálisis, el humanismo considera y plantea otras

características pertenecientes del ser humano como la voluntad, la responsabilidad, la conciencia

propia de sus actos, las propias decisiones, la motivación, el potencial, la autorrealización y otros

conceptos, como argumenta Campos & Díaz (2003), que las dos teorías antes mencionadas no

concebían, o consideraban de forma distinta.

Estas dos fuerzas mencionadas entre el ambiente y la subjetividad, no permitían en su totalidad

que sea el mismo hombre, el mismo individuo o persona, quien sea acreedora de todas sus

decisiones, su comportamiento, y es aquí, donde se da un primer choque conceptual acerca del

hombre y de la concepción de la psicología por parte del humanismo, en comparación de otros

enfoques. Sin embargo, a pesar del gran peso social y las circunstancias históricas en las que

comenzó el auge de esta tradición, se sentaron muchas de sus bases tanto teóricas y

epistemológicas, como prácticas.

De esta forma, Rosso (2006), argumenta que la American Asociation for humanistic Psychology,

planteó el objetivo de abrir la vida interior del hombre en la autonomía y la independencia social

en donde la persona es un ser activo que es capaz de intervenir para su propio desarrollo y que

puede tomar la responsabilidad sobre su vida; considerar la autorrealización y las tendencias hacia

el crecimiento; el ser humano orienta sus metas y su sentido, donde construye su Yo y su identidad;
la totalidad, que concibe al hombre como un entramado en el todo; se basa el estudio del fenómeno

mediante la experiencia y otros conceptos que siempre se encaminan hacia el desarrollo y

responsabilidad del individuo.

En este punto, se han abordado algunas características básicas respecto a lo que la teoría humanista

en psicología plantea, sin embargo, es importante considerar lo siguiente: según Sánchez (como

se cito en Rosso, 2006), el existencialismo es distinto del humanismo mismo, pues aunque tengan

similitudes teóricas y filosóficas (aunque el humanismo deriva del existencialismo) no son

corrientes iguales, pues el existencialismo se basa en encontrar o buscar la verdad del ser humano,

del significado que las personas le atribuyen a ésta, y es con Maslow, considerado el padre de la

psicología humanista, con quien comienza, en conjunto con otros grandes autores, este nuevo

quehacer en la psicología, en donde se ahondará, más adelante.

Finalmente, después de haber descrito algunas bases de esta corriente, es importante considerar

que el humanismo, no es una corriente que dio un surgimiento concreto y puntualizado, sino que

ésta corriente fue el resultado de la suma de pensamientos y postulados de distintos filósofos,

psicólogos, pensadores e incluso de varios psicoanalistas, que consideraron, además de proponer

distinciones entre el quehacer del conductismo y el psicoanálisis, una resignificación y

planteamientos existenciales respecto a la conducta del hombre, pues con la primera y segunda

guerra mundial, y los sucesos más terribles en términos históricos de la humanidad, fueron un

motivante que llevó a la cuestión en la que se plantea cuál es el razón del ser humano, el porque

hace atrocidades de esa magnitud, qué es lo que está sucediendo en el hombre que ha perdido el

sentido humano. Por esta razón el mundo llegó a necesitar de una Psicología acorde a un desarrollo

histórico que permitiera a la sociedad buscar y dar solución pacífica a los conflictos entre

nacionales, que ya no podrían ser resueltos tecnológicamente. Era necesario descubrir una nueva
forma de concebir esta ciencia cuyo paradigma imperante hasta 1945 no tenía mucho que ofrecer

frente a los grandes problemas que el hombre tiene con el hombre (Buber, 1878-1965 como se citó

en Rivieros, 2014)

Chair (2012) y Tobías y García (2009) mencionan que en la terapia existencial principalmente se

abordan problemas con relación a preocupaciones básicas de la vida, ayudando al cliente a buscar

un significado frente a la incertidumbre de elegir pensar y actuar responsable y auténticamente.

