Anda di halaman 1dari 3

Monarquía

Social

Formada la tribu por una porción de familias iguales, y la ciudad por tribus iguales también, es
evidente que, en sus primeros tiempos, habría 'una completa igualdad social, Pero según la ciudad
se extendía y consolidaba, fue desapareciendo esta igualdad a consecuencia de la conquista y de
otras relaciones con los pueblos inmediatos, reduciendo a unos a la esclavitud, admitiendo á otros
en calidad de clientes. De estos últimos, por un lado, de los que, por causas que después diremos se
hacían independientes de sus patronos, se formó otra clase, que se llamó plebe y cuando ya los
Romanos adquirieron cierto renombre y poderío apareció la clase de los huéspedes, ciudadano de
otras ciudades, los cuales se establecían en Roma, protegidos.

Al parecer, pues, la gran ciudad en el sólio de la historia, se conocían ya en ella estas cinco clases
de habitantes: los patricios, los clientes, los plebeyos, los esclavos y los huéspedes, que pueden
reducirse a tres clases—libres, semi libres y esclavos.

La familia se hallaba constituida de una manera autocrática, no teniendo más representación que la
de su jefe, el paterfamilias, que gozaba de un poder absoluto y casi discrecional sobre las personas
y las cosas. Lo mismo la mujer que los hijos estaban sometidos a la patria potestas, puede decirse
que en ésta no había más que una persona, el padre, los demás, para las relaciones de derecho,
eran consideradas como cosas.

Política

constitución política. Esta era, como dice muy oportunamente Mommsen, la mayor parte de las las
tenía allí el rey. Era, pues, un gobierno mixto, compuesto de dos poderes, el rey y la asamblea del
pueblo, es decir, de los ciudadanos. El rey era vitalicio, pero elegido, aunque indirectamente entre
los ciudadanos más dignos, no hereditario. La representación política, en Roma la tenía el Rey; en
cambio el pueblo ejercía las prerrogativas del poder supremo, como por ejemplo, la gracia de indulto
y la suprema sanción de las leyes o decretos que el Rey proponía. Tenía el supremo mando
(imperimm) del ejército, lo mismo en tiempo de paz. que en tiempo de guerra: él era quien
administraba justicia, si bien el condenado a pena capital podía apelar ante el pueblo (provocatio),
y éste indultarle; también era el encargado de consultar a los dioses auxiliado por los sacerdotes,
que también nombraba él mismo.

Para mejor acierto en sus resoluciones tenía una especie de consejo de ancianos, Senado, nombrado
por él entre sus amigos y personas de su cotidianidad tuvo, en un principio, otras atribuciones qué
las de aconsejar al Rey en aquello que éste le consultase. Cuando moría un rey sin designar sucesor,
se reunían los ciudadanos sin previa convocatoria y nombraban un inter-rex, cuyas funciones sólo
duraban cinco días, y nombraba otro que era a su vez el que designaba el Rey, pudiendo recaer este
nombramiento en cualquier ciudadano sano de cuerpo y espíritu, Veamos ahora qué era el otro
poder del Estado, el pueblo.
Teniendo en cuenta lo que ya hemos dicho anteriormente podemos explicarnos la composición de
lo que en un principio formaría en Roma el populus o el conjunto de los ciudadanos. El elemento
más simple era la casa; diez casas formaban una gens o familia, en el amplio sentido de esta palabra;
diez gens, una curia; diez curias, la tribu. Cada curia o ciudad primitiva debió tener un Senado,
compuesto de cien miembros, y poner en campaña en tiempo de guerra mil soldados de infantería,
miles (uno por cada casa) y cien ginetes, quites (uno por cada gens). Unidas las tres ciudades
primitivas, su Senado se compuso ya de 300 miembros, y se triplicó casi todo el personal que
desempeñaba las diversas funciones militares, civiles y religiosas, excepto la de jefe del Estado.

En cuanto al poder del pueblo, era verdaderamente soberano, llegando hasta sobreponerse a las
leyes y aún a la naturaleza de las cosas, es decir, que si la ley disponía que el que hubiese cometido
tal o cual delito perdiera la vida, allí estaba el pueblo Soberano que podía perdonarlo, apelando de
la sentencia, no podía emprenderse ninguna guerra ofensiva sin consultar al pueblo, ni romperse
sin autorización de éste, y por causa de injuria, los tratados perpetuos concluidos con otros Estados.
Tales eran las principales atribuciones del pueblo, como poder soberano, y tal, con poca diferencia,
la constitución de Roma durante los dos primeros siglos de su existencia.

Republica Aristocrática

El gobierno de los cónsules, cuyos jefes habían de salir del seno de las familias patricias, y cuyas.

Política

El Senado continúo siendo, en los primeros tiempos de la República, lo que había sido durante la
monarquía, una especie de cuerpo consultivo, si bien después fue adquiriendo mayor
preponderancia, según la iba perdiendo la primitiva asamblea del pueblo. Al verificarse la expulsión
de los reyes parece que entraron en el Senado gran número de ciudadanos plebes es, que se
llamaron conscriptos, pero éstos asistían mudos a las deliberaciones, de suerte que no intervenían
directamente en las resoluciones ni en la marcha de los negocios públicos; no hacían más que
presenciar las deliberaciones y manifestar su opinión trasladándose de un punto a otro. En suma,
no pudiendo los plebeyos aspirar al consulado ni a ningún otro de los cargos públicos, siendo casi
impotentes en la asamblea de las centurias, y no teniendo facultades para tomar parte activa en las
deliberaciones del Senado, claro es que era poco menos que nula su influencia política, y .que, en
sus primeros tiempos, la República romana fue puramente aristocrática; y como la gran masa de la
población la formaba la clase plebeya, explican se fácilmente las grandes luchas entre ambos
órdenes, él uno por conseguir los derechos a que se juzgaba acreedor, el otro por conservar la
inmunidad de sus privilegios.
Social

Una sociedad compuesta de dos clases, y en la que la más numerosa y la que contribuye en todos
los recursos que se le exigen apenas si disfruta derechos, ni consideración social en comparación de
la otra clase, que la desprecia hasta el punto de prohibir absolutamente las uniones matrimoniales,
y todo lo que en la vida civil tiende a estrechar los lazos unión entre ambos órdenes; en la que la
clase privilegiada acosa y persigue a la otra de la manera que en Roma perseguían los patricios al
infeliz plebeyo que se veía precisado a contraer con ellos deudas para atender a las necesidades de
la vida.

En donde los plebeyos fueron conquistando palmo a palmo el campo del poder político y de la
igualdad civil de que antes se hallaban privados.

El magistrado (que era nombrado por uno de los cónsules) se llamaba Dictador. Su poder sólo
duraba seis meses.

Anda mungkin juga menyukai