Tomando en cuenta que la terapia pretende cambiar la percepción que tiene la persona sobre las

cosas. Lo anteriormente dicho por Tobias y García (2009) al igual que Chair (2012) es

indispensable, ya que como se redactó en el capítulo anterior, cada autor aportó ciertas cosas tanto

a la corriente psicológica así como a la terapia, delimitando que las diferentes terapias y objetivos

como es el caso de la existencia.

2. Principales exponentes

Como ya se mencionó en el apartado anterior la Psicología Humanista nace en Estados Unidos

aproximadamente en el año 1962, en donde distintos pensadores se declaran a desarrollar un nuevo

enfoque o teoría que podría trascender los determinismos que con el tiempo de fueron

desarrollando, hablamos del Psicoanálisis y el Conductismo, a diferencia de estos enfoques donde

se veía como objeto de estudio el inconsciente (hablando del Psicoanálisis) y la conducta (hablando

de Conductismo) a diferencia de estos el Humanismo se ocuparía de la Subjetividad y la

Experiencia Interna de las personas y de esta manera investigar en la persona los fenómenos

positivos de cada persona tomando en cuenta: El amor, la creatividad, la comunicación, la


capacidad, capacidad de decidir, el cambio terapéutico, pero lo más importante que se toma es la

autenticidad de ser uno mismo, de donde provenían diferentes cualidades de las personas, desde el

núcleo del Ser de cada uno, en donde encuentre la autenticidad y la aceptación de todo lo que

existe en torno a él.

El grupo de pensadores en los cuales se constituye el inicio del Humanismo son: Kurt Goldstein,

Erich Fromm, Carl Rogers, Abraham Maslow, Fritz Perls, Rollo May, Karen Horney, Aldous

Huxley, Herbert Marcuse, y además estaban integrando este grupo revolucionario del pensamiento

contemporáneo, dos jóvenes psicoterapeutas, ellos eran Sidney Jourard (Primer presidente de la

Asociación Humanística) y Eugene Gendli futuro descubridor del Focusing ambos de 26 años de

edad (Riveros, 2014).

Los autores antes mencionados, son del humanismo que surge en Estados Unidos, también tuvo

un auge importante en el viejo continente con autores reconocidos que influyeron mucho para

explorar desde la fenomenología y con aportes importantes para la investigación del humano y

terapias efectivas. En Europa se habla más filosófica y espiritualmente que científicamente, en

donde podemos abordar autores como Heidegger, Sartre y Binswanger. Cuando se habla de

abordar la espiritualidad se refiere a autores como Víctor Frankl que funda la Logoterapia, Martin

Buber se encarga de originar la Psicología del Diálogo y en el sentido religioso (en el nuevo

continente) Paul Tillich. Otros grandes pensadores que estuvieron ahí y que son un pilar importante

para la filosofía de la verdad y la mentiras, hablamos de Friedrich Nietzsche y Sören Kierkegaard

(Riveros, 2014).
Todos los autores son esenciales para el desarrollo del humanismo, sin embargo, se hará énfasis

en aquellos que dieron pie a la tradición humanista de acuerdo a la bibliografía revisada.

Erich From: Interesándose desde sus estudios universitarios fue influenciado por ideas de Karl

Marx e interesándose en el socialismo y haciendo su doctorado en este mismo, posteriormente se

trasladó a Nueva York, donde abrió un consultorio clínico basado en el psicoanálisis y empezó a

dar clases en la Universidad de Columbia. Los psicólogos se interesaban más en ese momento en

tomas como las enfermedades mentales y los traumas, dejando a un lado los problemas

relacionados con el modo en el que nos planteamos nuestra trayectoria vital, nuestro pasado y

nuestro posible futuro nos afecta emocionalmente y en nuestra toma de decisiones, temas de los

que Erich From emergería y daría información enriquecedora para la sociedad, dos ejemplos de

ellos importantes que podemos retomar son el libro de “el arte de amar” y “el miedo a la libertad”

en donde le da a la psicología al hombre y a la psicología perspectivas diferentes de las que se

tenían en cuenta para tomar el estilo de vida y el por que de nuestras acciones (Santoyo, 1993)

Carl Rogers: Como ya se mencionó anteriormente, Carl Rogers es un pilar muy importante para la

psicología humanista, haciendo aportes importantes con sus teorías y fundando diversos centros

de estudio, se podría considerar que su aporte más importante que realiza en el ámbito clínico es

la “Teoría centrada en el cliente” en donde introduce otra técnica llamada reflejo en ella, el

terapeuta refleja los pensamientos repitiendo lo que el cliente menciona en la terapia. También

existen aspectos importantes que se necesitan en la terapia como lo son: Congruencia, Empatía y

Consideración positiva incondicional (Duque, Lasso, & Orejuela, 2011).


Abraham Maslow: En 1951 Maslow fue Jefe del departamento de Psicología en Brandeis, teniendo

la oportunidad de conocer a Kurt Goldstein (quien le introdujo al concepto de auto-actualización)

y empezó su propia andadura teórica. Fue aquí también donde empezó su cruzada a favor de la

psicología humanística; algo que llegó a ser bastante más importante que su propia teoría Gautier

(2003) La autorrealización es un concepto bastante importante en el humanismo, podríamos decir

que la autorrealización es lo que aspiramos como seres humanos en nuestra vida a través de una

jerarquía d de necesidades, hay diferentes conceptos para poder llegar a ella, la “pirámide de

Maslow”. Además de considerar las evidentes agua, aire, comida y sexo, el autor amplió 5 grandes

bloques: las necesidades fisiológicas, necesidades de seguridad y reaseguramiento, la necesidad

de amor y pertenencia, necesidad de estima y la necesidad de actualizar el sí mismo (self); en este

orden (Gautier, 2003).

3. Terapias Existencial-Humanistas

Dentro de las diferentes terapias que se realiza en la tradición Existencial-Humanista se retoma el

método fenomenológico, creado por Husserl, se desarrolla a partir de la idea de rescatar la

inmediatez de la experiencia del ser humano en el momento presente (Castro, Cardona, Gordillo

& Tamara, 2007). Con base en ello, Brennan (1999) afirma que el método

Fenomenológico se encarga del estudio de los fenómenos tal como los experimenta el individuo,

con el acento en la manera exacta que un fenómeno se revela en sí a la persona que lo esta

experimentando en toda su especificidad y concreción.


Para que se pueda tener la comprensión humana del experienciar del otro, es indispensable saber

como terapeuta o facilitador lo que se necesita llevar a cabo dentro de la terapia para que esta sea

efectiva, para esto Rosso y Lebl (2006) mencionan tres habilidades esenciales dentro de la terapia

se presentan como:

● Empatía: Encontrada en cada uno de los sentimientos y expresiones del cliente que se

aparecen en ese momento, justo es cuando el terapeuta puede comprenderlos tal y como él

los ve

● Aceptación positiva incondicional: Mostrando respeto hacia él otro como persona distinta

y valiosa, independientemente de su condición, conducta o sentimientos. brindando calidez

y seguridad en la relación

● Congruencia: Significa tener presentes mis propios sentimientos, y no ofrecer una fachada

externa, implicando voluntad de ser y expresar a través de palabras y conductas, los

diversos sentimientos y actitudes que existen en uno, mismo logrando que la relación sea

auténtica (Rogers, 1961 citado en Rosso y Lebl, 2006)

Una vez teniendo las habilidades que un terapeuta debe desarrollar a lo largo de la terapia para que

este pueda comprender el mundo del otro, se debe conocer las distintas terapias de este enfoque,

(humanista) por lo que de acuerdo con Chair (2012)hacen referencia sobre tres indispensables:

centrada en el cliente, gestalt,terapia transpersonal.

Terapia centrada en la persona ayuda al individuo a crecer, para que pueda enfrentarse con su

problema actual y con los que surjan posteriormente de una manera más coherente, lograr una
estabilidad personal para enfrentarse con mayor independencia, responsabilidad y de una manera

más organizada (Rogers, 1978 como se citó en Rosso y Lebl, 2006).

Chair (2012) menciona que un terapeuta centrado en el cliente se basa en el núcleo de la

autorrealización del cliente y las fuerzas positivas de este es decir, las habilidades que el cliente

ha utilizado en el pasado para afrontar ciertos problemas, teniendo como objetivo reflejar lo que

el cliente siente, para vencer la resistencia a través de la aceptación constante y para ayudar a

reemplazar las actitudes negativas por positivas.

Terapia de la Gestalt recoge aportes de la psicología Gestalt, del existencialismo, de la

fenomenología y del trabajo psicodramático. “La Terapia Gestalt toma en cuenta el campo bio-

psico-social en su totalidad, incluyendo como parte básica la interacción organismo-ambiente”,

“de esta forma esta Terapia utiliza variables fisiológicas, sociológicas, cognitivas y

motivacionales. Ninguna dimensión relevante se excluye de la teoría básica del enfoque

gestáltico”. (Castanedo, 1997, pp. 32 – 33). La noción moderna para enfatizar las situaciones de

la vida presente o actual del individuo es indiscutiblemente el “ahora”, siendo considerado éste

como un concepto funcional que se refiere a conductas ejecutadas en este preciso momento. Situar

el acento en lo inmediato, en las experiencias, conduce a una explicación del proceso de cambio.

La Terapia Gestalt considera la experimentación, el hacer, el vivir y el sentir, como el eje primario

del proceso terapéutico. La Terapia Gestalt es un enfoque experimental en el sentido exacto del

término: experimental, experimentar en uno mismo, o intentar captar una vivencia del momento

actual de la vida por medio de un hecho o hechos. (Santacruz, Valiente, Velázquez & Lazcano,

s.f)

Conclusión
En primera instancia, se resalta la postura en la que, la investigación y la profundización del

conocimiento, son necesarios para ampliar la visión del psicólogo, y de cualquier profesional en

general. La psicología se ha caracterizado por diversas problemáticas epistemológicas y por su

validación, o no, como una ciencia positivista, sin embargo, de la psicología se derivan diversas

ramas y vertientes que tienen, incluso, su propio objeto de estudio, por lo que la psicología en sí

misma, no puede caracterizarse o definirse de forma unilateral. Se ha considerado que, con los

distintos enfoques que ofrece la psicología, se puede enriquecer el conocimiento en general, y, a

su vez, resolver las problemáticas contextuales que surgen en la sociedad.

De igual forma, esta corriente surgió a partir de algunos eventos situados en el tiempo, que

comenzaron a dar respuestas distintas o nuevas a lo que se suscitaba en ese entonces. Incluso, el

humanismo es una corriente joven y se encuentra aún, en proceso de construcción, sin embargo,

la importancia de esta tradición fue tal, que es considerada la tercera fuerza de la psicología; ofreció

y se preguntó por aspectos del ser humano que habían sido ignorados y delimitados, y

posteriormente, ha brindado el fundamento teórico y práctico de dichos aspectos. Respecto a la

búsqueda de información, se dieron algunas complicaciones con encontrar artículos aplicados del

ámbito clínico desde la perspectiva humanista. Probablemente por la propia naturaleza de esta

corriente, no se haya mucho material aplicado en dicho ámbito. Sin embargo, a pesar de dicha

complicación, no fue impedimento para fundamentar este trabajo, y enriquecer el conocimiento

propio de dicha perspectiva y la psicología en general, en donde se reconoce que las aportaciones

del humanismo, actualmente, siguen siendo funcionales, aunque la actualización de éstas, es

parteaguas para abordar los fenómenos que se presentan en la historia del hombre.
REFERENCIAS

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